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COMO
IMPERIO
Dirección editorial
Isabel Ortiz
Proyecto editorial
Adosaguas contenidos multiplataforma
Coordinación editorial
Myriam Sayalero
Texto
Giacomo Sinatti
María del Rosario Peludo Gómez
Corrección
Patricia Hermosa
Maquetación
May Segado
Infografía
Pablo Arteche
Preimpresión
Miguel Á. San Andrés
www.susaeta.com
D.L.: M-33363-MMXI1I
ATLAS ILUSTRADO
ESPAÑA
COMO
IMPERIO
GIACOMO SINATTI
SUMARIO
Prólogo 10 El Imperio azteca: sacrificios humanos al servicio
del poder 68
1. Monarquía e Imperio 14
∙ La lucha por la tierra del Renacimiento 72
∙ Donde nunca se pone el sol 16 La batalla de Pavía 73
∙ Matrimonio y conquistas 20 El saco de Roma 74
∙ Los enemigos del Imperio 24 ∙ Contra los protestantes 75
El Imperio y el Quijote 26 ∙ Contra los piratas 77
∙ ¿Imperio español o Imperio del rey? 27
La corte del Imperio 28 4. El imperio hispánico de Felipe II 78
PRÓLOGO
España como Imperio presenta de forma gráfica y amena las vicisitudes
de la mayor empresa política de la Edad Moderna. La explicación de los
logros, retos, ventajas e inconvenientes del Imperio hispánico nos ayudará
a entender mejor nuestro presente, la naturaleza del Estado español y su
lugar en las relaciones internacionales.
El Imperio español fue, por tanto, una empresa tan brillante como costosa.
Los frecuentes y abundantes recursos económicos que generaba —la plata
extraída de las minas americanas supuso uno de los ingresos más sólidos—
nunca fueron suficientes para cubrir los gastos de su mantenimiento. Como
veremos, las bancarrotas fueron habituales, así como el establecimiento de
préstamos que concedían los primeros grandes banqueros europeos, sin los
que no hubiera sido posible construir y mantener el Imperio. A pesar de es-
tos préstamos, el déficit del Estado se convirtió en un mal endémico que el
Imperio arrastró durante toda su historia. El pago de los intereses que gene-
raban llegó a suponer dos tercios de los ingresos durante el reinado de Fe-
lipe II. El Estado recibía directamente alrededor del treinta por ciento de los
metales que procedían de América, pero la parte restante, una inmensa
riqueza, se quedaba en manos de banqueros y comerciantes, cuyo nego-
cio principal seguía siendo ofrecer préstamos al rey. La dificultad para lo-
grar y asentar el crecimiento económico se debía, en gran parte, al propio
sistema, incapaz de producir riqueza por la ausencia de espíritu empresa-
rial, algo característico de la burguesía que ya florecía desde la Edad Me-
dia en otras regiones de Europa, como Inglaterra, Holanda e Italia. Como
veremos, en una sociedad estamental tan definida, la carga fiscal sobre los
sectores no privilegiados de la población (los llamados pecheros) reducía
el consumo interior. Esta concepción partía del presupuesto básico de que
las personas se adscribían a un estamento por nacimiento, lo que definía,
para toda su vida, sus actividades y derechos. Por tanto, la movilidad social
era muy escasa. Los estamentos privilegiados (nobleza y clero) sólo repre-
sentaban el 5% de la población. Dentro de la nobleza existía una gran di-
versidad de situaciones, desde los llamados «Grandes» hasta los hidalgos,
que solían tener escasos recursos económicos y que se convirtieron en re-
currentes personajes literarios gracias a su afán por mantener el honor, por
descartar la posibilidad del trabajo manual —que consideraban indigno de
su orden— y por disimular sus dificultades económicas.
A finales del siglo XVIII era evidente que España no contaba ni con la
fuerza ni con los recursos de antaño; el final del Imperio era inminente…
Pero cuando llegó —con la independencia de las colonias americanas
continentales, en las décadas de 1810 y 1820— los súbditos del rey ape-
nas se dieron cuenta, ocupados como estaban en una guerra contra la
invasión francesa. Sin embargo, menos de un siglo después, la liquidación
definitiva, que se produjo en 1898, causó una gran conmoción: la prensa,
los intelectuales y los literatos de la época convencieron al —ahora sí—
pueblo español de que se había producido un «Desastre» y España había
dejado de ser una potencia de primer orden. Comenzó entonces el mito
del Imperio, la añoranza e idealización de un pasado que fue más com-
plejo y problemático de lo imaginado.
aseguraba nuevos ingresos, estos beneficiaban menos como ocurrió en la masacre de Amberes (1576), que
a la sociedad metropolitana de lo que tradicionalmente costó la vida a más de siete mil personas. Por ello, los
hemos creído, pues se destinaban directamente a su- préstamos y bancarrotas estuvieron tan presentes en
fragar los enormes gastos del Imperio: una administra- todos los reinados de la Edad Moderna.
ción cada vez más compleja, una corte cada vez más Los mismos hombres de la época fueron conscientes
extensa y dispuesta a ver compensados sus favores y de estos problemas consustanciales al Imperio. Hacia
apoyos políticos y, sobre todo, un estado continuo de mediados del siglo XVII, el diplomático y escritor Diego
guerra. Como explicaremos en el capítulo 4, se calcula Saavedra Fajardo escribía: «Ha costado muchísimo
que de los 42 años de reinado de Felipe II, sólo seis hacer la guerra en provincias inhospitalarias y remotas,
meses transcurrieron sin guerras. Estas se costeaban con el costo de muchas vidas y dinero, y con tantos be-
con dinero; sin él, el ejército –formado en su mayoría neficios para el enemigo y tan pocos para nosotros que
por mercenarios– se rebelaba, y los soldados se pro- podría hacerse la pregunta de si no estaríamos mejor al
curaban su sueldo mediante la violencia y el saqueo, ser conquistados que conquistando».
La Armada española navegando frente a Cornualles. Hay al menos dos banderas españolas izadas en sendos barcos, una en el
centro del cuadro (no se han de confundir con la de Isabel I observando desde tierra).
PAÍSES BAJOS
En 1568 comenzó la rebelión en los Países Bajos y en 1581 algunas provincias del norte
decidieron independizarse. Felipe II y el gobernador de dichos territorios, Alejandro Farnesio, FLANDES
iniciaron la contraofensiva y recuperaron parte de lo perdido. A la muerte del monarca, pasó
a manos de Isabel Clara Eugenia y de su esposo Alberto, como parte de la dote. A principios
del siglo XVII se estableció la Tregua de los Doce Años. Los territorios del norte formaban las
DUCADO DE
Provincias Unidas, y los del sur, bajo la soberanía de los Habsburgo, formaron los Países Bajos LUXEMBURGO
ZONAS BAJO EL DOMINIO ESPAÑOL españoles. En 1621 el archiduque Alberto murió sin descendencia y los Países Bajos volvieron
a manos del rey de España, Felipe IV. La disputa continuó durante la Guerra de los Treinta FRANCO
El Imperio español alcanzó su máxima expansión a finales Años. Finalmente, en 1648 España reconoció la independencia de la República de las Provin- CONDADO
del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, después de la cias Unidas. Tras la Guerra de Sucesión española se cedió el resto de territorios a Austria.
MILANESADO
incorporación del reino de Portugal a la Monarquía hispánica PENÍNSULA IBÉRICA
En 1479 se unieron en
(1580). Era el mayor imperio conocido hasta entonces. matrimonio Isabel I de
ROSELLÓN REINO DE
Castilla y Fernando II de
Aragón. En 1492 Castilla Formó parte de la PORTUGAL
incorporó a su territorio el Corona de Aragón desde REINO
reino musulmán de Granada y el siglo XII. En el Tratado
en 1512 se anexionó Navarra. de los Pirineos (1659) DE NÁPOLES
se incorporó al reino de
CORONAS DE
Entre 1580 y 1640 Portugal
formó parte de la Monarquía Francia. CASTILLA Y ARAGÓN
hispánica. Ceuta
C Melilla
Orán
án FRANCO CONDADO
Situado al este de Francia, fue parte de la
herencia borgoñona de Carlos V, recibida
de su padre Felipe de Austria. Fue cedido
Islas
a Francia en el Tratado de Nimega (1679),
Azores
durante el reinado de Carlos II.
VIRREINATO DE
Madeira
NUEVA ESPAÑA Ormuz Ningpo
Islas
San Agustín Canarias Changzhou
Macao
Cuba Arguín Lipatán
Guadalajara Bombay
Veracruz La Española
Goa
Cabo Fai-fo
Cartagena Verde Socotora Jaffna FILIPINAS
Elmina Malaca
AMÉRICA Mitombo Archin PENÍNSULA ITÁLICA
Entre 1492 y 1533 se conquistó América. La colonización se produjo Isla Santo Manado La Corona de Aragón había
Guayaquil
a lo largo del siglo XVI. El Imperio en América abarcaba desde Tierra Tomé Zanzíbar Singapur afirmado su presencia en Sicilia,
de Fuego a las actuales California y Florida. Brasil, como colonia Cerdeña y Nápoles desde el si-
portuguesa, se incorporó al Imperio entre 1580 y 1640. En el Tratado San Salvador glo XIII. Estos tres territorios for-
de París (1763), que puso fin a la Guerra de los Siete Años (1756- Luanda Macassa maron parte del Imperio hasta el
1763), España cedió a Gran Bretaña La Florida y obtuvo de Francia Bahía ASIA Y OCEANÍA Tratado de Utrecht (1713). Sicilia
La Luisiana, que perteneció a la Monarquía hispánica hasta el Callao La principal colonia de España en pasó a formar parte de la casa
Lima Asia fue Filipinas, que consiguió
Tratado de San Ildefonso (1800), cuando volvió a manos francesas. Isla Mozambique de Saboya, y Cerdeña y Nápoles,
En 1810 comenzaron los procesos de independencia de las colonias su independencia en 1898. En 1899 pasaron a manos de Austria, al
Santa Elena
americanas. La independencia de México supuso la pérdida de Cali- Sena España cedía los restos de su imperio igual que el ducado de Milán,
Sofala
Río de en el Pacífico a Alemania: las islas anexionado al Imperio español
fornia, que formaba parte de Nueva España. Sólo Cuba y Puerto Rico VIRREINATO Janeiro Marianas, excepto Guam, que pasó tras el Tratado de Cateau-Cam-
continuaron siendo españolas hasta 1898. España también estuvo
presente en el territorio de Nootka, de 1789 a 1794, año en que fue DEL PERÚ a manos de Estados Unidos, y las brésis (1559). En 1734, Carlos
cedido a Gran Bretaña; incluía los territorios actuales de Oregón, Carolinas y Palaos, a cambio de una de Borbón, por entonces duque
Idaho, Montana, Washington y la parte sur de Alaska, en Estados indemnización simbólica. de Toscana, e hijo de Felipe V
Buenos
Unidos; y el suroeste de Columbia Británica, en Canadá. Aires de España, venció a Austria y
se apoderó de Nápoles, donde
reinó hasta 1759. Carlos cedió
ÁFRICA el trono de Nápoles-Sicilia a su
España sólo contaba con algunas plazas fuertes en la costa africana. Las más importantes eran Melilla (conquistada en hijo Fernando (IV de Nápoles y
1497) y Ceuta (anexionada a Portugal en 1415 y a España en 1580, a la que siguió perteneciendo tras la independencia de III de Sicilia) en 1759 para poder
Portugal). En 1580 también se unieron al Imperio las colonias portuguesas en África: en la costa de las actuales Angola ser nombrado rey de España. En
y Mozambique, en el norte (como Tánger), y algunas islas como Madeira, Azores, Cabo Verde, etc., pero volvieron a ser 1816, después de las Guerras
Imperio de Felipe II antes de la portuguesas en 1640. Orán había sido colonia española hasta 1708 y volvió a serlo desde 1732 a 1790. En el golfo de Guinea Napoleónicas, Fernando IV de
incorporación de Portugal. hubo presencia española en las islas de Fernando Poo, Annobón, Elobey y Corisco, además de en la Guinea continental. En Nápoles regresó al trono napoli-
1926 estos territorios recibieron el nombre oficial de Guinea española; su independencia llegó en 1968. La presencia en el tano y cambió la denominación
Imperio portugués incorporado en 1580. territorio de Río de Oro, o Sahara Occidental, fue respetada en la Conferencia de Berlín. España ejerció junto a Francia un de Nápoles-Sicilia por la de
protectorado en Marruecos entre 1912 y 1956. Reino de las Dos Sicilias.
Principales establecimientos de la
Monarquía hispánica.
Matrimonio
y conquistas
Para muchos historiadores, el verdadero interés de mo- veces los territorios conquistados se mantenían varios
narcas como Felipe II o Felipe III era controlar los territo- años bajo control del Estado. La victoria en Breda, fa-
rios, no crear un imperio universal. Campañas como la mosa por el cuadro de Velázquez, adquiere menos im-
de la Armada Invencible perseguían frenar el protestan- portancia si pensamos que, en realidad, Holanda estaba
tismo y el poder que Inglaterra empezaba a ejercer en el destinada a conseguir su independencia y a afirmarse
comercio atlántico, no ocuparla, como habían hecho los como potencia en Europa. En 1628 los barcos españo-
pueblos germanos en la Edad Media. Por ello es impor- les que comerciaban con las Indias fueron interceptados
tante entender el Imperio español más como producto por los holandeses; un año después, la conquista de la
de las circunstancias que como un plan de dominio mun- ciudad de Boscoducale trasladó el conflicto al corazón
dial. Así, podemos decir que dicho Imperio se de los Países Bajos meridionales, lo que signi-
forjó gracias a las políticas matrimoniales, El ficaba que, a partir de ahí, serían los holan-
y no tanto a las conquistas territoriales. deses los que intentarían conquistar los
Imperio
Además, fueron tantas las derrotas territorios españoles.
como las victorias, como lo atesti- español se forjó Sólo en la conquista de América po-
guan la rebelión de los Países Ba- gracias, sobre demos encontrar a los soldados in-
jos o la derrota de la mencionada vencibles, valientes hasta el extremo,
Armada Invencible. Lo normal era
todo, a la política que nos ha presentado la historio-
que, tras un avance, se produjera matrimonial de los grafía más nacionalista. Pero incluso
un retroceso, de modo que pocas monarcas aquí es posible matizar la eficacia de
Juana I Felipe el
la Loca Hermoso
Luis I Fernando VI
(sin descendencia) (sin descendencia) María Luisa
Carlos IV de Parma
Isabel Invasión
Carlos I de Avis francesa
María Cristina
Fernando VII
Dinastía de Borbón
Habsburgo
Felipe II Ana de
Austria
Isabel II Francisco de Borbón
Sexenio
Democrático
Margarita
Dinastía
Felipe III
de Austria
Borbón Alfonso XII María Cristina
de Habsburgo-Lorena
Mariana Isabel
de Austria de Borbón Victoria Eugenia
Alfonso XIII de Battenberg
Felipe IV Primera
República
Guerra Civil
Carlos II Luis XIV, María de Borbón
Dictadura Juan (III) y Orleans
(sin descendencia) rey de Francia franquista
María Teresa
de Austria
La
creación
del Imperio
aparece como
obra exclusiva de los
valientes españoles, y
la decadencia, como
consecuencia del ataque
de los enemigos
extranjeros
J. H. Elliott
26 España como Imperio
EL IMPERIO Y EL QUIJOTE
Don Quijote fue el gran héroe de la Genera- convertirlo en símbolo de la España imperial, y
ción del 98, un grupo de escritores españoles alma gemela de Carlos V: «El abnegado senti-
profundamente afectados por las pérdidas de miento de cruzada contra infieles y herejes es
los últimos territorios coloniales, entre quienes el que inspiró el alto quijotismo de la política
destacan Unamuno, Valle-Inclán, Blasco de Carlos, ese quijotismo hispano que aún no
Ibáñez, Baroja, Azorín, Manuel y Antonio había adquirido expresión de eternidad bajo
Machado, etc. Para ellos, el caballero andante la pluma de Cervantes. Tal sentimiento era
representaba como nadie la identidad espa- hispano, y nada más que hispano, al concebir
ñola; su locura, su sensibilidad y su valentía como el gran deber del emperador el hacer,
hacían pensar en los héroes anónimos que lo mismo personalmente que a través de su
habían conquistado un imperio porque creían generales, la guerra a los infieles y herejes
en empresas desmesuradas, imposibles. A para mantener la universitas christiana; esta
finales del siglo XIX, después de la terrible era una idea medieval reavivada y resucitada
crisis del 98, los españoles se sentían como por España, era el ansia de la unidad».
el Quijote que lucha contra los molinos de
viento: vencidos pero orgullosos. Quizás por
eso, fue en esta época cuando se estudió con
mayor interés y profundidad la obra de Cer-
vantes. Y se estudió no sólo como personaje
literario, sino también como tipo psicológico:
el gran médico e intelectual Ramón y Cajal, en
su discurso sobre Psicología de don Quijote
y el quijotismo (1905), ve en él «el perfecto
símbolo del altruismo» al querer «enderezar
entuertos por culpa del egoísmo humano»,
pues «el mundo gime por su iniquidad y su
deshonor», y augura para el país una nueva
«legión de Quijotes modernos españoles».
Miguel de Unamuno (autor de Vida de don
Quijote y Sancho) ve en el «caballero de la
triste figura» un héroe sublime y simbólico,
y en la principal obra de Cervantes, «nuestra
Biblia nacional». Otro gran intelectual español,
Retratos de Valle-Inclán y Miguel de
José Ortega y Gasset (Meditaciones sobre Unamuno. Edición de Don Quijote de La
el Quijote), intentó encontrar en el personaje Mancha, escrita por Miguel de Cervantes
e ilustrada por Gustavo Doré. El Quijote se
pruebas de un destino común, particular y
publicó por primera vez en 1605.
nacional.
Por su parte, el gran historiador Ramón Me-
néndez Pidal recurrió a este personaje para
¿Imperio español o
Imperio del rey?
Reino de Portugal
situación difícil ante la monarquía católica. El papa Julio II, Reino de
como miembro de la Gran Liga dirigida por Fernando el CORONA Toledo
Católico en contra de los intereses de Francia en Italia, DE
declaró en la bula Pastor ille caelestis de 1512 que el rey CASTILLA
Reino
de Navarra, en cuanto aliado de Francia, merecía ser ex- Reino Reino de de
comulgado y privado de su reino, y Fernando el Católico de Jaén Murcia
Reino Córdoba
encontró en ello el argumento perfecto para incorporar de DA
Navarra a la Corona de Castilla. Sevilla GRANA
Después de las terribles pestes y hambrunas del si-
glo XIV, la población europea comenzaba a recuperarse,
lo que se notó especialmente en las ciudades. Los co-
merciantes, cada vez más ricos y numerosos, empe-
zaban a buscar productos escasos pero de una gran
demanda gracias al progresivo enriquecimiento de una
parte de la población, como especias, seda, perfumes,
En los siglos XIV y XV la Península Ibérica carecía de
oro, etc., y que sólo se podían conseguir en mercados unidad política. Existían cinco reinos: Castilla, Aragón,
lejanos, como los de África o la India. Navarra, Portugal y Granada; este último, musulmán.
Europa estaba cambiando; se anunciaba así la llegada
de un nuevo tiempo, la Edad Moderna, que se carac-
terizaría por la existencia de una «economía mundo ca-
pitalista» y por la progresiva afirmación de la monarquía
frente a la nobleza.
Este cambio profundo fue la base de los descubrimien- La existencia de estos
tos geográficos que se llevaron a cabo. Por un lado, los reinos, diferentes en
comerciantes buscaban nuevos mercados; por otro, los
Estados en expansión necesitaban nuevos territorios que
dimensión, número de
confirmaran su poder, así como metales preciosos que habitantes, densidad de
costearan los crecientes gastos de la Administración es-
población, instituciones
tatal. A esto hay que sumar los avances técnicos que
permitieron navegar con mayor seguridad, gracias a nue- y hasta costumbres,
vas embarcaciones. contrasta con el proceso
de expansión que el
mundo occidental vivía
en el siglo XV.
La rivalidad
con Portugal
La elección matrimonial de Isabel por Fernando de Ara-
gón, y no por Alfonso V de Portugal, cerró la posibilidad Astrolabio.
de una alianza entre los dos reinos más poderosos de la Muchos
Península Ibérica. Además, explica el apoyo incondicio- instrumentos de
navegación fueron
nal que los portugueses ofrecieron a Juana en su lucha concebidos o
con Isabel por la sucesión de la Monarquía castellana. desarrollados en
La muerte de Enrique IV en 1474 dio pie a una larga y la corte de
Enrique el
dura guerra civil que se prolongó hasta 1479. Juana de- Navegante.
fendía su condición de hija legítima del rey y, por tanto,
su derecho a ser reina de Castilla. Isabel, hermana del
rey, sostenía que Juana no era hija de Enrique IV, sino
de don Beltrán de la Cueva –por eso la llamaban La
Beltraneja–, lo que justificaba su derecho al trono.
La alianza entre Castilla y Aragón puso en alerta a Por- Imagen del Tratado
de Tordesillas. Abajo,
tugal, que, con tan sólo un millón de habitantes frente a retrato de Enrique el
los casi nueve que habían sumado los otros dos reinos Navegante, fundador
peninsulares, se proponía defender su posición de gran de Sagres, «Ciudad del
Infante». A la izquierda,
potencia comercial y marítima. Hacia mediados del si- Torre de Belém.
glo XV la economía portuguesa estaba en expansión,
centrada sobre todo en las materias primas africanas,
y las redes de sus comerciantes llegaban hasta el norte
de Europa.
El Papa tuvo que actuar en varias ocasiones de me-
diador entre ambas potencias. Como había venido
ocurriendo durante toda la Edad Media, el beneplácito
de la Iglesia confería legitimidad a las empresas con-
quistadoras de los príncipes cris-
tianos europeos, quienes,
Enrique
el Navegante
fundó Sagres
(Portugal),
la llamada
«Ciudad del
Infante»
Los Reyes Católicos y el origen de un gran imperio 35
Tegueste
Anaga
a cambio de territorios, se compro-
metían a extender la fe cristiana. LOS GUANCHES Daute Icod
Tacoronte
Taoro
La preferencia del Papa por Por-
tugal dio vía libre a este reino para Pastos r
ales Güima
explorar y explotar comercialmente El término «guanche» se tecnológico era muy limitado: Comun
las islas situadas entre las Canarias y aplicó a todos los habitantes además de no conocer las Adeje
Guinea. A pesar de ello, no cesaron originarios del archipiélago técnicas de extracción de
Abona
las presiones castellanas sobre es- de las Canarias aunque, en metales, la artesanía era muy
tos territorios, ricos en oro, cera, añil un sentido estrictamente básica y sólo practicaban la
y cueros. La presencia española en etimológico, designa sólo pesca de orilla.
las Canarias y la posibilidad de dis- a los habitantes prehispá- Las cuevas naturales, tan Plano de los reinos
de guanches en Tene-
putar a Portugal algunos territorios nicos de la isla de Tenerife: numerosas en las islas del
rife durante la conquista
eran de suma importancia para la guanchinet, es decir, hombre archipiélago, eran utilizadas castellana.
Corona hispánica, puesto que, an- (guan) de Tenerife (chinet). como vivienda. Tan sólo en
tes del descubrimiento de América, Dado que no conocían la Gran Canaria hay muestras
la zona natural de expansión caste- navegación, las islas del ar- del uso de regadío y de la y 40.000 en Gran Canaria.
llana era África. chipiélago formaban mundos construcción de pequeñas La colonización, completada
El 4 de septiembre de 1479 se aparte. Cada isla tenía una casas de piedra. a finales de siglo, supuso un
firmó el Tratado de Alcaçobas, por religión y una organización La estructura social era duro golpe para la población;
el que se establecía que Guinea, social distintas, aunque todos matriarcal y los matrimo- gran parte murió a causa
todas las islas y el mar adyacente, ellos estaban relaciona- nios monogámicos. Las de la guerra y las nuevas
salvo las Canarias, correspondían dos culturalmente con los sacerdotisas se encargaban enfermedades llevadas por
a Portugal. El documento marcaba bereberes del norte de África, del culto a las divinidades del los europeos, muchos otros
una línea horizontal por encima de desde donde habrían llegado bien y del mal. De acuerdo fueron esclavizados. La
las islas Canarias que dejaba para a las Canarias hacia el con la creencia en espíritus escasa población aborigen
los españoles todos los territorios siglo III a. C. ancestrales, los muertos eran que quedaba en la isla a
por descubrir al norte de la misma, Asentados en el Neolítico momificados, envueltos en comienzos del siglo XVI se fue
mientras que los portugueses eran –conocían la agricultura y pieles y enterrados. poco a poco asimilando con
libres de actuar hacia el sur. la ganadería–, los guanches Se calcula que a la llegada los conquistadores hasta la
Los portugueses no llegaron a la se dedicaban sobre todo de los castellanos había unos completa desaparición de la
India hasta 1498, después de que al pastoreo. Su desarrollo 35.000 guanches en Tenerife cultura guanche.
Vasco de Gama bordeara el cabo
de Buena Esperanza. Sin embargo,
este proyecto había madurado ya
en la corte de Enrique el Navegante
(1394-1460), infante de Portugal. Su
vocación científica y marinera con-
venció al rey Juan I de la importan-
cia de conocer y explotar las costas
africanas. En 1414 se organizó una
primera campaña de conquista que
implantó el dominio portugués so-
bre Ceuta. Dos años más tarde co-
menzó la edificación de la llamada
«Ciudad del Infante», Sagres, al sur
CORONA Londres
DE ARAGÓN París
Expansión territorial.
Venecia
Bolonia
Génova
Avignon Savona
Montpellier
Niza
Marsella
Pisa MAR
Expansión Arlés Florencia
comercial por el Roma
Ragusa
Adrianópolis
NEGRO
Mediterráneo. ZARAGOZA Barcelona
Gaeta Nápoles Constantinopla
Otranto
Valencia Palma Cagliari
Lisboa
Palermo Mesina
Sevilla Catania
Almería Chios
Málaga
Siracusa
Túnez
Bugia Famagusta
Malta
MAR
MEDITERRÁNEO Damasco
Trípoli
Alejandría
Los Reyes Católicos y el origen de un gran imperio 39
Jaime I de Aragón, llamado el Conquistador por Llibre del Consolat de Mar), por el apoyo que ofreció a
haber unido a su corona los reinos musulmanes de las Cortes y a las instituciones municipales y por la im-
Mallorca y Valencia, nació en Montpellier en 1208. posición de la monarquía frente a la nobleza aragonesa.
Hijo de María de Montpellier y Pedro el Católico, sufrió Además, Jaime el Conquistador narró sus proezas y
durante su infancia las desavenencias de sus padres. hasta detalles de su vida personal en la primera gran
Se dice que fue concebido sólo por la insistencia y crónica de la literatura catalana, el Llibre dels feits.
las intrigas de la corte, que esperaba la llegada de Murió en Alcira (Valencia) en 1276, a los sesenta
un sucesor del rey, y quizás por esto pasó la infancia y tres años y después de haber concebido nueve
alejado de su padre. Cinco años después de la hijos con la reina Violante de Hungría, y otros más
muerte de sus progenitores, fue declarado mayor fruto de relaciones no oficiales posteriores a la
de edad por las Cortes y, con ello, rey de Aragón, muerte de la reina. Repartió sus territorios entre sus
conde de Barcelona y señor de Montpellier. dos hijos mayores: Pedro recibió Aragón, Cataluña
A pesar de ser conocido por las conquistas de y Valencia, y Jaime, las islas Baleares, el Rosellón
Mallorca y Valencia, su reinado también se carac- y Montpellier. A sus hijos bastardos les concedió
terizó por el impulso que dio al comercio catalán baronías que dieron lugar a algunas de las casas
(entre otras cosas, encargó la redacción del nobiliarias más importantes de Aragón y Valencia.
