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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I ÍNDICE
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I ÍNDICE
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
(1479-1516)
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 1. La Monarquía de los Reyes Católicos
Sin embargo, la lucha evangelizadora y contra el Islam no tenía África como único escenario, sino que también
estaba en pleno vigor en la Península. Tras la conquista de Granada, la reina dejó a fray Hernando de Talavera a cargo de
la política de integración religiosa y cultural de la ciudad. Dado su carácter tolerante con los musulmanes, la conversión de
la población avanza lentamente, por lo que se envía al arzobispo de Toledo Francisco Jiménez de Cisneros con el encargo
de asumir la evangelización en colaboración con Talavera. La implantación de conversiones masivas y el encarcelamiento
de aquellos que no colaboraban desembocó en el Levantamiento del Albaicín ese mismo año de 1499. La chispa fue el
asesinato del alguacil Velasco de Barrionuevo cuando pretendía llevarse a una mujer elche (cristiana convertida al Islam)
para ser interrogada. Los disturbios duraron diez días y terminaron con la entrega de armas de los rebeldes, así como el
ajusticiamiento de los asesinos del alguacil. Pese al perdón general concedido, los líderes de la revuelta huyeron de la
ciudad y dieron pie al Levantamiento de La Alpujarra de 1500. La primera parte de la campaña, para la que se movilizó un
ejército de 80.000 hombres, fue liderada por el propio Fernando el Católico, quien hubo de combatir contra una guerra de
guerrillas y reconquistar el territorio pueblo a pueblo. Tras más de un año de combates, los rebeldes capitularon pudiendo
elegir entre la conversión forzosa o el exilio previo pago de diez doblas de oro.
En relación con el archipiélago canario, hemos de volver al Tratado de Alcazobas, según el cual Portugal
renunciaba a sus pretensiones sobre Canarias a cambio del reconocimiento de sus derechos sobre Fez, Madeira y las
Azores.
De una primera fase a principios del siglo XV denominada conquista normanda y con Jean de Bethencourt como
protagonista y Enrique III como valedor, datan las conquistas de las islas de Lanzarote (1402), Fuerteventura (1404) y El
Hierro (1405). Los años posteriores vieron intentos de penetración en las islas restantes, pero la oposición encontrada
hacía temporal y restringida la presencia en ellas. Hernán Peraza se establece en La Gomera en 1450.
De esta manera se llega a la segunda fase de conquista, denominada de realengo. Es patrocinada por los Reyes
Católicos, con financiación de la Corona y afectó a las tres islas mayores, en las cuales encontró fiera resistencia. Alonso
Fernández de Lugo culminará en 1483 la conquista de Gran Canaria tras cinco años de lucha. A continuación, someterá la
isla de La Palma (14921493) y la de Tenerife (1494-1496) con la famosa derrota en la batalla de Acentejo y las posteriores
victorias en la batalla de la Laguna y la segunda batalla de Acentejo.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 2. La expansión europea
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 2. La expansión europea
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 2. La expansión europea
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 2. La expansión europea
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 3. La organización social en el siglo XVI
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 3. La organización social en el siglo XVI
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 3. La organización social en el siglo XVI
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 3. La organización social en el siglo XVI
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 3. La organización social en el siglo XVI
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
La situación no mejoró con Felipe II. Los desorbitados gastos de mantenimiento de unos territorios que se
distribuían por todo el globo, así como el sufragio de unas costosas guerras mantenidas Europa y la cuenca del
Mediterráneo, continuaron debilitando la Hacienda heredada de Carlos V. La inflación continuó subiendo de manera
constante llegando a superar los dos puntos de media anual en lo que se conoce como la llamada Revolución de los precios.
Todo esto derivó en tres bancarrotas: la primera en 1557, tan solo un año después de acceder al trono; la segunda en
1575; y la tercera en 1596 poco menos de dos años antes de morir.
Tras el primer impago de asientos en abril del 1557, se emitió deuda pública en forma de juros. De esta manera
se cambiaba el tipo de emisión, pasando ahora a ser un privilegio concedido por el rey que facultaba a cobrar una parte
de determinados ingresos de la Corona: quinto del rey, tercias de las Órdenes… Los banqueros genoveses utilizaron este
sistema de pago para lucrarse al revender los juros adquiridos.
A partir de 1560 se aprecia una recuperación financiera. Sin embargo, el rey, falto de ingresos, tuvo que recurrir
a la aplicación de nuevos impuestos como el excusado, que gravaba a las parroquias; o los millones, que se sumaban a los
servicios ordinarios y extraordinarios de Carlos V. Otras tasas ya existentes las aumentó, es el caso del almojarifazgo, un
impuesto aduanero; los diezmos de la mar, contribución que gravaba las importaciones que entraban y salían de Castilla
a través del mar; o la alcabala, un impuesto indirecto ya existente que gravaba entre el 5-10% las transacciones comerciales
y que ahora se duplicaba. Como vemos, se aumentó la presión sobre el clero, lo cual levantó críticas contra su persona.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 4. La evolución de la economía en el Quinientos
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 5. La época de las regencias y el ascenso al trono de Carlos I
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 5. La época de las regencias y el ascenso al trono de Carlos I
A la muerte de este último, Carlos pugnará con Francisco I de Francia por el trono
imperial. El esfuerzo económico exigido a los territorios heredados, así como el dinero
prestado por banqueros como los Welser y los Fugger, posibilitará su elección y posterior
coronación como Rey de Romanos el 23 octubre de 1520. El 26 sería reconocido Emperador
del Sacro Imperio Romano Germánico. Para su coronación por el papa Clemente VII en
Bolonia tendría que esperar hasta el 24 de febrero de 1530.
