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Capítulo 3

Titulares del derecho de autor

suMARIo: 3.1. Autoría y titularidad. Personas fisicas y personas jurídi-


cas. 3.1.1. Titulares originarios. 3.1.2. Titulares derivados. 3.2. Coauto-
Áa. 3.2.L. Las obras en colaboración. Concepto y régimen jurídico. 3'2'2'
Las obras colectivas. concepto y régimen jurídico. 3.3. Titularidad de
las obras anónimas y seudónimas. Las obras inéditas. 3.4. fitularidad
de las obras audiovisuales. 3.4.1. Relación entre los creadores de la obra
y el productor de obras audiovisuales. 3.4.2. Salvaguardia del derecho
moral. 3.4.3. Presunción de cesión de los derechos patrimoniaies' 3'5'
Titularidad de las obras hechas por encargo o en virtud de una relación
contractual laboral.

3.1.Autoría y titularidad. Personas ffsicas


y personas jurídicas

La calificación de "alltor" corresponde a la persona que crea


la obra. El autor es el sujeto originario del derecho de autor.
Las personas fisicas son las únicas que tienen aptitud pa-
ra realizar actos de creación intelectual. Aprender, pensar,
sentir, componer y expresar obras literarias, musicales y ar-
tísticas, constituyen ácciones que solo pueden ser realiza-
das por seres humanos.
Ei derecho de autor nace de la creación intelectual. Dado
que esta solo puede ser realizada por las personas fisicas, la
conse"u"ncia natural es que la titularidad originaria corres-
ponda a Ia persona física que cred la obra.
Esta cor,,secoencia natural, prejurídica como dice Dietz,
es conteste con el fundamento teórico del derecho de autor
que se origina en las necesidades de la humanidad en mate-
ria de accéso al saber y, en definitiva, en Ia necesídad de fo'
mentar la búsqueda det conocimiento recornpensando a
quienes Ia efectúan (uíd. supra, cap. 1, $1.2.8, in fi'ne)'-
- Las personas jurídicas no pueden crear obras. Solo pue-
den haierlo las personas fisicas que las integran. Pueden
ser titulares deriuados de algunos derechos de autor pero,
724 Deiia Lipszyc - Derecho de autor y derechos conexos

para atribuirles la autoría o la titularidad originaria sobre


-
ftcción jifrái;;-.-
las obras es necesario recurrir a una
L?r fictio iuris por las que ra calidad de"autor o l. tito-
-laridad originaria sobre lai obras se atribuy"" u p"r.o"r,
jurídicas- distintas de ra p"r.'o.r. nii.á q""
-físicas-o
crea la_obra, responden al interés de tós t"r."tos-qol
plotan las obras. "*-
En ia Carta del Derecho de Autorl puede leerse (cap. 2,
gg5 y 6):

"5. El derecho de autor se funda en el acto d.e la crea_


ción intelectual.
Tiene, su origen en la naturaleza misma de las cosas.
--
No puede pues encontrar en la ley sino su reglamenta_
9ión, ¡3_tue su existencia no debe nuncu ,,r¡or-áirrurru u
formalidades de orden constitutivo.
. 6. El-títuio justificativo dei derecho de autor, que resi_
de en el acto de la creación intelectual, radicr ú"ilá"rr-
te en_ la p_ersona fisica de su o de sus creadores, cuando
este derecho nace.
Una persona moral nunca puede ser considerada como
ei- titular original del derecho de autor en una obra del
espíritu. Importa desechar, como inadmisible, ei concep_
to del autor como- simple asalariado de una
"*pr"r. l"_
dustrial, a la cual la obra revertiría en derecho'.o*á o'
producto cualquiera."

. En los países del sistema dei derecho de autor de tradi-


ción jurídica latina-, o no se aceptan excepcioner .i-prirr.i-
pio_de que el derecho de autor solo puede nacer
"" ..¡"ruo
de la persona física_que creó la obra (como en Alemania),
bien son consideradás como una anomaria, que-se-acepta
solo respecto de ciertas obras, como las cólectirr*
ir,rurr-

1
^ Adoptada
congreso
el 2G de septiembre d.e 1956 en Hamburgo por el XD(
de la confederación Internacional de sociedaaeJae-Áutores y
Compositores (CISAC); publicada en español El-l;;;l; d"^;;;;,
América, Buenos Aires, consejo panamericano "" de l" clsÁc,-rée-g-, ""
pp.
L7 a28.
Titulares del derecho de autor L25

cia, art. 9, 3u' párr., y art. 13) o las creadas y publicadas


bajo el nombre y por cuenta y cargo de las personas públi-
cas provinciales y municipales- (como en
-nacionales,
Italia, art. 11).
La titularidad originaria es el correlato de la calidad de
autor por 1o que corresponde a las personas fisicas que crean
las obras. Ello concuerda con la realidad y con la finalidad
jurídico-política de la materia: asegurar a los autores una
protección adecuada para los resultados de su creación y es-
timular la actividad creativa.
En los paÍses de tradición jurídica angloamericana, los
supuestos en los que la caiidad de autor, a efectos de la titu-
laridad originaria del copyrighd o esta última se atribuyen,
salvo pacto en contrario, a personas distintas de aquella
que creó la obra son varios: obras creadas por encargo, en
virtud de una relación contractual laboral, y para produc-
ciones cinematográficas (uid. supra, cap. 1, $1.3.2).
La ficción jurídica que atribuye la titularidad originaria ----o
la calidad de autor o coautor- a personas que no son la per-
sona fisica que creó la obra,lleva a una confusión, como seña-
la Antequera Pariili, entre autoría y titularidad por un lado, y
titula,ridad ori.ginaria y titulari.d,ad deríuada por el otro.
Las situaciones de titularidad derivada se configuran
cuando algunas de las facultades que originariamente co-
responden al autor son transferidas a otras personas (físi-
cas o jurídicas) por cesión ----convencional o de pieno dere-
cho por disposición legal-, por presunción de cesión, o por
transrnisión rnortis causa.
Si bien en 1o relativo a la transferencia de derechos pa-
trimoniales los efectos son bastante similares en el sistema
de la titularidad derivada y en el de la titularidad origina-
ria en favor de una persona distinta del creador de la obra,
en cambio se diferencian en cuanto al derecho moral, pues
en el primero nace y permanece en cabeza del verdadero
autor (uld. Colombet, Grands principes..., p.29). La dicoto-
mía entre la tradición jurídica latina y la angloamericana
se trasunta en el Convenio de Berna en el hecho de que es-
te se abstiene de defrnir quién es autor y se iimita a dispo-
ner en el art. 15 quiénes son las personas facultadas para
hacer valer los derechos protegidos.
L26 Delia Lipszyc - Derecho de autor y derechos
conexos

