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Resumen del Análisis de Riesgo de la Industria Bancaria por País:

Panamá
Por: Sabina Sánchez

Todos los países son criticados ya sea por sus habitantes o por sus competencias. No
obstante, es una buena práctica realizar un análisis detallado de su desempeño en todas las
áreas para tener conciencia de lo que se debe mejorar o cambiar para un mejor resultado. S&P
Global Ratings es una agencia americana que evalúa el crédito de los países con análisis e
investigaciones financieras. Se especializan principalmente en el desempeño de los gobiernos,
corporaciones, el sector financiero y las estructuras financieras de las entidades y su seguridad.
Sus analistas realizaron un análisis de riesgo de la industria bancaria en Panamá con el fin de
entender y demostrar cómo los diferentes factores económicos e industriales del país se
desarrollan y la respuesta del gobierno en momentos de crisis en la industria bancaria. Los
autores de este documento demuestran que la industria bancaria panameña tiene una
calificación de 5 en sus estándares, con un riesgo económico desfavorable y descendente y un
riesgo de la industria relativamente positivo y estable, lo que consideran como un aspecto
bueno para el futuro de la economía e industria panameña. Si bien es cierto, argumentan que
Panamá todavía tiene mucho trabajo por delante y una falta de visibilidad en la agenda
económica, también mencionan que la respuesta rápida del gobierno a la crisis de la pandemia,
la buena toma de decisiones y el aprovechamiento exitoso de los recursos, son características
por destacar para la calificación que les brindaron a Panamá. Como primera instancia, los
autores brindan en el documento las fortalezas y riesgos claves que fueron determinantes para
llegar a su conclusión, las tendencias de riesgo económico y de la industria como también la
clasificación de Panamá con otros países que obtuvieron un resultado similar.

Como primer punto, el documento menciona las fortalezas claves de la industria


bancaria panameña. Los autores mencionan que la recuperación económica superó lo esperado
en 2021 con un 15%, demostrando una resiliencia económica de riesgo intermedio, afectando
así a la economía. Esto sucedió debido a la reapertura del mercado de exportación
(especialmente de cobre), los grandes ingresos del Canal de Panamá y un repunte en el
consumo privado. Sin embargo, hay riesgos medios y elevados que podrían afectar la inversión
privada, la expectativa de crecimiento a mediano y corto plazo, y el arrastre de riesgos que
existen desde el inicio de la pandemia del COVID-19. Además, defienden que la evolución de la
regulación de estándares internacionales fue clave para mejorar el marco institucional con un
nivel de riesgo intermedio, que no perjudica tanto a la industria. Como aspecto positivo,
Panamá sigue impulsando la agenda de regulación, por ejemplo, al adaptarse a las reglas de
Basilea III y al introducir el índice de cobertura de liquidez en el 20118. Aun así, el mercado de
capitales sigue sin igualar a otros mercados en América Latina. Mencionan que hay menor
competitividad en comparación con otros sistemas bancarios, lo que refleja un nivel de riesgo
bajo para la dinámica competitiva, afectando muy poco el riesgo de la industria. Este factor no
es necesariamente negativo porque a pesar de brindar servicios básicos, simples y de bajo
riesgo, siguen manteniéndose estables como un centro de servicios importante en América
Central y América Latina. Esto es bien visto por los autores porque demuestra un carácter
conservador y brinda confianza y estabilidad en el sistema bancario panameño.

