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EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE:

HIDROGEOLOGÍA URBANA

TEXTOS DEL SIMPOSIO, CONFERENCIAS, PONENCIAS Y


COMUNICACIONES

Barcelona, 23 – 25 de octubre de 2003

Editores:
Junta Directiva AIH-GE

Asociación Internacional de Hidrogeólogos


Grupo Español
Serie: HIDROGEOLOGÍA Y AGUAS SUBTERRÁNEAS

Textos del Simposio, conferencias, ponencias y comunicaciones


El agua y la ciudad sostenible: Hidrogeología urbana / Junta Directiva AIH-GE, ed.– Madrid:
Instituto Geológico y Minero de España, 2004.
342 p., ils; 24 cm.- (Hidrogeología y aguas subterráneas; 11)
ISBN: 84-7840-539-9

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier


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permiso escrito del autor y editor.

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NIPO: 405-04-016-X
ISBN: 84-7840-539-9
Depósito Legal: M - 20315 - 2004

Fotocomposición: Inforama, S.A. Príncipe de Vergara, 210. 28002 MADRID


Imprime: Ibergraphi 2002, S.L.L. Mar Tirreno, 7 bis. 28830 SAN FERNANDO DE HENARES (Madrid)
PRÓLOGO

EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA

El siglo XX puede considerarse como el siglo urbano por excelencia. Las últimas décadas del siglo se
han caracterizado por una variación demográfica sin precedentes en la historia de la humanidad, primero
por el constante aumento de la población mundial y segundo por un intenso flujo migratorio desde las
zonas rurales a las urbanas. Esta tendencia no sólo se va a mantener, sino que está previsto que se acelere
en los próximos años, con la consecuencia inmediata de que las grandes ciudades seguirán creciendo,
conformando conurbaciones que concentrarán la gran mayoría de los habitantes del planeta. Esta
población urbana, cada vez más concentrada, exige un suministro continuo de elementos de primera
necesidad, entre los que en un punto muy destacado se encuentra el agua potable. El agua para abastecer
estas ciudades con garantías suele buscarse en fuentes remotas, por lo que en muchos casos en necesario
acudir a las grandes transferencias de agua. Sin embargo, la mayoría de los grandes núcleos de población
se encuentran ubicados sobre grandes reservas de agua presentes en los acuíferos que subyacen dichas
ciudades.
La hidrogeología urbana y la clásica comparten muchos elementos, como por ejemplo los procesos que
rigen el comportamiento de los sistemas hidrogeológicos y las ecuaciones que gobiernan el movimiento
del agua y el transporte de solutos. La primera diferencia fundamental en el caso urbano es la procedencia
de las fuentes de recarga de los acuíferos, que tienen una fuerte componente antrópica que les
proporciona además una marca hidroquímica e isotópica muy diferenciada de las aguas de recarga en
zonas rurales. Además, un estudio de hidrogeología urbana contempla también otros aspectos singulares
como son las interacciones entre el agua subterránea y las estructuras urbanas (particularmente las
subterráneas). Por último debe decirse que en las zonas urbanas no se pueden despreciar elementos socio-
políticos y ambientales, donde la prensa tiene un papel destacado para influir en la visión colectiva de la
sociedad ante los problemas de gestión del agua, particularmente en los países situados en regiones áridas
o semi-áridas, como es el caso de España. Por tanto nos atrevemos a afirmar que el agua subterránea
urbana se debe considerar siempre como uno de los posibles recursos a tener en cuenta en cualquier
estudio serio de gestión del agua, en particular en los países desarrollados y con una preocupación por el
medio ambiente y el desarrollo sostenible de los recursos.
El estudio de la hidrogeología urbana conviene circunscribirlo al entorno histórico de desarrollo y
crecimiento de la ciudad. Los primeros estadios del desarrollo de numerosas ciudades van asociados a un
incremento de su actividad industrial. Las industrias son importantes consumidoras de agua; por eso, la
proliferación de industrias en las zonas urbanas conlleva un importante descenso de los niveles
piezométricos en las zonas más intensamente explotadas, que suelen corresponder a los acuíferos más
transmisivos. Además de la evidente reducción de recursos, un descenso de los niveles puede causar
problemas de intrusión marina en ciudades costeras, así como riesgo de consolidación de los materiales
arcillosos poco consolidados, con el consiguiente riesgo para las estructuras (ejemplos evidentes son los
de la ciudades de México o Venecia).
En los estados más avanzados de desarrollo urbano, las industrias tienden a desaparecer o desplazarse
fuera de la zona urbana. El tejido industrial se sustituye por un tejido de carácter residencial y los cambios

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en los usos del territorio suelen implicar cambios en el ciclo hidrogeológico. Por ejemplo, la recarga de los
acuíferos suele verse muy alterada; mientras la infiltración de lluvia normalmente se reduce por
impermeabilización de la superficie, la recarga total se puede incrementar. Esto es debido a que los
pequeños caudales que se infiltran en el suelo (por infiltración directa, por desagües, sumideros o
discontinuidades en el pavimento) no tienen posibilidad de evapotranspirarse. Además, aparecen nuevas
fuentes de recarga como los aportes de las redes de abastecimiento (normalmente sus pérdidas superan
el 15% del agua suministrada y se han llegado a determinar valores de hasta el 60% en algunas ciudades
sudamericanas) y de saneamiento (con porcentajes de pérdidas mucho menores, pero con una gran
repercusión en el tema de calidad de las aguas). El cambio de tejido urbano tiene como resultado un
marcado ascenso de los niveles piezométricos, aunque en algunos casos, se trata sólo de una recuperación
del estado preindustrial. La consecuencia inmediata de todo ello es la aparición de filtraciones en diversas
infraestructuras urbanas como sótanos, garajes subterráneos o redes viarias (túneles, ferrocarriles
metropolitanos, etc.). Otro efecto importante es la necesidad de drenar las excavaciones que se realizan,
con el consiguiente incremento de coste en la construcción de obras civiles o de edificación, y el problema
adicional del efecto que las filtraciones puedan provocar en la estabilidad de las propias estructuras, ya
que en muchos casos las aguas infiltradas arrastran hormigón o son aguas con un alto contenido en hierro,
procedente de la degradación de las armaduras, lo que en algunos casos compromete la seguridad
estructural. El impacto económico que se deriva de esta situación es muy elevado debido a los costes de
drenajes, impermeabilización, instalaciones de bombeo, evacuación de las aguas bombeadas y, por
supuesto, a los costes energéticos.
Otro aspecto singular es el de la calidad de las aguas subterráneas en zonas urbanas. Si partimos de
la base que la recarga principal procede de las fugas de la red de abastecimiento, podremos pensar que
las aguas son de muy buena calidad. De todos modos las aguas subterráneas se pueden contaminar a
partir de diversas fuentes potenciales, las más significativas de las cuales son los vertidos industriales (cada
vez más controlados y tendentes a disminuir) y las aguas residuales urbanas. Existen también efectos
indirectos, aunque no menos importantes, como las aguas de escorrentía urbana, que lixivian los residuos
y efluentes de vehículos que se acumulan en la calzada, el almacenamiento de residuos o materiales
contaminantes en la superficie del terreno o enterrados, la mezcla de aguas residuales (con alta carga
orgánica) con aguas de abastecimiento (cloradas), que produce contaminantes organoclorados, o los
cambios en las condiciones de pH y Eh en el acuífero, que pueden movilizar compuestos tóxicos
(normalmente metales pesados). Otras fuentes de contaminación pueden ser los vertidos de gasolineras y
depósitos de combustibles en general, la interacción de los acuíferos con ríos o canales de aguas
contaminadas, la intrusión marina, etcétera.
Desde hace algunos años, actualmente, y muy probablemente en el futuro, muchas ciudades deberán
hacer frente a numerosos problemas relacionados con las aguas subterráneas. Si no se aplican políticas de
gestión correctas, los posibles problemas que surjan serán difícilmente solucionables, lo que implicará un
significativo impacto económico y social. La gestión debería incidir en criterios de optimización global del
agua a partir de políticas de ahorro y reutilización. Se deberán tener en cuenta nuevos cuerpos de agua,
así como nuevos recursos disponibles. En cualquier caso, los usos del agua subterránea están ligados a su
calidad y a la posible evolución temporal de sus fuentes de recarga. Los objetivos de la gestión integrada
del agua subterránea urbana deben basarse en el doble concepto de utilización del agua para reducir
problemas de infiltración, a la vez que se dispone de un recurso que puede utilizarse en determinados
casos para reducir la presión sobre las fuentes externas de agua (superficial o subterránea) de las que se
abastecen la mayor parte de las ciudades de nuestro entorno. Esta agua puede dirigirse a usos para los

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que no se requiere una elevada calidad como puedan ser determinados servicios municipales. Esto requiere
la construcción de una red secundaria de distribución, que no se plantee como una red única, sino como
un conjunto de múltiples sistemas formados por aprovechamientos situados en el entorno de los diferentes
puntos de captación. La gran ambición es llevar esta red secundaria a la población, distinguiendo entre el
agua para uso de boca y el agua para el resto de necesidades (que podría tener una calidad química
inferior, aunque en ningún caso se puede ceder en aspectos de calidad microbiológica). Sólo cuando esta
aproximación a la gestión integral sea un hecho, estaremos realmente frente a un concepto de ciudad
sostenible en términos de recursos de agua.
Atendiendo a esta problemática singular de los acuíferos en zona urbana, el Grupo Español de la
Asociación Internacional de Hidrogeólogos decidió organizar un Simposio sobre “El agua y la ciudad
sostenible: hidrogeología urbana”, que se celebró en Barcelona del 23 al 25 de octubre de 2003 en la
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de
Cataluña. El objetivo fundamental era reunir a la comunidad hidrogeológica y a los gestores del agua para
debatir los aspectos más relevantes del papel que las ciudades desempeñan en el concepto de
sostenibilidad de los recursos hídricos. Los temas centrales del Simposio se pueden considerar como un
amplio resumen de los aspectos fundamentales comentados en este prólogo: El ciclo hidrológico urbano
y periurbano; fuentes de recarga naturales y antrópicas; identificación y cuantificación de las fuentes de
recarga; el agua subterránea urbana como recurso hídrico; la problemática urbana asociada con la
presencia de agua subterránea: interacciones con infraestructuras, subsidencia,....; las aguas urbanas en la
Directiva Marco Europea; la problemática relacionada con el abastecimiento a núcleos urbanos y pequeñas
comunidades; integración de recursos no convencionales: regeneración y reutilización de aguas residuales;
recarga artificial y uso conjunto; contaminación de las aguas subterráneas y sobreexplotación e intrusión
salina.
Agradecemos el apoyo, ánimo e interés mostrado por los organismos patrocinadores del Simposio:
Ayuntamiento de Barcelona; Escola Tècnica Superior d’Enginyers de Camins, Canals i Ports de Barcelona;
Fundación Agbar – Centro de Estudios e Investigación del Medio Ambiente; Fundación Centro
Internacional de Hidrología Subterránea; Instituto Geológico y Minero de España; Ministerio de Ciencia y
Tecnología; Red Temática “Recursos d’aigua” y Universitat Politécnica de Catalunya.
Esta publicación recoge los textos que se presentaron en el Simposio. Esperamos que el libro sea de
interés tanto para los técnicos y científicos que trabajan en el campo de la hidrogeología urbana como
para aquéllos que todavía no lo hacen. Creemos firmemente que este es uno de los campos que tendrá
una mayor expansión dentro de la comunidad hidrogeológica en un futuro no muy distante.

Xavier Sánchez-Vila
Elena Abarca
Enric Vázquez-Suñé
Margarida Valverde

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ORGANISMOS PATROCINADORES Y
COPATROCINADORES

AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

ESCOLA TÈCNICA SUPERIOR D’ENGINYERS DE CAMINS,


CANALS I PORTS DE BARCELONA

FUNDACIÓN AGBAR – CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN DEL


MEDIO AMBIENTE

FUNDACIÓN CENTRO INTERNACIONAL DE HIDROLOGÍA SUBTERRÁNEA

INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA

MINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

RED TEMÁTICA “RECURSOS D’AIGUA”

UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE CATALUNYA

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ÍNDICE

Pág

CONFERENCIAS

Groundwater modeling and environmental tracer information......................................................................... 15


Carmen ALBERICH; Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

Dan Region Reclamation Project – Israel. Groundwater recharge for wastewater reuse ................. 33
Nelly ICEKSON-TAL and Medy MICHAIL

El plan para la utilización de las aguas del subsuelo de Barcelona por los servicios municipales
(un tema para la reflexión y una apuesta por la sostenibilidad) ...................................................................... 45
Ramón ARANDES

La hidrogeología urbana y el usuario: la visión del Grupo Agbar .................................................................... 61


Eduardo LUPIANI MORENO

PONENCIAS

¿La explotación intensiva puede ser beneficiosa? Efectos del cese de la explotación intensiva
en la ciudad de Barcelona ......................................................................................................................................................... 73
E. VÁZQUEZ-SUÑÉ; X. SÁNCHEZ-VILA; J. CARRERA y R. ARANDES

Recarga de acuíferos con agua residual depurada en el Llano de Palma de Mallorca. 30 años
de experiencia.................................................................................................................................................................................... 83
José María LÓPEZ-GARCÍA

Efectos geotécnicos del aprovechamiento de acuíferos en infraestructuras urbanas: el caso de


la ciudad de Murcia ....................................................................................................................................................................... 93
Ramón ARAGÓN RUEDA

COMUNICACIONES

ESTUDIOS HIDROGEOLÓGICOS URBANOS Y PERIURBANOS Y REDES URBANAS

Resultados preliminares del estudio de la relación Cl/Br en acuíferos localizados en zonas


urbanas y periurbanas peninsulares .................................................................................................................................... 113
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

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Utilización de herramientas GIS en la interacción del agua subterránea con las redes de
servicios de Barcelona .................................................................................................................................................................. 121
Mònica ENRICH CÉSPEDES y Sílvia BURDONS CERCÓS

Modificaciones del ciclo hidrológico en un área del noreste de la Provincia de Buenos Aires.
Argentina .............................................................................................................................................................................................. 131
Eduardo KRUSE; Laura VARELA; P. LAURENCENA; M. DELUCHI; A. ROJO y E. CAROL

Water supply of Aldeia da Luz facing the construction of Alqueva Dam wells sealing process in
the submerged area, concerning the groundwater protection ........................................................................... 139
Maria Emília MACEDO

Viabilidad de los aprovechamientos de aguas subterráneas urbanas para usos que no


requieren aguas potables ........................................................................................................................................................... 143
Carlos MARTÍN FREIXA

Utilización de las aguas subterráneas en las áreas urbanas de la cuenca del río Besós
(Barcelona) ........................................................................................................................................................................................... 151
Andrés NAVARRO FLORES y Montserrat CARBONELL VENTURA

Evaluación de los efectos del cese de la extracción de agua subterránea en una zona urbana.
Caso de Sant Adrià del Besós (Barcelona)....................................................................................................................... 159
Mònica ONDIVIELA MONTÉ; Enric VÁZQUEZ-SUÑÉ y Jesús CARRERA RAMÍREZ

Explotación de los acuíferos para el abastecimiento urbano de la Comunidad de Madrid:


situación actual y futura ............................................................................................................................................................. 169
Esther SÁNCHEZ SÁNCHEZ; Antonio MUÑOZ GARCÍA; José Antonio IGLESIAS MARTÍN y
Emilio CABRERA MÉNDEZ

Utilización de los sondeos eléctricos verticales como técnica para el seguimiento de la


evolución de la cuña de intrusión marina. Ejemplo del delta del Tordera .................................................. 179
Teresa TEIXIDÓ ULLOD y Pere MARTÍNEZ FIGUERAS

Balance hídrico en la conca d’Òdena (Barcelona): valoración y oportunidades de reutilización . 187


Laura VIDAL y Josep MAS-PLA

RECARGA ARTIFICIAL

Posibilidades de almacenamiento de las aguas del trasvase Júcar-Vinalopó en los embalses


subterráneos de la provincia de Alicante mediante recarga artificial. El alto Vinalopó ..................... 197
Silvino CASTAÑO CASTAÑO; José Manuel MURILLO DÍAZ y Luis RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

10
Recarga artificial en el acuífero costero de Marbella (Málaga) ........................................................................ 205
María JAÉN PERAL; Carlos PARELLADA BEZARES; Eduardo LUPIANI MORENO;
Álvaro ISLAN GARCÍA y Salvador RIERA MOLINA

La recarga de acuíferos como herramienta de gestión en la reutilización de aguas residuales:


el caso de Begur (Girona)........................................................................................................................................................... 211
Miquel SALGOT; Montserrat FOLCH; Josefina C. TAPIAS y Antonina TORRENS

HIDROGEOLOGÍA URBANA: ASPECTOS GENERALES

Consideraciones hidrogeológicas del desarrollo urbano ........................................................................................ 221


Beatriz GARCIA-FRESCA GROCIN y John M. SHARP, Jr.

Integración de las aguas marinas desaladas, a través de acuíferos, en el abastecimiento de


ciudades litorales del sureste español ............................................................................................................................... 235
Antonio PULIDO BOSCH; Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA; Pablo PULIDO LEBOEUF; Juan GISBERT;
Francisco SÁNCHEZ MARTOS; Ángela VALLEJOS; Cristóbal GARCÍA y Luis Ángel LÓPEZ

Señalización, perforación, terminación y seguimiento de sondeos destinados a extraer agua


del mar, para ser tratada en plantas desaladoras ...................................................................................................... 247
Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA; Antonio PULIDO BOSCH y Pablo PULIDO LEBOEUF

El abastecimiento a pequeños núcleos de Galicia con aguas del subsuelo .............................................. 259
Javier SAMPER CALVETE y Jorge MOLINERO HUGUET

Gestión integrada de los recursos hídricos subterráneos. Sustentabilidad en la explotación de


acuíferos en Esperanza, Santa Fe, Argentina ................................................................................................................. 267
Ofelia TUJCHNEIDER; Marta PARIS; Marcela PÉREZ y Mónica D’ELÍA

ESTUDIOS HIDROQUÍMICOS E IMPACTO AMBIENTAL

Deposición total atmosférica de elementos mayoritarios en la ciudad de Barcelona (NE de


España)................................................................................................................................................................................................... 277
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

Técnicas isotópicas y geoquímicas en la evaluación de sistemas acuíferos en zonas urbanas .... 289
Luis ARAGUÁS-ARAGUÁS y José María RUIZ HERNÁNDEZ

Uso de aguas subterráneas con elevados contenidos de sales totales, arsénico y flúor para
consumo humano ............................................................................................................................................................................ 295
José BOLZICCO

Hidrogeoquímica del acuífero costero de la ciudad de Telde (Gran Canaria)........................................... 303


Mª del Carmen CABRERA y Emilio CUSTODIO

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Actuaciones de descontaminación en el acuífero del río Ges y restauración del medio en el
municipio de Torelló (Osona).................................................................................................................................................... 313
Rosa María CORP POSADAS; Andreu GALOFRÉ TORREDEMER y Francisco FERNÁNDEZ LOZANO

Contaminación por sustancias peligrosas en aguas subterráneas de zonas urbanas de la


cuenca del Ebro ................................................................................................................................................................................ 319
Carmen COSTA ALANDÍ

Origen de la contaminació i classificació de les aigües subterrànies en funció de la qualitat


per a l’abastament urbà. – Aplicació del Diagrama de Queralt ........................................................................ 325
Ramon QUERALT i TORRELL i Enric QUERALT i CREUS

Uso de los isótopos ambientales (N, S, C, O) en la valoración de procesos de remediación


natural de aguas contaminadas por nitratos: ejemplo de Osona (NE España) ....................................... 335
L. VITÒRIA; A. SOLER y A. CANALS

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CONFERENCIAS
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER


INFORMATION

Carmen ALBERICH*, Philip BRUNNER* and Wolfgang KINZELBACH*


(*) Institute of Hydromechanics and Water Resources Management.
Swiss Federal Institute of Technology (ETH). Zürich, Switzerland.

INTRODUCTION

Models have become a common tool in hydrogeology. They are necessary, as the object of research,
the subsurface, is poorly accessible. Point-like data from boreholes, for example, have to be interpreted to
give a picture of an aquifer. In groundwater modelling this picture is not only qualitative but contains
quantitative information about the governing parameters such as hydraulic conductivity, storativity,
recharge and abstractions. Models are applied in two modes. One is the analysis of the history of an aquifer
with the goals of identifying the governing processes and their relative importance and of understanding
the functioning of the system. The other is the prognostic mode. Processes in the subsurface are usually
slow and there is a need for prediction above all for water supply and resource estimation purposes as well
as design of remediation measures and repositories management. As the installation of every borehole is
costly it is a good strategy to try and make the most out of the knowledge gained from them and use the
best-available methods for the interpretation of data derived from them. In risk assessment, prognostic
models can be applied in a stochastic sense, even if knowledge is scarce.
However, groundwater models have some basic weaknesses. Usually, the only observed quantities
available for the calibration of models are hydraulic heads. Models calibrated on the basis of heads only
are not reliable, as they are not unique. Although they may reproduce the observed piezometry, they may
yield wrong fluxes. The usually unknown fluxes include boundary fluxes, recharge fluxes and evaporation
fluxes. Even if other knowledge is available, models usually contain so many unknown parameters that the
inverse problem or calibration, i.e. determining the model parameters from incomplete observed heads and
fluxes has no unique solution. The basic dilemma can be seen when applying the Darcy-formula:

where A is the cross-sectional area, K the hydraulic conductivity and I the hydraulic gradient. The only
directly measurable quantity is I, which is determined from a number of head measurements. The cross-
sectional area might be known from geophysical studies or more roughly from borehole information. But
even with precise knowledge of I and A the flux remains uncertain, as K is usually a log-normally
distributed quantity. Therefore it is hard to get an average value for it. The formula also shows that
information on heads (yielding the hydraulic gradient) and geometry (yielding the cross-sectional area) is
not sufficient to obtain the flux. In a numerical model this problem arises in every model cell, where the
flux over a side of a finite difference cell for example is

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CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

where i and j are indices of two neighboring cells, K is the hydraulic conductivity between them and Δx,
Δy, Δz are the geometrical dimensions of the cells.

KAUFFMANN and KINZELBACH, 1989 show an example of a groundwater flow model which had been
calibrated with a rather good accuracy but which still did not yield the correct direction of a pollutant
plume (Figure 1). While the observed plume of chlorinated hydrocarbons was extending from the source
at the edge of the Upper Rhine valley near Schriesheim to a group of wells located further to the center of
the valley, the computed plume moved along the valley edge. The reason for this behavior was that the
boundary flux from the adjacent fractured rock aquifer was underestimated vis-à-vis the infiltration from
the Neckar River. With a slight adjustment of the ratio of the two fluxes leaving the total influx constant,
the observed plume direction could be reproduced. From this example it becomes already clear that a
tracer, in this case the pollutant plume, can give information on the position of a streamline. The joint use
of head and concentration information allows a better calibration.

Figure 1. Innaccuracy of predicted flow direction in a model despite good calibration on the basis of
heads from KAUFFMANN and KINZELBACH, 1989; Left: Observed plume; Upper right: Plume with model
on the basis of heads; Lower right: Plume with model on the basis of head and concentration information.

16
Carmen ALBERICH, Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

Actually the same information could have been obtained in a different manner: Based on the contrast
in nitrate concentrations in the aquifer the zone influenced by river water infiltration can be determined as
the river water in this case is free of nitrate, while the rest of the aquifer has elevated nitrate
concentrations.

HOW CAN ENVIRONMENTAL TRACERS BE USED TO IMPROVE MODELS?

The example shown in Figure 2 gives another hint how environmental tracers can help to improve
model calibration. Consider an abstraction well close to a river. The water pumped from the well may partly
be provided as bank filtration by the river (Qriver), partly by flow from the landside of the aquifer (Qland). If
there is a dissolved species in the water, which is of clearly different concentration in river water and in the
landside groundwater a simple mixing calculation together with the continuity condition can provide the
flux from the river, which in turn can be used as information in model calibration.

Figure 2. Well near river: Determination of flux from river to well.

To determine Qriver only the three concentrations and the total Q must be known. An example are the
wells of Kachikau, Botswana, which get their water from rainfall recharge to an aquifer and/or from
infiltration of Chobe river water (BRUNNER and EUGSTER, 2001). In this case, the tracers δD and δ18O
were used. The Chobe river water, which has experienced a lot of evaporation showed a high abundance
of the heavy isotopes. The rainfall recharge water on the other hand percolated straight into the fracture
rock aquifer basically with the signature of rainwater. The results are given in Table 1. With the method it
could be proven that all wells on the far side of the Kachikau fault are not influenced by the river, a fact,
which was very valuable for the choice of well locations.

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CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

δD [%o] δ18O [%o] Fraction of river water


Chobe river 20.50 2.17 100%
native aquifer water -47.00 -7.13 0%
PS 1349 -43.00 -6.82 4%
PS 6535 -33.40 -5.00 21 %
Wells north-west of the Kachikau fault
PS 6714 -42.90 -6.57 6%
PS 8980 -2.10 -0.40 69 %
BH 8727 -51.00 -7.66 ~ 0%
Wells south-east of BH 8898 -49.80 -7.60 ~ 0%
the Kachikau fault BH 8901 -50.50 -7.92 ~ 0%
BH 8903 -48.30 -7.68 ~ 0%
Table 1. Computation of fluxes to the wells near the Kanichau fault using stable isotopes signatures.

Similarly, in the situation depicted in Figure 3, the ratio of horizontal flux to recharge flux or influx from
a sewer system can be determined. The corresponding equations are:

From those equations the ratio R/Q1 can be determined if the three concentrations are given. Note that
contrary to the case of Figure 2, now only the ratio of fluxes can be determined. This is the usual situation.
If more than one tracer is available the number of equations increases, but it only allows to get a regression
on the flux ratio. The absolute flux can still not be determined.

Figure 3. Determination of the ratio of horizontal flux and recharge flux.

An environmental tracer is characterized as a substance or isotope (man-made or natural) occurring in


the larger environment, which ideally is non-adsorbing and conservative (or if it is non-conservative its
decay law is exactly known as in the case of radioactive tracers).
The following types of information can be obtained from environmental tracers. All of them take
advantage of concentration differences of that tracer:

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Carmen ALBERICH, Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

Fluxes or ratios of fluxes:


These are basically determined from mixing ratios as shown in the examples of Figures 2 and 3. A large
number of substances are utilizable for this function. Some specific ones, which can be used in the urban
groundwater environment, will be discussed later.

Streamline information:
This type of information can be obtained if the concentration distribution of a tracer is known to a larger
spatial extent. A pollutant plume (as in the example of Figure 1) is just as valuable as a contrast in stable
isotopes or any other tracer-like solute.

Indication of recent recharge:


Whenever non-zero concentrations of man-made tracers are found in groundwater it can be concluded
that there has been recharge since the time the specific tracer has first been released to the environment.
These tracers include anthropogenic Tritium (from the nuclear bomb tests of the 1960s) and gaseous
tracers, which have appeared in the atmosphere in the last 60 years such as the chlorofluorohydrocarbons
(CFC) and SF6.

Indication of age of groundwater:


This is a refinement of the more qualitative method of the last paragraph. From the input history and a
model of residence time distribution in the aquifer any present day concentration can be interpreted as an
age or a mixture of ages. Tracers used for this purpose are for example Tritium, SF6, 85Kr, 14C. A particular
tracer combination for the measurement of ages is the Tritium-3He method, in which the ratio of the two
species translates directly into an age. The model for the residence time distribution may be a box model.
In the context of flow model calibration it should rather be the residence time distribution resulting from
that particular model. Time of travel and possibly of remediation can be derived from the age in
combination with information on the geometry of the flow path. Time of travel and age also allow to
estimate recharge, however with the caveat that the porosity of the aquifer has to be known. Travel times
yield pore velocities, while recharge is a specific flux. Between the two is the factor of effective porosity.

Evaporation rates:
A tracer, which can be used for this purpose in arid environments is chloride. It is imported by dry and wet
deposition of sea salt aerosol. It can of course only be applied in the absence of other chloride sources.
The increase of the chloride concentration in soil water over its concentration in rainwater allows to
estimate evaporation. In a situation with no or little surface runoff, the difference between precipitation
and evaporation is essentially recharge. Another evaporation tracer is the couple of stable isotopes δ18O -
δD.
In Tsabong, Southern Botswana, CFC-concentrations and the chloride method were used to assess
recharge in small aquifers. While the chloride method indicated recharge, it does not indicate when that
recharge has taken place. Combination with the less accurate CFC method allows to confirm that there
has been recharge within the last 50 years (see Table 2). Taken together this information is a basis for
sustainable exploitation of that particular aquifer.

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CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

Location CFC age from F12 (yr) Recharge from chloride method (mm/yr)
9414 41 25
9461 >50 2
9447 35 35
9441 34 53
9397 >50 1
Table 2. Recharge rates from chloride method and groundwater age estimated from CFC concentrations in
boreholes near Tsabong.

Other combinations of methods are possible. In BRUNNER et al., 2004, the long-term water balance
obtained from satellite data on a large scale, yielding precipitation and evaporation, is used together with
chloride measurements in shallow wells to compute a recharge map of northern Botswana. The low-
accuracy remote sensing method was only used to get the spatial distribution pattern of recharge while
the absolute values of that pattern are calibrated with the local values from the chloride method.
Another example of tracer use is given in PLÜMACHER and KINZELBACH, 2000. δ18O was used as an
environmental tracer in a groundwater model of the aquifer in the Upper Muschelkalk formation,
discharging to the mineral springs of Stuttgart-Bad Cannstatt. The reason for the exploitable systematic
differences in δ18O values is the signature of the recharge coming from the Black forest. The altitude effect
shows prominently in the spring waters, which were correlated to the average height of their catchments.
Thus an input concentration for the recharge zones in the outcrop of the Upper Muschelkalk was known.
Streamlines in the steady state tracer distribution are orthogonal to the tracer concentration gradient. But
instead of using directly this streamline information a steady state transport model for the tracer was
coupled to the flow model and calibrated jointly with the flow model, resulting in a much better
constrained model.
In (METZGER, 1995) the infiltration rate of the river Neckar downstream of Heidelberg was determined
using Tritium as a tracer. The river receives Tritium from the upstream nuclear power stations. Although this
concentration is small it is still high above the present Tritium input concentration in recharge from
precipitation. A combined flow and transport model was constructed. Having now not only heads but also
Tritium concentrations for calibration allowed to determine the length over which the Neckar is infiltrating,
as well as the intensity of the infiltration. The porosity was deduced in this case from the development of
a chlorinated hydrocarbon plume in the same aquifer.