3. 1. 1. Titulares originarios

, Titular o-ngrnario es la persona en cabezade quien nace


el derecho de autor.
El autor de una obra d,eriuad,a (ad.aptación,
traducción o
cualquier otra transformaciónj er-er i¡iif"r'"rüiriir¡o
los derechos sobre ra misma, .i" p"¡"icio a"
de roÁ derechos
del autor de la obra ¿e ta c"ai-J"i"á,
. originaria. ¿".ir, á"*iu'obru
"r
La utilización de la obra derivada se encuentra
dobie autorizació_n: del titurar-¿elsta y sujeta a
obra originaria. Cpmg.la, obSa del titular de ra
está contenida en la
obra derivada, toda_utilizaciin"riá"uf
áJ"rtu importa, a la vez, La
utilización de ao'ela- si r" que ra sora autoriza_
ción del autor ¿á tu o¡.u ilü]ts"á-i-ti""asuficiente para expro-
tarla, se estaría aceptando orru io*u de
chos del autor de Ia o-bra originJ.-"-'
burlar los dere-
, Se presume
trario'
que la calidaá de autoa salvo prueba
corresponde a quien en con_
tar en Ia obra me-
diante .o .r*obr",
.fiñr (";;;il;e
"poriá-iomo en las obras artísti_
cas), signo o cualquier otra exprerlá" q"u lo identifique.
Al respecro, el art. is, 5i, áái'd;;;;;r" á"'blfiu ,"
establece que: "r,

"Para que ros au';ores de ras obras riterarias


y artísti-
:ir g"-!"+das por el presente Convenio .;;,;í";;;o"_
Da en contrario, considerados como
consecuencia, ante_ los tribunaies de
tat". y a-ámiiiáü
l;";;;;t"
Unión para demandar a to" á"-tr"au¿or"r,-¡u-JiJri L
""
su nombre apare,zca estampado en la q.,r"
usual. El presente párrafo ," upii"urá"b;; ;-ü'ñr_u
también cuando
ese nombre sea seudg1ri-g
g"-" _no, to .o"o.iao ¿lll u
menor duda sobre la identidád dll autor,,. ""
Se trata de una presunción iuris tantum (pues
prueba en contrario)- que ha sido admite
receptada en numerosas
legislaciones nacionar"r ug; p*."".i0"
de ra misma clase
resulta del registro de la ob.u u
se indica como autora, ya sea que
dela persona que
"o"r¡re
se trate d;üñi;;;;",
fitulares del derecho de autor

para las cuales el registro tiene finaiidad declarativa o bien


de aquellas para las cuales es constitutivo de derechos.

3.L.2. Titulares derivados

Son las personas fisicas o jurídicas que han recibido la úl-


tularidad de algunos de los derechos de1 autor. La títulari-
dad deriuada nunca puede abarcar la totalidad del derecho
del autor (morai y patrimoniales).
En efecto, el derecho morai es inalienable; aun en caso de
transmisión mortis causa los sucesores no reciben las facul-
tades esencialmente personales que integran el derecho
moral del autor (Ias positiuas) pues, salvo excepciones, no se
transmiten; los sucesores solo pueden ejercer las facultades
negatiuas (ei derecho al reconocimiento de la paternidad v
el derecho al respeto y a la integridad de la obra) y el dere-
cho de divulgación de las obras póstumas (uid. ínfra, cap. 4,
$4.1, A) y cap. 5, $5.2.1). En cambio, puede comprender la
totalidad de los derechos de explotación (derecho patrimo-
nial).
La titularidad derivada puede obtenerse:
-por cesió¿ (sea convencional o bien, de pieno derecho
por ministerio de la ley ---<essio legis-);
-por presunción de cesión establecida por la ley, salvo
pacto en contrario;
-por transmísión'mortis cdusa.
Los contratos usuales de explotación de obras por los
cuales el autor, o el titular del derecho o la entidad de ges-
tión colectiva, autoríza a una persona a utiiizar la obra o
son licencias (o autorizaciones de uso) no exclusivas (como
es habitual, por ejemplo, en materia de ejecución pública de
obras musicales no dramáticas) o constituyen derechos ex-
clusivos en favor del usuario, pero no son contratos de ce-
sión de acuerdo con el derecho común porque no transfieren
la titularidad de los derechos de explotación.2

2 Es habitual que en estos contratos se diga que el autor cede, awque


no se reúnnn los elementos constituüvos de la cesión del derecho civil.
L28 Delia Lipszyc - Derecho de autor y derechos conexos

A) Cesión

a) Conuencional: los cesionarios o titulares derivados tie-


nen sobre la obra objeto del contrato de cesión los derechos
otorgados en este último. La cesión puede ser total o par-
cial, según comprenda todos o algunos de los derechos pa-
trimoniaies del autor. Para proteger al autor, aigunas legis-
laciones limitan, en distintas formas, la cesión total. La
misma limitación se suele imponer en los estatutos de las
sociedades de autores a sus asociados;
b) por disposicíón legal legis-: los cesionarios son,
-cessio a títuio derivado (origina-
por ministerio de la ley, titulares
riamente la ütuiaridad corresponde a los autores); la presun-
ción de cesión es iuris et d,e iure respecto de los derechos de
explotación específicamente comprendidos en la norma. Ita-
lia establece la cessio legis rcspecto de las obras colectivas,
cuyos editores tienen el derecho de explotación económica
(art. 38), y respecto de ias obras cinematográficas, cuyos pro-
ductores üenen el derecho exciusivo de reproducirlas, poner-
ias en circulación, exhibirias y emitirlas (arts. 45, $L, y 46,
$1); también Austria en favor de Ia empresa de fi.lms realiza-
dos con fines comerciales (art. 38, $1).

