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Marco teórico

La adolescencia ha sido definida como una etapa de transición de la vida


infantil a la adulta, en el rango de edad de los 10 a 19 años. En esta etapa de
la vida se da la consolidación de la propia identidad; esto es, el descubrir
quién soy yo y quién soy yo en relación a la familia y a la sociedad.
En esta etapa, la amistad llega a ser de vital importancia ya que el
adolescente busca el aliento de afines, con quienes pueda compartir las
experiencias vividas en el proceso de búsqueda de identidad. Los amigos se
dan entre sí el apoyo emocional que los adolescentes necesitan, que ya no
pueden aceptar de sus padres, incluyendo dentro de este apoyo, la
transmisión de datos sobre prácticas sexuales.
Con el objeto de verse libre de las presiones familiares, de los amigos y de la
sociedad en general, el adolescente se compromete en actividades sexuales
aún antes de estar preparado para ellas; esto es, incluso antes de que haya
recibido una educación sexual adecuada y oportuna que le dé las armas
suficientes para salvar las consecuencias graves del ejercicio de la sexualidad
tales como la infección de ETS y los embarazos no deseados.
Esto resulta preocupante ya que de acuerdo con datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) en 1989, el 38% de la población de Latinoamérica
eran personas cuyo rango de edad fluctuaba entre los 15 y 24 años, lo cual
indica que durante un largo período los países de Latinoamérica tendrán una
cantidad importante de adolescentes y jóvenes, los cuales necesitan una
mejor orientación en cuanto a temas de educación sexual.
Para una mejor comprensión sobre el desarrollo de esta investigación es
necesario conocer el significado de algunos conceptos íntimamente
relacionados con la educación sexual y las prácticas sexuales:
Se considera a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y
social. La higiene es la ciencia que preserva la salud, la cual atiende a la
familia, a la comunidad; por lo que se estudia desde higiene personal, mental
y sexual.
Se obtendrá evidentemente una salud mejor, no por la simple adquisición de
conocimientos de higiene, sino por su aplicación. La salud depende, no de lo
que sabe, sino de lo que se hace; se conserva gracias a una manera sana de
vivir, a un régimen higiénico constante y haciendo lo que se debe, no
simplemente pensándolo, deseándolo o sabiéndolo.
Sexo es el conjunto de características biológicas o rasgos anatómicos y
fisiológicos que diferencian al hombre de la mujer.
Sexualidad comprende, además de los aspectos biológicos del rol sexual que
determina la identidad, todas las manifestaciones del estímulo sexual y las
normas sociales, religiosas y jurídicas que las regulan o castigan.
La sexualidad humana comprende un conjunto de fenómenos
psicosociológicos de gran importancia para la persona y para la sociedad. Se
halla, además, vinculada a la afectividad y a los valores, ampliando su esfera
más allá de la función reproductora y de la mera genitalidad y quedando
englobada en el ámbito más amplio del erotismo.
Se calcula que la incidencia mundial de las infecciones de transmisión sexual
(ITS) es de 333 millones de casos curables (sífilis, gonorrea, clamidiasis,
tricomoniasis)2 lo cual es motivo de gran preocupación debido a que:
1) las ITS no tratadas facilitan la transmisión del VIH,
2) los costos asociados con las infecciones no detectadas, no tratadas o mal
tratadas por automedicación, representan una carga para las personas, las
comunidades y los gobiernos.
3) desde hace varios años se cuenta con antibióticos y agentes quimio-
terapéuticos eficaces para tratar estas infecciones. A pesar de lo
anteriormente expuesto, los programas de prevención y atención de las ITS
siguen teniendo un impacto limitado por diversos motivos, entre los que cabe
destacar:
■ recursos limitados para la prevención y la atención. Esto hace que los
sistemas de vigilancia sean débiles y, por tanto, que sea imposible determinar
las tendencias, cuantificar la situación y evaluar los programas;
■ la prestación de servicios suele hacerse por medio de clínicas especializadas
en ITS que a menudo brindan cobertura a poblaciones especiales que podrían
resultar estigmatizadas;
■ se ha asignado demasiada importancia al diagnóstico etiológico de las ITS,
hasta en lugares donde no es viable;
■ se ha asignado poca importancia a la educación del paciente y a otras
iniciativas para prevenir la infección (por ejemplo, educación y promoción
sobre el uso correcto del condón e información sobre la notificación a la
pareja).
Las consecuencias de la infección varían entre las diferentes poblaciones
debido a que los factores biológicos, sociales, conductuales, económicos y
programáticos influyen en las reacciones psico-sociales y en los resultados
fisiológicos de las ITS. Si no se manejan adecuadamente, las ITS pueden
generar costos altos, directos o indirectos, así como otras repercusiones para
las personas y las comunidades.
Estas infecciones influyen en las elevadas tasas de morbilidad y mortalidad
materno-infantil y tienen consecuencias tales como infertilidad, embarazo
ectópico, bajo peso al nacer, e infección por el VIH cuando no se tratan
adecuadamente y a tiempo.
3 Todas las personas que tienen alguna ITS no tratada se encuentran
expuestas a varios riesgos graves, pero la probabilidad de que se manifiesten
es mayor en entornos donde el acceso a la atención es limitado y el
tratamiento es ineficaz. Esta situación se presenta en muchos países en
desarrollo donde las ITS se encuentran entre las primeras cinco razones por
las que los adultos acuden en busca de servicios de atención de salud.
4El interés mundial por la prevención del VIH brinda una oportunidad a los
trabajadores de salud para que controlen eficazmente otras ITS. En la
planificación de los servicios de prevención y atención es importante
entender que el VIH y otras ITS a menudo se transmiten de la misma manera
y que el tratamiento de las ITS puede reducir la incidencia del VIH. Por lo
tanto, existe la oportunidad de abordar ambas por medio de intervenciones
de prevención primaria y de integrar estrategias secundarias de control de las
ITS en los servicios de salud de primer nivel.
Este tipo de estrategia podría aumentar el acceso al diagnóstico y el
tratamiento adecuado y, por lo tanto, ofrece la posibilidad de disminuir la
incidencia del VIH mediante la reducción de la duración de una infección de
transmisión sexual.
Así, este documento está dirigido a gestores de programas de ITS y de
VIH/SIDA a nivel central y a nivel periférico, profesionales de salud en el área
de ITS y VIH/SIDA y a todo aquel trabajador del primer nivel de atención que
se interese por mejorar la prevención y atención de las ITS.
Las ETS son enfermedades que se pasan de una persona a otra a través
del contacto sexual. Estas incluyen la clamidia, la gonorrea, los herpes
genitales, el virus del papiloma humano (VPH), la sífilis y el VIH. Muchas
de estas enfermedades no tienen síntomas por un largo tiempo. Incluso
sin síntomas, aún pueden hacer daño y transmitirse durante las
relaciones sexuales.