Igual de determinante son los riesgos claves de la industria bancaria panameña. Los
autores mencionan que existe una mayor presión sobre los indicadores de calidad de activos, lo
que demuestra un desequilibrio económico de riesgo elevado, lo que aumenta el riesgo
económico. Aseguran que los bancos en Panamá corren un riesgo elevado de deteriorarse. Por
ese motivo, se espera un impacto negativo en la rentabilidad de los bancos en Panamá. Como
consecuencia, esperan implicaciones significativas para el desempeño financiero del 2022,
reflejándose en los balances de los bancos. Otro punto importante para los autores es que el
límite en el fondeo y la flexibilidad financiera afecta levemente la resiliencia económica,
demuestra un deterioro en las perdidas crediticias del escenario base y un riesgo crediticio en la
economía, aumentando el riesgo de la economía. También perjudica al fondeo del sistema,
afectando al riesgo de la industria. Mencionan que el sistema de Panamá tiene un límite en su
fondeo debido a que la mayor parte de las fuentes de fondo de todo el sistema y financiación
de las operaciones de crédito proviene de los depósitos de los clientes. Esto es posible gracias a
que hay una base muy estable de depósitos fundamentales. Los autores afirman que no hay
índice que demuestre que habrá algún cambio significativo en la estructura del fondeo general.
Además de lo anterior mencionado, los autores afirman que la exposición de los bancos a
bienes raíces comerciales (CRE por sus siglas en inglés) es afectada por la pandemia, afectando
positivamente al riesgo crediticio en la economía, ayudando a que el riesgo económico
disminuya. Creen que esto se debe en parte a que los bancos panameños siguen ofreciendo
productos simples y no riesgosos, limitando el uso de titulaciones para trasladar el riesgo de sus
balances, resultando en que el volumen del crédito al sector CRE se mantenga relativamente
estable; aun así, el CRE se sigue viendo afectado por la pandemia y se espera que la exposición
de los bancos a este sea estable en los próximos años.

Luego de analizar los datos, los autores hacen énfasis en las tendencias de riesgo
económico y de la industria. Mencionan que, en cuanto al riesgo económico, dependiendo de
las circunstancias, los autores pronostican que las tendencias muestren indicadores que
reflejen una calificación aún más baja a la que ha sido brindada, que fue desfavorable y
descendente. Según ellos, esto sucede probablemente por cómo la pandemia afecta la
capacidad de pago de los clientes de los bancos y la calidad de activos de los bancos. En
contraste. el riesgo de la industria muestra tendencias a mantenerse estable y relativamente
positivo. Esto se debe a las buenas decisiones del gobierno durante la pandemia y el buen
aprovechamiento de recursos como, por ejemplo, el uso exitoso del banco público Banco
Nacional (banconal). Demuestran que lo que le da incertidumbre a esta industria es
principalmente la falta de un acreedor de última instancia y la ausencia de un esquema formal
para proporcionar liquidez continente.

En cuanto a la clasificación de pares de países similares a Panamá, los autores muestran


una tabla donde además de Panamá, se encuentran Qatar, Bermudas, Emiratos Árabes Unidos,
México, Perú e Italia. De esto me pareció interesante como lector que los países que tienen una
clasificación igual a Panamá en 4 aspectos, siendo ellos Bermudas e Italia. Durante todo el
documento, los autores toman en cuenta datos específicos y vastos para llegar a una
conclusión, y me parece que la mayoría de las tendencias y expectativas que tenían para los
años 2022 y 2023 se han cumplido. De manera interesante me parece que mientras ellos
esperaban una caída en el porcentaje de inflación, este lo único que hizo fue subir. Es un detalle
que considero importante de mencionar ya que la mayoría de las expectativas que tenían los
autores que no se cumplieron, fue debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que tuvo
como consecuencia una caída en el mercado global y de exportación. Este fue el detonante
para el aumento de la inflación en todo el mundo. Finalmente, los autores hacen hincapié en
que no es seguro que en casos de escenarios económicos adversos o alteraciones al mercado el
gobierno apoye o asista a os principales bancos del país, ya que carecen de reglas formales de
un plan de apoyo y un acreedor de última instancia.

Como manera de cierre, es un hecho que Panamá ha sido uno de los países de América
Latina que mejor se ha recuperado económicamente luego del impacto de la crisis por
pandemia. Si bien fue mencionado, la voluntad y lucha del país por mejorar en las regulaciones
estándares internacionales y la lucha contra el blanqueo de capitales y terrorismo es
determinante para bajar el alto riesgo económico, y aunque los bancos panameños no sean
conocidos por su apetito de competencia, si lo son por su credibilidad y estabilidad. Eso, más las
lucha por encontrar un acreedor de última instancia para mejorar el fondeo y la flexibilidad
económica, fueron los pilares claves para la clasificación de Panamá como grupo 5 en la escala
de S&P Global Ratings. Esto no quiere decir que no hay espacio para mejorar, al contrario, hay
mucho trabajo que el gobierno e instituciones bancarias deben hacer para tener incluso una
mejor clasificación.

FUENTE:

S&P Global Ratings, “Análisis de Riesgo de la Industria Bancaria por País: Panamá”, 17 de junio
de 2022.

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