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Morfometría de otolitos / Morfometria de


otólitos

Chapter · December 2015

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Antoni Lombarte Víctor M. Tuset


Institut de Ciències del Mar Institut de Ciències del Mar
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3. MORFOMETRÍA DE OTOLITOS

Antoni Lombarte y Víctor Tuset

Sumario
3.1. Introducción ......................................................................................................................... 60 
3.2 Biometrías ............................................................................................................................. 60 
3.2.1 Biometrías lineales ............................................................................................................. 60 
3.2.2 Área, perímetro y peso ....................................................................................................... 64 
3.2.3 Relación entre magnitudes ................................................................................................. 65 
3.2.4 Índices biométricos y de forma .......................................................................................... 69 
3.3 Análisis de la forma............................................................................................................... 70 
3.3.1 Forma y tamaño .................................................................................................................. 70 
3.3.2 Obtención del contorno ...................................................................................................... 71 
3.3.2.1 Calidad de la imagen ....................................................................................................... 71 
3.3.2.2 Extracción del contorno .................................................................................................. 73 
3.3.2.3 Coordenadas polares ....................................................................................................... 74 
3.3.2.4 Coordenadas cartesianas ................................................................................................. 75 
3.3.2.5 Reflexión parcial ............................................................................................................. 75 
3.3.3 Extracción de caracteres o análisis del contorno ................................................................ 76 
3.3.3.1 Descriptores de Fourier ................................................................................................... 77 
3.3.3.2 Wavelets .......................................................................................................................... 79 
3.3.4 Análisis de puntos homólogos ............................................................................................ 81 
3.5 Eliminación del efecto talla en el análisis de contorno ......................................................... 83 
3.6 Aplicaciones de la morfometría de otolitos ........................................................................... 84 
3.6.1 Variaciones inter-específicas: identificación de especies y sus aplicaciones ..................... 85 
3.6.2 Variaciones intra-específicas: la identificación de stocks pesqueros ................................. 87 
3.6.3 Ecomorfologia y morfología funcional .............................................................................. 87 
3.6.4 Ecología de comunidades y biodiversidad ......................................................................... 89 
3.6.5 Momento actual y perspectivas de futuro: el análisis en 3 dimensiones ya está aquí ........ 90 
Agradecimientos ......................................................................................................................... 91 

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3.1. Introducción

El uso de morfometrías en organismos y estructuras biológicas, como son los otolitos, está
asociado al desarrollo tecnológico en la adquisición, procesamiento y análisis de imágenes
digitales, así como en la mejora de la velocidad y capacidad de los procesadores informáticos.
De tal modo, que la complejidad en las medidas y en los análisis matemáticos ha aumentado
proporcionalmente con dicho avance. La biometría o otolimetría14 se emplea en la
cuantificación de la variabilidad y similitud de los otolitos, y permite la descripción,
estandarización e integración de datos morfológicos con otros de carácter fisiológico, molecular
y ecológico. Dicho campo de la ciencia es ampliamente utilizado en la identificación de stocks
(Bird et al. 1986) y especies (Lombarte y Castellón 1991), en la determinación del sexo y la
edad de peces teleósteos (Cardinale et al. 2004), en el establecimiento de relaciones
filogenéticas (Gaemers 1984), en estudios paleontológicos (Nolf 1985), en el esclarecimiento de
redes tróficas (Frost y Lowry 1981), en el análisis de la variabilidad inducida por factores
adaptativos o ecomorfología (Gauldie 1988) y en la caracterización de la diversidad de
comunidades (Tuset et al. 2015a).

3.2 Biometrías

3.2.1 Biometrías lineales

Históricamente, los primeros trabajos biométricos en otolitos se basaron en medidas lineales.


Éstas se llevan a cabo sobre una proyección ortogonal del otolito sin tener en cuenta la
curvatura, la cual puede ser muy pronunciada en algunos grupos de Teleósteos como en los
lutjánidos (Figura 3.1A). A partir de dicha proyección ortogonal se determinan los dos ejes
mayores: la longitud máxima y a la altura o ancho máximo perpendicular. Debido al sesgo que
pueden producirse por una proyección ortogonal incorrecta es importante utilizar siempre la
misma cara del otolito, siendo norma general el empleo de la cara interna o medial, la cual se
caracteriza por la presencia del sulcus acusticus (Figura 3.1A).

14
Término creado por Gaertner (1982).

60
Figura 3.1 - Otolito sagitta de Lutjanus argentimaculatus. (A) Vision dorsal donde se muestra la
curvatura del otolito. (B) Proyección ortogonal de la cara interna. A = cara anterior, D =
posición dorsal, I = cara interna.

Si estas medidas se toman a partir de la tangente de los puntos más extremos hablamos de
diámetro de Feret, y son las más utilizadas (Figura 3.2). Estas medidas se pueden obtener con un
calibre de precisión o mediante sistemas digitales muy sencillos, previo calibrado de la imagen.
En todos los casos, es muy importante estandarizar la posición del otolito previamente a la toma
de las medidas. Otras medidas lineales se basan en las características anatómicas de las distintas
partes del otolito, y en especial del sulcus acusticus, como por ejemplo: la longitud del rostrum,
definida como la distancia entre el extremo anterior del otolito y la proyección del extremo más
interno de la excisura ostii, la longitud y anchura del surco, la longitud de la cauda (parte
posterior del surco) y longitud del ostium (parte anterior del surco) (Lombarte y Lleonart 1993,
Volpedo y Echeverría 2000, 2003) (Figura 3.2B,C). Dado que estas medidas están asociadas a
caracteres morfo-funcionales de los otolitos son utilizadas normalmente en estudios de índole
ecomorfológico (ver apartado 3.4.3). En especies con otolitos muy gruesos, como los
pertenecientes a las especies de corvinas (Sciaenidae), Gadiformes o Ophidiiformes (Gaemers
1984, Nolf 1985), se suele medir adicionalmente el grosor o espesor máximo, es decir, la
máxima distancia entre la cara lateral externa (extremo distal) y la cara lateral interna (extremo
medial) del otolito (Figura 3.2D).
Existe una nueva generación de medidas lineales a partir de puntos homólogos que definen las
características más importantes del otolito (Reichenbacher et al. 2007, Reichenbacher y
Reichard 2014): la longitud de la línea situada en el punto más prominente del rostrum (Figura
3.3: l-l’); la longitud de la línea situada en el punto más prominente del antirostrum (Figura 3.3:

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d-d’); la longitud de la línea horizontal situada en el punto más entrante de la excisura ostii
(Figura 3.3: m-m’); la longitud de la línea vertical situada en el punto más alto del margen
dorsal (Figura 3.3: h-h’); la longitud entre la intersección del punto más interno de la excisura
ostii y el margen dorsal (Figura 3.3: m-a); la longitud entre la intersección del punto más interno
de la excisura ostii y el margen ventral (Figura 3.3: m-r). Estás medidas se pueden
complementar con otras medidas lineales secundarias y con los ángulos generados entre ellas.

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Figura 3.2 - Medidas biométricas más comumente utilizadas. (A) Representación del contorno
externo y del sulcus acusticus del otolito sagitta de Lutjanus argentimaculatus por su cara
interna. (B) Medidas del otolito, OL = longitud del otolito, OH = altura del otolito, RL =
longitud del rostrum, OP = perímetro del otolito, OA = área del otolito. (C) Medidas del sulcus
acusticus, SsL = longitud del sulcus, SH = altura del sulcus, L ostium = longitud del ostium, L
cauda = longitud de la cauda, SP = perímetro del sulcus, SA = área del sulcus, A ostium = área
del ostium, A cauda = área de la cauda. (D) Vista dorsal del contorno del otolito sagitta del
esciaénido Otolithes ruber, GO = grosor del otolito. A = posición anterior, D = posición dorsal,
I = cara interna.

Figura 3.3 - Medidas líneales propuestas por Reichenbacher et al. (2007) en el otolito sagitta de
Lutjanus argentimaculatus basadas en puntos homólogos del contorno del otolito. A = posición
anterior, D = posición dorsal.

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3.2.2 Área, perímetro y peso

Aunque a partir de dibujos con cámara clara se había obtenido la posibilidad de medir el área de
los otolitos, no es realmente hasta la revolución digital - finales de la década de 1980 - cuando
se empieza a realizar medidas del área y perímetro (Gauldie 1988, Lombarte 1992). Éstas
requieren un calibrado previo, en la que se establece el número de pixeles que contiene una
unidad de medida unidimensional, que corresponde a la escala en milímetros dada la dimensión
de los otolitos. Esto implica que las imágenes que se fotografíen deben contener una referencia
o escala. Tal y como ya fue comentado, la imagen también tiene que ser posicionarse de forma
ortogonal y estandarizada.
Una vez es obtenida la imagen, las principales medidas que se tomar de la misma son: el área
total del otolito (desde su cara interna o medial), el área del sulcus acusticus, el área de la cauda
y el área del ostium (Figura 3.2B,C). La obtención de datos del sulcus acusticus puede ser
compleja, y requiere habitualmente trabajar con dibujos obtenidos con la cámara clara o sobre la
imagen digitalizada, ya que es muy difícil obtener el perfil nítido del mismo con una fotografía
y separarlo a través de sistemas de análisis de imagen del resto de la superficie del otolito. Otro
de los problemas que existen es la alteración del contorno del sulcus producido por variaciones
en el ángulo de incidencia de la luz cuando se captura una imagen (Figura 3.4). Los perímetros
se pueden obtener de forma automática mediante diversos programas de análisis de imagen,
siempre y cuando las imágenes estén bien contrastadas con el fondo. Tal como ocurre con la
medida de las áreas, si se quiere obtener el perímetro del surco es necesario dibujarlo
previamente.

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Figura 3.4 - Aspecto diferenciado del sulcus acusticus según la dirección de incidencia de la luz
(flecha blanca) en un otolito sagitta de Trachurus mediterraneus. (A) Con luz incidente en el eje
antero-posterior del otolito, el sulcus es poco percetible. (B) Con luz incidente en eje dorso-
ventral la forma del sulcus está más definida.

Finalmente, el peso se obtiene con el otolito completamente limpio y seco mediante una balanza
analítica, con una precisión de microgramos. El peso se ha revelado como una buena variable
para determinar la edad (Boehlert 1985, Cardinale et al. 2004). Dada la influencia de factores
ambientales en el crecimiento del otolito (Mosegaard et al. 1988), también se ha empleado
como parámetro fundamental para la determinación de stocks y poblaciones (Stransky et al.
2008, Tuset et al. 2006). Además, constituye una excelente variable para mejorar la
clasificación e identificación de especies (Sadighzadeh et al. 2012a, Tuset et al. 2013).

3.2.3 Relación entre magnitudes

El crecimiento se puede definir como el aumento de las magnitudes somáticas de un individuo


respecto al tiempo o edad. La variación de la forma de los individuos con la edad se puede
expresar a través de las variaciones existentes entre las distintas magnitudes somáticas de un

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organimo y se conoce como crecimiento relativo. La fórmula general que expresa la relación
entre dos magnitudes se expresa mediante una ecuación potencial (Huxley y Teisser 1936):

y= axb
Dónde:
a y b = parámetros de la ecuación;
x = variable independiente;
y = variable independiente.

Pero, esta ecuación es solo una relación formal entre dos variables biométricas. Por ejemplo, si
se comparar el diámetro de una esfera con su volumen, se estaría confrontando una medida
unidimensional (o longitud) con un volumen (o medida tridimensional). Siguiendo el ejemplo
de la esfera, el parámetro b expresaría la relación entre ambas magnitudes diámetro y volumen,
la cual equivaldría a 3. Si se quisiera expresar la relación entre una magnitud de una dimensión
y otra de dos dimensiones, el parámetro b equivaldría a 2, y en el caso de la relación entre dos
magnitudes unidimensionales el valor de b tendería a 1. Si esta relación es constante a lo largo
del tiempo, es decir la forma no cambia, la relación es isométrica, tomando b el valor de 1, 2 o 3
dependiendo de las dimensiones de las magnitudes estudiadas. Sin embargo, en muchos casos la
forma de un organismo o de un órgano puede cambiar a lo largo de su ciclo vital15, en tal caso la
relación es de tipo alométrico. Si la relación entre una magnitud estudiada y otra de referencia
(variable independiente, por ejemplo, longitud del pez) se hace menor a lo largo del
crecimiento, se denomina alometría negativa, y el valor b será significativamente menor al de
isometría. Al contrario, si la magnitud estudiada aumenta respecto a la magnitud de referencia
se producirá alometría positiva. En este caso el valor b es significativamente mayor al de
isometría. La alometría puede ser verificada de modo sencillo con la prueba estadística de la t de
Student (cf. Capítulo 7).
En consequencia, la existencia de variaciones de tamaño absoluto a lo largo del crecimiento (en
el caso de los otolitos, su tamaño aumenta a medida que crece el pez) conlleva, si se producen
alometrías, variaciones en la forma (Figura 3.5). En estos casos, las variaciones individuales de
tamaño y las variaciones alométricas pueden producir efectos no deseados en los análisis
multivariantes, enmascarando diferencias entre los grupos de estudio (especies, poblaciones,
stocks o sexos). Por ello, es conveniente usar métodos que eliminen ambos efectos, tamaño y
alometría, como paso previo a un análisis multivariante de los datos biométricos.

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A este proceso se denomina cambios ontogénicos.

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Figura 3.5 - Crecimiento del otolito sagitta de Lampanyctus crocodrilus. (A) Crecimiento
absoluto. La barra blanca corresponde a 1 mm. (B) Crecimiento relativo de la altura del otolito
en relación a su longitud. El coeficiente b = 0,826, significativamente inferior a 1, indica un
crecimiento alométrico negativo de modo que en los ejemplares mayores la altura relativa del
otolito disminuye en relación a su longitud, modificando su forma general.

Este problema se ha solucionado tradicionalmente dividiendo las biometrías por la variable


independiente. Sin embargo, con esta operación la variación alométrica a lo largo del tamaño se
sigue manteniendo. Otros métodos parten del supuesto que el primer componente de un análisis
de componentes principales representa el tamaño (Jolicoeur y Mosimann 1960), de modo que
eliminando el primer componente se elimina el efecto tamaño. No obstante, el primer
componente puede conservar también factores relacionados con la forma, y tampoco hay certeza
absoluta que los otros componentes no estén influenciados por la talla (Mosimann y James
1979). Una tercera familia de métodos (Lombarte y Lleonart 1993, Lleonart et al. 2000)
consisten en transformar los parámetros iniciales a parámetros normalizados a una talla
determinada teniendo en cuenta la variación alométrica grupal para ello se realizan los
siguientes pasos:
- se calcula el crecimiento relativo la variable dependiente y con relación a la variable
independiente x (Figura 3.6A);
- se transforma cada punto x-y en un nuevo punto normalizado teniendo en cuenta la función
potencial a través de la fórmula y’= y (x0/x)b en el que x0 es el punto de normalización, por

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ejemplo una talla normalizada para todo el grupo (Figura 3.6B);

- los datos finales corresponden a individuos de la misma talla normalizada. Esta normalización
se debe repetir para cada biometría y grupo estudiado (Figura 3.6C).