TRACERS FOR THE URBAN ENVIRONMENT

Urban aquifers present certain peculiarities: recharge from precipitation is diminished since the surface
is to a large extent sealed. But artificial recharge stemming from leaky water mains and sewers and from
in-situ sanitation may be of the same order of magnitude or higher than the natural precipitation recharge
prior to urbanisation (LERNER, 1986). As a consequence pollution of groundwater by sewage and damage
of underground infrastructures due to groundwater level rise are problems common to many cities
(CHILTON et al., 1997). Understanding and managing urban groundwater systems requires identifying and

20
Carmen ALBERICH, Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

quantifying the different recharge fluxes, a task that is also accomplished using tracers.
Unlike boundary fluxes leakages from water mains and sewers are nonpoint sources and, because the
deterioration of the pipes increases with time, the input of tracer substance to the aquifer is not steady
state. Unfortunately no method of evaluation can account for a time varying input while providing
information about the spatial distribution of the recharge sources.
A mixing calculation, as shown in the example of Figure 2, can be used to infer the contributions of
different recharge sources to the water pumped from a well. If a species specific for each recharge source
is provided, the mixing equations can be solved deterministically. As an alternative a multivariate statistical
approach can be applied (VÁZQUEZ-SUÑÉ et al., 2000). The latter allows using tracer species, whose
concentration ranges overlap for different sources. This is particularly useful in case that finding specific
tracers for each recharge source is difficult or too costly. Since the mixing equations are solved for a
number of wells over the study area, the method provides information about the spatial distribution of the
recharge sources.
Choosing a tracer substance specific for a certain recharge source and performing a balance over an
aquifer box, as shown in the example of Figure 3, allows calculating the average flux ratios over that
portion of the aquifer contributed by this source. This method does not provide information about the
spatial distribution of the recharge sources and does not account for a time varying tracer input, but it
allows comparing the performance of different tracers specific for the same source.
Also transport models and trial and error calibration have been used to estimate the recharge
contribution from different sources. The advantage of transport models is that they allow for a transient
tracer input. YANG et al., 1999, combined transient transport for a number of species with mass balance
equations to adjust the recharge contributed by each source iteratively. The problem is that in order to
perform transient transport simulations the history of concentrations of the tracer substance must be
known. Usually this is only the case for a few substances, each of which is not necessarily specific for only
one source. Solving the mass balance equations satisfactorily requires either that a specific tracer is
provided for each source, or that a larger number of tracers species than unknowns is considered.
Otherwise the error of the estimates will be considerable. A further shortcoming is that the distribution of
the recharge sources must be given a priori and, lacking any information, is chosen according to subjective
criteria.
All three approaches mentioned above estimate ratios of recharge contributed by each source, so an
independent estimate of total recharge is needed. Depending on the origin of the recharge sources this
can be achieved using age dating tracers. However often only an estimate based on hydraulics is possible.
The method used to estimate the recharge contributions determines the requisites that the tracer
substance must fulfil, whether it must be source specific or not. When using a statistical approach to solve
the mixing equations, applying specific tracers at least for some of the sources, although not mandatory,
helps reducing the error of the estimates. So source specific tracers are preferable.
Distinguishing between precipitation recharge and leakage from water mains is a task comparable to
discerning between natural waters of different origin. Particularly wastewater specific tracers are necessary,
as wastewater does not differ in origin from the supplied freshwater. A large number of substances have
been proposed as indicators of wastewater pollution in groundwater. In the following we discuss their
occurrence and behaviour in the environment with regard to their suitability as wastewater specific tracers:

21
CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

Microorganisms
Microorganisms can be indicators of wastewater contamination especially in regions with fractured rock
overlain by thin soils and in Karst areas, where the groundwater velocities are large and there is hardly any
retention. In regions with unconsolidated deposits microorganisms are usually removed by adsorption in
the unsaturated zone within a few centimetres from the source. In case the plume reaches the saturated
zone, the travel distance depends on the aquifer characteristics and the initial concentration of the
organisms in wastewater (LEWIS et al., 1980).

Chloride
Chloride is very mobile, behaves conservatively and is present in wastewater in concentrations of 30-100
mg/l. Increased concentrations in groundwater may originate from wastewater contamination as well as
from other anthropogenic sources (solid wastes, road salt) or from natural sources (seawater intrusion,
dissolution of evaporites). Nevertheless it can be very useful to identify wastewater contamination when
used in combination with other substances. The Cl/Br ratio for example has proven useful to distinguish
between domestic wastewater (Cl/Br=275 to 521), street runoff (Cl/Br=9 to 165), uncontaminated
freshwater (Cl/Br=173 to 264) and ocean water Cl/Br = 297 (VENGOSH and PANKRATOV, 1998). Also the
B/Cl ratio can be used to discriminate between different chloride sources. The ratio B/Cl is higher in
wastewater (≈1-5 10-3) than in natural freshwater (≈ 5 10-4) and also higher than in ocean water (≈10-4)
(VENGOSH et al., 1994).

Nitrate and total nitrogen


Wastewater contains typically 12-50 mg N/l distributed among the three species ammonium (NH4+),
nitrate (NO3-) and nitrite (NO2-). Ammonium occurs naturally in soils as a result of the microbial
degradation of organic material and is either oxidized to nitrate and mobilised to the groundwater or
retained in soils and sediments by ion exchange. The retardation due to ion exchange can be significant.
Under anaerobic conditions, such as the close surroundings of leaking pipes, nitrate is effectively
eliminated by denitrification.

Natural concentrations of ammonium and nitrate in groundwater are usually <1mg NH4+/l and <10
mgNO3-/l. respectively. Higher concentrations may be due to contamination with human or animal excreta
or to the use of synthetic fertilizers in farming. In case more than one of these sources is present, nitrogen
and oxygen isotopes in nitrate might be used to distinguish between them.

Nitrogen an oxygen isotopes in nitrate


δ15N values of human and animal waste nitrate are high (10‰ to 20‰) compared to the values found in
uncontaminated soils and groundwater (2‰ to 8‰) and in synthetic ammonium fertilizers (-1.5‰ to
0.6‰). This is due to the partial volatilisation of 15N-depleted ammonia from animal excreta and to the
fact that synthetic fertilizers are based on synthetic ammonium. Similarly, the δ18O of soil nitrate from in-
situ nitrification of ammonium is in the range of -10‰ to +10‰ , while δ18O of nitrate stemming from the
nitrification of synthetic ammonium fertilizer is closer to the δ18O of nitrate in precipitation (15‰ to 25‰).
These differences in the isotopic fractionation may help to identify the different sources of nitrate in
groundwater (KENDALL, 1998).

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Carmen ALBERICH, Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

Sulfate
Sulfate is after chloride and nitrate the most mobile anion in the underground. It is only absorbed in soils
with pH<6 and high aluminium or iron oxide contents. The sulfate content in wastewater ranges from 100
to 300 mg/l and stems from human excreta, washing powder and kitchen wastes. Compared to the
supplied drinking water, wastewater is enriched on average by 78 mg/l sulfate. The average concentration
of sulfate in rain over Central Europe is 3 mg/l. The concentration in groundwater is typically 60-70 mg/l,
except in areas with gypsum or anhydrite where it can be as high as 1500 mg/l. SO2 emissions from the
combustion of fossil fuels cause an increase of the sulfur content in the atmosphere and consequently in
the dry and wet atmospheric deposition. In contaminated areas sulfate concentration in rain ranges
between 30 and 100 mg/l with peak values of 450 mg/l. This additional source of contamination also
causes an increase of the sulfate concentration in groundwater. If the concentration approaches the order
of magnitude found in wastewater, then sulfate is not efficient to trace wastewater contamination in
groundwater anymore. Sulfate is subject to sorption in the underground. Under reducing conditions it is
transformed to H2S.

Phosphate
The abundance of phosphate in wastewater has led to consider this substance as a possible tracer of
wastewater contamination in groundwater. However, phosphate is fairly immobile in the underground.
Adsorption and the formation of precipitating Ca- and Fe- or Al-phosphates leave only a small fraction
back, not higher than 10-5 molar, in soil water (BEEK et al., 1978).

Boron
Boron concentration in natural uncontaminated waters ranges between 0.02 and 0.1 mg/l (excepting in
regions where boron minerals are specially abundant). Sodium perborate, a whitening agent in washing
powder is the most important source of anthropogenic boron. In 1985, 790’000 tons of sodium perborate
(~1011 g Boron) were used in Western Europe. As a comparison, the total load of continental boron into
the oceans is 3 1011 g /year.

Boron is further used in the manufacture of glass, porcelain, carpets, cosmetics, fertilizers and
photographical products, in the tanning of leather and for metal soldering and tempering. Anthropogenic
boron is disposed of to 1/3 as solid wastes and to 2/3 through wastewater. Boron concentrations in landfill
seepage water can be up to 7000 mg/l. Increased concentrations in groundwater might be an indicator of
wastewater pollution as well as of landfill seepage pollution. Boron concentrations in wastewater range
from 0.5 to 2 mg/l, and thus are between 5 and 100 times larger than the concentrations in natural waters.
In the underground boron is subject to sorption on clay minerals. The degree of sorption depends on the
speciation. In aqueous solutions boron is present as borate ion B(OH)4-, as undissociated boric acid B(OH)3
and in the form of borate salts (Na, Ca, Mg)B(OH) 4+. The speciation is controlled by the pH, the salinity
and the cation concentration.

Boron isotopes
Boron has two isotopes 11B and 10B, with natural abundances of 80% and 19.9% respectively. 11B has a
higher affinity to the dissolved phase than 10B. Therefore, 10B is more abundant in the mineral borates, from
which the perborate added to the washing powder is extracted, and so it is also more abundant in
wastewater. As a consequence the δ11B value of wastewaters is low (5-13 ‰) compared to the one of

23
CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

natural freshwaters (~30‰) and also compared to the one of ocean water (39-60 ‰). VENGOSH et al.,
1994, used these differences to distinguish between seawater intrusion and anthropogenic contamination
in an artificial recharge site fed with treated wastewater in Israel.

EDTA
Ethylendiamintetraacetic acid (EDTA) was first synthesized in 1931. It is mainly used in industrial processes
to avoid the presence of free metal ions in aqueous solutions, since those may catalyse decomposition
reactions of the process constituents, or may form metallic salt precipitates. EDTA-Metal complexes behave
inertly with respect to the other components in the solution. They are very soluble in water and are stable
under acid, basic, oxidizing and reducing conditions, and under extreme temperatures. For this reason they
are also very persistent in the environment. The only significant degradation path is the photolysis of Fe(III)-
EDTA (KARI, 1994). Biological degradation (BOLTON et al., 1993) and adsorption in the underground
(NOWACK, 1996) are negligible. Due to its use in aqueous solutions and to the high solubility of the EDTA
complexes, EDTA is disposed with wastewater. Concentration of EDTA in communal wastewaters ranges
between 10 and 500 μg/l and is 30 to 1600 times higher than the analytic threshold of 0.3 μg/l, the
maximum concentration that can be attributed to uncontaminated natural waters. EDTA has been used as
an indicator of wastewater contamination by TRAUTH and XANTHOPOULOS, 1996 in Karlsruhe (Germany).

Drugs and metabolites


The development of GC/MS analytical methods has made it possible to detect small concentrations of
drugs and their metabolites in water and has led to the discussion of whether these substances could be
used to trace wastewater contamination in natural waters. Some examples are:
– Clofibric acid is a metabolite of clofibrate, etofibrate and etofyllinclofibrate, drugs used to regulate
the level of lipids in blood. Its concentration in wastewater ranges from 1 to 10 μg/l. Although the
environmental behavior of clofibric acid is not yet well known, it seems to be biodegradable and
thermolabile under laboratory conditions (SCHEYTT et al., 1998).
– PSS or NPS (N-(phenylsulfonyl)-sarcosine) is a substance of uncertain origin. The concentration in the
groundwater of an artificial recharge site was found to be higher than the concentration in the
wastewater used for recharge. This suggests that it is a decay product of a precursor substance
present in wastewater. The sulphonamides N-(pheny-sulfonyl)-caprionic acid (STAN and HEBERER,
1997), a corrosion inhibitor, and N-(phenylsulfonyl)-glycine (KRAUSE and SCHÖLER, 2000) are
supposed to be the precursor substances in wastewater. NPS is biodegradable under aerobic
conditions and can be eliminated by slow sand filtering in waterworks (HARTIG, 2000).
– Aminopropanone and coprostanol are organic components of excreta. Both have proven useful to
detect wastewater contamination in surface water. Coprostanol tends to be absorbed onto the
particular phase of the sewage effluent and is therefore not likely to be mobile in the underground.
Aminopropanone remains in the dissolved phase, but decays biologically with a half-life of 8-10
days.

To summarize:

Drugs and metabolites, although in some cases persistent enough to be of environmental concern, do
not behave conservatively and are therefore not suitable as tracers. Microorganisms and phosphate are

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Carmen ALBERICH, Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

absorbed in soils. Chloride and sulfate are mobile and conservative, but are not wastewater specific. Nitrate
is not conservative as the speciation of nitrogen may change depending on the redox conditions. Total
nitrogen does not strictly behave as a tracer in groundwater because it is not conservative (N2 produced
by denitrification may escape) and because the retardation of ammonium due to ion exchange would also
lead to a non-conservative behaviour in case the system is not in steady state. For their use as indicators
nitrate and total nitrogen can only be regarded as a wastewater specific if the isotope signatures δ15N and
δ18O of nitrate in groundwater clearly show that the source of contamination is human or animal excreta
and if contamination due to animal excreta (use of manure as fertilizer) in the catchment can be a priori
excluded. Similarly boron can be only used as wastewater specific tracer if solid waste deposits are not
present in the area. Finally EDTA seems to be the best candidate as wastewater specific tracer since it is
mobile, persistent in the underground, and is disposed of exclusively via wastewater.
A case study was carried out in Winterthur, Switzerland, with the objective of testing Boron and EDTA
as tracers for wastewater contamination in groundwater (ALBERICH, 1997). The results are discussed
below.

THE WINTERTHUR CASE STUDY

The aquifer below the city of Winterthur originated from a narrow glacial valley, which was filled with
glacial deposits and fluvial sediments from the Eulach river. The region is densely urbanized. Groundwater
flow is basically parallel to the flow of the river. The groundwater levels of the phreatic aquifer are below
the level of the sewers system. The Eulach itself was canalized in order to prevent flooding in the urban
area. The average chloride concentration in groundwater rose from 7 mg/l in 1964 to 26mg/l in 1996.
Two main sources of contamination are supposed to contribute to the degradation of the groundwater
quality: leaking sewers and landfills. The landfills, about 40 in number, are old gravel pits refilled with
domestic and industrial waste (Figure 4). Groundwater from the neighboring (Toess) valley is pumped in
to supply drinking water to the city. An excess of about 1.5 m3/min is injected into the aquifer in the
upstream of the study area to rinse the aquifer and render the water at emergency wells suitable for use.
About 25 groundwater samples were taken from emergency and industrial wells within the city. Weekly
average samples of untreated wastewater (average weighted according to the daily incoming fluxes) were
taken at the wastewater treatment plant. All samples were analyzed for EDTA and Boron. Average
concentrations in wastewater were 0.65 mg/l Boron and 80μg/l EDTA. The concentrations in the aquifer
were found to be much lower. They are indicated in Figures 5 and 6.The low concentrations in the upstream
are due to the injection of freshwater imported from the Toess valley. Infiltration from the Eulach only
influences the groundwater concentrations in the lowest part of the valley.
On the basis of this information a region of about 2.5 km2 was chosen to perform a mass balance of
the tracer substances with a one-box model. It is marked in Figures 5 and 6.
The balance area has funnel shape, and is about 1.5 km wide at the upstream and only 500 m wide
at the downstream end. This particular shape allows to estimate the downstream flux quite reliably.
A groundwater flow model was used to estimate the fluxes entering the balance region. Since the
contribution of the leaky sewers to the groundwater recharge was not known a priori, total recharge was
adjusted iteratively.

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CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

Figure 4. Landfills in the city of Winterthur.

Figure 5. EDTA concentrations in groundwater below the city of Winterthur.

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Carmen ALBERICH, Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

Figure 6. Boron concentrations in groundwater below the city of Winterthur.

The following table shows the estimated wastewater flux to the groundwater Rw for the total balance
region, the specific contribution of wastewater contamination to groundwater recharge and the average
losses from sewers referring to either the length of public sewers alone or to the length of public and
private sewers combined. The length of public sewers was determined from the plan of the sewage system.
The length of private sewers was assumed to be double the length of public sewers according to estimates
by (KEDING et al., 1990).

Average losses Average losses (based on


Specific wastewater
Rw (based on length of length of public+private
recharge
[m3/s] public sewers) sewers)
[m3/(s m2)]
[l/(km day)] [l/(km day)]

EDTA 8.49 10-4 4.03 10-10 1374 458


Boron 3.24 10-3 1.19 10-9 4104 1368

Table 3. Results of one-box model Winterthur: Water flux from sewers estimated from EDTA and boron mass
balances.

Comparison of the results delivered by the boron and EDTA balances shows that if the boron pollution
is attributed to the leaky sewers alone, neglecting the pollution caused by the landfills, the leakage from
sewers is overestimated by a factor of three.

27
CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

PROBLEMS OF ENVIRONMENTAL TRACER METHODS

While the basic dilemma of the flow model was the limited knowledge of the hydraulic conductivity,
the flux estimation from a tracer travel time also has a shortcoming as travel time only contains information
about the pore velocity and not about the specific flux required.

where ne is the effective porosity, u is the pore velocity and L is a length dimension with t the
corresponding travel time of the tracer. A is the area of recharge. Both ne and A are not well known. In
unconsolidated aquifers ne can be constrained by 10% on the low side and 30 % on the high side, which
implies an uncertainty of a factor or 3. This may still be smaller than the uncertainty in a regional estimate
of the average hydraulic conductivity. The areal weighting of recharge is a priori unknown and requires
research. Here remote sensing might be of help.
There is a number of basic problems to deal with when using environmental tracers. Any interpretation
of an observed concentration requires the knowledge of the input function of that tracer in the past. Often
regional input functions are not known. While for Tritium there are enough stations globally to interpolate,
for chloride very few places have the required 10 to 30 years of observations of dry and wet chloride
deposition. Effect of time dependent input of the tracers.
For dating the age windows of easily available tracers such as Tritium, CFC, and SF6 are the last 50 to
60 years. This means we are not equipped with tracers, which go into the time frame of 100 to several 100
years. At more than 1000 years 14C is available again. But the intermediate residence times are not covered
by presently available tracers.
Tritium has been a very fortunate tracer. It has the form of a tritiated water molecule, which will
basically follow the path of water with the velocity of water. Newer tracers such as SF6 and CFC are
dissolved gases. They yield different information than solute or markers of the H2O molecule such as
tritium. In the unsaturated zone Tritium follows water while gases can diffuse to the water table much more
quickly given the much larger diffusion coefficients of gases in soil air as compared to solute in water.
The effective porosity is a tricky parameter. It does not only incorporate the pore space but also the
distribution of hydraulic conductivity. A clay lens, which in principle is pervious at some point in time, might
be like an impervious barrier on shorter time scales. This means ne has to incorporate the effect of reduction
of the aquifer cross-section. This effect is not independent of time. An aquifer might well show a dual
porosity behaviour, which implies an effective porosity changing in time.
When bringing flow models and transport models of environmental tracers together, one problem lies
in the fact that pressure travels fast, while tracers travel slowly. Piezometric heads show rather a
momentary situation while tracer data integrate over longer times and a model would have to assume
today’s flow field also for the past. This phenomenon is most serious when it comes to the long-term
tracers such as 14C.
While no method is perfect, the combination of two methods of estimation increases the independent
constraints. Figure 7 shows how this can work:

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Carmen ALBERICH, Philip BRUNNER and Wolfgang KINZELBACH

Figure 7. Possible mechanism of cooperative advantage of two methods for flux Estimation.

WHY ARE ENVIRONMENTAL TRACERS NOT MORE OFTEN USED IN PRACTICE?

Environmental tracer data are still not used to their full potential in Europe. This has several reasons.
As aquifers do not come with labels telling us what kind of tracer is going to perform well, a study usually
has to screen a larger number of tracers, many of which cause non-negligible analytical costs. Thus a
thorough study will cause costs, which in many applications are considered as too high.
Still, in many cases the tracers to use are rather obvious and it seems that the obstacle to their actual
use is a lack of knowledge about these methods on the side of practitioners and water authorities.
One should not forget the problems of tracers, which were discussed above. These can lead to non-
conclusive results, which have diminished enthusiasm for isotopes and tracers and led to some frustrations.
The basic reason for this frustration is the fact that too high expectations were attached to isotopes and
tracers looking at them as a kind of panacea. Of course these expectations were unrealistic. A much more
pragmatic attitude is required. Any additional information, which costs little compared to the drilling of
observation boreholes, should be collected. There are enough cases where these concentrations led to a
constraint on the problem, which allowed to exclude one or more hypotheses.

CONCLUSIONS AND RECOMMENDATIONS

In conclusion of the above we recommend that environmental tracers be used to improve models by
fixing fluxes or at least ratios of fluxes. Environmental tracers with a history are the only available means
to estimate travels times on field scale. This means that time scales of aquifers can only be determined on
the basis of environmental tracers. Time scales are of practical importance in estimating rehabilitation times
of polluted aquifers.

29
CONFERENCIA: GROUNDWATER MODELING AND ENVIRONMENTAL TRACER INFORMATION

A combination of several tracers makes the application more reliable as different tracers tend to
illuminate different aspects.
A scientific use of models proceeds by formulating hypotheses and then testing these with the model.
So all data, which can help in the task of excluding hypotheses are welcome. Environmental tracers can
give such information. A model, which is in contradiction to environmental tracer data and thus falsified,
can at least lead to a learning process about missing processes or structures in the model. Tracer
information can often be used to get ideas rather than to achieve accuracy.

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31
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

CONFERENCIA: DAN REGION RECLAMATION PROJECT – ISRAEL


GROUNDWATER RECHARGE FOR WASTEWATER REUSE

Nelly ICEKSON-TAL* and Medy MICHAIL*

(*) Dan Region Unit. Central District. Mekorot Water Co. Ltd., Israel.
P.O. Box 56. Ramle 72100. Israel. ntal@mekorot.co.il

INTRODUCTION

The Dan Region Project is the largest water reclamation scheme in Israel which provides for collection,
wastewater treatment, groundwater recharge, and reuse of municipal wastewater from Tel-Aviv
metropolitan area and several neighboring municipalities. The project serves a population of about 1.5
million, or 2 million population equivalent including industrial wastewater, with an average municipal
wastewater flow of about 350,000 m3/day.
The special recharge-recovery method developed and practiced successfully in the Dan Region Project
since 1977 incorporates the soil-aquifer treatment (SAT) concept. The treated secondary effluent percolates
through the unsaturated soil zone until reaching the groundwater and moves radially in the aquifer until
towards the recovery wells specially designed to pump the recharge water for supply (Figure 1). If the
recovery wells are adequately spaced, the recharge and recovery facilities can be operated to confine the
recharged effluent within the groundwater sub-basin, between the recharge area and the recovery wells.
This underground zone is dedicated to the treatment and storage of effluent and represents only a small
percentage of the regional aquifer. The reclaimed water which can be traced and monitored by means of
observation wells between the recharge basins and the recovery wells, is usually of high quality.

Figure 1. SAT System in the Dan Region Project – Israel.

33
CONFERENCIA: DAN REGION RECLAMATION PROJECT – ISRAEL GROUNDWATER RECHARGE FOR WASTEWATER
REUSE

Figure 2. Dan Region Sewage Reclamation Plant – General Layout.

The effluent recharge must be done with spreading basins to take advantage of the purification
capacity of both the unsaturated zone and the aquifer. The recharge basins operation must be intermittent.
Flooding periods should alternate with adequate drying periods to maintain high infiltration rates through
the top soil layer, and to allow oxygen penetration into the soil to enhance the purification capacity of the
system. Although major purification of the effluent takes place during vertical flow through the upper soil

34
Nelly ICEKSON-TAL and Medy MICHAIL

layer and the whole unsaturated zone, it is important to allow the recharged effluent to flow horizontally
in the aquifer to additional purification and to regain aerobic properties in section of the area where anoxic
conditions prevail below the recharge basins.

DESCRIPTION OF THE PROJECT

About 115 Mm3/year of secondary effluent from the activated sludge treatment plant of the Dan
Region (Tel-Aviv Metropolitan Area) (Figure 2) are being recharged to the aquifer via spreading basins in
four recharge areas built in zones of predominantly sandy soils – a northern recharge area (Soreq) and
three southern recharge areas (Yavne 1, 2 and 3). The northern recharge area (Soreq) has been in
continuous operation since 1977, whereas the oldest southern recharge area (Yavne 1) has been in
operation since 1987, Yavne 2 since 1988 and Yavne 3 since 1996.
In the first stage of the project – between 1977 and 1987 – only part of the Dan Region’s wastewater
was conveyed to the plant and treatment prior to SAT consisted of oxidation ponds, high-lime treatment
and ammonia stripping ponds. During that period, all the recharge took place in the Soreq recharge area.
In the second stage of the project – since 1987, when the mechanical-biological treatment plant was
implemented – the wastewater from the whole Dan Region has been conveyed to the plant, and the plant
effluent has been recharged to the groundwater both in the Soreq and in the Yavne recharge areas.
Treatment prior to SAT presently consists of preliminary treatment (bar screens and grit chambers) and
biological treatment by the modified activated sludge process with nitrification-denitrification and
biological phosphorus removal (without primary treatment) (Figure 3).
The Soreq recharge site, located in the vicinity of the treatment plant, consists of four basins covering
total area of about 24 ha (Figure 2). The southern recharge area is divided into three recharge sites located
at about 7 km – Yavne 1, about 10 km – Yavne 2, and about 11 km – Yavne 3 south of the treatment
plant. The recharge basins cover a total net area of about 61 ha (Figure 1). Each basin is divided into sub-
basins (1.0-2.0 ha each).
A ring of recovery wells surrounds each recharge site; they are located between 350 and 1500 m from
the nearest recharge basin. A monitoring network of observation wells was established between the
recharge basins and the recovery wells.

Figure 3. Flow Diagram of Dan Region Project.

35
CONFERENCIA: DAN REGION RECLAMATION PROJECT – ISRAEL GROUNDWATER RECHARGE FOR WASTEWATER
REUSE

In a 26-year period (1977-2002) about 414 Mm3 of effluent was recharged to the groundwater aquifer
in Soreq basins. About 1090 Mm3 of secondary effluent was recharged in the basins Yavne 1, Yavne 2 and
Yavne 3 during about 16 years of operation (1987-2002).
A short recharge cycle was employed consisting usually on 1-2 days flooding and 2-5 days drying in
order to ensure that aerobic conditions predominate in the unsaturated zone and in the aquifer.
Since 1989 the recovery wells pumped about 1401 Mm3 of reclaimed water to the separate
conveyance pipe (the Third Line) to the southern part of Israel, Negev. This water is supplied only for non-
potable uses (mainly unrestricted irrigation of agricultural crops).
The zone of the aquifer enclosed within the ring of recovery wells is hydrologically separated from the
rest of the aquifer, which is not affected by the effluent recharge operation and continues to supply potable
water. A small portion of the potable aquifer is thus “sacrificed” and dedicated to effluent purification by
SAT, as well as to seasonal storage that is required anyhow as the reclaimed water for irrigation is needed
mostly in the summer season. A large number of observation wells, which are located between the
recharge basins and the recovery wells, provide the means for monitoring the SAT system.

HYDRAULIC LOAD IN RECHARGE BASINS

The average monthly hydraulic load was calculated for each basin by dividing the volume of recharged
effluent in that basin to the basin area and the total number of days that the basin was in operation
(flooding and drying periods). The average yearly hydraulic loads obtained for each basin are summarized
in Table 1.
In 2002, the average hydraulic load varied between 62 and 154 m/year in the Soreq spreading basins,
between 69 and 107 m/year in the Yavne 1 spreading basins, between 102 and 153 m/year in the Yavne
2 spreading basins, and between 220 and 281 m/year in the Yavne 3 spreading basins.

Area Basin Average Hydraulic Load, m/y


101 62
102 154
Soreq
103 78
104 103
4100 69
4200 107
Yavne 1
4300 107
4400 107
5100 104
Yavne 2 5200 153
5300 102
6100 324
Yavne 3 6200 241
6300 281

Table 1. Hydraulic Load in Spreading Basins (2002).

36
Nelly ICEKSON-TAL and Medy MICHAIL

SPREAD OF RECHARGED EFFLUENT IN THE AQUIFER

The chloride ion serves as a reliable tracer of the movement of the recharged effluent in the aquifer. At
the end of 2002, all the observation wells located in the vicinity of the recharge areas pumped 100%
effluent.
Most of the recovery wells surrounding all recharge areas pumped to the Third Line high percentages
of reclaimed water and a small percentage of native groundwater. The zone in the aquifer where the
recharged effluent displaced completely the native groundwater (the front of 100% recharged effluent),
extended at the end of 2002 about 1100 m north, 1300 m south, 1200 m east, and 880 m west of the
center of the Soreq recharge area (Figure 4). For the Yavne 1 recharge area, that front extended about
1720 m south, 950 m west, 970 m north, and 990 m east (Figure 5). The some values were 930 m south,
680 m west, 1000 m north, and 700 m for the Yavne 2 recharge area (Figure 5), and 450 m east and 850
m west for the Yavne 3 recharge area (Figure 5).

Figure 4. Approximate Spread of Recharged Effluent in the Aquifer, Soreq - October 2002.

GROUNDWATER LEVELS

Groundwater levels beneath the recharge areas were affected by the amounts of effluent which were
recharged into the aquifer and the amounts of water pumped by the recovery wells. After twenty six years
of recharge (1977-2002), the groundwater mound in the center of the Soreq recharge area rose by about
6.5 m. For sixteen years of recharge (mid 1987-2002), the groundwater mound in the center of the Yavne
1 recharge area rose by about 4.5 m. For the Yavne 2 recharge area it was 5.3 m after fifteen years (1988-
2002), and 10.3 m for Yavne 3 after seven years (1996-2002).

37
CONFERENCIA: DAN REGION RECLAMATION PROJECT – ISRAEL GROUNDWATER RECHARGE FOR WASTEWATER
REUSE

Figure 5. Approximate Spread of Recharge Effluent in the Aquifer; Yavne 1, Yavne


2 and Yavne 3 - October-November 2002.

MONITORING OF SAT SYSTEM

An extensive monitoring program has accompanied the recharge-recovery operation since its inception
in 1977, thus providing an unusual wealth of large-scale, reliable data on the effluent quality before and
after SAT. The monitoring program has two major objectives: (1) to follow the movement of the recharge
effluent in the aquifer (hydrological aspects); and (2) to detect the changes in the recharge zone and its
vicinity (water quality aspects). The monitoring program includes a sampling point for the recharge effluent
(before SAT), as well as some 50 observation wells an 100 recovery wells (after SAT). In the Recharge
Effluent (RE), some 60 physico-chemical and biological parameters are analyzed with a frequency varying
from once per month for common physico-chemical parameters to twice per year for bacteriological
indicators and some trace elements. In the Observation Wells (OW) and the Recovery Wells (RW), a
“routine analysis” consisting of some 20 parameters is performed with a frequency varying from once to
four times per year. In addition, a “comprehensive analysis” consisting of some 50 physico-chemical and
biological parameters is carried out once or twice per year in a limited number of selected wells.

38
Nelly ICEKSON-TAL and Medy MICHAIL

Purification of the Recharged Effluent by Soil Aquifer Treatment (SAT)

The major purification processes occurring in the soil aquifer system are: slow-sand filtration, chemical
precipitation, adsorption, ion exchange, biological degradation, nitrification, denitrification, and
disinfection. The purification effect of soil-aquifer treatment which occurs during the effluent passage
through the unsaturated soil zone and the aquifer was evaluated from quality data in the recharged
effluent, before SAT, and in reclaimed water pumped from a representative observation well (well 17S in
Yavne area) pumping 100% recharged effluent for a long time (after SAT) (Tables 2-3 and Figures 6-9).
The removal of suspended solids (mostly organics) and of BOD was virtually complete (Table 2). The
removal efficiency of organics by SAT is remarkable considering that the effluent has already undergone
some pretreatment (Table 2 and figs. 6-7). The capacity of soil-aquifer system to remove organics by
biological processes is very effective. During SAT complete nitrification and partial denitrification occur
which reduces the total nitrogen concentration (Table 2 and Fig. 8). The residual nitrogen after SAT consists
mainly of nitrate. Excellent phosphorous removal occurs during SAT as well as significant removal of F, Fe
and Ni (Table 3). The ability of SAT to remove phosphorous and trace elements has not declined to date.
The cation exchange and boron adsorption processes have relatively short lifetimes which ranged from a
few months to more than 2 years (Table 3).
The concentration of trace elements is below the recommended limits for irrigation water used
continuously of all soils (Table 3 and Fig. 9).

