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Oración y justicia, eje del pensamiento de

Bonhoeffer
Una reflexión teológica ética y práctica de la vida y el pensamiento de
Dietrich Bonhoeffer realizada por Luís Eduardo Cantero.

Dietrich Bonhoeffer (I)

Soy consciente que escribir sobre


Bonhoeffer no es fácil cuando se viene de
un ambiente conservador baupen(1),
donde los problemas sociales no tienen
tanta trascendencia e importancia. Parece
que eso no hace parte de la teología baupen
ni mucho menos para un teólogo. Pues en
las iglesias no se discute sobre la violencia,
la globalización, etc. Ni muchos se ven
manifestaciones de creyentes
conservadores. En este contexto eclesial
podemos percibir los efectos de la globalización, del neoliberalismo,
al igual que en el orden secular de nuestros países juegan un papel
pasivo, en el sentido de ser receptores de los criterios y decisiones de
los que dominan el mercado mundial, de la misma manera nosotros
como iglesias cristianas (de tradición conservadora, neo
pentecostales, baupen, etc.) latinoamericanas y del mundo somos
receptores pasivos de las decisiones que a nivel general toma el
Estado.

Gracias a Dios, hay un remante, entre los baupen, afirmaba en mi artículo


titulado DESAFÍOS TEOLÓGICOS PARA UNA ELESIOLOGÍA MISIONERA
CONTEXTUAL publicado por Signos de vida, allí citaba como ejemplo a
personajes importantes de nuestro ambiente baupen; pues pensé que habíamos
empezado la tarea de reflexionar como cristianos desde nuestro contexto
conservador (…).(2) Pero me defraudaron posiblemente por el temor de ser
acusados por los demás líderes y hermanos baupen. Ellos enviaron un
comunicado a la revista Signos de Vida manifestando que no eran parte de ese
remante que el autor trata de reivindicar.(3) Creo que esta actitud deja mucho
que desear y me pregunto ¿Si no son teólogos de opción por los pobres,
ecuménicos, que luchan por los excluidos, cómo pueden participar en
organismos que luchan por ellos? O sencillamente son teólogos pasivos, sofistas,
oportunistas, que se yo. Creo que ellos son teólogos aficionados del discurso:
sofistas, no teólogos que reflexionan desde la praxis.

Más que una teología aficionada o como se le llame, necesitamos una


teología pastoral comprometida con la acción, que pueda ser
interpretada y comprendida por nuestra comunidad. No una teología
sofista o estoica como modelo imperialista, sino más bien, una teología desde y
para nuestra comunidad. Tal tarea no se puede realizar sino no hay una
reverencia y vivencia de los valores de la Palabra de Dios, la cual nos guiará a
realizar la tarea pastoral. Creo que esa teología se hace con pasión por el otro,
pasión que surge del meditar la Palabra de Dios, orar y hacer justicia es clave en
el pensamiento teológico de Bonhoeffer.

Por ende, este autor para mi significó una ayuda muy importante a la hora de
evaluar mi propia forma de hacer teología y sobre todo responder a los
problemas que giran alrededor de los que no tienen voz. Ana Moravska afirma
que “Bonhoeffer es estimulante porque se atrevió a pensar lo que constituye
nuestros problemas, a saber, cómo encontrar a Cristo en mundo secularizado” y
sobre todo cuando tratamos de crear fronteras entre cristianos y no cristianos,
entre los que siguen haciendo camino desde la discusión entre si sos teólogo
cristiano o no cristiano, si sos teólogo conservador, progresista, ecuménico o
liberal.(4)

LA FE EN BONHOEFFER
Para este autor su fe es algo concreto que mantiene la realidad entre
Dios y el mundo en que nos movemos. Es en este mundo que los
cristianos pueden manifestar sus valores del nuevo Reino. En esa
realidad del mundo que está oculta la verdad de Dios así como
Jesucristo es hasta la cruz. Agrega Dumas “(…) en la que Jesucristo sólo
salva asumiendo como hombre la libertad. La estructura de la vida responsable
se distingue por: tenerse por responsable de nuestros semejantes, comportarse
de manera conforme a la realidad, asumir la falta y la libertad. Por último
asumir el riesgo de una decisión concreta. Es la manera secular de descubrir a
Cristo, el prójimo, el encarnado, el agobiado y el decidido. De esta manera,
Bonhoeffer nos habla de la realidad del ser humano sin abandonar la misión de
Cristo y viceversa.”(5)

La fe no es algo estático sino dinámico que se vive en el día a día, que está
enraizada en las relaciones humanas aquí abajo. El mundo es parte del ser
humano, no podemos aislar de la fe los problemas que se viven los que habitan
este mundo. Desde esta perspectiva el mundo le plantea un problema
apologético al teólogo pastoral ¿cómo vivir la fe cristiana hoy en mundo que es
nuestro? Y ¿dominado por unos pocos? ¿Cómo predicar a Cristo en mundo
siendo nuestro es dominado por los países imperialista? Ahora bien todos
afirmamos que tenemos una fe que puede ser natural, aprendida, pero no una fe
revelada. Yo afirmo que esa fe que no hace realidad los valores del Reino es una
fe estática y religiosa, pero esta puede ser el comienzo de una auténtica fe
cristiana. Pero no una fe que busca sus propios acomodos como las que pululan
en los reality de show “pare de sufrir, del pacto, de la siembra” esa fe para fines
ajenos a los que se desprenden del hecho supremo de Jesucristo, son actitudes
ajena a la vida, al pensamiento y a la praxis de quien sintió que debía actuar
plenamente en las tensiones de la vida secular pero con una madurez de fe tal
que como pocos lo hizo aprehender el hecho de Cristo.

