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Lección 14 – Eliminar el 90% de tus errores

Bienvenidos a esta lección llamada “Cómo eliminar el 90% de tus errores”.


Aunque pueda sonar demasiado optimista, ¡esto es totalmente posible! En un
momento te mostraré exactamente cómo hacerlo. Lo que importa es que, en esta
lección, te voy a compartir mi experiencia como entrenador. En mi vida le he
enseñado a muchos estudiantes diferentes y he visto exactamente todos los errores
que cometen y ¡las razones por las cuales los cometen!

Te puedo decir que los libros y la vida real difieren entre sí.  Supongo que ya lo has
notado. Los usuales tutoriales de ajedrez te muestran conceptos intrincados, pero
cuando te encuentras en una partida real, las cosas que se ven son muy diferentes.
Vamos a pasar al tablero para enseñarte qué es lo que quiero decir.

En nuestro primer ejemplo, tenemos una partida entre aficionados de ELO alrededor
de 2000.
1.Boer Jan - Ilic An (2000) [A02]
ch-Euro IBCA (2), 15.08.2007

1.b3 d6 2.f4 Cf6 3.Ab2 Cc6 4.d4 Af5 5.a3 e6 6.Cd2 e5 7.fxe5 dxe5 8.dxe5 Cg4 9.e4
Ce3 10.Dc1 Ag6 11.Cgf3 a5 12.Cc4 Cxf1 13.Txf1 Ac5 14.Df4 De7 15.Ce3 Axe3
16.Dxe3 0–0 17.0–0–0 a4 18.Tfe1 axb3 19.Dxb3 Ca5 20.Dc3 b5 21.Db4 c5
22.Dxb5 Tfb8 23.Dd7 Df8 24.e6 fxe6 25.Dxe6+ Af7 26.Dd6 Cc4 27.Dxf8+ Rxf8

Es el turno de las blancas. Actualmente, las negras están atacando al alfil blanco de
casillas oscuras en b2. Las blancas se deciden a retirarlo del ataque y, al mismo
tiempo, golpear la torre en b8.
Juegan las blancas
28.Ae5 Txa3

Las negras responden ignorando por completo esta amenaza y toman en a3 con la
torre.

29.Axb8 Ta1# 0–1

Si te pregunto por qué sucedió esto, ¿qué piensas? ¿Por qué las blancas perdieron de
una forma tan fácil? No es que el jugador de las blancas fuera un completo
principiante, ¡de ninguna manera! Tampoco tiene nada que ver con cálculos
complejos ni habilidades avanzadas de visualización o táctica, ¡nada de eso! El mate
con Ta1# es absolutamente simple. Entonces, ¿por qué las blancas no lo notaron? No
tenía nada de difícil verlo.

Lo que ocurrió es que las blancas simplemente nunca pensaron nada al respecto. Si
retrocedemos un poco, vemos que el jugador de las blancas jugó Ae5 con la idea de
atacar la torre y el deseo de capturarla. Por lo tanto, cuando las negras no hicieron
nada por esta torre, el blanco vio cumplido su deseo y tomó la torre de inmediato. Al
dejarse llevar por esto, el blanco no consideró ni por un momento ninguna otra
variante que las negras pudieran jugar. Sencillamente ahí estaba la torre que deseaban
y la tomaron sin pensar. El jugador de blancas tenía esta intención y ¡se vio feliz de
cumplirla!

Entonces, vemos que esto no tiene nada que ver con habilidades ajedrecísticas. Es
todo psicológico.

Es el momento para una anécdota, por favor léela:


- Yo nunca pienso mal de los demás. ¡Yo nunca pienso en los demás para nada!

¿Cuál es el punto? Vemos que todo esto es puro egocentrismo. Pensamos sólo en
nosotros todo el tiempo: en nuestros planes, en nuestros problemas, en nuestras
intenciones, en nuestras emociones, etc., etc... Somos egocéntricos y, por lo tanto,
sólo pensamos en nosotros mismos. Eso es normal. Sin embargo, en el ajedrez, así
como en la vida en general, podemos meternos en problemas muchas veces por no
poner igual atención al resto de la gente.