NÁPOLES EN TIEMPOS DE
FERNANDO II DE ARAGÓN
La conquista del reino de Nápoles por y Cerdeña, y su hermano Juan, que
la Corona de Aragón en 1443 supuso se haría cargo de Aragón, Valencia y
una gran transformación de la ciudad Cataluña (incluidas las islas Baleares).
portuaria. Alfonso V de Aragón pasó Durante el reinado de Fernando I,
a llamarse Alfonso I de Nápoles y Nápoles creció desde el punto de vista
se convirtió en un gran mecenas de social y cultural. Al igual que su padre,
las artes. Como muchos monarcas Fernando promovió las artes y fue
de la época renacentista, Alfonso El considerado uno de los monarcas más
Magnánimo atrajo a su corte a artistas activos del Renacimiento.
y pensadores. Sin embargo, su administración se
También fueron importantes sus refor- caracterizó por las recurrentes dis-
mas económicas: impulsó la industria putas con la aristocracia feudal. Los
de la lana e introdujo la industria de la barones feudales, en ausencia de una
seda. Bajo su gobierno, la riqueza de fuerte burguesía y de una tradición de NÁPOLES
Nápoles se vio reflejada en el continuo gobierno municipal, dominaban el sur
aumento de la población, que llegó a de Italia. Cuando Fernando quiso re-
superar los 100.000 habitantes, una formar el sistema judicial y tributario
cifra muy elevada para la época. en 1485, poniendo fin a los privilegios
Empeñado en consolidar y expandir fiscales de la nobleza, el reino estuvo
su poder en la Península Itálica, para a punto de hundirse en una guerra
frenar el de Génova y Milán, Alfonso civil similar a la que había sacudido a
decidió residir de forma permanente Cataluña dos décadas antes. Con su
en Nápoles. Esta decisión tuvo impor- muerte, en 1494, se cerró el periodo
tantes consecuencias en Barcelona, de auge de la dinastía aragonesa;
donde la poderosa Generalitat, que el reino de Nápoles, al igual que el
Reino de Nápoles.
en un principio era una institución resto de Italia, formaba parte de un
Territorios dominados entre 1408 y 1414.
encargada de recaudar los tributos mosaico de entidades políticas débi- Territorios dominados entre 1441-1458 y
concedidos por las Cortes a la Monar- les y en conflicto entre ellas. Dichos 1735-1802.
Territorios dominados entre 1557 y 1800.
quía, fue haciéndose cargo de muchas conflictos se mantendrían hasta el
más tareas de gobierno, a expensas final de la presencia española en
del virrey nombrado por Alfonso. Ade- Italia, en 1713.
más, el cambio de residencia influyó
en la sucesión dinástica, ya que, a la
muerte de Alfonso I en 1458, la
Corona de Aragón se dividió entre
su hijo Fernando, que heredaría el
reino de Nápoles, incluyendo Sicilia
Vista de la Alhambra de
Granada desde el mirador de
San Nicolás.
Los Reyes Católicos y el origen de un gran imperio 45
Mapamundi de Ortelius, primera edición del Theatrum Orbis Terrarum (1570), que incluye América.
48 España como Imperio
La sublevación en La Española terminó con la muerte Al regresar a La Española comprobó lo difícil que se-
de muchos de ellos y con la esclavización de 500 per- ría mantener la autoridad en el Nuevo Mundo: los mo-
sonas, que fueron enviadas a Europa. Esta decisión de tines eran frecuentes y era cada vez más usual que
Colón sirvió de justificación perfecta a los monarcas los soldados adquiriesen tierras para sí mismos e in-
para limitar los poderes que le habían concedido. Como dígenas para trabajarlas, adelantando lo que termina-
hasta entonces habían sido más los recursos emplea- ría llamándose «encomienda de indios». La solicitud
dos que los beneficios obtenidos en las dos expedicio- de un juez por parte de Colón coincidió exactamente
nes, decidieron abrir la ruta a nuevos marinos y comer- con el deseo de los monarcas.
ciantes, rompiendo con ello el compromiso alcanzado Así, en el verano de 1500 Francisco de
con Colón en las Capitulaciones de Santa Fe. Bobadilla, comendador de Calatrava, llegó
La pérdida de confianza en la corte precipitó el regreso a La Española para imponer el orden.
de Colón de su segundo viaje, en 1496. En La Española Sus primeras decisiones sorprendieron
fue sustituido en sus funciones por su hermano Barto- y perjudicaron directamente a los Co-
lomé. Al llegar a España, Colón acudió a una entrevista lón, que fueron apresados (les impu-
con los Reyes Católicos en Burgos, vestido con el há- sieron grilletes) y enviados a España.
bito franciscano y acompañado de un grupo de indíge- Los Reyes Católicos desaprobaron
nas ataviados con vistosas plumas de aves. Su objetivo las estrictas medidas de Bobadilla y
era obtener el beneplácito de los monarcas, con la es- ordenaron su sustitución por Nicolás
peranza de que la religiosidad de estos pesara más que de Ovando, pero no repusieron a Co-
la inquietud por la escasez de oro en las nuevas tierras. lón en su cargo. Es más, aprovecharon la
En apariencia, la puesta en escena tuvo el efecto de- disputa y la confusión para retirar definitiva-
seado, porque el 23 de abril de 1497 Colón salió en un mente las concesiones que le habían otorgado.
tercer viaje con el objetivo de llegar a tierra firme. En los La imposibilidad de contradecir las decisiones
ocho barcos que componían la expedición viajaban de- reales y su mala salud indujeron al marino a
lincuentes que, por no haber cometido delitos graves, abandonar la idea de regresar a las Indias y
habían obtenido el perdón real y el permiso de viajar. ocupar parte de su tiempo en la escritura de
TERRANOVA
Cristôbal Colôn realizô un total de cuatro viajes a lo
que hoy se conoce como América.
NUEVA ESCOCIA
OCÉANO ATLANTICO
AM ÉRICA Primer viaje
DEL NORTE ISLAS AZORES
Zarpô del puerto de Palos el 3 de agosto
de î 492 y, pasando por las islas Canari as,
donde permaneciô desde el 9 de agosto
hasta el 6 de septiembre, llegô a las
Bahamas el î 2 de octubre y, después, a
las islas de La Espanola y Cuba. Volviô de
La Espanola el 4 de enero, llegô a Lisboa
el 4 de marzo, y a Palos, el î 5 de marzo
de î493.
MADEIRA
Segundo viaje
FLORIDA Partiô de Cadiz el 25 de septiembre de
î 493. El î 3 de octubre saliô de El Hierro, y
BAHAMAS llegô a Guadalupe el 4 de noviembre, desde
donde explorô Puerto Rico y Jamaica.
Regresô a Cadiz el î î de junio de î 496.
Ha ban a
•
Tercer viaje
YU CATAN Zarpô el 30 de mayo de î 498 desde
Sanlûcar de Barrameda, e hizo escala
GABO
AFRICA en Cabo Verde, de donde partiô el 4 de
julio para llegar, el 3î de ese mes, a la isla
VERDE Trinidad y explorar la costa de Venezuela.
CENTRAL Coro
encarcelô en un barca a los tres hermanos
Colôn el î 5 de septiembre y los enviô
• encadenados a la Penînsula a mediados
• Maracaibo • de octubre. Llegaron a Cadiz el 25 de
Caracas noviembre de î 500.
Cuarto viaje
Saliô de Cadiz el î î de mayo de î 502
ISLAS GAlAPAGOS
DEL SUR Honduras, y regresô el î î de septiembre
desde Santo Domingo. El 7 de noviembre
desembarcô en Sanlûcar de Barrameda.
52 España como Imperio
la obra El libro de las Profecías. Sin embargo, en 1501, parada en La Española, aunque lo tenían expresamente
los avances portugueses (Cabral había descubierto prohibido. Nicolás de Ovando se negó rotundamente a
Brasil y Vasco de Gama había llegado a la India) lo lle- auxiliar a Colón, y las naves no pudieron llegar a esta
varon a emprender un último viaje, con el objetivo de isla, pero sí lo hicieron muchos de sus tripulantes en ca-
descubrir un paso definitivo hacia Oriente. noas indígenas. Después de resolver los problemas más
Esta travesía, realizada con cuatro carabelas y inmediatos, Colón decidió regresar a España, adonde
140 hombres, fue la más difícil. Tuvieron numerosos llegó el 7 de noviembre de 1504. El descubridor de Amé-
problemas por la corrosión de los barcos a causa de rica murió dos años después en Valladolid, con su pres-
un molusco tropical, lo que hacía inevitable realizar una tigio muy dañado y en una pésima posición económica.
Pinzón
hombres que componían la flota del Descubrimiento.
Martín Alonso, capitán de La Pinta, era experto en navega-
ción oceánica y había recorrido durante muchos años las
insidiosas rutas de las costas atlánticas de África. Vicente,
veinte años menor que su hermano y capitán de La Niña,
Los hermanos Martín Alonso y Vicente Pinzón conocía uno a uno a todos los miembros de la tripulación.
fueron los oficiales que más ayudaron a Colón en la Gracias a su intervención, se pudo evitar el motín de los
preparación del viaje. Como los Niño y los Quinte- marinos en los momentos más difíciles de la travesía. No
ro, eran marineros expertos y respetados no sólo obstante, tras el Descubrimiento, la relación entre Colón
en Palos de la Frontera, sino en todos los puertos y los hermanos Pinzón terminó, cuando el almirante
andaluces. Conocían bien a los marineros de la zona; lanzó contra ellos serias acusaciones de deserción.
En los llamados
«pleitos colombinos»,
en los que se juzgó
la labor de Colón,
los hermanos Pinzón
fueron acusados de
Vicente
avaricia y deslealtad.
Yáñez Pinzón.
Los Reyes Católicos y el origen de un gran imperio 53
Doña Isabel la Católica dictando su testamento, de Eduardo Rosales (1864), Museo del Prado; Retratos de Felipe I de Habsburgo
(el Hermoso) y Juana de Castilla (la Loca).
El imperio universal de Carlos I 57
Conquista
de Granada
Juana I Felipe
Conquista la Loca el Hermoso
de Navarra
Fernando I
Carlos V con perro, de Tiziano (1533). Museo del Prado, Madrid.
Isabel
nacionalista, sino de una manifestación de los grupos de Avis
de poder que temían perder sus privilegios frente a los
Carlos V
recién llegados. El origen –esto es, la condición de ex-
tranjeros– sólo era una justificación. La principal queja
era la determinación y la poca diplomacia con la que
Carlos V pedía dinero a las Cortes. La popularización Árbol genealógico, con escudos, de Carlos I de
de estas reticencias provocó numerosos motines en las España y V de Alemania. Los Trastámara y los
Habsburgo se unieron mediante una estudiada
ciudades. Los dirigentes de estas rebeliones en Casti- política matrimonial. Las circunstancias –la muerte
lla, llamados comuneros, dieron paso al movimiento de de los hijos mayores de los Reyes Católicos–
las Comunidades. Por su parte, la Corona de Aragón hicieron que Carlos recibiera un extenso imperio,
con territorios en todos los continentes. Felipe II
también reaccionó con movilizaciones, llamadas Ger- recibió esta dilatada y difícil herencia, excepto los
Felipe II
manías. territorios alemanes, que Carlos legó a su hermano.
60 Espana como lmperio El imperio universal de Carlos 1 61
Carlos V, principe
de la cristiandad
Los relatas de sus contemporaneos, diplomaticos ex-
Il DOMINIOS BERLiN
VARSOVIA tranjeros y miembros de la nobleza castellana, descri-
ben al rey y emperador como un joven no muy agra-
EUROPEOS LONDRES
ciado, tîmido y reservado de caracter, y dotado de una
inteligencia poco brillante. Huérfano desde tan pe-
DE LOS queno, Carlos no pudo criarse al abrigo de un padre
, BALEARES
" saria para hacerse respetar por los demas prînci-
pes, para hacerse obedecer por sus sub-
ditos y para ponerse a la cabeza de «En
la cristiandad en su lucha contra los
enemigos de la fe: los adversarios
mis
externos, los turcos, y los inter- dominios
BUGiA .. nos, los «herejes>> luteranos. Sin nuncase
TÛNEZ
MALTA
embargo, en una Europa que ya
pensaba en términos de raz6n
oculta
CEUTA MELILLA ORAN
de Estado y de poder, las afirma- el sol»
Carlos V
personaje
Jakob Fugger,
en una pintura de
Los Fugger
Alberto Durero (1518).
Sin préstamos no hay imperio
Como indica la expresión de la época «sin dinero del control de las minas de plata de Guadalcanal y
no hay suizos», referida a los temibles mercenarios de las de mercurio de Almadén. Siguieron vincula-
de este territorio, en la Edad Moderna el dinero dos al emperador durante todo su reinado, pero,
compraba ejércitos y también lealtades. Asimismo, el después de concederle un préstamo de 400.000 flo-
Papa decía refiriéndose a Carlos I: «el dinero le hará rines en 1552, comenzaron a manifestar su cansancio
emperador». El dinero se podía conseguir, pacífica- y desconfianza. No les faltaban razones para ello: el
mente, de dos maneras: de la sociedad, a través de desorden financiero de las monarquías y la inflación
la imposición fiscal y de la venta de títulos y cargos eran incontrolables, lo que acabó provocando la ruina
oficiales, y de los banqueros, a través de préstamos. de los Fugger, y de las demás grandes dinastías
Con la expulsión de los judíos en 1492, la Monarquía de banqueros, en la segunda mitad del siglo XVI.
española se privó de la única clase que habría podido
desarrollar en materia financiera la función que en el
campo político y militar desarrollaban los funcionarios
y los soldados (sobre todo los tercios). Dicho vacío Vuestra
dejado por los judíos fue ocupado por los banqueros
alemanes. Los más importantes fueron los de la familia
Majestad
Fugger, quienes, con base en la ciudad alemana Imperial no
de Augusta, habían amasado una fortuna gracias al
comercio de tejidos y a la explotación de minas de
habría podido
cobre y de plata en Tirol y Hungría. Su primer trato sin mí obtener
con Carlos se remonta a 1519, cuando contribu-
yeron a su elección imperial con un préstamo de la Corona
543.000 florines. A cambio, adquirieron en España
romana.
el control de las entradas de las órdenes caballe-
rescas de Santiago, Calatrava y Alcántara, además
ciones de Carlos, según las cuales el Imperio perseguía del que se proclamaba «soldado de Dios». En primer
la paz entre los cristianos, resultaban difíciles de creer. lugar, porque el Papa era también un príncipe secular, y
Para muchos Estados europeos, más que un aliado en su Estado se veía amenazado por la intención de Car-
la lucha contra los turcos, el Imperio era una amenaza los de convertirse en dueño de Milán, es decir, de la
para sus libertades y su independencia. Los Estados mitad norte de Italia. En segundo lugar, porque la corte
independientes de menor relevancia, como Inglaterra, de Carlos y sus consejeros, de formación humanista y
Dinamarca o los italianos, compartían este temor con erasmiana, mantenían hacia la Reforma protestante una
Francia, la única nación que tenía una fuerza económica actitud de compromiso. El objetivo de Carlos y de sus
y militar comparable a la del emperador, y con el centro teólogos de reformar la Iglesia y así llegar a un acuerdo
del poder espiritual del mundo cristiano, el mismo pa- con los protestantes, era inaceptable para una institu-
pado de Roma. Aunque pueda sorprender, quien era ción, el papado, cuyo poder sería duramente perjudi-
vicario de Cristo no podía considerarse aliado natural cado por dicha reforma.
La conquista
de las Indias
El desencuentro entre Cristóbal Colón y sus hombres, Las primeras conquistas en el Cono Sur fueron po-
así como las reticencias de la Corona ante las ambicio- sibles tras el viaje de Magallanes y El Cano, que en-
nes del Descubridor, explican que este dejara de te- tre 1519 y 1520 bordearon América del Sur para llegar
ner relevancia en América ya hacia 1500. Durante los hasta Filipinas y, por fin, a la India.
primeros años del siglo XVI, el centro del poder caste- El enorme coste que había supuesto para la Corona
llano en América se limitaba a La Española, gobernada la conquista y colonización de La Española hizo posible
por Nicolás de Ovando. En realidad, aún no se sabía que los monarcas recurriesen al antiguo sistema de las
con certeza si se trataba de las Indias o de un Nuevo capitulaciones en la conquista del Nuevo Mundo. De
Mundo. Esta idea comenzó a divulgarse sólo a partir este modo, la empresa quedó en manos de la iniciativa
de 1507, con la exitosa publicación –seis ediciones en privada, a falta de los recursos suficientes de un Estado
ese año– de la Geografía gestada en la Academia re- que había empleado gran parte de su riqueza en la con-
nacentista Gimnasio Vosgo, en Lorena, que recogía las quista de Granada. Las capitulaciones otorgaban a un
apreciaciones de Américo Vespucio sobre la existencia hombre las funciones de descubrimiento, conquista y
de un Nuevo Mundo. población de un territorio. Convertido en gobernador,
Desde La Española surgieron las expediciones de podía disfrutar del botín de conquista, de las tierras que
conquista que superaron el Caribe para descubrir nue- trabajarían para él los indígenas y del sueldo de funcio-
vas tierras. En 1517 y 1518, Francisco Hernández de nario. Respecto al botín, la Corona sólo exigía el Quinto
Córdoba y Juan de Grijalva llegaron a la costa mexi- Real, es decir, una quinta parte del mismo. El capitu-
cana. Un año después, Hernán Cortés desembarcó en lante, a su vez, se asociaba a los soldados de su hueste
la actual Veracruz. para sufragar la empresa.
S. Agustín
11 25 AÑO 27 AÑO 30 AÑO 35 AÑO 38 AÑO
1529 Alfinger 1533 S. de Belalcázar 1543 Felipe Gutiérrez 1551-53 F. Aguirre 1530 A. Sedeño
1530 Federmann 1533 D. de Almagro y Diego de Rojas 36 AÑO 1531 Ordás y G. Ortal
1535-38 J. Spira 28 AÑO 1549 J. Núñez de Prado 1544 F. Villagrán 1534 A. de Herrera
13 8
12 9 DE ESPAÑA
1.ª BASE DE EXPANSIÓN
ITINERARIO 1537-39 Federmann
1541 Hutten
1567
1574
Mendaña-Gamboa
Juan Fernández
31 AÑO
1543 Álvar Núñez
1550-52 Valdivia
Alderete
39 AÑO
1568 D. Fernández de
10 7
México
La Habana 1515 1
7
DE LOS 1545 J. de Carvajal
26 AÑO
1595
1605
Mendaña-Quirós
Quirós-Váez
1548- 53 Irala
32 AÑO 37 AÑO
F. Villagrán
40 AÑO
Serpa
14 1541-42 G. Pizarro y de Torres 1573 Juan de Garay 1544 J. Bautista Pastene 1586-96 Antonio de
A FILIPINAS Sto. Domingo 1496
CONQUISTADORES Orellana
1560 Ursúa y
29 AÑO
1535-36 D. de Almagro
33 AÑO
1580 Juan de Garay
1547 J. de Alderete y
F. de Ulloa 41 AÑO
Berrio
15 16 2 L. de Aguirre 1540 P. Valdivia y 34 AÑO 1557 Ladrillero, Cortés y 1574 Juan Fernández
4 38
3 6 1636-37 Francisco Sancho de Hoz 1536 P. de Mendoza, Ojeda
Guatemala 1524 5 39 Hernández Ayolas e Irala
Sta. Marta 1525 Coro 1527
Cartagena 1533 22 23
21
Panamá 25
20 40 Caracas 1567 El encuentro con una población se resolvía de la si-
19 guiente manera: un religioso leía públicamente la Noti-
Sta. Fe de Bogotá 1538
ficación y requerimiento que se ha dado de hacer a los
1 AÑO 1533 Diego de Becerra 24 Para (Belem) 1616
1508 S. de Ocampo 1535 H. Cortés
moradores de las islas en tierra firme del mar océano
1511 D. Velázquez 1537 B. de Tapia Quito 1534 que aún no están sujetos a Nuestro Señor, el llamado
2 AÑO 1537 F. de Ulloa 26
1509 Esquivel 1540 H. de Alarcón Maranhao (S. Luis) 1594 «Requerimiento», creado por las Leyes de Burgos de
3 AÑO 1542 J. Rodríguez Cabrillo 1512 para autorizar la conquista de aquellas poblacio-
1513 N. de Balboa y B. de Ferrelo Pernambuco 1631
27 nes que se negasen a ser evangelizadas. El rechazo a la
1514 P. Dávila 1596 S. Vizcaíno
4 AÑO 14 AÑO A ORIENTE nueva religión y a la autoridad de los monarcas castella-
1509 D. Nicuesa 1527 A. de Saavedra
5 AÑO 1542 R. de Villalobos 28 Lima 1535 nos conllevaba duras amenazas: «Con la ayuda de Dios
1509 A. de Ojeda 1564 M. L. de nosotros entraremos poderosamente contra vosotros,
1525 R. de Bastidas Legazpi-Urdaneta
6 AÑO 15 AÑO Bahía 1549 y os haremos guerra por todas las partes y maneras
1528 J. de Ampues 1523 P. de Alvarado que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obedien-
1529 Alfinger 1524 C. de Olid
1535 Jorge Spira 16 AÑO cia de la Iglesia y de Sus Majestades, y tomaremos
7 AÑO 1527-45 Los Montejos 30 vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los
1508 P. de León 17 AÑO
1512 P. de León 1525 Moreno 41 29 haremos esclavos, y como tales los venderemos y dis-
8 AÑO 1526 Gil G. Dávila 31 Asunción 1537 pondremos de ellos como Sus Majestades mandaren, y
1521 Gordillo 1526 Salcedo Río 1502
1525 V. de Ayllón 18 AÑO 32 os tomaremos vuestros bienes, y os haremos todos los
9 AÑO 1516 Hernán Ponce y
Bartolomé Hurtado DE ESPAÑA males y daños que pudiéramos, como a vasallos que
1512 P. de León Santiago del Estero 1553
1519 A. de Pineda 1520 Gaspar de Espinosa no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y
1528 P. de Narváez 1522 Gil González Dávila y Los tamemes llevaban las cargas
1539 H. de Soto Andrés Niño contradicen; y protestamos que las muertes sobre su espalda. En la época colonial
1522 F. Hernández de 35 33
10 AÑO y daños que de ello se siguiesen sea a se generalizó la condición de
1517 H. de Córdoba Córdoba servidumbre de los indígenas, quienes,
1518 J. de Grijalva 1526 Pedrarias Dávila Santiago 1541
34
vuestra culpa y no de Sus Majesta- «Os en la mayoría de los casos, se
1519 H. Cortés 19 AÑO des, ni nuestra, ni de estos caba- convirtieron en vasallos de los españoles.
1523 F. de Garay 1522 P. de Andagoya
lleros que con nosotros vienen».
sujetaremos
11 AÑO 1524-31 F. Pizarro
36
1565 Menéndez de 20 AÑO
1534 P. de Heredia
Este documento de naturaleza al yugo y
Avilés
12 AÑO 1536 Francisco César religiosa, en realidad resumía obediencia de la
1529-40 N. de Guzmán 1539 Badillo
el derecho de los castellanos a dad, se iniciaban la contienda,
y Ocaña
1540 F. Vázquez de
21 AÑO
1536-39 J. de Quesada apropiarse de la tierra y el tra- Iglesia y de Sus que bajo estas circunstancias
22 AÑO
Coronado
1540 P. de Alvarado 1566 D. Losada
bajo de los indígenas. Si estos Majestades» se convertía en una Guerra
1554 F. de Ibarra 23 AÑO alegaban cualquier disconformi- Justa.
1595 J. de Oñate 1557 Francisco Fajardo
13 AÑO 24 AÑO 37
1532 D. Hurtado de 1536 S. Belalcázar
Mendoza
66 España como Imperio
En la página siguiente, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Moctezuma, emperador de los aztecas; Plano de México en un
grabado perteneciente al Civitates Orbis Terrarum de Braun y Hogenberg, 1582 (Servicio de Geografía del Ejército Español, Madrid); Batalla
de Otumba, pintura anónima que refleja la victoria de los españoles sobre los aztecas en el año 1520 (Museo del Ejército, Madrid); El
gobernador de Cuba, Diego Velázquez, envía a Hernán Cortés al mando de una flota para explorar Yucatán.
El imperio universal de Carlos I 67
68 España como Imperio
p
La virtud principal de los primeros tlatoani Moctezuma II heredó en el año 1503 un
consistió, precisamente, en vender con efi- imperio en plena crisis, en el que los reveses
cacia la noción de que la nueva ideología era militares se sucedían y los conflictos entre
verdadera y absolutamente necesaria. las élites se multiplicaban. Esta situación
Pero como todos los fundamentos ideológicos, puede explicar la rapidez y facilidad con que
el de los aztecas también llegó a su fin. Fue los españoles consiguieron aliarse con los A la derrota sufrida por las huestes
con los emperadores Ahuitzotl y Moctezuma II. pueblos indígenas tributarios de los aztecas y españolas de Hernán Cortés a manos de
Con el fin de reducir los gastos administrati- conquistar, así, Mesoamérica. las tropas aztecas en la noche del 30 de
junio de 1520 a las afueras de Tenochtitlan
(hoy Ciudad de México), se la conoce
como «La Noche Triste».
que, durante la huida, el conquistador se detuvo y lloró enfermedad acabó con buena parte de la población,
junto a un árbol; un episodio que se conoce como «No- a lo que se sumaron varias malas cosechas y proble-
che Triste». Así describe el cronista Francisco López de mas de abastecimiento que provocaron una grave crisis
Gómara, en su Historia general de las Indias, el abati- en la ciudad. Así, no fue difícil que Cortés terminara de
miento del conquistador: «Cortés a esto se paró, y aun conquistar el gran Imperio azteca tan sólo un año des-
se sentó, y no a descansar, sino a hacer duelo sobre pués, reforzado con soldados, armamento y odio.
los muertos y que vivos quedaban, y pensar y decir
el baque la fortuna le daba con perder tantos amigos,
tanto tesoro, tanto mando, tan grande ciudad y reino; La conquista de Perú
y no solamente lloraba la desventura presente, más te-
mía la venidera, por estar todos heridos, por no saber Francisco Pizarro, que había llegado a América de la
adónde ir, y por no tener cierta la guardia y amistad en mano de Nicolás de Ovando, gobernador de La Es-
Tlaxcala; y ¿quién no llorara viendo la muerte y estrago pañola, se convertiría en el principal conquistador del
de aquellos que con tanto triunfo, pompa y regocijo en- Imperio inca. En 1524 se asoció a otros dos conquis-
trado habían?». tadores, Diego de Almagro y Hernando de Luque, para
La aparente derrota de los españoles escondía, sin preparar la conquista del territorio al oeste conocido
embargo, una aplastante victoria. Durante su estancia como «Birú» y ocupado por uno de los estados teocráti-
en Tenochtitlan habían dejado una poderosa arma de cos más importantes de América. Tardaron más de dos
personaje
destrucción: la viruela. En los meses siguientes, esta años en llegar, y el primer contacto con los incas se pro-
Malineli Tenepatl, también llamada La Malinche o Doña murió joven, con menos de treinta años, a causa de
Marina, fue la mujer indígena que ayudó a Hernán la viruela, una de las enfermedades que los españoles
La
Cortés a comunicarse con los aztecas a su llegada habían extendido entre la comunidad indígena.
a Tenochtitlan, el centro del poder azteca. De origen A pesar de la dureza y complejidad de su vida, La
mexica y cultura y lengua náhuatl, se dice que fue Malinche fue convertida por algunos autores nacionalis-
Malinche
esclavizada por otro pueblo indígena, de cultura maya, tas en el símbolo de la traición. Así nació el término
en una de las frecuentes guerras entre los pueblos «malinchismo», que hace referencia a la supuesta
autóctonos de Mesoamérica. Sus amos, los caciques preferencia de los mexicanos por lo extranjero y
de Tabasco, se la ofrecieron a su vez a Cortés, junto no por lo nacional o autóctono. Otros autores, más
con otras mujeres esclavas, después de haber perdido considerados, la encumbraron como la fundadora de
una batalla frente al conquistador. Los españoles la la nacionalidad mexicana, mestiza y abierta al mundo.
bautizaron, le impusieron el nombre de Marina y la
Doña Marina se utilizaron como intérprete en la conquista del Imperio
azteca, gracias a su conocimiento del náhuatl.
ha convertido en En un primer momento, antes de que aprendiera cas-
una figura que tellano, Marina se encargaba de traducir del náhuatl al
maya, y Jerónimo de Aguilar, un náufrago español que
representa a las había sido cautivo de los mayas, traducía del maya al
dujo en Tumbez en 1528. Como en otros muchos luga- caso, Pizarro viajó a Castilla con una buena muestra de
res de América, la estrategia conquistadora consistía, los tesoros que podían encontrarse en Perú. En 1529
primero, en enviar pequeñas expediciones encargadas Carlos V firmó las capitulaciones y nombró a Pizarro
de verificar la existencia de riquezas (oro, plata, ganado, gobernador y capitán general del Perú, mientras que
objetos de lujo, etc.) e identificar a los líderes. Después, Almagro se quedaría con Tumbez.
el conquistador encargado de la expedición regresaba En 1531 comenzó la expedición definitiva. En noviem-
a la Península para firmar con la Corona las capitulacio- bre de 1532 entraron en Cajamarca, donde constataron
nes de conquista, es decir, el contrato que establecía el el vacío de poder que había dejado la muerte del inca
reparto de bienes y poder de lo conquistado. En este Huayna Cápac; sus sucesores, Atahualpa y Huáscar,
Francisco
personaje
Pizarro Pizarro ajustició
al sucesor del
Francisco Pizarro, el capitán que dirigió la conquista
Inca, Atahualpa,
de Perú, nació en Trujillo (Cáceres) en 1478. Hijo a pesar del
natural de un hidalgo de esta ciudad y de una criada
que trabajaba para la familia Pizarro, vivió una infancia
riquísimo rescate:
difícil. Sus biógrafos señalan que no contó con ninguna una habitación
formación y que durante años se dedicó a la cría de
cerdos. En 1492 se trasladó a Sevilla y se convirtió en
llena de oro y
uno de los soldados que, con Gonzalo Fernández de dos de plata.
