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¿Sabías que el porcentaje de 

contagios de ETS va en aumento? El uso de anticonceptivos como el


condón no solo nos ayudará a prevenir un embarazo no deseado, sino que además puede reducir la
probabilidad de contagio tanto de enfermedades de transmisión sexual (ETS), como de infecciones de
transmisión sexual (ITS). Pero, ¿cuál es la diferencia entre una ITS y ETS?
Actualmente se habla de estos dos términos para referirse a condiciones que se contraen a través del
intercambio sexual sin protección, pero ¿existe alguna diferencia entre un término y el otro?
Qué son las ETS
Para llevar una vida sexual saludable es importante saber qué son las enfermedades de transmisión
sexual y cómo se contagian. Una ETS es una afección que puede producirse por diferentes agentes
como hongos, ácaros, virus (entre los que destacan el VIH y el VPH), bacterias como la clamidia y la
gonorrea y otros parásitos. De hecho, actualmente existen más de 20 tipos de ETS siendo las más
comunes el herpes genital, el VPH, el VIH, la hepatitis, la clamidia y la tricomoniasis, entre otras.
Generalmente, las ETS se contagian por contacto directo con la sangre, semen y fluidos vaginales de
una persona a otra a través de las relaciones sexuales. Además de estas vías de contagio, también
existen otros factores de riesgo que aumentan las probabilidades de contagio como relaciones sexuales
sin preservativo, tener antecedentes de ITS o compartir con otras personas los objetos que entran en
contacto con los fluidos, como por ejemplo las jeringas.
Qué son las ITS
Una infección de transmisión sexual es una afección que se transmite por sangre, semen y fluidos
vaginales durante una relación sexual ya sea vaginal, anal u otra sin utilizar métodos de barrera como el
condón. Estas infecciones pueden estar causadas por más de 30 tipos de virus, parásitos, hongos o
bacterias siendo las más frecuentes la gonorrea, la sífilis, la clamidia, las hepatitis, el VPH y el VIH.
La mayoría de las ITS cuentan con tratamiento y, de hecho, muchas de ellas pueden llegar a curarse.
Sin embargo, a veces es complicado detectar este tipo de infecciones ya que, generalmente,  pueden no
presentar ningún síntoma durante un largo periodo de tiempo o, en algunos casos, las señales son tan
diversas que resulta complejo asociarlas a una infección sexual. Por ello, es recomendable acudir a un
centro sanitario para un examen médico en caso de haber mantenido relaciones sexuales de riesgo sin
protección o realizarse exámenes anuales si somos sexualmente activos.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre ITS y ETS?
Actualmente se utilizan ambos términos para referirnos a una condición que se contrae, normalmente,
en los encuentros sexuales sin protección. Pero, ¿cuál es realmente la diferencia entre ITS y ETS? La
respuesta es sencilla: no existe ninguna gran diferencia entre ambas expresiones, son prácticamente
sinónimos y son usados de forma indiferente en muchos ámbitos.
Sin embargo, el término ITS se está utilizando actualmente más en la comunidad médica porque las
personas que tuvieron una relación sexual de riesgo y finalmente quedaron infectadas, no tienen por qué
presentar síntomas ni la infección sexual tiene por qué convertirse en una enfermedad. De hecho,
algunas infecciones de transmisión sexual, como el herpes o la gonorrea, son afecciones donde una
gran proporción de personas que se contagiaron no desarrollan ningún síntoma hasta meses o años
después de su transmisión (incluso en algunas ocasiones, nunca se llegan a manifestar señales de
infección). Otro ejemplo donde la infección no tiene por qué convertirse en una enfermedad es el Virus
del Papiloma Humano (VPH).
Además de esta razón, otro motivo por el que se está utilizando más el término ITS es por el estigma o
la vergüenza asociados a las ETS. Es decir, la palabra infección puede sonar mucho menos peligrosa
que la enfermedad y, de hecho, debido a este término, las personas que están contagiadas puede
sentirse mucho más cómodas a la hora de buscar atención médica.
Cómo protegerse de las infecciones de transmisión sexual
Según la Academia Española de Dermatología y Venerología, en España 1 de cada 4 personas
contraerá una infección de transmisión sexual antes de dejar el instituto[1]. Por este motivo, es muy
importante que busquemos medidas para protegernos de las infecciones de transmisión sexual.
Actualmente, el condón es el único método anticonceptivo que puede reducir la probabilidad de una ITS
más de un 80%. De hecho, el uso del condón durante todo el acto sexual puede reducir el riesgo de
infección entre 80 y 90%.
Sin embargo, para que este método sea efectivo es importante que sepamos utilizarlo correctamente, ya
que si hacemos un uso inadecuado de este estaremos desprotegidos durante la relación sexual.
https://www.durex.es/blogs/its/diferencia-entre-its-y-ets
Salud Sexual y Reproductiva en adolescentes y jóvenes