¿Cómo se propagan las ETS?

Puedes contraer una ETS al tener relaciones sexuales vaginales, anales u


orales con alguien que tenga alguna de ellas. Cualquier persona
sexualmente activa puede contraer una enfermedad de transmisión
sexual. Ni siguiera es necesario hacer el acto sexual completo (tener
relaciones sexuales anales o vaginales) para contraer una ETS. Esto se
debe a que algunas de estas enfermedades, como el herpes y el VPH, se
propagan por el contacto de piel a piel

¿Qué tan comunes son las ETS?

Las enfermedades de transmisión sexual son comunes, especialmente


en las personas jóvenes. Cada año hay alrededor de 20 millones de
casos nuevos de ETS en los Estados Unidos. Cerca de la mitad de estas
infecciones se dan en personas de 15 a 24 años. Las personas jóvenes
tienen un mayor riesgo de contraer ETS por varias razones:

 El cuerpo de las mujeres jóvenes es biológicamente más propenso


a las ETS.
 Algunas personas jóvenes no se hacen las pruebas de ETS
recomendadas.
 Muchas personas jóvenes son reacias a hablar abierta y
francamente sobre su vida sexual con un médico o un enfermero.
 No tener seguro o transporte puede dificultar el acceso de las
personas jóvenes a las pruebas de ETS.
 Algunas personas jóvenes tienen más de una pareja sexual.

¿Qué puedo hacer para protegerme?

 La manera más segura de protegerte contra las enfermedades de


transmisión sexual es no tener relaciones sexuales. Esto significa
no tener ninguna relación sexual vaginal, anal u oral
(“abstinencia”). Hay que considerar muchas cosas antes de tener
relaciones sexuales. Está bien decir “no” si no deseas tener
relaciones sexuales.
 Si decides tener relaciones sexuales, tanto tú como tu pareja
deberían hacerse antes una prueba de ETS. Asegúrate de que tú y
tu pareja usen un condón de principio a fin cada vez que tengan
relaciones sexuales orales, anales o vaginales. Sepan dónde
conseguir condones y cómo usarlos correctamente. No es seguro
dejar de usar condones a menos que ambos se hayan hecho una
prueba de ETS, sepan los resultados, y estén en una relación
monógama mutua.
 La monogamia mutua significa que tanto tú como tu pareja están
de acuerdo en tener contacto sexual solamente entre ustedes.
Esto puede ayudar a protegerse contra enfermedades de
transmisión sexual, siempre y cuando ambos se hayan hecho
pruebas de detección y sepan que no tienen ninguna de estas
enfermedades.
 Antes de tener relaciones sexuales, habla con tu pareja sobre
cómo vas a prevenir las ETS y el embarazo. Si piensas que estás
listo(a) para tener relaciones sexuales, también debes estarlo para
proteger tu cuerpo. También deberías hablar antes con tu pareja
sobre lo que harás o no harás sexualmente. Tu pareja debe
respetar siempre tu derecho a decir que no a cualquier cosa que
te resulte incómoda.
 Asegúrate de conseguir la atención médica que necesites.
Pregúntale a un médico o a un enfermero sobre las pruebas de
ETS y las vacunas contra el VPH y la hepatitis B.
 Las niñas y las mujeres jóvenes podrían tener necesidades
adicionales para proteger su salud reproductiva. Habla con tu
médico o enfermero acerca de las pruebas de detección del cáncer
de cuello uterino que se realizan periódicamente y las pruebas de
clamidia y gonorrea. Quizás desees hablar también sobre el
embarazo no planificado y los métodos anticonceptivos.
 Evita combinar el consumo de alcohol o drogas recreativas con las
relaciones sexuales. Si consumes alcohol y drogas, tienes más
probabilidades de adoptar conductas riesgosas, como no usar un
condón o tener relaciones sexuales con alguien con quien
normalmente no las tendrías.

Si contraje una ETS, ¿cómo lo sabré?

Muchas enfermedades de transmisión sexual no causan ningún síntoma


que puedas notar. La única manera de saber con certeza si tienes una
ETS es hacerte una prueba. Puedes contraer una ETS al tener relaciones
sexuales con una persona que no tenga síntomas. Al igual que tú, esa
persona quizás ni siquiera sepa que tiene una enfermedad de
transmisión sexual.

¿Dónde puedo hacerme la prueba?

