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MATERIAL DE ENSEÑANZA
MOQUEGUA, PERU
2023
Tema N° 06
LA SOCIEDAD ANÒNIMA
Una de las sociedades comerciales más utilizadas, con base a su versatilidad y dinamismo, es la
sociedad anónima, que en algunos casos ha logrado desplazar al uso de otros tipos contractuales
societarios como la sociedad civil, la sociedad en comandita y la sociedad colectiva.
1. Definición y características
Entendida como una sociedad capitalista y de responsabilidad limitada, Castro (2011, pp. 87-89)
logra entenderla de la siguiente forma:
la sociedad anónima es la «... sociedad capitalista dedicada con capital propio dividido en
acciones, y con una denominación objetiva, y bajo el principio de la responsabilidad limitada de
los socios frente a la sociedad, y la explotación de la industria mercantil...»
Codera Martín (1982: p 253), estima que la sociedad anónima es la «... clase de Sociedad
Mercantil cuyo capital está representado por títulos valores, denominados acciones, limitando la
responsabilidad de los socios, denominados accionistas, al importe que se han comprometido a
aportar, mediante la suscripción de acciones. Es la edad capitalista por excelencia, tendrá
carácter mercantil cualquiera que sea su objeto, el cual no podrá ser la representación de
intereses colectivos, profesionales: económicos atribuidos a otras entidades por la ley con
carácter exclusivo...».
León Batardón (1970: 178) entiende por sociedad anónima «... aquella compañía que tiene el
capital dividido en acciones e integrado por las aportaciones de los socios, los cuales no
responden personalmente de las deudas sociales; y que, con una denominación apropiada, se
dedica a cualquier finalidad de carácter mercantil».
A criterio de Argeri, (1982: p 363), la sociedad anónima es la «... clase de ‘sociedad’ (...)
compuesta exclusivamente por asociados obligados hasta la concurrencia de su aporte, sin razón
social, en la que todas las partes son representadas por acciones negociables, cuya gestión es
confiada a mandatarios revocables, llamados administradores, que no responden por el pasivo
social con la fortuna personal, salvo el caso de culpa que comprometa su responsabilidad...».
La sociedad anónima para Hundskopf (1994, Tomo II: p 76) es «... una forma de sociedad
capitalista, con un capital propio dividido en acciones, con una denominación social y con un
objeto social, el que, bajo el principio de la responsabilidad limitada de los socios permite
dedicarse a la explotación de una actividad mercantil»
(Hundskopf, 1994, Tomo II: p 75). El indicado jurista nacional agrega que «el definir a la
Sociedad Anónima como una sociedad de capitales significa que la organización interna de la
sociedad y el ejercicio de los derechos de los accionistas con respecto a la gestión, utilidades y el
saldo de liquidación patrimonial de la sociedad, se rigen en principio por el monto del aporte del
accionista a la formación del capital social y en general, atendiendo a los porcentajes de
propiedad accionaria respecto del capital social, sin importar por ello las condiciones personales
del socio. Son pues características esenciales de la Sociedad Anónima, la limitación de la
responsabilidad al aporte comprometido y el derecho a la cesibilidad de la acción y de los
derechos y calidad de socio, lo que ha permitido que se configure como el instrumento mediante
el cual se ha posibilitado la concentración, la centralización de capitales y la circulación de
capitales».
Hundskopf, continuando con las características de la sociedad anónima, anota que éstas son las
siguientes:
1. Ser una persona jurídica con personalidad y con autonomía propia, sujeto de derechos y
obligaciones que actúa a través de sus órganos sociales y representantes legales, que en la
Sociedad Anónima son obligatoriamente:
Junta General de Accionistas, Directorio y Gerencia.
2. Su capital social no tiene conexión directa o indirecta con el capital de sus accionistas; es un
capital propio.
3. Su capital está representado en acciones, cada una de las cuales es una parte alícuota, la misma
que está representada en títulos que se extienden en libros talonarios. El capital viene a ser la
suma del valor nominal de las acciones.
4. Todas las acciones tienen su contravalor en aportes de bienes tangibles de por lo menos tres
socios fundadores. No pueden emitirse acciones por aporte de servicios.
7. Respecto de las transferencias de las acciones, éstas se realizan por cualquiera de las formas
permitidas en derecho y deben comunicarse por escrito a la sociedad, debiéndose anotar en el
Registro a que se refiere el punto 6) precedente.
8. Las transferencias dependen de la libre voluntad de los accionistas salvo que (...) los propios
socios hayan incluido en el Estatuto algún tipo de cláusula limitativa o restrictiva que tenga por
finalidad consagrar una opción preferente o prioritaria de los accionistas existentes al momento
de la transferencia, con respecto a terceros interesados, en cuyo caso dicha disposición estatutaria
es válida para la sociedad y debe respetarse.