Córdoba, se encargaría de defender las posesiones
españolas en Nápoles, amenazadas por Francia. Atraído
por las promesas de riqueza del Nuevo Mundo, llegó a
La Española en 1502. De la mano de capitanes como
Alonso de Ojeda o Vasco Núñez de Balboa, participó
en la conquista de territorios en las actuales Colombia y Francisco Pizarro (1478-
1541). Estatua de bronce
Panamá. Su arrojo en la batalla le hizo escalar posiciones erigida en la Plaza Mayor
hasta llegar a ser gobernador de Panamá. Hacia 1524 de su ciudad natal, Trujillo,
comenzó a preparar la conquista de un territorio tan en la provincia extremeña
de Cáceres.
rico como desconocido: el Imperio inca. No consiguió
dominarlo hasta 1534, después de enfrentarse no sólo a
la resistencia indígena, sino a la decidida oposición de los
españoles dirigidos por el capitán Diego de Almagro. Tras
acabar con la vida de este, el hijo de Almagro consiguió
vengar la muerte de su padre: entró en el palacio de
Pizarro en Lima y asesinó al conquistador en 1541.
El imperio universal de Carlos I 71
je
tanto el texto como la fuente de autori-
dad del mismo, y apartó con violencia
la Biblia que le mostraron los sacerdo-
tes españoles. Estos, furiosos, dieron
comienzo a la contienda.
La captura del gobernante terminó
con su asesinato. Según cuentan los
cronistas, Atahualpa ofreció a Pizarro
una sala llena de oro y piedras precio-
sas a cambio de su liberación. Este,
no obstante, rechazó el ofrecimiento,
consciente de que en sociedades teo-
cráticas, y aún más en un contexto de
guerra civil, la eliminación definitiva de
los líderes o gobernantes significaba
la dominación efectiva de toda la po-
blación. Así, Pizarro mandó asesinar a
Atahualpa el 29 de agosto de 1533.
La conquista de Pizarro continuó con
la ciudad de Cuzco, hasta llegar a la ac-
tual Bolivia. En 1535 se fundó la ciudad
de Lima, donde el conquistador deci-
dió establecer su nuevo Gobierno. Du-
rante los primeros años, mientras duró
la resistencia indígena, se mantuvo la
efímera unión entre los españoles. Ha-
cia 1536, sin embargo, se acentuaron
las disputas entre los dos líderes de la
conquista de Perú, que acabaron con Los Trece de la isla del Gallo, de Juan Lepiani, escenifica el momento en
la ejecución de Almagro en 1538, a el que Pizarro y sus compañeros deciden emprender la conquista del
Perú. El cansancio y los peligros del camino hicieron que los soldados
manos del hermano de Francisco, Her- de Pizarro se enfrentaran a una dura decisión al llegar a la llamada isla
nando Pizarro. El hijo de Almagro se del Gallo: seguir durante meses en busca de las riquezas de los incas o
encargaría de vengar a su padre y en regresar a Panamá. Ante la desconfianza de los soldados, el conquistador
actuó de manera firme: trazó una línea en el suelo y les obligó a decidirse.
1541 mató a Francisco Pizarro en su Los trece hombres que atravesaron dicha línea fueron llamados «Los
palacio de Lima. Trece de la Fama» o «Los Trece Caballeros de la isla del Gallo».
La lucha por la tierra
del Renacimiento
Muchos historiadores han interpretado el conflicto
entre Francisco I y Carlos V como el choque de dos
personalidades opuestas. La rivalidad entre los dos mo-
narcas cristianos más poderosos de la época tenía, en
realidad, razones más profundas.
Carlos y sus consejeros consideraban Italia, cuna del
Renacimiento y región cultural y económicamente más
activa del continente, como el centro ideal del Imperio.
En Italia, el emperador había heredado, junto con los do-
minios de la Corona de Aragón, los contrastes que di-
chos dominios provocaban con Francia y que se remon-
taban al siglo XIV, a las guerras con la Corona de Anjou.
Si la mitad meridional de la península estaba en
manos españolas, la mitad norte había ido cayendo
progresivamente en manos francesas. En 1515 Fran- Retrato de Clemente VII, de
cisco I había completado, con la batalla de Marignano, Sebastiano del Piombo.
LA BATALLA DE PAVÍA
El ejército que Francisco I había organizado Los historiadores consideran la batalla de
para arrebatar al emperador el dominio de Pavía como la victoria de la pólvora sobre la
Milán y de Lombardía estaba compuesto por caballería, novedad difícil de aceptar por los
los mejores soldados suizos de la época. contemporáneos, todavía afianzados en los
El rey francés, convencido de que estos ideales caballerescos medievales. Incluso los
garantizarían su victoria, decidió enfrentarse españoles, que habían sido los triunfadores de
en campo abierto a las tropas imperiales en la contienda, definieron el uso de la pólvora
1525. Esta estrategia solía resolverse por el como «un modo de pelear, por si nuevo y
Mapa actual de Italia,
efecto de la fuerza de impacto de la infantería no usitado y sobre todo maravilloso, cruel y con la región de Lombardía
propia sobre la infantería enemiga. Los miserable». destacada.
suizos, en este sentido, no tenían rivales. Sus
soldados eran admirados por su disciplina, su
entrenamiento, su capacidad de resistencia y
su espíritu corporativo.
Junto a esta compacta formación estaba la
temible caballería francesa. A su vez, las tropas
imperiales, dispuestas a defender sus posicio-
nes, disponían de piqueros alemanes y arcabu-
ceros españoles, quienes determinaron el éxito
de la batalla. Estos desplegaron una potencia
de fuego que diezmó la caballería enemiga y
dejó sin protección a la infantería suiza. La batalla de Pavía, mostrando el castillo de Mirabello y una porción del campo de batalla.
esfuerzos financieros de Francisco –se dice que llegó a ducado de Borgoña, mientras que Francisco renuncia-
empeñar sus propias joyas y las de la reina– y el cambio ría a sus objetivos en Milán, Génova y Nápoles.
de actitud del nuevo Papa, Clemente VII, lograron inver- El temor a la hegemonía española en Italia provocó la
tir la relación de fuerzas e inclinaron la balanza a favor formación de una liga compuesta por todos los Esta-
de Francia, que se hizo otra vez con el control de Milán dos italianos, el Papa, los venecianos, los florentinos y
a finales de 1524. los piamonteses alrededor de Francia (Liga de Cognac,
En febrero del año siguiente, las fuerzas del rey fran- de mayo de 1526). En 1527, Génova, con su impo-
cés, acuarteladas cerca de Pavía y confiando en la su- nente flota militar al mando del brillante Andrea Doria,
perioridad hasta entonces indiscutible de la infantería cayó en manos francesas. La flota puso cerco a Nápo-
suiza y de la caballería pesada francesa, atacaron a les y, cuando la ciudad estaba a punto de caer, Carlos
las fuerzas imperiales. Francisco sufrió una humillante logró alejar a Andrea Doria de la causa francesa prome-
derrota, y fue capturado y llevado como prisionero a tiendo al almirante dinero, poder y la restitución de la in-
Madrid en enero de 1526, donde tuvo que aceptar las dependencia de Génova. La paz que siguió a la derrota
condiciones del tratado de paz impuesto por Carlos. francesa, Paz de Cambrai de 1529, confirmaba los tér-
Este obtendría la soberanía sobre Flandes y Artois y el minos del tratado anterior en cuanto a Italia, Flandes
74 España como Imperio
EL SACO DE ROMA
La formación de la Liga de su pequeño ejército al saqueo
Cognac, en mayo de 1526, pro- de la Ciudad Santa, obligando al
vocó uno de los acontecimientos vicario de Cristo a abandonar la
más oscuros y controvertidos de Liga de Cognac. Por su parte, el
la historia moderna: el llamado Papa, cuando la situación volvió
«saco» de Roma, capital espiritual a la normalidad, consideró nulo
del mundo cristiano, por parte de su abandono de la Liga y pidió la
las tropas imperiales en 1527. intervención de su aliado, el rey
La adhesión del papa Cle- de Francia. La reacción de Carlos
mente VII, de la familia de los no se hizo esperar. Antes de que
Saco de Roma, 6 de mayo de 1527, por M. van Heemskerck.
Medici, a una alianza contra el Francisco I y sus aliados pudieran
Imperio había amargado enor- socorrer al Papa, el emperador iglesias romanas suscitó la ira y, en una rabia ciega y devastadora.
memente a Carlos, que se sentía desplazó a Roma un ejército de al mismo tiempo, el apetito de los El saqueo duró cerca de un año
traicionado por el hombre al que 30.000 mercenarios alemanes, soldados, en su mayoría protes- y provocó unas 20.000 víctimas,
había apoyado en su proyecto de y el Pontífice se refugió en la tantes, que llevaban varias sema- casi la mitad de los habitantes de
ser Pontífice. El emperador deci- fortaleza de Castel Sant’Angelo. nas sin recibir su sueldo. Además, la ciudad. Los romanos más ricos,
dió entonces explotar el odio que La ciudad, defendida por tan sólo su jefe, Carlos de Borbón, había los nobles, los comerciantes y los
la poderosa familia aristocrática 5.000 mercenarios suizos, cayó perdido la vida durante el primer cardenales, fueron secuestrados
romana de los Colonna sentía pronto en manos de la tropa im- asalto a la ciudad. Sin un líder y torturados, y posteriormente
hacia la familia de los Medici. El perial. La exuberante riqueza de que los tranquilizara, el ímpetu liberados a cambio de enormes
cardenal Pompeo Colonna mandó las residencias señoriales y de las de los alemanes se transformó sumas de dinero.
Tropas imperiales
Liga de Cognac
España
Sacro
Imperio Reino de República Reino de Estados Ducado República
Romano Francia de Venecia Inglaterra Pontificios de Milán de Florencia
Germánico
y Artois, pero otorgaba a Francisco el con- Si bien los milaneses solían quejarse de los
trol sobre el ducado de Borgoña. Gracias a impuestos exigidos por sus nuevos gober-
la Paz de Cambrai, llamada también «paz nantes (circulaba un dicho según el cual «los
de las dos damas», ya que fue negociada españoles pican en Sicilia, comen en Nápo-
por la reina madre, Luisa de Saboya, y por les y devoran en Milán»), a partir de la Paz
Margarita de Austria, tía de Carlos, se abrió de Cambrai, y hasta finales del siglo XVI, el
para Italia un periodo de paz que duró tres ducado recibió mucho más dinero del que
décadas. Sólo se produjeron dos breves so- pagó en impuestos. Se calcula que Lombar-
bresaltos, en 1538 y en 1542, debido a las día contribuyó con la mitad de los ducados
pretensiones de Francisco sobre el ducado que España pagaba para mantener un Ejér-
de Milán. cito imperial que defendiera sus tierras.
Solimán
impostor. Para él sólo existía un único emperador
universal: él mismo. El sultán simpatizaba con los
Transformó protestantes, y los consideraba cercanos a los
En una época
en la que Inglaterra
y España estaban
enfrentadas
militarmente, Francis
Drake fue considerado
como un pirata por
las autoridades
españolas, mientras
que en Inglaterra se le
Batalla de Préveza, cuadro de Ohannes Umed Behzad. Museo valoró como corsario
Naval de Estambul. A la derecha, Sitio de Argel en 1541, grabado y se le honró
de 1555. como héroe.
4
El imperio
hispánico de
Felipe II
Fresco sobre el Concilio de Trento en el La toma de San Quintín en 1557. Xilografía publicada en la
Palacio Farnesio de Caprarola. Cosmografía de Sebastian Münster (edición de 1598).
82 España como Imperio El imperio hispánico de Felipe II 83
Pese a que la caída de la ciudad dejaba abierto el ca- las ciudades de Metz, Toul y Verdún. Con ello, Felipe
mino hacia París, Felipe decidió no avanzar. El peso de decidió el destino de estos territorios sin que en las ne-
la guerra se hacía sentir en las finanzas del reino, por lo gociaciones participara el emperador, su tío Fernando;
que el rey decidió apostar por un acuerdo general con el imperio que este último dirigía estaría destinado, du-
Francia que alejara durante algunos años la perspectiva rante casi un siglo, a defender las fronteras orientales
de un costoso conflicto armado. de Europa contra los turcos y a poner a disposición
En 1559, después de largas negociaciones, se fir- de los tercios españoles sus caminos hacia el norte
maría una de las paces más importantes de la historia de Europa. El verdadero imperio, y brazo secular de
moderna de Europa: la de Cateau-Cambrésis. Dicho la cristiandad, se había desplazado a occidente, hacia
tratado puso fin a la lucha por la supremacía en Italia; las tierras de Castilla, donde el rey mandó construir, en
Francia renunciaba a sus pretensiones sobre la Pe- honor del santo del día de la batalla de San Quintín, el
nínsula Itálica y sobre los territorios limítrofes con los nuevo centro de su poder: el monasterio de San Lo-
Países Bajos, y España, por su parte, renunciaba a renzo de El Escorial.
Cervantes
Lepanto
Estatua de Miguel de
Cervantes en la Biblioteca
Nacional de Madrid. Cervantes
fue uno de los marinos
cristianos que sirvieron en las
galeras españolas en la batalla
de Lepanto. A la derecha,
ubicación geográfica del lugar
de la contienda.
El imperio hispánico de Felipe II 85
Esta victoria no se saldó con una derrota definitiva de gracias a ello pudieron gozar de un enorme prestigio en
los turcos. Así, al año siguiente, Solimán II logró reunir Europa, donde se presentaron como los defensores de
una poderosa flota para equilibrar el conflicto. Venecia la cristiandad frente a los infieles. En 1575, ante el peso
decidió salir de la Liga Santa en marzo de 1573 y pactó la financiero del mantenimiento de la flota de don Juan, y
cesión de Chipre al Imperio otomano. Por tanto, Lepanto ante la situación cada vez más difícil de los Países Ba-
personaje
fue sobre todo un triunfo de don Juan y de Felipe, que jos, Felipe decidió firmar una tregua con el sultán.
Don Juan
Símbolo del
caballero cristiano
de Austria capaz de vencer al
enemigo turco con
«Estando yo en Alemania (...) hubo un hijo natural de
la fuerza de las
mujer soltera», escribió Carlos V en su testamento. armas y de la fe.
Ese hijo era don Juan de Austria, nacido en 1547 en
la ciudad de Ratisbona. Con pocos meses de vida, el
padre lo separó de la madre, una burguesa alemana
de costumbres un tanto disolutas, y lo trajo consigo héroe de la cristiandad. En 1575 conquistó Túnez y
a España en el séquito de la corte. Creció primero consiguió pacificar las revueltas en Italia. Al año
en el pueblo de Leganés; luego, por voluntad de su siguiente fue enviado a reconquistar las pro-
padre, fue puesto bajo tutela de la familia aristocrática vincias rebeldes de los Países Bajos, lo que
de los Quijada y se crió en el castillo de Villagarcía de marcó el comienzo de su ruina. Don Juan
Campos, cerca de Valladolid. En 1559 fue reconocido estaba convencido de que el verdadero
miembro de la familia real por su hermanastro Felipe enemigo a combatir era Inglaterra,
y, con ello, pasó a llamarse Juan de Austria. También y se dice que empezó a planear
supo que el hombre anciano y enfermo al que había su invasión sin tener en cuenta al
sido presentado dos años antes en Yuste era su padre. rey. Estos desacuerdos avivaron la
A partir de 1559 formó parte de la corte y coincidió natural desconfianza de Felipe y situaron
en la Universidad Complutense con don Carlos, hijo de a don Juan en el centro de las intrigas y
Felipe, y con Alejandro Farnesio, hijo de su hermanastra conspiraciones de sus enemigos. Felipe
Margarita de Parma. En 1568 se ganó la confianza del empezó a ver a su hermanastro a través
rey tras delatar a don Carlos, que quería huir de España de los ojos de su secretario, el poderoso
a los Países Bajos. Además, en 1570 se distinguió por Antonio Pérez, quien acabó convenciendo al
la ferocidad con la que sofocó la rebelión morisca de rey de que la ambición había transformado
las Alpujarras. Ese mismo año, Felipe lo puso al mando al héroe de Lepanto en una amenaza:
de la flota que la Liga Santa enviaría a defender Chipre un general ambicioso dispuesto a dirigir
de la ofensiva otomana. Con tan sólo 24 años se alzó sus tercios contra Madrid y contra el rey.
como el triunfador de Lepanto, el 7 de octubre de Abandonado por este, don Juan, el hijo
1571. La magnitud de esta victoria y los relatos sobre natural de mujer soltera, murió
sus gestas (que él mismo alimentaba), hacían de él un de tifus en octubre de 1578.
La lucha por los Países Bajos
En el momento de la abdicación de Carlos V, en 1555, ya no volvería a poner los pies en los Países Bajos. Esta
los Países Bajos eran el territorio imperial más avan- circunstancia hacía de él un rey extranjero, ajeno a los
zado; una auténtica mina de oro, de la que procedían asuntos internos flamencos. Las sospechas se confir-
las riquezas que habían financiado la conquista de Ita- maron cuando en 1558 se creó el Consejo de Italia, un
lia y los ministros y consejeros que, sobre todo en la organismo que atribuía a Madrid la última palabra en
primera mitad de su reinado, habían acompañado al los asuntos de Sicilia, Nápoles y Milán. Entre la nobleza
emperador. flamenca se multiplicaron los recelos: ¿acabarían los
La lealtad de los Países Bajos a Carlos, un borgoñón, Países Bajos sometidos a España como Italia?
era indiscutida. Con Felipe, sin embargo, la situación A este temor se sumaba el malestar de toda la pobla-
empezó a cambiar. Pese a que el nuevo rey vivió allí ción por los elevados impuestos reales, que perjudica-
desde 1555 hasta 1559, la nobleza flamenca descon- ban fundamentalmente al comercio. Además, a pesar
fiaba de él; con Felipe, los funcionarios españoles e de haber finalizado la guerra con Francia, los tercios
italo-españoles empezaron a ocupar los cargos más seguían acuartelados en las ciudades de las 17 pro-
altos. Tampoco se podía esperar de él esa forma de vincias, molestia nada trivial para sus habitantes, sobre
gobierno directo que había ejercido Carlos con los con- todo de sexo femenino.
tinuos desplazamientos de su corte. Las visitas del em- Sin embargo, un cambio tan repentino como el que se
perador eran tan importantes porque, de ellas, cabía produjo en la década de 1560 no se puede explicar sin
esperar la entrega de algún título, cargo, recompensa, tener en cuenta la irrupción de dos nuevos factores: la
favor, o la reparación de alguna injusticia. crisis económica y la crisis religiosa. Fueron estos dos
Felipe detestaba viajar, y después de haber nombrado elementos los que transformaron el malestar en una re-
regente en 1559 a su hermanastra Margarita de Austria, belión abierta.
La Biblia de Ginebra. Una de las primeras El triunfo de la muerte, de Brueghel el Viejo, pintor holandés de Breda, que expresa
biblias editadas por protestantes, en muy bien la sensación de persecución de la herejía (1562).
francés, Ámsterdam (1669). La edición
recupera la traducción de d’Olivétan de
1535, basada en el texto hebreo y griego.
La
relación
En los Países Bajos, el aumento Uno de los aristócratas más influyen-
de los precios había coincidido con
con este tes de los Países Bajos, el príncipe
una reducción de la actividad de la territorio cambió de Orange, Guillermo de Nassau,
industria textil y de los astilleros. El drásticamente en asumió en 1564 el liderazgo de la
desempleo y la reducción de sala- revuelta. En 1566 los nobles fla-
rios afectaron principalmente a las tiempos de mencos presentaron a la regente
clases inferiores de las ciudades y a Felipe II una petición donde pedían una ma-
los obreros no especializados. yor participación en los asuntos de
Mientras tanto, en el campo religioso, gobierno y el fin de las persecuciones
el anabaptismo que tanto atraía a las cla- contra los «herejes». Al principio, parecía
ses inferiores y repugnaba a las clases altas fue posible llegar a un compromiso, pero en verano
reemplazado por el calvinismo, un movimiento que se de ese mismo año la situación cambió radicalmente:
presentaba abierto a todas las clases sociales. Como muchos conventos e iglesias fueron asaltados y que-
consecuencia, muchos aristócratas empezaron a ver mados por los calvinistas. Los asaltantes, en su mayo-
desde otra perspectiva la represión religiosa ejercida ría procedentes de las clases sociales más afectadas
por la Inquisición de los Países Bajos. Por extraño que por la crisis económica, habían llevado a la práctica uno
pueda parecer, la hoguera de la Inquisición flamenca de los preceptos del calvinismo: la prohibición del culto
parecía mejor que la impartida por la Inquisición espa- a las imágenes.
ñola. La chispa que hizo estallar la revuelta de las pro- La furia destructora del movimiento radicalizó el con-
vincias fue, precisamente, el rumor de que Felipe II se flicto. Felipe se enfrentó a la crisis como si se tratara de
proponía introducir allí la Inquisición española. un ataque directo a su persona. Pese a las súplicas de
personaje
j
Guillermo
Margarita y a la condena pública de
los acontecimientos que hizo Gui-
llermo, el rey decidió seguir el con-
sejo de un eminente miembro de la
de la patria»).
El imperio hispánico de Felipe II 89
ser una pesadilla para todos los gobernantes españo- Flandes es una de
las tres regiones que
les posteriores, que veían que la lucha por el dominio
componen Bélgica,
de Flandes (así se llamaba también a los Países Bajos) junto con Valonia y
requería inmensas cantidades de recursos materiales y la región de Bruselas Flandes
(capital del país y de Bruselas
humanos. Flandes).
Después del rotundo fracaso del duque de Alba, la
Valonia
situación en los Países Bajos fue progresivamente de-
teriorándose. Los españoles llegaron a perder dieciséis
de las diecisiete provincias; no obstante, el nombra-
miento de un nuevo gobernador, el italiano Alejandro Bélgica
Farnesio, y la muerte en 1584 de Guillermo de Orange
hicieron que la situación volviera a ser favorable para los
españoles. Las provincias del sur formaron la Unión de
Arras, fiel al rey de España, y las siete provincias protes-
tantes del norte formaron la Unión de Utrecht.
Los tercios formaban unidades militares de infantería del Ejército imperial de los Austrias. Eran famosos por su valentía y resistencia
y, a menudo, se les comparaba con las legiones romanas. En esta imagen podemos ver cómo alternaban las famosas picas, o lanzas,
con las armas de fuego.
personaje El imperio hispánico de Felipe II 91
de Alba
poderosas de Castilla. Como Guillermo de Orange, de un ejército de 12.000 soldados y 1.200 caballeros.
quien sería su némesis, Fernando dio sus primeros Pese al lema en latín de sus insignias, «pro rege, lege,
pasos como jefe militar junto al emperador Carlos V, grege» (en defensa del rey, de la ley y del pueblo), creó
primero en Italia contra los franceses, y luego en un tribunal llamado por unos «Tribunal de los tumultos»,
Hungría contra los turcos. General a los 25 años, y por otros, «Tribunal de la sangre», y mandó ejecutar
participó en la expedición de Túnez de 1535 y fue sin proceso a muchos de los representantes de las pro-
El objetivo el artífice de la victoria de Mühlberg en 1547. vincias, burgueses o nobles que, aunque siguieran re-
El duque estaba convencido de que no había distinción conociendo a Felipe II como rey, eran de fe protestante.
de un buen alguna entre musulmanes y protestantes: ambos eran La misma severidad fue aplicada hacia la población,
general es enemigos de la única y verdadera religión cristiana, la y el «duque de hierro» se convirtió en el «carnicero
católica. Por ello había que combatirlos como a infieles, de Flandes». Sus seis años de gobierno se saldaron
la victoria. con la máxima severidad y determinación. Quizá esta con miles de muertos civiles y la destrucción de
Ha luchado convicción fue lo que hizo de él, a ojos del rey Felipe II, numerosas ciudades. Ante la imposibilidad de
el mejor intérprete de la política que el monarca debilitar con sus métodos la resistencia protestante,
lo suficiente español había decidido emprender en los Países Bajos. fue relevado del mando por Felipe II en 1573.
La rivalidad
Escudo de
Enrique VIII
de Inglaterra.
con Inglaterra
Durante el reinado de Enrique VIII y los breves gobier- La nueva reina de Inglaterra, Isabel I, emprendió una
nos de sus dos sucesores, Inglaterra siguió siendo una política que sus consejeros definían «única y exclusiva-
potencia secundaria, satélite –a veces no fiable– de los mente inglesa», es decir, libre de las influencias france-
Habsburgo. Esta situación culminó con el matrimonio sas y, sobre todo, españolas. En primer lugar, situó a
en 1554 de María I, reina de Inglaterra, con el toda- Inglaterra en el campo protestante, aboliendo la juris-
vía príncipe Felipe de España. Fue un matrimonio de dicción pontificia y promoviendo un libro de oraciones
corta duración, pues la hija de Enrique VIII y de Catalina único para protestantes y católicos. En segundo lugar,
de Aragón murió en 1558, sin que España hubiera po- emancipó el comercio inglés de la dependencia de
dido beneficiarse de las ventajas de la unión dinástica. España, desplazando las exportaciones de tejidos del
92 España como Imperio
Güeldres
Utrecht
Zelanda
La preparación de la flota y del ejército de invasión, Gravelinas el 8 de agosto 1588, una prudencia y una
a cuyo cargo estaban Farnesio y el marqués de Santa obstinación formidables: evitó enfrentarse con la flota
Cruz, comenzó en 1586. Las dificultades y los inmen- inglesa que perseguía a la armada, y, gracias a ello,
sos costes empezaron a ser evidentes desde el ini- los galeones españoles no encallaron en las playas de
cio: había que desplegar una fuerza compuesta por Dunkerque y no se convirtieron en presa del enemigo.
150 buques, 380 barcos de cargamentos y de soporte, En la batalla sólo se perdieron tres galeones y murieron
90.000 soldados y 2.300 piezas de artillería. El coste 600 soldados.
previsto –que aumentaría rápidamente– era de 4 millo- Lo que influyó en el fracaso final de la misión fue el
nes de ducados. complicado viaje de regreso a España, pues la única
A finales de 1587 Farnesio confesaba a un amigo que manera de evitar otro encuentro con los ingleses era
la empresa de Inglaterra estaba destinada al fracaso. navegar rumbo norte, costeando Escocia e Irlanda. Las
En febrero de 1588 murió el marqués de Santa Cruz y tormentas, los naufragios, las enfermedades, la falta de
fue reemplazado por el duque de Medina Sidonia. Por comida y de equipamiento marcaron esa travesía, en la
más invulnerables que se las considerara, las costas que se perdieron casi la mitad de los barcos y murie-
españolas estaban expuestas a los ataques de los in- ron más de 10.000 hombres. Se calcula que las pérdi-
gleses, como el de Drake en 1587. Y, por más inven- das definitivas sumaron un total de 20.000 hombres y
cible y bendita que se la proclamara, la armada debía 60 buques.
afrontar las inclemencias del tiempo.
La armada zarpó el 30 de mayo de 1588, y entre
agosto y septiembre se cumplió su derrota. Sin em-
bargo, no fue tan estrepitosa como quiso retratarla la
propaganda inglesa. El lugar común que ha sobrevi-
vido hasta nuestros días hace referencia a una inmensa
flota que se hunde delante de Inglaterra debido a las
tormentas, a la pericia de los marineros británicos y a
la cobardía de Medina Sidonia. El duque podía ser un
marino inexperto, incompetente como jefe de una flota,
María I de Inglaterra,
e incluso podía sufrir mareos al viajar por mar, pero re- conocida como María Tudor,
veló en la batalla más importante de la campaña, la de por Antonio Moro.
