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La Reforma protestante del siglo XVI supuso una oposición frontal a los principales
errores y falsas doctrinas que se habían ido generando en el seno de la Iglesia romana
a lo largo de la historia.
Cuando Lutero fue obligado a retractarse de sus críticas, so pena de ser excomulgado
ante la dieta de Worms, en abril de 1521, declaró las siguientes palabras:
PP 2: Lutero
“no añado fe ni al papa ni a los concilios sólos... Estoy ligado por los textos de la Escritura
que he citado y mi conciencia es prisionera de las palabras de Dios” (Baubérot, 1996:
157).
Pues bien, cinco siglos después quizá sea necesario retomar estas mismas palabras de
Lutero,
Si queremos que nuestra conciencia cristiana sólo siga siendo “prisionera de las
palabras de Dios”,
-no tenemos más remedio que denunciar, con amor pero también con decision,
-las barbaridades que se están cometiendo actualmente dentro del ámbito evangélico
y en el nombre del Señor Jesucristo.
Por eso, hoy no tenemos más remedio que preguntarnos en qué Dios creemos y qué
imagen de Dios estamos transmitiendo a los demás.
El Dios que predicamos y el Jesús al que alabamos ¿son, de verdad, los que aparecen
en la Biblia? o ¿acaso hemos creado una deformación del Dios bíblico?
-Esta creencia no matizada en ese Dios, no es “fe” sino “credulidad” porque ese Dios
de la prosperidad y de la riqueza material no existe.
-El que existe es el del amor al prójimo, el del vaso de agua fría al que tiene sed
y el que me pide mi segunda túnica, para el que no tiene ninguna.
La fe cristiana no pasa por temporadas de rebajas sino que siempre posee el mismo
valor y la misma exigencia.
-el nombre de Dios se rebajara, ya que una cosa suele ir siempre unida a la otra.
¿No se convierte al Señor en curandero con horario fijo? ¿No era esto también lo que
creían los antiguos griegos y los romanos paganos?
¿Qué está ocurriendo en el seno del protestantismo para dar lugar a este tipo de
opiniones?
Hacia ese acontecimiento histórico debe apuntar la predicación evangélica que desee
tratar al hombre y a la mujer de hoy como personas libres,
dueñas de su destino y colaboradoras de Dios en la historia.
Por el contrario, todo aquello que tenga que ver con el esoterismo
pseudocristiano, la superstición religiosa o la escatología ficción debe ser
rechazado y abandonado por las iglesias evangélicas.
PP 9: Divinización de lo humano
En el entorno evangélico actual, quizás sin darnos cuenta, estamos rozando cierta
forma de idolatría.
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Otro tanto ocurre con buena parte de la música cristiana, que no suele
difundirse hoy por la espiritualidad de su mensaje sino, sobre todo, por la popularidad
del cantante o del grupo.
Sin embargo, ¿no se estará en la actualidad volviendo otra vez a una especie de
idolatría fetichista?
PP 10: ¿No sería mejor promocionar campañas con Jesucristo, la verdadera estrella del universo?
¿No sería mejor promocionar campañas con Jesucristo, la verdadera estrella del
universo?
Por tanto, en todas las actividades cristianas la estrella debe ser siempre el mensaje
de Jesús y nunca el mensajero.
“¡Ay de vosotros escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas,
y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación” (Mt. 23:
14).
-ni en una huida del mundo, sino en una acogida gozosa y responsable de nuestra
misión en la sociedad.
Más que hablar, cantar o danzar, es vivir cada día con coherencia.
Aquellas mismas palabras que un día escucharon los discípulos de Cristo: “¿por qué
estáis mirando al cielo?” (Hch. 1: 11),
Era tan rico, se dice, que se habría visto en la necesidad de buscar un administrador
para que le llevara las cuentas.
Por tanto, si padecen enfermedades o dolencias físicas debe ser necesariamente por su
falta de fe.
o la de creer que los síntomas dolorosos de una enfermedad sólo son trucos de
Satanás para convencernos de nuestra debilidad física.
