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12
Sexualidad y el periodo
de vida: adultez
elementos sobresalientes
DEL CAPíTULO
Este capítulo continuará siguiendo el desarrollo de la Otras dos cuestiones son importantes para lograr
sexualidad a lo largo del periodo de vida. Examinaremos la madurez sexual: volverse responsable del sexo y
diversos aspectos de la sexualidad en la adultez: el sexo desarrollar una capacidad de intimidad. Asumir la res-
y la persona soltera, la cohabitación, la sexualidad mari- ponsabilidad incluye tener cuidado acerca de la anti-
tal, la sexualidad extramarital, la sexualidad postmarital concepción y las enfermedades de transmisión sexual,
y el sexo en la vejez. En el capítulo 15 consideraremos ser responsable de uno mismo y de la pareja. La inti-
los estilos de vida que implican a parejas del mismo midad (véase capítulo 13) implica que dos personas
género. Cada uno de estos estilos de vida es una opción compartan a un nivel emocional profundo que va más
que refleja la diversidad de opciones disponibles ac- allá del sexo informal o del sexo como manipulación.
tualmente en Estados Unidos.
Personas que nunca se han casado
El término soltero se refiere a los adultos que nunca se
El sexo y la persona soltera han casado. Este grupo incluye a aquellos que tienen
el propósito de casarse algún día y aquellos que han
Desenvolvimiento sexual decidido permanecer solteros. La Entrevista nacional
La adolescencia tardía y el inicio de la adultez son un de hombres incluyó una muestra representativa de
momento de desenvolvimiento sexual a medida que varones entre 20 y 39 años en Estados Unidos (Billy et
el individuo avanza a una sexualidad madura, adulta. al., 1993). De estos hombres, 37 por ciento (la mayo-
Primero, se presenta una necesidad de tratar con ría de ellos en su segunda década de vida) nunca se
temas de orientación sexual y definir la propia iden- habían casado.
tidad sexual. La heterosexualidad es la norma pre- La mayoría de los adultos en nuestra sociedad se
dominante en nuestra sociedad y algunas personas casan. La mediana de edad del primer matrimonio
se deslizan a ella sin razonarlo gran cosa. Otros sien- en 1998 era de 25.0 años para las mujeres y 26.7 años
ten que su orientación es gay o lésbica y deben luchar para los hombres (U.S. Bureau of the Census, 2000b),
contra los mensajes negativos de la sociedad acerca de de modo que la persona típica que llega a casarse
estos grupos. Incluso otros sienten que su orientación pasa varios años de su adultez en la categoría de sol-
es heterosexual, pero se preguntan por qué experi- tero. Algunos de estos hombres y mujeres pasan todo
mentan fantasías de tipo homosexual, pensando que el tiempo en una relación que finalmente conduce
la orientación sexual de una persona debe ser perfec- al matrimonio. Según la NHSLS, entre las personas
tamente consistente en todas las áreas (de hecho, la casadas de 20 a 29 años, 46 por ciento de los varones
investigación muestra que en ocasiones los hetero- y 65 por ciento de las mujeres están en esta categoría
sexuales tienen fantasías homosexuales y viceversa). (Laumann et al., 1994). Otros adultos jóvenes conti-
Estas luchas acerca de la orientación sexual parecen núan con el patrón de monogamia en serie, que (como
ser más difíciles para los varones que para las mujeres, vimos en el capítulo 11) caracteriza las relaciones ínti-
porque la heterosexualidad es un hito tan importante mas adolescentes y tienen dos o más relaciones sexual-
del rol masculino en muchas sociedades, incluyendo la mente íntimas antes del matrimonio. Según la NHSLS,
estadounidense (véase capítulo 14). entre las personas casadas de 20 a 29 años de edad, 40
Otro paso hacia la madurez es la identificación de por ciento de los varones y 28 por ciento de las mujeres
nuestros gustos y desagrados sexuales y aprender a han tenido dos o más parejas sexuales antes de casarse.
comunicarlos a una pareja. Aprender qué le gusta o dis- La persona que pasa de los 25 años de edad sin
gusta a uno puede ocurrir de manera natural a medida casarse ingresa gradualmente a un mundo nuevo. Las
que el individuo experimenta diversos comportamien- estructuras sociales que apoyaban las citas románticas
tos a lo largo del tiempo. De manera alternativa, algu- —como la universidad— ya no existen y la mayoría de
nas personas buscan intencionalmente oportunidades personas de la misma edad ya están casadas. Las citas y
de participar en conductas novedosas o de tener inti- el sexo ya no se dirigen a la selección de un compañero
midad sexual con nuevas parejas. Aprender a comu- y, para el momento de llegar a los 30 años, ya no parece
nicarse con las parejas sexuales es difícil para muchas razonable considerar a esta actividad sexual como sexo
personas, quizá porque existen pocos modelos de rol en premarital.