A la hora de organizar el gobierno de sus territorios, Carlos optó por el continuismo
de la corte itinerante heredada de sus abuelos los Reyes Católicos. Esto le permitía poder
deslazarse a voluntad por las diferentes regiones y hacer presente su poder imperial allí
donde se requiriera. Dados los vastos dominios heredados, el Emperador se valía de virreyes
Kaiser Maximilian I,
y gobernadores para hacer efectivo su gobierno durante sus ausencias. Su esposa, Isabel de
de Alberto Durero. Portugal desempeñó esta función en varias ocasiones.
En España, Carlos solía residir en Valladolid, ciudad que se convirtió en la capital
administrativa y sede de varios de los consejos. También frecuentó Toledo, Madrid, Zaragoza y Barcelona. A los consejos
existentes de Castilla, Aragón, Inquisición, Órdenes, Cruzada y Consejo Real; Carlos unió los de Hacienda en 1523, Indias
en 1524 y Estado en 1526.
En 1548 se introduce en la Corte la etiqueta de Borgoña por orden del Emperador. El aumento de personal
cualificado al servicio del príncipe supuso el aumento del gasto cortesano.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 5. La época de las regencias y el ascenso al trono de Carlos I
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 5. La época de las regencias y el ascenso al trono de Carlos I
En 1520 comienza la Germanía de Mallorca. El esquema es bastante similar al valenciano: huida del virrey Miguel
de Gurrea a Ibiza y expansión de la revuelta por todo Mallorca a excepción de la Alcudia, que se convierte en el refugio
nobiliario y realista de la isla. A diferencia que en la Península, existe una dicotomía más acentuada que separa al
artesanado urbano y campesinado por un lado; y a caballeros y mercaderes por otro (mascarats).
La primera fase, moderada, concluye con el encarcelamiento de Joan Crespi. Su sucesor, Joanot Colom, inicia la
fase radical, en la cual se promueve la supresión de los censales y se grava la propiedad agraria. El Emperador envía
refuerzos al virrey en el verano de 1522. El sitio de Mallorca finaliza el 8 marzo de 1523. La represión posterior dobla las
ejecuciones de Valencia.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 5. La época de las regencias y el ascenso al trono de Carlos I
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 5. La época de las regencias y el ascenso al trono de Carlos I
Las Cortes de Castilla se diferencian de las demás por ser las únicas sin prerrogativas legislativas. No son ellas
quienes generan leyes, sino el propio rey. Sí intervienen en cuestiones monetarias, sucesorias o juramentos al monarca,
pero lo que las caracteriza es su función fiscal. Es en este seno donde se aprueban las nuevas cargas impositivas, tanto
ordinarias como extraordinarias, o la modificación de las existentes. Dada la situación, los representantes en las Cortes
tienen poco margen de negociación con el soberano más allá de elevarle peticiones cuando él las convoca para pedirles
más dinero. Durante el reinado de Carlos V se convocaron 10 veces, 6 de ellas en Valladolid.
En relación con la composición de sus procuradores, estos procedían en su mayoría de las élites urbanas,
quedando al margen la nobleza y el clero debido a que no tenían que pagar impuestos. De esta manera, el Emperador
elegía 18 ciudades a las que otorgaba representación por medio de 2 procuradores.
En 1525 se crea la Diputación de Cortes para velar por el cumplimiento de los acuerdos, representar políticamente
las Cortes, así como repartir y recaudar la alcabala desde el 1536.
Las Cortes de Aragón mantenían el carácter pactista heredado de la Edad Media. Con una potente capacidad
legislativa y fiscal, las Cortes de los diferentes reinos defendían sus fueros y negociaban con el rey la aprobación de leyes
e impuestos. De esta forma, la relación entre ambas instituciones, Corona y Cortes, era la de un contrato que obligaba a
ambas partes por igual una vez alcanzado el acuerdo.
Si bien las Cortes de Aragón y las de Cataluña se convocaron de manera independiente a principios del reinado
en las ciudades de Zaragoza y Barcelona respectivamente, las siguientes seis veces se hicieron convocatorias conjuntas en
Monzón para Aragón, Valencia y Cataluña.
Entrando en las peculiaridades de cada una, las Cortes de Aragón se componían de 4 estamentos: alta nobleza,
baja nobleza, clero y ciudades. En las de Valencia y Cataluña ambas noblezas se agrupaban en una sola. Con el objeto de
mantener una vigilancia constante del cumplimiento de las leyes, se crearon las Diputaciones Generales del Reino en
Aragón y las Generalidades en Valencia y Cataluña.
Las Cortes de Navarra se componían de aristocracia laica y eclesiástica, así como de una representación
restringida de ciudades favorecidas por fueros. Aunque contaba con capacidad legislativa, la fortaleza de estas cortes
residía en la defensa de sus fueros, a lo cual supeditaban la concesión de servicios al soberano. La frecuencia de
convocatoria era alta, creándose la Diputación permanente ya en tiempos de Felipe II.
Finalmente, también existían Cortes en los territorios extrapeninsulares de la Monarquía. En los Países Bajos se
denominaba Estados Generales y en ellos tenían representación las 17 provincias. Por su parte, en Italia, las Cortes de
Sicilia, Cerdeña y Nápoles funcionaban al modo aragonés. Este último se reunía cada dos años para conceder al rey el
donativo.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 5. La época de las regencias y el ascenso al trono de Carlos I
5.10. (40) España y el destino imperial: presión fiscal. Los banqueros del Emperador.
