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Resumen

El estudio de caso presentado en las siguientes páginas trata sobre la degradación del

sentimiento de identidad en el personaje principal de la película brasileña Bicho de Siete

Cabezas (2001) en el tiempo que permanece internado en dos hospitales psiquiátricos. Al

mismo tiempo, se sugiere una propuesta de intervención pensada para el rescate de la

identidad degradada.

La película muestra la manera en que la vida de Neto, el personaje principal, cambió

cuando fue internado en un hospital en contra de su voluntad por la razón de que su padre

encontró un cigarrillo de cannabis entre sus cosas. El análisis es realizado a partir de la teoría

del psicólogo social argentino Alfredo Moffatt. Este autor identifica que dentro de los

hospitales psiquiátricos la degradación del sentimiento de identidad se da en cinco niveles, lo

cual puede llevar a que en el interno se produzca la sensación de que su sistema de realidad

ha sido destruido casi por completo; identificado este último como el que sostiene la

identidad de una persona. Por lo que, el interno opta por algunos mecanismos para salir de

ese vacío. En este caso, el mecanismo que escogió Neto fue prender fuego a la celda en la que

se encontraba encerrado.
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Índice

Resumen................................................................................................................................2

Índice.....................................................................................................................................3

Introducción...........................................................................................................................4

Presentación del caso.............................................................................................................6

Datos generales de identificación...........................................................................................6

Historia vital y familiar..........................................................................................................6

Identificación de la situación a analizar.................................................................................6

Objeto de estudio...................................................................................................................9

Análisis del objeto de estudio..............................................................................................10

Propuesta de intervención con fundamento teórico.............................................................21

Conclusiones.......................................................................................................................25

Referencias bibliográficas...................................................................................................26
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Introducción

Bicho de Siete Cabezas (2001) es una película brasileña dirigida por Lais Bodansky, que

fue inspirada en la historia del brasilero Austregésilo Carrano escrita en el libro de su autoría,

Canto dos Malditos. En el presente trabajo se va a tomar como herramienta de análisis la

película y como caso el personaje principal llamado Neto.

La película trata sobre el internamiento de Neto en un hospital psiquiátrico cuando el

padre encuentra un cigarrillo de cannabis entre sus cosas. La experiencia dentro del primer

hospital para el personaje se entiende que viene a ser influyente en tanto es complicada su

adaptación al mundo de afuera. Poco después de su salida del primer hospital ingresa

nuevamente a otro, pero esta vez, cuando el personaje decide prender fuego a la celda en la

que se encontraba encerrado, consigue que su padre lo saque. Por lo que, la problemática que

se ha identificado para el análisis del caso es la degradación del sentimiento de identidad en

el personaje durante el tiempo que permanece internado en los dos hospitales psiquiátricos. El

análisis se realizará a partir de la psicología social de Moffatt, el mismo que explica que la

degradación del sentimiento de identidad dentro de una institución psiquiátrica se despliega

en cinco niveles, que son los siguientes: el del hábitat, el instrumental, el corporal, el

comunicacional y el temporal.

La motivación de la escritora para haber escogido el caso descrito es porque en su último

semestre de la carrera de Psicología Clínica realizó prácticas pre-profesionales en el Hospital

Especializado Julio Endara. Lugar en donde pudo presenciar casos similares al que será

analizado en las siguientes páginas.

El trabajo consta de cinco apartados. En el primero se expondrá una descripción del caso,

específicamente se presentará todas las vivencias de Neto mientras se encuentra

hospitalizado; además, incluirá una aclaración de los aspectos que no serán tomados en

cuenta para el análisis. En el segundo apartado, se identificará la degradación del sentimiento


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de identidad como la problemática escogida para este estudio de caso. El tercer apartado se

desarrollará predominantemente por escenas y se expondrá la explicación y análisis del

objeto de estudio, tomando como referencias los aportes de Moffatt (1974/1997) y Giorgio

Agamben (1999/2000). En el cuarto apartado, se desarrollará una propuesta de trabajo basada

en la reconstrucción del sistema de realidad del personaje para que sea posible el rescate de

los niveles que fueron degradados de su identidad. Por último, se expondrán las conclusiones.
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Presentación del caso

Datos generales de identificación

La película Bicho de Siete Cabezas muestra la historia de Wilson Souza Neto, un

estudiante de 17 años de edad de clase media brasileña (Carrano, 1957/2004). Neto vive en

casa con su padre y madre y tiene una hermana mayor que va de visita ocasionalmente.

Historia vital y familiar

Se puede apreciar que Neto no pasa mucho tiempo con su familia y parecería que tiene

una relación distante, conflictiva y poco comunicativa con ellos; especialmente con el padre.

Se da a entender que, por la naturaleza de la dinámica familiar, Neto prefiere pasar más

tiempo con sus amigos que con su familia.

Junto a sus pares, Neto ocasionalmente consume drogas, se va de paseo sin pedir permiso

o dinero a sus padres, experimenta con su sexualidad, se enamora y ejecuta algunos actos

rebeldes; como, por ejemplo «graffitear» las paredes. Todas estas actividades son fuertemente

censuradas por el padre.

Identificación de la situación a analizar

Lo que compete a este trabajo y lo que va a ser analizado es la experiencia de Neto dentro

de dos hospitales psiquiátricos y no la dinámica familiar o la relación con el padre. Estos

aspectos se consideran importantes para entender más a profundidad el caso, pero no van a

ser objeto de análisis.

