Está en la página 1de 37

Miembro Correspondiente

Academia Boyacense de
Historia

JUAN JOSE REYES PATRIA, MITO O REALIDAD DE UN HÉROE


DE LA INDEPENDENCIA DE 1819

INTRODUCCIÓN

En los primeros días del nuevo año de 2019, se dio una discusión que involucró a
altos funcionarios de gobierno nacional sobre el apoyo crucial, más exactamente,
de la influencia de los padres fundadores de los Estados Unidos en la liberación
de la Nueva Granada de la corona imperial española 1, lo cual desató todo tipo de
discusiones y descalificaciones y donde los historiadores de todas las tendencias,
dieron sus conceptos y algunos, descalificaron las aseveraciones del Presidente
Duque.
Lo cierto y como conclusión es la de que la Unión Americana en la época de la
Independencia de la Nueva Granada, a quienes estaba apoyando era a la Corona
Española, como un claro acto de reciprocidad por el apoyo que las colonias del
Norte recibieron en 1776 para lograr su propia independencia, lo cual significa que
el apoyo de Inglaterra a las colonias españolas a su independencia, con ejércitos
mercenarios, armas y financiación, constituyó una venganza tardía y una
estrategia geopolítica, económica y comercial expansionista del imperio inglés.
Es claro históricamente que entre España e Inglaterra siempre hubo una rivalidad
frontal por asuntos políticos religiosos y especialmente económicos; sin embargo
fue la Unión Americana la primera nación en reconocer en 1822 a la Gran
Colombia y luego estableció la doctrina Monroe, la cual ha sido interpretada desde
sus inicios como: América para los Americanos… pero del Norte; es paradójico
como lo afirman algunos historiadores, que el armamento del ejército de la
1
El presidente Iván Duque en el Año Nuevo en Cartagena, le dijo al Secretario de Estado de los EE.UU., Mike
Pompeo, que: “hace 200 años el apoyo de los padres fundadores de los Estados Unidos a nuestra
independencia fue crucial.”

1
Corona Española, era fundamentalmente de fabricación de la Unión Americana y
la del ejército de Bolívar era Inglés y Francés.
En el presente escrito se pretende analizar el papel que ha cumplido lo que se ha
denominado por autores como Eric John Ernest Hobsbawm y Terence Ranger 2, la
Invención de la Tradición, siendo el primero de estos escritores uno de los más
grandes historiadores británicos del siglo XX, fallecido en el 2012 y cuyos
argumentos sobre la invención de la tradición histórica hemos utilizado para el
objeto expositivo del presente escrito.
Es evidente que a lo largo del siglo XX hasta por lo menos la década de 1960, los
hechos históricos de la independencia fueron signados por interpretaciones que
correspondían mayormente a intereses del momento político y religioso de la
denominada República Conservadora inaugurada por el gobierno de Rafael Núñez
en la Constitución de 1886.
Esta visión de la independencia se caracteriza por un imaginario hiperbólico de
héroes míticos, más propios de la mitología griega y romana, que de una
exposición mesurada y verídica de los acontecimientos de la patria y cuya
exposición epopéyica tuvo como finalidad, que mediante la exageración de los
hechos históricos se causaran efectos psicológicos emotivos generalizados en la
población, que produjeran la exaltación de los valores patrios preconcebidos por
las élites sociales considerados como esenciales de la nacionalidad colombiana
pero que, implicaba una orientación interesada de exaltar las ideas y valores de un
hispanismo civilizador el cual, armoniza las contradicciones de un pasado de tres
siglos de Colonia de supuesta paz y concordia y donde, no existían las diferencias
raciales y sociales o económicas.
Esta visión idealista de la sociedad colonial se junta con otra moderna de un
“criollismo” independentista, imbuido en el republicanismo racionalista; todo lo cual
se imbrica para una exaltación de valores y héroes míticos patrios que son
utilizados para forjar una sociedad ideal de principios eternos del catolicismo y de
una supuesta armonía social perdida.
Es por esto que uno de estos héroes, Juan José Reyes Patria y los hechos
históricos del 11 de julio de 1819 en los combates de Tópaga y Gámeza, son
reconstruidos muchos años después, dentro de un propósito de invención histórica
nueva, con hechos no contados o documentados antes, invención que se teje
falsamente con supuestos actos singulares y heroicos, que a las luz de la
investigación objetiva, no son consistentes, sustentables o verificables con la
documentación que se usa para afirmar y demostrar estas supuestas tradiciones
de la memoria histórica, que no son más que nuevas visiones históricas
acomodaticias, organizadas dentro de las nuevas circunstancias políticas y
sociales del país existentes a comienzos del siglo XX pero que, se alejan y
destruyen la objetividad y la realidad de los hechos históricos, sólo posible
mediante una contrastación y análisis científico.

2
HOBSBAWM, Eric y RANGER, Terence. La Invención de la Tradición, Editorial Crítica, Barcelona, 2002.

2
Es claro que la imagen heroica de Juan José Reyes Patria, se fue reconstruyendo
con el tiempo mediante nuevas y fantasiosas exposiciones de escritores e
historiadores, con un claro sesgo político y también, de algunos de sus
descendientes, que buscaron con ello mayormente, exaltar su memoria bajo
nuevos valores de heroicidad y de sacrificio generoso por el bien de la patria y
todo, dentro de una nueva historia surgida a principios del siglo XX para
conmemorar el primer centenario de la independencia.
El presente trabajo hace en su primera parte, un análisis del combate sucedido en
la toma de las Termópilas de Paya el 27 de junio de 1919, donde Juan José Reyes
participó y fue herido gravemente en una pierna y tal vez, donde tuvo su mejor
desempeño patriótico como guerrero de la independencia; luego hacemos una
descripción del combate de Gámeza y Tópaga del 11 de julio.
Posteriormente se presenta una biografía lo más completa posible de Juan José
Reyes Patria, incluyendo los datos que se han dado conocer por varios de su
biógrafos y que se han referido a él.
Luego como marco conceptual del presente trabajo, se toma la visión que se tiene
sobre la “Tradición Inventada” de los autores: Hobsbawm Eric y Ranger Terence y
del proceso social que se sigue para inventar tradiciones, argumentos
metodológicos que sustentan esta exposición sobre la recreación posterior de la
imagen patriótica de Reyes Patria.
Finalmente con base en los principales escritos que se conocen sobre Juan José
Reyes Patria, se demuestra: cómo, quiénes y con qué argumentos inventados,
forjó su imagen moderna de mito heroico epopéyico.
Es pertinente agradecer la colaboración y los apuntes históricos insertos para la
concreción de este ensayo, del historiador Pedro Gustavo Huertas Ramírez y que
permiten tener una visión más amplia y objetiva de la Campaña Libertadora.

3
1. ANÁLISIS DE LA CAMPAÑA LIBERTADORA

Repertorio Boyacense, No. 359, Primer Semestre de 2019, p.82.

Dice el historiador Pedro Gustavo Huertas Ramírez que: “Después de trescientos


años de señorío colonial español, fruto de la explotación que existía en éste suelo
surgió el deseo de emancipar el mundo americano. Así aparecieron los llamados
“Precursores de la Independencia” en Venezuela y Colombia, como el caraqueño
Francisco de Miranda y el santafereño Antonio Nariño y Álvarez. Estos dos
progenitores fueron encarcelados y conducidos a las mazmorras de España donde
finalmente terminaron su existencia en la Nueva Granada.
Pero el anhelo de libertad no se detuvo. Entonces apareció el caraqueño Simón
Bolívar y Palacios quien se propuso empecinadamente romper las cadenas de la
dominación. En esta lucha ocurrieron los “Gritos de la Independencia” cuando los
mantuanos venezolanos iniciaron su autonomía de 19 de abril de 1819 y dos
meses después, en la Nueva Granada se desató también esta revuelta el 20 de
julio dando como resultado la independencia de nuestra patria”. 3
3
GOMEZ de Ocampo Nelly Sol. Campaña Libertadora de 1819, 77 Días de una Epopeya Emancipadora,
Publicación Academia Boyacense de Historia–Bicentenario de la Independencia de Colombia, Colección
Álbum de Historia de Boyacá, Tunja, 2019, p.18.

4
Por otra parte la invasión Napoleónica a España y el derrocamiento de Fernando
VII con la consiguiente anexión de sus territorios, trajo un vacío de poder en las
colonias Americanas, las cuales se declararon mayormente independientes y
republicanas, poder que una vez restablecido Fernando VII en 1814, tras la
expulsión de las tropas de Napoleón y del hermano de este, José Napoleón
Bonaparte, hizo necesario que el Consejo de su Junta de Generales, determinaran
la reconquista de las colonias por lo que se delegó a Pablo Morillo para comandar
el ejército encargado de devolverle a la Corona y reestablecer el Virreinato en
cabeza de Juan Sámano.
Morillo recogió las tropas en los puertos de Sevilla y Barcelona y salió el 17 de
febrero de 1815 con 10.000 hombres y 66 naves que llegaron a Venezuela y luego
a Cartagena de Indias.
En el proceso de la reconquista, Morillo hizo fusilar a cientos de líderes
independistas, comenzando así la llamada “Época del Terror. En mayo de ese
mismo año, Morillo llegó a Santa Fe de Bogotá e instauró tres tribunales militares:
El Consejo de Purificación, La Junta de Secuestros y El Consejo de Guerra. Así,
se sentenciaron políticos, militares, funcionarios, intelectuales, colaboradores e
informantes de los patriotas, incluyendo mujeres y niños. El Régimen del Terror
implantado por Morillo y la dominación española, entre 1816 y 1819, aniquiló a la
mayoría de la generación precursora de la independencia.
La persecución de los complotados hizo que estos huyeran a los llanos de
Casanare donde se organizó la contraofensiva militar, mediante guerrillas que
acometían incesantemente las fuerzas imperiales españolas y no les daban
reposo por lo que las mantenía en constante movimiento sin poderlas acabar.
El historiador Oswaldo Díaz Díaz, Miembro de Número de la Academia
Colombiana de Historia, afirma que desde el comienzo de 1817 la audacia y la
suerte favorecieron a las partidas patriotas que operaban en Casanare,
encabezadas por el padre y Coronel Fray Ignacio Mariño, cura de Betoyes, y por
los caudillos Juan Galea y Ramón Nonato Pérez.
“En Casanare y por el año de 1817 se incubó y germinó la semilla de la libertad
granadina, con llaneros de la talla de Ramón Nonato Pérez, Juan Galea, Francisco
Rodríguez, Manuel Ortega; Juan Nepomuceno Moreno y otros de no menos
valentía, que montados en sus briosos corceles y con su lanza destruyeron al
enemigo hispano, constituyéndose la Provincia de Casanare en la primera en
desalojar para siempre a las tropas realistas. Cobrando bríos para la lucha, tiran
riendas y espuelan su valor, lanzándose a galope extendido a rescatar y defender
los derechos sociales, económicos y políticos de la región”. 4
Según un oficio dirigido por el Pacificador General Pablo Morillo al Ministro de
Guerra Español y fundado sobre los partes que había recibido del virrey Juan
Sámano, dice lo siguiente: “En la situación en la que se hallan las Provincias del
Nuevo Reino de Granada, a donde han sido trascendentales todas las ventajas

4
PEREZ Ángel Héctor Publio. La Participación de Casanare en la Guerra de Independencia, 1809-1819,
Editorial ABC, Bogotá, 1987, p.79.

