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Metodología:

Como hemos observado, el emprendimiento en Ecuador ha evolucionado con el


paso de los años y ha sido un punto focal dentro del discurso de los principales líderes
políticos del país. Sin embargo, el emprendimiento sigue teniendo dificultades para
mantenerse como un medio de subsistencia formal y que genere empleo e innovación en
el país. A pesar de esto, la población más joven en Ecuador, y en el mundo, cada vez
mira con mejores ojos a la posibilidad de emprender, incluso si se tiene que mantener un
empleo formal, mientras se inicia con el emprendimiento.
La parte principal del análisis se centró en los jóvenes, los cuales serán
delimitados en un rango de edad de 23 a 32 años, que hayan terminado sus estudios
universitarios y que estén en proceso de crear un emprendimiento o que ya lo tengan
establecido. Esto tiene como objetivo principal entender los procesos de las nuevas
generaciones para emprender, es decir, momentos en los que se tomó esta decisión,
ventajas frente a un trabajo asalariado formal, influencias, objetivos a corto y largo
plazo, entre otras. Los jóvenes son el punto focal de la investigación debido a que son
quienes más expuestos están a las nuevas formas de emprender en el mundo digital, así
como son los grupos con mayores tasas de desempleo o de empleo a medio tiempo.
Para conseguir entender de mejor manera este proceso, la metodología utilizada
fue principalmente cualitativa, pero se realizó la búsqueda de datos en diferentes fuentes
como el Banco Mundial o del Instituto de Estadísticas y Censos del Ecuador. Por otra
parte, la parte cualitativa se llevo a cabo en base a la realización de entrevistas
semiestructuradas, manteniendo un guion flexible para que los participantes puedan
hablar de sus experiencias libremente, sin salir del tema central. La entrevista es una
conversación planificada y dirigida diseñada para obtener percepciones, opiniones e
ideas de varias personas que comparten una o más características relevantes para el
estudio. La discusión guiada proporciona un entorno seguro y confidencial en el que los
participantes expresan sus ideas. Como mencioné anteriormente, las preguntas están
destinadas a comprender los inicios de los emprendimientos de estos individuos, desde
sus ideas iniciales, cómo decidieron que este era el camino que tomar y el porqué de su
respectivo emprendimiento. Así mismo, se realizaron preguntas que busquen conocer el
nivel de dificultad que cada participante ha sentido que ha tenido al iniciar el

1
emprendimiento. Esto tiene como punto principal las dificultades, ventajas y apoyo que
han recibido del gobierno o de otras entidades independientes no gubernamentales.
Las entrevistas fueron conducidas por el autor, principalmente de forma online,
aunque algunas fueron desarrolladas presencialmente. En promedio cada entrevista tuvo
una duración de 40 minutos, en las que los participantes comentaron su desarrollo
profesional y los caminos que tomaron para desarrollar su emprendimiento, así como su
actualidad laboral. Los participantes fueron contactados mediante la metodología de
bola de nieve, es decir, contacté directamente con un participante que a su vez me
entregó los contactos de otros posibles participantes. El número de entrevistados finales
fue de 8, con 5 participantes mujeres y 3 participantes hombres. Tras recibir los
contactos de los posibles participantes, simplemente se los contactó por email o vía
WhatsApp para concretar un momento conveniente para desarrollar la entrevista.
Los participantes tienen un promedio de edad de 26 años, donde el mayor de los
participantes tiene 31 años, mientras que el menor de los participantes tiene 24 años. Al
llenar sus datos personales, siempre manteniendo el anonimato, todos los participantes
se autodefinieron como mestizos de un estrato socioeconómico medio y medio-alto.
Solamente 2 participantes realizaron sus estudios universitarios en una Universidad
pública, mientras que el resto los llevaron a cabo en Universidades privadas.
Finalmente, los emprendimientos de dichos participantes variaban bastante en cuanto a
tipo y duración. El emprendimiento más establecido, tiene 3 años de duración, cuenta
con 3 empleados y sus ingresos, como mencionó su fundador, es suficiente para
mantener a estos 3 empleados y permitirle no tener que buscar otro empleo además del
emprendimiento.

Tabla 1. Perfiles de los entrevistados.


# Género Graduado Sector del Años de Ciudad
Entrevistado emprendimiento emprendimient
o
Entrevistado M Relaciones Comida 2 Quito
1 Internacionales
Entrevistado M Ingienería Contratista 3 Quito
2 Civíl

2
Entrevistado F Diseño Diseño Gráfico 2 Quito
3 Gráfico
Entrevistado F Diseño Diseño Gráfico 2 Quito
4 Gráfico
Entrevistado F Psicología Psicología 1 Quito
5
Entrevistado M Negocios Comida 1 Quito
6
Entrevistado F Arquitectura Diseño de 2 Quito
7 Interiores
Entrevistado F Leyes Bienes Raíces 2 Quito
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Como mencioné, los emprendimientos eran diversos, muchos se basaban en la


misma experticia de sus creadores, es decir, una psicóloga abrió su propio consultorio.
Por otro lado, muchos tenían poca relación con la especialidad del participante, debido a
que varios eran negocios de comida o de bienes raíces, mientras que los participantes se
especializaron en temas completamente diferentes como filosofía o abogacía. En líneas
generales, se conformó un grupo heterogéneo en ciertos aspectos, como las industrias a
las que pertenecen los emprendimientos y sus años de vida, mientras que se buscó un
grupo homogéneo en términos de educación y edades de los participantes. Los
participantes dieron su consentimiento informado antes de cada entrevista. Finalmente,
las entrevistas fueron analizadas de forma independiente por el autor mediante un
procedimiento de tres etapas. La codificación abierta identifica conceptos subyacentes,
mientras que la codificación axial desarrolla categorías y propiedades, y la codificación
selectiva integra la información para identificar las dimensiones clave de los datos
cualitativos colectivos (Strauss, 1998).

Evolución del concepto del trabajo:

El trabajo evolucionó hacía relaciones salariales a partir del siglo XIX con
nuevas dinámicas con respecto al trabajo pensado como empleo. Durante el siglo XIX el

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trabajo era considerado más bien una ocupación, donde mantenerse con una ocupación
era una obligación dentro de la sociedad, sobre todo, para los estratos más populares.
Las ideas principales de esta época se basan en que la ocupación es una obligación
natural, por ende, no representa un problema a ser tomado en cuenta (Díez, 2014). Así
mismo, se consideraba que la desocupación era un fenómeno menor que solo ocurría
por factores exógenos al mercado, ya que se responsabilizaba a los individuos de no
tener todos los requisitos necesarios para acceder al mercado, y en ciertos casos se
aludía a diferentes crisis, ya sean regionales o sectoriales. La desocupación, por lo tanto,
no era vista como un problema grave, pero sí empezaron a existir políticas de
beneficencia para poder ayudar a quienes eran considerados como desocupados o
pobres inútiles, que eran personas que han visto afectadas sus capacidades para trabajar
de forma temporal o permanentemente. Se trataba de que estas políticas no ayuden a
quienes eran considerados como desocupados o pobres útiles, ya que estas personas no
tenían ningún tipo de excusa para mantenerse como desocupados. El peculiar problema
de la desocupación, si es que no se tenía una excusa de peso, era visto como un
problema de carácter individual, donde las personas que podían trabajar y no lo hacían
era porque no tenían la fuerza de carácter para adecuarse a nuevos sectores de trabajo
(Díez, 2014).
A partir de la segunda revolución industrial, el trabajo como empleo empezaría a
consolidarse en las sociedades europeas. Entre finales del siglo XIX e inicios del siglo
XX, se empiezan a notar rasgos del trabajo muy diferentes a los vistos en la mayoría del
siglo XIX. La segunda revolución industrial y las nuevas visiones sobre desempleo,
salario, movilidad humana en general, fueron algunos de los puntos que terminaron por
resquebrajar el trabajo como ocupación tan inherente del siglo XIX. El cambio más
importante fue el de la nueva visión sobre la desocupación, la cual paso de ser un mal
principalmente subjetivo o moral a ser un problema propio de la sociedad industrial. En
otras palabras, el problema dejo de ser personal a ser un problema del sistema. Esto a su
vez generó que los representantes políticos tomen acción, generando políticas que
ataquen directamente a esta problemática (Díez, 2014). El trabajo evolucionaría hasta lo
que ha llegado a considerarse como “pleno empleo”, el cual tiene como características
principales la seguridad laboral y ciclos de vida bien marcados (Castel, 2010). La
educación era principalmente primaria, ya que en un mundo dominado por el trabajo

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industrial no era necesaria una educación más avanzada, además que niveles educativos
más avanzados eran exclusivos para hombres. Las minorías que accedían a educación
más avanzada tenían, prácticamente, las puertas abiertas para alcanzar escalones más
altos en la competencia laboral. Para las mayorías con ciclos cortos de educación sus
posibilidades de mejorar y subir escalones de competencia se basaban principalmente en
la experiencia y antigüedad en el trabajo (Alonso, 2004). La antigüedad era a lo que la
gran parte de trabajadores apuntaban para mantener su trabajo y, como se mencionó
anteriormente, mejorar en la jerarquía laboral. Esto se debe a que, si existía la necesidad
de recortar personal, normalmente las personas con menos tiempo en la empresa eran
los primeros en salir. A medida que la edad de los trabajadores se incrementaba, sus
posiciones laborales también cambiaban en favor de “puestos suaves” que faciliten el
camino de trabajador a jubilado, mientras que los jóvenes aprovechaban esto para
adentrarse en el mercado laboral en puestos, mayoritariamente, de aprendizaje y así ir
generando sus ciclos de vida, lentos, pero de alguna forma asegurados. La seguridad
laboral, por lo tanto, era algo bastante común, incluso en términos de seguridad social,
ya que el sistema de seguros sociales se basaba en la contribución profesional,
eliminando así su universalidad. Así mismo, los seguros sociales se encontraban
arraigados al trabajo masculino, teniendo este acceso directo al seguro y el resto de su
familia por extensión. Como hemos podido observar estás características de trabajo
demuestran cómo este era el núcleo de todo tipo de relación dentro de la sociedad, en
otras palabras, todo giraba en torno al trabajo (Alonso, 2004).
Sin embargo, esta forma de trabajo como un empleo “seguro” no tardaría en
empezar a sufrir cambios. De estas transformaciones existen 2 que han sido
fundamentales para que el fenómeno de trabajo cambie. Primero, la desocupación
masiva, que indica a millones de personas que se encuentran sin trabajo, a pesar de
varias intervenciones políticas para que esto cambie. La segunda, tiene que ver con las
nuevas formas de trabajo, denominadas “atípicas”. Estas nuevas formas de trabajo
tienen como características principales las jornadas laborales parciales, alta alternancia
entre empleos, actividad contra inactividad. Esto puede ser descrito como precariedad,
especialmente entre las personas más jóvenes quienes son los que experimentan este
tipo de situaciones en mayor número (Castel, 2010). Este tipo de precariedad en sus
inicios fue visto solamente como una crisis, y la rotación constante de trabajos fue vista

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como algo positivo, sobre todo para los jóvenes, quienes se nutrirían de más experiencia
laboral. Tras esto, la concepción del trabajo pasó a ser “posfordista”, donde el trabajo y
actores no son homogéneos, sino que se genera una nueva estructura caracterizada por
la mezcla de perfiles. Esto puede darse en términos de edad, competitividad,
individualismo, identidades, entre otras (Alonso, 2004). Las relaciones laborales cada
vez son más cambiantes y menos claras en términos de relaciones entre sus actores
principales: empleados y empleadores. Los nuevos trabajos considerados “atípicos”
toman varias formas, no solo en términos de contratos parciales o desempleo general,
sino también en ambiente laboral, relaciones “freelance” y empleadores invisibles. El
ambiente laboral cada vez es mas cambiante, entre otras cosas, debido al aumento de
trabajadores que realizan sus actividades desde casa o desde sitios diferentes a una
oficina tradicional (Valenduc, 2019). Así mismo, esto se vio como una consecuencia
directa de las nuevas empresas que manejan empleados invisibles que trabajan
realizando pequeñas tareas dentro de diferentes plataformas por lo que de alguna forma
no conocen a su empleador y pueden manejar sus tiempos en base a lo que ellos
prefieran. Estos últimos trabajadores tienen varias similitudes con los freelances, pero
quienes trabajan a menudo en estas empresas y en estos “trabajitos” o “mini-trabajos”,
no suelen ejercer su profesión, mientras que muchos otros freelances, como diseñadores
gráficos, sí lo hacen (Valenduc, 2019).
Basándonos en el texto de Laval y Dardot (2013), podemos afirmar que el nuevo
sujeto neoliberal mantiene múltiples empleos que normalmente caen en las categorías
de inciertos, flexibles, precarios, entre otros. Este humano, muchas veces conocido
como hombre-empresa o sujeto empresarial, es aquel individuo necesario para la
transformación de la sociedad. Este nuevo sujeto puede ser captado en base a prácticas
discursivas e institucionales, que van moldeando las nuevas características de los
sujetos. Este sujeto tiene que ser sumamente competitivo a un nivel globalizado, ya que
este es el nuevo mundo en el que vivimos y ya no se compite solamente a nivel regional
o nacional, pero a un nivel mucho más macro. La transición del pleno empleo al tipo de
empleo que conocemos y vivimos día a día se ha visto envuelto por nuevos procesos de
flexibilización que permitan la entrada de grupos algo más vulnerables al mercado
laboral y así evitar las altas tasas de desempleo. Sin embargo, debido a los altos niveles
de precariedad que puede llegar a generar una flexibilización sin mayor control ha

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surgido un nuevo concepto conocido como flexiguridad (Laval & Dalot, 2013). Este
concepto tiene como principales puntos de acción generar un equilibrio entre la
seguridad característica del pleno empleo y la flexibilización. Si bien este concepto no
es reconocido a nivel global, la Comisión Europea maneja una definición que mira a la
flexiguridad como una estrategia para potenciar tanto la flexibilidad como la seguridad
en el mercado laboral.
Hoy en día, la función del trabajo ha cambiado para un determinado tipo de
trabajo y éste ha empezado a transformarse en un medio de realización personal
individual. Este proceso mantiene algunas características que varios profesionales
buscan para que sus trabajos sean lo suficientemente significativos para cada uno. El
nivel de significatividad es otorgado como un valor intrínseco del trabajo que le da cada
persona. Hackman y Oldham (1980) dan una definición sobre esta característica, que se
basa en cuánto vale la pena realizar este trabajo y qué tan valioso es para cada persona.
Otra característica que trata de explicar cómo se promueve un trabajo significativo es el
propósito más alto de realizar dicho trabajo (Martela, 2018). Este propósito más alto es
tanto a nivel personal como de la sociedad, es decir que tu trabajo ayude de alguna
forma más allá de tus propios beneficios o que te encamine personalmente para hacerlo.
En otras palabras, esto es algo más importante que simplemente ganar dinero.
Finalmente, la realización personal es fundamental dentro de un trabajo significativo, ya
que es la dimensión más importante al momento de querer mostrarnos tal y como somos
a través del trabajo (Martela, 2018). Este punto ha sido exaltado por varios autores
como Schwartz (1982), quién define a la realización personal en el trabajo como
permitir a todas las personas ser autónomas y auténticas mientras realizan su trabajo.