En este sentido, a continuación se describen los acontecimientos importantes, que son los

que se van a utilizar para el análisis del caso.

Cuando el padre encuentra un cigarrillo de cannabis entre las cosas del hijo se asusta y

hace arreglos junto a su hija mayor para internar a Neto en un hospital psiquiátrico. La

naturaleza del internamiento fue sin conocimiento y consentimiento por parte del personaje;

ya que, el padre solamente le pide que le acompañe a visitar a un amigo en el hospital.


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El momento en que es internado es sometido a la fuerza por los enfermeros y le

administran medicamentos en dosis exageradas, sin ni siquiera haber sido previamente

examinado por un doctor. Esta lógica sobre el uso de psicofármacos va estar presente durante

toda la película. Una vez que despierta en el hospital, se encuentra vestido con un uniforme

dentro de un ambiente extraño e impactante, en el cual no tiene accesibilidad para verse con

el doctor para explicarle su versión; pues, el discurso del padre sobre su adicción fue

aceptado y es el que impera para el personal hospitalario.

Dentro del hospital Neto conoce a algunos internos que le dan una idea de cómo

manejarse mientras esté hospitalizado. En primer lugar, conoce a Rogerio. Éste es un

personaje que le enseña cómo desenvolverse en el hospital para evitar la excesiva ingesta de

medicamentos o la administración de terapia electro convulsiva (T.E.C). En segundo lugar,

conoce a un adulto mayor. Él es el único interno del hospital que tiene su propio cuarto y sus

pertenencias personales y que, en palabras de otros internos, es el único paciente al que los

enfermeros respetan. Cuando invita a Neto a pasar a su cuarto le regala un gorro y le da

algunos consejos para que pueda sobrevivir en el hospital; siendo el principal: «hacerse el

loco».

Cuando la familia va a visitarlo, lo perciben con la impresión de que internado está mejor,

por lo que no le hacen caso cuando Neto les ruega que lo saquen, puesto que está sufriendo

maltrato. Nada de lo que dice es creído por ellos, ya que, el doctor les anticipó que no lo

hagan porque cualquier cosa que diga es parte de su sintomatología. El hecho de que tenga

que permanecer más tiempo en el hospital – se indica en la película – es por razones

financieras y no terapéuticas.

En una ocasión, mientras Neto estaba comiendo, vio una puerta abierta y se aprovechó de

esa oportunidad para salir corriendo; sin embargo, los enfermeros lo alcanzaron y lo

castigaron con la administración de T.E.C.


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Poco tiempo después, Neto sale de este hospital y le es difícil integrarse al mundo

externo. Sufre rechazo por parte de sus amigos, se encuentra con que la chica de la que se

había enamorado estaba con otra pareja y sufre los efectos secundarios de las pastillas y del

T.E.C. Y el momento en que va a una fiesta ingiere alcohol y pierde el control;

acontecimiento que lo lleva nuevamente a otro hospital psiquiátrico.

En este nuevo hospital, se puede apreciar una diferente actitud por parte de Neto, pues en

cierta manera acoge las experiencias adquiridas en el anterior para desenvolverse mejor. No

obstante, se lleva mal con un enfermero por haber denunciado un mal trato de parte de éste

hacia otro interno. Además, persiste en Neto la resistencia a tomar medicamentos, a tal punto

que una noche los quema; también se resiste a que le corten el cabello. Lo mencionado, le

trae como consecuencia que por dos ocasiones sea encerrado en una celda solitaria.

Durante el tiempo que pasa en el segundo hospital, Neto le escribe una carta a su padre.

Palabras que son escuchadas la segunda vez que se encuentra en la celda solitaria mientras le

prende fuego. Sin embargo, es rescatado por algunos enfermeros al escuchar el grito de otro

interno avisando que la celda estaba en llamas.

Las palabras son las siguientes:

Papá, las cosas aparentan ser mejores cuando sólo son recuerdos. Pero nunca olvidaré

lo que me hiciste ni tu cobardía. Te estoy mostrando la salida, así que vete antes de que te

haga daño. Una vez me dijiste: “Yo he llegado hasta aquí en la vida, quién sabe hasta

dónde llegarás tú.” Aquí. Llegue hasta aquí. Este es mi lugar. Conseguiste que fuera más

pequeño que tú. Tu mundo ahí afuera es demasiado grande para mí (Bodansky, 2001,

01:15:04).

Una vez que es rescatado, se aprecia al final que Neto y su padre están sentados sobre la

acera fuera del hospital, llorando.


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Objeto de estudio

En el libro Psicoterapia del Oprimido (1974)1, Moffatt desarrolla la estructura e ideología

manicomial, en donde propone que dentro de una institución psiquiátrica los internos pueden

sufrir una degradación del sentimiento de su identidad (Moffatt, 1974/1997). Problemática

que ha sido identificada como objeto de estudio para el presente análisis de caso.

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En 1997 la editorial Lumen Humanitas, en la sexta edición del libro, decide cambiar el nombre original del

libro de Psicoterapia del oprimido – ideología y técnica de la psiquiatría popular, a Socioterapia para sectores

marginados – terapia comunitaria para sectores de riesgo. Sin embargo, independientemente del cambio de

título, ambos constan con el mismo contenido. En el presente análisis se va a utilizar la sexta edición del libro

como referencia bibliográfica (1974/1997).


