Lucas 19: 38 – 40

diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y

gloria en las alturas! Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le
dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Él, respondiendo, les dijo: Os
digo que si estos callaran, las piedras clamarían.

Introducción: Relatar los sucesos del capitulo

- Entrada triunfal a Jerusalén

- Los discípulos (no solo los 12) alababan a Jesús, dando gritos por las calles.
- Los fariseos mandaban a callar a los discípulos pues para ellos era una herejía.
- Los que había sido por Dios profetizado por medio del profeta no podría ser
callado por los hombres.

V40. El, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían.

La mayoría de las veces hemos interpretado este texto como como: “si yo no hago lo que
Dios me pide (alabanza, evangelismo, etc) otro lo hará por que Dios es el dueño de la
obra”. Lo cual es verdad.

Piedra:
a. Literalmente: El avance de Dios no será detenido por lo hombres, y si para eso
debe ocurrir el milagro que una piedra desarrollo boca y hable, eso pasará.
b. Personas que tienen endurecido su corazón al Señor.
i. Personas que no conocen del Señor
ii. Personas que trabajan para Dios, han sido bendecidos por El, son usados
por El, pero que han endurecido su corazón a la voz del Señor.

Desarrollo.
Como podemos presentar nuestro corazón hacia el Señor.

1. Piedra

Quizás nosotros somos aquellos que hemos endurecido nuestro corazón a Dios.
Creemos que al ser bendecidos por Dios o ser útiles para Dios nuestro corazón esta
alineado a su corazón.
La obra es del Señor, no puedo evaluar mi relación con Dios en base al resultado que hay
en la obra de Cristo, pues la obra es de El.
Un resultado puntal de “éxito” no es sinónimo de estar viviendo moldeado por la voluntad
del Padre.
El problema se genera:
 a. Una piedra no es moldeable, por lo tanto, un corazón endurecido no de
deja modelar por los deseos del corazón de Dios. Vivismo como siervos sin
saber si vivimos como Dios quiere.
b. La única forma de modelar una piedra y darle la forma deseada es
puliéndola, desgastándola, rompiéndola.
c. Nos conformamos con ser herramientas en sus manos.

Muchas veces nos hemos conformados con tener con Dios la misma relación que el
martillo tiene con el carpintero. Una relación de utilidad, una relación desechable. Cuando
nos rompemos o dejamos de ser útiles somos reemplazados por otra herramienta que
puedan cumplir con la función.

Dios no quiere una relación con nosotros de herramienta, de Siervo. Quiere una relación
Padre-Hijo, quiere una relación de amigos.
- Como se sentiría ud si su hijo, su amigo, su amado (a) se viera a si mismo solo
como una herramienta para ud. Que no le interese una mayor relación, solo ser
útil para la función que ud estime conveniente.
- Como se sentiría ud si su Padre, amigo, amado (a) lo viera como una herramienta.
Ud solo cumple una tarea para el.

2. Barro.

Jeremías 18: 1-6

Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del
alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he
aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó
a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor
hacerla.
Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de
vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que
como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa
de Israel.

Asi como el alfarero modela el barro y hace con el lo que quiere, de igual forma Dios
quiere modelar nuestro corazón a el diseño que El ha pensado para nosotros.

El barro no es cociente que es lo que al alfarero quiere crear, pero aun asi no presenta
oposición a las manos del alfarero, es más se funde en ellas y permite ser armado,
desarmado y vuelto a armar.
De igual forma Dios quiere tener esa relación con nosotros, una relación intima, que no se
basa en la utilidad, no se basa solo en al hacer, en el cumplir, sino en el anhelo de
fundirnos en sus manos.

Conclusión

Dios desea transformar tu corazón de piedra no moldeable a un corazón que se deja

modelar en fe a lo que el quiera.

No quiere que seamos solo una piedra que grita la venida del Jesús, quiere que seamos
sus hijos, sus amigos, su amada que conocer su corazón y vive guiado por el. Que no solo
grita lo que ha visto o lo que ha oído, sino aquello que vive.

Ezequiel 11:19-20
Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el
corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de
carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los
cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.

Dios no quiere que le conozcamos como el único Dios, sino como nuestro único Dios.