Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Hidrología aplicada incluye aquellas partes del campo de la hidrología que atañen al
diseño y operación de proyectos de ingeniería para el control y aprovechamiento del agua.
(APARICIO, 1987)
El ingeniero que se ocupa de proyectar, construir o supervisar el funcionamiento de instalaciones
hidráulicas debe resolver numerosos problemas prácticos de muy variado carácter.
• Puentes
• Estructuras para el control de avenidas
• Presas
• Vertedores
• Sistemas de drenaje para poblaciones
• Carreteras y aeropistas
• Sistemas de abastecimiento de agua.
Sin excepción, estos diseños requieren de análisis hidrológicos cuantitativos para la selección del evento
de diseño necesario.
El análisis hidrológico exhaustivo es, pues, el primer paso fundamental en la planeación,
diseño y operación de proyectos hidráulicos.
Es así que la hidrología, en cuanto trata con un aspecto importante y vital del medio
ambiente, que es el agua, es una ciencia esencial para el aprovechamiento de los
recursos hidráulicos y el diseño de obras de defensa.
Aunque esta ciencia está lejos de tener un desarrollo completo, existen varios métodos
analíticos y estadísticos que son en mayor o menor grado aceptados en la profesión
ingenieril.
Los procesos que estudia la hidrología involucran tantas variables que es difícil, si no
imposible, prever si alguna vez se aproximará al status de ciencia exacta o, incluso, si
alguna vez podrá llegar a ser completamente considerada como una ciencia
independiente.
Entre los conceptos básicos de la hidrología, el de ciclo hidrológico puede considerarse fundamental. Por
evidente que este ciclo pueda parecer hoy, hubo de transcurrir mucho tiempo para que se lograra
comprender su mecanismo, y ni siquiera los intelectos más brillantes del Renacimiento pudieron evitar
algunas hipótesis falsas.
Aunque existen algunas referencias en la literatura más antigua, aparentemente
le correspondió a Pierre Perrault el gran mérito de demostrar con
evaluaciones cuantitativas en su libro De l'origine des fontaines, publicado
en 1674, que las precipitaciones y las nevadas son la causa del flujo en los
ríos, con lo cual marcó la pauta para el reconocimiento universal del ciclo hidrológico
en su interpretación moderna. Lo anterior justificó la decisión de
aceptar la obra de Pierre Perrault como principio de la hidrología científica
Se acepta que hacia fines del siglo XVII ya existían casi todos los elementos
necesarios para fundar la hidrología, pero no se reconocía a ésta como
ciencia específica, y sólo se llegó a ese reconocimiento a medida que fue evolucionando
en el transcurso de los tres siglos siguientes.
No fue sino hasta el siglo XIX en que la hidrología alcanzó un reconocimiento
definitivo como disciplina. Su consolidación fue apoyada durante los últimos sesenta o
setenta años por la publicación de una serie de manuales de hidrología, registrándose de esta
manera el progreso científico con la aparición de revistas especializadas y con la creación de
centros e institutos de investigación hidrológica.
EL CICLO HIDROLÓGICO
El ciclo hidrológico se define como la secuencia de fenómenos por medio de los cuales el agua
pasa de la superficie terrestre, en la fase de vapor, a la atmósfera y regresa en sus fases líquida y
sólida.
La cantidad de agua movida, dentro del ciclo hidrológico, por el fenómeno de sublimación es
insignificante en relación a las cantidades movidas por evaporación y por transpiración, cuyo proceso
conjunto se denomina evapotranspiración.
El vapor de agua es transportado por la circulación atmosférica y se
condensa luego de haber recorrido distancias que pueden sobrepasar 1000 km. El agua
condensada da lugar a la formación de nieblas y nubes y, posteriormente, a precipitación.
La precipitación puede ocurrir en la fase líquida (lluvia) o en la fase sólida (nieve o granizo). El
agua precipitada en la fase sólida se presenta con una estructura cristalina, en el caso de la
nieve, y con estructura granular, regular en capas, en el caso del granizo.