5
que los rebeldes (Casanareños) que están guarneciendo tan vastos territorios,
mucho más cuando las ocurrencias de Casanare, con la pérdida del benemérito
(español) Coronel Don Julián Bayer, puso en manos de los rebeldes todos los
llanos (de la pampa) y, dueños de Chire y de Pore, están continuamente
amenazando por Chita y Labranzagrande con forzar la Cordillera (Oriental).
“Ha sido, pues, preciso que el primer Batallón del Rey, que estaba en las
Provincias del Socorro, pase la mayor parte a los pueblos de Sogamoso, Chita y la
Salina y que cuatro compañías del Segundo Batallón de Numancia, que están en
Santafé y Valle de Neiva, se coloquen en Labranzagrande y en Morcote para
guardar y defender estas dos avenidas de los Llanos, donde casi diariamente se
están batiendo con los rebeldes”.
“Por otra parte de Los Llanos de San Martín se halla el Capitán Don Carlos María
Ortega con tres compañías del batallón Tambo y al mismo tiempo que, ocupando
los pueblos de Fundación y Uría, defiende el paso de los ríos, persigue a las
partidas que allí se han formado y protege las operaciones de las columnas que se
hallan en Chita y en Labranzagrande, hasta tanto que, cesada la inundación del
Llano, puedan las tropas descender de la sierra del altiplano y obrar hostilmente
contra las gavillas (de la planicie) que se han reunido bajo el mando del fraile
Mariño y del asesino Donato Pérez”.5
El Virrey de la Nueva Granada Juan Sámano y Uribarri (1754-1821) en el mes de
abril de 1819 envía al coronel José María Barreiro (1793-1819) a combatir a los
rebeldes de Casanare, pero este fracasa en su intento de derrotarlos y de impedir
su ingreso al centro del Virreinato, por lo que se devuelve enfermo y disminuido; el
24 de abril inició un repliegue hacia los campamentos de Soatá (Socotá), La
Salina (Chita), Sogamoso y Tunja.
“Tres años de combates duró la pacificación española y fue una guerra sangrienta
entre realistas. En esta confrontación intervino el poderoso Reino Unido, también
nombrado Inglaterra, “La Señora de los Mares”, quienes terciaron a favor de los
criollos venezolanos dándoles armas y hombres para que se separaran de
España. Esta fue la razón por la cual el Libertador Simón bolívar se convirtió en
Jefe Supremo de las naciones de Venezuela y Nueva Granada y en el Cuartel
General en el puerto de Angostura, sobre el rio Orinoco en Venezuela, el 17 de
agosto de 1818, oficio “al Coronel Juan Galea, Comandante General de la
Provincia de Casanare, o el que haga las veces, la siguiente orden:
“He tenido a bien enviar a esa Provincia de Casanare al señor General de Brigada
Francisco de Paula Santander con un parque de armas y municiones bien provisto de
cuanto es necesario por ahora para liberar a la Nueva Granada. En consecuencia
ordeno que usted y la división que se halla en esa Provincia queden bajo las ordenes
y la disposición del General Santander , encargado de dirigir las operaciones de ella y
facultado por mí para aumentarla, organizarla y darle movimiento conforme a las
instrucciones que he recibido del Gobierno, formando para esto cuantas medidas
crea necesario”6

5
Véase, DÍAZ Díaz, Oswaldo. Los Almeyda, Episodios de la Resistencia Patriota contra el Ejército Pacificador
de Tierra Firme, Editorial ABC, Bogotá, Colombia 1962, pp.41 y 42.
6
Ibíd., p.18.

6
Así dice el historiador Pedro Gustavo Huertas, “se conformó la Operación sobre la
Nueva Granada, desde agosto de 1818 a junio de 1819 realizada durante diez
meses y junto con la Campaña Libertadora que se desarrolló desde el 23 de
mayo al 7 de agosto de 1819, es decir, en el lapso de dos meses y medio. Esta
campaña comenzó a las orillas del rio Apure y culminó en la margen del rio
Teatinos en el Puente de Boyacá.”7
Concluye Pedro Gustavo Huertas “que dicha operación patriótica conformada por
la estrategia y la táctica del venezolano Libertador Simón Bolívar y el granadino
Francisco de Paula Santander, por el majestuoso rio Orinoco, fue el puntal de la
Campaña Libertadora de 1819, desde el Bajo Apure durante 77 días. Por esta
razón, estos dos afluentes han sido llamados “los ríos de la Libertad” 8
Para determinar los movimientos del Ejercito Patriota en su propósito de invasión
de la Nueva Granada, debemos decir que: “Desde el 23 de mayo de 1819 el
Libertador, expuso en la aldea de Los Setenta el plan estratégico para la Epopeya
de emancipación de la Nueva Granada ante los jefes del Ejercito Libertador y
decidió unir las tropas venezolanas con las granadinas, para cruzar los Llanos de
Casanare, trasmontar Los Andes por el Páramo de Pisba y ocupar la provincia de
Tunja. Los españoles tenían el convencimiento que la invasión patriota se
realizaría por el Valle de Tenza”9.
El 27 de mayo de 1819 el Libertador Simón Bolívar salió de Mantecal con una
tropa de 1000 soldados de Infantería y 800 de Caballería
El 12 de junio, llega el Ejército libertador a Tame con 3000 hombres en dos
Divisiones: la de Santander como Vanguardia y la de Anzoátegui como el grueso
de la retaguardia. En Casanare, Santander logró en poco tiempo conformar una
División de 2.000 hombres con el Batallón Cazadores y varios escuadrones. Su
actividad alertó a Sámano, que en abril de 1819, envió al coronel Barreiro a
combatirlo; pero tal como había sucedido a Morillo en los Llanos de Venezuela, el
clima y la guerra de desgaste que le planteó el Ejército Patriota, obligaron a
Barreiro a retirarse maltrecho y enfermo (al parecer de paludismo), por lo que se
ganó la desconfianza de Sámano, quien intentó relevarlo cuando regresó a Tunja
por el Coronel Don Sebastián de la Calzada; Morillo también por el avance de los
insurgentes, decidió el 12 de julio de 1819 nombrar al veterano General La Torre
como comandante de la Tercera División y relevar al coronel Barreiro.
El 27 de junio el Ejército libertador marcha hacia Paya y el Batallón Cazadores
entra en contacto con una avanzada realista que vigilaba la cordillera, la cual en
una corta operación fue desalojada de su posición, combate conocido como de
Paya o también denominado de “Las Termópilas”, en razón a que en dicho lugar,

7
GOMEZ de Ocampo Nelly Sol. Campaña Libertadora de 1819, Op. Cit., p. 19
8
Ibíd.
9
Op. cit., p.13.

7
hay algunas aguas termales; fue el primer encuentro de la Campaña Libertadora
de Nueva Granada en las afueras del pueblo de Paya quedando libre el camino
hacia el Páramo de Pisba.
El Coronel Antonio Arredondo fue designado por Santander para tomar el pueblo,
junto con una tropa de 600 soldados. En dicho combate el Capitán Juan José
Patria fue herido de un balazo que le atravesó la pierna 10; muy seguramente se
piensa, que quedó con una cojera de por vida.
Paya fue un sitio estratégico para los dos bandos enemigos; desde la visión
realista, este lugar era una base que permitía el contraataque al pueblo de Pore,
capital de la provincia de Casanare y donde estuvo localizado uno de los más
aguerridos grupos militares del ejército patriota al mando del teniente coronel
Antonio Arredondo que pertenecía al batallón Cazadores.
Para el ejército patriota el lugar era un puesto que al ser atacado podría
desequilibrar la estrategia del ejército español; el pueblo había sido tomado por los
realistas desde marzo del año de 1819 por José María Barreiro cuando este fue
designado como comandante de la Tercera División española; el punto geográfico
constituía uno de los diecisiete lugares estratégicos de la guarnición Española en
la cordillera.
Por otra parte el día 28 de junio, los ejércitos patriotas se unen y se reagrupan en
las divisiones de reserva mandada por Antonio Anzoátegui y la vanguardia por
Francisco de Paula Santander desde Pore, el ejército se compone de los
batallones: Cazadores de vanguardia y primero de línea de Granadinos, Barcelona
y Bravos de Apure o de Páez Venezolanos: el Rifles y Albión, como el de los
ingleses. El Estado Mayor estaba organizado así: Bolívar General en Jefe,
Soublette, Jefe del Estado Mayor General; Manrique, subjefe; Santander y
Anzoátegui, coroneles de las Divisiones de vanguardia y de la retaguardia
respectivamente.
El día 2 de julio, reanudan la marcha las fuerzas patriotas, pasando la cordillera de
Los Andes a través del páramo de Pisba o Peñanegra, los enemigos realistas bien
provistos y numerosos se encuentran acantonados en los valles de Sogamoso.
Los días: 4-5-6 de julio, el ejército libertador luego de cruzar por Pisba, Puebloviejo
y Quebradas llega a Socha, con tropas diezmadas, hambrientas y casi
desnudas. De Paya a Socha gastó el ejército patriota 9 días atravesando la
cordillera; El 5 de julio, desde Socha y Tasco, el ejército libertador organiza su
base de operaciones y se ordenan tres reconocimientos que salieron, uno con
destino a Corrales bajo el mando de coronel Justo Briceño y dos, que se

10
REYES Valderrama Manuel. “Recuerdos y Boceto Biográfico de Juan José Reyes Patria”, en el Boletín de
Historia y Antigüedades, Vol. 7 No.74. (jul.1911), pp. 77-82.

8
enrumbaron a Gámeza, con los tenientes Franco y Ascanio a la cabeza de 50
hombres del batallón Cazadores.
El 6 de julio, llega Bolívar a Socha con la retaguardia y el grueso del ejército; el
cuerpo de caballería quedó bastante disminuido reduciendo la capacidad de
transporte de la tropa, suministros, armas y municiones.
El 7 de julio, el comandante de las fuerzas realistas de Sogamoso, Francisco
González por órdenes de Barreiro envía un destacamento de reconocimiento a
Corrales a las 2 de la madrugada con 30 dragones y 7 hombres de caballería; la
expedición del patriota Justo Briceño con 300 soldados interceptó el destacamento
de 7 soldados españoles; de esta reyerta que se libró en el sector de La Chivatera,
municipio de Corrales, mueren 6 españoles y huye un soldado español que avisó
del fatal encuentro; Barreiro ya instalado en Sogamoso, se entera que los
republicanos ocupaban Gámeza y Corrales.
El 8 de julio, Barreiro informa al Virrey Juan Sámano a la una de la madrugada
que el combate con los rebeldes se realizó a orillas del rio Chicamocha en el sitio
denominado La Chivatera.