A la muerte del emperador Maximiliano I el 12 de enero de 1519, su nieto Carlos pugnará con Francisco I de
Francia por el trono imperial. El esfuerzo económico exigido a los territorios heredados, así como el dinero prestado por
banqueros como los Welser y los Fugger, posibilitará su elección y posterior coronación como Rey de Romanos el 23
octubre de 1520. El 26 sería reconocido Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Para su coronación por el papa
Clemente VII en Bolonia tendría que esperar hasta el 24 de febrero de 1530.
Esta empresa política habría sido imposible sin la figura de los asentistas o banqueros reales, quienes concertaban
asientos por los cuales se comprometían a entregar altas sumas de dinero en tiempo y lugar. Acude también a otros
servicios como los juros que provocan el endeudamiento de la Corona y suponen el pago mediante el empeño de las rentas
públicas. Así, Carlos V tomará a los Fugger y los Welser como sus principales banqueros.
A modo de ejemplo, Jacob Fugger, el hombre más rico del momento, prestó al
Emperador 500.000 florines para conseguir la elección imperial. Es por eso que desde 1524
los Fugger recibieron como pago a sus créditos las rentas percibidas por los maestrazgos de
las Órdenes Militares además de la explotación de las minas de mercurio de Almadén y las de
plata de Guadalcanal.
Por su parte, los Welser gestionarían durante 18 años la explotación de la costa de
Venezuela desde el primer asentamiento europeo germánico: Klein-Venedig. A partir de 1530
serán los genoveses, con las familias Grimaldi, Spínola y Bonvis, quienes se incorporen al
negocio de la financiación del estado.
Para gestionar las finanzas imperiales se crea en 1523 el Consejo de Hacienda. Este
organismo velaba por el cobro de las diferentes contribuciones que llenaban las arcas
públicas. Las principales eran:
Jakcob Fugger,
- El quinto real, 20% del valor de los metales preciosos extraídos y de los envíos de Alberto Durero.
hechos por particulares desde las Indias.
- Los servicios ordinarios y extraordinarios, que suponían 300 millones de maravedíes.
- El almojarifazgo, un impuesto marítimo aduanero.
- El diezmo de la mar, contribución que gravaba las importaciones que entraban y salían de Castilla a través
del mar.
- La alcabala, un impuesto indirecto que gravaba entre el 5-10% las transacciones comerciales y que
aportaba el 80% de los ingresos ordinarios.
- Las tercias reales, recaudaban 2/9 del diezmo eclesiástico.
- El montazgo, las rentas de la Órdenes Militares, los monopolios reales sobre las salinas y las explotaciones
mineras y las Bulas de Cruzada.
Aún con todo, la deuda se disparó y al final del reinado (1552-1556) llegó a ser de 14.351.000 ducados.
La bancarrota de 1557 supondrá un duro golpe para estas familias que, si bien logran sobrevivir a esta primera
suspensión de pagos, acabarán quebrando a principios del XVII.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 6. Política internacional de Carlos V
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 6. Política internacional de Carlos V
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 6. Política internacional de Carlos V
de la LdC (1526-1529).
(1521-1526) y Guerra
único enclave hispano. La respuesta imperial coaliga a Enrique VIII con el Tratado de Windsor (1522), según el cual
los ingleses invaden Francia desde Calais y Carlos desde los Pirineos. Además, en 1523, Venecia, Florencia y el papa
León X dan su visto bueno para la invasión imperial que toma Milán, entrega el ducado a Francisco II Sforza,
recupera varios territorios pontificios y libera Génova tras la victoria imperial en Bicoca en abril de 1522.
La elección de Adriano de Utrecht como papa favorece la política imperial, pero su pronta muerte y la sucesión de
Clemente VII inicia una posición opuesta al Emperador, declarando junto con Venecia y Florencia su neutralidad
frente a Francia.
En 1524 Francisco reconquista Milán, pero es derrotado y capturado en la batalla de Pavía el 24 de febrero de 1525.
A principios de 1526 se firma el Tratado de Madrid, según el cual Francisco renuncia a las reclamaciones sobre
Flandes e Italia y se compromete a devolver Borgoña. Sin embargo, una vez liberado, el monarca francés incumple
todas las cláusulas del tratado y se une a la Liga de Cognac promovida por Clemente VII con Inglaterra, Venecia y
Florencia en contra el Emperador.
La nueva guerra desencadena del Saco de Roma y tiene su punto de inflexión en el brote de peste en el ejército
francés que sitiaba Nápoles y la defección del genovés Andrea Doria hacia el bando imperial. La amenaza turca en
oriente y la protestante en el norte impulsan la firma paces por separado en 1529: el Tratado de Barcelona con el
Papa y la Paz de Cambrai o de las Damas con Francia. Esta renuncia a Italia y Carlos V a Borgoña, se liberan los
rehenes franceses a cambio de 2.000.000 de escudos.
- Segunda Guerra (1536-1538): la muerte de Francisco II Sforza renueva las aspiraciones francesas. Francisco I se alía
con los turcos e invade Saboya, Piamonte y Turín, lo que hace volver a Carlos de su campaña en Túnez e invadir
Provenza y Picardía. La guerra se estanca y Paulo III media para firmar la Tregua de Niza el 18 de junio de 1538. Se
instituía una tregua de diez años y Turín permanecía en manos francesas.
