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21 DE SEPTIEMBRE DE 2008

DOMINGO 25 DEL TIEMPO ORDINARIO


TEXTO: MATEO 20, 1-16
“Así, los últimos serán los primeros y los primeros últimos” (20,16)

1. INVOCACION AL ESPIRITU SANTO


Oh Dios, que has instruido a tus fieles, iluminando sus corazones con la luz del Espíritu Santo, concédenos
que guiados por este mismo Espíritu, saboreemos el bien y gocemos siempre de su consuelo. Envía tu
espíritu y será una nueva creación y renovarás la faz de la tierra. Amén

2. LECTURA (Qué dice el texto?)


A. Proclamación y silencio
B. Reconstrucción del texto
Si es posible, alguna persona puede relatar el texto de memoria, también se puede transcribir el texto,
permitiendo que se tenga una experiencia de lo que Dios quiere para cada uno. Otro medio para
profundizar y entender mejor, es utilizar las siguientes preguntas:
- ¿A quién se parece el Reino de los Cielos?
- ¿Cuánto tiempo trabajaron los distintos grupos en la viña?
- ¿Por qué el último grupo quedó todo el día sin hacer nada?
- ¿Cuánto salario recibió cada uno?
- ¿Quiénes protestaban y por qué? ¿Qué respondió el propietario a la protesta?
- ¿Qué pasará con los últimos y con los primeros?

C. Ubicación del texto


El evangelista ubica la parábola de los obreros de la viña en los hechos narrados en la segunda parte
del Evangelio y es un recurso utilizado por Jesús para explicar cómo Dios, admite en su Reino a los que
han llegado tarde, como los pecadores y paganos.

D. Algunos elementos para comprender el texto:


 Paralelos:
Leer: Lv 19,13; Dt 24, 14-15; Rm 9, 19-21; Mt. 19, 30 Comentar.

 Ideas fundamentales:
A los judíos, miembros del pueblo elegido, no les era fácil imaginar que Dios pudiese asociar
también a otros pueblos a su alianza. Y hasta algunos cristianos de origen judío, no podían
entender que los paganos, venidos más tarde, tuvieran en la Iglesia la misma situación y los
mismos derechos que ellos. Su actitud está reflejada en la queja de los obreros de la primera hora,
que se sienten discriminados al recibir lo mismo que los contratados más tarde. La parábola,
originalmente se dirige a los cristianos de origen judío, y les invita a cambiar de mentalidad. Pero,
por supuesto, se dirige también a todos aquellos que se sienten con más derechos y se ponen
celosos porque otros reciben el mismo trato que ellos.

Esta parábola se refiere a la recompensa que pueden esperar los que dejan todo para seguir a
Jesús. El Señor había dicho que la recompensa es la vida eterna y será siempre pura gracia, un
don, un regalo gratuito. El premio se debe únicamente a la bondad de Dios. La recompensa que
Dios dará no es fruto de los propios esfuerzos, todo lo que se es y se tiene, no es resultado de
méritos propios, sino es puro regalo de Dios: la vida, la salud, la fuerza para trabajar y, ante todo, la
fe cristiana.

En la parábola el propietario da el mismo salario a todos, a pesar de que han trabajado horas
distintas. Todos recibieron un denario, una moneda de plata, tanto los que trabajaron mucho como
los que trabajaron poco. Lo que Dios ofrece a todos es la felicidad del Cielo.

Lo importante no es la cantidad de cosas que se hagan sino obedecer en el momento en que el


Señor llama a trabajar en su viña, es decir: en su Iglesia. Dios es libre de llamar a cada uno en la
etapa de la vida que El quiere.
Nadie tiene que sentirse más o menos que otro por lo que hace en la Iglesia, lo único que importa
es que cada uno haga todo y bien lo que el Señor le pide, sin compararse con los demás ni ponerse
envidioso porque el otro trabaja menos o brilla más. Compararse con los otros puede tener
consecuencias muy negativas. Lo decisivo no es si se brilla más que los otros, o menos, sino que
será más feliz el que sepa amar más, aunque el servicio que se cumple no arranque ningún aplauso

En la historia de Salvación los primeros fueron los miembros del pueblo elegido, muchos de ellos,
particularmente muchos fariseos, se creían con especiales privilegios ante Dios, pero Jesús abrió la
puerta del Reino de Dios a los pecadores y paganos.

