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Universidad a distancia Montemorelos.

Unión Mexicana del Sureste. Asociación Centro Tabasco,


Colegio Nicanor González Mendoza.
Alumno: Marcelo Gomez Navarro.
Si la verdadera educación consiste en el desarrollo armonioso de las facultades físicas,
mentales, morales, sociales, económicas y espirituales de un ser humano…
Si la verdadera educación es más que proseguir un curso de estudio en este planeta…
Si la verdadera educación es más que completar un currículum…
Si la verdadera educación consiste en preparar a un ser humano para servir en este mundo
y, también, prepararlo para un mundo feliz eterno aún desconocido…
Si la verdadera educación consiste en mostrar a Dios, en quien están escondidos los tesoros
de la sabiduría…

Entonces, se requiere que el docente adventista tenga un encuentro personal continuo con
la Inteligencia Poderosa e Invisible que obra en todas las cosas y por medio de ellas. “Vuelve
ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien” (Job 22:21) …

Entonces, se requiere que la mente del docente adventista esté en comunión con la mente
de Dios: lo finito con lo Infinito…
¡En esta comunión se halla la educación más elevada!
Soy Marcelo Gómez Navarro y como docente adventista asumo que en el principio fueron
creados los Cielos (incluída la Tierra) con un propósito amoroso y glorioso por un Dios
Soberano, según las Sagradas Escrituras. Creo en este Dios antiguo que es capaz de traer a
la existencia lo que no existía con el poder de su palabra. Él fue el Hacedor del primer
hombre que pisó la superficie de este planeta, después que habilitó el ornamento de la
Tierra, es decir, que creó la infraestructura para convertirla en una Zona Habitable.
Este primer Hombre fue creado a imagen y semejanza de su Creador. Estaba dotado de
facultades físicas, mentales y espirituales superiores, sólo un poco por debajo de la escala
angélica. Su primer escuela-hogar-santuario fue el jardín del Edén donde gozó del
elevadísimo privilegio de ser instruido por Dios mismo, comunicarse cara a cara con Él,
conocer los misterios del Universo y sus obligaciones y responsabilidades morales.
Creo que en los Cielos, en algún instante de la eternidad pasada surgió en la mente de un
ser angelical privilegiado la idea de oponerse al orden, a la armonía y al gobierno de Dios
(Job 38: 7). Convirtíéndose en el adversario, seduciendo a la población angelical e
incitándolos a la rebelión.
Este conflicto tiene alcance cósmico pero la Tierra se convirtió en el escenario donde se
protagoniza la lucha frontal entre los poderes del bien y del mal.
El hombre fue vencido por Satanás cuando codició lo que Dios había prohibido; cuando
desconfió de la sabiduría de Dios y cuando prefirió oír al engañador en vez de escuchar a
Aquel que es la Verdad. Echó a un lado la fe, la llave del conocimiento. El hombre perdió
todo y quedó separado de Dios.
El pecado aparta, debilita y destruye en el alma humana el deseo de buscar y conocer a
Dios.
La única esperanza de reconciliación de la raza humana caída es el plan de la redención. El
sacrificio expiatorio de Nuestro Señor Jesucristo es lo único que permite que se reanude la
comunión con Dios (2 Cor. 4: 6); que se vuelvan a abrir los tesoros de la sabiduría y se
obtenga una revelación más amplia y elevada del carácter de Dios.
En este sentido, el docente adventista juega un papel primordial ya que su principal
esfuerzo y propósito deben consistir en ayudar a los estudiantes a comprender los
principios del carácter de Dios “afirmados eternamente y para siempre” (Sal. 111: 8) y a
sostener una relación con Nuestro Señor Jesucristo (Col. 1: 19).

Creo firmemente que la verdadera educación y la redención son una misma cosa, pues tanto
en la educación como en la redención “nadie puede poner otro fundamento que el que está
puesto, el cual es Jesucristo” (1 Cor. 3: 11).
Trabajo en las asignaturas de Física y Matemáticas en los niveles de secundaria y
bachillerato. Pero me voy a referir específicamente a Física 1 que actualmente imparto en
el tercer semestre de bachillerato.
Al iniciar mi planeación, por ejemplo, de la secuencia: Introducción a la Física. Mi
cosmovisión siempre apunta a que el Hombre es un ser creado con un propósito, dotado
de muchas facultades semejantes a las de su Creador, como son salud, sentidos, emociones,
conciencia, inteligencia, raciocinio, creatividad, individualidad, voluntad y toma de
decisiones. Pero mi énfasis está en considerar al Hombre como una criatura, no un dios ni
un semi-dios.
Cosmovisión: “¿Dónde estabas tú cuando YO fundaba la Tierra? Házmelo saber, si tienes
inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre
qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas
del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?” Job 38: 4-7.

