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Nosotros, _____________________________, venezolano, mayor de edad, soltero,

domiciliado en la ciudad de Mérida estado Mérida, titular de la cédula de identidad


Nº ____________________ y jurídicamente hábil y
_________________________________, venezolana, soltera, mayor de edad, titular
de la cédula de identidad número ___________ y domiciliada en Mérida, Estado
Mérida, declaramos: Por cuanto tenemos previsto contraer matrimonio en la ciudad
de Mérida, estado Mérida, por el presente documento establecemos las siguientes
capitulaciones matrimoniales que han de tipificar, regular y regir nuestro régimen
económico matrimonial para después de contraído el matrimonio: PRIMERA:
Convenimos que entre nosotros no habrá comunidad de bienes de ganancias, ni de
frutos cualquiera sea su origen o la causa de la adquisición de la cual se deriven
dichos bienes, ganancias, frutos o proventos, sino que tendremos una estricta
separación de bienes, conservando cada uno de nosotros no solamente la propiedad
sino la administración y goce de los mismos. Todos los bienes muebles e
inmuebles, derechos y acciones habidos por cualquiera de nosotros a título gratuito u
oneroso, por herencia o por cualquiera vía, antes del matrimonio, dentro o fuera del
territorio nacional, serán propiedad exclusiva de cada quien, independientemente de
que su precio haya sido o no pagado en su totalidad antes del matrimonio. A
los efectos de determinar el momento de su ingreso al patrimonio de cada quien,
bastará la fecha contenida en los respectivos títulos de adquisición. Cualquier bien
mueble o inmueble, derechos o acciones que hayan sido adquiridos antes del
matrimonio y sobre el que pese el pago de una deuda o que se encuentre gravado en
garantía para el cumplimiento de cualquier obligación se considerará de cada quien y
en ningún caso el pago de dicha deuda después de contraído el matrimonio por quien
la asumió dará derechos al otro cónyuge sobre el bien o la plusvalía de este.
SEGUNDA: Serán de cada quien los bienes que adquiramos durante el matrimonio
por donación, herencia, legado o cualquier otro título gratuito u oneroso o lucrativo.
Para que un bien donado se considere propiedad de ambos cónyuges debe expresarlo
así el título correspondiente. Las adquisiciones producto del trabajo, profesión, oficio
o industria de cualquiera de los cónyuges ingresarán al patrimonio particular del
cónyuge que las perciba. Asimismo, serán de cada quien los bienes que se adquieran
a nombre particular de cada cónyuge, y los frutos, rentas o intereses devengados
durante el matrimonio procedentes de los bienes peculiares de cada uno de nosotros,
ya sean habidos antes o después del matrimonio. También pertenecerá a cada quien
el aumento de valor por mejoras o plusvalía hechas en los bienes propios de cada
uno, independientemente de la procedencia del dinero o industria que dé lugar al
aumento. A los efectos de esta cláusula cuando cada cónyuge adquiera un bien sea
cualquiera el tipo no será necesario que en el correspondiente título, instrumento,
acto, contrato o negocio jurídico de adquisición se cite o haga alusión a la existencia
de las presentes capitulaciones matrimoniales, pues este instrumento al ser
protocolizado antes del matrimonio adquiere el carácter de documento público con
efecto erga omnes. TERCERA: También serán peculiares de cada cónyuge los
bienes obtenidos por la industria, profesión, sueldo o trabajo de cada cónyuge, pues
conforme a este documento los futuros contrayentes elijen la separación absoluta de
patrimonios después de la celebración del matrimonio y renuncian al régimen de
comunidad de bienes gananciales previsto en el Código Civil, por lo tanto los bienes
que adquirieran los esposos después del matrimonio con dinero obtenido con
posterioridad al mismo provenientes de cualquier fuente no formarán parte de la
comunidad conyugal. En consecuencia, los esposos conservarán la administración y
libre disposición de los bienes que le pertenecen o que llegasen a adquirir durante el
matrimonio con dinero proveniente sea cual fuere la causa, así como, los frutos
civiles, rentas o intereses de los bienes, y los bienes que produzca cada cónyuge o
adquiriera por separado a cualquier título, serían de exclusiva propiedad del
respectivo cónyuge y tendrá sobre ellos su libre administración y disposición.
CUARTA: Sólo serán comunes o copropiedad de ambos cónyuges y en la
proporción que ellos indiquen en el respectivo título, los bienes que se adquieran
a nombre de ambos cónyuges conjuntamente y así se exprese en el respectivo
documento de adquisición y no podrá demostrarse tal circunstancia sino únicamente
con el correspondiente título de adquisición. Lo expuesto significa entonces que sí en
el título de adquisición aparece uno solo de los cónyuges, ese será el exclusivo
propietario de dicho bien. QUINTA: Cada quien conservará siempre la
administración y libre disposición de los bienes propios que le pertenecen o que
llegare a adquirir durante el matrimonio. Serán de único cargo de cada quien
cualquiera deuda u obligación que se contraiga durante el matrimonio, a menos
que expresamente, y por escrito, se disponga lo contrario para cada caso en
particular. También serán de cargo de cada quien cualquier crédito o interés vencido
antes o durante del matrimonio, así como las reparaciones menores o mayores (o
de cualquier tipo) que deban ejecutarse en los bienes particulares. SEXTA: El
producto, fruto, plusvalía o ganancia que se obtenga con ocasión de la venta de los
bienes propios presentes o futuros, continuarán siendo propiedad de cada uno de los
cónyuges, en un todo conforme con lo previsto en el Artículo 152 del Código Civil
vigente. SÉPTIMA: Durante el matrimonio, todas y cada una de las obligaciones que
se hayan constituido antes de la celebración del presente convenio, y las que se
adquieran con posterioridad a él, en relación a la administración, disposición y
gravámenes sobre los bienes propios ya adquiridos, pertenecientes al patrimonio
personal de cada uno de los cónyuges, serán de su única y exclusiva responsabilidad
patrimonial, sin que pueda o deba responder el otro cónyuge, a título personal o
patrimonial. OCTAVA: Queda expresamente convenido que cualquiera de los
cónyuges podrá disponer de sus bienes a titulo gratuito u oneroso, renunciar a
herencias o legados sin el consentimiento del otro. NOVENA: En lo que respecta a
los gastos domésticos, ambos cónyuges contribuirán, con criterio de justicia y
equidad, no quedando eximido ninguno de ellos para con el otro en caso de
infortunio. DÉCIMA: Cada uno de los esposos es responsable civilmente por las
obligaciones que adquiera, independientemente de su fuente, y para el cumplimiento
de las mismas responderán con sus bienes propios. La responsabilidad civil por hecho
ilícito cometido por uno de los cónyuges no perjudica al otro en los bienes propios.
Todo lo no previsto en el presente documento se regirá por las disposiciones del
Código Civil y demás leyes de la materia. Así lo decimos, en el lugar y fecha de la
nota respectiva.

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