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Análisis del objeto de estudio

Neto se encuentra en la adolescencia y, en esta etapa, Alfredo Moffatt explica que hay un

problema, que es el siguiente:

Los padres y los hijos están en una crisis mutante. Por eso es muy difícil para los

padres entender a los hijos, porque los adolescentes están en un mundo que tiene otras

definiciones sobre el amor, la muerte, la locura, la droga, hay otra concepción y lo ven de

distintas maneras (Moffatt, 2007, p. 28).

Por lo que, algunas conductas esperadas o típicas en la adolescencia podrían llevar a una

interpretación errónea; como lo fue en este caso el consumo ocasional de cannabis.

Moffatt acoge la idea de Pichón Rivière y de la escuela sistémica e identifica que la razón

por la que mucha gente es internada en hospitales psiquiátricos es porque no existe una

actitud de re-distribución de la locura. Esto quiere decir que las personas depositan sus

temores y fantasmas en chivos expiatorios y ellos serán los que sean conocidos por la

sociedad como locos (Moffatt, 1974/1997; Moffatt, 2011; Navarrete, 2015).

Parecería que una de las razones por las que Neto terminó en el hospital fue porque al

padre se le hizo difícil entender a su hijo y porque hizo falta una actitud de re-distribución de

la locura por parte de él; pues, se asustó en el momento en el que encontró el cannabis

asociando inmediatamente que droga y locura están relacionadas. Y, en lugar de hablar sobre

ello con Neto, decidió internarlo para que «lo curen». Sin embargo, esto parecería ser una

proyección del padre hacia su hijo; ya que, en una escena, en donde el padre y la hija están

hablando sobre lo acontecido, el padre menciona: “¿sabes lo que me sucedió? ¡Me asusté!

(…) Todos dirán que es un drogadicto” (Bodansky, 2001, 00:20:32). Por lo que, el miedo de

que su hijo sea un adicto está en él, pero eso no significa que Neto en realidad lo sea.
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Ahora bien, el autor identifica algunos niveles que forman parte importante de la

identidad de una persona: el del hábitat, el instrumental, el corporal, el comunicacional y el

del proceso temporal.

El nivel del hábitat se refiere a que los espacios en el hospital siempre son compartidos,

reduciéndose la posibilidad de que el interno pueda tener privacidad, mientras que, al mismo

tiempo, se da la impresión de que se trata de un espacio abandonado y sucio. El nivel

instrumental hace referencia a dos aspectos: a los objetos utilizados por la persona; es decir, a

sus pertenencias; y a los utilizados por el hospital, como son los medicamentos y el T.E.C. El

nivel corporal se refiere a que los internos pueden sentir su cuerpo como extraño y fácilmente

manipulable por los instrumentos utilizados en el hospital. El nivel comunicacional hace

referencia a que en los hospitales psiquiátricos la comunicación casi no existe. Por último, al

nivel temporal, Moffatt lo identifica como indispensable para que la persona pueda realizar

un proyecto de vida y en cierta manera es el que abarca a todos los demás; ya que, si los otros

están ausentes se crea una paralización del tiempo, pues el interno llega a tener la sensación

de que todos los días se vuelven iguales, haciendo del tiempo uno infinito y sin sentido

(Moffatt, 1974/1997).

El momento en que estos niveles son atentados, en la persona se produce la sensación de

un vacío existencial muy grande y de «no ser vista». Como expone el autor: “en lo más

íntimo del yo el internado se siente descalificado, y cosificado” (Moffatt, 1974/1997, p. 17),

ya que, cualquier cosa que intente hacer o decir es vista en los ojos del personal hospitalario

como “cosa de loco”.

Ahora bien, en la escena en que Neto es sometido por los enfermeros se puede evidenciar

el malestar de él al estar en ese lugar. En esta escena son degradados dos niveles. El primero

es el comunicacional; pues, el interrogatorio tiene más un carácter policial que humano

(Moffatt, 1974/1997). En ningún momento el enfermero le pregunta a Neto: «Cuénteme su


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parte de la historia», sino que lo comienza a interrogar dándole a entender que está hablando

con un adicto, confiando en las palabras del padre y afirmando lo siguiente: “tus padres dicen

que no estás actuando normal (…) y así es como están las cosas, tu padre te ha hospitalizado

para desintoxicarte” (Bodansky, 2001, 00:23:07). Y las respuestas de Neto, como intento

fallido de comunicar su parte, hacen que, en los ojos del enfermero, aparezcan los primeros

síntomas: la falta de consciencia de la enfermedad y la agresividad.

El segundo nivel es el instrumental; pues, para comenzar el tratamiento con Neto – sin ni

siquiera haber sido examinado – los enfermeros le administran psicofármacos con el supuesto

objetivo de que se relaje. Moffatt (1974/1997) explica que la utilización de psicofármacos en

dosis adecuadas permite un diálogo terapéutico; sin embargo, cuando las dosis son

exageradas cumplen con una función de control. Este último aspecto es el que se va tomar en

consideración en este análisis; ya que, en realidad parecería que no se intenta establecer un

dialogo, sino disminuir la posibilidad de aquél.