En la Figura 3.7 se observa como los otolitos de cada especie de Merluccius presentan una
menor dispersión después de la normalización propuesta por Lleonart et al. (2000) en la que se
eliminado los efectos de la talla y de la alometria.
En la literatura existen otros procedimientos diferentes, pero enmarcados en la misma filosofía
que el anterior, basados en pendientes (b) comunes o particulares, así como en la utilización de
los residuos de dichas relaciones (Begg et al. 2005, Stransky y MacLellan 2005).

A
área del otolito (mm2)

Longitud total del pez (mm)

B
área del otolito (mm2)

Longitud total del pez (mm)

C
área del otolito (mm2)

Longitud total del pez (mm)

Figura 3.6 - Eliminación del efecto talla y alometria en medidas biométricas. (A) Se calcula el
crecimiento relativo para cada medida y (área del otolito) con relación a una variable
independiente x (longitud del pez) siguiendo una ecuación potencial. (B) Se transforma cada
punto en un nuevo punto normalizado siguiendo la variación alomètrica. (C) Los datos

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transformados pasan a corresponder a individuos de una misma talla de referencia (en ejemplo
250 mm).

eje 2 (1,9%)

eje 1 (96,5%)

Aguas templadas Aguas frías

B
eje 2 (10,7%)

eje 1 (79,5%)

Aguas templadas Aguas frías

Figura 3.7 - Análisis biométrico de otolitos sagittae de seis especies de merluzas (Merluccius
spp.). (A) Con medidas no normalizadas al tamaño y a la alometría, toda la variabilidad se
concentra en el eje 1 (96,5% de la variabilidad total) que representa el tamaño absoluto del
otolito; en este análisis no se aprecian diferencias entre especies. (B) Con medidas normalizadas
al tamaño y a la alometría se observan una mayor cohesión en la distribución de puntos para
cada especie, diferenciándolas en función del tamaño relativo en relación al tamaño del pez.

3.2.4 Índices biométricos y de forma

Los índices son valores obtenidos a partir de la relación entre variables, y se desarrollaron con el
fin de caracterizar mejor las particularidades de la morfología de los otolitos. El índice más
sencillo es el aspect ratio (Templeman y Squire 1979) que establece la relación entre la altura
en relación a la longitud del otolito (Figura 3.2B). Si el otolito es tan largo como alto el aspect
ratio tiende a 1, si es más largo que alto es inferior a 1, y si es más alto que largo es superior a 1.

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Otros índices fáciles de interpretar son:
- la longitud relativa del otolito L = (OL/FL) 100, siendo OL la longitud del otolito y FL la
longitud del pez (Volpedo y Echeverría 2003);

- el índice IORS = (OA/FL2) 1000, siendo OA el área del otolito normalizada a una talla estándar
FL0 (Lombarte y Cruz 2007);
- el índice R = (RL/OL) 100, siendo RL la longitud del rostrum (Volpedo y Echeverría 2003).

Otros autores (Messieh 1972, Yefanov y Khorevin 1979) han desarrollado otros índices más
complejos basados en distancias y ángulos entre puntos determinados de los otolitos que fueron
utilizados para diferenciar stocks, pero no son empleados hoy en día. Otros índices pueden ser
verificados en el Capítulo 2, incluyo nuestro apartado insertado allá sobre el tema (apartado
2.10.6).
También existen otro grupo de índices derivados del análisis de Fourier del contorno (Tuset et
al. 2006). Esta familia de índices si bien se aproximan a la forma global del otolito, es poco
sensible a características locales del contorno que pueden ser fundamentales en la
caracterización del otolito. Por otro lado, a diferencia de los índices más sencillos, son difíciles
de interpretar y los resultados difieren poco de los obtenidos directamente de las biometrías
normalizadas de las que derivan dichos índices. En cualquier caso, no son recomendables para
estudios finos, más cuando existen procedimientos hoy en día mejores.

3.3 Análisis de la forma

3.3.1 Forma y tamaño

Cuando se hace referencia a la forma y el tamaño de un objeto es importante definir


previamente ambos términos. Tamaño es la relación absoluta o relativa de dos magnitudes,
mientras que forma es la configuración de un objeto. Tradicionalmente, el tamaño se expresa
con unidades de medidas, sin embargo ¿qué unidades definen la forma? Su expresión
matemática es mucho más compleja y se basa en la geometría, conforme definición de
Thompson, en 1917. Los primeros intentos de definir la forma de los otolitos (Gaertner 1982) se
basaron en el empleo de las biometrías y sus índices derivados, sin embargo, éstos no describen
la forma de un otolito, y en todo caso solo expresan la similitud con una forma geométrica ideal.
Por otro lado los índices generan ambigüedades, de tal modo que a un mismo índice (aspect
ratio, compactividad, etc.) le puede corresponder distintas formas (Figura 3.8).

70
A

Figura 3.8 - Ambigüedad de las medidas biométricas clásicas en la definición de la forma del
otolito. (A) 3 formas distintas con la misma longitud y altura de otolito. (B) 2 formas distintas
con idéntica longitud, altura, área y perímetro.

En la década de 1980, y con la generalización de imágenes digitalizadas, y la susbstitución de


imágenes dibujadas, se empezaron a desarrollar métodos de análisis de forma basados en la
descomposición del contorno, fundamentalmente harmónicos de Fourier (Kuhl y Giardina
1982). Su desarrollo metodológico se fundamenta en una simplificación de una imagen de 2
dimensiones a una imagen unidimensional que sea más fácil de analizar matemáticamente. Dos
décadas después se empezó a difundir una segunda familia de análisis basados en la
comparación de puntos homólogos (landmarks) (Bookstein 1991). Ambas familias han
demostrado una alta eficiencia para reproducir matemáticamente una forma y, actualmente, se
emplean de forma extendida en el estudio de los otolitos con mayor éxito que la biometría
multivariante.

3.3.2 Obtención del contorno

3.3.2.1 Calidad de la imagen

Antes de plantear un estudio basado en imágenes de los otolitos es necesario obtener dichas
imágenes con una elevada calidad y una posición anatómica estandarizada que facilite los
ulteriores análisis. El principal requerimiento es que las imágenes estén bien contrastadas. Dado
que los otolitos son de color claro, se recomienda digitalizarlos contra un fondo oscuro,
preferente negro y homogéneo (Figura 3.1), lo cual facilitará la determinación correcta del

71
contorno. El contraste de una imagen puede mejorar con una luz polarizada incidente y,
posteriormente, puede ser tratada de forma digital. También se advierte homogeneizar el fondo
con negro absoluto, ajustando el patrón RGB (rojo, verde e azul, de red, green y blue) en R=0,
G=0, B=0, para evitar problemas posteriores en la delimitación del contorno. El uso de grafito,
no es recomendable pues elimina contraste entre el objeto y el fondo. Por otro lado, se ha de
evitar que la curvatura del otolito produzca una desviación o error en los resultados. Este
problema se puede solucionar con el uso de un fondo blando que permita posicionar
ortogonalmente el otolito (Figura 3.9). Otras cuestiones que se debe tener en consideración es
no trabajar con otolitos rotos o con restos de epitelio (“sucios”) que puedan alterar el contorno,
y analizar otolitos siempre del mismo lado anatómico (Lombarte et al. 2006). Aunque pueda
parecer obvio e incensario estas matizaciones, es lamentable la publicación de imágenes
dañadas o sucias. En el caso de especies simétricas se pueden utilizar ambos otolitos, e incluso
se pude utilizar uno de ellos si falta el otro (aunque no de forma sistemática, solo ocasional)
siempre que se conviertan mediante una inversión horizontal. Esta opción no se recomienda con
especies con otolitos asimétricos como los peces planos (Lychavov et al. 2008).

Figura 3.9 - Error en la forma ortogonal del otolito inducido por una diferente posición del
otolito bajo la lupa binocular. En el ejemplo se muestra el mismo otolito sagitta de Lutjanus
argentimaculatus fotografiado en tres posiciones distintas. D = posición dorsal, V = posición
ventral. La flecha blanca indica el ángulo de la luz incidente.

72
3.3.2.2 Extracción del contorno

La caracterización del contorno se basa en dos procedimientos básicos: la extracción del


contorno, es decir, obtener la representación matemática de la forma del contorno y la
extracción de caracteres a partir de un conjunto de descriptores numéricos que caractericen el
contorno (Piera et al. 2005).
La extracción del contorno a partir de la imagen original (Figura 3.10A) implica varios pasos: la
segmentación, que permite la separación el otolito (objeto) del resto de la imagen (fondo); la
binarización, que consiste en la determinación de la silueta del objeto o contorno (Figura
3.10B); la extracción, que conforma la selección de los puntos que marcan el límite (contorno)
entre la silueta del objeto y el resto de la imagen (fondo) (Figura 3.10C), y; la codificación, que
conlleva una representación unidimensional del límite o contorno desde un punto determinado,
el cual debe siempre ser el mismo (Messieh y McDougall 1985, Bird et al. 1986, Doering y
Ludwing 1990). En esta fase es recomendable empezar por un punto fácil de referencia situado
en un extremo de la imagen, como el rostrum. La codificación se puede realizar siguiendo
métodos distintos: coordenadas polares, coordenadas cartesianas (Piera et al. 2005) o mediante
la reflexión parcial del contorno (Reig-Bolaño et al. 2010).

73
Figura 3.10 - Extracción del contorno a partir de una imagen. (A) Imagen digital del otolito
sagitta izquierdo de Scomber scombrus visto por su cara interna. (B) Imagen segmentada y
binarizada separarando el objeto (blanco) y el resto de la imagen o fondo (negro). (C)
Extracción del contorno del objeto, es decir la selección de los puntos que marcan el límite entre
el objeto y el fondo.

3.3.2.3 Coordenadas polares

Es el método de extracción del contorno más extendido, y consiste en el cálculo de la distancia


entre el contorno y el centro de gravedad16 del objeto. Cada distancia se calcula a partir de
ángulos iguales (Figura 3.11A) y el resultado final es un valor para cada punto del contorno
(Castonguay et al. 1991). Este método permite una fácil reconstrucción de la imagen a partir de
los datos obtenidos, aunque su principal inconveniente es que si se el contorno del otolito tiene
fuertes irregularidades (concavidades o proyecciones) se pueden generar errores en la
linearización, y posteriormente en la reconstrucción de la imagen (Piera et al. 2015). Una
variante es el cálculo de la distancia entre el centro de gravedad y el contorno a partir de
distancias equidistantes del límite (Lombarte y Castellón 1991). En este caso, sí que se detectan
bien concavidades del otolito pero la ulterior reconstrucción de la imagen es mucho más
compleja.

16
Media aritmética de todos los puntos x e y.

74
puntos muestreados [n] angulos [n]

Figura 3.11 - Codificación de un objeto, mediante el cual se pasa de una representación de dos
dimensiones a una representación numérica unidimensional. Existen dos métodos básicos de
codificación: (A) coordenadas cartesianas, cada punto se describe con un valor determinado de x
e y; (B) coordenadas polares, cada punto refleja la distancia entre el perímetro i el centroide o
centro de gravedad de la figura (media de los puntos x e y) para ángulos equidistantes.

3.3.2.4 Coordenadas cartesianas

Cada objeto se define por la combinación de las coordenadas x-y, usando dos números reales
para cada punto (Figura 3.11B). Con este método los resultados son más precisos, producen
menos errores y solucionan el problema de las irregularidades y la reconstrucción (Piera et al.
2005).

3.3.2.5 Reflexión parcial

Esta nueva propuesta de extracción de contorno parte de imágenes normalizadas en tamaño y


orientación (Reig-Bolaño et al. 2010, Harbitz y Albert 2015). Para ello, se produce una
reorientación del otolito en su posición horizontal, creando una imagen especular horizontal de
la figura inicial, que se unan por el extremo horizontal más alejado del centro de gravedad
(generalmente el rostrum), y finalmente se construye una contorno lineal entre la mitad superior
del otolito y la imagen especular de la mitad ventral (Figura 3.12).

75
A

Figura 3.12 - Codificación del contorno de un otolito sagitta de Diplodus cervinus mediante el
método de reflexión parcial. (A) Contorno del otolito izquierdo. (B) Creación de una imagen
especular (reflexión). (C) Selección del perfil dorsal de la imagen original y del perfil ventral de
la imagen especular (reflexión parcial).

3.3.3 Extracción de caracteres o análisis del contorno

La segunda fase del análisis de contornos consiste en la extracción de datos numéricos que
caractericen la forma de los contornos y que permitan ser analizados mediante métodos
estadísticos. Para ello, se han desarrollado desde las últimas décadas del siglo XX distintos
métodos de análisis que veremos sucintamente en los apartados posteriores. Los métodos más
generalizados se basan en los descriptores de Fourier y sus diversas variantes (EFD, FFT) e
índices derivados, si bien recientemente se han desarrollado descriptores multiescala.

76
3.3.3.1 Descriptores de Fourier

Los descriptores, coeficientes o harmónicos de Fourier se han usado desde 1980 para describir
la forma de organismos y estructuras biológicas (Rohlf y Ferson 1983, Rohlf y Archie 1984), y
entre ellos los otolitos (Bird et al. 1986, Doering y Ludwing 1990, Castonguay et al. 1991,
Campana y Casselman 1993, Torres et al. 2000a, Stransky 2005). Parte del proceso previo de
linearización de una imagen bidimensional a una unidimensional. Esta línea de datos (distancias
o coordenadas polares) se expresa matemáticamente a través de una serie polinómica de Fourier
para los componentes x e y de un punto, como definido por Kuhl y Giardina (1982):


⎡ ⎛ 2πnt ⎞ ⎛ 2πnt ⎞⎤
x(t ) = a0 + ∑ ⎢an cos⎜ ⎟ + bn sin⎜ ⎟⎥
n =1 ⎣ ⎝ T ⎠ ⎝ T ⎠⎦

⎡ ⎛ 2πnt ⎞ ⎛ 2πnt ⎞⎤
y(t ) = c0 + ∑ ⎢cn cos⎜ ⎟ + d n sin⎜ ⎟⎥
n =1 ⎣ ⎝ T ⎠ ⎝ T ⎠⎦
Dónde:
t = tiempo periódico;
T = tiempo periódico en un espacio determinado del contorno;
a y b = parámetros del componente x del contorno;
c y d = parámetros del componente y del contorno.

A partir de los coeficientes del polinomio se realiza una reducción de los datos empleados,
buscando los que tengan una contribución más significativa al análisis global de la forma. Si
bien un descriptor por si solo nos da poca información de la forma del otolito, a medida que se
añaden descriptores la información de la forma del objeto se hace más precisa (Figura 3.13).
Así, mediante los análisis de Fourier se puede describir la forma del otolito con muy pocos
descriptores, siendo ésta su mayor ventaja. Por otro lado, las series de Fourier son uniescalares,
es decir, para cada forma solo existe una escala de datos. Es conveniente que a su vez estos
descriptores estén poco influenciados por la ontogenia, para ello se deben descartar los que
están correlacionados con el tamaño o la edad del organismo (Castonguay et al. 1991, Stransky
2005, Stransky et al. 2008, Tuset et al. 2012) dejando los descriptores que presenten
características morfológicas propias del grupo estudiado (stock, población, especie) a lo largo
del crecimiento. No obstante, también pueden normalizarse utilizando las técnicas del apartado
3.3.5.

77
Figura 3.13 - Reconstrucción mediante descriptores de Fourier de un contorno de otolito sagitta
de Scomber scombrus. Se observa que al añadir descriptores la forma obtenida se acerca a la
forma original.

Una variante de los descriptores de Fourier es la Fast Fourier Transform (FFT). Este método
considera las coordenadas x-y como números complejos (a + ib), siendo a el componente real e
ib el componente imaginario que representan la amplitud del coseno y el seno, respectivamente
(Christopher y Waters 1974, Parisi-Baradad et al. 2005).
A partir de los descriptores de Fourier se han generado también diversos índices morfométricos
que se han aplicado en el análisis de otolitos (Tuset et al. 2006), tales como la elipticidad o
circularidad, calculada a partir de la distancia entre la elipse o círculo generada por los ejes
mayores y la elipse generada vía la transformada de Fourier.
Los métodos basados en harmónicos de Fourier y sus derivados han demostrado ser muy
eficientes en la diferenciación de stocks (Bird et al. 1986, Castonguay et al. 1991, Campana y
Casselman 1993, Stransky et al. 2008), sin embargo tienen algunos inconvenientes,
especialmente en la interpretación morfológica del resultado. El principal problema que
presentan es que no existe una correspondencia entre un coeficiente o harmónico y un carácter
morfológico concreto. Los análisis morfológicos son globales y no locales, por lo que solo el
conjunto de coeficientes tienen correspondencia con la forma analizada. Iwata y Ukai (2002)
indican que este déficit puede ser compensado comparando las representaciones gráficas del
contorno medio de los grupos estudiados. Por otro lado, dado que normalmente se utilizan

78
coordenadas polares de ángulos equidistantes, el análisis es poco sensible a las concavidades
profundas, por lo cual se pierde información. La simplificación de forma en pocas variables es
una de las principales ventajas de los análisis de Fourier, pero con el aumento de la capacidad de
procesado matemático de los ordenadores se han ido desarrollando nuevos sistemas que
permiten análisis más detallados de la forma, como los análisis multiescala.

3.3.3.2 Wavelets

Las transformadas de wavelets (WT) son análisis multiescala de puntos locales de un contorno.
Los wavelets son el resultado de expandir una señal en una familia de funciones (Mallat 1991)
que representan las dilataciones y traslaciones de una función wavelet madre:

1 ⎛ϕ ⎞
ψ s(x) = ψ⎜ ⎟
s ⎝ s⎠
Dónde:
Ψ = función con un soporte local en un rango limitado en el eje de abscisas;
φ = filtro de paso inferior;
S = parámetro de escala.

Esto permite a las WT detectar singularidades de diferentes tamaños en la función analizada. A


efectos prácticos, esto implica que los wavelets no solo detectan singularidades (concavidades y
convexidades), sino que pueden establecer su posición. De este modo se pueden comparar
distintos contornos punto a punto, de modo que nos solo indica su grado disimilitud, sino la
posición donde tal disimilitud se produce (Figura 3.14). Su aplicación en los otolitos ha
mostrado ser muy eficiente tanto en la determinación de especies como en la identificación de
stocks (Parisi-Baradad et al. 2005, 2010, Sadighzadeh et al. 2014). La ventaja de ser un análisis
multiescala es que se trabaja con todos los niveles de singularidades, desde escalas bajas que
detectan pequeños cambios en el contorno, a escalas altas que son sensibles a la forma general
del otolito, e incluso se puede seleccionar una sola escala o un pequeño conjunto de escalas que
contengan la información morfológica que queremos analizar (Figura 3.14). La otra ventaja de
los wavelets es su condición de análisis local, razón por la cual se puede analizar la forma de un
contorno parcialmente y centrarse solo en una determinada área (Figura 3.15) que sea
característica del grupo comparado (Sadighzadeh et al. 2014), o que tenga un carácter funcional
como el rostrum o la excisura ostii (Tuset et al. 2015b).

79
A

Figura 3.14 - Extracción de caracteres numéricos del contorno a partir del análisis multiescala
de wavelets. (A) Proceso de codificicación del contorno mediante 512 puntos. La codificación
debe inciarse en el mismo punto en todos los otolitos analizados (en ejemplo el rostrum). (B)
Contorno codificado mediante coordenadas polares. (C) Representación de las 9 escalas de
wavelets. Cada escala es sensible a distintas características de la forma.

80
Figura 3.15 - Selección de un segmento del contorno de un otolito sagitta de Lutjanus
argentimaculatus, a partir de un wavelet de escala 5.

Otros análisis de contorno menos empleados son los análisis de la curvatura (en inglés curvature
scale space, CSS) y la energía de desdoblamiento (en inglés bending) que mapea la evolución de
los puntos de inflexión de un contorno que se van suavizando al incrementar las escalas de
aproximación (Mokhtarian y Mackworth 1992). Hasta la fecha solo se ha aplicado
experimentalmente dando resultados parecidos a otros análisis multiescala como los wavelets
(Parisi-Baradad et al. 2005). Una ventaja del bending es su sensibilidad al grado de rugosidad
del contorno del objeto (Piera et al. 2005).

3.3.4 Análisis de puntos homólogos

El primer intento de interpretar los cambios morfológicos en la ontogenia y la evolución como


cambios matemáticos fue desarrollado por D’Arcy Thompson en 1917 en On growth and form.
En esta magna obra se establecen los principios fundacionales sobre las aplicaciones
matemáticas en los estudios morfológicos e introduce conceptos como los puntos homólogos
que serán fundamentales para desarrollar la segunda gran línea de análisis de la forma de los
objetos, la geometría morfológica. También introduce otro concepto como las gradillas de
deformación (en inglés thin-plate spline), donde un objeto se deforma (warped) en otro (Adams

81
et al. 2004), lo cual es muy útil para analizar los cambios entre puntos homólogos.
Sin embargo, estas ideas no se desarrollaron hasta la década de 1980 cuando Fred Bookstein
combina aspectos del análisis de puntos homólogos y la biometría en los análisis box-truss17,
definiendo una estructura a partir de distancias lineales entre puntos homólogos (Bookstein
1991). En la última década del siglo XX, el análisis de puntos homólogos ha evolucionado con
el concepto de morfología geométrica, en el que se analizan las variaciones entre puntos
homólogos de forma global y no a partir de distancias lineales. El método de análisis es bastante
complejo de explicar y no es objeto de este capítulo, en este sentido se recomienda una lectura
más pormenorizada del tema en, entre otros, Mitteroecker y Gunz (2009), Webster y Sheets
(2010), Adams et al. (2013) y Monteiro (2013). Aún así, y de forma simplificada, mediante un
análisis generalizado de Procrustes (GPA) se produce una superposición de configuración de
puntos homólogos, escalados a un tamaño y orientación común (Rohlf y Marcus 1993). A partir
de aquí se puede analizar las distancias Procrustes propiamente dichas o llevar a cabo un
análisis de componentes principales para la comparación relativa de las formas estudiadas
(Rohlf 2001, Meloro et al. 2008). Con el tiempo se ha introducido también el concepto de
puntos equidistantes18 (semilandmarks) (Zelditch et al. 2004), equivalente a los puntos con la
misma distancia de contorno, que es muy útil en estructuras con escasos puntos homólogos o
puntos equidistantes entre puntos homólogos. Si bien en el estudio de otolitos, el uso de análisis
de puntos homólogos no se ha generalizado tanto como el análisis de contorno, esta viene
siendo empleado desde 2005 (Monteiro et al. 2005, Ponton 2006, Lombarte et al. 2010, Vignon
y Morat 2010), en trabajos que combinan el uso de puntos homólogos y de puntos equidistantes
(Figura 3.16A) de modo que los resultados obtenidos son similares a los análisis de contornos,
con el valor añadido de contener información sobre la forma del sulcus acusticus, estructura que
aporta información de la especie y de su funcionalidad (Gauldie 1988, Lombarte 1992, Torres et
al. 2000b, Volpedo y Echeverría 2003).

17
Estructura compuesta por más de tres líneas conectadas transversalmente y de forma diagonal entre partes de un
objeto.
18
Puntos de un objeto no relacionados con zonas homólogas pero que se pueden representar en el mismo.

82
A

Figura 3.16 - Morfología geométrica, métodos de determinación de puntos homólogos y puntos


equidistantes. (A) Método tradicional, donde se usan pocos puntos homólogos indicados por
letras, y muchos puntos equidistantes del contorno. (B) Nueva propuesta, en el que número de
puntos del contorno del otolito y del sulcus acusticus están más compensados; lo = puntos
homólogos del otolito, los = puntos homólogos de intersección entre otolito i sulcus, so = puntos
equidistantes del otolito, ls = puntos homólogos del sulcus, ss = puntos equidistantes del sulcus.

El principal inconveniente de este método se produce por el poco peso que tienen en los análisis
multivariantes los puntos homólogos del sulcus acusticus en relación con los puntos
equidistantes del contorno, mucho más numerosos. Este problema se puede solventar aplicando
la metodología de determinación de puntos de Reichenbacher (2007) que reduce el número de
puntos equidistantes del contorno (Figura 3.16B). Los resultados obtenidos en análisis
multivariantes con un número de puntos equiparable entre sulcus y contorno han demostrado ser
más sensibles a la variabilidad inter-específica y funcional (Tuset et al. 2015a).

3.5 Eliminación del efecto talla en el análisis de contorno

Al igual que ocurría con las medidas biométricas, las resultados pueden estar influenciados por
la caracterización de los datos, básicamente diferencias en las tallas o edades. Para datos

83
derivados de Fourier o wavelets, hay dos tipos de ajuste: mediante pendientes o mediante
residuos. En el primer caso, se compara la pendiente (b) de la relación entre la variable
dependiente y la talla del pez de cada uno de los grupos a comparar mediante un análisis de
covarianza (ANCOVA, Winer et al. 1991). Dependiendo si la pendiente es similar o no, la
solución a la eliminación del efecto de la talla. Partiendo de la siguiente ecuación propuesta por
Bergenius et al. (2005) tenemos varias soluciones:

Oij adj = Oij + b ( FLij − MFLj )


Dónde:
Oij, adj = variable morfológica del otolito del individuo i ajustado a la talla media del grupo j;
Oij = variable morfológica original del individuo i del grupo j;
b = pendiente de la relación Oij:FLij común para todos los grupos;
FLij = medida de la talla del pez del individuo i del grupo j;
MFLj = la talla media del pez del grupo j.

Sí las pendientes son iguales (ANCOVA, P > 0,05), se utiliza la pendiente común para eliminar
el efecto de la talla. Sí las pendientes son distintas, el ajuste se hace de forma independiente para
cada grupo.
Este método es comparable al explicado anteriormente en medidas biométricas, por lo que
ambos son igual de válidos. En cualquier caso, el método es recomendable en estudios donde las
tallas de los peces sean muy parecidas. En caso contrario, la mejor opción es un análisis
multivariante de las variables dependientes con la talla del pez y el posterior empleo de los
residuos de dicha relaciones (Stransky y MacLellan 2005, Jónsdótir et al. 2006).
En morfología geométrica el efecto de la talla también debe ser testado mediante la relación
lineal entre el centroide19 y talla (Ravosa y Profant 2000). Si los resultados indicasen una
correlación, el efecto de la talla de los valores derivados del análisis de componentes principales
de las distancias Procrustes es eliminado mediante la opción del método de los residuos.

3.6 Aplicaciones de la morfometría de otolitos

Diversos autores han evidenciado que la forma de los otolitos tiene caracteres específicos
(Schmidt 1968, Gaemers 1984, Nolf 1985, L’Abée-Lund 1988), y en muchos casos, la
morfología de los otolitos varía sensiblemente entre poblaciones, como en arenques (Messieh
1972, Postuma 1974), salmónidos (McKern et al. 1974, Neilson et al. 1985) y lutjanidos (Smith
1992). E incluso, se ha conseguido separar stocks pesqueros de forma eficiente a través de la

19
Es la raíz cuadrada de la suma al cuadrado de las distancias del conjunto de puntos homólogos de un objeto.

84
forma del otolito (Casselman et al. 1981, Bird et al. 1986, Castonguay et al. 1991, Campana y
Casselman 1993, Friedland y Reddin 1994, Rätz 1994, Colura y King 1995, Stransky et al
2008). La variabilidad morfológica de los otolitos sagittae se ha relacionado con factores
intrínsecos como el sexo, la ontogenia y genéticos (Lombarte et al. 2003, Cardinale et al. 2004)
y factores ambientales, especialmente temperatura, la profundidad y salinidad (Wilson 1988,
Lombarte y Lleonart 1993, Begg y Brown 2000, Cardinale et al. 2004).
No obstante, el estudio de los otolitos se debe entender sobre todo desde una vertiente funcional
como parte del oído interno de los peces teleósteos. Por lo tanto, la determinación de la relación
entre forma y función y ambiente es esencial para comprender, en profundidad, las causas de la
variabilidad morfológica de los otolitos (Platt y Popper 1981, Gauldie 1988, Lombarte y
Fortuño 1992, Lychakov y Rebane 2000, Paxton 2000, Volpedo y Echeverría 2003).

