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PSICOLOGIA APLICADA A LA CONDUCCION

Nombres: Curso: 23

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1. En este capítulo analizamos la atención, por lo tanto se le solicita que investigue en


artículos, libros o revistas de Seguridad Vial, la afectación que ocasiona el alcohol en el
proceso atencional de la conducción.

El consumo de alcohol tiene un impacto significativo en el proceso atencional de la conducción. A


continuación, presentaré una síntesis de los efectos del alcohol en la capacidad de atención al
conducir, basada en investigaciones y estudios en el campo de la Seguridad Vial:

 Reducción de la atención selectiva: El alcohol afecta negativamente la capacidad del


conductor para seleccionar y concentrarse en la información relevante del entorno vial. Se
ha demostrado que disminuye la capacidad de filtrar estímulos irrelevantes y prestar
atención a señales importantes, como semáforos, señales de tránsito o peatones.

 Disminución de la atención sostenida: El alcohol también interfiere en la capacidad de


mantener la atención durante periodos prolongados. Los conductores bajo los efectos del
alcohol pueden presentar dificultades para mantener la concentración en tareas continuas y
monótonas, lo que aumenta el riesgo de distracciones y errores de conducción.

 Alteración de la atención dividida: La atención dividida es fundamental para realizar


múltiples tareas al conducir, como vigilar el tráfico, mantener la velocidad adecuada y
realizar maniobras seguras. El alcohol afecta negativamente esta habilidad, disminuyendo la
capacidad para distribuir eficientemente la atención entre diferentes demandas de la
conducción.

 Retraso en los tiempos de reacción: El consumo de alcohol prolonga los tiempos de reacción
del conductor, lo que dificulta la capacidad de responder de manera rápida y adecuada a
situaciones imprevistas en la vía. Esto incluye la respuesta a la presencia de otros vehículos,
obstáculos repentinos o cambios en las condiciones del tráfico.

 Deterioro de la coordinación visomotora: El alcohol afecta la coordinación entre la visión y


los movimientos del conductor. Esto puede manifestarse en dificultades para mantener el
vehículo en el carril, realizar cambios de dirección precisos o adaptarse a las condiciones de
la carretera.

Es importante destacar que estos efectos pueden variar según la cantidad de alcohol consumido, la
tolerancia individual, la edad y otros factores personales. Sin embargo, cualquier nivel de
intoxicación alcohólica tiene el potencial de perjudicar el proceso atencional y aumentar el riesgo de
accidentes de tráfico.

2. Identifique cinco tipos de distracciones que se pueden producir en el proceso atencional de


la conducción de una persona

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a. Visual: Ocurre cuando el conductor aparta la vista de la carretera para mirar algo que no está
relacionado con la conducción, como leer mensajes en el teléfono móvil, mirar carteles
publicitarios o prestar atención a objetos dentro del vehículo. Esta distracción visual puede
aumentar el riesgo de colisiones al disminuir la capacidad del conductor para detectar
peligros y responder adecuadamente.

b. Manual: Implica el uso de las manos para actividades que no están relacionadas con la
conducción, como enviar mensajes de texto, comer, maquillarse o manipular dispositivos
electrónicos mientras se conduce. Al quitar las manos del volante, se reduce la capacidad de
respuesta inmediata en caso de situaciones de emergencia.

c. Cognitiva: Se produce cuando el conductor se concentra en pensamientos, preocupaciones o


actividades mentales que no están relacionadas con la conducción. Estas distracciones
cognitivas pueden incluir pensar en problemas personales, planificar tareas o simplemente
estar distraído o abstraído. Esto puede afectar la capacidad del conductor para procesar
rápidamente la información del entorno vial y reaccionar adecuadamente.

d. Auditiva: Ocurre cuando el conductor se distrae debido a sonidos o ruidos dentro o fuera del
vehículo. Por ejemplo, escuchar música a un volumen muy alto, hablar por teléfono sin un
dispositivo manos libres o escuchar un podcast o programa de radio que requiera mucha
atención pueden afectar la capacidad auditiva del conductor y disminuir su enfoque en la
conducción.

e. Distracción por interacción con pasajeros: La presencia de pasajeros en el vehículo puede


generar distracciones, ya sea por conversaciones, discusiones o interacciones físicas con
ellos. Estas distracciones pueden desviar la atención del conductor de la tarea principal que
es conducir, lo que aumenta el riesgo de accidentes.

