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Objetivos:
Estimular el desarrollo comunicativo, favoreciendo el desarrollo de los procesos de comprensión
y producción lingüística.
Mejorar habilidades metalingüísticas.
Prevenir y corregir posibles alteraciones lingüísticas, mediante la potenciación de los
mecanismos básicos del lenguaje.
Desarrollar la conciencia fonológica desde una edad temprana.
Comencemos por aquellos que pueden realizarse sin el uso de instrumentos, sino con simples
movimientos repetitivos de sonidos:
Inspiración y espiración nasal.
Inspiración y espiración bucal.
Inspiración y espiración nasal y bucal, con o sin retención del aire.
Retención progresiva del aire dentro de la nariz o boca.
Inspirar rápidamente y retener lo más posible.
Inspiración lenta o profunda, y espiración prolongada (salida del aire lo más pronto posible).
Inflar globos con soplidos largos y cortos, alternados.
Silbar suavemente, y luego más fuerte, en forma progresiva.
Usar el recurso del cuento: imitar sonidos naturales como el del viento, también puede ser el del mar,
rocas cayendo, lluvia, entre otros.
Inspiración para oler profundamente.
Trabajo del aparato bucofonatorio y habilidad motora de lengua y labios para aumentar así el control
de la tonicidad y la coordinación de los músculos de la articulación. Se realizarán ejercicios
logocinéticos (motricidad bucofacial) y de posición de los órganos fonoarticulatorios. Estos ejercicios
se pueden trabajar frente al espejo, a través de juegos o de cuentos en los que deban ir realizando las
praxias de manera simultánea a la narración del cuento. La agilidad que pueda tener en el niño es lo
que determina la calidad de lenguaje logrado, además del control motor que el pequeño tendrá sobre
su propia lengua y boca.
Ejercicios Faciales:
Inflar mejillas.
Desinflar las mejillas luego de un tiempo de retener aire.
Inflar la mejilla izquierda y luego la derecha.
Tomar mucha agua, retenerla en la boca por un tiempo y hacerla soltar lentamente.
Abrir la boca y bostezar, usando la A y la O para pronunciar o articular.
Practicar onomatopeyas
Las onomatopeyas ejercitan la motricidad fina. Algunas de ellas son: guau (ladrido de un perro),
miau (un gato maullando), punch (un golpe), chinch (dos platillos sonando), tutu (ruido de trompeta),
tan tan (sonido de un tambor), tolón tolón (una campana sonando), ninu ninu (sonido de una
ambulancia).
Las actividades serán de imitación de voces de animales, ruidos, sonidos, acciones de personas o
instrumentos musicales. Posteriormente, se imitarán los diferentes fonemas.
Debemos comenzar a hacer estos ejercicios sentados frente a frente en una mesa. Más adelante los
haríamos en suelo. Se hace una acción (por ejemplo “dar palmas”) y de inmediato se da la orden
“hazlo tú”. El niño tiene que imitar esa acción (por eso no se le da la orden verbal “da palmas”). Cada
vez que el niño lo hace bien, con o sin ayuda, recibe su recompensa verbal. En el caso de que el niño
no repita la acción, pues se le cogen las manitas y se le ayuda a hacer el gesto.
En cada sesión se trabajan tres ejercicios, y cada uno se repite cinco veces. En sesiones posteriores se
pasará a un nuevo ejercicio cuando el niño domine el anterior.
- Dar palmas
- Dar palmas sobre las piernas
- Levantar los brazos
- Extender los brazos hacia los lados
- Tocarse la barriga
- Sacudir la cabeza
- Hacer adiós con la manita
- Frotar las manos
- Palmear sobre la cabeza
- Hacer el puño
- Señalar con el índice
- Hacer el gesto de “sí”
- Cruzar los brazos sobre el pecho
- Abrazarse
- Tocarse la nariz (y las diferentes partes de la cara)
- Rascarse la cabeza
- Cubrirse la boca con las manos
- Inclinar la cabeza hacia adelante
- Ponerse de pie / sentarse
- Ponerse en cuclillas
La imitación motora gruesa se irá combinando con ejercicios de imitación con objetos y con juguetes.
La mecánica de trabajo es la misma. Sentados frente a frente, se hace una acción y se da la orden
“ahora tú”. El niño tiene que repetir la misma acción. En el caso de que no la haga por sí mismo, se le
ayuda cogiéndole las manitas.
Imitación comunicativa:
Los ejercicios de imitación requieren que el niño esté atento a lo que la otra persona hace, y voluntad
para realizar lo mismo, es un primer paso dentro de la comunicación. Son ejercicios sencillos y
cortos, la dificultad de la tarea es mínima, si le resulta difícil imitar lo que estamos haciendo,
elegimos un ejercicio de imitación a un nivel más sencillo, ya que lo que nos interesa es que participe
en las acciones que le proponemos.