La población adolescente y joven es una prioridad a nivel mundial. La generación actual es la más grande que se
haya registrado en la historia de la humanidad. Las condiciones en las que toman decisiones sobre su sexualidad,
los elementos y servicios con los que cuentan para ello, así como las oportunidades de educación y desarrollo
disponibles, tienen un importante efecto en su calidad de vida y en las tendencias poblacionales de las siguientes
décadas.
En lo que se refiere a la salud sexual y reproductiva (SSR), los principales riesgos de esta población son:
 El inicio no elegido, involuntario y/o desprotegido de su vida sexual
 La exposición a embarazos no planeados, no deseados, o en condiciones de riesgo
La exposición a una infección de transmisión sexual (ITS), cuya expresión más dramática es el VIH/Sida 
A nivel global, una gran cantidad de adolescentes ya son sexualmente activos antes de cumplir 20 años de edad,
y la gran mayoría (alrededor del 60%) no utiliza ninguna protección contra el embarazo, ni contra el riesgo de
adquirir una ITS o infectarse de VIH.
Cada año dan a luz 16 millones de adolescentes en el mundo. El 90% de estos embarazos ocurre en países en
desarrollo; 38% sucede en América Latina y el Caribe. Los riesgos de un embarazo en la adolescencia están
fuertemente asociados con las desigualdades, la pobreza y la inequidad de género. Las probabilidades de que las
adolescentes de entre 15 y 19 años mueran debido a complicaciones durante el embarazo o el parto son dos
veces mayores que las de una mujer de 20 a 30 años.
En México, las y los jóvenes inician su vida sexual entre los 15 y los 19 años, en promedio. La gran mayoría de
ellos (97%) conoce al menos un método anticonceptivo; sin embargo, más de la mitad no utilizaron ninguno en su
primera relación sexual. Datos de la Secretaría de Salud muestran que la mayor demanda insatisfecha de
métodos anticonceptivos corresponde a adolescentes de 15 a 19 años; asimismo, se estima que 17.4% de los
nacimientos totales corresponden a mujeres menores de 20 años, de los cuales entre 60 y 80% de ellos son no
planeados.
Bajo un enfoque de derechos humanos, género e interculturalidad , el Fondo de Población de las Naciones Unidas
(UNFPA) promueve acciones para prevenir el embarazo adolescente, las ITS y el VIH/Sida, desde diferentes
ángulos:
 Contribuye a fortalecer las capacidades de las instituciones nacionales y estatales y de las organizaciones de la
sociedad civil, para operar servicios de SSR integrales, de alta calidad y amigables para las y los adolescentes y
jóvenes
 Apoya iniciativas de formación de docentes en materia de educación de la sexualidad
 Vela por que se incluyan los derechos reproductivos y la SSR de los adolescentes en los programas nacionales
y se traduzcan en políticas y acciones
Cómo son esas iniciativas
El UNFPA apoya diversos programas enfocados a la SSR de las y los adolescentes y jóvenes en zonas urbanas,
rurales y poblaciones indígenas. En Chiapas, Hidalgo, Oaxaca y San Luis Potosí, ha promovido el conocimiento y
sensibilización sobre aspectos relacionados con la salud y los derechos reproductivos de adolescentes y jóvenes,
mediante talleres en lengua indígena, cuentos radiofónicos, obras de teatro y campañas de visibilización de los
temas. También ha apoyado programas radiofónicos conducidos por jóvenes y para jóvenes, difundidos en zonas
urbanas y rurales y ha colaborado en la capacitación de dependientes de farmacias para orientar e informar
certera y oportunamente a la población adolescente.
Actualmente, trabaja en colaboración con los servicios de salud de los estados y los Consejos Estatales de
Población (COESPO), en el fortalecimiento de una atención integral de la SSR de la población adolescente y
joven que incluya la participación de la comunidad. Impulsa el diseño de estrategias innovadoras que favorezcan
el acceso de adolescentes y jóvenes a estos servicios. Promueve la coordinación entre los diversos sectores de
gobierno y los organismos de la sociedad civil, así como la difusión de campañas de comunicación.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó, del 12 de agosto 2010 al 12 de agosto 2011, Año
Internacional de la Juventud. En este marco, UNFPA se une a la iniciativa de instaurar el 26 de septiembre como
Día nacional para la prevención del embarazo no planificado en adolescentes . Esta iniciativa es impulsada por
más de 15 organizaciones del gobierno y de la sociedad civil. Se orienta a reforzar las estrategias y los programas
nacionales para brindar atención y servicios de calidad para la salud sexual y reproductiva de los y las
adolescentes, con la finalidad de fortalecer las acciones preventivas que permitan a los y las jóvenes construir un
proyecto de vida satisfactorio y una vida libre de riesgos.

https://mexico.unfpa.org/es/topics/salud-sexual-y-reproductiva-en-adolescentes-y-j%C3%B3venes

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