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No todos los bacterias, virus o hongos pueden causar enfermedades sino que gracias a

la biotecnología y de la ingeniería genética pueden resultar favorables por ejemplo al


usar moléculas como las enzimas que son herramientas que todo ser vivo produce y
que ayudan a que el proceso dentro de la célula sea más rápido ya sea degradando
sintetizando compuestos que después pueden ser utilizados gracias a la biotecnología
se pueden obtener nuevos productos o mejorarlos en este caso los detergentes.

El mecanismo de limpieza del detergente remover la suciedad porque el agua por sí


sola no puede penetrar hacia una tela o alguna ropa pero el detergente disminuye la
tensión superficial del agua absorbe y comienza a limpiar gracias a unas estructuras
llamadas micelas y atrapan la suciedad y liberan a la superficie por eso el agua se torna
de color gris.

Gracias a las enzimas de los microorganismos se pueden romper de biomoléculas


como: lípidos, carbohidratos y proteínas, que causaban manchas imposibles de
eliminar y condenaban a las prendas al desuso o a la basura.

Existe una gran cantidad de bacterias y hongos cuyas enzimas inspiran nuevos
productos biotecnológicos, un ejemplo de algunos son las bacterias Bacillus
lichenformis y Bacillus amyloliquefaciens, y los hongos Humicola
insolens, Aspergillus oryzae y Aspergillus flavus. Todos estos son utilizados en la
industria biotecnológica en los detergentes con enzimas.

La Bacillus lichenformis es una bacteria encontrada en forma de espora en el suelo. De


ella se obtienen las “amilasas”, específicamente la α-amilasa, que es una enzima que
ayuda a degradar residuos de almidones o carbohidratos, como el chocolate o las
harinas.

La Bacillus amyloliquefaciens, por otro lado, es una bacteria productora de las


enzimas llamadas “proteasas”, las cuales se encargan de romper, con ayuda del agua,
los enlaces que unen a las proteínas, removiendo manchas de huevo y sangre, ambos
constituidos principalmente por este tipo de macromoléculas. Estas proteasas son
también producidas por el hongo Aspergillus flavus (figura 1), causante de
enfermedades en humanos; puede ocasionar desde una rinitis alérgica (inflamación
nasal) hasta asma crónica severa. Este tipo de hongo forma filamentos o
ramificaciones durante su crecimiento, secretando la enzima capaz de descomponer
alimentos complejos. Este tipo de enzimas se encargan de romper las proteínas en las
moléculas que la constituyen, o sea los aminoácidos, pues así el hongo puede
alimentarse fácilmente.

Otras enzimas integradas en los detergentes son las “lipasas”, que ayudan a disolver
las manchas de grasas y aceites en la ropa, y son producidas por un hongo filamentoso
llamado Humicola. Mediante la biotecnología se logró aislar el gen de la lipasa de este
hongo y se transfirió al hongo Aspergillus oryzae, utilizado también en la producción
de salsa de soja mediante la fermentación.
Todas estas enzimas son muy eficientes en nuestra ropa hecha de algodón, compuesto
en un 91.5% de celulosa, un tipo de carbohidrato complejo que forma las fibras que se
entrelazan para crear una tela. Al desgastarse la tela, se exponen cada vez más fibras
de algodón al exterior promoviendo la pérdida de color y la apariencia desgastada en
la ropa. Actualmente los detergentes que conservan el color en las telas contienen
“celulasas” que son extraídas de un hongo llamado Humicola insolens. Estas enzimas
están encargadas de degradar la celulosa contenida en las fibras de algodón
desgastado, así se pierden los excedentes causantes del color opaco y se restaura el
color original de la prenda.

Gracias a la biotecnología podemos manipular bacterias y hongos que en otras


circunstancias resultan perjudiciales para nuestra salud y utilizarlas para nuestro
beneficio en asuntos de la vida diaria. Estas innovaciones se apoyan en dichos
microorganismos para que los procesos industriales se vuelvan amigables con el
ambiente, permitiéndonos crear productos biodegradables de uso cotidiano tales
como los detergentes.

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