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Modos de representación

Partimos de la idea de que hay diferentes modos de


representación que se expresan a través de la pintura,
la música, la danza, la poesía y el cine, entre tantos
otros. Estos diferentes “lenguajes” nos permiten
acceder a formas de representación visuales, auditivas,
táctiles, kinésicas, gustativas, olfatorias y cada una de
ellas genera, revela y oculta sentidos y accesos a
mundos singulares. Si bien cada contexto cultural
privilegia una forma de representar (por ejemplo, en las artes sonoras poco importa
la palabra, en tanto en los estudios formales la palabra es el modo de representar el
pensamiento más valorado), te pedimos que abras tu mente a todas las opciones,
para darte la posibilidad de explorarlas.

En este sentido, se sostiene la idea de que plasmar el pensamiento (en


cualquier soporte) le da entidad a la comunicación: por eso es tan importante
conocer y aprovechar todas las posibles formas de representación.
Estrategia: Lectura anticipatoria

La lectura anticipatoria es una estrategia de abordaje del texto que nos


permite hacer una primera aproximación a su contenido, intuir de qué se
trata y prepararnos para su lectura detallada. Consiste en considerar no
solamente el cuerpo del texto sino, en un primer momento, prestar
especial atención a aquellos elementos que lo rodean: título, imágenes, bajada,
epígrafe, palabras resaltadas.

Aún cuando no le ponemos este nombre, muchas veces hacemos anticipación de


lectura para decidir si vale la pena hacer una lectura minuciosa o no. Por ejemplo,
cuando leemos el diario no vamos por orden de aparición, sino que empezamos por
las noticias que más nos interesan: tomamos la información del título o de las
imágenes que acompañan para decidir si el tema (que anticipamos) es de nuestro
interés. Lo mismo sucede cuando buscamos información en internet sobre un tema
específico: frente a los resultados, vamos anticipando y “descartando” aquello que
no se ajusta a nuestra búsqueda.

La trama del lenguaje


Si el mundo es un telar… La trama ocupa el lugar central. Pero, ¿qué es una trama?
Hay varias acepciones posibles para esta palabra; aquí te mostramos algunas de
ellas según la Real Academia Española:

Trama:
1. f. Conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre,
forman una tela.
2. f. Especie de seda para tramar.
3. f. Artificio, dolo, confabulación con que se perjudica a alguien.
4. f. Disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra
cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca.
5. f. Florecimiento y flor de los árboles, especialmente del olivo.

¿Cuál te parece que tiene más sentido en el marco de la metáfora


propuesta? La 1, sobre todo, pero también la 4 y la 5 mantienen relación
semántica. Si entendemos la trama del mundo que habitamos como hilos
(de todo tipo) que se cruzan y se entrelazan, se ve con claridad que para
poder comprender algo es necesario prestar atención a todas las representaciones
que convergen, se complementan, se tironean y conforman una red.

Esta gran trama de la comprensión y la comunicación se nutre, entonces, de


diferentes tramas que forman parte de ella: la oralidad, las imágenes, la escritura, los
píxeles.

Estrategia: la hipérbole
Como ya dijimos, representar no significa que lo representado sea idéntico a lo real;
no se trata de un reflejo de la realidad sino de la proyección de un pensamiento
sobre esa realidad. Por eso, cuando queremos plasmar un pensamiento,
necesitamos estrategias que nos permitan alcanzar esa expresión justa que
buscamos.. Por ejemplo, si pintamos un cuadro, podemos utilizar colores oscuros
para representar tristeza o melancolía. Pero si queremos representar un
pensamiento triste a través de la escritura, ¿qué recursos usamos?

Una estrategia de escritura para enfatizar aquello que queremos representar


es el uso de la hipérbole: consiste en el aumento o la disminución excesiva
de aquello a lo que nos referimos; es la exageración como recurso; por
ejemplo: “Muero de tristeza”.
Podemos exagerar cantidades, cualidades o características de algo para resaltarlo y
reflejar nuestro pensamiento. Es un recurso muy usado en el lenguaje poético, pero
también se utiliza en el lenguaje coloquial, el de todos los días. Por ejemplo:
“Fue un partido infartante”
“Te llamé un millón de veces”
“Es la carrera más linda del mundo”

La trama de la oralidad
Ir hacia las culturas orales es viajar al tiempo de los sonidos despojados de marcas
o huellas escritas. La existencia de la palabra oral radica solo en el sonido, sin
referencia alguna a cualquier texto visualmente perceptible y sin tener idea siquiera
de que tal texto pueda existir. En las culturas orales, el pensamiento se rige por la
capacidad de la memoria humana. El conocimiento es lo que se recuerda, por tanto
está limitado a lo que se puede retener en la mente.

Podemos suponer que en el uso del lenguaje:


En las culturas orales para ayudar a conservar información en la
memoria individual y para simplificar el intercambio de la información
con otras personas a través del habla, fue necesario recurrir a
diferentes marcas, huellas que se fueron impregnando en la memoria,
para poder recordarla, para transmitirla, para recrearla.
La repetición, y las fórmulas de contar historias, en diferentes tiempos
y espacios posibilitó construir formas de pensamientos y conocimientos.
Pensamientos y formas de representar se moldean mutuamente: en una cultura oral
el sonido de las palabras no solo implica una forma de expresión sino también una
configuración del pensamiento.

Junto con la memoria y el relato, otro factor en estas formas de


comunicación a tener en cuenta es la escucha. El sonido tiene una
relación especial con el tiempo: no pueden detenerse, no pueden
guardarse ni cristalizarse.
No se puede tener una palabra en toda su extensión en un solo
momento: al decir "existencia", para cuando se llega a "-tencia", "exis-" ha
desaparecido. El sonido y la escucha son elementos claves en la oralidad. Y la
oralidad tiene sus propias claves.

Pero, ¿qué sucede con la oralidad en culturas tan afianzadas en la


escritura? La fuerza de la oralidad permanece, convive con otras formas de
lenguaje y de registro.
Aún en culturas donde la palabra escrita está jerarquizada, como en la nuestra, la
oralidad tiene un valor único: las historias que escuchamos cuando somos
chicos/as, las conversaciones cotidianas, el carácter performativo de la palabra
dicha sigue haciendo del habla nuestro lenguaje primordial.

La escucha atenta y la expresión oral adecuada al contexto son habilidades


necesarias para la vida cotidiana y, también, para las trayectorias de
educación formal como la que estás emprendiendo.