- Tercera Guerra (1542-1544): el Emperador inviste duque de Milán al Príncipe de Asturias don Felipe en 1540. Dos
años más tarde se emplea el pretexto de la muerte de dos emisarios franceses en Milán cuando se dirigían a una
misión diplomática con los otomanos como pretexto para atacar los Países Bajos e iniciar una nueva contienda. En
el ámbito marítimo, Solimán I envía 100 galeras al mando de Barbarroja a Marsella, donde se une a la escuadra
francesa en la toma de Niza. En la lucha terrestre, Carlos V se alía con Enrique VIII y atacan Francia simultáneamente
desde Calais y el norte de Luxemburgo alcanzando Normandía y la Champagne respectivamente. Este ataque
neutraliza los avances franceses en Italia. La Paz de Crépy se firma en septiembre de 1544: Francia renuncia de
nuevo a Italia y devuelve los territorios ocupados desde 1538. Además, renuncia a pactar con los otomanos de
nuevo al tiempo que Carlos V renuncia de nuevo al ducado de Borgoña y sella el acuerdo con un acuerdo
matrimonial que implica al duque de Orleans y su sobrina Ana de Habsburgo-Jagellón con Milán como dote.
- Cuarta Guerra (1552-1559): tras la última guerra, el Emperador se centra en el problema protestante. A Francisco
I le sucede Enrique II, que no desaprovecha el descontento de los príncipes alemanes y sella en 1552 el Tratado de
Chambord con la Liga Esmalcalda. Inmediatamente, Enrique II ocupa sucesivamente Metz, Toul y Verdún. Mauricio
de Sajonia, aliado del emperador, se pasa al bando enemigo y toma Augsburgo. Después se dirige a Innsbruck, de
donde hace huir al Emperador. VER TEMA 58
En el Tratado de Passau de 1552 Carlos reconoce su derrota frente a los adversarios en el Imperio con el propósito
de poder centrarse en la respuesta a Francia y al Imperio Otomano. Fracasan tanto el intento imperial de recuperar
Metz como las penetraciones francesas en Flandes. La boda de Felipe II con María de Tudor acerca posiciones con
Inglaterra. En la posterior Paz de Augsburgo de 1555 se ratifica esta situación. Carlos se retira a los Países Bajos y
allí permanece hasta 1556 para garantizar su seguridad frente a Francia. La guerra concluirá con la Paz de Cateau-
Cambrésis en 1559, ya con Felipe II en el trono.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 6. Política internacional de Carlos V
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 7. La Monarquía de Felipe II
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La Corte Real aglutinaba a criados, ministros, oficiales y otros funcionarios y asistentes que acompañaban y
servían al rey y su familia, la cual estaba formada por gentes pertenecientes a las distintas Casas Reales europeas. Ante las
dificultades de mantener una corte itinerante tan numerosa, Felipe II opta por establecerla definitivamente en Madrid en
1561. La etiqueta mantenida sería la de Borgoña introducida por su padre.
La residencia de Felipe II en Madrid se fijó en el Alcázar, palacio donde también estaban las sedes de la mayor
parte de los Consejos. Alrededor de la Villa de Madrid se encontraban numerosos Reales Sitios: Valsaín, Aranjuez, El Pardo
y, más tarde, San Lorenzo de El Escorial.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 7. La Monarquía de Felipe II
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 7. La Monarquía de Felipe II
Los Virreinatos constituían los gobiernos territoriales permanentes en los cuales el virrey representaba al Rey y
ejercía su voluntad de manera plenipotenciaria a nivel militar, judicial (tanto civil como militar) y legislativo.
Los principales virreinatos eran los de los territorios de la Corona de Aragón e Italia: Aragón, Valencia, Mallorca,
Cataluña, Nápoles, Sicilia y Cerdeña. En las Indias existían el de Nueva España y Perú. Por el contrario, en Flandes y el
Franco-Condado, la labor era llevada a cabo por un gobernador.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 8. Los problemas internos durante el reinado de Felipe II
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 9. Las relaciones internacionales en la época de Felipe II
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progresiva carestía se une a una continua presión fiscal que no disminuye pese al fin de la guerra con Francia en un momento
de aumento del precio de los alimentos.
- Crisis religiosa por la expansión del luteranismo y calvinismo pese a los placard de Carlos V decretando la quema de libros
luteranos (1521), la instauración de la Inquisición Romana y culminando con el llamado Edicto de Sangre de 1550 que endurecía
Alejandro Farnesio.
las penas por herejía. En esta situación, un protestantismo austero y liberal encaja mejor socialmente que el opulento
catolicismo romano. Además, el regalismo en cuestiones eclesiásticas repercutía muy directamente en los intereses nobiliarios:
los seis nuevos obispados y arzobispados creados en 1559 serían ocupados por personas designadas por el rey.
1Casada
- Crisis política por la resistencia a ser una provincia gobernada desde la corte de Madrid y la presencia de guarniciones españolas.
Por si fuera poco, los cargos más destacados se reservan a personas del entorno real, relegando a la jerarquía local leal a la
Corona a puestos meramente honoríficos.
Ya en 1564 Guillermo de Orange une a católicos y protestantes para expulsar de Flandes al cardenal borgoñón y consejero de
Estado Antonio Perrenot de Granvela, asesor de Margarita. El conde de Egmont, primo del rey y héroe de San Quintín y Gravelinas, viaja
a Madrid en 1565 para negociar con el monarca. No obtiene resultado, por lo que insisten presentando el Compromiso de Breda de
abril de 1566 en el cual se solicita la disolución de la Inquisición y la libertad de culto. La propuesta es rechazada por orden de Felipe
pese a la predisposición de la gobernadora.
En agosto de 1566 se producen motines populares con asaltos iconoclastas a iglesias. Pese a que Margarita logra apaciguar la
rebelión y aplicar una política de tolerancia, Felipe II reacciona enviando al Gran Duque de Alba (1567-1573) para reprimir a los
insurrectos y tomar el relevo como gobernador.
