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MAMÁ SIEMPRE TIENE RAZON

A los 2 años yo y mi familia nos mudamos a Cochabamba donde mis papas trabajaban en un taller
de costura, hacia mayormente calzados de todo tipo, cada semana llegaba una carga muy grande
de cuero lo descargaban en el patio del taller, recuerdo que era una montaña gigante de cuero. A
los 4 años debido a que mis papas estaban muy ajetreados con sus trabajos y ya que no
encontraban a alguien que cuidara de mi a tan corta edad, sumado que estábamos en un
departamento donde no teníamos familia, decidieron llevarme a su trabajo para que no esté solo en
casa.

Los recuerdos de esa época son confusos y borrosos apenas recuerdo partes de mi vida en
Cochabamba, como si fuera un sueño que nunca pasó pero la realidad es que mi subconsciente no
quiere recordarlo, mi familia me comenta que era un niño extrovertido y muy travieso tal vez por
eso ocurrió ese trágico accidente.

La cosa es que un día me llevaron igual a su trabajo y como siempre la montaña de cuero se
encontraba en el patio del taller, anteriormente ya subía encima de la enorme montaña de cuero mi
madre me repetía una y otra vez que no subiera ahí me decía: ¨ bájate de ahí porque te caerás¨, e
incluso me iba a buscar para bajarme rápidamente y no me hiciera daño, pero nunca la obedecí y
un día cuando mi mamá tenía mucho trabajo me escape y fui nuevamente a escalar la montaña de
cuero, hasta que me resbale y caí directo al piso cementado.

Me acuerdo que al momento de caer puse mi brazo en frente de mi cara para protegerme,
haciendo que mi brazo izquierdo chocara directamente con el pavimento al escuchar un fuerte
golpe mi mama rápidamente al notar que no estaba junto a ella fue a ver como estaba tirado en el
suelo llorando por semejante caída.

Con mi padre me llevaron al hospital más cercano, donde me operaron del brazo ya que por la
caída que sufrí me fracture el brazo, me pusieron tres clavos para poder reacomodar el hueso roto
posteriormente me lo enyesaron, me mantuvieron por una semana en el hospital para ver mi
recuperación. Como lo decía antes no recuerdo mucho de esta época pero mientras estaba en el
hospital recuerdo dos momentos que nunca se me olvidaran.

El primero es que en mi estancia dentro del hospital recuerdo sentirme encerrado en una caja
blanca, te preguntaras ¿por qué una caja blanca?, bueno era porque todo en el hospital era blanco
incluso los doctores, enfermeras, cubiertos, paredes, sabanas y demás. También hago memoria
que maldecía estar en el hospital diciendo cosas como: ¨ ¡Maldita sea sáquenme de aquí! ¨, las
enfermeras me escuchaban decir tales barbaridades y me regañaban cada vez que las decía.

Bueno yo aprendí esas palabras de mi película favorita la cual es CODIGOS DE GUERRA con
Nicolás Cage, desde niño siempre me gustaron las películas de guerra, y mi sueño siempre fue ir a
hacer mi servicio militar, llevando ese elegante uniforme también portar un arma de fuego.

Esa frase la decía porque me canse de estar ahí dentro y deseaba salir a jugar en los parques o ir
a mi casa junto a mi mamá y papá ya que solo me venían a visitar en la tarde por unas 2 a 3 horas
y luego se iban, después de que me despidiera de mis papas y una vez llegada la noche la
enfermera apago las luces de la habitación la cual no tenia puerta lo que me permitía ver el pasillo,
veía todo oscuro excepto el pasillo que siempre estaba iluminado, esa noche sentí mucho miedo ya
que enfermeras y doctores pasaban con sus batas blancas, simulando a unos fantasmas que
rodeaban mi habitación, me quede despierto hasta tarde esa noche con miedo.
Esa noche jamás la olvidare por el miedo que es estar en el hospital, también esa misma noche
jure que jamás volvería a un hospital en mi vida aunque sé que eso no es posible tratare de hacer
todo para no regresar.

La segunda experiencia es relativamente buena ya que un día en la visita de mis padres me


trajeron una bolsa de soldados que contenía 3 soldados con sus armas, un jeep militar y una pieza
de artillería, me puse extremadamente feliz porque quería ese juguete hace meses, mi mama me
cuenta que jugaba con mis soldados en mi cama con una sola mano mientras la otra seguía
enyesada.

Paso una semana y me dieron de alta por fin pude irme a mi casita con mis papas, después de lo
que parecía una semana interminable semana me fui de la caja blanca.

Pero las consecuencias de mi desobediencia llegarían casi 14 años después, cuando ya tengo 18
años y estoy cursando el último año de escolaridad (la promoción), en esta etapa de mi vida me
doy cuenta que recién me hago responsable de todos mis actos, ya sean de cuando tenía 4 años o
sean de los 17 años, es una etapa donde entras a la adultez haciéndote responsable por todo lo
que hagas de ahora en adelante y ya no se recibe la ayudita de papi y mami para que arreglen tus
problemas, también es una etapa donde tenemos que escoger una carrera que te acompañara por
toda la vida por ello debemos elegir correctamente para luego no arrepentirnos.

En mi caso como lo mencionaba anteriormente mi sueño es hacer el servicio militar pero hay una
complicación que puede afectar mi ingreso al ejercito y eso es por mi brazo, ya que lo tuvieron que
operar es posible que me den por inhábil, ahí se terminaría mi sueño pero también tengo otra
complicación la cual son mis ojos e igual es por mi desobediencia ya que mis padres me repetían
que no mirara la tv muy cerca y bueno tampoco le hice caso es por eso que ahora llevo lentes, eso
me resta la oportunidad de poder ingresar al ejercito.

En el ejército no aceptan a muchachos con problemas de salud es por eso que pienso que si me
presento me rechazarían. Lo único que puedo hacer es arrepentirme de mis actos pasados y
aceptar cualquier cosa que me pase en el futuro ya que no es culpa de nadie solo mía al
desobedecer las sabias palabras de mi madre.

AUTOR: Danner Veimar Delgadillo Coajera

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