Estrategia: Temas importantes, temas secundarios: organización textual


Otra estrategia de lectura muy útil es la de reconocimiento de la jerarquía textual. Un
texto es (¡entre muchas otras cosas!) un conjunto ordenado y jerarquizado de
información. Esto significa que no solo importa qué se dice (en contenido de lo
escrito) sino cómo se estructura eso que se comunica; es decir, qué se considera
más importante y qué menos importante. Entender este proceso de ordenamiento
de la información resulta fundamental, porque si no logramos comprender esa
jerarquía podemos hacer foco en una cuestión menor y no en lo que el autor o la
autora quería resaltar.

La organización textual tiene una herramienta central: los títulos y subtítulos.


Escritos en una tipografía diferente y llamativa, los títulos y subtítulos nos
permiten, cuando leemos, ubicar la información y saber qué tema va
englobado dentro del otro. Nos ayudan a ordenar el contenido y saber, de un golpe
de vista, cuáles son los temas más importantes, cuáles son menos importantes y
cómo se relacionan.

La trama de las imágenes


Dado que vivimos en un mundo de lenguajes audiovisuales, se requiere de una
educación que contemple nuevas formas de alfabetización, donde sus diferentes
soportes y formas de expresión, puedan ser decodificados, pudiendo analizar más
allá de lo obvio, identificando el trasfondo de lo que nos muestran las pantallas.
Percibir e interpretar significados más allá de lo evidente, decodificar mensajes,
analizar, despertar la sensibilidad y utilizar las habilidades del pensamiento es
imprescindible para vos como estudiante; puesto que en el mundo de la sociedad de
la información los mensajes llegan y nos atraviesan constantemente y, ante esto, es
fundamental estimular el pensamiento crítico, preparado para decodificar y
resignificar la información que realmente se considera útil para cada contexto.

Las imágenes visuales son huellas de las culturas e instrumentos de


comunicación social. Son polifuncionales y contienen una variedad de
significaciones que fueron variando con el paso del tiempo y con las
transformaciones que se producen en nuestros comportamientos sociales y
culturales y, por lo tanto, en la percepción y las formas de interpretarlas. Es así que
han cumplido diversas funciones a lo largo de nuestra historia, desde las pinturas
rupestres hasta las imágenes 3D de realidad aumentada.

Por ello, podemos afirmar que las imágenes tienen cualidades


que no tenemos los seres vivos; pueden “detener el tiempo” y a
la vez mantenerse activas y vigentes durante toda su
existencia, pueden ocultarse durante años y siglos bajo ruinas
arqueológicas, en archivos o desvanes
y volverse a mostrar reapareciendo rejuvenecidas, con su
potencial de representación intacto o, mejor aún, re-significado.

Contrariamente a lo que podemos suponer cuando miramos, por ejemplo, un cuadro


realista, las imágenes no son un reflejo fiel de la realidad sino que son expresión de
imágenes mentales construidas en esa interacción con la materialidad del mundo.
Cada época se caracterizó por la utilización de la imagen para expresar sus propios
valores culturales (pensemos en las expresiones artísticas en general), es decir, que
las imágenes fueron vehículo para expresar sus ideas y creencias: pensamientos
representados en líneas y colores.

Pero lo que vemos en una imagen no es solo la representación del


pensamiento de su autor/a: es también la imagen configurada por nuestra
percepción o apreciación, moldeada por nuestros propios pensamientos.
Volviendo a la idea de la trama, el sentido de una representación es ese cruce de
hilos de pensamientos que la configuran; allí es posible la comunicación.

La trama de la escritura

Las palabras como unidades son una invención propia de la escritura. La separación
entre palabras es un procedimiento que se inicia entre los siglos VII y VIII.
Anteriormente, en las tablillas de cera, los papiros y los pergaminos los textos se
componían de líneas que presentaban una serie ininterrumpida de letras . A la
lentitud propia de este procedimiento debemos agregarle que se trataba de
manuscritos que en muchos casos contaban con gran cantidad de errores y que
además no tenían criterios unívocos de estandarización de ortografía y puntuación.
La escritura, entonces, fija las palabras en el espacio y hace que se asemejen a las
cosas, porque el soporte les brinda una materialidad.

❖ Las superficies para escribir han variado con el tiempo, al principio era la
piedra. Sin embargo, fue el papel que hizo más fácil la conservación de la
cultura de la escritura.
Hoy en día, en muchas sociedades, se supone que lo escrito tiene más fuerza que
las palabras habladas, pero las culturas antiguas sin interiorización de la escritura
consideraban lo contrario; la palabra escrita y la oral no tienen una prevalencia per
se; es la sociedad, en un tiempo y espacio determinados, quien las jerarquiza.
❖ La imprenta hizo que la escritura se interiorizara y que la gente viviese en un
tiempo computado abstracto.
Las palabras puestas en un texto son diferentes que en el discurso hablado. La
escritura es una operación solipsista y las palabras escritas están aisladas de un
contexto. En el habla oral las palabras necesitan una entonación parte de un
presente existente real.
❖ La escritura no es solo una transposición de un código (oral) a otro – del oral
a otro (escrito) sino una forma diferente de modelar el pensamiento.
La escritura era y es la más trascendental de todas las invenciones tecnológicas
humanas. No constituye un mero apéndice del habla. Puesto que traslada el habla
del mundo oral y auditivo a un nuevo mundo sensorio, el de la vista, transforma el
habla y también el pensamiento.

Debemos pensar la escritura como una tecnología que transformó la


conciencia humana y sus procesos cognitivos.

La escritura se caracteriza por establecer un discurso “autónomo” incuestionable y


por ser un discurso separado de su autor, es decir, no podemos encontrar al escritor
en un libro. Como el libro transmite una enunciación de una fuente, sólo podríamos
cuestionar al autor/a si pudiésemos comunicarnos con él o la fuente, pero esta tarea
es imposible.

La lectura de un texto escrito implica un trabajo por parte del lector/a similar
al del autor/a ya que mientras escribir es producir un nuevo signo
exteriormente, visible y comunicable, leer es producir nuevos signos
interiormente perceptibles y no comunicables con los recursos disponibles para el
lector, de los cuales el texto que se lee es el elemento central. Asimismo, tanto la
lectura como la escritura son procesos que se encuentran circunscriptos ya que
dependen de los recursos disponibles en el contexto para la producción de signos.

Estrategia: Conectores de orden


Cuando hablamos con otra persona y, por ejemplo, contamos qué hicimos ayer, la
situación de comunicación permite que si algo de nuestro relato no se entendió,
nuestro interlocutor/a nos pregunte, por ejemplo: “¿pero primero fuiste a comprar o
viste la serie?”. De esta forma, el discurso se vuelve claro y entendible.