En el ajedrez es obvio que existen dos bandos, son dos ejércitos igualmente capaces y
que merecen igual atención. Ambos bandos tienen sus planes y están buscando ganar
como sea. Mientras se nos hace lo más natural poner toda nuestra atención sólo en los
planes de nuestro bando, no ponemos igual atención a los planes del oponente. ¡Y
esto es un grave error! Deberíamos dedicar suficiente tiempo a pensar en los planes de
nuestro oponente también. Para hacerlo, hay una pregunta que necesitas recordar y, lo
más importante, aplicar todo el tiempo. La pregunta es: ¿Qué movimientos de
ataque puede jugar mi oponente?

La pregunta es muy simple. Lo difícil es ser capaz de preguntártelo después de cada


movimiento. Sin embargo, si desarrollas este hábito, con toda seguridad podrás
reducir el 90% de tus errores.

Aquí tenemos otro ejemplo.


2.Andreasen Rene - Storgaard M (1955) [D02]
22nd North Sea Cup (2), 14.07.2007

1.d4 d5 2.Cf3 e6 3.Af4 Cf6 4.e3 c5 5.c3 Cc6 6.Cbd2 Ae7 7.Ae2 Db6 8.Db3 Da5
9.0–0 0–0 10.Dc2 Dd8 11.Ce5 Cxe5 12.Axe5 Ad7 13.Af3 Tc8 14.e4 Ab5 15.Tfd1
Db6 16.Db3

Las blancas acaban de jugar su dama y vemos que hay bastante tensión en el centro.
Ambos bandos se atacan y, con Db3, las blancas aumentan la presión. Las negras
retiran su dama de la columna donde se encuentra la contraria.

16...Da6

¿Cómo jugarías aquí con las blancas? ¿Qué piensas?


Juegan las blancas
En la partida real, las blancas jugaron de la siguiente manera:

17.exd5

Las blancas pasaron por alto la respuesta que sigue de las negras.

17...Aa4

Ahora el alfil negro está atacando la dama y la torre que se esconde detrás. Podemos
comprobar que el razonamiento del conductor de las blancas fue erróneo. En el
momento que las negras jugaron Da6, el conductor de las blancas debía preguntarse:
¿Qué movimientos de ataque tiene disponibles mi oponente? Debía haberse
preguntado: ¿Cuál es la idea del último movimiento, …Da6? ¿Qué quieren hacer
las negras luego? Por tarde, el jugador de las blancas, después de haber decidido que
iba a capturar el peón negro en el centro, pero antes de jugarlo en el tablero, debía
haber hecho una pequeña pausa y preguntarse: Después de que tome este peón, ¿qué
movimiento de ataque pueden hacer las negras? Vemos que si tan solo se hubiera
hecho esta pregunta, ya fuera después de la jugada negra o antes de jugar la propia,
con toda seguridad el conductor de las blancas habría descubierto el movimiento Aa4.
Pero dado que las blancas nunca pensaron de esta manera y, en cambio, se enfocaron
por completo en sus propias ideas, el movimiento del alfil fue pasado por alto.

18.Ae2

Por cierto, en este ejemplo en particular, todavía no era el fin. Las blancas perdieron
la partida después de esto, pero no supieron ver que había un golpe muy poderoso
disponible. Las blancas podían haber jugado 18.d6 con una serie de combinaciones
resultantes.

En caso de que las negras tomaran la dama, que era lo que querían, era posible la
siguiente secuencia: 18...Axb3 19.axb3 Db5 20.dxe7 Tfe8 21.Cc4. Con el último
movimiento, las blancas amenazarían de todo a las negras, al llevar el caballo a d6.
Así que súbitamente, las blancas tendrían un ataque muy poderoso; ya habrían ganado
dos piezas menores a cambio de la dama e irían a recolectar más material.

Sin embargo, la historia es diferente. Esta continuación fue simplemente una


oportunidad táctica excepcional. Lo que las blancas pasaron por alto, y que realmente
nos interesa destacar aquí, es que siempre después de que tu oponente haga su jugada,
debes preguntarte: ¿Qué movimientos de ataque me pueden hacer después?

18...b5 19.Da3 Cxd5 20.b3 cxd4 21.Db2 dxc3 22.Dc2 cxd2 23.Dxd2 f6 24.Ab2 Ab4
25.Dd3 Ac3 26.Axc3 Cxc3 27.Te1 Tfd8 28.De3 Cxe2+ 29.Txe2 e5 30.Td2 Txd2
31.Dxd2 Axb3 0–1

Veamos otro error típico con otro ejemplo.