¡Qué duda cabe que la persona regenerada por la sangre de Jesucristo cambiará de
hábitos y dejará sus antiguos vicios o errores mundanos,
-y esto hará que su vida sea más ordenada y sus relaciones con
los demás se beneficien y mejoren!
Desde los días de Lutero y los demás reformadores las divisiones en el seno del
protestantismo no han hecho más que aumentar.
-olvidando la oración de Jesús: “que sean uno para que el mundo crea”
-Esta costumbre de recibir tantos estímulos diferentes cada día, hace difícil que
las personas puedan concentrarse cuando están solas.
-Cada vez resulta más complicado saber quedarse tranquilo en casa y resistirse
a ese bullicio cotidiano.
-Cada vez hay menos ocasiones para reflexionar, para pensar en uno mismo,
para preguntarse por el sentido de la vida, para orar a solas y meditar en Dios.
-Alguien ha escrito que “ver la TV dos horas diarias, por término medio, es
incompatible con el desarrollo y el mantenimiento de una espiritualidad cristiana”.
-Pero, el verdadero creyente sabe que Dios es siempre mayor que nuestras ideas
sobre él y, por lo tanto, no deja nunca de buscarlo con temor y temblor.
-No deja nunca de escudriñar la Escritura para saber más acerca de él.
-Se parecen a esos relojes antiguos que les dieron cuerda hace mucho tiempo y
andan sin saber por qué.
-Lo malo es que perfectamente se puede dejar de orar, a base de tanto orar.
-Su corazón estaba muerto, aunque sus labios seguían musitando las oraciones
de siempre.
El texto dice: “¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad
avanzada” (Lc. 1: 18)
-Por eso el ángel Gabriel le dijo: “Y ahora quedarás mudo,... por cuanto no creíste
mis palabras.” (Lc. 1: 20).
-¿No deberíamos los creyentes abundar más en el carácter festivo del Evangelio?
-Cuando nos reunimos para alabar a Dios, estamos participando de la fiesta que
supone sabernos ciudadanos de la eternidad.
-Debemos aprender de la PM a no mutilar la emotividad del alma humana en la
adoración, que debe ser vivencial y a la vez racional.
“Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo
Elías, y los consuma?” (Lc. 9: 54-56).
-El Señor respondió: “Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del
Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas”.
-El espíritu cristiano es tolerante y respetuoso con la diversidad humana.
2.3) Ante los males causados por el progreso salvaje, la PM vuelve hoy a valorar las
tradiciones (neoconservadurismo), por eso se exalta el mérito de la familia y de la
religión.
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3. ¿Qué PODEMOS HACER PARA EVITAR LA INFLUENCIA NEGATIVA DE LA PM?
(PP 20)
-Sin embargo a la pregunta: ¿Ha experimentado Ud. alguna vivencia que haya
influido sobre su actual actitud religiosa?,
-Son creyentes pasivos que no pueden decir lo que dijo Job: “De oídas te había
oído; más ahora mis ojos te ven” (Job 42:5).
-Creo que, muy pronto, será imposible creer en Dios, sin tener algún tipo de
experiencia personal con él.
-En el futuro, desaparecerán los creyentes intelectuales que no estén curtidos por
la oración a solas, que es la que da fuerzas para vivir contracorriente.
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-Las persecuciones y las catacumbas fueron pronto tan sólo un recuerdo en los
libros de historia.
-Y ocurrió lo que Max Weber llamó: “el retorno de los revolucionarios a la vida
cotidiana”.
-Aquellas palabras de Jesús acerca de “cargar con la cruz” para ser discípulos
suyos (Mt 10 y Lc 14), es como si hubieran dejado de tener sentido,
*Sin embargo, esta situación no puede prolongarse mucho tiempo. En el tercer milenio
no va a ser posible ser cristiano, sin serlo radical y apasionadamente.
-La sal debe mezclarse con los alimentos, y el fermento con la masa.
-Pero sí, será necesario disponer de comunidades cristianas que contrasten con
la sociedad, en las que exista fe compartida,
Quiera Dios que nosotros seamos esta clase de personas, estos cristianos del
tercer milenio: