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EN SALA PLENA
MAGISTRADO PONENTE: MARCO ANTONIO MEDINA SALAS
I ANTECEDENTES
Mediante escrito de fecha 13 de julio de 2015, el ciudadano Jhonny Ramón Tovar Martínez,
antes identificado, actuando en nombre propio y sin asistencia judicial, conforme con lo previsto en
el único aparte del artículo 28 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa,
ejerció la “Demanda de Reclamo por la Demora y Deficiente Prestación del Servicio Público” contra la
empresa Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), sobre la base de los
siguientes alegatos:
Manifiesta, “[ser] titular de un número de teléfono identificado con el número (...) cuyo
aparato telefónico es un teléfono portátil, de cuya línea [es titular desde hace] más de 10 años, y que
se encuentra ubicado en la Urbanización 450 años edificio Dividivi (...); y que [ha] venido pagando
puntual y oportunamente las mensualidades que no llegan actualmente a Bolívares SESENTA (Bs.
60,00)”.
Asegura, que “desde hace tres meses en el mes de marzo, aun cuando tenía [su] teléfono
pago sin deuda alguna, [le] cortaron la línea. Al preguntar al 0800CANTV00, [le] informaron que
había un error. En ese momento no entend[ió], pero posteriormente al revisar[se] por internet,
verifi[có] que tenía una deuda de más de BOLÍVARES TRECE MIL (Bs. 13.000,00) (...) [se] dirig[ió] a
las oficinas de CANTV ubicadas en el Centro Comercial Costa Azul, y al ser atendido por uno de sus
funcionarios, [le] informaron que la [referida] deuda (...) era por motivo de decenas de llamadas al
país de Ecuador y a Francia (...). Inmediatamente le dij[o] que eso era imposible (...) el funcionario de
cantv (sic), tomó nota de [su] denuncia prometi[éndole] que ellos investigarían”.
Sostiene, que “Desde la fecha de esa denuncia hasta la presente, nadie se ha
comunicado [con él], [su] teléfono sigue cortado, más sin embargo en pantalla no [le] aparece
deuda”. En este sentido, señala que “no solamente [está] incomunicado al no tener línea de
teléfono, sino que constantemente [lo] llaman de un teléfono de Caracas (...) hostig[ándolo] que
ellos son una recuperadora de deuda y que deb[e] cancelar Bolívares Sesenta (Bs. 60,00) (sic)”.
Aduce, que “estamos en presencia de una omisión por parte de cantv (sic) al no
haber[le] solucionado el problema; estamos en presencia de una demora al haber transcurrido
mucho tiempo sin solución y por ende una deficiente prestación del servicio. En
resumen (...) [ha] agotado diversas vías para que [le] restablezcan el servicio telefónico siendo por
demás inútil”.
En razón de lo expuesto, solicita se ordene a la empresa Compañía Anónima Nacional
Teléfonos de Venezuela (CANTV) restablecerle el servicio telefónico, así como realizar las gestiones
pertinentes a fin de determinar de quién es la deuda de trece mil bolívares (Bs. 13.000,00), ya que
“[le] están perjudicando y utilizando [su] línea donde solamente tienen acceso ellos a través de la
tecnología con la que cuentan”.
Finalmente, pide la tramitación de la demanda por el procedimiento breve establecido en
los artículos 67 y siguientes de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, y sea
acordada a su favor una medida cautelar innominada, de acuerdo a lo previsto en los
artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil.
Previa distribución, el conocimiento de la causa correspondió al Juzgado Cuarto de
Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Miranda de la Circunscripción Judicial del
Estado Falcón, el cual por auto del 16 de julio de 2015, admitió la demanda y, en consecuencia,
ordenó la notificación a la Defensoría del Pueblo, al Instituto para la Defensa de las Personas en el
Acceso a los Bienes y Servicios (INDEPABIS) -hoy Superintendencia Nacional para la Defensa de los
Derechos Socioeconómicos (SUNDDE)-, al Ministerio Público, a la Alcaldía del Municipio Miranda de
ese Estado y a la Procuraduría General de la República; así como la citación de la Compañía Anónima
Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), para rendir el informe al que se refiere el artículo 67 de
la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Mediante diligencia del 13 de agosto de 2015, el Alguacil del mencionado Juzgado dejó
constancia de la imposibilidad de realizar la citación de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela (CANTV), y la notificación al Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los
Bienes y Servicios (INDEPABIS) -hoy Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos
Socioeconómicos (SUNDDE)-, al Ministerio Público, a la Alcaldía del Municipio Miranda y a la
Procuraduría General de la República, “por no haber [el accionante] consignado hasta la fecha los
emolumentos para su práctica”.
Por sentencia del 13 de agosto de 2015, el Juzgado Cuarto de Municipio Ordinario y Ejecutor
de Medidas del Municipio Miranda de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón declaró su
incompetencia por la materia y declinó el conocimiento del asunto en el Juzgado Superior de lo
Contencioso Administrativo de la referida Circunscripción Judicial, al cual remitiría el expediente al
vencimiento del lapso previsto en el artículo 69 del Código de Procedimiento Civil, para el ejercicio
del recurso de regulación de competencia.
Fenecido el referido lapso sin que la parte demandante interpusiera el aludido recurso, las
actuaciones fueron enviadas al Juzgado Superior de lo Contencioso Administrativo de la
Circunscripción Judicial del Estado Falcón, el cual lo dio por recibido el 23 de septiembre de 2015.
En fecha 27 de octubre de 2015, el aludido órgano jurisdiccional dictó la sentencia número
179, en la que no aceptó la competencia declinada para conocer la demanda y planteó de oficio la
regulación de competencia ante la Sala Plena, con base en lo dispuesto en los
artículos 70 y 71 del Código de Procedimiento Civil.
Notificada la referida decisión al accionante, por oficio JSCA-FAL-001237-2015 de fecha 9 de
diciembre de 2015, el expediente fue remitido a esta Sala Plena.
II DECLARATORIAS DE INCOMPETENCIA
Para decidir la regulación de competencia planteada de oficio, es necesario que la Sala Plena
establezca previamente su competencia y, en tal sentido, debe atender a lo dispuesto en los
artículos 70 y 71 del Código de Procedimiento Civil, según los cuales: “Cuando la sentencia declare la
incompetencia del juez que previno, por razón de la materia o por el territorio en los casos del
artículo 47, si el Juez o Tribunal que haya de suplirle se considerase a su vez incompetente, solicitará
de oficio la regulación de competencia”, para lo cual se remitirá copia “a la Corte Suprema de Justicia
si no hubiere un Tribunal común a ambos jueces en la Circunscripción ”, sin indicar la norma cuál Sala
específicamente es la llamada a conocer.
En este orden de ideas, el artículo 266, numeral 7, de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela atribuye a las Salas del Tribunal Supremo de Justicia la competencia para
“Decidir los conflictos de competencia entre tribunales, sean ordinarios o especiales, cuando no
exista otro tribunal superior o común a ellos en el orden jerárquico”.
Por su parte, el numeral 3, del artículo 24, de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela número 39.522 de
fecha 1º de octubre de 2010, prevé la competencia de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
para “Dirimir los conflictos de no conocer que se planteen entre los tribunales de instancia con
distintas competencias materiales, cuando no exista una Sala con competencia por la materia afín a
la de ambos”.
Finalmente, el artículo 31, numeral 4, de la referida Ley establece como competencia común
de cada Sala del Tribunal Supremo de Justicia la decisión de “los conflictos de competencia entre
tribunales, sean ordinarios o especiales, cuando no exista otro tribunal superior y común a ellos en el
orden jerárquico”.
De las normas citadas se desprende que la Ley Orgánica que rige las funciones del Tribunal
Supremo de Justicia, atribuye a todas las Salas del Máximo Tribunal el conocimiento de las
regulaciones de competencia planteadas con ocasión de los conflictos surgidos entre tribunales sin
superior común; reservando a la Sala Plena la competencia para conocer dichas incidencias cuando
no exista una Sala afín con las materias conocidas por los tribunales involucrados.
Bajo esta premisa, de las actas del expediente se aprecia que en el caso bajo examen los
tribunales que declararon su incompetencia para tramitar la “Demanda de Reclamo por la Demora y
Deficiente Prestación del Servicio Público” -Juzgado Cuarto de Municipio Ordinario y Ejecutor de
Medidas del Municipio Miranda de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón y Juzgado Superior
de lo Contencioso Administrativo de la misma Circunscripción Judicial- conocen, en principio, de
materias distintas (civil y contencioso administrativa) y no tienen en su circunscripción un Juzgado
Superior común a ambos.
No obstante lo anterior, la Sala observa que la demanda ejercida por el ciudadano Jhonny
Ramón Tovar Martínez fue interpuesta ante el prenombrado Juzgado Cuarto de Municipio Ordinario
y Ejecutor de Medidas del Municipio Miranda de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón,
indicando expresamente el accionante que su reclamo está dirigido contra la sociedad
mercantil Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), con motivo de los
inconvenientes presentados con su línea telefónica, relacionados con el cobro de una supuesta
deuda y la suspensión del servicio.
Asimismo, se evidencia que el demandante solicitó al mencionado órgano jurisdiccional que
la causa fuese tramitada conforme con lo previsto en los artículos 67 y siguientes de la Ley Orgánica
de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, los cuales regulan el procedimiento denominado
“breve” aplicable a las demandas incoadas por la “omisión, demora o deficiente prestación de los
servicios públicos”.
En razón de lo anterior, la Sala estima pertinente hacer referencia a lo establecido en el
artículo 26, numeral 1, y en la Disposición Transitoria Sexta de la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, los cuales disponen lo siguiente:
“Artículo 26. Los Juzgados de Municipio de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa son competentes para conocer de:
1. Las demandas que interpongan los usuarios o usuarias o las organizaciones
públicas o privadas que los representen, por la prestación de servicios públicos.
(...)”.
“DISPOSICIONES TRANSITORIAS
(...)
Sexta. Hasta tanto entren en funcionamiento los Juzgados de Municipio de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, conocerán de las competencias
atribuidas por esta Ley a dichos tribunales, los Juzgados de Municipio.”
IV OBITER DICTUM
Sin perjuicio de la anterior declaratoria, esta Sala Plena estima oportuno poner de relieve la
especial atención que deben prestar los Jueces y las Juezas de la República a las regulaciones de
competencia que sean planteadas en casos como el de autos, relacionadas con los reclamos por la
prestación de servicios públicos.
De acuerdo con lo dispuesto en los artículos 28 y 60 del Código de Procedimiento Civil, la
competencia por la materia es un asunto de orden público, revisable en cualquier estado y grado del
proceso y determinable por la naturaleza de la cuestión que se discute, y por las disposiciones
legales que la regulan; cuyo establecimiento por parte del o la Constituyente y/o el Legislador o la
Legisladora, en los diferentes textos normativos, se encuentra guiada por la garantía de tutela
judicial efectiva consagrada en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Desde una perspectiva subjetiva y más concreta, el establecimiento de las competencias de
cada uno de los Tribunales de la República está orientada en función del o la justiciable,
específicamente, de su derecho a ser juzgado o juzgada por el Juez o Jueza natural (numeral 4 del
artículo 49 de la Constitución), entendiéndose como tal “aquel [o aquella] que resulte más idóneo o
adecuado [idónea o adecuada] para efectuar el pronunciamiento, siendo (...) aquél
predeterminado [o predeterminada] en la ley, es decir, a quien la normativa aplicable al caso
concreto atribuya el conocimiento de determinados asuntos”. (Vid. sentencia de la Sala Político
Administrativa número 00656 del 4 de junio de 2008).
A juicio de la Sala, la naturaleza de lo debatido -como criterio de competencia material- y el
derecho al Juez o Jueza natural -manifestación del derecho al debido proceso de las partes-, son
aspectos que debe tomar en cuenta el operador o la operadora de justicia para verificar, ante el
planteamiento de una controversia, si le corresponde o no su conocimiento.
Cabe recordar que en casos como el de autos, la pretensión principal está íntimamente
ligada con un servicio público: sea por su falta de prestación o su prestación deficiente o anormal
por parte del Estado o de algún ente privado, respecto a una persona en particular o a un colectivo.