El duque de Alba llega en agosto de 1567 a Bruselas con tercios procedentes de Nápoles, Sicilia y Lombardía. La semana
siguiente a su llegada instaura el Tribunal de Tumultos para juzgar a los protestantes rebeldes y detiene mediante el engaño a los
duques de Egmont y Horn, que serán decapitados en la Gran Plaza de Bruselas al año siguiente. Guillermo de Orange, consigue refugiarse
en Alemania y, al mismo tiempo, levanta un ejército de mercenarios y financia a los mendigos del mar (gueux), marineros y pescadores
de Zelanda, Holanda y Frisia convertidos en piratas. Por tierra los rebeldes son derrotados en las batallas de Heiligerlee y Jemmingen.
La falta de dinero obliga a imponer una alcabala del 10% para el pago de la soldada, lo que unido al éxito de los gueux en la toma de
Brielle y control de las costas de la provincia de Holanda, la que será su base de operaciones, hacen que se reavive la revuelta y la
rebelión se extienda en el Norte.
Tratando de buscar una salida negociada, Felipe II nombra nuevo gobernador a Luis de Requesens (1573-1576). A pesar de su
política conciliadora ofreciendo un Perdón General y la abolición del Tribunal de Tumultos y de la alcabala, la negativa del rey a permitir
la libertad religiosa hace que se deba recurrir al ejército de nuevo. La victoria española en la batalla de Mook vuelve a desarticular el
ejército rebelde y acaba con la vida de sus dos líderes: Luis y Enrique de Nassau, hermanos de Guillermo. La bancarrota de 1575 genera
motines entre las tropas y la campaña militar no puede finalizarse. Luis fallece el 5 de marzo de 1576.
EL Consejo de Estado se encarga del gobierno, pero no puede controlar la situación y solicita el nombramiento de alguien
perteneciente a la familia real, por lo que el rey nombra gobernador a D. Juan de Austria (1576-1578). Este se retrasa en su llegada al
ir a Madrid a tratar con su hermano el tema de la invasión de Inglaterra. Su llegada a los Países Bajos coincide con el saqueo de Amberes
a principios de noviembre de 1576 por parte de tropas de la Monarquía. Las diecisiete se ponen de acuerdo y firman la Pacificación de
Gante el 8 de noviembre de 1576, según la cual las tropas españolas debían abandonar Flandes, los Estados Generales tendrían
independencia legislativa, se concedería un Perdón General y Guillermo de Orange lideraría el gobierno junto con alguien más a
propuesta del rey. En enero de 1577 los Estados Generales declaran, a propuesta de Guillermo, la Unión de Bruselas y, ese mismo mes,
D. Juan acepta las condiciones de la Pacificación con el Edicto Perpetuo. La situación dista de calmarse a pesar de que Guillermo es
estatúder de Holanda y Zelanda. Las provincias, tanto católicas como protestantes comienzan a ofrecer su soberanía a distintas casas
nobles europeas y D. Juan hace volver a los tercios con el duque de Parma Alejandro Farnesio (1578-1592) a la cabeza. El gobernador
muere en 1578, siendo relevado por el duque. Dentro del estado de rebelión generalizada se desata la violencia de los calvinistas contra
los católicos, lo que hace que estos vuelvan al lado de la Corona y firmen con el gobernador la Unión de Arras a principios de 1579. En
respuesta, Holanda, Zelanda y las ciudades de Gante, Brujas, Amberes e Yprés firman la Unión de Utrecht.
El duque de Parma inicia una victoriosa ofensiva que somete Brujas, Gante (1584), Bruselas y, tras trece meses de asedio,
Amberes (1585), lo que supone un duro revés y una inyección de moral y prestigio. Además, el asesinato de Guillermo de Orange el año
anterior por el borgoñón Balthasar Gérard había dejado descabezados a los protestantes, Portugal estaba anexionada y en Francia,
Felipe II apoyaba a Enrique de Guisa en su lucha por el trono contra Enrique de Navarra. Dadas las circunstancias, Isabel de Inglaterra
decide actuar y sella el Tratado de Nonsuch de 1585 enviando al conde de Leicester con 6.000 hombres. Pese a ser derrotados, esta
intervención y la acción de corsarios y piratas ingleses decide al rey a invadir Inglaterra, tal y como aconsejaba D. Juan unos años antes.
En 1590 Alejandro parte a Francia en apoyo de la Liga Católica. Su ausencia permite a Mauricio de Nassau, hijo de Guillermo
y al mando desde 1586, recuperar el terreno perdido. Alejandro regresa de Francia herido en 1592 y muere.
Las provincias del sur reclaman como soberana a Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II. Tras la muerte de éste en 1598, ella
ejercerá la cosoberanía sobre los Países Bajos y el Franco-Condado. Siete de las diecisiete provincias se habían perdido de forma
irreversible.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 9. Las relaciones internacionales en la época de Felipe II
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 10. Humanismo y reforma católica en España
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 10. Humanismo y reforma católica en España
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 10. Humanismo y reforma católica en España
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 10. Humanismo y reforma católica en España
Visión del Espíritu Santo de Santa San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola.
Teresa de Ávila, de Peter Paul Rubens. de Juan Becerra.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 10. Humanismo y reforma católica en España
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 11. El reinado de Felipe III
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 11. El reinado de Felipe III
11.2. (72) - Política mediterránea: la expulsión de los moriscos y sus consecuencias socio-económicas.