Situación del empleo y desempleo en el mundo:


La definición de desempleo ha sido muy cambiante a través del tiempo, y no se
lo conocía de la misma forma en la que lo conocemos hoy en día. Este término
cambiaba sus orígenes etimológicos de idioma a idioma, lo que le daba un espectro
mayor de posibles significados que examinaremos brevemente a continuación.
Unemployment surge con un significado similar al actual a partir del siglo XIX, antes de
esto hacía referencia a individuos, hombres, o cosas que no tenían utilidad. El término
utilizado para referirse a las personas sin trabajo era idleness, que mantiene

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connotaciones algo más despectivas, ya que consideraba a quien no tenía trabajo un
ocioso. En Francia el término surge en etapas similares, pero en este idioma
simplemente se cambia el significado del término chômage, que en sus inicios
significaba tomárselo con calma. De igual manera, en el idioma italiano, el significado
de este concepto cambia en el siglo XIX (Pugliese, 2000). Su significado anteriormente
hacía referencia a la agencia de cada individuo, a sus actitudes negativas que generaban
que no se asuman responsabilidades o compromisos.
Tras toda esta evolución terminológica, solamente a principios del siglo XX se
empezó a manejar el mismo significado para desempleo, aunque puede ser cambiante
entre contextos sociales, por lo que una definición exacta, absoluta y universal es difícil
de entregar. Según la OIT (1987), el desempleo incluye a toda persona que tenga una
determinada edad, que puede variar entre países, y que cumpla con estas características:
1) Sin trabajo por cuenta ajena o propia; 2) Disponibles para trabajar por cuenta ajena o
propia; 3) Actuando para encontrar un trabajo.
Para el desempleo también se han manejado diversos conceptos y definiciones,
siendo una de las más importantes la realizada en 1954 por parte de la Conferencia de
Estadísticos del Trabajo que fue siendo manejada y mejorada hasta 1982. Esta
definición busca entregar directrices de las condiciones necesarias para que una persona
sea considerada como parte del grupo de desempleados. El primer, y más obvio,
requerimiento para ser desempleado es no mantener ningún tipo de empleo, asalariado o
independiente, en el momento de referencia. Así mismo, son personas que tienen la
capacidad y disponibilidad para poder acceder a alguno de estos formatos de trabajo.
Finalmente, también incluyen a las personas que están buscando empleo de forma
continua y de forma reciente.
Por otra parte, la OIT en el Convenio sobre el fomento del empleo y la
protección contra el desempleo de 1988 utilizó otra definición con muchas similitudes,
donde una persona desempleada tenía que tener un cierto rango de edad y durante un
tiempo específico se encuentren en las siguientes condiciones o categorías:
1. Trabajadores disponibles con contrato de trabajo expirado o suspendido y se
encuentren buscando empleo.

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2. Personas disponibles para trabajar que, en su última situación, hayan mantenido
una relación no asalariada, es decir independiente o empleador, e incluso
personas que se hayan retirado temporalmente de la vida activa.
3. Personas con una oferta formal para trabajar en el futuro cercano.
4. Personas suspendidas sin sus derechos de remuneración.
Claramente se presentan ciertas ambigüedades, teniendo en cuenta que muchas
veces se presta para interpretación diferentes cuestiones referentes al empleo o
desempleo como la disponibilidad para trabajar, ya que se dejan en el aire ciertos
determinantes para estar disponible como la voluntad de trabajar o sus capacidades,
mientras que parece que se hace énfasis solamente en una disponibilidad sin rodeos para
el trabajo (Neffa, 2014). Por otro lado, es importante definir rápidamente el trabajo
informal, debido a que este es sumamente común en América Latina. Básicamente estos
sectores tienen la característica de mantener mercados de entrada fácil debido a que no
se encuentran bien reglamentados, por lo que los tipos de trabajadores que se adentran a
estos negocios son personas muchas veces marginadas de otros tipos de trabajos y
predominan las personas que actúan como trabajadores familiares no remunerados.
Según Neffa, et al (2014), la informalidad también podría definirse como el resultado
del exceso de oferta de mano de obra, que conlleva a varios individuos a buscar nuevos
medios para generar ganancias, así como un método de descentralización que cada vez
se hace más común a nivel global, debido a que ayuda a reducir costos operativos fijos y
variables.
Como podemos observar en el gráfico 1, tomando como base los datos del Banco
Mundial, el desempleo a nivel global ha tenido cambios de los cuales denotan los
momentos de crisis, ya que en los años previos de bonanza o estabilidad se ven
reducciones significativas, como los años previos al 2008, pero al momento de la crisis
se pueden ver picos importantes. El desempleo en general ha ido incrementándose en el
mundo, con ciertos factores que le afectaron como la globalización, uno de los picos
más importantes fue en el 2003, pero ya ha sido superado por el desempleo
experimentado en el 2020, claramente siendo un efecto importante de la pandemia. Así
mismo, cabe recalcar que existen diferentes regiones que mantienen índices de
desempleo mucho más grandes y cambiantes a lo largo del periodo mencionado. Por

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ejemplo, Europa y Asia Central tuvo un pico de desempleo mucho mayor al global, con
un índice de 10,7% en 1998 y con un índice actual de 7,1% de desempleo.

Gráfico 1. Desempleo Mundial % del total de la fuerza laboral


7.00

6.00

5.00

4.00

3.00

2.00

1.00

0.00
91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
19 19 19 19 19 19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20

Fuente: Banco Mundial.

El desempleo a nivel global es un problema que, como hemos podido observar,


persiste y que gracias a la coyuntura actual de la pandemia se ha visto agravado. Sin
embargo, este no es el único problema que se maneja dentro de los mercados laborales,
ya que según la OIT (2019), uno de los principales problemas es el empleo de mala
calidad. El análisis informativo de la OIT busca demostrar en base a datos esta
situación, explicando inicialmente que una mayoría importante de los aproximados
3300 millones de individuos empleados en el mundo no goza de una seguridad
económica, bienestar material, entre otros beneficios que pueden ser recibidos mediante
un empleo de calidad. El artículo menciona que la reducción del desempleo a nivel
global es indudable, pero esto no se ve reflejado bajo ninguna circunstancia en una
mejora en la calidad del trabajo. La carencia de trabajo de calidad genera mucha
negatividad en la consecución de la promoción de trabajo decente establecido en los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, siendo claramente inalcanzable en estos momentos,
siendo un objetivo sumamente importante para la organización, debido a que lo ven
como un estado fundamental para el verdadero desarrollo sostenido de un individuo.

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Esto se debe a que el tener empleo no genera por sí solo un estado digno de vida, debido
a que aproximadamente 700 millones de personas viven en situación de pobreza
extrema o moderada a pesar de tener empleo (OIT, 2019). La OIT, menciona que a nivel
global se mantienen muchas tendencias negativas en cuanto al mercado laboral, dando
importancia a las desigualdades de género tan marcadas que se siguen perpetuando en la
actualidad. Esto se debe a que para el año 2018 la tasa de participación laboral femenina
fue del 48% en comparación con el 75% de la tasa masculina. De igual manera, la
fuerza laboral femenina predomina dentro de cuestiones como el empleo informal o no
reconocido que engloba a casi el 61% de la población activa en el mundo. Dentro del
mercado laboral y sus grandes fallos a nivel mundial es la precariedad dentro de la
población más joven, ya que los menores de 25 son el grupo de edad más desfavorecido,
puesto que una de cada cinco personas no trabaja, ni estudia, ni recibe formación.
Posteriormente, la Organización Internacional de Trabajo (2019) hace un
balance general del mundo laboral dividido entre regiones. Como se mencionó, el
desempleo no es alto a nivel mundial y en la región de África no es diferente, sin
embargo, en el continente se sufre de la precarización laboral que engloba la falta de
seguridad y protección social, así como una remuneración digna. Estos problemas se
ven potenciados a futuro debido a que se prevé que la población activa incrementará en
cerca de 14 millones de individuos, que a su vez conllevarán serios problemas debido al
bajo crecimiento económico general que se mantiene en el continente. En Medio
Oriente, por su parte, se prevé que las tasas de desempleo se mantengan
aproximadamente en un 7%, pero con claros determinantes propios de la región, donde
en varios países predominan los migrantes como la mayor fuerza laboral, así como una
desigualdad extremadamente marcada entre sexos, debido a que las tasas de desempleo
de mujeres triplican a la de los hombres (OIT, 2019).
En Europa, en términos de desempleo, las predicciones y actualidad son
sumamente positivas, debido a que el desempleo hasta el 2019 llego a su punto más
bajo, algo que claramente cambio a partir de la pandemia, pero que es algo que ha
afectado negativamente al mercado laboral a nivel mundial. Los problemas que viven
ciertas zonas de Europa son ciertamente diferentes, debido a que Europa no tiene que
pensar en el problema de un aumento masivo de la población activa, debido a que se
piensa que esto en realidad se va a ver reducido y por ende los aplicantes a trabajos a

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futuro. Por otro lado, en Asia, la informalidad es uno de los problemas más grandes
dentro de sus mercados laborales, debido a que en la parte central y occidental del
continente es de aproximadamente del 43%. Por otro lado, en el resto del continente
asiático el desempleo no era considerado como un problema muy grande a futuro, antes
de la pandemia, pero el problema más fuerte es la carencia de protección social.
Finalmente, América Latina se esperaba que la situación tenga una mejora, aunque
mínima, en cuanto al desempleo en la región, pero al igual que en la mayoría de
regiones, la informalidad es uno de los problemas más persistentes (OIT, 2019).
Como mencionamos anteriormente, la pandemia del COVID-19 ha traído
consigo muchos problemas y cambios generalizados a nivel global desde su aparición.
En comparación con otras crisis la rapidez e impacto que ha tenido esta no ha tenido
precedentes y ningún país ha salido bien librado del deterioro del mercado laboral. Esta
crisis ha afectado a diferentes miembros de la sociedad, así como a diferentes sectores o
industrias en diferentes niveles, donde, lastimosamente, los sujetos con peores
condiciones laborales previas a la pandemia han sido quienes han sufrido más daños
durante la crisis (OIT, 2021). El impacto de la crisis no ha sido uniforme, debido a que
los grupos más afectados han sido las mujeres, los jóvenes y los trabajadores
informales. Estos grupos al partir en posiciones desfavorables antes de la pandemia, su
posición durante la misma solamente ha empeorado. Esto se debe en gran medida a que
el sector de servicios fue el que representó la mayor parte de pérdidas en cuanto a
empleo se refiere, pero como las mujeres están sobrerrepresentadas en los servicios, se
vieron afectadas en un grado relativamente mayor. El trabajo desde casa no representa
un problema por sí mismo, pero sí lo hacen diferentes dinámicas que puedan existir en
el hogar, donde muchas mujeres no pueden diferenciar tiempos de empleo y de trabajos
de cuidado, siendo estas las más perjudicadas (OIT, 2021).
La presente crisis de la pandemia también ha influido de forma negativa en
varios problemas y desafíos estructurales ya existentes en diferentes regiones a nivel
mundial. En África la economía se ha visto muy afectada, sobre todo en cuestiones de
desempleo y aumento de la pobreza. En América del Norte, la pandemia afectó
principalmente a los sistemas de salud pública, además de una reducción considerable
en las horas de trabajo y un claro aumento en el desempleo. Por otro lado, en América
Latina y el Caribe la economía informal se vio muy afectada, por lo que todos estos

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desplazados no tuvieron un mercado al cual ser absorbido. Finalmente, en Europa las
numerosas políticas de protección laboral mitigaron en cierta medida el impacto de la
pandemia, pero de igual manera sufrieron grandes impactos, sobre todo en las horas de
trabajo promedio (OIT, 2021).

El mercado de trabajo en Ecuador:

En lo que al Ecuador se refiere, este ha ido evolucionando de forma similar a la


del resto del mundo, teniendo en cuenta crisis propias del país y su contexto de no ser
un país completamente desarrollado. En rasgos generales podemos ver en el gráfico 2
que, para finales del siglo XX, la dolarización o el feriado bancario, una de las peores
crisis económicas y sociales que ha vivido el país andino tuvo lugar, generando un
incremento sumamente importante en el desempleo del país, teniendo su pico más
importante hasta la actualidad de la pandemia. Como podemos observar el país en esta
área ha mantenido aumentos y reducciones sumamente caóticas en cuanto al desempleo,
manteniendo el punto más bajo en el 2013 durante el gobierno de Rafael Correa.

Gráfico 2. Desempleo Ecuador % del total de la fuerza laboral


7

0
91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
19 19 19 19 19 19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20

Fuente: (Banco Mundial)


Sin embargo, la evolución del mercado laboral en Ecuador a partir de la crisis
antes mencionada, requiere de un análisis mucho más riguroso. Para el año 2003, la

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coyuntura económica a nivel nacional era sumamente desfavorable debido a que ciertos
indicadores como el PIB se vieron reducidos en comparación con años anteriores. Así
mismo, los precios del petróleo y las remesas tenían una tendencia negativa. Todo esto
sumado a una falta de inversión, altos costos de la mano de obra y dentro del tan
doloroso contexto inicial de la dolarización, una competitividad sumamente baja de los
productos ecuatorianos. Todo este contexto demuestra que no existían condiciones
favorables para la creación de empleo (FLACSO, 2003).
Un estudio realizado por la FLACSO Ecuador en el 2003, ayuda a observar los
principales cambios inmediatos tras la crisis de la dolarización, tomando como muestra
las 3 principales ciudades del país: Quito, Guayaquil y Cuenca. Para este análisis es
fundamental realizar una pequeña explicación de los principales indicadores utilizados,
siendo la desocupación y la subocupación. El primero indicador es claro, ya que mide la
relación entre la población activa o que busca activamente empleo, pero no logra
encontrarlo. El segundo indicador mide la relación entre la población que se encuentra
ocupada, pero no cumple los requisitos necesarios para considerarse plenamente
ocupados, es decir trabajan menos de 40 horas, reciben salarios menores a los mínimos
establecidos o no los reciben en lo absoluto. Cabe recalcar que el estudio se basa
solamente en tres ciudades, por lo que se tienen que tomar con precaución y como una
mera aproximación. El estudio muestra tasas de desempleo o desocupación similares a
los que maneja el Banco Mundial, siendo para este año un porcentaje de entre 5% y 6%.
Sin embargo, la gran preocupación se ve reflejada en el segundo indicador. Este
indicador logra reflejar de mejor manera la realidad laboral del país. La subocupación
del periodo analizado es de 49% aproximadamente. Esto quiere decir que
aproximadamente la mitad de la población analizada, mantiene un empleo de mala
calidad, ya sea por pago o por horas trabajadas. Relacionando esto con lo antes expuesto
por medio de la Organización Internacional del Trabajo, podemos ver que la situación
no ha evolucionado en gran medida, puesto que en su análisis laboral en América Latina
se mencionaba al subempleo o subocupación como uno de los problemas y desafíos más
grandes de la región. Con esto se puede inferir, que, durante la época analizada, la
generación de empleo dependía mucho de la autogeneración del mismo, demostrando la
debilidad del sector formal de la economía por los determinantes antes mencionados.
Así mismo, cabe recalcar que el empleo informal es mucho más fuerte en Guayaquil y

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en Cuenca, debido, principalmente, a que en Quito se concentra la mayor cantidad de
empleos de tipo público, por lo que el resto de ciudades estaría mucho más apegadas a
la situación de las dos primeras ciudades (FLACSO, 2003).
Según el estudio de FLACSO (2003), el hecho de que la mayor proporción del
empleo sea generado en el sector informal en el año del estudio mantiene como
característica principal una fuerte crisis en el empleo formal que a su vez se basa en dos
dimensiones diferentes: (1) la pérdida de la importancia y proporción del empleo
público y la precarización salarial. El retiro del Estado ecuatoriano como gestor de
políticas públicas y empleo no fue bien acompañado por la creación de empleo formal,
o antes denominado fordista, por parte del sector privado de la economía, sino que el
autoempleo se convirtió en opción común para no mantenerse en el desempleo, a pesar
de que esta autogeneración de empleo tiende a ser sumamente precaria en términos de
productividad y de ingresos, ya que en el país esta situación muchas veces esconde
situaciones más graves de pobreza. La precariedad de esta autogeneración de empleo en
Ecuador esta caracterizada, por la informalidad, la cual en el país se acerca al 70%
dentro de la población activa (Arias, Carrillo & Torres, 2020).
El trabajo de FLACSO (2003) no ahonda en gran medida en el tema de la
precarización salarial debido a sus propias limitaciones, pero confirma una parte
importante de la misma, en base al indicador del porcentaje de la población ocupada que
no disponía de seguridad social, siendo para el momento un seguro pagado por los
propios empleados, no por los empleadores como ocurre en la actualidad. Durante la
época del estudio, aproximadamente el 67% de los ocupados no tenía seguro y de estos
el 63% pertenecía al sector informal. El análisis finaliza realizando una comparación en
cuanto a la desigualdad de género, donde se marcan claras pautas de que las mujeres se
encuentran en peores condiciones tanto en el sector formal como informal debido a que
en el sector formal hay un aproximado de 17% de mujeres, mientras que un 30% de
hombres, datos sumamente similares dentro del sector informal (FLACSO, 2003).
Estos indicadores han cambiado poco a nivel nacional con el paso de los años,
algo que se puede establecer a partir del trabajo de Olmedo (2018). En su trabajo la
autora analiza diferentes indicadores sobre el mercado laboral ecuatoriano durante los
últimos años del gobierno de Rafael Correa en el país. Uno de los puntos más
importantes, y alarmantes, es que la tónica de años anteriores se mantuvo, debido a que

15
las tasas de empleo global no mantuvieron cambios significativos, pero el empleo
formal mantiene disminuciones a partir del 2014. Por otro lado, el subempleo ha
mantenido un crecimiento importante desde el 2012 y se ve acentuado en el 2015. Así
mismo, la mayor parte de la población empleada se encuentra en las zonas urbanas del
país, principalmente en el área informal. Por otro lado, en las zonas rurales prima la
participación en empleo no remunerado, es decir, las zonas rurales mantienen empleos
aun más precarizados. Esto se debe muchas veces a las actividades que realizan que
puede ser agricultura, donde todos los ingresos obtenidos van directamente para toda la
familia, es decir no todos los miembros de la misma reciben un pago o salario (Olmedo,
2018).
El estudio también hace referencia a las percepciones de los jóvenes referente al
mercado de trabajo y principalmente a las oportunidades para iniciar su vida laboral. Se
menciona que existe una clara desigualdad, debido a que el mercado no se adapta a los
contextos de los jóvenes y que no existe una buena capacidad de potenciar sus
cualificaciones y preparación debido a que las oportunidades se dan en base a la
experiencia, por lo que sus necesidades y aspiraciones se ven cada vez más lejanas.
Estas preocupaciones se entienden y se ven reflejadas en diferentes indicadores, por
ejemplo, el 72% de los jóvenes empleados lo hacen desde el sector informal. Así
mismo, aproximadamente un 40% de personas desempleadas son jóvenes. La
desigualdad de género se ha mantenido a lo largo del tiempo, sobre todo en términos de
desempleo general debido a que la población empleada en buenas condiciones o en el
subempleo es mayoritariamente masculina, por lo que la mayor parte de desempleados
son mujeres. Así mismo, la brecha salarial se ha mantenido, aunque se han visto
importantes reducciones, ya que para el 2007 la brecha era de aproximadamente 1,20
dólares, mientras que para el 2017 se redujo a 0,30 dólares. Finalmente, realizando una
comparativa de la participación laboral en Ecuador y América Latina, podemos observar
que el país se encuentra por encima de la tasa de la región en cuanto a participación
laboral y ocupación bruta. Así mismo, en cuanto a desocupación Ecuador se encuentra
casi 4 puntos porcentuales por debajo de la tasa regional, algo sumamente positivo a
resaltar (Olmedo, 2018).
Tras este análisis de la evolución del trabajo y sus diferentes ramificaciones
hemos podido ver una transición importante desde los años 70 hasta la actualidad de

16
forma global. Así mismo, hemos podido observar la realidad del mercado laboral
ecuatoriano, donde prima el trabajo precario e informal. Sin embargo, una de las
principales cuestiones o prácticas que han surgido a partir de los aumentos en
precariedad y desempleo es el emprendimiento, que es algo que es promovido cada vez
más por instituciones tanto públicas y privadas en favor de que el individuo tome la
decisión de autoemplearse y de generar empleo, en vez de esperar a que terceros los
empleen. En este sentido se promueven percepciones de individualización para que cada
quien busque sus propias soluciones dentro del mercado laboral, tema que será
abordado a continuación.

Bases del emprendimiento:

Las motivaciones empresariales y la búsqueda de un proyecto de emprendimiento


satisfactorio han tenido aumentos muy significativos a lo largo de la historia moderna.
Patricia Thornton (1999), define al emprendimiento como la creación de nuevas
organizaciones que se producen en base a un proceso dependiente del contexto social y
económico. El emprendimiento y este espíritu empresarial se ha convertido en un nuevo
estilo de vida en la actualidad, y sobre todo algo que muchos profesionales miran como
el camino máximo a una realización completa. Si bien a nivel global siguen siendo una
marcada minoría quienes ven empezar una nueva empresa como el camino profesional y
económico indicado, cada vez se va aumentando esta tendencia. Junto con el aumento
de este espíritu ha crecido la oferta educativa en cuanto a negocios y empresas,
investigaciones, fundaciones, organizaciones y discursos generales sobre las bondades
del emprendimiento (Thornton, 1999).
La literatura sobre la sociología del emprendimiento mantiene dos perspectivas
muy utilizadas que son vistas desde la oferta y la demanda. El enfoque principal de la
perspectiva del lado de la oferta, se basa en los rasgos esenciales de los individuos que
tienen el espíritu empresarial. Se considera que para que las sociedades avancen
económicamente se necesita un número adecuado de estos individuos, considerados
especiales. El espíritu empresarial es atribuido al contexto y características psicológicas,
sociales, culturales y étnicas de los individuos. Debido a esto, diversos profesionales
como psicólogos o sociólogos se han preguntado sobre la posibilidad de que los

17
empresarios tengan rasgos psicológicos y antecedentes que los diferencian del resto de
las personas (Thorton, 1999).
Algunas de las variables personales de cada individuo que puede llevarle más cerca de
un camino empresarial son la necesidad de ciertos logros, su capacidad de asumir
riesgos, resolución de problemas, creatividad e innovación, liderazgo, capital social,
entre otros. La literatura e investigaciones con respecto a este tema muestra diferentes
resultados. Si bien ciertas características individuales son fundamentales para explicar la
creación de nuevas organizaciones y emprendimientos, la idea de que estos rasgos
psicológicos pueden fungir de forma individual se ha abandonado en gran medida
(Thorton, 1999).
Por otro lado, la perspectiva de la demanda ha sido definida como una estructura
de oportunidad económica y de ventaja diferencial de los participantes del sistema en
base a la capacidad de cada individuo de percibir y actuar sobre dichas oportunidades.
En otras palabras, y diferenciando las dos perspectivas, las bases de estos estudios
buscan conocer qué hacen realmente los individuos empresarios y sus decisiones dentro
de sus contextos sociales para comprender cómo llegan a tomar provecho de ciertas
oportunidades. Los nuevos trabajos que se basan en esta perspectiva la caracterizan
como la disponibilidad de recursos que anima al surgimiento de nuevos empresarios.
Así mismo, se menciona cómo el espíritu emprendedor deriva muchas veces de las
enseñanzas en previas organizaciones, en otras palabras, este espíritu es algo que se
transmite mediante conocimientos y recursos a empleados o estudiantes que logran
identificar nichos de mercado y oportunidades empresariales (Thorton, 1999).
Analizando el emprendimiento desde una perspectiva relacional con generación de
trabajo en base a grupos homogéneos, como grupos étnicos o religiosos, podemos ver
diversas características. Uno de los puntos principales es que mientras más se asimile un
grupo a la sociedad, mayor probabilidad de estabilidad económica tendrá el grupo
determinado. Muchas veces, para estas comunidades las razones para sacar adelante una
nueva empresa no es necesariamente el prestigio de la misma o el estatus que puede
llegar al ser su dueño, sino simplemente la búsqueda de la estabilidad económica de la
persona. Uno de los grupos religiosos más utilizados dentro de esta perspectiva, en
donde debido a su estatus social, muchas veces marginado, buscan oportunidades como
comunidad son los judíos (Butler, 2005).

18
Históricamente reconocidos por ser uno de los grupos que más le ha dado al progreso
del capitalismo como orden mundial, pero que sus aportes como grupo en desventaja
data de muchos años antes, incluso retrocediendo al antiguo Egipto, pero siempre
haciendo distinciones claras entre los judíos que migraron a Estados Unidos y los que
permanecieron en Europa, puesto que sus experiencias y aportes son sumamente
diferentes (Butler, 2005). Relacionando los temas de la etnicidad y la religión frente al
espíritu empresarial, podremos ver que la relación aparece en algunos sectores del
Ecuador, principalmente en la industria del turismo, donde se ha hecho muy común el
turismo comunitario. Así mismo, los emprendimientos sociales cada vez ganan más
peso y espacio en la economía local, debido a que personas y organizaciones con mayor
experticia buscan generar estos proyectos en comunidades indígenas o
afrodescendientes con la finalidad de que dichas comunidades generen mayor bienestar
económico sin necesidad de optar por la migración interna. El valor social de este tipo
de emprendimiento es visto como un servicio o producto que busca dar solución a
problemas sociales y promover la inclusión de los grupos más vulnerables (Salinas &
Osorio, 2012). Dentro del Ecuador, se puede ver esto en varias comunidades, ante todo
de carácter étnico. A nivel nacional ha existido un auge en emprendimientos sociales,
los cuales buscan explotar las fortalezas de cada comunidad. Varias comunidades
promueven sus propias culturas, generando ingresos en base a gastronomía típica,
turismo comunitario, artesanías o una combinación de todas estas (Pantoja, 2015). Una
de las comunidades que ha sabido explotar de mejor manera este tipo de
emprendimiento ha sido la comunidad de Otavalo, ubicada en la provincia Imbabura al
norte de Ecuador. Esta ciudad se caracteriza por ser una de las ciudades que ha logrado
conservar su legado cultural de mejor manera en Ecuador, aunque las nuevas modas y
nuevas metas dentro de los más jóvenes han reducido este legado. Esta ciudad es
conocida globalmente por la famosa Plaza de Ponchos, un centro urbano cultural, donde
las comunidades comercializan varios productos elaborados dentro por los propios
integrantes de la comunidad. Esta feria fue creada en 1870 por el presidente Gabriel
García Moreno, como punto de encuentro para intercambio de bienes y servicios
(Quintero, 2018). Dentro de esta comunidad las industrias que aportan en mayor medida
al empleo y desarrollo de la misma son justamente la industria y el turismo. Según el
Plan de Desarrollo Turístico de Otavalo del 2020 un porcentaje importante de personas

19
trabajan en la industria textil, aproximadamente el 30%, mientras que aproximadamente
un 50% se dedica a actividades relacionadas al turismo. En otras palabras, este tipo de
emprendimiento comunitario es de suma importancia para el desarrollo de Otavalo, y la
informalidad de estas comunidades se ha reducido debido a esto, ya que gran parte de la
industria maneja alianzas estratégicas con los municipios o con el gobierno central
(Alcaldía Otavalo, 2020).