La
victoria
sobre Inglaterra
habría llevado a la
solución del problema
de los Países Bajos y
a la derrota final del
protestantismo en
Gran Bretaña
ISLAS
SHETLAND
ISLA FAIR Después del fracaso de la armada,
la guerra con Inglaterra continuó sin
ORCADAS
ningún éxito decisivo, ni de un lado
HÉBRIDAS ni de otro. Se realizaron nuevos en-
víos de poderosas flotas hacia la isla
en 1596 y 1597, pero las tormentas
impidieron a los barcos llegar a su
destino. Sin embargo, en la última
década del siglo XVI, los españoles
modernizaron sus navíos y su tác-
tica de guerra. Galeones más lige-
ros y maniobrables, y una artillería
de mayor alcance y precisión, per-
mitieron recobrar el control de las
rutas hacia América y asegurar que
las riquezas de las Indias llegaran
a Cádiz o La Coruña, y no a Ports-
mouth o Bristol.
Londres
Dunkerque
Portland Margate Gravelinas
Plymouth
ISLA DE
Calais
Ruta de la
ISLAS WIGHT Armada
SORLINGAS
Le Havre
Invencible
OUESSANT
Combates en el
canal de la Mancha
Naufragios
La denominación «Armada Invencible»
es acuñada en Inglaterra para referirse
a la Empresa de Inglaterra de 1588,
proyectada por el monarca español para
destronar a Isabel I durante la guerra
anglo-española de 1585-1604. La
armada española fracasó en su misión,
fundamentalmente, a causa del mal
estado de la mar durante su travesía de
La Coruña Santander retorno, los medios y la cartografía de
la época. Sin embargo, la tradición en
el mundo anglosajón sostiene que fue
directamente la flota inglesa quien derrotó
a la armada de España en combate.
personajes
Isabel I
Hija del más complicado de los siete matrimonios Los objetivos de la nueva reina se centraron en la
de Enrique VIII (el celebrado con Ana Bolena), Isabel, solución del problema religioso, la afirmación del poder
nacida en 1533, tuvo una infancia que no presagiaba naval de la isla y la ruptura de la dependencia comercial
su futuro de reina. Después de la ejecución de su con respecto a España. Donde su política tuvo conse-
madre, ordenada por su padre, Isabel fue apartada de cuencias históricas de mayor alcance fue en materia
la corte y desposeída del título de princesa. Recibió comercial y militar. En los 45 años de su reinado (murió
una educación protestante y humanista. El padre se en 1603), la reina, los comerciantes, los industriales, los
reconcilió con ella once años más tarde, en 1544, colonos y los corsarios ingleses formaron un solo cuer-
y la reinsertó en la línea de sucesión después de su po que consiguió crear, prácticamente desde cero, una
hijo varón, Eduardo. Cuando Enrique murió, Isabel nueva potencia marítima mundial. Esta potencia acabó
tenía catorce años y su hermanastro apenas diez. con el monopolio naval hispano-portugués y trasladó al
Pero sobre la sucesión inglesa pesaba la sombra de océano y al Nuevo Mundo la fuerza pujante de una so-
otra hija de Enrique, María, de fe católica y nacida ciedad que era más empresarial, burguesa y mercantil.
en 1516 del matrimonio con Catalina de Aragón.
Fue María la que sucedió a Eduardo en 1553. Su
reinado, caracterizado por el matrimonio con Felipe II, La cólera
las conjuras de palacio y numerosos levantamientos
de los protestantes, duró tan sólo cinco años, tiempo
da ingenio a
que Isabel, «la hereje bastarda», pasó como prisionera los hombres
en la Torre de Londres y en un castillo de la familia.
La muerte de María abrió la sucesión en favor de
apagados, pero los
Isabel, la última soberana de la casa de los Tudor. deja en la pobreza.
En el siglo XVI Inglaterra era una isla hasta entonces trece años. A los veinte era propietario y capitán de un Francis
Drake
apartada de las grandes contiendas mundiales, que barco mercante, y a los veintitrés emprendió su primer
se vio repentinamente proyectada hacia una carrera viaje al Nuevo Mundo. Seis años después, la flota que
por el dominio de las rutas oceánicas. Su principal él dirigía fue interceptada por los españoles cerca del
rival era una potencia tan prestigiosa y aparentemente fuerte mexicano de San Juan de Ulúa. Su empresa
invencible como España. Los corsarios, figuras más llamó la atención de la reina Isabel, que le encargó en
populares y emblemáticas de la época de Isabel I, 1577 circunnavegar las costas de América del Sur;
fueron los héroes de esa contienda y Francis Drake, sin se convertía así en el primer inglés que conseguía dar
duda, fue el más conocido de ellos. Eran propietarios la vuelta al mundo. Sin embargo, a diferencia de Ma-
de barcos y navegantes que se dedicaban a la piratería, gallanes y de Elcano, los intereses de Drake no tenían
pero atacando sólo a los enemigos de su país. Drake, nada que ver con los descubrimientos geográficos, con
nacido en 1540, empezó su carrera de marino a los la ciencia ni con las técnicas de navegación, sino con
los tesoros de los galeones españoles: joyas, especias,
oro, plata y cofres llenos de monedas reales. Cuando
DOMINIOS EUROPEOS
Y NORTEAFRICANOS DE
FELIPE II HACIA 1580
PAÍSES
BAJOS
Amberes
OCÉANO FRANCO
Azores ATLÁNTICO CONDADO
MILANESADO
Milán
NAVARRA
Madrid
ARAGÓN
PORTUGAL
Barcelona Nápoles
Lisboa CASTILLA Cerdeña
Sevilla Baleares
NÁPOLES
Palermo
Madeira Sicilia
Tánger Orán
Melilla
Casablanca
MAR
Mazagán
MEDITERRÁNEO
Canarias Santa Cruz
Agadir
tras la muerte sin descendencia del rey Sebastián fa- ellas apoyada por Inglaterra– el rey se encargó de que
vorecía a Felipe, hijo de Isabel, que a su vez era hija la plata americana del Imperio llegara a las Cortes por-
de Manuel I, rey de Portugal entre 1495 y 1521. Para tuguesas. Y, por si fuera poco, en 1580 ordenó que las
terminar de descartar las demás opciones –alguna de tropas del duque de Alba invadieran el reino vecino.
98 España como Imperio
La búsqueda
de la paz
En 1566 Felipe II había escrito al Papa: «Antes de beranía de los Países Bajos en favor de su sobrino y
tolerar que se haga la mínima ofensa a la religión y al yerno, Alberto, miembro de la rama austriaca de los
servicio de Dios, preferiría perder todas mis posesiones Habsburgo (era hijo del emperador Maximiliano II y ma-
o cien vidas, si las tuviera». Coherente con sus ideas, rido de la infanta Isabel).
Felipe, para defender los Países Bajos meridionales, A la muerte del Rey Católico, el archiduque Alberto
había acabado con gran parte de los recursos de la tomó las riendas de la política exterior de España.
Corona. Unos meses antes de morir, renunció a la so- Después de concluir una «paz que salvaba el honor»
personaje
Ambrosio
Doce Años y, cuando se reanudó la contienda, llevó a
Spínola
cabo su victoria más prestigiosa, la toma de Breda.
Todo el Palatinado sujetaste Sin embargo, no fue nunca partidario del conflicto, lo
al monarca español, y tu presencia que le supuso la creciente hostilidad de Olivares. Spíno-
la, a falta de dinero real, solía financiar las operaciones
al furor del hereje fue contraste. militares de su propio bolsillo. Esta circunstancia fue
aprovechada por sus enemigos en la corte (detrás
Famoso por la toma de Breda y por el lienzo de de los cuales estaba el mismo conde-duque), que
Quevedo Velázquez, el general Ambrosio Spínola pertenecía a hicieron circular el rumor de que quería la paz sólo
una antigua familia de la aristocracia genovesa. Los para recuperar el dinero que había prestado al rey. En
Spínola, eternos rivales de otra poderosa familia, la 1628 Olivares aprovechó la caída en manos rebeldes
de los Doria, gobernaban la república de Génova de una irrelevante ciudad cerca de Breda para relevar a
desde el siglo X. Como acreedores del rey de España, Spínola del mando de las tropas españolas. El general
gozaban en la corte de una gran influencia. fue destinado a Italia, donde, siempre «adelantando»
General a los 34 años, Spínola se había distinguido los gastos a la Corona española, contribuyó en 1630
como excelente jefe militar, especializado, más que en como gobernador de Milán al sitio de la ciudad de
batallas en campo abierto, en operaciones de cerco Casale y a la tregua con Francia. Murió ese mismo
a las ciudades. Su primera empresa fue la conquista año, sin recuperar el dinero empeñado a favor de
del puerto de Ostenda, a la que siguieron victoriosos la causa del rey de España. Todo lo que le quedó al
sitios de distintas ciudades en Flandes occidental vencedor de Breda fue el título de Marqués de los
y Brabante septentrional. Negoció la Tregua de los Balbases, un despoblado municipio cerca de Burgos.
con Inglaterra en 1604, dedicó todos sus esfuerzos a gular de 300.000 ducados mensuales, podemos conti-
cerrar la guerra contra las provincias rebeldes de los nuar las operaciones (...). Pero semejante esfuerzo su-
Países Bajos. Se sirvió para ello de un general ita- pera los recursos de España. Por tanto no queda otra
liano, Ambrosio Spínola, quien, al llegar a Bruselas opción: acabar esta larga y costosa guerra».
en 1604 –se pagó él mismo el viaje, a falta de En tiempos de Felipe II esta franqueza habría llevado
dinero real–, no tardó en darse cuenta de que a Spínola al cadalso, pero en la primera década del si-
la prosecución de la guerra –demandada glo XVII, la simple aritmética del general conducía irre-
con insistencia en la corte madrileña– era mediablemente a la paz, que fue firmada en 1609. Aun
una locura que habría puesto en peligro así, no se trató de una paz a todos los efectos, como
la misma «independencia» de los Países habrían esperado Spínola y Alberto, sino de una tregua
Bajos meridionales (también conoci- cuya duración se fijó en doce años. La guerra había
dos como Flandes o Bélgica). Spí- sido descartada y la tregua permitía ganar tiempo y re-
nola hizo frente común con el archi- cursos para llevar a cabo las reformas que necesitaba el
duque y apoyó las negociaciones Imperio. ¿Quién se encargaría en Madrid de esta labor?
emprendidas con los rebeldes: La inesperada muerte de Felipe III en 1621 dejó para su
«Si Vuestra Majestad puede hijo y sucesor la difícil tarea de qué hacer después de la
asegurarme el envío re- Tregua de los Doce Años (1609-1621).
Archiduque
Alberto de
Austria.
La ilusión de la fuerza
En 1621 la paz tenía los días contados, en todos los sobre Alsacia, Tirol y Valtellina, así como el control del
sentidos. La tregua con las Provincias Unidas acababa Palatinado.
de expirar. Ese mismo año, el archiduque Alberto, par- Pensando en los éxitos militares recién conseguidos,
tidario de la paz, moría sin herederos. Los Países Bajos los partidarios de la guerra, con Olivares a la cabeza,
meridionales perdían su independencia formal y volvían miraban con recelo el éxito económico de la ciudad de
a manos de la Corona española. Un acontecimiento Ámsterdam. ¿Cómo era posible que una aldea perdida
relevante había ocurrido en los años de la tregua: en en los pantanos de Holanda se hubiera convertido en
1618 había estallado un conflicto en Alemania entre tan sólo 40 años en una ciudad capaz de eclipsar en
católicos y protestantes, lo que daría pie a la Guerra esplendor a Génova, Venecia o Lisboa? Si en 12 años
de los Treinta Años (1618-1648). España había entrado de paz los herejes holandeses habían conseguido al-
con ventaja en la contienda junto al nuevo emperador, canzar ese poder, ¿qué hubiera pasado con una tregua
el católico Fernando II, y había conseguido la soberanía más larga? La respuesta a esta pregunta llevaba a la
LA FORTALEZA DE BREDA
Breda era una de las ciudades más antiguas
de los Países Bajos. Desde finales del siglo XIV
había sido un feudo de la familia de los
Nassau. Prueba de la riqueza de la ciudad
era la iglesia de Nuestra Señora, verdadera
joya del gótico septentrional. En 1590 cayó
en manos de los holandeses, lo que supuso
una humillación para los españoles. Un grupo
de soldados rebeldes se habían introducido
en la ciudad, escondidos en un barco que
transportaba turba, y se habían adueñado de
una fortaleza aparentemente inexpugnable de
tan sólo 70 hombres. La ciudad tenía un doble
valor: simbólico y estratégico (desde Breda se
controlaban las vías de acceso por tierra a la
provincia rebelde de Zelanda).
Para su reconquista, Ambrosio Spínola
movilizó a un ejército de casi 40.000 hombres
en agosto de 1624. Al cabo de diez meses de
asedio y hambre, Breda se rindió. La Rendición de Breda o Las lanzas, pintado por Velázquez en 1634.
108 España como Imperio
LA DEFENESTRACIÓN Praga
conclusión de que la misma exis-
tencia del Imperio habría estado en
DE PRAGA
peligro. Así, para defenderlo de los
«efectos de la paz», Olivares lo ex-
puso a los efectos de la guerra.
Olivares estaba convencido de po-
En 1609, en el contexto de los conflictos el comité encargado de velar por la correcta der contar con una serie de circuns-
religiosos que agitaban el Sacro Romano aplicación de la Carta de majestad. Ante la tancias favorables: la fuerza militar
Imperio (o Imperio germánico), el entonces negativa de la Administración, algunos de España todavía era superior a la
emperador y rey de Bohemia, Rodolfo II, había «alcaldes» y «ediles» protestantes irrumpie- de las Provincia Unidas, las vías de
reconocido en un documento conocido como ron en el palacio real de Praga, en busca de comunicación entre Italia y Flandes
«Carta de majestad» el principio de la libertad dos nobles católicos miembros del gobierno no habían sido nunca tan seguras;
de culto. Esto significaba que los súbditos que del reino y enemigos declarados de dicha los Habsburgo españoles y austria-
no tuvieran iglesias podían construirlas en las Carta. cos actuarían como un único Estado
ciudades y tierras de la Corona. Los católicos, En Bohemia era costumbre solucionar los y Francia e Inglaterra se mantendrían
que ya disponían de ellas, se opusieron a esta conflictos políticos y religiosos defenes- neutrales.
medida y aprovecharon la sucesión al trono trando, es decir, tirando por la ventana a los Dicha superioridad militar culminó
de Bohemia para ganarse en 1617 el apoyo adversarios, así que los dos nobles volaron, en 1625 con la caída de Breda. Esta
del rey «designado», Fernando, un católico junto con un inocente escribano, desde una victoria desencadenó en los españo-
intransigente. altura de 14 metros. Se salvaron todos. Los les la ilusión de la fuerza, aunque el
El conflicto estalló cuando algunas aldeas protestantes dijeron que los tres habían auge de Holanda era cada vez más
protestantes vieron negado su derecho a aterrizado encima de un cúmulo de estiércol; evidente. En 1628 la «flota de Indias»
construir iglesias, bajo el absurdo pretexto de los católicos, que se habían salvado gracias fue aniquilada y el «tesoro», esto es,
que sus tierras no pertenecían a la ayuda de un ángel. Era el 25 de mayo la plata de América, cayó en manos
a la Corona. Los repre- de 1618. Con la defenestración de Praga dio de los rebeldes. En 1629 la conquista
sentantes de dichas comienzo la Guerra de los Treinta Años, en holandesa de la ciudad de Boscodu-
aldeas pidieron la que murieron más de tres millones cale trasladó el conflicto al territorio
que se reuniera de personas. más septentrional de Brabante, es
decir, al corazón de los Países Ba-
jos meridionales; ahora eran los ho-
landeses quienes amenazaban con
conquistar los territorios españoles.
Rodolfo II de
Habsburgo.
Ciudades imperiales
Batallas
Soberanía francesa
Respuesta francesa
a partir de 1636
Posesión de tres obispados
reconocida a Francia Límites del Sacro
REINO REINO
Imperio en 1618 DE DE
Paz de los Pirineos (1659)
Países reconocidos NORUEGA SUECIA
Adquisiciones de Francia como independientes
LIVONIA
Riga
REINO DE ESCOCIA
REINO
DE Copenhague
IRLANDA DINAMARCA DUCADO
POMERANIA DE
POMERANIA ORIENTAL PRUSIA
OCCIDENTAL
REINO DE
INGLATERRA PROVINCIAS
BRANDEBURGO
UNIDAS WESTFALIA
REINO
DE
POLONIA
Dunkerque 1658 (ingl.) PAÍSES BAJOS BAJO BOHEMIA SILESIA
ESPAÑOLES PALATINADO
Corbie
Verdún
ALTO
Metz PALATINADO
París
LORENA AUSTRIA
Toul
REINO DE BAVIERA
FRANCIA HUNGRÍA
FRANCO SUNDGAU
Saint Jean de Losne
CONDADO
CHAROLAIS SUIZA
SABOYA
MILANESADO
IMPERIO
TOSCANA OTOMANO
Isla de Lérins
Perpiñán 1642 1638 ESTADOS
ESPAÑA PONTIFICIOS
ROSELLÓN CÓRCEGA
CATALUÑA REINO DE
NÁPOLES
El Imperio en tiempos del Barroco 111
Estatua ecuestre de
Felipe III en la Plaza
Mayor de Madrid.
El Imperio en tiempos del Barroco 113
el Piadoso
Lerma
Felipe III (1578-1621), artífice de la Pax Hispanica, después, siguiendo las recomendaciones de su
no ha sido bien valorado por la historiografía, que ambicioso valido, trasladó la corte de Madrid a Para no morir
ha tendido a destacar en él su carácter indolen- Valladolid, donde permaneció hasta 1606. El regreso a
te y su amor por la caza antes que su deseo de Madrid coincidió con momentos decisivos de la cultura
ahorcado,
cerrar los conflictos bélicos que durante el reinado española: en 1616 Miguel de Cervantes publicaba El el mayor ladrón
de su padre tanto desgastaron al Imperio. Quijote. También en la primera década del siglo XVII
Nació en Madrid el 14 de abril de 1578 y fue el Lope de Vega y Luis de Góngora demostraban su
de España,
último hijo sobreviviente de Felipe II y de su cuarta maestría literaria. En 1619 el arquitecto Juan Gómez se viste de
esposa, Ana de Austria. Su esmerada educación, de Mora terminó las obras de la Plaza Mayor de
religiosa y artística, le forjó un carácter sereno, que Madrid. Es en esta plaza donde podemos encontrar colorado.
puede explicar su decisión de confiar el Gobierno hoy la estatua ecuestre de Felipe III comenzada por
a su valido, el duque de Lerma. En 1599 contrajo el escultor italiano Juan de Bolonia (Giambologna)
matrimonio con su prima Margarita de Austria, y terminada por su discípulo Pietro Tacca en 1616. Copla popular
con quien tuvo ocho hijos; el tercero de ellos sería En un principio su destino iba a ser la Casa de
Felipe III a caballo, de Velázquez coronado como Felipe IV a su muerte, en 1621. Campo, pero definitivamente se ubicó en la céntrica
(1634-35). Museo del Prado, Madrid. Su reinado comenzó en 1598. Tan sólo dos años plaza madrileña en 1848, por orden de Isabel II.
Retrato ecuestre del duque de Lerma, de Rubens (1603).
Museo del Prado, Madrid.
Quiere en las venas del Inglés tu espada Nacido en 1550, don Francisco Gómez de Sandoval y actuaba como consejero del monarca, gober-
Matar la sed al Español sediento, Rojas, cuarto conde de Lerma, pertenecía a una familia nando a través de él o en ausencia de este.
noble de bajo rango y de escasa fortuna que había El duque se mantuvo en el poder durante veinte años.
Y en tus armas el Sol desde su asiento ocupado cargos secundarios en las cortes de Carlos V El historiador John Elliott escribe sobre este personaje:
Mira su lumbre en rayos aumentada. y de Felipe II. Su rápido ascenso al poder se debió a «Lerma había descubierto que el medio mejor para
la habilidad con la que don Francisco supo ganarse conservar el poder era abstenerse de su ejercicio». Su
la confianza del futuro rey: el apático e irresponsable gobierno, basado en el nepotismo, la corrupción y la dis-
Francisco de Quevedo Felipe III. Este heredó la corona en 1598 y delegó tribución de favores, cargos, pensiones y privilegios, aca-
inmediatamente en Lerma todas las tareas de gobierno, bó en 1618. Ese año, Lerma, que había acumulado una
nombrándole duque en 1599. Cincuenta años antes, inmensa fortuna personal, cayó víctima de las intrigas de
Carlos V había recomendado a su hijo: «Elige bien tus corte orquestadas por su propio hijo (¡y sucesor!), el du-
consejeros y nunca confíes en ellos». Ahora, su nieto que de Uceda. Sus enemigos pidieron su cabeza, pero
desatendía este precepto y entregaba todo el poder a un logró salvar la vida: había comprado al papado el título
miembro de la corte, y ni siquiera a uno de alto linaje. de cardenal. En las calles de Madrid circuló una copla
Con Lerma comenzó la práctica de la privanza que hacía alusión a este hecho: «para no morir ahorca-
o valimiento. El valido, sin ser un cargo oficial, do, el mayor ladrón de España, se viste de colorado».
El Imperio en tiempos del Barroco 115
Felipe IV el Grande
Si nuestro
Felipe IV era hijo de Felipe III y de Margarita de Austria. la poesía y, por supuesto, las diversiones de corte.
ejército mata,
Nació en Valladolid en 1605 y se convirtió en rey Quizá lo que más se recuerda de este rey es su mata a un vasallo
con tan sólo 16 años. De su formación en el arte de desordenada vida amorosa. Según cuentan sus
gobernar se encargó personalmente el conde-duque biógrafos, Felipe IV prefería su aposento en el Corral
de Su Majestad,
de Olivares, y los dos asumieron como modelo para el de la Cruz (el teatro más importante de Madrid) a su y si ellos matan,
reinado a Felipe II. Sin embargo, a pesar de sus buenas silla en el Consejo de Estado; y la compañía de las
intenciones y de sus cualidades, el nieto no tuvo ni la actrices a la de los veteranos de Flandes. Sin embargo,
matan a un vasallo
capacidad de trabajo ni la seguridad en sí mismo que Felipe IV fue un excelente mecenas y uno de los y a un soldado.
tenía su abuelo. Pese a la insistencia de Olivares, que mayores coleccionistas de arte de todos los tiempos.
no quería parecer un «favorito» sino un funcionario al Entre sus protegidos figuran literatos como Lope de
servicio de la Monarquía, el joven rey se fue poco a Vega o Calderón de la Barca, y pintores españoles
poco desinteresando de la política y su ministro tuvo y extranjeros de la talla de Velázquez o Rubens. Sin
que hacerse cargo directamente de los principales la figura de este rey, una visita al Museo del Prado
asuntos de Estado. Otras pasiones empezaron a duraría mucho menos y la Compañía Nacional de Teatro
ocupar el tiempo del monarca: el teatro, la pintura, Clásico tendría un repertorio mucho más limitado. El conde-duque de Olivares a caballo, de
Velázquez (1634). Museo del Prado, Madrid.
Conde-duque de El conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, contaba y llevó a cabo su política a través de la todopoderosa
Olivares
con muchas de las cualidades que habrían deseado Junta de Ejecución, que él mismo presidía. Olivares
para sí Lerma, Felipe III y hasta el mismo Felipe IV. era consciente de que las reformas que necesitaban
Olivares era dinámico, brillante, enérgico y optimista. España y el Imperio eran improrrogables, de modo
Vive, ¡oh Felipe! en celestial palacio, Sabía defender sus ideas (y tenía muchísimas) y que se mostró radical, intransigente y tenaz en la
convencer a los adversarios. Llegó al poder con persecución de sus objetivos. La tragedia para España
pues a tu admiración el cielo atento, 34 años, pero no tuvo que mendigar el apoyo de fue que todas sus cualidades fueron puestas al servicio
la gran nobleza porque formaba parte de ella. de un proyecto equivocado: la afirmación definitiva
la tierra te da Isidro, el fuego Ignacio, Hijo del embajador español en el Vaticano, nació en del poder de España en Europa. No consiguió llevar a
Francisco el mar, cuando Teresa el viento. Roma en 1587. Pertenecía a una rama menor de la cabo la mayoría de las grandes reformas que se había
familia de los Medina Sidonia, los Guzmán y Pimentel. propuesto. Tampoco logró mantener a Portugal dentro
Llamado a corte por Lerma y por el hijo de este, el del Imperio y estuvo a punto de perder Cataluña.