Cuando Neto se despierta en el hospital se puede apreciar que lo hace en un cuarto

comunal mientras un desconocido – Ceará – le habla con el inocente objetivo de darle la

bienvenida y de presentarle a los demás internos. En esta escena, se puede apreciar que el

nivel del hábitat e instrumental son degradados. En cuanto al nivel del hábitat, el espacio de

Neto es invadido, porque no tiene la posibilidad de tener privacidad. En cuanto al nivel

instrumental, en cierta manera la ropa viene a definir la singularidad de cada uno y ésta es

sustituida por un uniforme. Y parecería que el uso de uniforme tiene el objetivo de

homogenizar a los internos; es decir, no tomar en cuenta las diferencias de cada uno.

En este sentido, los dos niveles: hábitat e instrumental se unen cuando – por algunas

ocasiones – Neto decide pasar en su cama. Por un lado, porque se crea la necesidad y la

urgencia de conformar un espacio privado y como esto no es posible por la distribución del

espacio físico, los internos se ven obligados a conformar un espacio psíquico caracterizado
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por el retraimiento. El autor explica que esto muchas veces tiene el objetivo de preservar y

encontrarse con su identidad para no confundirla con otras (Moffatt, 1974/1997). Sin

embargo, a los ojos del personal hospitalario sale a la luz otro síntoma: el retraimiento. Por

otro lado, la permanencia en la cama también se debe a que es el único objeto que para el

paciente es sentido como propio, ya que, todas sus pertenencias le son retiradas. En referencia

a lo mencionado, Moffatt expone lo siguiente: “sólo estudiando situaciones tan críticas se

puede comprobar hasta qué punto nuestra identidad está proyectada en los objetos que

poseemos” (Moffatt, 1974/1997, p. 27).

Cuando despierta, aún confundido, Neto se demora en seguir a su nuevo compañero

Ceará; sin embargo, decide ir al comedor y después al patio. Estas escenas muestran el

ambiente manicomial en general, en donde además de que se tiene la impresión de que se

trata de un hábitat abandonado y sucio (Moffatt, 1974/1997), tambien existe la sensación de

que los internos son dignos de no ser vistos (Agamben, 1999/2000); aspecto que es

representado en la película por la falta de luz. Y si es que se toma como válida la premisa de

que hace falta una actitud de re-distibución de la locura, no se aleja de la realidad; ya que, la

gente que está ahí es el depositario de la locura familiar y social.

Giorgio Agamben en el segundo capítulo “El Musulmán” de su obra Lo que queda de

Auschwitz (1999/2000), explica que los que entraban en el campo de concentración tenían el

riesgo de convertirse en «musulmanes», entendido este término como una persona en estado

de desnutrición que había abandonado toda esperanza de vida. Además, indica que esta

condición se producía porque estas personas estaban expuestas a una situación extrema – en

este caso, el campo de concentración – que trasformaba totalmente su posición de seres

humanos y su personalidad.

Moffatt tomando como referencia a Jean Paul Sartre, identifica que el sentido de

existencia de una persona depende de que alguien le mire y explica que: “por mirada
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queremos indicar la palabra, el gesto, el abrazo, el rechazo, la indiferencia y, en general, todo

el comportamiento que el otro desarrolla hacia mí” (Moffatt, 2011, p. 45). Y si es que esta

mirada se vuelve cada vez más ausente, se intensifica el sentimiento de que la identidad está

siendo mutilada; y crea en la persona un vacío existencial del cual intentará salir por medio

de cualquier mecanismo.

En este sentido, en la película se muestra que los internos no cuentan con la voluntad de

nadie, en el sentido de que son en cierta medida dignos de no ser vistos (Agamben,

1999/2000); incluso por el personal hospitalario. Como por ejemplo, cuando en algunas

escenas se puede apreciar la ausencia de ellos y si es que están presentes es solamente para

controlarlos mediante la administración de medicamentos, no para establecer un diálogo o

contacto.

El abandono puede llevar a que la persona llegue a un punto de no retorno en el cual ni la

dignidad ni el respeto por ellos mismos son recuperables (Agamben, 1999/2000). Esta

condición también da paso a que en el nivel temporal se cree la sensación de que todos los

días se vuelvan iguales, haciendo del tiempo uno infinito y sin sentido. Moffatt acoge la idea

de Pichón Rivière y explica que la falta de estimulación externa también llega a crear en los

internos un mundo interior muy empobrecido. Por lo que, para estructurar un poco el nivel

temporal, la inclusión de variedad viene a ser una necesidad psíquica. Esto los internos lo

hacen mediante variaciones tipo instrumentales, comunicacionales o corporales. Como, por

ejemplo, fumar o mendigar cigarrillos, cantar, gritar, insultar, llorar o escribir y la manera de

mirar o caminar (Moffatt, 1974/1997).

Ahora, siguiendo con algunas secuencias escénicas y en referencia a Neto se suscitan dos

momentos. En el primer momento, se aprecia la degradación del nivel comunicacional, ya

que, Neto no tiene accesibilidad para verse con el doctor y expresar su punto de vista. El

discurso que impera es el del padre, suscitando comentarios por parte del enfermero, como el
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siguiente: “tus padres dicen que ellos siempre han tenido un diálogo abierto contigo y tú los

engañaste” (Bodansky, 2001, 00:27:41).