Pero cuando leemos un texto, hay una distancia espacial y temporal con el autor/a
que nos impide estas preguntas (por ejemplo, cuando un/a docente, en su
casa, lee el trabajo de su estudiante, al otro día de entregarlo). Por eso, al
escribir es muy importante lograr un texto ordenado, cuyo contenido tenga un
hilo lógico. Para lograrlo, una estrategia fundamental es el uso de conectores de
orden: son palabras o grupos de palabras que sirven como nexo entre las diferentes
oraciones de un texto y lo organizan de modo secuencial señalando qué está antes
y qué después.
Algunos de estos conectores son: luego, de inmediato, primeramente, en seguida,
posteriormente, en primer lugar, a continuación, seguidamente, después, primero,
más adelante, anteriormente, por último, al mismo tiempo, entre otros.

La trama de los pixeles


El final del siglo XX y principio del siglo XXI han marcado el surgimiento de la
“sociedad de la información y la comunicación”. Esta sociedad ha sido potenciada
por un escenario digital, pleno de herramientas que permiten comunicarnos con
otros a través de una gran diversidad de dispositivos, compartir, producir y crear
contenido. Además, se posicionan como plataformas de acceso, intercambio y
distribución de contenido en cualquier momento y lugar, estimulando la creación de
nuevos lenguajes, géneros y formatos; transformando los modos en que se
consume y se produce la cultura; y generando una dinámica nueva entre espacios y
tiempos en la vida diaria de todos nosotros.

💟 CONVERGENCIA :
El avance de la tecnología que implica una convergencia de medios y formas de
comunicación, está despegándose y separándose de un espacio físico, volviéndose
cada vez más portable y accesible. Así se va configurando un tipo de estructura
social, donde las imágenes y la tecnología no son meras construcciones
artefactuales sino que construyen conocimiento y pensamiento.

 INTERFAZ :
A medida que la distribución de todas las formas culturales, va pasando por el
ordenador, vamos entrando más en “interfaz” con datos predominantemente
culturales textos, fotografías, música, entornos virtuales, películas, ya no nos
comunicamos con un ordenador, sino con una cultura codificada digital.
Las interfaces contribuyen a la creación de sentido. Cada tecnología posee
una interfaz sujeto/dispositivo, donde los humanos y dispositivos
intercambian acciones, informaciones y se establece un diálogo. La interfaz
de un medio contribuye entonces a la creación de significados, puesto que no es la
misma experiencia leer un libro por capítulos (en entregas semanales) que leer el
libro de corrido, así como tampoco lo es ver una película o leer el libro en la cual se
basó la película.

 UBICUIDAD :
En un mundo ubicuo no atender a estos aspectos, es sesgar la mirada. Este
carácter de ubicuidad que poseen las pantallas, merece un tratamiento especial y
detenerse a pensar cómo abordarlas y desnaturalizarlas o al menos, conocer su
lenguaje específico y a su vez entretejidos con otras formas de lenguaje.

● En primer lugar, con el formato digital las fronteras del texto aparecen más
difusas a partir de la escritura hipertextual y de los múltiples recorridos que el
autor puede plantear al lector.
● En segundo lugar, la posibilidad de editar el texto en forma casi infinita
genera la sensación de estar siempre frente a un borrador que puede ser
mejorado permanentemente.
● En tercer lugar, a partir de la multimedialidad los canales a través de los
cuales se transmite la información se han ampliado y diversificado.
Es importante destacar que cuando nos referimos al "texto", no nos
circunscribimos al ámbito de lo escrito sino que también hacemos alusión a
los mensajes que a través de los distintos canales se utilizan para comunicar
información.
Así, en los libros de texto, en los programas multimedia o en los videojuegos "texto"
no se restringe al material escrito sino a todos los recursos existentes orientados a
construir sentido.

Dado que vivimos en un mundo de lenguajes audiovisuales, se requiere de


una educación que contemple nuevas formas de alfabetización, donde sus
diferentes soportes y formas de expresión, puedan ser decodificados,
pudiendo analizar más allá de lo obvio, identificando el trasfondo de lo que nos
muestran las pantallas. Percibir e interpretar significados más allá de lo evidente,
decodificar mensajes, analizar, despertar la sensibilidad y utilizar las habilidades del
pensamiento es imprescindible para vos como estudiante; puesto que en el mundo
de la sociedad de la información los mensajes llegan y nos atraviesan
constantemente y, ante esto, es fundamental estimular el pensamiento crítico,
preparado para decodificar y resignificar la información que realmente se considera
útil para cada contexto.

Es por ello, que las posibilidades de producciones multimediales generan


estrategias para el tratamiento del texto, a partir de la palabra, la imagen fija
o la imagen en movimiento, el sonido y otras producciones culturales. Se
abren nuevas preguntas acerca de las características de estas herramientas
simbólicas, sus criterios estéticos de producción y sus vinculaciones con el
conocimiento en un determinado campo y, el ámbito educativo.

Comprender significados de palabras


Todo texto se construye con palabras y no conocemos todas las que existen. Puede
ser que no conozcamos su forma (por ejemplo, si nunca antes la leímos). Pero no
alcanza con saber el significado de una palabra para comprenderla: puede suceder
que un término tenga más de una acepción posible y que no conozcamos el sentido
específico que adquiere en ese texto o dudemos entre dos significados.

No podemos comprender un texto si no conocemos el sentido de una palabra:


porque esa palabra y ese sentido pueden cambiar el significado del párrafo entero y,
por lo tanto, de todo el texto. Al mismo tiempo, la oración o el párrafo donde está la
palabra ayuda a definir su sentido.
La estrategia de explicitar de significados de palabras es muy importante para todo
tipo de lectura, ya que es la base que nos permitirá luego construir y comprender el
sentido general de un texto. No solo implica buscar su definición en el diccionario,
sino también elegir la acepción correcta según el contexto.
Introducción a las prácticas narrativas

A lo largo de los siglos, hemos habitado nuestros mundos observándolo. Hemos


observado los cielos, por horas. También mucho más allá de los cielos, hemos
creado objetos para mirar lo gigante y lo pequeño. La ciencia dispone de variados
microscopios para ver lo invisible y alcanzar esos conocimientos de suma vitalidad,
por ejemplo, salvarnos de una pandemia.

Los antiguos hicieron “zoom” para crear calendarios, para identificar el


tiempo de la cosecha, el tiempo de la sequía; la ciencia hace zoom para
estudiar nuestro cuerpo, nuestras células. Cada uno de esos “zoom”
construyen una gran conversación denominada #saber que es narrado y
situado para bucear por debajo de las apariencias exteriores del
comportamiento humano, para explorar nuestros pensamientos; también,
sentimientos e intenciones.