3.6.1 Variaciones inter-específicas: identificación de especies y sus aplicaciones

La forma de los otolitos tiene un alto grado de variación inter-específica, que puede ser usado
para la identificación de especies. Tradicionalmente, las diferencias entre especies se han
descrito teniendo en consideración los caracteres anatómicos e ilustrándose en atlas de dibujos,
fotografías ópticas o de barrido, como clásicos principalmente de la primer mitad del siglo XX
(Koken 1884, Frost 1925, Sanz-Echeverría 1926, Chaine y Durvergier 1931, Bauzá-Rullán
1954) y más reciente, conocidos y utilizados los de Schmidt (1968), Nolf (1985), Härkönen
(1986), Smale et al. (1995), Volpedo y Echeverría (2000), Assis (2003, 2005), Campana (2004),
Tuset et al. (2008), Lin y Chang (2012), Sadigzadeh et al. (2012b), Rossi-Wongtschowski et al.
(2014).
La resistencia del aragonito de los otolitos a la degradación permite que la identificación de
especies a través de los otolitos sea imprescindible en situaciones en las que el resto del pez se
ha degradado, tal es el caso de los contenidos estomacales (Fitch y Brownell 1968, Neves et al.
2012, Otálora-Ardila et al. 2014, Rosas-Luis et al. 2014), los sedimentos fósiles (Schwarzhans
1980, Nolf 1985, Nolf y Sterbaut 1989), los restos arqueológicos (Van Neer et al. 2002), e
incluso para establecer hipótesis filogenéticas (Post y Hecht, 1977, Gaemers 1984,
Reichembacher et al. 2007). Sin embargo, como se ha comentado anteriormente, el uso de
caracteres anatómicos no matemáticos, no solo requieren de un alto grado de experiencia por
parte del científico, si no que presentan un alto nivel de ambigüedad. Para evitar la subjetividad
de los caracteres anatómicos, se empezaron a identificar especies cercanas a partir de medidas
biométricas de otolitos en los 1980 (Gaertner 1982, Akkiran 1985, Bori 1986, L’Abeé-Lund
1988) o de su relación con la talla del pez entre los 1950 y 70 (Templeman y Squire 1956, Botha
1971). Aunque el análisis biométrico puede dar buenos resultados, las técnicas de análisis de
imagen ha dado un nuevo impulso a la identificación de especies a través de los otolitos, bien

85
mediante el empleo de las distancias entre el contorno y el centro de gravedad (Lombarte y
Castellón 1991), el análisis de Fourier (Stransky 2005), los wavelets y análisis de las curvaturas
(Parisi-Baradad et al. 2005), la energía de desdoblamiento (Piera et al. 2005), los puntos
homólogos (Monteiro et al. 2005), o la reflexión parcial (Reig-Bolaño et al. 2010). Estos
estudios se han aplicado esencialmente al otolito sagitta que presenta mayor variabilidad
morfológica, pero también en el otolito astericus (Assis 2003) y lapillus (Assis 2005, Volpedo y
Fuchs 2010), e incluso con los tres pares de otolitos a la vez (Schulz-Mirbach et al. 2012).
La eficiencia de los métodos de análisis de contorno aumenta cuando se utilizan de forma
combinada, incluyendo datos biométricos como el peso del otolito (Sadigzadeh et al. 2012a).
Todos estos métodos son recomendables para grupos reducidos de especies cercanas
taxonómicamente, y también en la identificación de criptoespecies (Tuset et al. 2010), siendo
mayor su eficacia si se dispone de un número elevado de ejemplares por especie. La
complejidad aumenta cuando se trata de analizar grupos faunísticos amplios, en cuyo caso se
requiere de amplios conocimientos morfológicos y de una amplia representación de las especies
(Nolf 1985, 2013) o bien se debe partir de una amplia base de datos (Lombarte et al. 2006). Para
ello, se han desarrollado sistemas de clasificación que permiten identificar especies a partir de
bases de imágenes muy amplias y con pocos datos por especie. Estos sistemas se basan en
análisis iterativos de los contornos para cada una de las escalas de detalle determinadas
mediante wavelets (Parisi-Baradad et al. 2010), favoreciendo la comparación local de puntos
(Figura 3.17).

Figura 3.17 - Clasificación automática a partir de los wavelets extraidos de un contorno de


otolito sagitta de un ejemplar de Scomber scombrus comparado con otolitos de una base de
datos preexistente. Los círculos indican los puntos de máxima diferenciación entre otolitos
comparados. FL = longitud de la furca del pez, D = distancia euclidiana.

86
3.6.2 Variaciones intra-específicas: la identificación de stocks pesqueros

Debido a la necesidad de gestionar correctamente los recursos pesqueros (Cushing 1968), la


identificación de stocks constituyó la rama científica de la pesquería que sustentó el desarrollo
de la otolitometría en su contexto más práctico (Cadrin y Friedland 1999). Las variaciones intra-
específicas en los otolitos se deben a la influencia que ejerce factores ambientales o exógenos
(la profundidad, temperatura y la salinidad) en su crecimiento y forma, así como otros factores
intrínsecos (tasa de crecimiento o el sexo) (Simkiss 1974, Wilson 1985, Morales-Nin 1987,
Mosegaard et al. 1988, Secor y Dean 1989, Lombarte et al. 2003, Cardinale et al. 2004, Vignon
y Morat 2010, Vignon 2015), siendo especialmente recomendado cuando el flujo genético es
suficiente para enmascarar la existencia de poblaciones separadas (Stransky et al. 2008,
Gholami et al. 2015). Los primeros trabajos científicos en la identificación de stocks se basaron
en comparativas de curvas de crecimiento, y en índices de forma del otolito (Templeman y
Squire 1956, Yefanov y Khorevin 1979, Gaertner 1982). El mayor problema con el que se
encontraron fue compensar las diferencias en el tamaño y la alometría (Templeman 1935) que
distorsionaban los resultados finales, el cual se resolvió aplicando métodos que los eliminasen
(ver apartado 3.5). Aunque puede emplearse individuos de diversa talla o edad, se recomienda
acotar la muestra o trabajar con grupos de edad de forma independiente, especialmente en
especies pelágicas (Castonguay et al. 1991).

3.6.3 Ecomorfologia y morfología funcional

Los tres pares de otolitos forman parte del oído interno, el cual está relacionado con el sentido
acústico y del equilibrio (Popper y Fay 1993, Popper y Lu 2000). De tal modo que, cualquier
estudio sobre otolitos debe ser interpretado dentro del marco de la función “real” en el pez, y no
exclusivamente en base a su utilidad científica. Sin embargo, aún no se establecido claramente
como dicha variabilidad morfológica afecta a las capacidades auditivas de los peces (Platt y
Popper 1981, Popper y Lu 2000, Popper et al. 2005).
La ecomorfología de órganos sensoriales, entre ellos los órganos otolíticos, es la ciencia que
compara los datos morfo-funcionales y ecológicos de las especies (Karr y James 1975, Bock
1990, Motta et al. 1995, Norton et al. 1995, Weissburg 2005). Por lo tanto, su aplicación con
otolitos permite establecer relaciones entre determinadas características de los mismos y
características ecológico-funcionales como la alimentación, la locomoción, el hábitat, la
profundidad y el comportamiento (Volpedo y Echeverría 2003, Lombarte y Cruz 2007,
Colmenero et al. 2010). Su aplicación se ha centrado en especies de una misma comunidad
íctica sean mesopelágicas (Paxton 2000), de plataforma (Volpedo y Echeverría 2003) o litorales
(Lombarte y Cruz 2007), en especies cercanas filogenéticamente con claras diferencias

87
ecológicas como en merluzas (Lombarte y Fortuño 1992), en góbidos (Arellano et al. 1995), en
salmonetes (Aguirre y Lombarte 1999), guppis (Schulz-Mirbach et al. 2008), rapes (Colmenero
et al. 2010), y en variaciones ontogénicas en merluzas (Lombarte y Popper 1994, 2004). Con
excepción de algunos estudios basados en el lapillus de corvinas (Ramcharitar et al. 2004) y de
peces otofisios (Volpedo y Fuchs 2010), casi todos los estudios realizados se han centrado en el
otolito sagitta, ya que juega un papel muy importante en la función auditiva, mientras que las
otras estructuras otolíticas están más relacionadas con las funciones de equilibrio (Platt y Popper
1981, Popper y Fay 1993, Popper y Lu 2000). En estos estudios se ha considerado el tamaño y
grosor del otolito, la relación entre la mácula sensorial y el otolito (conocida como S:O ratio),
las conexiones entre el otolito y la vejiga natatoria, las variaciones morfológicas entre los 3
pares de otolitos y la forma general de este (Gauldie 1988, Lombarte 1992, Paxton 2000,
Lombarte et al. 2003, Volpedo y Echeverría 2003, Lombarte et al 2010, Schulz-Mirbach et al.
2011, Tuset et al. 2015b).
Como se ha comentado con anterioridad, la forma general del otolito se ha asociado con
características ecológicas como la profundidad, el hábitat y el tipo de locomoción y de
alimentación (Wilson 1985, Gauldie y Crampton 2002, Lombarte et al. 2003, Volpedo y
Echeverría 2003, Sadigzadeh et al. 2014, Tuset et al. 2015b). Las especies pelágicas como los
atunes y caballas tienen otolitos relativamente más pequeños (Lombarte y Cruz 2007, Lombarte
et al. 2010) y con una forma alargada, un rostro prolongado y una S:O ratio mayor que las
formas bentónicas (Volpedo et al. 2008). Una excepción se produce en procesos evolutivos de
pelagización a partir de formas bentónicas como en el caso de góbidos y nototénidos, donde se
han producido fenómenos paedomóficos, en los que los otolitos conservan caracteres larvarios
como es su forma redondeada (Lombarte et al. 2010). Recientemente, a partir del análisis local
de contornos de otolitos sagittae en distintos grupos de perciformes (Sadigzadeh et al. 2014,
Tuset et al. 2015b) se ha asociado la variabilidad de la zona dorso-rostral, relacionada con el
desarrollo del ostium, con la variabilidad ambiental y funcional (Sadigzadeh et al. 2014, Tuset
et al. 2015b).
También se ha descubierto una correspondencia entre otolitos de tamaño relativamente grande y
especies que emiten sonidos, y que implica una rica comunicación acústica (Luczkovich et al.
1999, Holt 2002). Muchas especies con otolitos de gran tamaño son especies de aguas
profundas, turbias o de hábitos nocturnos (Paxton 2000, Lychakov y Rebane 2000, Ramcharitar
et al. 2006, Lombarte y Cruz 2007, Colmenero et al. 2010). En estas especies la reducción del
campo visual, debido a la pérdida de luz ambiental, es compensada por sistemas sensoriales
alternativos como los mecanorreceptores y quimiorreceptores (Lombarte y Fortuño 1992,
Kuciel, 2013, Warrant y Locket 2004). Por el contrario, especies de colores brillantes y de
actividad diurna, por ejmplo los lábridos, tienen otolitos relativamente pequeños (Cruz y
Lombarte 2004). En ocasiones, un gran tamaño relativo del otolito está acompañado de una

88
fuerte tridimensionalidad, como en caso de los esciénidos (Ramcharitar et al. 2004). El
engrosamiento de la cara exterior del otolito produce un efecto de focalización sobre dicho
punto de la cara interior, en el cual se sitúa la macula sensorial (Figura 3.1). En los lenguados y
sollas (Pleuronectiformes) se ha observado una clara asimetría funcional, siendo el otolito
sagitta situado en posición inferior de mayor tamaño (Lychakov et al. 2008).
El sulcus acusticus, cuya forma y tamaño está relacionada con la mácula sensorial20, es
característico de cada especie (Schwarzhans 1980, Smale et al. 1995, Tuset et al. 2008) y ha
sido objeto de numerosos estudios comparativos (Popper y Coombs 1982, Lychakov y Rebane
2000, Ramcharitar et al. 2006, Schulz-Mirbach et al. 2011, 2013). Se ha observado que la
relación entre el área de la mácula sensorial o del sulcus acusticus y el área del otolito (S:O
ratio) varía en función de las características ecológicas y funcionales de las especies (Gauldie
1988, Lombarte 1992, Arellano et al. 1995), e incluso las poblaciones de una misma especie
(Poecilia mexicana), adaptadas a la vida cavernícola se caracterizan por tener un sulcus
acusticus más profundo que las poblaciones que viven en el exterior (Schulz-Mirbach et al.
2011).
En paralelo a los estudios ecomorfológicos se han desarrollado otras líneas de carácter
fisiológico y conductual (Popper y Coombs 1982, Fay y Popper 2000, Yan 2001, Tellechea et
al. 2010). La presencia de conexiones entre el oído interno y la vejiga natatoria, mediante
osículos de Weber, burbujas o conexiones directas, implica un aumento a la sensibilidad y a la
percepción de sonidos de frecuencia superior a los 1,5 kHz (Popper et al. 2003). Estas especies
son conocidas como especialistas acústicos y son propias de grupos como los peces otophysios
y los clupeiformes (Platt y Popper 1981). Algunas de estas conexiones están asociadas a formas
especiales de los otolitos como en gadiformes (Lombarte y Popper 2004), esciénidos
(Ramcharitar et al. 2004, 2006) y sobre todo los melámfidos (Deng et al. 2013), cuyos otolitos
presentan expansiones largas y delgadas.

3.6.4 Ecología de comunidades y biodiversidad

Las características morfológicas observadas en los otolitos de una comunidad reflejan la


estructura ecológica y funcional de la misma (Paxton 2000, Gauldie y Crampton 2002,
Lombarte y Cruz 2007, Volpedo et al. 2008, Tuset et al. 2015a). Dado que en muchos casos, el
conocimiento taxonómico de faunas fósiles de peces teleósteos está exclusivamente basado en
dientes aislados y otolitos (Schawrzhans 1980, Nolf 1985, Reichenbacher et al. 2007), el estudio
de la variabilidad morfológica de estas estructuras ayuda a entender las características
ecológicas de la comunidad fósil estudiada y su evolución en períodos largos de tiempo (Tuset
et al. 2015a).
9
Área del oído interno donde se encuentran las células sensoriales ciliadas mecanorreceptoras.

89
Por otro lado, las comunidades también se pueden caracterizar por el número y complejidad de
especies a través de índices de biodiversidad (Margalef 1982). Los índices de diversidad han ido
aumentando su complejidad y versatilidad con la inclusión de datos taxonómicos (Webb 2000,
Clarke y Warwick 2001), funcionales (McClain et al. 2004, Petchey y Gaston 2006, Villéger et
al. 2008) y morfológicos (Zelditch et al. 2003, Recasens et al. 2006, Farré et al. 2013). En
consecuencia, a partir de las características morfológicas de los otolitos de una comunidad
también se pueden elaborar índices de diversidad de dicha comunidad (Tuset et al. 2015a).

3.6.5 Momento actual y perspectivas de futuro: el análisis en 3 dimensiones ya está aquí

En el campo de los estudios morfométricos, el principal reto es la mejora de la precisión de la


medida de la forma generando objetos en 3 dimensiones (Figura 3.18). Se han realizado
distintos intentos en la obtención de imágenes tridimensionales de los otolitos usando
microtomografías de rayos x (Hamrin et al. 1999, Ramcharitar et al. 2004, Schulz-Mirbach et
al. 2011, 2013, Kéver et al. 2014), microfotografías (Zitek et al. 2014) o scanner basados en
LEDS de luz blanca (Marti-Puig et al. 2015), aunque aún no hay un método estandarizado. El
mayor problema reside en la conformación de un sistema que permita trabajar con otolitos
grandes y muy pequeños. Cabe esperar que con el desarrollo de dichas técnicas el análisis de
objetos 3D se generalice y facilite la obtención de datos para mejorar la clasificación de los
otolitos, la extracción de caracteres morfológicos significativos, especialmente del sulcus
acusticus, y la elaboración de modelos biomecánicos que permitan estudiar cómo se realiza la
transmisión acústica.

