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Nº de archivo: 423
Comentario al Génesis. Texto español sin anotar de la Sección
Introductoria, y de las Secciones I-II.
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3. Y por eso envió (Dios) a Moisés a los egipcios, para que, allí donde
había comenzado el error, él lo quitara del medio con los resplandores del
conocimiento verdadero. Así realizó por su mano prodigios y hazañas,
para que no tuvieran dudas sobre [aquellas cosas]9 que luego había de
escribir. Por eso le iluminó y [-----]10, y extendió también el resplandor11,
para que el resplandor de su rostro indicase el Espíritu que hablaba por su
lengua.
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Escribió acerca de los símbolos del Hijo13 que fueron señalados al ser
creadas las criaturas. Señaló también los esbozos del Hijo14 que estaban
pintados en los justos que le precedieron, y las alegorías y [-----]15 que
estaban marcadas en los hechos de su gloria16. Escribió acerca de los
mandamientos fieles que habían sido olvidados, añadiendo aquéllos que
eran útiles para la infancia del pueblo.
5. Escribió, pues, sobre la obra de los seis días, que fueron creados por
obra de un Mediador, que era de la misma naturaleza y de la misma
habilidad que el Hacedor. Y luego, al decir: "Este es el libro de las
generaciones del cielo y de la tierra", volvió a contar las cosas que había
pasado por alto, y que no había escrito en el primer relato. Habló del
origen de la casa de Adán y de su morada en el Paraíso; de la llegada de la
serpiente y de su engaño; de su asalto al árbol que les había sido
prohibido; y de su expulsión de allí como castigo.
Habló de las diez generaciones que van desde Adán hasta Noé.
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Tras esto, habló de los setenta y dos hijos que tuvieron los hijos de
Noé, y de la construcción de la torre y de las lenguas que se corrompieron,
y de cómo se diseminaron desde allí por toda la tierra.
Tras esto, habló de las otras diez generaciones que van desde Sem
hasta Abraham.
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Tras esto, habló de cómo obedeció a Sara y tuvo relaciones con Hagar,
quien, después de quedarse encinta, miraba a su señora con desprecio. Y
(Sara) la maltrató y ella huyó. Y el ángel la vio, y la hizo retornar para
someterse a su señora.
Tras esto, habló del pacto de la circuncisión que hizo con él, y de cómo
circuncidó a Ismael y a todos los de su casa.
Tras esto, habló de las hijas de Lot, que dieron de beber vino a su
padre, y durmió con ellas sin saberlo.
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Tras esto, habló del juramento que Abraham hizo jurar a Eliezer, y de
su marcha para Mesopotamia, y de la oración del siervo junto al pozo, y
de la venida de Rebeca a la casa de Abraham para ser mujer de Isaac.
Tras esto, habló de la alianza que el rey de los filisteos hizo con Isaac,
igual que había hecho con Abraham.
Tras esto, habló de los mensajeros de paz que envió a Esaú, y del
presente que envió a Esaú por delante, y de su lucha con el ángel, y de
cómo éste le tocó su muslo y se le dislocó. Y de cómo se alegró con él Esaú,
su hermano, y le recibió.
Tras esto, habló de cómo fue enviado José a sus hermanos, y cómo fue
arrojado al pozo, y vendido a los árabes20, y de su descenso a Egipto, y de
huída de junto a su señora, y de cómo fue a parar a la cárcel, y de la
interpretación de los sueños de los siervos del faraón y del mismo faraón;
de la majestad que recibió, y del grano que juntó durante los siete años de
abundancia, y del mucho dinero que reunió en los años de hambre.
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Tras esto, habló de las bendiciones con que Jacob bendijo a sus hijos, y
de cómo, cuando concluyó sus palabras, extendió sus pies en el lecho y se
reunió con los suyos. Y de cómo José le subió para sepultarlo donde
estaban enterrados Abraham e Isaac.