EL TRINCHERON DE PAYA O TERMÓPILAS DE PAYA

El 10 de julio, Bolívar envía dos patrullas de exploración u observación del


Batallón Cazadores a Gámeza y Corrales. En Corrales en el Convento de
Belencito 300 hombres de caballería son derrotados y 20 patriotas son
asesinados, se pierden muchos caballos (70) en la huida, Barreiro captura 100
fusiles y lanzas; inclusive, Juana Escobar que actuaba como espía del ejército
libertador es capturada y asesinada con una lanza; otros 5 patriotas capturados
son llevados amarrados a La Ramada cerca de Sogamoso.
En cuanto a la otra patrulla de Gámeza (Molinos de Tópaga) con otros 200
soldados de infantería de Barreiro, el desastre fue peor; son muertos varios

9
patriotas y capturados 29, que son llevados amarrados a La Ramada vereda de
Sogamoso, donde son amarrados y sacrificados de a dos en dos, por órdenes de
Barreiro; este se establece nuevamente en el sitio de Pantanitos a las afueras de
Sogamoso.
El 11 de julio, se libró el denominado EL GRAN COMBATE DE GÁMEZA Y
TÓPAGA sobre el rio y puente Gámeza 11; en dicho lugar Bolívar decidió atacar y
dispuso que Santander tomara al mando de los batallones “Cazadores”, “Rifles”,
“Barcelona” “Guías” y “Bravos de Páez”; el combate duró cinco horas dice Barreiro
en sus informes a Sámano (en los escritos de los patriotas dice que fueron ocho),
de un fuego horroroso donde se han consumido considerablemente las
municiones y que “me restan muy pocas y como es probable que mañana vuelva
sobre los enemigos, se ha de servir vuestra excelencia dar sus órdenes para que
por la posta vengan a incorporárseme 50.000 cartuchos de fusil con bala y 4.000
piedras de chispa”.
Barreiro dice en su informe al Virrey Sámano 12 que: “Al llegar al Alto del Puente
de Gámeza el que tenía ocupado desde el día anterior por dos compañías siguió
con el 2° batallón de Numancia de retaguardia y que este pasó el puente y se
dirigió sobre el pueblo de Gámeza, pero que al llegar a sus inmediaciones,
observó que del Alto del páramo por el camino que viene de Tasco se dirigía una
columna enemiga, por lo que al ser reconocidas que se dirigían a atacarlos y cuyo
número ascendía a 2.000 hombres de infantería y 150 caballos, éstos divididos en
5 columnas y que siendo las fuerzas de él en menor número y teniendo a su
retaguardia el desfiladero del puente, previno al teniente coronel don Juan Tolrá,
comandante del 2° batallón de Numancia para que se retirase con su batallón a
situarse de este lado del río. Que el enemigo que observó este movimiento creyó
sacar algún partido de él, y persuadiendo a su tropa de que se retiraban, cargaron
con la mayor intrepidez, dirigiéndose dos columnas a cortar al batallón antes que
llegase al puente, pero que su jefe con la serenidad y valor que tiene acreditado
pasó el desfiladero con el mejor orden conteniendo al enemigo, con sólo la
compañía de Cazadores.
Que luego se formó en batalla sobre la falda, frente al río, quedando la compañía
de Cazadores (batallón español) sosteniendo el puente.
Que los enemigos formaron sobre el pueblo y que él distribuyó más tropas en esta
parte. Que ambas posiciones presentaban ventajas en sus defensas, pero que
11
El historiador Pedro Gustavo Huertas Ramírez, aclara que este combate no puede denominarse una
batalla pues en esta, no se comprometió todo el ejército patriota si no únicamente la vanguardia, la
retaguardia dirigida por el general Anzoátegui no participó en este combate. Ver: “Los Combates de la
Campaña Libertadora de la Nueva Granada.”, Repertorio Boyacense No. 359, primer semestre de 2019, pp.
81-104.
12
LEE-LOPEZ Alberto. Los Ejércitos del Rey 1818-1819. Biblioteca de la Presidencia de la República, volumen
1, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y Sesquicentenario de la muerte del
General francisco de Paula Santander, Bogotá, 1989, documentos números: 29, 30, 31, 33, 34.

10
siendo mayor la del enemigo él se mantuvo observando sus movimientos. Y Que
este, resentido de que sólo una compañía los había contenido, mandó cargar la
mayor parte de sus fuerzas y por diferentes veredas se dirigieron al puente y al río
que pasaron en gran número, pero el batallón de Numancia los cargó
inmediatamente haciéndoles arrepentir de su atrevimiento, pues les obligó a
repasarlo dejando en sus laderas una porción de cadáveres, a los que ayudó la
compañía de Granaderos del 1° del Rey que situada en una meseta sobre el
barranco que dominaba el puente les hizo un estrago horroroso. La compañía de
Cazadores y la sexta de Numancia continuaron la carga llevando arrollados a los
rebeldes hasta la inmediación de su reserva que estaba situada sobre la falda del
pueblo.
Que viendo los enemigos que los ataques que les habían dado, habían sido
infructuosos y creyendo que él no tenía más fuerzas que el batallón de Numancia
(pues el del Rey lo había dejado Barreiro oculto detrás de un pequeño volador, en
disposición de cargar a la bayoneta y la caballería en el alto, igualmente a
cubierto), los rebeldes redoblaron el ataque y que él empleó todas sus fuerzas, de
modo que en un momento ellos se vieron atacados por el frente y flanco derecho
por lo que aquel fue reforzado por cuatro compañías del segundo batallón de
Numancia y éste por dos de dicho batallón, y la de Cazadores del Rey marchó por
retaguardia de nuestra línea y los envolvió haciéndolos dispersar.
Finaliza diciendo que este choque puede llamarse el término de la acción con un
fuego vivísimo, pero que los enemigos en el mayor desorden, no se atrevieron a
continuar sus ataques, y emprendieron su retirada hacia el pueblo (Gámeza),
dejando algunos tiradores a cubierto de una quebrada, que sostenían su
movimiento, que en ese momento, si el terreno no hubiera sido tan quebrado,
hubiera sido terminada la acción con la caballería, que por esta causa no pudo
obrar”.
Por otra parte dice el informe del ejército libertador sobre el combate del 11 de
julio que los ejércitos realistas que: “Apenas observó nuestra marcha, el general
Barreiro, replegando con una rapidez inaudita, repasó el río y tomó la formidable
posición de la Peña de Tópaga. El primer batallón de Cazadores y tres compañías
más del Rifles. Barcelona y Páez, pasaron el puente bajo los fuegos cruzados y
vivos del enemigo. Estos cazadores se han portado con un arrojo que no pudo
menos que aterrar a los contrarios, los cuales temiendo ser atacados a la
bayoneta se retiraron a los Molinos de Tópaga, posición más ventajosa aún que la
que antes ocupaban. Nuestras tropas fatigadas de un combate que duró ocho
horas con una ventaja de posiciones la más desigual por nuestra parte,
acamparon en Gámeza”13.

13
 

11
Se evidencia por los informes tanto de los patriotas como de Barreiro que el
puente se pasó o cruzó por gran número de soldados patriotas del batallón
Cazadores y no por uno solo, como supone la historia recreada por tradición
inventada de la supuesta lucha cuerpo a cuerpo entre Reyes Patria y un soldado
español.
Los resultados del combate de Gámeza y Tópaga son inciertos para ambos
ejércitos y las pérdidas son cuantiosas; Barreiro dice que los patriotas tuvieron 80
muertos y muchos prisioneros y se recogieron 100 fusiles. Barreiro se queja de
que sólo tiene mil efectivos, 900 infantes y 180 caballos, mientras dice que los
rebeldes suman alrededor de 2300, aunque si bien acepta que está en malas
condiciones y muy disminuidos por el ascenso al páramo de Pisba.

Juan José Francisco de Sámano y


Uribarri de Rebollar y Barreiro, José María (1793-1819).
Mazorra. (1753, Selaya, España - Panamá Militar español nacido en 1793 en Cádiz y
1821. muerto en agosto de 1819 en Bogotá.
Fue un militar español, considerado el último
virrey de Nueva Granada.

Las pérdidas principales de Barreiro fueron según informa a Sámano de: el


teniente coronel del primero del Rey don Nicolás López que fue fuertemente
contuso; los jefes de Estado Mayor: teniente Coronel don Sebastián Díaz, de los
capitanes del batallón del Rey, don Vicente Gallardo y don Joaquín del Campo de
las compañías de Granaderos y Cazadores; del teniente graduado de capitán don
Manuel Melián; del capitán de la sexta del segundo de Numancia, don Martín
Echegaray; del teniente de Cazadores del mismo batallón don Manuel Mayoral y
subtenientes don Vicente Ruiz y don Encarnación Freytes; y del teniente del
batallón del Tambo don Agustín Ordóñez, que en clase de oficial de estado
mayor”. Otro que cayó muerto fue el bizarro capitán Juan Bautista Reyes y heridos

12
el capitán Benito Fernández y el subteniente Ángel Flores y el teniente coronel
Juan Tolrá.
Los patriotas perdieron muchos efectivos como: el Coronel Antonio Arredondo y
hasta el general Santander sufrió un balazo que no tuvo consecuencias graves por
haberse enredado en su casaca que lo protegió.

TOMADO INICIALMENTE DE LA OBRA: EXPLORACIONES HISTÓRICAS DE GABRIEL CAMARGO PÉREZ, pág.378

Los resultados de este gran y sanguinario combate muestran un resultado


indeciso; el parte de los patriotas dice que: tuvieron 12 muertos y 76 heridos y que

13
de los muertos realistas en sus filas sumaban unos 200 entre heridos y
prisioneros.
El batallón “Cazadores” perdió 2 capitanes, 3 oficiales subalternos, el subteniente-
abanderado y varios suboficiales o soldados. Barreiro escribió una carta para el
Virrey Sámano informándole que tuvo 16 muertos y 57 heridos y la captura de más
de 100 fusiles.
Después del fuerte combate y llegadas las horas de la noche con una intensa
lluvia, juntos ejércitos se replegaron finalmente hasta sus posiciones iniciales
donde se encontraban sus Estados Mayores; es decir: Bolívar hacia Los
Aposentos de Tasco y Barreiro a los Molinos de Tópaga.
El resultado es sin embargo muy disputado y ambos bandos se atribuyen la
victoria, pero la realidad muestra que los patriotas no lograron tomar el Puente de
Gámeza y derrotar a Barreiro pero este, tampoco puede evitar la invasión de Tunja
y del altiplano Cundiboyacense.
Es evidente que Bolívar desistió de sus planes de invadir a Sogamoso, un punto
estratégico por su ubicación geográfica por lo que, el ejército libertador avanzó en
dirección al Pantano de Vargas por Santarosa de Viterbo para sorprender la
retaguardia realista, dando lugar a la batalla más sangrienta de la campaña
libertadora en el Pantano de Vargas y luego en el Puente de Boyacá donde se
selló la independencia de la Nueva Granada como colonia del impero Español.
Luego, después de estos hechos el 10 de octubre de 1819 en Bogotá, 38 oficiales
realistas capturados en la Batalla de Boyacá, fueron fusilados en la ciudad de
Santa Fe de Bogotá por orden del Vicepresidente Francisco de Paula Santander;
entre estos el coronel José María Barreiro, 25 oficiales españoles, 5 granadinos, 5
venezolanos, un ecuatoriano, un guayanés y un puertorriqueño; Barreiro encabezó
el cortejo del grupo de los españoles y el coronel Francisco Jiménez el de
Granadinos realistas. La decisión de ejecución se tomó reunido el Consejo de
Gobierno de la Nueva República, orden que se cumplió a las 4 de la tarde en la
plaza principal de la ciudad. El General Santander fue reprochado por su proceder
y se le trató de hacer un juicio por su crueldad, decisión que fue respaldada por el
mismo Bolívar y de la que Santander se defendió, argumentando que su proceder
obedeció a que los realistas (Barreiro) eran los que habían instaurado la guerra a
muerte, que consistía en que soldado capturado era ejecutado y que, su decisión
fue en razón a la ejecución de los 34 patriotas ejecutados en el sitio de La
Ramada de Sogamoso.
Es paradójico que los ejecutados en la Plaza de Bolívar de Bogotá, la historia
conserva sus nombres, mientras que los ejecutados patriotas de La Ramada de
Sogamoso se desconocen sus nombres.

14
Lo más probable es que fueran casi todos simples soldados y tal vez en buen
número, boyacenses, los que se adelantaron imprudentemente o se acercaron a
encontrase con sus familiares residentes en Corrales, Tibasosa y Sogamoso; o
bien que por el hambre como lo dice Don Manuel Reyes fueron presas fáciles de
la barbarie Española.