Emprendimiento en Ecuador:
Como pudimos observar a lo largo de las secciones anteriores, el empleo en el Ecuador
tiene como base principal al sector informal que muchas veces se encuentra establecido
por pequeñas empresas, que han sido objeto de políticas públicas que ven en estas una
gran oportunidad para generar empleos formales. El fomento de las “pymes”, es decir,
pequeñas y medianas empresas han tenido un espacio importante dentro de las
normativas y políticas públicas del Ecuador. En la última Constitución de la República
del 2008 se promulgan estos incentivos en los artículos 288 y 311. El primer artículo
menciona lo siguiente:
"Las compras públicas cumplirán con criterios de eficiencia, transparencia, calidad,
responsabilidad ambiental y social. Se priorizarán los productos y servicios nacionales,
en particular los provenientes de la economía popular y solidaria, y de las micro,
pequeñas y medianas unidades productivas". (Constitución de la República del Ecuador,
2008)
Como vemos, existe una clara tendencia a promover el consumo de productos y
servicios ecuatorianos, fomentando ante todo el apoyo a este tipo de empresas. Es decir,
el objetivo de este artículo es, como se dice comúnmente, predicar con el ejemplo,
puesto que para contratos gubernamentales y públicos se daría preferencia a
microempresas nacionales, siempre y cuando se alineen con los valores propuestos del
país, como la solidaridad o la responsabilidad medioambiental. Por otra parte, el artículo
311 expone lo siguiente:
“El sector financiero popular y solidario se compondrá́ de cooperativas de ahorro y
crédito, entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales, cajas de ahorro.
Las iniciativas de servicios del sector financiero popular y solidario, y de las micro,
pequeñas y medianas unidades productivas, recibirán un tratamiento diferenciado y

20
preferencial del Estado, en la medida en que impulsen el desarrollo de la economía
popular y solidaria.” (Constitución de la República del Ecuador, 2008)
Este artículo expone las propuestas financieras que ayuden o faciliten la creación y
mejora de las empresas pequeñas y medianas en el país. El Estado, conociendo la
situación del país, claramente da una importancia muy alta al impulso del
emprendimiento a pequeña y mediana escala, promoviendo de igual forma facilidades y
beneficios para que dichos emprendimientos se mantengan en el tiempo.
Adicionalmente a estas normativas podemos agregar otras como el Código Orgánico de
la Producción, Comercio e Inversiones que promueven puntos como la implementación
de políticas comerciales al servicio del desarrollo; la creación de infraestructura e
instituciones especializadas, capacitaciones en todos los momentos del emprendimiento,
certificaciones técnicas, capacitaciones sociales y ambientales, participación pública,
facilidades en el financiamiento, entre otras (Araque, 2019).
Otro ejemplo de una normativa directa que busca promover la existencia y desarrollo de
las pymes es el Plan Nacional de Desarrollo, vigente entre los años 2007 y 2010 (Plan
Nacional de Desarrollo, 2007). Algunos de los puntos que se topan que pueden estar
relacionados al desarrollo de los emprendimientos en el país son los siguientes: apoyo
permanente, acceso a créditos, impulso para la exportación, asistencia técnica, dotación
de infraestructura productiva, entre otras. Finalmente, el Plan Nacional para el Buen
Vivir que estuvo vigente entre los años 2009 y 2013 y su sucesor que estuvo vigente
entre los años 2013 y 2017 exponen y promueven ayudas y valores similares. Se busca
establecer mecanismos internacionales de exportación, aumentar la participación en
compras públicas, generar redes de apoyo financiero y no financiero que promuevan la
buena utilización de recursos (Araque, 2019).
En cuanto a los programas que se han dado para generar apoyo a las pymes tenemos
algunos ejemplos como: Fondepyme, 5-5-5, o carteras de créditos generales. El primero
básicamente consistía en la entrega de capitales de hasta USD 100.000 para mejorar la
producción nacional y luego abrirse camino hacia el mercado internacional. El
programa 5-5-5 consistía en préstamos de USD 5.000 con tasas de interés del 5% a
pagarse en 5 años. Ambos programas, como muchos otros, han desaparecido, lo que
repercute de forma negativa en las posibilidades de financiamiento de las pymes,
teniendo en consideración que mientras más pequeña la empresa, menor son las

21
posibilidades de obtener un crédito. Según datos extraídos de la Superintendencia de
Bancos del Ecuador, recopiladas en el trabajo de Wilson Araque en el 2019, se explica
que la participación de microempresas en la cartera total de créditos ha ido en descenso.
A partir del 2011, donde se empezó con un 9,5% de participación, se han visto rebajas
importantes llegando al 2015 con un 8% de participación. Esto es explicado en función
de la morosidad, la cual ha aumentando en más de un 50% entre los años 2011 y 2015
(Araque, 2019).
Por otra parte, el estudio demuestra la concordancia entre las cuestiones que se
promovían en cuanto a procesos de contratación y compras públicas y la realidad de las
pymes. En el periodo del año 2011 y 2014 se vio un aumento sumamente importante en
cuanto a las compras públicas, que subieron un 21%, pero más importante y llamativo
ha sido la participación de las pymes en este ámbito, acercándose a un 44% de la
participación total (Araque, 2019).
El emprendimiento en Ecuador, según el último censo realizado en el 2010, tiene como
característica principal que surge en un 99% como microempresas, es decir con un
promedio de dos trabajadores y con una inversión promedio de aproximadamente 7.000
dólares, que cubren todos los gastos requeridos. Los tipos de emprendimientos de
mayor popularidad en el país, un 53%, son los que se dedican a algún tipo de actividad
comercial. Así mismo, las provincias donde más se desarrollan estos tipos de
emprendimiento son Pichincha, Guayas y Azuay (Araque, 2019). Como hemos podido
observar, el fortalecimiento de las pymes es una política siempre vista en los diferentes
gobiernos a nivel ecuatoriano, esto se debe a la importancia que tienen dentro del país.
Haciendo referencia a un estudio desarrollado por la CEPAL (2011), la mayor
proporción de PYMES en América Latina la ocupa Ecuador, con un aproximado de
44%, pero la proporción de empleo generado por estas es de las más bajas de la región.

Un estudio realizado por Global Entrepreneurship Monitor (2020), expone el perfil de


los emprendedores en Ecuador, dividiéndolos en indicadores de edad, geográficos,
género y de educación. En cuanto al tema de la edad, se menciona que
aproximadamente más de la mitad de emprendedores nacientes en Ecuador tiene menos
de 35 años y cerca de un tercio del total se encuentra en un rango de 25 y 34 años. Sin
embargo, la mayor parte de propietarios de emprendimientos establecidos tiene entre 45

22
y 54 años. Por otra parte, se puede ver en la tabla 1 que Ecuador tiene una paridad muy
importante en cuanto a género se refiere y en base al total de emprendimientos activos.
Para el año 2019 la cantidad de emprendimientos nuevos iniciados por hombres es de
52.30 %, mientras que emprendimientos nuevos iniciados por mujeres es de 47.7%,
mostrando que no existe una diferencia muy amplia entre géneros. La disparidad en
cuanto a género se hace notoria cuando observamos los porcentajes de negocios ya
establecidos donde los hombres predominan con un 62%, frente al 38% de mujeres. Se
puede concluir que hombres y mujeres buscan emprender por igual, pero los hombres
son quienes logran sostener sus negocios hasta establecerlos por completo.
Por otra parte, en cuanto a educación, podemos observar que la mayor parte de
emprendedores en todas sus fases tienen una educación secundaria terminada.
Adicionalmente a esto, en el estudio también se informa que aproximadamente el 33%
de personas que mantiene un emprendimiento, sin importar su fase, recibió educación
relacionada al tema después de finalizar sus estudios secundarios. Mientras que un 24%
menciona haber recibido estudios relacionados al emprendimiento durante su educación
básica y secundaria. Al analizar los datos geográficos podemos observar que en general
existen muchos más emprendimientos a nivel urbano. Las zonas urbanas de la costa
mantienen ventaja general frente a su contraparte de la sierra, pero esto cambia cuando
observamos la ruralidad. La mayor parte de emprendimientos en zonas rurales se ubican
en la sierra, con amplia ventaja. Finalmente, podemos observar que los
emprendimientos establecidos tienen una ligera mayoría en las zonas rurales en
comparación con las zonas urbanas.

Tabla 1: Distribución demográfica de los emprendedores en diferentes etapas en


Ecuador.

Fuente: Global Entrepreneurship Monitor 2020

En cuanto a la ocupación que tienen los emprendedores podemos ver diferentes fases.
Un 39.7% de los emprendedores nacientes mantiene su emprendimiento con otra
actividad laboral, ya sea a tiempo completo o parcial. De igual manera, un 8.7% se
dedica a labores domesticas y un 5.3% no tiene ningún tipo de empleo. Esto cambia de

23
forma radical una vez que estos emprendimientos empiezan a operar o cuando se
establecen por completo. Un 89.2% de emprendedores con negocios establecidos
mencionan que no mantienen ninguna otra actividad laboral, por lo que se definen como
autoempleados. Finalmente, en cuanto a los ingresos hay que mencionar que el cálculo
se hace en base a los ingresos mensuales de cada hogar y tomando como referencia el
salario básico unificado que para el año 2019 era de USD 394. Como podemos
observar, entre todo tipo de emprendimiento, la mayor parte de ingresos se puede ver
que es de más de 2 salarios básicos unificados, a pesar de que no existe una diferencia
muy amplia con aquellos emprendedores que mantienen ingresos entre 1 y 2 salarios
básicos unificados.
El emprendimiento en Ecuador también está caracterizado por las diferentes razones por
las cuales se busca al emprendimiento como medio de sustento. Las tasas de creación de
emprendimientos por necesidad directa han tenido incrementos importantes en los
últimos años. La tasa pasó de un 4,8% en 2008 al 10,3% en el 2015, lo cual claramente
afecta de forma negativa en el tiempo de vida de muchos emprendimientos en el país.
Todas estas razones hacen fundamental la promoción del emprendimiento en las
políticas públicas, ante todo manteniendo un enfoque más innovador y promover el
emprendimiento por oportunidad, es decir apuntar a demandas insatisfechas del
mercado y evitar la sobrepoblación de emprendimientos en actividades comerciales
(Araque, 2019). El emprendimiento en Ecuador está mayormente orientado hacia
actividades de comercio y a productos y servicios vendidos en el mercado doméstico. Se
lleva a cabo para aprovechar una oportunidad de negocio que permita obtener mayores
ingresos, independencia económica y la satisfacción de necesidades. De acuerdo con el
Global Entrepreneurship Monitor (2016), Ecuador mantiene un índice de Actividad
Emprendedora Temprana (TEA) de 31.8%, es decir, aproximadamente 1 de cada 3
personas logra la creación de un negocio o posee uno con una antigüedad de hasta 3
años y medio. Basándonos en este indicador, el nivel de emprendimiento en el país se
ha mantenido como uno de los más altos de América Latina en los últimos años
(Zamora, 2017).
Tomando como base el trabajo realizado por Clarisa Zamora (2017), Ecuador tiene la
tasa más alta de intención emprendedora y con más de la mitad de los individuos
encuestados que consideran el emprendimiento como buena elección de carrera. A pesar

24
de que el deseo emprendedor es grande, Ecuador se encuentra por detrás de varios
países como: Chile, México, Costa Rica y Colombia, en términos de competitividad,
innovación y capital social emprendedor. Además del ámbito emprendedor general que
ofrece el país como tal a los posibles participantes, cabe resaltar otras debilidades que
surgen. En temas de innovación, los emprendedores ecuatorianos, tienen un bajo nivel,
es así que cerca del 60% no ofrecen productos considerados nuevos por los
consumidores y existe un número mínimo de emprendedores que buscan trascender el
mercado nacional, donde sólo el 29% ofrece algunos productos diferenciados (Zamora,
2017).
Según Wilson Aranque (2009) existen 5 etapas durante el proceso de emprendimiento:
1) Motivación para el emprendimiento; 2) Estímulo para la creatividad y la
identificación de oportunidades de negocio; 3) Planificación del emprendimiento; 4)
Financiamiento del emprendimiento; 5) Puesta en marcha del emprendimiento.
Tomando como base estas etapas, podemos observar diferentes políticas públicas en
favor del emprendimiento. Dentro de las tres primeras etapas se busca estimular
actitudes emprendedoras, dándole mayor importancia en el ámbito educativo, debido a
que algunas universidades y colegios empezaron a ofrecer clases sobre emprendimiento
en sus currículos. Dentro de este ámbito educacional fuera de universidades o colegios,
se ha empezado a ofertar charlas, foros, conferencias en favor de la promoción del
interés de las personas por crear una empresa propia. Los municipios de Quito y
Guayaquil han sido los más participativos dentro de está etapa, promoviendo no solo al
emprendimiento como tal, pero de igual forma a emprendedores que puedan hablar de
los beneficios de este camino mediante programas locales (Araque, 2019).
La cuarta etapa, financiamiento, es crucial para el apoyo a la vida de las microempresas
y nuevos emprendimientos. El apoyo estatal ha sido importante en términos de dinero
aportado. La Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (CONAFIPS) en
el 2015 aportó cerca de 100 millones de dólares a microempresas como parte de la
visión gubernamental antes vista. Sin embargo, uno de los puntos más débiles en cuanto
a aportes financieros es el apoyo a emprendimientos que aun se encuentran en planes o
en papel. De acuerdo con el estudio de Wilson Araque (2019), solamente el 37% de
organizaciones promotoras del emprendimiento muestran algún tipo de interés en
financiar proyectos, dándoles prioridad a aquellos que ya están en marcha. Para revertir

25
esta situación, la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación ha generado una
oferta de líneas de financiamiento especializadas en emprendedores. De igual manera,
en los últimos años CONAFIPS a puesto a disposición un fondo de crédito en favor de
garantías de nuevos emprendimientos excluidos de otros créditos debido a su obvia
dificultad de generar garantías inmediatas.
Finalmente, la quinta y última etapa que se analiza es la puesta en marcha del proyecto
de emprendimiento. La colaboración pública mantiene algunos programas en favor de
una mentoría activa, es decir, no generar ayuda a los emprendedores solamente hasta la
etapa de financiamiento, pero también colaborar a futuro, sobre todo en los primeros
años del emprendimiento. Nuevos proyectos manejados por Conquito y por otros entes
privados destinan parte de su infraestructura física y parte de su capital humano al
trabajo continuo de emprendimientos en fase de despegue. Así mismo, se manejan
diferentes actividades, mayoritariamente de iniciativa privada, que buscan aumentar el
impacto de los proyectos de emprendimiento como: coworking, talleres de incubación,
networking, entre otros. Sin embargo, en muchos de estos casos se siguen dando
problemas antes vistos, debido a que la gran mayoría de actores sigue viendo a talleres y
espacios de incubación solamente como etapas de motivación y creatividad, pero se
alejan al momento de generar ayudas financieras (Araque, 2019).
En la actualidad, en la mayoría de los países existe un crecimiento de los
emprendimientos, en el caso de Ecuador muchas instituciones de educación superior
han visto la necesidad de brindar educación sobre este tema, con el fin de generar
negocios y plazas de trabajo. De igual manera, existen ofertas de capacitación pues es
un tema de moda a nivel mundial. Sin embargo, no se ha tomado en consideración el
marco regulatorio y los trámites necesarios para poner en marcha estos
emprendimientos, desarrollo de actividades y, de ser el caso, su cierre. En un estudio
realizado por Xavier Andrade (2012), se identifican los obstáculos que pueden
presentarse cuando se desea iniciar un negocio en Ecuador y sus posibles soluciones,
por lo que el autor ha tomado como referencia, el Índice Doing Business (Haciendo
Negocios) del Banco Mundial, el cual proporciona una medición objetiva de las normas
que regulan la actividad empresarial y su puesta en práctica en 185 economías, así como
también, el Índice de Competitividad Global.