nuestra sociedad que nos demuestren cómo debemos Las actitudes de los solteros acerca de su estado
tener una comunicación directa y honesta con ellas. varían ampliamente. Algunos hombres y mujeres jóve-
nes deciden vivir célibes (solteros) y castos (abstenerse ambiente de la soltería. Todos están allí con un propó-
del coito). Se han hecho pocas investigaciones sobre el sito similar: conocer a su media naranja. Sin embargo,
celibato y, con frecuencia, los estudios publicados no la mayoría se conformarán con una cita y está bastante
distinguen entre los célibes voluntarios e involuntarios. bien aclarado que el coito será parte de esa cita. El bar
Un estudio encontró que tales personas eran introver- para solteros es una especie de exhibición ganadera; las
tidas y ambiciosas y que las mujeres célibes tenían un personas que van allí intentan dar su mejor aspecto y se
estatus educativo y laboral elevado (Kiernan, 1988). les juzga y elige con base en su apariencia física (y quizá
La investigación a través de cuestionarios difundidos se les rechaza por el exceso en porcentaje de grasa).
por Internet identificó tres tipos de celibato involunta- No obstante, muchos solteros no van a los bares.
rio (Donnelly et al., 2001). Los vírgenes nunca habían Algunos sienten desagrado por la idea; algunos sien-
tenido coito, rara vez habían salido en citas románti- ten que no pueden competir, que son demasiado viejos
cas y con frecuencia no habían tenido ninguna intimi- o que no tienen el atractivo suficiente, y algunos viven
dad sexual en pareja; los datos sugieren que no podían en áreas rurales donde no tienen acceso a tales lugares.
hacer las transiciones del desarrollo que se analizan al Una manera alternativa de conocer gente es a través de
final del capítulo 11. Los solteros habían tenido expe- los anuncios para solteros que aparecen en la mayoría
riencia sexual, pero con frecuencia informaban que no de los periódicos. Como dijo una mujer,
había sido satisfactoria; eran incapaces de encontrar y
La mayoría de los hombres con los que he salido, los
mantener relaciones. Sus arreglos tanto residenciales
he conocido… a través de los anuncios personales.
como laborales dificultaban que las personas en cual- La razón por la que prefiero a los chicos que conozco
quiera de ambos grupos conocieran a parejas poten- a través de los anuncios es porque llegó a conocerlos
ciales. Otra investigación sugiere que la competencia antes de reunirme con ellos. Tengo oportunidad de
en las relaciones románticas adultas —tener cercanía y realmente llegar a conocerlos antes de verlos. (Louis,
llevarse bien con una pareja— se puede predecir por la 1997, p. 10)
competencia en los dominios social y académico en la
Los anuncios para solteros también se pue-
adolescencia tardía (Roisman et al., 2004). El tercer tipo
den encontrar en Internet. Existen cientos de sitios,
es el de los asociados, personas que tienen relaciones
sin sexo. Típicamente, la relación había incluido sexo
en el pasado, pero la frecuencia declinó gradualmente
con el tiempo.
Algunos jóvenes planean ser célibes, pero no castos. Figura 12.1 La escuela es el lugar dónde
El estilo de vida de la soltería les resulta emocionante y conocer a la media naranja.
disfrutan su libertad. La serie televisiva Sex in the City
(1998 a 2004) contribuyó indudablemente a la visibili-
dad, aunque no a la popularidad, de este estilo de vida.
Los datos del censo sugieren que cerca del 9 por ciento
de la población nunca se casará; por supuesto, esto
incluye a los célibes involuntarios y a las personas que
no son heterosexuales. Otros hombres y mujeres están
en búsqueda de un cónyuge, con una desesperación
que aumenta a medida que pasan los años.
En un extremo está el ambiente de la soltería. Se le
ha institucionalizado en formas tales como los com-
plejos de condominios y en los bares para solteros. Los
gimnasios, centros de acondicionamiento físico, gru-
pos de iglesias y fiestas proporcionan oportunidades
para conocer a otras personas. Una encuesta de una
muestra transversal de los residentes de Cook County,
Illinois, encontró que 24 por ciento de los varones y 20
por ciento de las mujeres habían conocido a su pareja
sexual más reciente en la escuela, 19 por ciento de los
hombres y 23 por ciento de las mujeres la habían cono-
cido en el trabajo y 13 por ciento de los hombres y 18
por ciento de las mujeres la habían conocido en bares
o clubes (Laumann et al., 2004). Por supuesto, el grupo
de los solteros está formado por personas divorciadas
y viudas al igual que por individuos que nunca se han
casado. El bar para solteros es un símbolo visible del
por ejemplo, American Singles y match.com, donde las mujeres que fueron entrevistados no tuvieron sexo
uno puede colocar anuncios o crear una página per- en el año anterior a la entrevista.
