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PARA EL CATEQUISTA

FICHA
1
QUÉ BUSCAMOS LOGRAR EN
ESTA SESIÓN
DIOS SALE A NUESTRO ENCUENTRO Y NOS

Explicar lo que significa el proceso de


preparación para la confirmación y
constituir la comunidad.
HABLA…

REFERENCIAS BÍBLICAS Y FUNDAMENTOS:


✓ 1R 19, 1-13
✓ Mc 3, 13-19
✓ Catecismo 1229.1231
✓ Youcat de la confirmación.(ver anexo)
✓ Carta Benedicto XVI sobre la
confirmación.(ver anexo)
✓ Carta motivacional del obispo.
✓ Programa de Catequesis de Confirmación.
En esta primera reunión los/las invitamos a iniciar
juntos un camino para descubrir el don que Dios
quiere manifestarnos.
Dios nos hace participar de su Vida y de su amor,
de la cual surge como respuesta nuestro deseo de
confirmarnos, es decir, de acoger la Vida que Él
nos quiere regalar.

Queremos poder compartir nuestras experiencias,


reflexiones e inquietudes y para eso es muy
importante que todos se sientan invitados a
participar y construir juntos este camino.

Leer juntos la carta motivacional del obispo (ver


anexo) y/o la carta de Benedicto XVI sobre el don
de la confirmación (ver anexo).
ACTIVIDADES SUGERIDAS

Hacer una dinámica de presentación donde cada uno cuente su nombre,


edad, curso, su familia, lo que más le gusta hacer y que elija un emoticón
(ver anexo) que mejor refleja cómo se siente al iniciar este proceso, y que
explique por qué lo elige.

Preguntar a los jóvenes qué esperan de este proceso, qué les gustaría encontrar aquí y
qué inquietudes tienen, por qué creen que es importante prepararse. Pueden dibujar
una gran mochila en una cartulina, como imagen de este camino que hoy iniciamos
juntos, e invitar a que cada uno vaya poniendo dentro de ella lo que quiere entregar y
llevar consigo (por ejemplo: alegría, compromiso, ganas de aprender, etc)

Entregar tarjeta “¿Quién soy?” con preguntas para compartir y profundizar en la


presentación personal de cada uno. (ver anexo)

Dinámica del “reloj”: los miembros del grupo arman “citas” en distintos horarios con
diferentes personas. Por ejemplo yo me junto con alguien a las 8:00, con otra persona
a las 12:00 y así se completa el reloj. Cuando todos lo completan con las citas, el
animador dice una hora al azar, por ejemplo las 8:00 y esa pareja se junta y responde
la pregunta correspondiente a las 8:00. (ver anexo)
PROGRAMA PREPARACIÓN PARA LA
CONFIRMACIÓN
VICARIATO DE AYSÉN
Los sacramentos de la iniciación El Sacramento del Bautismo
extracto Youcat

¿Qué es el Bautismo?

El Bautismo es el camino que lleva desde el reino de la muerte a la Vida; la puerta de entrada a
la Iglesia y el comienzo de una comunión permanente con Dios.

El Bautismo es el Sacramento fundamental y la condición previa de todos los demás sacramentos.


Nos une a Jesucristo, nos introduce en su muerte salvífica en la Cruz, y por ello nos libera del
poder del pecado original y de todos los pecados personales y nos permite resucitar con él a una
vida sin fin. Puesto que el Bautismo es una alianza con Dios, elhombre debe dar su «sí» a Dios. En
el bautismo de niños los padres confiesan la fe en representación de su hijo.

¿Por qué mantiene la Iglesia la práctica del Bautismo de niños?

La Iglesia mantiene desde tiempos inmemoriales el Bautismo de los niños.