Los moriscos eran un problema pendiente de resolver que se remontaba a la conquista de Granada con el
Levantamiento del Albaicín (1499) y el de La Alpujarra (1500-1502), al que siguió la represión cristiana en Levante durante
las Germanías (1519-1523) y una verdadera guerra durante Rebelión de las Alpujarras (1568-1571). Los diferentes
decretos habían conminado a la conversión o expulsión de la Península, así como a la prohibición del uso de la lengua,
costumbres y vestimentas mozárabes. Sin embargo, la protección de los señores de la aristocracia para los cuales
trabajaban o el pago de subsidios a la Corona habían amortiguado la puesta en práctica de dichas restricciones. No es el
caso de Castilla, donde el Edicto de 1 de noviembre de 1570 había ordenado la dispersión de los moriscos a otras zonas
de la Corona.
Sin embargo, el recelo hacia la comunidad morisca seguía vigente a principios del siglo XVII por diversos motivos:
- La crisis económica heredada del final del reinado de Felipe II se cebaba con las clases inferiores mientras se
percibía mejor situación en la comunidad morisca debido a su trabajo especializado en la confección de
productos de seda y el cultivo de frutas y hortalizas.
- Falta de integración en la sociedad cristiana al seguir manteniendo sus costumbres, lengua y vestimenta.
- Persistencia de la idea de Cruzada. Además, la amenaza de los piratas berberiscos seguía activa, si bien se
percibía menos peligrosa por las turbulencias internas del Imperio Otomano (Sultanato de las Mujeres) que le
hacían un rival menos beligerante que en época de Felipe II.
- Presión demográfica fruto de una mayor natalidad morisca. En el medio siglo anterior a la expulsión, el
crecimiento morisco en la Corona de Aragón había sido de casi el 70% frente al 45% cristiano.
La distribución de los 390.000 moriscos no era uniforme. Suponían un 4% de la población total de 8.000.000 y se
repartían desigualmente: en el Reino de Valencia unos 135.000; en el Reino de Aragón unos 61.000; en el Reino de Castilla
unos 80.000 dispersos tras la Rebelión de 1568; y en el Reino de Granada otros 110.000 pese a la orden de dispersión,
pero desactivados en lo que a rebeldía se refería.
Felipe III realizó una visita a Valencia en 1599, poco después de su coronación. Allí se interesó por el estado de
evangelización de los moriscos, tras lo cual impulsó un último intento de integración y formación religiosa de dicha
comunidad. Fracasado en 1608, el duque de Lerma planteó el problema en el Consejo de Estado, resolviéndose que debían
ser expulsados definitivamente. La situación era propicia a nivel político una vez firmada la paz con Inglaterra (Tratado de
Londres de 1604) y con los Países Bajos (Tregua de los Doce Años de 1609), lo cual permite abordar el problema interno
con todos los medios y recursos del Estado.
La opinión que suscitó dicha medida no fue para nada unánime. Por un lado, el arzobispo de Valencia, Juan de
Rivera, fue uno de los mayores defensores de la expulsión.
Junto a él, cierta parte del clero y rentistas urbanos que
poseían haciendas arrendadas a moriscos estaban dispuestos
a librarse de estos tenentes moriscos para obtener nuevos
contratos con mayor rentabilidad. Por otro lado, la nobleza
terrateniente de Aragón y Valencia que los tenía como
vasallos o trabajadores defendía su permanencia por ser más
rentables que los agricultores cristianos, a quienes debían
pagar un salario mayor.
A pesar de la división, Felipe III decidió la expulsión
de España el 9 de abril de 1609, si bien el decreto no se hizo
público hasta tener desplegados los tercios de Italia y las
flotas del Mediterráneo y Atlántico. En septiembre se
comenzó la operación en Valencia, de donde fueron
expulsados 116.000 moriscos. En 1610 les siguieron otros
La expulsión de los moriscos, de Gabriel Puig Roda. 54.000 de Aragón y Cataluña, más unos 36.000 de Castilla a
mediados de año. La labor continuó hasta alcanzar los 275.000 exiliados en 1614. El destino principal fue el norte de África.
Las consecuencias socioeconómicas de la expulsión variaron en intensidad según territorios debido a la ya
mencionada distribución desigual:
- Pérdida demográfica: centrada en las zonas agrícolas de Borja, Tarazona, el valle del Jalón, Játiva y Gandía, las
cuales quedaron despobladas pese a los intentos de repoblación con castellanos.
- Suspensión de créditos hipotecarios concedidos a los moriscos y fuga de capitales.
- Pérdida de capital humano y económico que afecta a los grandes señores por la desaparición de sus vasallos.
- Mayor repercusión en algunas profesiones: producción de seda, horticultura y transporte.
- Subida de los salarios por la escasez de mano de obra y su sustitución por castellanos.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 11. El reinado de Felipe III
11.3. (73) - El pacifismo de Felipe III: la Tregua de los Doce Años y la paz con Inglaterra.
Los objetivos de la política durante el reinado de Felipe III se basan en:
- La defensa de los intereses españoles en el norte de Europa y en la Península.
- El mantenimiento del equilibrio de poder de Castilla y los derechos de las regiones periféricas.
La solución de los conflictos exteriores pasaba por terminar con la implicación de España en las guerras contra
Francia, Inglaterra y las Provincias Unidas. Originalmente, cada uno de los conflictos era
independiente del otro, pero la realidad es que se entremezclaban de manera casi
continua.
A la implicación en las Guerras de Religión francesas le puso fin la Paz de Vervins
de mayo de 1598, firmada por Felipe II cuatro meses antes de morir. Las otras dos serían
competencia de Felipe III.