B) Presunción legal de cesión

Muchas ieyes optan por establecer, en favor del productor


de obras cinematográficas, una presunctón tantum-
-iuris
de cesión del derecho exclusivo de explotación cinematográ-
fica. Los autores pueden hacer valer, frente a los terceros
que contraten con el productor, los derechos que se hayan
reservado en sus convenios con este úitimo (Francia, art. L7,
$3, Venezueia, art. 16).
Otras legislaciones establecen una presunción de iegiti-
mación en favor del productor por la cual la ley io exime de

El uso impropio del término "cesión" se extiende al plano legislativo, por


ejemplo, en la ley española de 1987, cuyos arts. 48 a 50 se refieren a "ce-
sión en exclusiva" y a "cesión no exclusiva" en lugar de a "concesión" o
"licencia" (uid. infra, cap. 6, $6.1.1, D, a).
Titula¡es del derecho de autor L29

probar ei título en virtud del cual ejerce los derechos de ex-


plotación expresamente mencionados en la norma (sistema
del Convenio de Berna, art. 14 bis, $2, b). También se trata
de una presunción iuris tantunx que admite prueba en con-
hrario resultante del contrato entre autor y pioductor.s

Q) Tlansmisión mortis causa

Los sucesores mortis causa. reciben los derechos pabrimo-


niales que el autor no ha transferido por acto intár uiuos;
prreden ejercer las facultades negatiuas o defensluas del dere-
cho moral y el derecho de üvulgación de ias obras póstumas.

Los titulares derivados son usualmente denominados


derechohabientes o causahabientes del autor.

3.2. Coautoría

Cuando varios autores contribuyeron a la creación de


una obra trabajando juntos, o bien por separado pero crean-
do sus aportes, del mismo o de diferente géneró, para que
sean explotados en conjunto y forrnen una unidad, nos en-
contramos ante obras en coautoría.
Las obras de esta clase son muy frecuentes. Compren-
den las obras en colaboración (entre las que se incfuyen

.t-Vi! Delgado, A., 'tJtilización de obras auüoüsuales por satélite y


cable. La intervención de las sociedades de autores,, en el libro memoriá
delV Congreso Intemacional, Buenos Aires, 1g90, $10, p.219. Este autor
señala que el régimen de presunción de legiüimación es adoptado por Ar-
gentina, aú. 27: "Salvo convenios especiales: El productor de h pLhcula
cinematográfica tiene facultad para proyectarlá, aun sin el cónsenti-
miento del autor del argumento o del compositor, sia perjuicio de los de-
rechos que surgen de la colaboración [...]". (En el art. 2O áe la misma ley
se establece que: "Salvo convenios especiales, los colaboradores de una
obra cinematográfica tienen iguales derechos, consideránd.ose tales al
autor del argumento y al productor de la película. Cuando se trate de
una obra cinematográfica musical, en que haya colaborado un composi-
tor, este_ tiene iguales derechos que el autor del argumento y el prodúctor
de la película".)
Delia Lipszyc - Derecho de autor y d.erechos
conexos

las obras musicares-con letra y las dramático-musicaies,


las, cinematográficas y, en genlral,
las obras audiovisua_
les) y ras obras cotectiuas i"o*o át";i";;;;_,
li.j.r"p"_
dias, djarios, revistar, .o-ii-áones y repertorios
risprudencia). de ju_
Las obras en coraboración y las obras colectivas
yen categorías disf,intas de obras en constitu-
coautorí. y r.r" ,"gi.o"-
nes jurídicos son también üferentes.
Las obras audiovisuares y ras cinematográficas están
metidas a un estatuto especial. so-

, Las obras.conxpues¿¿s (adaptaciones, traducciones y otras


transforrnaciones; ui!. supra) eap. 2,
consideradas eomo obras ón coauto¡a porque
{z.Li,-|"'i"ó"oo
"o,
la nuér'a obra
Ia preexistenre sin Ia ;;;or de
11:?*!,o.1-"_a
esta ultrma- 'I'arnpoco hay eoautoría "il"borii¡;;-d"l
en los casos en que, sin
haber transformación.de Ia obra preexrstente,
se le agre¡¡a
una obra nueva, por ejeruplo, lehá o coreagraáa
rnusical o música al texte de un poema.
, o*-o¡ru
Es po1 ello en derecho d^e autoon, se distingue entre
-que,
coautoría_y_ pluriautorÍa _si¿uación *o lu q.* ñ;t á"**
pluralidad de autores-. Ambos términos ¡¿":;""Ii"io,r*"
distintas pues hacen referencia a siüuacion"" ¿irr"rru!. -'

3.2.L. Las obras en colaboraeión.


Concepto y régimen jurÍdico

A) Concepto

Obras en colaboración son las creadas por dos


o más per_
sonas que trabajan juntas, o al menos ti"n"r,
mutuamánte
en cuenta sus conf,ribuciones, y bajo una inspiración
.o*,irr.
En 19 concepción restring:iáa ¿L la obra en coiaboraci¿n
esta solo existe cuando los coautores han t.uná;uao-ffito,
con un grado de compenetración y en forma
tuf qil",
concluida.-la.obra, rés_urta impos-ibre determini- "iu """
parte atribuible a cada. uno dL ellos; por ejemplo,.irai- ", ru
Já* áru_
maturgos que escriben juntos una obiá de Éatro.
, En la co_ncepción arnplia, también se consideran como
obras en colaboración aqueilás en tas
si bienG, .or-
"rrates,
Titulares del derecho de autor 131