Estrategia: Relación con saberes previos

¡Nunca empezamos de cero! Porque estamos llenos de experiencias. A nuestro


paso por el mundo de la formación, cargamos con nuestra biografía. Y en cada
nuevo desafío que asumimos, relacionamos ideas, ordenamos prioridades,
reconocemos sensaciones; siempre relacionando y haciendo anclaje con lo ya
conocido. Porque sabemos muchas cosas. Nuestras ideas previas nos permiten
interpretar los textos por fuera de su literalidad: lo enriquecen y reconfiguran su
sentido.

Una estrategia de lectura muy importante es hacer explícitos esos saberes


previos con los que están relacionados el contenido de un texto: esos
saberes previos pueden apoyar lo leído, discutirlo, hacerlo entrar en
conflicto… tu lectura de un texto es única, justamente, porque es la tuya y
entra en relación con tu historia.

La noción del tiempo / El tiempo un gran organizador de los relatos. / relatos orales

Hablar del tiempo es hablar de perspectivas, preguntarnos desde dónde contamos


lo que contamos, reconocer desde dónde nos cuentan lo que nos cuentan … porque
lo que sucede en nuestro entorno tiene un orden. Y este orden, en las prácticas
narrativas se denomina tiempo histórico.
¿Para qué ha utilizado el ser humano al tiempo? Para crear calendarios que nos
permitan organizar los días, reconocer las estaciones, anticipar fenómenos de la
naturaleza.
Tenemos un tiempo fraccionado en segundos, minutos, horas. El tiempo determina,
muchas veces, lo que creemos que podemos hacer. De hecho, cada 365 días
cerramos “ciclos”, depositamos deseos, realizamos rituales para habitar el mundo.

Podemos señalar que los relatos que solemos escuchar contienen fechas o datos
muy concretos para identificar cuándo ocurren los hechos. Y, en la mayoría de los
casos, se suele recurrir a palabras, expresiones, para indicar dicha temporalidad. A
esas palabras las llamamos conectores temporales. Y nos permiten establecer un
nexo.

Sin la construcción de un tiempo histórico la narración no es tal; el marco temporal


hace al sentido.

Estrategia: Marcadores y conectores temporales

Al hablar, al escribir, al escuchar … requerimos de marcas temporales para


ubicarnos; dicha temporalidad se puede expresar con conectores y marcadores que
nos permiten construir oraciones, unir párrafos, con sentido. En suma, ¡hacernos
entender! ¡Y también entender al otro! ¡Ni más ni menos!

Nos referimos a categorías gramaticales que sirven para introducir las


construcciones temporales. Los conectores pueden ser adverbios (en la mayor parte
de las oraciones), sintagmas nominales, preposiciones y conjunciones.

★ Preposiciones: desde, hasta, tras.


★ Sintagmas nominales: el primer momento, en segundo término, en primer
lugar, en un primer tiempo, una vez que, al comienzo.
★ Adverbios y/o locuciones adverbiales: inmediatamente, al cabo, de, de
inmediato, en seguida, luego, una vez que, mientras.
★ Locuciones verbales en infinitivo: al terminar, al comenzar.

¿Y los marcadores temporales?

Los marcadores expresan una situación temporal que con su sola mención nos
permiten referir y aludir a una escena puntual en el tiempo:
Mañana, ayer, hoy, anteayer, anoche, a media noche, por la tarde, por la mañana,
pasado mañana, el próximo mes, la próxima semana, el verano pasado, antes de,
antes que, después de, después que, etc.

El uso de marcadores es una estrategia de escritura muy útil para comunicar de


manera clara y ordenada un determinado contenido.
Marcadores y conectores (Click)

El tiempo de la historia y el tiempo del relato

El tiempo es consustancial al ser humano y tenemos la capacidad de percibirlo


porque nos permite construir nuestra identidad -y realidad- socialmente; en tanto, la
temporalidad es intrínseca de nuestra conciencia.
Somos seres humanos situados y nuestro contexto resulta de vital importancia para
ubicarnos; la forma en que percibimos nuestra realidad se desarrolla en un espacio
temporal. Sí debo contar una historia tengo que hacer uso del tiempo.

En toda narración se presentan los acontecimientos que a su vez están


acompañados de la noción de tiempo, de un tiempo que es determinante en la
historia, que no es estático. Un tiempo que avanza porque los personajes o actores
experimentan cambios y transformaciones que forman parte esencial de sus vidas.

En los textos narrativos podemos reconocer los tiempos denominados de la historia


y del relato:

❖ El tiempo de la historia es el tiempo cronológico de los hechos mientras que


el tiempo del relato es el orden en que el narrador presenta los hechos. A
veces el narrador puede contar los hechos en un orden distinto al que
ocurrieron.

❖ El tiempo del relato ubica en primer plano a un narrador/a, a menudo, quien


es parte de la historia.

Recordá: el narrador es quien cuenta la historia. ¿Siempre es el protagonista? No,


otras veces es sólo testigo, como Watson cuando nos cuenta las aventuras de
Sherlock Holmes.
Otro tipo de narrador es el omnisciente, que sabe lo que los protagonistas hacen y
piensan pero no es parte de la historia, no está “allí”. Cualquiera de estos
narradores/as imprime al relato un tiempo, decide qué cuenta antes y qué después.

Ambos tiempos pueden no coincidir: el narrador/a pueden contarnos primero lo que


sucedió al final, modificando el orden cronológico del tiempo de la historia.
De nuevo, los relatos de Sherlock Holmes son un buen ejemplo: se parte del relato
de un crimen y recién al final nos enteramos de la ejecución, que es
cronológicamente anterior a la escena del crimen que el detective ve desde el inicio
de la narración.

¿Por qué es importante el tiempo en una narración?


Porque, de nuevo, hace al sentido de lo que se cuenta: genera expectativa, provoca
un determinado efecto, propone una experiencia diferente.

Estrategia: Anacronía

Llevamos muchos siglos contando historias. Algunas cerca del fuego. Otras cerca
de nuestros hijos e hijas para introducirlos en un mundo de ensueños. En dichas
historias siempre existe un orden de los sucesos. A veces, y para hacer mucho más
interesante una historia, el narrador decide cómo y cuándo mostrar la información al
espectador o lector.
Sin embargo, independientemente de cómo el narrador decide iniciar su relato;
existen otros recursos interesantes para aplicar; entre ellos, los saltos temporales.
Estos saltos en el tiempo pueden ir en diferentes direcciones, pasado o futuro, y
generan un estado de alerta para quien está escuchando/leyendo/observando.