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seis días hay una interpretación alegórica23, ni es lícito decir que fueron
hechas en un momento24 las cosas que fueron hechas a lo largo de los días,
ni tampoco decir que se trata de nombres vacíos, o que por medio de sus
nombres se nos indican otras cosas25. Sepamos, al contrario, que el cielo y
la tierra que fueron creados al principio son realmente el cielo y la tierra, y
que no se nos nombró algo distinto con el nombre de "cielo" y "tierra". Así
también sucede con el resto de las obras y de las criaturas26 que vienen
después. No se trata de nombres vacíos, sino que el ser de sus naturalezas
va unido a las palabras con que se les nombra.
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escrito todas las cosas. Acerca de los seres espirituales, en efecto, y en qué
día fueron creados, no nos escribió.
Escribe, pues, acerca de la tierra que era toh w-boh, es decir, que era
vacío y desolación. Y eso para mostrar que también el vacío y la
desolación es anterior a las naturalezas. No digo que el vacío y la
desolación sea algo, sino que por esto que no era, se sabe que la tierra, que
sí era, estaba sola, sin nada más.
Las tinieblas que cubrían la faz del abismo, hay quienes sostienen que eran
una sombra del cielo. En el caso de que este firmamento (que vemos)
hubiese sido creado en el día primero, tendrían razón. Si los cielos
superiores se parecen al firmamento, entonces las densas tinieblas estarían
entre cielo y cielo, pues la luz no había sido creada ni fijada allí, para que
expulsase de allí con sus rayos a las tinieblas. Pero si el lugar que está
entre cielo y cielo es resplandeciente, como testimonian Ezequiel, Pablo y
Esteban31, los cielos, que expulsan con su luz a las tinieblas, ¿cómo iban a
extender las tinieblas sobre el abismo?
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Convenía, en efecto, que se sepa que todo ha tenido origen en los seis
días. Si las nubes fueron creadas con el abismo, cuántas veces ellas mismas
nacen del abismo. Así también Elías había visto una nube que subía del
mar33. Y también Salomón dijo: "Con su ciencia se rasgaron los abismos, y las
nubes destilaron rocío"34. No sólo por su propio ser necesitaban ser creadas
(era necesario que fuesen creadas) en este lugar, sino también porque
habían de prestar un servicio en la primera noche, fueron creadas en la
noche primera. Pues igual que en Egipto (Dios) extendió las nubes por tres
días y tres noches35, las nubes estuvieron extendidas sobre toda la creación
durante la noche primera y el día primero. Si las nubes, en efecto,
hubieran sido apartadas, no habría sido necesaria la luz en el día primero,
porque hubiese bastado el resplandor de los cielos superiores para ocupar
el lugar de la luz que fue creada en el día primero.
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Cf. 1 R 18,44.
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Pr 3,20.
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Cf. Ex 10,22.
7. Tras hablar de las tinieblas que se extendían sobre la faz del abismo,
dijo también que el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas36.
Aunque por el hecho de que lo llamó "Espíritu de Dios", y por el hecho de
decir que "se cernía" algunos suponen que se trata del Espíritu Santo, y lo
asocian a la creación por aquello de que está escrito en este lugar, los
creyentes, sin embargo, no lo ponen en relación (con Dios) a partir de
aquellas cosas (afirmaciones) que no son verosímiles, pues que por
aquellas cosas que realmente se dicen de El lo asocian con la Naturaleza
(divina), como que no pueden sostener que el Espíritu es creador a partir
de estas palabras.
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Pues así como el sol, que domina en el día, con eso de que ilumina la
tierra, hace madurar los frutos de la tierra, (así) también la luna, que
domina en la noche moderando el rigor de la noche con su brillo, también
"hace germinar, según su naturaleza primera, los frutos y los productos
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(de la tierra)". Jacob42, en efecto, habló en sus bendiciones del "fruto que la
luna hace germinar". Junto con otros motivos por los que la luz fue creada,
algunos dicen que fue creada en el día primero precisamente por causa de
las plantas; pues una vez que la tierra, gracias a ella, produjo todo en
aquellos tres días, entonces fue (creada la luna) a imagen de la luz en el
día cuarto, para que gracias a la luna tuvieran comienzo todos los frutos,
igual que lo habían tenido (antes) gracias a la luz; y también gracias al sol
tendría lugar la maduración de los productos de la tierra.