La lógica de la frase expuesta en el anterior párrafo es significativa, ya que, todo lo que

Neto diga dentro del hospital va a ser tomado como un engaño. Por lo que aquí es necesario

introducir lo que Moffatt explica sobre el triángulo del proceso terapéutico. En los tres

vértices del triángulo están el psiquiatra, la familia y el paciente, en donde en este caso, para

el psiquiatra Neto no es su cliente sino que el cliente es la familia; ya que, ellos consultan y

pagan para el que loco sea curado (Moffatt, 1974/1997). La inaccesibilidad hacia el doctor se

puede evidenciar cuando Neto trata de acercarse a explicarle que ha habido un malentendido

y él pasa de largo; y cuando le va a visitar al cuarto para hacerle exámenes respiratorios y se

va enseguida, generando en Neto ira e impotencia.

En el segundo momento, se evidencia la degradación del nivel instrumental en el sentido

de que aún sin ser examinado, la administración exagerada de psicofármacos continúa; pues,

en la película se da a entender que para verse con el doctor y más que nada como condición

para estar en el hospital, tiene que estar relajado y supuestamente ese estado se conseguiría

con la ingesta excesiva de medicamentos. Sin embargo, parecería que el propósito real de

esto no es tenerlo relajado sino controlado para que no represente una molestia (Moffatt,

2011). Además, en este contexto se entiende que una pastilla viene a ser el sustituto de un

diálogo (Moffatt, 2007). Por lo que, se podría inferir que no existe ninguna intención por

parte del personal hospitalario en establecer un diálogo con Neto; es decir, ser escuchado y

contestado.

La resistencia de Neto a tomar la medicación da paso a que el enfermero destaque

nuevamente síntomas que desde un comienzo ya eran parte de su historia clínica, como por

ejemplo la agresividad y la rebeldía. Sin embargo, de estas dos actitudes por parte de Neto se
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podría entender que tienen el propósito de responder ante un sistema opresivo y de defender

su identidad a nivel corporal y comunicacional.

Como parte de las relaciones interpersonales que establece dentro del hospital, Neto

conoce a Rogerio y le expresa su deseo de salir corriendo de ahí, a lo que Rogerio le responde

que no puede, ya que, es peor que una prisión y si esque intenta algo se irá directo a la

«tortulina» (Bodansky, 2001), refiriéndose al T.E.C.

También le enseña que es posible no tomarse las pastillas, y de paso también le explica

algunos efectos secundarios de las mismas. Uno de ellos es el aumento de apetito y, por ende,

la subida de peso. Por lo que comienza a explicarle que después de 15 días, en donde el

efecto de las pastillas es más visible, quedará «lindo y gordito»; ante lo cual la familia creerá

que se encuentra mejor, y que, entonces debe quedarse más tiempo en el hospital para

recuperarse por completo (Bodansky, 2001). Rogerio no estaba equivocado, y de hecho el

doctor y la familia lo corroboran en las dos escenas explicadas a continuación.

La primera escena es cuando la familia tiene la reunión con el doctor. Éste le explica a la

familia que Neto debe permanecer tiempo indefinido en el hospital para que la

desintoxicación y rehabilitación se complete; pues, el alta en un hospital psiquiátrico, como

lo explica Moffatt, siempre es indefinida lo cual hace que el nivel temporal sea cada vez más

degradado y se aleje cada vez más de la posibilidad de realizar un proyecto de vida (Moffatt,

1974/1997).

El doctor también les explica cómo van a ver a Neto y cómo se va a comportar,

anticipándoles lo siguiente: “cuando vean al chico, mostrará un comportamiento agresivo.

Sus alucinaciones pueden empeorar, incluso podría quejarse de algún abuso y pedir por su

ayuda. Si realmente quieren ayudarle, deben ser firmes. No jueguen su juego” (Bodansky,

2001, 00:40:41).
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La segunda escena es cuando Neto se encuentra con la familia y pasa lo que el doctor les

anticipó en la cita escrita en el párrafo anterior. Sin embargo, esos comportamientos

confundidos con síntomas vienen a ser signo de la situación opresora que Neto está viviendo

adentro. Como lo dice él: “sólo hay dolor, es horrible” (Bodansky, 2001, 00:41:46). Y

lamentablemente – tomando las palabras del doctor – en aquel juego nadie está en el equipo

de Neto, ni la institución ni la familia; pues, el nivel comunicacional, a parte de no existir en

el hospital, tampoco existe entre Neto y su familia. Así, durante el encuentro, lo contradicen,

lo atacan o simplemente ignoran lo que dice. Todo esto, propicia que en Neto el vacío

existencial sea cada vez más grande.

Otra de las relaciones interpersonales que establece es con un adulto mayor. Cuando éste

lo invita a pasar a su cuarto le regala un gorro que, en palabras del personaje es para mantener

una buena temperatura en la cabeza y le da algunos consejos, que se podrían entender que son

consejos de supervivencia. Le dice: “debes fingir. ¿Quién no lo hace en este mundo? (…) De

otra forma, es imposible (…) Debemos (…) fingir estar locos” (Bodansky, 2001; 00:44:28).

Sin embargo, como se explicará al final de este apartado, Neto se niega a aceptar hacerse el

loco para poder sobrevivir, él escoge otro mecanismo.

Cualquier intento de fuga del hospital es puerta directa a la administración de T.E.C. –

como le dijo su amigo Rogerio –. La administración de éste puede causar en el interno que a

nivel corporal llegue a sentir la sensación de que no tiene garantía de su seguridad personal.

Y, como consecuencia, el interno llega a percibir a su cuerpo como algo que ya no le

pertenece y que es fácilmente manipulable por los demás (Moffatt, 1974/1997).