Como en la parábola del “hijo prodigo”, el hermano mayor se niega a compartir la alegría del Padre
y de su hermano menor, también aquí los obreros de las primeras horas, por la insistencia en sus
méritos y por su envidia, se convierten en últimos. El cristiano de verdad se alegra por la bondad
infinita de Dios que acoge también al que se arrepiente en el último segundo, como el “buen
ladrón”, crucificado al lado de Jesús.

3. MEDITACION (Qué me dice el texto?)


Este texto nos ayuda a comprender que nunca es tarde para volverse a Dios, ni para ponerse a trabajar
para que los demás se encuentren con El, especialmente en la Iglesia.
- ¿Soy consciente que aún es tiempo de convertirme?
- ¿Considero que todavía puedo ayudar a muchos para que se vuelvan a Dios?
- ¿Qué actitud tomo cuando alguien que parece llegar a última hora, se transforma en discípulo fervoroso
de Jesús?
- ¿Comparto mi experiencia de católico practicante para que otros entren a la Iglesia?
- ¿Me siento llamado por Dios a pesar de mis debilidades?

4. ORACION (¿Qué me hace decir el texto?)


Elevar plegarias confiadas a Dios agradeciéndole el llamado que nos ha hecho como discípulos en
cualquier momento y por la gracia que nos da para responderle y pidámosle el don de ser medios para que
otros, aunque sea a última hora, dirijan sus vidas a Jesús

5. CONTEMPLACION (A qué me compromete el texto?)


Detenerse en un momento de reflexión a admirar a Jesucristo que hoy nos sigue llamando a distintas horas
para que seamos discípulos auténticos dentro de la Iglesia, colaborando en la Evangelización y ayudando a
otros a que entren en ella, por lo tanto, a qué me compromete el texto en la comunidad cristiana donde
vivo?

CANTO: QUE DETALLE (MPC No. 360 )


28 DE SEPTIEMBRE DE 2008
DOMINGO 26 DEL TIEMPO ORDINARIO
TEXTO: MATEO 21, 28-32
“En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios” (21,
31)

1. INVOCACION AL ESPIRITU SANTO


¡Oh Espíritu Creador!. Ven, visita nuestras mentes; llena de gracias las almas de quienes Tú mismo has
creado. Tú eres nuestro Paráclito, don del altísimo Dios, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Nuestros sentidos ilumina, en nuestros corazones infunde tu amor. Amén.

2. LECTURA (Qué dice el texto?)


A. Proclamación y silencio
B. Reconstrucción del texto
Si es posible, alguna persona puede relatar el texto de memoria, también se puede transcribir el texto,
permitiendo que se tenga una experiencia de lo que Dios quiere para cada uno. Otro medio para
profundizar y entender mejor, es utilizar las siguientes preguntas:
- ¿A quiénes pide Jesús su parecer? (ver v.23)
- ¿Qué pidió un hombre al primero de sus dos hijos? ¿Cuándo y adónde debió irse a trabajar?
¿Cómo reaccionó ese hijo?
- ¿Qué le pidió el padre al segundo hijo? ¿Cómo reaccionó este último? ¿Cómo lo llama a su
padre?
- Según la explicación que Jesús da de la parábola, ¿a quiénes representa el primer hijo y el
segundo respectivamente?
- ¡Por qué los publicanos y las prostitutas llegan antes que los sumos sacerdotes y los ancianos del
pueblo al Reino de Dios?

C. Ubicación del texto


En este texto, el Evangelista continúa describiendo la doctrina de Jesús acerca de la “próxima venida
del Reino de los Cielos”. Utilizando el género literario de comparación, Jesús expone su mensaje
doctrinal por medio de la parábola sobre la actitud que toman los hijos frente a la orden del Padre.

D. Algunos elementos para comprender el texto


- Paralelos:
Leer: Lc 15; 11ss; Lc 18, 9-14; Lc 7, 29-30; Pr 8,20; Lc 7, 37-50; Mt 19, 1-10. Comentar.