90
Figura 3.18 - Imágenes tridimensionales de un otolito sagitta del esciaénido Argyrosomus
regius.

Finalmente, sigue siendo vital desarrollar grandes bases de datos morfométricos, así como de
imágenes de otolitos que permita abordar trabajos de ámbito ecofilogenético y ecomorfológico
en una perspectiva evolutiva (Lombarte et al. 2006), así como la publicación de atlas específicos
de áreas geográficas poco estudiadas.

Agradecimientos

Los autores están especialmente agradecidos a los editores del volumen Alejandra V. Volpedo y
André M. Vaz dos Santos por su dedicación y ayuda en la realización del capítulo.

91
3. MORFOMETRIA DE OTÓLITOS

Antoni Lombarte e Víctor Tuset

Sumário
3.1 Introdução ........................................................................................................................... 269 
3.2 Medidas ............................................................................................................................... 270 
3.2.1 Medidas lineares ............................................................................................................... 270 
3.2.2 Área, perímetro e peso ..................................................................................................... 274 
3.2.3 Relação entre medidas ...................................................................................................... 275 
3.2.4 Índices biométricos e de forma ........................................................................................ 279 
3.3 Análise da forma ................................................................................................................. 280 
3.3.1 Forma e tamanho .............................................................................................................. 280 
3.3.2 Obtenção do contorno ...................................................................................................... 281 
3.3.2.1 Qualidade da imagem .................................................................................................... 281 
3.3.2.2 Extração do contorno .................................................................................................... 283 
3.3.2.3 Coordenadas polares ..................................................................................................... 284 
3.3.2.4 Coordenadas cartesianas ............................................................................................... 285 
3.3.2.5 Reflexão parcial............................................................................................................. 285 
3.3.3 Extração de caracteres ou análise do contorno ................................................................. 286 
3.3.3.1 Descritores de Fourier ................................................................................................... 286 
3.3.3.2 Ondaletas (Wavelets) ..................................................................................................... 289 
3.3.4 Análise de marcos anatômicos ......................................................................................... 291 
3.5 Eliminação do efeito do tamnho nas análises do contorno.................................................. 294 
3.6 Aplicações da morfometria de otólitos ................................................................................ 295 
3.6.1 Variações interespecíficas: identificação de espécies e suas aplicações .......................... 295 
3.6.2 Variações intraespecíficas: a identificação de estoques pesqueiros ................................. 297 
3.6.3 Ecomorfologia e morfologia funcional ............................................................................ 297 
3.6.4 Ecologia de comunidades e biodiversidade ...................................................................... 299 
3.6.5 Momento atual e perspectivas futuras: a análise em 3 dimensões já está aqui! ............... 300 
Agradecimentos ......................................................................................................................... 301 

3.1 Introdução

O uso de morfometria aplicada a organismos e estruturas biológicas, como os otólitos, está

269
associado ao desenvolvimento tecnológico na aquisição, processamento e análise de imagens
digitais, assim como as melhorias na velocidade e capacidade dos computadores, o que trouxe
maior complexidade nas medições e análises matemáticas. A biometria ou otolimetria56 se
dedica a quantificação da variabilidade e da similaridade dos otólitos, permitindo a descrição, a
padronização e a integração de dados morfológicos, fisiológicos, moleculares e ecológicos. Este
campo da ciência tem sido amplamente aplicado à identificação de estoques (Bird et al. 1986) e
espécies (Lombarte 1991), na identificação do sexo e da idade dos peixes teleósteos (Cardinale
et al. 2004), no estabelecimento de relações filogenéticas (Gaemers 1984), em estudos
paleontológicos (Nolf 1985), no estabelecimento de redes tróficas (Frost e Lowry 1981), na
análise da variabilidade decorrente de adaptações ou ecomorfologia (Gauldie 1988) e na
caracterização da diversidade de comunidades (Tuset et al. 2015a).

3.2 Medidas

3.2.1 Medidas lineares

Historicamente, os primeiros estudos biométricos com otólitos se basearam em medidas


lineares, obtidas a partir de uma projeção ortogonal do otólito sem levar em conta sua curvatura,
que pode ser muito pronunciada em alguns grupos de teleósteos, como nos lutjanídeos (Família
Lutjanidae) (Figura 3.1A). A partir desta projeção, se determinam os dois maiores eixos: o
comprimento e a altura máxima do otólito. Devido ao erro que se pode produzir com um
projeção ortogonal incorreta, é importante utilizar sempre a mesma face do otólito, sendo
comum o uso da face interna ou medial, que se caracteriza pela presença do sulcus acusticus
(Figura 3.1B).

56
Termo criado por Gaertner (1982).

270
Figura 3.1 - Otólito sagitta de Lutjanus argentimaculatus. (A) Visão dorsal onde se mostra a
curvatura do otólito. (B) Projeção ortogonal da face interna. A = face anterior, D = posição
dorsal, I = face interna.

Se estas medidas forem tomadas a partir das tangentes dos pontos mais extremos, estamos nos
referindo ao diâmetro de Feret, que são as medidas mais utilizadas (Figura 3.2). Estas medidas
podem ser obtidas com uma ocular micrométrica ou com sistemas digitais muito simples, com
calibração prévia do aumento utilizado. Em todos os casos, é fundamental padronizar a posição
do otólito antes das medições. Outras medidas lineares também se baseiam em características
anatômicas dos otólitos, especialmente do sulcus acusticus, como por exemplo: o comprimento
do rostrum, definido como a distância entre o extremo anterior do otólito e a projeção do
extremo mais interno da excisura ostii, o comprimento e a altura do sulco, o comprimento da
cauda (parte posterior do sulco) e o comprimento do ostium (parte anterior do sulco) (Lombarte
e Lleonart 1993, Volpedo e Echeverría 2000, 2003) (Figura 3.2B,C). Estas outras medidas estão
associadas a caracteres morfofuncionais dos otólitos, sendo utilizadas em estudos
ecomorfológicos (ver seção 3.4.3). Em espécies como otólitos grossos, como as corvinas
(Sciaenidae), em Gadiformes e em Ophidiiformes (Gaemers 1984, Nolf 1985), é interessante
medir adicionalmente a espessura máxima, ou seja, a distância máxima entre a face lateral
externa (extremo distal) e a face lateral interna (extremo medial) do otólito (Figura 3.2D).

271
Figura 3.2 - Medidas biométricas mais comumente utilizadas. (A) Representação do contorno
externo e do sulcus acusticus do otólito sagitta de Lutjanus argentimaculatus, face interna. (B)
Medidas do otólito, OL = comprimento do otólito, OH = altura do otólito, RL = comprimento do
rostrum, OP = perímetro do otólito, OA = área do otólito. (C) Medidas do sulcus acusticus, SsL

272
= comprimento do sulcus, SH = altura do sulcus, L ostium = comprimento do ostium, L cauda =
comprimento da cauda, SP = perímetro do sulcus, SA = área do sulcus, A ostium = área do
ostium, A cauda = área da cauda. (D) Vista dorsal do contorno do otólito sagitta do cienídeo
Otolithes ruber, GO = espessura do otólito. A = posição anterior, D = posição dorsal, I = face
interna.

Existe uma nova geração de medidas lineares a partir de marcos anatômicos que definem as
características mais importantes dos otólitos (Reichenbacher et al. 2007, Reichenbacher e
Reichard 2014): o comprimento da linha situada entre o ponto mais proeminente do rostrum
(Figura 3.3: l-l’); o comprimento da linha situada no ponto mais proeminente do antirostrum
(Figura 3.3: d-d’); o comprimento da linha horizontal situada no ponto mais interno da excisura
ostii (Figura 3.3: m-m’); o comprimento da linha vertical situada entre o ponto mais alto da
margem dorsal (Figura 3.3: h-h’), o comprimento da intersecção do ponto mais interno da
excisura ostii e da margem dorsal (Figura 3.3: m-a); o comprimento da intersecção do ponto
mais interno da excisura ostii e a margem ventral (Figura 3.3: m-r). Estas medidas podem ser
complementadas com outras medidas lineares secundárias e com valores de ângulos gerados
entre elas.

Figura 3.3 - Medidas lineares propostas por Reichenbacher et al. (2007) no otólito sagitta de
Lutjanus argentimaculatus baseadas em marcos anatômicos do contorno do otólito. A = posição
anterior, D = posição dorsal.

273
3.2.2 Área, perímetro e peso

Apesar de desenhos de otólitos realizados com câmara clara permitirem a medição da área, foi
somente com a revolução digital, no final da década de 1980, que se começou a medir área e
perímetro (Gauldie 1988, Lombarte 1992). Estas medições requerem calibração prévia, na qual
se estabelece o número de pixels contidos em uma unidade de medida unidimensional, que
corresponde a escala em milímetros dada em função da dimensão dos otólitos. Isto implica que
as imagens sejam fotografadas com uma referência ou escala. Como comentado anteriormente,
a imagem também deve ser posicionada de forma ortogonal e padronizada.
Uma vez que a imagem foi obtida, as principais medidas a serem tomadas são: área total do
otólito (da face interna ou medial), área do sulcus acusticus, área da cauda e área do ostium
(Figura 3.2B,C). A obtenção de dados do sulcus acusticus pode ser complexa e normalmente
requer trabalhar com desenhos obtidos com a câmara clara ou a partir de sua imagem
digitalizada, já que é muito difícil obter o perfil nítido do mesmo com uma fotografia e separá-
lo com um sistema de análise de imagens do restante da superfície do otólito. Outro problema
que existe é a mudança do contorno do sulcus devido ao ângulo de incidência da luz quando se
captura a imagem (Figura 3.4). Os perímetros podem ser obtidos automaticamente através de
diversos programas, desde que as imagens apresentem um bom contraste em relação ao fundo.
Assim como ocorre com a medida da área, para obter o perímetro do sulco é necessário
desenhá-lo previamente.
Finalmente, o peso se obtém com o otólito completamente limpo e seco em uma balança
analítica com precisão de microgramas. O peso é uma boa variável para estimar a idade
(Boehlert 1985, Cardinale et al. 2004) e, devido a influência dos fatores ambientais no
crescimento do otólito (Mosegaard et al. 1988), também tem sido empregado como parâmetro
fundamental na determinação de estoques e populações (Stransky et al. 2003, Tuset et al. 2006).
Além disso, constitui uma excelente variável para melhorar a classificação e identificação de
espécies (Sadighzadeh et al. 2012a, Tuset et al. 2013).

274
Figura 3.4 – Diferenciação do sulcus acusticus segundo a incidência da luz (seta branca) em um
otólito sagitta de Trachurus mediterraneus. (A) Com luz incidente no eixo anteroposterior do
otólito, o sulcus é pouco perceptível. (B) Com luz incidente no eixo dorsoventral, a forma do
sulcus está mais definida.

3.2.3 Relações entre medidas

O crescimento pode ser definido como o aumento das medidas corporais de um indivíduo em
relação ao tempo ou idade. A variação na forma do indivíduos com a idade pode ser expressada
através das variações entre as diferentes medidas do corpo, conhecida como crescimento
relativo. A fórmula geral que expressa a relação entre duas medidas é dada por uma equação
potencial (Huxley e Teisser 1936):

y= axb
Onde:
a e b = parâmetros da equação;
x = variável independente;
y = variável dependente.

275
Porém, esta equação é somente uma relação formal entre duas variáveis biométricas. Por
exemplo, ao se comparar o diâmetro de uma esfera com seu volume, está-se confrontando uma
medida unidimensional (comprimento) com uma volumétrica (tridimensional). Neste exemplo
da esfera, o parâmetro b expressa a proporção entre ambas as medidas, diâmetro e volume,
sendo seu valor igual a 3. Para expressar uma ordem de grandeza entre uma medida
unidimensional e outra de duas dimensões, o parâmetro b equivale ao valor 2 e, no caso, da
relação entre duas medidas unidimensionais, o valor de b tende a 1. Se esta relação é constante
ao longo do tempo, significa que a forma não se altera e a relação é isométrica, tendo o valor de
1, 2 ou 3, dependendo da magnitude entre as medidas estudadas. Entretanto, em muitos casos a
forma de um organismo ou de um órgão pode mudar ao longo de seu ciclo de vida57, o que leva
a uma relação alométrica. Se a relação entre uma dimensão estudada e outra de referência
(variável independente, como por exemplo o comprimento corporal do peixe) fica
proporcionalmente menor ao longo do crescimento, há alometria negativa e o valor de b será
significativamente menor que o de isometria. Por outro lado, se a dimensão estudada aumenta
sua proporção em relação ao referencial, há alometria positiva. Neste caso, o valor de b é
significativamente maior que o da isometria. A alometria pode ser verificada de modo simples
com um teste t uma amostra (cf. Capítulo 7).
Consequentemente, a existência de variações no tamanho absoluto ao longo do crescimento (no
caso dos otólitos, seu tamanho aumento a medida que o peixe cresce) leva, em muitas situações,
a variações na forma consequência da alometria (Figura 3.5). Nestes casos, as variações
individuais no tamanho e as variações alométricas podem produzir efeitos indesejáveis em
análises multivariadas, mascarando diferenças entre grupos de estudo (espécies, populações,
estoques ou sexos). Por isso, convém utilizar métodos que eliminem ambos os efeitos, tamanho
e alometria, como uma etapa preliminar na análise multivariada de dados biométricos.

57
Este processo se denomina mudanças ontogénicas.

276
altura do otólito (mm)

comprimento do otólito (mm)

Figura 3.5 - Crescimento do otólito sagitta de Lampanyctus crocodrilus. (A) Crescimiento


absoluto. A barra branca corresponde a 1 mm. (B) Crescimento relativo da altura do otólito em
relação ao seu comprimento. O coeficiente b = 0,826, significativamente inferior a 1, indica
crescimento alométrico negativo, de modo que em exemplares maiores a altura relativa do
otólito diminui em relação ao seu comprimento, modificando sua forma general.

Tradicionalmente este problema tem sido solucionado dividindo as medidas pela variável
independente. Com este procedimento, a variação alométrica ao longo do comprimento se
mantém. Outros métodos partem do pressuposto que a primeira componente de uma análise
componentes principais representa o tamanho (Jolicoeur e Mosimann 1960) de modo que,
eliminando a primeira componente se elimina o efeito do tamanho. Além disso, o primeiro
componente pode conservar também fatores relacionados com a forma e não se pode ter certeza
absoluta que os outros componentes também não sejam influenciados pelo tamanho (Mosimann
e James 1979). Uma terceira família de métodos (Lombarte e Lleonart 1993, Lleonart et al.
2000) consiste em transformar as variáveis iniciais em variáveis normalizadas a um determinado
tamanho, tendo em conta a variação alométrica do grupo. Para isto, se realizam os seguintes
passos:
- se calcula o crescimento relativo da variável dependente y em relação a variável independente
x (Figura 3.6A);
- se transforma cada ponto x-y em um novo ponto normalizado com a função potencial, através
da fórmula y’= y (x0/x)b, onde x0 é o valor de normalização, por exemplo um tamanho

277
normalizado para todo o grupo (Figura 3.6B);
- os dados finais correspondem a indivíduos com o mesmo tamanho normalizado. Esta
normalização deve ser repetida para cada medida e grupo estudado (Figura 3.6C).