Hay lugares que ofrecen pruebas de ETS gratuitas, confidenciales y


dirigidas a los adolescentes. Esto significa que nadie tiene que saber que
te has hecho la prueba. Visita la página Hágase la Prueba para encontrar
un sitio cercano a ti donde se hacen las pruebas de ETS.

¿Pueden tratarse las ETS?

Tu médico te puede recetar un medicamento para curar algunas de las


enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia y la gonorrea.
Otras ETS, como los herpes, no se pueden curar, pero puedes tomar
medicamentos para ayudar a manejar los síntomas.
Si alguna vez recibes un tratamiento para una ETS, asegúrate de
terminar todo el medicamento, incluso si te sientes mejor antes de
haberlo usado por completo. Pregúntale al médico o al enfermero sobre
pruebas y tratamiento para tu pareja también. Tú y tu pareja deberían
evitar tener relaciones sexuales hasta que ambos hayan sido tratados.
De lo contrario, podrían continuar pasándose la ETS de uno al otro. Es
posible contraer de nuevo una enfermedad de transmisión sexual
(después de haber recibido tratamiento) si tienes relaciones sexuales
con una persona que tenga una de estas enfermedades.

¿Qué pasa si no recibo tratamiento para una ETS?

Algunas enfermedades de transmisión sexual curables pueden ser


peligrosas si no se las trata. Por ejemplo, si no se tratan, la clamidia y la
gonorrea pueden hacer que a una mujer le sea difícil, o incluso
imposible, quedar embarazada. También aumentas tus probabilidades
de contraer el VIH si tienes una ETS sin tratar. Algunas enfermedades de
transmisión sexual, como el VIH, pueden ser mortales si se dejan sin
tratar.

¿Qué ocurre si mi pareja o yo tenemos una ETS incurable?

Algunas enfermedades de transmisión sexual, como los herpes y el VIH,


son incurables, pero el médico puede recetar medicamentos para tratar
los síntomas.

Si tienes una ETS, es importante que se lo digas a tu pareja antes de


tener relaciones sexuales. Si bien es posible que te sea incómodo hablar
sobre tu ETS, conversar abierta y francamente puede ayudar a tu pareja
a tomar decisiones informadas para proteger su salud.

Si tengo preguntas, ¿quién me las puede responder?

Si tienes preguntas, habla con uno de tus padres o un adulto de


confianza. No tengas miedo de ser abierto y sincero con ellos sobre lo
que te preocupe. Si alguna vez te sientes confuso o necesitas un consejo,
consúltalos a ellos primero. Después de todo, ellos también fueron
jóvenes alguna vez.
Hablar sobre sexo con uno de tus padres o con otro adulto no tiene que
ocurrir solo una vez. Es mejor dejar la puerta abierta para conversar en
el futuro.

También es importante hablar francamente con un médico o un


enfermero. Pregúntales cuáles pruebas de ETS y vacunas te
recomiendan.

Síntomas

Las enfermedades de trasmisión sexual o las infecciones de trasmisión


sexual pueden presentar diversos signos y síntomas, incluso la ausencia de
síntomas. Es por eso por lo que pueden pasar desapercibidas hasta que ocurren
complicaciones o hasta que se diagnostica a la pareja.

Los signos y síntomas que pueden indicar una infección de trasmisión


sexual incluyen:

 Llagas o protuberancias en los genitales o en la zona oral o rectal

 Dolor o ardor al orinar

 Secreción proveniente del pene

 Flujo vaginal inusual o con mal olor

 Sangrado vaginal inusual

 Dolor durante las relaciones sexuales

 Dolor e inflamación de los ganglios linfáticos, particularmente en la ingle,


aunque a veces más extendidos

 Dolor en la parte inferior del abdomen

 Fiebre

 Erupción en el tronco, las manos o los pies

Los signos y síntomas pueden aparecer unos días después de la exposición. Sin
embargo, pueden pasar años antes de que tengas algún problema perceptible,
según el organismo que provoque la infección de trasmisión sexual.
Cuándo consultar al médico

Acude a un médico inmediatamente en estos casos:

 Eres sexualmente activo y podrías haber estado expuesto a una infección de


trasmisión sexual

 Tienes signos y síntomas de una infección de trasmisión sexual

Programa una cita con un médico en los siguientes casos:

 Cuando consideres comenzar la actividad sexual o cuando tengas 21 años,


lo que ocurra primero

 Antes de comenzar a tener relaciones sexuales con una nueva pareja

Causas

Estas pueden ser las causas de las enfermedades de transmisión


sexual o infecciones de transmisión sexual:

 Bacterias. La gonorrea, la sífilis y la clamidia son ejemplos de infecciones de


transmisión sexual causadas por bacterias.

 Parásitos. La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual que la


causa un parásito.

 Virus. Las infecciones de transmisión sexual que las causan virus incluyen


el virus del papiloma humano, el herpes genital y el VIH.

Otros tipos de infecciones (los virus de la hepatitis A, B y C, la infección por


Shigella y la infección por Giardia) pueden transmitirse a través de la actividad
sexual, pero es posible infectarse sin contacto sexual.
Factores de riesgo

Cualquier persona que sea sexualmente activa se arriesga a cierto grado de


exposición a una enfermedad de trasmisión sexual o a una infección de trasmisión
sexual. Los factores que pueden aumentar ese riesgo incluyen:

 Tener relaciones sexuales sin protección. La penetración vaginal o


anal de una pareja infectada que no usa condón de látex aumenta
considerablemente el riesgo de contraer una infección de trasmisión
sexual. El uso inadecuado o inconstante de condones también puede
aumentar el riesgo.