tribuciones de los diferentes creadores son indiüdualiza-


bles, entre ellos ha habido acuerdo respecto de la forma en
que aportarían sus partes a la obra global y estas aparecen
ligadas por una comunidad de inspiración. Es el caso de las
obras dramático-musicales y, en general, de las composicio-
nes musicales con letra.
Se dice que la colaboración es perfecta cuando la obra es
indivisible y que es ímperfecúa cuando la parte de cada au-
tor puede ser fácilmente individualizada y separada sin al-
terar la naturaleza de la obra.
La adopción de una o de otra noción de colaboración cau-
sa importantes efectos prácticos en varios supuestos:
-en lo relativo al plazo de duración post mortem auctoris
de ios derechos sobre la obra. Si se considera que solo hay
obra en colaboración cuando esta es perfecta, cuando no sea
de esta clase dicho plazo se contará desde la muerte de ca-
da autor respecto de su propio aporte creativo, pues cada
uno de los aportes será tratado como una obra indepenüen-
te. En cambio, si se considera que hay una sola obra, aun
cuando se trate de colaboración imperfecta, el plazo de du-
ración del derecho se contará a partir de la muerte del cola-
borador que fallezca en último término;
-respecto del derecho de todos los coautores a participar
en las remuneraciones que se obtengan aunque no se hayan
utilizado todos los aportes que integran la obra, por ejem-
plo, derecho del autor del texto a participar en la remunera-
ción cuando se graba o ejeeuta solo la música de una can-
ción o de una ópera o de una comedia musical;
-respecto dei derecho de uno de los autores a autorizar
que en alguna o en todas las utilizaciones posteriores de
la obra se reemplace el aporte del otro autor, por ejem-
pio, la letra de una canción, la música incidental espe-
cialmente compuesta para una obra teatral, la coreogra-
fía cuando la música ha sido especialmente compuesta
para bailet y el coreógrafo elaboró su obra a pedido o de
común acuerdo con el compositor. Este último supuesto
es distinto de aquel, muy común, en que el coreógrafo
trabaja con música preexistente, creada o no para ballet,
pues entonces se ttata de una obra compuesta y no de
una obra en colaboración.
*f;,
t32 Deiia Lipszyc - Derecho de autor y derechos conexos

B) Régimen jurídico

Los derechos sobre ra obra en coraboración corresponden


todos sus coautorel. py1 d,iuulgarla y mod,ifi,carZ" a
re el consentimiento de todos éttor. .!,"qoi"_
las-legislaciones difi eren ra cuesüón altr
.ur; J;-d;;",ilrao,
ra,"*r*io"l"?iii¿.
uez diuulgada la,obra, en virtud ¿" r,
.o*ü"raá¿ ¿"
d'erechos existente, los derechos deben ser ejercidos por
to-
dos los coautores de común acuerdo. d;;ñ;;;lá,
principio, ias utili:aciones deben ser autorizaam por "r,
los colaboradores.4 Sin embargo, ,ro
loao,
f*"" razonable que la
negativa de uno de_eilos puedá,'sin más, coarta, iá-á#lsion
por que, en caso.de disénso, lá cuesüóá p;d;;;J"i."
!o
resolución-judicial. pero esta úItima rorii.-i-,i' ;p";;' ,
inevitabie demora que, muy probablemente, redundará "",
en
una pérdida de interés por part" del empresario que
desea
utilizar la obra.5
Cuando se trata de colaboración imperfecta se
acepta que
ios aportes creativos puedan ,"; opi;;.á", p"i,'""pá"a"
(g9r eje_qplo, edición gráfica de la l,e-tla
po, ,ro l.d; t;J;""_
ción pública o grabación de ra música pbr er
á ündi-
"ttd;
ción de que no se cause perjuicio a ia explotr.iO"lárn,i".

3.2.2. Las obras colectivas.


Concepto y réginen jurídico

A) Concepto

Obra colectiva es aquelia cread.a por la iniciativa y


bajo
la coordinación de una persona fÍsica o juridica, qoí"o f.
a
, Algunas.legislaciones (por ejerrlplo F,,t Salvador y México) solo exigen
el cnnsentimiento de la mayoría d" tis .ota¡á.adores.
5 España{arr.
?, g4).estáb19." d;, ;;;;;; divulgada la obra,
coautor puede rehusar injustificadamente su ningrin
consen-timiento p-*a ,r, e*-
plotación en la forma qoe ." di""ú¿.-L-r l"gislación
"n
ce una norma de contenido urii¡r"-
"rg""uir. solo las
similar (-art. 19)faunque menciona
obras dramáticas o ríricas para representación pública bastará la
autorización concedida -cu_ya
por'no ¿" io. rrrlo."., p".:oi.r" á" r""L"i"-
nes personales a que hubiere lugar. "i"
Titulares del derecho de autor 133

edita y divulga bajo su nombre, a partir de las contribucio-


_nes
personales realizadas para tal fin por los autores que
han participado en su eiaboración, las que se funden en una
creación única y autónoma.G
Las obras colectivas tradicionalmente más frecuentes son
los diccionarios, las enciclopedias, las compilaciones, los re-
pertorios de jurisprudencia. Desde hace algún tiempo, de-
ben mencionarse las bases de datos y ios piogramajde or-
denador muy complicados desariollador "pot grandes
empresas, con la participacióir, en forna conjunta o sucesi-
va y en grados diferentes, de muchos analistas.
La obra colectiva se diferencia de la obra en colaboración
por la importancia que se atribuye a la función de la perso-
na-que la proyecta, coordina las contribuciones y la eüta y
pu-biica, por 1o que algunas legislaciones admiten que la ti-
tularidad originaria nazca en cabeza de aqueila, séa perso-
na fisica o bien jurídica.

B) Régirnen jurídico

Para atribuir la titularidad originaria sobre ia obra colec-


tiva a la persona fisica o jurídica que la edita y divulga bajo
su nombre se alega que, como en su realización interviene
un número considerable de autores cuyos aportes son üfici-
les de determinar y se funden en una creación única, se tor-
na imposible otorgar a cada uno derechos distintos sobre el
conjunto; además, puede ser dificil establecer quién es la
persona fisica autora de ia obra colectiva en sí misma, como
obra autónoma, por lo que el reconocer plenamente su dere-
cho trabaría la explotación.
- Sin e_mbgrgo, la pertinencia de esta excepción al principio
de que la titularidad originaria correspond-e a la personJfi-
sic-a que crea la obra, no es pacíficamente aceptaáa. Se con-
sidera que es más adecuado estabiecer una cesión legai o

6 En algunas Iegislaciones también se consid.eran obras colectivas


aquellas en-las que están incorporadas obras o partes d.e obras preexis-
funtes de üferentes autores (por ejemplo Canadá, art. 2, $e).
t34 Delia Lipszyc - Derecho de autor y derechos conexos

bien una presunción de cesión de los derechos de expiota-


ción por parte de los autores en favor del productor de la
obra, salvo estipulación en contrario (como en Francia, art.
13, y en España, art. 8, 2" parte).

