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La importancia de las reuniones en las casas (Filemón 1-2)

“Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, y


a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu
casa”.

Filemón 1-2

INTRODUCCIÓN

En este saludo de Pablo al hermano Filemón resalta un punto importante, y es la iglesia que se
reunía en su casa. Hoy en día, en muchos países alrededor del mundo, la iglesia suele reunirse al
menos un día a la semana en las casas de los creyentes con el propósito de compartir el mensaje
del evangelio con los incrédulos y tener un momento de comunión con los hermanos, sin
embargo, este método no es algo nuevo, sino desde el mismo principio de la iglesia primitiva se
acostumbro tal cosa. No olvidemos que al principio no existían templos en donde la iglesia se
pudiera reunir, es más, era una iglesia perseguida, por lo que reunirse en las casas fue
determinante para su avance y crecimiento. Veamos desde el punto de vista bíblico como las
reuniones de casa contribuyeron al crecimiento y propósito de Dios en las vidas de los creyentes.

I. LA FUNCIÓN PRINCIPAL DE LAS REUNIONES EN LAS CASAS ES LA


EVANGELIZACION

“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin
impedimento”.

Hechos 28:30-31

Una de las razones por las cuales la iglesia comenzó a reunirse en las casas fue con el propósito de
usarlas para reunir a las personas y compartir el mensaje del evangelio con ellos, tal y como vemos
que Pablo hizo en este pasaje: Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y
recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor
Jesucristo, abiertamente y sin impedimento. La principal función de las reuniones familiares es a
evangelización y está íntimamente relacionada con la Gran Comisión. Cuando pensamos en la
Gran Comisión se nos vienen dos pasajes importantes de la palabra de Dios.

1. Anunciar el evangelio a los perdidos para que se conviertan de sus pecados: “Y les dijo: Id
por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; más el que no creyere, será condenado”, (Marcos 16:15-16).

2. Discipulado, es decir, enseñar y guiar a los creyentes en su crecimiento espiritual y uso de


dones para provecho de la iglesia: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén”, (Mateo 28:19-20).
Si consideramos esto, nos daremos cuenta que las reuniones en las casas cumplen perfectamente
ambas funciones, tanto la evangelización como el discipulado de nuevos creyentes.

II. LAS REUNIONES EN LAS CASAS PROMUEVEN LA COMUNIÓN ENTRE


HERMANOS.

“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos
con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.

Hechos 2:46-47

Otros de los propósitos de la iglesia primitiva al reunirse en las casas era compartir un momento
de comunión con los demás hermanos. Según este pasaje bíblico, a parte de ir al Templo judío
para el momento de la oración, también solían reunirse libremente en las casas, y allí podían
expresar libremente su fe a través de:

1. Partían el pan en las casas, posiblemente es una referencia a celebrar la cena del Señor, y así
podían recordar los padecimientos del Señor y su pronto regreso

2. Comían juntos con alegría y sencillez de corazón, es decir, mantenían un espíritu de


verdadera comunión entre ellos, sus vidas eran sencillas y se mantenían unidos en el vínculo del
amor fraternal.

3. Alababan a Dios, o sea, se reunían en las casas para adorar con libertad al Señor,
especialmente porque en algunos lugares la iglesia fue perseguida y no se le permitía reunirse
públicamente.

4. Finalmente, tenían favor con todo el pueblo, es decir, gozaban de un buen testimonio
delante de todo el pueblo, y así los incrédulos notaban una enorme diferencia en la manera de
vivir de los cristianos que la del resto del mundo, esto era un poderoso testimonio del poder
transformador de Dios.

III. LAS REUNIONES EN LAS CASAS CONTRIBUYEN AL DESARROLLO DE LOS


CREYENTES EN LA OBRA DEL SEÑOR.

“Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a
los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. Saludad también a
la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.
Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros. Saludad a Andrónico y a Junias, mis
parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que
también fueron antes de mí en Cristo. Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. Saludad a
Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío. Saludad a Apeles, aprobado
en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo. Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de
la casa de Narciso, los cuales están en el Señor. Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en
el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor. Saludad a Rufo,
escogido en el Señor, y a su madre y mía. Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a
Hermes y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a
Olimpas y a todos los santos que están con ellos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os
saludan todas las iglesias de Cristo”.

Romanos 16:3-16

Finalmente, las reuniones en las casas contribuyen al desarrollo de los creyentes en la obra del
Señor. Una parte importante del desarrollo del creyente en su vida cristiana es el poder servirle al
Señor en alguna área especifica dentro de la iglesia, y las reuniones en las casas propician dicho
propósito. Si revisamos el saludo del apóstol Pablo en su carta a los Romanos podremos ver como
los creyentes que se reunían en la casa de Priscila y Aquila participan en el servicio a Dios.
Estudiemos a detalle este saludo:

1. En primer lugar, vemos que había una reunión en la casa de Priscila y Aquila, y el hecho de
que se mencione primero el nombre de Priscila y no el de Aquila nos sugiere que la líder de dicha
reunión era la mujer: Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que
expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los
gentiles. Saludad también a la iglesia de su casa.

2. Vemos como esta reunión en la casa de Priscila y Aquila servía para recibir a los recién
convertidos y que estos pudiesen desarrollarse en el Señor: Saludad a Epeneto, amado mío, que es
el primer fruto de Acaya para Cristo.

3. Vemos como las mujeres tenían un protagonismo muy importante en la obra del Señor:
Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros… Saludad a Trifena y a Trifosa, las
cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor.

4. También vemos como Pablo saluda a dos apóstoles que aparentemente también trabajaban
en esta casa donde se realizaban las reuniones para el Señor: Saludad a Andrónico y a Junias, mis
parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que
también fueron antes de mí en Cristo. Algunos no logran ponerse de acuerdo en cuanto al nombre
de Junias, ya que para algunos es un nombre femenino, pero para otros es masculino.

5. Curiosamente, en esta casa también se reunía Rufo, el cual era el hijo de Simón de Cirene,
aquel hombre a quien obligaron a cargar la cruz de Cristo: “Y obligaron a uno que pasaba, Simón
de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz”, (Marcos
15:21). Posiblemente aquel encuentro que Simón de Cirene tuvo con Cristo impacto toda su vida
ya que llego a entender que aquel a quien estaban crucificando era el Mesías, y definitivamente
esto sirvió para que el se convirtiera y así llevara a su familia el mensaje del evangelio.

6. En general, esta reunión que se celebraba en la casa de Priscila y Aquila servía como un lugar
donde se reunían muchos cristianos para adorar al Señor: Saludad a Amplias, amado mío en el
Señor. Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío. Saludad a
Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo. Saludad a Herodión, mi
pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor… Saludad a Asíncrito, a
Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo,
a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos. Saludaos los
unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
CONCLUSIÓN.

Las reuniones en las casas tienen un trasfondo bíblico, hoy en día muchas congregaciones tienen la
costumbre de reunirse en ellas, algunos las llaman reuniones familiares, otros grupos de
crecimiento, o células cristianas, y así sucesivamente. Si observamos la Biblia podemos ver como
las reuniones en las casas de los creyentes ayudan a cumplir el propósito de Dios en su iglesia:

1. Las reuniones en las casas contribuyen al cumplimiento de la gran comisión, evangelizar y


discipular (Hechos 28:30-31).

2. Lar reuniones en las casas contribuyen a la edificación y vida en comunión con todos los
creyentes (Hechos 2:46-47).

3. Las reuniones en las casas contribuyen al desarrollo de los creyentes en la obra de Dios
(Romanos 16:3-16).

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