El sexo oral puede ser menos riesgoso, aun así, las infecciones
pueden trasmitirse sin condón de látex o protector dental (un trozo
cuadrado y delgado de caucho hecho con látex o silicona).

 Tener contacto sexual con varias parejas. Cuanto mayor sea el número de


personas con las que tienes contacto sexual, mayor será el riesgo.

 Tener antecedentes de infecciones de trasmisión sexual. Tener


una infección de trasmisión sexual hace que sea mucho más fácil que
otra infección de trasmisión sexual se desarrolle.

 Tener relaciones sexuales contra tu voluntad. Lidiar con una violación o


una agresión sexual es difícil, pero es importante ver a un médico lo antes
posible para que te realicen exámenes de detección, tratamiento y apoyo
emocional.

 Abusar del alcohol o consumir drogas ilícitas recreativas. El abuso de


sustancias puede inhibir tu juicio, haciendo que estés más dispuesto a
participar en conductas de riesgo.

 Inyectarse drogas ilícitas. El uso compartido de agujas trasmite muchas


infecciones graves, incluidos el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C.

 Ser joven. La mitad de las nuevas infecciones de trasmisión sexual ocurren


en personas entre 15 y 24 años.
Transmisión de las madres a los bebés

Ciertas infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea, la clamidia, el VIH y


la sífilis, pueden transmitirse de madres a bebés durante el embarazo o el parto.
Las infecciones de transmisión sexual en los bebés pueden causar problemas
graves o incluso la muerte. Todas las embarazadas deben someterse a un
examen para detectar estas infecciones y recibir tratamiento.

Complicaciones

Debido a que muchas personas en las primeras etapas de una enfermedad o


infección de transmisión sexual no tienen síntomas, es importante realizar
exámenes de detección de las infecciones de transmisión sexualpara prevenir
complicaciones.

Algunas de las posibles complicaciones son las siguientes:

 Dolor pélvico

 Complicaciones en el embarazo

 Inflamación ocular

 Artritis

 Enfermedad inflamatoria pélvica

 Infertilidad

 Enfermedad cardíaca

 Ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de cuello uterino y el cáncer del


recto asociados con el virus del papiloma humano
Prevención

Hay varias maneras de evitar o reducir el riesgo de enfermedades de transmisión


sexual o infecciones de transmisión sexual.

 Abstenerse. La manera más eficaz de evitar las infecciones de


transmisión sexual es no tener (abstenerse de) relaciones sexuales.

 Mantener una pareja no infectada. Otra forma fiable de evitar


las infecciones de transmisión sexual es mantener una relación
duradera en la que ambas partes de la pareja solo tienen relaciones
sexuales entre sí y ninguna de ellas está infectada.

 Esperar y realizar pruebas. Evita mantener relaciones sexuales


vaginales y anales con nuevas parejas hasta que ambos se sometan a
pruebas de detección de infecciones de trasmisión sexual. El sexo oral
es menos riesgoso, pero utiliza un preservativo de látex o un protector
dental para evitar el contacto piel con piel entre las membranas
mucosas orales y genitales.

 Vacunarse. Vacunarse temprano, antes de la exposición sexual,


también es eficaz para prevenir ciertos tipos de infecciones de
transmisión sexual. Existen vacunas para prevenir el virus del
papiloma humano (VPH), la hepatitis A y la hepatitis B.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC,


por sus siglas en inglés) recomiendan la vacuna contra el virus del
papiloma humano para niñas y niños de 11 y 12 años de edad, aunque
puede administrarse a partir de los 9 años. Si no están completamente
vacunados a los 11 y 12 años, los CDC recomiendan vacunarse hasta
los 26 años.

La vacuna contra la hepatitis B generalmente se administra a los


recién nacidos, y la vacuna contra la hepatitis A se recomienda para
los niños de 1 año de edad. Ambas vacunas se recomiendan para las
personas que aún no son inmunes a estas enfermedades y para las
que tienen un mayor riesgo de infección, como los hombres que tienen
relaciones sexuales con hombres y las personas que consumen
drogas ilícitas intravenosas.
 Usa condones y protectores dentales de manera consistente y
correcta. Usa un nuevo preservativo de látex o protector dental para
cada acto sexual, ya sea oral, vaginal o anal. Nunca uses un lubricante
a base de aceite, como vaselina, con un preservativo de látex o un
protector dental.

Los preservativos hechos de membranas naturales no se recomiendan


porque no son tan eficaces para prevenir las infecciones de trasmisión
sexual. Además, ten en cuenta que si bien los condones de látex
reducen el riesgo de exposición a la mayoría de las infecciones de
transmisión sexual, proporcionan menos protección contra aquellas
que conllevan llagas genitales expuestas, como el virus del papiloma
humano o el herpes.

Además, los métodos anticonceptivos que no son de barrera, como las


píldoras anticonceptivas o los dispositivos intrauterinos (DIU), no
protegen contra las infecciones de transmisión sexual.

 No bebas alcohol en exceso ni uses drogas ilícitas. Si estás bajo la


influencia del alcohol o las drogas ilícitas, es más probable que corras
riesgos sexuales.

 Comunícate. Antes de cualquier contacto sexual serio, habla con tu


pareja sobre la práctica de sexo seguro. Asegúrate de estar de
acuerdo específicamente en qué actividades estarán permitidas y
cuáles no.

 Considera la circuncisión masculina. En el caso de los hombres,


existe evidencia de que la circuncisión masculina puede ayudar a
reducir el riesgo de contraer el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH) de una mujer que lo tenga hasta en un 60 %. La circuncisión
masculina también puede ayudar a prevenir la transmisión del virus del
papiloma humano genital y el herpes genital.