Calderón de la Barca duque de Uceda, Olivares despreciaba a los viejos Apartado del poder y expulsado de la corte en enero
ministros de Felipe III y su forma de hacer política. Una de 1643, fue «invitado» a retirarse a Toro. Allí llegó
vez instalado en el poder gracias al apoyo de su tío y el 20 de junio del mismo año. Gregorio Marañón
mentor, Baltasar de Zúñiga, liberó el Gobierno de las reconstruye la llegada del conde-duque a la ciudad
farragosas estructuras del sistema de los Consejos, que castellana: «En una calle, después de haber pasado,
fueron sustituidos por pequeñas juntas especiales o se oyó la voz de un niño que decía “Vítor al conde de
permanentes compuestas por funcionarios profesiona- Olivares” (...). Poco más adelante salió una vieja de la
Felipe IV a caballo, de Velázquez les de su confianza. Redujo las reuniones del Consejo puerta de su casa y le dijo: “Sea V.E. muy bien venido
(1635-1636). Museo del Prado, Madrid. de Estado, presididas por el rey, a una mera formalidad, a esta tierra”». Murió en 1645, a los 58 años de edad.
personaje
El cardenal
Richelieu El fracaso de las reformas
Alarmado por el éxito de los holandeses, Olivares se
El peor enemigo de Olivares no era ni holan- en 1628, aplastó la revuelta de los calvinistas (los puso manos a la obra. Intentó reformar la economía
dés, ni alemán, ni protestante, sino un católico hugonotes) y concentró en su persona poderes dictato- castellana impulsando la producción agrícola y el co-
francés: Armand-Jean du Plessis, cardenal de riales para aumentar las entradas del Estado y vencer mercio; intentó reformar el sistema fiscal creando nue-
Richelieu y primer ministro del rey de Francia. la resistencia de los Parlamentos locales. En cuanto vas fuentes de entradas para el Estado; y, finalmente,
Curiosamente, las carreras de Olivares y de Richelieu se a su política europea, Richelieu consiguió contrastar intentó reformar el Imperio llamando a participar de sus
desarrollaron en paralelo. El ascenso al poder de ambos la hegemonía española en el continente apoyando costes y beneficios a todos los reinos que formaban
se había producido en la segunda década del siglo y a los enemigos de los Habsburgo en Alemania y en parte de él. En todos los ámbitos, el proyecto de Oliva-
en circunstancias parecidas. Como Felipe IV, también los Países Bajos, y arrebatar a esta dinastía austriaca Es bien cierto que res resultó un rotundo fracaso.
el rey de Francia era muy joven. Luis XIII tenía 24 años vastos territorios fronterizos en Italia y en el Imperio En primer lugar, la economía castellana estaba limi-
cuando otorgó a Richelieu la dirección del Consejo alemán, lo que condicionaría la victoria de Francia
los españoles aspiran tada por la existencia de juros y censos, esto es, obliga-
de Estado. Como Felipe IV, también Luis soñaba con en la última fase de la Guerra de los Treinta Años. al dominio mundial, ciones del Estado puestas en circulación para aumentar
la gloria para su reino y el poder absoluto para él Richelieu murió en mayo de 1642, dejando al las entradas de la Corona. Dada su seguridad y su alta La sublevación de Cataluña comienza por el malestar que
mismo. Y, como Olivares, también el cardenal prometió rey las cuatro nuevas naciones de Alsacia, Artois,
como que, hasta rentabilidad, aquellos que contaban con capital pre- generaba en la sociedad catalana la presencia de tropas,
generalmente castellanas, en las guerras entre Francia y España.
ambos anhelos a su monarca. Pero, a diferencia del Rosellón y Piñerol, y a los franceses y al resto del ahora, lo único que ferían invertirlo en juros y censos antes que en el co-
español, Richelieu, al término de su carrera política, mundo la Académie Française, la Sorbona, las obras mercio, la industria y la agricultura; de ahí la ausencia
había cumplido con sus promesas: Francia se había de Corneille y el Pabellón del Reloj del Louvre. lo ha evitado son de una clase empresarial castellana que apoyara el también como rey de Aragón, de Portugal, de Navarra,
transformado en una monarquía absoluta y su soberano lo disperso de sus proyecto del conde-duque. Es más, demostrando la de Nápoles, de Flandes o de Valencia era el respeto de
era considerado el más poderoso de Europa. Además, incoherencia de sus buenas intenciones, Olivares con- las leyes e instituciones de esos reinos.
dominios y lo escaso fiscó a menudo la plata de América destinada a los co- El primer paso para la realización de esta reforma se
merciantes sevillanos, arruinando con ello a la próspera dio con el plan de Unión de Armas, propuesto a las
de su número. burguesía andaluza. Cortes de Cataluña, Valencia y Aragón en 1626. El plan
En segundo lugar, el sistema fiscal castellano era incluía un detallado listado de los soldados que cada
«alérgico» a la tasación directa. No se introdujo ningún parte del Imperio tenía que aportar para la defensa del
impuesto sistemático sobre la riqueza y, a cambio, se conjunto. Los miembros de las Cortes hicieron notar a
El Pabellón del Reloj del Museo mantuvieron en vigor un sinfín de impuestos sobre los Olivares que ningún estatuto preveía una provisión de
del Louvre fue realizado por el gran
arquitecto francés Le Mercier, que
contratos de venta y sobre los géneros alimenticios. sus soldados para servir fuera de sus fronteras. En rea-
también diseñó el castillo y la ciudad Para obtener dinero de los nobles y del clero, Olivares lidad, las tres Cortes se dieron cuenta de que la Unión
de Richelieu. Estos proyectos anuncian tuvo que recurrir a un repertorio de medidas de Armas ocultaba un proyecto más amplio:
los esplendores de Versalles, en
arbitrarias e improvisadas, como la expro- imponer en todo el Imperio un mismo rey,
su rechazo del gusto barroco y su
adopción de un estilo clásico. piación de las rentas, la imposición de
Olivares una misma ley y una misma moneda.
donativos o la retención del sueldo pretendía Los costes que implicaría la acepta-
de los funcionarios. Estas medidas crear una ción de este proyecto eran, en el
ni equilibraron ni sanearon el sis- presente, la aportación de hom-
tema fiscal; sólo aumentaron la Monarquía basada bres; en el futuro, la aportación
hostilidad de las clases privilegia- en la unidad jurídica de dinero para la defensa del
das hacia su figura. Imperio; y, tarde o temprano, la
y administrativa
El precio que el rey de Castilla te- reducción de los reinos al sistema
nía que pagar para ser reconocido de todos sus y a las leyes de Castilla.
territorios
personaje
El cardenal
Richelieu El fracaso de las reformas
Alarmado por el éxito de los holandeses, Olivares se
El peor enemigo de Olivares no era ni holan- en 1628, aplastó la revuelta de los calvinistas (los puso manos a la obra. Intentó reformar la economía
dés, ni alemán, ni protestante, sino un católico hugonotes) y concentró en su persona poderes dictato- castellana impulsando la producción agrícola y el co-
francés: Armand-Jean du Plessis, cardenal de riales para aumentar las entradas del Estado y vencer mercio; intentó reformar el sistema fiscal creando nue-
Richelieu y primer ministro del rey de Francia. la resistencia de los Parlamentos locales. En cuanto vas fuentes de entradas para el Estado; y, finalmente,
Curiosamente, las carreras de Olivares y de Richelieu se a su política europea, Richelieu consiguió contrastar intentó reformar el Imperio llamando a participar de sus
desarrollaron en paralelo. El ascenso al poder de ambos la hegemonía española en el continente apoyando costes y beneficios a todos los reinos que formaban
se había producido en la segunda década del siglo y a los enemigos de los Habsburgo en Alemania y en parte de él. En todos los ámbitos, el proyecto de Oliva-
en circunstancias parecidas. Como Felipe IV, también los Países Bajos, y arrebatar a esta dinastía austriaca Es bien cierto que res resultó un rotundo fracaso.
el rey de Francia era muy joven. Luis XIII tenía 24 años vastos territorios fronterizos en Italia y en el Imperio En primer lugar, la economía castellana estaba limi-
cuando otorgó a Richelieu la dirección del Consejo alemán, lo que condicionaría la victoria de Francia
los españoles aspiran tada por la existencia de juros y censos, esto es, obliga-
de Estado. Como Felipe IV, también Luis soñaba con en la última fase de la Guerra de los Treinta Años. al dominio mundial, ciones del Estado puestas en circulación para aumentar
la gloria para su reino y el poder absoluto para él Richelieu murió en mayo de 1642, dejando al las entradas de la Corona. Dada su seguridad y su alta La sublevación de Cataluña comienza por el malestar que
mismo. Y, como Olivares, también el cardenal prometió rey las cuatro nuevas naciones de Alsacia, Artois,
como que, hasta rentabilidad, aquellos que contaban con capital pre- generaba en la sociedad catalana la presencia de tropas,
generalmente castellanas, en las guerras entre Francia y España.
ambos anhelos a su monarca. Pero, a diferencia del Rosellón y Piñerol, y a los franceses y al resto del ahora, lo único que ferían invertirlo en juros y censos antes que en el co-
español, Richelieu, al término de su carrera política, mundo la Académie Française, la Sorbona, las obras mercio, la industria y la agricultura; de ahí la ausencia
había cumplido con sus promesas: Francia se había de Corneille y el Pabellón del Reloj del Louvre. lo ha evitado son de una clase empresarial castellana que apoyara el también como rey de Aragón, de Portugal, de Navarra,
transformado en una monarquía absoluta y su soberano lo disperso de sus proyecto del conde-duque. Es más, demostrando la de Nápoles, de Flandes o de Valencia era el respeto de
era considerado el más poderoso de Europa. Además, incoherencia de sus buenas intenciones, Olivares con- las leyes e instituciones de esos reinos.
dominios y lo escaso fiscó a menudo la plata de América destinada a los co- El primer paso para la realización de esta reforma se
merciantes sevillanos, arruinando con ello a la próspera dio con el plan de Unión de Armas, propuesto a las
de su número. burguesía andaluza. Cortes de Cataluña, Valencia y Aragón en 1626. El plan
En segundo lugar, el sistema fiscal castellano era incluía un detallado listado de los soldados que cada
«alérgico» a la tasación directa. No se introdujo ningún parte del Imperio tenía que aportar para la defensa del
impuesto sistemático sobre la riqueza y, a cambio, se conjunto. Los miembros de las Cortes hicieron notar a
El Pabellón del Reloj del Museo mantuvieron en vigor un sinfín de impuestos sobre los Olivares que ningún estatuto preveía una provisión de
del Louvre fue realizado por el gran
arquitecto francés Le Mercier, que
contratos de venta y sobre los géneros alimenticios. sus soldados para servir fuera de sus fronteras. En rea-
también diseñó el castillo y la ciudad Para obtener dinero de los nobles y del clero, Olivares lidad, las tres Cortes se dieron cuenta de que la Unión
de Richelieu. Estos proyectos anuncian tuvo que recurrir a un repertorio de medidas de Armas ocultaba un proyecto más amplio:
los esplendores de Versalles, en
arbitrarias e improvisadas, como la expro- imponer en todo el Imperio un mismo rey,
su rechazo del gusto barroco y su
adopción de un estilo clásico. piación de las rentas, la imposición de
Olivares una misma ley y una misma moneda.
donativos o la retención del sueldo pretendía Los costes que implicaría la acepta-
de los funcionarios. Estas medidas crear una ción de este proyecto eran, en el
ni equilibraron ni sanearon el sis- presente, la aportación de hom-
tema fiscal; sólo aumentaron la Monarquía basada bres; en el futuro, la aportación
hostilidad de las clases privilegia- en la unidad jurídica de dinero para la defensa del
das hacia su figura. Imperio; y, tarde o temprano, la
y administrativa
El precio que el rey de Castilla te- reducción de los reinos al sistema
nía que pagar para ser reconocido de todos sus y a las leyes de Castilla.
territorios
Derrotas y rebeliones
Las guerras europeas en Alemania y en los Países Ba- riores a su elevado coste. La alianza con los Habsburgo
jos se habían mantenido en una situación de equilibrio de Austria se había estrechado como en los tiempos de
hasta 1635. La guerra en Alemania, que al principio Carlos V y se habían conquistado nuevos territorios. Pero
(1619) había parecido una rencilla entre monarcas cató- la situación cambió en 1635 cuando el rey de Francia se
licos y protestantes por el control de las tierras eclesiás- alió con los holandeses y con los protestantes alemanes
ticas, había degenerado en una contienda de espan- y entró en guerra impulsado por su ambicioso ministro,
tosa magnitud, la Guerra de los Treinta Años. el cardenal Richelieu. Los éxitos españoles e imperiales
El conflicto había llevado la destrucción y la ruina a casi en la Guerra de los Treinta Años revelaron entonces su
todos los territorios del, hasta entonces, próspero Impe- fragilidad; el conflicto había desangrado a los ejércitos
rio alemán, pero de ella no había salido un claro vence- habsbúrgicos y agotado las finanzas de los dos impe-
dor, ni del bando católico ni del bando protestante. Para rios. Uno tras otro, los territorios arrebatados a los prínci-
España, las ventajas de la guerra habían parecido supe- pes protestantes cayeron en manos del Ejército francés.
ESCOCIA REINO DE
Prusia
DINAMARCA
MANCOMUNIDAD DE
IRLANDA Brandeburgo POLONIA-LITUANIA
República de KANATO DE
Holanda CRIMEA
INGLATERRA Sajonia
Flandes AUSTRIA
español Hungría Moldavia
Principado de
Baviera Transilvania
Burgundia Valaquia
SUIZA
Saboya VENECIA
REINO DE Estados
Génova
FRANCIA Florencia Pontificios
IMPERIO OTOMANO
PORTUGAL
REINOS DE ESPAÑA Y SUS DEPENDENCIAS
Ragusa
SERIFATO DE
MARRAKECH
Para evitar la derrota, Olivares creyó que el remedio a la costa del condado de Kent (Inglaterra). La vía de
sería forzar la ejecución de la Unión de Armas, aplazada acceso a los Países Bajos meridionales estaba cor-
en la década anterior, y puso su mirada en Cataluña y tada por tierra y por mar.
Portugal. Estos dos reinos eran para él los más próspe- Olivares jugó su última carta para forzar la contribu-
ros del Imperio, pero ni uno ni otro parecían dispuestos ción de los catalanes: desplazó la guerra a Francia
a ayudar a Castilla en un momento tan desesperado. desde Cataluña para obligarlos a cooperar con el resto
Ambos parecían «descolgados por entero del resto de de la Monarquía. Fue la ruina; la aparición de las tropas
la monarquía» e «inútiles para su servicio», según escri- de Felipe IV entre febrero y marzo de 1640 suscitó una
bió en 1635 el conde-duque al rey. insurrección general. Según el historiador J. H. Elliott, la
En Alemania y Holanda la situación se precipitaba desintegración del ejército del rey ante los ojos de los
hacia el desastre. A finales de 1638 el Ejército francés catalanes provocó «el derrumbamiento del poder real
ocupó toda Alsacia y el valle del Rhin. En octubre de en el principado». Este descrédito, unido a la protesta
1639 los holandeses reconquistaron Breda y destru- popular, empujó a las élites catalanas, los diputats, «a
yeron la flota española en la batalla de las Dunas, junto tener que decidir entre dirigir los acontecimientos o
120 España como Imperio
Las
guerras
habían impedido
las reformas, y las
reformas, inacabadas,
habían condenado
todas las guerras
a la derrota
Los éxitos de Holanda habían sorprendido lo que España, con miles de kilómetros Para mantener el ritmo de crecimiento
a los mandatarios españoles, que veían más de costa, tardaría otro siglo en del volumen de intercambios, la flota
en ellos el efecto nefasto de la tregua aprender: la importancia estratégica de los holandesa tenía que crecer no sólo
pactada por Lerma. Sin embargo, de haber mares y del comercio. El tráfico marítimo en cantidad, sino también en calidad;
prestado más atención al penoso estado impulsaba la actividad comercial, y esta esto hacía necesario que las travesías
de los astilleros cántabros y vascos, a estimulaba a la sociedad y creaba riqueza. oceánicas fueran seguras y que los barcos
la disminución del tonelaje de la flota La industria, la artesanía y la agricultura evitaran los naufragios. Para ello se tenían
española y al desprecio social asociado a recibían del comercio un poderoso estí- que construir dos tipos de embarcacio-
la carrera de marino, los partidarios de la mulo para la innovación y la conquista de nes: unas dedicadas al comercio y otras
guerra se habrían dado cuenta de que el nuevos mercados. En 1621, cuando expiró dedicadas a la protección de las rutas
secreto de la potencia de Ámsterdam no la Tregua de los Doce Años, los holande- marítimas y a la destrucción de los buques
estaba en «las paces» otorgadas por el ses se habían apoderado del 60% de los enemigos. Así, los comerciantes no fueron
«cobarde» Lerma, sino que residía en su transportes entre Europa y Brasil. No se los únicos que hicieron del siglo XVII el siglo
poderosa flota. trataba de una supremacía puramente de oro holandés; los marinos y los grandes
Holanda, con pocos centenares de kilóme- comercial, sino de una verdadera almirantes contribuyeron decisivamente a
tros de costa atlántica, había comprendido fuerza militar. este verdadero esplendor.
Saludos de la flota de la patria, de Jan van de Cappelle (1650). Si los cuadros de los pintores barrocos españoles estaban
llenos de ángeles y santos que buscaban la gracia de Dios, en las pinturas flamencas destacan los barcos, que desafiaban y
vencían a las tormentas del océano.
América: la conquista
de los cabildos
El Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, cons- Juan Bautista Maíno (La recuperación de Bahía), en los
truido entre 1630 y 1635, contaba con la decoración que la posesión de los territorios americanos afianzaba
más suntuosa de todo el edificio. Se trataba de un lugar la idea de imperio.
de encuentro y celebración de festejos, pero también Pese a esta presencia de América en el Salón de Rei-
de una carta de presentación de la Monarquía espa- nos, la política colonial de los Austrias Menores (Felipe III,
ñola, que pretendía impresionar a embajadores y miem- Felipe IV y Carlos II) se caracterizó por el retraimiento
bros distinguidos de las demás cortes europeas que del proceso de centralización política. Podríamos decir
acudían al mismo. Sus paredes acogían escudos de que las relaciones entre los territorios americanos y la
todos los reinos de la Monarquía y cuadros simbólicos Corona «se enfriaron», lo que produjo una ralentización
destinados a exaltar al rey Felipe IV. Entre ellos destaca- de los beneficios económicos y fiscales que hasta en-
ban las obras de Velázquez, pero también las de Félix tonces se habían extraído del comercio con América.
Castelo (La recuperación de la isla de San Cristóbal por A lo largo del siglo XVII, sobre todo a partir de 1630,
don Fadrique de Toledo), Eugenio Cajés (La recupera- disminuyeron significativamente las remesas de plata
ción de la isla de Puerto Rico por don Juan de Haro) y americana con destino a la Península Ibérica.
El
XVII fue un
siglo de crisis
para el Imperio
español, pero de
expansión para
América
La recuperación de Bahía
de Todos los Santos, de
Juan Bautista Maíno,
Brasil. En mayo de 1625
Fadrique de Toledo
consiguió arrebatar a los
holandeses este puerto
brasileño, devolviendo su
soberanía a la Corona del
rey Felipe IV.
COLONIAS
EUROPEAS
EN 1660
REINO UNIDO
FRANCIA
PORTUGAL
ESPAÑA
HOLANDA
126 España como Imperio
nobiliarios
Carlos II, retratado en 1641
por Claudio Coello.
6
La decadencia
del poder
español
concesiones, había elementos esperanzadores: se ha- tre el Imperio germánico y el más poderoso de los Esta-
bía mantenido la soberanía española sobre Flandes y se dos protestantes, Suecia. Con estos acuerdos acaba-
había roto la alianza entre Francia y Holanda. Al fin y al ron la Guerra de los Ochenta Años, en los Países Bajos,
cabo, los holandeses desconfiaban mucho más y la Guerra de los Treinta Años, en el Imperio ale-
de las ambiciones de un aliado poderoso mán. El único enfrentamiento europeo que
que de la posible revancha de un ene- En seguía abierto era el que lidiaban Fran-
migo en la ruina. 1648 la cia y España. Este conflicto por la
El lugar elegido para la firma del hegemonía sobre el viejo continente
tratado de paz de 1648 fue West- Monarquía tenía un vencedor seguro: Francia.
falia, una pequeña ciudad de la hispánica Lo que quedaba por definir era el
región alemana. Allí se firmó el alcance de su victoria.
cese de las hostilidades entre
reconocía la A mediados del siglo XVII, des-
el Imperio germánico y Francia independencia de pués de la caída de Olivares, Por-
y sus aliados. Contemporánea- las Provincias tugal se había aliado con Francia y
mente, en otra ciudad de la misma Cataluña estaba gobernaba por un
región, Osnabrück, se firmó la paz en-
Unidas virrey francés, el hermano del cardenal
Las enfermedades afectaban aún con más intensidad a los pobres de solemnidad,
es decir, a aquellos que no tenían un modo honesto o conocido de ganarse la vida y
Rey vivían de las limosnas. Se estima que alrededor de una quinta parte de la población,
Alto clero: Alta nobleza: sobre todo en las ciudades, se dedicaba a la mendicidad.
cardenales, príncipes, duques,
obispos, etc. condes, marqueses, etc.
Clero medio:
abades y abadesas, Media nobleza:
miembros de los cabildos, caballeros y nobleza de Toga.
curas de parroquias ricas, etc.
nocía el arte de gobernar, así como la difícil realidad de zara español en 1666. Su oposición a la apertura de
la sociedad española. Después de conseguir el puesto los teatros después del año de luto transcurrido tras la
de inquisidor general, gracias a la intercesión de Ma- muerte de Felipe IV, hizo que la antipatía hacia este per-
riana de Austria en Roma, Nithard entró en la Junta. sonaje creciera aún más. La nobleza lo consideraba un
La oposición vendría de distintos frentes. El pueblo advenedizo y las élites gobernantes, un mal político. In-
lo veía como un extranjero inmiscuido en el poder, a cluso para el papado, Nithard era un enorme obstáculo
pesar de que Mariana consiguió que se le nacionali- para la idea de paz en las órdenes religiosas. A pesar
personaje
Juan José
de esta dura oposición, su figura se
reforzaba en el poder afirmando la
censura, aplazando la reunión de las
Felipe IV
Cortes y prorrogando los impuestos
en vigor para los ayuntamientos.
enseguida
tomó interés
de Austria
La oposición de Felipe IV a este tipo
de protagonismo pesaba entre los por su
miembros de la Junta, dividida entre
los que defendían la permanencia de educación,
esta institución y los que apoyaban ante la
a don Juan José de Austria como
aspirante a la regencia, en cuanto a ausencia
hermanastro del rey. Don Juan José
fue el artífice de la propaganda clan-
de hijos
destina en contra de Nithard y posi- varones
ble incitador del atentado que este
sufrió en 1668.
legítimos.
Hacia 1673 una nueva figura co-
menzó a sobresalir en este preten-
dido gobierno colegiado: Fernando
de Valenzuela. Se trataba del hijo de
un aposentador real recién casado
con una camarera de la reina, lo
que le permitió conseguir una plaza
de caballerizo real como regalo de
Don Juan José de Austria era el hijo ilegítimo de Hacienda, la desgravación fiscal, la distribución
Felipe IV con una actriz llamada María Calderón. más justa de las mercedes, el mejoramiento del
Reconocido como tal en 1642, tuvo una brillante Ejército (indispensable para la Monarquía), una
carrera militar, a pesar de la derrota en Portugal. buena administración de justicia, una cuidadosa
Hacia 1667 su enfrentamiento con Mariana de educación del rey en los asuntos de gobierno,
Austria se acentuó. Para alejarlo del poder se le la sustitución de los partidarios de Nithard, etc.
otorgó el cargo de comandante de Flandes –cargo Las concesiones a cambio satisficieron al aspirante
que se negó a asumir–, mientras que él había a rey; Nithard fue depuesto por el Consejo de
pedido el de virrey de Cataluña. Finalmente se Castilla en marzo de 1669 a pesar de la negativa
decretó su detención, ante lo cual este escapó de la reina regente (era la primera vez que ocurría
dejando una carta, en torno a la cual se sucedió esto), que creó la popularmente denominada
todo un «desborde publicístico». Fue contestada Chamberga, o nueva guardia de palacio para
por su más claro opositor (Nithard) y don Juan defensa exclusiva de la familia real y de la corte, y
envió muchas otras desde Cataluña, donde él consiguió el título de virrey de Aragón. Don Juan
era apoyado por el duque de Osuna. El punto era bastante popular, cualidad que se acentuaba
culminante de este enfrentamiento llegó cuando en al comprobar que sus ataques iban dirigidos a
enero de 1669 lanzó una marcha ofensiva contra derrocar al mal acogido Nithard; además, su fama
Madrid; este pudo ser el comienzo de una guerra de mujeriego y su demagogia patriótica le daban
María Calderón, amante del rey Felipe IV
civil de no haber intervenido el Nuncio en España. puntos ante el pueblo. En esta lucha por el poder y
y madre del bastardo real Juan José de
Austria. El programa de gobierno presentado en este por derrocar a Nithard, don Juan José de Austria,
momento fue el programa reformista propuesto por como vemos, utilizó en numerosas ocasiones el
don Juan y su facción aristocrática. Se proponían arma de la opinión pública, presentando sátiras
una serie de medidas: la reorganización de la y panfletos contra sus enemigos políticos.
136 España como Imperio
intensamente a las tareas de gobierno, demostrando década de 1680. Medinaceli mantuvo la dura política
una gran capacidad para el trabajo. En junio de 1677 deflacionista y manifestó un interés especial por la re-
dispuso la reducción de la burocracia de los Conse- forma comercial y colonial. Por ello, atacó duramente
jos y trató de hacer frente al problema de la inflación. los abusos en materia de penetración comercial extran-
También intentó condensar la burocracia administra- jera en Sevilla y Cádiz y concedió gran atención a la
tiva en otros altos organismos, controló los salarios de defensa del Imperio.
los ministros, reformó el Ejército y La dimisión de Medinaceli en
la política regalista con respecto 1685, provocada por las enormes
a la Iglesia. Además, es posible dificultades y por la continua pre-
que la reforma puesta en prác- sión sufrida, llevó al poder al conde
tica en 1680 se gestara durante de Oropesa, presidente del Consejo
su gobierno. Otros historiadores de Castilla. Era un hombre capaci-
apuntan que su concepción de la tado y enérgico que se pronunció
Monarquía iba más allá de enten- por la reforma de la política fiscal,
der Castilla como el centro de la administrativa y eclesiástica. Influido
misma; sus contactos en la Co- por el eficaz y racional sistema fran-
rona de Aragón, la inclusión de fla- cés, asignó los asuntos fiscales a
mencos e italianos en altos cargos una nueva institución: la superin-
de gobierno y la convocatoria a tendencia de Hacienda. Se trataba
Cortes en Aragón en 1676 pueden de un temprano intento de consti-
confirmar esta hipótesis. tuir un ministerio ajeno al sistema
A la muerte de don Juan había de los Consejos; en este sentido, se
dos bandos políticos. Por un lado anticipó a las reformas del siglo XVIII.
estaban los hombres fieles a él, en- Puso al frente de la Hacienda al
cabezados por el duque de Medi- marqués de los Vélez, el Colbert
naceli; por otro, los que sostenían español, esperando maravillas de
Retrato de Juan Francisco de la Cerda
las pretensiones de doña Mariana, Enríquez de Ribera, VIII duque de Medinaceli, sus remedios económicos. Oro-
como el condestable de Castilla y por Claudio Coello. Museo Nacional de pesa se mostró enérgico como su-
Arte de Cataluña.
el duque de Frías. Probablemente perintendente de finanzas y pronto
la designación del duque de Me- elaboró un amplio memorándum,
dinaceli (don Juan Francisco de la Cerda) como primer o documento de trabajo, para la preparación de una
ministro responde, sencillamente, a la designación del nueva estructura fiscal encaminada a reducir el crónico
monarca. Domínguez Ortiz señala que se trataba del déficit presupuestario. Sin embargo, sus planes no ob-
más calificado de los grandes de España, un hombre tuvieron el éxito esperado. La aristocracia y la Iglesia se
bienintencionado cuyos intentos de reforma chocaron resistieron con fuerza a las medidas. Con respecto a
con dificultades insalvables. la primera, Oropesa pretendía que el sector
El duque de Medinaceli consideraba nobiliario se hiciera cargo de algunos im-
que su cargo requería el cumplimiento puestos. En cuanto a la segunda, se
de tres objetivos específicos: liberar La aristocracia propuso reducir el excesivo número
al rey de toda responsabilidad de y la Iglesia de clérigos. Muchas de sus medi-
gobierno, utilizar la administración das eran prematuras y extrañas
existente para instaurar la ley y el opusieron una para una sociedad estamental;
orden y sacar al país de la gran gran resistencia a esto explica la gran impopularidad
crisis económica que comenzó del estadista. Sus adversarios ga-
en 1677 y se extendió por toda la
las medidas de naron un aliado en la persona de
Medinaceli y
Oropesa
La decadencia del poder español 139
Árbol genealógico
de Carlos II
Isabel de Portugal Carlos I
y Aragón
Mariana Felipe IV
de Austria
Carlos II
140 España como Imperio
El estudio del reinado de Carlos II impotente... A veces, el relato es, los conflictos, los problemas y cia (aun no teniendo demasiada),
se ha visto determinado por las de estos defectos, genéticos y las soluciones planteadas en un lo que se echaba de menos en
peculiares características de este adquiridos, ha llegado a dificultar periodo tan interesante. Carlos era la falta de atención y
monarca, llamado el Hechizado el estudio de lo que podríamos Desde su nacimiento, los repre- concentración; volubilidad, irreso-
y descrito como incapaz, débil, llamar «la trama del poder», esto sentantes de los demás Estados lución, timidez y, a la vez, aunque
europeos especularon con la po- parezcan cualidades opuestas,
sibilidad de la muerte prematura obstinación y desconfianza...».
del monarca. La exagerada con- Por su parte, Henry Kamen
sanguinidad de sus progenitores ha señalado que una torpe
ha sido en numerosas ocasiones educación no logró formar en
razón suficiente para justificar los Carlos II las capacidades adecua-
juicios más extremos. Según el das a sus tareas de gobierno,
historiador R. García-Argüelles, no era laborioso ni enérgico;
«en el tronco familiar figuran durante la mayor parte de su
repetidos los nombres de Felipe vida, no asistió a las reuniones de
el Hermoso y Juana la Loca ocho los Consejos, ni despachó con los
veces; Fernando y Ana de Hun- ministros, ni tomó decisiones de
gría, nueve; Carlos V e Isabel de gran trascendencia por sí mismo.
Portugal, cuatro, etc... Felipe III El sobrenombre viene de la
y Margarita de Austria son, a la creencia de Carlos II en los
vez, sus abuelos y bisabuelos. hechizos. Pensaba que había sido
Su padre estaba casado con una embrujado y que, por esta razón,
hija de su hermana, por lo que, a no podía tener descendencia.
la vez, es tío segundo de su hijo Esta idea tenía una sólida base
y su madre resulta ser prima de en la mentalidad de la época,
su propio hijo...» (Vida y figura que aceptaba ampliamente la
de Carlos II el Hechizado. Estudio creencia en estos encantamien-
Histórico-Médico). Los comen- tos. En varias ocasiones, el mo-
tarios de diversos y prestigiosos narca se sometió a exorcismos y
historiadores acerca de Carlos II a otras prácticas para librarse de
son realmente duros. Domínguez los males que, con seguridad, se
Ortiz en la Introducción al testa- encargaron de recrear y difundir
mento de Carlos II llegó a afirmar los enemigos políticos del rey
que «más que falta de inteligen- o del valido.
Luis XIV.
La decadencia del poder español 143
A
RÍ
NG
SUIZA
HU
SABOYA MILÁN
VENECIA
REINO DE PORTUGAL
ESTADOS IMPERIO
GÉNOVA PONTIFICIOS
REINO DE ESPAÑA OTOMANO
REINO DE
NÁPOLES
ÁFRICA
146 España como Imperio
Mapa del Rosellón en la Edad Moderna; un territorio limítrofe con Francia, integrado hasta 1659 en la Corona de Aragón.