Para ello hay una única razón: antes de que nosotros optemos por Dios,
Dios ya ha optado por nosotros. El Bautismo es, por tanto, una gracia, un
regalo inmerecido de Dios, que nos acepta incondicionalmente. Los padres
creyentes que quieren lo mejor para su hijo, quieren también el Bautismo,
en el cual el niño es arrancado del influjo del pecado original y del poder de
la muerte. El Bautismo de niños supone que los padres cristianos educan al
niño bautizado en la fe. Es una injusticia privar al niño del Bautismo por una
liberalidad mal entendida.

Lo mismo que no se puede privar al niño del amor, para que después
pueda él mismo decidirse por el amor, sería una injusticia si los padres
creyentes privaran a su hijo de la gracia de Dios recibida en el Bautismo. Así
como todo ser humano nace con la capacidad de hablar, pero debe
aprender a hablar, igualmente todo hombre nace con la capacidad de
creer, pero debe aprender a conocer la fe. No obstante, no se puede
imponer el Bautismo a nadie. Si se recibe el Bautismo de niño, hay que
«ratificarlo» después personalmente a lo largo de la vida; es decir, hay que
decir «sí» al Bautismo para que éste dé fruto.

¿Qué es la Confirmación?
imposición de las manos y la unción con el Crisma pide el Espíritu de Dios, recibe la fuerza de ser
testigo del amor y del poder de Dios con sus palabras y obras. Es entonces un miembro pleno y
responsable de la Iglesia católica.

Cuando un entrenador manda salir al campo a un futbolista, le pone la mano en el hombro y le da


sus últimas instrucciones. Así se puede entender también la Confirmación. Entramos en el campo
de la vida. Se nos imponen las manos. Por el Espíritu Santo sabemos lo que debemos hacer. Nos ha
motivado profundamente. Su envío resuena en nuestros oídos. Sentimos su ayuda. No queremos
decepcionar la confianza que ha puesto en nosotros y vamos a ganar el partido para él. Sólo
tenemos que querer y escucharle.

¿Qué sucede en la Confirmación?

En la Confirmación el alma de un cristiano bautizado queda marcada con un


sello indeleble que sólo se puede recibir una vez y que marca a esta persona
para siempre como cristiano. El don del Espíritu Santo es la fuerza de lo alto en
la que esta persona realiza la gracia de su Bautismo a través de su vida y es
«testigo» de Cristo.

Confirmarse quiere decir hacer un «contrato» con Dios. El


confirmando dice: Sí, Dios mío, creo en ti. Dame el Espíritu
Santo para pertenecerte totalmente, para no separarme
nunca de ti y para dar testimonio de ti toda mi vida en cuerpo
y alma, con hechos y palabras, en los días buenos y en los
días malos. Y Dios dice: Sí, hijo mío, yo también creo en ti, y
te concederé mi Espíritu, me doy yo mismo. Te perteneceré
totalmente. No me separaré de ti nunca, ni en esta vida ni en
la eterna. Estaré en tu cuerpo y en tu alma, en tus hechos y
palabras. Incluso cuando tú me olvides, yo estaré ahí, tanto
en los días buenos como en los malos.
EL DON DE LA CONFIRMACIÓN BENEDICTO XVI
La Confirmación es la plenitud del Bautismo. Esto es precisamente lo que,
en sentido propio, significa la palabra “confirmación”: ratificación. Lo que
se nos ha regalado en el bautismo solo nos pertenece una vez que
nosotros mismos lo hemos aceptado. La confirmación es la aceptación de
ese don.
La Confirmación, como todo Sacramento, no es obra de los hombres, sino
de Dios, el cual cuida de nuestra vida para plasmarnos a imagen de su Hijo,
para hacernos capaces de amar como Él. Él lo hace infundiendo en
nosotros su Espíritu Santo, cuya acción impregna a toda la persona y toda
la vida Cuando acogemos el Espíritu Santo en nuestro corazón y lo dejamos
actuar, Cristo mismo se hace presente en nosotros y toma forma en
nuestra vida. A través de nosotros será el mismo Cristo quien rece, quien
perdone, quien infunda esperanza y consuelo, quien sirva a los hermanos,
quien se haga cercano a los necesitados y a los últimos, a crear comunión,
a sembrar paz.