- Ideas fundamentales
En el Evangelio, Jesús habla de dos actitudes bien diferentes ante la invitación de Dios Padre a
trabajar en su viña, es decir en su Reino. Los unos no aceptan la invitación al principio, pero luego
se arrepienten y cumplen; los otros dicen en seguida que sí, pero después no hacen nada, así que
no se trata de una comparación simple entre buenos y malos, sino entre los que dicen que son
buenos, pero no lo son, y los que habiendo sido rebeldes, después han cambiado la vida.

En la parábola, los dos hijos, el uno aparentemente desobediente y el otro obediente, acaban
haciendo lo contrario de lo que habían dicho, enseña que los que piensan ser buenos no tienen
comprado ya el cielo, y los que obran mal no están ya condenados. Mientras se viva en este
mundo, se puede cambiar, ¡ojalá para mejor!.

En estos dos hijos, se representa, por un lado, a los pecadores: los publicanos y las prostitutas; por
otro, a los sumos sacerdotes y senadores del pueblo judío. Los publicanos eran los encargados de
cobrar los impuestos a los judíos para los romanos, que con sus tropas ocupaban el país. Solían
aprovechar la oportunidad para asegurarse un alto porcentaje para sí mismos, extorsionando
muchas veces a la gente. Fueron colaboradores del enemigo romano tan odiado. También estaban
las prostitutas, siempre utilizadas y siempre aborrecidas por los mismos que las utilizan.

No fueron los que parecían ser los más piadosos los que respondieron al llamado de la conversión.
En el Evangelio tenemos varios relatos de conversiones de gente tenidos de muy baja categoría,
pero que al encontrarse con Jesús abandonaron su mala vida, por ejemplo: Zaqueo, la mujer
pecadora, el “buen ladrón”; todos ellos no entran al Reino por ser pecadores, sino porque se han
convertido a Dios.

Los sumos sacerdotes judíos y los ancianos del pueblo fueron los más representativos de los que
decían que cumplían y querían cumplir con la voluntad de Dios, pero no hicieron caso ni a San Juan
Bautista, ni al mismo Jesús. En vez de seguirlo, se le opusieron, y algunos llegaron a ser los
responsables de su crucifixión.

Jesús les hace decir a los que se creían muy piadosos, que ellos son los hijos desobedientes, y los
compara con las personas que eran consideradas del más bajo nivel; les hace ver que los
pecadores más grandes se convirtieron en la primera oportunidad que tuvieron, en cambio, ellos
tuvieron dos oportunidades: la predicación y el ejemplo, y no supieron aprovechar ninguna de las
dos.

Hay una gran tentación: la de creerse muy religioso, casi ya santo. Los que se creen ya perfectos
piensan que el llamado al cambio de vida está dicho para los demás, y como no advierten sus
propios defectos, o los justifican en seguida, tampoco intentan llegar a ser mejores.

3. MEDITACION (Qué me dice el texto?)


El Señor Jesús, por medio de este texto nos hace un llamado urgente a cumplir la voluntad de Dios, con
una conversión sincera, con base en hechos y no en promesas que muchas veces no se cumplen.
- ¿Me parezco a veces a uno de esos dos hijos? ¿cuándo y por qué?, o ¿Me siento hijo modelo del
Padre?
- Mi propósito de cumplir la voluntad de Dios, ¿queda en bellas palabras? o, ¿paso a los hechos?
- ¿Dónde y cuándo debo realizar esos hechos?
- ¿Me fijo solamente en las apariencias?

4. ORACION (Qué me hace decir el texto?)


Dar gracias y alabar a Dios por la posibilidad que nos ha dado de cumplir su voluntad y pedirle que seamos
constantes en la vivencia de un proceso serio de conversión, dejando el hombre viejo del pecado y
resucitando a una vida de gracia.

5. CONTEMPLACION (A qué me compromete el texto?)


Reflexionar con fe contemplando a Dios Padre que hoy nuevamente nos está invitando a nosotros, sus
hijos, a trabajar en su viña que es la Iglesia, respuesta que exige más hechos que buenas intenciones, por
tanto, a qué me compromete el texto en la evangelización de mi comunidad parroquial o en el ambiente en
el que trabajo?