3. Genere un listado con diez acciones de cambio de actitud que considere que nos hace falta
en la actualidad para tener una convivencia vial pacífica.

1. Practicar la empatía: Ponernos en el lugar de los demás conductores, ciclistas y peatones nos
permite comprender sus perspectivas y necesidades, lo que facilita una convivencia
respetuosa en las vías.

2. Respetar las normas de tráfico: Cumplir con las señales, límites de velocidad y leyes de
tránsito es esencial para garantizar la seguridad de todos en la vía.

3. Ser cortés y paciente: Mostrar cortesía al ceder el paso y ser paciente en situaciones de
tráfico congestionado contribuye a reducir la tensión en las carreteras.

4. Evitar distracciones al conducir: Comprometernos a mantener la atención plena en la


conducción y evitar el uso del teléfono móvil u otras distracciones mientras se conduce.

5. No conducir bajo los efectos del alcohol o drogas: Comprometerse a no conducir si se ha


consumido alcohol o sustancias que puedan afectar nuestra capacidad de conducir de manera
segura.

6. Respetar a los ciclistas y peatones: Reconocer y proteger el espacio de ciclistas y peatones,


brindándoles el espacio adecuado y la prioridad que se merecen en las vías.

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7. Utilizar el pito (claxon) con responsabilidad: Limitar el uso innecesario del pito (claxon),
evitando generar ruido excesivo y utilizándolo solo para alertar en situaciones de riesgo.

8. Mantener la calma en situaciones de tráfico: Evitar la agresividad al volante y controlar las


emociones para evitar confrontaciones que puedan derivar en conflictos mayores.

9. Promover la educación vial: Participar en campañas de concientización y educación vial


para crear una cultura de respeto y seguridad en las carreteras. Capacitarse continuamente en
temas de transito

10. Ser ejemplo para otros conductores: Practicar una conducción responsable y respetuosa
puede inspirar a otros a adoptar comportamientos seguros y amables en la vía.

4. Investigue ¿A qué se refiere el aprendizaje vicario? Y coloque tres ejemplos que se pueden
identificar en el tránsito.

El aprendizaje vicario, también conocido como aprendizaje observacional o aprendizaje por


imitación, se refiere al proceso de adquirir nuevos conocimientos, habilidades o comportamientos al
observar y modelar las acciones de otras personas. En este tipo de aprendizaje, el individuo no
necesita experimentar directamente las consecuencias de sus propias acciones, sino que aprende a
través de la experiencia de los demás.

En el contexto del tránsito, se pueden identificar los siguientes ejemplos de aprendizaje vicario:

1. Uso del cinturón de seguridad: Cuando un conductor observa a otros conductores que
siempre usan el cinturón de seguridad mientras conducen, puede aprender y adoptar ese
comportamiento. Al ver que el uso del cinturón de seguridad es común y valorado por otros,
el conductor puede internalizar la importancia de esta medida de seguridad y comenzar a
utilizarlo de forma regular.

2. Respeto a las normas de tráfico: Los conductores pueden aprender a través del aprendizaje
vicario al observar a otros conductores que respetan las señales de tránsito, como detenerse
en un semáforo en rojo, ceder el paso a peatones en un cruce de peatones o mantener los
límites de velocidad establecidos. Al ver estas acciones ejemplares, los conductores pueden
imitarlas y adoptarlas como parte de su propio comportamiento en la vía.

3. Conducción agresiva: Desafortunadamente, el aprendizaje vicario también puede tener un


impacto negativo. Si un conductor observa a otros conductores que muestran
comportamientos agresivos, como adelantamientos peligrosos, exceso de velocidad o uso
irresponsable del claxon, es posible que internalice y reproduzca esas conductas agresivas en
su propia conducción. Esto destaca la importancia de promover modelos positivos de
conducción y fomentar comportamientos seguros en la vía.

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