Parameter Units Before SAT After SAT Percentage Removal


Suspended Solids mg/L 7 0 100
BOD mg/L 6 <0.5 >92
BOD f mg/L 2 <0.5 >75
COD mg/L 44 4 91
COD f mg/L 35 4 89
DOC mg/L 14 2.0 86
UV254 abs. cm-1 x10003 217 42 81
Detergents mg/L 0.240 <0.100 >58
Phenols mg/L <0.003 <0.001 >67
Ammonia, as N mg/L 6.03 <0.02 >99
Kjeldahl Nitrogen mg/L 8.50 0.45 95
Kjeldahl Nitrogen f mg/L 7.40 0.45 94
Nitrate, as N mg/L 0.31 6.32
Nitrite, as N mg/L 0.937 0.253 73
Total N mg/L 9.75 7.02 28
Filtered N mg/L 8.65 7.02 19
Phosphorus mg/L 2.30 0.03 99
Alkalinity, as CaCO3 mg/L 309 318
pH - 7.58 7.90

* Yearly average 2002.


Table 2. SAT Performance – Basic Wastewater Parameters*.

39
CONFERENCIA: DAN REGION RECLAMATION PROJECT – ISRAEL GROUNDWATER RECHARGE FOR WASTEWATER
REUSE

Percentage Tolerance for Water


Parameter Units Before SAT After SAT Removal, Used Continously on
% all Soils a
Salinity and Sodium Hazard
Chloride mg/L 312 266
Dissolved Solids mg/L 1030 936
Electrical Cond. μmhos/cm 1728 1597
Sodium mg/L 201 194
Potassium mg/L 21 29
SAR – 4.8 4.6
Trace Elements
Boron μg/L 0.28 0.51 0.75b 0.33c
Cadmium μg/L <0.2 <0.2 10
Chromium μg/L <3 <3 100
Cobalt μg/L <3 <3 50
Copper μg/L <3 3 200
Fluoride mg/L 0.59 0.20 66 1000
Iron μg/L 84 18 79 5000
Lead μg/L <2 <2 5000
Manganese μg/L 33 167 200
Molybdenum μg/L <3 <3 10
Nickel μg/L 12 5 58 200
Selenium μg/L <1 <1 20
* Yearly average 2002.
a) According to EPA Criteria.
b) Recommended maximum concentration for citrus irrigation is 750 μg/l.
c) Boron class 1 for sensitive crops according to USDA.

Table 3. SAT Performance – Irrigation Water Quality Parameters*.

The concentration of toxic substances in the reclaimed water is below the maximum allowable limits
for drinking water, even if the reclaimed water is exploited only for non-potable uses.
The total bacteria count was considerably reduced by SAT. Coliform bacteria, faecal coliforms,
Streptococcus faecalis and enteroviruses were not detected in the reclaimed water.

40
Nelly ICEKSON-TAL and Medy MICHAIL

Figure 6. Soluble COD before and after SAT. Figure 7. UV254 Absorbance before and after SAT.

Figure 8. Soluble Nitrogen before and after SAT. Figure 9. Trace Elements Versus Recommendations for
Irrigation Water.

EVOLUTION OF WATER QUALITY AFTER SAT

The comprehensive analysis of water quality parameters before and after SAT, which was carried out
for the whole period of groundwater recharge (1977-1999) indicated that in the last few years, an increase
occurred in the concentrations of some parameters measuring organic substances (mostly UV254
Absorbance), as well as of ammonia and Kjeldahl nitrogen in the Soreq area. It was postulated that this
was due to the anaerobic conditions which prevailed in the Soreq area as a result of the reduction of the
infiltration capacity of the spreading basins and the insufficient drying time between floodings which
reduced the amount of oxygen penetrating into the soil-aquifer system. Consequently, the evolution of the
above parameters has been closely followed in typical observation wells in the Soreq area.
The concentrations of UV254 Absorbance, ammonia and Kjeldahl nitrogen in observation well 54 is
illustrated in Figures 10 and 11. A decrease in the concentrations of the above parameters was observed,
since 2000, which seems to indicate that aerobic conditions prevailed over anaerobic conditions in the
aquifer. During 2001, an unusual high concentration of suspended solids appeared in the Third Line. These
suspended solids had a high content of manganese.
A comprehensive study of all about 100 recovery wells concluded that the water pumped from about
7 recovery wells, located in Yavne 2 area, had a high content of manganese. Probably in this area some
lentils of the unsaturated zone have a higher manganese content which is dissolved during the infiltration

41
CONFERENCIA: DAN REGION RECLAMATION PROJECT – ISRAEL GROUNDWATER RECHARGE FOR WASTEWATER
REUSE

of recharged effluent. Consequently the pumping of these recovery wells was stopped in order to avoid
the undesirable suspended solids in the Third Line.

Figure 10. UV254 Absorbance in OW 54.

Figure 11. Nitrogen Kjeldahl and Ammonia in OW 54.

OPERATIONAL PROBLEMS – CLOGGING OF THE INFILTRATION BASINS

The groundwater recharge operation is carried out by intermittent flooding of the spreading basins,
according to a cycle that varies from basin to basin in accordance with the prevailing climatic conditions,
the number of basins in operation and the amount of effluent available for recharge.
The basins are scrapped once or twice a month to avoid surface clogging by solids and restore the
infiltration capacity.

42
Nelly ICEKSON-TAL and Medy MICHAIL

Since 1997 the amount of the recharge effluent increased gradually, by about 17%, until 2000 and
remained constant until 2002. It looks that due to the increasing hydraulic load the maximum infiltration
capacity of all spreading basins has been reached. This affected the recharge regime and more spreading
basins (especially in winter) were not able to drain in one day. It is not clear yet if there has been a decrease
in the infiltration rates during over 20 years of operation of these spreading basins or the decrease in the
infiltration capacity is due to the maximum infiltration capacity limit.
In July 2003 started the operation of a new recharge area Yavne 4, so the older recharge areas may
be operated under their maximum infiltration capacity limit especially in the winter raining period.

CONCLUSIONS

The experience gathered during 26 years of groundwater recharge operation confirms that the soil-
aquifer treatment (SAT) should be considered as an additional and efficient step of treatment process in
the Dan Region Project.
The very high quality of reclaimed water obtained after SAT is suitable for a variety of non-potable uses
as unrestricted agricultural (including irrigation of vegetable to be eaten raw, livestock watering),
industrial, non-potable municipal (such as lawn irrigation and toilet flushing), and recreational uses. At
present, in Israel the reclaimed water is used only for unrestricted irrigation.
Other important functions of SAT system are: seasonal and multiannual underground storage,
reliability, dilution, safety barrier and psychological effect.

ACKNOWLEDGEMENTS

The authors are grateful to Mr. Dov Sherer for his active cooperation to the paper preparation.

REFERENCES

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Reports for 1997 through 2002. Mekorot Water Company Ltd., Central District, Dan Region Unit.
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Reliability of Plant’s Operation;” Water Supply, Vol 3, No 4.
IDELOVITCH, E. et al. (1977-1984) Groundwater Recharge with Municipal Effluent; Dan Region Project - Yearly Reports
for 1977 through 1984. Tahal Ltd.
IDELOVITCH, E. and MICHAIl, M. (1984). Soil Aquifer treatment – A New Approach to an Old Method of Wastewater
Reuse. Journal of Water Pollution Control Federation, August 1984, Washington D.C.
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KANAREK, A. et al. (1991-1994) Groundwater Recharge with Municipal Effluent; Dan Region Project - Yearly Reports
for 1991 through 1994. Mekorot Water Company Ltd., Central District, Dan Region Unit.

43
CONFERENCIA: DAN REGION RECLAMATION PROJECT – ISRAEL GROUNDWATER RECHARGE FOR WASTEWATER
REUSE

MICHAIL, M. et al. (1985-1990) Groundwater Recharge with Municipal Effluent; Dan Region Project - Yearly Reports
for 1985 through 1990. Tahal Ltd.
MICHAIL, M. (1990)“Groundwater Recharge for Wastewater Reuse in the Dan Region Project – Israel”, Paper
presented at conf. “The Mediterranean countries faced with their environment”, Lyon, France, Nov, 1990.
SOFFER, D. et al. (1995-1996) Groundwater Recharge with Municipal Effluent; Dan Region Project - Yearly Reports for
1995 through 1996. Mekorot Water Company Ltd., Central District, Dan Region Unit.

44
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL


SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS SERVICIOS MUNICIPALES
(UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

Ramón ARANDES*

(*) Director del proyecto del nivel freático. Ajuntament de Barcelona. Serveis Urbans i Medi Ambient.
Torrent de l'Olla 218 - 220. Barcelona 08012. rarandes@mail.bcn.es

RESUMEN

A lo largo de los últimos años han ido apareciendo noticias sobre la existencia de problemas en
diferentes puntos de la ciudad, en sótanos, aparcamientos subterráneos y, especialmente, en la red del
metro, ocasionados por la ascensión del nivel del agua en el subsuelo. Paralelamente son constantes las
referencias a los problemas que la escasez de agua está ocasionando en una amplia zona de Cataluña,
incluida el Área Metropolitana de Barcelona, y a las alternativas que se plantean para paliarlos, entre otras,
el trasvase de agua del Ebro, o del Ródano, al área de Barcelona.
El Ayuntamiento de Barcelona trabaja desde hace unos años para racionalizar la utilización del agua,
en una decidida apuesta por la sostenibilidad y, en lo posible, para controlar el nivel del agua en el
subsuelo. Un amplio equipo municipal de Servicios Urbanos y Medio Ambiente y del Instituto Municipal de
Parques y Jardines, con el apoyo de la empresa mixta municipal encargada de la gestión del alcantarillado
de Barcelona (CLABSA) y de la Cátedra de Hidrogeología subterránea del Departamento de Ingeniería del
Terreno y Cartográfica de la UPC, es el responsable de los trabajos, de los que pretendemos resaltar los
aspectos más importantes que, sin duda, nos permitirán reflexionar sobre algunas cuestiones
medioambientales. Es preciso, también, agradecer la eficaz colaboración de técnicos de Transportes
Metropolitanos de Barcelona (TMB) y de la Generalitat de Catalunya (Dirección General de Puertos y
Transportes y de la Agència Catalana de l’Aigua), así como de la Cátedra de Ingeniería Sanitaria y
Ambiental de la UPC.

Palabras Clave: aguas freáticas, redes secundarias, servicios municipales, sostenibilidad.

ANTECEDENTES: EL ASCENSO DEL NIVEL FREÁTICO Y LA APARICIÓN DE PROBLEMAS EN EL


SUBSUELO DE LA CIUDAD

Es indudable que si los íberos y los romanos se asentaron en Barcelona fue, entre otras razones, porque
era fácil disponer de agua que, inicialmente, procedía de los cauces de las rieras que desde Collcerola
surcaban el llano de Barcelona, especialmente de las situadas en el entorno inmediato del Mont Taber, y,
posteriormente, de cauces más alejados desde los que se traía el agua mediante acueductos. También
disponían de algunos pozos de captación de reducida profundidad. Señalemos que con los acueductos

45
CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

romanos se inicia la práctica de traer el agua a Barcelona cada vez desde fuentes más lejanas: el río Ripoll,
en Montcada, en el siglo X mediante el Rec Comtal (probablemente siguiendo uno de los tres acueductos
romanos); la riera de Argentona (Dosrius) en 1867 por la Compañía de Aguas de Barcelona; los caudales
subterráneos del Llobregat a partir de 1881 (cuando se dispuso de los equipos mecánicos que
posibilitaban la extracción de un caudal de 400 l/s); el río Ter en los años 60; y ahora se plantean
alternativas aún más lejanas para obtener los caudales y calidades requeridos. Lógicamente los sucesivos
avances tecnológicos permiten la explotación de recursos cercanos anteriormente inutilizables.
Paralelamente el subsuelo de Barcelona ha sido explotado para la captación de agua, especialmente
a lo largo del frente litoral del Poble Nou, del delta del Besós y del tramo inferior de dicho río, donde el
carácter aluvial del suelo es especialmente favorable para su explotación mediante pozos de reducida
profundidad, lo que sin duda facilitó a finales de siglo XIX un importante desarrollo industrial (Sant
Andreu, Poble Nou y la Barceloneta). A partir de 1878 se inicia la explotación del acuífero profundo del
Besós por la Compañía de Aguas de Barcelona, inicialmente mediante bombas de vapor y posteriormente
mediante bombas eléctricas (según algunas referencias existían en la ciudad unos 9.000 pozos en el siglo
XIX). En los terrenos paleozoicos de la zona alta de la ciudad se utilizaron profusamente minas para el
abastecimiento de agua. Fuera del término municipal de Barcelona, limitando el llano por el sur, el cauce
del Llobregat y su delta sigue siendo aún hoy en día una importante fuente de suministro de agua al área
Metropolitana de Barcelona, a diferencia de la zona deltaica del Besós, en donde prácticamente han
desaparecido las captaciones, aunque actualmente está en fase de pruebas un aprovechamiento por Aguas
de Barcelona en la antigua captación de la central de Sant Andreu. Por lo que se refiere al llano de
Barcelona, en la actualidad los aprovechamientos son prácticamente testimoniales con relación a la
demanda de agua.
La extracción de agua del subsuelo del término municipal de Barcelona fue especialmente intensa en
la década de los 60 y principios de los 70, llegando en la zona del Besós, según diversas estimaciones, a
unos 20 hm3/año para consumos industriales de particulares (con la dificultad que presenta la estimación
del volumen de las captaciones en pozos para autoconsumo, sin contadores) y otros 15 hm3/año por la
Sociedad General de Aguas de Barcelona (en adelante AGBAR) en la margen derecha del Besós (Aguas
del Besós) para su distribución a través de la red. Es decir, unas extracciones de unos 35 hm3/año en la
zona del Besós, más otros 20 en el llano, incluidas las minas, y en el delta del Llobregat, en total unos 55
hm3/año (algunos autores llegan a los 60).
Del censo de la Unidad de Aguas del Ayuntamiento de Barcelona se deduce que en 1965 existían 120
pozos activos explotados por particulares (con vertidos a la red de alcantarillado), con unas extracciones
de 20 hm3/año, que se reducen a 10 hm3/año en 1980 y a tan sólo 1,74 en 1995. Finalmente, en 1997
aún se reducen hasta 1,21 hm3/año con 63 pozos activos, manteniéndose dicho volumen estabilizado a
lo largo de los últimos años con pequeñas fluctuaciones. Con relación a las minas, puede indicarse que el
censo es de 170, en su mayor parte abandonadas y conectadas a la red de alcantarillado cuando son
interceptadas.
La causa de la drástica disminución de las captaciones de agua del subsuelo ha sido la transformación
del uso del suelo, desde principios de los años 70, por el progresivo traslado fuera de la ciudad de las
industrias que consumían gran cantidad de agua e, incluso, por la utilización en las industrias de sistemas
de ahorro de agua o por su sustitución por otras alternativas más económicas, como puede ser el consumo
de energía eléctrica para la refrigeración industrial, potenciada por la progresiva fiscalidad del agua y la
contención del precio de la energía eléctrica. También ha influido el abandono por AGBAR de sus
captaciones en el ámbito del término municipal de Barcelona para abastecimiento domiciliario, a causa de

46
Ramón ARANDES

la mala calidad del agua subterránea, especialmente su salinidad, que haría preciso un costoso tratamiento
para su potabilización. El último pozo cerrado ha sido el de la Maquinista, en Sant Andreu, en febrero de
1995, que proporcionaba unos 3 hm3/año.
La progresiva salinización del acuífero del Besós se debió a que el volumen de agua captado en los
años 60 – 70 era muy superior a la recarga, como analiza Enric Vázquez en su ponencia, por lo que se
produjo una sobreexplotación con el consiguiente descenso del nivel freático y la entrada de agua de mar
a lo largo del frente litoral.
La disminución de las captaciones en la zona reseñada ha tenido como consecuencia la subida del nivel
freático hacia su perfil natural de equilibrio (función de las condiciones hidrogeológicas del terreno y la
recarga), lo que ha ocasionado serios problemas en las construcciones subterráneas ejecutadas en los años
60 - 70 cuando el nivel freático estaba más bajo. Los estudios geológicos realizados en aquella época no
tuvieron en cuenta el hecho de que el nivel freático estaba anormalmente bajo y, además, en aquellos años
no era previsible una disminución tan drástica en los volúmenes de agua captados (el plan de alcantarillado
de Barcelona de 1969, incluso contemplaba la inyección en el subsuelo de los efluentes de las depuradoras
proyectadas para frenar la intrusión marina). La consecuencia ha sido la aparición de una serie de problemas,
por lo general de difícil solución. Ello nos da pie a una primera reflexión: cambios en el comportamiento
humano repercuten en la naturaleza de forma relativamente rápida y difícilmente controlable.
Entre los problemas originados por el ascenso del nivel freático destacan las filtraciones a subterráneos
de edificios, fosos de ascensores, estaciones transformadoras de electricidad, aparcamientos subterráneos
y, especialmente, la red del metro. El problema de la entrada de agua en la red de saneamiento es un
problema limitado ya que la longitud de la red por debajo del nivel de la capa saturada es relativamente
reducida, como exponen Mónica Enrich y Silvia Burdons en su comunicación, y la red, por lo general, tiene
una elevada impermeabilidad.
Como hemos indicado, en diferentes zonas de la red del metro (especialmente en las proximidades del
Besós) existen filtraciones de agua, fundamentalmente desde la capa saturada, que, además de costosos
trabajos de impermeabilización, obligan a disponer de un sistema de evacuación del agua, fiable y seguro,
que garantice la prestación del servicio del metro, lo que comporta unos importantes costes de
mantenimiento. Dicho sistema de evacuación en la actualidad consta de 91 pozos de agotamiento
distribuidos a lo largo de la red en función de los caudales a evacuar y del perfil longitudinal de la
infraestructura. Los pozos están equipados con 165 bombas con una potencia instalada de más de 1.000
kw, siendo el volumen de agua bombeado a la red de alcantarillado de unos 10,2 hm3/año (ARANDES y
DEULOFEU, 1999).
El problema planteado en Barcelona, que se ha dado también en otras ciudades europeas que están
en una etapa que podría definirse de post-industrial, como son: Londres; Milán; Amsterdam; Estocolmo;
etc., ofrece la posibilidad de recuperar la explotación del acuífero, en cuyo abandono influyeron también,
como se ha indicado, aspectos cualitativos, especialmente a causa de su progresiva salinización, a la que
anteriormente nos referíamos.

ESTUDIO DE LAS CAUSAS DEL PROBLEMA Y CUANTIFICACIÓN DE LOS RECURSOS


DISPONIBLES

En abril de 1992 se redactó por la Cátedra de Hidrogeología subterránea de la UPC un “Estudio de las
infiltraciones de agua observadas en el entorno de la estación del metro de Baró de Viver”, por encargo

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CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), alertados por la aparición de humedades en la solera


y paredes del metro, que se atribuían a las obras realizadas, en el contexto de las infraestructuras ligadas
a los Juegos Olímpicos, en el nudo de la Trinidad, ubicado en la superficie de la traza del metro. El estudio
ponía de manifiesto, por primera vez, que en dicha zona el nivel freático se había recuperado desde finales
de los años 70 a razón de casi 1 m/año.
La evolución del nivel freático en el subsuelo de la ciudad y la cuantificación de los recursos se ha
podido conocer mejor a partir del estudio realizado en 1997 por el Ayuntamiento de Barcelona, el
Departamento de Ingeniería del Terreno y Cartográfica de la UPC y CLABSA, y que ha puesto a punto un
modelo matemático que ha posibilitado el plantear una explotación racional del acuífero. Posteriormente
el modelo se ha ampliado y desarrollado en el marco de diferentes estudios específicos, básicamente en
el delta del Besós y el frente litoral, realizados por la Cátedra de Hidrogeología subterránea de la UPC.
Como resumen, se puede decir que las conclusiones del estudio apuntan que, así como en el Llobregat se
ha llegado a una cierta estabilización dinámica, condicionada por las importantes extracciones de AGBAR,
en el valle bajo del Besós y su delta, y también en la parte baja del llano de Barcelona, se están
recuperando los niveles históricos, estando cercanos a su estabilización, aunque en la zona alta, a causa
de su mayor distancia al contorno, aún cabe esperar ascensos apreciables.
En la Tabla 1 se resumen los principales datos del balance deducido de la modelización (VÁZQUEZ-
SUÑÉ, 1998), referidos al área modelada, que es ligeramente mayor que el término municipal de Barcelona
por condicionantes hidrogeológicos del contorno. A dicho balance se refiere, también, Enric Vázquez en su
ponencia.
En la columna (1) de la Tabla 1 figura la recarga total, que es la suma de las distintas aportaciones de
agua al subsuelo (pérdidas de la red de distribución de agua, del alcantarillado e infiltración del agua de

BALANCE DE LAS AGUAS FREÁTICAS


Salidas agua Salidas Extracciones Extracciones
Año Recarga ΔV
subsuelo al mar laterales Pozos+FGC metro
(1) (2) (3) (4) (5) (6)
1960 31,61 -24,78 4,10 51,55 1,05 -0,32
1970 23,06 -11,90 -4,00 42,82 0,08 -3,93
1980 27,43 3,58 -3,20 20,34 4,69 2,12
1990 27,81 8,87 -8,64 20,38 5,49 1,73
1991 27,62 3,05 -4,64 18,51 6,24 4,45
1992 26,15 -1,32 -2,37 18,23 6,43 5,19
1993 25,40 0,69 -2,74 18,49 6,21 2,75
1994 23,85 3,67 -4,14 17,24 6,48 0,64
1995 22,70 -1,22 -1,04 14,06 7,25 3,66
1996 22,35 -4,30 0,16 13,48 8,42 4,55
1997 21,75 0,70 -0,74 13,47 8,57 -0,25
1998 21,47 1,86 -0,34 13,38 8,31 -1,74
1999 21,51 0,11 1,06 13,38 8,30 -1,34
Tabla 1. Fuente: resultados de la calibración del modelo matemático de la UPC (1997). Unidades: hm3/año(el signo hace
referencia al literal de la columna). Nota 1 hm3 = 1.000.000 m3..
Evidentemente: ΔV (6) = (1) - (2) - (3) - (4) - (5), siendo DV la variación del almacenamiento.

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Ramón ARANDES

lluvia). En la columna (3) se detallan los flujos de aguas subterráneas entre los acuíferos de la zona
modelada y la zona externa, fuertemente influenciados en el lado Llobregat por las extracciones de AGBAR
en Cornellá y por el contacto con el perímetro del delta del Besós (en el Besós los pozos de AGBAR
actualmente no están activos, como anteriormente hemos indicado).
En la columna (5) figuran las extracciones de aguas freáticas por el bombeo desde el metro, en 1999
8,3 hm3 de aguas freáticas a las que, además, para determinar el caudal bombeado por el metro, se tienen
que añadir otras filtraciones desde capas no saturadas y minas, en 1999 un total de 1,9 hm3,
contabilizados en el estudio en la columna (4) globalmente con otras extracciones, lo que haría el total de
10,2 hm3, volumen al que anteriormente nos referíamos.
En la columna (4), se incluyen de forma agregada las extracciones de todo tipo, salvo las filtraciones
de aguas freáticas en el metro, por lo tanto, incluyen los pozos de particulares, las aguas no freáticas del
metro, las minas y las filtraciones en los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) (este último concepto
corresponda la línea “Plaza España - Cornellá”). Dichos datos se dan de forma agregada ya que, de estas
extracciones, no se dispone de información histórica desagregada rigurosa, en cambio se conoce que, en
1999, en la línea mencionada de los FGC, se extrajeron, en la zona modelada, unos 5,2 hm3 (anualmente
varía entre 3,5 y 5,5), prácticamente todos fuera del término municipal de Barcelona (las filtraciones más
relevantes se producen a partir de la estación Gornal). De acuerdo con esta estimación y por deducción,
el resto de extracciones en 1999 son 8,18 hm3, de los que se tienen controlados en la base de datos de
la Unitat d’Aigües 1,52 hm3, correspondientes a las extracciones en pozos de particulares, otros 1,2 hm3,
se estima, corresponden a las minas aún en servicio, 1,9 corresponden a las aguas de origen no freático
bombeadas desde el metro (una parte puede proceder de las minas interceptadas por el metro), otros 0,25
a las extracciones directas del Ayuntamiento de Barcelona y el resto a diferentes extracciones no
controladas por el Ayuntamiento de Barcelona (como las de las industrias que vierten sus efluentes
directamente a la red de concentradores de vertidos en alta).
Es significativo el hecho de que, según el modelo, a pesar del importante descenso de las captaciones
desde los años 60 (columna 4) tan sólo a partir de 1980 cambia significativamente la tendencia y vuelve
a ser positivo el intercambio de agua con el mar (columna 2), aunque en algunos años vuelve a existir
penetración de agua del mar, fundamentalmente localizada en el delta del Llobregat a causa de las
extracciones de AGBAR (en algunos momentos el acuífero ha llegado a la cota –11). Sin embargo, la
intrusión de los años 60 y 70 ha dejado una importante secuela en forma de salinidad a lo largo del frente
litoral, cuya mejora, según se deduce del seguimiento de la analítica, evoluciona muy lentamente. Ello nos
permite formular una segunda reflexión: la naturaleza es muy sensible a su agresión, que la afecta de
inmediato, pero es muy lenta en su regeneración.
Del análisis del almacenamiento del agua en el subsuelo se deduce a partir del modelo de la UPC, que
desde 1960 se ha incrementado en un total de unos 26,47 hm3, estando en los últimos años
prácticamente estabilizado (globalmente, en todo el ámbito). En la década de los años 70 el descenso fue
de -12,33 hm3, mientras que en los años 80 el incremento se evalúa en +27,65 hm3 y en +16,28 hm3 en
la década de los 90.
Del balance también se deduce que, en una situación teórica de equilibrio sin ningún intercambio con
el mar ni con el resto del ámbito hidrológico a través del contorno del área objeto del estudio,
fundamentalmente en el lado del Llobregat y el Besós, el aprovechamiento total máximo, en el ámbito del
estudio, sería el valor de la recarga, es decir, del orden de 21 hm3/año. El volumen aprovechable en el
término municipal de Barcelona es, lógicamente, más reducido, ya que además de la reducción obligada
para limitar los datos del ámbito de estudio al término municipal de Barcelona, existen razones

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CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

estructurales, como es la conveniencia de mantener un flujo positivo hacia el mar y, por otra parte, a largo
plazo siempre el aprovechamiento medio es inferior a la recarga media.
Del volumen total teórico que se podría extraer para mantener el nivel freático a las cotas actuales, en
un primer planteamiento, adicionalmente a los aprovechamientos por particulares actualmente ya
existentes se podría utilizar el incremento del volumen de agua almacenado (columna 6) y el agua de
origen freático infiltrada al metro (columna 5), lo que supone unos 9,15 hm3/año (media 5 años). Para
obtener el volumen total de agua freática utilizable se tendrían que añadir los 13,55 hm3/año, de media
en los últimos 5 años, correspondientes a la columna (4), deduciéndoles las filtraciones en los FGC, que
son del orden de 5,2 hm3/año, ya que se encuentran concentradas en el lado de l’Hospitalet, excepto una
pequeña parte entre las estaciones de Gornal y Magoria, de aprovechamiento más complejo por el
Ayuntamiento de Barcelona. Con ello quedan otros 8,35 hm3/año.
En resumen, se puede cuantificar el volumen máximo de agua utilizable para mantener el nivel freático
a las cotas actuales en unos 17,50 hm3/año en el ámbito del estudio, que suponen 12,9 en el término
municipal de Barcelona, y limitando su explotación a un 80 %, supone un máximo de 10 hm3/año (1.140
m3/hora). Este volumen incluye la parte susceptible de explotación de los 10,2 hm3/año de las filtraciones
al metro, que lógicamente, hay que suponer que disminuirán por las progresivas mejoras en la
impermeabilización de las infraestructuras del metro. Con relación al aprovechamiento de estos caudales,
señalemos que siempre será más positivo captar el agua en el entorno del metro, por cuanto supone una
rebaja del nivel freático y con ello de las filtraciones, que extraerlas directamente de las aguas infiltradas
al metro. También desde el punto de vista cualitativo es una opción mejor.
En cualquier caso, el seguimiento del comportamiento del nivel freático durante un plazo inicial de 5
años nos permitirá ajustar la magnitud del volumen aprovechable, que está condicionado por una serie de
factores ya mencionados, muy especialmente por las captaciones que pueda realizar AGBAR en el ámbito
de influencia, y también por la pluviometría, por lo que será necesario hacer un riguroso seguimiento del
comportamiento del nivel en diferentes puntos de la ciudad. Este estudio detallado es igualmente
necesario si se pretende conseguir zonalmente rebajas en el nivel freático para reducir su incidencia en
infraestructuras y edificios.

EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DEL AGUA DEL SUBSUELO DE BARCELONA

Planteamiento general

El aprovechamiento directo de un acuífero infraexplotado, cercano y a reducida profundidad permite


reducir el consumo de agua potable en usos que no requieren para el agua dicha calidad, como pueden
ser determinados servicios municipales, lo que supone un uso más racional y eficiente de los recursos
hídricos.
Dicha posibilidad de utilizar dicha agua directamente sin tratar, nos lleva a plantearnos una reflexión
medioambiental. ¿Es racional traer el agua desde un ecosistema natural como puede ser el río Ter o el
Ebro, o incluso el Ródano, privándole de dicho recurso, lo que incidirá en él en mayor o menor grado,
realizar al agua un tratamiento costoso para que adquiera las características, cada vez más exigentes, que
se exigen al agua potable destinada al consumo humano, para que luego dicha agua se destine a la
limpieza de calles, al riego de parques y jardines e incluso a la alimentación de fuentes ornamentales y
láminas de agua? Hemos mencionado tan solo usos en servicios municipales que no requieren agua con
las exigencias establecidas en la directiva 98/83/CE para el agua destinada al consumo humano, pero

50
Ramón ARANDES

existen otros usos por particulares en actividades industriales, como podrían ser los túneles de lavado de
coches, los sistemas de refrigeración y otros que pueden utilizar dicha agua. En cambio no parece
conveniente introducir agua sin tratar en las viviendas a causa de la dificultad para controlar su correcta
utilización (existen antecedentes, los últimos en Holanda, de problemas derivados de un incorrecto uso del
agua sin potabilizar). Finalmente existen otros usos potenciales para el agua del subsuelo sin tratar, como
pueden ser los usos medioambientales, por ejemplo en la recuperación de cauces naturales.
En algunos casos la explotación del acuífero en el entorno de las infraestructuras del metro permite,
además, rebajar puntualmente el nivel freático, con la consiguiente disminución de las filtraciones y, con
ello, la minoración de los problemas, tal como anteriormente apuntábamos.
Por todo ello el Ayuntamiento de Barcelona, una vez analizado el problema y sus causas y
cuantificados los recursos susceptibles de aprovechamiento de una forma sostenible, redactó en junio de
1998 un "Plan para el aprovechamiento del agua del subsuelo de Barcelona" que tiene como objetivo
hacer un uso más racional de los recursos hídricos totales disponibles introduciendo criterios de
sostenibilidad medioambiental. El plan se desarrolla para dar cumplimiento a lo acordado por el Consell
Plenari que, en sesión de 25 de abril de 1997, dispuso que se presentara "una propuesta para la
explotación sostenible y racional del acuífero que permita mantener su nivel a cotas razonables".
El plan, a la vista de las competencias que tiene el Ayuntamiento de Barcelona, no puede ser ni un
documento urbanístico ni tener carácter reglamentario, por lo que consiste en un planteamiento de los
criterios y las medidas que pueden impulsar la utilización de las aguas del subsuelo y, también, en una
sistematización de las actuaciones a realizar, en esta línea, por el propio Ayuntamiento de Barcelona
dentro de su ámbito competencial, por supuesto en el marco de la legislación de la Generalitat de
Cataluña y del Estado.
Como esquema director de los objetivos del plan con relación a los aprovechamientos se propone:
– favorecer la sustitución de las aguas distribuidas por la red de AGBAR, que están tratadas para
obtener el nivel de calidad exigido para el consumo humano, por aguas del subsuelo sin tratar para
los usos que no requieren tanta calidad, como pueden ser: el riego; la limpieza de calles y
alcantarillas; las fuentes ornamentales; y diferentes usos industriales (refrigeración, lavado de
coches, etc.).
– incrementar el consumo de agua mediante la utilización de agua freática, en ciertos usos
municipales susceptibles de un mayor consumo, como puede ser la limpieza de las vías públicas y
del alcantarillado y el riego de ciertas zonas verdes.
– verter agua del subsuelo al cauce del río Besós para dar soporte a su regeneración, para conseguir
un cierto caudal ecológico, actuación en el marco de las obras globales de más amplio alcance en
el tramo inferior del Besós.
La utilización de esta agua, lógicamente, requiere la construcción de una red secundaria de
distribución, que se plantea no como una red única, sino como un conjunto de múltiples sistemas formados
por aprovechamientos situados en el entorno de los diferentes puntos de captación, que básicamente,
como hemos apuntado, son los puntos de la red del metro en donde existe mayor abundancia de agua.
Otros sistemas se han planteado en el entorno de los depósitos de regulación de avenidas y tratamiento
primario, para cuya limpieza, después de cada utilización, se construye un depósito para el
almacenamiento de agua del subsuelo (captada a través de antiguos pozos que estaban abandonados o
de pozos de nueva ejecución) y cuyo uso (unas 30 veces al año) es compatible con su utilización para el
riego de los jardines situados en su entorno y la alimentación de los hidrantes destinados a la carga de
cubas de limpieza viaria y el riego del arbolado de alineación de las calles del entorno. Finalmente, en un

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CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

caso, se aprovechan las aguas drenadas en las plantas inferiores del Gran Teatro del Liceo por razones
estructurales. Sobre los aprovechamientos volveremos más adelante.
El Plan parte de la cuantificación de los recursos susceptibles de su aprovechamiento sostenible y
establece la siguiente metodología:
– cuantificación del volumen de agua susceptible de ser abastecido por agua del subsuelo para los
diferentes usos potenciales, zonificándolos,
– selección de los puntos de captación teniendo en cuenta los recursos y los consumos en el entorno
inmediato,
– esquema valorado de la red de captación y distribución (en la mayor parte de los casos se dispone
igualmente de un depósito, dado el caudal punta o el volumen de agua requerido),
– elaboración de un reglamento de explotación.
Además debe definirse:
– la calidad que se va a exigir al agua para cada uso y el programa para su control,
– los mecanismos de control piezométrico,
– la forma de gestionar la explotación y el mantenimiento de la red,
– los posibles ingresos por la prestación del servicio vía transferencias internas o precios públicos (a
terceros),
– una ponderación de las prioridades, en base a la importancia relativa de las diferentes actuaciones,
aunque se debe tener presente que, en la ejecución de las obras de la red de distribución de agua
del subsuelo, hay mucho de oportunidad, debiéndose coordinar con otras actuaciones en la vía
pública (un ejemplo de ello es la red del TramBaix a lo largo de las vías de la Diagonal, Adof Florensa
y Avenida de Chile, actuación inicialmente no contemplada en el Plan). También responden a una
oportunidad real los sistemas ligados a los depósitos de regulación de avenidas.

Usos susceptibles de abastecerse con agua freática


Se considera que con el agua freática sin tratar se pueden abastecer los siguientes usos:
– municipales: - riego de los parques y jardines,
- baldeo de las calles,
- limpieza del alcantarillado,
- fuentes ornamentales y láminas de agua,
- limpieza de vehículos e instalaciones en los almacenes de las contratas de
mantenimiento ,
- climatización de los edificios públicos
(no se considera adecuada la utilización de las aguas freáticas para
alimentación de la red de incendios a la vista de la organización de su
operativo).
– medioambientales: - regeneración del cauce del Besós (dentro del marco más amplio de su
recuperación).
– industriales - refrigeración y calefacción de edificios y procesos industriales,
/comerciales: - lavado de coches,
- sanitarios en centros comerciales,
- lavados industriales.
– particulares - riego de zonas deportivas y verdes.

52
Ramón ARANDES

Con relación a dichos usos el patrimonio municipal susceptible de utilizar agua no potabilizada es el
siguiente:
a) Zonas verdes
La superficie verde es de 2.801,7 ha
Verde urbano 1.006,7 ha (regadas por aspersión 208,46 ha)
Collcerola 1.795,0 ha
(hay que destacar los 65 parques urbanos con 534,8 ha)
Arboles de alineación 152.230 Unidades.
b) Limpieza viaria
La totalidad de las calles (unos 1.300 km) se baldean mediante camiones cuba, o a mano
con manguera, desde las bocas de riego, al menos una vez al mes, llegando, en algunos
casos, a una frecuencia semanal.
c) Fuentes ornamentales y láminas de agua
Número de fuentes ornamentales 201 (la mayoría con recirculación)
Superficie de las láminas de agua 83.247 m2
Potencia instalada 9.940 kw.

Por lo tanto, nuestra propuesta no se refiere, en absoluto, a unos usos marginales del agua a los que,
en el marco de una economía de escala, y por supuesto sin internalizar los costes medioambientales, se
alude con frecuencia para justificar la no-existencia de redes secundarias de distribución de agua bruta.
Hay que dejar constancia de que el Ayuntamiento de Barcelona ha impulsado el proyecto por razones
puramente ecológicas sin entrar en consideraciones económicas, ya que en dicho supuesto debería
considerarse como referencia el coste real del agua, internalizando los costes ambientales y otras
externalidades, en lugar del precio del agua, que en este contexto no es una referencia válida. Si en lugar
del coste se considera el valor del agua, resulta, sin duda, aún más rentable el aprovechamiento del agua
del subsuelo sin tratar.
Como resumen, prescindiendo del uso en las viviendas que, como hemos indicado, en una etapa inicial
del Plan no se contempla, y frente al cual existen ciertas reservas por la dificultad de control, queda un
gran campo potencialmente susceptible de ser abastecido directamente con agua del subsuelo.
Señalemos que, según la METROPOLITAN WATER COMPANY (1999), empresa que distribuye agua del
subsuelo de Londres, sin tratar, las necesidades en dicha ciudad de agua potable para los diferentes usos
son:
- doméstico: 52% del total consumido
- industrial: 20% del total consumido
- oficinas: 37% del total consumido
es decir, en su conjunto, menos del 50% del total, por lo tanto, queda un amplio campo susceptible de ser
abastecido por agua sin tratar.

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CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

Cuantificación del volumen de agua susceptible de ser abastecido con agua del subsuelo

En la Tabla 2 se detalla la evolución de los consumos de agua distribuida a la ciudad por AGBAR, de
la que se deduce el importante y progresivo descenso desde 1989 hasta 2002, (con un ligero repunte en
1997 y 1998), que globalmente es del 22,774 %, que supone una media del 2 % anual.

VOLUMEN DE AGUA DISTRIBUIDA A BARCELONA


Comercial e Otros
Año Doméstico Total Índice
industrial (servicios públicos)
1985 78,6 47,2 13,1 138,9 100,0
1986 80,0 44,6 12,5 137,1 98,7
1987 80,0 45,2 12,8 138,0 99,4
1988 82,0 46,0 12,5 140,5 101,2
1989 83,5 49,6 12,9 146,0 105,1
1990 81,40 46,00 11,59 138,99 100,06
1991 81,69 44,25 12,24 138,08 99,41
1992 79,95 40,85 11,05 131,84 94,92
1993 76,86 35,66 11,05 123,66 89,03
1994 76,15 34,55 10,21 120,91 87,05
1995 75,74 33,43 10,15 119,32 85,90
1996 74,34 32,67 8,71 115,72 83,31
1997 74,83 33,41 7,97 116,21 83,67
1998 74,52 33,47 8,36 116,35 83,76
1999 72,93 33,04 8,49 114,46 82,41
2000 74,04 32,97 8,11 115,12 82,88
2001 73,45 32,93 8,16 114,54 82,46
2002 73,68 32,25 6,82 112,75 81,17
Tabla 2. Fuente AGBAR.

Con relación al consumo doméstico señalemos que su descenso refleja básicamente el descenso de la
población, que en el periodo 1989 – 2002 pasa de 1.712.350 habitantes a 1.527.190 (1.505.581 en
1999, el año de menor consumo por dicho concepto) es decir un –10,81% frente a una disminución en el
consumo del 11,76%, lo que pone de manifiesto la inelasticidad de la demanda doméstica. Por otra parte
señalemos que el consumo total supone únicamente 202 litros por habitante y día (132 para el
exclusivamente doméstico), poniendo en entredicho las previsiones sobre la evolución del consumo
realizadas en los años 70 y 80. Ello nos da pie a otra reflexión: hay que ser extremadamente cauteloso con
las previsiones de las dotaciones de agua y de la evolución de la población, casi siempre excesivas. Por
otra parte, no hay duda de que no existe ninguna relación entre el nivel de vida y el consumo de agua y
que los grandes consumos se deben única y exclusivamente a los consumos agrícolas.
El consumo comercial e industrial experimenta un descenso del 34,98 % en el período 1989 - 2002
(un 3,37 % anual de media). A partir de 1996 el consumo prácticamente se ha estabilizado. Hay que
destacar el importante descenso entre 1989 y 1993 (del 28,10 %), sin ninguna duda relacionado con la
importante transformación del frente litoral de la ciudad con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992.

54
Ramón ARANDES

Con relación a este aspecto, es importante resaltar que porcentualmente la disminución en los
volúmenes de agua subterránea utilizada para usos industriales es mucho más importante que la
producida en los volúmenes de agua distribuida per la red de AGBAR destinados a usos industriales y
comerciales (desde 1990 un 41,3% frente un 29,89%), lo que refleja que la reducción de la actividad
industrial se ha centrado fundamentalmente en las áreas con un subsuelo rico en agua y en industrias que
eran grandes consumidoras de agua del subsuelo.
El consumo de agua potable por los servicios municipales ha ido experimentando un descenso
prácticamente continuado. En el período 1986 - 2002 es del 47,94 %, aunque hay que resaltar que el
consumo en el año 2002 es extraordinariamente reducido, sin duda, a causa de la elevada pluviometría
de dicho año frente a la sequía de los años anteriores, lo que redujo de forma significativa las necesidades
de agua para el riego de las zonas verdes, el principal consumo municipal.
El consumo medio por los servicios municipales en los últimos 4 años es de 7,90 hm3/año, que
suponen un 6,91 % del consumo total de la ciudad (los comerciales e industriales fueron el 28,72 % y el
doméstico un 64,37 %). En los años 80 el consumo municipal suponía 12,76 hm3/año, el 9,11 % del total,
por lo tanto ha existido una innegable racionalización del consumo de agua por los servicios municipales.
Del consumo de agua potable por los servicios municipales correspondió en 2002 al Instituto
Municipal de Parques y Jardines 2,17 hm3, gracias a la elevada pluviometría de dicho año (en 2001 fue de
2,995 hm3), en un contexto de consumos decrecientes gracias a la paulatina instalación de riego por
aspersión y sistemas de riego gota a gota. En el baldeo de calles se consumen 0,5 hm3/año (0,3 mediante
cubas y el resto mediante mangueras desde bocas de riego) y a las fuentes ornamentales se dedican 1,1
hm3/año, en total unos 3,77 hm3 en 2002. El resto del consumo corresponde a los edificios municipales y
a las fuentes de agua potable.
Por lo tanto el límite de consumo de agua sin tratar por los servicios municipales está en 3,77 hm3/año,
aunque en la realidad es muy inferior, ya que razones técnicas y económicas impiden la substitución del
100 % del consumo.

OBJETIVOS DEL PLAN DE APROVECHAMIENTO DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA


Y SITUACIÓN ACTUAL

En un horizonte 2000 – 2003, por lo que se refiere a los servicios municipales, el Plan, redactado en
1998, proponía conseguir al menos:
– Abastecer el 15 % de los 4,2 hm3/año que consumía Parques y Jardines para el riego de las zonas
verdes de la ciudad.
– Suministrar el 20 % de los 0,5 hm3/año de agua que se utilizan para el baldeo de las calles.
– Suministrar un 0,35 hm3/año a las fuentes ornamentales y láminas de agua.
– Utilizar 0,025 hm3/año de agua para la limpieza del alcantarillado, básicamente en los depósitos de
regulación.
Con ello se llegaría a unos 1,1 hm.3/año, que suponían un 11 % de los recursos susceptibles de su
explotación sostenible, y que también suponía un 13 % del consumo municipal de agua.
Con relación a los usos medioambientales el Plan contempla verter 1,5 hm3/año al río Besós para
mejorar la calidad del caudal circulante y para el riego del parque de ribera.
Finalmente, con relación a los usos por particulares, que necesariamente deben potenciarse si se quiere
conseguir utilizar una parte importante del volumen potencialmente explotable, se prevé incentivar el

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CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

aprovechamiento del agua del subsuelo por industrias y en las zonas de nuevo desarrollo urbanístico,
como La Sagrera o el Front Marítim, para superar los 1,5 hm.3/año.
Con este planteamiento se llegaría al final del período a un mínimo de 4,15 hm.3/año, que supera el
40 % de los recursos estimados y que supone del orden del 3,6 % del consumo total de la ciudad.
El Plan se desarrollará en diferentes etapas, siendo la primera la incluida en el Plan de Actuación
Municipal 2000 – 2003 con una inversión prevista superior a los 4 millones de euros, en su mayor parte
con una subvención del 80 % procedente de los Fondos de Cohesión Europeos, por cuanto la actuación
colabora en la preservación de las reservas de agua potable.
Hay que señalar que los objetivos se establecen en 1998 sobre la base de los consumos en el 1997,
por lo que la política de ahorro de agua, especialmente por el Instituto municipal de Parcs i Jardins, ha
reducido el volumen-objetivo, pero se mantienen los porcentajes.
Durante el año 2002, que ha sido un año fundamentalmente centrado en la ejecución de las obras
correspondientes a las actuaciones que desarrollan la primera fase del Plan, se han consumido por los
servicios municipales 459.728 m3, con la siguiente distribución:
- riego de parques y jardines 219.512 m3
- limpieza viaria 75.511 m3
- fuentes ornamentales y láminas 147.690 m3
- limpieza depósitos regulación avenidas 17.016 m3
Durante el año 2003, a 31 de septiembre se lleva un incremento del 20,5 % con relación a igual
periodo de 2002, habiéndose llegado a 532.290 m3 en los últimos 12 meses. A finales de 2003 está
prevista la puesta en servicio de los sistemas del parque Central de Nou Barris y del parque de Joan Miró,
ambos ligados a los respectivos depósitos de regulación de avenidas (Vilalba dels Arcs i Joan Miró), así
como la red de bocas de riego de la 1ª etapa del Poble Sec.
Entre las actuaciones en servicio destaca el riego del parque de la Ciudadela puesto en servicio a
principios de 2003 y para el que se estima un consumo superior a los 80.000 m3/año. Actualmente se
trabaja en la actualización del plan y en el establecimiento de nuevos objetivos.
En el marco de la Agenda 21 se han definido 26 indicadores de seguimiento para analizar la evolución
de sus objetivos, entre ellos figura el indicador del consumo de agua del subsuelo por los servicios
municipales, que se define como el cociente entre el consumo por los servicios municipales de agua del
subsuelo y el consumo total de agua por el Ayuntamiento de Barcelona (suma del agua distribuida por la
red y el agua del subsuelo), expresado en tanto por ciento. En los en los últimos 3 años dicho indicador
ha sido: 3,63 % en 2000; 5 % en 2001; y 6,32 en 2002. Para 2003 se confía en que el indicador llegue
al 7 %.

CALIDAD EXIGIDA AL AGUA

Con relación a la calidad requerida para el agua potable, señalemos que las exigencias que impone el
Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, que deriva de la Directiva 98/83/CE, son más exigentes que las
de la anterior normativa, lo que sin duda repercutirá en el coste del agua al exigir procesos de potabilidad
más complejos, que supondrán un mayor consumo energético y de materias primas, lo que hará aún más
irracional alguno de los usos que se le dan al agua potable.
Por lo que se refiere a la calidad exigida al agua del subsuelo para su utilización por los servicios
municipales, a falta de una normativa específica, se adopta el tipo A1 de la Generalitat de Catalunya

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Ramón ARANDES

(1994) (análoga a la propuesta por el CEDEX). No obstante, es preciso señalar que, en la totalidad de
puntos con recursos susceptibles de su utilización, el agua es asimilable al agua potable, no presentando
contaminación bacteriológica, o presentando en algún episodio esporádico alguna unidad formadora de
colonias de coliformes. A pesar de lo cual, se deben tomar todo tipo de precauciones para evitar que se
produzca una contaminación puntual o que por error pueda realizarse una acometida en dicha red para
consumo humano. Por ello se realiza de manera sistemática (periodicidad mensual o bimestral) su análisis
físico-químico (15 parámetros: pH; alcalinidad; conductividad; nitrógeno total y amoniacal; nitratos;
cloruros; sulfatos; sodio; potasio; calcio; magnesio; fósforo total; boro y carbono orgánico total) y
bacteriológico (6 determinaciones: bacterias aerobias a 22 ºC; coliformes totales; enterococos; escherichia
coli; clostridium perfringens; legionella pneumophila), además de sistemáticas inspecciones de la red que
incluyen una limpieza anual de los depósitos. Una vez caracterizada el agua se pasa a una segunda fase
con menor intensidad en los análisis.
En relación a la prevención de la legionelosis, la Direcció de Serveis de Vigilància Ambiental, adscrita
al Sector de Serveis urbans i Medi ambient, proporciona el soporte técnico al proyecto, supervisando que
todas las instalaciones cumplan la normativa vigente, especialmente el Real Decreto 865/2003, de 4 de
julio, y se encarga del control analítico, que realiza el Laboratorio municipal. Hay que destacar que al Sector
le ha estado otorgada la certificación UNE-EN-ISO 14001, lo que supone un reconocimiento de su respeto
por el medio ambiente y del planteamiento de su actividad en base al cumplimiento de la totalidad de la
legislación que es de aplicación.
Por otra parte, los aspersores de riego y los difusores de las cubas de baldeo requieren que el agua
esté totalmente exenta de arenilla ya que pueden inutilizar los equipos.

EL DISEÑO DE LA RED Y EL REGLAMENTO DE EXPLOTACIÓN

Los sistemas, por lo general, tienen un desarrollo territorial reducido, limitándose al entorno inmediato
de la captación. Suponen una excepción los sistemas del frente litoral y del Liceo - Montjuïc, con un
importante desarrollo. Los requisitos funcionales de todos los sistemas ligados a los depósitos de
regulación de avenidas y a las captaciones, excepto los del parque de la Ciudadela y la Torre de les Aigües,
obligan a disponer de un depósito de regulación (en el sistema del Liceo - Montjuïc hay 4).
La mayoría de sistemas funcionan a presión con presostatos diferenciales que activan las bombas al
detectar una variación en la presión. Los sistemas más complejos, con demanda variable, disponen de
variadores de frecuencia para la alimentación de las bombas, lo que requiere el empleo de transductores.
Tan sólo el antiguo aprovechamiento del edificio de las Aguas en Wellington - Llull, que alimenta la Gran
Cascada y el lago del parque de la Ciudadela, se realiza por gravedad a partir del depósito situado en la
parte superior del edificio mientras que la distribución a Montjuïc se realiza a partir del depósito del vivero
de Tres Pins.
En la demanda de agua por los usuarios municipales hay que diferenciar la del riego de los parques y
jardines de la de llenado de cubas para el baldeo de las calles y el riego del arbolado de alineación. En el
primer caso se exige cierta presión, generalmente 5 kilos/cm2 para poder levantar los aspersores y un
caudal relativamente reducido (un caudal punta de 0,9 l/s por hectárea regada simultáneamente), mientras
que en segundo caso se requiere un gran caudal (en los últimos sistemas se ha llegado a 25 l/s) y una
reducida presión. Nuestra experiencia pone de manifiesto que es muy difícil conseguir que un único equipo
pueda dar respuesta, de manera satisfactoria, a ambos requerimientos, por ello se proyectan dos equipos,

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CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

uno para cada uso. El suministro de agua a las fuentes ornamentales, por lo general, se realiza
conjuntamente con la red de riego, mientras que el abastecimiento para las grandes láminas, siempre que
se puede, se plantea conjuntamente con la red de hidrantes. Finalmente, la limpieza de los depósitos de
regulación de avenidas requiere puntualmente grandes caudales, lo que implica la necesidad de disponer
de depósitos.
La alimentación de las cubas se realiza mediante hidrantes de superficie pintados de color verde, con
una clara vocación pedagógica, sin duda, un aspecto relevante en las actuaciones medioambientales.
Al objeto de minimizar el riesgo de usar agua del subsuelo sin tratar equivocadamente como agua
potable, se ha redactado un reglamento que, además de establecer las características de los diferentes
elementos de las redes y de los mecanismos para evitar la entrada de agua del subsuelo sin tratar en la
red de agua potable, se definen los protocolos de los diferentes trabajos. Todos estos temas se abordan
por Carles Martín Freixa en su ponencia.

APROVECHAMIENTOS EXISTENTES

El Plan contempla, en un marco global de planificación, una serie de actuaciones coordinadas, que
pretenden minimizar la inversión en la red y realizar una explotación sostenible del acuífero. En el esquema
proyectado, tal como se ha indicado, se realizan los aprovechamientos en el entorno inmediato de las
captaciones planteadas, salvo en el caso del frente litoral y la montaña de Montjuïc en donde se plantean
sistemas de cierta complejidad.
En la actualidad existen 16 aprovechamientos en servicio, más otros 2 gestionados por concesionarias
de la contrata de limpieza viaria. Además hay otros dos, que se pondrán en servicio a corto plazo, ligados
a los respectivos depósitos de regulación de avenidas (Vilalba dels Arcs i Joan Miró). Otros tres sistemas
(Torre Llobeta, Poble Sec - Montjuïc y Baró de Viver) están parcialmente ejecutados. El conjunto de la
primera fase será por lo tanto de 21 sistemas, más los 2 gestionados por la contrata. En un anexo se
detallan los sistemas a los que nos referimos, detallando la fuente que proporciona el agua, el uso y el
gestor.
En estos momentos está en ejecución la red de abastecimiento de agua del subsuelo a la zona del
Fórum 2004 con las captaciones en el entorno de un aparcamiento en Sant Adrià del Besós y el depósito
en el depósito de tratamiento primario (anti D.S.U.) de Taulat.
En el programa de la segunda etapa se incluyen, además de la ampliación de alguno de los sistemas
en servicio, nuevas actuaciones, alguna tan emblemática como el riego del Parc Güell con agua captada
en el entorno de la estación del metro de Penitentes (riera de Vallcarca).
Por su relevancia describimos los dos sistemas en servicio más importantes.

a) Sistema Alfonso el Magnánimo - frente litoral

Se trata de aprovechar los 0,3 hm3/año que se filtran en el entorno de la estación de la línea 4 del
metro de Besós Mar, aguas arriba de ella, en la calle Alfonso el Magnánimo. Es importante resaltar que en
el tramo del metro que atraviesa el río Besós no hay problemas de filtraciones, apareciendo éstas, en
ambas márgenes, en zonas relativamente alejadas del río, lo que abona el hecho, antes apuntado, de que
los problemas se han planteado en zonas que no estaban preparadas para estar en contacto con el agua,
ya que no se contaba con ella.

58
Ramón ARANDES

En las inmediaciones del cruce con la calle Llull, por el Instituto Municipal de Parcs i Jardins, se ha
realizado un depósito de 500 m3 al que se bombean las aguas desde el metro y desde donde parte una
red de distribución que se introduce en la galería de servicios de la calle Prim, para proseguir por la galería
de servicios de la ronda litoral y sus calzadas laterales, hasta el puerto olímpico. Falta prolongar la tubería
por el interior de la galería de sección circular hasta la calle Wellington, en donde ya está ejecutada la
tubería f 200 hasta el paseo Pujades. En un futuro se prevé cerrar el anillo a través de la avenida
Meridiana, la plaza de les Glòries, y los parterres de los taludes de la Gran Vía hasta Prim.
A partir de dicha red, en estos momentos se riegan 10,67 ha de zonas verdes, además de las 7,50 del
parque de Diagonal mar. La red se dimensiona para un caudal de 60 l/s.

b) Sistema Liceo/estación del Poble Sec - Montjuïc

Se trata de aprovechar el caudal de 3,5 l/s que, por razones estructurales, debe drenarse
continuamente del subsuelo desde las plantas subterráneas del Gran Teatro del Liceo, conjuntamente con
otros 20 l/s que se ha proyectado extraer, próximamente, en el entorno de la estación del Poble Sec del
metro (línea 3) con objeto de reducir las filtraciones al metro en dicha zona, evaluadas en 600.000 m3/año.
Con los 23,5 l/s se pretende regar los jardines de la Rambla Central del Raval, baldear los viales de dicho
sector y abastecer de agua a una primera fase de la montaña de Montjuïc con una superficie de 31,42 ha
y un consumo potencial total, estimado, de unos 400.000 m3/año en los usos antes mencionados.
El agua que se drena al Liceo es de buena calidad, del tipo clorurada cálcica bicarbonatada, (índice
SAR = 2,1), contenido de cloruros de 250 mg/l y una conductividad del orden de 1.600 mμ/cm.
Esta actuación forma parte de un proyecto más ambicioso de hacer de Montjuïc una montaña en la
que la totalidad del consumo de agua por los servicios municipales sea agua del subsuelo, para ello se
redactó en enero de 1999 un avance de Plan Director de abastecimiento de agua del subsuelo a la
montaña de Montjuïc, que contempla un total de 7 sistemas con 4 fuentes de suministro (además de las
2 ya reseñadas, las captaciones del parque de Joan Miró y de can Sabaté, esta última en el entorno de la
plaza Cerdá).

SEGUIMIENTO DEL DESARROLLO DEL PLAN

La correcta explotación del acuífero precisa de un seguimiento cualitativo y cuantitativo de su


evolución, requiriéndose la adecuada instrumentalización, por ello el Plan contempla la instalación de un
conjunto de piezómetros telecontrolados, alguno de ellos equipado con un termómetro para analizar la
evolución de la temperatura del agua, al objeto de su posible utilización como fuente energética. En la
actualidad desde el centro de control de CLABSA se controlan en tiempo real 9 piezómetros (4 de ellos
equipados, además, con termómetro) y otros 16 son objeto de medición manual. Un seguimiento especial
se está realizando en la zona del 22@ al objeto de conocer la incidencia que la ejecución de las
edificaciones, que generalmente implican la realización de agotamientos, tiene en la evolución del nivel
freático.
La mayor parte de los aprovechamientos disponen de contador al objeto de controlar el consumo real
en cada punto para cada uso. También nos hemos referido anteriormente al sistemático control analítico,
otro de los aspectos más importantes a controlar, ya que tiene una doble componente, la de garantizar la
adecuación del agua a su uso y la de controlar su evolución, lo que aporta importante información sobre
el acuífero.

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CONFERENCIA: EL PLAN PARA LA UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEL SUBSUELO DE BARCELONA POR LOS
SERVICIOS MUNICIPALES (UN TEMA PARA LA REFLEXIÓN Y UNA APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD)

CONCLUSIONES

El aprovechamiento directo de un acuífero infraexplotado permite reducir el consumo de agua potable


en usos que no requieren dicha calidad, como son determinados servicios municipales, lo que supone un
uso más racional y eficiente de los recursos de agua disponibles. En algunos casos la explotación del
acuífero en el entorno de las infraestructuras del metro permite, además, rebajar el nivel freático con la
consiguiente disminución de las filtraciones.
La gestión de un acuífero en una zona urbana requiere considerar los condicionantes derivados de las
interacciones con las infraestructuras urbanas, especialmente las ubicadas en el subsuelo, por lo que es
conveniente crear comunidades de usuarios con la participación de la administración local y con un
soporte científico de reconocida solvencia. Dichos condicionantes pueden suponer la introducción de
determinadas limitaciones a la gestión de los recursos potencialmente aprovechables.
El Plan que ha desarrollado el Ayuntamiento de Barcelona obedece a un planteamiento únicamente
ecológico y no es más que una simple aplicación del sentido común. ¿Puede decirse que forma parte de
la denominada nueva cultura del agua?. Aunque personalmente no tengo muy claro que es lo que de
forma general se entiende como nueva cultura del agua, si que tengo clarísimo que, si lo que estamos
haciendo tiene algo que ver con alguna cultura, es con una de las más antiguas, la romana. Basta con
referirse a Iulius Frontinus, "curator aquorum" de Roma, en su época de máximo esplendor, quien, al
acceder al cargo, lo primero que hizo fue estudiar la calidad del agua de cada uno de los 7 acueductos y
su uso, quejándose de que el agua que procedía del acueducto Marcia, la de mejor calidad, se consumiera
en baños, tintes y otros usos, que dice "honestamente he de silenciar", por lo que realizó una serie de
actuaciones para destinarla sólo a la bebida y para asignar el agua del Anio el Viejo, la menos saludable,
al riego de jardines y para los "servicios menos nobles de la ciudad".
Creemos que actuaciones en esta línea, por pequeñas que sean en el contexto de una gran ciudad,
permitirán avanzar hacia un desarrollo sostenible. Indudablemente esta actuación, por si sola, no puede
solucionar el déficit en los recursos hídricos de las cuencas internas de Cataluña, pero junto con otras en
la misma línea (ya son varios los Ayuntamientos del Área Metropolitana de Barcelona que trabajan en el
mismo sentido) puede suponer un importante ahorro en los recursos a transferir.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ARANDES, R y DEULOFEU, C. (1999). Una solución medioambiental al problema planteado por las filtraciones del agua
del subsuelo a la red del ferrocarril metropolitano de Barcelona. Actas del III Congreso Nacional de la Ingeniería
Civil. Colegio de Ingenieros de Caminos C. y P. Barcelona.
AJUNTAMENT DE BARCELONA, CLABSA, DEPARTAMENT ENGINYERIA DEL TERRENY I CARTOGRÀFICA - UPC. (1997).
Estudi de les aigües subterrànies de Barcelona. Document de Síntesi. Ajuntament de Barcelona.
GENERALITAT DE CATALUNYA (1994). Departament de Sanitat i Seguretat Social. Direcció General de salut pública.
Prevenció del risc sanitari derivat de la reutilització d'aigües residuals depurades com a aigües de reg. Barcelona.
FRONTINUS, Iulius (20009. "De aquaeductus urbis Romae / Els aqüeductes de la ciutat de Roma". Traducción al
catalán de Ròmul Gavarró i Castelltort. Barcelona. Servicio de publicaciones de la Universitat autónoma de
Barcelona.
METROPOLITAN WATER COMPANY (1999). (member of the Enviro-Logic Group of Companies). Folleto de
presentación. Londres.
VÁZQUEZ-SUÑÉ, E. (1998). Les aigües subterrànies del Pla de Barcelona. Tesina Máster Hidrología Subterránea. UPC-
CIHS. Barcelona.