Uno de los recursos más utilizados se conoce como anacronía y consiste,


justamente, en una alteración del orden cronológico, con saltos hacia atrás y/o
adelante. Existen dos formas fundamentales de anacronías, las que se dirigen hacia
el pasado o analepsis (retrospecciones), y las que se adelantan hacia el futuro o
prolepsis (anticipaciones).

Características de la narración
En el inicio de este recorrido, señalamos que el texto es una unidad de análisis que
utilizamos para intercambiar con otros, intencionalmente, con un propósito. Y ese
intercambio lo realizamos en una situación comunicativa, a partir de un conjunto de
elementos que intervienen: emisor, receptor, mensaje, canal, entre otros.

La palabra “texto”, etimológicamente, deriva del latín, de textum; significa tejido,


entrelazado. Existen diferentes tipos de textos, es decir, diferentes tejidos. Y si bien
nos focalizamos en una forma textual, nos interesa que puedas reconocer algunas
características acerca de un tipo de texto: el narrativo.

Narraciones e historias
El texto narrativo se inserta en una situación comunicativa, no está aislado como
unidad lingüística; por lo cual, al narrar, se hace presente el texto, el contexto y la
situación, propiamente.
Pero, vayamos a hacer #zoom una vez más. Ahora, hagamos foco en identificar los
elementos que constituyen al texto narrativo:

Existen elementos que encontramos cuando narramos:

1° Narrador: puede estar involucrado en la acción (protagonista) o ser ajeno a esta


(omnisciente).
2° Tiempo y espacio: permite saber en qué lugar y época se desarrolla la historia.

3° Trama: sucesos de acciones que dan pie a la problemática.

4° Acción: se utilizan verbos que indiquen acción.

5° Marcadores textuales: predominan los conectores temporales y los que


establecen una relación causa-efecto.

6: Personajes: de los que se definen características físicas y psicológicas.

Estrategia: Paráfrasis

No todo tiene que ser “literal”! Al escribir, al hablar, al conversar… no solemos


utilizar palabras muy “acartonadas” sino, por el contrario, intentamos narrar las
historias pudiendo usar las palabras de nuestro mundo, las que conocemos. Y ese
ejercicio, ese esfuerzo propiamente, por utilizar palabras que conozcamos, cuyo
significado sea compartido por nuestros interlocutores, se denomina paráfrasis.

Esta estrategia es fundamental en muchos ámbitos de la vida: también en el marco


de los estudios superiores. Muchas veces leemos un texto y reconstruimos su
sentido haciéndonos un “relato interno” del mismo, pero con otras palabras: un
parafraseo.

🤔✍ ▶▶ ¿Qué es la paráfrasis?
Formatos/ formas / estructura o maneras de contar historias.

Además de los elementos y las características mencionadas, los textos narrativos


tienen una estructura, es decir, una organización jerarquizada de partes
componentes. ¿Cuáles son esas “partes” de una narración?

Los textos narrativos tienen una división tripartita:

Esa estructura da organización a la trama o, aún más, la posibilita. Por ejemplo:


¿podría existir un relato donde no hay nudo, es decir, no hay acción ni conflicto? La
estructura “mueve” la trama, la hace evolucionar de un punto a otro, recorrer una
trayectoria. Claro que esta trayectoria no tiene que ver con el tiempo o el espacio del
relato, sino con ese andamiaje subyacente* que lo habilita.

(*) Andamiaje subyacente: referencia a la estructura/nudo que lo mueve.

El conflicto narrativo

Más arriba hablamos de la estructura narrativa y de su importancia para “mover” la


trama. Pero ¿cuál de las tres partes de la estructura cumple esa función? Suele
decirse que el motor de la historia es el conflicto, ¿por qué? Porque permite una
organización de los hechos, acciones y direcciona a través de fuerzas, a veces,
antagónicas. En el texto narrativo, el conflicto, nos permite abrir interrogantes.

De esta forma, sucede que el tiempo no es igual para todos; el tiempo está
atravesado por nuestras subjetividades. En la teoría del conocimiento, la
subjetividad resulta sencillamente una propiedad para percibir, argumentar desde
nuestro punto de vista.
Al leer, al escuchar, al conversar, lo hacemos desde nuestra mirada. Ejercitamos la
subjetividad desde la crítica constructiva, buscando ser coherentes,
diciendo/haciendo en función de una realidad en equilibrio con otro contrapunto: la
objetividad. Esta última puede producir tensiones si no logran un consenso.

Ahora bien, ¿cómo reconocer el conflicto en una narración? A modo de algunas


respuestas, observemos las viñetas que nos proponen ciertas prácticas productoras
de sentido:

Narrativas en la formación superior

¿De qué hablamos, entonces, cuando hablamos de narrativa?

Algunos autores ubican el significado de la palabra narrativa, narración y narrar en


una misma raíz latina, rescatando una vinculación con el conocimiento y con la
práctica profesional. Resulta interesante recuperar este último punto, pues, hay algo
en la naturaleza de la cultura que lo avala. Entre ella, el lenguaje que poseemos, en
los relatos que, generación trás generación, la humanidad fue tejiendo para dar
sentido a su existencia.

En un trayecto formativo, la narrativa es muy importante para comunicarnos y


transmitir sentidos, consensuar decisiones y, particularmente, para expresarnos.

Transformando la experiencia en un saber vivencial

El lenguaje es nuestro gran sistema de comunicación. Pero, ¿qué es lo que


entendemos por comunicación? En principio, diremos que comunicarnos es mucho
más que utilizar palabras. Como seres humanos, habitamos un entorno cultural en
el cual creamos y recreamos todo y todo el tiempo.

A partir de nuestra capacidad simbólica, es decir, la facultad de representar los


objetos y cosas del mundo que nos rodea, podemos comunicarnos y relacionarnos
con otros individuos.

En toda situación comunicativa hay interacción, una relación, un proceso de


intercambio. El cuerpo, los gestos, los colores, las imágenes, los silencios y hasta la
distancia entre las personas comunican algo y significan algo en la cultura.

¿Por qué pensar la comunicación en el contexto educativo?

La comunicación es una práctica social, por lo tanto, dentro del proceso formativo
encontrarás un conjunto de intercambios que sólo tendrán sentido en este espacio
institucional que vos crearás y crearás; pero, además, otros sumarán su mirada.