Es importante señalar sin embargo que (...) dicha cláusula limitativa en ningún caso puede
significar la prohibición de transmitir las acciones» (Hundskopf, 1994, Tomo II: pp 80-81).”
Puede apreciarse que la sociedad anónima es una persona jurídica bastante dúctil, ya que puede
acomodarse a las necesidades de sus constituyentes y/o socios, logrando satisfacer de mejor
manera la concreción de su objeto social o giro de negocio.
2. Constitución
Las dos modalidades de constitución son explicadas de gran manera por Castro (2011, pp. 92-93
y 95-96) en la siguiente manera:
Configuración
Según Hundskopf, «bajo la denominada constitución simultánea, los socios fundadores suscriben
el íntegro de las acciones representativas del capital social, firmar la minuta y escritura pública
de constitución social, son los titulares de las acciones y los responsables frente a la sociedad y
frente a terceros, en su condición de socios fundadores» (Hundskopf, 1994, Tomo II: p 84).
(…)
Configuración
Por su parte, Soto Álvarez refiere que «el sistema (de constitución) sucesivo de suscripción
pública comprende varios actos. La sociedad se va formando, obteniéndose los socios por medio
de una oferta pública que invita a suscribir e integrar el capital y a constituir la sociedad’. Se
considera que desempeñan papel muy importante quienes organizan la formación,
distinguiéndose por algunos a los promotores y a los fundadores, considerándose que los
promotores llevan a cabo los trabajos necesario para constituirla y que pueden o no suscribir
acciones, siendo los fundadores aquellos que concurren a la constitución de la sociedad,
como socios primitivos, suscribiendo acciones, hayan o no participado en la organización de la
sociedad...» (Soto Álvarez, Í994: p 145).
A decir de Hundskopf:
terceros, y que serán vistos en el punto siguiente. Ello se desprende de la parte final del artículo
56 del citado cuerpo de leyes.”
Dependiendo de las necesidades económicas del proyecto que se cristalizará con la creación de
una sociedad anónima, ésta puede constituirse de dos maneras: de forma simultánea, o por oferta
a terceros.
Estatuto
Al respecto, Castro (2011, pp. 221-223, 227-228 y 237-240) nos menciona lo siguiente:
“«... El Estatuto original, que (...) es parte de la escritura pública de constitución social, es un
texto ordenado de artículos o cláusulas, algunas de las cuales o todas, podrían modificarse si a lo
largo de la existencia de la sociedad no se ajustan o no se adecúan a las actividades económicas
que pretende realizar la sociedad y al propio desarrollo y evolución del patrimonio social, lo que
conlleva la necesaria modificación parcial o total del Estatuto, según sea el caso» (Hundskopf,
1994, Tomo II: p 98).
«... Toda alteración de los estatutos, ya afecte su fondo, ya afecte solamente su redacción, tiene
el concepto legal de modificación estatutaria y queda sometida a la observancia de los
requisitos que impone la ley» (Garrigues; y Uria; citados por Elias Laroza, 1998, Primer
Volumen: p 383).
El artículo 198 de la Ley General de Sociedades señala, además, que para cualquier modificación
del estatuto se requiere:
2. Que el acuerdo se adopte de conformidad con los artículos 126 y 127 de la Ley General
de Sociedades, dejando a salvo lo establecido en el artículo 120 de la citada ley. El
artículo 126 de la Ley General de Sociedades trata sobre el quorum calificado en la junta
general de accionistas, y señala: A que es necesaria, en primera convocatoria, cuando
menos, la concurrencia de dos tercios de las acciones suscritas con derecho a voto para
que la junta general adopte válidamente acuerdos relacionados con los asuntos
mencionados en los incisos 2,3,4, 5 y 7 del artículo 115 de la referida ley, vale decir, de
los siguientes asuntos: a) la modificación del estatuto; b) el aumento del capital social; c)
la reducción del capital social; d) la emisión í de obligaciones; e) la enajenación, en un
solo acto, de activos cuyo valor contable exceda el cincuenta por ciento del capital de la
sociedad; f) la transformación de la sociedad; g) la fusión de la sociedad; h) la escisión
de la sociedad; i) la reorganización dé la sociedad; j) la disolución de la sociedad; y k) la
liquidación de la sociedad; B. que, en segunda convocatoria, basta la concurrencia de, al
menos, tres quintas partes de las acciones suscritas con derecho a voto. Por su parte, el
artículo 127 de la Ley General de Sociedades versa sobre la adopción de acuerdos en la
junta general de accionistas, y prescribe lo siguiente: A. los acuerdos se adoptan con el
voto favorable de la mayoría absoluta de las acciones suscritas con derecho a voto
representadas en la Junta; B. cuando se trata de los ; asuntos mencionados en el artículo
126 de la Ley General de Sociedades (asuntos citados precedentemente) se requiere que
el acuerdo se adopte por un número de acciones que represente, cuando menos, la
mayoría absoluta de acciones suscritas con derecho a voto; C. el estatuto puede establecer
quorum y mayorías superiores a los señalado en este artículo (art. 127 de la L.G.S.) y en
los artículos 125 y 126 de la Ley General de Sociedades, pero nunca inferiores.