10. Por medio de la luz, por tanto, y por medio del agua, hizo la tierra
germinar todo. Y aunque sin ellas hubiera podido Dios hacer germinar
todo de la tierra, ésta fue su voluntad, para mostrar que nada de cuanto
había sido creado sobre la tierra fue creado sino para el recurso del
hombre y para su servicio.
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11. Aunque haya sucedido que al ser creadas las aguas fueron creados
los mares, y fueron cubiertos de agua, y aun cuando los mares sean
amargos, las aguas que están por encima de ellos43 no eran amargas. Igual
que en el diluvio, que aunque estaban (allí) los mares y fueron cubiertos
(por las aguas del diluvio), no pudieron tornar amarga la naturaleza de las
aguas del diluvio que estaba por encima de ellos. Pues si se hubieran
vuelto amargas, ¿cómo se habrían preservado en ellas los olivos y todas
las plantas? ¿O cómo podrían haber bebido de ellas la familia de Noé y los
que estaban con ellos? Porque, aunque (Dios) le había ordenado meter
toda clase de alimentos para él y para los que estaban con él, porque no
iba a tener comida en lugar alguno, sin embargo, no le pidió que metiera
agua, porque podían entrar de las aguas de fuera del arca para que
bebieran los que habían entrado en el arca. Igual, pues, que no eran
saladas las aguas del diluvio aunque los mares estaban comprendidos
dentro de ellas, así tampoco eran amargas las aguas que fueron reunidas
en el día tercero, aunque los mares que estaban por debajo de ellas eran
amargos.
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unas a otras, de modo que el lugar les fuese suficiente, o bien sucedió que
el lugar del mar tembló y se hizo en él un profundo (potente) valle, y en
un abrir y cerrar de ojos las aguas corrieron hacia su depresión. Pues
aunque las reunió la voluntad de Dios, ya en la misma creación de la tierra
se había abierto una puerta para las aguas, para que pudieran reunirse en
un solo lugar. Y así como en la reunión de las aguas primeras y segundas47
no se halló un lugar donde pudieran reunirse, por falta de un lugar por el
que pudieran salir, así (ahora) en todas las lluvias y aguaceros, salen y van
a reunirse en sus mares, por las sendas y los caminos que están trazados
desde el día primero.
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nubes, les fue ordenado a la tierra y a las aguas que en todo momento lo
hicieran nacer de sus senos.
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Aunque de la luz que fue en el día primero dijo Dios que "era muy
buena", del firmamento, en cambio, que vino al ser en el día segundo, no
lo dijo. Porque todavía el firmamento no estaba completo, ni en su
estructura ni en su ornamentación, esperó el Creador pacientemente hasta
que estuviesen las luminarias. Una vez que fue adornado con el sol y con
la luna y las estrellas, y se suavizó el rigor de su oscuridad con las
luminarias que lo iluminaban, entonces diría de él, igual que de su
compañera (la luz), que "era muy bueno".
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meses. Y así también los árboles, aunque al brotar no tenían más que un
día, por su talla y por los frutos con que estaban cargadas sus ramas, eran
como de varios años. La hierba, en efecto, se preparaba porque era
necesaria para alimento de los animales, que habían de ser creados dos
días después, y el grano se aprestaba para que sirviese de alimento a la
casa de Adán, que había de ser expulsada del Paraíso dos días después.
Dice que hizo Dios dos luminarias grandes. La luminaria mayor para
gobernar el día, y la luminaria menor para gobernar la noche, y las estrellas.