área do otólito (mm2)


Comprimento total do peixe (mm)

B
área do otólito (mm2)

Comprimento total do peixe (mm)

C
área do otólito (mm2)

Comprimento total do peixe (mm)

Figura 3.6 - Eliminação do efeito do tamanho e da alometria em medidas biométricas. (A) Se


calcula o crescimento relativo para cada medida y (área do otólito) em relação a uma variável
independente x (comprimento do peixe) seguindo uma equação potencial. (B) Se transforma
cada ponto em um novo ponto normalizado seguindo a variação alométrica. (C) Os dados
transformados passam a corresponder a indivíduos com um mesmo comprimento de referência
(no exemplo, 250 mm).

Na Figura 3.7 se observa como os otólitos de cada espécie de Merluccius apresentam uma
menor dispersão depois da normalização proposta por Lleonart et al. (2000), na qual foram
eliminados os efeitos do tamanho e da alometria.
Na literatura existem outros procedimentos diferentes, mas que compartilham a mesma filosofia

278
que o método aqui apresentado, baseados em inclinações (b) comuns ou particulares, bem como
a utilização de resíduos destas relações (Begg et al. 2005, Stransky e MacLellan 2005).

eixo 2 (1,9%)

eixo 1 (96,5%)

Águas temperadas Águas frias

B
eixo 2 (10,7%)

eixo 1 (79,5%)

Águas temperadas Águas frias

Figura 3.7 - Análise biométrica de otólitos sagittae de seis espécies de merluza (Merluccius
spp.). (A) Com medidas não normalizadas em relação ao tamanho e à alometria, toda
variabilidade se concentra no eixo 1 (96,5% da variabilidade total), que representa o tamanho
absoluto do otólito; nesta análise não se detectava diferenças entre as espécies. (B) Com
medidas normalizadas em relação ao tamanho e à alometria, se observa uma maior coesão na
distribuição de pontos para cada espécie, diferenciando-as em função do tamanho relativo em
relação ao tamanho do peixe.

3.2.4 Índices biométricos e de forma

Índices são valores obtidos a partir da relação entre variáveis. Foram desenvolvidos para
caracterizar melhor as particularidades da morfologia dos otólitos. O índice mais simples é a
razão de aspecto (Templeman e Squire 1979), que estabelece a relação entre a altura em relação
ao comprimento do otólito (Figura 3.2B). Se o otólito é tão alto quanto comprido, a razão de

279
aspecto tende a 1; se é mais comprido, o valor é inferior a 1, e; se é mais alto que comprido, o
valor é superior a 1. Outros índices de fácil interpretação são:
- comprimento relativo do otólito L = (OL/FL) 100, sendo OL o comprimento do otólito e FL o
comprimento corporal do peixe (Volpedo e Echeverría 2003);
- índice IORS = (OA/FL2) 1000, sendo OA a área normalizada do otólito a um comprimento
padronizado FL0 (Lombarte y Cruz 2007);
- índice R = (RL/OL) 100, sendo RL o comprimento do rostrum (Volpedo e Echeverría 2003).

Há ainda outros índices mais complexos (Messieh 1972, Yefanov e Khorevin 1979), baseados
em distâncias e ângulos entre determinados pontos dos otólitos, que foram utilizados para
diferenciar estoques, mas que não mais empregados atualmente. Outros índices podem ser
verificados no Capítulo 2, incluindo nossa seção inserido lá sobre o assunto (ver seção 2.10.6).
Há também outro grupo de índices derivados da análise de contorno de Fourier (Tuset et al.
2006). Esta família de índices se aproxima bem da forma geral do otólito, mas é pouco sensível
a características locais do contorno, que podem ser fundamentais na caracterização do otólito.
Por outro lado, diferentemente dos índices mais simples, são difíceis de interpretar e os
resultados diferem pouco daqueles obtidos diretamente através das medidas normalizadas dos
quais são derivados. De qualquer modo, não são recomendados para estudos mais detalhados
em vista de técnicas melhores disponíveis hoje em dia.

3.3 Análise da forma

3.3.1 Forma e tamanho

Quando nos referimos a forma e ao tamanho de um objeto, é importante definir previamente


ambos os termos. Tamanho é a relação absoluta ou relativa entre duas proporções, enquanto
forma é a configuração de um objeto. Tradicionalmente o tamanho se expressa com unidades de
medidas, mas quais unidades definem a forma? Sua expressão matemática é muito mais
complexa e se baseia em geometria, conforme a definição de Thompson em 1917. As primeiras
tentativas para definir a forma dos otólitos (Gaertener 1974) se basearam no emprego de
medidas lineares e de seus índices que, seguramente, não descrevem a forma de um otólito, mas
somente expressam sua similaridade com uma forma geométrica ideal. Por outro lado, índices
geram ambiguidades, de modo que, um mesmo valor de índice (como, p.ex., a razão de
aspecto), pode corresponder a formas distintas (Figura 3.8).

280
A

Figura 3.8 – Ambiguidade das medidas lineares clássicas na definição da forma do otólito. (A) 3
formas distintas com o mesmo comprimento e altura do otólito. (B) 2 formas distintas com
comprimento, altura, área e perímetro idênticos.

Na década de 1980, com a substituição de imagens desenhadas por imagens digitalizadas,


começaram a se desenvolver métodos de análise de forma baseados na decomposição do
contorno, fundamentalmente a análise de Fourier (Kuhl e Giardina 1982). Seu desenvolvimento
metodológico se fundamenta na simplificação de uma imagem em 2 dimensões em uma imagem
unidimensional, que é mais fácil de analisar matematicamente. Duas décadas depois começou a
se difundir uma segunda família de análises, baseada na comparação de marcos anatômicos
(landmarks) (Bookstein 1991). Ambas as análises tem demonstrado grande eficiência para
reproduzir matematicamente uma forma e, atualmente, são amplamente empregadas no estudo
de otólitos, com mais êxito que a biometria multivariada.

3.3.2 Obtenção do contorno

3.3.2.1 Qualidade da imagem

Antes de planejar um estudo com base em imagens de otólitos é necessário obter estas imagens
com alta qualidade e em uma posição anatômica padronizada que facilite análises ulteriores. É
fundamental que haja um bom contraste nas imagens, pois os otólitos são de cor clara: logo, se
recomenda digitaliza-los contra um fundo escuro, preferencialmente preto e homogêneo (Figura
3.1), o que facilitará a determinação correta do contorno. O contraste de um otólito pode
melhorar com luz polarizada incidente e, posteriormente, pode ser tratada de forma digital.

281
Também se deve homogeneizar o fundo com a cor preta absoluta, ajustando o padrão RGB
(vermelho, verde e azul, de red, green e blue) em R=0, G=0, B=0, para evitar problemas
posteriores com a delimitação do contorno. O uso de grafite não é recomendado, pois elimina o
contraste entre o objeto e o fundo. Por outro lado, deve-se evitar que a curvatura do otólito
produza algum desvio ou erro nos resultados. Este problema pode ser solucionado com o uso de
um fundo mole que permita posicionar o otólito ortogonalmente (Figura 3.9). Outras questões
que se devem levar em conta é não trabalhar com otólitos quebrados ou com restos de epitélio
(sujos) que possam alterar o contorno e sempre analisar o mesmo lado anatômico do otólito
(Lombarte et al. 2006). Mesmo que estas observações pareçam óbvias e desnecessárias, é
lamentável a publicação de imagens ruins ou sujas. No caso de espécies simétricas os dois
otólitos do par podem ser utilizados, inclusive podendo-se utilizar um deles na falta do outro
(não de forma sistemática, somente ocasional), sempre convertendo a imagem com uma
inversão horizontal. Entretanto, esta opção não se recomenda em espécies com otólitos
assimétricos, como os linguados (Lychakov et al. 2008).

Figura 3.9 - Erro na forma ortogonal do otolito, induzido por sua posição na lupa binocular. No
exemplo se mostra o mesmo otólito sagitta de Lutjanus argentimaculatus fotografado em três
posições distintas. D = posição dorsal, V = posição ventral. A seta branca indica o ângulo da luz
incidente.

282
3.3.2.2 Extração do contorno

A caracterização do contorno dos otólitos se baseia em dois procedimentos básicos: extração do


contorno, que implica em obter uma representação matemática da forma e, extração de
caracteres a partir de um conjunto de descritores numéricos que o caracterizem (Piera et al.
2005).
A extração do contorno a partir da imagem original implica em vários passos (Figura 3.10A):
segmentação, que permite separar o otólito (objeto) do restante da imagem (fundo); binarização,
que consiste em determinar a representação da silhueta do objeto ou do contorno (Figura
3.10B); extração, que determina a seleção dos pontos que delimitam o contorno entre a silhueta
do objeto e o restante da imagem (fundo) (Figura 3.10C), e; codificação, que leva a
representação unidimensional do limite ou contorno de um determinado ponto, que deve ser
sempre o mesmo (Messieh e McDougall 1985, Bird et al. 1986, Doering e Ludwing 1990).
Nesta fase recomenda-se começar por um ponto de referência fácil, situado em uma
extremidade da imagem, como o rostrum. A codificação pode ser realizada seguindo três
métodos distintos: coordenadas polares, coordenadas cartesianas (Piera et al. 2005) ou por
reflexão parcial do contorno (Reig-Bolaño et al. 2010).

283
Figura 3.10 - Extração do contorno a partir de una imagem. (A) Imagen digital do otólito sagitta
esquerdo de Scomber scombrus visto a partir de sua face interna. (B) Imagem segmentada e
binarizada separarando o objeto (branco) e o resto da imagen ou fundo (preto). (C) Extração do
contorno do objeto, ou seja, seleção dos pontos que marcam o limite entre o objeto e o fundo.

3.3.2.3 Coordenadas polares

É o método de extração do contorno mais utilizado e consiste no cálculo da distância entre o


contorno e o centro de gravidade58 da figura. Cada distância se calcula a partir de ângulos iguais
(Figura 3.11A) e o resultado final é um valor para cada ponto do contorno (Castonguay et al.
1991). Este método permite uma fácil reconstrução da imagem a partir dos dados obtidos,
apesar das limitações para otólitos com fortes irregularidades (concavidades ou projeções), que
podem gerar erros na linearização e, posteriormente, na reconstrução da imagem (Piera et al.
2015). Uma variante é o cálculo da distância entre o centro de gravidade e o contorno a partir de
distâncias equidistantes do limite (Lombarte e Castellón 1991). Neste caso, as concavidades dos
otólitos são adequadamente detectadas, mas a posterior reconstrução da imagem é muito mais
complexa.

58
Média aritmética de todos os pontos x e y.

284
pontos amostrados [n] ângulos [n]

Figura 3.11 - Codificação de um objeto a partir da qual se passa de uma representação de duas
dimensões a una representação numérica unidimensional. Existem dois métodos básicos de
codificação: (A) coordenadas cartesianas, no qual cada ponto se descreve com um valor
determinado de x e y; (B) coordenadas polares, no qual cada ponto reflete a distância entre o
perímetro e o centróide ou centro de gravidade da figura (média dos pontos x e y) para ângulos
equidistantes.

3.3.2.4 Coordenadas cartesianas

Cada objeto é definido pela combinação de coordenadas x-y, usando dois números reais para
cada ponto (Figura 3.11B). Com este método os resultados são mais precisos, produzem menos
erros e solucionam o problema das irregularidades e da reconstrução (Piera et al 2005).

3.3.2.5 Reflexão parcial

Esta nova proposta de extração de contorno parte de imagens padronizadas em tamanho e


orientação (Reig-Bolaño et al. 2010, Harbitz y Albert 2015). Para tal, se reorienta o otólito em
sua posição horizontal, criando uma imagem especular horizontal da figura inicial. Elas se unem
pela extremidade horizontal mais distante do centro de gravidade (geralmente o rostrum).
Posteriormente, se constrói um contorno linear entre a metade superior do otólito e a imagem
especular da metade ventral (Figura 3.12).

285
A

Figura 3.12 - Codificação do contorno de um otólito sagitta de Diplodus cervinus mediante o


método de reflexão parcial. (A) Contorno do otólito esquerdo. (B) Criação de uma imagen
especular (reflexão). (C) Seleção do perfil dorsal da imagem original e do perfil ventral da
imagem especular (reflexão parcial).

3.3.3 Extração de caracteres ou análise do contorno

A segunda fase da análise de contornos consiste na extração de dados numéricos que


caracterizem a forma dos contornos e que permitam análises estatísticas. Desde as últimas
décadas do século XX distintos métodos de análise foram desenvolvidos, tratados sucintamente
nas seções posteriores. Os métodos mais difundidos se baseiam nos descritores de Fourier, suas
variações (EFD, FFT) e índices derivados e, mais recentemente, de descritores multiescala.

3.3.3.1 Descritores de Fourier

Os descritores, coeficientes ou harmônicos de Fourier tem sido utilizados desde 1980 para
descrever a forma de organismos e de estruturas biológicas (Rohlf e Ferson 1983, Rohlf e

286
Archie 1984) e, entre elas, os otólitos (Bird et al. 1986, Doering e Ludwing 1990, Castonguay et
al. 1991, Campana e Casselman 1993, Torres et al. 2000a, Stransky 2005). Este método parte
do processo de linearização de uma imagem bidimensional a uma unidimensional. Estes dados
(distâncias ou coordenadas polares) se expressam matematicamente através de uma série de
Fourier, um polinômio para os componentes x e y de um ponto, como definido por Kuhl e
Giardina (1982):


⎡ ⎛ 2πnt ⎞ ⎛ 2πnt ⎞⎤
x(t ) = a0 + ∑ ⎢an cos⎜ ⎟ + bn sin⎜ ⎟⎥
n =1 ⎣ ⎝ T ⎠ ⎝ T ⎠⎦

⎡ ⎛ 2πnt ⎞ ⎛ 2πnt ⎞⎤
y(t ) = c0 + ∑ ⎢cn cos⎜ ⎟ + d n sin⎜ ⎟⎥
n =1 ⎣ ⎝ T ⎠ ⎝ T ⎠⎦
Onde:
t = tempo periódico;
T = tempo periódico em um espaço determinado do contorno;
a y b = parâmetros do componente x do contorno;
c y d = parâmetros do componente y do contorno.

A partir dos coeficientes do polinômio há uma redução dos dados utilizados, buscando aqueles
que tenham uma contribuição mais significativa na análise geral da forma. Apesar de um único
descritor fornecer pouca informação sobre a forma do otólito, a medida que se juntam vários
descritores a informação sobre a forma do objeto se torna mais precisa (Figura 3.13). Assim,
com a análise de Fourier se pode descrever a forma do otólito com poucos descritores, sendo
esta sua maior vantagem. Por outro lado, as séries de Fourier são uniescalares, ou seja, para cada
forma só existe uma escala de dados. Também é conveniente que os descritores estejam pouco
influenciados pela ontogenia, ou seja, deve-se descartar aqueles correlacionados com o tamanho
ou com a idade do organismo (Castonguay et al. 1991, Stransky 2005, Stransky et al. 2008,
Tuset et al. 2012). Deve-se utilizar somente os descritores que apresentem características
próprias do grupo estudado (estoque, população, espécie) ao longo do crescimento. Além disso,
pode-se padronizar os dados utilizando as técnicas da seção 3.3.5.

