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Psicología aplicada a la conducción “C”

Docente: Pscl. Gabriela Cevallos MSc.

REPERCUSIONES DE LAS MALAS PRÁCTICAS AL


VOLANTE

La conducción de vehículos implica la exposición real de los


usuarios a una situación en la que se puede producir, de forma
voluntaria o involuntaria, un daño importante tanto al vehículo
como a los usuarios, en la propia persona o en la persona de
otros viandantes.

Ésta es una experiencia poco habitual para el común de las personas puesto que excepto en
aquellos que realizan actividades con riesgo físico, la inmensa mayoría de los ciudadanos no
sufren en su actividad cotidiana la impresión de que pueden padecer o hacer padecer un grave
daño físico. Esta doble significación, por un lado de la capacidad de la conducción de
provocar ansiedad en los usuarios; y por otro, la nula o baja experiencia vital de los mismos
de verse en una situación donde corren un posible peligro físico, provoca reacciones de muy
diverso tipo, algunas muy favorables para una buena actitud ante el tráfico, aunque de igual
modo favorece la aparición de comportamientos y actitudes claramente peligrosas y en contra
de los principios de la Seguridad Vial.
Las repercusiones radican de las malas prácticas al volante, las mismas que provocan
retenciones o accidentes.
La falta de atención, buscar una comodidad en exceso, querer saber qué está ocurriendo o la
confianza excesiva provocan situaciones que ponen en riesgo a conductores y usuarios de la
vía.
Comúnmente se conoce como efecto a las malas prácticas al volante, entre ellas se dinamiza
algunas definiciones.

Efecto mirón
Se produce al desviar la atención a cualquier incidente que puede ocurrir en el margen de la
carretera o en sentido contrario.
La repercusión se puede dar al obstaculizar el flujo del tránsito, provocando retrasos o
incluso accidentes por la distracción o la disminución de la marcha.
Estas situaciones que pueden evitarse si se continúa con la marcha vial y se evitan las
distracciones.

Efecto dominó
Se produce cuando, durante un atasco o retención, se produce un frenazo brusco y alguno
de los conductores no es capaz de detenerse a tiempo y colisiona por alcance.
Psicología aplicada a la conducción “C”
Docente: Pscl. Gabriela Cevallos MSc.

La repercusión se da por la fuerza del impacto que al ser tan fuerte el vehículo impactado se
desplaza e impacta al de delante, y así sucesivamente siendo varios los afectados.
Se puede prevenir este efecto si se respeta deja la distancia de seguridad necesaria y adecua
la velocidad a las circunstancias de la vía.

Efecto túnel
Se lo denomina así por la pérdida de campo de visión lateral que suele darse por el aumento
de la velocidad o por la ingesta de alcohol.
Con una velocidad reducida, a unos 30 km/h aproximadamente, el campo de visión normal
es de unos 100 grados, pero si aumentas la velocidad hasta los 70 km/h, el campo de visión
se ve reducido a 65 grados y hasta los 42 grados si se alcanzan los 100 km/h. A partir de los
130 km/h la nitidez periférica se pierde y, con ella, desaparece la posibilidad de evaluar
correctamente la distancia o la velocidad. Con la ingesta de alcohol ocurre algo similar.
La prevención está en conducir a velocidad moderada y en evitar ingerir alcohol si va a
conducir.

Efecto elefante
Denominado así por la fuerza que ejerce un frenazo o un impacto en el pasajero del asiento
trasero que no utilizó cinturón. En este evento la repercusión es que el pasajero salga
despedido hacia delante con una fuerza equivalente a un elefante, pudiendo adicional causar
daño al conductor o al copiloto; esta fuerza dependerá también del peso del pasajero y la
velocidad del vehículo.
Este efecto puede evitar cerciorándose que todos los ocupantes del vehículo lleven el cinturón
de seguridad abrochado antes de iniciar la marcha vehicular.

Efecto pantalla
Se produce cuando el vehículo recibe la fuerza del viento al salir de un túnel o tras
adelantar a un vehículo voluminoso.
El conductor siente como el vehículo se desplaza con fuerza de forma lateral al recibir el
impacto del viento después de atravesar dicha pantalla, pudiendo ser peligroso si le hace
invadir el sentido contrario o cambiar de carril.
Se lo previene al estar atento y preparado para sentir el viento al salir de túneles o zonas
resguardadas de manera que, en caso de recibir el empuje del viento, el volante pueda ser
girado levemente en la dirección hacia la que sopla.

Efecto submarino
Denominado de esta manera cuando las bandas del cinturón de seguridad no están bien
sujetas, o cuando el asiento se encuentra demasiado inclinado provocando el deslizamiento
del cuerpo por debajo de la banda abdominal del cinturón en caso de frenazo brusco.
Psicología aplicada a la conducción “C”
Docente: Pscl. Gabriela Cevallos MSc.

Las repercusiones se pueden encontrar en provocar lesiones importantes al chocar contra el


salpicadero o el volante, o incluso con el propio cinturón.
Esto puede evitarse abrochando correctamente y colocando las bandas del cinturón sobre el
hombro y la pelvis; también evitando reclinar demasiado el asiento, de esta manera el
cinturón cumplirá su función de forma adecuada.

Efecto rebote
Se lo conoce así al encubrir el cansancio o fatiga al consumir una bebida estimulante; sin
embargo el cansancio volverá a aparecer y con más fuerza.
Las repercusiones pueden darse en un impacto, atropellamiento, etc.
Se puede evitar parando y descansando
Respetando las normas y concientizando que en la carretera no está solo.

Otras repercusiones
Entre otras circunstancias es indispensable tomar encuentran los siguientes:
Estado de salud: verificar si algún tipo de fármaco que se está ingiriendo provoca efectos
adversos como la somnolencia, la dificultad de concentración, visión borrosa, sensación de
vértigo, lentitud de reacción, falta de coordinación, sensación de inestabilidad y mareos.
Conducir con el celular: Este particular es uno de los factores que causa más repercusiones
durante la conducción, pues su uso sin los dispositivos adecuados repercute en la
siniestralidad.
El uso de este artefacto tecnológico produce una pérdida de atención muy alta en la carretera,
produciéndose la invasión de carriles, pérdida de precisión, etc.; que son algunas de las
consecuencias que puede tener su uso.
Emocionalidad: Todo comportamiento humano se traduce en emociones, las mismas que
están provocadas por un pensamiento específico, es importante que se mantenga un equilibrio
el momento de conducir, fijarse en la acción dejando de lado las emociones que su entorno
puede ocasionar.
Ecosistema de movilidad: Los nuevos actores de la movilidad son las personas en patines,
peatón zombi, bicicleta y la tecnología en general, que son distractores y obligan a mantener
una atención mucho más fija al conducir.

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