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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

CONFERENCIA: LA HIDROGEOLOGÍA URBANA Y EL USUARIO: LA VISIÓN DEL


GRUPO AGBAR

Eduardo LUPIANI MORENO*

(*) SEDELAM SL.


Ntra. Sra. Buenos Libros, 3. 30008 Murcia. elupiani@agbar.net

RESUMEN

Los recursos hídricos subterráneos son básicos para los abastecimientos urbanos y como tal son objeto
de una especial atención por el Grupo Agbar. Estos recursos tienen una especial utilización en los núcleos
de población inferior a 20.000 hab. y preferentemente localizados en las islas o cuencas mediterráneas,
alcanzando en su conjunto 1100 hm3/año, que aún siendo muy importante, nos sitúa entre los países
europeos con menor tasa de utilización. Para abordar adecuadamente la problemática específica de la
hidrogeología urbana, el Grupo Agbar se ha dotado de una estructura nucleada en torno a la sociedad
Sedelam y a una serie de comisiones de seguimiento y control de explotación, que cuentan con medios
necesarios para abordar la explotación racional del recurso y solventar satisfactoriamente una extensa
gama de problemas. Se expone la metodología para el reconocimiento y diagnosis de captaciones, algunos
resultados directos de tales actuaciones, y las líneas de actuación más sobresalientes en materia de
recursos, en particular las recargas artificiales de Barcelona y Marbella y las redes urbanas de riego.
Finalmente se comenta las dificultades de la tramitación administrativa de concesiones de agua y el caso
concreto de la ausencia de normativa que especifique las metodologías válidas para la delimitación de
perímetros de protección.

Palabras Clave: gestión, captaciones de agua, diagnóstico de sondeos, recarga artificial, concesión de
aguas.

INTRODUCCIÓN

El Grupo Agbar es un conglomerado empresarial con una importante presencia en las actividades y
servicios que abarca el Ciclo Urbano del Agua: Abastecimiento, Saneamiento y Depuración. En España el
Grupo Agbar ocupa una posición de liderazgo, dando servicio a cerca de 9 millones de habitantes,
destacando los municipios de Barcelona, Alicante, Murcia y Granada. A nivel internacional está presente
en 8 países con especial incidencia en Latinoamérica, donde se presta servicio a más de 15 millones de
habitantes.
Las aguas subterráneas tienen incidencia en todos las áreas que integran el ciclo urbano del agua; en
unos casos como elemento que puede afectar a las infraestructuras (redes de saneamiento, edificaciones,

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CONFERENCIA: LA HIDROGEOLOGÍA URBANA Y EL USUARIO: LA VISIÓN DEL GRUPO AGBAR

etc), en otros como recurso natural susceptible de verse afectado por vertidos, pero es en la captación y
en su utilización como recurso para el abastecimiento de agua potable donde realmente alcanza un papel
básico.

ENCUESTA NACIONAL DE ABASTECIMENTO Y SANEAMIENTO, 2000

El alcance del uso del agua subterránea en abastecimientos a poblaciones puede derivarse de la 7ª
Encuesta Nacional de Abastecimiento Saneamiento y Depuración, correspondiente al año 2000 (AEAS,
2003). En esta encuesta se analiza el ciclo urbano del agua a partir de la respuesta de un cuestionario
cumplimentado por 1.213 municipios, que aglutinan el 67,09 % de la población nacional; la totalidad de
los municipios con más de 50.000 hab. respondieron, mientras que el grado de respuesta fue escasa en
los menores de 5.000 hab. (22,26 %).
Según los resultados de la encuesta para el segmento que se considera representativa, o sea los
municipios de más de 20.000 hab., el 23 % del volumen de agua captado tiene procedencia subterránea,
con un 19 % aportado por sondeos y un 4% por manantiales, totalizando en su conjunto cerca de 1100
hm3/año.
Si se analiza el uso del agua en los municipios ordenados por su población, se verifica que los recursos
subterráneos tienen un uso mayoritario en poblaciones inferiores a 50.000 hab., donde llegan a
representar el 57,5% del volumen utilizado, siendo escaso su aprovechamiento en las áreas
metropolitanas, donde no llegan al 5 %.

Figura 1. Origen del agua por tamaño de población (AEAS, 2003).

Territorialmente también hay unas diferencias sustanciales en el uso de los recursos subterráneos. En
la Figura 2 se representa el origen del agua usada por municipios con población superior a 20.000 hab.,
agrupados por cuencas hidrográficas, donde se observa un creciente uso de los recursos subterráneos en
el sentido E - O y N - S, alcanzando un uso muy significativo en las cuencas internas de Cataluña, Sur y
Júcar , así como en los territorios insulares. Esta distribución tiene una excepción en el sector SE de la
península (cuencas del Segura y Júcar), donde la Mancomunidad de los Canales del Taibilla distribuye
recursos superficiales a la práctica totalidad de sus municipios, a través de la red de distribución en alta
más extensa de Europa.

62
Eduardo LUPIANI MORENO

Figura 2. Origen del agua en municipios > 20.000 hab. por cuencas hidrográficas (AEAS, 2003).

En el contexto europeo el abastecimiento público con recursos subterráneos está extensamente


desarrollado, alcanzando una media del 70 % del volumen suministrado aproximadamente, con
Dinamarca como máximo exponente, donde se alcanza el 99%, mientras que España se sitúa al nivel del
Reino Unido e Irlanda.

VENTAJAS DE LA UTILIZACIÓN DEL AGUA SUBTERRÁNEA

La amplia difusión del uso de los recursos subterráneos para el abastecimiento público no es de
carácter coyuntural, sino que viene sostenida por una serie de ventajas, a saber:
1. Amplia disponibilidad territorial.
2. Excelente calidad, que normalmente permite su uso directo con un simple tratamiento preventivo de
desinfección.
3. Elevada garantía de suministro, al disponer de grandes reservas.
4. Obras de captación simples y relativamente económicas.
5. Costes de producción contenidos.
6. Recurso propio, que puede gestionarse directamente por el concesionario.
Esta serie de ventajas permite asegurar que los recursos subterráneos son los más apropiados y
convenientes para el abastecimiento a poblaciones (LOPEZ-GETA, 2000). En esa misma línea desde el
Grupo Agbar se trata de fomentar su utilización, siempre bajo una serie de principios generales:
a) El aprovechamiento de recursos subterráneos para abastecimientos urbano debe regirse por
criterios de fiabilidad y garantía, tanto en el mantenimiento de caudales como en el de la calidad.
b) Por norma general, cualquier recurso subterráneo disponible en el municipio va a poder utilizarse
en alguno de los perfiles de usuarios que se pueden diferenciar en función de la calidad de agua

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CONFERENCIA: LA HIDROGEOLOGÍA URBANA Y EL USUARIO: LA VISIÓN DEL GRUPO AGBAR

Figura 3. Población abastecida por agua subterránea en Europa (IWSA, en LOPEZ-GETA, 2000).

que precisan, como domiciliario, riego de jardines, aseo urbano, instalaciones deportivas y
recreativas, industria, etc.
c) Los recursos subterráneos están sujetos a variabilidad temporal, por lo que se deben implementar
sistemas de seguimiento y control.
d) Estos seguimientos y control también serán extensivos a las variables que inciden en los costes de
producción, que deben estar permanentemente optimizados.
e) Los aprovechamientos han de estar amparados por la concesión de aguas que otorga el
correspondiente órgano de cuenca. El abastecimiento urbano es prioritario en la distribución y
asignación de recursos en toda la legislación que hace referencia a la gestión de recursos hídricos.
f) En los servicios de abastecimiento urbano sólo se consume del 3-7 % del agua que se capta y usa.
El resto se revierte al medio, bien por vertido de agua residual depurada a cauces, bien por
percolación y filtración de pérdidas de redes hacia formaciones permeables y acuíferos.

POSICIÓN DEL GRUPO AGBAR

Conscientes de la importancia de los recursos hídricos subterráneos en nuestro sector de negocio, el


Grupo Agbar se ha dotado del siguiente esquema operativo:
• Unidad de Estudios de Recursos Hídricos Subterráneos, que actúa bajo el nombre comercial de
SEDELAM.
• Comisiones Técnicas:
– Calidad del agua.
– Recursos hídricos.
– Comité de alerta.
• Análisis y Control de Explotaciones.
– Variables de captaciones.
– Calidad de aguas.
• Cursos de formación.

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Eduardo LUPIANI MORENO

– Responsables de producción.
– Cuadros medios.
Las actividades hidrogeológicas propiamente dichas se vienen abordando a través de SEDELAM,
sociedad que se ha dotado de los necesarios recursos humanos y de modernos y potentes equipos de
trabajo, entre los que destaca la Unidad de Reconocimiento de Sondeos (URS). Tal unidad está instalada
en un furgón ligero y dispone de un doble equipo, de testificación geofísica y reconocimiento con TV, para
el estudio y diagnóstico de captaciones de hasta 1000 m de profundidad.
Con la incorporación de este equipo se ha desarrollando un protocolo de reconocimiento y diagnóstico
de captaciones, con el múltiple objetivo de incrementar los rendimientos (caudal específico), mejorar la
calidad del agua, ajustar el coste energético de extracción, e incrementar la fiabilidad de las instalaciones,
con el siguiente protocolo y metodología de actuación (SOTO VENEGAS, 2002 a):
1. Caracterización hidrogeológica de la captación, asignándola a un acuífero o Unidad
Hidrogeológica concreta y estableciendo su naturaleza, geometría, piezometría, calidad del agua,
balance y grado de explotación.
2. Seguidamente se realiza un bombeo escalonado con los equipos instalados, de donde se define su
curva característica y el caudal óptimo de explotación; durante este bombeo se instala un
analizador de redes eléctricas y se verifican las principales variables de la instalación, en especial
los consumos; los datos obtenidos se contrastan con las curvas y especificaciones del equipo de
bombeo, verificándose rendimientos y desviaciones existentes.
3. En el tercer paso se desinstala la captación y se procede a su reconocimiento con la URS,
determinando sus características geométricas, entubación, litología atravesada, perfil de
conductividad eléctrica y temperatura del agua, flujos de agua (pasos) y finalmente se toman
muestras frente a los niveles de interés. Este reconocimiento se puede realizar en estático o en
dinámico (bombeo) según los datos que se persigan obtener.
4. Toda la información se analiza y finalmente se emite un documento de recomendaciones y
actuaciones, con comentarios específicos sobre el equipo de impulsión, sobre el estado de las
instalaciones, medidas de minimización del coste energético, así como detallando un plan de
trabajo que aborde y corrija los problemas existentes (reprofundizaciones, reentubación,
aislamientos y cementaciones, recolocación de bomba, etc.)
La utilización de la URS como una herramienta habitual de trabajo está permitiendo solventar
importantes problemas, destacando los relacionados con pérdidas de calidad del agua. Estos procesos
están afectando cada vez con mayor frecuencia a captaciones de agua subterránea de extensas zonas
geográficas, bien por incremento de salinidad o por presencia de sustancias asociadas a contaminaciones
difusas, llegando a inutilizar el recurso para uso en abastecimiento urbano. En los casos más numerosos,
esta pérdida de calidad se asocia a un solo nivel o “paso” de agua, que mezclada con el resto de los
aportes, afecta a toda la captación; en estas ocasiones la identificación del mencionado “paso” y su
aislamiento, mediante cementación, reentubación, etc., han producido un efecto muy favorable llegando
incluso a eliminar el problema en determinadas situaciones, como son contaminaciones por nitratos en
acuíferos multicapa (BUESO, 2001).
Otros resultados importantes del uso de este equipo es la verificación de la calidad de la obra
terminada y del comportamiento de las entubaciones de los pozos y de sus procesos de degradación y
envejecimiento, así como de los resultados de las labores de desincrustación y rehabilitación. En este
sentido se ha verificado situaciones que se daban como avance de la interfase salina en acuíferos costeros,

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CONFERENCIA: LA HIDROGEOLOGÍA URBANA Y EL USUARIO: LA VISIÓN DEL GRUPO AGBAR

como es el caso del Campo de Dalias, corresponden realmente a contaminaciones superficiales que
irrumpen a la captación por fallos del entubado y cementación (SOTO VENEGAS, 2003 b).
Como anteriormente se ha comentado, uno de los principales objetivos en la gestión de captaciones
de recursos subterráneos, es la adecuación y permanente puesta a punto de sus instalaciones de bombeo,
origen de la mayor parte de los costes de explotación. En este sentido la captación de agua subterránea
se conceptúa como la conjunción de tres factores diferentes: acuífero, obra civil de perforación y equipo
electromecánico de impulsión y, en consecuencia, el seguimiento de su rendimiento conjunto debe
realizarse sobre sus principales variables de tales factores. En esa línea se han definido los siguientes
indicadores (LUPIANI, 1999): 1. Estado del acuífero: nivel estático (m). 2. Rendimiento hidráulico del
sondeo: caudal específico (l/s/m). 3. Estado del equipo de impulsión: consumo específico (Wh/m3/m).
Cada captación tiene unos indicadores propios, con valores entre unos límites concretos, fruto de la
propia variabilidad del recurso o de las tolerancias de los equipos electromecánicos. El seguimiento de
estos indicadores, por ejemplo con cadencia mensual, permiten establecer desviaciones no deseadas con
antelación a la generación de problemas, con lo cual se pueden programar las actuaciones que se precisen
con antelación suficiente y adoptar medidas para que el suministro de agua no se vea afectado.
A nivel hidrogeológico estos indicadores suministran series piezométricas y de volúmenes bombeados,
esenciales para el seguimiento y control del recurso subterráneo, disponiéndose de una amplia información
complementaria a la que proporcionan las redes hidrogeológicas del IGME y organismos de cuenca.
Para los casos concretos de funcionamiento anómalo del equipo de impulsión se utilizan programas
de análisis de electrobombas que, a partir del análisis de las variables de pozo (Q, Hmt, V, I, kW, cosμ)
verifican el estado del equipo e identifican los desajustes en el cuerpo hidráulico, motor, o en el resto de
equipamiento y aparallaje eléctrico.

Figura 4. Gráficos de evolución de indicadores de captaciones.

66
Eduardo LUPIANI MORENO

Además de actuaciones sobre las propias captaciones, descritas hasta ahora, en el Grupo Agbar se han
fomentado líneas de trabajo que actúen sobre el propio recurso, con el objeto principal de mejorar su
disponibilidad y garantía de suministro. Destacan los trabajos de ordenación de explotación de recursos,
recarga artificial y de uso de recursos alternativos, por ser los más representativos.
La implantación de políticas de explotación de recursos subterráneos para abastecimiento urbano bajo
criterios hidrogeológicos creemos que es uno de los mayores acierto del Grupo Agbar, como sistema que
garantiza la sostenibilidad del uso del recurso natural. Como antes se ha comentado, la utilización de
recursos subterráneos en abastecimientos tienen diferentes ventajas frente a los recursos superficiales,
entre los que se encuentra su menor coste de producción, motivo por el cual los usuarios tratan de
explotarlos al máximo de sus posibilidades; en ocasiones estas extracciones infieren efectos no deseados
en los acuíferos, como intrusión marina y otros procesos de degradación de la calidad del agua, conoides
piezométricos (ARAGON, 2003), sobreexplotación local o general, etc., casos en los que la aplicación de
criterios hidrogeológicos en la ubicación de captaciones y asignación de volúmenes extraíbles, caudales de
bombeo, etc., se muestran como una herramienta de gran utilidad (JAEN, 2003 a).
En el apartado de recarga artificial, operación con enormes posibilidades de aplicación pero
escasamente desarrollada en España, el Grupo Agbar está operando en el delta del río Llobregat
(Barcelona) y en Marbella (Málaga), con resultados muy satisfactorios.
La recarga artificial del delta del Llobregat en Barcelona (FERRER, 1997) es un ejemplo ya clásico en
la literatura hidrogeológica, donde se realiza la alimentación forzada del acuífero por inyección en pozos
y se favorece la infiltración natural desde el cauce fluvial por escariado de lecho, alcanzando valores de
hasta 18 hm3/año en función de la disponibilidad de recursos de aguas superficiales.

Figura 5. Pozo de recarga del acuífero del delta del Llobregat y su esquema hidráulico.

La recarga artificial de Marbella, que se ha dado a conocer a la comunidad científica en estas jornadas
(JAEN, 2003 b), tiene una entidad mucho menor, de 0,2 a 0,4 hm3/año, pero con la importante novedad
de plantearse como una operación de recuperación de un acuífero afectado por intrusión marina, cuyas

67
CONFERENCIA: LA HIDROGEOLOGÍA URBANA Y EL USUARIO: LA VISIÓN DEL GRUPO AGBAR

aguas se salinizan e impiden su uso en el abastecimiento urbano, mediante el almacenamiento temporal


de excedentes invernales de calidad apropiada. Los resultados obtenidos hasta la fecha albergan fundadas
esperanzas en la futura implantación a mayor escala, ya planteada como operación de regulación de
recursos.
Otro aspecto que ha tenido una especial atención por parte del Grupo Agbar ha sido el desarrollo de
usos de recursos alternativos, como son las aguas freáticas del subsuelo de las ciudades, o aguas de
drenaje, para otros servicios urbanos que no requieren agua de una elevada calidad (VARIOS AUTORES,
2003).
En efecto, en la mayoría de los núcleos urbanos se desarrolla una capa freática, de origen natural o
debido a perdidas de las redes de distribución y saneamiento (para rendimientos óptimos se aceptan hasta
1,5 hm3/año de pérdidas por cada 100.000 hab.), que es susceptible utilizarse para riego de jardines,
limpieza viaria, etc., siempre y cuando las captaciones alcancen unos caudales mínimos (superior a 3 - 5
l/s) y que la demanda a atender supere un volumen anual que justifique la actuación (para jardines en
torno a 4000 m2 de superficie a regar).

Figura 6. Toma de agua del sistema de recarga artificial en Marbella.

Estos usos también pueden aceptar aguas de drenaje procedentes de sótanos, aparcamientos,
infraestructuras de transporte, o aguas de sistemas de climatización, que actualmente se vierten al
alcantarillado y suponen un incremento del volumen de agua residual a tratar en las depuradoras.
Estos recursos clasificables de alternativos ya se están utilizando en ciudades como Barcelona, Murcia
o Alicante, situadas en áreas de escasez de agua, donde estas actuaciones se adoptan por el alto coste de
producción del agua domiciliaria, pero ya empiezan a implantarse en ciudades sin estos problemas, como
Ciudad Real, en aplicación de criterios estrictamente medioambientales.

68
Eduardo LUPIANI MORENO

LA PROBLEMÁTICA DE LAS CONCESIONES DE AGUA

Hasta ahora se han expuesto algunas de las actuaciones y planteamientos del Grupo Agbar en materia
de hidrogeología urbana, pero en este punto creemos conveniente recordar algunos aspectos legales que
inciden en su uso y en particular la complejidad de la tramitación administrativa de una concesión de
aguas subterráneas para abastecimiento público.
En este procedimiento intervienen hasta 6 departamentos administrativos diferentes, a saber: órgano
de cuenca (otorga la concesión de aguas), servicios de minas (autoriza la ejecución de una obra
subterránea) y servicio de energía (autoriza la acometida e instalación eléctrica) de la consejería de
industria correspondiente, sanidad (informa sobre la idoneidad de las aguas, de la captación y del
tratamiento para su uso en abastecimiento público), medio ambiente (en función del volumen a extraer,
en determinadas comunidades se exige un estudio de impacto ambiental, o una memoria ambiental) y
ayuntamiento (licencia de obras) y también exige la redacción de hasta tres documentos, como son el
proyecto de obra, el proyecto de concesión de aguas y la memoria ambiental, que se entrega en cada
departamento administrativo, sin que exista la necesaria intercomunicación entre ellos.
El resultado de este importante número de permisos, autorizaciones y documentos es la inoperatividad
real del procedimiento y la demora de plazos, que finalmente repercute en un desamparo administrativo
de un importante número de captaciones destinadas a abastecimiento público, que no cuentan con la
preceptiva concesión de aguas, dándose el caso que en su mayoría han sido financiadas e incluso
ejecutadas por las propias administraciones responsables de autorizarlas.
Puesto que el abastecimiento de agua a la población es servicio público de primera necesidad y,
además, en toda la legislación de aguas se reconoce como la principal prioridad en el uso y reparto del
recurso (debe primar sobre todos los demás usos), proponemos que la concesión de agua se realice de
oficio y con un procedimiento más simplificado, que pueda acortar los plazos y, así, dar cobertura legal a
las captaciones actuales y a las que tengan que hacerse en sustitución de las existentes o para atender
nuevas demandas.
También debe destacarse un aspecto concreto de los proyectos de concesión de aguas, como es la
definición del perímetro de protección de las captaciones. En la actualidad, no existe ninguna normativa
ni instrucción que valide las metodologías que deben utilizarse para su establecimiento, siendo igualmente
válido el propuesto con criterios de perímetros mineros, que el establecido con criterios de transporte de
masas. Por ello creemos muy recomendable seguir los pasos de los países europeos más próximos, incluido
Portugal, y dictar una normativa específica sobre la materia, a modo de instrucción técnica, donde se
especifiquen las metodologías a utilizar y los valores hidrodinámicos por defecto para usar en los casos
que no se dispongan de ensayos de bombeo. Igualmente sería de gran interés que incorporara listados de
restricciones de usos y los procedimientos de control a adoptar en caso de preexistencia de actividades
potencialmente contaminantes.

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69
CONFERENCIA: LA HIDROGEOLOGÍA URBANA Y EL USUARIO: LA VISIÓN DEL GRUPO AGBAR

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70
PONENCIAS
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

PONENCIA: ¿LA EXPLOTACIÓN INTENSIVA PUEDE SER BENEFICIOSA?


EFECTOS DEL CESE DE LA EXPLOTACIÓN INTENSIVA EN LA CIUDAD DE
BARCELONA

E. VÁZQUEZ-SUÑÉ*; X. SÁNCHEZ-VILA*; J. CARRERA* y R. ARANDES**

(*) Grupo de Hidrogeología. Universitat Politècnica de Catalunya (UPC)


enric.vazquez-sune@upc.es/FAX: 34 93 401 72 51
(**) Ajuntament de Barcelona

RESUMEN

Los distintos acuíferos que subyacen la ciudad de Barcelona han sido intensamente explotados desde
el siglo XIX y durante gran parte del XX, principalmente para usos industriales. Esta explotación sostenida
produjo unos fuertes descensos de niveles freáticos en toda la ciudad, pero singularmente en los deltas,
donde el descenso llegó a provocar la inversión del flujo de salida al mar, produciéndose una intrusión de
agua marina, con la consiguiente pérdida de calidad de las aguas subterráneas. A partir de los años 70 la
crisis económica y la presión urbanística provocan el cierre o la reubicación de muchas industrias y el
proceso se invierte, con una marcada tendencia a la recuperación de niveles, mantenida hasta finales de
los 90. Esta recuperación de niveles produce un aumento en las filtraciones de las estructuras subterráneas
(túneles, parkings,…). Las implicaciones socio-económicas del problema han llevado al Ayuntamiento a
desarrollar un proyecto de re-explotación de los acuíferos en zonas seleccionadas. En este contexto el
trabajo presentado abunda en el objetivo de detectar y cuantificar las causas de las subidas de niveles y
proponer iniciativas para reducir los niveles en áreas singularmente problemáticas de la ciudad. Para ello
se ha cuantificado la recarga real al sistema a través de balances de agua, modelación y estudios
hidroquímicos. Con ello se ha conseguido zonificar la ciudad de acuerdo con las fuentes principales de
recarga, detectándose que la fuente principal es las pérdidas de la red de suministro de agua potable. Por
este motivo el agua subterránea no tratada es un agua que, sin ser potable, es de calidad adecuada para
la mayoría de usos potenciales. Por ello se ha empezado recientemente un programa municipal para
extraer agua del subsuelo, reduciendo así los efectos perjudiciales de los niveles altos, y utilizando esta
agua para diversos usos municipales mediante una red de distribución secundaria de agua freática.

Palabras Clave: Hidrogeología urbana, explotación intensiva, urbanización, drenaje estructuras, parking,
gestión de recursos hídricos.

INTRODUCCIÓN

Diversos acuíferos que subyacen la ciudad de Barcelona fueron explotados desde tiempos históricos,
pero hasta el siglo XIX no se produce una explotación realmente significativa en términos cuantitativos.
Esta explotación pasó a ser intensiva a lo largo del siglo XX, principalmente para usos industriales y de

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PONENCIA: ¿LA EXPLOTACIÓN INTENSIVA PUEDE SER BENEFICIOSA? EFECTOS DEL CESE DE LA EXPLOTACIÓN
INTENSIVA EN LA CIUDAD DE BARCELONA

abastecimiento. Esta explotación intensa y continuada en el tiempo produjo un importante descenso de


los niveles piezométricos. Así, en algunas zonas los niveles se situaron de forma permanente por debajo
del nivel del mar lo cual produjo una intrusión marina con la consiguiente pérdida de calidad. A partir de
la década de los setenta la crisis económica y la presión urbanística fueron la causa de que muchas
industrias cerraran o se desplazaran a otras zonas fuera de la ciudad. Debido a estas causas durante los
últimos 30 años se ha ido reducido la explotación de las aguas subterráneas. Esta situación ha conducido
a una paulatina recuperación de los niveles freáticos y en consecuencia a una disminución de la intrusión
marina y por tanto a una mejora en la calidad de las aguas subterráneas. Pero por otro lado también se
ha producido un incremento de las filtraciones de aguas subterráneas en edificios o infraestructuras
construidas en épocas de mínimos piezométricos tales como el Metro, aparcamientos subterráneos,
sótanos, etc. (UPC et al., 1997).
En general los procesos fundamentales que afectan a las aguas subterráneas en cualquier zona urbana
no son muy distintos de los que se producen en zonas rurales, aunque sí se dan particularidades
significativas. Algunos de estos procesos son los cambios que se producen sobre la calidad y cantidad de
las aguas y que están relacionados con: cambios en el ciclo hidrogeológico debido a los procesos de
urbanización, variaciones en los niveles piezométricos y contaminación de las aguas subterráneas por las
actividades humanas y la presencia de estructuras subterráneas que interfieren sobre los acuíferos.
En este contexto, el objetivo de esta ponencia es mostrar cuáles son los aspectos a considerar en los
estudios hidrogeológicos en zonas urbanas, qué resultados han tenido dichos estudios en el área de
Barcelona y finalmente ilustrar algunas de las iniciativas encaminadas a minimizar posibles efectos
negativos.

ASPECTOS SIGNIFICATIVOS EN LOS ESTUDIOS DE HIDROGEOLOGÍA URBANA. APLICACIÓN A


BARCELONA

Generalmente las cuestiones que deben tenerse en cuenta en los estudios de hidrogeología urbana
son, primero identificar los problemas, determinar sus causas, ver qué efectos producen los cambios del
ciclo hidrogeológico en la zona y segundo, desarrollar y aplicar metodologías para cuantificar y controlar
esos efectos. A continuación se detallan estas cuestiones, se comentan los aspectos generales y su
aplicación a la ciudad de Barcelona.

Fluctuación de los niveles piezométricos. Interacción con las estructuras subterráneas

En numerosas ciudades, los primeros estadios de su desarrollo van asociados a un incremento de su


actividad industrial. Las industrias son importantes consumidores de agua, y por eso la proliferación de
industrias en las zonas urbanas conlleva un importante descenso de los niveles piezométricos (minería del
agua). Adicionalmente las industrias pueden ser fuentes de contaminación de los acuíferos (CHENEY et al.,
1999). En los estados más avanzados de desarrollo urbano las industrias tienden a desaparecer o
desplazarse fuera de la zona urbana. Los acuíferos responden con un efecto rebote, produciéndose un
ascenso (generalmente lento y sostenido) de los niveles piezométricos. Este ascenso puede deberse a la
recuperación de los niveles tras los bombeos y/o a un aumento de la recarga por pérdidas en las redes de
distribución y saneamiento, esto último favorecido por una población que suele haberse incrementado
significativamente y por una progresiva degradación de las redes de suministro con el tiempo en aquellas
ciudades en las que el mantenimiento no es adecuado.

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E. VÁZQUEZ-SUÑÉ; X. SÁNCHEZ-VILA; J. CARRERA y R. ARANDES

La interacción entre aguas subterráneas y estructuras subterráneas puede tener dos lecturas. Por un
lado las estructuras alteran el flujo subterráneo (MARINOS y KAVVADAS, 1998), mientras que las aguas
pueden provocar problemas o condicionar las propias estructuras (MARINOS y KAVVADAS, 1997). Para
este último caso es necesario diferenciar entre los efectos que producirían el ascenso o el descenso de los
niveles, ya que las problemáticas asociadas son totalmente distintas.
El descenso de los niveles puede causar problemas de subsidencia o consolidación con el consiguiente
riesgo para las estructuras. Además puede también causar problemas de intrusión marina en ciudades
costeras. En estos casos las aguas marinas, salinas y sulfatadas, producen serios problemas de corrosión
en contacto con estructuras metálicas o de hormigón.
El aumento de los niveles, por su parte, provoca la aparición de filtraciones, e incluso la inundación, de
excavaciones y espacios subterráneos.
La evolución seguida por los niveles piezométricos en la ciudad de Barcelona muestran la típica
evolución de una ciudad industrial. Las extracciones de aguas subterráneas para usos industriales y de
abastecimiento se incrementaron mucho desde principios del siglo XX hasta llegar a un máximo de entre
60 y 70 hm3/a a principios de la década de los 1970. Los descensos en diversas partes de la ciudad
llegaron a ser desde unos pocos metros hasta más de 15 m. A partir de esa época las extracciones se
fueron reduciendo rápidamente debido a la contaminación de las aguas, desaparición de las industrias,
mejoras en los sistemas de producción, etc. Actualmente en la mayoría de zonas los niveles se han
recuperado a cotas similares a las de hace un siglo.
Paralelamente al aumento de los niveles durante los últimos años se ha venido observando un
progresivo incremento de las filtraciones de agua en las diversas infraestructuras urbanas subterráneas,
públicas o privadas (red de Metro, sótanos, alcantarillado, estacionamientos subterráneos, etc.). Una parte
importante del Metro y muchas construcciones que existen en Barcelona fueron construidas durante el
periodo 1950 – 1975, coincidiendo con el periodo de máxima depresión de los niveles. En ese tiempo ni
diseñadores ni constructores pensaban que los niveles podían subir o recuperarse a las cotas originales.
Para entender la magnitud del problema baste decir que la cantidad de agua que la red de Metro debe
extraer de sus túneles (en 1996) es de unos 12 hm3/año, de los que al menos las dos terceras partes (unos
8 hm3/año) provienen de entrada de agua freática. En los túneles del Ferrocarril de la Generalitat se drenan
unos 5 hm3/a. En la zona de Sant Adrià del Besós en un solo aparcamiento se deben evacuar unos 8
hm3/año. Además el problema de las filtraciones no es localizado sino que se da en general en toda la
ciudad, incluso en las zonas de topografía elevada (Figura 1).
En la actualidad, el impacto económico que se deriva de esta situación es muy elevado, debido a los
costes de drenajes, impermeabilización, instalaciones de bombeo, evacuación de las aguas bombeadas, y
por supuesto los costes energéticos. Además es importante señalar el mal uso que supone utilizar el
alcantarillado público para la evacuación de estas aguas, ya que pueden afectar al correcto funcionamiento
del sistema, sobre todo en épocas de necesidad tales como las tormentas de verano, así como producir un
sobrecoste en la depuración de las aguas residuales al aumentar los caudales que llegan a las plantas de
tratamiento.
Aparece además el problema adicional del efecto que las filtraciones puedan provocar en la estabilidad
de las propias estructuras, ya que en muchos casos las aguas infiltradas arrastran finos procedentes del
hormigón o son aguas con alto contenido en hierro, procedente de la degradación de las armaduras. Esto
compromete la seguridad estructural. Una alternativa consiste en mantener el nivel del agua subterránea
por debajo de las cimentaciones de modo artificial, pero esto supone también un coste muy elevado. (Ver
ONDIVIELA et al., en este mismo volumen).

