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(1 Crónicas 28:9)
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y
con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende
todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; más si lo dejares, él te
desechará para siempre.
Introducción
Animo voluntario: El ánimo voluntario tiene que ver en el hacer la obra de Dios,
servirle a Dios, no por obligación o por imposición, sino más bien que todo lo que se
haga nazca de un corazón sencillo y humilde, es decir, que todo lo que hagamos debe
nacer de un corazón que reconozca su necesidad y anhele entregarse completamente
al Señor, pues Dios conoce las intenciones de nuestro corazón.
Aplicación Teoterápica
Dios quiere que sus hijos sean instrumentos para Él, pero necesita que el hijo de Dios
lo reconozca, que tenga un corazón perfecto el cual es un corazón totalmente
entregado a Dios, dispuesto a obedecer sin importar el precio, dispuestos a
arrepentirse, es decir un corazón que siempre quiere estar haciendo a la voluntad de
Dios y que sea voluntariamente.