Cuando Neto vio la oportunidad de fugarse del hospital, por primera vez experimentó la

aplicacioón de T.E.C. en su cuerpo. En esa escena Neto siente miedo, desesperación y

resistencia, tratando de comunicarse a nivel corporal para que alguien le escuche; sin

embargo no tiene éxito, ya que, su cuerpo, como último recurso de comunicación (Moffatt,
18

1974/1997) fue sujeto de descargas eléctricas que le produjeron convulsiones y pérdida de

consciencia.

Ahora bien, como Moffatt menciona, el hospital “es como un pozo profundo en el que se

entra rápido pero del que es difícil salir” (Moffatt, 1974/1997, p. 18). Esto por la razón de que

es difícil para el interno adaptarse nuevamente al mundo de afuera. Así, el momento en que

Neto sale, se pueden apreciar algunos acontecimientos que dificultan su integración.

Como, por ejemplo, que un diagnóstico puede traer como consecuencia el rechazo. Esto

se puede evidenciar cuando el amigo le pide salir de la casa porque la madre no le quiere

recibir. También, una vez creada la sensación de que el tiempo paró, psíquicamente puede

crearse la sensación de que al salir uno se va a encontrar con lo mismo. En este caso, el ver a

la chica de la que se había enamorado con otra pareja le causa impacto y en cierta manera

alimenta su vacío existencial, llevándolo a consumir alcohol en una fiesta. Por último, se

puede apreciar como los efectos de los instrumentos utilizados por el hospital siguen

haciendo efecto, en el sentido de que algunas reacciones corporales las siente como extrañas

y desagradables; mostrándose a través de dolores de cabeza y cuando en un encuentro sexual

con una chica no pudo tener una erección2.

Lo mencionado lleva a que Neto reaccione con ira y que por una vez más sea interpretada

su reacción como un síntoma, en este caso de descontrol. Esto lleva a que por segunda vez

sea internado en otro hospital psiquiátrico. Esta vez, la dinámica opresiva es similar en cuanto

a los niveles de degradación del sentimiento de identidad. Sin embargo, lo que hace la

diferencia es que Neto ya no es el nuevo, lo cual significa que posee una idea de cómo evitar

– en la medida de lo posible – que su identidad no sea tan degradada. Ahora tiene el gorro

que le dio el adulto mayor del anterior hospital para – metafóricamente hablando – mantener

su mente con buena temperatura (Moffatt, 1974/1997). Además, Neto adopta el rol de

Rogerio; se lleva bien con los otros internos, propone actividades, se esconde la pastilla
2
La medicación puede incluir como efecto secundario la disfunción eréctil.
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detrás de la lengua y fuma. A estos comportamientos se los puede entender como la adopción

de un rol asignado por la institución.

Lo que persiste en Neto es la actitud de oposición contra el atentado que vive en el

hospital, especialmente hacia la administración de psicofármacos, por lo que, el personal del

hospital ya le «hecha un ojo encima». Como menciona Moffatt, no todas las actitudes o

comportamientos «locos» son permitidos; muchos de ellos, especialmente los que contienen

indicios de oposición, serán castigados (Moffatt, 1974/1997). Como, por ejemplo, cuando

Neto decidió quemar la medicación y cuando se resistió a que le corten el cabello. Pero, lo

que Neto trata es defender su cuerpo. Eso lo lleva por dos ocasiones al «hueco», conocido

como un lugar en el que las personas desaparecen, ya que, están totalmente aisladas, sin

estimulación externa, lo cual les lleva a buscar mecanismos protectores de salida para

preservar y proteger su identidad (Moffatt, 2011).

Como menciona Agamben con respecto al punto de no retorno:

Si se quería sobrevivir como hombre, envilecido y degradado, pero a pesar de todo

humano, y no convertirse en un cadáver ambulante, era necesario, sobre todo, tomar

conciencia del punto de no retorno individual, más allá del cual no se debía ceder frente al

opresor a ningún precio, ni siquiera si se ponía en riesgo la vida… Eso exigía que se fuera

consciente del hecho de que, más allá de ese umbral, la vida perdería cualquier sentido.

Se sobreviviría, pero con un respeto de sí mismo no simplemente disminuido, sino

completamente destruido (Agamben, 1999/2000, p. 57).

El acto suicida en este caso no se interpreta como un intento de morir, sino de salida y de

enviar un mensaje. Neto desde un principio se negó a ingresar al mundo de locura y, por

ende, fingir estar loco; pues, como menciona Moffatt (2011), utilizando un principio de la

biología, un organismo que no lucha, muere. Por lo que, prender fuego a su celda parecería
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ser un intento desesperado de recuperar los elementos degradados de su identidad,

especialmente el tiempo. Como lo explica Moffatt:

En cualquier momento el sentimiento de existencia pierde sentido y cae en la vivencia

de vacío, de presente continuo, y esta sensación de conciencia detenida es productora de

un gran monto de angustia, pues se configura como angustia de muerte. Este sentimiento

de soledad es insoportable y cualquier cosa para salir de él es útil (Moffatt, 2007, p. 94).

En este caso Neto escogió el fuego como salida. Y la utilización de este elemento se

podría entender metafóricamente como un intento de iluminar la oscuridad y como un intento

de crear un mundo nuevo (Ronnberg y Kathleen, 2010).

