Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Resumen
Imaginario
4
Desde mi perspectiva lectora, dicho pasaje de la historia tiene un carácter verosímil de acuerdo
con el contexto en que vivieron las mujeres del siglo de mediados del siglo XX. Muchas por
cumplir con las demandas de la familia y la sociedad, seguían con la tradición de casarse. Esto se
documento en la literatura. Es el caso de Ifigenia (1922) de Teresa de la Parra. Y si retrocedemos
siglos atrás pero salvando las diferencias el caso de Madame Bovary (1856-1857)de Gustave
Flaubert
más adelante la misma autora cierra con esta frase “proyecciones sociosimbólicas
disparadas al futuro” (p.144) Es decir, con el paso del tiempo, podremos
determinar lo que constituye la representación de un imaginario. Y la literatura lo
ha evidenciado a través de sus géneros y otras formas de expresión –claro está,
haciendo referencia a esto como un prolegómeno y sin entrar en detalles- Sin dejar
a un lado el significado de símbolo, el cual desde el inicio y final ha constituido
significaciones, resignificaciones y resituar las cosas y la mirada objetiva de las
cosas. A todo esto, el símbolo siempre será revisado y entronado porque tiene
muchas aristas y también porque no puede reducirse a un solo elemento.
Imaginario caribeño
5
Ascencio, M. (2007). Cuando los dioses viajan.
6
Benítez ( ) La isla que se repite.
El padre al abandonar a la familia y quien vive solo por el goce, cual pirata
errante que azotaba las costas del Caribe. En relación con el entorno escolar, la
suprime y evade, al respecto en el texto Dora estaba realmente indignada, la
excluían de un mundo que tenía sus propias reglas, que la exiliaba y ella no podía
aceptarlo” (p.23) Tal cual las instituciones educativas venidas de Europa, que
causaron la cuasi eliminación de los individuos originarios y de los esclavos
africanos trasladados en barcos7
Luego, durante su juventud como ente de liberación y evasión por los
valores impuestos (independencia de los pueblos caribeños) Así como por una
reflexión muy intuitiva de cómo se conciben estos pueblos. En ese buscar, ir a los
libros, encontrarse y volverse a perder se topa con el pasado del Caribe, un
ejemplo lo constata el fragmento: Zavala (2009) “El caudal de culturas que nos
habitan vinieron en los barcos, por la mar…cada ser traía como regalo su propio
tesoro de bienes humanos. El vocabulario, la manera de mirar, de mover el
cuerpo, la entonación” (p.69).
En este sentido, su ser que podría ser de otro o mío como parte de la
representación del imaginario caribeño. Recordemos que el Caribe no es solo
espacio geográfico sino una amalgama de culturas y lenguas. Más adelante
expresa volver a los orígenes. Valga la digresión para afirmar que en este ser del
las islas es imprescindible volver atrás, volver sobre los pasos. Aquí ella lo rescata
por medio de los libros –así lo interpreto- porque expresa querer ser muchos
personajes con la lectura: quería ser loba de mar, pirata, gitana, saltimbanqui.
Pero esos personajes a la vez pueden representar la caracterización de los
individuos venidos desde Europa. Un ejemplo de esto ocurre en la novela Amargo
y dulzón de Michelle Ascencio. El antepasado de la protagonista es un fotógrafo
español que llegó a la isla a echar raíces y gozar de la calidez tropical…
Entonces esas voces, esos seres vienen y se encuentran con ella a través de
los libros y así tejer la construcción del ser Caribe que la conforme y sea
indisoluble. Por ello señala cuando era una niña “sabía que la lectura, nos invita a
escuchar…sino escuchamos no llegamos a la letra. Escuchar nos permite oír
7
No se puede obviar este hecho por de acuerdo con Gourmaud (2007) “la génesis del pueblo
caribeño actual, de sus lenguas y de su cultura se hizo en el barco” (p.38)
voces, la de los otros sujetos que están en el enunciado” (p.45). Escuchar es
comprender y llegar a un entramado multisensorial para poder llegar al transfondo
al sentido de lo que es. Es decir, escuchar sus antepasados para no repetir y dejar
de ser un eco y constituirse únicamente en voces.
A propósito de lo anterior “no solo buscar, descubrir” (p.126) se encuentra
ante una cosa que todavía no existe –Dora-personaje desconoce quién es- Como
cuando llegaron los colonos a tierras americanas. Las tierras están ahì –Dora
existe- pero hacía falta palabras para nombrar esas tierras. En el caso de Dora es
una contradicción porque ella conoce las palabras, su significado pero no ha
vivido lo que significan8. O por el contrario, si lo está viviendo pero se niega a
verlo, con respecto a esto “tenía miedo y se volvió hacia los escondrijos de su
alma” (p.126).