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PONENCIA: ¿LA EXPLOTACIÓN INTENSIVA PUEDE SER BENEFICIOSA? EFECTOS DEL CESE DE LA EXPLOTACIÓN
INTENSIVA EN LA CIUDAD DE BARCELONA

Figura 1. Problemas de filtraciones en diferentes partes de la ciudad de Barcelona. El tamaño de los


símbolos es proporcional al caudal.

Contaminación de las aguas subterráneas

Las aguas subterráneas en zonas urbanas se pueden contaminar a partir de diversas fuentes
potenciales. Normalmente de entre todas las posibles fuentes las dos más significativas son la
contaminación por vertidos industriales y las pérdidas de la red de aguas residuales urbanas. Otras posibles
fuentes de contaminación son las aguas de escorrentía urbana, que lixivia los residuos y efluentes de
vehículos acumulados en la calzada de las calles, el almacenamiento de residuos o materiales
contaminantes en la superficie del terreno o enterrados, la interacción con cursos de agua superficial
contaminados (ríos, canales), o la intrusión marina. La mezcla de aguas residuales (con alta carga orgánica)
con aguas de abastecimiento (cloradas) produce contaminantes organoclorados. Además los cambios en
las condiciones de pH y Eh en el acuífero pueden movilizar compuestos tóxicos (normalmente metales
pesados).
Las fluctuaciones de los niveles piezométricos pueden provocar contaminación adicional. En el caso del
ascenso de niveles se puede producir removilización de contaminantes por dos causas, una, por lixiviación
directa y dos, por cambios en las condiciones químicas en las que ciertos compuestos son inmóviles
(NAVARRO et al., 1992).

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E. VÁZQUEZ-SUÑÉ; X. SÁNCHEZ-VILA; J. CARRERA y R. ARANDES

En Barcelona se han identificado tres fuentes principales de contaminación de las aguas subterráneas,
que son: infiltración de aguas residuales urbanas, infiltración de aguas de escorrentía urbana e intrusión
marina. Como se ha comentado anteriormente la evolución de la intrusión marina está condicionada por
la evolución de las extracciones y las variaciones de los niveles piezométricos. En la parte Este de la ciudad,
en la zona del delta del Besós, durante los años 70 la intrusión llegó a unos 2 km de la costa. La
disminución de las extracciones y la consiguiente recuperación de los niveles produjo de nuevo un flujo
hacia el mar y algunos de los pozos que se habían salinizado vuelven a tener características parecidas a
las de los años 50 (véase la Figura 2).

Figura 2. Relación entre extracciones, nivel piezométrico e intrusión marina en


el pozo Montsolís. Acuífero aluvial del Besós, Barcelona.

Evaluación de la recarga y del balance hidrogeológico

Para entender el funcionamiento de un acuífero es necesario conocer cómo es el flujo de agua, es decir,
su magnitud, su importancia relativa y su dependencia de los diversos parámetros hidráulicos. Además un
análisis detallado del ciclo hidrogeológico en zonas urbanas debe tener en cuenta las particularidades de
cada ciudad (LERNER, 1997), como por ejemplo la presencia de ríos, canales, lagos, mar, drenes,
infraestructuras, recarga inducida, etc.
Los cambios en los usos del territorio suelen implicar cambios en el ciclo hidrogeológico. Por ejemplo,
la recarga a los acuíferos suele verse muy alterada: mientras la infiltración de lluvia normalmente se reduce
por impermeabilización de la superficie, la recarga total se puede incrementar. Esto es debido a que lo que
se infiltra en el suelo (por infiltración directa, por desagües, sumideros, discontinuidades en el pavimento)
aunque sea poco, no tiene posibilidad de evapotranspirarse. Además aparecen nuevas fuentes de recarga
como son los aportes de las redes de abastecimiento (normalmente sus pérdidas superan el 15 % del agua
suministrada y llega hasta superar el 50% en algunas ciudades) y saneamiento.
El poder discriminar y cuantificar las diversas fuentes de recarga se puede llegar a realizar mediante
un balance de masas en el cual intervengan diversas especies químicas conservativas que sean

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PONENCIA: ¿LA EXPLOTACIÓN INTENSIVA PUEDE SER BENEFICIOSA? EFECTOS DEL CESE DE LA EXPLOTACIÓN
INTENSIVA EN LA CIUDAD DE BARCELONA

representativas de dichas fuentes. CASTILLO (2000) desarrolló una metodología basada en el análisis
estadístico multivariado para estimar la proporción de mezcla de las diferentes fuentes en cada pozo
muestreado y que incluye la incertidumbre en las medidas. Esta metodología ha sido aplicada a la ciudad
de Barcelona (VÁZQUEZ-SUÑÉ, et al., enviado) para evaluar la cantidad de agua precedente de cada
fuente de recarga, y en consecuencia la estimación del porcentaje de pérdidas de la red de abastecimiento,
saneamiento, intrusión marina, infiltración directa, etc.

Modelación de flujo y transporte

La cuantificación de los términos del balance se puede realizar por separado, pero es conveniente que
se haga de forma conjunta para constatar la coherencia del modelo propuesto. Esto se puede conseguir
mediante la modelación.
Los modelos pueden jugar diversos papeles. Por ejemplo (1) identificación de los procesos, (2)
caracterización e integración hidrogeología, y (3) gestión de los recursos. Cada modelo es específico para
un lugar. Depende del tipo de ciudad, clima, geología y temporalidad. En cada caso los términos que
contribuyen más significativamente al balance son distintos.
Los modelos en zonas urbanas tienen ciertas particularidades. Primero, deben tener en cuenta la
evolución histórica de la ciudad, incluyendo los cambios en los usos del territorio; segundo, la distribución
espacial de la recarga depende fundamentalmente de factores específicos (densidad de las redes de
abastecimiento y distribución), directamente relacionados con la densidad de población y con el tiempo en
que se desarrolló cada zona (barrio) de la ciudad; tercero, las extracciones son difíciles de evaluar, y
normalmente están infraestimadas, y cuarto, las estructuras subterráneas han de considerarse en la
modelación si se quieren tener en cuenta de modo singular.
Siguiendo este razonamiento, en Barcelona se construyó un modelo hidrogeológico de la ciudad de
Barcelona. Las tareas principales consistieron en la caracterización de acuíferos (geometría y parámetros
hidráulicos), discriminación de las fuentes de recarga, limites y condiciones de contorno, integrándolo todo
en un modelo conceptual. El modelo se calibró a partir de datos piezométricos del periodo 1900 a 1999.
Se incluyeron explícitamente las redes de Metro y ferrocarriles.
Uno de los resultados del modelo es la cuantificación de los términos del balance (Figura 3) y su
evolución temporal. Se verifica que las principales fuentes de recarga son las pérdidas en las redes de
saneamiento y alcantarillado. Como aspecto significativo indicar que la intrusión marina se produjo hasta
1994 y que fue entonces cuando se produjo el cambio de sentido del flujo en la zona costera. Como
comentario al balance, actualmente las extracciones industriales y de abastecimiento han disminuido
radicalmente. Las mayores extracciones se producen a través de la red de Metro y Ferrocarril, y otros
drenajes de infraestructuras. Con todo ello se tiene una idea de cuan rápidos pueden ser los cambios sobre
la hidrogeología en las zonas urbanas.

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E. VÁZQUEZ-SUÑÉ; X. SÁNCHEZ-VILA; J. CARRERA y R. ARANDES

Figura 3. Cuantificación del balance de agua subterránea en los acuíferos de Barcelona (VÁZQUEZ-SUÑÉ, 2003).

SOSTENIBILIDAD Y GESTIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS URBANAS

Desde hace algunos años, en la actualidad, y muy probablemente en el futuro, muchas ciudades
deberán hacer frente a los numerosos problemas relacionados con las aguas subterráneas, y muy
especialmente las relacionadas a su uso intensivo. Si no se aplican políticas de gestión correctas los
posibles problemas que surjan serán difícilmente solucionables, lo que implicará un significativo impacto
económico y social. La gestión debería incidir en criterios de optimización global del recurso agua a partir
de políticas de ahorro y reutilización. Se deberán también tener en cuenta nuevos cuerpos de agua como
recursos potenciales. En cualquier caso los usos del agua subterránea están ligados a su calidad y a la
posible evolución temporal de sus fuentes de recarga.
Considerando estas cuestiones y debido a las graves implicaciones, tanto sociales como económicas,
el Ayuntamiento de Barcelona, en colaboración con la empresa CLABSA1 y el Grupo de Hidrogeología de
la Universitat Politècnica de Catalunya, desarrolló en junio de 1998 el “Pla per a l’aprofitament de l’aigua
del subsòl de Barcelona” (Plan de aprovechamiento del agua subterránea de Barcelona,) (AJUNTAMENT
DE BARCELONA; CLABSA, 1998), que tiene como objetivo hacer un uso más racional de los recursos
hidráulicos disponibles, introduciendo criterios de sostenibilidad ambiental.
El posible aprovechamiento de las aguas subterráneas infraexplotadas presentado en este Plan de
Aprovechamiento permite reducir el consumo de agua potable de la red de abastecimiento para aquellos
1 CLABSA. Clavegueram de Barcelona SA, empresa mixta municipal encargada de la gestión del alcantarillado de Barcelona.

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PONENCIA: ¿LA EXPLOTACIÓN INTENSIVA PUEDE SER BENEFICIOSA? EFECTOS DEL CESE DE LA EXPLOTACIÓN
INTENSIVA EN LA CIUDAD DE BARCELONA

usos en que no se requiere una elevada calidad del recurso, como puedan ser determinados servicios
municipales. En algunos casos la explotación del acuífero en el entorno de ciertas infraestructuras ayuda
a rebajar el nivel freático y por tanto disminuir las filtraciones. Se pueden contrarrestar los efectos de la
recuperación de los niveles freáticos mediante el bombeo de aguas subterráneas que se pueden utilizar
para satisfacer, a un bajo coste, algunas demandas municipales.
Este Plan incluía la elaboración de un modelo de flujo subterráneo, con el objetivo de poder ser usado
como herramienta de gestión. Este modelo ya se ha utilizado como apoyo a decisiones ligadas a diversos
proyectos, sobretodo para determinar dónde es conveniente explotar las aguas subterráneas, qué caudales
son necesarios para mantener los niveles piezométricos en una situación aceptable y a qué usos se puede
aplicar en función de su calidad. La utilización de estas aguas requiere la construcción de una red
secundaria de distribución, que no se plantea como una red única, sino como un conjunto de múltiples
sistemas formados por aprovechamientos situados en el entorno de los diferentes puntos de captación.
Se considera que con agua subterránea sin tratar se pueden abastecer los siguientes usos en servicios
municipales: Riego de parques y jardines, baldeo de calles, limpieza del alcantarillado, fuentes
ornamentales y láminas de agua, limpieza de vehículos e instalaciones en los almacenes de los contratos
de mantenimiento, climatización de edificios públicos, regeneración de cauces naturales y zonas húmedas,
especialmente en el entorno del río Besós en el marco de su recuperación medioambiental.
De acuerdo con la cuantificación de los recursos realizada el volumen máximo de agua utilizable para
mantener el nivel piezométrico en su situación actual es de unos 10 hm3/a. Este volumen no incluye la
parte susceptible de explotación de los 12 - 8 hm3/a que actualmente se infiltra en el metro y se bombean
directamente al alcantarillado.
El Plan se desarrollará en varias etapas, siendo la primera la incluida en el “Plan de Actuación
Municipal 2000-2003”, con una inversión prevista superior a los 3.500.000 ½. En este horizonte, por lo
que respecta a los servicios municipales, el Plan propone conseguir, como mínimo:
• Abastecer el 15% de los 4,2 hm3/a que consume Parques y Jardines para el riego de las zonas verdes
de la ciudad.
• Suministrar el 20% de los 0,5 hm3/a de agua que se utilizan para el baldeo de calles.
• Suministrar un 0,35 hm3/a a las fuentes ornamentales y láminas de agua.
• Utilizar 0,025 hm3/a de agua para la limpieza del alcantarillado, básicamente depósitos de
regulación.
Con todo esto se llegaría a un consumo de unos 1,10 hm3/a, que suponen un 11% de los recursos
potencialmente susceptibles de ser utilizados, y que también supone un 13% del consumo municipal de
agua (8,14 m3/a).
Por otra parte, en relación a usos medioambientales, el Plan contempla captar en pozos situados en el
entorno a la estación del Metro de Baró de Viver unos 1,5 hm3/a y verterlos al río Besós para mejorar la
calidad del caudal circundante y el riego del parque de ribera. A la vez se rebajan los niveles en el entorno
de la estación con lo que se reducen los caudales a drenar y se mejora la situación estructural de los
túneles.
Otra actuación es la traída de las aguas extraídas en los pozos del Liceo (3 a 5 l/s) junto la de los pozos
del entorno de la estación de Metro de Poble Sec (10 –20 l/s) hasta el depósito del jardín Botánico de
Montjuïc a cota 125. Esto hará que en la montaña de Montjuïc la totalidad de los servicios municipales se
abastezcan con aguas subterráneas (unos 1,2 hm3/a en total, 0,25 en esta primera fase). Durante el año
2001 el consumo de agua subterránea para usos municipales ha sido de 429.408 m3.

80
E. VÁZQUEZ-SUÑÉ; X. SÁNCHEZ-VILA; J. CARRERA y R. ARANDES

CONCLUSIONES

La disminución de los bombeos intensivos que afecto a los acuíferos de Barcelona ha producido una
recuperación de los niveles piezómetricos, que en algunos casos ha llegado a ser del orden de los 15 m.
Esta recuperación ha provocado la aparición de filtraciones incluso de inundaciones en estructuras y
espacios subterráneos de la ciudad (túneles de metro y ferrocarril, párkings, sótanos, etc.).
El estudio de estos efectos y sus causas es necesario abordarlo desde las singularidades y
condicionantes que impone un ámbito urbano sobre el medio hidrogeológico.
La evolución seguida por los niveles piezométricos en la ciudad de Barcelona puede considerarse como
la típica evolución de una ciudad industrial. Las variaciones en los niveles están asociados a la evolución
de las extracciones. En una primera etapa de uso intensivo los niveles descendieron. A partir de los años
70 las extracciones se fueron reduciendo paulatinamente hasta la actualidad. Los niveles se han
recuperado a cotas similares a los de la primera mitad del siglo XX.
Se han identificado tres fuentes principales de contaminación de las aguas subterráneas, que son:
infiltración de aguas residuales urbanas, infiltración de aguas de escorrentía urbana e intrusión marina. La
disminución de las extracciones y la consiguiente recuperación de los niveles produjo de nuevo un flujo
hacia el mar y algunos de los pozos que se habían salinizado han mejorado sus características
hidroquímicas.
Se ha evaluado la cantidad de agua procedente de cada fuente de recarga y en consecuencia la
estimación del porcentaje de pérdidas de la red de abastecimiento, saneamiento, intrusión marina,
infiltración directa, etc.
La modelación numérica de los acuíferos de Barcelona ha permitido la identificación de los procesos
(validar el modelo conceptual), la caracterización e integración hidrogeológica (cuantificación de los
términos implicados), y la gestión de los recursos. Se ha calculado que para mantener los niveles en su
posición actual se podrían extraer del orden de los 10 hm3/a.
Las autoridades municipales han desarrollado un plan de aprovechamiento de aguas subterráneas de
Barcelona. Este plan se basa en que la gestión de las aguas debe incidir en criterios de optimización global
del agua a partir de políticas de ahorro y reutilización a la vez que se pretenden reducir los impactos en
las estructuras subterráneas producidos por el ascenso de niveles. Los usos del agua subterránea están
ligados a su calidad y a la posible evolución temporal de sus fuentes de recarga.
El posible aprovechamiento de las aguas subterráneas infraexplotadas permite reducir el consumo de
agua potable de la red de abastecimiento, para usos en que no se requiere una elevada calidad como
puedan ser determinados servicios municipales.
El plan se desarrollará en varias etapas, siendo la primera la incluida en el “Plan de Actuación
Municipal 2000-2003”. En este horizonte, por lo que respecta a los servicios municipales, el Plan propone
llegar a un consumo de unos 1,10 hm3/a, que suponen un 11% de los recursos potencialmente
susceptibles de ser utilizados. Durante el año 2001 el consumo de agua subterránea para usos municipales
ha sido de unos 0,43 hm3.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

AJUNTAMENT DE BARCELONA; CLABSA (1998). Pla per a l’aprofitament de l’aigua del subsòl de Barcelona.
Ajuntament de Barcelona.

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PONENCIA: ¿LA EXPLOTACIÓN INTENSIVA PUEDE SER BENEFICIOSA? EFECTOS DEL CESE DE LA EXPLOTACIÓN
INTENSIVA EN LA CIUDAD DE BARCELONA

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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

PONENCIA: RECARGA DE ACUÍFEROS CON AGUA RESIDUAL DEPURADA EN


EL LLANO DE PALMA DE MALLORCA. 30 AÑOS DE EXPERIENCIA

José María LÓPEZ-GARCÍA*

(*) Instituto Geológico y Minero de España. Oficina de Proyectos de Baleares.


Avda. Ciudad Querétaro s/n - 07007 Palma de Mallorca. e-mail: mallorca@igme.es

RESUMEN

En el año 1978 comenzó la reutilización de las aguas residuales tratadas de la ciudad de Palma para
el regadío del Polígono I (250 ha) de la zona agrícola del Pla de Sant Jordi, incrementándose en el año
1991 con el riego del Polígono II (900 ha). En la actualidad, la reutilización de un caudal anual de 12 hm3
ha supuesto un abandono casi general de la extracción de aguas subterráneas en la zona. Este cambio de
uso ha originado una mejora significativa de la calidad del acuífero pliocuaternario mediante el retroceso
de la intrusión marina, el principal problema de calidad en el acuífero. Desde concentraciones iniciales de
ión cloruro superiores a los 6 g/L en el sector central del Polígono I se ha pasado, tras más de 20 años de
reutilización, a concentraciones inferiores a 2 g/L. Por otro lado, se constata un fuerte incremento en la
concentración de nitratos, así como problemas locales y episódicos de inundación debido al incremento del
nivel freático.

Palabras Clave: acuífero, aguas residuales, intrusión marina, reutilización, Pla de Sant Jordi, Mallorca.

ANTECEDENTES

En el año 1973, mediante el Decreto 3.387 de 7 de diciembre, el Ministerio de Agricultura establece


las “Actuaciones de reforma y desarrollo de los sectores agrícolas principales existentes en la isla de
Mallorca: la comarca de Inca-Sa Pobla y el Llano de Palma”, encargándose al IRYDA la delimitación de las
zonas regables con aguas subterráneas o con aguas residuales procedentes del abastecimiento a
poblaciones, debidamente depuradas, situadas dentro de la comarca para su declaración de interés
nacional.
Posteriormente, en fecha 4 de abril de 1974 y mediante el Decreto 1.234 se declaraba de interés
nacional la transformación de la zona regable del Pla de Sant Jordi, englobada dentro del Llano de Palma,
para el empleo de aguas residuales urbanas, con una superficie inicial de 950 Ha, de las cuales 600 Ha
constituían la superficie útil de riego. El riego de la zona agrícola de Inca-Sa Pobla quedaba limitado al
empleo de aguas subterráneas.
El Pla de Sant Jordi, situado al este de la ciudad de Palma de Mallorca (Figura 1), constituía hace un
siglo una zona de marisma circundante al pequeño núcleo urbano de Sant Jordi.

83
PONENCIA: RECARGA DE ACUÍFEROS CON AGUA RESIDUAL DEPURADA EN EL LLANO DE PALMA DE
MALLORCA. 30 AÑOS DE EXPERIENCIA

Figura 1. Situación del Pla de Sant Jordi.

A principios del siglo pasado este área fue objeto de recuperación mediante trabajos de drenaje,
conociendo a partir de entonces un importante auge económico basado en la agricultura de regadío. El
agua empleada, de origen exclusivamente subterráneo, era extraída, mediante bombas movidas por
molinos de viento, del acuífero superior existente. En los años 60, la electrificación del sector impulsó a los
agricultores a la instalación de grupos motobomba que supusieron un fuerte incremento en las
extracciones de agua, hecho que motivó la paulatina salinización de los pozos por el fenómeno de
intrusión marina en el acuífero. A comienzos de los años 70 se inician los bombeos para extracción de agua
potable en el Pont d’Inca para el abastecimiento urbano de la ciudad de Palma, que hasta la fecha se venía
nutriendo de los caudales aportados por una serie de fuentes cercanas a la capital. Los fuertes bombeos
realizados en el Pla de Sant Jordi para el regadío, conjuntamente con las extracciones del Pont d’Inca
generaron un déficit en el balance hídrico de la unidad hidrogeológica del Llano de Palma, que se
compensó con la entrada de agua de mar en el sistema (Figura 2), registrándose concentraciones de ión
cloruro que superaban los 5.000 mg/L al norte del aeropuerto de Son Sant Joan, con la isolínea de 2.000
mg/L localizada a más de 7 km al interior de la línea de costa.
Ante esta situación,el IRYDA (1976) decidió establecer un Plan de Reutilización de Aguas Residuales
Depuradas en el Pla de Sant Jordi, mediante el aprovechamiento de los caudales que iban a generar las
plantas depuradoras de aguas residuales de Sant Jordi (EDAR Palma I), la primera planta depuradora de
aguas residuales de Baleares puesta en marcha en 1971, y Son Puig (EDAR Palma II), esta última en
construcción en aquel momento (IRYDA, 1994).
El Plan General de Transformación de la zona regable con aguas residuales depuradas del Pla de Sant
Jordi quedó aprobado finalmente por Real Decreto 2.084/1977 de 23 de abril, definiéndose dos sectores
de actuación (Figura 3): Sector I, de 950 Ha (600 regables) y Sector II, de 9610 Ha (1500 regables).

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José María LÓPEZ-GARCÍA

Figura 2. Concentración de ión cloruro en el Llano de Palma (1977).

Figura 3. Detalle del Pla de Sant Jordi y sectores de riego.

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PONENCIA: RECARGA DE ACUÍFEROS CON AGUA RESIDUAL DEPURADA EN EL LLANO DE PALMA DE
MALLORCA. 30 AÑOS DE EXPERIENCIA

CONTEXTO HIDROGEOLÓGICO

El área de riego del Pla de Sant Jordi se sitúa a escasos 3 km de la localidad de Palma de Mallorca, en
el sector costero sur-occidental de la isla de Mallorca, dentro de la denominada Bahía de Palma. Desde el
punto de vista hidrogeológico el área de aplicación se localiza en la unidad del Llano de Palma (Figura 1),
una cuenca sedimentaria subsidente formada por materiales postorogénicos, desde el Serravaliense hasta
la actualidad, con espesores que pueden alcanzar los 450 m y rodeada por los relieves de la Serra de
Tramuntana, al norte, y Serres Centrals, al este (BARÓN, 1984; POMAR, 1983).
En la unidad del Llano de Palma se identifican dos acuíferos principales: uno superficial formado por
materiales de edad Pliocuaternario, y un acuífero profundo, de edad Mioceno Superior (Figura 4).
En el sector correspondiente al Pla de Sant Jordi únicamente se explota el acuífero superior
pliocuaternario constituido por niveles calcareníticos del Plioceno y limos, arenas eólicas y gravas
cuaternarias; ya que los materiales miocenos están representados en este sector por un cambio de facies
a materiales impermeables de margas con yesos. La transmisividad del acuífero pliocuaternario en el Pla
de Sant Jordi oscila entre 150 y 5000 m2 /día (MATEOS, 1999), con valores mayores en los tramos de
calcarenitas. El coeficiente de almacenamiento se estima entre 0,01 y 0,03 (IGME, 1980). La dirección del
flujo subterráneo es E-W, con sentido hacia el S.

Figura 4. Corte hidrogeológico del Pla de Sant Jordi (Llano de Palma).

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José María LÓPEZ-GARCÍA

SEGUIMIENTO DE LA APLICACIÓN EN EL SECTOR I (1978-1994)

El Sector I de riego entró en funcionamiento en el año 1978, por Resolución del IRYDA (BOE nº 93, 19
de abril), constituyéndose previamente una comunidad de regantes. El objetivo era el aprovechamiento de
las aguas residuales depuradas que provenían de la estación depuradora Palma I, situada junto a la
localidad de Sant Jordi. Puesta en marcha en 1971, trataba las aguas residuales procedentes de los
núcleos urbanos de la Playa de Palma, Es Pil.larí, S’Aranjassa, Sant Jordi y un sector del Arenal de
Llucmajor, con una población equivalente de 35.000 habitantes y una capacidad de tratamiento inicial de
10.000 m3/día. En 1973 y 1975 se sometió a modificaciones técnicas y de ampliación hasta alcanzar la
capacidad actual de 30.000 m3/día, con un caudal medio de entrada en la planta de 15.000 m3/día, y 3,5
hm3 de caudal depurado anual.
Inicialmente se preveía la aplicación sobre un máximo de 600 Ha regables, fundamentalmente
dedicadas al cultivo de plantas forrajeras destinadas al consumo ganadero (vacuno de leche) y hortalizas,
siendo las principales: alfalfa, maíz forrajero, sorgo forrajero, ray-grass y veza-avena. El sistema de riego
usual es el de acumulación en pequeños estanques situados en las parcelas de riego, y su posterior
distribución mediante riego a manta.
No existían en la zona antecedentes de estudios sistemáticos y experiencias sobre los efectos del
efluente de la depuradora de Sant Jordi al utilizarlo como agua de riego, y en el momento del
establecimiento como zona regable no se planificó a priori ningún seguimiento de los efectos del tipo de
agua de riego en el medio ni posteriormente se realizó control alguno de los aspectos del medio citados.
Únicamente el IGME llevó a cabo en el período 1979-1980 una evaluación de los efectos del empleo de
las aguas residuales urbanas en el sector de Sant Jordi (IGME, 1980). Para ello, se estableció una red de
control de piezometría y calidad formada por un total de 18 puntos, y se elaboraron mapas de piezometría
y calidad (cloruros, nitratos y fosfatos), que fueron comparados con los procedentes de la red de control
habitual que el IGME mantiene en toda la unidad hidrogeológica del Llano de Palma.
Los mapas de isopiezas registraron en el período considerado un nivel freático situado a cota próxima
al nivel del mar (0 – 0,5 m) en todo el Sector I, así como en gran parte del entorno del aeropuerto de Son
Sant Joan. Los datos fueron muy similares a los datos estimados a partir de la red de control general. Los
mapas de isocloruros reflejaban concentraciones superiores a los 2.000 mg/L en casi todo el Sector I,
siendo inferiores únicamente en el entorno de la EDAR de Sant Jordi, donde el exceso de efluente no
aplicado en el riego estaba siendo evacuado mediante pozos de infiltración (Figura 5).
Además, la concentración de ión cloruro era significativamente inferior a la obtenida en años anteriores
a partir de la red de control de calidad del IGME en el Llano de Palma, situación opuesta a la registrada
en el análisis de la concentración de ion nitrato, que reflejaba un ligero incremento.
La conclusión del estudio llevado a cabo por el IGME indicaba que no existían afecciones significativas
en el nivel freático, y sí descensos en la salinidad, por lo que se recomendaba la ampliación de la
reutilización a otros sectores.
El riego continuó efectuándose en años consecutivos. En el período 1983 – 1990 se regó una
superficie media de 214 Ha, con un consumo medio de agua residual de 6.329 m3/Ha, si bien se registró
un paulatino descenso de la demanda, desde los 7.821 m3/Ha en el año 1984 hasta los 4.445 m3/Ha en
1990, lo que supone un descenso medio del 43% respecto al consumo inicial. Este retroceso es debido al
abandono progresivo de la actividad agraria por el escaso rendimiento económico, el envejecimiento de la
población activa agraria y la fuerte competencia de la oferta de trabajo en el sector servicios.

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PONENCIA: RECARGA DE ACUÍFEROS CON AGUA RESIDUAL DEPURADA EN EL LLANO DE PALMA DE
MALLORCA. 30 AÑOS DE EXPERIENCIA

Figura 5. Mapa de isocloruros del Sector I del Pla de Sant Jordi (mayo 1980).

SEGUIMIENTO DE LA APLICACIÓN EN EL POLÍGONO II (1994-2000)

La puesta en marcha de la ampliación al Sector II de riego tuvo lugar en el año 1994. La superficie
prevista de riego era de 900 Ha, cuya demanda de agua residual depurada se satisfacía con el efluente de
la EDAR de Palma II, situada en Son Puig, puesta en marcha en 1974 para una población de 272.000
habitantes, con un caudal medio diario de 68.000 m3, y generando anualmente 20.5 hm3.
Previamente al inicio del regadío con aguas depuradas, la Junta de Aguas de Baleares (administración
hidráulica de Baleares) y el Servicio Geológico de Obras Públicas (SGOP) establecieron, en el año 1991,
una red de control en el acuífero pliocuaternario, con el objetivo de realizar un seguimiento mensual de la
calidad y piezometría del mismo y poder así evaluar la incidencia real de la reutilización en las aguas
subterráneas de la zona. Previamente, algunos trabajos del IRYDA (1976, 1994) y del IGME (1980)
constataban ya un retroceso de la intrusión marina en este acuífero tras los primeros años de regadío en
el Polígono I, recomendándose la ampliación del riego al Sector o Polígono II pese a registrarse ya entonces
los primeros problemas de contaminación por nitratos.
En septiembre de 1991 se llevó a cabo una campaña inicial, con el fin de determinar la situación
natural antes de la puesta en marcha del regadío en el Polígono II (SGOP, 1991). Los resultados de esta
campaña registraban la presencia de cotas piezométricas negativas en los sectores occidental, con valores
de -1,5 m al norte del aeropuerto, y oriental con cotas que superaban los -2 m al norte de la localidad de
Sant Jordi, del Polígono II, que corresponden a conos de bombeo de las principales zonas de extracción.
La concentración de isocloruros registraba valores superiores a los 5 g/L al norte del aeropuerto,
aumentando progresivamente hacia la línea de costa. La concentración de ión nitrato era inferior a los 50
mg/L en casi toda el área de aplicación, y sólo se superaban los 75 mg/L al NE de la localidad de Sant Jordi
y al sur de la localidad de Son Ferriol, con valores máximos próximos a los 100 mg/L. El Servicio Geológico
de Obras Públicas (SGOP), la Junta de Aguas de Baleares y el Instituto Geológico y Minero de España

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José María LÓPEZ-GARCÍA

(IGME), han venido controlado bimensualmente la red de pozos y sondeos establecida en el Polígono II del
Pla de Sant Jordi, con el objeto de evaluar la afección real al acuífero pliocuaternario del regadío con aguas
residuales. La reutilización ha supuesto, por un lado, un abandono de las extracciones, y por otro lado, un
volumen adicional de agua al acuífero por los retornos de riego. El balance actual, respecto a la situación
inicial en el año 1991, es positivo, del orden de 14,4 hm3.