sonal. Se alienta a los individuos que desean colocar Como señalamos en el capítulo 1, los hombres y
anuncios a que indiquen el tipo de pareja que buscan, mujeres negros están en mayor probabilidad de per-
al igual que su edad, origen étnico, estatura y área de manecer solteros que sus homólogos blancos (U.S.
residencia. Aquellos que buscan pareja pueden exami- Bureau of the Census, 2000b). En 1999, 57 por ciento
nar los anuncios y páginas que tienen estas caracterís- de los hogares afroestadounidenses estaban encabeza-
ticas. Los contactos hechos en línea pueden conducir dos por una mujer soltera, en comparación con 21 por
a relaciones fuera de ella o a una relación continua ciento de los hogares blancos (y 30 por ciento de los
en la red. La relación puede evolucionar hasta incluir hispanos). En parte, esta disposición familiar refleja
sexo cibernético, donde los participantes tienen plática una opción y también refleja el hecho de que existen
sexual en línea con propósitos de obtener placer sexual más mujeres negras adultas que hombres negros adul-
(Daneback et al., 2004). Esto puede incluir o no la mas- tos (Kiecolt et al., 1995). Pero también son un reflejo
turbación. de las circunstancias estructurales de los negros en
La visibilidad de los anuncios para solteros, bares la sociedad estadounidense. Para muchos hombres
para solteros, cruceros y otras actividades dirigidas a negros es difícil encontrar un trabajo que proporcione
los adultos solteros sugieren un estilo de vida amante los salarios y beneficios necesarios para sustentar una
de la diversión con actividad sexual frecuente. Sin familia (Anderson, 1989). En consecuencia, algunas
duda, algunos solteros viven esa vida. Como indica la mujeres negras no pueden encontrar a un hombre
figura 12.2, 26 por ciento de los hombres solteros y 22 negro adecuado (Chapman, 1997). Cuando sí lo logran,
por ciento de las mujeres solteras, entrevistados para la están en mayor probabilidad que las mujeres blancas o
NHSLS, informaron haber tenido coito dos o más veces hispanas de informar que son ellas quienes deciden si
por semana. Pero la realidad es diferente para otros ocurrirá el sexo y son ellas quienes controlan las con-
solteros; 22 por ciento de los varones y 30 por ciento de ductas que realiza la pareja (Quadagno et al., 1998).
Figura 12.2 La frecuencia de la actividad sexual se relaciona estrechamente con el estado civil. Nótese que
también existe una variabilidad sustancial en la frecuencia dentro de cada estado civil (Laumann et al., 1994).
MATRIMONIO
cian, un alto porcentaje —80 por ciento— se vuelve a les de la pareja da por resultado un aumento en la cali-
casar (Norton, 1987). En nuestra sociedad, el matri- dad sexual del matrimonio, aunque no en la frecuencia
monio también es el contexto en el que la expresión (Liu, 2003). Pero el análisis de los datos sobre satisfac-
sexual tiene la mayor legitimidad. Por ende, el sexo en ción con la relación sexual marital de la NHSLS encon-
el matrimonio es una de las formas más comunes de tró una disminución significativa relacionada con la
expresión sexual para los adultos. longitud del matrimonio, controlando la edad, consis-
El matrimonio estadounidense promedio tiene tente con la hipótesis de habituación. Un tercer factor
coito dos a tres veces por semana cuando se encuen- es la llegada de los hijos, que se analiza posteriormente.
tran en su segunda década de vida, con una disminu- Es importante señalar que existe una amplia varia-
ción gradual en la frecuencia a medida que envejecen. bilidad en estas frecuencias. Por ejemplo, 2 por ciento
Los datos al respecto provenientes de tres estudios se de las parejas de 20 a 29 años informan no tener coito
muestran en el cuadro 12.1. Se pueden señalar varias en absoluto; 6 por ciento de todas las parejas casadas
cosas en este cuadro. Primero, la frecuencia del sexo no habían tenido relaciones sexuales en los 12 meses
marital continuó siendo aproximadamente la misma previos a la entrevista (Smith, 2003). La investigación
desde el decenio de 1940 hasta el decenio del 2000. En con una muestra de 6 029 parejas casadas encontró que
cada encuesta, las personas entre 20 y 29 años informa- la inactividad sexual se asociaba con infelicidad acerca
ron tener relaciones sexuales aproximadamente cada del matrimonio, falta de actividades compartidas, pre-
tres días. Segundo, la frecuencia del coito declina con sencia de hijos, aumento en la edad y problemas de
la edad; sin embargo, en 2003, en las parejas entre 50 salud (Donnelly, 1993). En contraste, una pareja casada
y 59 años la frecuencia seguía siendo de una vez por de Seattle afirmaba poseer el récord mundial, ¡al infor-
semana. Las características como la raza, nivel social y mar que habían tenido coito más de 900 veces en 700
religión no se relacionan en general con la frecuencia días! Los datos de la NHSLS también confirman esta
sexual marital (Christopher y Sprecher, 2000). amplia variabilidad, como se muestra en la figura 12.2.
