Está en la página 1de 4

EL PODER DE UNA PRIMICIA

El principio de las primicias se basa en la confianza y honra a Dios. Por lo tanto,


si honramos a Dios con nuestras primicias, Él nos honrará llenando nuestros
graneros.

Honrar significa entre otras cosas valorar, respetar, obedecer. Recordemos que
Dios honra a aquellos que lo honran.

La primicia representaba traer al sacerdote los primeros frutos de la cosecha de


ese año.

“Habló Jehová a Moisés y le dijo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la
tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla como PRIMICIA de los
primeros frutos de vuestra siega” (Levítico 23:9-10)

LA PRIMICIA ES SEÑAL DE ENTRAR EN TIERRA PROMETIDA.

Dedicar las primicias a Dios indicaba que se había entrado a la tierra de la


promesa y que se había tenido la primera cosecha de sus siembras.

Te presentarás al sacerdote que haya en aquellos días, y le dirás: “Declaro hoy ante Jehová, tu
Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría”. (Deu 26:3)

La primicia sería un testimonio del cumplimiento de las promesas de Dios,


representaba el acto profético de la conquista de la tierra prometida. La persona
debía presentarse con sus primicias y declarar que había entrado en la promesa
de Dios.

LA PRIMICIA ES HONRAR A DIOS.

Nehemías honró a Dios con sus primicias, tal como lo dice la Biblia:

Y que cada año traeríamos a la casa de Jehová las primicias de nuestra tierra, y las primicias del
fruto de todo árbol. (Neh 10:35)
Cada año el pueblo del Señor se comprometió a traer las primicias de sus frutos.

Organizó la entrega de las primicias en el pueblo. Nehemías sabía del poder de


una primicia y lo importante que era reorganizar las entregas.

También organicé la ofrenda de la leña en las fechas establecidas, y la entrega de las primicias.
«¡Acuérdate de mí, Dios mío, y avoréceme!» (Neh 13:31)

Nehemías dispuso restablecer la entrega de las primicias, lo cual lo habilitaba


para poder ser RECORDADO, la palabra original “acuérdate” es hacer una marca;
las primicias son una marca, para recordar a Jehová y ser favorecido.

EL PODER DE UNA PRIMICIA


El Señor se acordó de Ana al dedicarle su primer hijo, tal como ella se lo propuso
en oración; eso representa el poder de una primicia.

Entonces hizo este voto: «SEÑOR Todopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya
y, si en vez de olvidarme, te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su
vida, y nunca se le cortará el cabello.» (1Sa 1:11 NVI)

Ana dedicó SU PRIMER HIJO al Señor, el primogénito fue ofrecido a Dios; lo que
le representó que Dios le concediera 5 hijos más. Antes de ofrecer al Señor su
primer fruto ella no había podido tener hijos.

Se burlaban de Ana y le hacían la vida imposible; Ana sufría la vergüenza de no


poder tener hijos. Pero esta situación cambió totalmente cuando ofreció al
Señor la primicia.

El SEÑOR bendijo a Ana, de manera que ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Durante ese
tiempo, Samuel crecía en la presencia del SEÑOR. (1Sa 2:21 NVI)

LA BENDICIÓN REPOSARÁ SOBRE NOSOTROS


También recibirán lo mejor de todas las primicias y de todas las ofrendas que ustedes presenten. Les
darán a los sacerdotes, para su pan, lo mejor de sus masas. Así mi bendición reposará sobre los hogares
de ustedes.(Eze 44:30)

La entrega de las primicias provoca que el Señor haga reposar la bendición en


nuestras casas. Las bendiciones descansaran sobre nuestras familias, la
prosperidad en todo el sentido de la palabra hallará un lugar para establecerse.

LA PRIMICIA ES CONSAGRADA
La primicia debe ser consagrada al Señor, a Él le pertenece. El pueblo de Israel
se consideraba la primicia del Señor, un pueblo apartado, consagrado para Dios.

“Santo era Israel para el SEÑOR, primicia de su cosecha. Todos los que lo devoraban eran
culpables, y el mal recaía sobre ellos’, dice el SEÑOR.” (Jer 2:3 LBLA)

Dios es el creador de todos los pueblos sobre el planeta, pero Israel era la
primicia de toda su creación. El pueblo era considerado como santo y precioso
por Él.

Por eso Dios le protegió de todo enemigo tanto durante el viaje por el desierto
como durante la conquista de la tierra de Canaán. Los que se oponían a Israel
sufrían las consecuencias, porque El Señor protegía a su pueblo y castigaba a los
que lo atacaron.

JESÚS EL PODER DE UNA PRIMICIA


Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de aquellos que dormían. Él
estaba representado por la gavilla agitada, y su resurrección se realizó en el
mismo día en que esa gavilla era presentada delante del Señor. (Una gavilla es
un conjunto de hierbas, ramas, cañas o elementos similares. La gavilla
resulta menor que un haz, pero mayor que un manojo.)

“Habló Jehová a Moisés y le dijo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la
tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla como PRIMICIA de los
primeros frutos de vuestra siega” (Levítico 23:9-10)
La gavilla dedicada a Dios representaba la mies. Así también Cristo, las primicias,
representaba la gran cosecha espiritual que ha de ser juntada para el reino de
Dios.

Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de
todos los mortales. Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los
que murieron. (1Co 15:19-20)

Las primicias de la cosecha no tan sólo se consagraban a Dios, sino que también
eran símbolo de cosechas aún más abundantes.

La resurrección de Jesús afirma y hace posible nuestra propia resurrección. Por


esto, la resurrección de Jesús representa la seguridad de que los creyentes,
aunque ya duermen, también serán resucitados.

Deposite su confianza en Dios honrándole con sus primeros frutos, si ponemos


siempre al Señor por prioridad todas las cosas serán añadidas.

También Les compartimos el tema: PRIMERO ES DIOS, para ampliar el tema de


las primicias.

Si desea ponerse en contacto con nosotros, llene el formulario de Contacto o


escríbanos un correo electrónico a: info@mensajesdepaz.com

También podría gustarte