CANTO: NO HAY DIOS (M.P.C. No.316 )


5 DE OCTUBRE DE 2008
DOMINGO 27 DEL TIEMPO ORDINARIO
TEXTO: MATEO 21, 33-43
“Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos” (21,43)

1. INVOCACION AL ESPIRITU SANTO


Espíritu Santo, ven y renueva la faz de la tierra, ilumina nuestras almas con tu luz, imprime tu ley en
nuestros corazones, inflámanos con el fuego de tu amor, vuelca en nosotros el tesoro de tus gracias,
enséñanos a orar bien. Amén

2. LECTURA (Qué dice el texto?)


A. Proclamación y silencio
B. Reconstrucción del texto
Si es posible, alguna persona puede relatar el texto de memoria, también se puede transcribir el texto,
permitiendo que se tenga una experiencia de lo que Dios quiere para cada uno. Otro medio para
profundizar y entender mejor, es utilizar las siguientes preguntas:
- Cuáles son los personajes y situaciones de la parábola de los viñadores homicidas?
- ¿A quiénes pide Jesús su parecer sobre qué hará el propietario de la viña con los viñadores
homicidas? (ver v. 45). ¿Qué contestaron?
- ¿A quiénes será quitado el Reino de Dios? ¿Por qué? y, ¿a quiénes será entregado? ¿Para qué?

C. Ubicación del texto


El texto de este domingo pertenece a la quinta parte del Evangelio donde se narran diversos hechos
referentes a la próxima venida del Reino de los Cielos. Jesús utiliza el género literario de las parábolas
para dar a conocer su mensaje. Ya les había comentado la parábola de los hijos (11, 28-32).

D. Algunos elementos para comprender el texto


- Paralelos
Leer: Mc 12, 1-12; 2R 9, 17-24; Nm 22, 14-15.37; 2Cro 24,19; Ne 9,6; 1Jn 4,9; Ga 3,16; Hb
1,2; Sal 118, 22-23. Comentar.

- Ideas fundamentales
Dios ha rodeado con tanto amor a su pueblo elegido a lo largo de la historia, y sin embargo éste no
ha sabido corresponder de igual manera.

La parábola del Evangelio según San Mateo hace una acusación contra los viñadores. En aquella
época los grandes latifundios se alquilaban a los trabajadores a cambio de una parte de los frutos.
Los viñadores son los jefes del pueblo, que han rechazado reiteradamente a los enviados de Dios,
los profetas, apedreándolos y matándolos. Como queda claro en el versículo 45, los sumos
sacerdotes judíos y los fariseos entienden que la parábola se refiere a ellos y no al pueblo.

Por último el propietario, es decir Dios Padre, envía a quien piensa que merecerá más respeto, su
propio Hijo Jesucristo, pero esto excita más los instintos criminales de los viñadores. En vez de
cuidar la viña, pretenden quedarse con la propiedad. Según una norma del antiguo derecho, una
propiedad pasaba a ser del arrendatario si el propietario moría sin tener herederos; los viñadores
matan al hijo calculando que de esta manera ellos llegarían a ser dueños de la viña.

En la parábola, Jesús induce a los sumos sacerdotes y a los fariseos que se dicten su propia
condena: que se aplique la pena de muerte a los criminales y que se entregue la viña a otra gente
más honesta. Jesús parece aludir a la entonces próxima destrucción de la ciudad de Jerusalén y al
anuncio del Reino de Dios a los pueblos paganos. Ellos han rechazado a Jesús y están a punto de
matarlo, sin embargo, en el plan de Dios, ese mismo Jesús será la piedra angular de la nueva
construcción que Dios va a realizar.
La pregunta: “Qué hará el dueño de la viña cuando vuelva?” encontró pronto una respuesta en dos
acontecimientos: la Resurrección de Jesús y el nacimiento de la Iglesia cristiana. Los nuevos
viñadores son, en general, los cristianos, aquellos que viven las Bienaventuranzas del Sermón de la
Montaña.
Los hechos narrados en la Biblia son profecías que arrojan luz al presente. Así la infidelidad de los
que eran los distinguidos del pueblo de entonces, es figura de la infidelidad en la que pueden caer
los más distinguidos del pueblo cristiano hoy.

