UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

FACULTAD AGROPECUARIA Y RECURSOS NATURALES

RENOVABLES

CARRERA DE AGRONOMÍA

DISEÑOS EXPERIMENTALES
TEMA:
TAREA AUTÓNOMA 2 U2

Estudiante: Jhuly Liliana Calva Jiménez

Ciclo: Sexto ciclo

Paralelo: “A”

Fecha de entrega: Lunes 9 de Julio del 2023

Docente: Iván Granda

AÑO LECTIVO
2023
TEMA: Describir de forma detalla las funciones y mecanismos fisiológicos de las
Poliaminas, Triacontanol, Brassinas, Ácido salicílico, Jasmónatos y Fenoles en el
desarrollo, crecimiento y maduración de frutos en los árboles frutales.

POLIAMINAS

Las poliaminas son compuestos alifáticos nitrogenados de bajo peso molecular que tienen
varios efectos sobre el crecimiento, la división y la diferenciación celular a bajas
concentraciones y están presentes en bacterias, animales y plantas. En plantas normalmente se
encuentran en niveles algo más altos que las hormonas clásicas. Sin embargo, se les considera
también reguladores del crecimiento de las plantas o a veces como mediadores de la acción de
otras hormonas. Debido a su carácter policatiónico, las poliaminas tienen la facilidad de unirse
a moléculas con carga negativa como grupos fosfato de ácidos nucleicos, con algunas proteínas,
con fosfolípidos o componentes de pared como polisacáridos de tipo pectina (Jordán &
Casaretto, 2006).

Poliaminas en el crecimiento y desarrollo de las plantas

En las plantas, las poliaminas en estado natural se han encontrado asociadas con tejidos y
órganos en división celular activa.

Las poliaminas putrescina, esperrnidina y esperrnina son compuestos nitrogenados alifáticos

que actualmente se consideran como reguladores del crecimiento y desarrollo de plantas por
su efecto demostrado sobre el crecimiento, la división y la diferenciación celular a bajas
concentraciones. Por su carácter policatiónico pueden unirse a moléculas cargadas
negativamente tales como ácidos nucleicos, proteínas o fosfolípidos, alterando la expresión
génica y la actividad de ciertos enzimas, así como variando la fluidez y la permeabilidad de las
membranas biológicas (Matilla & Gallar, 1996).

En algún caso, las poliarninas actúan como reserva de nitrógeno, constituyendo la única fuente
del mismo. Su biosíntesis está muy relacionada con la de la fitohormona gaseosa etileno, ya
que la S-adenosilmetionina es el intermediario común de ambas rutas metabólicas. Este reparto
de la S-adenosilmetionina puede tener importantes implicaciones fisiológicas. Las poliaminas
pueden conjugarse con ácidos hidroxicinámicos y desempeñar funciones, todavía poco claras,
en los procesos de diferenciación, floración y maduración; por otra parte, tienen efecto sobre
la resistencia a virus y hongos en ciertas plantas (Matilla & Gallar, 1996).
Poliaminas en flores

En las diferentes estructuras florales envueltas en la reproducción sexual de frutales como

manzano (Malus domestica Borkh), peral (Pyrus communis L.), kiwi (Actinidea deliciosa) y
peral japonés (Pyrus pyrifolia Nakai), entre otros, se ha observado la presencia de una alta
cantidad de poliaminas. Especialmente el nivel de espermidina y espermina presente en las
estructuras sexuales es considerablemente mayor en comparación con otros órganos vegetales,
en donde sus contenidos son mínimos y en el caso de la espermina algunas veces indetectables
(Mora, 2021).

Poliaminas en el crecimiento del fruto

En diversos frutos como ciruela (Prunus salicina Lindl.), mango (Mangifera indica L.) y pera
japonesa, el máximo contenido de poliaminas se ha observado durante el periodo inicial de
desarrollo del fruto; posteriormente el contenido decrece y llega a sus niveles mínimos en la
madurez fisiológica. Esta situación sugiere que las poliaminas están directamente relacionadas
con la división celular que ocurre en el periodo inicial de crecimiento. Lo que determina que
la biosíntesis de putrescina es esencial para el desarrollo inicial del fruto y que su contenido
puede influir el tamaño del fruto (Mora, 2021).

En toronja (Citrus paradisi Maca.), limón (C. lemon (L) Burm), mangostán (Garciana
mangostana L.) y berenjena (Solanum melongena) almacenados a bajas temperaturas (entre 13
a 1°C), se ha observado un incremento en el contenido de poliaminas, principalmente de
putrescina. Se ha sugerido que la biosíntesis de estas poliaminas es un mecanismo de defensa
contra el daño por frío. El efecto protector de las poliaminas se debe, posiblemente, a su
asociación con las membranas celulares, evitando la perdida de fluidos y la oxidación (Mora,
2021).