A lo largo de tu cursada - incluso aunque no hables o alguien no te hable- habrá


comunicación. Y anhelamos que, después de este recorrido, puedas mirar,
escuchar, observar e interactuar con tu entorno.

Estrategia: Uso de adverbios

En una narración hay acciones que ya sucedieron en el pasado, otras que ocurren
en el presente y están las acciones que aún no sucedieron, en el futuro. ¿Cómo nos
damos cuenta de esta temporalidad? Mirando con atención los tiempos verbales: allí
están las claves del tiempo.

Hacer un buen uso de los tiempos verbales nos permite situar el relato donde
deseamos, para darle el sentido que buscamos. Si no los usamos correctamente
cuando escribimos, la acción puede resultar confusa para quien lee. Pero existe otro
elemento que sirve para marcar y ordenar los sucesos en el tiempo: los adverbios.
Los adverbios complementan a un verbo, a un adjetivo, a otro adverbio o a una
oración entera y nos dan información sobre las circunstancias. A diferencia de los
verbos, los adverbios no se conjugan, siempre se escriben igual: son invariables.
Hay adverbios de diferente tipo, pero los que nos marcan el ¿cuándo? de un suceso
en un texto, son los adverbios de tiempo.
Ejemplos:

El uso de adverbios es una estrategia de escritura que permite ordenar


temporalmente el texto de manera clara y permitir que este cumpla su objetivo.

Saberes para explicar

Estrategia: Cohesión.

Para que un texto tenga sentido y pueda ser comprendido, no alcanza con que
tenga la información necesaria, sino que también es necesario que tenga cohesión.

¿Qué significa esto?


La cohesión es una propiedad interna del texto, que remite a la relación correcta de
las diferentes partes entre sí. Si dos oraciones, por ejemplo, no se relacionan de
forma cohesiva, el texto será incomprensible, aunque ambas estén bien escritas de
manera aislada.

En el ámbito de la educación técnica es importante que, como estudiante,


produzcas textos claros, que sean comprensibles para tus docentes y
compañeros/as.
Una estrategia de escritura muy valiosa para lograrlo es el uso de mecanismos de
cohesión textual. Estos mecanismos pueden operar tanto al nivel de la palabra (nivel
lexical: por ejemplo, evitando repetir una misma palabra muchas veces usando
sinónimos o pronombres) o a nivel de la relación entre palabras (nivel sintáctico: uso
de conectores, por ejemplo).

Vamos a ver ahora estrategias de cohesión a nivel lexical. Si una palabra se repite
mucho o si no es claro a qué palabra de la oración anterior se refiere una
información, el texto es incomprensible.
Para evitar repetir palabras podemos usar dos recursos:
● Sustitución: implica usar otras palabras, que pueden ser sinónimos o
hiperónimos (que son palabras que abarcan a otras: por ejemplo, hombre
abarca a gente).
● Elipsis: suprime la información reiterativa, sin que se pierda el sentido. Por
ejemplo:

- Algunas personas saben sobre el uso de leyes, otras personas saben sobre
ingeniería.
- Algunas personas saben sobre el uso de leyes, otras sobre ingeniería.

Para dejar claro a qué se refiere una palabra del texto utilizamos la:

● Referencia: mediante el uso de pronombres demostrativos (este, ese, aquel y


sus variantes); personales (yo, vos, él, me, te, mí, nos, etc.); numerales
(primera, uno, dos, tres, cuarto, etc.); y principalmente relativos (la/s, lo/s, que,
cual, cuyo, donde, quien). Por ejemplo:

-Los saberes técnicos son muy importantes en un mundo cada vez más
complejo. Estos dan respuesta a necesidades básicas de la sociedad.

El estos aquí refiere a “los saberes técnicos” y nos permite identificar esta
conexión con claridad.

Alfabetización académica

Una estrategia de lectura muy importante en la formación técnica profesional es la


identificación de tipos de texto.
Cuando hablamos de textos, nos referimos a conjuntos de enunciados escritos que
transmiten un mensaje y, por ende, también tienen una intención comunicativa
específica. Una novela, un artículo periodístico, un manual de instrucciones o una
investigación científica –por mencionar algunos ejemplos– son diferentes tipos de
textos porque difieren en su intención comunicativa y, por lo tanto, en su redacción y
estructura.

También hay que tener en cuenta que puede haber diferentes secuencias
textuales dentro de un mismo texto; es decir, fragmentos con diferentes
intenciones comunicativas. En una novela, por ejemplo, podemos encontrar
secuencias textuales descriptivas (cuando se describen lugares o personajes), pero
siempre serán más numerosas las secuencias narrativas. Por lo tanto, a la hora de
definir el tipo de texto, se clasificará como texto narrativo. En otras palabras: la
secuencia que predomine determinará el tipo de texto al que nos enfrentamos.
Reconocer las secuencias textuales que dominan un texto resulta un primer
acercamiento importante para comprenderlo, ya que es el primer paso para realizar
predicciones sobre la lectura. No es lo mismo lo que podés esperar leyendo una
novela, por ejemplo, que la información que esperás encontrar en un artículo de
investigación. La lectura y la escritura tienen sus reglas y rasgos según la secuencia
textual de que se trate.

Hay determinadas marcas en la escritura (tiempos verbales preponderantes,


modalidades de lenguaje, etc.) y ejes predominantes (temporal, espacial, etc.) que
ayudan a identificar las diferentes secuencias textuales. A continuación, se listan las
principales secuencias textuales que existen y sus características.

● Párrafos narrativos. Cuentan relatos verídicos o inventados, narran una


enumeración sucesiva de hechos y se utilizan en textos literarios, crónicas y
noticias. En estos párrafos también puede haber otro tipo de información,
como descripciones, diálogos y monólogos.
● Párrafos descriptivos. Realizan descripciones y caracterizaciones o nombran
los atributos de un concepto, un tema, un sentimiento, una persona, un lugar,
un objeto, entre otros. Estos párrafos se utilizan para que el lector pueda dar
cuenta de cómo es algo en textos literarios, científicos, periodísticos, entre
otros.
● Párrafos argumentativos. Expresan y demuestran con argumentos la opinión
del autor y cuyo fin es persuadir al lector. Estos párrafos se encuentran en
textos persuasivos, artículos de opinión, ensayos argumentativos, entre otros.
● Párrafos expositivos. Transmiten información sobre un tema o un
acontecimiento de manera objetiva; para eso, se incluyen datos, definiciones,
descripciones y características. Estos párrafos suelen aparecer en textos
periodísticos, científicos, entre otros.