3. MEDITACION (Qué me dice el texto?)


Como nuevo pueblo de Dios, nosotros estamos bajo el juicio de Dios: Todo depende si nos entregamos en
la administración correcta de la viña que es la Iglesia, dando fruto de la fe y, ante todo, del amor fraterno, en
el momento oportuno.
- Soy consciente que soy “un labrador” de la viña?
- ¿Qué frutos entrego al Señor “a su debido tiempo”?
- ¿No hemos respondido al llamado que Dios nos hace por nuestra falta de interés?
- ¿Cuidamos y compartimos los dones que el Señor nos ha dado? ¿cómo los administramos?.

4. ORACION (Que me hace decir el texto?)


Demos gracias a Dios por habernos llamado a ser administradores de la Iglesia, comenzando por nuestra
familia y parroquia y por darnos la posibilidad de dar frutos de fe, amor y paz. También presentemos
nuestras súplicas, pidiéndole que nos de la gracia de ser labradores fieles a su viña.

5. CONTEMPLACION (A qué me compromete el texto?)


En un momento, reconocer a Jesús que hoy nuevamente nos confía el cuidado de su Iglesia, administrando
correctamente los bienes que Dios nos ha dado en ella, dando frutos de fe, esperanza y caridad. Por tanto,
a qué me compromete el texto en la comunidad donde vivo?

CANTO: EL VIÑADOR (M.P.C. No. 162)


12 DE OCTUBRE DE 2008
DOMINGO 28 DEL TIEMPO ORDINARIO
TEXTO: MATEO 22, 1-14
“Porque muchos son los llamados, mas pocos los escogidos” (22, 14)

1. INVOCACION AL ESPIRITU SANTO


Eterno Padre, en nombre de Jesús Cristo y por la intercesión de María Virgen Inmaculada, envíanos el
Espíritu Santo. Espíritu Santo, Dios de infinita caridad, danos tu santo amor, conviértenos, disipa nuestra
ignorancia, santifica nuestra alma y comunícate a nuestro corazón. Amén.

2. LECTURA (Qué dice el texto?)


A. Proclamación y silencio
B. Reconstrucción del texto
Si es posible, alguna persona puede relatar el texto de memoria, también se puede transcribir el texto,
permitiendo que se tenga una experiencia de lo que Dios quiere para cada uno. Otro medio para
profundizar y entender mejor, es utilizar las siguientes preguntas:
- A qué se parece el Reino de Dios? ¿De quién celebraba el rey las bodas
- ¿A cuántos grupos de servidores envió el rey para invitar a la gente?
- ¿Cuántas veces envió el rey al segundo grupo de servidores
- ¿A quiénes debían invitar cada vez? ¿Cómo reaccionaron los invitados cada vez a la invitación? ¿Qué
hicieron con los servidores? ¿Qué hizo el rey con los que no aceptaron la invitación?
- ¿De qué clase de gente se llenó finalmente el salón de fiesta? ¿Qué le preguntó el rey a un hombre
que no tenía traje de fiesta? ¿Cómo reaccionó ese hombre? ¿Qué hizo entonces el rey con el hombre
sin traje de fiesta?
- ¿Todos los invitados, o llamados, son elegidos?

C. Ubicación del texto


En este texto continúa la confrontación de Jesús con la ciudad y los poderosos que, encubiertos por
ella, explotan, dominan y mantienen al pueblo sometido a sus intereses. Jesús continúa en el Templo y
sigue hablando contra las mayores autoridades (sumos sacerdotes y ancianos). Habla delante del
pueblo, lo cual garantiza el desenmascaramiento total. Después de la violenta parábola de los
viñadores asesinos, El cuenta ahora la del banquete nupcial.

D. Algunos elementos para comprender el texto


- Paralelos
Leer: Pr 9, 1-6; Mt 21, 34-35; Ap. 19,7-8; Mt 8,12; Mt 13,38. 47ss. Comentar.