 Considera el uso de la profilaxis previa a la exposición. La


Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en
inglés) ha aprobado el uso dos medicamentos combinados para
reducir el riesgo de infección por VIH en personas que corren un
riesgo muy alto.Son emtricitabina con tenofovir disoproxil fumarato
(Truvada) y emtricitabina con tenofovir alafenamida fumarato
(Descovy).

Tu médico te recetará estos medicamentos para la prevención del VIH solo si no


tienes ya la infección por VIH. Necesitarás una prueba de VIH antes de comenzar
a recibir profilaxis previa a la exposición y, luego, cada tres meses durante el
tiempo que la recibes.

El médico también examinará tu función renal antes de recetarte Trovada y


continuará haciéndolo cada seis meses. Si tienes hepatitis B, debe evaluarte un
especialista en enfermedades infecciosas o hepáticas antes de comenzar la
terapia.

Estos medicamentos se deben tomar todos los días, exactamente tal y como se
recetaron. Si tomas Trovada a diario, puedes reducir el riesgo de contraer el VIH a
través del sexo en más del 99 % y a través del uso de drogas ilícitas inyectables
en más del 74 %, según los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos. Las investigaciones sugieren que Descovy es
igualmente eficaz para reducir el riesgo de contraer el VIH a través de las
relaciones sexuales. Sin embargo, Descovy no se ha estudiado en personas que
tienen sexo vaginal receptivo. El uso de prevención adicional, como los condones,
puede reducir aún más el riesgo y prevenir el contagio de infecciones de
transmisión sexual.

Puntos importantes
 Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones que se
propagan de una persona a otra por medio de la actividad sexual, incluso por
relaciones sexuales por vía anal, vaginal u oral.

 Muchos proveedores de atención médica usan el término "infección" en lugar


de "enfermedad", porque una persona con una infección podría no presentar
síntomas, pero aun así necesitar tratamiento. Si no se trata, una ITS puede
convertirse en una enfermedad.

 El VIH es una infección de transmisión sexual, pero puede convertirse en una


enfermedad conocida como síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(SIDA) cuando la infección por VIH se deja sin tratar. Otros ejemplos de
enfermedades de transmisión sexual son clamidia, gonorrea, infección por el
virus del papiloma humano (VPH) y sífilis.

 Cuando una persona tiene una ETS puede contraer la infección por el VIH con
más facilidad. Por ejemplo, una ETS puede causar una úlcera o una herida en
la piel, con lo cual se facilita la entrada del VIH al cuerpo. Tener el VIH y otras
ETS puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH
.
 Para prevenir las ETS, incluso el VIH, debe seleccionar actividades sexuales
menos riesgosas y usar condones correctamente cada vez que tenga
relaciones sexuales.

¿Cuál es la conexión entre el VIH y otras ETS?


Los patrones de comportamiento que exponen a las personas a riesgo de contraer
el VIH también pueden aumentar su riesgo de contraer otras ETS. Estos patrones
de comportamiento incluyen los siguientes:

Relaciones sexuales sin condón.


Relaciones sexuales con muchas parejas, especialmente parejas anónimas.
Relaciones sexuales bajo los efectos de drogas o de bebidas alcohólicas. El uso
de las drogas y el alcohol puede afectar el juicio de las personas, lo que puede
provocar comportamientos riesgosos.
Cuando una persona tiene una ETS, puede contraer el VIH con más facilidad. Por
ejemplo, una ETS puede causar una úlcera o una herida en la piel, con lo cual se
facilita la entrada del VIH al cuerpo. Al tener el VIH y otras ETS, puede aumentar
el riesgo de transmisión del VIH.

¿Cómo puede una persona reducir el riesgo de contraer una ETS?


La abstinencia sexual (no tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales) es
la única forma de eliminar cualquier posibilidad de contraer una ETS. Sin embargo,
si una persona tiene actividad sexual, puede tomar las siguientes medidas para
reducir su riesgo de contraer una ETS, incluso el VIH.
Seleccione comportamientos sexuales menos riesgosos.

Reduzca el número de personas con las que tiene relaciones sexuales.


No consuma bebidas alcohólicas ni drogas antes de tener relaciones sexuales, ni
durante las mismas.
Use los condones correctamente cada vez que tenga relaciones sexuales.

Lea esta hoja informativa de los Centros para el Control y la Prevención de


Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) sobre cómo
usar condones correctamente.
¿Cómo puede una persona con VIH prevenir la transmisión del VIH a otras
personas?
Tome medicamentos contra el VIH a diario. El tratamiento con esos medicamentos
(llamado tratamiento antirretroviral o TAR) ayuda a las personas con el VIH a
llevar una vida más larga y sana. Unos de los objetivos importantes del TAR es
reducir la carga viral de una persona a una concentración indetectable. Una carga
viral indetectable significa que la concentración del VIH en la sangre es demasiada
baja como para poder ser detectada mediante una prueba de carga viral. Las
personas con el VIH que mantienen una carga viral indetectable no tienen
efectivamente riesgo alguno de transmitir el VIH a su pareja VIH negativa a través
del sexo.

Si su carga viral no es indetectable, o si no permanece indetectable, todavía


puede proteger a su pareja del VIH mediante el uso de condones y la selección de
comportamientos sexuales menos riesgosos. Su pareja puede tomar
medicamentos para prevenir el VIH, lo que se conoce como profilaxis
preexposición o PrEP. La PrEP es una opción para prevenir el VIH para las
personas que no tienen el virus pero que corren un riesgo de contraer el VIH. La
profilaxis previa a la exposición implica tomar un medicamento específico contra el
VIH todos los días para reducir el riesgo de contraer el virus a través del sexo o el
uso de drogas inyectables.
Para obtener más información, lea la hoja informativa sobre la profilaxis
preexposición (PrEP) de HIVinfo.