Tales situaciones son susceptibles de generar multiplicidad de reclamos que deben ser atendidos
con prontitud en razón de satisfacer las necesidades básicas de la población y, por ende, el interés
público que los mismos involucran.
Como lo señala la doctrina patria, “en la noción de servicio público, el interés público se
presenta como el denominador común de todos los servicios públicos; es pues, una constante. (...) En
efecto, más allá de la diversidad de objetos -cada servicio público tiene un objeto específico en
concordancia con la especificidad de la prestación que se entrega (energía, agua, gas, etc.)- se
encuentra la identidad del fin perseguido: la satisfacción del ‘interés público’ (...)” (cfr. José Araujo
Juárez, Manual de Derecho de los Servicios Públicos, Caracas, Vadell, 2003).
Además, debe considerarse que en las demandas relacionadas con los servicios públicos
generalmente se denuncia la transgresión de los derechos constitucionales asociados al servicio (por
ejemplo: la salud, la vida, la alimentación, el ambiente sano); siendo lo pretendido por los
interesados o las interesadas el efectivo cumplimiento del prestador o la prestadora de dichos
servicios con la garantía de observancia a los principios básicos de dicha actividad, como lo son: la
regularidad, la eficiencia, la continuidad, la calidad, la obligatoriedad, la igualdad, la
proporcionalidad, entre otros.
Sobre la base de las consideraciones expuestas, aun cuando es totalmente factible que ante
el planteamiento de una controversia puedan presentarse dudas acerca de cuál es el órgano
jurisdiccional llamado a conocer la demanda, y que el ordenamiento jurídico ponga a disposición del
Juez o la Jueza y de las partes interesadas la posibilidad de solicitar la regulación de competencia
conforme a las reglas procesales establecidas en los artículos 70 y 71 del Código de Procedimiento
Civil, la Sala estima imperativo hacer un llamado a los Jueces y las Juezas de la República a los cuales
le sean planteadas reclamaciones en materia de servicios públicos para que, en aras de la realización
de la justicia, al momento de verificar su competencia para conocer el asunto atiendan a las
disposiciones especiales que regulan la competencia para conocer la materia de fondo debatida -
prestación de servicios públicos- y, así, evitar el surgimiento de conflictos competenciales que,
además de innecesarios dada la claridad de la norma que atribuye la competencia, retarden la
tramitación de la causa y la decisión definitiva de la misma en perjuicio de los y las justiciables.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no solo consagra en su artículo 26
el derecho de todos los ciudadanos y las ciudadanas al acceso a los órganos de administración de
justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos y difusos, la tutela efectiva
de los mismos y la obtención, con prontitud, de la decisión correspondiente; sino que en su artículo
259 impone a los órganos de la jurisdicción contencioso administrativa el deber de “disponer lo
necesario para el restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad
administrativa”; obligación que se materializa con el correcto y oportuno acatamiento de la
distribución de competencias atribuidas a los Tribunales de dicha jurisdicción, evitando de esa forma
la ocurrencia de faltas disciplinarias por parte de los Jueces y las Juezas que puedan devenir en la
imposición de alguna sanción disciplinaria.
IV DECISIÓN
Con fundamento en los razonamientos antes señalados, esta Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
declara:
1. Su INCOMPETENCIA para decidir la solicitud de regulación oficiosa de competencia
formulada de oficio en la “Demanda de Reclamo por la Demora y Deficiente Prestación del Servicio
Público” ejercida por el ciudadano JHONNY RAMÓN TOVAR MARTÍNEZ contra la sociedad
mercantil COMPAÑÍA ANÓNIMA NACIONAL TELÉFONOS DE VENEZUELA (CANTV).
2. DECLINA en la SALA POLÍTICO ADMINISTRATIVA del Tribunal Supremo de Justicia, la
competencia para decidir la mencionada regulación oficiosa de competencia, a la cual se ordena la
remisión del expediente.
Publíquese, regístrese y comuníquese. Cúmplase lo ordenado.
Los Directores,
MARÍA CAROLINA AMELIACH VILLARROEL GUILLERMO BLANCO VÁZQUEZ