ESPADA DEL GENERAL JUAN


JOSE REYES PATRIA

El doctor Manuel Abella Chaparro, en su escrito conmemorativo anteriormente citado


del Repertorio boyacense, dice que el 27 de marzo de 1817, Juan José Reyes en
asocio con Juan Galea, sorprendieron en la madrugada al escuadrón realista
acantonado en el pueblo de Chire y Patria pudo trocar su chuzo de madera (lanza) por
la presente espada toledana que arrebató al jefe español.

15
2. CRONOLOGIA BIOGRAFICA DE JUAN JOSE REYES PATRIA

Hemos tratado de hacer una biografía lo más completa posible de Juan José
Reyes, por lo que debemos empezar diciendo que:
 Nace el 14 de junio de 1875 en Santa Rosa de Viterbo, aprendió las
primeras letras según dicen algunos de sus biógrafos en Tunja, donde sólo
adquirió una educación básica, no era un personaje de formación
académica, lo cual le impidió muy seguramente un ascenso rápido en el
ejército libertador, a pesar de su valor y de haberse involucrado
tempranamente en el grito de independencia desde 1810 según dice él
mismo en un manuscrito publicado por el doctor Ciro Montañez Rincón 14,
afirmación que incluye también su hijo don Manuel Reyes Valderrama en
algunos recuerdos que le oyó a su padre, relativos a su vida militar y que
afirmaba que dio también el grito de libertad e Independencia en el año de
1810, yendo para Cúcuta15; en otros apartes biográficos se dice que en la
Provincia de Pamplona comenzando la campaña con el cargo de Alférez.
 1810, José María Baraya dice que: “Este benemérito ciudadano fue uno de
los primeros que al resonar el grito de Independencia el 20 de julio de1810,
formaron en las líneas republicanas; habiendo solemnizado su ingreso en
ellas con el cambio de su apellido de familia por el de “Patria” como una
muestra de su entusiasmo por la Republica y de su odio a la tiranía
peninsular”. 16
 1812, En otra información del mismo autor se nos dice, que en el año de
1812 Juan José Patria sirvió en la campaña Admirable del ejército del
General Antonio Baraya como subteniente 17 y en la misma a órdenes de
Bolívar en 1814 y se vio en la derrota de La Puerta.
Patria regresó a su casa después de la derrota acompañado de su cuñado
Sixto Valderrama y de Francisco Vargas al finalizar el año de 1814.
 1815, marchó tras de Calzada en donde fue nombrado Capitán por el
General Custodio García Rovira, reconocido líder político, gobernador,
comandante militar y promotor jurídico del proyecto republicano federalista
y quien fue respaldado por el coronel Francisco de Paula Santander,
participando en la acción del Páramo de Cachirí en el departamento de
Santander el 22 de febrero de 1816 mandando una compañía del batallón
Tunja; siendo el ejército neogranadino republicano derrotado, huyendo en
este año a los Llanos; luego con el general Fortul combatió en las acciones

14
Montañez Rincón Ciro Alberto. El General Juan José Reyes Patria y la Batalla del 11 de julio de 1819 en las
Peñas de Gámeza, sin fecha.
15
REYES Valderrama Manuel. Op. cit.

16
BARAYA José María. Biografías Militares o Historia Militar del País en Medio Siglo, imprenta Gaitán,
Bogotá, 20 de julio de 1874, p. 107.

17
Ibíd.

16
de Guacharía, Orichuana, Setenta, Rincón Hondo y la tribuna de Apure,
bajos las órdenes del General Nonato Pérez.
 1816, Patria volvió a Venezuela y acompañó al Libertador en 1817,
acompañó a Juan Galea en el combate que con 40 hombres le dio el
triunfo, sobre una columna que mandaba el coronel Antonio Plá, cerca de
Guasdualito y en sus otros triunfos sobre Bayer y Jiménez, hasta ocupar
toda la provincia de Casanare en el mismo año. 18
 En 1818, regresó a Casanare con el Coronel Galea, estuvo en la sorpresa
de Chire el 27 de marzo donde rindieron a los realistas que se encontraban
durmiendo, por lo cual pocos escaparon y el resto quedaron muertos y
algunos prisioneros, apoderándose así de armas, vestuarios y caballería de
ese escuadrón que dirigían el realista Manuel Jiménez. 19
 En la toma de Pore se disfrazó junto con sus compañeros con los uniformes
de “los realistas tomados en Chire y entraron con el toque de clarín español
a la capital.”20
 En la toma de La Salina de Chita a órdenes de Ramón Nonato Pérez donde
obtuvieron sal para enviar a Pore y Moreno. Luego en las acciones de
Miraflores, San Fernando, La Fragua y en el de Upía, a principios del 1818
siguió a órdenes de Santander en Casanare, mandando una compañía del
batallón Cazadores y bajo las órdenes del coronel Nonato Pérez, de donde
se dice, salió para hallarse en las batallas de Gámeza, Vargas y Boyacá a
órdenes del General París.21
Por otra parte “Cuando el Libertador mandó al General Santander, del Apure para
Casanare, en 1818 a formar la División que más tarde fue base de la libertad de
Colombia, Patria fue uno de los Oficiales de ella; con el Comandante Galea hizo
parte de la vanguardia; al llegar a Arauca pasaron el río por la noche. Patria se
vistió con el uniforme del Gobernador de Arauca, y con este disfraz engañó a la
guarnición de Chire, de doscientos hombres, que aprisionaron íntegra;
sorprendieron seiscientos hombres en Pore y tomaron elementos de guerra.
Acompañaron a Patria los valientes jóvenes Domingo Montoya, de la Paz;
Fernando Vargas, de Floresta, y tres Molanos, de Sogamoso. En esos tiempos
Patria, Ramón Zapata, Molano, Vargas, Vanegas y mil más hicieron parte de la
expedición que el año de 1819 triunfó de un enemigo mucho mayor en número,
bien equipado, valiente, y que eran tropas escogidas”. 22
 1819 Al empezar a subir la cordillera en 1819, Santander llevaba la
vanguardia y Patria era Capitán del batallón Cazadores; vencen en Paya,
que se llamó las Termópilas de Paya; allí existen las trincheras en forma de
estrella y rodeadas de foso, muy bien construidas, de piedra y ladrillo; los
españoles las tuvieron que abandonar; allí fue herido Patria por una bala
que le atravesó el muslo, y allí fue ascendido a Capitán.

18
Ibíd., p. 109
19
PEREZ Ángel Héctor Publio. Op. cit., p.81.
20
Ibíd.
21
MONTAÑEZ Rincón Ciro, Op. cit.
22
REYES Valderrama, Op. cit.

17
 Luego se afirma por su hijo don Manuel que Reyes Patria en sus memorias,
que al día siguiente del Combate de Paya se puso la pólvora a secar y que
se había mojado; Patria botó imprudentemente un tabaco encendido y se
incendió parte del parque de munición, por lo que le siguieron un Consejo
de Guerra y lo condenaron a seguir sirviendo como Capitán. 23

GENERAL JUAN JOSÉ REYES PATRIA


(JULIO 11 DE 1785-DICIEMBRE DE 1872)
CORRALES, BOYACA

Posteriormente se halló y le cupo la gloria, dicen Ciro Montañez y Baraya, en los


combates de Gámeza y en las batallas de Pantano de Vargas y Boyacá a órdenes
del general Paris.
 1820, después de la victoria de Boyacá, se le nombró comandante del
batallón Vargas el 20 de octubre como Teniente Coronel efectivo en el año
de 1820, batallón que él mismo dice que creó en la provincia del Socorro;
luego marchó con el Vargas hasta Barinas de donde volvió en el año de
1821 a Cúcuta al tiempo de la instalación del Congreso.

23
Op. cit.

18
 1822 Que el año 1822 fue a Ocaña de comandante y de allí se le destinó a
Santa Marta en donde tuvo que pelear con los indios de Ciénaga y que se
reunió con el general Mantilla en la retoma de Santa Marta, después cuatro
meses persiguiendo a los indios de las montañas de Pibijay; la Fundación y
Media Luna, hasta que los convenció; ese mismo año pasó a Riohacha de
gobernador, mientras desempeñó dicho cargo, pacificó a los indios.
Patria prestó, además, otros notables e importantes servicios a la República, como
Comandante de Armas de Ocaña, Santa Marta y la Guajira, en el periodo de 1821
a 1824; como gobernador de Riohacha dentro del mismo periodo; luego en el año
1827 fue nombrado gobernador de Casanare donde recibió en el año de 1828 el
grado de coronel efectivo.
 1830, se complicó en este año en la revolución creada en las provincias del
norte contra el gobierno legítimo del general Joaquín Mosquera, nombrado
este por el Consejo de Estado y quien había sustituido al General Rafael
Urdaneta, un bolivarista y dictador convencido y mientras se negociaba en
Apulo y Funza24; la columna de tropas que mandaba Nepomuceno Moreno
invadió el Departamento de Boyacá. El General Justo Briceño atacó a
Moreno en Cerinza y fue derrotado el 28 de abril, pudiendo salvarse él con
400 hombres hacia el sur del Departamento.
El Coronel Juan José Reyes Patria y algunos otros oficiales entre los cuales se
encontraba el Teniente Coronel Francisco Miranda, hijo del general venezolano
Francisco Miranda, quedaron prisioneros del vencedor y en la noche siguiente al
combate, el Coronel José María Gaitán hizo asesinar a Miranda, cuyo hecho atroz
toleró el general Moreno; así concluyó la Revolución del 9 de agosto de 1830, en
nueve meses de convulsiones políticas en el Centro de Colombia.
La misma Convención denominada de Apulo se apresuró a elegir Presidente
provisorio al General Francisco de P. Santander y Vicepresidente a José Ignacio
de Márquez: encargándose éste del Poder Ejecutivo y se constituyó la República
de la Nueva Granada. La Convención sancionó una ley secreta para perseguir a
los que habían sostenido el Gobierno de Urdaneta y a los amigos del Libertador,
cuya memoria vilipendiaban los llamados liberales de esa época, tanto en
Venezuela como en Nueva Granada.
Reyes fue destituido de su cargo militar y desterrado a Venezuela de donde
regresó una vez amnistiado dedicándose a sus labores agrícolas en su hacienda
de Corrales.
 Los años de 1831 a 1840 son oscuros y sólo vuelve a figurar como rebelde
opositor del gobierno de José Ignacio de Márquez, habiendo sido alrededor
de 1840 y 1842 en la denominada Guerra de Los Conventos uno de sus
principales jefes, la cual constituye el primer conflicto interno que se produjo
en la Colombia independiente. Se unió con las fuerzas rebeldes del Socorro
24
El mencionado Convenio de Apulo se celebró el 28 de abril y fue aprobado por los Generales Caicedo y
Urdaneta, estipulándose que estos emplearían cada uno la autoridad y su influjo personal y patriótico para
que se transigieran amigablemente las diferencias que existían en los Departamentos del Centro de la Nueva
Granada y se reunieran bajo un solo gobierno, arreglando sus relaciones con las otras partes independientes
de Colombia; se declararon aseguradas las garantías individuales, los grados y ascensos militares.