Poliaminas en distintos cultivos y órganos de los mismos:

Manzano: En frutos maduros, la aplicación de poliaminas causa una disminución en los danos
provocados por enfriamiento y retarda el ablandamiento de los frutos por la protección de las
paredes celulares.

Naranja: Las poliaminas aplicadas generan una reducción en la producción de etileno; el cual
aumenta la senescencia y maduración de los frutos.
Pera: la aplicación de poliaminas en pera ayuda a prolongar el tiempo de polinización efectiva,
logrando con ello un aumento en el amarre de los frutos, sin reducir el tamaño final y no ha
limitado el amarre de yemas florales.

Mango: la aspersión de Putrescina o Espermina permitió incrementar el rendimiento de los

frutos sin afectar significativamente el tamaño de los mismos.

Arándano: La Espermidina logra una mayor conservación (postcosecha) de los frutos de

arándanos al tener una mejor hidratación y menor formación de hongos, lo cual permite
mantener la calidad de los frutos por un mayor tiempo (INTAGRI, 2020).

TRIACONTANOL

El triacontanol es un regulador rápido y no toxico del crecimiento de las plantas que promueve
la síntesis de las proteínas. El triacontanol tiene las funciones de promover el enraizamiento, la
germinación, la floración, el crecimiento de tallos y hojas y la madurez temprana, y tiene varias
funciones fisiológicas, como aumentar el contenido de clorofila y mejorar la fotosíntesis. En la
etapa inicial del crecimiento de los cultivos, puede aumentar la tasa de germinación, mejorar
la calidad de las plántulas y aumentar el cultivo efectivo. En el crecimiento medio y tardío, se
puede aumentar el número de capullos de flores, la tasa de fraguado de la fruta y el peso de
1000 granos. Se utiliza en arroz, maíz, sorgo, algodón, soja, tabaco, remolacha azucarera, caña
de azúcar, maní, hortalizas, árboles frutales, flores y otros cultivos y cultivos de algas marinas
(Santamaría, 2019).

Triacontanol en el fruto

En los frutos, el triacontanol puede influir en diferentes aspectos de su desarrollo, como el

tamaño, la madurez y la calidad. Se ha demostrado que la aplicación de triacontanol en algunos
frutos puede aumentar su tamaño y peso, lo cual puede ser beneficioso desde el punto de vista
comercial. Además, se ha sugerido que el triacontanol puede afectar la madurez de los frutos,
retrasando el proceso de maduración y prolongando la vida útil de los mismos. Esto puede ser
útil en la industria alimentaria, ya que permite una mayor conservación de los frutos y reduce
las pérdidas por deterioro (Pozo, 2018)

El triacontanol puede influir en el desarrollo de los frutos, aumentando su tamaño y peso, y

posiblemente retrasando su maduración. No obstante, se requiere más investigación para
comprender completamente los mecanismos de acción y los efectos específicos en cada tipo de
fruto (Pozo, 2018).
BRASSINAS

Las brassinas son un tipo de fitoesteroles que se encuentran en las plantas, y se ha descubierto
que desempeñan un papel importante en el desarrollo y la maduración de los frutos. Son
compuestos naturales que se encuentran en pequeñas cantidades en los órganos de las plantas,
encontrándose principalmente en polen, hojas, yemas, flores y semillas (Hernández & García,
2016).

En la actualidad se conocen más de 45 miembros de la familia de los brasinoesteroides, por lo

que constituyen una amplia familia de compuestos de potente actividad biológica,
demostrándose que influyen en la germinación, en la rizogénesis, en la floración, en la
senescencia, en la abscisión y en los procesos de maduración, y es por esto que se consideran
como el sexto grupo de fitohormonas. Los recientes descubrimientos de las propiedades
fisiológicas de los brasinoesteroides permiten considerarlos como sustancias naturales
altamente promisorias y apropiadas para su uso en la protección de las plantas y aumento en la
producción agrícola (Hernández & García, 2016).

Efectos fisiológicos de las brassinas

La aplicación de los brasinoesteroides induce un amplio rango de respuestas, incluyendo un

incremento en la tasa de elongación del tallo, aumento en la expansión de las hojas, crecimiento
del tubo polínico, desenrollamiento de las hojas en pastos, reorientación de las microfibrillas
de celulosa, así como la adaptación al estrés, ya que aumenta la tolerancia al frío en plantas de
arroz. Un efecto interesante se presenta en células de zinnia (una planta ornamental), donde la
adición de los brasinoesteroides induce la formación de tejido conductor (Fernández, 2022).