26
El mayor obstáculo que enfrentan los empresarios en nuestras economías radica en la
falta de un ambiente idóneo, el cual se puede mejorar con la presencia de un conjunto de
normas que sean generales, poco costosas, transparentes, eficientes y a las que todos
puedan acceder. Es decir, si las normas son claras y fáciles de cumplir, cualquier
persona con talento puede crear y desarrollar empresas en el sector formal. Por lo tanto,
se concluye que la labor de los gobiernos debe ser revisar las actuales políticas públicas
y regulaciones que están impidiendo la competencia y la creación de más negocios, ya
que muchos de ellos no se llegan a consolidar, quedando solo en ideas (Andrade, 2012).
El estudio busca tomar como base el Índice Doing Business y realizar una comparación
entre los años 2012 y 2013 con respecto a la facilidad para la creación de
emprendimientos en Ecuador. Dentro de la categoría “Apertura de un negocio”,
Ecuador cayó cuatro escalones dentro de la clasificación global, situándose en el año
2012 en la posición 165, pero pasando un año después a la posición 169. La categoría
antes mencionada incide en la manera de lograr un mejor ambiente para la creación de
negocios, tiempo, número de trámites y costo de los mismos, los que constituyen un
obstáculo para la formalidad, promoviendo la informalidad. Generando otra
comparativa, esta vez con países de la región, Ecuador se encuentra mal posicionado,
puesto que, para comenzar un emprendimiento, Ecuador requiere que se completen
trece procedimientos, mientras que, en promedio en el resto de la región de América
Latina, se necesitan solamente nueve. Así mismo, el número de días aproximados que se
necesitarían para cumplir todos los requisitos y procedimientos es de 56, mientras que
en el resto de la región es de 53 días aproximadamente (Andrade, 2012).
Otros indicadores que afectan negativamente a la creación de emprendimiento en
Ecuador y que empeoraron entre el 2012 y 2013 son los diferentes registros de
propiedades y los permisos de construcción. El autor hace un estudio real de caso,
tomando como ejemplo uno de los emprendimientos más populares dentro del país, que
sería un local de comida. Para esto se necesitan los trece trámites y requerimientos, que
terminan generando un costo de aproximadamente 3.000 dólares (Andrade, 2012).
A pesar de esto, y retomando las ideas de Clarisa Zamora (2017), en el país se han
destacado nuevos emprendimientos de gente joven, de todas partes del país,
principalmente enfocadas en las plataformas digitales. Algunos ejemplos son, WaWa
(aprendizaje interactivo para niños), Y4Home (seguridad doméstica a través del uso de

27
aplicaciones móviles), Criptext (mensajería encriptada), entre otros. En 2020 se aprobó
la Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación (Asamblea Nacional, 2020), que
impulsa la actividad empresarial en diferentes sectores, siendo los más beneficiados el
comercial; las actividades profesionales, científicas y técnicas, así como el sector de la
construcción. Esto demuestra que Ecuador está encaminado hacía una transformación
importante hacia el apoyo e inclusión de los emprendedores a nivel nacional (Useche,
2021).
La importancia de los negocios digitales o que simplemente se manejen tanto a nivel
físico como online ha crecido mucho durante los últimos años de la pandemia. El
COVID-19 cambió la vida como la conocíamos y afectó de forma muy negativa a la
economía de los países a nivel global. Los emprendimientos, sobre todo negocios
pequeños, fueron de los más afectados y como consecuencia o posible solución se han
tratado de cambiar las formas de manejar estos pequeños negocios o emprendimientos.
El Global Entreprenurship Monitor (2021), realizó un estudio en 43 economías del
mundo, donde se señala que en nueve de ellas más de la mitad de quienes inician o ya
tienen un nuevo negocio establecido, concuerdan en que la pandemia generó nuevas
oportunidades para desarrollar emprendimientos, observando que tanto en Europa,
América del Norte, América Latina y el Carible, se destacó el inicio de negocios durante
la pandemia. Sin embargo, y a pesar del creciente clima emprendedor que se ha dado en
Ecuador, la pandemia ha ocasionado problemas, puesto que aproximadamente un 69%
de emprendedores indicaron que sufrieron impactos negativos debido a la pandemia, y
en relación con este, un 23% manifestaron haber sido fuertemente afectado por la crisis,
incluyendo el riesgo del cierre de sus negocios (Useche, 2021).
Debido a la pandemia y en favor de seguir por el camino de impulsar y facilitar la
creación de emprendimientos, el gobierno del Ecuador ha creado diferentes iniciativas.
Se creó el Fondo Emprende Ecuador Productivo, para impulsar la innovación, a través
de dos funciones: a) Capital crece que consiste básicamente en un capital semilla, para
apoyar ideas innovadoras, y b) Capital progreso que consiste en promover la
consolidación y expansión de emprendimientos que poseen productos o servicios
innovadores (Useche, 2021). A base de préstamos realizados por diferentes
organizaciones como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Banco
del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, se ha promovido la reactivación y apoyo

28
de las pymes, sobre todo el favor de generar líneas de crédito para dichas empresas. En
julio del 2020, se registraron aproximadamente 2056 créditos aprobados por un monto
cerca de USD 89.9 millones, de los cuales el 54.1% correspondían a pequeña empresa,
38% a la mediana empresa y el 7.9% a las microempresas (Useche, 2021). Por otra
parte, el Estado creo la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario (Asamblea Nacional,
2020b) que contempla acuerdos de pago para negocios con sus deudores por tres años.
De igual manera, se dieron acuerdos en referencia a plazos, reducción o reestructuración
de obligaciones. Así mismo, se aplazó el pago del Impuesto a la Renta de 2019 y del
Impuesto al Valor Agregado de los meses de abril, mayo y junio de 2020 para
microempresas. Para todo el país se dio la suspensión temporal de cortes por falta de
pago de servicios básicos de agua potable, energía eléctrica, telecomunicaciones e
internet hasta 60 días después de la finalización del estado de excepción decretado por
el gobierno nacional. Así mismo, se generó el diferimiento de obligaciones crediticias
hasta por 60 días sin recargos, entre otros.

Discurso Político:
Otra perspectiva interesante para analizar el emprendimiento y su aumento desde
la era fordista es el análisis del discurso político que lo impulsa. El discurso político
siempre ha funcionado en favor de generar diferentes significados e ideologías que sean
persuasivas dentro de la opinión pública. Este tipo de discurso busca representar una
realidad determinada, en este caso, las bondades del emprendimiento de cara a las crisis
de empleo. A su vez, ayuda a legitimar las diversas acciones políticas que se quieran
llevar a cabo. Normalmente, este discurso exalta la percepción de un capitalismo
proactivo y reactivo, debido a que pone en las manos del individuo solucionar los
errores del mercado. Para que el discurso político tenga resultados óptimos en la
creación de la praxis social es necesario que los argumentos y razones que se entreguen
tengan suficiente solidez y coherencia, pero también es necesario que dicho discurso sea
acompañado por elementos persuasivos que ayuden a legitimar los beneficios frente a
las alternativas (Ortíz, 2019).
En un estudio llevado a cabo por Pilar Ortíz (2019), se demuestra que el discurso
político sobre emprendimiento en España mantiene algunas pautas claras, donde dicho
concepto se asocia mucho a los jóvenes, educación, autoempleo y desempleo. Dentro de

29
este trabajo se busca observar qué tipo de gobierno promueve o exalta en mayor medida
al emprendedor. Claramente, los gobiernos que más lo hacen son aquellos que fomentan
un liberalismo económico mayor, que no solamente exaltan está posibilidad, pero
también a las personas que optan por este camino. Sin embargo, los gobiernos más
progresistas critican fuertemente la idea del emprendimiento como solución directa o
favorita de sus opositores, ya que ve al concepto del emprendedor como una víctima
que se ve obligada a descargar explotación sobre si mismo. En otras palabras, se trata de
visibilizar al emprendedor como una figura precaria.
En Ecuador, el emprendimiento, como hemos visto, se mantiene como un tema
de suma importancia dentro de las agendas de los diferentes gobiernos. El presidente de
la República, Guillermo Lasso, durante su campaña presidencial para las elecciones del
2021, expresó que el emprendimiento sería un punto focal dentro de su gobierno, así es
que en sus boletines de prensa habla sobre esto y su plan de trabajo para exaltarlo.
Varias de las propuestas entregadas por Guillermo Lasso están relacionadas con las
dificultades y problemas que se encuentran en el emprendimiento en el país. El
presidente expone que, durante una reunión con miembros de la Alianza para el
Emprendimiento, llegaron a varios consensos referentes a estos temas. Entre estos
destacan, incentivar la educación emprendedora desde una temprana edad, así como la
innovación. Disminuir la cantidad de trámites existentes para la creación de nuevas
empresas, reformar leyes en favor de la eliminación o reducción de impuestos. Se
promueve la creación de fondos financieros en favor de generar capital semilla para
nuevos emprendimientos, así como la firma de tratados de libre comercio con diferentes
países, principalmente, Estados Unidos, India y Japón. Finalmente, el boletín termina
dando prioridad a los jóvenes del Ecuador, donde el presidente les garantiza libertad
para cumplir sus sueños (Lasso, 2021). Como podemos observar, Guillermo ataca a los
problemas antes mencionados, dándole un valor agregado a su discurso y argumentos,
pero busca apelar de alguna forma al sentimiento de libertad dentro de las personas más
jóvenes. En otras palabras, el emprendimiento de alguna forma no es una solución
simplemente a las crisis laborales, pero de igual manera es una solución o un camino al
desarrollo personal de cada individuo.

Resultados:

30
A partir de las entrevistas realizadas se pudieron observar diferentes
determinantes y experiencias referentes a la preferencia del emprendimiento sobre el
trabajo formal. Las entrevistas iniciaron con el autor pidiendo a los participantes que
expliquen las razones por las cuales decidieron iniciar un emprendimiento, donde las
respuestas fueron variadas. El desempleo fue un punto en común que impulsó a muchos
de los participantes a iniciar sus respectivos emprendimientos. Muchos participantes
mencionaron que al finalizar sus estudios universitarios pasaron varios meses e incluso
años sin conseguir un trabajo formal. Así mismo, mencionaron que conseguir trabajo
que tenga algún nivel de relación con su experticia universitaria era casi imposible, y si
los encontraban, los trabajos eran mal remunerados. Esto era más claro en profesiones
como el diseño gráfico o comunicación corporativa. Los participantes que pertenecen a
estas carreras mencionaron que los niveles de expectativas que tienen las empresas son
irreales y debido a esto no se respetan los horarios establecidos y los salarios que
reciben ya no representan sus horas de trabajo y el esfuerzo que realizan.
“Yo trabajé en dos agencias de diseño gráfico, en la primera como pasante y si respetaban mis horarios,
pero en la siguiente yo entraba a trabajar a las 8 am y muchas veces me quedaba hasta las 8 pm y nadie
me reconocía esas horas extra”.(Entrevistado 4)
En general, la calidad de trabajo en Ecuador no suele ser muy buena, a menos de
que se trate del sector público. Debido a esto, muchos optan por trabajos dentro de este
sector. Sin embargo, este sector cuenta con problemas muchas veces más complejos que
los que tiene el sector privado. Uno de los participantes, que se especializó en
administración de empresas y que trabajaba para el sector público, mencionó que a
pesar de que en su trabajo se respetaban horarios y salarios, trabajar dentro de este
sector resulta especialmente estresante debido a que la inestabilidad del país hace
inestable los puestos de trabajo. En otras palabras, dentro del sector público se vive
mucha inestabilidad debido a que los altos funcionarios siempre están cambiando y, por
ende, sus equipos de trabajo, para quienes es mucho más difícil conseguir un nuevo
empleo. Por otra parte, ser un empleado público es muchas veces mal visto por la
sociedad, debido a que se lo asocia con problemas de corrupción, los cuales están muy
presentes en América Latina y Ecuador no es la excepción.
“Te miran feo… si trabajaste en el gobierno de Correa (Rafael), te miran feo”.(Entrevistado 1)
Por otro lado, otra de las razones para iniciar un emprendimiento tiene que ver
con el concepto de la libertad. Tomando como base este concepto, muchos de los