Al efectuar la introducción de la secuencia. Reafirmo la capacidad de asombro que tiene el


Hombre al percibir y observar los fenómenos que ocurren en la Naturaleza, que le activan
las antenas de la curiosidad, impulsándolo a buscar explicaciones, elaborar hipótesis,
experimentar, manipular variables, crear modelos físicos y matemáticos que representen
en forma inteligible los sistemas complejos en estudio, compartir sus investigaciones con
otros hombres igualmente ávidos de encontrar respuestas a sus preguntas y resolver sus
dudas.
En el desarrollo de la secuencia, hablo de las proezas del Hombre al conseguir explicar y
establecer sus teorías y descubrir las leyes y principios que rigen la Naturaleza. Los invito a
que investiguen algún invento o descubrimiento que ha impactado y cambiado la vida de la
sociedad.
Aquí me detengo, para concientizar a mis alumnos que todos estos logros del Hombre se
deben a la iluminación que Dios permite tener a las mentes humanas para abstraer las
imperceptibles e intricadas relaciones entre los componentes y factores ligados a los
fenómenos.
También, les dejo ver las limitaciones que tienen los sentidos del Hombre, por ejemplo,
como dos personas tendrían diferentes sensaciones de la temperatura de un mismo cuerpo,
es necesario fabricar un instrumento de medición que sea independiente de la sensación
térmica y el subjetivismo de cada persona y además sea un instrumento de fácil
manufactura y bajo costo, alta sensibilidad, confiabilidad, adaptabilidad, accesibilidad y
universalidad. Asimismo, les concientizo que el hecho de no percibir o registrar a través de
nuestros sentidos un fenómeno o espectro, eso no implica que debemos negar su
existencia. Les refiero el caso de las ondas electromagnéticas. Con nuestros ojos no
podemos distinguir ni filtrar los componentes del espectro electromagnético. No podemos
percibir la radiación ultravioleta, por ejemplo. Nuestro sentido de la vista está limitado a
percibir la banda correspondiente a la luz visible. Por este hecho, no podemos negar la
existencia y presencia de otras energías. Y los traslado a pensar en los ángeles. Y les explico
que debido a nuestras limitaciones sensoriales ganadas con la entrada del pecado en
nuestro planeta nuestros sentidos se debilitaron.
Analizo con ellos cómo estos estudios y descubrimientos se aplican tecnológicamente para
que se inventen y construyan máquinas, herramientas, equipos y dispositivos que son útiles
a la sociedad y permiten su desarrollo, o representan una amenaza para la Tierra y para la
vida humana.
En la conclusión de la secuencia, analizo los peligros que representan las nuevas tecnologías
al llevar al Hombre a confiar en el Hombre y alejarnos y olvidarnos de Dios, quien permite
y provee la inteligencia profunda para conocer los secretos del átomo, de la energía y la
materia. Los invito a confiar en Dios y a mantener la fe que Él siempre estará pendiente de
su Creación y pronto la restaurará a su estado original.

Durante este curso de Integración de la Fe aprendí un nuevo enfoque: no sólo es limitarse


a un versículo, leer una porción de una publicación religiosa, cantar en el salón de clases y
orar por las necesidades del grupo. Aprendí que integración de la fe es NO DESINTEGRAR
LA FE. ES DEJAR VER A DIOS A TRAVÉS DE TODO NUESTRO ACTUAR COMO EL AUTOR DE
TODO CONOCIMIENTO Y REDENCIÓN.
Me comprometo a impregnar la sala de clases con el amor, la confianza y la esperanza que
produce mi comunión con Dios, con el gozo de la salvación conseguida sólo a través de los
méritos del sacrificio expiatorio del Señor Jesús. Me comprometo a llevar esta atmósfera a
la tienda escolar, a las canchas deportivas, a los baños, a las oficinas administrativas, a las
salas de juntas, a las reuniones con los padres de familia, a las asesorías extracurriculares,
a las semanas de oración de estudiantes y maestros, a los devocionales, cuando viajo en el
transporte público, cuando estoy en el centro comercial, en alguna institución bancaria u
hospital y en mi hogar.

Gracias a Dios por esta capacitación, a la UM virtual y al Dr. Valderrama.

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