Brassinas en el fruto

Las brassinas también se han asociado con la regulación de la maduración de los frutos. Se ha
observado que estas sustancias pueden influir en la biosíntesis de las hormonas vegetales, como
el etileno, que desempeña un papel crucial en el proceso de maduración de los frutos. Las
brassinas pueden regular la síntesis y la acción del etileno, lo que a su vez afecta la madurez y
calidad de los frutos (Cruz, 2015).

La aplicación exógena de brassinas en los frutos puede retrasar su maduración, prolongando

así su vida útil y mejorando su calidad durante el almacenamiento. Esto puede ser
especialmente beneficioso en el caso de frutos perecederos, ya que permite una mayor
conservación y comercialización de los mismos. Es importante destacar que los efectos de las
brassinas en el desarrollo y maduración de los frutos pueden variar dependiendo de la especie
de planta y las condiciones de cultivo. Además, se requiere más investigación para comprender
completamente los mecanismos de acción y los efectos específicos de estas sustancias en cada
tipo de fruto (Cruz, 2015).

ÁCIDO SALICÍLICO

El ácido salicílico es un compuesto fenólico sintetizado a partir del corismato, producto final
de la ruta de biosíntesis del siquimato. Mediante el empleo del marcaje radioactivo y del
análisis genético en mutantes, se llevó a cabo la identificación de dos rutas biosintéticas
diferentes que se producen en compartimientos diferentes, necesarias para la formación de SA
en plantas: la ruta de los fenilpropanoides, en el citoplasma, y la ruta del isocorismato, en los
cloroplastos (Tijero, 2019).

Esta hormona actua como una señal endógena activando la resistencia sistémica en las plantas,
a través de la inducción de genes que activan la producion de enzimas clave para la resisitencia
contra patógenos (Tijero, 2019).

Ácido salicílico en los frutos

El ácido salicílico tiene un fuerte efecto supresor sobre las actividades enzimáticas de la enzima
celulasa, β-glucosidasa, poligalacturonasa, pectina metilesterasa, así como las expresiones de
los genes PaPG1 y PaPME1 que codifican estas dos últimas enzimas respectivamente. Estos
dos genes están estrechamente relacionados con el ablandamiento de la fruta (Anchondo,
Núnez, Ruiz, & Martínez, 2011).

El ácido salicílico participa en la maduración de los frutos al regular la síntesis y acción de las
hormonas vegetales, como el etileno. Se ha observado que el ácido salicílico puede interactuar
con el etileno de manera compleja, ya que puede tanto promover como inhibir su síntesis y
respuesta. Esto puede tener efectos en la madurez de los frutos, afectando su ablandamiento,
cambio de color y producción de compuestos aromático (Anchondo, Núnez, Ruiz, & Martínez,
2011)s.

La aplicación exógena de ácido salicílico en los frutos puede tener efectos diversos,
dependiendo de la especie y las condiciones de cultivo. Se ha observado que, en algunos casos,
el ácido salicílico puede acelerar la maduración de los frutos, mientras que en otros puede
retrasarla. Además, también se ha demostrado que el ácido salicílico puede mejorar la calidad
y la resistencia de los frutos al estrés biótico y abiótico (Anchondo, Núnez, Ruiz, & Martínez,
2011).

En la fresa en ASA incrementan la altura de la planta, así como el número de hojas, flores y
frutos, puede llegar a incrementar un 23% el número de frutos por planta (Anchondo, Núnez,
Ruiz, & Martínez, 2011).

En el Kiwi el tratamiento con ASA mantiene una mejor apariencia y una mayor firmeza de la
fruta, además de reducir la pérdida de masa, los sólidos solubles totales y la producción de
etileno (Riverón, 2023).

JASMÓNATOS

Los jasmonatos son formados a partir del ácido graso no saturado linoleico y linolénico que se
liberan desde los fosfolípidos de las membranas celulares por la acción de lipasas, mecanismo
que ocurre principalmente en las hojas de las plantas (Laredo, Martínez, Guillen , & Hernández,
2017).