VIDA Y TEOLOGÍA EN BONHOEFFER


Nuestro autor después de haber cursado teología en Tubingan y Berlín, donde se
doctoró en 1927. Se traslada a Barcelona y acepta pastorear la comunidad
luterana de habla alemana. Esta experiencia pastoral le deja una huella que él
mismo expresa: “Mi teología comienza a hacerse humanística”. Le impresiona la
condición de la gente barcelonesa: sus costumbres, su sencillez, su honradez, la
ausencia de crispación. Pero también le entristece cierto clero que solo se
encarga de satisfacer los deseos de la clase dominante.

Por eso, se interesa por un clero de poca cultura, que solo desea ser la voz de los
que no tienen voz. Es allí donde surge su proceso de transformación de ser un
teólogo académico a un cristiano confesante que vivió su fe a favor de la vida.
Buscó junto con el prójimo consolar y anunciar el evangelio de Jesucristo.

Sin duda su testimonio es de vida y teología. Un creyente consecuente con su fe


como seguidor de Jesús, con su convicción del valor cristiano de lo terrenal y de
lo humano. Es un ser humano para los demás. Aconsejaba a la Iglesia a mejorar
en su discurso y buscar un lenguaje nuevo que fuese comprensible para el ser
humano de hoy. También exhorta a ver y a escribir la historia, la teología, desde
abajo, desde la perspectiva de los excluidos, marginados y oprimidos.

Todo esto me lleva a considerar que el derecho a la vida y a la


libertad es un compromiso de todos. Un compromiso que exige amor
entrega por los que sufren en nuestra sociedad como lo hiciera
Bonhoeffer. La declaración de los Derechos Humanos dice: “Todo individuo
tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona..., nadie
estará sometido a secuestro, marginación o trato inhumano. ¿Por qué hay tantas
muertes violentas? ¿Por qué hay tantos que no gozan de la vida y la libertad en
nuestro país?

El derecho a la vida está declarado por la legislación mosaica en el quinto


mandamiento, cuando dice: No matarás. (Ex 20:13). Pero, además de prohibir
la violencia, el quinto mandamiento, considera como irrespeto a la vida y
enemigo de ésta: el adulterio, el robo, la codicia, la extorsión, el secuestro, la
droga, el aborto, entre otros. En resumen cualquier acto violento que atente con
la vida, se constituye otro enemigo, es el clima de violencia que actualmente se
vive en Colombia (FARC) como en otros países del primer mundo (España:
ETA) y con un agravante que es la complicidad de los ciudadanos, por
negligencia o por miedo que no se atreven a denunciarlos.(6)

El próximo domingo concluiremos esta reflexión, viendo cómo la fe en


Bonhoeffer implica una toma decisión

1) Esta sigla se usará como seudónimo para referirme a comunidades evangélicas de origen conservador y
neopentecostales. Es decir, en estas iglesias hoy conviven una mezcla de doctrina conservadora y
neopentecostalismo, que se refleja en el fuerte énfasis en la sanidad, expulsión de dominios, apostolados, etc.
2) Luis Eduardo Cantero, “Desafíos teológicos para una eclesiología misionero bautista contextual”, en Signos de
Vida # 39 (2006), p. 7.
3) Carta enviada a la dirección de la revista para manifestarse en contra del artículo: publicado a Luis Eduardo
Cantero, “Desafíos teológicos para una eclesiología misionera bautista contextual” en revista Signos de Vida No.
39 (2006), CLAI, Quito, Ecuador, 7 de junio de 2006.
4) Alfredo Tamayo A, “La pasión por lo secular de Dietrich Bonhoeffer” en El ciervo, año LV, junio # 663 (2006),
p. 34.
5) Andrés Dumas, Una teología de la realidad: Dietrich Bonhoeffer, Nueva Biblioteca de Teología, Descleé de
Brouwer, Bilbao, España, 1971, p. 36.
6) Luis Eduardo Cantero, ““la situación de violencia en Colombia”, en Interacción Revista de comunicación
educativa, # 45, 2006, CEDAL, Bogotá, pp. 38 – 40.
http://interaccion.cedal.org.co/documentacion.htm?x=20153813&cmd%5B126%5D=c-1-%2745%27

Luís E. Cantero es teólogo, pastor, filósofo y docente

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