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participantes mencionaron cuestiones populares como “ser dueño de tu propio tiempo”,
“trabajar desde casa o desde donde gustes”, “ser dueño de tu propio trabajo”, entre
otras. En cuanto al tema de la libertad de tiempo se mencionó que es para generar un
buen equilibrio con otras actividades que sirven al individuo para sentirse más
completo, como tener tiempo para actividades de ocio, amistades y familia. Así mismo,
prácticamente todos los participantes mencionaron que trabajar en los espacios
dispuestos por las empresas muchas veces resulta incómodo y que una ventaja que te
brindan los emprendimientos es que puedes organizar tus espacios de trabajo a tu gusto.
Este punto resalta más a partir de la pandemia, donde se demostró que muchas personas
pueden mantener los mismos niveles de productividad trabajando desde casa o incluso
incrementándola. Los participantes que mantienen emprendimientos que necesitan
componentes un poco más artísticos como el diseño gráfico y la arquitectura
mencionaron que una de las principales frustraciones dentro de sus empleos tenía que
ver con entregar su propiedad intelectual directamente a otra persona y no tener crédito
directo en la misma. La participante que trabajó en un estudio de arquitectura menciona,
por ejemplo, que el arquitecto principal que finalmente capturó toda la atención y
crédito por el diseño y construcción de la obra, no participó activamente del proceso
para llevarlo a cabo.
“El arquitecto principal casi no hacía nada, solo revisaba y daba el visto bueno y a la final el se llevó
todo el crédito”. (Entrevistado 7)
En general muchas de las razones para iniciar un emprendimiento vienen
arraigadas a frustraciones o necesidades que surgen del mercado laboral en Ecuador. Sin
embargo, aunque en menor cantidad, algunas personas mencionaron que una motivación
importante en su decisión de iniciar un emprendimiento era la de generar empleo y
nuevas oportunidades. Si bien todos los participantes mantienen emprendimientos
pequeños, hay algunos que ya tienen algunos empleados y sienten que esto es
importante no solo para ellos, sino para el futuro general del país. Para finalizar, pocos
participantes mencionaron que decidieron emprender ya sea por presión familiar o
porque tenían una oportunidad de hacer en conjunto con sus padres u otros familiares.
Tras entender las razones y motivaciones que tuvieron estas personas al
momento de decidir iniciar un emprendimiento es menester comprender el proceso para
iniciarlo. Existió un consenso general donde los participantes mencionaron que iniciar
su emprendimiento fue complicado. Una complicación importante fue el de la

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motivación en general, debido a que existe una norma social que te marca los pasos en
tu vida. Con esto me refiero a que hoy en día, y está muy establecido en Ecuador, es
necesario terminar los estudios secundarios, iniciar y terminar una carrera, empezar a
trabajar o seguir con estudios de postgrado referentes a la carrera elegida. Salir de este
marco es sumamente complicado para personas jóvenes, que en su mayoría siguen
dependiendo económicamente de sus padres tras finalizar sus estudios.
Esto último representa un problema común para los emprendedores quienes
tienen experiencias familiares diferentes. Esto está arraigado al posible apoyo que
tengan de sus padres, debido a que para muchos, iniciar un emprendimiento significa
renunciar a buscar un trabajo formal y por ende mantenerse dependientes a sus padres,
quienes pueden o pueden no apoyar este camino. Por esta razón, es importante prestar
especial atención a las dinámicas familiares de ciertos emprendedores que pueden ser
muy complicadas y por ende afectan de forma negativa al proceso de los participantes.
“Mis padres me apoyaron un tiempo, pero como veían que no avanzaba me presionaban para buscar un
trabajo normal”(Entrevistado 2)
Avanzando con el proceso de emprender de los participantes, podemos observar
caminos muy similares, en los cuales cada individuo tuvo que educarse sobre los pasos
a seguir para poder emprender de manera formal y legal. Debido a lo diferente de cada
emprendimiento, cada uno tuvo que realizar trámites diferentes, pero existe un paso que
todos tomaron, el cual es el de la educación. Para algunos participantes el concepto de
emprendimiento no era nuevo, puesto que tomaron clases referentes al tema durante sus
años universitarios, pero solamente en conceptos básicos. Educarse en lo que significa
emprender y luego mantener una empresa es algo que todos tuvieron que hacer.
Algunos participantes mencionan que se inscribieron a cursos intensivos que
enseñaban conceptos básicos, así como los pasos y trámites gubernamentales que son
necesarios para formalizar el emprendimiento. Algunos participantes mencionan que ya
tenían ideas de emprendimiento antes de iniciar los talleres, pero que aprender sobre
innovación fue de mucha ayuda para salir de lo convencional. Este es el caso de una
participante que estudió psicología, que en un inicio tomó el curso simplemente para
conocer los pasos burocráticos, pero que tras los talleres decidió no solamente dedicarse
a ofrecer servicios de terapia, sino que inició un canal de TikTok y de Instagram
destinado a hablar superficialmente sobre temas de salud mental, lo que le terminó
dando mayor alcance y popularidad. Esta práctica, hoy muy común entre los

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profesionales de la salud mental, fue muy innovadora en su momento. En general, estos
talleres más allá de enseñar los pasos legales a tomar también enseñan sobre qué busca
la sociedad en general hoy por hoy. Otros ejemplos, para empezar un restaurante no es
necesario solo fijarse en la calidad de la comida, sino en el ambiente que se ofrece,
donde hoy por hoy es importante que ciertos espacios sean “pet friendly”, que siempre
existan opciones vegetarianas y veganas, entre otras.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta la otra parte de la educación empresarial
que buscaron la mayoría de participantes. Dentro de este ámbito, los participantes
conocerían los pasos a tomar para formar su empresa. Esto difiere entre emprendedores,
debido a que algunos participantes como la diseñadora gráfica o la psicóloga solamente
necesitaban su Registro Único de Contribuyentes (RUC) para iniciar su
emprendimiento. Este documento registra la información del participante como matriz y
establecimiento, descripción de actividades económicas, obligaciones y
responsabilidades, entre otras. Los participantes tienen un consenso de que este es un
trámite relativamente sencillo, siempre y cuando se tenga clara la información. Sin
embargo, y como mencioné anteriormente, los participantes que tuvieron que crear una
empresa desde cero, necesitaron realizar al menos 13 trámites antes de iniciar su
empresa. Dentro de estos 13 trámites, los que más resultaron en complicaciones para los
interesados fueron la aprobación de los estatutos de la empresa, los cuales tienen que ser
presentados en la Superintendencia de Compañías, proceso que para muchos tardó más
de 3 meses. Además de esto, dicho paso es fundamental para seguir con los siguientes
pasos, debido a que dicho estatuto tiene que ser presentado para obtener permisos
municipales, así como para la inscripción final de la compañía. En general, los
participantes mencionaron que encontrar la información necesaria fue fácil, debido a
que mucha de esta era entregada en los cursos mencionados, pero de igual manera se
encontraba clara en diferentes páginas gubernamentales y no gubernamentales.
Así mismo, durante este proceso de tramitación, los participantes mencionaron
altos niveles de estrés, debido a que la mayoría empezó el emprendimiento
individualmente, por lo que equilibrar los trámites, con sus trabajos diarios y con el
resto de pasos para iniciar el emprendimiento resultaba sumamente complicado. Estos
pasos involucraban la búsqueda de un espacio físico para el emprendimiento, sus
permisos sanitarios (en caso de necesitarlos), así como empezar a dar de conocer al

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negocio respectivo. Las únicas personas que desarrollaron su propia publicidad fueron
las participantes que se dedican a carreras como diseño gráfico o comunicación. Por
otro lado, los participantes mencionaron que lo más complicado fue encontrar espacio
físico, debido a los altos costos de alquiler en la ciudad de Quito. Sin embargo, este fue
un problema menor debido a que la mayoría iniciaron sus emprendimientos de forma
virtual. Para estas personas su mayor inconveniente fue encontrar tiempo entre sus
empleos a tiempo completo para iniciar el trabajo del emprendimiento. La participante
psicóloga menciona que para ella era sumamente complicado agendar citas e iniciar su
promoción en redes sociales, debido a que tenía un trabajo a tiempo completo en una
escuela de Quito.
“No, al principio no podía… salía de mi casa a las 5am para llegar al trabajo y llegaba a las 5 pm,
entonces durante la tarde tenía que tratar de hacer mis citas”. (Entrevistado 5)
Al preguntar a los participantes sobre su situación actual, en términos de trabajo
y emprendimiento, se presentaron diversas respuestas. Para iniciar, la mayoría de
participantes mencionaron que tratan de darle prioridad a sus emprendimientos frente a
otros tipos de ingreso. Pocos participantes renunciaron en su totalidad a sus trabajos al
iniciar su emprendimiento. Para estas personas esto fue una complicación sumamente
alta, debido a que darle prioridad a su emprendimiento significaba una reducción en
productividad en sus trabajos formales, así como un sacrificio en la vida personal de
cada quien.
“Es que al principio era imposible… no te dicen el sacrificio que tienes que hacer” (Entrevistado 8)

A pesar de todas las dificultades que representa para los emprendedores


mantener este estilo de vida, existe una percepción similar entre todos que mencionan
que vale la pena. Para algunos participantes todo ese sacrificio vale la pena siempre y
cuando se tengan las metas iniciales claras. Algunos mencionaron que estuvieron muy
cerca de rendirse y dejar de lado el emprendimiento, incluso después de varios meses de
trabajo.
“Yo a los 10 o 11 meses casi dejo todo tirado, ya no avanzaba y ya no podía seguirles pidiendo plata a
mis papás” (Entrevistado 1)
Por otra parte, para otros participantes el sacrificio no fue tan grande, esto
debido a algunas razones, por ejemplo, a que algunos si recibían un apoyo familiar muy
grande. Una participante mencionó que, si bien no renunció a su trabajo formal en un
inicio, cuando tomó la decisión de hacerlo no fue duro debido a que sabía que contaba

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con el apoyo económico de sus padres, algo que incluso mantiene hasta la actualidad.
Para otras personas no fue difícil mantener este equilibrio por el tipo de trabajo que
mantenían, en algunos casos a medio tiempo o trabajo remoto. En líneas generales, se
mantiene la percepción de que el sacrificio vale la pena hasta cierto punto, debido a que
también existen muchos factores externos que pueden alargar o recortar la vida de un
emprendimiento.
Al preguntar a los participantes sobre si consideran que sería prudente eliminar
el romanticismo que existe en los discursos sobre emprendedores, que muchas veces
solamente resaltan los resultados exitosos y los valores que se debe tener para serlo,
muchos participantes coincidieron en que se debería mostrar una imagen más real.
Durante la discusión de este tema toparon, no solamente los sacrificios antes
mencionados, sino que algunos también tomaron en cuenta problemas personales que
van surgiendo como ansiedad, estrés, y uno de los participantes mencionó que en un
punto se aislo totalmente de sus familiares y amigos, debido a que su carga laboral era
excesiva. Incluso algunos de los participantes expresan sentirse explotados por sí
mismos en búsqueda de esta independencia laboral. Esto llega a verse incluso
contradictorio porque varios de los participantes no consiguen generar esa
independencia mediante sus emprendimientos, ya que mantienen trabajos formales a
tiempo completo o a medio tiempo en simultaneo como mencioné anteriormente.
Otro tema relevante para la investigación es el medio ambiente emprendedor
dentro de Ecuador bajo la perspectiva de los participantes, el cual terminó siendo un
tema con pocas opiniones variadas. Para la gran mayoría, este ámbito es principalmente
negativo. Los participantes coinciden en que el país pone muchas trabas a los
emprendedores, muchas veces sin importar si apenas empiezan o si su emprendimiento
ya está consolidado. Para los nuevos emprendedores las mayores trabas se encuentran
parcialmente en todos los trámites que se tienen que realizar antes de formalizar el
emprendimiento. Como mencioné anteriormente, Ecuador está retrasado en
comparación con otros países de la región en cuanto a facilidad de iniciar un
emprendimiento, pero muchos participantes mencionaron posibles razones además de
está. Primero, algunos mencionaron que la falta de una buena educación emprendedora
puede ser una de las razones por las cuales los emprendimientos no terminan de
despegar de sus fases iniciales.

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Muchos mencionaron que si hubieran tratado de iniciar sus emprendimientos sin
ningún tipo de educación o asesoría no hubieran logrado plasmarlos y hacerlos una
realidad. Así mismo, mencionan que la educación es fundamental en temas de
innovación, algo de lo que el país carece mucho. Un participante hizo una distinción
importante entre su persona y su experiencia con el de otras personas que no han tenido
ningún tipo de educación en cuanto a emprendimiento. El participante menciona que
pudo empezar su restaurante de manera más exitosa debido a que conocía todos los
puntos necesarios, además de que su universidad promovía estudios y programas
relacionados al emprendimiento sin necesidad de pertenecer a carreras como economía,
administración de empresas, finanzas, entre otras. Sin embargo, menciona que
claramente este tipo de educación está limitada a la universidad a la que asistas o a
cursos independientes que muchas veces no tienen mucha promoción.
De forma similar, parte de los emprendedores consideran que no existe
congruencia con el discurso político. Una participante comenta que varios políticos
llevan varios años promoviendo el emprendimiento como un punto de desarrollo base
para el país, pero que la ejecución nunca es la apropiada. Para muchos, una vez te
educas sobre emprendimiento te puedes dar cuenta de que Ecuador aún está retrasado,
pese a tener un alto porcentaje de emprendimientos en sus primeras etapas. Algunos se
mostraron sorprendidos la primera vez que se enteraron de estos problemas, ya que
consideraban que el porcentaje de emprendedores era mucho menor en el país. Este
prejuicio se desvanece para muchos cuando empiezan a generar redes de apoyo, tanto a
nivel personal como en redes sociales. Para varios participantes la generación de redes
sociales ha sido fundamental, debido a que logran conocer personas con experiencias
similares, posibles clientes, socios, proveedores, entre otros.
Así mismo, mencionan que dentro de estos grupos se facilita mucha información
referente a procesos, políticas o reformas que se hacen en torno al mundo del
emprendimiento. Sin embargo, consideran que esto es un esfuerzo social y que el apoyo
gubernamental es mínimo, pese a que siempre se promete impulsar el mismo. En este
sentido, el ambiente emprendedor en el Ecuador es desfavorable para la mayor parte de
los participantes, si es que se toma solamente en cuenta la intervención del Estado,
debido a que Ecuador aún mantiene altos niveles de cuestiones burocráticas, además de
un poco apoyo económico y de innovación para los emprendedores. Sin embargo, el