287
5 descritores 10 descritores

25 descritores 50 descritores

75 descritores 100 descritores

Figura 3.13 - Reconstrução através dos descritores de Fourier de um contorno do otólito sagitta
de Scomber scombrus. Pode-se observar que, ao se agregar descritores, a forma obtida se
aproxima da forma original.

Uma variação destes descritores é a transformada rápida de Fourier (FFT, de Fast Fourier
Transform), método que considera as coordenadas x-y como números complexos (a + ib), sendo
a a componente real e ib a componente imaginária, que representam a amplitude do cosseno e o
seno, respectivamente (Christopher e Waters 1974, Parisi-Baradad et al. 2005).
A partir dos descritores de Fourier foram criados também diversos índices morfométricos
aplicados na análise de otólitos (Tuset et al. 2006), tais como a elipticidade ou circularidade,
calculada a partir da distância entre a elipse e o círculo gerado pelos eixos maiores e a elipse
criada a partir da transformação de Fourier.
Os métodos baseados em séries de Fourier e suas derivações se mostraram muito eficientes para
a diferenciação de estoques (Bird et al. 1986, Castonguay et al. 1991, Campana e Casselman
1993, Stransky et al. 2008), apesar de apresentarem alguns inconvenientes, especialmente na
interpretação morfológica do resultado. O principal problema que apresentam é que não há
correspondência entre um coeficiente ou harmônico e uma característica morfológica concreta.
As análises morfológicas são globais e não específicas e somente o conjunto de coeficientes
apresenta correspondência com a forma analisada. Iwata e Ukai (2002) indicam que este déficit
pode ser compensado comparando-se as representações gráficas do contorno médio dos grupos
estudados. Por outro lado, considerando que normalmente se utilizam coordenadas polares de

288
ângulos equidistantes, a análise é pouco sensível a concavidades profundas, informação que
acabam se perdendo. A simplificação da forma em poucas variáveis é uma das principais
vantagens da análise de Fourier, mas com o aumento da capacidade de processamento
matemático dos computadores, surgiram novos sistemas e análises mais detalhadas da forma,
como as análises multiescala.

3.3.3.2 Ondaletas (Wavelets)

As transformadas de ondaletas (WT, de wavelets) são análises multiescala de pontos específicos


de um contorno. As ondaletas são o resultado da expansão de um sinal em uma família de
funções (Mallat 1991) que representam as dilatações e translações de uma função ondaleta mãe:

1 ⎛ϕ ⎞
ψ s(x) = ψ⎜ ⎟
s ⎝ s⎠
Onde:
Ψ = função com suporte local em uma amplitude limitada no eixo das abscissas;
φ = filtro do passo inferior;
S = parâmetro de escala.

Isto permite às WT detectar irregularidades de diferentes tamanhos na função analisada. Em


termos práticos, isto implica que as ondaletas não apenas detectem singularidades (concavidades
e convexidades), mas também podem estabelecer sua posição. Deste modo, é possível comparar
contornos distintos ponto a ponto, indicando não apenas a dissimilaridade, mas também a
posição onde é gerada (Figura 3.14). Sua aplicação em otólitos se mostrou muito eficiente para
a identificação de estoques (Parisi-Baradad et al. 2005, 2010; Sadighzadeh et al. 2014). A
vantagem de ser uma análise multiescala é a possibilidade de se trabalhar com todos os níveis de
singularidades, desde pequenas escalas que detectam mudanças sutis no contorno até grandes
escalas que são sensíveis a forma geral do otólito. Além disso, pode-se selecionar somente uma
escala ou um conjunto pequeno de escalas que contenha a informação morfológica que se quer
analisar (Figura 3.14). Outra vantagem das ondaletas é sua condição de análise específica, razão
pela qual se pode analisar a forma de um contorno parcialmente e concentrar-se em uma
determinada área (Figura 3.15) que seja típica dos grupos em estudo (Sadighzadeh et al. 2014)
ou que tenha uma característica funcional específica, como o rostrum ou a excisura ostii (Tuset
et al. 2015b).

289
A

ondaleta 1 ondaleta 4 ondaleta 7

ondaleta 2 ondaleta 5 ondaleta 8

ondaleta 3 ondaleta 6 ondaleta 9

Figura 3.14 - Extração de caracteres numéricos do contorno a partir da análise multiescala de


ondaletas. (A) Processo de codificação do contorno a partir de 512 pontos. A codificação deve
começar no mesmo ponto em todos os otólitos analisados (no exemplo, no rostrum). (B)
Contorno codificado a partir de coordenadas polares. (C) Representação das 9 escalas de
ondaletas. Cada escala é sensível a distintas características da forma.

290
Setor de contorno
comparado

ondaleta 5

Figura 3.15 - Seleção de um segmento do contorno de um otólito sagitta de Lutjanus


argentimaculatus, a partir de uma ondaleta de escala 5.

Outras análises de contorno menos empregadas são as análises de curvatura (em inglês,
curvature scale space, CSS) e a análise de desdobramento (em inglês, bending) que mapeiam a
evolução dos pontos de inflexão de um contorno que se suavizam com o aumento das escalas de
aproximação (Mokhtarian e Mackworth 1992). Até o momento, só foi utilizada
experimentalmente, fornecendo resultados semelhantes a outras análises multiescala, como as
ondaletas (Parisi-Baradad 2005). Uma vantagem da análise de desdobramento é sua
sensibilidade ao grau de rugosidade do contorno do objeto (Piera et al. 2005).

3.3.4 Análise de marcos anatômicos

A primeira tentativa de interpretar mudanças morfológicas na ontogenia e evolução como


mudanças matemáticas foi feita por D’Arcy Thompson em 1917 na obra On growth and form.
Neste magnífico livro foram estabelecidos os princípios das aplicações matemáticas nos estudos
morfológicos, sendo introduzidos conceitos como o de marcos anatômicos, fundamentais para o
desenvolvimento da segunda grande linha de análise da forma dos objetos, a morfologia
geométrica. Outro conceito introduzido foi o da análise de deformações (em inglês, thin-plate
spline), na qual um objeto se deforma (warped) em outro (Adams et al. 2004), o que é muito útil
para analisar mudanças entre marcos anatômicos.
Estas ideias não se desenvolveram até a década de 1980, quando Fred Bookstein combinou

291
aspectos da análise de marcos anatômicos com a biometria na análise de redes de treliças59 (box-
truss), definindo uma estrutura a partir das distâncias lineares entre marcos anatômicos
(Bookstein 1991). Na última década do século XX, a análise de marcos anatômicos evoluiu com
o conceito de morfologia geométrica, na qual se analisam as variações entre marcos anatômicos
de forma global e não a partir de distâncias lineares. O método de análise é bem complexo e
explica-lo não está entre os objetivos deste capítulo. Para tal, recomenda-se a leitura detalhada
do tema em Mitteroecker e Gunz (2009), Webster e Sheets (2010), Adams et al. (2013) e
Monteiro (2013), entre outros. Ainda assim, de forma simplificada, com uma análise
generalizada de Procrustes (GPA), se produz uma superposição da configuração dos marcos
anatômicos em uma escala de tamanho e posição comuns (Rohlf e Marcus 1998). Com estes
dados pode-se então analisar as distâncias de Procrustes propriamente ditas ou realizar uma
análise de componentes principais para a comparação relativa das formas estudadas (Rohlf
2001, Meloro et al. 2008). Outro conceito que surgiu também foi o de pseudomarcos
anatômicos60 (semilandmarks) (Zelditch et al. 2004), equivalente a pontos equidistantes do
contorno e que são muito úteis em estruturas com poucos marcos anatômicos ou com pontos
equidistantes entre os marcos anatômicos. Aplicada a otólitos, apesar da análise de marcos
anatômicos não ter-se difundido tanto como a análise de contornos, está linha de estudo vem
sendo aplicada desde 2005 (Monteiro et al. 2005, Ponton 2006, Lombarte et al. 2010, Vignon e
Morat 2010), combinando marcos e pseudomarcos anatômicos (Figura 3.16A). Os resultados
obtidos são similares ao da análise de contornos, com o valor agregado de se obter também
informações sobre a forma do sulcus acusticus, que traz informações da espécie e de sua
funcionalidade (Gauldie 1988, Lombarte 1992, Volpedo e Echeverría 2003).

59
Estrutura composta por mais de tres linhas conectadas transversalmente e de forma diagonal entre as partes de um
objeto.
60
Pontos de um objeto não relacionados com áreas homólogas, mas que podem nela ser representados.

292
A

Figura 3.16 - Morfologia geométrica, métodos de determinação de marcos anatômicos e


pseumarcos anatômicos. (A) Método tradicional, no qual se usam poucos marcos anatômicos,
indicados por letras, e muitos pseudomarcos anatômicos do contorno. (B) Nova proposta, na
qual o número de marcos do contorno do otólito e do sulcus acusticus está mais compensado; lo
= marcos anatômicos do otólito, los = marcos anatômicos da intersecção entre otólito e sulcus,
so = pseudomarcos anatômicos do otólito, ls = marcos anatômicos do sulcus, ss = pseudomarcos
anatômicos do sulcus.

O principal inconveniente deste método é a pouca contribuição que os marcos anatômicos do


sulcus acustiscus possuem nas análises multivariadas em relação aos pseudomarcos anatômicos
do contorno, muito mais numerosos. Este problema pode ser resolvido com o método de
determinação de marcos de Reichenbacher (2007), que reduz o número de pseudomarcos
anatômicos do contorno (Figura 3.16B). Os resultados obtidos em análises mutlivariadas com
uma quantidade de pontos equivalentes entre o sulcus e o contorno foram mais sensíveis à
variabilidade interespecífica e funcional (Tuset et al. 2015a).

293
3.5 Eliminação do efeito do tamnho nas análises do contorno

Assim como nas medidas lineares, os resultados podem ser influenciados pelos atributos dos
dados, basicamente diferentes tamanhos e idades dos peixes. Para dados derivados de Fourier ou
ondaletas, existem dois tipos de ajuste: mediante inclinações ou através de resíduos. No
primeiro caso, se comparam as inclinações (b) da variável dependente e o comprimento corporal
do peixe de cada grupo através de uma análise de covariância (ANCOVA, Winer et al. 1991).
Dependendo do resultado (diferença significativa entre as inclinações ou não), é necessário
eliminar o efeito do tamanho com a equação proposta por Bergenius et al. (2005), que apresenta
várias soluções:

Oij adj = Oij + b ( FLij − MFLj )


Onde:
Oij, adj = variável morfológica do otólito do indivíduo i ajustado ao comprimento médio do grupo
j;
Oij = variável morfológica original do indivíduo i do grupo j;
b = inclinação da relação Oij:FLij comum de todos os grupos;
FLij = comprimento corporal do indivíduo i do grupo j;
MFLj = comprimento corporal médio do grupo j.

Se as inclinações forem iguais (ANCOVA, P > 0,05), se usa o coeficiente b comum para
eliminar o efeito do tamanho; se são distintas, se corrige de forma independente, com o valor de
b de cada grupo.
Este método é comparável ao explicado na seção de medidas lineares e ambos são igualmente
válidos, sendo recomendado quando os comprimentos dos peixes são muito parecidos. Quando
há muita variabilidade de tamanhos, a melhor opção é uma análise multivariada das variáveis
dependentes com o comprimento corporal do peixe e posterior uso dos resíduos destas relações
(Stransky e MacLellan 2005, Jónsdótir et al. 2006).
Na morfologia geométrica o efeito do tamanho também pode ser testado através da relação
linear entre o centroide61 e o comprimento corporal (Ravosa e Profant 2000). Se os resultados
indicarem uma correlação, o efeito do tamanho dos valores derivados da análise de
componentes principais das distâncias de Procrustes deve ser eliminado através da análise de
resíduos.

61
Raiz quadrada da soma ao quadrado das distâncias do conjunto de marcos anatômicos em um objeto.

294
3.6 Aplicações da morfometria de otólitos

Diversos autores evidenciaram que a forma dos otólitos possui caracteres específicos (Schmidt
1968, Gaemers 1984, Nolf 1985, L’Abée-Lund 1988) e, em muitos casos, a morfologia varia
sensivelmente entre populações, como em arenques (Messieh 1972, Postuma 1974), em
salmonídeos (McKern et al. 1974, Neilson et al. 1985) e lutjanídeos (Smith 1992). A forma do
otólito também pode ser eficiente para a separação de estoques (Casselman et al. 1981, Bird et
al. 1986, Castonguay et al. 1991, Campana e Casselman 1993, Friedland e Reddin 1994, Rätz
1994, Colura e King 1995, Stransky et al. 2008). A variabilidade morfológica dos otólitos
sagittae tem sido relacionada com diversos fatores endógenos, como sexo, ontogenia e genética
(Lombarte et al. 2003, Cardinale et al. 2004) e fatores ambientais, como temperatura,
profundidade e salinidade (Wilson 1988, Lombarte e Lleonart 1993, Begg e Brown 2000,
Cardinale et al. 2004).
Além disso, nos estudos com otólitos deve-se sempre considerar sua funcionalidade, pois
formam parte do ouvido interno dos peixes teleósteos. Deste modo, a determinação da relação
entre forma, função e ambiente é essencial para compreender, detalhadamente, as causas da
variabilidade morfológica dos otólitos (Platt e Popper 1981, Gauldie 1988, Lombarte e Fortuño
1992, Lychakov e Rebane 2000, Paxton 2000, Volpedo y Echeverría 2003).