- Ideas fundamentales
Para muchos la invitación de Dios perturba sus planes y proyectos, les interesa más su trabajo y su
negocio. No creen solamente que pueden arreglárselas muy bien también sin Dios, sino que se han
creado sus propios dioses: dinero, fama, carrera, poder, placer a toda costa.

Estamos frente al misterio del Amor de Dios, El quiere que todos se salven, invita a todos, pero no
obliga a nadie.

Ya el profeta Isaías había imaginado que Dios “ofrecerá a todos los pueblos un banquete de
manjares suculentos, un banquete de vinos añejados” (Is 25,6). El banquete y las bodas son
expresiones que describen la felicidad de los últimos tiempos, cuando Dios haga la alianza definitiva
con su pueblo, y se comience a gozar de la paz y de la alegría sin fin.

En este banquete, primero los invitados se niegan a participar, ni siquiera consideran necesario
disculparse, piensan que tienen algo más importante que hacer, hasta maltratan y matan a los que
traen la invitación a la fiesta.

El rey que celebra las bodas de su hijo, es Dios Padre que invita a participar en la fiesta de su Hijo
Jesucristo. El primer grupo de servidores alude a los profetas de la Antigua Alianza que tantas
veces predicaron el mensaje de Dios sin encontrar eco; el segundo grupo de los servidores son los
Apóstoles cristianos, son enviados dos veces, y a dos grupos distintos: A la gente de la ciudad, es
decir a Jerusalén. La primera invitación a entrar en la sala de fiesta, a la Iglesia de Jesucristo, se
hizo a los judíos, pero la mayoría de ellos no la tuvieron en cuenta; al contrario, comenzaron a
perseguir a los cristianos, asesinándolos. El incendio y la destrucción de su capital Jerusalén, a
mano de tropas romanas, en el año 70, se interpretan como un castigo de Dios por todo eso.

La segunda invitación se dirige a quienes no habían sido invitados en el primer momento. Este
llamado a la gente de “los cruces de los caminos” alude sin duda a la entrada de los paganos a la
Iglesia, después de que Israel rechazó la invitación al Evangelio. Mateo sabía por propia
experiencia que la predicación del Evangelio fue mejor acogida entre los paganos que entre los
judíos.

Pero no es suficiente con haber aceptado la invitación. Por eso la parábola del comensal sin traje
de fiesta advierte a todos que nadie tiene ya asegurada la salvación. La pertenencia exterior a la
Iglesia no es suficiente para escaparse del juicio de Dios.

Es cierto que Dios ha llamado a todos a participar en el banquete del Reino, pero sólo serán
admitidos aquellos que llevan el traje apropiado, es decir: viven según su dignidad cristiana.

3. MEDITACION (Qué me dice el texto?)


Dios nos ha llamado a todos a participar en el banquete de su Reino, pero solo serán admitidos los que
viven su dignidad cristiana. Es necesario un estilo de vida que ponga en práctica las enseñanzas de Jesús.
No es suficiente haber sido bautizados. Es necesario vivir como bautizados.

- ¿Me siento invitado a hacer parte de la Iglesia Católica?


- ¿Participo con alegría del banquete eucarístico dominical?
- ¿Ayudo para que otros se sientan invitados a entrar a la Iglesia Católica?
- ¿Es más importante la invitación de Dios, o mis intereses personales?
- ¿Cómo vivo mi misión de bautizado?
- ¿Hay unidad entre lo que creo y lo que vivo?

4. ORACION (Que me hace decir el texto?)


Elevar una plegaria agradecida al Señor porque nos ha llamado a hacer parte de su iglesia, por medio del
Bautismo y la participación en el banquete de la Palabra y de la Eucaristía y pidámosle la gracia de una
coherencia de vida en que la parte espiritual coordine nuestras decisiones y actitudes.

5. CONTEMPLACION (A qué me compromete el texto?)


Reconocer en silencio, la presencia de Jesucristo que hoy nos sigue llamando a participar de su Banquete
en la iglesia, teniendo en cuenta que nuestra respuesta exige una vivencia de los principios evangélicos,
por tanto: A qué me compromete el texto personalmente, en mi familia y en la parroquia?

CANTO: TU NOS INVITAS JESÚS (M.P.C. No. 433)

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