19
lideradas por Manuel González, hallándose entre los triunfadores de la
acción de La Polonia el 29 de septiembre de 1840 y fue derrotado en la las
acciones de La Culebrera, el 28 de octubre del mismo año y en Aratoca el 9
de enero de años siguiente, permaneciendo oculto después de esta derrota
por los lados de su hacienda De Candelas, hasta que fue indultado.
En esta rebelión hay fuertes indicios de que participó dadas sus redes
políticas e intereses conniventes con las de su primo hermano, el abogado
Juan Nepomuceno Escobar por lo que participó desde sus inicios en la
rebelión de Vélez de febrero de 1840. Se dice que esta guerra fue causada
por las ambiciones de varios de los líderes regionales (gamonales) para
hacerse con el poder y deponer al presidente José Ignacio de Márquez;
esta guerra fue también llamada De Los Supremos, debido a la
participación del General José María Obando y otros revolucionarios que se
llamaban a sí mismos, Jefes Supremos. Por su participación en esta guerra
Reyes Patria fue destituido del escalafón militar.

LA GUERRA DE LOS SUPREMOS, O DE LOS CONVENTOS


(1839-1842)

 1851, fue defensor del gobierno de Hilario López durante la conspiración


conservadora de Tunja en julio de este año con el grado de Coronel
Efectivo de infantería de la guardia de Tunja, por lo que por sus servicios
prestados y a pesar de haber sido destituido en dos ocasiones anteriores,
fue ascendido al grado de General del ejército de la Republica. 25
25
La Gaceta Oficial No. 1338 del sábado 10 de abril de 1852 dice: “El ciudadano General Patria comenzó su
carrera en el año de 1814; hizo las campañas de Apure en 1816 y de la Nueva Granada en 1819, habiéndose

20
 1854, Guerra civil en la que a pesar de su avanzada edad, soportó con
estoicismo las fatigas inherentes a la situación de ofensiva, luchó contra la
dictadura del general José María Melo por el llamado que le hizo su sobrino
y aliado, el gobernador Luis Reyes Soler. Juntos intentaron contener el
empuje de las fuerzas “melistas” pero al ser derrotados por Dámaso Girón
el 21 de junio, como también en los otros combates de Zipaquirá y Tiquiza
(mayo de 1854) y finalmente en Los Aposentos, se vieron forzados a
retirarse de la provincia de Tundama.
Luego acorralado en el Norte de Departamento de Boyacá, no pudo
contener el avance Dámaso Girón en las acciones del páramo de Cornal o
Sincatá el 22 de agosto de 1854; pero posteriormente gracias al apoyo
venido por el sur por El General Tomás C. de Mosquera, lograron reponerse
y alcanzar una victoria y derrotar de Los Melistas en Pamplona el 27 y 28
de agosto del mismo año.
 1859, en este año el general Mosquera se alzó en armas contra el gobierno
conservador de Mariano Ospina Rodríguez por lo que, Reyes Patria fue
partidario de la denominada Federación y aunque su participación no fue
real dada la parálisis parcial de sus miembros inferiores y dada su
avanzada edad, aunque sí fue efectiva la su hijo Gabriel Reyes Patria, el
cual fue ascendido rápidamente hasta alcanzar el grado de General de la
República en las fuerzas del naciente Radicalismo Liberal.
Es de anotar que en el manuscrito, Recuento del Capitán Juan José Reyes Patria,
firmado por su propia mano y presentado facsimilarmente en dos folios de la
publicación del miembro Honorario de la Academia Boyacense de Historia, Dr.
Ciro Alberto Montañez Rincón, se transcribió el siguiente testimonio:

“Juan José Reyes Patria Coronel efectivo de la República, militar de la


Independencia (de Colombia) i condecorado con varias Cruces i Ordenes, certifico i
juro que yo fui uno de los primeros que en el año de 1810, lancé el grito de la
libertad de independencia en la Provincia de Pamplona, comenzando la campaña
en clase de Alférez. Que en el año de 1812, serví en el Ejército de (Antonio) Baraya
en clase de Teniente i en la misma a órdenes del General (Simón) Bolívar en el año
1814. En el año 1815, marché tras (la Campaña realista de Sebastián) Calzada, en
donde fui nombrado Capitán por el General (Custodio García) Rovira i estuve en la
acción de (el monte) Cachiri mandando una compañía del Batallón Tunja. Que en el
año de 1816 me retiré a los llanos con el general Fortul i combatí en las acciones de
Guacharia, Orichuna, Sesenta, Rincón Hondo i la tribuna de Apure, bajo las órdenes
del General (Ramón) Nonato Pérez. En el año 1817, regresé al Casanare con el
Coronel (Juan) Galea, estuve en la sorpresa de Chiri en la toma de Pore, en la
sorpresa de la Salina de Chita i en las acciones de Miraflores, San Fernando, La
Fragua i en la de Upía (Lengupá), mandando una compañía del Batallón Cazadores,
bajo las órdenes del Coronel Nonato Pérez. Que enseguida, bajo las órdenes del
general (Simón) Bolívar, salí de los llanos para hallarme en las batallas de Gámeza,
Vargas i Boyacá, a órdenes del Coronel (Joaquín) Paris. Se me nombró
comandante del batallón Vargas que yo mismo fui creador en la Provincia del
Socorro i se me dio el despacho de Teniente Coronel efectivo en el año 1820.
Formé el expresado batallón Vargas i marché con él hasta Barinas de donde volví el
año 1821 a Cúcuta, al tiempo de la instalación del Congreso.
hallado en las batallas de Gámeza, Vargas y Boyacá”.

21
Certifico igualmente que el año siguiente fue el de 1822, fui a Ocaña de
Comandante i de allí, destino Santa Marta en donde tuve que pelear con los indios
de La Ciénaga, que enseguida me reuní con el General (José María) Mantilla i
estuve en la retoma de Santa Marta, que enseguida estuve cuatro meses
persiguiendo a los indios de las montañas de Pibijai, La Fundación i Media Luna,
hasta que los convencí. Este mismo año pasé al rio de Hacha. Fui de Gobernador,
mientras desempeñé este cargo pacifiqué los goajiros del Rio de Hacha. Fui
promovido a maquinista con el mismo cargo de gobernador, que renuncié. Por
ultimo certifico que el año 1827, fui nombrado gobernador de la Provincia de
Casanare de donde recibí en el año 1828 grado de Coronel Efectivo.
Certifico i juro que conforme al Decreto de Angostura, se me declaró el haber Militar,
como Coronel, de seis mil pesos.
Juan José Reyes Patria (sin fecha pero el papel sellado es de 18…)

Es curioso que en su recuento testimonial anterior Reyes Patria, omita el


Combate de Paya en donde se desempeñó destacadamente en la acción militar
que significó un gran triunfo para el Ejército Libertador, pues con él, quedó abierto
el camino hacia la cordillera del Virreinato de la Nueva Granada.
Sin embargo la respuesta se puede encontrar, en el insuceso de haber sido
herido gravemente en una pierna en este combate, y también, al hecho de que
luego se le sancionó y degradó por haber cometido la imprudencia, de quemar
parte del polvorín patriota que se estaba secando y que este produjo, al arrojar
sobre el mismo un tabaco encendido; anécdota que narra en sus memorias su
hijo Manuel muchos años después y anteriormente referenciadas 26.
Se dijo que la lanza en manos del general Reyes Patria, hombre de fuerza
hercúlea y de pujante intrepidez, era semejante a la del más famoso y osado
apureño.
 1872, muere el 8 de diciembre, siendo indudablemente uno de los
colombianos más longevos de quien se tenga noticia para la época pues,
alcanzó la increíble edad de 87 años. Se dijo por alguno de sus biógrafos,
que físicamente era de buena estatura, de recia complexión, modales
resueltos y postura marcial; de semblante severo y de voz fuerte, gran
memoria y de costumbres austeras; gran trabajador agrícola y también es
evidente que fue muy prolífico pues tuvo diez hijos. 27

26
Véase también, el anexo: “Recuerdos de Manuel Reyes Valderrama”, en Ramón C. Correa. Vida y Hazañas
del Prócer Juan José Reyes Patria, Publicación de la Academia Boyacense de Historia, Tunja Boyacá,
Colombia, 1985, pp. 34 y35.
27
MONTAÑEZ Ciro, Op cit.

22
3. LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN

Para analizar cómo se fue construyendo en el tiempo el mito de héroe imaginario


epopéyico de Juan José Reyes Patria, hemos utilizado la obra de HOBSBAWM
Eric y RANGER Terence28, referente a los conceptos de la tradición inventada, la
cual se refiere a un conjunto de prácticas, regidas normalmente por reglas
manifiestas o aceptadas tácitamente de naturaleza ritual o simbólica, que busca
inculcar valores y normas de comportamiento por medio de la repetición metódica
y que se conecta con el pasado.
Afirman los autores, que el contraste que se da entre el cambio constante e
innovador del mundo moderno y el intento de estructurar algunas partes de la vida
social no conflictiva, es lo que hace que la invención de las tradiciones sea de gran
interés para los historiadores; por otra parte es frecuente que las nuevas
tradiciones puedan surgir de otras más antiguas o se inventan tomadas del acervo
historiográfico existente o de la reinterpretación de los hechos históricos
conocidos, fragmentarios y descontextualizados o afectados por el paso del
tiempo.
Las nuevas tradiciones surgidas de esta manera, establecen o simbolizan la
cohesión social existente que legitima las instituciones, el status o las relaciones
de autoridad e inculcan o socializan las creencias, los sistemas de valores y los
comportamientos convencionales; por lo que la invención de la tradición, es por lo
tanto un producto de elementos que no necesariamente se han conservado en la
memoria popular, sino que corresponde a lo que ha sido seleccionado, escrito,
pintado, popularizado e institucionalizado por aquellos agentes de la estructura
social a los cuales, se les ha asignado dicha función para hacerlo.
Cualesquiera que sean los objetivos de los historiadores que estén involucrados
en este proceso, bien sean conscientes o no del desmantelamiento o
reestructuración de las imágenes del pasado, es evidente que estas nuevas
tradiciones no sólo pertenecen al mundo de los especialistas de la investigación
histórica, sino que también tienen que ver mayormente con la esfera de lo político.
Estas tradiciones inventadas tienen una gran relevancia para definir en buena
parte los conceptos de nacionalismo, pues exaltan los valores patrios, el respeto a
los símbolos y a la historia oficial que alimenta el fervor de los idearios comunes
de una sociedad especifica; tales visiones buscan legitimar el derecho tutelar de
las élites gubernamentales por sobre las masas.
Estas nuevas interpretaciones buscan de alguna forma, subsanar las profundas
heridas del pasado histórico que legitiman el statu quo presente mediante unas
celebraciones efeméricas de nuestros orígenes como república, utilizando una
recopilación seleccionada del pasado lejano y mediante una interpretación
sesgada, que excluye o soslaya la importancia de diversos grupos humanos en la
construcción histórica nacional, pues no aceptan que nuestra patria constituya una
nación diversa, racial y socialmente hablando, por lo que suponen un
protagonismo de la historia sólo bajo un ideario exclusivo hispánico falso.