3.6.1 Variações interespecíficas: identificação de espécies e suas aplicações

A forma dos otólitos possui um alto grau de variação interespecífica, que pode ser utilizado para
a identificação de espécies. Tradicionalmente, as diferenças entre as espécies tem considerado
caracteres anatômicos, disponíveis em atlas através de desenhos e fotografias, como clássicos
principalmente da primeira metade do século XX (Koken 1884, Frost 1925, Sanz-Echeverría
1926, Chaine e Durvergier 1931, Bauzá-Rullán 1954) e, mais recentes, conhecidos e utilizados,
os de Schmidt (1968), Nolf (1985), Härkönen (1986), Smale et al. (1995), Volpedo e Echeverría
(2000), Assis (2003, 2005), Campana (2004), Tuset et al. (2008), Lin e Chang (2012),
Sadigzadeh et al. (2012b) e Rossi-Wongtschowski et al. (2014).
A resistência da aragonita dos otólitos à degradação permite a identificação de espécies através
de otólitos, imprescindível em situações em que outras partes do peixe tenham se degradado,
como no caso dos conteúdos estomacais (Fitch e Brownell 1968, Neves et al. 2012, Otálora-
Ardila et al. 2014, Rosas-Luis et al. 2014), sedimentos fósseis (Schwarzhans 1980, Nolf 1985,
Nolf e Sterbaut 1989), restos arqueológicos (Van Neer et al. 2002) e para estabelecer hipóteses
filogenéticas (Post e Hecht, 1977, Gaemers 1984, Reichembacher et al. 2007). Seguramente,
como comentado anteriormente, o uso de caracteres anatômicos não matemáticos requer alto
grau de experiência do pesquisador/acadêmico, por sua ambiguidade. Para evitar a subjetividade

295
dos caracteres anatômicos, a biometria de otólitos em espécies similares começou a ser realizada
nos anos 1980 (Gaertner 1982, Akkiran 1985, Bori 1986, L’Abeé-Lund 1988) ou a sua relação
com o comprimento do peixe entre 1950 e 70 (Templeman e Squire 1956, Botha 1971). Apesar
das análises biométricas fornecerem bons resultados, as técnicas de análise de imagens deram
um novo impulso a identificação de espécies através de otólitos, com o uso das distâncias entre
o contorno e o centro de gravidade (Lombarte e Castellón 1991), a análise de Fourier (Stransky
2005), as ondaletas e análises de curvatura (Parisi-Barad et al. 2005), a análise de
desdobramento (Piera et al. 2005), os marcos anatômicos (Monteiro et al. 2005) e a reflexão
parcial (Reig-Bolaño et al. 2010). Estes estudos consideraram essencialmente o otólito sagitta,
que apresenta maior variabilidade morfológica, mas também há estudos com o asteriscus (Assis
2003), com o lapillus (Assis 2005) e com os três pares de otólitos simultaneamente (Schulz-
Mirbach et al. 2012).
A eficiência dos métodos de análise de contorno aumenta quando se utiliza, de forma
combinada, dados biométricos como o peso dos otólitos (Sadigzadeh et al. 2012a). Todos estes
métodos são recomendados para grupos de espécies pequenos e com proximidade taxonômica, e
também para a identificação de espécies crípticas (Tuset et al. 2010), sendo maior sua eficiência
quando se dispõe de um número elevado de exemplares por espécie. A complexidade aumenta
quando se trata de analisar grupos faunísticos amplos, o que requer profundo conhecimento
morfológico e ampla representação de espécies (Nolf 1985, 2013) ou uma grande base de dados
(Lombarte et al. 2006). Para tal, foram desenvolvidos sistemas de classificação que permitem
identificar espécies a partir de imagens e com poucos dados por espécie. Estes sistemas se
baseiam em análises iterativas de contornos para cada uma das escalas de detalhes com as
ondaletas (Parisi-Baradad et al. 2010), favorecendo a comparação de pontos específicos (Figura
3.17).

Figura 3.17 - Classificação automática a partir das ondaletas extraídas de um contorno de otólito
sagitta de um exemplar de Scomber scombrus comparado com otólitos de uma base de dados
preexistente. Os círculos indicam os pontos de diferenciação máxima entre os otólitos
comparados. FL = comprimento furcal do peixe, D = distancia euclidiana.

296
3.6.2 Variações intraespecíficas: a identificação de estoques pesqueiros

Devido à necessidade da gestão de recursos pesqueiros (Cushing 1968), a identificação de


estoques foi o ramo da ciência pesqueira que sustentou o desenvolvimento da otolitometria de
forma prática e aplicada (Cadrin e Friedland 1999). As variações intraespecíficas se devem à
influência que os fatores ambientais (profundidade, temperatura e salinidade) exercem no
crescimento e forma dos otólitos, assim como os fatores endógenos (taxas de crescimento e
sexo) (Simkiss 1974, Wilson 1985, Morales-Nin 1987, Mosegaard et al. 1988, Secor e Dean
1989, Lombarte et al. 2003, Cardinale et al. 2004, Vignon y Morat 2010, Vignon 2015),
especialmente quando o fluxo genético é suficiente para mascarar a existência de populações
separadas (Stransky et al. 2008, Gholami et al. 2015). Os primeiros estudos sobre identificação
de estoques se basearam na comparação entre curvas de crescimento e índices de forma dos
otólitos (Templeman e Squire 1956, Yefanov e Khorevin 1979, Gaertner 1982). O maior
problema que estes autores encontraram foi a compensação das diferenças em comprimento e
alometria (Templeman 1935), que distorciam os resultados finais, o que se resolveu com a
aplicação dos métodos previamente comentados (ver seção 3.5). Ainda que indivíduos de
diversos comprimentos e idades possam ser utilizados, se recomenda delimitar a amostra ou
trabalhar com grupos de idade de forma independente, especialmente em espécies pelágicas
(Castonguay et al. 1991).

3.6.3 Ecomorfologia e morfologia funcional

Os três pares de otólitos foram parte do ouvido interno, estando relacionados ao equilíbrio e
audição (Popper e Fay 1993, Popper e Lu 2000). Deste modo, qualquer estudo com otólitos
deve considerar sua função “real” no peixe e não apenas sua utilidade científica. Além disso,
ainda não está devidamente claro como a variabilidade morfológica afeta a capacidade auditiva
dos peixes (Platt e Popper 1981, Popper e Lu 2000, Popper et al. 2005).
A ecomorfologia dos órgãos sensoriais, entre eles os órgãos otolíticos, é a ciência que compara
os dados morfofuncionais e ecológicos das espécies (Karr e James 1975, Bock 1990, Motta et
al. 1995, Norton et al. 1995, Weissburg 2005). Para tanto, sua aplicação em otólitos permite
estabelecer relações entre determinadas características da forma e características ecológicas-
funcionais, como alimentação, locomoção, hábitat, profundidade e comportamento (Volpedo e
Echeverría 2003, Lombarte e Cruz 2007, Colmenero et al. 2010). Sua aplicação tem-se
concentrado em espécies de uma mesma comunidade ictiíca sejam mesopelágicas (Paxton
2000), de plataforma (Volpedo e Echeverría 2003) ou costeiras (Lombarte e Cruz 2007), em
espécies filogeneticamente próximas mas com claras diferenças ecológicas como as merluzas

297
(Lombarte e Fortuño 1992), em gobídeos (Arellano et al. 1995), em salmonetes (Aguirre e
Lombarte 1999), em guarus (Schulz-Mirbach et al. 2008), em peixes-sapo (Colmenero et al.
2010) e para analisar variações ontogenéticas em merluzas (Lombarte e Popper 1994, 2004).
Com exceção de alguns estudos com base no lapillus de corvinas (Ramcharitar et al. 2014) e de
peixes otofisi (Volpedo e Fuchs 2010), quase todos estes estudos enfocaram os otólitos sagittae,
que possui um papel muito importante na função auditiva, apesar de outras estruturas otolíticas
estarem mais relacionadas à função de equilíbrio (Platt e Popper 1981, Popper e Fay 1993,
Popper e Lu 2000). Nestes estudos se considerou tamanho e espessura do otólito, a relação entre
a mácula sensorial e o otólito (razão S:O), as conexões entre o otólito e a vesícula gasosa, as
variações morfológicas entre os três pares de otólitos e a sua forma geral (Gauldie 1988,
Lombarte 1992, Paxton 2000, Lombarte et al. 2003, Volpedo e Echeverría 2003, Lombarte et al.
2010, Schulz-Mirbach et al. 2011, Tuset et al. 2015b).
Como comentado anteriormente, a forma geral do otólito está associada a características
ecológicas como profundidade, hábitat, tipo de locomoção e alimentação (Wilson 1985, Gauldie
e Crampton 2002, Lombarte et al. 2003, Volpedo e Echeverría 2003, Sadigzadeh et al. 2014,
Tuset et al. 2015b). As espécies pelágicas como atuns e cavalas tem otólitos relativamente
pequenos (Lombarte e Cruz 2007, Lombarte et al. 2010), com forma alargada, rostro
prolongado e uma razão S:O maior que das formas bentônicas (Volpedo et al. 2008). Uma
exceção ocorre em processos evolutivos de pelagização a partir de formas bentônicas, como em
gobídeos e nototenídeos, nos quais houve pedomorfose e os otólitos conservam características
larvais, como sua forma arredondada (Lombarte et al. 2010). Recentemente, a partir da análise
específica do contorno de otólitos sagittae em distintos grupos de Perciformes (Sadigzadeh et
al. 2014, Tuset et al. 2015b), se associou a variabilidade da região dorso-rostral, relacionada ao
desenvolvimento do ostium, à variabilidade ambiental e funcional (Sadigzadeh et al. 2014,
Tuset et al. 2015).
Há também correspondência entre otólitos de tamanhos relativamente grandes e a emissão de
sons por espécies que apresentam rica comunicação acústica (Luczkovich et al. 1999, Holt
2002). Muitas dessas espécies são de águas profundas, turvas ou de hábitos noturnos (Paxton
2000, Lychakov e Rebane 2000, Ramcharitar et al. 2006, Lombarte e Cruz 2007, Colmenero et
al. 2010). Nestas espécies a redução do campo visual, devido à perda da luz ambiental, foi
compensada por sistemas sensoriais alternativos como mecanorreceptores e quimiorreceptores
(Lombarte e Fortuño 1992, Kuciel, 2013, Warrant e Locket 2004). Por outro lado, espécies com
coloração brilhante e atividade diurna, como os labrídeos, possuem otólitos relativamente
pequenos (Cruz e Lombarte 2004). Há também casos em que um tamanho relativamente grande
é acompanhado por uma forte tridimensionalidade, como nos cienídeos (Ramcharitar et al.
2004). O espessamento da face externa do otólito produz um efeito de focalização sobre um
ponto da face interior, no qual se situa a mácula sensorial (Figura 3.1). Nos linguados

298
(Pleuronectiformes), foi observada uma conspícua assimetria funcional, sendo o otólito sagitta
situado em uma posição inferior e de maior tamanho (Lychakov et al. 2008).
O sulcus acusticus, cuja forma e tamanho estão relacionados com a mácula sensorial62, é
característico de cada espécie (Schwarzhans 1980, Smale et al. 1995, Tuset et al. 2008) e foi
objeto de numerosos estudos comparativos (Popper e Coombs 1982, Lychakov e Rebane 2000,
Ramcharitar et al. 2006, Schulz-Mirbach et al. 2011, 2013). Foi observado que a relação entre a
área da mácula sensorial (ou do sulcus acusticus) e a área do otóltio (razão S:O) varia em
função de características ecológicas e funcionais das espécies (Gauldie 1988, Lombarte 1992,
Arellano et al. 1995) e de populações da mesma espécie (Schulz-Mirbach et al. 2011). Estes
últimos autores verificaram em populações de Poecilia mexicana adaptadas a vida cavernícola
otólitos com um sulcus acusticus mais profundo do que as que vivem no exterior.
Paralelamente aos estudos ecomorfológicos foram desenvolvidas outras linhas de pesquisa de
caráter fisiológico e comportamental (Popper e Coombs 1982, Fay e Popper 2000, Yan 2001,
Tellechea et al. 2010). A presença de conexões entre o ouvido interno e a vesícula gasosa,
através do aparelho de Weber, bolhas ou conexões diretas, implica em uma aumento da
sensibilidade e da percepção de sons com frequência superior a 1,5 kHz (Popper et al. 2003).
Estas espécies são denominadas especialistas acústicos e pertencem ao grupo dos Otophysi e
dos Clupeiformes (Platt e Popper 1981). Algumas destas conexões estão associadas a formas
especiais de otólitos, como nos Gadiformes (Lombarte y Popper 2004), cienídeos (Ramcharitar
et al. 2004, 2006) e em todos os melanfídeos (Deng e Popper 2014), cujos otólitos apresentam
expansões largas e delgadas.

3.6.4 Ecologia de comunidades e biodiversidade

As características morfológicas observadas nos otólitos de uma comunidade refletem sua


estrutura ecológica e funcional (Paxton 2000, Gauldie e Crampton 2002, Lombarte e Cruz 2007,
Volpedo et al. 2008, Tuset et al. 2015a). Em muitos casos, o conhecimento taxonômico de
faunas fósseis de peixes teleósteos está exclusivamente embasado em dentes isolados e otólitos
(Schawrzhans 1980, Nolf 1985, Reichenbacher et al. 2007); o estudo da variabilidade
morfológica destas estruturas ajuda a entender as características ecológicas da comunidade
fóssil e sua evolução ao longo do tempo (Tuset et al. 2015a).
Por outro lado, as comunidade também podem se caracterizar pelo número e complexidade de
espécies através de índices de biodiversidade (Margalef 1982). A complexidade e versatilidade
dos índices de diversidade tem crescido com a inclusão de dados taxonômicos (Webb 2000,
Clarke e Warwick 2001), funcionais (McClain et al. 2004, Petchey e Gaston 2006, Villéger et
al. 2008) e morfológicos (Zelditch et al. 2003, Recasens et al. 2006, Farré et al. 2013).
62
Área do ouvido interno na qual estão as células sensorias ciliadas mecanorreceptoras.

299
Consequentemente, a partir das características morfológicas dos otólitos de uma comunidade
também se pode elaborar índices de diversidade desta comunidade (Tuset et al. 2015a).

3.6.5 Momento atual e perspectivas futuras: a análise em 3 dimensões já está aqui!

Em estudos morfométricos, o principal desafio é melhorar a precisão das medidas de forma,


gerando objetos em três dimensões (Figura 3.18). Algumas tentativas de obtenção de imagens
tridimensionais de otólitos utilizando microtomografias de raios-X (Hamrin et al. 1999,
Ramcharitar et al. 2004, Schulz-Mirbach et al. 2011, 2013, Kéver et al. 2014), microfotografias
(Zitek et al. 2014) e escaneamentos baseados em LEDS de luz branca (Marti-Puig et al. 2015)
foram realizadas, apesar de ainda não existir um método padronizado. O maior problema reside
na configuração de um sistema que permita trabalhar com otólitos grandes e com outros muito
pequenos. Espera-se que o desenvolvimento das técnicas de análise de objetos 3D se difunda,
facilitando a obtenção de dados para melhorar a classificação dos otólitos, a obtenção de
caracteres morfológicos significativos – especialmente do sulcus acusticus – e a elaboração de
modelos biomecânicos que permitam estudar como se realiza a transmissão acústica.

Figura 3.18 - Imagens tridimensionais de um otólito sagitta do cienídeo Argyrosomus regius.

300
Finalmente, continua sendo crucial o desenvolvimento de grandes bases de dados
morfométricos, assim como de imagens de otólitos, para o desenvolvimento de estudos de
âmbito ecofilogenético e ecomorfológico em uma perspectiva evolutiva (Lombarte et al. 2006),
assim como a publicação de atlas específicos geográficas pouco estudadas.

Agradecimentos

Os autores são especialmente gratos aos editores do volume, Alejandra V. Volpedo e André M.
Vaz dos Santos, por sua dedicação e ajuda na realização do capítulo.

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