Evolución de la piezometría del Pla de Sant Jordi

La evolución de la piezometría en el Sector II de riego muestra una evolución progresiva hacia el


ascenso a lo largo de los años de la aplicación. Así, de los valores iniciales del año 1991 con cotas
negativas al norte del aeropuerto y al este de la localidad de Sant Jordi, y ligeramente positivas en el
entorno de la localidad de Sa Casa Blanca donde los bombeos son prácticamente inexistentes, a presentar,
en el año 2000, cotas superiores a 1 m sobre el nivel del mar en dos terceras partes del sector, y en torno
a 0,5 sobre el nivel del mar en el resto (Figura 6), no registrándose cotas negativas en todo el sector de la
aplicación.

Figura 6. Evolución de la piezometría durante el período 1994-2000 en el Polígono II.

La red de puntos de control en la zona, a partir del inicio del regadío en el Polígono II, muestra una
clara tendencia ascendente (Figura 7), remontándose los niveles negativos que existían antes de la
reutilización hasta alcanzar cotas entre 0 y +3 m en abril de 2000. Las puntas de mayor ascenso
correspondientes a los períodos de mayores precipitaciones llegan a producir inundaciones en algunos
sectores. La media de ascenso del nivel piezométrico en el acuífero pliocuaternario del Sector II del Pla de
Sant Jordi, a lo largo de la década de los 90, se ha estimado en 0,81 m (MATEOS 1999, 2001).

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PONENCIA: RECARGA DE ACUÍFEROS CON AGUA RESIDUAL DEPURADA EN EL LLANO DE PALMA DE
MALLORCA. 30 AÑOS DE EXPERIENCIA

Evolución de la intrusión marina en el Pla de Sant Jordi

Antes de iniciarse el regadío en el Polígono II, en el año 1994, la isolínea correspondiente a 2000 mg/L
de ión cloruro se situaba a más de 7 km hacia el interior de la línea de costa, presentando toda la
extensión del área de riego concentraciones muy superiores a los 2 g/L, rebasándose incluso los 5 g/L en
algunos puntos al norte del aeropuerto. Tras el primer año de aplicación del riego la isolínea de referencia
de 2 g/L ya había retrocedido hasta situarse bordeando el límite entre los polígonos I y II de riego (Figura
7), para finalmente, tras un período de estabilización (1996-1999) quedar recluida en los alrededores de
la localidad de Sant Jordi.

Figura 7. Retroceso anual de la isolínea de referencia de 2 g/L de ión cloruro.

La evolución de la concentración en ión cloruro de una serie de puntos significativos de la zona de


estudio muestra igualmente este descenso (Figura 8), pudiéndose estimar la disminución media del
contenido en ión cloruro del acuífero pliocuaternario a lo largo de los últimos 12 años en 1800 mg/L.

Evolución de la concentración de nitratos en el Pla de Sant Jordi

A diferencia de lo ocurrido con la evolución del ión cloruro, en el caso de los nitratos los bajos valores
iniciales, con concentraciones inferiores a 25 mg/L en buena parte del Polígono II en el año 1991, dieron paso
tras el primer año de aplicación del riego con aguas residuales depuradas a un incremento medio de 52,5
mg/L en toda el área de aplicación. Este incremento fue progresivo hasta el año 1997 en que se refleja un
descenso acusado por el lavado de los nitratos tras un año de fuertes precipitaciones (Figura 9).
Posteriormente, una vez que se retorna a las precipitaciones medias habituales en la isla, se vuelve a producir
el incremento de la concentración hasta superar los 50 mg/L (máximo marcado por la legislación vigente
para las aguas potables) en todo el Polígono II, superándose máximos de 225 mg/L en sectores situados
entre la localidad de Son Ferriol y el aeropuerto. Finalmente, en el año 2000 se registran concentraciones de
ión nitrato superiores a 75 mg/L en todo el polígono, con puntas que superan los 300 mg/L.

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José María LÓPEZ-GARCÍA

Figura 8. Evolución de la concentración de ión cloruro en el Pla de Sant Jordi.

Figura 9. Evolución de la concentración de ión nitrato en el Pla de Sant Jordi.

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PONENCIA: RECARGA DE ACUÍFEROS CON AGUA RESIDUAL DEPURADA EN EL LLANO DE PALMA DE
MALLORCA. 30 AÑOS DE EXPERIENCIA

CONCLUSIONES

La reutilización de aguas residuales depuradas en el Polígono II de riego del Pla de Sant Jordi durante
los últimos diez años ha puesto de manifiesto la presencia de:
• Efectos positivos: un claro retroceso del frente de intrusión marina, con descensos medios de
1865 mg/L en el contenido en ión cloruro.
• Efectos negativos: contaminación por nitratos, con un incremento medio de la concentración
de este ión cercano a los 120 mg/L.
• Efectos "particulares": incremento medio de 1,17 m en el nivel freático, lo que supone por
un lado una mayor carga hidráulica responsable en última instancia del retroceso en la
intrusión marina, pero por otro lado un incremento en los episodios de inundación de un
área que históricamente fue una marisma antes de su desecación por la acción del hombre.

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92
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS


EN INFRAESTRUCTURAS URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

Ramón ARAGÓN RUEDA*

(*) Instituto Geológico y Minero de España.


Avda. Alfonso X El Sabio 6- 30008 Murcia. ramonaragon@telefonica.net

RESUMEN

El descenso generalizado del nivel freático correspondiente a los terrenos limo-arcillosos de la Vega
Media del Segura, motivado por las adversas condiciones climáticas del período 1992-1995 y el
consiguiente incremento de las extracciones de aguas subterráneas, ha originado un proceso de
consolidación del terreno y dado lugar a asentamientos diferenciales de edificaciones, localizadas
fundamentalmente en la ciudad de Murcia, produciéndose en gran número de ellas desperfectos
importantes.
La ciudad está situada sobre depósitos aluviales cuaternarios de la Vega Media del río Segura,
constituidos por sedimentos blandos cohesivos con intercalaciones más o menos permeables que se
localizan por encima de una capa consolidada de gravas y arenas.
En régimen natural, el sistema acuífero ligado al río funciona como un conjunto único, pero la
proliferación e intensificación de las extracciones de agua subterránea desde el año 1992 han provocado
una desconexión hidráulica, diferenciándose dos niveles acuíferos principales con un régimen de
funcionamiento hidrodinámico distinto: acuífero superficial libre y acuífero profundo multicapa
semiconfinado. Es en el acuífero inferior donde, debido a sus excelentes características hidrodinámicas, se
concentran las extracciones de agua, que al haber experimentado un gran incremento han provocado un
descenso generalizado del nivel freático en las formaciones limo-arcillosas del acuífero superior.
Los asentamientos del terreno se han calculado mediante modelación numérica, utilizando un
programa que permite la evaluación de la deformación con acoplamiento hidráulico. Se han obtenido
valores moderados, de magnitud centimétrica.
Mediante la instalación en 2001 de una red de control y seguimiento de la subsidencia se pretende
cuantificar el fenómeno y calibrar el modelo teórico propuesto.

Palabras Clave: Hidrogeología urbana, Acoplamiento hidromecánico, Subsidencia, Gestión de aguas


subterráneas, Explotación intensiva, Simulación numérica.

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PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

INTRODUCCIÓN

La subsidencia en terrenos cohesivos debida al descenso del nivel freático es un fenómeno


ampliamente conocido. Casos como el de la Ciudad de México, Bangkok, Valle de San Joaquín y California,
entre otros, son referencias habituales en la literatura geotécnica e hidrogeológica mundial. El problema
de Murcia, por tanto, no es nuevo, aunque en España existen pocos casos debidamente referenciados.
La subsidencia desigual del terreno sufrida en la ciudad de Murcia, de carácter moderado, fue
consecuencia de un atípico descenso del nivel freático como resultado de un período de sequía entre los
años 1992 y 1995 en el que se produjo un incremento considerable de la extracción de agua subterránea
para regadío en la zona agrícola de la “huerta de Murcia”, en la cual se sitúa la ciudad. La cantidad de
edificios afectados en distintas partes del núcleo urbano que fueron apareciendo en menos de dos años
generó una fuerte alarma social, estimándose los daños económicos en unos 50 millones de euros, según
una evaluación preliminar.
Para abordar esta problemática la Comunidad Autónoma de Murcia tiene en elaboración las Directrices
Territoriales para Murcia y su área metropolitana (fundamentalmente la Vega Media), encaminadas a un
desarrollo sostenible del territorio, para lo cual es necesario el conocimiento preciso tanto de la respuesta
del terreno a las variaciones del nivel freático como del funcionamiento del propio acuífero de la Vega
Media del Segura.
Por otro lado, por parte de varias administraciones se encuentran en estudio o desarrollo planes de
explotación de aguas subterráneas de la unidad de las Vegas Media y Baja del Segura para complementar
recursos en épocas de sequía, en los que se incluye la desalación de los recursos subterráneos salobres de
la Vega Baja.
Este amplio marco institucional de actuaciones en el acuífero ha justificado la necesidad de un estudio
integral por parte de la Administración que permita coordinar las anteriores líneas de trabajo, con objeto
de conseguir una gestión sostenible de los recursos hídricos y un mínimo impacto ambiental.
En consecuencia, el Instituto Geológico y Minero de España, en colaboración con la Secretaría de
Estado de Aguas y Costas (a través de la Confederación Hidrográfica del Segura), la Consejería de Turismo
y Ordenación del Territorio de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y la Excma. Diputación
Provincial de Alicante, ha realizado los correspondientes estudios hidrogeológicos y geotécnicos con la
finalidad aplicada última de contribuir a la toma de las medidas adecuadas para la gestión de los recursos
hídricos, que no interfieran con los derechos de otros usuarios (y con los de los ciudadanos en general) y
no causen efectos adversos; en definitiva, para lograr una más eficaz planificación hidrológica.
Esta ponencia resume los principales resultados y conclusiones de dichos trabajos (ITGE-CPTOP, 2000;
IGME-CHS-CTOT, 2002; IGME-COPOT, 2001; IGME-DPA, 2002).

CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ÁREA DE ESTUDIO

La ciudad de Murcia se localiza en la Vega Media del Segura, tramo de llanura aluvial del río
comprendido entre el azud de la Contraparada, que fija el límite con la Vega Alta, y la divisoria provincial
de Murcia y Alicante, que establece el límite con la Vega Baja, constituyendo la que tradicionalmente se
denomina “huerta de Murcia”. El acuífero de la Vega Media del Segura, que en superficie coincide con la
vega geográfica, abarca una extensión de 206 km2, con una longitud media de 22 km y anchura media
de 9 km, variando esta última desde unos pocos cientos de metros aguas abajo de la Contraparada hasta
un máximo de unos 15 km en su límite con la Vega Baja (Figura 1).

94
Ramón ARAGÓN RUEDA

Figura 1. Localización del área de estudio.

Sobre la Vega Media, cuyo territorio pertenece a los términos municipales de Alcantarilla, Murcia,
Santomera y Beniel, se asientan 28 núcleos urbanos, de los cuales el más importante es el de la ciudad de
Murcia, cuyo casco tiene una población de unos 200.000 habitantes, cifra que llega hasta los 350.000 si
se tiene en cuenta el entorno periurbano.
La Vega Media tiene forma más o menos rectangular y su topografía es muy suave, con altitudes que
van desde los 60 m s.n.m. en su sector occidental (zona de Alcantarilla) hasta 30 m s.n.m. en el sector
oriental (zona de Beniel), a excepción de algunos resaltes topográficos correspondientes a afloramientos
del substrato de la cuenca, tales como Monteagudo o La Cueva. Por ella discurren el río Segura, que a la
altura de Alcantarilla cambia bruscamente su dirección de casi N-S a SO-NE coincidiendo
aproximadamente con el tránsito de la depresión del Segura al valle del Guadalentín, y el río Guadalentín
o Reguerón, que desemboca en el Segura a unos 4 km aguas abajo de Murcia, a la altura de la pedanía
del Llano de Brujas.
Sobre el acuífero de la Vega Media se desarrollan cultivos de regadío tradicional con aguas del Segura
que ocupan aproximadamente la mitad de su superficie, 11.151 ha, según la estimación realizada por el
IGME a partir de la interpretación de imágenes de satélite Landsat correspondientes al año 2000 (IGME-
CHS-CTOT, 2002; GUMIEL et al, 2001).

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PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

SÍNTESIS HIDROGEOLÓGICA DE LA VEGA MEDIA DEL SEGURA


Geometría
Desde el punto de vista geológico, la Vega Media del Segura es la prolongación hacia el noreste de la
depresión del Guadalentín, fosa tectónica de grandes dimensiones formada en la Orogenia Alpina y rellena
por materiales detríticos terciarios y cuaternarios.
El sistema acuífero de la Vega Media forma parte de la unidad hidrogeológica Vegas Media y Baja del
Segura (07.24) (CHS, 1997) y corresponde al depósito aluvial plio-cuaternario que puede llegar a alcanzar,
en algunos sectores, espesores de hasta 250 m.
De acuerdo con las investigaciones hidrogeológicas realizadas por el Instituto Geológico y Minero de
España (IGME-IRYDA, 1978; ITGE-CPTOP, 2000; IGME-CHS-CTOT, 2002), los materiales detríticos que
constituyen este sistema se caracterizan por presentar una distribución vertical y horizontal heterogénea,
con una alternancia irregular de capas permeables y poco permeables, de forma que los principales tramos
acuíferos albergan varios niveles de características hidráulicas y extensión muy variables. Sin embargo, y
con la finalidad de simplificar la complejidad existente, se pueden diferenciar dos acuíferos principales:
• Acuífero superficial. Corresponde al tramo superior del conjunto detrítico, de forma que comprende
desde la superficie del terreno hasta una profundidad variable aproximada entre 3 y 30 m. Presenta
un nivel piezométrico muy somero y se encuentra formado por arcillas, arenas finas y limos no
consolidados, de escaso interés como acuífero (acuitardo) por su reducida productividad, pero de
gran importancia en el funcionamiento hidrodinámico del sistema porque a través de él se produce
prácticamente la mayor parte de los intercambios de agua del acuífero con el exterior. Se caracteriza
por presentar un comportamiento libre. El rango de conductividad hidráulica horizontal obtenido
para este acuífero a partir de los ensayos efectuados y del modelo numérico de flujo realizado
(periodo 1994-2001) varía entre 0,01 y 5 m/día en función de la zona considerada. La conductividad
hidráulica vertical está comprendida entre 0,03 y 0,1 m/día.
• Acuífero profundo. Se trata de un potente conjunto situado por debajo del acuífero superficial,
compuesto por un primer nivel de gravas heterométricas de unos 10 a 30 m de potencia, con matriz
variable e irregular continuidad en toda la vega, que constituye el principal nivel acuífero de la Vega
Media desde el punto de vista de la explotación del agua subterránea. Por debajo aparece un tramo
arcilloso que señala el inicio de una alternancia de niveles de granulometría gruesa (gravas y arenas
con matriz arenoso-arcillosa) y fina (arcillas, arenas y limos) intercaladas en una matriz básicamente
arcillosa. El espesor del conjunto aumenta hacia el eje central de la cuenca, que coincide
aproximadamente con el cauce del Segura, siendo la potencia media del orden de 150 m, pudiendo
llegar a superar los 200 metros. Se caracteriza por presentar un comportamiento confinado. La
conductividad hidráulica horizontal obtenida a partir del modelo de flujo realizado y de los ensayos
efectuados suele ser de entre 2 y 3 órdenes de magnitud superior a la del acuífero superficial, con
valores generalmente comprendidos entre 10 y 100 m/día. La conductividad hidráulica vertical
estimada oscila entre 1 y 50 m/día.
El impermeable de base corresponde en su mayor parte a margas del Mioceno superior, según se ha
podido deducir de la interpretación geofísica realizada (IGME-CHS-CTOT, 2002), ya que prácticamente no
se cuenta con ninguna información de sondeos que hayan alcanzado las margas.
De acuerdo con la litología y geometría de los bordes y del substrato del relleno aluvial, los límites de
la Vega Media coinciden en la mayor parte de su perímetro con la línea de contacto entre el relleno
detrítico y los materiales neógenos o permotriásicos, en general de baja permeabilidad, que forman los

96
Ramón ARAGÓN RUEDA

bordes de la cuenca, excepto en el sector de la unidad de la Cresta del Gallo y en la reducida zona de
contacto con la Vega Alta, donde existe conexión hidráulica. El límite occidental viene dado por una
disminución progresiva de la granulometría aunque existe cierta conexión hidrogeológica con el Bajo
Guadalentín. El límite oriental se ha establecido de forma arbitraria, coincidiendo aproximadamente con el
límite provincial, pues existe continuidad hidrogeológica con la Vega Baja.
En la Figura 2 se representa el mapa hidrogeológico de la Vega Media del Segura.

Funcionamiento hidrodinámico
La recarga se produce principalmente por la infiltración del exceso de agua aplicada a los riegos
tradicionales con aguas del río Segura y, secundariamente, por recarga de agua de lluvia, infiltración en
cauces y entradas laterales subterráneas procedentes de la Vega Alta. La descarga tiene lugar por salidas
hacia los ejes de drenaje superficial –río Segura y azarbes-, descarga lateral subterránea hacia la Vega Baja
y bombeos de agua subterránea. Las relaciones laterales con las unidades de la Cresta del Gallo y del Bajo
Guadalentín dependen de las posiciones relativas de las superficies piezométricas de ambas con respecto
a la Vega Media, en función de la magnitud de las extracciones por bombeo.
La representación de la evolución de los niveles piezométricos existentes en la Vega Media del Segura
durante el periodo 1970-2002 correspondientes a piezómetros de los dos acuíferos considerados (Figura
3) permite observar claramente la existencia de un descenso generalizado de niveles durante los periodos
1983-85 y, sobre todo, 1992-95, en coherencia con las situaciones de sequía durante dichas épocas y los
bombeos efectuados para paliar sus consecuencias. Las evoluciones de ambos acuíferos pueden
considerarse cualitativamente similares y muestran, a excepción de los periodos indicados, variaciones
suaves ligadas en mayor medida a la secuencia normal de los riegos y en menor a los episodios de lluvias.
Después del mínimo absoluto en el estiaje de 1995 los niveles se han recuperado paulatinamente,
situándose hacia finales de 1997 en posiciones similares a las anteriores al periodo de sequía, evolución
coincidente con la observada en los más de 40 piezómetros existentes en el casco urbano de Murcia y sus
alrededores (IGME y EMUASA).
Los descensos piezométricos producidos en la ciudad, como consecuencia de la última sequía, se
sitúan entre 5 y 8 metros, con una media que ligeramente supera los 6 metros; aunque en algunos puntos
del resto de la Vega se han llegado a registrar valores máximos cercanos a los 15 metros.
En régimen natural, es decir, prácticamente con ausencia de bombeos, el sistema funcionaba como un
conjunto único de carácter libre. Sin embargo, la proliferación e intensificación de los bombeos de agua
subterránea en la Vega Media, con objeto de complementar los recursos durante la sequía de 1992-95,
han modificado este esquema hidrodinámico, dando lugar a una diferenciación que cabe simplificar en los
dos niveles acuíferos antes mencionados: el superficial, de carácter libre, y el profundo, semiconfinado y
multicapa. Es en el tramo acuífero inferior donde, debido a sus excelentes características hidrodinámicas,
se concentran las extracciones de agua para regadío y abastecimiento industrial, lo que ha provocado, a
su vez, un descenso generalizado del nivel freático en las formaciones limo-arcillosas del tramo superior,
originando un proceso de consolidación del terreno y dando lugar a asentamientos diferenciales de
edificaciones, localizadas fundamentalmente en la ciudad de Murcia, produciéndose en gran número de
ellas desperfectos importantes (ITGE-CPTOP, 2000).
El balance del acuífero está condicionado por la regulación que se produce en los embalses de
cabecera de la cuenca del Segura, que se ha traducido en una reducción significativa de la infiltración de
aguas a lo largo del cauce del río Segura, con un comportamiento perdedor aguas arriba de Murcia y
ganador aguas abajo.

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PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

Figura 2. Mapa hidrogeológico de la Vega Media del Segura (Fuente: IGME-CHS-CTOT, 2002).

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Ramón ARAGÓN RUEDA

Respecto a la relación río-acuífero (río y azarbes), se está actualmente evaluando mediante un modelo
numérico de flujo subterráneo del sistema acuífero; no obstante cabe adelantar que la importancia de este
concepto, en cuanto a recarga, debe de ser muy reducida al compensarse las magnitudes de los caracteres
influente y efluente en dichos cauces.

Figura 3. Evolución de niveles piezométricos en la Vega Media del Segura.

Mediante la aplicación de un balance hidrometeorológico a escala diaria para el periodo 1967/68-


1999/2000, se ha generado la serie de recarga natural del sistema acuífero, es decir, la recarga por
infiltración de lluvia en la Vega Media durante dicho periodo, ya que en rigor se supone que constituye el
único recurso renovable con el que cuenta. Su valor medio interanual es 10,4 hm3/año, con grandes
oscilaciones de un año a otro, como corresponde a la acusada variabilidad pluviométrica, entre valores casi
nulos (años 1979, 2000, 1981/84, 1994/96) y superiores a 30 hm3/año (años 1973, 1987/88).
La recarga por retorno de riegos, estimada de acuerdo con los ensayos realizados en parcelas piloto
representativas de los cultivos mayoritarios de la Vega Media y por los datos recopilados y encuestas
realizadas, es del orden de 15 hm3/año, con ciertas variaciones interanuales, en especial en épocas de
sequía.
Si se tiene en cuenta que el resto de componentes de entradas al sistema suponen unos 4 hm3/año,
los recursos medios del acuífero ascenderían a unos 30 hm3/año.
En el periodo de sequía 1992-1995 se produjo una notable reducción de la recarga al acuífero y se
incrementaron fuertemente los bombeos. El periodo más crítico correspondió al año hidrológico 1994/95
en el que la recarga, casi exclusivamente por retornos de riegos, supuso unos 11 hm3/año. En el mismo
periodo las salidas por bombeo fueron de 24 hm3/año, con lo que el balance resultante, claramente
deficitario, se tradujo en un notable descenso de niveles piezométricos, cuya evolución ya venía
evidenciando con claridad los balances negativos de años anteriores; la recuperación de niveles se produjo
durante el periodo 1996-1998 (Figura 3).

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PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

LA SUBSIDENCIA EN MURCIA

Características del subsuelo del núcleo urbano

Las características geológicas del subsuelo de la ciudad de Murcia y su entorno periurbano, localizados
en su totalidad en la Vega Media del Segura, corresponden a un medio continental fluvial de tipo
meandriforme, en el curso medio-bajo del río. Los sedimentos del cauce actual están costituidos por un
nivel de fangos saturados flojos que se encajan entre los sedimentos limo-arcillosos de la llanura de
inundación. El substrato corresponde a depósitos de abanicos aluviales, constituidos fundamentalmente
por grandes cuerpos y lentejones de gravas y arenas, con limos y arcillas, en ocasiones encalichadas e
incluso algo margosas, que con frecuencia muestran relaciones de indentación con los depósitos aluviales
antiguos, ya que la sedimentación en el sector central de la cuenca ha participado fundamentalmente de
ambientes sedimentarios aluvial y marginalmente de abanicos aluviales, sobre todo en sus facies distales.
Debido a la dinámica divagante, y encajados en las facies de llanura aluvial, aparecen sedimentos limo-
arcillosos muy blandos de antiguos meandros abandonados, lentejones de arenas que muestran
secuencias de antiguos rellenos de canal (arenas medias y finas con matriz limosa) y niveles orgánicos de
turba que representan las facies palustres.
La terraza baja más antigua, formada por arenas flojas saturadas, está enmascarada como
consecuencia de la actividad antrópica responsable de las grandes acumulaciones de rellenos de
naturaleza diversa y compacidad fundamentalmente baja.
La disposición geométrica, según este modelo, no es la de una estructura horizontal con continuidad
lateral; por el contrario, los cuerpos fluviales presentan frecuentes cambios laterales de facies y
acuñamiento de capas que ponen en contacto las facies distales de abanico y fluviales de dinámica
meandriforme (limos, arcillas carbonatadas y margas) con las proximales (gravas con niveles arenosos) de
los abanicos aluviales de los márgenes de la depresión. Esto es debido a una profusa actividad
neotectónica responsable de rápidos movimientos en la vertical que favorecen la incisión erosiva de los
cauces en los sedimentos de la llanura aluvial y su posterior rápida colmatación con sedimentación de
naturaleza arenosa y limoarenosa por acreción de barras fluviales en la vertical y horizontal.
En síntesis, el conjunto de estos materiales puede esquematizarse en dos tramos: el somero, o
cobertera, constituido por los depósitos de granulometría fina situados sobre el primer tramo de gravas,
que está formado por un primer nivel correpondiente a un relleno antrópico, de espesor comprendido entre
0,5 y 4 m, y un conjunto detrítico que presenta una gran heterogeneidad litológica, tanto lateral como
vertical, compuesto de 5-30 m de sedimentos blandos cohesivos (arcillas y limos) de plasticidad media-
baja, consistencia blanda y contenidos de humedad medio-altos, con intercalaciones de limos y arenas; el
profundo, o sustrato, está compuesto por un primer nivel consolidado de gravas gruesas redodondeadas,
de potencia comprendida entre 5 y 15 m, englobadas en una matriz arenosa o limosa, que señala el inicio
de una alternancia de niveles de granulometría gruesa y fina intercalados en una matriz básicamente
arcillosa.
El tramo somero se corresponde con el denominado acuífero superficial de la Vega Media, de
comportamiento libre, aunque por las mediocres características hidráulicas debería considerarse como
acuitardo, y desde el punto de vista geotécnico constituye la unidad en la que se produce la subsidencia.
El tramo profundo se corresponde con el denominado acuífero profundo de dicha vega, de carácter
semiconfinado, y prácticamente incompresible a efectos geotécnicos (Figura 4).

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Ramón ARAGÓN RUEDA

Figura 4. Cortes hidrogeológicos del núcleo urbano de Murcia. (Fuente: ITGE-CPTOP, 2000).

Las extracciones de aguas subterráneas se producen mayoritariamente en el acuífero profundo,


concentradas en su mayor parte en el primer tramo de gravas, aunque también hay que tener en cuenta
aquellas otras que tienen lugar en el superficial y cuyo objeto son los sistemas de refrigeración y el drenaje
de sótanos en algunos edificios de la ciudad.
La subsidencia puede atribuirse a dos situaciones hidrológicas relacionadas, como son la sequía
(menor recarga por infiltración de lluvia y de excedentes de riego con recursos superficiales) y la extracción
de agua fundamentalmente de los niveles de gravas, que dan lugar a un descenso del nivel freático en los
niveles arcillosos superiores y a una depresión de la altura piezométrica en las gravas profundas.
El proceso al que se ve sometido el régimen hidrogeológico del terreno, como consecuencia de los
bombeos en el subsuelo de Murcia, se ajusta al modelo típico de evolución de las presiones intersticiales
por extracción de agua del acuífero de gravas en Murcia (Figura 5), para una brusca disminución de presión
en el acuífero profundo, si bien en este caso no se requiere aplicar una superposición para simular las
condiciones reales.
Dentro de este modelo, la evolución se representa en la Figura 6 y su descripción es la siguiente:

101
PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

Figura 5. Modelo de evolución de las presiones intersticiales en la extracción de agua del acuífero de gravas en
Murcia. (Fuente: ITGE-CPTOP, 2000).

Figura 6. Modelo de evolución en etapas del régimen de presiones intersticiales por bombeo en el acuífero
profundo. (Fuente: ITGE-CPTOP, 2000).

1) En el inicio se considera que el terreno se encuentra en equilibrio, estando prácticamente saturado


desde la superficie; la distribución de presiones intersticiales en la vertical se incrementa
linealmente con la profundidad, no existiendo contraste entre acuífero y acuitardo.

102
Ramón ARAGÓN RUEDA

2) En el momento que se inicia el bombeo, la extracción de agua comienza a realizarse desde el


acuífero, provocando la lógica y rápida disminución de la presión intersticial en su seno, a la vez
que se anula la recarga del acuitardo a sus expensas. En estas condiciones, el acuitardo sigue
encontrándose saturado en su totalidad.
3) El progreso del proceso de bombeo continúa provocando el decremento de la presión intersticial
en las gravas no llegándose a su anulación debido a la importante magnitud de la recarga en el
acuífero; como consecuencia de ello el acuitardo no sólo ve anulada su recarga, sino que incluso
comienza a ceder agua al acuífero, lo que va a conducir a una progresiva disminución de las
presiones intersticiales.
4) El cese de los bombeos, mientras siga manteniéndose la recarga del acuífero o incluso se
incremente, como suele suceder tras períodos de sequía, propicia una recuperación de la presión
intersticial en el mismo, lo que se acompaña de un lento trasiego de agua hacia el acuitardo, que
con el tiempo podría aproximarse al estado de saturación y distribución de presiones intersticiales
que tenía al inicio.

Análisis de la subsidencia

La disminución de volumen del terreno por consolidación de las capas blandas más superficiales por
pérdida de agua intersticial, con la consiguiente reducción de las presiones intersticiales y el aumento de
las tensiones efectivas en el terreno, se ha traducido en una deformación vertical (asentamiento).
El tratamiento geotécnico del fenómeno ha consistido básicamente en el establecimiento de un
modelo predictivo de la subsidencia ocurrida en Murcia con base en el conocimiento de las características
geotécnicas e hidrogeológicas del terreno y de la posible evolución del régimen piezométrico de los
acuíferos.
Existen numerosos modelos de aplicación al problema. En una primera fase de este trabajo y con la
limitada información de partida disponible, se realizaron tanteos mediante modelos unidimensionales para
obtener una primera aproximación. Sin embargo, después de realizados los trabajos de campo se vió la
necesidad de recurrir a modelos de elementos finitos con flujo acoplado ya que la serie estratigráfica no
permitía una modelización sencilla y, por otra parte, era muy difícil encajar en el tiempo los diversos
fenómenos transitorios que se habían superpuesto en la realidad.
Dado que el análisis de la subsidencia debe contemplar el factor tiempo como una de las principales
variables, a tenor de los propios fundamentos teóricos del proceso de consolidación, su desarrollo permite
evaluar la situación actual, los eventos ocurridos y efectuar previsiones a largo plazo.
Este análisis se ha realizado a través de una modelización numérica o matemática de comportamiento.
A partir del Modelo Geológico obtenido con las investigaciones de campo, se contempla la Sección
Geotécnica Característica para cada una de las 10 zonas en que se ha sectorizado el casco urbano,
adoptando los parámetros de caracterización geotécnica e hidrogeológica para cada una de las unidades
que emanan de los ensayos de campo y laboratorio, lo que permite establecer el Modelo Geotécnico que
sirve como base para la realización de los diferentes Modelos Numéricos. Los resultados obtenidos en estas
modelizaciones permiten confeccionar los mapas de asientos y ascensos ligados a la evolución del régimen
hidrogeológico como consecuencia de los bombeos.
Las diferentes modelizaciones numéricas se han realizado utilizando el paquete de programas de
elementos finitos Z_SOIL versión 4(2D), que permite el cálculo tenso-deformacional con acoplamiento
hidráulico según la evolución del nivel freático.