¿Cuáles son los síntomas de las ETS?


Los síntomas de las ETS pueden ser diferentes dependiendo de la ETS, y no
todas las personas experimentarán los mismos síntomas. Entre los ejemplos de
posibles síntomas de ETS cabe citar micción (orinar) dolorosa o frecuente,
secreción rara de la vagina o del pene y fiebre.

Las ETS no siempre causan síntomas. Aun si una persona no presenta síntomas
de ETS, es posible transmitir esas enfermedades a otras personas.
Hable con su proveedor de atención de salud sobre la prueba de detección de
ETS y pídale a su pareja sexual que haga lo mismo.

Para más información sobre las ETS llame a CDC INFO al 1-800-232-4636. Para
encontrar los sitios de realización de pruebas cercanos a usted, visite la página
web Hágase la Prueba de los CDC.

¿Cuál es el tratamiento para las ETS?


Las ETS causadas por bacterias o parásitos se pueden curar con medicinas. Las
causadas por virus no tienen cura, pero el tratamiento puede aliviar o eliminar los
síntomas y ayudar a controlarlas. El tratamiento además reduce el riesgo de
transmitir la ETS a la pareja. Por ejemplo, aunque no hay cura para el VIH, los
medicamentos contra el VIH pueden evitar que se convierta en enfermedad
inflamatoria de la pelvis que puede causar infertilidad. Sin tratamiento, el VIH
puede destruir gradualmente el sistema inmunitario y convertirse en SIDA.

 Las infecciones de transmisión sexual pueden ser


causadas por bacterias, virus o parásitos.
 Algunas infecciones se extienden a otras partes del
cuerpo, lo que, en ocasiones, tiene consecuencias graves.
 Muchas de las infecciones de transmisión sexual se tratan
con fármacos.
 El uso de preservativos durante las relaciones sexuales
genitales puede ayudar a prevenir la transmisión de estas
infecciones de una persona a otra.

El contacto sexual, incluyendo el sexo oral, anal o genital,


proporciona una oportunidad para que los microorganismos se
propaguen (se transmitan) de una persona a otra porque implica la
transferencia de líquidos corporales. Algunas de estas infecciones
que se transmiten por contacto sexual se transmiten también al
besarse o al entrar en contacto íntimo.

Las infecciones de transmisión sexual son relativamente frecuentes.


En Estados Unidos, cada año se producen más de 25 millones de
nuevos casos de infección por transmisión sexual; aproximadamente
la mitad de los nuevos casos ocurren en personas de 15 a 24 años de
edad [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC
por sus siglas en inglés: Seguimiento en 2020 de las enfermedades
de transmisión sexual]).
Varios factores dificultan la prevención de la transmisión de las
infecciones de transmisión sexual. Se incluyen los siguientes:

 Actividad sexual sin protección con una o más parejas


 Falta de formación sobre prácticas sexuales más seguras
 La renuencia a hablar sobre prácticas sexuales más
seguras con la pareja
 Reluctancia a hablar sobre cuestiones sexuales con un
profesional de la salud
 Falta de acceso a la atención sanitaria
 Infecciones que no causan síntomas, por lo que las
personas afectadas no saben que necesitan ser
examinadas o tratadas
 La necesidad de tratar a ambos miembros de la pareja
sexual simultáneamente para evitar transmitir de nuevo la
infección a la pareja
 Tratamiento incompleto, que puede conducir al desarrollo
de microorganismos que son resistentes a los fármacos
Enfermedades de transmisión sexual más
comunes
1. Virus del herpes simple (VHS)
La infección genital por el VHS es una ETS que supera los 500 millones de contagios,
según datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se debe al herpes
simple de tipo 1 (VHS-1) o tipo 2 (VHS-2), siendo más común el segundo. El VHS se
caracteriza por la presencia de llagas en diferentes partes del cuerpo, como la vulva,
el pene, las nalgas o los muslos, y se contrae por el contacto directo con la piel. No
existe tratamiento para este virus, aunque sí medicación para ayudar a combatir la
sintomatología y evitar contagiar a otras personas.

2. Virus del papiloma humano (VPH)


Otra de las ETS más comunes es el virus del papiloma humano (VPH), con más de 290
millones de afectadas. Hay alrededor de 40 tipos de VPH que se transmiten al
mantener relaciones sexuales. Se distingue por la aparición de verrugas genitales,
que son muy contagiosas. Puede causar diferentes tipos de cáncer, como el
cervicouterino. El VPH no tiene cura, pero es posible prevenirlo mediante la
vacunación y la realización de citologías.

3. Hepatitis B
Se trata de una enfermedad que daña al hígado y su principal vía de transmisión es el
contacto sexual. Puede derivar en una enfermedad hepática crónica, que la padecen
cerca de 240 millones de personas. Aunque no existe tratamiento para la hepatitis B,
la vacuna es un método de prevención eficaz.

4. Tricomoniasis
La tricomoniasis la sufren aproximadamente 156 millones de personas, y se propaga
al mantener relaciones sexuales por un parásito denominado Trichomonas vaginalis. No
suele presentar síntomas, pero en algunos casos, provoca irritación de la vagina
(vaginitis). La tricomoniasis es una enfermedad curable, cuyo tratamiento consiste
principalmente en la toma de antibióticos.

