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Manuel Prado Ugarteche 

asumió el gobierno por segunda vez el 28 de julio de 1956.


Cumpliendo la promesa hecha a los apristas, derogó la Ley de Seguridad Interior,
comprendiendo en la amnistía subsiguiente a todos los presos políticos y a los que se
hallaban exiliados. Por ello esta nueva gestión fue llamada el «período de la convivencia»,
ya que se produjo un entendimiento entre el pradismo y el aprismo, pese a que en su
primer gobierno Prado había mantenido fuera de la ley al APRA.
Este gobierno se desarrolló en un clima de agitación motivada por la crisis económica que
se presentaba con caracteres cada vez más alarmantes; por la agitación que surgió en el
campo a favor de la realización de la reforma agraria y por una enérgica campaña de
alcance nacional por la recuperación de los yacimientos petrolíferos de La Brea y Pariñas
que ilegalmente seguía explotando la compañía norteamericana International Petroleum
Company. El liderazgo de la oposición lo asumió el arquitecto Belaunde, que organizó un
nuevo partido de masas: Acción Popular, que fue preparándose para las siguientes
elecciones generales, donde tendría protagonismo. Los diarios El Comercio y La Prensa
hacían también oposición, que no podía contrarrestar La Crónica, diario de propiedad de la
familia Prado, por estar más orientado a temas deportivos y policiales. En el orden
económico, el mayor problema era de índole presupuestario, que tenía como origen la
recesión producida en Estados Unidos en 1957. Se depreciaron notablemente los
productos de exportación y los dólares escasearon, por lo que se devaluó la moneda
peruana. Para enfrentar la situación se nombró como ministro de Hacienda y presidente
del Consejo de Ministros a Pedro G. Beltrán, el director del diario La Prensa, que pasó
entonces a apoyar al gobierno (1959). La misión era poner en orden las finanzas, equilibrar
el presupuesto y estabilizar la moneda, lo que se logró, no sin antes adoptar medidas
antipopulares como el alza de la gasolina, el recorte de los subsidios a los alimentos y el
aumento de la carga tributaria. Era una política de corte liberal.
En esos años se desarrollaron mucho las migraciones de la sierra y se incrementaron las
barriadas en torno a Lima, al punto de hablarse del «cinturón de miseria» que empezaba a
rodear la capital. En general, Prado no hizo mucho por mejorar la situación y condición de
las mayorías nacionales que continuaron viviendo en pésimas condiciones.
Al aproximarse el final del gobierno, el descontento popular era innegable. Menudearon las
huelgas y se hicieron protestas bulliciosas y hasta violentas en las calles. Además de la
política económica, se criticaba la propia personalidad del presidente, de tendencia
pomposa y frívola en momentos difíciles.
En el plano personal, Manuel Prado Ugarteche logró en 1958 que la Iglesia Católica
anulara su matrimonio con Enriqueta Garland para casarse con la dama limeña Clorinda
Málaga, lo que causó no poco escándalo entre el sector conservador de la sociedad
limeña. En 1961 fue el primer jefe de estado extranjero en visitar Japón tras la Segunda
Guerra Mundial.
Fallecimiento de Manuel Prado Ugarteche
Manuel Prado Ugarteche abandonó el Perú y volvió a radicarse en París. Hizo una breve
visita a su patria alconmemorarse el centenario del combate del Callao (2 de mayo de
1966), ocasión en que se le rindió un homenaje por ser hijo del presidente Mariano Ignacio
Prado, quien condujera al Perú durante la última etapa del conflicto con España de 1865-
66. Murió en la capital francesa el año siguiente. Fue enterrado en el Cementerio
Presbítero Maestro, junto a su padre.

-Se comenzó la construcción de la Central Hidroeléctrica de Machu-


Picchu.
-Se construyeron las vías: Olmos-Marañón, Bagua-Chachapoyas,
Jaén-Tambopata-San Ignacio, Huánuco-Pucallpa, Quincemil-
Maldonado, Concepción-Satipo.
-Se creó el Primer Congreso Nacional de Profesores de Educación
Técnica.
-Se propicio la construcción y edificación de institutos educativos, al
igual que de universidades como: la Amazonía Peruana, San Luis
Gonzaga de Ica, Técnica de Piura, Técnica del Altiplano en Puno,
Nacional del Centro en Huancayo, Técnica de Cajamarca, entre otras.
-Se creó el Departamento de Investigación y Desarrollo.
-Se crearon hospitales como son: Hospital Central del Empleado,
Hospital Central del Empleado en Lima, el Hospital de Tarma, el
Hospital Antonio Barrionuevo de Lampa, el Hospital Materno Infantil de
Bellavista y el Hospital Central de Ilo.

Manuel Prado Ugarteche asumió el gobierno por segunda vez el 28 de julio de 1956.
Cumpliendo la promesa hecha a los apristas, derogó la Ley de Seguridad Interior,
comprendiendo en la amnistía subsiguiente a todos los presos políticos y a los que se
hallaban exiliados. Por ello esta nueva gestión fue llamada el «período de la convivencia»,
ya que se produjo un entendimiento entre el pradismo y el aprismo, pese a que en su
primer gobierno Prado había mantenido fuera de la ley al APRA.
Este gobierno se desarrolló en un clima de agitación motivada por la crisis económica que
se presentaba con caracteres cada vez más alarmantes; por la agitación que surgió en el
campo a favor de la realización de la reforma agraria y por una enérgica campaña de
alcance nacional por la recuperación de los yacimientos petrolíferos de La Brea y Pariñas
que ilegalmente seguía explotando la compañía norteamericana International Petroleum
Company. En el orden económico, el mayor problema era de índole presupuestario, que
tenía como origen la recesión producida en Estados Unidos en 1957. Se depreciaron
notablemente los productos de exportación y los dólares escasearon, por lo que se
devaluó la moneda peruana. Para enfrentar la situación se nombró como ministro de
Hacienda y presidente del Consejo de Ministros a Pedro G. Beltrán, el director del diario La
Prensa, que pasó entonces a apoyar al gobierno . En general, Prado no hizo mucho por
mejorar la situación y condición de las mayorías nacionales que continuaron viviendo en
pésimas condiciones.
Al aproximarse el final del gobierno, el descontento popular era innegable. Menudearon las
huelgas y se hicieron protestas bulliciosas y hasta violentas en las calles. Además de la
política económica, se criticaba la propia personalidad del presidente, de tendencia
pomposa y frívola en momentos difíciles.

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