Se han sugerido dos explicaciones generales para la
declinación en frecuencia relacionada con la edad: el
envejecimiento biológico y la habituación al sexo con Técnicas en el sexo marital
la pareja (Call et al., 1995). Con respecto al envejeci- La NHSLS (Laumann et al., 1994) incluyó varias pre-
miento, puede haber factores físicos asociados con la guntas sobre aspectos específicos de las interacciones
edad que afectan la frecuencia sexual, como una dis- sexuales. Por ejemplo, se pidió a los respondientes que
minución en lubricación vaginal en las mujeres o un estimaran la duración de su última interacción sexual.
aumento en la probabilidad de problemas de salud. La Probablemente el número de minutos que informa la
explicación sobre la habituación afirma que perdemos persona no sea preciso; Laumann y colaboradores se
interés en el sexo a medida que la pareja se vuelve cada enfocaron en si la duración informada es de 15 minutos
vez más familiar. Los datos recientes indican una aguda o menos o de una hora o más. Dieciséis por ciento de las
disminución en la frecuencia después del primer año y parejas casadas informaron una duración de 15 minu-
una disminución lenta y constante en años posteriores. tos o menos; aproximadamente 9 por ciento informó
La disminución después del primer año puede reflejar que había durado una hora o más. Incidentalmente, un
habituación (Call et al., 1995). A menudo se supone que tercio de los respondientes que nunca habían estado
esta declinación en frecuencia refleja una pérdida de casados dijeron que había durado una hora o más.
interés en el sexo, que implica una disminución en cali- El aumento en la popularidad de las técnicas buco-
dad. Sin embargo, existe una posibilidad alternativa: genitales es uno de los cambios más notables en el
que aprender los deseos, preferencias y hábitos sexua- sexo marital que han ocurrido en los últimos 50 años.
Cuadro 12.1 Coito marital: frecuencia por semana (estimados masculinos y femeninos combinados),
1938-1949, 1970 y 2003
Figura 12.3 Momentos de transición sexual. a) El matrimonio y el compromiso que representan son
una transición mayor. b) El nacimiento de un bebé es un momento de cambio que puede tener un impacto
negativo sobre los aspectos sexuales de la relación, pero las parejas que están conscientes de esta
posibilidad pueden esforzarse para superar estos problemas y mantener vivo el romance.
a) b)
Según los datos de Kinsey, 54 por ciento de las muje- Negociación del sexo
res casadas informaron haber recibido cunilingus y 49
Antes de que se ejecute cualquiera de estas técnicas,
por ciento de ellas informaron haber realizado fela-
típicamente existe una “danza de apareamiento” entre
ción (Kinsey et al., 1948). En los datos de la NHSLS, 74
hombre y mujer. Los guiones sexuales se representan
por ciento informaron que su pareja había estimulado
en los matrimonios al igual que en otros aspectos del
oralmente sus genitales y 70 por ciento dijeron haber
sexo (J. H. Gagnon, 1977, pp. 208-209). Algunos guio-
estimulado oralmente a sus parejas. Las mujeres que
nes implican afirmaciones verbales directas. Una per-
asistían a la universidad estaban en una probabilidad
sona puede decir, “Me encantaría ir a la cama contigo
dos veces mayor de informar el uso de ambas técnicas
ahora”. La pareja podría responder “¿Qué estás espe-
que las mujeres que no habían concluido la educación
rando?” o “No ahora. La cena está casi lista”. Algunos
media superior.
guiones son conductuales. Una mujer dice, “Nos vamos
El porcentaje de mujeres menores a 50 años que han a dormir y él voltea hacia mí y me golpetea en el tra-
dado o recibido sexo oral en su vida es mucho más sero con su pene y así me doy cuenta de que ésta es
amplio que el de mujeres mayores de 50 años. Y aque- la noche” (Maurer, 1994, p. 80). Para otras parejas, la
llas en el grupo de mayor edad tenían una probabilidad decisión de tener coito implica negociaciones prelimi-
dos veces menor de haber dado o recibido sexo oral la nares que se frasean en lenguaje indirecto o con eufe-
última vez que tuvieron relaciones sexuales. Ésta es mismos, en parte para proteger los sentimientos de
una evidencia que sugiere que el sexo oral se puso de
la persona si su pareja no está interesada. Por ejem-
moda en el decenio de 1960. (Michael et al., 1994).