Además, Moffatt explica que cuando una persona dice «me quiero morir» en realidad está

diciendo «ayúdame a vivir»; y cuando la persona comete un acto suicida la familia se

moviliza y aparece (Moffatt, 2007; Moffatt, 2011). Neto mandó este mensaje varias veces,

pero como las herramientas con las que contaba no le funcionaron en la nueva situación en la

que se encontraba (Flores, 2017), acudió a otra. La cual parecería que le funcionó, ya que, en

la última escena Neto aparece afuera del hospital junto a su padre.

Para finalizar, desde el enfoque escogido y la perspectiva que se ha tomado para este

estudio de caso, no corresponde hacer un diagnóstico sino realizar la apreciación de que se

considera que las alteraciones comportamentales y afectivas de Neto se deben al proceso de

degradación del sentimiento de identidad que sufrió mientras estaba internado.


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Propuesta de intervención con fundamento teórico

Moffatt utiliza el concepto de reconstrucción del sistema de realidad para poder lograr un

rescate de la identidad tanto personal como histórica y cultural de las personas que han estado

expuestas a situaciones opresoras. Explica lo siguiente: “el sistema de realidad estaría

constituido por todos los niveles de vinculación de una persona con su mundo circundante

(comunicacional, corporal, instrumental y espacio-temporal)” (Moffatt, 1974/1997, p. 194).

Por lo que, dentro del espacio terapéutico junto a Neto se propondría crear las

condiciones necesarias para que pueda recuperar esos elementos. Esto se haría en dos

momentos: en el primero por medio de los cuatro pasos de intervención en crisis que son los

siguientes: contención, regresión, explicación y cambio. Y, en el segundo momento, por

medio de la reparación del sentimiento de dignidad y de la reintegración cultural (Flores,

2017; Moffatt, 1974/1997).

En cuanto al primer momento, la experiencia de internamiento se entiende que viene a ser

tan abrumadora para Neto que le llevaría a estar en una situación de crisis y justamente eso le

llevaría a buscar ayuda psicológica. Las crisis aparecen cuando en el ciclo vital de la persona

suceden situaciones inesperadas que la colocan súbitamente fuera de su historia; y, éstas se

caracterizan por percibir al tiempo psíquico como paralizado, además de provocar algunas

alteraciones a nivel comportamental y afectivo (Flores, 2017; Moffatt, 2007; Moffatt, 2011).

En este caso, la situación inesperada fue el internamiento en el hospital psiquiátrico.

La persona en situación de crisis básicamente siente que dejó de existir para los otros, lo

cual va a llevar a que el primer trabajo del psicólogo sea la contención, que se resume en

acompañar al paciente en la situación que lo desborda. Esto se hace mediante el encuentro

auténtico con el paciente y la aceptación incondicional de lo que trae. Esto va a llevar a que

aquel sienta que está acompañado en una situación que le desborda. Esto le daría

herramientas inmediatas a la persona – en este caso a Neto – para que a su identidad la vuelva
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a sentir integrada, ya que, se rescata la comunicación y la temporalidad en tanto el presente es

la contestación del otro (Flores, 2016; Moffatt, 2007; Moffatt, 2011; Navarrete, 2015).

El segundo paso es la regresión. Ésta se refiere a que una vez que la persona se siente

contenida abre su mundo interior. Este momento se caracteriza porque la persona cuenta lo

que le sucedió. Esta es una situación de catarsis, en donde se puede presentar llanto o ira, ya

que, la situación que desborda a la persona fue fuente de sufrimiento. Cuando Neto sale del

primer hospital, se puede evidenciar cómo existen flashbacks sobre su experiencia, lo cual se

toma como un indicio de que la segunda vez que salga no tiene por qué ser diferente. Estos

recuerdos seguirían presentes, por lo que, se infiere que Neto se abriría a hablar una vez que

sienta que después de mucho tiempo es acompañado en una situación traumática. Y una vez

que pueda iniciar contacto especialmente consigo mismo, se pasa al tercer paso que es la

explicación. Esta se refiere a que poco a poco la persona puede entender e incorporar su

experiencia como parte de su ciclo vital en tanto se pregunta qué hacer con lo que le sucedió;

es decir, lograr una continuidad de su historia en tanto acepta e integra esa experiencia

inesperada (Flores, 2017; Moffatt, 2007; Moffatt, 2011).

Como menciona Ernesto Flores:

El psicólogo permite y abre espacio para que el sujeto hable sobre lo vivido para de

esta manera ordenar sus ideas, pensamientos, miedos, sufrimientos relacionados con la

experiencia y en ese hablar se reconstruyan las herramientas psíquicas fragmentadas por

la catástrofe, permitan además que el sujeto se reintegre y desarrolle nuevas estrategias de

afrontamiento frente a las nuevas y desconocidas circunstancias (Flores, 2017, p. 195).

Moffatt considera que no solamente es suficiente entender e incorporar la experiencia que

causó la crisis como parte de la historia, sino ir hacia el acto de qué hacer con ella. Por lo que,

el último paso es el cambio, que se refiere a la ejecución del proyecto de vida junto a otro

(Moffatt, 2007; Moffatt, 2011). Esto se logra con algunos sistemas de apoyo como, por
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ejemplo, el de la familia. Y parecería ser que, al final, Neto si contaría con este apoyo. Como

exponen Moffatt y Flores, básicamente la enfermedad se origina por la expulsión de la

sociedad, por lo que, la cura se encontraría dentro de aquella (Flores, 2017; Moffatt,

1974/1997).