5. Clamidia
Entre las ETS más comunes se encuentra la clamidia, que cuenta con una incidencia de
alrededor de 127 millones de casos. La produce una bacteria llamada Chlamydia
trachomatis  y, por lo general, no genera complicaciones si se trata, aunque existe el
riesgo de desarrollar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Su tratamiento se basa
en el uso de medicación antibiótica.

6. Gonorrea
Esta infección, causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae, puede transmitirse al
mantener relaciones sexuales vaginales, orales o anales. Sus cifras se sitúan en 87
millones de casos y, a pesar de no que no suelen aparecer síntomas, es posible que
ocasione problemas de fertilidad o durante el embarazo. Por esta razón, debe tener
un seguimiento y tratarse con antibiótico.
7. Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
El VIH es el agente causal del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA), que
ocasiona daños en el sistema inmunitario del portador. Esto genera que las defensas
disminuyan, lo que supone un mayor riesgo de desarrollar enfermedades. La sufren
más de 37 millones de personas y no tiene cura definitiva, pero en la actualidad
existen tratamientos con antirretrovirales para tener una mejor calidad de vida y
lograr el embarazo sin riesgos de contagio.

8. Sífilis
Con más de 6 millones de afectados, la sífilis es una infección bacteriana provocada
por Treponema Pallidum. Su principal característica son unas llagas llamadas chancros,
que se localizan en el área genital y son muy contagiosas. En caso de padecerse, debe
tratarse cuanto antes, puesto que puede generar complicaciones.

Las tasas de incidencia de las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) siguen


siendo altas en la mayor parte del mundo, a pesar de los avances de diagnóstico y
terapéuticos que pueden rápidamente hacer que los pacientes con muchas ITS no
se vuelvan contagiosos y curar a la mayoría. En muchas culturas, las costumbres
sexuales cambiantes y el uso del anticonceptivo oral han eliminado las
restricciones sexuales tradicionales, especialmente para las mujeres y, sin
embargo, tanto los profesionales de la salud como los pacientes tienen dificultades
para tratar abierta y sinceramente los problemas sexuales. Adicionalmente, la
difusión mundial de bacterias farmacorresistentes (por
ejemplo, gonococos resistentes a la penicilina) refleja el uso erróneo (excesivo)
de antibióticos y la extensión de copias resistentes en las poblaciones móviles. El
efecto de los viajes se hace más evidente con la difusión rápida del virus del sida
(VIH-1) de África a Europa y al continente americano a finales de los años setenta.
Las prevalencias de ITS observadas con frecuencia en las
adolescentes sexualmente activas tanto con síntomas del tracto genital bajo, como
sin ellos, incluyen:

 clamidia (10-25 %),
 gonorreas de Neisseria (3-18 %),
 sífilis (0-3 %),
 Trichomonas vaginalis (8-16 %), y
 virus del herpes simple (2-12 %).
Entre jóvenes adolescentes sin síntomas de uretritis, las tasas aisladas
incluyen C. trachomatis (9-11 %) y gonorreas de Neisseria (2-3 %)
En informes presentados por el Banco Mundial, The Global Women's Institute
(Universidad George Washington) y el Banco Interamericano de Desarrollo, se ha
estudiado la relación entre la violencia contra mujeres y niñas y el aumento de
riesgo de contraer ITS, asociado esto también a embarazos no deseados,
depresión y otros daños colaterales.3
En 1996, la OMS estimaba que más de un millón de personas se infectaban
diariamente. Cerca del 60 % de estas infecciones ocurren entre menores de
25 años, y el 30 % de estos tienen menos de 20 años. Entre los 14 y los 19 años
de edad, las ITS ocurren con más frecuencia en muchachas que muchachos en
una proporción casi de 2:1; esto se iguala en ambos sexos hacia los 20 años. Se
estima que 340 millones de nuevos casos de sífilis, gonorrea, clamidia y
de tricomoniasis se dieron en el mundo entero en 1999.
Actualmente, cada año se dan cerca de 400 millones de nuevos casos en todo el
mundo. El 90 % entre los 15 y los 30 años, y sobre todo en menores de 25 años,
solteros y sexualmente activos, además de los niños que nacen infectados. De
esos 400 millones casi 300 millones son de sífilis, gonorrea y sida.