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ambiente general mejora debido a las redes de apoyo que se crean por parte de los
mismos emprendedores.
“Correa siempre hablaba de eso, pero seguimos igual o mejoramos muy poco” (Entrevistado 6)
“Yo tuve mucha ayuda cuando ingresé a diferentes grupos en redes sociales, no solo podía ofrecer de
mejor manera mis servicios, pero también me educaba mejor” (Entrevistado 4)
Los participantes comentaron diferentes posibilidades para poder mejorar el
ambiente emprendedor en el país. La más común tiene que ver con la educación y la
cultura, donde mencionan que la educación emprendedora debería inciarse desde el
colegio y no desde la universidad. Así mismo, consideran que este tipo de educación
tiende a ser muy teórica y muchas veces se omiten cuestiones importantes como la
innovación o cuestiones sociales como emprendimientos sustentables o comunitarios.
Uno de los entrevistados mencionó que tuvo malas experiencias con docentes que tenían
una visión del tema del emprendimiento muy antigua y que no estaba al tanto de nuevas
tendencias, algo que considera importante para la poca capacidad de sacar proyectos
adelante. Este participante mencionó de igual manera que existe un nivel importante de
desconexión entre la academia y las necesidades emergentes de los emprendedores.
“Mi profesor solo hablaba de la parte teórica y económica, que es importante, pero nunca ahondó en
temas actuales” (Entrevistado 6)
Por otra parte, muchos participantes consideran que incluso dentro de las
instituciones que se supone tienen que ser expertos en temas de emprendimiento,
muchas veces no conocen los procedimientos a tomar. Por estos motivos consideran que
los cambios gubernamentales tienen que ser absolutos y empezar a tomar al
emprendimiento como un tema prioritario en sus agendas. Mencionan que la
capacitación del personal que se hace cargo de temas burocráticos es fundamental para
que los procesos sean más eficaces. Así mismo, la reducción de tramites burocráticos es
un punto tocado por todos los participantes, ya que mencionan que es uno de los
principales motivos que evitan que la gente inicie sus emprendimientos debido a que el
tiempo que toma realizarlos es excesivo.
Otra recomendación que entregaron algunos participantes tiene que ver con el
cambio de la cultura emprendedora en general. Como se mencionó anteriormente el
emprendimiento siempre esta en las agendas de los principales líderes políticos del país,
pero se hace poco para mejorar este punto. El emprendimiento sigue siendo una
aspiración para pocos, a pesar de que se sigue incrementando entre las nuevas

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generaciones. En otras palabras, no existen incentivos ajenos a los ya mencionados,
como la independencia financiera, para que las personas busquen al emprendimiento
como forma de subsistencia. Además de esto, se agrega el miedo constante que existe
previo a emprender, principalmente el miedo al fracaso que muchas veces impide a la
gente iniciar. Algunos participantes mencionaron que este tipo de cultura se tiene que
cambiar, pero que tiene que ir de la mano con políticas que traten de proteger a los
emprendedores en caso de que fracase, haciendo al emprendimiento una medida no tan
riesgosa para las personas en general. Con esto, los participantes sugieren que se
generen cambios significativos para que el emprendimiento no se forme solamente por
necesidad, sino que por convicción. Finalmente, los participantes mencionan que se
tienen que reforzar las redes entre emprendedores y dejar de mantenerlas solamente
dentro de las redes sociales.
Finalmente, los participantes realizaron comparaciones entre sus vidas durante
trabajos formales y durante su carrera como emprendedores. Los participantes
mencionaron varios puntos interesantes dentro de la comparativa, no solo en un aspecto
socioeconómico, pero también en un aspecto más personal. El estrés fue un concepto
que surgió varias veces durante las entrevistas. Para algunas personas el estrés se veía
representado en la decisión de iniciar un emprendimiento. Este estrés provenía de
diferentes fuentes como falta de ideas innovadoras, falta de capital para iniciar el
emprendimiento, o simplemente no tener conocimiento de cómo hacerlo. Para los
participantes que mencionaron sentir estrés durante la decisión o el proceso de la
misma, mantienen un consenso de que formalizar la idea es lo más complicado, ya que
no solo tienen que tener la idea concreta, pero tienen que tener un estudio que pueda
indicar que ese emprendimiento puede ser rentable. En otras palabras, el estrés se
muestra desde el proceso imaginativo de lo que puede llegar a ser el emprendimiento y
mencionan que llegar a esto es complicado, a menos de que tengas una carrera que te
permita ejercer libremente. El estrés, como mencionamos anteriormente, traspasa la
etapa inicial del emprendimiento. Los participantes mencionan que todo el proceso de
inicio es complicado y que las dudas surgen en todo momento. Esto se debe en gran
medida a cuestiones económicas de la persona, debido a que muchos emprenden debido
a desempleo, no tienen redes de apoyo fuertes, y en muchos casos la seguridad que te

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proporciona un trabajo formal genera debates internos sobre si es que vale la pena o no
el emprender.
Por otra parte, otro prejuicio que la mayoría de participantes expone es la poca
seguridad, no solo económica, sino todo lo que esto conlleva, como carencia de seguro
médico, carencia de vida social (al inicio), entre otras. Sin embargo, comentan que la
satisfacción de ir generando logros o metas establecidas es una satisfacción que nunca
sintieron durante sus trabajos formales. Esto se puede transmitir en base a ventas,
contratos, o clientes conseguidos. En el caso de la diseñadora gráfica la satisfacción
principal era la de mantener su propiedad intelectual y no trabajar en una agencia que
iba a tomar el crédito. Si bien todos comentan que sus ingresos no son muy altos, a
excepción de un participante quien ha tenido mucho éxito, los participantes comentan
que esto si genera estrés e inseguridad, pero tienen conciencia de que es un sacrificio
temporal. Así mismo, otro de los beneficios que consideran que existe dentro del
emprendimiento es lo social. Este aspecto tiene como base la creación de empleo que a
su vez es uno de los principales beneficios impulsados por los líderes políticos al hablar
de emprendimiento. De igual manera, la libertad que este les proporciona, o en muchos
casos, puede llegar a proporcionar.
En comparación, el trabajo formal también tiene varios beneficios y prejuicios
para los participantes. Los beneficios que fueron expuestos van directamente anclados a
la seguridad económica que estos suelen brindar. Para los participantes esto fue uno de
los puntos que más debate generó al momento de iniciar sus emprendimientos, por lo
que muchos mantuvieron un trabajo formal a la vez que empezaban a formalizar sus
emprendimientos, con el fin de que el cambio no sea tan radical. Otros, por su lado,
decidieron entregarle el total de su tiempo a iniciar el emprendimiento, y mencionan que
fue duro, pero solamente lo lograron por el apoyo familiar que tenían. Así mismo, la
seguridad que tenían en sus trabajos formales era la seguridad social, es decir las
aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, así como en contados casos
seguros de salud privados. Para aquellos participantes que este tipo de seguridad era
fundamental, mencionaron que la suplieron con aportaciones voluntarias y en algunos
casos se unieron a seguros familiares. Otro beneficio que mencionaron los participantes,
aunque para muchos fue visto como un prejuicio, fue la organización general. Para
algunos de los participantes tener una estructura marcada en términos de horario era una

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ventaja muy grande, sin embargo, para la mayoría este era un prejuicio ya que no les
gustaba la rutina o la monotonía de los días. Así mismo, responder a otras personas por
tu trabajo no siempre fue visto como algo positivo, y como mencioné para ciertas
carreras, como arquitectura o diseño, entregar tu trabajo y no recibir el suficiente crédito
siempre fue un punto sumamente negativo. Sin embargo, el mayor prejuicio de los
participantes, referente al trabajo formal, es que siempre se corre el riesgo de quedarse
desempleado. Este punto fue fundamental para la mayoría al momento de iniciar su
emprendimiento, o al menos de empezar a considerarlo como camino profesional. Los
participantes mencionan que dentro de su vida profesional ya habían sufrido de despidos
o maltratos laborales, por lo que la idea de ser su propio jefe se volvía cada vez más
atractiva. Algunos de los participantes describieron este punto como tener tu propio
destino en tus manos, es decir si fracasas en el emprendimiento es tu responsabilidad,
pero dentro de un trabajo formal este no es siempre el caso.
Discusión:
Como hemos podido observar a lo largo del estudio, el emprendimiento no
puede ser considerado como una nueva forma de trabajo, ya que ha estado presente
durante mucho tiempo, pero si es una forma de empleo cada vez más común entre los
jóvenes a nivel mundial. Este aumento viene acompañado de diferentes cuestiones que
serán abordadas a continuación. Si bien el empleo y emprendimiento en Ecuador está
principalmente marcado por la informalidad, es fundamental entender las razones por
las que cada vez más personas, sobre todo jóvenes, buscan este camino profesional
desde la formalidad. Uno de los puntos más importantes para empezar un
emprendimiento es el desempleo, el cual a nivel global ha aumentado en los últimos
años debido a la pandemia, aunque en la mayoría de regiones del mundo se preveía una
mejora general del desempleo. Si bien Ecuador en índices de desempleo no se encuentra
en una posición extremadamente negativa, muchos de los participantes mencionaron
que fue una de las razones por las cuales decidieron emprender. En general la mayor
parte de los entrevistados mencionaron que el desempleo cuando apenás te graduas es
uno de los mayores problemas a los que se enfrentan, por lo que buscar el autoempleo
siempre fue una opción válida, sobre todo en aquellos que recibieron algún tipo de
formación sobre el tema.

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Por otro lado, y un problema mucho más marcado en varias regiones del mundo,
el empleo de mala calidad es otra de las razones más mencionadas durante las
entrevistas. Como pudimos observar, según estudios de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), el problema de la informalidad laboral es uno que se traslada en la
gran mayoría de regiones a nivel mundial, siendo Asia, Africa y America Latina los más
afectados por este problema. En Ecuador para el año 2003, la informalidad dentro del
mercado laboral era del 70%. Si bien las cifras se han reducido, la informalidad sigue
siendo el mayor problema en Ecuador. Así mismo, como pudimos observar durante el
trabajo, los jóvenes en Ecuador muestran muchas preocupaciones referentes al mercado
laboral en el país, ya que mencionan que este no se adapta bien a sus necesidades y que
generar experiencia dentro del mismo es sumamente complicado. Esto se ve reflejado
en la informalidad en la que muchos terminan cayendo para generar una ocupación, así
como en el desempleo donde el 40% de personas desempleadas son jóvenes. Esto se
puede entender de mejor manera tomando las respuestas de los participantes en las
cuales indican que otra de las motivaciones para iniciar el emprendimiento, a parte del
desempleo, fue el empleo de mala calidad. Para varios participantes los bajos salarios y
exceso de horas de trabajo fueron un detonante para buscar una alternativa. Para otros
participantes la inestabilidad general del empleo es uno de los problemas más grandes
que el emprendimiento puede responder. En otras palabras, los participantes coinciden
en que una de las motivaciones más grandes para emprender es justamente el mercado
laboral y los problemas que este acarrea en el país.
Por otra parte, una razón fundamental para entender la búsqueda del
emprendimiento como camino profesional es el discurso político y social que lo
enmarca. Muchos de los gobiernos alrededor del mundo promueven el emprendimiento
como centro de sus políticas y en Ecuador esto no es la excepción. Este tipo de discurso
es importante para varios sectores de la sociedad debido a cómo se maneja. Este
discurso exalta la percepción de que quienes buscan este camino tienen un nivel de
proactividad y responsabilidad más alto, puesto que ponen en sus manos su propia
estabilidad económica. Es por esto que en los planes de trabajo de los políticos siempre
se hace énfasis en este punto, promoviendo facilidades para los emprendedores y apoyo
para quienes vayan a empezar. Como se mostró durante el trabajo, en Ecuador han

42
existido varias políticas e iniciativas en favor de esto, pero muchos de los participantes
siguen considerando que el ambiente emprendedor del país es deficiente.
En comparación con el resto de la región, Ecuador se encuentra muy retrasado
en varias cuestiones fundamentales para facilitar y mejorar su ambiente emprendedor.
Ecuador sigue siendo uno de los países con peores ambientes emprendedores de la
región, puesto que aún existen muchos pasos previos y tramites que pueden generar
complicaciones para los interesados en desarrollar emprendimientos. Sin embargo, las
redes de apoyo de emprendedores fueron uno de los puntos más importantes para los
participantes. Estas redes representaron para varios emprendedores diversas cuestiones,
debido a que para algunos fueron de ayuda para comprender de mejor manera los
procedimientos adecuados para formalizar el emprendimiento, mientras que para otros
fue inicios para hablar con posibles proveedores e iniciar contactos, finalmente para
otros fue empezar a ofrecer sus servicios directamente a estos grupos. En general, los
participantes consideran que existen características muy positivas dentro del ambiente
emprendedor del país, pero que se puede mejorar mucho, sobre todo para generar mayor
consistencia entre los discursos y propuestas políticas y la realidad.
Como hemos podido observar a lo largo del trabajo, los conceptos de trabajo y
empleo han sido sumamente cambiantes a lo largo de la historia. Estos cambios han
traído ventajas y desventajas para las personas, algo que sigue sucediendo hoy en día.
Los participantes comentaron varias ventajas referentes al pleno empleo, pero también
mencionaron muchas desventajas. Lo más importante en cuanto a las ventajas viene
relacionado con la seguridad que te puede llegar a dar el pleno empleo. Para muchos de
los participantes seguir una carrera y desarrollarse en la misma era el camino marcado
por mucho tiempo. Esto se debe a que era lo más común y a lo que todos aspiraban
durante su desarrollo, pero la realidad laboral del país hace que este tipo de metas se
pierdan. La seguridad laboral se ha ido perdiendo, esto gracias a aumentos en el
desempleo, informalidad, y la decadencia en la calidad del mismo. Otra de las ventajas
que mencionaron, aunque en pequeña proporción y viéndola como una posible
desventaja, es el hecho de no tener que depender enteramente de ti durante el empleo, es
decir responder a otros y que los posibles fracasos más importantes no afecten en mayor
medida al trabajador. Por otra parte, las mayores desventajas para muchos son
justamente esa dependencia que se mantiene frente a terceros. Si bien puede servir la

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seguridad antes planteada, este tipo de dependencia hacer que en cualquier momento
dicha seguridad pueda desaparecer. Por otra parte, la mayor ventaja que se muestra es la
independencia en todos los sentidos, a pesar de los sacrificios que todos los
emprendedores pasan, el hecho de tratar de sacar adelante una idea, proyecto o empresa
es algo muy atractivo para estas personas. Esto se puede ver en la literatura, donde cada
vez más las personas buscan autodesarrollarse independientemente y ventajas antes muy
marcadas en el pleno empleo cada vez son vistas con menor atractivo. De igual manera,
consideran que el estrés y la desmotivación son cuestiones a las que se tienen que
enfrentar día a día en ambos caminos laborales, pero existe un consenso general en el
que es mucho mejor experimentar esto y realizar sacrificios en beneficio de un posible
emprendimiento y no en favor de terceros.
Implicaciones:
Las implicaciones de estos resultados son amplias e importantes puesto que
reflejan diferentes realidades dentro del país, respecto a un tema que, como se ha visto
siempre se ve impulsado por los encargados políticos de turno. La realidad de la
mayoría de participantes puede ayudar a tener una visión más clara sobre experiencias
generales de emprendedores en el país. En base a estas experiencias los responsables
políticos pueden comprender las necesidades de estas personas, quienes son un punto
focal dentro de sus políticas, por lo que reformas y mayor inversión puede ser fructífera.
Los participantes consensuaron en que el ambiente emprendedor en el país es bueno por
muchas razones, pero que la parte gubernamental tiende a ser la más débil de todas.
Esto se debe a que muchas veces los trámites no son claros y muchos mencionan que no
podrían haberlos desarrollado sin ayuda o educación previa por parte de instituciones
privadas. Así mismo, mencionan que la percepción que tiene el gobierno no es la mejor
al momento de educar a la gente. Esto se debe a que sienten que es una visión un poco
antigua sobre lo que es el emprendimiento, sobre todo en términos de innovación y
nuevas tecnologías.
De igual manera, estos resultados ayudan a ver de mejor manera un fenómeno
que se viene dando, cada vez con más fuerza, y es que las personas jóvenes ya no se
sienten tan atraídos al empleo que sí lo hacen generaciones pasadas. En otras palabras,
su seguridad económica a corto plazo no es el punto focal de su desarrollo profesional,
sino que buscan sacrificar esto en su juventud para poder gozarla a plenitud en el futuro.

