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ALUMNO: PORTOCARRERO BURGA ELIDE EDUARDO

FECHA: 03-07-2023
CURSO Y GRUPO: ECOLOGIA GRUPO 03

RESUMEN DE LA SEMANA 5: FUNDAMENTOS DE LA ECOLOGIA- EL SUELO

INTRODUCCIÓN
El suelo es vital en los ecosistemas terrestres al proporcionar agua y nutrientes esenciales para
las plantas y participar en los ciclos de agua y elementos. La agricultura, que sustenta a gran
parte de la población mundial, depende en gran medida del suelo. Sin embargo, la pérdida de
suelo está vinculada a las actividades humanas. Es crucial adoptar técnicas conservacionistas
para proteger la producción agrícola y evitar la fragmentación del suelo por la construcción de
carreteras y el desarrollo urbano. Preservar y proteger el suelo se vuelve esencial para mantener
el equilibrio de los ecosistemas y asegurar nuestra alimentación.
UN COMPONENTE FUNDAMENTAL DEL ECOSISTEMA: EL SUELO
El suelo, una capa delgada que cubre la superficie terrestre, es esencial para el desarrollo de la
vida vegetal y animal. Está compuesto por minerales, material orgánico, organismos vivos, aire
y agua. Un suelo de calidad tiene aproximadamente un 45% de minerales, un 25% de aire, un
25% de agua y un 5% de materia orgánica. Estas proporciones aseguran un buen drenaje,
aireación y presencia de materia orgánica. En la agricultura, el suelo juega un papel crucial al
determinar qué cultivos pueden crecer y qué métodos de cultivo se deben emplear. Para
preservar el suelo, es fundamental comprender sus propiedades y estructura.
FORMACIÓN DEL SUELO
El suelo desempeña un papel fundamental en los ecosistemas terrestres al proporcionar agua y
nutrientes esenciales para la vida, especialmente para las plantas. Además de influir en el
desarrollo del ecosistema, el suelo participa en los ciclos del agua y los elementos, y es el
escenario de diversas transformaciones de energía y materia. La agricultura, que sustenta a una
gran parte de la población mundial, depende en gran medida del suelo. Sin embargo, la pérdida
de suelo está estrechamente vinculada a las actividades humanas. Es crucial emplear técnicas de
conservación al trabajar la tierra, ya que la producción agrícola, crucial para nuestra
alimentación, depende de su preservación. Actividades como la construcción de carreteras y el
desarrollo urbano fragmentan el suelo, lo que resulta en la destrucción de ecosistemas y la
pérdida de producción agrícola. Por tanto, es de vital importancia conservar y proteger nuestro
suelo.
HORIZONTES DEL SUELO
El suelo se puede describir en un perfil que abarca desde la capa superficial hasta el lecho
rocoso. En este perfil, se encuentran diferentes capas u horizontes que se distinguen por su
composición y apariencia, como el color, la presencia de piedras, manchas o mezclas de colores
debido al hierro. Los horizontes del suelo varían según el tipo de suelo e incluyen los horizontes
O, A, E, B, C y R (D). El horizonte A es la capa superior rica en materia orgánica, mientras que
el horizonte O está formado por material orgánico acumulado, dividido en una capa superior no
degradada y una capa inferior parcialmente descompuesta. Estos horizontes constituyen el
mantillo orgánico derivado de restos de plantas y animales. Algunos suelos presentan un
horizonte E, una zona ligeramente coloreada por debajo del horizonte A debido al lavado de
materiales oscuros. El horizonte B se caracteriza por la acumulación de arcillas, hierro, aluminio
o humus. El horizonte C es el material parental del suelo, donde se acumulan sales y puede tener
la misma composición que la roca madre o no. Por último, el horizonte R representa la roca
madre del suelo, como granito, arenisca o caliza, y se conoce como lecho rocoso.
PROPIEDADES DEL SUELO
Las características físicas, biológicas y químicas del suelo son fundamentales para su
descripción. La textura del suelo se define por la proporción de partículas minerales como
grava, arena, limo y arcilla. Las partículas más grandes facilitan el drenaje y el flujo del agua,
mientras que las partículas de arcilla forman capas que dificultan el movimiento del agua. La
estructura del suelo se refiere a cómo se agrupan las partículas, siendo granular en suelos
arenosos y formando agregados en suelos arcillosos. Los suelos pueden tener combinaciones de
diferentes tamaños de partículas, lo que resulta en diversas clasificaciones. Además de ser un
reservorio de nutrientes y un hábitat para organismos, el suelo desempeña un papel crucial en la
regulación del equilibrio ecológico mediante procesos como la iluviación, translocación,
deposición, erosión, lixiviación e intemperización. El reciclaje biológico de materiales,
especialmente a través de los ciclos biogeoquímicos, es esencial para mantener la estabilidad del
ecosistema.
EROSIÓN DEL SUELO
La erosión es el proceso de devastación y transporte del suelo por agua y viento. Las prácticas
agrícolas que dejan el suelo expuesto aceleran este fenómeno. La deforestación y la
desertificación aumentan la exposición del suelo, causando deslizamientos y arrastre del suelo
por el agua. La erosión aérea también afecta al suelo y puede ser letal para la vegetación. Cada
año se pierden grandes cantidades de suelo debido a la erosión a nivel mundial. Los esfuerzos
de conservación con técnicas que combinan cultivos, pastoreo y árboles han demostrado ser
efectivos en su control. Sin embargo, la degradación del suelo y otros problemas ambientales
continúan en aumento, amenazando la producción global de alimentos. Organismos
internacionales han desarrollado directrices para abordar este problema, resaltando la erosión
como el principal factor de degradación del suelo en todo el mundo. Acciones humanas como la
deforestación, el sobrepastoreo y la mala gestión de las tierras agrícolas han contribuido a esta
degradación.

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