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EE.UU.

: la revuelta de Haymarket (1886)


Se trata de una conquista laboral conocida como "los mártires de Haymarket", el 11 de
noviembre de 1887 ocho sindicalistas anarquistas, que reivindicaban una jornada laboral
de ocho horas, fueron encarcelados y condenados a muerte por los hechos acaecidos el 4
de mayo de 1886 en la plaza de Haymarket, en Chicago.
La Federación Estadounidense del Trabajo había convocado a una protesta el 1º de
mayo para exigir una jornada laboral de ocho horas. Una nueva ley les daba ese derecho
a los empleados de oficinas federales y de obras públicas, pero no a los obreros
industriales.
La huelga llegó a movilizar a unos 350.000 trabajadores en todo el país, pero tuvo su
epicentro en Chicago, donde los trabajadores tenían jornadas de hasta 14 horas.
La tensión con las patronales llegó a su punto más álgido el 4 de mayo, cuando los
gremialistas convocaron a una manifestación en el parque de Haymarket, a la que
asistieron unos 20.000 obreros.
Durante el discurso del anarquista Samuel Fielden, un desconocido arrojó una bomba
contra la policía. Un agente murió y otros 60 resultaron heridos, esto desato el pánico y
las autoridades abrieron fuego contra la multitud. El incidente acabó con 38 obreros
muertos, además de un centenar de lesionados.
Varios dirigentes sindicales fueron ahorcados un año después tras un cuestionado
proceso judicial. A los obreros que dieron su vida, durante aquellas protestas se los
recuerda como "los mártires de Chicago" y, desde entonces, los sindicatos ganaron
terreno en todo el mundo.

Rusia: la semilla de la Revolución (1905)


En enero de 1905, campesinos y obreros se unieron a la clase media rusa para protestar
contra la opresión del imperio del zar Nicolás II y exigir mejores condiciones laborales.
En las zonas rurales se produjeron tomas de tierras y se creó el sindicato de agricultores.
Las movilizaciones acabaron en violencia cuando el 22 de enero una marcha pacífica
hacia el Palacio de Invierno del zar, en San Petersburgo, derivó en una sangrienta
confrontación con la Guardia Imperial que dejó entre decenas y centenares de muertos.
Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la cifra de víctimas fatales, pero sí se
refieren a ese hecho como el "Domingo sangriento".
A partir de ahí cientos de miles de trabajadores en todo el imperio entraron en huelga y
crearon consejos conocidos como soviets. Reclamaban el derecho a la tierra, ocho horas
de jornada laboral y mejores condiciones de trabajo.
Pero a estas demandas se sumaron las políticas: libertad de expresión, derecho a formar
partidos políticos y un Parlamento elegido por el pueblo. Uno de los grupos más activos
en aquel momento era la facción bolchevique liderada por un tal Vladimir Lenin.
Nicolás II terminó capitulando.
"El zar permitió el establecimiento de un Parlamento, pero lo disolvió dos años después,
lo que sembró la semilla para la Revolución de 1917".

Polonia: Lech Walesa y el movimiento Solidaridad (1980)

Una de las huelgas que cambió el mundo tuvo lugar en Gdansk, Polonia.
Comenzó el 14 de agosto de 1980, cuando unos 17.000 trabajadores tomaron control del
astillero Lenin para protestar por el aumento de los precios de los alimentos, entre otros
asuntos.
Su líder, Lech Walesa, logró eludir un intento de arresto por parte la policía secreta,
trepó la entrada del astillero y se sumó a los obreros que habían ocupado las
instalaciones.
Pronto, trabajadores de una veintena de fábricas de la zona se sumaron a la huelga como
un gesto de solidaridad.
Más de dos semanas después, luego de negociaciones con el gobierno comunista de
Polonia, Walesa apareció ante los obreros del astillero y dio un histórico mensaje:
"¡Tenemos un sindicato independiente que se autogobierna! ¡Tenemos el derecho a
huelga!".
Walesa y el vice primer ministro Mieczyslaw Jagielski habían firmado un acuerdo para
responder a las principales demandas de los trabajadores.
Fue la primera vez que un gobierno comunista puso en práctica dos derechos
consagrados en las convenciones de la Organización Internacional de Trabajo: el de
organizarse libremente y el de realizar huelgas.
"Cumplí con mi trabajo allí", dijo recientemente Walesa en una entrevista con la BBC.
"Luché contra el comunismo y hoy prevalece la democracia".
Brasil: Lula y los metalúrgicos (década de 1970)
En la década de los años 70, los obreros industriales de Brasil -la mayor economía de
América Latina- realizaron una serie de huelgas para reclamar aumentos salariales.
Fue la primera vez que los trabajadores se organizaron a gran escala en el país para
desafiar al gobierno militar.
Los sindicatos afirmaban que el régimen había manipulado a la baja las cifras de
inflación y demandaban una actualización de los sueldos.
En 1979, más de 170.000 obreros metalúrgicos paralizaron el corazón industrial de
Brasil, Sao Paulo, con enfrentamientos entre las fuerzas armadas y los manifestantes.
El gobierno militar finalmente aceptó ajustar los salarios cada semestre.
Las huelgas fueron protagonizadas por el sindicato de obreros metalúrgicos, cuyo líder
era Luiz Inácio Lula da Silva.
Llevaron a la creación del Partido de los Trabajadores (PT), uno de los principales
partidos políticos hoy en día.
Después de postularse varias veces sin éxito, Lula acabaría llegando a la presidencia de
Brasil (2003-2010).
Sus iniciativas que lograron reducir la pobreza en el gigante latinoamericano lo
convirtieron en uno de los líderes más respetados a nivel mundial.
Pero también su lucha para lograr mayor equilibro de poder entre los países ricos y
emergentes.
"Debemos convencer al mundo de que no hay razón para que América Latina o África
no estén representadas en el Consejo de Seguridad de la ONU".

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