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Esto claramente es un camino complicado y que no muchos lo logran. De hecho,
muchos estudios a nivel mundial, y como se mencionó en el presente trabajo, muestran
que los gobiernos y ciertas instituciones romantizan la idea del emprendimiento en el
mundo, haciendo ver a aquellos casos exitosos como una mayoría, o solamente
poniendo atención en estos casos cuando la realidad es otra. En Ecuador, como hemos
podido ver la mayoría de emprendimientos no terminan de despegar o desaparecen al
poco tiempo, pero esto es algo que no se suele mostrar con tanta atención. Los
participantes mencionan esto, que, si bien sus emprendimientos parecen
mayoritariamente estables, el camino es sumamente complicado y eso es algo que no se
muestra al público en general. Este punto es importante, ya que existe una realidad que,
si bien no se esconde, no se muestra en su totalidad y se pone la lámpara en la parte más
agradable del emprendimiento. En líneas generales, los resultados expuestos muestran la
realidad de un grupo muy homogéneo de emprendedores en Ecuador. Estos datos son
extrapolables a un nivel importante de la población, ya que los participantes se auto
identificaron principalmente como clase media, o media-alta y media-baja, lo que
representa un grupo importante de la población.
Limitaciones:
Sin embargo, existen muchas limitaciones referentes a este estudio y muchas
mejoras que se pueden hacer para que sus resultados sean más representativos y sean
extrapolables. En primer punto, la muestra es corta, esto se debe a que la fase del trabajo
de campo fue principalmente desarrollada a distancia, lo que complica en gran medida
la comunicación y organización de las entrevistas. Considero que sería más fructífero
realizar grupos de discusión y no enfocarme solamente en entrevistas, esto se debe a que
se puede aumentar la muestra sin necesidad de organizar más reuniones. Esto
claramente puede traer problemas en su organización en cuanto a horarios, pero de darse
dos o tres se aumenta la muestra en gran medida y se ahorran recursos. En otras
palabras, consideró que en otro contexto hubiera sido preferible cambiar la metodología,
mantener el aspecto cualitativo, pero cambiar su aproximación.
De igual manera, la literatura sobre el emprendimiento en el país demuestra que
el emprendimiento sufre del fenómeno de la informalidad, por lo que estudiar esta sería
mucho más interesante para poder ofrecer un marco más completo del emprendimiento
en Ecuador. Así mismo, para llegar a este punto es indispensable comprender las

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perspectivas de aquellos emprendedores que han logrado consolidar sus negocios y que
lleven más tiempo dentro del mercado ecuatoriano, quienes, si bien son una minoría en
el país, pueden ofrecer perspectivas sumamente importantes para comprender el proceso
de éxito de dichos emprendimientos. Del mismo modo, sería importante acceder a
percepciones de personas que han fracasado en sus emprendimientos, para realizar un
estudio comparativo y analizar las razones de éxito o fracaso de los emprendimientos en
el país, con esto se puede entender si es que las razones son personales, como muchas
veces se expone, o si son razones del sistema.
Finalmente, una limitación relacionada a la muestra, tiene que ver con que
solamente se hicieron entrevistas a emprendedores en la ciudad de Quito y con bases
homogéneas. El trabajo podría ampliarse a otras ciudades y tratar de legitimar de mejor
manera los datos obtenidos, puesto que la mayor limitación del trabajo es su muestra y
el hecho de que solamente se tomó en cuenta un grupo muy corto y que pertenece a una
sola ciudad del país. Existen muchas posibilidades para mejorar y extrapolar el trabajo,
ya sea tomando nuevas variables para escoger a los participantes, desde ciudad de
origen, tamaño del emprendimiento, tiempo del emprendimiento, edad, identificación
socioeconómica, entre otras.

Conclusión:
En conclusión, como hemos podido observar, el trabajo siempre ha estado
marcado por cambios sociales, desde supervivencia hasta un medio de autorrealización
personal y espiritual. El trabajo marca varias etapas en la vida de los seres humanos,
hasta el punto en el que hoy en día es impensable que una persona no se adhiera a este
sistema. Las políticas laborales se empezaron dando en favor de solucionar un problema
como la desocupación que dejó de ser de carácter personal y paso a ser una
problemática principalmente del sistema, por ende, de responsabilidad compartida entre
los gobiernos y los individuos. Hoy en día esta tónica se mantiene en términos de
políticas, pero como hemos visto, ahora tienen una tónica en defender o promover
derechos del trabajador dependiente, pero también tratar de promover la individualidad
de las personas en base a políticas que impulsan el emprendimiento en sus sociedades.
El emprendimiento puede ser un camino importante y factible para muchas personas en
busca de la autorrealización de la cual el empleo forma parte hoy en día en varias

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comunidades a nivel global. Los valores que se predican en torno al emprendimiento
puede afectar de igual manera a las percepciones de autorrealización de cada persona,
puesto que son valores que se consideran exaltantes frente al resto de miembros de la
sociedad, tales como valentía, liderazgo, libertad, responsabilidad, entre otros. Si bien
trabajos dependientes pueden fomentar y representar dichos valores, muchas veces son
mucho más exaltados en los emprendedores, por lo que significa iniciar un negocio
desde cero. En líneas generales, el espíritu emprendedor suele ser atribuido a diferentes
contextos sociales, psicológicos, culturales o étnicas de cada individuo. Existen
cualidades individuales que son consideradas distintivas para los empresarios tales
como necesidad de nuevos logros, capacidad de asumir riesgos, innovación, liderazgo,
capital social, entre
Una de las razones que más afecta a los individuos a buscar otros caminos laborales, es
el desempleo. Este fenómeno se desarrolla en todas partes del mundo, y si bien se ha
reducido en gran medida en varias regiones, la pandemia del COVID-19 generó un
repunte sumamente alto. A pesar de todo esto, en la mayor parte de regiones del mundo,
el problema laboral más importante a enfrentarse es la informalidad. En Asia, África y
América Latina la informalidad es un problema mucho más fuerte que el desempleo, de
manera que en Ecuador para el 2020 el índice de desempleo según datos del Banco
Mundial era solamente del 6,23%, mientras que la informalidad, según estudios
realizados en el país, sobrepasa el 70% del total de la población activa. Es esta
precariedad laboral otra de las razones más fuertes para que las personas busquen
nuevos medios de supervivencia y realización, especialmente los grupos jóvenes. Los
jóvenes son los grupos más desfavorecidos a nivel global, debido a que uno de cada
cinco jóvenes menores a 25 años no tienen trabajo, no se encuentran estudiando o
realizando ningún tipo de formación. Esto puede explicar, junto a otros determinantes
las razones por las que los jóvenes buscan emprender, debido a que el sistema laboral
actual los desfavorece en gran medida, teniendo que buscar nuevas formas de generar
riqueza, ya sea en el sector formal, o como es la tónica en Ecuador y en muchas partes
del mundo, en el sector informal.
Otro de los determinantes que han marcado el incremento de emprendedores en
el mundo es el aumento de la oferta académica enfocada a esta temática. Dentro de
instituciones educativas como escuelas, colegios y universidades, la oferta académica

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empresarial es cada vez más común y en el caso de las universidades no siempre esta
anexada a carreras estrictamente relacionadas. La oferta educacional fuera de estas
instituciones ha crecido mucho durante los últimos años, incrementando la oferta de
conferencias, foros y charlas, muchas veces promocionada por individuos
independientes, institutos u organizaciones gubernamentales. Estos últimos han tenido
mucha visibilidad en las ciudades más grandes del país, siendo estas Quito y Guayaquil
fomentando la participación y el discurso de emprendedores ya posicionados en el
mercado nacional e internacional. A pesar de que la educación empresarial es
fundamental para iniciar un negocio, es solamente un paso inicial, ya que si no se
ofrecen facilidades económicas es difícil que los emprendimientos sobrepasen sus fases
iniciales. La etapa de financiamiento es de las más importantes y un pequeño porcentaje
de instituciones tienden a gestionar apoyo económico desde las primeras etapas tales
como capitales semilla o inversiones mucho más importantes. En líneas generales, el
ambiente emprendedor en Ecuador es algo contradictorio, ya que a nivel regional
mantenemos los índices más altos de intención de emprendimiento e incluso de
emprendimientos informales, pero en cuanto a las dependencias gubernamentales se
deja mucho que desear, ya que el proceso para emprender en comparación a otros países
de la región deja mucho que desear.
Otro determinante sumamente interesante dentro del emprendimiento es el
discurso político. Este se promueve en muchas zonas del mundo, y Ecuador no es la
excepción. Los jóvenes son las personas que más absorben el discurso del
emprendimiento, el cual tiende a ser mucho más exaltado por gobiernos que fomentan
una ideología de liberalismo económico, aunque como hemos podido observar en el
caso de Ecuador, gobiernos claramente más apegados a la izquierda lo exaltan de igual
manera, pero enfocando el discurso de forma diferente. Los gobiernos más apegados a
la derecha exaltan los valores individuales, al igual que sus beneficios. Por otra parte,
los gobiernos más apegados a la izquierda, tienden a exaltar los beneficios y valores
sociales que conlleva el emprendimiento.
Al utilizar una metodología cualitativa, se pudo profundizar en el proceso de
emprendimiento de cada individuo. Los resultados que se pudieron observar fueron muy
similares, a pesar de la diversidad en cuanto a industrias de cada emprendimiento
analizado. En general existen pocos cambios entre emprendedores cuando nos fijamos

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únicamente en los caminos que tienen que tomar para consolidarlo. Estos pasos están ya
formalizados por los gobiernos centrales y autónomos del país, por lo que en este
sentido las diferencias se acortan en términos de tiempo que le haya tomado a cada
individuo. Sin embargo, esto puede cambiar dependiendo de la naturaleza del
emprendimiento. Por otra parte, características que si pueden cambiar entre los
emprendedores son las razones que tienen para iniciar este proceso. Estas fueron
variadas, pero se acoplaban a cuestiones ya mencionadas, como desempleo,
informalidad, o la búsqueda de una realización personal mediante la vida profesional. El
proceso de consolidar un emprendimiento también puede ser muy diferente para algunas
personas, puesto, no solo estructuralmente, pero también psicológicamente. Esto se debe
a que no todos empiezan desde el mismo lugar, y que las condiciones y contexto social,
familiar e individual pueden marcar diferencias importantes durante este proceso. Para
ciertos participantes la presión económica no es muy alta, puesto a que cuentan con un
apoyo familiar sólido, así como para algunos participantes el nivel de inversión no es
alto. En líneas generales, la idea del emprendedor exitoso se encuentra sumamente
romantizada, puesto a que tiende a englobar a esta minoría tan marcada en perspectivas
similares, que dejan de lado todo tipo de contexto social.
Finalmente, es importante tomar en cuenta las limitaciones y las posibles
implicaciones que surgen del estudio. Primero, es un tema de suma importancia por su
presencia, siempre significativa, en los planes de gobierno de responsables políticos y el
incremento de emprendimientos o intentos de los mismos a nivel mundial. Por estas
razones, comprender la percepción de la sociedad acerca del funcionamiento
gubernamental en temas de emprendimiento es sumamente importante. Por otra parte,
se refleja la realidad de un grupo importante en el país, puesto que la mayoría de los
participantes se identificaron a sí mismos como clase media, por lo que sus opiniones y
experiencias puede extrapolarse a otros individuos a nivel nacional. Así mismo, es una
oportunidad interesante para mostrar el camino real, y no romantizado, de los
emprendimientos. En otras palabras, se puede aterrizar y socializar la realidad del
emprendimiento. En contraste, las limitaciones tienen que ver principalmente con el
tamaño y características de la muestra. La variante que se puede dar para que el análisis
sea más amplio y, por ende, completo, es la de realizar grupos de discusión, donde se
cumplen los mismos objetivos que con las entrevistas, pero se genera un intercambio

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más dinámico de percepciones y en mayor cantidad. De igual manera, es importante
realizar trabajos comparativos con otros sectores de la sociedad, debido a que el grupo
presentado fue sumamente homogéneo, tanto en términos socioeconómicos, de edad y
consolidación de sus emprendimientos. Las comparaciones podrían apegarse a estas
variables, siendo una de las más interesantes la oportunidad de estudiar a los
emprendedores que no tuvieron éxito, para tratar de encontrar características personales
o sociales que influyan en el proceso.

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