Tanto el escurrimiento superficial como el subterráneo van a alimentar los cursos de agua que
desembocan en lagos y en océanos. La escorrentía superficial se presenta siempre que hay
precipitación y termina poco después de haber terminado la precipitación. Por otro lado, el
escurrimiento subterráneo, especialmente cuando se da a través de medios porosos, ocurre con
gran lentitud y sigue alimentando los cursos de agua mucho después de haber terminado la
precipitación que le dio origen.
Se puede suponer con fines didácticos que el ciclo empieza con la evaporación del agua de los océanos. El
vapor del agua que resulta de la evaporación es trasladado por las masas de aire en movimiento y puede
enfriarse, condensar y formar nubes. Si las condiciones son favorables al proceso de condensación
continúa y aumentan los núcleos hasta que alcancen una dimensión suficiente para precipitarse. Parte de
esta precipitación puede evaporarse en la atmósfera antes de llegar a la superficie de la tierra. Una gran parte
de la precipitación cae directamente sobre los océanos y otra parte cae en la tierra.
DISTRIBUCIÓN ESTÁTICA DEL AGUA SOBRE LA TIERRA
El 97% del agua del planeta se encuentra en los océanos, mientras que el restante porcentaje se
reparte entre: lagos y ríos (0.02%), capas y humedad del suelo (0.58%), nieves y glaciares
(2.0%) y la atmósfera (0.001%). Sólo un 2.5% del total de agua es dulce y sirve para consumo
humano: un 0.76% de aguas subterránea; un 1,7 % de hielo polar; un 2.01 % de hielo no polar
(glaciares) y nieve; un 0.02% de lagos dulces y ríos, un 0,001% de aguas atmosféricas; un 0,0068%
de otros.
Considerando el agua no salina como el 100 %, el 68.0 % corresponde al agua de los polos y
30,8 % al agua subterránea, superficial y atmosférica, agua dulce incluye: aguas subterránea
0.76; hielo polar 1.7; hielo no polar (glaciares) y nieve 0.025; lagos dulces 0.007; ríos 0.0002;
aguas atmosféricas 0.001; otros 0.0068.
BALANCE HIDROLÓGICO
En cualquier caso, a la hora de establecer el balance se examinan las entradas y las salidas en el
sistema analizado, es decir, se aplica la Ecuación de Continuidad sobre un volumen de control
delimitado por una superficie de referencia a través de la cual el agua se mueve desde la parte interna a la
externa y viceversa, siendo un sistema abierto a flujos de masa, cantidad de movimiento y de energía.
Así, el balance se reduce a la cantidad de agua que queda almacenada:
Entrada - Salida = Variación del almacenamiento
P – Q – G = ET + ΔS (1.1)
ΔS = P – Q – G – ET (1.2)
Donde:
Los últimos estudios relativos a la cuantificación de los recursos hídricos muestran que la
cantidad de agua en el planeta se mantiene constante, pero que sin embargo la calidad se
deteriora, dando lugar a una disminución del recurso hídrico en términos de su oferta. A su vez,
la demanda del recurso hídrico se incrementa proporcionalmente al crecimiento de la población,
La Cuenca y sus Características Geomorfológicas
La cuenca hidrográfica es un sistema que presenta como principal entrada la lluvia, y como
salidas el caudal, la evapotranspiración, el flujo subsuperficial y la percolación. Las tres
últimas son salidas que tienen poco valor en el marco de una creciente súbita , pero son
importantes en relación al flujo base y en la consideración de modelos de simulación continua,
así como en la condición antecedente del suelo en lluvias prolongadas, especialmente de regiones
húmedas.
La divisoria es la línea topográfica que separa superficialmente dos cuencas hidrográficas o
sistemas de drenaje independiente en dirección y sentido, cuyas salidas no necesariamente
coinciden en un río común determinado.
Resulta importante resaltar que en llanuras de muy bajas pendientes las cuencas no están
definidas por límites topográficos y no son significativos los movimientos del flujo superficial.
Sin embargo, resultan trascendentes los movimientos verticales de infiltración, percolación y
evapotranspiración.
Aparte de la divisoria topográfica o superficial, existe la divisoria freática o subterránea. Esta
última establece los límites de los cuerpos de agua subterránea, de donde se deriva el caudal
base de la misma cuenca. Las dos divisorias difícilmente coinciden. La divisoria freática varía
con la posición del nivel freático. Se acostumbra definir el área de drenaje de una cuenca de
acuerdo con su divisoria topográfica.