El conflicto con Inglaterra conocida como la Guerra anglo-española había
comenzado en 1585. Desde entonces ambos países habían ido alternando grandes éxitos
defensivos con limitadas victorias ofensivas, lo cual había derivado en una guerra de
desgaste en la que ambos bandos daban claras muestras de agotamiento:
- Por la parte española destacan los fracasos de la Felicísima Armada en 1588, el
desembarco en Cornualles en 1595 o el de Juan del Águila en Irlanda para apoyar la
rebelión irlandesa y que acabó en derrota con la batalla de Kinsale (1602).
- Por la inglesa son equiparables los fracasos de la Contraarmada en 1589 y la expedición
de Drake y Hawkins de 1595, si bien se saldaron con victorias los asaltos a Cádiz en 1587 y
Retrato ecuestre del rey Felipe III
de España, de Diego Velázquez. 1596.
Entre las grandes campañas se cuentan un rosario interminable de encuentros en
la mar que una vez caían del lado hispano, batalla de Flores (1591), y otras del inglés, batalla de Puerto Caballos (1603).
Las conversaciones de paz se iniciaron infructuosamente en 1600 en Boulogne-sur-Mer. Muerta Isabel I en marzo
de 1603, el nuevo monarca Jacobo I facilitó la firma del Tratado de Londres el 28 de agosto de 1604. Según éste, Inglaterra
interrumpía la ayuda militar y económica a los holandeses, renunciaba a intervenir en contra de los intereses de Felipe III
en los asuntos continentales, abría el Canal de la Mancha al tránsito de buques españoles y cesaba las acciones corsarias.
A cambio, España otorgaba el libre comercio con las posesiones españolas en Europa y renunciaba a nombrar un rey
católico para la corona de Inglaterra.
En cuanto a la Guerra de Flandes o de los Ochenta años, la muerte de Alejandro Farnesio en 1592 había dado
paso a otros gobernadores hasta que en 1595 lo fueron nombrados Isabel Clara Eugenia y el archiduque Alberto. En 1598,
el fallecimiento de Felipe II los hará soberanos de dichos territorios, volviendo después a España al no tener descendencia.
En este tiempo, Mauricio de Nassau había sucedido a su padre, retomado parte de los territorios perdidos en las
campañas de Alejandro Farnesio, reformado el ejército y derrotado por primera vez en campo abierto a los tercios del
archiduque en la batalla de Nieuwpoort o Primera batalla de las Dunas en 1600. Sin embargo, esta victoria no pudo ser
aprovechada estratégicamente por los rebeldes, lo que facilitó el sitio español de Ostende en 1601.
En 1604 España presenciaba cómo desde que comenzara en 1668, los rebeldes eran el único enemigo al que
enfrentarse una vez firmadas las paces de Vervins y Londres. Con el mando de las tropas
entregado a Ambrosio Spínola, se toma Ostende y se recuperan varias ciudades más sin
lograr quebrantar la voluntad rebelde, pero tratando de forzar las negociaciones de paz. En
las filas españolas se suceden los motines debido a los impagos, pero la situación tampoco
es mejor en el otro bando tras 40 años de guerra en su propio territorio y ofertan el cese
de hostilidades en abril de 1607. El 9 de abril de 1609 se firma la Tregua de los Doce Años.
Esta noticia se celebra por parte del Rey, de Lerma, del Consejo de Estado y de los
archiduques. En las Provincias Unidas, el estatúder Mauricio es reacio a la paz frente a la
burguesía holandesa representada por el Gran Pensionario Johan van Oldenbarnevelt.
La Tregua, además de garantizar la paz durante 12 años, provocaba el surgimiento
de dos bandos dentro del gobierno de las Provincias Unidas al tiempo que un
reconocimiento español de facto a su independencia. Además, otorgaba libertad de
Ambrosio Spinola, comercio con Europa y las Indias.
de Anthony van Dyck. La imagen internacional en 1609 era la de un transitorio equilibrio de fuerzas en
todos los teatros y la posibilidad de mantener la defensa de las posesiones en Europa, el Mediterráneo y el Atlántico. Es la
conocida como Pax Hispánica, durante la cual se retiene el liderazgo español sin necesidad de librar guerras.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 11. El reinado de Felipe III
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 12. Población y estructura social en el siglo XVII
El Triunfo de la Muerte,
de Pieter Brueghel el Viejo.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 13. La decadencia económica en el siglo XVII
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 14. Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares y la crisis de 1640
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 14. Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares y la crisis de 1640
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 15. El esfuerzo exterior y la agonía militar al final de Felipe IV
Tema 15. El esfuerzo exterior y la agonía militar al final del reinado de Felipe IV
15.1. (95) - España y la Guerra de los Treinta Años.
Los objetivos internacionales de España en el siglo XVII se centran en la conservación de sus territorios europeos
en Italia y los Países Bajos; la explotación del monopolio comercial con América; la defensa de la religión católica y la
recuperación del prestigio de la Monarquía.
La manera de conseguirlo es a través de la cooperación Madrid-Viena, relación constituida por múltiples lazos
familiares entre las dos ramas de la casa de Habsburgo. Esta alianza involucrará a España en asuntos internos alemanes
con el objetivo de defender a su aliado y tratar de obtener la colaboración imperial en las Provincias Unidas una vez
terminada la Tregua de los Doce Años. La pretensión de mantener la hegemonía española por las armas quebrará el
Tratado de Londres de 1604 con Inglaterra e implicará el inevitable conflicto con la nueva potencia emergente: Francia.