Aunque el comienzo de las obras anteriores al día cuarto fue por la tarde,
sin embargo, la formación de las obras del día cuarto tuvo lugar por la
mañana. Porque el día tercero se concluyó con aquello que dijo: Hubo
tarde, y hubo mañana: el día tercero. No creó las dos luminarias a la hora de
la tarde, para que la noche no se cambiase en día, y no viniese la mañana a
ser antes que la tarde.
lo permite aquello que dice: Que haya luminarias, y lo de que hizo Dios dos
luminarias grandes. Si eran grandes cuando fueron creadas, y fueron
creadas por la mañana, entonces es que el sol estaba en el oriente, y la
luna, frente a él, en occidente. Estaba el sol profundo y bajo, porque fue
creado en el lugar de su salida, sobre la tierra. La luna, en cambio, estaba
alta, porque fue creada en el lugar en que está en el decimoquinto día, al
tiempo en que el sol aparece a la tierra51. Se vieron las luminarias la una a
la otra, y luego se puso la luna. Por el lugar de la luna, y por su tamaño y
su luminosidad, es claro que tenía quince días cuando fue creada.
25. Igual que los árboles y las plantas, y los animales y las aves, y
también el hombre, eran adultos (al ser creados), y (a la vez) eran jóvenes
--eran adultos, en efecto, por la apariencia de sus miembros y de su ser,
pero eran jóvenes, en cambio, con referencia a la hora y el tiempo de su
creación--, así también la luna era adulta y joven a la vez. Era joven porque
no tenía más que una hora. Pero era adulta porque estaba llena como en el
día decimoquinto.
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Esos once días, en efecto, que la luna es mayor que el sol, y que le
fueron añadidos a la luna en la primera hora, son los que le añaden cada
año los que se sirven del cómputo lunar. El año (primero) de la casa de
Adán no estaba incompleto, porque en la misma creación de la luna se
completó la carencia de la medida de la luna. Desde aquel año en adelante
aprendieron los de la casa de Adán que todos los años debían añadirle (al
año lunar) once días. No fueron, pues, los caldeos los que ordenaron los
tiempos y los años, que ya estaban ordenados antes de Adán.
Con respecto a los monstruos marinos que fueron creados, si bien los
profetas hacen que Leviatán habite en el mar, sin embargo, Job sitúa a
Behemot en la tierra firme. También David dijo que era una bestia56, que
sobre mil montes tiene su pastizal, es decir, su guarida. Acaso después de
ser creados, se les distribuyeron los lugares, de modo que Leviatán
habitase en el mar, y Behemot en la tierra firme.
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28. Tras hablar de los reptiles y de los animales y del ganado, que
fueron creados en el día sexto, se puso a escribir sobre la creación del
hombre, que fue formado en el mismo día sexto, diciendo: Y dijo Dios58. ¿A
quién hablaba Dios? Aquí, y en todo el relato de la creación, es obvio que
hablaba con su Hijo, del cual dijo el evangelista que todo se hizo por El, y sin
El no se hizo nada59. Y también Pablo lo confirma diciendo que por El ha sido
creado cuanto hay en el cielo y en la tierra, todo lo visible y todo lo invisible60.
29. Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen61, de modo que hasta
ahora62 pueda oirnos, si le place. En qué somos imagen de Dios lo explicó
Moisés en aquello que dijo, que dominen en los peces del mar y en las aves y en
el ganado y en toda la tierra. En el poder, por tanto, que Adán recibió sobre
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la tierra, y sobre todo lo que había en ella, ahí está la semejanza de Dios,
que tiene poder sobre los seres superiores y los inferiores.
Lo que dijo, que varón y hembra los creó, es para dar a conocer que en él
estaba Eva, en la costilla que le fue arrancada63. Aunque no estaba en él en
el pensamiento, estaba en él en el cuerpo. Y no sólo en el cuerpo existía
con él, sino que también existía con él en alma y espíritu64. Pues no le
añadió nada a la costilla que tomó, sino el ornamento y la forma. Y como
de la costilla sola (por ella y con ella) se completó todo lo que necesitaba
Eva, que empezó a existir de la costilla, por eso se dice justamente que
varón y hembra los creó.
30. Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos. Y llenad la
tierra y sometedla. Y dominad sobre los peces del mar, y sobre las aves, y sobre
todo animal que repta sobre la tierra65. Fueron bendecidos en esta tierra,
porque este lugar de habitación les fue preparado antes de que pecaran,
puesto que, aun cuando no habían pecado todavía, (Dios) sabía que iban a
pecar.