El artículo 125 de la referida Ley versa sobre el quorum simple en la junta general de
accionistas y establece: A. que, salvo lo previsto en el artículo 126 de la Ley General de
Sociedades (numeral referido al quorum calificado en la junta general de accionistas | y
visto líneas arriba), la junta general de accionistas quedará válidamente constituida en
primera convocatoria cuando se encuentre representado, cuando menos, el cincuenta por
ciento de las acciones suscritas con derecho a voto; B. que en segunda convocatoria, será
suficiente la concurrencia ; de cualquier número de acciones suscritas con derecho a voto;
y C. que en todo caso podrá llevarse a cabo la junta general de accionistas, aun cuando :
las acciones representadas en ella pertenezcan a un solo titular. Finalmente, el artículo
120 de la Ley General de Sociedades, enunciado en el inciso 2 del artículo 198 de dicha
ley, trata sobre la junta universal de accionistas y dispone que, sin perjuicio de lo
prescrito en los artículos precedentes (es decir, los siguientes arts. de la L.G.S.: art. 116 -
referido a los requisitos de la convocatoria a junta general-, art. 117, referido a la
convocatoria a junta general a solicitud de los accionistas-, art. 118 -referido a los
requisitos de la segunda convocatoria a junta general-, y art. 119 -referido a la
convocatoria a junta general ordenada judicialmente-), la junta general de accionistas se
entiende convocada y válidamente constituida para tratar sobre cualquier asunto y tomar
los acuerdos correspondientes, siempre que se encuentren presentes accionistas que
representen la totalidad de las acciones suscritas con derecho a voto y acepten por
unanimidad la celebración de la junta y los asuntos que en ella se proponga tratar.
Con los mismos requisitos (enunciados en los incisos 1 y 2 del art. 198 de la L.G.S.) la junta
general de accionistas se encuentra facultada legalmente para acordar la delegación, en el
directorio o la gerencia, de la facultad de modificar determinados artículos en términos y
circunstancias expresamente señaladas (art. 198, último párrafo, de la L.G.S.).
Ninguna modificación del estatuto puede imponer a los accionistas nuevas obligaciones de
carácter económico, salvo para aquellos que hayan dejado constancia expresa de su aceptación
en la junta general o que lo hagan posteriormente de manera indubitable.
La junta general puede acordar, aunque el estatuto no lo haya previsto, la creación de diversas
clases de acciones o la conversión de acciones ordinarias en preferenciales.
4.1 Generalidades
El aumento de capital es el «... acto mediante el cual, con ajuste a la ley y a los estatutos
societarios, una empresa social comercial aumenta su capital societario. Esto puede lograrse por
distintos procedimientos: a) mediante nuevos aportes de los socios o de terceros que
integrarán, según el tipo societario, la misma u otra sociedad; b) por capitalización de
reservas; c) por conversión de obligaciones en acciones; d) por emisión de acciones; etcétera.
1. Expresar en la convocatoria de la junta general, con claridad y precisión, ÍH| los asuntos
cuya modificación se someterá a la junta.
2. Que el acuerdo se adopte de conformidad con los artículos 126 y 127, dejando a salvo lo
establecido en el artículo 120. [El art. 126 de la L.G.S. trata acerca del quorum calificado
para la adopción de acuerdos en la junta general de accionistas. El art. 127 de la L.G.S.
versa sobre la adopción de acuerdos en la junta general de accionistas. Finalmente, el art.
120 de la L.G.S. norma lo atinente a la junta universal de accionistas].
Con los mismos requisitos la junta general puede acordar delegar en el directorio o la gerencia la
facultad de modificar determinados artículos en términos y circunstancias expresamente
señaladas».
Por último, en relación a los requisitos exigibles para el aumento de capital, debe tenerse en
consideración que, conforme lo dispone el artículo 204 de la Ley General de Sociedades, para el
aumento de capital por nuevos aportes o por la capitalización de créditos contra la sociedad es
requisito previo que la totalidad de las acciones suscritas, cualquiera sea la clase a la que
pertenezcan, estén totalmente pagadas.
No será exigible este requisito cuando existan dividendos a cargo de accionistas morosos contra
quienes esté en proceso la sociedad y en los otros casos que prevé esta ley (...)