La Guerra de los Treinta Años se inicia en su fase de la Revuelta de Bohemia (1618-1625) con la Tercera
Defenestración de Praga en 1618, escenificación del rechazo bohemio a su rey y próximo emperador: Fernando II. El
combate en dos frentes simultáneos, en Hungría contra el Príncipe de Transilvania, Gabriel Bethlen, y
en Europa Oriental contra la Unión Protestante de Federico V del Palatinado, obliga al Emperador a
pedir ayuda a Felipe III. El Rey está interesado en controlar el Bajo Palatinado como nexo entre el
Milanesado y los Países Bajos Españoles, el conocido Camino Español, por lo que envía a Ambrosio
Spinola desde Flandes en 1620 en una campaña de conquista. Simultáneamente, el hispano-flamenco
Johann Tserclaes, conde de Tilly, conduce a las tropas de la Liga Católica e imperiales a la victoria en la
batalla de la Montaña Blanca el 8 de noviembre de 1620. Esto pone fin a la rebelión en Bohemia.
De regreso a Flandes, Spínola comienza los preparativos para la inminente guerra contra las Bajo Palatinado
Provincias Unidas. En 1622 ocupa el ducado de Cléveris y Juliers. Tras el intento frustrado de tomar Bergen op Zoom, en
agosto de 1624 asedia Breda, la cual cae en junio de 1625 tras varios intentos frustrados de Mauricio de Nassau de levantar
el sitio. VER TEMA 98
La siguiente fase de la G30A es la Intervención danesa (1625-1629). En esta el rey de Dinamarca Cristián IV, con
financiación de Richelieu, es rechazado por la alianza entre Fernando II y el duque Albrecht von Wallenstein, más el
liderazgo militar del conde de Tilly. Le seguiría la Intervención sueca (1630-1635) de Gustavo II Adolfo de Suecia quien,
empleando el pretexto de auxiliar a los derrotados protestantes, deseaba controlar las costas meridionales del Báltico.
Richelieu presta apoyo de nuevo interesado en debilitar la posición del Imperio. En su avance, Gustavo llega hasta el
Palatinado, en cuya defensa muere Tilly en 1632. Ese mismo año, los gobiernos de Viena y Madrid sellan un pacto de
ayuda mutua. El conde-duque de Olivares envía al cardenal-infante Fernando de Austria con un ejército que desembarca
en Génova y llega a Alemania en apoyo del Emperador. El 6 de septiembre de 1634, el general Gallas, el archiduque
Fernando (futuro Fernando III) y el cardenal-infante vencen a las tropas suecas (Gustavo había muerto en la batalla de
Lützen en 1632) y sajonas en la batalla de Nördlingen. Esta victoria decisiva condujo a la firma de la Paz de Praga en mayo
de 1635, la cual devolvía la paz a Alemania, expulsaba a los suecos y reinstauraba la libertad religiosa.
El cardenal-infante entró en Bruselas a finales de 1634 para ocupar el puesto de gobernador, desempeñado desde
la muerte de la infanta Isabel Clara Eugenia en diciembre de 1633 por Francisco de Moncada.
Albrecht von Wallenstein, Johann Tserclaes, conde de Tilly. Fernando de Austria en la Gustavo II Adolfo de Suecia,
de Anthony van Dyck. batalla de Nördlingen, de Jacob Hoefnagel.
de Peter Paul Rubens.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 15. El esfuerzo exterior y la agonía militar al final de Felipe IV
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 15. El esfuerzo exterior y la agonía militar al final de Felipe IV
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 15. El esfuerzo exterior y la agonía militar al final de Felipe IV
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 15. El esfuerzo exterior y la agonía militar al final de Felipe IV
Antes de la batalla de las Dunas, de Reinier Nooms. Batalla de Rocroi, 19 de mayo de 1643, de Ferrer-Dalmau.
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HISTORIA MODERNA DE ESPAÑA I Tema 15. El esfuerzo exterior y la agonía militar al final de Felipe IV
El desarrollo de la G30A en su ámbito europeo tras la derrota en Rocroi de mayo de 1643 se va decantando del
lado franco-sueco pese a victorias de los Habsburgo como la de Tuttlingen a finales de ese año. En 1645 el objetivo galo
será invadir Baviera, aliada del Emperador. En mayo, la victoria de Franz von Mercy en la batalla de Mergentheim
contendrá temporalmente a Francia, pero en agosto sí logrará consolidar posiciones en Alsacia tras la victoria en la segunda
batalla de Nördlingen. En el frente oriental, el año había comenzado mal para Fernando III pues en febrero su ejército
había perdido contra el sueco de Lennart Torstenson en la batalla de Jankov.
Dos años más tarde, Francia y Suecia sí someten a Maximiliano I de Baviera, haciéndole firmar la Tregua de Ulm
en marzo de 1647, según la cual se comprometía a abandonar al Emperador. A pesar de romperla, 1648 es el año final de
la guerra, hecho que refrendan:
- Batalla de Zusmarhausen: el 17 de mayo, supone la destrucción de los restos del ejército imperial por
parte de una fuerza franco-sueca dirigida por el vizconde de Turenne.
- Batalla de Lens: el 20 de agosto el archiduque Leopoldo, gobernador de Flandes entre 1647 y 1656, trata
de retomar la ciudad francesa de Lens aprovechando la rebelión nobiliaria contra Mazarino y la reina
regente Ana en los sucesos previos al estallido de La Fronda. La ofensiva detrae fuerzas y atención del
frente en Cataluña y supone una victoria del príncipe de Condé.
En lo que respecta a la G80A contra las Provincias Unidas, se sigue manteniendo el carácter eminentemente
marítimo del conflicto. En 1645, los rebeldes toman Hulst en el último gran sitio de la guerra. En los años sucesivos, las
defensas españolas en Filipinas repelen a las flotas neerlandesas, primero en la batalla de La Naval de Manila (1646) y más
tarde en la batalla del Puerto de Cavite (1647).
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