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Teorias de Un Amor Incompleto
Teorias de Un Amor Incompleto
Condena eterna
- ¡Uno, dos y tres! -el sonido de una cámara tomando una foto aturdió a la
peli morada que se encontraba plácidamente recostada sobre su pupitre
intentando dormir- buenos días alegría, ya dormiste media hora, levántate.
-si tú lo dices, al menos yo no soy la de las ojeras – soltó otra risa por
las respuestas de mala gana de Karina y se sentó al lado de ella.
Estaban un ambiente relajado, las aulas estaban vacías por la hora libre
y ellas dos eran las únicas dentro de una, Hanna transmitía mucha paz
cuando estaban las dos solas, lo cual Karina amaba a pesar de ser
constantemente despertada por la peli rosa a la cual por alguna razón
le hacía gracia despertarla
De unos días hasta hoy se notaba que Karina no estaba durmiendo
bien ya que había conseguido un trabajo de turno de noche, y, aunque
no le pagaban demasiado bien, para una adolescente de 16 años que
tenía que mantenerse sola al menos era suficiente. Eso sin incluir su
adicción al tabaco y su mala alimentación
Hanna soltó una risa y la miro – te dije que mis padres salieron, no van a usar
el auto, o al menos el de mi papá.
-te vas a meter en problemas -Karina suspiro con certeza de que su querida
amiga no iba a parar de insistir hasta que ella dijera que sí, -Hanna llega a ser
DEMASIADO insistente cuando quiere- hagamos un trato en ese caso.
-soy toda oídos cariño – Hanna sabía que estaba a punto de lograr su
objetivo, a fin de cuentas, rin es alguien fácil de convencer la mayoría de
veces.
La peli morada la cual era levemente mas alta que Hanna solo tuvo la
reacción de devolverle levemente el abrazo y luego alejarla – llegas a causar
un problema y te juro que….
-no eres capaz de ponerme una mano encima, no tienes el corazón – dijo
dramáticamente, tal como si estuviera ofendida –
Antes de que pudieran decir algo más la alarma de fin del descanso sonó
-rayos -Hanna estaba maldiciendo internamente a esa alarma- bueno tu
amada Hanna se tiene que retirar antes de que venga tu profesora, sabes que
no le caigo muy bien – dijo en un susurro - ¡nos vemos en la noche, a lo mejor
hasta novio consigues! -grito ya alejándose a paso rápido-
- ¡en tus sueños! – respondió Karina de brazos cruzados entre pequeñas risas
–
Talvez la lluvia fue una advertencia de que no fuera a salir ese día…o una
simple casualidad. Ahora tenía que rogar para que la lluvia parara antes de
que Hanna pasara por ella o aún mejor, que siguiera lloviendo para poder
quedarse en su casa tranquila. Contaba con las buenas intenciones de Hanna;
la amaba, mas odiaba cuando era intensa con sacarla de su casa.