plo, el marido puede decir, “Creo que tomaré una
Kinsey no informó datos sobre coito anal. Según los ducha” o “Creo que voy a tomar una siesta” (eso sig-
datos de la NHSLS, 27 por ciento de los hombres casados nifica “Yo quiero, ¿y tú?”). La esposa podría responder
y 21 por ciento de las mujeres casadas informaron haber con “Yo también voy a tomarla” (eso significa sí) o “Los
participado en esta actividad (Laumann et al., 1994). niños llegarán a casa en cualquier momento” o “me
duele la cabeza” (eso significa no). Por el contrario, ella mientras permite que la pareja permanezca fiel a su
puede ponerse gran cantidad de su perfume favorito y cónyuge cuando marido y esposa están separados o no
desfilar frente a él (así es como ella hace su oferta). Él pueden tener relaciones sexuales por algunas razones
puede responder con “Tuve un día agotador en el tra- como una enfermedad.1
bajo” (su no) o “Te veo arriba” (su sí). Para evitar parte La masturbación también puede ser un auxiliar
del riesgo de rechazo inherente en tales negociaciones, muy agradable para el sexo marital. Según un hombre
algunas parejas hacen un ritual del sexo de modo que de 49 años:
ambos comprendan cuándo ocurrirá y cuándo no (los
Una de las otras cosas que hacemos mucho es mas-
jueves en la noche puede ser el momento adecuado o
turbarnos. Lo hemos llevado a su máxima expresión.
quizá el domingo por la tarde). Rentamos un video porno, tomamos un baño y nos
Una encuesta de parejas casadas encontró que para frotamos uno a otro con aceite para bebé. Mi esposa y
33 por ciento de ellas, el marido y la esposa están en yo no sólo nos masturbamos el uno al otro al mismo
una probabilidad aproximadamente igual de iniciar el tiempo, sino que también nos proporciona placer ver-
sexo; en el 51 por ciento de las parejas, es más proba- nos mientras nos masturbamos individualmente. Es
ble que el marido sea el iniciador y sólo en 16 por ciento una cosa muy excitante. (Janus y Janus, 1993, p. 383)
de ellas, es la esposa la que generalmente es la inicia-
dora (Blumstein y Schwartz, 1983). De este modo, existe
cierta evidencia de liberación (las parejas donde ambos Satisfacción con el sexo marital
son los iniciadores), pero persisten los roles tradicio- La satisfacción con el sexo tiene dos componentes:
nales, ya que en la mayoría de las parejas son los varo- la satisfacción con la actividad sexual y la satisfacción
nes los que tienen el rol iniciador. Las mujeres parecen emocional. En la NHSLS, 51 por ciento de los hombres
tener un cuidado especial de no iniciar el sexo cuando casados y 40 por ciento de las mujeres casadas dijeron
creen que su cónyuge se siente psicológicamente vul- que se sentían “extremadamente” o “muy” satisfechos
nerable. La estereotipia tradicional de género acerca de físicamente con su relación sexual. De manera similar,
los patrones de iniciación también puede relacionarse 48 por ciento de los maridos y 42 por ciento de las espo-
con la manera en que las personas reaccionan ante sas dijeron que se sentían “sumamente satisfechos”
una negativa. Si el hombre inicia y la mujer se niega, él a un nivel emocional (Laumann et al., 1994). Los aná-
puede atribuirlo simplemente a que ella tiene menor lisis de datos indican que los hombres y mujeres casa-
apetito sexual, según los estereotipos tradicionales. Si la dos se sienten significativamente más satisfechos que
mujer inicia y el hombre se niega, ella no tiene ningún los hombres y mujeres que cohabitan o que son solteros
estereotipo que la rescate y es probable que concluya y que están en una relación constante (Waite y Joyner,
que él no tiene interés en ella (Blumstein y Schwartz, 1999). Los resultados indican que esta mayor satisfac-
1983). El énfasis reciente en el derecho de la mujer a ción se debe a un compromiso emocional más fuerte y
la satisfacción sexual ha reducido esta diferencia y ha a la exclusividad sexual, asociadas con el matrimonio.
hecho que la negativa de la mujer amenace la autoes- Otro estudio encontró que la satisfacción con la
tima del varón (Duncombe y Marsden, 1994). Es posible calidad de la propia vida sexual variaba considerable-
que tanto los hombres como las mujeres en las relacio- mente en función de la frecuencia del coito (Blumstein
nes equitativas tengan que esforzarse por mantener (la y Schwartz, 1983). Por ejemplo, entre las esposas que
apariencia de) una relación sexualmente satisfactoria. tenían coito tres veces por semana o más, 89 por ciento
están satisfechas con su vida sexual, en comparación
con 32 por ciento de aquellas que tienen relaciones
Masturbación en el matrimonio
sexuales una vez por mes o menos. Por supuesto, es
Muchas personas se masturban; la NHSLS encontró
importante recordar que éstos son datos correlativos y
que 63 por ciento de los hombres y 42 por ciento de las
que no se ha aclarado si la satisfacción es el efecto o la
mujeres informaron haberse masturbado en el último
causa de la frecuencia del sexo marital.
año. Diecisiete por ciento de los hombres casados y 5
Las entrevistas detalladas con 52 personas entre 12
por ciento de las mujeres casadas se masturban cuando
y 69 años, heterosexuales, gay, lesbianas y bisexuales,
menos una vez por semana (Laumann et al., 1994).
