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De acuerdo con la entidad sanitaria mundial, no solo se respira mal en el

exterior, sino también, dentro de los hogares. “Alrededor de 2400 millones de


personas cocinan con fuegos abiertos o cocinas con fugas que alimentan con
queroseno, biomasa (leña, excrementos de animales o desechos agrícolas) o
carbón, lo que genera contaminantes dañinos en el aire de sus hogares”.
En específico, cerca de 4 millones de personas mueren prematuramente cada
año a causa de enfermedades atribuibles a la contaminación del aire de los
hogares.
“Las partículas en suspensión y otros contaminantes del humo de
interiores inflaman las vías respiratorias y los pulmones, dificultan la respuesta
inmunitaria y reducen la capacidad de oxigenación de la sangre”, informa la
organización.
Además, la OMS advierte que la contaminación del aire doméstico causa
enfermedades no transmisibles, en particular accidente cerebrovascular,
cardiopatía isquémica, neumopatía obstructiva crónica y cáncer de pulmón.
Sumado a eso, continúa la agencia sanitaria, se ha demostrado que existe una
relación entre la contaminación del aire doméstico y el bajo peso al nacer, la
tuberculosis, las cataratas y los cánceres de laringe y nasofaringe.
Cuál es el impacto de la contaminación del aire
ambiental en la salud
A su vez, la contaminación del aire exterior representa un importante riesgo
medioambiental para la salud que afecta a todas las personas en los países de
ingreso bajo, mediano y alto, advierte la OMS.
Según estimaciones de 2019 de esta organización, la contaminación del aire
ambiente (exterior) en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca
cada año 4.2 millones de muertes prematuras.
“Los contaminantes microscópicos del aire pueden sobrepasar las defensas de
nuestro cuerpo y penetrar profundamente en nuestro sistema respiratorio y
circulatorio, lo que daña nuestros pulmones, corazón y cerebro”.
La OMS estima que en 2019 aproximadamente el 37% de las muertes
prematuras relacionadas con la contaminación del aire exterior se debieron
a cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares; el 18%
a enfermedades pulmonares obstructivas crónicas; el 23% a infecciones
respiratorias agudas; y el 11% a cáncer de las vías respiratorias.

Cómo limitar la respiración de aire contaminado


Además de las advertencias, la OMS señala que tomar medidas contra la
contaminación del aire, que es el segundo factor de riesgo para las
enfermedades no transmisibles, es crucial para proteger la salud pública.

1. Evitar caminar por calles concurridas en horas pico. Y, en caso de ir


acompañado de un menor de edad, tratar de levantarlo por encima del nivel de
los tubos de escape de los vehículos.
2. Evitar pasar tiempo en puntos específicos con una alta densidad de tránsito, por
ejemplo cerca de automóviles detenidos en semáforos.
3. Al hacer ejercicio al aire libre, tratar de hacerlo en zonas menos contaminadas.

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