Generalidades
La reducción del capital social «... significa disminuir la cifra del capital nominal que figura en
los estatutos en virtud de una resolución de asamblea | extraordinaria. Los motivos pueden ser
varios; pero generalmente se procura; mediante dicha operación adecuar la cifra de capital con la
realidad patrimonial y de la sociedad, a fin, principalmente, de evitar el engaño de terceros»
(Fariña, 1979, Parte Especial II-B: p 275).
Hundskopf afirma que son causales de la reducción del capital las siguientes: «... En primer
lugar la reducción de capital que se deriva de una valorización excesiva de los aportes no
dinerarios (...); en segundo lugar la reducción de capital, que se tiene que hacer para anular las
acciones de los socios morosos en el pago de sus dividendos pasivos, cuando no es posible
enajenarlas a favor de los accionistas o de terceros (...); en tercer lugar la reducción de capital
que (...) se debe llevar a cabo cuando la sociedad adquiere sus propias acciones con cargo a
capital social, únicamente para amortizarlas; dicha reducción implica la anulación posterior de
las acciones. En cuarto lugar, la causal de reducción obligatoria por efecto de las pérdidas si
hubiere transcurrido un ejercicio sin haberse superado, (...) y por último, la reducción de capital
voluntaria, mal denominada devolución de aportes y que implica compensar a los accionistas con
el contravalor de las acciones ya sea en dinero o con la adjudicación de activos de la sociedad»
(Hundskopf, 1994, Tomo II: p 100).
Sobre el particular, León Batardón expresa que varias circunstancias diferentes pueden hacer
necesaria una reducción del capital:
4. La sociedad quiere reducir a su valor real aportaciones cuya estimación inicial fue
exagerada.
5. La reducción tiene por objeto preparar una ampliación de capital» (León Batardon, 1970:
p 348).
Para Alegría, la reducción del capital puede obedecer a varias causas, a saber:
c) Depuración del activo. Ocurre cuando diversos bienes de la sociedad pierden el valor que
tienen asignado.
Para asignarles el verdadero se impone la reducción del capital para hacerlo acercar al
patrimonio (...).
En este caso sus acciones son anuladas y se reduce el monto del capital.
g) Defecto de suscripción. La sociedad que no logra suscribir todo su capital, decide reducirlo
hasta lo suscrito.
i) Conversión de capital oro a papel. Puede suceder que ocurran diferencias de cotización del
valor oro que obliguen a reducir el capital, cuando se lo vuelca a papel.
k) Ejercicio del derecho de receso (...). Si las acciones no son inmediatamente suscritas otra
vez, debe reducirse el capital» (Alegría, 1963: pp 49-50).
Tal como lo indica el artículo 215 de la Ley General de Sociedades, la reducción del capital de la
sociedad anónima se acuerda por junta general de accionistas, cumpliendo los requisitos
establecidos para la modificación del estatuto, consta en escritura pública y se inscribe en el
Registro. En consecuencia, debe tenerse presente lo dispuesto en el artículo 198 de la
mencionada ley, numeral que versa acerca de los requisitos de la modificación del estatuto de
este modo:
1. Expresar en la convocatoria de la junta general, con claridad y precisión, los asuntos cuya
modificación se someterá a la junta.
2. Que el acuerdo se adopte de conformidad con los artículos 126 y 127, dejando a salvo lo
establecido en el artículo 120. [El art. 126 de la L.G.S. trata acerca del quórum calificado
para la adopción de acuerdos en la junta general de accionistas.
El art. 127 de la L.G.S. versa sobre la adopción de acuerdos en la junta general de accionistas.
Finalmente, el art. 120 de la L.G.S. norma lo atinente a la junta universal de accionistas]. Con los
mismos requisitos la junta general puede acordar delegar en el directorio o la gerencia la facultad
de modificar determinados artículos en términos y circunstancias expresamente señaladas».
Por último, en relación a los requisitos de la reducción del capital debe tenerse presente lo
normado en el artículo 217 de la Ley General de Sociedades, precepto legal que regula las
formalidades exigibles para la realización de la reducción del capital de la sociedad anónima, en
estos términos: El acuerdo de reducción del capital debe expresar la cifra en que se reduce el
capital, la forma cómo se realiza, los recursos con cargo a los cuales se efectúa y el
procedimiento mediante el cual se lleva a cabo. La reducción debe afectar a todos los accionistas
a prorrata de su participación en el capital sin modificar su porcentaje accionario o por sorteo que
se debe aplicar por igual a todos los accionistas. Cuando se acuerde una afectación distinta, ella
debe ser decidida por unanimidad de las acciones suscritas con derecho a voto.
El acuerdo de reducción debe publicarse por tres veces con intervalos de cinco días.