proporcionan una imagen diferente pero relacionada
Muchos adultos continúan masturbándose aun-
(Maurer, 1994). El reflexionar acerca de qué diferen-
que estén casados y tengan fácil acceso a las relaciones
cia a aquellos que se sienten felices con su vida sexual,
heterosexuales. Este comportamiento es perfectamente
este investigador identificó cuatro factores. Primero,
normal, aunque con frecuencia evoca sentimientos
existe una sensación de calma y aceptación acerca de
de culpa y es posible que se haga en secreto. Según la
la propia sexualidad. Segundo, las personas felices son
NHSLS, las personas casadas estaban en mayor proba-
generosas; se deleitan en dar placer sexual a su pareja.
bilidad de informar que se masturban que las personas
solteras (Michael et al., 1994). La masturbación puede
satisfacer necesidades sexuales muy legítimas den- 1 Un viejo dicho de la Marina dice, “si tu esposa no puede ser
tro del matrimonio. Puede proporcionar gratificación tu mano derecha, que tu mano derecha sea tu esposa”.
Tercero, estas personas escuchan a sus parejas y están nuevo negligé y cuando se sentó, lo abrí ante él y di una
conscientes de los temperamentos, estados de ánimo, vuelta. Yo tenía miedo, pero él sonrió, movió la cabeza
gustos y desagrados de la pareja. Cuarto, hablan, tanto y dijo “Mira, ¡qué bonito!”. (Masterton, 1993, pp. 86-88)
dentro como fuera de la cama, aunque esto es con fre- También existen relaciones en las que el sexo sigue
cuencia difícil. Estas entrevistas nos recuerdan que siendo muy excitante. Un ingeniero de 36 años dijo:
la buena comunicación es esencial para una relación
satisfactoria (véase capítulo 10). [Aunque la carrera de mi esposa] es sumamente impor-
tante para ella, se las arregla para tener un aspecto
atractivo y se viste elegantemente y aunque no es lo
que muchos considerarían como una mujer bella, para
Patrones sexuales en el matrimonio
mí es una mujer atractiva. En la cama es la mujer más
Los patrones sexuales pueden cambiar durante el
sensual y excitante que haya conocido. Hemos estado
curso de un matrimonio. Después de 10 años de casa- casados durante siete años… Cuando vamos a la cama
dos, la pareja puede ser muy diferente de lo que era y ella se deja ir, nos ponemos salvajes. (Janus y Janus,
durante su primer año. Un estereotipo es que el sexo se 1993, p. 191)
vuelve más tedioso a medida que avanza el matrimo-
nio y con toda seguridad existen parejas en las que así Tener un hijo —lo que los investigadores llaman la
sucede. En una encuesta de una muestra nacional de transición a la parentalidad— tiene un impacto sobre
adultos, 23 por ciento de los hombres y mujeres activos el matrimonio y sobre la relación sexual de la pareja.
sexualmente informaron que, con frecuencia o siem- Según una mujer de 44 años, madre de tres niños, “Hay
pre, su relación sexual era “rutinaria”. Treinta y ocho un periodo de pasión en que no es posible hartarse
por ciento dijeron que nunca o casi nunca era rutina- uno del otro y después de unos cuantos años va men-
ria (Kaiser Family Foundation, 1998). Como señalamos guando, pero después de los hijos realmente langui-
en el capítulo 10, una relación sexual aburrida puede dece” (Maurer, 1994, p. 403). Tratar de embarazarse y la
avivarse diciéndose uno al otro lo que realmente amenaza de la infertilidad, que han sido tan difundidas,
desean hacer y, entonces, haciéndolo o consultando pueden representar fuerzas importantes sobre la propia
un manual de “hágalo usted mismo” como The New Joy identidad como ser sexual. El embarazo mismo puede
of Sex. Uno de tales libros cambió la relación sexual de influir en las interacciones sexuales de una pareja, en
una mujer casada de 23 años: particular en los últimos meses (véase capítulo 7).
Durante las primeras semanas después de nacer el
Decir que nuestra vida sexual estaba de capa caída es niño, es típico que el coito resulte incómodo para la
poca cosa. A veces pasaba todo un mes y a mí me venía mujer. Al tiempo que los niveles de estrógeno bajan
otra vez la regla y me daba cuenta de que durante todo —lo cual dura más cuando se está amamantando— la
el mes no habíamos hecho el amor una vez, ni siquiera vagina no se lubrica bien. Asimismo, la madre y a veces
una vez, en tanto que cuando empezamos a salir el padre, están exhaustos por tener que alimentar al
juntos solíamos hacer el amor seis o siete veces por
bebé a las 2 de la mañana. Los primeros meses des-
semana. [Leí] Secretos sexuales de la otra mujer, sobre
pués del nacimiento generalmente no son los momen-
cómo “la otra” se toma el trabajo de arreglarse el cabe-
llo y verse muy bien. Fui al centro y me pusieron luces tos máximos en la relación sexual y eso, también, debe
y me cortaron el pelo. Me compré lencería realmente negociarse entre la pareja.
