Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Persignarse. Ponerse en las manos de Dios y Ofrecer el día que inicia para su gloria.
2do Paso
Abrir el Corazón
Hoy abro mi Corazón a Ti, Jesús mío y toma todo lo que hay en él. También, abro mi corazón a la
esperanza que eres Tú, mi Dios, que nunca fallas y siempre sostienes al débil, consuelas al triste,
ayudas al necesitado, sanas al que tiene el Corazón herido y Libras al que no tiene esperanza.
Yo soy ese necesitado y afligido. Ayúdame, Señor y Dios mío. Yo le abro mi Corazón a la esperanza
para obtener la victoria sobre todo mal que impida mi progreso espiritual y físico. Amen.
Otra Opcion
Tú eres, Oh Cristo,
mi Padre Santo, mi Dios Misericordioso,
mi Rey Poderoso, mi Buen Pastor,
mi Único Maestro, mi Mejor Ayuda,
mi Amado Hermosísimo, mi Pan Vivo,
mi Sacerdote por la Eternidad,
mi Guía hacia la Patria,
mi Luz Verdadera, mi Dulzura Santa,
mi Camino Recto, mi Sabiduría Preclara,
mi Humilde Simplicidad, mi Concordia Pacífica,
mi Protección Total, mi Rica Heredad,
mi Salvación Eterna…
¡Cristo Jesús, Señor amabilísimo! ¿Por qué habré deseado durante la vida algo fuera de ti, mi
Jesús y mi Dios? ¿Dónde me hallaba cuando no pensaba en ti? Anhelos todos de mi corazón,
inflámense y desbórdense desde ahora hacia el Señor Jesús; corran, que mucho se han retrasado,
apresúrense hacia la meta, busquen a quien buscan.
¡Dulce Jesús, que todo buen corazón dispuesto a la alabanza, te ame, se deleite en ti, se admire
ante ti! ¡Dios de mi corazón! ¡Herencia mía, Cristo Jesús! ¡Desfallezca el latir de mi corazón! Vive,
Señor, en mí; enciéndase en mi pecho la viva llama de tu amor, acrézcase en incendio; arda
siempre en el altar de mi corazón, queme en mis entrañas, incendie lo íntimo de mi alma, y que en
el día de mi muerte comparezca yo del todo perfecto en tu presencia. Amén”.
3r Pidamos Perdon
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y redentor mio; por ser vos quien sois y
porque os amo sobre todas las cosas me pesa de todo corazón haberte ofendido y no haberte
amado. Propongo firmemente no volver a pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera
impuesta Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así
como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los
méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me dareis gracia para enmendarme, y
perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén
Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar,
cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia
Santificación.
Espíritu Santo, Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para
aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar.
MAGNÍFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha
mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes
por mí: su Nombre es Santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los
poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los
despide vacíos.