Esto lleva a introducir el segundo momento, el cual trata que después de resuelta la crisis

en tanto oportunidad, la persona puede recuperar su dignidad personal y reintegrarse en la

cultura. Tomando como ejemplo el caso real, es decir el de Austregésilo Carrano, se puede

inferir que lo que le devolvió la dignidad fue el hecho de haberse vuelto activista en contra de

la dinámica utilizada en Brasil en los hospitales psiquiátricos públicos. Esto significa que

incorporó lo que le sucedió como parte continua de su historia y con ella decidió transmitir

algo a la sociedad como, por ejemplo, su libro. Y el hecho de sentirse útil y ser reconocido

por otros como actor en la sociedad inmediatamente le hace reencontrarse con su cultura.

Esta reinserción también se logra mediante el encuentro con actividades propias de la cultura;

en este caso, refiriéndonos a la película, se entiende que éstas podrían ser el football, la

música, la expresión de la sexualidad y el compartir una comida; en el sentido de que

permiten el encuentro con el otro.

Como expone Flores:

La identidad del paciente es recuperada mediante el reconocimiento por sí mismo y

por los otros de su rol social, al ser reconocido puede ver su acción dentro de la

comunidad como necesaria e importante y redignificar su propia vida en relación con los

demás. Al recuperar su historia y su acción, el tiempo del sujeto vuelve a organizarse

(Flores, 2017).

La propuesta de intervención en este caso, se sugiere que esté dirigida a hacer la

operación totalmente opuesta a la que realizó el hospital con Neto. Es decir, permitir que

Neto se encuentre con el otro y con su singularidad. Estos dos aspectos forman parte de los
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niveles del sentimiento de identidad, especialmente del temporal, y al brindarle aquel

encuentro, se hace posible que el paciente vuelva a sentir a su identidad integrada. Además,

esto permite darle al paciente un lugar con respecto a la recuperación de su historia, para que

él sea dueño de sí, y no la institución; para que se pueda ver como una historia que desea

continuar. Cabe mencionar que la manera en la que el paciente reconstruye su sistema de

realidad es su elección. Como menciona Pichón Rivière, el psicólogo en estos casos viene a

ser el partero de esa nueva persona, pero no el creador (Moffatt, 2011; Navarrete, 2015).
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Conclusiones

La experiencia de internamiento produjo un vacío existencial muy grande en el personaje,

lo cual lo llevó a utilizar el fuego como mecanismo desesperado de salida y de recuperar los

elementos degradados de su identidad; pues, la dinámica con la que se manejaron los dos

hospitales en los que Neto estuvo internado hizo que perciba a su identidad casi ausente. Su

singularidad no fue tomada en cuenta por el personal hospitalario ni mucho menos su versión,

lo cual, dentro de la propuesta de intervención sugerida, sí se tomará en cuenta; ya que, se

considera que la identidad se afirma siempre y cuando haya una contestación del otro en tanto

se establece un diálogo y se da lugar a que la historia del sujeto se desarrolle.

Además, las alteraciones comportamentales y afectivas de Neto se entienden que son

producto de una ideología manicomial en donde un hospital psiquiátrico se vuelve un espacio

de reclusión y defensa social. Aspectos los cuales evitan que haya una actitud de re-

distribución de la locura. Pues, los contenidos reprimidos que son proyectados en chivos

expiatorios impiden que sean utilizados de otra manera. Esto lleva a la reflexión de que la

metodología de un hospital tiene que adoptar métodos innovadores y creativos los cuales

reafirmen la identidad de los pacientes en vez de degradarla, y que su servicio no esté

dirigido hacia la familia sino hacia el paciente. Pues si el paciente, en este caso Neto, no

encontró comprensión en su familia, un hospital de salud mental debería ser el lugar en donde

se brinden esos elementos.


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Referencias bibliográficas

Agamben, G. (1999/2000). Lo que queda de Auschwitz. El archivo y el testigo. HOMO

SACER III. Valencia: Pre-Textos.

Bodansky, L. (Dirección). (2001). Bicho de Siete cabezas [Película].

Carrano, A. (1957/2004). Canto dos malditos: uma história verídica que inspirou o filme

Bicho de Sete Cabecas. Rio de Janeiro: Rocco.

Flores, E. (2016). Terapias psicológicas aplicadas al tratamiento de la esquizofrenia. Sciences

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Flores, E. (2017). Teoría y práctica de la intervención en crisis: una propuesta desde la

psicología social. PUCE, 191 - 207.

Moffatt, A. (1974/1997). Socioterapia para sectores marginados: terapia comunitaria para

grupos de riesgo. Buenos Aires: Lumen-Humanitas.

Moffatt, A. (2007). Terapia de Crisis - La emergencia psicológica. Buenos Aires: Bancavida.

Moffatt, A. (2011). Psicoterapia existencial. Buenos Aires: Esperanza.

Navarrete, R. (25 de Abril de 2015). Diccionario de Psicología Social. Pichon Riviere.

Obtenido de Scribd: https://es.scribd.com/doc/263081271/Diccionario-de-Psicologia-

Social-Pichon-Riviere

Ronnberg, A., & Kathleen, M. (2010). The book of symbols: reflections on archetypal

images. Alemania: Taschen.

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