El nivel freático, es el nivel que determina el agua subterránea y sobre el que actúa la presión
atmosférica. El caudal base es el caudal dado por el nivel freático.
CLASIFICACIÓN DE LOS CURSOS DE AGUA
Con base en la constancia de la escorrentía, los cursos de agua se pueden dividir en:
a. Perennes:
• Corrientes con agua permanente
• El flujo subterráneo mantiene una alimentación continua produciendo un flujo base que es
permanente, salvo situaciones extremadamente secas.
b. Intermitentes:
• Corrientes que presentan un flujo base sólo en estaciones de lluvia.
• El nivel de agua subterránea supera el nivel del lecho del río en la época lluviosa. En épocas
de lluvias escasas o nulas ese nivel baja manteniendo un flujo subterráneo.
Refleja el grado de ramificación o bifurcación dentro de una red de drenaje. Puede determinarse
de acuerdo a criterios expuestos por diferentes autores, entre ellos se tiene:
(6.1)
Donde:
Los parámetros geomorfológicos básicos para establecer una afinidad hidrológica entre cuencas
comparables son:
área,
perímetro,
altura máxima, mínima y desnivel,
índice de compacidad,
radio de elongación,
curva hipsométrica,
curva de frecuencias altimétricas,
altitud media,
longitud del cauce principal,
pendiente media del cauce principal,
pendiente ponderada del cauce principal,
rectángulo equivalente,
índice de pendiente,
pendiente media total o pendiente neta total,
coeficiente de masividad o de Martone,
coeficiente orográfico.
ESCALAS DE TRABAJO EN ESTUDIOS HIDROLÓGICOS
Para el estudio y determinación de los parámetros geomorfológicos se requiere de la
información cartográfica de la topografía, del uso del suelo y de la permeabilidad de la región en
estudio. Los planos para estos análisis son usados en escalas desde 1:25,000 hasta 1:100,000,
dependiendo de los objetivos del estudio y del tamaño de la cuenca en cuestión. En la Tabla
se muestran para diferentes áreas de la cuenca las escalas posibles de trabajo.
(6.2)
En términos del área, el círculo es la figura de menor perímetro, por tanto, en cualquier caso,
este coeficiente será mayor que la unidad. Así, mientras más cercano a la unidad sea el
coeficiente de compacidad, la forma de la cuenca se aproxima a la circular, y entre más alejado
de ella, más irregular es su forma en relación con el círculo.
En cierto modo, el significado del índice de compacidad es similar al del radio hidráulico, en
hidráulica, sólo que en este caso, es una relación entre perímetro (P) y la raíz cuadrada del área
(A).
Radio de elongación
Otro de los parámetros que se han introducido en los estudios hidrológicos para definir
numéricamente la forma de la cuenca, lo constituye el radio de elongación, que se establece
como la relación entre el diámetro de un círculo de igual área que la cuenca y la longitud
máxima de la misma medida desde la sección de control (B), o sea que:
(6.4)
Esta relación alcanzará evidentemente, como valor máximo la unidad, para una figura
perfectamente circular, disminuyendo luego, a medida que la forma de la cuenca se aleje de
dicha configuración.
Curvas hipsométricas
La mayor parte de los fenómenos meteorológicos e hidrológicos (precipitaciones, temperatura,
caudales específicos, etc.) se presentan en función de la altitud, por lo tanto es muy importante
calcular la distribución de la cuenca, en km2 y en porcentaje del área total, por
intervalos constantes de altura. Para determinar la equidistancia entre curvas de nivel en que se
deben medir las áreas, se parte del cálculo de la relación:
(6.5)
(6.6)
En donde las subáreas Ai, corresponden a las áreas comprendidas entre curvas de nivel
Consecutivas, hi es la altura media entre dos curvas y A es el área total de la cuenca.
Características del cauce principal
Otro de los factores que resulta representativo del comportamiento hidrológico de una cuenca es
aquél que se relaciona con las características del cauce principal de la misma. Si bien este factor
no resulta generalmente significativo en lo que se refiere al valor medio de precipitación y de la
escorrentía, es decisivo en la determinación de la configuración del hidrograma de las crecidas.