3.3. Titularidad de las obras anónimas y seudónimas.


Las obras inéd.itas

A) Titularidad de las obras anónimas y seudónimas

Obra anónima es la divulgada sin indicar el nombre o el


seudónimo de su autor. Obra seudónima es la divulgada
identifi.cañdo a su autor bajo un nombre artístico distinto
del verdadero.
E1 seudónimo puede cumplir tanto la función de identificar
al autor bajo un nombre distinto del verdadero (falso nombre)
como de mantenerio anónimo (sin nombre). En el primer caso
el seudónimo puede no dejar dudas acerca de la identidad del
autor (seudónimo transparenáe), supuesto en el cual se consi-
dera que equivale al nombre (por ejemplo, Moliére, George
Sand, Rubén Darín, Gabriela Mistral). En el segundo, puede
ocultar realmente a la persona; en ese caso es an seudónimo
equiualente al anónimo (por ejemplo, Bruno Thauen, autor, en-
tre otras, de la novelaEl tesoro de la Sierra Madre).
El autor puede decidir perrnanecer anónimo o adoptar un
seudónimo con análoga finalidad. Aun en estos casos, es el
titular de todos los derechos sobre su obra, pero sus faculta-
des serán ejercidas por un tercero: la persona fisica ojurídi-
ca que la publique7 con su consentimiento.
La persona encargada de ejercer los derechos del autor es
un mandataño ex lege, de un tipo especial, pues deberá abste-
nerse de revelar el nombre de su mandante a las personas
con quienes se relacione con motivo de su gestión. No es titu-
lar ----originario o derivado- de los derechos del autor, porque
este, con solo revelar su identidad y justifi.car su calidad de

7 "Que la saque aLaluz" es la expresión, de amplio alcance, utilizada


en la ley española (art. 6, $2).
Titulares del derecho d.e autor

tal, puede, _ipso facto, ejercerlos por sí sin que sea necesario
quele produzca tnaretrocesión deros derecÉos ilr t;;;".
El autor conserva ra posibilidad de t"""tur ro lá""ti¿"a
6¿¿lquier momento y ejercer sus dere.fro, po,
"n
Pero solo al autor re corresponde esa r.."lluá
,i*ir*o.
chos al anónimo y al seudónimo forrran parte f"", iü'a"r"_
moral a la paterriidad de ú;L*.
--- d".,, derecho
Mientras la obra permanezca anónima, el plazo de dura-
ción de los derechos patrimoniaies sobre r" .o"t ará a
parbir de su üvulgación. Lo mismo sucede "rrá .ourr¿o
nimo no sea, por lo conocido, equivalente al nombre."i.eudó_
Si durante su vida, o po, i"rir-ento, el autor revelara
identidad de manera felhaciente , eI p'ázo r" .o"tárl su
corresponda, en genelal, a_l género ¿t l" o¡.",
o*'
de la vaiidez de ros derecho-s adquiridos mientras
,i" p"¡"i.io
permaneció anónima o seudónima.
ra obra
E1-el art. 15 $3 del Convenio de Berna (Acta de parís)
se
estabiece que:

"Para las obras-anónimas y para ias obras seudónimas


lo seanI aqueilas
9,""parrato
el
de las que se ha hecho mención en
anterior [seudónimo que por lo conocijo no
deje Ia nlenor duda sobre Ia id,entíd,aá i¿-á"íá1j,"á'"ar_
tor cuyo nombre aparezca estampado ú ;b;;'.áü.o,r_
"" r"pr"r""l""t"
siderado, sin neceiidad_.d-e otras pruebas,
del autor; con esra cualldad, l"ei;i*;á;pár, a"_
"riula
lender y hacer valer tos dereórrás áe aqñei. lá ¿iJporloo'
del presente párrafo dejará de seraplii,a¡r"
to1-h1la revelado su idántidad
."""do li .o-
viusiifi.uao.,rlutiaái
tal." (Las cursivas son añadidrr.)" ¿"

B) Las obras inéditas

Obra inédita es la que no ha sido publicada.


Se entiende por ,,obia
quplig$a;áquella .lryo, ejemplares
se han puesto al alcance del púbrico cán d consentirniento d,er
que
:f:::_':?:!re
aLcanzado !7 !.isnonibitidad. d,e tares rj;;p:i;;;;-ioyo
para satisfacer ras necesidad.et ,*onibt"s d.etr pú-
blico,teníendo en cuenta tu nut"r¿"rá J;í;"1;;:;;íüíá,"
considera publicada si se encuentra almacenada
en un siste-
r36 Delia Lipszyc - Derecho de autor y d.erechos conexos

ma de ordenador y está, al alcance del púbtico med,iante cual-


quier procedimiento de recuperación.8
Por tanto, una obra se encuentra inédita mientras el autor
no hSYa ejercido a. su respecto su derecho moral de üvulga-
ción,g aun cuando la haya hecho conocer a un grupo deterrni-
nado de personas, incluso distribuyendo enbre-ellas ejempla-
res.obtenidoj- por fotocopiado u otra forma de duplicación.
Antonio Chaves destaca que impresión no ejsinónimo ni
implica necesariamente una publicación o divulgación.lo
Las limitaciones del derecho de autorll no se aplican a
las obras inéditas.
Las obras inéditas no publicadas- se encuentran
protegidas tanto en las -olegislaciones nacionales como por
las convenciones internacionales. En estas úitimas, el ca-
rácter inédito de la obra determina que, a los efectos de es-
tablecer si esta se encuentra en la oibita de tuteia que dis-
pensa la convención, solo se adopten criterios de proiección
personales (nacionalidad del autor o residencia hábituai de
este en un Estado contratante).
El Convenio de Berna establece en el art. B, $1 a)
-Acta
de París, L97L-: "Estarán protegidos en virtud del presen-
te Convenio: a) los autores nacionaies de alguno de ios paí-
ses de la Unión, por sus obras, publicadal o no [...],, (las
cursivas son nuestras).
_ En el art. 3, $3, 2" parte, se dispone que (a los efectos dei
Convenio) "no constituyen publicáción l-a representación de
una obra dramática, dramático-musical o cinemato gráfrca,
ia ejecución de una obra musical,la recitación de uña obra
iiteraria, la transmisión o radiodifusión de las obras ritera-
rias o artísticas, ia exposición de una obra de arte ni la
construcción de una obra arquitectór¡ica."