28
HOBSBAWM Eric, RANGER Terence. La Invención de la Tradición, Op. cit.

23
La primera conmemoración de Colombia fue hecha para celebrar la primera
centuria de la independencia republicana, fiesta cívica sin precedentes de
nacionalismo la cual se produjo en 1910 en el gobierno de Rafael Reyes, gobierno
que se podría considerar como del inicio de la invención de la tradición patriótica
colombiana, festejos que buscaron generar un sentido y sentimiento nacional en el
ciudadano, el cual se encontraba sumido en un escepticismo secular por las
secuelas dejadas por las guerras civiles del siglo XIX y especialmente por la
pérdida de Panamá; por lo que la celebración fue dirigida ideológicamente por el
grupo social preponderante que dirigía y tenía el control del Estado bajo la visión
de nación paternalista, unitaria, clasista y racista, dentro de lo que era considerado
digno para el país y que se ha denominado generación centenarista. Estos
recrearon el pasado para apropiárselo por medio de la reescritura y relectura de
los textos de historia, junto con su recreación teatral, su difusión y acaparamiento
interpretativo, lo cual constituyó una forma de consolidarse dentro del modelo
republicano en el poder político y la cultura nacional.
Es evidente que el impacto que tuvo sobre el pensamiento político colombiano la
celebración de los primeros cien años de vida republicana, fue materializado por
los “centenaristas” que consiguen en 1910 al calor patrio circunstancial de los
eventos conmemorativos, la invención de la tradición nacional modernista
mediante una conciliación convencional del sentido armónico histórico, entre lo
hispánico y lo criollo de un ideal de ciudadanía. Para ello, se establecen planes de
estudio en las primeras décadas del siglo XX, con textos escolares utilizados para
la enseñanza de la historia, como la asignatura de mayor relevancia para la
promoción del imaginario nacionalista, basado en el recuerdo emblemático de los
próceres y de los símbolos iconográficos que daban origen a la Nación, todo
dentro del espíritu político conservador y de cristianismo católico.
En 1910 la sociedad centenarista letrada en la búsqueda de sus héroes, visitó
todos los anaqueles de las bibliotecas que proporcionaron los libros que
presentaban los rasgos heroicos más significativos.
Uno de los libros escolares que emergió en Colombia en 1910, con características
de discurso histórico ideológico y político para la formación ética y cívica de los
ciudadanos colombianos en el que se rinden culto a héroes prefabricados, fue el
texto de Historia de Colombia escrito por Jesús María Henao y Gerardo Arrubla 29,
labor educativa encomendada a partir de la Ley 39 de 1907, que ordenó su
solemne celebración y rehacer los fundamentos de la patria, los lazos de la unidad
nacional y también, para mantener la integridad del carácter nacional y el “cultivo
del amor entrañable, puro y vivo de la patria”.
También para el culto de mártires y héroes de la historia del país, la Academia
Colombiana de Historia emprendió una labor similar, con una serie de
publicaciones en las que abarcó la enseñanza de la historia, dentro de esta misma
visión para contribuir a la formación de la nacionalidad. Estas narraciones
reconocen en los héroes y en los hechos gloriosos, una legitimidad que se basa
en la consideración de la historia propia, como la portadora de la verdad dentro de

29
HENAO Jesús María y ARRUBLA Gerardo. Historia de Colombia para la enseñanza secundaria. Tercera
Edición, Liberia Colombiana, Camacho Roldán & Tamayo, Bogotá, 1920.

24
una concepción del pasado común que trasciende e implica a todos los
colombianos, por lo que crea y desarrolla la llamada “escuela patriótica” donde la
historia se escribe como acciones heroicas, donde surgen hombres que ofrecen
su vida y sus proezas al bien común de la patria.
La obra de Henao y Arrubla 30 publicada en 1911 se reeditó varias veces hasta
1960, obra recurrente en la exaltación de hechos históricos heroicos con
frecuencia referenciados al reconocimiento del proceso civilizatorio hispanista del
pueblo colombiano, sólo posibles por una labor titánica de aliento de la
Providencia y de visiones apologéticas que resaltaban la importancia de la
tradición, el idioma y la religión pero, donde se soslayan las tradiciones indígenas,
negras o mestizas como las verdaderas fuentes de la identidad nacional.
Para esta visión histórica el periodo colonial, era el punto de partida de la
nacionalidad, la civilización y el progreso; y la independencia un proceso
reconciliatorio con la memoria hispánica armonizada mediante la construcción
mítica de héroes magnificados y sacralizados, que se convierten en los referentes
de primer orden para la construcción de la memoria-nación, imbricada en la
invención de héroes locales y nacionales a los que se les atribuye, cualidades
positivas de grandeza y valores idealistas, que heroicamente combaten y
sacrifican la misma vida en favor de la gloria y la libertad de la patria.
Diego H. Arias Gómez afirma que “En suma el texto de Henao y Arrubla
materializó el proyecto político de las élites de principios del siglo XX, que buscaba
imponer un orden político caracterizado por el “retorno a concepciones
medioevales sobre subordinación del poder temporal al poder espiritual, la iglesia
como elemento cohesionador de la sociedad, la supeditación de la ley a la moral y
el cambio del ciudadano burgués (inspirado en la Revolución Francesa) al
ciudadano católico virtuoso (Urrego, citado por Pinilla 2003,114)”. 31

30
En 1910 mediante el Decreto Nacional No. 963 el Ministerio de Instrucción Pública se adoptó el
compendio de Historia como texto oficial para la enseñanza de la historia de Colombia de todo el país, por lo
que a partir del 1911 el texto de Henao y Arrubla formó varias generaciones de colombianos.

31
http://www.scielo.org.co/pdf/res/n52/n52a10.pdf

25
4. CREACIÓN DEL MITO DE JUAN JOSE REYES PATRIA

Documentar cronológicamente las referencias historiográficas del general Reyes


Patria después del combate de las Termopilas de Paya, en el Pantano de Vargas
y luego en el Puente de Boyacá, es una labor francamente desalentadora por lo
que sólo se sabe que después de la independencia de 1819, Reyes Patria
desempeñó algunos cargos y luego se desempeñó como jefe militar pacificando la
Guajira en manos de indios rebeldes. También se sabe que luchó defendiendo
como bolivarista la dictadura de general Urdaneta y luego, contra el gobierno civil
de José Ignacio de Márquez; en estos episodios fue vencido y destituido de sus
grados militares y desterrado en Venezuela o permaneciendo oculto la mayor
parte del tiempo; por tal causa, se supone que su biografía es muy limitada, salvo
algunos datos escuetos registrados en estos años hasta por lo menos, algún
tiempo después de su muerte; por lo que en esta investigación, únicamente se ha
encontrado una biografía del general Reyes en la obra: “Biografías Militares o
Historia militar del país en medio siglo del autor José María Baraya 32, publicada 20
de julio de 1874.
De todos los militares allí reseñados las referencias sobre Reyes Patria dicen:
“que este falleció el 8 de diciembre de 1872 a la edad de 87 años en el distrito de
Corrales; que era un antiguo veterano de la independencia al que califica de
benemérito y de que fue uno de los primeros que al resonar el grito de
independencia de 1810, se alistaron en las líneas republicanas, habiendo
solemnizado su ingreso en ellas con el cambio de su apellido de familia por el de
“Patria”, como una muestra de su entusiasmo por la República y de su odio a la
tiranía peninsular”.
Afirma este historiador Baraya que la hoja de servicios de Reyes Patria en la
guerra magna, fue certificada por respetables testimonios de los ciudadanos:
Joaquín Paris, Antonio Obando, José María Mantilla, Rafael Mendoza, Juan
Nepomuceno Toscano, Bernardino Triviño y Ramón Márquez 33; agrega que de ella
“aparece que el ciudadano Patria servía en 1814 como subteniente del ejército
republicano y en 1818 como capitán, cargo del cual fue ascendido a finales de
1819 como teniente coronel y luego con el empleo de coronel conferido por el
Libertador en 1828.
Las siguientes referencias sobre Reyes Patria, corresponden a Medardo Rivas
quien fue un periodista o publicista, como se decía por aquellos años a los
editores y columnistas de los periódicos, quien escribió un opúsculo en 1884 a raíz
de la muerte intempestiva del general Gabriel Reyes Patria, hijo de Juan José
Reyes Patria.
Dice Rivas en la biografía del general Gabriel Reyes 34 en la páginas 9 y 10 que:
“entre los jóvenes entusiastas, generosos y valientes que había en el ejército que
combatieron la dictadura del General José María Melo, se encontraba Gabriel
Reyes Patria, quien no tenía otro título para distinguirse, que el de ser hijo del
32
BARAYA José María. Biografías Militares. Op. cit., p. 107.
33
Ibid.
34
RIVAS Medardo. En Memoria de Gabriel Reyes Patria, general de Colombia Bogotá, 1884.

26
venerable patriota, Juan José Reyes Patria, a quien el Libertador, por sus
servicios, llamó “Patria”, prócer de la independencia, una de las glorias que hasta
entonces brillaban en el cielo de la República”. 35
En este almibarado opúsculo es donde primero aparece la afirmación falsa de que
fue el general Simón Bolívar el que le cambió el apellido a Juan José y dice que tal
cosa se hizo por sus servicios.
Luego el siguiente biógrafo fue Florentino Vesga, otro publicista quien en el
periódico bogotano: El Papel Periódico Ilustrado 36 dice que: “En 1819 el joven
Juan José Reyes era uno de los Tenientes del Ejército formado en el Apure y el
Arauca para libertar estas poblaciones superandinas de la dominación realista.
Asombrado el General Bolívar del denuedo de ese Oficial en el disputado combate
de Gámeza, preguntóle cómo se llamaba. «Soy Juan José Reyes, señor. «Usted
(replicóle) debe honrar no a los Reyes sino a la Patria con su apellido; en el
Ejército será llamado el Capitán Patria; complázcame aceptando esta distinción
que conserva su valor y desde entonces Reyes se firmó Patria”. Aquí aparece algo
nuevo y es que se le califica a Reyes de haber combatido con denuedo en el gran
combate de Gámeza pero no se dice nada más al respecto.
Después el siguiente biógrafo fue Don Manuel Reyes Escobar hijo de Juan José
Reyes Patria, quien en sus memorias insertas y publicadas en 1911 en El Boletín
de Antigüedades37 revista oficial de la Academia Colombiana de Historia, donde
don Manuel retoma en su integridad el escrito publicado por Florentino Vesga para
respaldar sus propios recuerdos con lo dicho en el periódico bogotano de “El
Papel Periódico Ilustrado” y donde se dice y se reafirma que, fue el General
Bolívar quien le cambió el apellido, pero que como sabemos es falso, pues ya lo
usaba desde 1811 es decir, en los mismos años cuando Bolívar conoció a Reyes
Patria.
Agrega don Manuel que: “Después de Boyacá, Patria, ya Teniente Coronel, fue
destinado a Vélez a formar el Batallón Vargas, sobre los restos del Cazadores; es
sabido que este Batallón fue de los vencedores en Carabobo el 24 de Junio de
1822.
Después de muerto el Libertador Bolívar (dice don Manuel) “mi padre apoyó la
dictadura de Urdaneta en el año de 1830 y derrotado fue destituido del escalafón
militar. Después, en el año de 1840 donde también fue derrotado y destituido del
escalafón militar y desterrado a Venezuela, a instancias del doctor Vicente Azuero
y de otros miembros liberales, lo comprometieron y tomó armas en la guerra de
aquel año; al principio obtuvieron algunos triunfos; luego vino Mosquera con el
Ejército del Sur, y triunfó el Gobierno”.38