Repetimos el ejercicio unas cuantas veces, tres o cuatro, con diferentes colores, se debe alternar con
diferentes categorías semánticas como: figuras geométricas, números, vocales, entre otras. Ir
aumentando la complejidad al incluir sonidos como onomatopeyas, sonidos de fonemas, palabras y
finalmente oraciones.
5. INTEGRACIÓN AUDITIVA:
La integración auditiva es la capacidad para encontrar sentido a una palabra y/o frase sin haberla
escuchado anteriormente. Se pueden plantear ejercicios en los que el/la docente le diga al alumno/a
palabras en las que faltan uno o dos fonemas, para que el alumno/a adivine el mensaje que le quiere
transmitir.
6. ARTICULACIÓN:
Las actividades de articulación pretenderán desarrollar la capacidad para realizar las diferentes
posiciones de los fonemas de la lengua y la capacidad para emitirlos. En un primer momento, la
articulación de los fonemas se realizará de manera aislada y posteriormente mediante lenguaje
repetido en: sílabas, combinaciones silábicas, palabras, frases, versos, adivinanzas y/o trabalenguas.
Ejercicios de ritmo:
El adulto usa un juguete pequeño para dar pequeños golpes a la mesa, que el niño reproducirá
procurando usar también un objeto y luego su propia voz para intentar reproducir los sonidos tal cual
los escuchó. El ritmo es muy importante para la articulación y correcta formación del lenguaje
hablado.
Discriminación fonética:
Para que el pequeño pueda escuchar correctamente, es recomendable comenzar con ejercicios de
silencio que lo ayude a detectar sonidos y fijar la atención, y luego preguntarle qué sonidos han
escuchado anteriormente. Con este ejercicio el niño podrá:
Distinguir la duración de un sonido.
Distinguir la intensidad sonora (fuerte y suave).
Localización de los sonidos lugar desde donde ha sido emitido o ubicación del mismo.
Conocer los objetos de los cuales ha salido un sonido.
Conocer fonemas, distinguirlos y posteriormente articularlos en frases completas.
7. SECUENCIACIÓN TEMPORAL:
Consiste en realizar actividades en las que los niños/as deban ordenar temporalmente imágenes que
representan una secuencia de acciones. Posteriormente, deberán narrar verbalmente dicha secuencia
temporal, destacando la importancia del uso de conectores.
Los pares alófonos son pares de palabras que suenan muy parecido, pero se escriben de manera
diferente, por ejemplo, polo y bolo o pala y bala. Para trabajar la discriminación y diferenciación
entre ambas palabras, es recomendable que el docente utilice una pronunciación adecuada y que
cuente con el apoyo visual de dibujos.
También es importante trabajar con los niños/as los aspectos prosódicos que intervienen en el
lenguaje oral. Estos aspectos hacen referencia a la entonación y al ritmo del discurso oral. Para ello,
se pueden realizar actividades en las que un texto oral se recite con diferentes entonaciones y ritmos.
Pedir al estudiante que diga una oración de diferentes formas: riendo, llorando, enojado…etc. Use
siempre la mayor cantidad de gestos y expresiones posibles, envíele mensajes solo con sus gestos
como el fruncir el ceño, lanzar beso, sonreír o hacer cara de sorpresa.
Las actividades relacionadas con la expresión oral son muy amplias y variadas. En clase, es muy
importante hacer hincapié en la importancia pedagógica de la conversación, es decir, del intercambio
libre basado en el diálogo. Se deben potenciar las situaciones comunicativas en el aula, a través de
juegos o de las rutinas diarias, pues todas estas actividades ayudarán al desarrollo de la expresión oral
de los niños/as. Una de las muchas actividades que se puede trabajar para desarrollar la expresión
oral es el juego de inventar historias a partir de imágenes.
Las actividades de comprensión oral van encaminadas a trabajar la atención, escucha activa y
capacidad de análisis de los niños/as tras la escucha de una historia oral, principalmente cuentos o
narraciones cortas y sencillas. Tras dicha escucha, se realizarán preguntas cuyas respuestas sean sí o
no, de alternativas, que impliquen decir una palabra o que impliquen la construcción de una frase.
Además, se pueden realizar juegos en los que los niños/as deban cumplir órdenes: primero con
apoyos expresivos muy claros y después sin ningún tipo de apoyo contextual.
OBSERVACIONES:
Agradecemos escribir en este espacio sus apreciaciones.