En todo caso, plasma la búsqueda de los orígenes con la ayuda de los
libros. Pero en la cotidianidad Dora-personaje quiere saber el por qué de la
repetición de los días que no es otra cosa que la repetición de la historia de los
pueblos caribeños como afirmación del goce a través del poder de unos pocos y el
conformismo de la masa. También vale mencionar que el esperar y postergar es
una escusa para llegada del porvenir, el cual es poco probable que llegue debido a
la repetición del goce. Esto se ratifica en el siguiente fragmento
(…) el sol, el calor, la repetición constante de lo mismo,
la insistencia mimética de las horas, o la reiteración con
variaciones de una misma palabra o una misma mirada. El sol, el
sol y siempre el sol vibrante y calenturiento. Y la repetición de
las palabras –ay bendito, qué le vamos a hacer; mañana será otro
día-, que dibuja la figura sumisa, desvalida y degradada de los
humildes: los negros, blancos y mulatos, que delata la irónica
repetición del acatamiento y una subjetividad colectiva saturada
de “ay benditos” Pensaba que la repetición y la inercia
habitaban el ser isleño, y que en las aristas de nuestra habla
habría que buscar el futuro, y evitar así que lo quemase el sol.
(p. 32).
8
Basta recordar el episodio en clase cuando el profesor la invita a vivir.
siglos (…) Soy eslabón de una cadena en la que estoy sometida contra mi
voluntad” (p.215). Plantea que como ser caribeño puede estar condenado y por
ello resignarse al paso reiterado de los días e ideas sin vislumbrar un cambio en el
futuro. Aquí es precisa la siguiente digresión, porque sin duda alguna aportará
indicios para ampliar las interpretaciones, Zavala (2004) alude “las identidades
nacionales se han forjado a partir de modelos europeos 9, de segregaciones (…)
estos grupos marginados irrumpen de vez en cuando en la trama social (p.35) Tal
vez el propósito de la autora en Dora-personaje sea proponer el rompimiento de
los modelos impuestos, al evitar ser la masa, es decir, negarse a cumplir con el
requisito de mujer reproductora de vida e imponer el modelo de reproductora de
conocimientos.
Por último en cuanto al imaginario caribeño, en Dora se evidencia la
condición errante de algunos de sus pobladores. Es el caso de Gaby, quien vive
en Nueva York y se traslada en diversas épocas del año a la isla. Esto se rastrea en
otras narraciones y sus personajes isleños. En Ínsulas (1996) de Renato
Rodríguez, los personajes se desplazan a otros países pero esto no los lleva a
negar su condición de isleños. Sobre esto es preciso hacer eco de lo expuesto por
Boadas (2007) en relación con la misma novela “hay una suerte de vaivén entre
afuera y adentro (…) se trata de una dualidad que, sin duda, deriva del origen
insular del autor y sus narradores” (p.47) Esto se puede extrapolar a la autora de
Dora porque tampoco vive en su país natal: Puerto Rico. Al respecto la narradora
expresa sobre Dora-personaje “Pensó que llegaría un día en que se sentiría
extranjera en todas partes, creía que tal vez lejos de su isla cerrada y amurallada
estaría menos aislada” (p.24) Esto también ocurre en Lucy de Jamaica Kincaid.
Con lo anterior se demuestra el viaje como un aspecto inherente del imaginario
caribeño.
El cuerpo
Para este apartado es necesario iniciar con lo expuesto por Zavala () “la
mujer o mejor, el cuerpo, está lleno de significantes” (p.117). El cuerpo de Dora-
9
Este argumento es manejado por otros autores latinoamericanos. Uno de ellos es José Manuel
Briceño Guerreo en El laberinto de los Tres Minotauros (1994)
personaje es mucho más complejo porque es razón de escritura. Por lo tanto, el
acercamiento en, el cuerpo de Dora-personaje no ostenta el rol físico de otorgar y
recibir goce. En ella el cuerpo tampoco es deseo. En cambio, su cuerpo sí es presa
del deseo por el conocimiento. Por tanto, todo su cuerpo es cerebro y razón.
Un cuerpo que se va alimentando de las prácticas de escritura mientras se
encuentra sola en su cuarto y así rescatar la metáfora en labios de la misma Dora-
personaje, leyendo a Juan Ramón “no sé con qué decirlo porque aún no está hecha
mi palabra” (p.44) En su afán de lectora y por conocer aún no se erige como ser
porque no lo conoce todo. Nada mejor para ratificar lo anterior: “Bah…mejor la
letra que los besos” (p.68) Llegó a esta conclusión mientras leía y reflexionaba
sobre las ideas creadas por los antillanos llevadas a literatura.
Desde otra perspectiva y de acuerdo con Perniola (2004) “es el cuerpo de
todo cuidado, atención, celo” y posteriormente “resistencia del cuerpo hacia mi
dominio sobre él” (p.100). El cuerpo de Dora pareciera estar sujeto a los designios
de la madre y el entorno: casarse y cumplir con el requisito reproductor. Pero
recordemos, el cuerpo es celo y atención, ¿por parte de quién? De Dora al
abstenerse y evitar el sexo como goce y deseo. En este sentido, cabe lo que
expresa Paul Valery sobre el cuerpo como sentimiento de nuestra presencia, lo
tomamos en cuanto cuando nuestra alteridad se opone a nuestra voluntad. Así
sucede con Dora, el cuerpo fue escuchado cuando Raúl, la tomaba casi como
objeto y ella después de padecer, decidió separarse. En un inicio pensó que podría
querer y desear pero, tal vez, solo tal vez, su cuerpo tiene aspiraciones más allá
de lo carnal.
Referencias bibliográficas