sexy. Cuando esa noche regresó David del trabajo, le No todas las parejas tienen hijos. Con base en los
tenía listo un martini como siempre. Pero no estaba datos obtenidos en junio del 2002, el Census Bureau
vestida con mis jeans y suéter usual. Tenía puesto mi informa que un número récord de mujeres entre 15 y 44
Cuadro 12.2 Frecuencia de las actividades para mejorar las interacciones sexuales que informan los adultos*
Muy Casi
Frecuente Frecuente A veces nunca Nunca NS
años de edad no tienen hijos (Downs, 2003). En el año el cáncer mamario o el cáncer testicular, que pueden
2002 había 26.7 millones de mujeres sin hijos, en com- conducir a un desastre o a un triunfo dependiendo de
paración con 24.3 millones en 1990. Algunas de estas cómo los afronte la pareja.
mujeres están demorando el embarazo y la crianza de
los hijos hasta completar su educación y establecer sus
carreras. Esta estrategia tiene cierto riesgo ya que la El sexo y la familia con dos carreras
fertilidad disminuye con la edad, de modo que es posi- En la sociedad estadounidense orientada hacia los
ble que algunas de estas mujeres puedan ser incapaces logros, ¿es posible que los compromisos laborales —en
de tener un niño cuando ellas lo deseen. Otras mujeres particular con el aumento en la incidencia de espo-
de este grupo han tomado la decisión de permanecer sas que tienen empleos— puedan interferir con la vida
sin hijos. Un tercer grupo de mujeres lo forman aque- sexual de una pareja? Una pareja en la que ambos miem-
llas que eligen adoptar; es probable que la adopción de bros son profesionistas, nos comentó que, de hecho,
un bebé tenga efectos similares sobre la relación y las han tenido que hacer una cita para hacer el amor.
actividades sexuales que los que ocurren en quienes La investigación muestra que existen pocas causas
tienen un hijo. La falta de hijos varía según la raza; entre para preocuparse. Un estudio longitudinal dio segui-
las mujeres de 15 a 44 años de edad, 51% de las mujeres miento a 570 mujeres y 550 de sus esposos durante
asiaticoestadounidenses, 46% de las blancas, 39% de un año después del nacimiento de un bebé (Hyde et
las negras y 36% de las hispanas no tienen hijos. al., 1998). Se catalogó a las mujeres de acuerdo con el
Algunas personas experimentarán cambios fun- número de horas de trabajo por semana: amas de casa,
damentales en su experiencia sexual cuando menos empleadas de medio tiempo (6 a 31 horas/semana),
una vez en el curso del matrimonio. El cambio puede tiempo completo (32 a 44 horas) y tiempo completo
ser resultado de desarrollar una capacidad para dar al ampliado (45 o más horas). En realidad no hubo dife-
igual que para recibir placer sexual. Un hombre logra rencias significativas entre los cuatro grupos en cuanto
superar su ansiedad de desempeño y ampliar su enfo- a frecuencia del coito, satisfacción sexual o deseo
que para incluir a su pareja. Una mujer puede apren- sexual. No era el número de horas de trabajo, sino más
der que es posible cuidar de sus propias necesidades bien la calidad del trabajo, lo que se asociaba con los
sexuales al igual que de las de su pareja. El enveje- resultados sexuales. Las mujeres y hombres que tenían
cimiento puede producir cambios en la experiencia empleos satisfactorios informaron que el sexo era
sexual, un tema que consideraremos después en este mejor, en comparación con las personas que expresa-
capítulo. Hay cambios debidos a la enfermedad, como ban insatisfacción laboral. Para las mujeres, la fatiga se
Figura 12.4 El sexo y la familia con dos carreras. a) la investigación indica que la relación marital/sexual no
sufre si la mujer trabaja fuera del hogar. b) Sin embargo, en quienes trabajan 60 o más horas por semana,
algunos expertos están preocupados que estos trabajólicos literalmente llevan su trabajo a la cama.
a) b)
asociaba con una disminución en la satisfacción sexual, El papel de la insatisfacción con la relación es
pero eso ocurría tanto entre las amas de casa como obvio en esta explicación para una aventura seria.
entre las mujeres que tenían un empleo y las amas de “Definitivamente no estoy buscando tener más sexo.
casa informaron el mismo nivel de fatiga que aquellas La aventura que estoy teniendo es por razones emo-
con un empleo. cionales. Freddie [su marido] está muy centrado en sí
No obstante, es posible que ocurran problemas en mismo. No me da apoyo emocional. Es distante y no
los extremos. Las parejas con dos profesiones en las tenemos nada en común” (Maurer, 1994, p. 391).
