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Por el contrario, sus labores comprenden también las de partícipe en el gobierno de
la Logia, como directo colaborador y consejero del venerable Maestro y como
miembro integrante del Consejo de Oficiales y de la Comisión de Docencia.
2.- RESPONSABILIDADES.
2.1. Derivadas de
2.1.1. El Reglamento general
Art. 15.4 incisos primero, segundo y tercero: “ Ningún Hermano puede salir del
Templo sin el permiso del venerable Maestro o del respectivo Vigilante y sin haber
satisfecho su tributo al tronco de Pobres, que se encontrará desde el comienzo de la
Tenida sobre la mesa del primer Vigilante”.
“ Es prohibido a todo hermano dejar su asiento sin el permiso del Vigilante de su
Columna o sin que las funciones de su oficio así lo exijan.Es igualmente prohibida
toda conversación y, en general, todo acto que perturbe el orden de los trabajos”.
“El que observare una conducta contraria será llamado al orden por quien
corresponda y, en caso de reincidencia, será amonestado severamente y aún
obligado a salir del Templo “.
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Art. 15.7 incisos primero, segundo y tercero: “ Los Oficiales y los Hermanos que
ocupan un asiento en el oriente piden y obtienen la palabra directamente del
Venerable Maestro ; los que ocupan un asiento en las Columnas, deben solicitarla
de sus respectivos Vigilantes. “ El venerable Maestro y los Vigilantes son los
únicos que pueden interrumpir al hermano que, haciendo uso de la palabra, falte al
orden o se separe de la cuestión del debate “. “ Con excepción del Venerable
Maestro o de los Vigilantes, todo Hermano al hacer uso de la palabra, se pondrá de
pié y al orden.”
Art. 16.3 c): “ Cada Logia estará dirigido por los siguientes Oficiales…. C) Un
Primer Vigilante que se coloca en el Occidente y dirige la Columna J”.
2° Conceder las cartas de retiro Obligatorio por inasistencia o falta de pago o por
ambas razones a la vez; y
3° “Administrar el Fondo de beneficencia “
Art. 16.8 incisos primero y tercero : “ El Consejo deberá reunirse por lo menos una
vez al mes; lo presidirá el venerable maestro y, en su ausencia, el ex venerable
maestro”. “ El Consejo deberá constituirse dentro de los ocho días siguientes a la
tenida de Instalación y, en esa oportunidad, confeccionará el programa de trabajo,
el cuál deberá ser sometido a la aprobación de la Cámara de Maestros y, una vez
aprobado por ésta, dado a conocer a la Logia en la primera Tenida de Primer Grado
que se celebre”.
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Art. 16.13 incisos primero, segundo, tercero y cuarto : “ Las obligaciones y
atribuciones de los Vigilantes están claramente señaladas en el Ritual de Instalación
de oficiales. Son los guardianes y conservadores del silencio y del orden en las
Columnas. Repiten y transmiten a quien corresponde las órdenes del venerable
maestro”. “ Por un golpe de mallete, piden directamente la palabra al venerable
Maestro”. “ Los Vigilantes ayudan Al Venerable Maestro en la administración de la
Logia; cuidan que los Oficiales desempeñen cumplidamente sus deberes, y por
conducto del experto o del maestro de Ceremonias llaman al orden a los Hermanos
que faltaren a él, debiendo siempre hacerse obedecer “. “ Si un Hermano usare de la
palabra sin permiso, el Vigilante respectivo le impondrá silencio con un golpe de
mallete; le prevendrá que debe pedirla y que sólo el venerable Maestro tiene
derecho a concederla”.
Art. 16.14 incisos primero, segundo y tercero: “ Los Vigilantes no pueden dejar sus
puestos sin haber pedido previamente al venerable Maestro que los haga
reemplazar, pero cuando los trabajos de la Logia no permitieran llamar la atención
del venerable Maestro y fuese urgente la causa que motiva la salida, los Vigilantes
tienen derecho a proveer ellos mismos su reemplazo”. “ No pueden conceder
permiso a los Hermanos para salir del templo sino cuando éstos declaren que
volverán a él antes de terminados los trabajos. En caso contrario, solicitarán
permiso del Venerable Maestro y, aún concedido por éste, no consentirán que
salgan los Hermanos que lo hubieren solicitado, sin depositar antes su óbolo en el
tronco de Pobres “. “ Los Vigilantes permitirán circular en la Logia a los Oficiales
que necesiten hacerlo en desempeño de sus funciones “.
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2.1.2. Los Acuerdos de la Gran Logia.
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2.1.5 Los Acuerdos de la Cámara del Medio .
2.2. DERIVADAS DE
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3. FUNCIONES
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7) El Trabajo, y
8) El Compañero y su preparación para su proyección externa.
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c. Los acuerdos de la Cámara del medio y la Comisión de Docencia de la
Resp.: Logia.