3. Arosemena Bethania - Chierici M (1922) [C41]
37th Olympiad w (13), 04.06.2006

1.e4 d6 2.d4 Cf6 3.Cc3 e5 4.Cf3 Cbd7 5.Ac4 Ae7 6.0–0 0–0 7.h3 c6 8.a4 Dc7 9.Aa2
b6 10.De2 Ab7 11.Td1 a6 12.Ag5 b5 13.a5 b4 14.Cb1 exd4 15.Cxd4 Tfe8 16.c3
Af8

En su última jugada, las negras hicieron Af8, revelando un ataque sobre el peón e4.
¿Cómo responderías con las blancas? En la partida real, las blancas descubrieron una
idea tentadora.
Juegan las blancas
17.Dc4

Al hacer esto, se está apuntando al peón de f7. Con lo cual, si las negras continuaran
con su intención de tomar el peón e4, las blancas simplemente darían jaque mate,
luego de Dxf7+, con Dg8#. ¡Es cierto que esta idea es muy tentadora!

Si las negras protegieran el peón de f7 con Te7, las blancas podrían jugar Cf5, que
amenazaría tomar la torre con jaque. Mientras tanto, la torre no podría simplemente
irse porque dejaría nuevamente desprotegido f7.

Así que Dc4 parecía muy bueno para las blancas y fue lo que eligieron hacer en la
partida. Te puedes preguntar, entonces, ¿cuál es el error? El problema es que
frecuentemente, cuando encuentras una idea realmente tentadora, que te puede dar
una gran ventaja o la victoria, comienzas a desear con todas tus fuerzas que funcione.
En ese momento, cierras tu mente y no le pones suficiente atención a los recursos
defensivos de tu oponente. Sólo deseas que tu oponente caiga en la trampa. ¡Estos
deseos no son nada! ¡No son realistas! En el ajedrez tenemos que ser realistas,
tienes que asumir que tu oponente va a contestar con lo mejor. No puedes
simplemente jugar con el deseo de que tu oponente haga movimientos estúpidos y te
ayude a realizar tu plan. Normalmente, eso no ocurrirá. Lo que ocurrirá en la realidad
es que tu oponente buscará cómo refutar tus ideas.

Eso fue exactamente lo que ocurrió en la partida.

17...Ce5

Las negras no sólo protegen su peón de f7, sino que además atacan a la dama blanca.
Dxb4 no sirve, debido a …c5 (con ataque doble). Por lo tanto, la dama blanca tiene
que retroceder al lugar del que salió. Dc4 fue una pérdida de tiempo, que sólo
favoreció a las negras.

18.De2 c5 19.Cf3 Cxe4

La posición de las blancas se derrumba y pierden pronto la partida.

20.Ae3 Cxf3+ 21.gxf3 Cg5 22.Dc4 Cxf3+ 23.Rf1 Te4 24.Dd3 c4 25.De2 Th4
26.Cd2 Dd7 27.Cxf3 Dxh3+ 28.Re1 Axf3 29.Dc2 b3 30.Axb3 cxb3 31.Dxb3 Df1+
0–1

La posición inicial de este ejemplo estaba casi igualada. Las blancas echaron todo por
la borda en unas pocas jugadas, simplemente porque no fueron suficientemente
realistas; jugaron con el deseo, por una idea que su rival podía notar y contrarrestar
fácilmente.

Aquí tenemos un ejemplo más.


4. Dengler D - Carreras P (1935) [D03]
37th Olympiad w (10), 31.05.2006

1.d4 Cf6 2.c3 g6 3.Ag5 Ag7 4.Cd2 d5 5.e3 Cbd7 6.Cgf3 0–0 7.Ae2 Te8 8.0–0 c5
9.a4 b6 10.Ab5 a6 11.Ac6 Ta7 12.Axf6 Axf6 13.Axd5 e5 14.Db3 Te7 15.dxe5 Cxe5
16.Cxe5 Txe5 17.e4 Th5 18.f4 Ae6 19.Axe6 Dxd2 20.Ag4 Th4 21.Tf2 De3 22.Dxb6
Txg4 23.Dxf6 Td7 24.De5 Td2 25.Db8+ Rg7 26.Taf1 Txf2 27.Txf2 De1+ 28.Tf1
De2 29.g3 De3+ 30.Rg2 De2+ 31.Tf2 Dxe4+ 32.Rh3 h5 33.Dd6

Es el turno de las negras, quienes decidieron avanzar el peón a g5.