que ambos miembros están comprometidos a traba- ¿Cómo sabría usted que su pareja está siendo infiel
jar de 60 a 80 horas por semana, no hay mucho tiempo en sentido emocional o sexual? Los investigadores
para el sexo. El asunto con tales parejas no es tanto que hicieron esas dos preguntas a 204 estudiantes de pre-
tengan una carrera como que sean trabajólicos (Sarrel grado; 82 por ciento blancos, 43 por ciento varones y
y Sarrel, 1984). Una adicción al trabajo puede signifi- 80 por ciento que informaron una relación de compro-
car la muerte del sexo de la misma manera que puede miso en el pasado o actualmente (Shackelford y Buss,
hacerlo la adicción a una droga. 1997). Los participantes identificaron 170 conductas
que consideraban como indicios de infidelidad. En un
estudio subsecuente, a la mitad de una muestra similar
Conservar a la pareja se le preguntó qué tan probable era que, si el comporta-
La mayoría de las parejas que miento ocurría, la pareja fuese emocional/sexualmente
establecen una relación a largo infiel. A la otra mitad se le preguntó qué probabilidad
plazo tienen el propósito de per- habría de que, si la pareja estuviese siendo infiel, ocu-
manecer juntas. Sin embargo, rriera la conducta. Los indicios que se consideraban
todos sabemos que no todas asociados con la infidelidad sexual incluyeron señales
las parejas tienen éxito. ¿Qué físicas (la pareja contrae una ETS), cambios en el com-
hace que los hombres y muje- portamiento sexual “normal” de la pareja, aumento o
res sean susceptibles a la infi- disminución en interés sexual y revelación de la pareja
delidad? Un estudio acerca de acerca de la infidelidad. La infidelidad emocional se
107 parejas casadas menos de hacía evidente a través de expresiones de insatisfac-
un año preguntó a cada uno ción con la relación, desapego emocional de la pareja,
¿Qué se requiere para conservar una relación de los miembros qué tan pro- falta de consideración, enojo y críticas hacia la pareja, y
durante décadas? Vea el video “Staying in love” bable sería que fuesen infieles actuar de manera culpable.
(Continuar enamorados) en el capítulo 12 de
su CD para obtener algunas ideas.
durante el siguiente año (Buss y Nuestra conciencia acerca de la posibilidad de una
Shackelford, 1997b). A cada uno infidelidad nos conduce a realizar conductas diseña-
se le preguntó la probabilidad das para preservar la relación, o tácticas de retención
de que coquetearan, besaran apasionadamente, tuvie- del compañero (Buss y Shackelford, 1997a). Es posible
ran una cita romántica, una aventura de una noche, una que tales tácticas surjan por nuestros temores de que
aventura breve o una aventura seria con alguien más del la pareja esté perdiendo interés, esté insatisfecho o
sexo opuesto. Treinta y siete por ciento de los varones y insatisfecha o porque observamos indicios de infideli-
38 por ciento de las mujeres pronosticaron que coque- dad. A los miembros de la muestra de 107 parejas casa-
tearían, mientras que 5 por ciento de los hombres y 7 das que se describió antes se les proporcionó una lista
por ciento de las mujeres dijeron que besarían. Dos por de 104 conductas de retención de compañero y se les
ciento (de hombres y de mujeres) pronosticaron una preguntó con cuánta frecuencia habían realizado cada
aventura de una noche y menos de 1 por ciento (tanto una de ellas en el último año. Hubo notables dife-
de hombres como de mujeres) pensaron que tendrían rencias de género en las acciones informadas. Los
una aventura seria. Además, los investigadores midie- hombres informaron un mayor uso de la exhibición
ron una variedad de características de personalidad, de recursos (darle dinero a la mujer) y más frecuente
del valor del compañero o compañera y de la relación. sumisión a la pareja. Las mujeres informaron un uso
Entre las variables de personalidad, los individuos más frecuente de métodos para mejorar su apariencia
con puntuaciones elevadas en narcisismo e impulsi- o atractivo y uso de afirmaciones verbales posesivas.
vidad proporcionaron una probabilidad más elevada La teoría evolutiva pronostica que haremos mayor
de infidelidad. Las características de la relación que se esfuerzo para conservar a parejas que tienen un valor
asociaron con una mayor probabilidad de infidelidad reproductivo más alto. De hecho, los hombres casados
incluyeron informes sobre conflicto, en especial que la con mujeres jóvenes y físicamente atractivas infor-
pareja sexualizara a otras personas, se negara a tener maron mayor uso de estas tácticas, mientras que las
relaciones sexuales como estrategia y abusara del alco- mujeres casadas con hombres que tenían mayores
hol. Por último, tanto entre hombres como entre muje- ingresos y que realizaban la exhibición de recursos y el
res, la insatisfacción con el matrimonio y con el sexo establecimiento de redes sociales informaron mayor
marital se asoció con la susceptibilidad a la infidelidad. uso de las tácticas.