La Confirmación recuerda la conclusión de la Alianza de Dios con Israel en


el Sinaí. Allí, Dios puso a Israel ante esta elección: “Te pongo delante vida y
muerte… Elige, pues, la vida para que vivas” (Dt 30,19). La confirmación es
vuestro Sinaí. El Señor se halla ante vosotros y os dice: ¡Elige la vida! Cada
uno de nosotros desea vivir, desea sacar el máximo partido de la vida,
desea obtener provecho de lo que la vida le ofrece. ¡Elige la vida! Y solo
hemos elegidos realmente la vida cuando estamos en alianza con el que es
la vida misma.

En este sacramento cada uno es llamado por su propio nombre. Para Dios
cada uno tiene su propia cara, su propio nombre. Dios nos habla
personalmente. No somos ejemplares intercambiables de una
mercancía; somos amigos, conocidos, queridos, amados. Dios tiene su
propio plan para cada uno de nosotros. Nos quiere a cada uno de nosotros.
Nadie es superfluo, nadie es una mera casualidad. Cuando os llamen por
vuestro nombre, debería penetraros esto en el corazón. Dios me
quiere. ¿Qué quiere Él de mí?
El Señor pone su mano sobre nosotros. Somos suyos. La vida no me
pertenece simplemente a mí. Un día se me preguntaría: ¿Qué has hecho tú
con esta vida que Yo te he dado? Su mano está sobre mí… La imposición de
manos es también un gesto de ternura, de amistad. Si yo no puedo decir
nada más a un enfermo, porque está demasiado cansado, acaso porque
incluso está inconsciente, pero pongo la mano sobre él, él percibe una
proximidad que le ayuda. Él sabe: no estoy solo. La imposición de manos
indica también la ternura de Dios hacia nosotros. Mediante esta
imposición de manos yo sé que hay un amor que me lleva y del que
puedo fiarme incondicionalmente. Que hay un amor que me acompaña,
que nunca me engaña y que tampoco me deja caer en mis desmayos. Que
hay aquí alguien que me comprende, incluso cuando ningún otro quiere
entenderme. Alguien ha puesto su mano sobre mí: el Señor. La imposición
de manos que recibimos en la Confirmación es, en fin, un gesto de
protección. El Señor se hace responsable de mí. No me ahorra vientos ni
tormentas, pero me protege del verdadero mal del que con tanta
frecuencia olvidamos protegernos: me protege de la pérdida de la fe, de la
pérdida de Dios, a condición de que me confíe a Él y no escape de sus
manos. Es Cristo mismo quien nos toma de la mano, significa que Él nos
ofrece la vida, el Espíritu Santo. “Elige la vida”: Esto no es solo un mandato;
es, al mismo tiempo, un don. “Ahí está”, nos dice el Señor en el signo de la
Cruz que se nos hace con el óleo.

El camino conduce a ese Amor que nos abraza y que nos sostiene donde
nadie puede ya sostenernos. La fe es el más firme fundamento para la casa
de nuestra vida; y ella la conserva en buen estado incluso en un futuro que
nadie puede prever (cf. Mt 7,24-27).De esta manera, la Confirmación es
una promesa que se eleva hacia la eternidad. ¡Elige la vida! Amén.
PREGUNTAS RELOJ
1. ¿Qué te motiva a venir a la catequesis?
2. ¿Cuál es tu comida preferida?
3. ¿Qué es lo mejor de tu familia?
4. ¿Qué lugar del mundo te gustaría conocer y por qué?
5. ¿Cuál es tu cantante o grupo de música favorito?
6. ¿A qué le tienes miedo?
7. ¿Quién es Dios para ti?
8. ¿Cuál ha sido la peor vergüenza que has pasado?
9. ¿A qué persona admiras y por qué?
10. Si fueras un animal ¿cuál serías?
11. ¿Qué momento de alegría recuerdas?
12. ¿Cuál es tu película o serie favorita?

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