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Trabajo que como parte del curso de Ciudadanía y Reflexión Ética presentan los
alumnos
INTEGRANTES:
La violencia contra la mujer es un problema global que afecta a mujeres de todas las edades,
razas y clases sociales. Cómo vimos en este caso las mujeres Iqueñas fueron víctimas de un
sistema opresivo y discriminatorio que ha persistido durante muchos años, y que no solo afecta
a las mujeres iqueñas, sino de todo el país, además, se cabe recalcar que este sistema ha sido
construido y mantenido por valores patriarcales que buscan mantener a las mujeres en una
posición de subordinadas e indefensas. Esta violencia puede tomar muchas formas, incluyendo
la violencia física, sexual y psicológica, y puede tener consecuencias graves y duraderas para
la salud y el bienestar de las mujeres afectadas. A pesar de los avances en la lucha contra la
violencia de género en las últimas décadas, todavía queda mucho por hacer para erradicar esta
violencia y proteger a las mujeres de sus efectos devastadores. En este ensayo, exploraremos
la naturaleza de la violencia contra la mujer Iqueña, además de conocer las estrategias que
deben utilizarse para combatirla. Veremos cómo la violencia contra la mujer se relaciona con la
requiere un compromiso firme de todas las partes interesadas. Frente a este contexto nace la
siguiente pregunta controversial: ¿Consideras que las autoridades de Ica están propiciando un
ambiente seguro para las mujeres?. Desde nuestro punto de vista consideramos que no están
En primer lugar, se observa un actuar parcializado sobre casos de violencia contra la mujer en
evaluación moral de sus acciones. Para lo cual, Rachels (2007) nos sugiere que “[...] deben
estos pueden ser irracionales; pueden no ser más que producto del perjuicio, del egoísmo o de
condicionamiento cultural”. Es por ello, que debemos cambiar este condicionamiento cultural y
pensamiento “machista” tan enmarcado en nuestro país. Por otro lado, para una entrevista a La
Mula TV, Huayanca (2023), comunicadora de Codeh-ICA, señaló que muchas mujeres son
llevadas a las carceletas por haber intentado defenderse de sus agresores, los cuales al
mostrar las marcas producto de los forcejeos con sus víctimas se refugian en el pretexto de
“responsabilidad compartida” ofrecida por los fiscales, desestimando los testimonios plasmados
por la Policía en el acta, creando impunidad, ya que no se toman decisiones basándose en los
hechos sucedidos sino que sobre los supuestos. Ante ello, Rachels (2017) agrega que “[…] el
pensamiento moral responsable empieza cuando tratamos de ver las cosas como son”, es
decir, tomar decisiones sobre hechos que prueben son veraces, para lo cual se deben aplicar
procedimientos que aseguren ello. En este sentido, podemos reconocer el gran déficit moral
que poseen determinadas figuras de poder a la hora de establecer fallos sobre violencia contra
la mujer.
En segundo lugar, los casos de violencia de “varones machistas” contra la mujer sigue en
aumento en la región Ica. A partir de las cifras de la Defensoría del Pueblo (2023), se tiene que
solo entre enero y febrero del 2023 pasamos de 4 a 13 reportes de desapariciones de mujeres
adolescente, las cuales tienen como antecedentes una violencia por parte del padre. Ante ello,
Savater (2023) menciona “[…] el hombre no solo hace las cosas, se hace a sí mismo”,
“varones machistas” en la sociedad, que no perciben aún la nueva conciencia moral como
señala Cotrina (2013), la cual asegura que todos poseen el derecho a la vida y a un conjunto
de ellos conocidos como derechos humanos que nadie debe violarlos y cualquiera que pueda
protegerlos está obligado a hacerlo, pero cómo desarrollarlo si no se asegura su enseñanza.
Por ello, Cotrina (2013) menciona algo muy claro “la idea de educar en la escuela o en la
universidad tiene por meta formar gentes competitivas, preparadas para lidiar en el mercado de
trabajo […]” en ninguna parte se hace mención a una formación en valores y deja en evidencia
el descuido por parte del gobierno hacia la promoción y verificación de cumplimiento de temas
relacionados hacia el concepto de la una convivencia armónica entre seres humanos sin
ha vulnerado su derecho a la defensa. Dado que, como se aprecia en los testimonios de las
atiende con indiferencia y poco interés. Yendo en contra de lo establecido por el Sistema de
Justicia (2019) en su declaración conjunta, pues manifiesta que “Es nuestro deber garantizar el
derecho a la defensa y atención integral a las mujeres víctimas de violencia o en alto riesgo”
(p.7). Por ello, que en la actualidad se sigan manteniendo estas negligencias por parte del
sistema público, que debería mantener el orden y la paz social, es contraproducente para lograr
que el problema se elimine de raíz. De igual manera, la forma en la que son tratadas las
mujeres víctimas de violencia, crea una incertidumbre en la población. Savater, F. (1991) afirma
que “No somos libres de elegir lo que nos pasa, sino libres para responder a lo que nos pasa”
(p.4). Mediante esta afirmación, podemos determinar que debidamente capacitado el sistema
público debería actuar de forma más empática con las mujeres agredidas, pues no se puede
anticipar a una agresión, pero sí la capacidad de respuesta ante ese problema. A su vez, una
seguro para las mujeres, puesto que se observa un actuar parcializado sobre casos de
violencia contra la mujer en favor de los hombres, ya que para la resolución de los casos no se
están tomando en cuenta los hechos completos. Adicionalmente, los casos de violencia de
“varones machistas” contra la mujer sigue en aumento, por la poca conciencia de ellos respecto
a los derechos de las mujeres. Asimismo, se tiene que la falta de capacitación de los Centros
Ica, dado que no se observa un actuar empático hacia sus problemas. Ante ello, consideramos
mayor énfasis a fin de erradicar el pensamiento machista. Finalmente, capacitar al personal del
haciéndoles conscientes del impacto de su trabajo para el bienestar social de las mujeres.
Referencias bibliográficas:
PACTO.pdf
https://www.defensoria.gob.pe/deunavezportodas/defensoria-del-pueblo-519-mujeres-
desaparecidas-y-18-feminicidios-en-enero-2022/?print=print