FUENTE

Estrategia de lectura: Interpretación de consignas

En entender qué se te está pidiendo. Ante todo es importante aclarar que una
consigna es la explicitación de las tareas que, como estudiante, tenés que
desarrollar. Estas consignas pueden estar enunciadas en forma de interrogante
(¿Cuáles son los elementos del átomo?) o en forma de enunciado (Enumere los
elementos del átomo). La respuesta debe adecuarse a lo que se pide y para eso es
fundamental identificar qué acciones está requiriendo: por eso, es necesario
reconocer el verbo comando. Algunos de estos verbos son: analizar, argumentar,
explicar, caracterizar, mencionar, ejemplificar, comparar, definir, fundamentar,
clasificar, definir, diferenciar, etc. Es importante que conozcas el significado de cada
uno de estos verbos para poder dar respuesta de manera pertinente.
Podrás encontrarte con diferentes tipos de consignas que se pueden clasificar en
cuatro grandes grupos según su intencionalidad:

● Organizativas. Suelen solicitar acciones como ordenar, enumerar, clasificar,


jerarquizar, etc.

● De reproducción. Se enfocan en acciones como transcribir, señalar, parafrasear,


etc. También pueden ser preguntas puntuales, como por ejemplo qué opina un autor
determinado sobre algún tema en específico.

● De comprensión. Solicitan acciones que demuestren la comprensión de la


temática estudiada: explicar, definir, justificar, relacionar, etc.

● De opinión. Implica formular una opinión propia sobre el contenido: interpretar,


reflexionar, opinar.

Estrategia: Conectores de causalidad

Explicar es, entre otras cosas, dar cuenta de una causalidad: presentar
ordenadamente causas y consecuencias.
Por eso la explicación necesita de una estrategia básica: el uso de conectores de
causalidad que explicitan esa relación.

Recordemos que los conectores son palabras o grupos de palabras que tienen como
función enlazar otras palabras, oraciones o párrafos y establecer entre ellos un tipo
de relación. Los conectores de causa indican una relación de causa efecto entre las
estructuras que unen. Son muy usados en los textos explicativos ya que hacen
posible establecer un orden que describe un proceso secuencial.
Los conectores causales más usados son:
pues, porque, a causa de, como consecuencia, ya que

Estrategia: Analogías

Cuando explicamos algo, tratamos de comunicar nuestro saber a alguien que


desconoce el tema. Para eso, podemos valernos de diferentes herramientas. La
analogía es una de ellas porque nos permite trazar relaciones entre términos o ideas
distintas entre sí; si aquello que queremos explicar puede ser análogo a algo que
nuestro interlocutor/a conoce, esto hará que nuestra explicación sea más efectiva.
Los elementos que relacionamos en una analogía no son idénticos: tienen algún
rasgo semejante, que puede ser de forma o de contenido.

El uso de analogías es, entonces, una estrategia que nos permite hacer más
asequible una determinada noción compleja a través de otra que resulta más
cercana y familiar. Por ejemplo, si explicamos la estructura del átomo usando la
analogía del sistema solar, partimos de lo que una persona conoce (el sistema solar)
para presentarle una estructura (del átomo) que comparte el mismo modelo.

La argumentación
Argumentar consiste en presentar razones con el objeto de sostener una
determinada opinión, hipótesis o tesis acerca de un tema. Y, a menudo, también
implica refutar (o contradecir) otras opiniones sostenidas por otras personas.

Estructura del discurso en la trama argumentativa

La argumentación ofrece variedad en nuestro lenguaje, en nuestro discurso. Un


discurso argumentativo es un conjunto de enunciados en el que se expresa una
postura sobre un tema y contiene una trama argumentativa, es decir, una serie de
componentes.

¿Cuáles son estos componentes?


● En primer lugar, la hipótesis o tesis sostenida por el emisor, que es la opinión
o creencia que éste mantiene respecto a un determinado acontecimiento,
objeto o individuo.

● En segundo lugar, se presentan una serie de argumentos que sostienen o


validan la tesis.

● Luego, se exhiben los contraargumentos, es decir, las objeciones que se


hicieron o se podrían hacer respecto a la validez de la tesis sostenida por el
emisor. Y, una vez que los argumentos se plantean, el emisor realiza una
refutación de estos contraargumentos, para,

● finalmente, llegar a una conclusión.

Estos componentes se encuentran presentes en todo tipo de situación comunicativa


donde la argumentación prevalece; en otras palabras, siempre que se presente o se
plantea un tema/problema y se expongan razones sobre dicho tema/problema para
luego, finalmente, arribar a una conclusión.
A continuación, te presentamos la estructura argumentativa completa, para que
puedas ver cómo se organizan las ideas en esta trama y, también, identificar cada
uno de esos componentes:

Estrategia de escritura: Polifonía

La polifonía como objeto de estudio académico aparece en escena gracia a los


trabajos de Oswald Ducrot, lingüista francés, con su teoría polifónica de la
enunciación. Este autor, partiendo del estudio de la diversidad de voces en los textos
literarios de Bajtín, profundizaba en las distintas “voces” que se esconden en los
enunciados que empleamos habitualmente, muchas veces de manera inconsciente.

Ducrot investigó cómo un enunciado podía contener tres modos distintos de autoría:

● la del sujeto hablante (ser de carne y hueso que tiene su campo de


intervención en el mundo real);

● el locutor (ser de carácter textual que aparece expresado en los enunciados


en las formas de primera persona);

● y los enunciadores (distintas opiniones y actitudes ajenas a él, que el locutor


introduce en el texto).
Independientemente de la teoría de Ducrot, que excede nuestras líneas, nos resulta
interesante detenernos en la teoría polifónica; ya que nos permite interpretar algunos
puntos de vista que se manifiestan en nuestra vida diaria, por ejemplo, en las
campañas de publicidad.

La polifonía tiene diversos discursos:

DISCURSO DIRECTO: En este caso aparece la voz original y la frase es presentada


entre comillas o con una raya del diálogo y el personaje va hablando por su cuenta.
Ejemplo: Ella sonrió y le respondió: “Entonces seremos vecinos nuevamente”

DISCURSO INDIRECTO: el enunciador utiliza verbos de decir para traer la voz al


momento narrativo, acompañados por los subordinantes que o si.
Ejemplo: Ella sonrió y le dijo que entonces serían vecinos nuevamente.

DISCURSO INDIRECTO LIBRE: la voz del narrador y del personaje se confunden


porque el narrador toma la palabra del personaje pero siempre en tercera persona.
No presenta marcas gráficas ni verbos de decir.
Ejemplo: Ella sonrió; entonces serían vecinos nuevamente.

