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En este caso, se está declarando una demanda hacia Carlos Ernesto Osorio, hijo de

Ernesto Julio y Ofelia Agudelo (Fallecida), debido a que negoció, sin orden escrita de su

parte y sin ser apto para celebrar contrato alguno, un inmueble de su propiedad.

Recalcando, el hijo, Carlos Ernesto dilapida el dinero producto de la venta del inmueble

teniendo un completo abandono a su padre.

Por tal motivo, el accionante, el padre Ernesto Julio pide que le sea concedido el derecho

a conocer la clase transacción que realizó su hijo en la ciudad de Popayán y el valor

comercial del inmueble objeto del contrato. Además, pretende que se ordene la entrega de

la parte del precio que le corresponde por las mejores realizadas en el lote sobre el que se

construyó el inmueble enajenado.

A pesar de que el hijo cuenta con diversos medios o recursos judiciales para la defensa

de sus derechos patrimoniales sobre el inmueble objeto de la negociación, entre ellos los

procesos encaminados a que se declare la disolución y la liquidación de la sociedad de

hecho, el reconocimiento de mejoras o se ordene el pago de alimentos, es procedente

conceder la tutela o la demanda para proteger los derechos fundamentales a la vida, a la

propiedad privada, y a la protección y asistencia de las personas de la tercera edad los

cuales podrían verse vulnerados si CARLOS ERNESTO OSORIO decide disponer de los

bienes y del dinero provenientes de la permuta que celebró sobre la casa.

Para poder solucionar esta violación de derechos y principios constitucionales, el juez de

tutela, concluye que CARLOS OSORIO está incumpliendo con los deberes de protección y

cuidado a los padres en la ancianidad, lo que amenaza los derechos fundamentales del

peticionario, es decir, el padre Carlos Ernesto

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