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No le bendijo, por tanto, dentro del Paraíso, porque aquél lugar y todo
lo que hay en él está bendito. Se anticipó a bendecirle en la tierra de modo
que con la bendición con que la gracia se anticipó a bendecirle pudiera
mitigar la maldición con que la tierra habría de ser maldecida por la
justicia. Aunque su bendición era sólo una promesa, porque habría de
cumplirse después de su salida del Paraíso, sin embargo obró
bondadosamente con él, porque le hizo habitar en el jardín no teniendo
más que un día, le cubrió de gloria y le dio autoridad sobre todos los
árboles del Paraíso.
32. Tras haber hablado sobre los reptiles y el ganado y los animales, y
sobre los hombres y sobre su bendición en el día sexto, se puso a escribir
sobre el descanso que hizo Dios en el séptimo día, diciendo: Y fueron
concluidos el cielo y la tierra, y todo su aparato66. Y descansó Dios el día séptimo
de todas las obras que había hecho67.
¿De qué esfuerzo tenía que descansar Dios? Las criaturas que
empezaron a existir en el día primero fueron creadas con un gesto, fuera
de la luz, que fue creada por la palabra. En cuanto al resto de las obras que
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Además, como se necesitaba una semana entera, con todos sus días69,
(Dios) ensalzó con la palabra al (día) que no habían ensalzado las obras, de
modo que gracias al honor que le fue atribuído, quedara acoplado a sus
compañeros y se completara el número de (los días de) la semana, que era
necesaria para el servicio del mundo.
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Estos son los orígenes del cielo y de la tierra, es decir, ésta es la historia de
la formación del cielo y de la tierra. En el día en que el Señor hizo el cielo y la
tierra, es verdad que ninguno de los árboles del campo existía aún, y que la
hierba no había germinado. Estas cosas, en efecto, no fueron creadas en el día
primero, porque fueron hechas en el tercer día. Pero no sin razón hace
mención en el día primero de aquellas cosas que fueron creadas en el
tercer día.
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Después de que brotó la gran fuente del abismo75 grande y regó toda la faz
de la tierra, entonces, una vez reunidas las aguas en el día tercero, produjo
la tierra toda clase de hierbas en el mismo día tercero.
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Edén es la misma tierra del Paraíso. Y eso que dice, desde el principio, es
porque lo había plantado en el día tercero. Esto lo explica diciendo: El
Señor hizo brotar de la tierra toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos
para comer82. Y para mostrar que estaba hablando del Paraíso, dijo: Y el
árbol de la vida en medio del Paraíso, y el árbol del conocimiento del bien y del
mal.
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Los cuatro ríos que fluyen de aquel río no son semejantes en su sabor
al sabor de la fuente principal. Si ya las aguas son diferentes en esta tierra
nuestra, estando todas ellas puestas bajo la sentencia de la maldición,
¡cuánto más el sabor de aquella bendita tierra del Edén será distinto del
sabor de la tierra que, a causa de la transgresión de Adán, ha sido puesta
bajo la maldición del Justo!
Los cuatro ríos, pues, son éstos: el Pisón, esto es, el Danubio; el Guijón,
esto es, el Nilo; el Tigris y el Eufrates, que son aquéllos entre los que
vivimos nosotros. Y si es verdad que conocemos los lugares de los que
fluyen, no está allí la fuente principal. Como el Paraíso está puesto en una
gran altura, son absorbidos en sus alrededores, y descienden al mar como
de un cántaro alto, y tras pasar a dentro de la tierra que está bajo el mar,
ya aquí, (la tierra) vomitó a uno de ellos, [el Danubio, es decir, el Pisón,] en
el Oeste; y al Guijón en el Sur; y al Eufrates y al Tigris en el Norte.
7. Tras hablar del Paraíso y de los ríos que se dividen desde él85, se
puso a hablar de la entrada de Adán en el Paraíso, y de la ley que le fue
dada, diciendo: El Señor Dios condujo a Adán y lo dejó en el Paraíso del
Edén, para que lo cultivara y lo guardara86.
