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Investigación:

Etapa de la conquista española de los llamados territorios marginales

(1535-1580)

La etapa de la conquista española de los llamados territorios marginales abarcó

desde 1535 hasta 1580 y se refiere al proceso de colonización y dominio llevado a cabo

por el Imperio Español en regiones periféricas de América Latina, que estaban alejadas

de los principales centros de poder coloniales. Durante este período, los españoles se

aventuraron en áreas geográficamente desafiantes y culturalmente diversas, enfrentando

diversos desafíos y estableciendo su dominio sobre estas regiones.

Uno de los eventos más destacados de esta etapa fue la conquista del Perú, que

comenzó en 1532 con la llegada de Francisco Pizarro. Pizarro y sus hombres lograron

capturar al último gobernante inca, Atahualpa, en Cajamarca y posteriormente

establecieron el dominio español sobre el Imperio Inca. Este fue un punto de inflexión

importante en la colonización española en América del Sur y allanó el camino para la

fundación de la ciudad de Lima como la capital del Virreinato del Perú en 1535.

Otra región marginal que fue objeto de la conquista española durante este

período fue el actual territorio de Chile. Pedro de Valdivia lideró una expedición hacia

el sur en 1540 y fundó la ciudad de Santiago en 1541. Los españoles se enfrentaron a

una resistencia feroz por parte de los pueblos indígenas mapuches, lo que llevó a una

prolongada y sangrienta guerra conocida como la Guerra de Arauco. A pesar de los

desafíos, los españoles lograron establecer su dominio en la región central de Chile y

fundaron numerosas ciudades y fortalezas.

En el actual territorio de Argentina, la expedición liderada por Juan de Garay en

1580 fundó la ciudad de Buenos Aires. Esta expedición fue parte de los esfuerzos
españoles por expandir su control hacia el sur del continente y establecer una presencia

permanente en la región del Río de la Plata. Aunque inicialmente enfrentaron

dificultades y conflictos con los pueblos indígenas locales, los españoles lograron

establecer su dominio y sentar las bases para la futura colonización española de la

región.

Es importante tener en cuenta que la conquista española fue un proceso violento

y destructivo para las poblaciones indígenas locales. Los españoles impusieron su

dominio a través de la guerra, la esclavitud, la imposición cultural y la enfermedad, lo

que resultó en una disminución drástica de la población indígena y la destrucción de sus

culturas y formas de vida tradicionales.

En la región de Centroamérica, los españoles llevaron a cabo expediciones de

conquista y establecieron colonias en países como Guatemala, Honduras, El Salvador,

Nicaragua y Costa Rica. Estas expediciones, lideradas por conquistadores como Pedro

de Alvarado, fueron acompañadas por la fundación de ciudades y la imposición del

sistema colonial español.

En el norte de Sudamérica, los españoles también emprendieron la conquista de

los territorios marginales. En la actual Colombia, la expedición liderada por Gonzalo

Jiménez de Quesada en 1536 condujo a la fundación de la ciudad de Santa Fe de

Bogotá, que se convirtió en la capital del Virreinato de Nueva Granada. Los españoles

también se aventuraron en la región amazónica, como lo hizo Francisco de Orellana,

quien lideró una expedición descendiendo el río Amazonas en 1541.

En el área de Mesoamérica, los españoles ya habían llevado a cabo la conquista

del imperio azteca en México entre 1519 y 1521, pero también se expandieron hacia los

territorios periféricos. Por ejemplo, en el actual territorio de Guatemala, Pedro de


Alvarado lideró expediciones y estableció la colonia de Santiago de los Caballeros de

Guatemala en 1524.

En resumen, la etapa de la conquista española de los territorios marginales fue

un proceso de colonización y dominio llevado a cabo por los españoles en regiones

periféricas de América Latina. Los españoles establecieron su dominio a través de la

fundación de ciudades, la imposición de la religión católica, la explotación de los

recursos naturales y la reorganización social y política de las poblaciones nativas. Sin

embargo, este proceso también estuvo marcado por la resistencia de los pueblos

indígenas locales.

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