8 Vid. Proyecto de disposicíones


tipo para leyes en materia d,e d,erecho
d-eaytgr de la OMPI, Documento OMPI CE/MPCN2-II del 11de agosto
de l-989, definición del ari. 2, xtr, p. 4.
e Vid. infra, cap. 4, $4.1.1.
Vid. thaves, A., "El contrato de edición de obras escritas y musica-
.les",:0 en el libro memoria deL II congreso Internacional sobre ia protec-
ción de los Derechos Intelectuales, Bogotá, l,g8?, 91, pp.25-26.
LL Vid. in¡a,
cap. 4, 94.8.

::
..ii
Titulares del derecho de autor

La Convención Universal (texto de 1921) establece en el


art. II, $2: "Las obras no publicadas de los nacionales de ca-
da Estado contratante gozarán, en cada uno de los demás
Estados contratantes, de toda la protección que cada uno de
estos Estados conceda a las obras no pubhcádas de sus na-
cionales así como de la protección especial que garantiza la
presente Convención."
Las obras del folclore constituyen una categoría parbicu-
lar de obras inéditas (cap. 2, 52.2.I-7). Se trati de oiras iné-
ditas de autor anónimo que, por su amplia difusión, llegan a
conocimiento de terceros (en muchos países se considerá qo"
ias expresiones del folclore pertenecen al dominio público).
Respecto de las obras en esas condiciones, aunque sin
mencionarias, el art. 15, $4, dei Convenio de Berna (Acta de
París) establece que:

"a) Para las obras no publicadas de las que resulte des-


conocida la identidad del autor pero por las que se pueda
s-uponer que este es nacional de un país de la Unión que-
da reservada a ia legislación de ese país la facultad de-de-
signar la autoridad competente para representar a ese
autor y defender y hacer valer sus derechos en los países
de ia Unión.
b) Los países de la Unión que, en virtud de lo establecido
anteriormente, procedan a esa designación,1o notificarián ai
Director General mediante una declaración escrita en la
que se inücará toda la información relativa a la autoridad
designada. El Director General comunicará inmediatarnen-
te esta declaración a todos los dem¿ás países de la Unión."

3.4. Titularidad de las obras audiovisuales


En materia de obrgF audiovisuales (obras cinematográficas
y obras videográficas1z),las dificultades para deterrninár el ti-

u Vid. supra, eap. 2, 82.2.1.G. El Corrvenio d.e Berna menciona en el


catálogo de obras protegidas (art.2, g1) "las obras cinematográ-ficas, a las
que se asimilan las obras expresadas por procedimiento anrilogo a la ci-
nematografia".
Delia Lipszyc - Derecho de autor y
d.erechos conexos

tular de los derechos de a_utor son


mayores que en oüros géne_
ros de creación interectual. s";;;u;;ción demanda
so de un número import_a1le ¿" er concur_
des auxiliares: er auior dei ribro
*"á¿*"",;il;;u.iiria._
"i-tiJ*utosráfico originar de ra
obra audiovisual o el autor ¡" il;;ptación,
sa en obras preexistentes (novela, si aquella se ba_
o¡i,
tor de,los diárogos; er autor ¿" üi,irica; ¿" Éat;l;t".i u.r_
r-realizador: los actores; et escenOgrafo; "t
er director o directo-
fotografia; el camarógrafo; el ,*l¿irtu; el director de
persona que.realiza el montaje el compaginador; la
de la oúra;
maquilladot el peinador, los uri.t".rt". '¿i.""ioi
¿"f "l;;;";;ta;
el
tor de fotografiá. ael .arira.Ografo"y ti"ai."._
a"t
dantes d,e ñlmación; el prodiicto-r'(".rt".rdi"rrdo los ayu_
"*f"rrógrafo;
por tal a la
persona fi,sica o jurídi9? qu" toma
ta iniciaü;t;J;;i;,*r_
ponsabitidad de ra reahzáción a"
ia oürri,
vo,.los productores asociados y ;i "iprá¿""ilr""j"""ti_
A¡a19gen comple¡as cuestiones Ff";" producción.
a resolver:
-r-leold.o a una actividad preponderante o excluyente,
autora una sola de esas personás? ¿es
-O bien se tiata de uü obra en colaboración y, en este
so, ¿son coautores de la obra audiovisual ca_
nasde las personas q-ue contribuyen ú;.';;"ü"rg"_
creativamente en ella?
-La titularidad,dej derecho, o?_"rro, su ejercicio
permanecer en cabe.za del autor ¿debe
o coautores de la o¡ü uo_
diovisual o debe abribuirse .t
t;"á*tor, a fin de garantizar
g"",Ju explotación no se_verá irabada por el
terdicción que cor?esponde derecho de in_
de los colaboradores?
".uá;;;; para erlo?
¿Y cuá. es el medio.ji.riai.o*árl¿?""o
bución de tituraridaá origin""i;;;;"or ¿La atn-
der produclor? ¿La
cessio tegis de ros derechis pat.iÁ-orii"r;r
ción de cesión de lo-s mismos sal-v" p..* ;-fi;ü;;;"""-
en contrario, con ri-
mitaciones ai derecho morar ae tor'uiriores?
nuación distintas soluciones veamos a conti-

3.4.1. Relación entr_e los creadores


y el productor de obras de la obra
"o¿iovi"üates
Desde el inicio de la actividad cinematográfica
ductores demandaron que se les g.r..rtrrara los pro_
una explota_