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no había ladrón que pudiera entrar en él? La valla que había después de la
transgresión del mandamiento da testimonio de que no era necesario un
guardián en caso de haberse guardado el madamiento.
No tenía, pues, Adán, otra cosa que guardar allí sino la ley que le
había sido impuesta, ni se le había confiado otro trabajo sino el de cumplir
el mandamiento que le había sido mandado. Pero tampoco me opongo a
que, junto con el mandamiento, tuviera también estas dos cosas, o fuera a
tenerlas.
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animales, diciendo: Y formó Dios de la tierra a todos los animales del campo y a
las aves del cielo. Y los trajo donde Adán, para que viera qué nombre les ponía90.
Lo que dice, que los trajo donde Adán, es para mostrar su sabiduría, y
qué paz había entre los animales y Adán antes de que traspasara el
mandamiento. Ellos venían junto a él como junto a un pastor lleno de
amor. Y pasaron por delante de él en grupos, según sus especies y sus
razas, sin temor alguno. Ellos no tenían miedo de él, ni temblaban unos de
otros. Pasó el rebaño de los animales dañinos, y tras él venía sin miedo la
familia de los indefensos.
10. Adán tomó, por tanto, el poder en la tierra, y fue señor de todo en
este mismo día, de acuerdo con la bendición que había recibido. La
Palabra del Creador se puso por obra, y su bendición se cumplió de hecho.
No tenía más que un día, y le fue dado el poder sobre todo. Y aunque se
iba a dar prisa en rebelarse contra el Señor de todo, Dios no sólo le dio la
autoridad sobre todas las cosas, como le había prometido, sino que le
añadió también la capacidad de poner los nombres, que no le había
prometido. Ahora bien, si hizo con él más de lo que era necesario, ¿cómo
le iba a privar de las cosas que le había prometido, de no ser porque pecó?
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12. "El Señor hizo caer un profundo sueño sobre Adán, y se durmió. Y tomó
una de sus costillas, y puso carne en su lugar. Y el Señor formó una mujer de la
costilla que había tomado de Adán, y la llevó donde Adán. El varón que era
vigilante*, porque estaba ungido de resplandor, y aún no sabía lo que era
el sueño, cayó sobre la tierra desnudo y se durmió. Y parece que dormido
vió, como entre sueños, algo de lo que le estaba sucediendo.
La costilla fue arrancada en un instante, y puso la carne en su lugar en
un abrir y cerrar de ojos. La costilla desnuda fue dispuesta con todas las
formas y con toda hermosura, y la condujo y la llevó donde Adán, que era
uno y dos. Uno era lo que Adán había sido, y dos era el que fue creado
macho y hembra.
14. Tras estas cosas, dijo que los dos estaban desnudos, pero no sentían
vergüenza. Lo de que no sentían vergüenza, no es que no supieran qué era la
vergüenza. Si hubiera sido niños, como dicen los de fuera, no habría
dicho que estaban desnudos, pero no sentían vergüenza. Y tampoco había
dicho Adán y su mujer, a no ser que fueran ya jóvenes. Bastarían los
nombres que puso Adán para demostrar su sabiduría . Y aquello que dice,
para que lo cultivara y lo guardara, (basta también) para mostrar su vigor. Y
la ley que les impuso, para dar testimonio de su madurez. Y la
transgresión del mandamiento, para dar testimonio de su soberbia. Por lo
que no se avergonzaban es por la gloria con que estaban cubiertos, que,
cuando les fue quitada después de la transgresión del mandamiento,
17. Dice, en efecto, que la mujer vió que el árbol era bueno para comer y
agradable a los ojos, y el árbol era deseable al mirarlo, y tomó de sus frutos y
comió. Si fue vencida, pues, por la belleza del árbol y por el deseo de su
fruto, no fue vencida por el consejo que penetró en su oído, sino que
sucumbió por el apetito que salió de su interior.
22. Una vez que tentó a Adán y le hizo comer, la Escritura dice que se
abrieron los ojos de ambos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Se
abrieron sus ojos, en efecto; pero no para ser iguales a Dios, como había
dicho la serpiente, sino para que vieran que estaban desnudos, como
esperaba el Enemigo.
