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Instituto Superior José Vasconcelos

Ecología y Educación Ambiental


Bloque I
Proyecto Integrador: "Propuesta argumentada sobre el aprovechamiento sustentable de la
miel en Yucatán y las afectaciones a la apicultura como consecuencia de
las alteraciones a las Selvas de Yucatán"
Alumna: Ruiz Pool Katya Ximena
Maestra: Luisana Cahún
Grado: 3 Grupo: D
Fecha de entrega: 4 de marzo del 2021.

Introducción

Yucatán es el principal productor de miel en el país, ocupando el primer sitio a nivel nacional
con una producción anual en el 2019 de 11 589 toneladas, con un valor de producción de
444 mdp, según el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Yucatán, la


mayor parte de los campesinos son pequeños productores que poseen menos de 50
colmenas. Existe un registro aproximado de 13 mil apicultores y más de 350 mil colmenas

Por su calidad y sabor, el 90% de la miel yucateca, reconocida por tradición a nivel mundial,
se exporta principalmente a la Unión Europea, Estados Unidos y Arabia Saudita.

A nivel mundial, México ocupa el 5º puesto como país exportador de miel, con alrededor de
58 mil toneladas anuales estimadas y como el 9° lugar como productor de miel.

En México, al año se producen alrededor de 70 mil toneladas de este dulce producto, con
un valor de 2 mil 500 millones de pesos. En cuanto a los estados productores, destacan
Yucatán y Campeche, en donde al igual que en otros estados, se realizan buenas prácticas
para asegurar la calidad de su producto. Por ello, la miel producida en México es una de las
más cotizadas en el mundo.

La apicultura es una de las actividades agropecuarias de enorme importancia económica y


social para Yucatán, siendo el principal productor y exportador de miel de abeja de México.

Brindar protección y sustento a las abejas, es una responsabilidad social, pues estos
insectos realizan la polinización del 75 por ciento de los cultivos de frutas, hortalizas y
vegetales del mundo.

Un estudio sobre los procesos de cambio de cobertura y uso de suelo en la PY durante los
últimos 50 años identifica las causas directas y los factores subyacentes relacionados con
su deforestación: la ganadería –de reses, cerdos y pollos–, la agricultura comercial de
cultivos promovidos por los programas de colonización y desarrollo agropecuario de los
gobiernos, el crecimiento de la población y de los mercados, el desarrollo turístico y los
frecuentes incendios forestales que se presentan en ese territorio. Por otro lado, el mismo
estudio precisó que la agricultura tradicional o de subsistencia –la milpa maya– y/o el
manejo comunitario de las selvas operan como actividades positivas, es decir, evitan o
atenúan los procesos deforestadores.

En los últimos 20 años, más de la mitad de la vegetación natural del estado de Yucatán ha
sufrido un severo deterioro y cambios relevantes a causa de las actividades humanas. La
deforestación y degradación representan uno de los principales problemas que ponen en
riesgo la sustentabilidad del territorio estatal. La superficie con cobertura de selvas
representaba cerca de 3,208,600 hectáreas en el año 1970 y solamente 2,234,800
hectáreas en el año 2000, lo que significa una pérdida anual de 1% en promedio en ese
lapso.

Este hecho es producto de la presión de las actividades agropecuarias como la agricultura


de temporal itinerante y la conversión de selvas a pastizales para el desarrollo de las
actividades pecuarias. Uno de los principales factores de cambio que trae como
consecuencia la deforestación y por tanto la fragmentación del hábitat es el crecimiento de
la frontera agrícola derivado de las prácticas de roza-tumba y quema característicos del
sistema de milpa de las familias rurales.

Para respaldar la actividad de los apicultores yucatecos, los gobiernos estatal y federal,
iniciaron en marzo el desarrollo de un Centro de Acopio de Miel, ubicado en Tahmek, logro
que beneficia a los productores en la comercialización del producto sin intermediarios.

El gobierno estatal, habilitó dos Centros de Producción Apícola, que apoyan a los
productores con la distribución de abejas reina para elevar la producción y genética de las
abejas en beneficio de sus colmenas.

La suma de esfuerzos entre el gobierno federal y estatal, está encaminada a preservar la


actividad apícola y a los productores de miel, que constituyen una importante fuerza
económica para el país con la producción de alimentos como la miel.

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