Está en la página 1de 3

UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

EL ABORTO EN CASO DE VIOLACIÓN SEXUAL

Alumno : Cruz Gonzales, Richard J.

Asignatura : Comunicación oral y escrita

Docente : Lic. ISAURA RUTH LIRIÓN RODRÍGUEZ

Turno : Noche

Ciclo :I

HUARAZ – PERÚ

2016
ABORTO EN CASO DE VIOLACIÓN SEXUAL: ¿UN DELITO?

El aborto es la interrupción del embarazo que puede ser espontáneo, producido por causas
naturales; o provocado, cuando es deliberado. Esta práctica se ha realizado desde tiempos
remotos por diversos motivos y/o circunstancias. Así por ejemplo, Bartolomé de las
Casas argumentaba que los indígenas, abrumados por el exceso de trabajo y los maltratos
de los conquistadores, decidían abortar con la finalidad de que sus descendencias no
llegaran a sufrir las mismas desgracias. De la misma manera, Aristóteles defendía el
aborto para limitar el nacimiento en las familias muy numerosas o humildes. En
contraste, otros personajes condenaron esta ejercicio, así el Papa Sixto V declaró que el
aborto y la anticoncepción eran pecados mortales, igualmente convenía Juan Pablo II
cuando expuso que esta acción era la manifestación de una crisis de sensibilidad humana
y social. Con respecto a esta temática, muy controvertible en la actualidad, considero que
el aborto debería ser legal ya que es una práctica justificable y una medida justa en los
casos de violación sexual por las siguientes razones:

Primeramente, desde el enfoque legal, la Constitución Política del Perú en su artículo 02


expone que toda persona tiene derecho “a su integridad moral, psíquica y física y a su
libre desarrollo y bienestar”1. A partir de lo manifiesto se infiere que a una persona que ha
sido violentada sexualmente no se le puede sumar como obligación tener un hijo producto
de su violador, ya que se estaría atentando doblemente contra su bienestar e integridad
tanto a nivel psicológico como social.

Asimismo, Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU), el Comité


de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC), el Comité para la Eliminación
de la Discriminación contra la Mujer (Comité de la CEDAW) y el Comité contra la
Tortura (CAT), en el año 2012 han manifestado que el estado peruano debe “modificar la
prohibición general del aborto de forma que se autorice el aborto en los casos en que el
embarazo sea resultado de violación o de incesto, y prestar servicios médicos gratuitos a
las víctimas de violación”2. Se dilucida que los diferentes entes internacionales
1
Constitución Política del Perú.
2
Centro de Derechos Reproductivos. (2016). Derecho al aborto en caso de
violación sexual. Lima
vislumbran que la mujer debe tener el derecho de decidir o no abortar, ya que el hijo que
espera no ha sido procreado de manera deliberada y, mucho menos con amor, sino ha
sido concebido mediante el maltrato, abuso y violencia contra la dignidad de la mujer.

Desde el panorama psicológico, las mujeres que sufren una violación sexual quedan
estigmatizadas de manera traumática produciéndose en ellas diversas reacciones
psicológicas y emocionales. Así lo sostiene la organización Mujer y salud (2011) cuando
menciona que las consecuencias de una violación sexual son: “los temores sexuales
(particularmente para quienes no han iniciado aún su vida sexual), trastornos o malestares
para las mujeres sexualmente activas, sobre todo si la pareja presiona para la reanudación
de las relaciones, las fobias y pesadillas recurrentes, y una tendencia inusual a cambios y
movilidad (mudanzas, cambios de teléfono, viajes, búsqueda ansiosa de compañía).” 3 Si
la violación sexual ha generado estos problemas se infiere que tener un vástago de su
agresor será más dañino para su salud mental y, también para su entorno familiar.

A las perspectivas legal y psicológica se le suma la social, si la mujer es obligada a tener


un hijo de su agresor, este niño así como la madre serían señalados socialmente de
manera desdeñosa por los miembros de la comunidad. Así lo argumenta Infanzón (2012),
“el niño producto de una violación es adjetivizado de manera muy cruel por otros niños y
sus compañeros e incluso muchas veces rechazado; por otro lado, la madre es señalada
por su comunidad como una mujer con poca valía o marcada por palabras hirientes.” 4

Por ende, la práctica abortiva debería legalizarse y practicarse en casos donde haya
violencia sexual, ya que de esta manera se demostraría la preocupación y el respeto que
tiene el estado por la salud física, psicológica y emocional de las mujeres, así como por
su integridad social ante los miembros de su comunidad. Aspectos que son
trascendentales en la vida de cualquier persona.

3
Mysu. (2011). Violación sexual: La intervención desde el sistema de salud.
Uruguay: ONU MUJERES
4
Infanzón, M. (2012). El aborto efectos psicológicos y sociales. Argentina:
ECOBRE

También podría gustarte