En el norte, holandeses y españoles, con la colabora- derrotar a las fuerzas navales hispano-holandesas en
ción del Imperio desde 1674, se tuvieron que limitar a la primavera de 1676 y, al mismo tiempo, desembar-
contener las ofensivas francesas. Aunque los tercios car tropas en Sicilia. Sin embargo, el sistema español
del conde de Monterrey, gobernador de los Países Ba- se mantuvo firme y con recursos en el Mediterráneo;
jos españoles, evitaron que el principal ejército aliado las fuerzas francesas quedaron aisladas en Mesina y, al
fuera destrozado por Condé en la batalla de Seneffe, poco tiempo, abandonaron la isla.
el vizconde de Turena, militar francés, aprovechó la En Cataluña, en la frontera con los Pirineos, se pro-
oportunidad para apoderarse del Franco Condado. dujo un alzamiento antifrancés en el Rosellón, contra
En el escenario italiano, Luis XIV, siguiendo el la gabela o impuesto de la sal. La coyuntura,
ejemplo de Mazzarino, que había proyec- inicialmente favorable a los rebeldes,
tado en 1647 la conquista de Nápoles,
Luis XIV cambió radicalmente en pocos días.
concibió pronto la idea de disputar a disputó La insurrección de Mesina impuso
los españoles la posesión de Sicilia. que se desviaran hacia el sur de Ita-
a España la
Los incentivos eran muchos, sobre lia tropas del frente de Cataluña; en
todo cuando en 1674 el pueblo de posesión de Sicilia, mayo, un ejército francés invadió
Mesina, donde se había producido aprovechando el toda la región del Ampurdán. La
una violenta insurrección desenca- situación para España era crítica,
denada por una larga serie de malas
malestar de los más aún cuando gran parte de la
cosechas y hambrunas, pidió ayuda sicilianos tropa, después de meses sin recibir
a Francia. La flota francesa consiguió su sueldo, se pasó al otro bando.
La decadencia del poder español 147
archiduque Carlos. Leopoldo consiguió el apoyo de Ho- Menorca, Barcelona y gran parte de Cataluña, los Paí-
landa y de Inglaterra, que temían la hegemonía francesa ses Bajos y el Milanesado habían caído en manos de
en Europa. Cuando quedó claro que el Gobierno espa- las fuerzas anglo-holandesas. El mismo territorio fran-
ñol firmaría con Francia acuerdos comerciales que afec- cés había sido invadido, y París era amenazada desde
tarían sobre todo a los territorios americanos, Holanda e el condado de Flandes, como había previsto Mazzarino
Inglaterra formaron con Austria una coalición, cincuenta años antes.
La Gran Alianza, que declaró la guerra a La Sin embargo, una circunstancia natu-
Francia en mayo de 1702; había es- ral cambió radicalmente la dirección
tallado la Guerra de Sucesión es-
muerte del conflicto. En 1711, el sucesor de
pañola. A finales del año siguiente, en 1711 del Leopoldo I, José I de Habsburgo, mu-
Francia ya se encontraba en una primogénito del rió repentinamente de viruela con tan
situación de total aislamiento di- sólo 33 años de edad, lo que abrió
plomático. Su único aliado era rey de Austria para el archiduque Carlos la posibi-
una España débil y dividida, que precipitó el final lidad de conseguir el trono alemán.
dudaba de la legitimidad del nuevo
rey y de las buenas intenciones de
de la Guerra de deAnteun laimperio perspectiva de la formación
habsbúrgico hispano-
su nuevo aliado. En agosto de 1708 Sucesión alemán, de extensión similar a la del
la situación era desesperada. Gibraltar, imperio universal de Carlos V, Holanda e
La decadencia del poder español 151
SUECIA
CONSECUENCIAS PARA
IRLANDA
ESPAÑA TRAS EL
DINAMARCA
TRATADO DE UTRECHT (1713)
INGLATERRA
PRUSIA
CESIONES DE ESPAÑA A AUSTRIA HOLANDA
FRANCIA
SUIZA
AUSTRIA
SABOYA MILÁN
ESPAÑA
IMP
MENORCA ERIO
OTO
NÁPOLES
MA NO
MALLORCA CERDEÑA
GIBRALTAR
SICILIA
7
El imperio
de los
Borbones
Traducción al castellano
del Tratado de Utrecht.
Localización de la región
de Utrecht.
UTRECHT
personaje
internas en España y en el imperio
Felipe V
de ultramar, cualquier sueño de res-
tauración de la potencia española
en Europa parecía quimérico y peli-
groso. Además, era evidente que la
pérdida del imperio europeo había
sido un alivio para el tesoro real, libe-
rado de los enormes gastos militares
que dicho imperio exigía. Posee un gran
Felipe V intentó durante las prime- sentido de la
ras décadas de su reinado recuperar
las posesiones italianas, pero esta rectitud, un gran
política revisionista acabó en un ro-
tundo fracaso. La década de 1730
fondo de equidad,
inauguró una nueva estrategia: el es muy religioso,
primer rey Borbón decidió no actuar
en solitario, sino aprovechar la es-
tiene un gran
trecha relación con Francia. De esta miedo al diablo,
manera, firmó tres Pactos de Fami-
lia, llamados así por el parentesco carece de vicios y
existente entre los monarcas de am- no los permite en
bos países. El primer Pacto de Fa-
milia (1733) estableció la alianza de los que le rodean.
España y Francia contra Austria en
la Guerra de Sucesión de Polonia,
que en parte se desarrolló en Italia;
España recuperó Nápoles y Sicilia Felipe V fue el primer rey de España de la dinastía que explicaba la influencia que sobre los asuntos
para dos hijos de Felipe V e Isabel de los Borbones. Nació en Versalles en 1683. de Estado tuvo la segunda esposa de Felipe, Isabel
de Farnesio, su segunda esposa Su abuela María Teresa era mujer de Luis XIV de de Farnesio. En cuanto al poder, Felipe lo dejó muy
(don Carlos, que más tarde sería Francia e hija del primer matrimonio de Felipe IV, pronto, en 1724, y abdicó en favor de su hijo mayor,
Carlos III, reinaría en Nápoles). Con y, por tanto, hermanastra del último Habsburgo Luis I. En esa ocasión declaró: «Gracias a Dios, ya
el segundo Pacto de Familia (1743) de España, Carlos II. Aunque había sido el mismo no soy rey y el resto de mis días los dedicaré al
España consiguió, tras la Guerra de Carlos quien había designado como su sucesor al servicio de Dios y a la soledad». No obstante, tuvo
Sucesión de Austria, el ducado de nieto de su hermanastra, fue su abuelo, el rey Sol, que volver al trono de España unos meses después,
Parma para Felipe, otro hijo del mo- el que le impuso la corona española. Esta determi- cuando Luis I murió de viruela. Reinó, o tuvo que
narca e Isabel de Farnesio. nación dio pie a la Guerra de Sucesión española. reinar, 22 años más, hasta que murió en 1746.
El reinado de Fernando VI (1746- Felipe no había sido educado para ser rey; era un Durante este periodo, su reino se enfrentó a
1759) supuso un paréntesis en esta hombre tranquilo, serio y sombrío. Sin embargo, en el cuatro guerras y a una larga serie de reformas que
política revisionista. Gracias a su campo de batalla demostró una valentía insospe- lo transformaron, desde el punto de vista político
neutralidad en Europa, este rey con- chada que le valió el apodo de «el Animoso». y administrativo, en una monarquía centralizada
siguió recuperar el poder naval de Detestaba dos pasiones que caracterizaban a inspirada en el modelo absolutista francés.
España y el reconocimiento del pa- los Borbones: las mujeres y el poder. En cuanto Asimismo, el palacio real de la Granja de San Ildefonso,
tronato regio de la Monarquía sobre a la primera, se declaró fiel esposo en sus dos el «pequeño Versalles», que Felipe mandó construir
la Iglesia española a través del matrimonios. Los detractores del rey decían que no en 1721 en el norte de la sierra de Guadarrama,
Concordato de 1753. Con el reinado se trataba de devoción marital sino de sumisión, lo cerca de Segovia, también tuvo inspiración francesa.
158 España como Imperio
de Carlos III (1759-1788) se volvió a la política de inter- americanas. En 1761 se firmó el tercer Pacto de Fami-
vención militar en Europa, de la mano de Francia. Aus- lia, por el que España y Francia se aliaban para luchar
tria había pasado a ser aliada de su antigua gran ene- en la Guerra de los Siete Años. El Tratado de París que
miga, Francia; Inglaterra, sin embargo, sostenía su le puso fin (1763), confirmó la pérdida para España de
rivalidad con el reino galo gracias a su creciente poder Florida, que pasó a Inglaterra. La renovación del Pacto
comercial y marítimo en el Atlántico. de Familia en 1779, en el que Francia y España se com-
Así, la segunda mitad del siglo XVIII se conoce como prometían a apoyar la independencia de las colonias in-
el periodo de las «guerras coloniales», en las que Fran- glesas en América (1776-1783), se concluyó con la Paz
cia, España y Austria trataron de frenar la expansión de París (1783), con la que España recuperó Florida y
de Inglaterra y su influencia comercial en las colonias Menorca, que pertenecían a Inglaterra.
Gracias
a los Pactos
de Familia,
España recuperó
Nápoles y Sicilia
para los hijos del
rey con Isabel de
Farnesio
La familia de Felipe V.
El imperio de los Borbones 159
GIBRALTAR
Visto desde la Línea de la Concepción, la rios de sus alrededores, con algunos fuertes,
vertiente oriental de la roca de Gibraltar puede un faro y un pequeño puerto, fueron ocupados
parecer una inmensa columna de piedra. Los en 1704 por fuerzas anglo-holandesas
marinos de la Antigüedad la consideraban durante la Guerra de Sucesión española. Al
una de las dos «columnas de Hércules», y término del conflicto, en el Tratado de Utrecht
situaban la otra al lado opuesto del estrecho, de 1713, España cedió a Gran Bretaña «la
en Marruecos, en el monte Abila. Ambas plena y entera propiedad» de los casi cinco
limitaban los confines del mundo hasta Escudo de Gibraltar. kilómetros cuadrados de territorio gibraltareño
entonces conocido. Más allá de las «colum- «para que (Gran Bretaña) la tenga y goce con
nas» se encontraba, para Platón, la ciudad entero derecho y para siempre, sin excepción
perdida de Atlántida, y para Dante, el monte cartagineses, vándalos, y varios pueblos ni impedimento alguno».
del Purgatorio. Las exploraciones del siglo XV musulmanes pasaron por Gibraltar. La roca Esta cesión originó una disputa entre España
aclararon que lo que había era un océano y, no cayó en manos españolas hasta 1462. La y Gran Bretaña que se ha mantenido hasta la
más allá, un continente desconocido: América, conquista puso fin a siete siglos de domina- actualidad, cuando los referéndums de 1967
el Nuevo Mundo. En tiempos remotos, hace ción musulmana; sin embargo, a diferencia y de 2002 manifestaron el deseo de los
30.000 años, colonias de neandertales del resto de la Península, la reconquista duró habitantes de Gibraltar de seguir formando
poblaron las cuevas del peñón. En tiempos en Gibraltar menos de tres siglos. La ciudad y parte de un reino: ¡no del español, sino del
más recientes, griegos, fenicios, romanos, el castillo que surgen en la roca y los territo- británico!
los denominados Decretos de Nueva Planta, que su- eran funcionarios nombrados por el rey que tenían am-
ponían la eliminación de las instituciones y los fueros plísimas funciones en su demarcación territorial. En la
propios de la Corona de Aragón y la expansión a estos Administración local se difundió el modelo castellano:
territorios de las leyes e instituciones de Castilla. Asi- los corregidores fueron nombrados por el rey y los regi-
mismo, se eliminó el Consejo de Aragón y los virreyes dores por las Audiencias.
fueron sustituidos por capitanes generales, que presi- En la Hacienda se diseñaron reformas para lograr una
dían las Audiencias. Por el contrario, los fueros vascos mayor eficacia fiscal: a partir de los Decretos de Nueva
y navarros se mantuvieron como compensación a su Planta los territorios de la Corona de Aragón contribuye-
fidelidad al rey durante la Guerra de Sucesión. ron de manera proporcional. En tiempos de Fernando VI
En la Administración central se produjo una paulatina (1746-1759) se trató de reducir los múltiples impuestos
sustitución de los Consejos por Secretarías de Estado a una «contribución única», pero el proyecto fracasó por
y del Despacho. No obstante, se mantuvieron algunos la oposición de los sectores privilegiados. Finalmente,
Consejos, entre los que destacó el de Castilla, principal en época de Carlos III (1759-1788), se utilizaron los va-
institución legislativa y judicial tras el rey. A nivel territorial les reales, títulos de deuda pública que podían servir
se impuso una división en intendencias; los intendentes como medio de pago, a modo de papel moneda.
Los
Decretos
de Nueva
Planta sustituyeron
las instituciones
propias de la Corona
de Aragón por las
castellanas
El rey Felipe V de España, la reina María Luisa Gabriela de Saboya y el príncipe Luis niño matando al dragón de la herejía delante del monasterio de
El Escorial, por Felipe de Silva (1712).y........
La recuperación de
España en Europa
De no haberse casado en segundas nupcias con una
princesa italiana, Isabel de Farnesio, la política europea
de Felipe V quizá habría sido inexistente. El apoyo de
Julio Alberoni, de origen italiano, resultó crucial para
que esta mujer, inteligente y ambiciosa, se convirtiera
en reina. Ella le correspondió concediéndole el título de
Grande de España y los cargos de consejero real y car-
denal. Según se decía en la corte, Isabel dominaba a su
marido, un hombre de grandes cualidades pero sujeto
a frecuentes ataques de melancolía que lo alejaban del
mundo.
De su primer matrimonio, Felipe había tenido varios Portada de los Decretos de Nueva Planta por los
hijos. Por tanto, la sucesión al trono español parecía cuales se cambió la organización territorial de los reinos
imposible para don Carlos y don Felipe, los hijos que hispánicos y se abolió el derecho público de los reinos
de la Corona de Aragón, que habían luchado contra
el rey tuvo con su segunda mujer. Esta, sin embargo, Felipe V de España en la Guerra de Sucesión.
animada por el amor maternal más que por la razón de
Estado, no dejaba de soñar con un futuro real para sus
dos hijos.
Las ambiciones dinásticas de la italiana no le impedían Julio Alberoni,
ver con claridad los límites que se imponían a la reali- cardenal italiano y
principal consejero
zación de su proyecto. En Europa había tres grandes de Felipe V.
potencias, Francia, Inglaterra y Austria, y dos potencias
emergentes, Prusia y Rusia.
Isabel se propuso un objetivo limitado: conseguir para
sus hijos la corona de algún estado italiano. Para el
mayor, don Carlos, pensó en la corona del ducado de
Parma y en la sucesión al Gran Ducado de Toscana.
Esta pretensión iba en contra de los intereses de los Ha-
bsburgo de Austria, que después de la Guerra de Suce-
sión española habían adquirido la supremacía en Italia.
Reconociendo que España era una potencia secunda-
ria que por sí sola no habría podido vencer a los austria-
cos, aprovechó los vínculos familiares que unían a los
Borbones de un lado y de otro de los Pirineos. Dieron
comienzo así los llamados Pactos de Familia, política
de alianza con Francia, que marcarían las
pautas de la participación española
en los asuntos europeos hasta
comienzos del siglo XIX.
El imperio de los Borbones 163
En 1729 Isabel obtuvo el apoyo de Inglaterra y Fran- Los tres primeros reyes de la dinastía Borbón no fue-
cia; gracias a ello, en 1732 Carlos tomó posesión del ron grandes hombres de Estado, pero tuvieron el gran
ducado de Parma y ocupó Toscana. En 1733 Isabel mérito de rodearse de consejeros expertos y de creer
concluyó una nueva alianza con Francia, que se encon- firmemente en la necesidad de romper con un pasado
traba en guerra con Austria. Al terminar la guerra favo- que de glorioso ya no tenía nada, y mucho tenía de
rablemente para su aliada, en 1738 la reina española rancio. Ya entrados en el nuevo siglo, los españoles se-
recibió para Carlos el reino de Nápoles y Sicilia, aunque, guían vistiendo los hábitos oscuros y de corte severo
en aplicación del principio de equilibrio de poderes, tuvo del siglo anterior, con las capas y los sombreros de ala
que ceder Toscana al rival austriaco. Una vez ubicado ancha que escondían la cara, y los nobles continuaban
Carlos, quedaba por dar un trono a su hijo menor, don rememorando las hazañas bélicas de sus antepasados,
Felipe. La oportunidad se presentó en 1743. Isabel se sin ni siquiera saber localizar en un mapa los lugares
unió una vez más a Francia que, nuevamente, estaba donde se habían producido.
en guerra con Austria. En 1748, al acabar el conflicto, Las primeras reformas fundamentales que hoy defi-
Felipe fue reconocido duque de Parma. niríamos centralizadoras fueron llevadas a cabo, en su
La fundación de La Carolina (1818-1837), de Victorino López. Este cuadro representa la repoblación impulsada por Carlos III en
territorios de Sierra Morena mediante colonos alemanes y flamencos.
164 España como Imperio El imperio de los Borbones 165
mayoría, por funcionarios franceses aranceles sobre la importación. En pocas palabras, los
ISABEL DE FARNESIO EN MADRID que se habían formado en la corte reformadores de la primera mitad del siglo XVIII llevaron a
de Luis XIV. Se abolieron títulos, cabo la modernización del Estado y de la sociedad. Lo
cargos, pensiones y subvenciones hicieron con determinación y lucidez. La conciencia de
Nacida en Parma, ciudad del norte de Italia, truido por un gran incendio en la Nochebuena para aligerar los gastos de la Co- los objetivos que perseguían y de los límites a los que
Isabel de Farnesio, hija del duque de Parma, de 1734. Del proyecto se hizo responsable el rona. Se simplificó la estructura del se enfrentaban fue la clave del éxito de su obra.
llegó a España en 1714 para convertirse en famoso arquitecto italiano Filippo Juvara. La Estado con los Decretos de Nueva Los nombres de estos ministros reformadores, mu-
la segunda esposa del rey Felipe V. Desde estructura, abovedada en piedra en su totali- Planta, que uniformaron las leyes chos extranjeros –Orry, Alberoni, Ripperda, Patiño, Car-
muy pronto comenzaron las críticas hacia dad, evitaría nuevos incendios. En la mente de de todos los reinos de la Monarquía vajal y el marqués de la Ensenada–, sonarán descono-
su persona, alimentadas por su fuerte los monarcas estaba el ejemplo de Versalles. a las leyes de Castilla. Se raciona- cidos al oído común, a diferencia de los que les habían
personalidad; la llamaban despectivamente Así, el palacio de la nueva monarquía de Bor- lizó la Administración, reduciendo el precedido en la época de los Habsburgo o de los que
«la parmesana». Se dice que Alberoni llegó bón en España debía reflejar el esplendor de número de Consejos y quitándoles les sucederían en la época de Carlos III y Carlos IV. Sin
a describirla con estas palabras: «Se trata un Estado dispuesto a recuperar su hegemonía competencias en favor de ministros embargo, su obra sentó las bases para la recuperación
de una buena muchacha de veintidós años, en Europa; la fachada iba a medir casi medio responsables de un sector bien defi- del Imperio en la segunda mitad del siglo XVIII.
feúcha, insignificante, que se atiborra de kilómetro. A su alrededor se dispondría todo lo nido del Gobierno. En el campo eco- El marqués de la Ensenada fue
consejero de Estado durante los reinados
mantequilla y de queso parmesano y que necesario para remarcar la presencia del po- nómico, se adoptaron políticas mer- de Felipe V, Fernando VI y Carlos III.
jamás ha oído hablar de nada que no sea der: un nuevo Teatro Real y amplios jardines de cantilistas, inspiradas en el modelo Las
coser o bordar». trazado regular, como requiere la tradición fran- francés de Colbert. El Estado aligeró
Apasionada del arte, reunió una importante cesa, con laberintos, setos, fuentes, zonas de la presión fiscal para incentivar el
reformas
colección de pinturas y esculturas, entre las descanso y recreo, etc. Tras su muerte, Juvara comercio interno y con las Indias, fueron
que se incluyen las ocho musas expuestas en fue sustituido por Juan Bautista Sacchetti, que invirtió en la creación de manufac- llevadas a cabo,
el Museo del Prado. finalmente moderó las dimensiones previstas turas para la producción de bienes
Isabel fue la principal responsable de la a las cifras de la actualidad: 131 metros de de primera necesidad y, para favo- en su mayoría,
construcción del Palacio Real de Madrid, en el fachada. El estreno de la nueva residencia real recer las nuevas industrias, subió los por funcionarios
solar del antiguo Alcázar de los Austrias, des- no se produciría hasta 1764. José de Carvajal franceses formados
estuvo al frente de
la presidencia del en la corte de
Consejo de Indias
Isabel de Farnesio y durante el reinado Luis XIV
Felipe V. Al fondo, el de Felipe V.
Palacio Real de Madrid.
La monarquía ilustrada
y el Imperio
El despotismo ilustrado, la teoría política dominante en tos del Gobierno, aun cuando sean discutibles, ¡es un
Europa durante el siglo XVIII, sostenía que el monarca delito!».
debía ejercer el poder absoluto. Con este poder, el rey Carlos III fue un rey firmemente convencido de su mi-
diseñaría y pondría en práctica medidas que moderni- sión salvadora. A diferencia de sus predecesores, su
zaran el país y guiaran al pueblo hacia la luz, es decir, el vida ordenada no dio pie a rumores o injurias; era un rey
pensamiento racional, según los principios de la Ilustra- viudo, que decidió no casarse en segundas nupcias,
ción. Así, el monarca no sólo se consideraba la máxima que detestaba la vida cortesana y al que sólo se le co-
autoridad, sino también el más insigne de los filósofos nocía una afición mundana: la caza.
ilustrados. Durante su reinado (1759-1788) se rodeó de ministros
Como otros monarcas ilustrados europeos, Carlos III, y consejeros ilustrados, como el conde de Aranda, el
el tercero de la dinastía Borbón en España, conside- conde de Floridablanca y el conde de Campomanes.
raba que su función principal era impulsar las políticas Su larga experiencia como rey (era monarca de Nápo-
reformadoras de los ilustrados y transformar el Estado les desde 1735) y su inteligencia le hacían comprender
para alcanzar la «felicidad pública». Este objetivo re- la importancia de rodearse de gente competente, no
quería la erradicación de cualquier crítica u oposición para sustituirle en las labores de gobierno, sino para
que impidiese o dificultase una tarea semejante. A Car- apoyarse en ellos y realizar las urgentes transformacio-
los III se le atribuye la siguiente frase: «Criticar los ac- nes que requería la sociedad. Esto hacía que Carlos III
Yo he limpiado
Madrid, la he
empedrado, he hecho
paseos y otras obras...
Leopoldo de Gregorio,
marqués de Esquilache.
que merecería que me
Con la absoluta confianza
de Carlos III para llevar
hiciesen una estatua,
a cabo las reformas
ilustradas, se convirtió y en lugar de esto me
en mano derecha del
rey. Las medidas de han tratado tan
control, que concernían
hasta la vestimenta indignamente.
de la población, fue el
detonante formal del
conocido como Motín de
Esquilache. M. de Esquilache
El imperio de los Borbones 167
La larga experiencia de Carlos III (1716-1788) como Así, las mujeres debían desprenderse de la mantilla
rey de Nápoles entre 1734 y 1759 es determinante y los hombres, presentarse «a cuerpo», es decir,
para comprender la naturaleza de las reformas de «peinados, sin gorro, red ni montera» y con traje en
este rey ilustrado. Por entonces, Nápoles era una «casaca y chupa». Dentro del recinto, Carlos III mandó
de las cortes más bellas e importantes de la época. construir la Real Fábrica de Porcelanas del Retiro,
A su lado, Madrid era sólo una pequeña ciudad, donde se realizaron obras de gran belleza destinadas
mísera y oscura, que no estaba a la altura de ser la a adornar los palacios más lujosos de toda Europa.
capital de un imperio. Esto puede explicar la rapidez Mérito de Carlos III también son el Paseo del
y determinación con la que Carlos III emprendió su Prado, las fuentes que lo adornan, el Jardín
reforma. Empezó por alumbrar y limpiar las calles Botánico y el edificio de estilo neoclásico realizado
principales. Ordenó que se instalaran canalones por Juan Villanueva en 1785, destinado a ser un
en los tejados y que se cubrieran los frentes y Museo de Historia Natural pero que se convertiría,
laterales de las casas con piedra berroqueña. a principios del siglo XIX, en sede de la importante
Además, dividió la ciudad en ocho cuarteles para colección de pintura y escultura de la casa real.
mejorar la administración y organizó la primera La Puerta de Alcalá es otra de las construcciones más
milicia urbana para cuidar de la seguridad. significativas de este reinado. Carlos III mandó construir
Con este rey, el Parque del Retiro, que había sido rea- esta puerta triunfal que celebraba su llegada a la capital
lizado por el conde-duque de Olivares para entretener y el comienzo de la transformación de la antigua
a Felipe IV y a su corte mientras él ejercía todo el ciudad, que el rey ilustrado pretendía extender a las
poder como valido, se convirtió en un espacio público, costumbres de los españoles. El encargado de realizarla
aunque existían algunas limitaciones a su entrada: la fue el arquitecto Francisco Sabatini, que encontró
vestimenta debía reflejar un modo honesto de vivir. la inspiración en los modelos clásicos italianos.
LA EXPEDICIÓN MALASPINA
Gran parte de las exploraciones geográficas Fue una empresa sin precedentes en la proponía una reforma de tipo confederal. De
del siglo XVIII financiadas por el Estado ya no historia de España, marcada por el espíritu dicha obra, sin embargo, no quedan más
tenían como objetivo fundamental conquistar de colaboración, el afán de conocimiento y que fragmentos dispersos. De regreso a
nuevos territorios para la Monarquía, sino la solidaridad entre todos los miembros de Madrid, los representantes de la expedición se
conocer otras realidades desde el punto de la expedición. El material recogido habría enfrentaron con la indiferencia del nuevo rey,
vista científico. Carlos III había promovido una formado una obra monumental, no sólo sobre Carlos IV, y la abierta hostilidad de su ministro
intensa actividad cultural y científica encami- cartografía, botánica, zoología, antropología, Godoy. Procesado y condenado a diez años y
nada al progreso del país. El marino español climatología, etc., sino también sobre la un día de cárcel, Malaspina obtuvo la libertad
de origen italiano Alejandro Malaspina le situación económica y política de las colonias en 1802, gracias a la intervención directa de
presentó al rey el proyecto de este viaje tran- españolas de ultramar, para las cuales se Napoleón. Murió exiliado en Italia, en 1810.
soceánico, con carácter científico y político,
hacia las posesiones españolas de ultramar.
La expedición partió del puerto de Cádiz el
30 de julio de 1789 rumbo a Montevideo.
Contaba con dos fragatas, la Atrevida y la
Descubierta, y una tripulación compuesta por
460 hombres: además de marinos, oficiales y
funcionarios viajaban naturalistas, cartógra-
fos, astrónomos y pintores. Por su duración,
recorrido, complejidad y resultados científicos,
la expedición fue la más grande del siglo XVIII:
desde el Río de la Plata pasando por el cabo
de Hornos hacia Valparaíso y Acapulco, y,
desde allí, hacia Alaska, en busca de un
inexistente paso del noroeste que uniera el
Pacífico y el Atlántico; otros destinos fueron
el norte de México, la península de California,
Filipinas, Australia, el archipiélago de Tonga…
Para regresar a Cádiz cinco años después, el
21 de septiembre de 1794. Las corbetas Atrevida y Descubierta.
Escudo de la Compañía
de Jesús. A la derecha,
litografía de la expulsión de
los jesuitas.
El imperio de los Borbones 175
Las
reformas LIMA
para América TONGA
tenían como objetivo
recuperar los territorios
SANTIAGO
ocupados por otras a Cádiz
MONTEVIDEO
potencias y mejorar PORT JACKSON
la productividad y el
comercio entre la NUEVA
metrópoli y las ZELANDA
colonias
8
La pérdida
del Imperio:
1810-1898
Monumento a la
Constitución de
1812, ubicado en la
Plaza de España
de Cádiz.
p
personaje
j
Fray Servando
cación real y la entrada del ejército
napoleónico habían provocado que
muchas autoridades locales renun-
ciaran a sus cargos y huyeran del
El
Como había ocurrido en otros paí- Francia era el país más moderno, po-
ses europeos, Napoleón coronó en
vacío de deroso e igualitario de toda Europa.
