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Masacre El Salado
Masacre El Salado
Los primeros en retornar llegaron sin nada a intentar restaurar su pueblo, poco mas de 60
personas regresaron, estas personas no encontraron nada mas que un pueblo fantasma
el cual debían restaurar, la mayoría no regresaron por miedo, pero con la compra masiva
de tierras se vio amenazado el retorno al pueblo dado que se fue reduciendo el espacio
donde podrían laborar los saladeños, esto representaba el 90% de las personas que
sobrevivieron quienes vivieron en situación de desplazados en el Carmen de Bolívar,
Sincelejo, Barranquilla y Cartagena. Esta masacre no genero una condena moral contra
los victimarios ni una solidaridad duradera o una reparación para las victimas por parte del
estado, mas de 3000 desplazados seguían esperando en medio de marginalidad el
cumplimiento de las obligaciones del estado las cuales simplemente no cumplieron.
Cuando los pobladores se enteraron de la discusión del proyecto de ley que permitiría
perdonar a los paramilitares aun si habían realizado crímenes de lesa humanidad como el
ocurrido en el su pueblo reaccionaron con temor, temor de que al no ser perseguidos por
la ley puedan regresar y dañarlos de nuevo, “Hemos rezado mucho pero aún no
olvidamos ni perdonamos”, dice un habitante. “Yo creo que ellos deben ir a la cárcel”, dice
otro. “Yo lo que sí no quiero es que a los paramilitares los extraditen porque ellos no han
hecho nada contra ciudadanos estadounidenses sino contra nosotros. Aquí en Colombia,
con nuestras leyes, es que deben juzgarlos”.
El análisis y comprensión de las sentencias penales proferidas, hasta ahora, implican
necesariamente un análisis de las investigaciones que les sirven de fundamento. La forma
como se adelante una investigación es esencial para garantizar que efectivamente se
protegen los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición. De acuerdo
con las normas internacionales de derechos humanos y con la jurisprudencia de la Corte
Constitucional, la investigación de las violaciones de derechos humanos, como garantía
del derecho a la justicia, debe ser una investigación seria, exhaustiva, imparcial y
eficaz;177 lo cual significa, entre otras cuestiones, que, aun cuando la obligación de
investigar es una obligación de medios y no de resultados, aquella debe cumplirse
diligentemente,178 es decir, que el órgano que investiga debe llevar a cabo, dentro de un
plazo razonable, todas aquellas diligencias y averiguaciones que sean necesarias con el
fin de esclarecer los hechos, enjuiciar y sancionar a sus autores, y reparar a las víctimas,
entre otros deberes.179 Lo anterior supone que la investigación debe satisfacer
adecuadamente varias exigencias en relación con el pleno esclarecimiento de los hechos,
la identificación, enjuiciamiento y sanción de los responsables de los mismos. En relación
con estos dos aspectos las autoridades judiciales han producido decisiones importantes,
pero, a la vez, aún se observan carencias y vacíos al respecto.