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En las últimas décadas se han desarrollado programas terapéuticos centrados en el

desarrollo
de la compasión hacia uno mismo o hacia los demás como elemento clave en el proceso
terapéutico.
Algunos de estos programas están basados directamente en la tradición budista como
es el caso de “Se amable contigo mismo” de Kristin Neff.
Otros en la psicología evolutiva, como las terapias focalizadas en el apego o
también
en la neurociencia social o en teorías acerca de la regulación afectiva como es el
caso
de la terapia focalizada en la compasión de Paul Gilbert.
Algunos programas han incluido elementos de todos estos anteriores que hemos citado
como es el caso de Mindful Self-Compassion, desarrollado por Cristopher Germer y
Kristin Neff.
El psicólogo Rick Hanson ha centrado su interés científico y clínico en la
investigación
sobre habilidades internas para el crecimiento y desarrollo personal a través
de la práctica de Mindfulness.
Tomando como base la plasticidad neuronal, es decir, la capacidad para crear y
modificar
rutas neuronales Hanson propone el desarrollo de nuevos recursos personales y el
refuerzo
de aquellos que no habían sido suficientemente desarrollados para afrontar los
retos a los
que nos vamos enfrentando.
Hanson dice que un tercio de nuestras fortalezas son innatas y que los otros dos
tercios
se desarrollan alimentándolas.
El cerebro es un órgano que cambia y aprende a través de la experiencia.
El cultivo del amor y la compasión favorece y estimula el sistema de seguridad,
bienestar
y afiliación, y hace que nos sintamos calmados, relajados y reconfortados.
De igual manera ocurre con otras prácticas, como la gratitud, la generosidad o el
perdón.
La práctica de la gratitud, incluso a través de una acción tan sencilla como
escribir
una pequeña carta de agradecimiento se relaciona con una mejor salud mental y con
menos estados
de ansiedad y de depresión.
El mecanismo subyacente parece ser un menor uso de palabras o emociones que
consideramos negativas.
La escritura de una carta de agradecimiento o la escritura de la gratitud, cultiva
una
mejor salud mental a través de dejar de prestar atención a emociones que nos
resultan perjudiciales,
como la envidia o el resentimiento y favorecer prestar atención a emociones
saludables,
emociones de compasión, altruismo, de conexión y de conocimiento a otras personas.
Cuando uno escribe sobre lo agradecido que se siente con otras personas o como
estas
han contribuido a la felicidad y al bienestar en su vida, resulta considerablemente
más
difícil quedar atrapado en experiencias dañinas.
Según Rick Hanson el amor es una súper vitamina que nos ayuda a sentirnos
conectados,
satisfechos y seguros.

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