España a uno de sus hermanos, poder hizo que Si la ocupación de la Península
José. Como muchos de sus pre- muchos liberales Ibérica en 1808 había culminado
decesores de verdadera sangre el proyecto napoleónico de con-
azul, José Bonaparte se propuso pudieran expresar quistar Europa, la oposición de
modernizar España a través de sus ambiciones Inglaterra (que resistía el bloqueo
ambiciosas –e inconclusas– re- continental) y la resistencia espa-
formas administrativas, pero sobre
y su ideario ñola marcaron el comienzo de la
todo cambiar el aspecto de la capital. político decadencia del emperador. En 1813
Así, derribó varios edificios con la inten- toda Europa se levantó en armas contra
ción de construir nuevos palacios. Tam- él, debilitado por el desastre de Rusia y por
bién puso interés en transformar las estrechas la derrota definitiva en España. París se rindió el
calles madrileñas en amplias avenidas con majestuosas 30 de marzo de 1814. A continuación, Napoleón fue de-
plazas. Muy pronto un nuevo mote, «Rey Plazuelas», se puesto y el hermano de Luis XVI fue proclamado rey de
sumó al que ya ostentaba, «Pepe Botella», que se había Francia como Luis XVIII.
ganado a pulso por su afición a la bebida. Sus ambicio- A la ayuda inglesa y a la eficacia de las Juntas se había
sos proyectos toparon con importantes obstáculos. En sumado un elemento fundamental: la guerra de gue-
primer lugar, la falta de ingresos del Estado: era prácti- rrillas, formadas por grupos de hombres que, es-
camente imposible recaudar impuestos en una situación condidos en las montañas, atacaban a las tro-
de guerra. Además, las malas cosechas y las frecuen- pas francesas. Se convirtieron en una leyenda
tes hambrunas multiplicaron las protestas populares. En gracias a que tenían una gran habilidad para
segundo lugar, las medidas de José Bonaparte fueron esquivar al enemigo y atacar por sorpresa, a
rechazadas por la mayoría del pueblo, que lo conside- que lograron desgastar a un ejército superior en
raba un usurpador. Sólo los llamados «afrancesados» le número y formación, y a que luchaban in-
apoyaban, guiados no tanto por su falta de patriotismo cesantemente: no conocían las treguas
o por su ambición personal, sino, generalmente, por su o los descansos, se dispersaban y se
firme creencia en que la modernización real de España reagrupaban con facilidad por un terri-
sólo podía venir de manos extranjeras; y, por entonces, torio que conocían a la perfección.
o entidades podían significar en el futuro una victoria. de Goyeneche, reconquistaría esta ciudad para el Im-
El cabildo de Buenos Aires declaró sus intenciones de perio). La frontera que separaba las jurisdicciones de
comenzar la lucha el 25 de mayo de 1810. A partir de las Audiencias de Buenos Aires y Charcas marcó desde
esta fecha, políticos como Manuel Belgrano, Cornelio entonces la división entre los partidarios de la revolución
Saavedra, Mariano Moreno, Martín de Güemes o Car- y los defensores del mantenimiento del vínculo colonial.
los María Alvear se encargaron de extender el levanta- Cerca de Buenos Aires, la Banda Oriental (en la actua-
miento por todo el virreinato del Río de la Plata; lidad, Uruguay) se convirtió en un permanente
allí, los líderes independentistas fueron es- polo de oposición a la primera ciudad.
pecialmente duros con la represión de Fue Esta contaba con un líder indiscutible
los realistas, como demuestra el fu- decisivo el que, durante años, defendió la in-
silamiento del antiguo virrey Liniers. dependencia de esta zona: José
Después de llegar a Córdoba y
miedo que las Artigas. El poder de este caudillo
a Tucumán, la conquista del Alto élites tenían a los para captar la atención de los más
Perú para la causa independen- humildes, con promesas de libe-
indígenas y a los
tista proporcionó una buena ración y justicia social, asustaba
fuente de ingresos: la producción negros, los grupos enormemente a las élites porteñas.
de la plata de Potosí (un año des- más pobres La entrada del general San Martín
pués, el ejército peruano, al mando en la lucha por la independencia en el
Río de la Plata facilitó la reconquista de Potosí. También el movimiento independentista iba creciendo conforme
triunfó en la batalla de San Lorenzo, en el río Paraná, pasaban los años. A finales de 1824, un ejército de co-
consolidó su posición y organizó un cuerpo expediciona- lombianos, chilenos, argentinos y peruanos, al mando
rio destinado a expulsar a los pro españoles de Perú. Se de Antonio José de Sucre, derrotó en Ayacucho al úl-
decidió a invadir Chile y, desde allí, llegar a Lima por mar. timo virrey, La Serna. Pero aún quedaba un foco de re-
A principios de 1817 San Martín cruzaba los Andes sistencia hispano: Callao, un puerto que logró resistir a
con un ejército de 3.000 hombres y entraba en Chile; las incursiones independentistas hasta 1826.
La relación con las
hijas independizadas
La independencia de América Latina no supuso el fin
de la influencia estadounidense y europea en la región.
Durante los siglos XIX y XX se produjeron numerosos
conflictos que dieron lugar a varias intervenciones, prin-
cipalmente de Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia.
El primero de estos países mostraba interés en Brasil,
Río de la Plata, Chile, América Central y México; el se-
gundo estaba especialmente interesado en Río de la
Plata y México; el tercero se dispuso a ocupar gran
parte de México, mientras que en el Caribe luchaban
por imponerse además de estos tres países, España,
Países Bajos, Suecia y Dinamarca.
El reconocimiento como Estados independientes por
parte de la antigua metrópoli se produjo progresiva-
mente en las décadas de 1830 y 1840, aunque las de-
claraciones oficiales no pudieron ocultar las intenciones
del antiguo Imperio: recuperar, al menos en parte, los
territorios perdidos.
Con frecuencia, tanto España como los demás países
europeos utilizaban argumentos banales para justificar
una intervención, incluso una ocupación militar. Por
ejemplo, los franceses bloquearon el puerto de Veracruz
en abril de 1838 al negarse México a pagar reclamacio-
nes varias por un importe total de 600.000 pesos; entre
ellas estaba incluida una de 800 pesos por los pasteles
que un oficial del ejército mexicano había devorado en
un establecimiento propiedad de un ciudadano francés.
La marina francesa bombardeó la fortaleza de San Juan
de Ulúa, pero las reclamaciones no se pagaron, sino
que se renegociaron. Pequeños conflictos como este
contribuían a crear entre la población la sensación de
que la ambición de las grandes potencias no tenía lí-
mites, y que, por ello, era necesario afirmar la propia
soberanía.
México
1821 Cuba
1844 R. Dominicana
1844
Belice HAITÍ Puerto Rico
1821
Guatemala Honduras
1839 1821
Nicaragua El Salvador
1821 1821
TRINIDAD
Costa Rica
1821 Venezuela
Panamá 1811
1902
GUAYANAS
Colombia
1819
Ecuador
1822
Perú
1821 Brasil
1822
Bolivia
1825
INDEPENDENCIA DE
LAS COLONIAS DE Chile
Brasil
HISPANOAMÉRICA Paraguay
1811
Chile Uruguay
1818 1828
Argentina
1816
La pérdida del Imperio: 1810-1898 195
A pesar del
reconocimiento
oficial de la
Independencia, la
España del
siglo xix nunca
renunció a recuperar,
al menos, parte de los
territorios perdidos.
Caricatura sobre las etapas del Sexenio Democrático; desde la revolución de
1868, pasando por el Gobierno Provisional, el reinado de Amadeo I o la Primera
República hasta que, en diciembre de 1874, el general Martínez Campos aparece
restaurando el escudo de la Monarquía histórica.
fico, un territorio sumamente atractivo para las poten- temer que, junto con las Carolinas, Filipinas cayera tam-
cias europeas. El conflicto comenzó en Borneo y Joló, bién en sus manos. Por fortuna, el conflicto no terminó
dos islas de titularidad española que, tras arduas ne- en guerra. Se propuso al papa León XIII como árbitro
gociaciones diplomáticas, pasaron a manos de Gran de las negociaciones entre España y Alemania. Con el
Bretaña y Alemania. Este último país, transformado en Protocolo de Roma, España se comprometía a llevar
un nuevo imperio con grandes ambiciones, liderado por a cabo una soberanía efectiva sobre las islas. Por su
Bismarck, se propuso establecerse en el archipiélago, parte, a Alemania le fue concedida la plena libertad de
también bajo la tutela de España, aunque esta no lo comercio, navegación y pesca en la zona; derechos
había ocupado de forma efectiva. La respuesta hispana que más tarde se extenderían a Gran Bretaña. Si el final
a las pretensiones alemanas se planificó desde Manila, del conflicto resultó positivo para España no fue pre-
capital de la colonia filipina: dos buques zarparon con cisamente por su superioridad, sino porque Bismarck,
destino a las Carolinas los días 8 y 10 de como buen estadista, comprendió que las
agosto de 1885. Frente a la decisión y la islas no merecían una guerra ni la ene-
armada alemana, dicha respuesta fue
Mientras mistad con España, que aún podía re-
claramente insuficiente. Los buques en Europa currir a su alianza con Francia para
españoles eran pocos y estaban luchaban salvar la situación, algo que perju-
anticuados; la mayoría eran de dicaría en gran medida a Alema-
madera y tenían graves proble- por asentar su nia, interesada en liquidar dicha
mas estructurales. La evidencia influencia en Asia alianza entre ambos países para
de la superioridad alemana hizo reafirmar su posición en África.
y África, España
perdía sus últimas
colonias
PATRIOTISMO Y ALTRUISMO
El conflicto de las Carolinas no sólo evidenció para comprar buques. Además, el inci-
la desesperada situación de la Armada espa- dente destacó el quijotismo del patriotismo
ñola, también confirmó la percepción de que español: la opinión general ante el conflicto
la recuperación del país ya no era responsa- era que estaba en juego la honra. Algunos
bilidad exclusiva del Gobierno, sino de todos manifestantes, al pasar frente al Ateneo,
los españoles. La falta de buques acorazados repetían con orgullo la frase atribuida al
y el mal estado de la flota despertó inicia- almirante español Castro Méndez Núñez en
tivas tan positivas como insuficientes –no tiempos del conflicto de España con Bolivia,
consiguieron su objetivo–, como la de los Chile, Ecuador y Perú (1864-1866):
Moneda con punzón
periódicos El Liberal y El Imparcial, «Más vale honra sin barcos que barcos circular empleada en 1899
que recaudaban fondos entre sus lectores sin honra». en las islas Carolinas.
1898: el fracaso de la nación
La reticencia española a conceder la autonomía a control de la isla. Contemporánea a los disturbios en el
sus colonias, la creciente presencia de intereses es- Caribe fue la insurrección de Filipinas. En este archipié-
tadounidenses en el Caribe, el recuerdo de la Guerra lago, José Rizal fundó en 1892 la Liga Filipina, apoyada
de Yara, la presión que ejercían los exiliados de esta por el famoso Katipunan, una sociedad dispuesta a
guerra desde México, Guatemala, Venezuela y Estados erradicar el dominio español. La rebelión de los «moros»
Unidos, que fomentaban y financiaban al movimiento de Mindanao (1890-1891) y la sucesiva actuación del
separatista, o la fuerte crisis de exportación que afec- general Weyler fueron incentivos fundamentales para el
taba al azúcar son algunos de los elementos a tener movimiento de 1896 en Manila. La dura represión –en
en cuenta a la hora de explicar las causas del conflicto diciembre de ese año Rizal fue fusilado por el general
entre España y sus últimas posesiones coloniales en Polavieja– sólo avivó el ánimo de los insurrectos.
América y el Pacífico. Cuba, por su parte, respondía al dominio español con
La Guerra de Cuba se desarrolló en tres fases. Al prin- una táctica bien conocida por la metrópoli: la guerra de
cipio se trató de un movimiento emancipador resurgido guerrillas. Al levantamiento en febrero de 1895 –con
en 1895, fecha en la que expiraba la tregua establecida el llamado «Grito de Baire»– se sucedieron numero-
en la Paz de Zanjón. La segunda fase comenzó con la sas campañas a lo largo de toda la isla, dirigidas en su
irrupción de Estados Unidos en el escenario. La tercera mayor parte por el líder militar del movimiento, Antonio
se refiere a la guerra hispano-estadounidense por el Maceo. Contra él luchaba, en nombre de España, el
El que intente
apoderarse de
Cuba, recogerá el
polvo de su suelo
anegado en sangre,
si no perece
en la lucha.
Antonio Maceo
La pérdida del Imperio: 1810-1898 199
La
explosión
del Maine fue
el argumento
definitivo de
Estados Unidos
para entrar en
Cuba
política interior: ni hubo pronunciamientos militares, ni terminaban siendo «carne para tiburones». Años des-
los carlistas se sublevaron, ni cayó la monarquía, ni tan pués, todavía deambulaban por las principales calles
siquiera se destruyó el sistema de turno de partidos que de las ciudades españolas mendigos ex combatientes,
dio forma a la Restauración borbónica. lisiados, enfermos… todos aquellos que habían ido a
Las peores consecuencias recayeron en la población: luchar a Cuba porque no tenían los 6.000 reales para la
el Estado empleó más de 1.500 millones en el conflicto, exención del servicio militar.
una cifra muy elevada con relación al presupuesto de
la época. Se movilizaron más de 200.000 soldados –la La
población total española era de unos 18 millones y me- mayoría
dio de habitantes–; todos pertenecientes a las clases
más pobres. De ellos sólo murieron en combate 3.000, de los fallecidos
pero 55.000 fallecieron indirectamente a causa de en- en Cuba eran
fermedades tropicales; según la expresión de Blasco
Ibáñez, los enfermos que regresaban en los barcos
pobres que no
podían pagar los
6.000 reales por
De izquierda a derecha: María Cristina de Habsburgo, esposa
la exención del
de Alfonso XII y reina regente de España hasta la mayoría de servicio militar
edad de su hijo Alfonso XIII (1885-1902); Práxedes Mateo
Sagasta, líder del Partido Liberal, y Antonio Cánovas del Castillo,
líder del Partido Conservador, víctima de un asesinato anarquista
en 1898. En primer plano, Alfonso XII, rey de España entre 1875
y 1885.
personaje
José
Martí
Además de escritor modernista (periodista, poeta, regresar a Cuba para participar en los aconteci-
ensayista…) y político, José Martí (1853-1895) mientos posteriores al Grito de Baire (24 de febrero
fue el fundador del Partido Revolucionario Cubano de 1895). Martí murió en la contienda, apenas
y uno de los máximos artífices del movimien- unos meses después del comienzo de la guerra.
to del 95 que condujo a la guerra con España Su reconocida obra literaria es tan extensa y
y a la posterior independencia de la isla. rigurosa como sus escritos políticos, como
Sus padres eran humildes emigrantes que pusieron Nuestra América, en los que no sólo trata de
sus máximas aspiraciones en su hijo. Hicieron que estu- definir las bases y los rasgos de la nacionalidad
diase con Rafael María de Medive, fundador del Colegio cubana; también reflexiona sobre el destino de
de San Pablo de Cuba y, por entonces, defensor de las América, sus peculiaridades, sus conflictos
ideas independentistas. Con tan sólo dieciséis años fue y expectativas.
condenado a seis años de prisión y trabajos forzados.
Su padre consiguió que le conmutaran la pena por
la deportación en España, donde estudió Derecho y
Filosofía y Letras, en Madrid y Zaragoza. Entre 1874
y 1878 viajó por Europa y vivió en Francia, México
El arma es
y Guatemala. En 1878 regresó a La Habana para para herir,
trabajar como abogado, pero volvió a ser deportado a
España, acusado de avivar el fuego independentista.
y la palabra
En 1880 se incorporó al Comité Revolucionario para curar las
de Nueva York y desarrolló un activo papel político,
además de intelectual. En 1892, desde Florida, heridas.
fundó el Partido Independentista Cubano, que
movilizaría a la población isleña. En 1895 consiguió
«Considerando que las horribles condiciones que han existido en la isla de Cuba, tan próxima a nuestras costas, por más de tres años, condiciones
que han ofendido el sentido moral del pueblo de los Estados Unidos de América, y que han culminado en la destrucción de un acorazado de los
EE. UU. durante una visita amistosa al puerto de La Habana (...), no pueden soportarse por más tiempo como lo afirma el presidente de los Estados
Unidos en su mensaje de 2 de Abril de 1898, sobre el cual el Congreso ha sido invitado a pronunciarse. En consecuencia, el Senado y la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos, reunidos en Congreso han resuelto:
Primero: que el pueblo de la isla de Cuba es, y tiene derecho a ser, libre e independiente.
Segundo: que los Estados Unidos tienen el deber de pedir, y por tanto el Gobierno de los Estados Unidos pide, que el Gobierno español renuncie
inmediatamente a su autoridad y gobierno sobre la isla de Cuba y retire de Cuba y de las aguas cubanas sus fuerzas terrestres y navales.
Si a la hora del mediodía del sábado próximo, 23 de abril, no ha sido comunicada a este Gobierno por el de España una completa y satisfactoria
respuesta a la Resolución, en tales términos que la paz de Cuba quede asegurada, el presidente procederá sin ulterior aviso a usar poder y
autorización ordenados y conferidos a él, tan extensamente como sea necesario».
9
¿Una nueva
oportunidad
en África?
Conferencia entre los dirigentes europeos para solucionar la crisis con Marruecos, en Algeciras
(España); recepción de los delegados en la estación de la ciudad por el alcalde (enero de 1906).
Europa conquista África
Las guerras por las unificaciones de Italia y Alemania Reino Unido seguía siendo, incluso con la feroz com-
y la guerra franco-prusiana de 1870 marcaron el inicio petencia de la recién industrializada y unificada Alema-
de un largo periodo de paz. Los avances técnicos, que nia, la potencia industrial más importante de Europa. La
se producían sin cesar, hacían progresar todavía más política colonial de Disraeli, el primer ministro, se centró
las economías de los países industrializados. No obs- en consolidar el dominio sobre la India. Con ello no sólo
tante, en estos años que los europeos llamaron «Belle beneficiaba a la economía, sino que fortalecía el orgu-
Époque», se fraguó la creciente tensión entre las prin- llo nacional y desviaba la atención de la cada vez más
cipales potencias europeas. Las posesiones coloniales numerosa y potente clase obrera. La solemne procla-
en África y Asia fueron, en numerosas ocasiones, esce- mación de Victoria como emperatriz de la India fue, sin
nario de estas rencillas. La tensión desembocaría, cua- duda, una hábil maniobra de propaganda política.
renta años más tarde, en la Primera Guerra Mundial, en
la que murieron casi diez millones de personas.
La Alemania de Bismarck, la Tercera República fran-
cesa y la Inglaterra victoriana fueron las protagonistas
indiscutibles de las relaciones internacionales.
A pesar de haber perdido los territorios de Alsacia y
Lorena, y de haber afrontado los retos democratiza-
dores de la Comuna de París, Francia era uno de los
países más importantes de Europa. La conquista de
nuevos territorios más allá de sus fronteras originales
podía significarle el reto necesario para demostrar las
capacidades del país.
DA
GUINEA ESP. ÁFRICA ITALIANA
AN
su civilización y explorar, explotar y ORIENTAL
UG
ÁFRICA BRITÁNICA
dominar el globo; el comercio, por ECUATORIAL
CONGO
primera vez en la historia, se hizo FRANCESA BELGA
ÁFRICA
verdaderamente internacional. ORIENTAL
Entre 1870 y 1914 buena parte ALEMANA
del planeta quedó bajo el control de
las potencias occidentales. El creci-
BÉLGICA ANGOLA
miento de la rivalidad entre ellas, la RODESIA
E
QU
DEL NORTE
BI
gran demanda de materias primas
M
FRANCIA
ZA
para la industrialización y la mejora
MO
RODESIA
de los transportes hicieron que en DEL SUR
ALEMANIA ÁFRICA DEL ÁFRICA
1914 no quedara, prácticamente, SUDOESTE ECUATORIAL MADAGASCAR
ninguna zona del globo sin explotar. FRANCESA
ITALIA
Los países colonizadores sentían
gran orgullo ante sus pertenencias
PORTUGAL
coloniales. No tenían remordimiento
por esta explotación, es más, les
SUDÁFRICA
ESPAÑA
hacía sentirse un pueblo superior,
civilizado y moderno. Estaban con-
REINO UNIDO
vencidos de que el colonialismo lle-
vaba la ilustración y la civilización a
INDEPENDIENTE
los territorios conquistados.
208 España como Imperio
Aparte de las grandes potencias europeas, sólo dos Bonelli sobre la población local reflejaban la pobreza de
Estados lograron modernizarse a través de un proceso estas tierras, y confirmaban los prejuicios de los euro-
de expansión territorial e industrialización: Estados Uni- peos respecto a los africanos. La salinidad del agua, la
dos y Japón. Este último, con su revolución Meijí, logró imposibilidad de practicar la agricultura, incluso en los
convertirse en un país imperialista; China y Corea fue- escasos oasis, y la dificultad para mantener cualquier
ron su zona natural de expansión. Por su parte, Esta- tipo de ganado determinaban la pobreza de la escasa
dos Unidos conquistó el oeste de Norteamérica, arre- población autóctona. Pero se trataba de una pobreza
batando los territorios a las comunidades indígenas, y aparente, ya que el subsuelo escondía una considera-
los territorios del sur, que pertenecían a México. ble riqueza en hidrocarburos.
Entre 1884 y 1885 se celebró la Conferencia de Ber-
lín, presidida por Bismarck, con el objetivo de resolver
los conflictos surgidos entre las grandes potencias res-
pecto a la colonización en África. En esta reunión inter-
nacional se sancionó el principio de ocupación efectiva,
según el cual, un Estado podía tener derecho a poseer
una colonia si ocupaba de forma efectiva un territorio
determinado. Sin embargo, lo más trascendental fue
el reparto explícito, «sobre el tablero», que las grandes
potencias hicieron de África. España vio reconocida,
una vez más, su inferioridad con relación a estos po-
derosos países.
Para confirmar los intereses españoles en la región del
Sahara Occidental, caladero tradicional de
los pescadores canarios, Cánovas del
Castillo envió al viajero Emilio Bonelli
Hernando a dicha conferencia, con
instrucciones de asegurar los de-
rechos españoles en la costa sur.
El 3 de noviembre de 1884 mandó
construir una caseta sobre la que
se izaba la bandera española; se
estaba fundando Villa Cisneros.
Las primeras apreciaciones de
«Al desembarcar en un punto de la costa rodearon más limpia y hasta que no tiene llenas todas las vasijas
la lancha varios hombres y mujeres, suplicando les y envases no descansa en tan alegre tarea».
diéramos agua para beber. Uno de aquellos creyentes (Citado por Javier Morillas en El reparto de África, Cua-
consumió cinco litros de tan codiciado líquido, y aún dernos de Historia 16).
creo que hubiera bebido más si se lo hubiese dado…
La miseria que domina a estas pobres gentes, la sed Las
y el hambre que revelan sus enjutos rostros y extrañas
grandes
miradas, sólo se conciben contemplándolos de cerca
y conociendo sus condiciones de vida. Para ellos el potencias
comer carne es una dicha, fugaz como un meteoro, europeas se
que se realiza muy de tarde en tarde; los sufrimientos
que les ocasiona la sed son tales que, cuando llueve,
repartieron
el moro de aquel litoral rebosa en alegría indescriptible, África «sobre el
y cargado con un pellejo de cabra recorre los char- tablero»
cos y hoyos de las piedras donde el agua se conserva
Las colonias españolas en África
en tiempos de la expansión colonial
Las monarquías de los Austrias y de los Borbones Tratado de San Ildefonso, Portugal cedía las islas de
habían concentrado su interés en América y Europa. Fernando Poo y Annobón y el derecho a comerciar con
África nunca fue para España un territorio preferente Camerún y Gabón. Tuvo que pasar más de medio si-
de colonización, como tampoco lo fue para las demás glo para que España se decidiera a hacer efectivo este
potencias europeas, a excepción de Portugal, que dominio oficial: en 1843, una flota al mando de Juan
desde finales de la Edad Media había establecido nu- José Lerena y Barry tomó posesión de Fernando Poo,
merosos enclaves comerciales en la costa occidental. Corisco y Río Muni.
Ni siquiera consideró de especial importancia disputar Los territorios españoles en el golfo de Guinea in-
el monopolio portugués y británico del comercio de es- cluían, por tanto, las islas de Fernando Poo, Annobón,
clavos, que, procedentes del interior del continente, se Elobey y Corisco, además de la Guinea continental (el
embarcaban en las colonias portuguesas con destino a territorio denominado Río Muni). Se trataba de una su-
las plantaciones americanas. Sólo a finales del siglo XVIII perficie muy pequeña si la comparamos con las colo-
comprendió la importancia de contar con algunas po- nias vecinas de Camerún (en manos alemanas), Nigeria
sesiones estratégicas en África. En 1777, en el primer (una colonia británica) e incluso la actual Ghana (que
ESPAÑA
PORTUGAL ESPAÑA
Casablanca
MARRUECOS
Madeira
Marrakech
Ifni
CANARIAS
ARGELIA
Villa Bens CABO JUBY
El Aaiún Tinduf
SEGUIA EL HAMRA
L
ÑO
PA
ES
RA
Villa Cisneros
HA
la recuperó, hasta que el terremoto de 1790 la destruyó Además de las ciudades de Ceuta y Melilla, España
y sus restos pasaron definitivamente a manos de Argel. contaba con el territorio de Río de Oro, o Sahara Occi-
Así, a principios del siglo XIX sólo Marruecos parecía ser dental, que se respetó en la Conferencia de Berlín. Las
un territorio probable de colonización española. El pro- sucesivas exploraciones españolas habían producido
blema era que también Francia, Gran Bretaña y Alema- una discreta influencia en esta zona, lo que sirvió en
nia estaban interesadas en este antiguo reino magrebí. gran medida para contrarrestar la presión de Marrue-
La llamada Guerra de África comenzó en 1859, con la cos, que, desde su independencia y hasta la actuali-
declaración de guerra a Marruecos ante los frecuentes dad, considera infundadas las demandas nacionalistas
incidentes fronterizos con las ciudades de soberanía de los saharauis.
española. O’Donnell envió un ejército de 40.000 hom-
bres con el objetivo de conquistar Tetuán. El Tratado
de Wad-Ras ratificó la parcial victoria española, im-
puso una sustanciosa indemnización a Marruecos y
reconoció los derechos de España sobre Ifni.
A finales del siglo XIX, resurgió el conflicto marroquí
con la Guerra de Margallo, o Primera Guerra del Rif
(1893-1894).
Sólo
después
de la pérdida
de las colonias
americanas,
España consideró
la ocupación del
noroeste
africano
CÁDIZ
Algeciras GIBRALTAR TERRITORIOS ESPAÑOLES
EN MARRUECOS
CEUTA
Tánger
Tetuán
Arcilla YEBALA
Villa
Aulef
Alhucemas MELILLA
Larache Puerto Capaz
LOCUS Xauen
Axdir Nador
Alcazarquivir Torres
Bad Taza de Alcalá
XAUEN Zeluán
RIF KERT
Targuist
Ketama
214 España como Imperio
EL DESASTRE DE ANNUAL
El 17 de julio de 1921 ocurrió una de las más Domínguez Ortiz afirmó en España, tres mile- surgió la figura del «soldado de cuota», que
sonadas y determinantes derrotas militares nios de historia: «El general Picaso elaboró un mediante el pago de una cantidad, comía y
del Ejército español: las tropas de la parte expediente que revelaba las faltas gravísimas dormía en su casa, y servía en activo sólo
oriental de Marruecos, alrededor de Annual, en los mandos, y no son pocos los que creen durante seis meses.
formadas por unos 20.000 hombres, habían que en el golpe dictatorial de 1923 influyó el
retrocedido empujadas por el pánico para deseo de que las Cortes no discutieran ese
refugiarse en Melilla. Sólo se necesitaron tres expediente».
días de combate para derrotar a los cansados Annual desató en los españoles, aún más
y mal preparados soldados. La defensa de que durante la Guerra de Cuba, el odio a
su propio territorio era algo natural para los las quintas. El quinto, que no podía pagar
rifeños; en la época se decía que cada uno de la redención, era un campesino o un obrero
ellos tenía un viejo fusil en casa. obligado a ir a una guerra de la que no sabía La contienda con los rifeños supuso
Los periódicos, censurados, únicamente absolutamente nada y para la que no tenía una redefinición de la política colonial
mencionaron que miles de españoles habían formación alguna. La Ley de Servicio Militar de España.
muerto en Annual a manos de los marroquíes. de 1912 hizo obligatorio y universal la pres-
El Ejército se resistía con violencia a ser tación de servicio en el Ejército, pero siempre
juzgado. Pero la opinión pública conocía su había modos de escapar a la ley para marcar
mal estado, especialmente de los mandos, las profundas diferencias sociales de España.
y los altos costes sociales y económicos del Las clases altas y medias no podían permitir
mantenimiento de las posiciones españolas que sus hijos recibieran en los cuarteles el
en Marruecos. El gran historiador Antonio mismo trato que los reclutas ordinarios; así
El desembarco militar de
Alhucemas (8 de septiembre
de 1925) puso fin a la Guerra
del Rif. En él participaron
tropas españolas (con
13.000 soldados) y francesas.
