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Estuarios

Corresponden al área donde se mezclan y representan un tipo de ecosistema especial con


condiciones que favorecen la productividad biología y la biodiversidad. Es un cuerpo de agua
parcialmente encerrado que se forma cuando las aguas dulces provenientes de ríos y quebradas
fluyen hacia el océano y se mezclan con el agua salada del mar.

La combinación de las aguas dulces y saladas crea un ecosistema único, donde habita una gran
variedad de especies de vida silvestre (peces, reptiles, aves y mamíferos como el manatí).

Los estuarios saludables son indispensables para los humanos, así como para la vida silvestre,
porque:

Fomentan el balance de la red alimentaria de la cual dependen todas las formas de vida.

Filtran las aguas de contaminantes y sedimentos, lo que mantiene las aguas limpias para beneficio
de los humanos y demás especies.

Suministran alimento, lo que propicia la pesca comercial y recreativa.

Protegen las áreas costeras de inundaciones, marejadas y erosión.

Conectan cuerpos de agua para el transporte y las operaciones marinas

El Estuario de la Bahía de San Juan tiene categoría de Estuario de Importancia Nacional,


incorporado al Programa Nacional de Estuarios de la Agencia federal de Protección Ambiental
(EPA, por sus siglas en inglés), desde 1992. Es el único de los 28 estuarios participantes del
Programa que se encuentra fuera del territorio continental de Estados Unidos y ubica en una zona
tropical.

Desde la montaña a la costa, la cuenca estuarina ofrece refugio y alimento a un gran número de
especies, incluidas algunas en peligro de extinción, como el tinglar y el manatí. La Ley del Fondo
Especial para el Estuario (Ley 48 de 2009) menciona entre ellas:

8 especies de animales y 17 plantas en peligro de extinción, como el manatí antillano.

19 especies de reptiles y anfibios, como el coquí.

124 especies de peces, como el sábalo el róbalo.

300 especies de plantas de humedal.

Ciclo Hidrologico

Proceso de circulación del agua entre los distintos compartimentos que forman la hidrósfera. Se
trata de un ciclo biogeoquímico en el que hay una intervención mínima de reacciones químicas,
porque el agua solo se traslada de unos lugares a otros, o cambia de estado físico.

De manera resumida, el ciclo del agua o ciclo hidrológico puede ser definido como un sistema
donde el agua circula desde los océanos, ríos y lagos hacia la atmósfera1, para caer luego a
la superficie terrestre2 a través de las precipitaciones3 y volver a comenzar. Se trata de un
proceso permanente de la naturaleza, que transforma al agua de un estado en otro (sólido, líquido
y gaseoso), permitiendo que el agua circule de manera continua entre atmósfera, continentes y el
océano.

A causa de la radiación solar se produce la evaporación de parte de las aguas del océano, ríos y
lagos. En esa etapa, el agua pasa de estado líquido a gaseoso, mientras se efectúa su paso desde la
superficie terrestre a la atmósfera. La evaporación varía con la temperatura y se desarrolla con
mayor facilidad a temperaturas altas que a temperaturas bajas.

Además de la evaporación, ocurre también evapotranspiración. Esta es la suma de la evaporación


del agua contenida en los suelos y de la transpiración de las plantas. La transpiración es un
proceso en el cual el agua es llevada desde las raíces de las plantas hasta las hojas y es liberada
hacia la atmósfera como vapor. La siguiente imagen ilustra la ocurrencia de evaporación y
transpiración.

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