Limitación entre parejas


Se reduce mucho el riesgo de transmisión si las dos partes hayan recibido una
revisión médica, con examen de sangre, para saber que no existen estas
infecciones en la persona, y si se limiten en adelante las parejas a aquellos que
hayan tenido igual revisión. En los Estados Unidos hay un certificado,
completamente voluntario, en que unos médicos, bajo su propio membrete,
certifican que el individuo nombrado está libre de organismos de transmisión
sexual. Todas las grandes compañías de pornografía, que suelen negar el uso del
condón, exigen este certificado. Aun así, ya que los tests no son perfectos y a
veces para un resultado positivo tienen que pasar semanas desde la transmisión,
el riesgo se disminuye mucho, pero no se elimina.
La monogamia ni teóricamente es una solución perfecta. Un virgen puede tener
una enfermedad de transmisión sexual. Se transmiten, incluido el virus del sida, de
madre a hijo durante el parto. Una pareja monógama, con los dos libres de
microorganismos relevantes, es lo perfecto. Pero es igualmente perfecto un grupo
de tres o más, todos revisados por médicos, sin contacto sexual con persona fuera
del grupo. Aunque se pensaría que es más segura una pareja de solo dos, no es
así. Son abundantes los casos en que una pareja supuestamente monógama, se
infeccione por la falta (sexo con una persona sin revisión médica) de uno de ellos.
Las agrupaciones sexuales en que todo se discute son más seguras
La masturbación y el sexo telefónico son libres de riesgo alguno, a no ser
emocional. También la abstinencia: eliminando el sexo, se evitan las
enfermedades de transmisión sexual.
La prostitución: causa importante en las infecciones de transmisión
sexual
La prostitución, por las actividades propias de su ejercicio, expone a quienes la
practican a riesgos de todo tipo, como la violencia en sus diversas
manifestaciones, afectaciones psicológicas por el estigma social e infecciones de
transmisión sexual (ITS) y virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
La atención que se presta a las enfermedades de transmisión sexual (ETS) en
relación con la prostitución no es algo nuevo, siendo el VIH el problema más
reciente desde la visión médica atada a discursos y prácticas morales sobre el uso
del cuerpo como una actividad económica.
Cuando el VIH se identificó por primera vez, quienes se señalaron de inmediato
como culpables fueron las prostitutas, siendo portadoras potenciales de una
enfermedad fatal. Este señalamiento produjo efectos sociales —que no en todos
los casos fueron positivos— en las personas vinculadas al trabajo sexual, se
desarrollaron respuestas de diferentes proporciones alrededor del mundo, desde
medidas represivas hasta movilizaciones eficaces de la comunidad y programas
de salud pública.
La prostitución fue juzgada como un mal inevitable, un cáncer social y una
enfermedad de la sociedad, por ello se luchó para combatirla y erradicarla. Se
percibió desde diferentes ángulos, por una parte, era una actividad que atentaba
contra el pudoroso y tradicional uso del cuerpo. Por otra, se sustentó su abolición
desde la concepción del riesgo de la actividad sexual remunerada al ser un
vehículo de infecciones de transmisión sexual.
El trabajo sexual se considera como un trabajo siempre y cuando se realice con el
total consentimiento de la persona que lo ejecuta, es decir, siempre que no tenga
necesidades económicas consecuentes del capitalismo. Así mismo, se separa del
concepto de trata de personas con fines de explotación sexual. Los derechos de
las mujeres que se dedican al trabajo sexual, los organismos internacionales y las
organizaciones no gubernamentales, admitieron la necesidad de promocionar los
servicios de apoyo y atención a las trabajadoras del sexo para así evitar más
infecciones de transmisión sexual.
Por otra parte, es normal que en la adolescencia, los jóvenes comiencen a mostrar
cierta curiosidad por las relaciones sexuales, sin embargo, es importante dar a
conocer los riesgos que se corren, ya que la mayoría de veces solo se toman en
cuenta los embarazos a temprana edad, descuidando la infinidad de
enfermedades que se pueden contraer al no protegerse.
Estas diferentes enfermedades pueden traer consigo consecuencias de dos
clases: psicológicas y físicas. Entre las psicológicas, se toman como más
importantes los sentimientos de infravaloración que pueden conllevar a
autolesiones o incluso, el suicidio, al igual que otras enfermedades mentales como
la neurosis y la psicosis. En la parte física, se debe tener en cuenta el daño que
sufren los órganos genitales y el cuerpo en general. Ya que algunas ETS pueden
derivar a daños irreparables en los órganos o hasta el cáncer. Es de suma
importancia darles un énfasis a las formas de prevención, entre todas, la que
siempre se mencionará es la abstinencia como método 100 % efectivo, pero aun
así, también se tienen métodos de menor fiabilidad, como el condón femenino o
masculino.

Pruebas para diagnóstico de ITS

Las pruebas para diagnóstico de ITS pueden aplicarse para buscar una sola de
estas infecciones o bien incluir varias pruebas individuales para una amplia gama
de ellas, entre ellas las pruebas para sífilis, gonorrea, chlamydia, hepatitis y
las pruebas de VIH. Sin embargo, no existe ningún procedimiento que pueda
aplicarse para detectar la presencia de absolutamente todos los agentes
infecciosos, así que es importante saber para cuál de las diferentes ITS sirve cada
una de las pruebas.

Historia de los tratamientos


Durante este período se reconoció la importancia del seguimiento de las pistas de
infectados para tratar las ITS. Llevando las pistas de las parejas sexuales de los
individuos infectados, haciéndoles exámenes para confirmar si estaban infectados.

Vías de transmisión
Las tres principales vías de transmisión del VIH son:
Sexual (acto sexual sin protección). La transmisión se produce por el contacto de
secreciones infectadas con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona.
Parenteral (por sangre). Es una forma de transmisión a través de jeringuillas
infectadas que se da por la utilización de drogas intravenosas o a través de los
servicios sanitarios, como ha ocurrido a veces en países pobres; también en
personas con hemofilia que han recibido una transfusión de sangre infectada o
productos infectados derivados de la sangre; en menor grado, trabajadores de
salud que estén expuestos a la infección en un accidente de trabajo, como puede
ocurrir si una herida entra en contacto con sangre infectada; también debido a la
realización de piercings, tatuajes y escarificaciones, si se hace sin las debidas
condiciones de higiene.
Vertical (de madre a hijo). La transmisión puede ocurrir durante las últimas
semanas del embarazo, durante el parto o al amamantar al bebé. De las tres, el
parto es la más problemática. Actualmente en países desarrollados la transmisión
vertical del VIH está totalmente controlada (siempre que la madre sepa que es
portadora del virus), ya que desde el inicio del embarazo (y en ciertos casos con
anterioridad incluso) se le da a la embarazada una Terapia Antirretroviral de Gran
Actividad (TARGA), especialmente indicada para estas situaciones; el parto se
realiza por cesárea generalmente, se suprime la producción de leche (y con ello la
lactancia), e incluso se da tratamiento antiviral al recién nacido.

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