24. Escucharon el ruido del Señor que andaba por el jardin al caer la tarde, y
se escondieron del Señor por entre los árboles del Paraíso. No sólo, en efecto,
quiso ayudarles con la paciencia que tuvo con ellos, sino que también
quiso darles una oportunidad con el sonido de sus pies. Sus silenciosos
pasos hicieron* ruido para que, por medio del ruido, se preparasen a
suplicar al que producía el ruido. Pero como ni con el retraso ni con el
ruido que fue enviado por delante vinieron a presentarse a El con súplica,
Dios todavía se sirvió del sonido de sus labios, además del ruido de sus
pasos, y le dijo: "¿Dónde estás, Adán?" Pero Adán, en vez de reconocer su
pecado, y pedir clemencia antes de que se pronuniciara contra él la
sentencia, dijo: "Oí tu voz en el jardín, y tuve miedo, porque ví que estaba
desnudo, y me escondí" El sonido de los pies, que venía delante de Dios para
revelar el castigo a la casa de Adán, simbolizaba la voz de Juan, que iba a
venir delante del Hijo: "Tiene en sus manos el bieldo, y va a limpiar sus eras;
quemará la paja con fuego, y limpiará el trigo, para meterlo en sus graneros.
29. Una vez que ambos fueron preguntados, y se halló que no tenía
arrepentimiento ni una defensa verdadera, Dios se bajó hasta la serpiente,
pero ya no con una pregunta, sino con un castigo. Allí donde había lugar
para la penitencia se sirvió de las preguntas, pero con aquella que era
extraña a la penitencia utilizó la sentencia. Y para que sepas que la
serpiente no tenía posibilidad de penitencia, cuando Dios le dijo: "Por
haber hecho esto, serás maldita entre todos los animales", le dijo "no lo has
hecho", porque temía que mintiese, y tampoco dijo "lo has hecho", porque
era extraña a la penitencia.
Serás maldita entre todos los animales, porque has engañado al que tenía
el mando sobre todos los animales. Y en vez de ser la más astuta de todos
los animales, serás la maldita entre todos los animales. Y caminarás sobre tu
vientre, por haber introducido los dolores del parto entre las mujeres. Y
comerás polvo todos los días de tu vida, porque privaste a la casa de Adán del
alimento del árbol de la vida. Y pondré enemistad entre tí y la mujer, y entre
tu linaje y el suyo, porque con tu falso amor la engañaste y la pusiste bajo la
esclavitud de la muerte, a ella y a sus descendientes.
Por otra parte, no quedó libre del castigo con la maldición que recibió
la tierra, porque también contra él (Dios) pronunció sentencia diciendo:
Con dolor comerás de ella todos los días de tu vida, después de haber
transgredido el mandamiento, de la que habrías comido sin dolor si
hubieses guardado el mandamiento. Espinas y abrojos te dará después del
pecado la que, si no hubiese habido pecado no habría hecho germinar
tales cosas. Comerás la hierba del campo, ya que, a una pequeña incitación de
tu mujer, despreciaste los apetitosos frutos del Paraíso. Con el sudor de tu
rostro comerás el pan, ya que no te pareció bien disfrutar de las delicias del
jardín sin esfuerzo alguno.
Esto es lo que tendrás hasta que retornes a la tierra de la que fuiste tomado,
por haber despreciado el mandamiento que a estas horas te habría dado la
vida eterna con el fruto del árbol de la vida que te habría sido permitido
comer. Y como del polvo eres, y te olvidaste de tí mismo, a tu polvo volverás,
y tu bajeza te enseñará lo que verdaderamente eres.
32. También Satanás, que había sido creado dentro de los seis días
junto con el espacio* que le correspondía, y que hasta el día sexto era
bello, como eran bellos Adán y Eva haste el momento en que violaron el
mandamiento, Satanás, digo, que en este día actuó como tentador* en lo
oculto, también fue juzgado y condenado. Pues no quiso (Dios) dar a
conocer su sentencia delante de aquellos que no eran conscientes de que él
les había tentado. "Es la serpiente", dijo la mujer, "la que me engañó". Y no
Satanás.