33...g5

¿Cómo responderías con las blancas? Me imagino que ya esperas que haya una
trampa, ¿no es así? Sin embargo, cualquiera respondería como lo hicieron las blancas
en la partida.
Juegan las blancas
34.fxg5

Es entendible porque se ve realmente bien. En el caso de que las negras recapturaran


con la torre, se haría realidad la variante 34...Txg5 35.Df6+

¡Totalmente tentador para las blancas! El peón de f7 queda listo para tomar, también
la torre en g5 y esto está ganado. ¡Todo es perfecto! No se puede decir que tomar el
peón en g5 no sea tentador para las blancas. Entonces, ¿cuál es el problema?

El problema está en que las negras pueden elegir no tomar el peón. 

34…Th4+ gxh4 Dg4# 0–1

En su lugar, ¡tenemos un sorpresivo e inesperado jaque mate! A propósito, hay algo


muy interesante aquí. Estoy completamente seguro de que si te mostrara esta posición
aislada, te dijera que es un ejercicio táctico y te pidiera resolverlo, encontrarías
rápidamente que Th4+ es un movimiento ganador. En cambio, en las partidas reales,
es común pasar por alto estas cosas. No es que te falle la visión táctica. ¡Es un
problema más bien psicológico!

Cuando observas una posición como ésta, donde las blancas pueden tomar el peón en
g5, parece natural que tu rival haga lo mismo; y la posición resultante es totalmente
tentadora, sólo empiezas a pensar en Df6 como próximo movimiento. Te encegueces
al pensar en que vas a tener un ataque súper fuerte sobre el rey enemigo y que el jaque
mate está a un paso. El deseo te hace pensar que no hay nada que tu rival pueda hacer.
Dado que sientes tan cerca la victoria, comienzas a soñar y abandonas el mundo real.

Hay que ser realistas, debes permanecer calculando las variantes posibles y, sobre
todo, preguntarte: ¿Cuáles movimientos de ataque tiene mi oponente? ¿Qué puede
jugarme? ¿Por qué jugó g5? ¿Qué idea esconde este último movimiento? En el
momento en que dejas de ser objetivo, y por lo tanto realista, y fijas tu atención solo
en cierta idea que luce tentadora para ti, surgen las grandes oportunidades para que
pases por alto alguna cosa y termines perdiendo la partida por eso.

Conclusiones
En esta lección hemos estado hablando de ciertos problemas psicológicos muy
comunes que tienen los jugadores de ajedrez, que les hacen tomar decisiones
equivocadas y cometer errores. Estos errores pueden ser tan graves, que pueden echar
a perder partida tras partida. Cuando comienzas a admitir que tales errores están
presentes en tus partidas, puedes comenzar a ponerles atención y solución; llegado el
momento, con toda seguridad, estarás en capacidad de reducir a, tal vez, un 10% de la
situación actual tus errores garrafales y tus errores graves. Así, ¡tus resultados
mejorarán significativamente!

Entonces, ¿cuáles son las principales cosas para tener en cuenta? Lo primero es
siempre recordar preguntarte: ¿Cuáles movimientos de ataque puede jugar mi
oponente? Si mantienes preguntándote esto después de cada movimiento de tu rival,
nunca se te pasarán los movimientos buenos que te puede hacer. De esta manera,
pondrás la misma atención a tus planes que a los planes de tu rival. Así podrás
mantener la situación totalmente bajo tu control. Lo segundo es ser realista. Cuando
veas alguna idea tentadora, no desees simplemente que funcione, es necesario que
calcules cuidadosamente las variantes con precisión. Así podrás encontrar si tu
idea realmente funciona o no. Mientras calculas, debes ser objetivo, no puedes sólo
desear que tu oponente juegue movimientos tontos que permitan realizar tu idea.
Debes asumir que tu oponente va a hacer el mejor movimiento y verificar si con éste
pueden funcionar tus ideas o no.

Si sigues estos consejos, aprenderás a dedicar igual atención a las ideas de tu


oponente que a las tuyas y reducirás tus errores tremendamente; con lo cual, tus
resultados mejorarán en la misma proporción.

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