Es considerado el primer
desembarco aeronaval
de la historia mundial.
Años después, el general
estadounidense Dwight
Eisenhower estudiaría a
fondo la táctica empleada
por los españoles para trazar
el plan del desembarco de
Normandía. Alhucemas
constituía un foco permanente
de la rebelión rifeña; los
hombres de Abd-el-Krim
contaban con un fuerte
apoyo en esta región. Todas
las operaciones militares
españolas, incluida la de
1921, que desembocó en el
Desastre de Annual, tuvieron
como objetivo la ocupación de
Alhucemas.
¿Una nueva oportunidad en África? 215
tos acontecimientos estaban íntimamente ligados a la del panorama gubernativo hizo posible la participación,
evolución de los episodios en Marruecos. Ese mismo tímida pero progresiva, de republicanos y socialistas,
año, las tribus rifeñas atacaron a los obreros que cons- que se perfilaron como izquierda frente a la tendencia
truían el ferrocarril que unía Melilla y las instalaciones de conservadora de la nueva derecha española, configu-
la Compañía de las Minas del Rif, propiedad del conde rada por la alta y media burguesía y defensora de la
de Romanones y del marqués de Comillas, dos aristó- Monarquía y la centralización del Estado.
cratas estrechamente relacionados con la política. Para Tan sólo dos años antes de que estallara la Primera
frenar el ataque marroquí se llamó a los reservistas; con Guerra Mundial, Gran Bretaña e Italia despejaron el
ello, muchos obreros se vieron obligados a dejar sus panorama marroquí. Francia y España tuvieron enton-
trabajos para ir a combatir a tierras lejanas en la de- ces la oportunidad de repartirse el protectorado sobre
fensa de los intereses económicos de la clase dirigente. Marruecos, con lo que ello implicaba: abortar la persis-
La discusión de esta llamada a filas originó una gran tente rebelión de los insurgentes, liderados por Abd-
movilización en Barcelona, donde los obreros pusieron el-Krim. A España le fueron asignadas posesiones al
de manifiesto sus duras condiciones laborales. La norte (Yebala-Rif) y al sur (Tarfaya). El control del
protesta se saldó con numerosas muertes. territorio del Rif presentó una dificultad es-
La crisis de 1909 evidenció el ago- En pecial, y en 1921, en Annual, murieron
tamiento del turno pacífico de par- 1909 se miles de soldados españoles, entre
tidos, y, a raíz de ella, surgieron ellos el general Silvestre, que diri-
nuevos grupos políticos que produjo en gía las operaciones. El Desastre
rechazaban el sistema estable- Barcelona una gran de Annual hizo posible la im-
cido por Cánovas del Castillo plantación de la República del
en 1876. Esta transformación
movilización contra Rif (1921-1926).
la llamada a filas para
defender los intereses
económicos de la
clase dirigente
Cuando las
multitudes alzan la
voz amenazando con
perturbar el orden es
para reclamar algo
que, casi siempre, se
les debe en justicia.
Manuel Azaña
Billete de diez pesetas con la alegoría de
la Segunda República Española.
El Gobierno republicano. El Gobierno Provisional durante una comida en la que se acordó ofrecer la presidencia de la República a Niceto
Alcalá-Zamora.
El Ferrol Gijón
Santander
Bilbao San Sebastián
FRANCIA
La Coruña Lugo Oviedo
Alcázar Cuenca
PORTUGAL Talavera de la Reina de Toledo
Teruel
Castellón
Islas
Toledo Palma Mahón
Baleares
Cáceres Trujillo
Valencia
Lisboa Mérida
Ibiza
Badajoz Ciudad Real Albacete
Alicante
Nuestra Señora
de la Cabeza
Córdoba
Jaén Murcia
Huelva Sevilla Granada
MAR
Cartagena
Almería
MEDITERRÁNEO
Málaga
Islas Canarias Lanzarote Cádiz
Algeciras
La Palma
Tenerife Fuerteventura
Ceuta
Tánger
Gran Tetuán
Melilla
ARGELIA
Canaria
El Hierro La Gomera
El franquismo: la
añoranza del Imperio
El golpe de Estado del general Francisco Franco, cuyo
poder y prestigio se habían gestado en Marruecos (es-
tuvo allí entre 1912 y 1926), dio comienzo a la Guerra
Civil, con la que se truncó definitivamente la posibilidad
abierta durante la República: superar la añoranza del
Imperio para fundamentar el progreso del país en nue-
vos y más sólidos principios.
La presencia española en Marruecos favoreció, por
tanto, la unidad de los generales en torno a un objetivo:
conquistar territorios en África para recuperar el Impe-
rio, o al menos una parte de este. La lucha contra un
enemigo común creó en la cúpula militar la percepción
de tener una importante misión que acometer en nom-
bre de España, arruinada por los malos políticos: defen-
der la cristiandad y recuperar el antiguo esplendor de la
que consideraban una nación única, sin fisuras; todo
lo que entorpeciera este objetivo debía ser eliminado
por la fuerza.
ahón
EL IMPERIO EN LOS
LIBROS DE TEXTO
MARCHAS DEL
Lanzarote 7 DE NOVIEMBRE
(EN VERDE) Y ACCIÓN
MILITAR DEL 31 DE
ISLAS CANARIAS
OCTUBRE (EN ROJO), MARRUECOS
EN 1975
TAN-TAN
ARGELIA
Fuerteventura
ZAG
TARFAYA
Base militar KH
ABATTEKH
TAH
1. Movimiento de tropas 3. Movimiento
Acción militar
7.11. de tropas 7.11.
2. Movimiento 31.10.
de tropas
DAOURA EL HAGGOUNIA 7.11.
MAHBES
EL AAIÚN IDIRIYA
FARSIA
HAOUSA
HAOUS
Smara
SAHARA ESPAÑOL
MAURITANIA
10
Nuevas
perspectivas
de la España
democrática
Fachada principal del Palacio de las Cortes, donde se reúne el Congreso de los Diputados, órgano
constitucional que representa al pueblo español.
La cooperación internacional española
El preámbulo de la Constitución de 1978 expone el tado contra la Pobreza firmado por todas las fuerzas
deseo de «colaborar en el fortalecimiento de unas rela- políticas con representación parlamentaria en 2007, y
ciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los auspiciado por la Coordinadora de Organizaciones no
pueblos de la Tierra»; en esta declaración se encuentra Gubernamentales para el Desarrollo (ONGDs), confirma
el origen de la colaboración española para el desarrollo. la voluntad y el consenso que lo acompañan.
La Ley 23/1998, de 7 de julio, sobre cooperación in- Un destacado avance en la consecución de esta po-
ternacional ha supuesto la regulación de las fór- lítica de Estado fue la aprobación por consenso
mulas y modalidades de ayuda existentes. del II Plan Director de la Cooperación
La Agencia Española de Cooperación Luchar Española 2005-2008, el documento
Internacional (AECI) se creó en 1988 contra marco que establece los objetivos,
como órgano ejecutor de la política criterios, prioridades sectoriales y
nacional en estas competencias.
la pobreza, geográficas de la cooperación al
Está adscrita al Ministerio de promover la desarrollo, y en cuya elaboración
Asuntos Exteriores y de Coope- participaron todos los agentes.
defensa de los
ración a través de una Secretaría La labor desarrollada en este
de Estado. derechos humanos, la plan se ha visto afianzada con la
Con el tiempo, la colaboración equidad de género aprobación del Plan Director de
española se ha convertido en una la Cooperación española 2009-
política de Estado. El Pacto de Es-
y el respeto a la 2012, que enlaza de forma armó-
diversidad
No existe
una mejor prueba
de progreso de una La cooperación
civilización que la del es la convicción de que
progreso de nadie puede llegar a la
la cooperación. meta si no llegan todos.
nica con el anterior y que trata de avanzar sobre lec- sorcio público fruto de un convenio entre el Ministerio
ciones aprendidas. El objetivo es, en todos los casos, de Asuntos Exteriores y de Cooperación y la Agencia
mejorar e incrementar la gestión de la Ayuda Oficial al Española de Cooperación Internacional, el Gobierno
Desarrollo (AOD), hasta llegar al 0,7% de la Renta Na- de Canarias, los Cabildos insulares de Gran Canaria,
cional Bruta en un futuro próximo. La Declaración del Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote, y el Ayuntamiento
Milenio y otros acuerdos derivados de las Cumbres de de Las Palmas de Gran Canaria. Esta institución fue
Naciones Unidas son los principales referentes del Plan oficialmente inaugurada en junio de 2006 con el fin de
Director. Las intervenciones de la cooperación española contribuir al desarrollo de las relaciones entre los países
se dirigen a contribuir a la lucha contra la pobreza, a y las sociedades de España, África y Europa, y a un
la promoción y defensa de los derechos humanos, a mejor conocimiento de sus pueblos dentro de cuatro
la conservación del medio ambiente, a la equidad de ámbitos principales: social y cooperación, académico,
género y al respeto a la diversidad cultural. económico y cultural.
América Latina y el Mediterráneo son el ámbito de Casa Asia es otra institución pública que promueve la
atención prioritaria, pero muchos expertos consideran realización de actuaciones y proyectos que contribuyan
que el África subsahariana, ajena en el pasado a los a un mejor conocimiento entre las sociedades de Asia,
intereses coloniales e imperiales de España, se con- el Pacífico y España, y a impulsar el desarrollo de sus
vertirá también en una fuerte apuesta de colaboración. relaciones en los ámbitos institucional, cultural, acadé-
Prueba de ello es la creación de Casa de África, un con- mico y económico.
La extensión cultural
El Instituto Cervantes es la institución pública creada Junto al Instituto Cervantes actúan otras institucio-
en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua nes, como la Sociedad Estatal para la Acción Cultu-
española y para la difusión de las culturas española e ral Exterior (SEACEX), que fue creada a finales del año
hispanoamericana. Tiene centros repartidos por todo 2000 con la finalidad de contribuir a la divulgación y
el mundo, donde se organizan programas de difusión proyección en el exterior del legado español, a través
de esta lengua y actividades en colaboración con otros de la producción y organización de exposiciones his-
organismos españoles e hispanoamericanos y con en- tóricas y artísticas, así como para consolidar los víncu-
tidades de los países anfitriones. los comunes con los países de nuestro ámbito cultural
y establecer nuevas relaciones con otras áreas geo-
gráficas.
EL CASTELLANO EN EL MUNDO
El castellano es, después del chino man- el número de hispanohablantes alcanzara
darín, el idioma más hablado del mundo: lo los 35 millones, y ese año el español superó
utilizan como primera y segunda lengua unos al inglés como el idioma más hablado del
500 millones de personas; es el segundo mundo occidental. En 2001, los hispano-
idioma más estudiado después del inglés, hablantes eran aproximadamente 40 mi-
con al menos 17,8 millones de estudiantes llones de personas. El Instituto Cervantes,
distribuidos en 90 países; y es la tercera organismo para la difusión de la lengua
lengua más usada en Internet. Se estima española, expuso que entre 1986 y 1990 se
que para el año 2050 lo hable el 10% de registró un aumento del 70% en el número
la población mundial. La previsión para el de estudiantes de español en Estados Unidos
año 2000 era que sólo en Estados Unidos y del 80% en Japón.
América Latina y la
cultura española
El interés por estrechar los lazos con los países lati-
noamericanos es un hecho evidente desde los primeros
años de nuestra vida democrática. La secretaría de Es-
tado para Iberoamérica, por ejemplo, asiste al ministro
en la formulación y ejecución de la política exterior de Es-
paña en esta área geográfica. Asimismo, le corresponde
la preparación y coordinación de las Cumbres Iberoame-
ricanas, el fomento de la Comunidad Iberoamericana
de Naciones, el apoyo a las funciones de la Secretaría
General Iberoamericana y el seguimiento y definición de
la política española con los organismos internacionales
multilaterales de este ámbito geográfico.
Para fomentar las relaciones internacionales y el cono-
cimiento de otras culturas se han creado en los últimos
años varias instituciones culturales, como Casa de Amé-
rica, inaugurada en 1992 con motivo de la capitalidad
cultural europea de Madrid y coincidiendo con la cele-
bración de la II Cumbre Iberoamericana de jefes de Es-
tado y de Gobierno. Se trata de un centro activo y diná-
mico para el desarrollo de todo tipo de actividades, que
fomenta el debate, la reflexión y la investigación sobre
temas de contenido cultural, artístico, ideológico, social,
científico, tecnológico, económico y político.
Juan Carlos I saludando a las tropas españolas en el Sahara. Hasán II de Marruecos abrazando al Jefe
del Estado español, Francisco Franco, a la
Abajo, imagen de la «marcha verde», organizada por Hassan II en 1975. llegada del monarca alahuita al aeropuerto
de Madrid el 8 de julio de 1963.
236 España como Imperio
Principalmente en los campos de refugiados, las con- zación de las Naciones Unidas, que no reconoce la in-
diciones de vida y los medios de comunicación revelan dependencia de la RASD ni los derechos de anexión de
la pobreza dominante: cada médico debe atender a Marruecos. Aunque en 2002 invalidó los Acuerdos de
más de tres mil personas, no hay ningún ferrocarril, y Madrid, consideró que Marruecos ocupa ilegalmente
tan sólo hay dos teléfonos, una radio y un televisor por este territorio y dio su aprobación para la celebración
cada mil habitantes. de un referéndum de autodeterminación. Estas circuns-
La tensión entre ambas partes se ha mantenido en tancias hacen que este sea un conflicto paralizado, sin
el siglo XXI. Por un lado, Marruecos insiste en presen- salida aparente a corto y medio plazo.
tar al Frente Polisario como extensión de la amenaza El interés de España por consolidar sus posiciones
terrorista internacional, mientras que los independen- en Ceuta y Melilla ha impedido que la antigua potencia
tistas saharauis denuncian la continua violación de los colonial apoye decidida y abiertamente las demandas
derechos humanos llevada a cabo en la zona por las saharauis; el objetivo parece ser evitar el enfrentamiento
autoridades marroquíes. Por otro lado, ninguna de las con Rabat y facilitar la ratificación del acuerdo pesquero
dos partes cuenta con el apoyo explícito de la Organi- de 2005 entre la Unión Europea y Marruecos.
El
interés
de España
por consolidar sus
posiciones en Ceuta
y Melilla impide
apoyar decidida y
abiertamente las
demandas
saharauis
tttNSTITIItlttl
lU~ LÀ IUU1 11BLit:A
1 S PA i • L ..•
EDAD MEDIA
1229 1476
1230 1478-1496
1323 1479-1516
1443 1483
Alfonso V el Magnánimo conquista Nápoles. Creación del Consejo de la Inquisición.
1474 - 1504
1474 - 1479
1492 1520
1494 1521
1497 1526
1512 1527
Incorporación del reino de Nápoles a Castilla. Saco de Roma a cargo de las tropas de Carlos I.
1516 1531
Carlos de Gante es investido rey de Castilla y Aragón. Los príncipes protestantes alemanes se unen en la
Liga de Esmalcalda contra Carlos I.
1517
1533
Lutero clava sus 95 tesis en la puerta de la iglesia del
Palacio de Wittenberg. Conquista definitiva de Perú.
1540-1581
1540 1559
Se publican las Leyes Nuevas de Indias. Paz de Cateau-Cambrésis: pone fin a la lucha por la
supremacía en Italia.
1542
1561
Bartolomé de Las Casas escribe Brevísima relación de
la destrucción de las Indias. Felipe II establece la corte en Madrid.
1545-1563 1564
1558 1581
Creación del Consejo de Italia para gobernar Sicilia, Manifiesto de La Haya: las siete provincias de la Unión
Nápoles y Milán. de Utrecht se independizan de España.
1588-1677
1588 1618-1648
1598-1621 1643
1600-1606 1648
Traslado de la corte a Valladolid. Paz de Westfalia: ratifica la existencia de una nueva
potencia hegemónica, Francia, y confirma el comienzo
1607 de la decadencia del Imperio hispánico.
España reconoce la independencia de las Provincias
Bancarrota. Unidas de Holanda.
1609-1621 1659
Tregua de los Doce Años con los Países Bajos. Paz de los Pirineos: España pierde Rosellón-Cerdaña,
Artois y varias plazas de Flandes.
1621-1665
1665-1700
Reinado de Felipe IV.
Reinado de Carlos II.
1625
1665-1677
España toma la ciudad holandesa
de Breda. Regencia de Mariana de Austria.
1700-1789
1700 1753
Carlos II muere sin descendencia; es el último monarca Concordato: se concierta el patronato regio de la
de la dinastía Habsburgo (de los Austrias). Monarquía sobre la Iglesia española.
1700-1746 1759-1788
1700-1713 1761
1713 1764
1724 1767
Felipe V abdica en su hijo, Luis I, que muere a los Expulsión de los jesuitas.
pocos meses.
1777
1733
Tratado de San Ildefonso.
Primer Pacto de Familia, que establece la alianza entre
España y Francia. 1785
1805 1814
Batalla de Trafalgar: España y Francia, aliadas, son Fin de la guerra. Fernando VII regresa a España y deroga
derrotadas por Gran Bretaña. la Constitución. Restauración del Antiguo Régimen.
1807 1820
Tratado secreto de Fontainebleau: Godoy y Napoleón Pronunciamiento de Riego. Comienza el Trienio Liberal.
llegan al acuerdo de conquistar y repartirse Portugal.
1823
1808-1814
El rey reinstaura el absolutismo.
Guerra de Independencia contra la Francia
napoleónica. 1833-1868
1870-1873 1893-1894
1873-1874 1895
1875-1885 1897
Reinado de Alfonso XII de Borbón. Muere en un atentado anarquista Cánovas del Castillo,
presidente del Consejo de Ministros.
1878
1898
Paz de Zanjón con los autonomistas cubanos,
ratifica el dominio español sobre la isla. 15 de febrero: explosión del acorazado
estadounidense Maine, fondeado en La Habana.
1885 Estados Unidos declara la guerra a España.
1 de mayo: Desastre de Cavité.
Crisis de las Carolinas. 10 de diciembre: Tratado de París; pérdida de los
últimos territorios coloniales en América, Cuba y Puerto
1885-1931 Rico, así como de Filipinas y Guam en Asia.
1923-1929 1986
1931-1936 1988
1945
1968
1975
1978
Constitución española.
ÍNDICE ONOMÁSTICO
Enrique VIII de Inglaterra 20, 21, Lerena y Barry, Juan José 210
72, 91, 95 H Lerma, duque de 104, 110, 112,
Ensenada, marqués de la 165 Hasán II de Marruecos 223, 235 113, 115, 123
Escalona, duque de 141 Hernández de Córdoba, Lezo y Olavarrieta, Blas de 173
Francisco 63 Liniers 190
F Hidalgo y Costilla, Miguel 188 Lope de Vega, Félix 112, 114
Farnesio, Alejandro 17, 19, 85, Huáscar 70 López de Gómara,
89, 92 Huayna Cápac 70 Francisco 69
Felipe II de España 16, 18, 20, Huitzilopochtli 68 Loyola, Ignacio de 55
22, 24, 27, 29, 59, 78, 79, 80, 81, Luis I de España 23, 157
84, 87, 88, 91, 95, 96, 99, 104, 105, I Luis XIII de Francia 116, 120
106, 110, 111, 112, 113, 114, 139 Iglesias, Pablo 213 Luis XIV de Francia 22, 141, 142,
Felipe III de España 20, 22, 103, Isabel de Castilla (infanta) 105 143, 146, 149, 157, 164, 165
104, 105, 106, 110, 111, 112, 113, Isabel de Farnesio 151, 157, 158, Luis XVI de Francia 185
114, 115, 124, 139, 140, 151 162, 164 Luis XVIII de Francia 185, 186
Felipe IV de España 22, 29, 103, Isabel I de Castilla (la Católica) Luque, Hernando de 69
111, 112, 114, 115, 116, 119, 124, 17, 18, 21, 32, 44, 56 Lutero 55, 75, 79
131, 132, 133, 134, 135, 139, 142, Isabel I de Inglaterra 91, 94, 95
149, 157, 170 Isabel II 23, 112, 195, 196 M
Felipe V de España 23, 151, 154, Iturbide, Agustín de 188 Maceo, Antonio 198
155, 157, 158, 160, 161, 162, 164, Magallanes, Fernando de 63, 95
165, 172 J Malaspina, Alejandro 174, 175,
Fernández de Córdoba, Gonzalo Jaime I (el Conquistador) 38 176
70 Jaime II de Aragón 39 Malinche, La (Malineli Tenepatl,
Fernando II de Aragón y V de José I de Habsburgo 150 o doña Marina) 69
Castilla (el Católico) 18, 21, 41 Juan I de Portugal 35 Malocello, Lanceloto 36
Fernando III (el Santo) 32 Juan II de Aragón 32, 39 Manuel I de Portugal 20, 97
Fernando VII 23, 181, 182, 186, Juan II de Portugal 37, 44, 48 Marchena, Antonio de 45
188, 189, 196 Juan IV de Portugal 122 Marco Polo 46
Floridablanca, conde de 166 Juan José de Austria 135, Margarita de Austria 22, 74, 86,
Francisco I de Francia 76 136, 137 112, 114, 139, 140
Franco, Francisco 217, 219, 221, Juana de Trastámara (la Loca) 22, Margarita de Parma 85
223, 225, 235 56, 57, 59, 140 María I de Inglaterra 93
Frías, duque de 138 Juana la Beltraneja 34 Mariana de Austria 133, 134,
Fugger, familia 61, 62 Julio II (papa) 33 135, 136
Juvara, Filippo de 164 Mariana de Neoburgo 141
G María Teresa de Austria
Gama, Vasco de 35 K y Borbón 22, 132, 142, 149
Godoy, Manuel 180, 181 Kiepert 209 Martí, José 203
Gómez de Mora, Juan 112 Martínez Campos, Arsenio 195,
Góngora, Luis de 112 L 199
Goya, Francisco de 21, 167, 179, León X (papa) 72 Martín I de Aragón 33
181, 182 Leopoldo I de Austria 141, 149, Maura, Antonio 213
Grijalva, Juan de 63 150, 151 Maximiliano de Austria 21, 57, 59
250 España como Imperio
Mazzarino, cardenal 130, 132, 146, Osuna, duque de 135 Sajonia, Mauricio de 75
150 Ovando, Nicolás de 49, 52, 63, 69 Sanjurjo, José 216, 217
McKinley, William 199 San Martín, José de 189, 190
Medici, familia 74 P Santa Coloma, virrey 120
Medina Sidonia, duque de 93 Pablo IV (papa) 81 Santa Cruz, marqués de 93
Medinaceli, duque de 136, 138 Patiño, José 165 Santángel, Luis de 45, 46
Méndez de Haro, Luis 132 Pedro (el Católico) 40 Sauvage, Jean Le 58
Méndez Núñez, Castro 197 Pedro IV (el Ceremonioso) 39 Sebastián de Portugal 96, 217, 220
Menéndez Pidal, Ramón 26 Peraza, Hernán 36 Séneca 46
Merry y Colom, Francisco 209 Pérez, Antonio 85 Sixto IV (papa) 42
Miguel (infante de Castilla) 56 Pérez, fray Juan 45 Sixto V (papa) 98
Miranda, Francisco de 189 Pinzón, Martín Alonso y Vicente Solimán II 84, 85
Moctezuma II 66, 68, 100 52, 53 Spínola, Ambrosio 17, 106, 107
Monis de Perestrello, Felipa 44 Pío V (papa) 84, 98 Sucre, Antonio José de 189, 190,
Monterrey, conde de 146 Pizarro, Francisco 69, 70, 71 191
Montpellier, María de 40 Pizarro, Hernando 71
Morelos, José María 188 Plinio 46 T
Moret, Segismundo 199 Pozzo Toscanelli, Paolo del 46 Tacca, Pietro 112
Murat, Joaquín 182 Primo de Rivera, Miguel 216 Teresa de Mier, fray Servando 184
Ptolomeo 46 Triana, Rodrigo de 47
N Túpac Amaru 187, 188
Nithard, Everardo 133, 134, 135, Q
136 Quetzalcóatl 66 U
Núñez de Balboa, Vasco 70 Uceda, duque de 113, 115
R Unamuno, Miguel de 26
O Ramón y Cajal, Santiago 26
O’Donnell, Leopoldo 212 Richelieu, cardenal 116, 118, 130 V
O’Donojú, Juan 188 Riego, Rafael de 186 Valenzuela, Fernando de 133, 135,
O’Higgins, Bernardo 189 Rizal, José 198 136
Ojeda, Alonso de 70 Romanones, conde de 215 Velázquez, Diego 20, 28, 29, 66,
Olivares, conde-duque de 29, 106, Rubens, Peter Paul 96, 113, 114 102, 106, 107, 112, 114, 115, 124,
107, 108, 111, 114, 115, 116, 117, Ruiz de la Mota, Pedro 58 133
119, 120, 122, 130, 131, 136, 170 Vélez, marqués de los 138
Opisso, Alfredo 24 S Vespucio, Américo 63
Orange, Guillermo de Nassau, Saavedra Fajardo, Diego 16 Villanueva, Juan de 170
príncipe de 87, 88, 89, 90, 91, 101 Sabatini, Francisco 170 Violante de Hungría 40
Ordóñez, Pedro José 134 Sacchetti, Juan Bautista 164
Oropesa, conde de 136, 138, 141 Sagasta, Práxedes Mateo 195, 199, W
Ortega y Gasset, José 26 202 Weyler, Valeriano 198, 199, 200
Referencias fotográficas 251
REFERENCIAS FOTOGRÁFICAS
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© Historia 16
34cd; 34bd; 36a; 36b; 38a; 39a; 39b; 40a; 40b; 42-43; 44; 46a; 46b; 47; 49bi; 52-54; 56bi; 56bd; 57a; 57b; 58a; 58b; 58bi; 59i;
62; 63i; 63d; 66; 67ai; 67ad; 67bi; 67bd; 68bi; 68bc; 68ad; 69; 72a; 72b; 73c; 74bi; 75bi; 76ad; 76bi; 77bi; 78; 80; 81bi; 85;
88a; 89b; 90a; 90b; 91a; 93; 95a; 95b; 96; 98a; 100; 100bd; 104; 105; 106a; 106b; 108bi; 108bd; 112b; 115a; 116a; 122ad;
122bi; 124; 126; 127b; 130a; 131; 133; 134; 135bi; 135ad; 136a; 136b; 137i; 138; 140; 141ai; 141bd; 142; 143ci; 146; 151ai;
151ad; 151bi; 151bd; 158; 160i; 162b; 170i; 172bi; 174bd; 181bd; 183cd; 184a; 186bi; 187; 190bi; 101; 195bd; 200bi; 200ad;
200cd; 200bd; 201ai; 201ac; 201ab; 201ad; 202cc; 202bd; 202be; 211a; 211c; 214bc; 214ca; 214cb; 216bi; 216bd; 217b;
218bd; 219bd; 221d; 222a; 222b; 224ai; 224bi; 224ad; 225bi; 225ad; 225cd; 225bd; 234ad; 235ci; 235b.
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14; 16; 17b; 21ai; 21ad; 24; 26c; 26bc; 26ai; 26ci; 27a; 27b; 37b; 127a; 128; 141bi; 150; 161; 181a; 198bi; 203; 204; 206bd;
208d; 216bc; 219bi; 223bi; 223bd; 230; 234cd; 235cd; 236a; 236b; 237a; 237b.
© AECID
231ai; 231ad.
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