3.1.2. En la metodología.
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El Primer Vigilante es el principal responsable de la formación de los
Compañeros. Debe darles apoyo para su apropiado desarrollo masónico,
transmitiéndoles conocimientos, motivándolos para la búsqueda de su
perfeccionamiento, a la vez que auxiliándolos y asesorándolos en aspectos
metodológicos y de fondo en los estudios e investigaciones que realicen.
En el ejercicio de sus funciones es acompañado por el Primer Vigilante
adjunto. Las tareas de éste no deben limitarse a reemplazar al Primer Vigilante en
Título cuando ello resulte necesario, sino que debería participar activa y
permanentemente en la programación, desarrollo y evaluación de la docencia en el
Grado. También es acompañado por el Bibliotecario y Archivero, que deberá
proporcionar las informaciones necesarias para la identificación y ubicación de
fuentes bibliográficas y documentales referidas a la docencia en el Grado. Al
respecto, es recomendable la utilización de los textos recomendados en la
bibliografía que, para cada Unidad Temática, señala el recordado decreto 61/98, así
como la Revista masónica de Chile y los Cuadernos Docentes para el segundo
Grado, publicados desde 1991. Al mismo tiempo, es recomendable que el Primer
Vigilante promueva la activa y entusiasta cooperación de todos los Hermanos
maestros de la Logia, que pueden auxiliarle y apoyarle con los trazados
correspondientes.
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c. Los fundamentos de la docencia masónica.
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En resumen, el Primer Vigilante debe desarrollar las habilidades y destrezas
necesarias para identificar las diversidades y para seleccionar las metodologías que
mejores respuestas den a esas situaciones personales diferentes. No puede, en
consecuencia, aplicar unos mismos métodos a quienes presentan diversidades que
reclaman soluciones “ ad hoc”.
Así por ejemplo, habida cuenta del preocupante porcentaje de
inasistencias de Compañeros a las Cámaras y Tenidas, es deseable que los Primeros
Vigilantes determinen cuales son las causas que las provocan, a la vez que sugieran
proposiciones encaminadas a evitar su impacto. Al respecto parece recomendable
que, en casos debidamente calificados, el Primer Vigilante ensaye nuevas formas y
procedimientos aplicables a los Compañeros comprendidos en los casos por él
evaluados. Esas metodologías, sin eliminar substancialmente la participación
presencial en Cámaras y Tenidas, podrían establecer, entre otros recursos, métodos
de educación a distancia, lecturas dirigidas, regímenes de tutoría, aplicación de
cuestionarios y controles utilizando los modernos sistemas de comunicación.
3.1.3. En la evaluación.
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Corresponde al Primer Vigilante proponer la Exaltación del
Compañero. Al respecto cabe recordar que así como parea recibir el favor de la
Iniciación no basta la honradez común, para recibir el honor de la Exaltación no
basta que el candidato reúna las condiciones reglamentarias exigidas; es menester
que a esas condiciones se unan las que demuestren que ha alcanzado un nivel de
perfeccionamiento que le habilita para conti9nuar trabajando en el Grado de
Maestro. Tal es, quizás, la más di9fícil de las tareas asignadas al Primer Vigilante,
pero tal responsabilidad es anticipadamente gratificada en el transcurso del Ritual
de Instalación de Oficialidades, cuando el Venerable Maestro Instalador expresa
que “ Compañeros… correctamente formados… al calor de nuestros dignificadotes
ideales, os significarán una maestría capaz, unida y responsable…”
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4. CONSIDERACIONES FINALES.
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4.2. Sobre las funciones de gestión
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3. Sin duda, esos prejuicios se fundamentan en argumentaciones falsas. De
una parte, es innegable la importancia de la docencia propia del segundo
Grado que, afirmada en las sólidas bases adquiridas en el Grado de
Aprendiz, constituye la piedra fundamental, para alcanzar y ejercer la
maestría masónica. Sólo el apropiado conocimiento y ejercicio de sus
facultades permiten al Compañero perfeccionarlas, reconociendo y
adaptando los métodos correspondientes. De otra parte, la llamada “ carrera
masónica” no existe, ya que mal podría nuestra Orden promover un
concepto estático de gobierno logial, en que se ascienda por razones
burocráticas y no por la idoneidad que exige el apropiado desempeño de
dada uno de los argos de Oficiales. Por cierto, tal inexorabilidad está
desmentida por la legislación y prácticas masónicas. En efecto , para ser
elegido Oficial, el Maestro necesita cumplir los requisitos de antigüedad y
asistencia establecidos en el Reglamento General. Este no condiciona tal
elegibilidad a la circunstancia de haber ocupado antes un determinado cargo
en la Oficialidad. La práctica, además, nos demuestra que la Cámara del
medio ejerce su facultad de elegir a los miembros de la Oficialidad sin
sujetarse a exigencias derivadas de una carrera que no tiene ni debe tener el
carácter de tal.
4. No obstante lo expresado, esos prejuicios existen y suelen cobrar fuerza en
ciertas oportunidades. Corresponde al Primer Vigilante desempeñar sus
funciones y ejercer sus atribuciones con la calidad y excelencia necesarias
para desvirtuarlos.
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