Titulares del derecho de autor 139

ción amplia de sus producciones. Recramaron que se los re-


conociera como únicos autores de ra obra. En argrinos puir"s
atribuyó esta condición; en otros, ra tituláriááa'orrgr-
:"^1":
nana.
. En muchos, se entendió que tal pretensión resultaba
desproporcionada. sin embargo, se aámitio que üoür. .i-
nematográfica presenta marcadas diferencia! con otros ti-
pos de obras: en 1o af,inente a su creación, pues .o"riit"v"
una obra en colaboración de un tipo especí"i, dirtioiu-de ra
colaboración imperfecta habituar, por ei eteváao número de
crea.dores que colaboran en elra,-por la forma á"
realiza la explotación y la magnitud de la inver.io" É.o"0-
** ,"
mica que demanda. Se reconoció la necesidad de ás"g*",
los derechos dei productor para garantizar una expiot?cion
satisfactoria.
En grandes líneas, ras soluciones regisrativas existentes
para. resolver el problema de la titulariáad,
d,e las-ob;;
diouisuales_pueden dividirse en dos grupos principaies: ""-
a) Uno de ellos es el de los paíse! qoe airiboy"r, ut pro_
ductor la condición de autor o bi"n tu t:it"ru¡Ái"riü""ri.
del derecho de autor sin reconocer como autores de Ia
obra
audiovisual a los autores de ros aportes ar""u"or qo"
.on-
curren en ella: estos son lo-s países del sistema del cápyright
como los Estados Unidos de América (art. ZOi,
no pnidg (art.9, $?,
S¡iy-í n"i_
*)-aunque en este último"; át iUoy"
el derecho moral al director (árt.77)_. Este es el-s-isterna
que se denomina de,L
filrn--copyright del producio..-
b) El otro es el de los paisis áe tradicio"
¡rrar"u conti-
nentai eur_opea o latina o der sistema der d"r;;h;¡;
u"tor,
en los cuales se considera que soramente ras personai-n"¡-
cos.que han participado en-la creación ¿e ta
sual pueden ser autoras y, pol consiguiente,
i¡rl""a¡"i_
tituiáres or"r_
narios del derecho de autór sobre dicña obra.
Ello no obstante, en el caso de ras o¡rur .i""matográficas
(o de las audiovisuáres) se
¿ispos[ioo"r-3ro*i.-
les a fin de oue er product* "rt"¡r".""
p""iu .ütr*;'""ni"í".i0"
de ia obra sin lnterrerencias i"ttiür En
consecuencia. en
algunas legislaciones,se opta por
"rt"¡i"."r, f""* a"
-aeuel, una cesión legal de it"nó derecho ""
--rit¿i-tii¡"- a"
los derechos patrimñrrrt"r ?por L:"Ápráir.riáj,
í úi""", t,
""
i+..
+-ii:.
140 Delia Lipszyc - Derecho de autor y
derechos conexos

mayor{a, se instituye una presunción


presunción resar de tegitimaci¿í¿.-sarvolegal d,e cesión o una
al,igual qo" áio"r.u. ;;.t" """"á.rt *io,
Ti-ii.'."i"r*s al derecho
coiaboradores. moral de los
La üferencia básica entre los dos
no se encuentra tanto en ro reiativosistemas, como dijimos,
los derechos patrimoni"rÁ si"J
u r" trá""fei"iou a"
i"ro_".to ¿"r a"re"rro torul,
que en.los der sistem. d;l derecho de autor
-países
transmite al productor, uo.r_qo"," ao*"tu no se
ciones' Es-posible que con elio deba a algunas restric_
reracionarse el hecho de
que en la iey inglesa de 19gg,
il;;
atribución orisinaria d" ú ii¿"iuia"a-, lado _a efectos de la
. en el caso del fitm el autor ," ;ü;;;;iu q,r"
g, $2, a) y
por el 0tro ", "l-p.oauctor el(art.
efectos del derechs-rn6¡¿1-
identificado-a como aut* g"l fil"-;;la integridad
derecho a ser
-- del !
mismo
se reconozca al ürector-(arts.
77i gt,y g0, $i). ---
En los países de tradició":"ri¿i.u
latina
matográficas, o bien las obras'a"aior.ir""i", ras obras cine-
consideradas obras en colabor;;tór" ;;;;;;;1, son
quienes se atribuye la calidaá
y entre las personas a
á"1o.oto.es o colaborad.ores
de estas suelen encontrarse: los uotor""
creado para dicha obra, de la uá"ptá.iO.r,
d"l lib;;;iginrt
una obra preexistenTt,d" 1". diái;;;r, cuando se basa en
dá É;;;;;Jilioo",
musicales con o gin
,let1a, "rp;;;;t"ente compuestas para
dicha obra, y el director fo'¿i.i"1o._realizador).
En álgunos de estos países ú;;¿"
se incluye al produc_
tor entre los coautor"_, á" i" o¡ru u"¿l*ir"ri,
dición de que, al igual q"" f.. J"lrüi í; ;;;; .""-
personas que intervie_
nen en ella, realice un ácto ¿e.""".i¿o
inteiectrlJf'¡,"L"iu,
att. 14, primer pánafo), o .o., .ura"i", g"rr"rul,
trate de :una pers^ona jy.rldricy (erglntin y aunque se
art. 1G; Costa Rica, ar], sz, $.frfiu*-¡i¿; a, att,.20; Brasil,
la obra pree¡astent"L"
;; _""t#i"
:ll:l,de
vrsual ó"" se basa la obra auüo_
obra de teatro, eté_ G"";;;, .;lii.,ilu_
"r
-novela,
mo párrafo).
La finaiidad de garanttzar alproductor
la obra cinematogr-rffi".;;i";'"í;;. ia explotación de
14 bis, $2, b) del con-
venio de Berna. Acta de parís _19ii_ (";sü;J;
forma de Estocbr¡¡e ;j; ."_
-196[), q"l'instituye ra presunción
de legitirnación como regia d" ilt"tp;ehción
de los contra-
:i

::

::
:J
Titulares del derecho de autor 141

tos-en los_ p_aíses donde no rigen ni ei sistem a del fiIm__copy-


right u el de la cessio legis.

'.9i. embargo, en los países de la Unión en que la legis_


,lación reconoce entreeÁtos titulares a los aut'ores de las
conf,ribuciones aportadas a la rearizaci.ón de la obra cine-
matográfica, estos, una vez que se han comprometido a
aportar tales contribucjones, no podrán, saño estipula_
ción en conbrario o particular, oponerse a la reprod.oó.ió.r,
distribución, representación y ejecución púbiiü, transmi-
sió''por hilo al público, radiodifusión, -comunicación
al
público, subtitulado y doblaje de los textos, de ra obra ci-
nematográfica."