35
RIVAS Medardo. En Memoria de Gabriel Reyes Patria, Bogotá, 1884.pp. 9-10

36
Papel Periódico Ilustrado (Bogotá). -- Vol. 3, No. 68 (Jun. 5, 1884), pp. 310-312.

37
REYES Valderrama Manuel. Recuerdos, Boletín de Historia y Antigüedades, Vol. 7, No.74. (jul.1911), pp.
77-82.

38
Ibíd.

27
Es posible que don Manuel Reyes creyera esta historia trasmitida por su propio
padre, pues al parecer era frecuentemente referida por Juan José Reyes en sus
años de vejez a más de una persona, para exaltar él mismo sus viejas glorias, por
lo que don Manuel la creía y la consignó en sus propias memorias como
verdadera.
Don Elías Prieto uno de los más cuestionados historiadores boyacenses por sus
inexactitudes escritas en sus memorias 39 y que según afirma, le fueron trasmitidas
por sus antepasados, los que participaron en la gesta libertadora, dice que: “el 27
combatieron en Paya con las fuerzas avanzadas que Barreiro tenia allí de
quinientos hombres a órdenes del teniente coronel Galluso. Esa guardia realista
derrotada vino a Sogamoso al cuartel del general Barreiro, quien determinó salir al
encuentro de los patriotas y mandó algunos grupos de observación, los cuales
sorprendieron el 10 de julio a la primera compañía del batallón Libres, cuyo
capitán era Camilo Gaona. Él y muchos de su compañía, se adelantaron
tontamente creyendo encontrarse con sus familias y deudos que tenían en
Tibasosa y Sogamoso, a quienes habían hecho llegar la noticia de su venida. 40
Agrega que los mártires de La Ramada fueron 72, pero como se sabe, el número
exacto fue de 34, “los que fueron bárbaramente asesinados por orden de un
realista de apellido Corchero atándolos espalda con espalda y apostando, según
se dijo entonces, los oficiales a quien de ellos tuviera más fuerza para pasar los
dos cuerpos de un lanzazo (informe del señor Mariño y de otros que lo supieron.
No obstante eso (ya hablando del combate de Gámeza y Tópaga) dice “que un
capitán de los lanceros de Llano Arriba ordena a los suyos que le sigan, incrusta
su lanza, se avanza con invencible velocidad sobre el puente, consigue pasar
impunemente, su lanza terrible aterra al destacamento, que asombrado de su
arrojo, huye precipitadamente; el terror se apodera de los realistas que
abandonaron la fuerte posesión de la peña y se retiraron a los molinos : allí hubo
un combate de algunas horas que produjo algunos muertos en ambos ejércitos, y
al que puso término la noche. Al día siguiente el general Bolívar quiso saber cuál
era el oficial que arrostrando el fuego enemigo había tomado el puente; pues él no
conocía a los oficiales que venían en la división de vanguardia, y habiéndosele
presentado el indicado capitán, hubo entre los dos el diálogo siguiente:
¿Con que usted fue el que tomó el puente y desalojó a los godos de la peña?
-Sí señor.
-¿Y cómo se llama usted?
- Juan José Reyes.
¡Reyes! No, en el ejército patriota no puede haber Reyes ni de apellido; usted, de
hoy en adelante, no será Reyes sino Patria, (esto se lo oí referir al mismo general
Patria, y agregó que no podía dejar de llevar su apellido, porque habría sido
renunciar a su familia, pero que desde ese día para adelante llevaba también el de
Patria”.
39
PRIETO Villate Elías. Apuntamientos Sobre La Campaña de 1819. Repertorio Boyacense, Centro de
Historia de Tunja, No. 43, Tunja, julio de 1917.
40
Ibíd. p. 79

28
EL COMBATE HERÓICO BIBLICO
EL COMBATE DE LA ILIADA DE HOMERO ENTRE EL
ENTRE DAVID Y GOLIAT
DIVINO AQUILES Y HÉCTOR REY DE TROYA (HILIÓN)

Al día siguiente del combate de Gámeza contramarchó el ejército patriota, y echó


todo el día en pasar el rio Chicamocha que iba bastante crecido, y se dirigió a
Cerinza, teniendo en cuenta el Libertador que por ese lado podía proporcionarse
más recursos para remontar la caballería, que en su mayor parte, había quedado
a pie en el paso del páramo; y que sin tenerla remontada se exponía a un mal
éxito.41
Hasta aquí las referencias históricas sólo dicen que por su valor en la contienda de
Tópaga y Gámeza Bolívar le cambió el apellido de Reyes por el de Patria, pero
ninguna dice sobre el singular combate cuerpo a cuerpo sobre el puente del rio
Gámeza, sólo se dice que un oficial tomó el puente y tácitamente se refiere a
Reyes Patria.
Finalmente Monseñor Cayo Leónidas Peñuela escribió en su Álbum de Boyacá 42,
donde recreando la historia de Juan José Reyes Patria escribió que: “el 11 de julio
en el puente de Gámeza que en uno y otro lado había gente valerosa que quería
hacer alarde de su serenidad y arrojo, y mientras llegaban los jefes patriotas y se
buscaba inútilmente el modo de flanquear la inmejorable posición realista,
estuvieron como desafiándose individual y colectivamente. Primero un escuadrón
español, a cuya cabeza iba un oficial muy arrogante y bien uniformado, se avanzó
hasta la mitad del puente, retando con mucho orgullo a los independientes; no
podía faltar Reyes Patria entre los Guías de la descubierta, y adelantándose solo,
porque sabía que lo angosto del campo de combate no permitía sino una lucha

41
Ibíd. p. 81
42
PEÑUELA, Cayo Leónidas. Álbum de Boyacá. Homenaje de la Comisión Asesora del Gobierno Nacional
para la Conmemoración de la Campaña Libertadora de 1819, Tomo I, segunda edición, Imprenta
Departamental 1969, p. 246.

29
singular, desenvainó un sable descomunal 43, que había tomado cuando al lado de
Galea ayudó en Chire a destruir la columna de Manuel Jiménez, y arremetió
contra el realista, que empuñaba una lanza, ninguno podía recibir auxilio de los
compañeros a poquísimos pasos , porque el que lo intentara había de caer sin
remedio al rio. Se acometieron primero con la destreza de maestros consumados
en la esgrima, mas de momento en momento se les fue encendiendo la sangre, y
agregándose las voces que de sus lados respectivos les dirigían para alentarlos, al
fin se atacaban con furor creciente; Reyes tenía ya alguna herida cuya sangre lo
enardecía más, hasta que en un instante bien aprovechado le acertó al realista
con un mandoble tan bien dirigido, que la cabeza voló hacia el lado oriental
mientras el cuerpo caía desplomado al puente y enseguida al rio”. 44
Los jinetes realistas retrocedieron preocupados y amargados. En ese momento
llegaba El Libertador, quien ordenó que los guías se resguardasen del fuego que
las compañías de tiradores empezaron a llover sobre el escuadrón patriota;
cuando este se acercó a Bolívar , que de lejos había visto el episodio del puente,
llama al héroe y le pregunta: ¿Cómo se llama usted? “Juan José Reyes señor, le
contesta “Usted no llevará más ese apellido, que significa esclavitud, sino Patria.
Desde aquel día se firmó Juan José Patria y más tarde Reyes, con que se le
conoce en la historia.45
Es sorprendente que Monseñor Peñuela en su magnífica obra del Álbum de
Boyacá, solo insertó una nota en la que dice que el general Juan José Reyes, se
cambió el apellido por el de Patria desde cuando empezó a servir en el ejército
libertador, según lo afirmaba en sus investigaciones el historiador doctor Ulises
Rojas46, pero es claro que en su obra anterior denominada “Boyacá”, no había
hecho comentario alguno al respecto, por lo que sólo fue gracias a las
investigaciones del doctor Ulises Rojas que tuvo que insertar dicha nota y que se
considera por lo menos, una advertencia en su obra sobre los hechos de Juan
José Reyes Patria.
Lo que sigue posteriormente a esta historia inventada del singular combate de
Reyes en el puente es simplemente reciclaje histórico, es decir; que los escritos
posteriores a la obra de Monseñor Peñuela son simplemente repeticiones del
episodio de Reyes Patria en Gámeza, eso sí, cada uno le agrega una puntada
más y que sólo hace crecer el mito de este héroe boyacense.
Es evidente que la historia no la inventó Monseñor Peñuela, sino sus anteriores
biógrafos publicistas; lo que hace Monseñor en su Álbum de Boyacá es recrear la
historia tomando como fuentes los escritos anteriores; aunque eso sí, dándole una
característica epopéyica que es propia de la época de la reinvención de la
43
Algunos de los que recrean la historia dicen que fue con una lanza y no un sable.
44
Ibíd.
45
ibíd.
46
Es paradójico que Bolívar, según la fantasía del singular combate sobre el puente del río Gámeza, hoy
denominado De Reyes, no lo haya ascendido por su acto heroico a un nuevo cargo militar como se
acostumbraba en la milicia, hecho que sólo sucedió luego de la victoria de La Batalla de Boyacá en el año
siguiente de 1820.

30
tradición, dirigida a fines eminentemente de creación de héroes que engrandezcan
la memoria de nuestro pasado, basado en la exaltación del valor y el sacrificio por
el bien y la gloria de la patria.
Como se sabe por boca de Don Manuel Reyes Patria, su padre fue herido de un
balazo en una pierna en Paya, 14 días antes del combate de Gámeza y Corrales y
que fue sancionado y degradado del escalafón por haber imprudentemente
quemado la pólvora que se estaba secando; por lo que no pudo estar presente en
el citado combate, a no ser que sólo tuviese un papel pasivo en el combate,
animando a sus compañeros dada su invalidez; tampoco se le conocen
actuaciones militares en el Pantano de Vargas o en el Puente de Boyacá.
La historia epopéyica construida henchida de valor y de amor patrio en síntesis del
combate de Gámeza y Tópaga, sólo fue un recurso utilizado para darle
espectacularidad al supuesto combate, que quedó como hemos visto, en tablas o
indeciso, Reyes sólo era uno más de aquellos que se involucraron en la
independencia; tuvo la fortuna de vivir muchos años y no como el coronel Antonio
Arredondo, que murió en el combate citado y que era el comandante del batallón
de Cazadores.
Por otra parte con haberle cortado espectacularmente la cabeza de tal manera,
que el cuerpo del corpulento militar realista 47 cayó a un lado del puente y la cabeza
al otro lado, sólo es producto de la imaginación que desconoce la anatomía
humana pues, las vértebras del cuello y los músculos son muy grandes y fuertes y
difíciles de cortar con un machete o sable; es por ello históricamente demostrable
que ante el sufrimiento de los reos condenados a la pena de muerte mediante la
decapitación, fuera un espectáculo macabro, ya que los verdugos se veían para
cumplir su cometido en la necesidad de poner al reo agachado y de rodillas sobre
un mesón sólido; sólo lograban su cometido, después de varios hachazos o
intentos de separar la cabeza del resto del cuerpo por eso, se inventó en la
Revolución Francesa un método más rápido y efectivo, que fue la guillotina,
mecanismo o máquina diabólica más efectiva que cortaba las vértebras del cuello
de un solo golpe. Por lo anterior, no es creíble la descripción espectacular de
Monseñor Peñuela y que sea cierta y plausible pues, para que el corte fuera
efectivo y rápido, debería haber sido mediante un corte recto y horizontal,
imposible dada la posición de combate de los contendores; la inclinación de unos
pocos grados del sable o machete, habría hecho imposible el corte del cuello
separándolo del cuerpo y sólo el corte afectaría los huesos de la clavícula, donde
se hundiría posiblemente en el esternón pero nunca cortaría el cuello totalmente.
Como colofón, debemos decir que fue el doctor Manuel Abella Chaparro, rector del
Colegio Sugamuxi de Sogamoso, quien en el año de 1948, en un acto
conmemorativo en el cual la familia Reyes, hizo entrega de la espada al colegio
que muy seguramente perteneció al General Juan José Reyes Patria, este
manifestó en su discurso, que esta espada era la misma con que el héroe había
47
Aquí hay una curiosidad, y es la de que en el ejército español había un capitán calificado de bizarro
llamado Juan Bautista Reyes, que fue muerto en el combate de Gámeza y Corrales; creemos que la imagen y
el dato histórico real de este capitán español, fue utilizado para imaginar un combate singular cuerpo a
cuerpo entre Reyes contra Reyes; es decir de un Reyes patriota contra uno del mismo apellido realista,
combate que finalmente perdió el peninsular para mayor gloria de la patria republicana.