Los jasmonatos son compuestos que se encuentran de forma natural en las plantas, afectando
a la maduración tanto en frutos climatéricos como no climatéricos. De hecho, estos compuestos
aplicados durante distintas fases del crecimiento del fruto pueden afectar a la maduración e
incrementar tanto el peso, la firmeza como el color rojo de los frutos. Además, La aplicación
de jasmonatos contribuye a la reducción de los daños por frío en frutos sensibles al
almacenamiento a bajas temperaturas, además de incrementar los compuestos bioactivos
incrementando los mecanismos de defensa de la planta (Laredo, Martínez, Guillen , &
Hernández, 2017)

Jasmónatos en el fruto

Los jasmonatos pueden tener efectos tanto positivos como negativos, dependiendo de la especie
y las condiciones específicas. A continuación, se describen algunos de los efectos más comunes
de los jasmonatos en el crecimiento y la maduración de los frutos:

 Estimulación del crecimiento: Se ha observado que los jasmonatos pueden estimular

el crecimiento de los frutos al promover la división celular y la elongación de las
células. Esto puede resultar en un aumento en el tamaño y la masa de los frutos.
 Regulación de la maduración: Los jasmonatos están involucrados en la regulación de
la maduración de los frutos, particularmente en la etapa de madurez tardía. Se ha
 demostrado que los jasmonatos pueden influir en el cambio de color de los frutos, la
acumulación de azúcares y la producción de compuestos aromáticos.
 Defensa contra estrés: Los jasmonatos también desempeñan un papel importante en
la respuesta de defensa de los frutos ante el estrés biótico y abiótico. Estas hormonas
pueden desencadenar respuestas de defensa, como la síntesis de metabolitos
secundarios y la activación de genes relacionados con la resistencia a patógenos y el
estrés ambiental (Martínez, 2020).

FENOLES
Los fenoles son un grupo de compuestos químicos que se encuentran de forma natural en
muchas plantas, incluyendo los frutos. Estos compuestos desempeñan diversos roles en el
crecimiento y la maduración de los frutos.

Los compuestos fenólicos cuantificados en los extractos de las frutas son de gran importancia
debido a que constituyen un grupo de metabolitos secundarios que se consideran antioxidantes
naturales con múltiples beneficios biológicos para el ser humano, tales como la prevención de
enfermedades cardiovasculares y degenerativas. En frutas se ha encontrado que los principales
compuestos presentes son, en su mayoría, ácidos fenólicos, flavonoides y taninos, no obstante,
también se han encontrado fitoquímicos como vitamina C (ácido ascórbico), ácido fólico
(vitamina B) y β-carotenos (provitamina A), lo que permite establecer que el consumo de frutas
incrementa la ingesta de compuestos bioactivos con múltiples propiedades para la salud
humana. Una de las frutas ampliamente consumida es la naranja en forma de jugo. La fracción
hidrofílica de la naranja se compone principalmente de vitamina C y compuestos fenólicos,
tales como ácidos hidroxicinámicos (ácido ferúlico, ácido p-cumárico, ácido sinápico y ácido
caféico) y flavonoides glicosilados, específicamente flavanonas (hesperidina y narirutina)
(Moreno, Ortiz, & Restrepo, 2014).

Fenoles en el fruto

En relación al crecimiento de los frutos, los fenoles pueden tener efectos estimulantes o
inhibitorios, dependiendo de la concentración y el tipo específico de fenol. Algunos fenoles,
como los ácidos fenólicos, pueden promover la división celular y la elongación de las células,
lo que se traduce en un aumento en el tamaño del fruto. Por otro lado, otros fenoles pueden
tener efectos inhibidores sobre el crecimiento de los frutos, controlando su tamaño y evitando
un crecimiento excesivo (Rivas & Zaldaña, 2020).
En cuanto a la maduración de los frutos, los fenoles juegan un papel importante en la síntesis
de pigmentos y compuestos aromáticos, así como en la respuesta antioxidante. Los fenoles,
especialmente los flavonoides, pueden influir en el cambio de color de los frutos durante la
maduración, ya que actúan como pigmentos naturales. Además, los fenoles participan en la
síntesis de compuestos aromáticos que contribuyen al aroma y sabor característicos de los
frutos maduros. Los fenoles también desempeñan una función importante en la protección de
los frutos contra el estrés biótico y abiótico. Actúan como antioxidantes, protegiendo a los
frutos de daños causados por radicales libres y procesos oxidativos. Además, algunos fenoles
tienen propiedades antimicrobianas y antifúngicas, lo que ayuda a prevenir infecciones y
deterioro durante la maduración y el almacenamiento de los frutos (Rivas & Zaldaña, 2020).

Es importante tener en cuenta que los efectos de los fenoles en el crecimiento y la maduración
de los frutos pueden variar dependiendo de la especie de planta y las condiciones de cultivo.
Además, la presencia y concentración de fenoles en los frutos pueden estar influenciadas por
factores genéticos, ambientales y de manejo agronómico (Rivas & Zaldaña, 2020).

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