No_obstarlte, el campo de aplicación de esta norma es


muy limitado; salvo. que la
-legislación nacional disponga
otr_a cosa, la presunción establecida en la norma.oonlocio-
qd ro es aplicable a los autores de los guiones, aiatogo" y
obras musicales creados para la rearización ¿" rá o¡üL""-
matográfica, ni al realizador principal (art. LLbis, gB).

3.4.2. Salvaguardia del derecho moral f


La_ protección de ias importantes inversiones financieras
que demanda la realizaaói de obras audiovisuales determi-
na, frecuentemente, que el derecho moral sobre estas sea
objeto de restriccioneJ. conesponde a sus coautores; algu-
nas _legislaciones lo reconocen solo al director (BrasíI, art.
26; Costa Rica, art. 5G), sin pe{'uicio de los que atanán'a los
co.laboradores y a tos artistás Jobre ros t"rfe.üvos aportes
(Colombia, art. 99). Se reconoce en sus dos'faculta¿es'-¡¿si_
cas e integridád-, excluyendo el derecho de
-paternidad
refracto o (cuyo ejercióio por parte de uno
-¿l.rrepentimiento
de los colaboradores podría conducir a situacion", *oy
josas y caus¿rr grave daño a los demás y al produ.tori, "oo_
.o*o
dispone.expresamente Alemania, art. 90; tambi¿n-rlr"lt,
de las disposiciones que establecen que cuando un autor no
completa su aportación, por su negativa injustificada o por
causa de fuerza mayor, el productor puede utilizar la parte
L42 Delia Lipszyc - Derecho de autor y derechos conexos

respetando los derechos de aquei y sin perjui_


, ^r"^1li!1da.,
cro, en su caso, del derecho a percibir uná ináemni^zación
(n9r
.eleqnto, Tspaña, art. 91; l'rancia, .rt. i!,-Sll-Erastt,
art. 86; Coiombia, art. 102). Debe entenderse Ji"Jprá q""
la parte utilizada no puede ser desnaturalizada. ¡ - -
El derecho a la paiernidad impone que se mencionen, en
la forma usual o en la estipulada en ál contr;;;; br-;"*_
bres de todos los colabora{or9s, incluso en los urrárr."r-y
uo
ios anuncios publicitarios de la obra.
c) El derecho a la integridad, está acotado por los reoueri-
mientos artísticos y técnicos de la firmacion-, aurrq""l"
medida estrictamente indispensabre y .i"-prl q.r"iiJ
r"
ei espíritu de la obra., se hapranteadb qo" ,i duiante
.-tt"r"
ra eta-
pa de realízacwn de la obra audiovisuá dgurro áá rorlor"-
boradores rehusara introducir ias modificaclo"", ili""r.i"-
dibles al efecto, el productor podría encomendarras a otro
autor, a condición de que ra contribución origin.t ,ro ,"á
a"r-
naturalizada.
En.e"stos ctso!, los Tribunares sueren tomar en cuenta
las
necesidades de la colaboración. Estas necesidade,
a limitar el derecho moral de cada coautor pues, en"ooá,r""r,
esta cia-
se de obras' es menos potestativo que .o.ndo .á truiu
obra de un solo autor.
á" tu
, El coautor cuyo aporte hubiera sido modificado o comple_
tado en las condiciones antes indicadas, poáriu-"rigr-q"*
no se lo vincule con el mismo y se omitá i, *"o.i-ái-á"
nombre en la obra audiovisuar. si consid"r" q"" ," rr, "o
naturaliza{ojq aporte, puede rehusar so co.iformid.ad ¿""- con
la verslón detrnitiva y reclamar contra una utilización de su
obra en esas condiciones.
La lesión del derecho morar resurta evidente cuando se
realizan cortes sin la conformidad de.los at-
qglas legislaciones prevén expresamente que "ota¡oraJor"r;
."ufq"i"" *o_
difrcación de la versión definitiva de la i¡tu u"áio.,.i""ur
mediante agregados, supresión o cambio a" ."aiq"r""k"-
mento de esta,_requerirá la autorización previu aÉ tm p"._
sonas cuya conformidad sea necesaria pará establecer
¿itrra
versión (Fralcia, arL. L6, $B; España, art. 92, g2).
La intercalación de anuncios publicitarior, lo*ri' duran-
te la difusión por televisión, hiprovoca¿o, i""tu-"*", ."
Titulares del derecho de autor L43

radas protestas; se trata de una iesión mayúscula a la inte-


gridad de la obra. La situación se considera diferente cuan-
do se ürata de obras audiovisuales destinadas esencialmen-
te a la comunicación pública a través de la raüodifusión
(obras televisivas). En estos supuestos es dable presumir,
salvo pacto en contrario, que los autores han tenido en
cuenta y autorízado que la emisión se realice con las modi-
ficaciones estrictamente exigidas por el modo de programa-
ción del medio, siempre que no importen perjuicio a sus le-
gítimos intereses o menoscabo a su reputación (España,
art. 92,92,2" parte).
Actualmente, la lesión al derecho moral se invoca tam-
bién para oponerse a la'colorizacíón" de las obras cinema-
tográficas realizadas en blanco y negro, pues se considera
que traiciona la creación original.13

13 En el sonado caso
de los hered,eros de John Huston y Ben Maddow
clSe Chaíne y Turner Entertainrnent Inc., por la teledifusión de la ver-
sión colorizada del filmAsphalt Jungle (RIDA, no 139, 1989, pp. 205-2L0;
RIDA, no L42,1990, pp. 329-339, con nota de André Frangoq Ginsburg,
J., y Sirinelli, P., "Auteur, création et adaptafion en droit international
privé et en droit interne frangais. Réflexions á partir de l'affaire Hus-
ton", RIDA, n" 150,1991, pp. 3-81).
André Bertrand señala que ya a fines del siglo XD( la justicia fra¡ce-
sa consideró que la "colorización" de fotografias y tarjetas postales cons-
tituía una contrefagon (toda contrefaeo¿ es un delito). Lo mismo en 1959,
en el caso de una copia "sepiada" de la obra cinematográfica Tbe Kid de
Charles Chaplin ("En la
"jungln, del derecho de autor internacional: ¿el
derecho moral francés resultaró inmoral en Norteamérica?", f,raducaón
de Arrtonio Millé, en rcvistaDAT (Buenos Aires), abril de 1989, pp. 1-8).

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