31
cortado la cabeza del capitán realista con el cual se había enfrentado en el puente
de Gámeza; hazaña que calificó de homérica y que en nuestro parecer, fue un
aporte más en la construcción de la Tradición Inventada al héroe boyacense. 48

GENERAL JUAN JOSE REYES PATRIA


Museo Colegio Sugamuxi

48
ABELLA Chaparro Manuel. Discurso, pronunciado por el doctor Manuel Abella Chaparro, Rector del Colegio
de Sugamuxi, al recibir a nombre del plantel la espada que perteneció al General Juan José Reyes Patria de
manos de los descendientes de este prócer. Repertorio Boyacense Volumen 36, No. 151-152, año de 1948,
pp.1961-1964.

32
33
5. CONCLUSIONES

 No se puede estar de acuerdo con la visión histórica de la independencia


gloriosa y epopéyica, que narra supuestos grandes héroes a similitud de las
narraciones bíblicas y de la edad antigua griega y Romana; no obstante los
héroes sí existieron y muchos de ellos se sacrificaron por amor a la libertad.
 La heroína Juana Escobar murió en Corrales lanceada por ser informante
del ejército patriota, la fábula de que ella les reprochó a los españoles por
estar asesinando a los patriotas capturados y que fue lanceada en La
Ramada (Sogamoso) atada a otro patriota, es falsa e indecorosa, siendo
una creación literaria de la escuela histórica epopéyica.
 Juan José Reyes Patria se formó como militar en el llano como lancero de
caballería, no hacía parte de la infantería y es evidente que la caballería de
la vanguardia no intervino el 11 de julio en el combate de Gámeza y
Tópaga.
Reyes pudo ser muy seguramente uno de los heridos hospitalizados en
Tasco, por lo que no es posible que haya continuado como soldado efectivo
por lo menos hasta después de la batalla de Boyacá.
 En el análisis biográfico de Juan José Reyes Patria se evidencian dos tipos
de fuentes: una corresponde a los documentos oficiales, las
comunicaciones y otros escritos que son muy limitados en su información
histórica, como también las memorias familiares de su hijo; las otras
corresponden a los publicistas o periodistas que en sus publicaciones
impresas únicamente, pretendían engrandecer la memoria del héroe
boyacense dentro de un espíritu grandilocuente inventado, ya evidente y de
moda por los años de las últimas décadas del siglo XIX.
 El combate singular de Juan José Reyes Patria nunca existió, sólo es una
alegoría fantasiosa recreada a similitud de las míticas batallas bíblicas de
David y Goliat o del singular combate del Rey de Troya (Ilion) Héctor contra
el divino Aquiles que narra la Ilíada de Homero, invención histórica
construida para mayor gloria de la gesta libertadora de la Nueva Granada,
la cual se recrea dentro de un modelo de historia que busca, apelando a los
actos heroicos, la construcción de imágenes epopéyicas y sagradas para
exaltar el amor patrio, pero que hoy con la interpretación de la Nueva
Historia, resultan poco creíbles y jactanciosas.
 Entre el 7 al 11 de julio de 1819, en la región Sugamuxi existieron al menos
cuatro combates o enfrentamientos entre los ejércitos realistas y los
patriotas: el del 7 combate o escaramuza en Corrales favorable a los
patriotas, el 10 dos combates o enfrentamientos con avanzadas de los
patriotas en Corrales y Tópaga con 300 efectivos de caballería y el otro con
200 soldados de infantería, las cuales fueron destruidas por la fuerzas de
Barreiro. Finalmente el 11 se llevó a cabo el gran combate de Gámeza y
Tópaga sobre el Puente del Río Gámeza, donde intervinieron unos mil cien
españoles contra unos dos mil patriotas y que puede considerarse, un gran
combate pero no una batalla; sin embargo, tuvo un alto costo en el número

34
de combatientes que murieron de lado y lado, algo más de 100 de cada uno
de los ejércitos.
 La tradición inventada sobre Juan José Reyes Patria es esencialmente obra
de los publicistas (periodistas) de la segunda parte del siglo XIX y que
escribieron muchos años después de los hechos gloriosos de la
independencia y de muerto el General Reyes Patria; el otro complemento
de fantasía histórica, corresponde al primer decenio del siglo XX cuyo
objetivo es el de crear una historia nacional con visos de singular epopeya y
para mayor gloria de la patria.
 Las grandezas y pequeñeces de héroes como Juan José Reyes Patria son
las propias del común de los seres humanos de carne y hueso, solo los
supuestos héroes mitológicos no tienen limitaciones ni defectos.
 Todo lo anterior no desmiente la grandeza de la gesta emancipadora de
1819, la cual otorgó la libertad y permitió la constitución de una nueva
nación de carácter republicano y de aspiraciones democráticas, pero es
más creíble aquel valor de los héroes anónimos, que murieron en la guerra
contra el opresor español y que la historia tradicional ni siguiera recuerda ya
que sus nombres, corresponden a los soldados rasos que ofrendaron sus
vidas generosamente por la causa y que tal vez algunos no entendían
apropiadamente pero que, sentían como la aspiración más alta y sublime
de anhelada libertad.
 La denominación de Puente Reyes debe ser cambiada por Puente Coronel
Antonio Arredondo, patriota hispánico que rindió su vida en dicho lugar
como máximo comandante del batallón Cazadores que él dirigía.
 La historia nacional debe ser mirada y presentada con objetividad sobre los
hechos históricos que sucedieron, condición necesaria para mirar y
reconstruir el futuro. No es con invenciones fantásticas que se puede
engrandecer el pasado histórico de la patria sino, recurriendo a la verdad
histórica de los hombres de carne y hueso que rindieron sus vidas por amor
a la libertad y la independencia, luchando contra el oprobioso y miserable
destino colonial que se nos había asignado por la corona imperial Española.

35
6. BIBLIOGRAFÍA

1. BARAYA José María. Biografías Militares o Historia Militar del País en Medio
Siglo, imprenta Gaitán, Bogotá, 20 de julio de 1874.
2. CAMARGO Pérez Gabriel. Exploraciones Históricas, Sucesos, Personajes y
Pueblos de Colombia, Ediciones La Rana y El Águila, Tunja, 1981.
3. CARDENAS Acosta, Pablo E. Hoja de Servicios del General Juan José Reyes
Patria, Repertorio Boyacense, Volumen 33 No. 144-146, año de 1946, p.p.
1654-1660.
4. CORREA Ramón C. General Juan José Reyes Patria, Repertorio Boyacense,
Volumen 52 No. 246-247, año de 1966, p.p. 1968-1969.
5. CORREA Ramón C. General Juan José Reyes Patria, Repertorio Boyacense,
Volumen 52 No 246-247, may-dic, año 1966, p.p. 2578-2586.
6. CORREA Ramón C. Vida y Hazañas del Prócer Juan José Reyes Patria, Serie
Héroes, Mártires, Próceres y Caudillos No.2, Publicaciones de la Academia
Boyacense de Historia, Tunja 1985.
7. DÍAZ Díaz, Oswaldo. Documentos inéditos sobre la campaña de
Boyacá. Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, octubre, 1961, T. 48, No.
564-565, p.p. 630 a 631.
8. DÍAZ Díaz, Oswaldo. Los Almeyda, Episodios de la Resistencia Patriota contra
el Ejército Pacificador de Tierra Firme, Editorial ABC, Bogotá, Colombia 1962,
p.p. 41 y 42.
9. HUERTAS Ramírez, Pedro Gustavo. Los Combates de la Campaña
Libertadora de la Nueva Granada en 1819, en Repertorio Boyacense, No. 359,
Primer Semestre de 2019, p.p.81-124.
10. FRIEDE, Juan. La batalla de Boyacá, 7 de agosto de 1819, a través de los
archivos españoles. Bogotá, Talleres gráficos del Banco de la República,
1969, p. 63-65.
11. HENAO Jesús María, ARRUBLA Gerardo. Historia de Colombia para la
Enseñanza Secundaria, Obra Laureada con Medalla de Oro y diploma en el
Concurso Nacional que se abrió para Celebrar el Primer Centenario de la
Independencia, y con la adopción Oficial, Tomo I y tomo II, Tercera Edición,
Bogota,1920.
12. HOBSBAWM Eric, RANGER Terence. La Invención de la Tradición, Editorial
Crítica, Barcelona, 2002.
13. GOMEZ de Ocampo Nelly Sol. Campaña Libertadora de 1819, 77 Días de una
Epopeya Emancipadora, Publicación Academia Boyacense de Historia–
Bicentenario de la Independencia de Colombia, Colección Álbum de Historia
de Boyacá, Tunja, 2019.
14. LEE-LÓPEZ Alberto. Los Ejércitos del Rey 1818-1819. Biblioteca de la
Presidencia de la República, Volumen 1, Fundación para la Conmemoración
del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General
Francisco de Paula Santander, Bogotá, 1989.
15. MONTAÑEZ Rincón Ciro Alberto. El General Juan José Reyes Patria y la
Batalla del 11 de julio de 1819 en las Peñas de Gámeza, sin fecha.

36
16. PARÍS DE LA ROCHE, José Joaquín. Una Familia de Próceres. Los Paríses:
estudio dispuesto por José Joaquín París de La Roche y publicado bajo la
dirección de Gustavo Arboleda, Imprenta y litografía de Juan Casis, Bogotá,
1919.
17. PEÑUELA, Cayo Leónidas. Álbum de Boyacá. Homenaje de la Comisión
Asesora del Gobierno Nacional para la Conmemoración de la Campaña
Libertadora de 1819, Tomo I, segunda edición, Imprenta Departamental 1969.
18. PEÑUELA, Cayo Leónidas. Boyacá, Biblioteca Aldeana de Colombia, Editorial
Minerva, Bogotá, 1938.
19. PEREZ Ángel Héctor Publio. La Participación de Casanare en la Guerra de
Independencia, 1809-1819, Editorial ABC, Bogotá, 1987.
20. PRIETO Villate Elías. Apuntamientos Sobre La Campaña de 1819. Repertorio
Boyacense, Centro de Historia de Tunja, No. 43, Tunja, julio de 1917.
21. REYES Valderrama Manuel. Recuerdos, Boletín de Historia y Antigüedades,
Vol. 7 No.74. (jul.1911), p. 77-82.
22. RIVAS Medardo. En Memoria de Gabriel Reyes Patria, General de Colombia,
Imprenta de Medardo Rivas, Bogotá, 1884.
23. ROJAS Ulises. Apostillas, a los Apuntamientos sobre la Campaña de 1819 por
don Elías Prieto Villate, Repertorio Boyacense, Volumen 33 Nos. 144-146,
ago.-nov., 1946. pp. 1549-1565.

ARCHIVOS DE INTERNET.
- file:///C:/Users/familia/Downloads/Dialnet-
AntonioRicaurteLaCreacionDeLaImagenDeUnHeroeNino18-3981226.pdf

- http://historia.ihnca.edu.ni/ccss/dmdocuments/Bibliografia/CCSS2009/
adicional/eric_hobsbawm_Inventando.pdf

- http://www.scielo.org.co/pdf/res/n52/n52a10.pdf

- SIE7E DIAS BOYACA, Por Las Huellas del Bicentenario, agosto de 2019

37

También podría gustarte