(Ejemplos)

RUPTURA ESTILÍSTICA: ocurre cuando se rompe el estilo dominante del


enunciado, ya sea porque introduce otra lengua, o porque utiliza expresiones propias
de otros registros (formas más o menos formales, coloquiales o especializadas en
el uso del lenguaje, según el destinatario), ya sea porque recurre a un léxico propio
de determinadas teorías, ideologías o comunidades discursivas. Puede estar
marcada con comillas o bastardillas (cursivas).
Ejemplo: Se despertó temprano y vio a Don Miguel terminando de preparar la tropilla.

Tipos de argumentos: concepto y ejemplos.

En términos discursivos, sólo cuando justificamos una idea, estamos frente a un


argumento (también llamado “razonamiento”).
Desde la Lógica, disciplina filosófica, existen dos tipos de argumentos: deductivos y
no deductivos. Ahora bien, desde la Lingüística, disciplina que estudia la estructura
del lenguaje, existen argumentos habituales o de uso general en las ideas que se
presentan, entre ellos, definiciones, ejemplos, citas, refutaciones.
Vamos a detenernos en esta última dimensión, porque al argumentar, hay acciones
que tenemos que realizar con nuestro discurso enunciado:

Para realizar estas acciones, necesitamos construir razonamientos que tengan


sustento. Para lo cual, crearemos argumentos. Dichos argumentos pueden ser:
Tipo de Bases argumentales Ejemplos
argumento y características

Argumento de ● Utiliza El Instituto Nacional Americano


autoridad información de salud mental sostiene que el
procedente de ejercicio reduce la ansiedad.
organismos o
instituciones de
"El ejercicio es la clave para la
prestigio.
● Se basa en el salud física y la tranquilidad".
conocimiento de (Nelson Mandela)
profesionales en
la materia o en
obras aceptadas
de manera
universal.
Argumento ● Evidencia Practicar boxeo ayuda a
mediante mediante hechos canalizar la agresividad.
ejemplos aceptados y
verídicos.
El ejercicio mejora la
● Los ejemplos
autoestima y el humor.
deben tener
relación con el
tema y resultar
ilustrativos.

Argumento ● Establece una Igual que el sol y el agua


por analogía relación de aportan muchos beneficios a
semejanza entre las plantas, el ejercicio
dos hechos.
proporciona múltiples
● Utiliza la
comparación beneficios a la mente.
para hallar los
rasgos comunes
entre ambos
casos.

Argumento ● Recurre a la La práctica de ejercicio


acerca de las causa original de moderado mejora la calidad del
causas la afirmación. sueño. Esto es debido a una
● Establece una
mayor secreción de
relación
causa-efecto melatonina, una hormona que
entre ese hecho regula el ciclo del sueño.
y nuestra
afirmación.

Argumento ● Obtiene una El deporte al aire libre alivia la


deductivo conclusión válida fatiga mental. El senderismo es
a través de un deporte al aire libre. Por
premisas válidas.
● Si las premisas tanto, el senderismo alivia la
no pueden fatiga mental.
negarse,
tampoco la
conclusión.

Argumento ● Parte de El karate ayuda a ganar


inductivo premisas confianza y disciplina. El judo
particulares para favorece la autoestima y el
llegar a una
autocontrol. El jiujitsu ayuda a
conclusión
general. reducir el estrés.
● Los casos en los
Podemos afirmar que las artes
que se apoya
tienen ciertas marciales aportan beneficios a
semejanzas. nivel psicológico.

Argumento ● Sostiene la En el mundo, el 80 % de los


basado en conclusión niños y adolescentes practican
hechos mediante hechos deporte de forma insuficiente,
probados y datos
el 13% están afectados por
estadísticos.
● Es información depresión, ansiedad o
objetiva y veraz. trastornos del comportamiento.

Sentir general ● Opinión de la La mayoría de los niños que


mayoría de un practican artes marciales
grupo social. desarrollan una mayor
● Inducen una
capacidad de concentración.
opinión en los
lectores.
Experiencia ● Opinión basada El yoga me ayuda a controlar la
personal en un testimonio ansiedad y, además, al
o una vivencia practicarlo a diario noto mayor
personal.
evolución y eso me ayuda a
● Es un
razonamiento confiar más en mí misma.
subjetivo.

Contraargume ● Defiende una Si el deporte es tan


nto postura opuesta beneficioso, ¿por qué existen
a la tesis. deportistas que no gozan de
● Su negación o
una buena salud mental?
refutación sirve
para reforzar la
postura Porque la práctica de deporte a
defendida. nivel profesional es muy
exigente. Con práctica
deportiva nos referimos a una
práctica moderada como hábito
saludable.

Tipos de argumentos: concepto y ejemplos.


La forma en que están conectadas/relacionadas las afirmaciones que utilizamos
exigen utilizar conectores, palabras que ya trabajaste en otros módulos, y que aquí
seguiremos aplicando porque son realmente muy necesarios. La conexión es una
estrategia de los discursos argumentativos porque siempre es necesario unir
lógicamente los datos o argumentos.

Veamos algunos conectores en función de su tipo de conexión:


La organización discursiva en las ideas para argumentar:

Tanto al momento de comunicar una idea y sostenerla como al momento de leer una
idea y comprender la posición del autor, existen algunos puntos claves a tener en
cuenta para la organización:

Estrategia: Sintetizar

La escritura es un proceso. A diferencia de la oralidad, el lenguaje escrito entabla


una comunicación diferida, es decir, emisor y receptor no comparten tiempo y
espacio. Y esta característica, nos exige, al redactar, reducir las ambigüedades, al fin
de disminuir las posibilidades que el receptor no comprenda nuestras palabras.

Un escritor no es tanto alguien que tiene algo para decir sino aquel que ha
encontrado un proceso que proveerá nuevas ideas que no habría pensado si no se
hubiera puesto a escribirlas (Carlino, 2003).

A menudo, en los contextos de formación superior, necesitamos trabajar muchos


textos para internalizarlos, también memorizarlos, recrearlos y reutilizarlos en
distintos temas. Para lograrlo, solemos realizar una síntesis.

Una síntesis es una construcción que contiene ideas principales. Pero no es solo
eso. Una síntesis debe tener, además, una idea global de lo
leído/escuchado/observado y una interpretación holística.

¿Cuáles son los pasos?

● Realizar una lectura general, superficial.


● Realizar una segunda lectura profunda, subrayando ideas principales.
● Transcribir las ideas principales con palabras propias.

Esta construcción, debe ser clara para quien la presenta, coherente, ordenada y
respetar una secuencia lógica de los temas desarrollados.

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