Por lo general, en la mayoría de las fórmulas para el cálculo del tiempo de concentración de una
cuenca intervienen parámetros derivados de las características físicas del cauce principal, como
lo son:
• Longitud del cauce principal. Se determina por medición directa de la longitud del cauce
más importante de cada cuenca. En la elección de dicho cauce, se tiene en cuenta en cada
caso, tanto la longitud del mismo, como su desnivel, buscando siempre el curso que presenta
en lo posible, el máximo para ambos valores.
• Pendiente media del cauce principal. Se calcula directamente por la media aritmética,
considerando las elevaciones extremas del cauce principal.
En este rectángulo, las curvas de nivel están dadas por rectas paralelas a la base menor, y se
supone que las pendientes de la cuenca quedan sustituidas por las pendientes del rectángulo y el
desagüe de la cuenca, que era un punto, queda convertido en el lado menor.
Para el cálculo del rectángulo equivalente se parte del perímetro, del área y del índice de
compacidad; se determinan los valores de los dos lados del rectángulo que resultan de las
expresiones:
(6.7)
(6.8)
Siendo:
(6.9)
(6.10)
siendo Ai, los valores correspondientes a las áreas parciales entre curvas de nivel consecutivos. Estas
magnitudes se llevan sobre el lado mayor del rectángulo equivalente, trazando luego las
paralelas al lado menor.
Índice de pendiente
Se define la pendiente media de la cuenca, como la media ponderada de todas las pendientes
correspondientes a áreas elementales en las que se puede considerar constante la máxima
pendiente.
Si se supone que la superficie del terreno es sustituida por un poliedro que se adapta
suficientemente bien al terreno natural, cada cara de éste tendría una cierta pendiente, la que,
ponderada por el área correspondiente, permite obtener un valor que se considera como un
índice de la pendiente o pendiente media.
La determinación del índice de pendiente atendiendo al significado anteriormente dicho, resulta
en extremo laboriosa dado que intervienen para su determinación las áreas comprendidas entre
curvas de nivel inmediatas, la longitud total de cada una de ellas y su equidistancia. Es por ello
que este índice suele calcularse partiendo del rectángulo equivalente, mediante la expresión:
(6.11)
Donde:
L es la longitud del lado mayor del rectángulo equivalente. ( km )
Δ Hi son los intervalos de altura considerados en el rectángulo equivalente. ( m )
Bi es la fracción del área total de la cuenca comprendida entre el intervalo de altura (km2)
N es el número de curvas de nivel del rectángulo incluidos los extremos.
Pendiente general del terreno
La pendiente general del terreno de la cuenca, constituye otro de los factores cuya consideración
puede resultar de sumo interés, pues, por una parte, indica en qué grado deben ascender las
masas de aire en su desplazamiento sobre la cuenca y por otra parte, influenciar la forma en la
que el agua ya precipitada, se dirige hacia una sección de control determinada.
La pendiente del terreno natural tiene una relación directa con la velocidad del escurrimiento
sobre la cuenca, pero además, presenta una dependencia muy compleja, con el fenómeno de la
escorrentía superficial propiamente dicha, dada su marcada interrelación con la infiltración, el
contenido de humedad del suelo, las irregularidades localizadas y el crecimiento de la
vegetación.
(6.12)
Donde:
El valor de la constante 1.571 es el valor promedio de las secantes de todos los ángulos
comprendidos entre 0º y 90º. Este valor fue sugerido por Horton, para ser usado en la
integración del efecto de los cruces entre las cuadrículas y las curvas de nivel para ángulos que
varían de 0º a 90º.
Otros parámetros geomorfológicos
Además de los parámetros calculados y descritos, se pueden analizar algunos otros coeficientes
geomorfológicos, de aplicación usual en estudios hidrológicos. Ellos son el coeficiente de
masividad, el coeficiente orográfico y el factor de forma.
(6.13)
Resulta evidente que, dada su expresión, el coeficiente de masividad aumenta con la altura
media de la cuenca y disminuye con su superficie, tomando valores muy elevados para
cuencas pequeñas con grandes desniveles y valores reducidos para cuencas extensas.
(6.14)