33. Tras haber hablado del castigo que recibieron los tentadores y el
tentado (sic), escribió que el Señor hizo para Adán y su mujer más túnicas de
piel y les vistió. Estas túnicas, o eran de piel de animales, o fueron creadas
entonces, igual que las zarzas y las ortigas*, que fueron creadas después
de que habían sido terminadas las obras de la creación, porque se dice que
"hizo el Señor...y los vistió". Es probable que, mientras tenían sus manos
puestas en las hojas, se encontraran con que estaban vestidos con las
túnicas de piel. ¿O acaso fueron muertos algunos animales en su
presencia, para que se alimentasen a sí mismos con su carne, y para que
con sus pieles hiciera casta su desnudez, y para que pudieran ver en su
muerte la muerte de sus cuerpos?.
34. Después de que terminó estas cosas, dijo: ¡He aquí que el hombre
(Adán) ha venido a ser como uno de nosotros, capaz de conocer el bien y el mal!
Por lo que dijo, que ha venido a ser como uno de nostros, aunque
misteriosamente estaba revelando la Trinidad, se estaba también burlando
de Adán, porque le había sido dicho que seréis como Dioses, conocedores
del bien y del mal.*
35. Y ahora, no sea que extienda su mano y tome también del fruto de la vida,
y coma, y viva para siempre...* Pues si se atrevió a comer de aquel árbol del
que se le había ordenado no comer, ¿cuánto más no correrá hacía éste,
acerca del cual no se le había dado mandato alguno? Sin embargo, como
se había decretado sobre ellos el castigo de vivir con trabajo y sudor, en
enfermedades y dolores, con el fin de que, caso de que comieran del árbol
y vivieran para siempre, no permanecieran para siempre en esa
atormentada vida, les impidió comer de él mientras se hallasen cubiertos
de maldición, aunque, si hubieran estado libres de la maldición y
recubiertos de gloria, estaba dispuesto a concedérselo.
Así pues, para que el don que había de dar la vida no se convirtiese en
una fuente de miseria, y no resultase que aquello que habían recogido por
medio del árbol de la vida les hacía mas daño que lo que habían adquirido
por medio del árbol del conocimiento --pues de éste habrían obtenido
unos dolores temporales, mientras que aquel habría hecho que esos
dolores fuesen eternos; de éste habían adquirido la muerte, que los libra
de las ataduras de sus sufrimientos, mientras que aquel los habría hecho
sepultados en vida, dejándolos atormentados para siempre con sus
dolores--, por esto les impidió acceder al árbol de la vida, porque no
convenía que les fuese dada la vida del Edén en la tierra de las
maldiciones, ni que encontrasen la vida eterna en el mundo pasajero.
Por otra parte, si hubiesen comido, habría sucedido una de estas dos
cosas: o bien la sentencia de la muerte hubiese resultado falsa, o hubiese
resultado engañosa la vivificación del árbol de la vida. Y así, para que no
fuese derogada la sentencia de muerte, y para que la vivificación del árbol
de la vida no resultase falsa, Dios alejó a Adán de allí, de modo que no
sufriese daño también del árbol de la vida, igual que se había perjudicado
con el árbol del conocimiento. Y le envió a cultivar la tierra de donde
había sido tomado, de modo que el que se había perjudicado con el
sosiego del jardín pudiera recibir beneficio del trabajo de la tierra.
36. En su salida del Paraíso, está escrito que Dios hizo que, desde el
Oriente del Paraíso del Edén, un querubín lo rodeara y una punta de espada que
se vuelve hacía todas las partes, para guardar el camino del árbol de la vida.
Su cerca, pues, era viva, para que por sí misma hiciera la ronda, y
pudiera guardar el camino del árbol de la vida de todo aquel que quisiera
atreverse a cosechar su fruto. Mataría, en efecto, con la punta de su
espada, el mortal que viniera a robar de él la vida inmortal.