103
PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

Para cada zona, los materiales son representados en forma de malla de elementos en los que se
ajustan morfologías, dimensiones, cargas, presiones hidrostáticas, etc. Dentro del proceso de cálculo, cada
elemento del conjunto se comporta según la ley de comportamiento tenso-deformacional lineal o no lineal
preestablecida y que se juzga característica para los materiales, como respuesta a las fuerzas aplicadas y
a las condiciones iniciales y de contorno que se imponen.
El análisis puede realizarse en estado bidimensional de deformación plana o de simetría axial,
habiéndose seleccionado el primero, ya que esta condición se cumple en el caso de amplias extensiones
de terreno sometidas a deformaciones por aplicación de cargas superficiales y variaciones del régimen
hidrogeológico.
Se ha construido una malla de grandes dimensiones en la horizontal, comprendiendo un total de 176
m de longitud, mientras que en la vertical abarca una profundidad mínima en torno a los 20 m, suficiente
para los objetivos del análisis que se considera; la malla se construye con elementos diferentes con
geometría rectangular, habiéndose definido en todos los casos más de 950 nodos por malla, que delimitan
más de 920 elementos rectangulares en cada una.
En las mallas diseñadas, los elementos rectangulares tienen una anchura de un metro, mientras que
su longitud es variable y se encuentra notablemente reducida en dos sectores: la zona central, donde se
realiza la cuantificación de las deformaciones, y donde además puede considerarse la aplicación de la
carga de un edificio o manzana de edificios; y los márgenes, ámbitos desde los que se establecen las
condiciones hidrogeológicas.
En la malla se han definido tres o cuatro materiales dependiendo del perfil litológico característico para
la zona de que se trate. Los dos o tres superiores corresponden a la cobertera compresible: por un lado,
los materiales limoso-arcillosos y los rellenos se dividen en dos unidades diferentes obedeciendo al estado
de saturación, al aparecer el nivel freático de 3 a 5 metros de profundidad, de modo que la parte superior,
por encima del nivel freático se caracteriza con el peso específico aparente seco, mientras que la inferior,
bajo el mismo, lo hace con el peso específico saturado. El otro material que puede aparecer en la cobertera
compresible corresponde a las arenas, arenas limosas y limos arenosos, que siempre lo hace en estado
saturado.
El tercer o cuarto material que aparece en las mallas corresponde a las gravas, siempre saturadas, que
se consideran como substrato incompresible.
El rango de características geotécnicas de los materiales que se aplican en el análisis se recogen en la
Tabla 1.
Las condiciones iniciales se definen mediante el estado tensional en cada nodo de la malla, habiéndose
realizado en dos fases. En primer lugar, se establece la columna litológica tipo y se le somete al análisis de
estabilidad numérica del sistema en el estado inicial (t=0), lo que se asimilaría al proceso natural de
sedimentación; posteriormente, en segundo lugar, se establecen las condiciones hidrogeológicas mediante
la aplicación de leyes de presión intersticial distribuida en los bordes: en el inicio (t=1) al sistema se le
impone una distribución de presiones intersticiales en la vertical similar a la que se tiene en un régimen
hidrogeológico estacionario y en equilibrio, pudiéndose modificar las leyes en la vertical mediante la
aplicación de funciones de carga en el tiempo, que simulan los descensos y ascensos del nivel freático y
altura piezométrica en el acuífero confinado de las gravas.
Los objetivos fundamentales del cálculo, de carácter bidimensional, persiguen efectuar una evaluación
de las deformaciones que el terreno experimenta como consecuencia del proceso de subsidencia que se
estudia, estimando una medida aproximada de los asentamientos que podrían esperarse como
consecuencia de dicho proceso. Así mismo, se realiza una estimación del régimen de tensiones

104
Ramón ARAGÓN RUEDA

MATERIALES
1.- 2.- 3.-
4.-
PARÁMETROS GEOTÉCNICOS RELLENOS, LIMOS RELLENOS, LIMOS Y ARENAS LIMOSAS Y
GRAVAS
Y ARCILLAS ARCILLAS SATURADOS LIMOS ARENOSOS

Modulo de deformación E 750 T/m2 750 T/m2 1.500-2.000 T/m2 8000 T/m2
Coeficiente de Poisson ν 0,35 0,35 0,3-0,35 0,3
Peso específico aparente Seco γd 1,60-1,66 T/m3 -------- -------- --------
Peso específico aparente saturado γsat -------- 2,0-2,03 T/m3 2,0-2,08 T/m3 2,1 T/m3
Indice de huecos inicial e0 0,658-0,756 0,658-0,756 0,50-0,55 0,55
Cohesión C 0 T/m2 0 T/m2 0 T/m2 1 T/m2
Angulo de rozamiento φ 28º 28º 30-38º 35º
Angulo de dilatancia 5º 5º 7-8º 12º

Tabla 1. Características geotécnicas de los materiales.

intersticiales y efectivas en el terreno, como consecuencia del desarrollo del citado proceso.
A partir de los cálculos realizados para cada una de las hipótesis de evolución que se barajan
(descensos, ascensos y estabilización del nivel piezométrico, cargas por edificios, etc.) se obtienen los
siguientes resultados: deformaciones; desplazamientos verticales, horizontales y totales; distribución de
tensiones intersticiales y efectivas en la vertical e historia de los desplazamientos y tensiones intersticiales
en un punto.
Se han efectuado dos grupos de cálculos, a saber: subsidencia del terreno por su propio peso, sin
cargas en superficie; subsidencia con cargas por cimentación de edificios, cuyo valor se ha estimado en 10
t/m2, valor que podría considerarse representativo para un edificio de 10 plantas que, aunque es
improbable que se cimiente superficialmente, constituiría el límite máximo que podría esperarse para una
cimentación superficial.
La evolución del proceso se sigue muy bien a través de las gráficas de presiones intersticiales. Partiendo
de la ley lineal inicial (t =1), se obtienen las isocronas de presión intersticial correspondientes al
rebajamiento de la presión en las gravas, la cual puede llegar a anularse en el techo de las mismas. No se
ha supuesto que las gravas queden parcialmente drenadas o con presiones intersticiales negativas, ya que
no se ha comprobado este aspecto en los registros piezométricos. También es posible que algunos
bombeos superficiales hayan rebajado el agua en las arcillas y limos superiores, pero este fenómeno es
difícilmente controlable.
Una vez alcanzada la situación anterior, la disminución de presiones intersticiales en las arcillas es muy
lenta, ya que se trataría de un flujo vertical gravitatorio al que se oponen las retenciones capilares. De
hecho el proceso se invierte al recuperar presión las gravas, habiendo llegado a una moderada reducción
de presiones en las arcillas, por supuesto muy alejada de las presiones nulas o negativas. Esto es lógico,
por cuanto el periodo de bajas presiones ha sido muy corto comparado con el tiempo necesario para una
disipación apreciable de presiones en las arcillas.
De forma sintética, los asentamientos y recuperaciones para cada zona se recogen en la Tabla 2,
mientras que en la Figura 7 se representa, como ejemplo de las salidas gráficas de ordenador, la que se
refiere a la historia o evolución en el tiempo de los estados de presiones intersticiales y deformaciones en
superficie en una de las zonas de la ciudad.

105
PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

SIN CARGA CON CARGA (10 t/m2)


ZONA
DESCENSO ASCENSO DESCENSO ASCENSO
1 7,45 cm. 0,09 cm. 8,02 cm. 0,07 cm.
2 3,16 cm. 1,24 cm. 3,61 cm. 1,67 cm.
3 4,3x10-10 cm. Desprec. 1,3x10-5 cm. 0,00419 cm.
4 <10-10 cm. Desprec. Desprec. Desprec.
5 2,44 cm. 1,46 cm. 2,44 cm. 1,377 cm.
6 7,52 cm. 2,91 cm. 7,99 cm. 3,14 cm.
7 3,36 cm. 1,98 cm. 3,39 cm. 2,04 cm.
8 2,24 cm. 1,81 cm. 2,34 cm. 1,32 cm.
9 5,83 cm. 1,53 cm. 5,77 cm. 1,55 cm.
10 5,76 cm. 1,79 cm. 5,76 cm. 1,78 cm.

Tabla 2. Relación de asentamientos y ascensos obtenidos mediante modelización matemática.

El orden de magnitud de las defor-


maciones obtenido por zonas es mod-
erado, con asientos máximos teóricos
para las condiciones analizadas de 8
cm en algunos sectores del casco
urbano (Figura 8). Por su parte, los
ascensos calculados, lógicamente de
mucha menor magnitud como conse-
cuencia de la escasa incidencia que
suscita el proceso de entumecimiento
ligado al ascenso del nivel freático
(que se limita tanto más cuanto mayor
es la presencia de niveles arenosos
intercalados), apenas alcanzan como
máximo 3 cm, siendo en la mayor
parte de la ciudad inferiores a 2 cm.
Se han repetido los cálculos con
una carga de edificio de 10 t/m2,
equivalente a unas 10 plantas de
altura, que puede constituir un límite
a la viabilidad de una cimentación
superficial. Se observa lógicamente
una concentración de asientos bajo el
edificio, si bien no existen grandes
diferencias de resultados finales al
introducir las oscilaciones del nivel
piezométrico en las gravas, concluyén-
dose que el efecto de las edificaciones
es muy moderado respecto a la subsi-
Figura 7. Evolución de los asentamientos (Fuente: ITGE-CPTOP, 2000). dencia general.

106
107

Ramón ARAGÓN RUEDA


Figura 8. (Fuente: ITGE-CPTOP, 2000).
PONENCIA: EFECTOS GEOTÉCNICOS DEL APROVECHAMIENTO DE ACUÍFEROS EN INFRAESTRUCTURAS
URBANAS: EL CASO DE LA CIUDAD DE MURCIA

CONTROL INSTRUMENTAL

En el año 2001 se ha instalado una red de control para la obtención de datos por comprobación
instrumental directa que permitan calibrar el modelo geotécnico teórico del cálculo de los asentamientos,
así como cuantificar con datos reales su tendencia en los puntos más significativos del área de estudio.
Esta red está compuesta de 7 bases topográficas de referencia, 628 hitos de nivelación y 22 extensómetros
de dos tipos: 7 de tipo incremental y 15 de varilla.
El periodo de medidas es aún muy reducido, por lo que es pronto para efectuar conclusiones.
Únicamente cabría comentar que se observa una moderada tendencia generalizada de la subsidencia, con
movimientos medios descendentes del terreno en el periodo julio-2002 a mayo-2003 de 2,3 mm y
generalmente comprendidos entre 1 mm y 7 mm.

CONCLUSIONES

El fenómeno de la subsidencia en la ciudad de Murcia, de magnitud moderada, habría tenido mayores


consecuencias de no haberse invertido el proceso al recuperarse los acuíferos en 22 meses, habiendo
durado el rebajamiento unos 52 meses. Si esto no se hubiera producido, o el periodo de sequía-
rebajamiento hubiera sido superior a 5 años, los asentamientos del terreno podrían haber superado los 10
cm.
La irregular distribución de los daños y la no observación de problemas generalizados (como distorsión
de pavimentos, rotura de conducciones, etc.) puede llevar a la conclusión de que las moderadas
subsidencias han afectado a los edificios en función de sus propios problemas estructurales o de
cimentación, siendo los casos más frecuentes la pudrición de antiguos pilotajes de madera, el rozamiento
negativo en pilotes de hormigón y la rotura local de conducciones de agua, localmente agravados por
bombeos puntuales para el agotamiento de excavaciones de sótanos, aparcamientos, etc. Los daños más
importantes se concentran en edificios antiguos, con cimentación superficial. Frecuentemente los
asentamientos van acompañados de giros, por lo que un edificio problemático incide en los medianeros.
La estimación de los asentamientos del terreno se ha llevado a cabo mediante modelación teórico-
matemática en función de las características del medio físico y el descenso del nivel freático en un
determinado intervalo de tiempo. A su vez, se ha elaborado un modelo numérico de flujo con el que se ha
simulado el funcionamiento del sistema acuífero en un amplio periodo de tiempo que incluye la sequía
padecida. Sin embargo, existe una limitación en la cuantificación real del proceso, aspecto éste que se está
tratando de remediar con la explotación de los datos aportados por la red de control de asentamientos
instalada en el año 2001, que servirá para calibrar el modelo teórico propuesto y contrastar con las
observaciones piezométricas efectuadas.
La previsión y prevención de futuras subsidencias aconseja establecer una serie de medidas entre las
que cabría mencionar las siguientes: elaboración de ordenanzas referentes a cimentaciones por pilotaje
con consideración del rozamiento negativo y un adecuado empotramiento en el sustrato de gravas, así
como medidas de buena práctica general referentes a saneamientos y servicios; limitación de los drenajes,
agotamientos y bombeos desde excavaciones; control de los asentamientos del terreno; seguimiento de la
posición y evolución del nivel freático y adaptar el régimen de los bombeos de emergencia en caso de
sequía, de manera que el descenso inducido no supere una profundidad de seguridad fijada con arreglo a
criterios geotécnicos y constructivos. También sería conveniente analizar la viabilidad de la recarga artificial

108
Ramón ARAGÓN RUEDA

con aguas residuales depuradas (único recurso hídrico disponible en épocas de sequía), que para una
mayor eficacia debería realizarse en los tramos de gravas del acuífero profundo.

AGRADECIMIENTOS

Esta ponencia se basa en las investigaciones hidrogeológicas y geotécnicas realizadas por el IGME en
colaboración con la Confederación Hidrográfica del Segura, la Consejería de Turismo y Ordenación del
Territorio de la Región de Murcia y la Diputación Provincial de Alicante, organismos a los que se agradece
la información y facilidades prestadas para su elaboración.
En especial se agradece a Joaquín Mulas de la Peña, investigador del IGME, los comentarios realizados
y su colaboración, siendo el responsable de los aspectos geotécnicos del trabajo, así como a José Ángel
Sánchez Vidal, de la Oficina del IGME en Murcia, por su eficaz participación en el tratamiento informático.
Asimismo se agradece a la Empresa Municipal de Aguas y Saneamiento de Murcia (EMUASA) la
aportación de abundante información piezométrica del área urbana y periurbana de la ciudad de Murcia.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CHS (1997). Plan Hidrológico de la cuenca del Segura.


GUMIEl, J. C.; GARCÍA, J.L.; HORNERO, J.; ARAGÓN, R.; FABREGAT, V.; FERNÁNDEZ, A.I. y MORENO, M. (2001).
Evaluación mediante teledetección de superficies agrícolas y estimación de demandas de agua en la Vega Media
del Segura (Murcia). VII Simposio de Hidrogeología. AEH. Murcia. 2001. Hidrogeología y Recursos Hidráulicos.
Tomo XXIII. pp 71 a 81. AEH-IGME. Madrid.
IGME-IRYDA (1978). Las Vegas Media y Baja del Segura. En: "Investigación hidrogeológica de la cuenca baja del
Segura". Plan Nacional de Investigación de las Aguas Subterráneas. IGME. Madrid. 240 pp.
IGME-CHS-CTOT (2002). Estudio hidrogeológico de la unidad Vega Media y Baja del Segura. Memoria. Informe
inédito. 304 p.
IGME-COPOT (2001). Estudio geotécnico del subsuelo del área metropolitana de Murcia. Análisis de la subsidencia
por descenso del nivel freático.
IGME-DPA (2002). Modelo de flujo subterráneo del acuífero de la Vega Media y Baja del Segura (Murcia-Alicante).
ITGE-CPTOP (2000). Estudio geotécnico e hidrogeológico para el análisis, prevención y corrección de la patología
derivada de los cambios en el subsuelo de la ciudad de Murcia. 5 tomos. IGME. Madrid.

109
COMUNICACIONES

ESTUDIOS HIDROGEOLÓGICOS URBANOS Y


PERIURBANOS Y REDES URBANAS
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: RESULTADOS PRELIMINARES DEL ESTUDIO DE LA


RELACIÓN Cl/Br EN ACUÍFEROS LOCALIZADOS EN ZONAS URBANAS Y
PERIURBANAS PENINSULARES

Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA*,** y Emilio CUSTODIO*,**

(*) Instituto Geológico y Minero de España. Ríos Rosas 23. 28003 Madrid (España) e.custodio@igme.es
(**) Departamento de Ingeniería del Terreno y Cartográfica. Universidad Politécnica de Cataluña. 08034 Barcelona (España).
francisco.alcala@upc.es; emilio.custodio@upc.es

RESUMEN

Como parte del estudio sobre la aplicabilidad de la relación R = rCl/rBr a la identificación del origen
de la salinidad de las aguas subterráneas, se avanzan aquí algunos resultados preliminares en relación con
la salinidad de aguas subterráneas en acuíferos urbanos según la experiencia adquirida en España. El valor
R de las aguas cuya salinidad guarda relación con la adición o presencia de agua marina es similar al
marino (655±4), con la incertidumbre asociada a errores analíticos normales y al pequeño efecto del
componente de agua dulce. El efecto urbano e industrial a través de la incorporación de aguas usadas o
del lixiviado de residuos se suele traducir en un claro incremento de R, hasta más de 1000. La deposición
total atmosférica en zonas urbanas tiende a mostrar valores de R ~ 300-500 como consecuencia de la
polución atmosférica (quemado de plásticos y combustibles fósiles) y la recarga que se deriva en estas
zonas presenta valores similares de R. En cualquier caso se requiere una suficiente precisión analítica para
poder llegar a resultados fiables.

Palabras Clave: aguas subterráneas, acuíferos urbanos, relación cloruro/bromuro, salinidad.

ABSTRACT

As part of a study on the applicability of the ratio R = rCl/rBr to identify the origin of groundwater
salinity, some preliminary results related to the salinity of urban aquifers groundwater are given after the
experience gained in Spain. In waters whose salinity is related with the addition or presence of marine
water, the value of R is similar to that of marine water (655±4), with the uncertainty corresponding to
normal analytical errors plus the small effect of the freshwater component. The urban and industrial effect
through the addition of wastewater or through the leaching of wastes produces generally a clear increase
of R, up to more than 1000. The bulk deposition in urban areas often has values of R ~ 300-500 as a
consequence of the atmospheric pollution (burning of plastics and fossil fuels) and derived recharge in
these areas present similar values of R. In any case a sufficient analytical accuracy is needed to obtain
reliable results.

Key Words: groundwater; urban aquifers; chloride/bromide ratio; salinity.

113
COMUNICACIÓN: RESULTADOS PRELIMINARES DEL ESTUDIO DE LA RELACIÓN Cl/Br EN ACUÍFEROS
LOCALIZADOS EN ZONAS URBANAS Y PERIURBANAS PENINSULARES

INTRODUCCIÓN

Los iones cloruro (Cl) y bromuro (Br), que se encuentran disueltos en el agua, son trazadores muy
próximos al comportamiento del trazador ideal (CUSTODIO y LLAMAS, 1983, cap. 12.2), dado su carácter
hidrófilo, carga negativa y el pequeño radio iónico. Eso quiere decir que los procesos fisicoquímicos que
tienen lugar en el terreno, aunque pueden afectar a sus concentraciones absolutas (dilución, evaporación,
mezclas), no modifican el valor de su relación. Por el contrario las sales disueltas guardan razonable
memoria de la composición de la materia soluble que ha dado origen a la salinidad en cuanto al Cl y Br
se refiere. Estos procesos son bien conocidos, así como la mayoría de los posibles procesos que pueden
afectar a los iones Cl y Br, y a su relación (véase DAVIS et al., 1998; CUSTODIO y HERRERA, 2000;
WHITTEMORE, 1988). Sin embargo hay limitaciones y comportamientos no bien estudiados o que
requieren datos adicionales.
En las áreas urbanas y periurbanas suelen producirse aportes de aguas con orígenes diferentes de la
salinidad (domésticos, industriales, agrarios y ganaderos). La aparición, en ocasiones, de escombros o
basuras enterradas en antiguos vertederos suele proporcionar fuentes de salinidad puntuales de carácter
anómalo. La emisión atmosférica, y su posterior deposición, condiciona el aporte mineral del agua de
recarga. Todos estos factores pueden modificar el valor de la relación Cl/Br de las aguas subterráneas en
zonas urbanas y periurbanas respecto a los valores de fondo regional si la modificación del aporte salino
es relativamente significativa.

Figura 1. Localización geográfica de los acuíferos peninsulares con datos.

Se han elegido una serie de acuíferos para muestreo de agua subterránea y la determinación precisa
del contenido en Cl y Br, en los que el origen de la salinidad se supone bien conocido (Figura 1). Se han

114
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

incluido datos de estudios realizados en Portugal. Aunque no es objeto de este trabajo, se describen datos
de deposición total atmosférica en algunas zonas urbanas o con influencia urbana, para su comparación
con los valores de Cl/Br del agua freática en dichas zonas.

MÉTODOS ANALÍTICOS

La relación cloruro/bromuro (dado de esa manera para obtener valores mayores que la unidad, lo que
facilita su manejo) se ha expresado como R = rCl/rBr = 2,25 pCl/pBr, en la que r = concentración molar o
equivalente (meq·L-1) y p = concentración ponderal (mg·L-1). El análisis de las muestras se ha realizado
mediante cromatografía iónica de alto rendimiento (paso lento, HPLC), que permite separar muy
eficazmente los picos del Cl y del Br, y medir el Br con precisión a concentraciones de menos de 5 μg·L-1
(CUSTODIO y ALCALÁ-GARCÍA, 2003).

BASES INTERPRETATIVAS

De acuerdo con DAVIS et al. (1998), CUSTODIO y HERRERA (2000) y WHITTEMORE (1988), se tienen
los siguientes valores de R, a título de información o guía:
a) Agua marina no contaminada: 655±4.
b) Agua de lluvia continental: variable entre 50 y 650, pudiendo ser <50 en áreas donde el aire
atmosférico está muy afectado por quemado de gasolinas de automoción, o por la utilización
agrícola del bromuro de metilo en cultivos intensivos.
c) Agua de lluvia costera: valor similar al marino, o menor, aunque en zonas cálidas con mar agitado
es posible que R > 650, hasta 1000.
En CUSTODIO y ALCALÁ-GARCÍA (2003) se describen otros comentarios de interés referentes a valores
característicos de Cl/Br. Para la interpretación se han utilizado los valores de R del agua de lluvia
recopilados o medidos para el presente estudio.

RESULTADOS OBTENIDOS

Se ha realizado el estudio de la relación Cl/Br en 143 muestras de 5 acuíferos españoles y se han


incorporado 90 muestras tomadas en el acuífero cretácico de Aveiro (Portugal) (Figura 1). De todas ellas,
se conocía de antemano sus principales características hidroquímicas y se tenía una hipótesis razonable
sobre el origen de la salinidad. Se describen las principales características hidrogeológicas y se discuten
brevemente los valores de Cl y R obtenidos, presentados por acuíferos para facilitar la discusión. En ningún
caso se trata de estudiar los acuíferos, sino al contrario, en situaciones conocidas ver qué valor de R se
obtiene.

Acuífero detrítico de Badalona (Barcelona)

En la localidad de Badalona se distinguen tres dominios geológico-geográficos:

115
COMUNICACIÓN: RESULTADOS PRELIMINARES DEL ESTUDIO DE LA RELACIÓN Cl/Br EN ACUÍFEROS
LOCALIZADOS EN ZONAS URBANAS Y PERIURBANAS PENINSULARES

a) Relieves montañosos formados por rocas graníticas y metamórficas paleozoicas.


b) Materiales detríticos terciarios (cota 50-100 m) paralelos a la costa.
c) Plana litoral, desde el dominio anterior al mar, formada por materiales detríticos cuaternarios, y
valles de las rieras y piedemontes extensos.
En las zonas elevadas las aguas subterráneas son bicarbonatadas cálcicas. A medida que fluyen hacia
el mar se vuelven bicarbonatadas-cloruradas cálcicas-sódicas. En el núcleo urbano existe contaminación
urbana, con aguas que presentan altos contenidos en NO3 y PO4.
a) Siete muestras tomadas en el núcleo de la población y afectadas por aguas residuales urbanas,
que presentan altos contenidos de NO3 y PO4 y Cl = 85-150 mg·L-1, tienen R = 1090±100. El uso
del agua eleva R y se atribuye al aporte de sal común (halita) de uso doméstico.
b) Una muestra tomada en un antiguo pozo en el terreno de una antigua factoría de ClH a partir de
halita; para Cl = 17 g·L-1, R = 6775 atribuible a la disolución de halita residual del proceso
industrial que contamina el terreno.

Valle Bajo del Llobregat y Cubeta de Sant Andreu de la Barca (Barcelona)

Es un sistema acuífero aluvial libre, cuaternario, con espesores medios de gravas de 20 a 30 m y muy
permeable. Dentro del mismo se delimitan unas cubetas sedimentarias de origen tectónico que constituyen
los acuíferos (Cubeta de Sant Andreu de la Barca, Cubeta de Abrera). A cota superior se encuentra un
conjunto de terrazas plio-cuaternarias, alimentadas por la lluvia y la escorrentía local, que descargan
lateralmente a los aluviales. Estos acuíferos soportan una fuerte explotación y el asentamiento de
numerosas actividades industriales. La composición química del agua representa la suma de diferentes
aportes hídricos al río Llobregat (CUSTODIO, 1994), en el que se constatan variaciones temporales del
contenido de Cl y de R en función del caudal (efecto de dilución), composición de los aportes industriales,
urbanos, etc. El origen de la salinidad en este acuífero se debe a:
a) Infiltración de agua del río Llobregat, cuya composición química varia temporalmente y está
afectada por aportaciones salinas de la cuenca minera potásica catalana y procesos industriales
que emplean halita o salmueras.
b) Excedentes de riegos.
c) Aguas de los cauces del río Anoia y riera de Rubí, allí donde pueden contribuir, muy contaminados
por actividades industriales (SUBIRANA, 1983).
d) Retornos de agua usada de origen urbano.
Estas diferentes fuentes de recarga se caracterizan según:
a) Aguas cuya salinidad proviene de la infiltración del río Llobregat muestran actualmente, para Cl =
200-350 mg·L-1, R =720±40, que es algo superior en la Cubeta Sant Andreu por el mayor aporte
proporcional de agentes contaminantes antrópicos; Cl y R fueron mayores en el pasado reciente.
b) Aguas de recarga lateral con evidencias de contaminación por aguas residuales y/o con efectos
agrícolas y contenidos apreciables de PO4 y NO3: para Cl ~ 300 mg·L-1, R ~ 1000.
c) La incorporación al agua subterránea de lixiviados de antiguas excavaciones de áridos, que fueron
rellenadas con escombros de origen industrial y basuras urbanas, no modifican el contenido en Cl
y dan valores de R = 860±15. Eso quiere decir que el efecto sobre los compuestos mayoritarios es
pequeño, aunque no para ciertas substancias contaminantes a bajas concentraciones, diferentes
del Br.

116
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

Delta del Llobregat (Barcelona)

Está constituido por dos acuíferos principales: el superior y el profundo, separados por una cuña de
material limoso. Estos acuíferos se encuentran conectados en los bordes donde el acuífero es único
(LLAMAS y MOLIST, 1967).
La principal recarga proviene del río Llobregat a través del Valle Bajo, bien por infiltración en el cauce
o por riego con alta dotación de agua (R = 720±40, para el período actual), del Canal de la Infanta que
lleva una alta proporción de aguas usadas, márgenes laterales del Delta y pérdidas en las redes de
abastecimiento y saneamiento locales (CUSTODIO, 1987). Las descargas son principalmente por bombeo.
a) Seis muestras asociadas a aportes laterales con afección por aguas residuales urbanas (en parte
transferidas desde el Bajo Llobregat), retornos de riego, actividades industriales, y la presencia de
escombros y basuras enterradas presentan un contenido en cloruro entre 400 y 900 mg·L-1 y R =
620-900.
b) Cuatro muestras con signos de contaminación por residuos sólidos urbanos y/o aguas residuales
urbanas: R = 1000-1400, explicable por la incorporación de halita de uso doméstico e industrial.

Acuífero aluvial del río Guadahortuna (Dehesas de Guadix, Granada)

Está constituido por formaciones detríticas holocenas. Su alimentación se produce por infiltración del
agua de lluvia directa o a partir de arroyos laterales, retornos de riegos, infiltración de aguas residuales
procedentes de los núcleos de Alicún de Ortega y Dehesas de Guadix (MORENO et al., 2000). Las
descargas se producen a través del aluvial y en menor medida por manantiales termales de poca entidad.
El entorno regional es eminentemente agrícola.
Dos muestras tomadas en la zona urbana del aluvial algo afectadas por aguas residuales urbanas: para
Cl ~ 250 mg·L-1, R ~ 450. Una muestra tomada en el núcleo urbano y afectada por lixiviados muy oxidados
de antiguas fosas sépticas: para Cl ~ 5000 mg·L-1, R = 400.

Acuífero detrítico terciario de Madrid

Se enmarca en la cuenca del Tajo. Se pueden distinguir a grandes rasgos tres tipos de facies (MARTÍNEZ
ALFARO, 1977):
1) Facies Detríticas, de borde de cuenca (arenas arcósicas, gravas, limos y arcillas).
2) Facies Evaporíticas, de centro de cuenca, de naturaleza química (fundamentalmente yesíferas).
3) Facies de Transición, que ocupan una posición intermedia y presentan una naturaleza mixta entre
las dos anteriores.
Los materiales detríticos constituyen un único acuífero libre, de gran espesor, heterogéneo y anisótropo
(HERNÁNDEZ-GARCÍA, 1998). La recarga procede de la infiltración del agua de lluvia y la descarga se
produce por los fondos de los valles (LLAMAS y LÓPEZ VERA, 1975). La salinidad del acuífero, relacionada
con el sistema de flujo y presencia de facies evaporíticas, se ve modificada por procesos antrópicos,
principalmente urbanos (HERNÁNDEZ-GARCÍA, 1998).
a) El valor de fondo regional de R = 350-450 es similar al valor del agua de lluvia de la zona. R ~
400 para la deposición total tomada durante 2001-2002 en El Casar (Guadalajara), a 50 km de
Madrid, no modificada por procesos antrópicos significativos.

117
COMUNICACIÓN: RESULTADOS PRELIMINARES DEL ESTUDIO DE LA RELACIÓN Cl/Br EN ACUÍFEROS
LOCALIZADOS EN ZONAS URBANAS Y PERIURBANAS PENINSULARES

b) Dentro del tramo intermedio del acuífero se produce un aumento de R desde la zona de recarga,
zona intermedia a la zona de descarga que se interpreta como asociado a una mayor incorporación
progresiva de aguas usadas de origen urbano (R = 530±20; 900±190 y R = 1030±360,
respectivamente). Las muestras presentan contenidos altos de Na y NO3, y en ocasiones de PO4.
R= 1420 para una muestra somera contaminada por aguas residuales urbanas en la zona de
recarga.

Acuífero cretácico de Aveiro (Portugal)

Se trata de un sistema multiacuífero de espesor y distribución variable (CONDESSO DE MELO, 2002),


confinado en dos terceras partes de su extensión. La hidroquímica y salinidad del acuífero están
controladas por el flujo regional actual y pasado, y la estratificación natural del acuífero (CONDESSO DE
MELO et al., 2001; CONDESSO DE MELO, 2002). El funcionamiento del acuífero produce un leve aumento
de la salinidad desde la zona de recarga a zonas distales y profundas. Las actividades antrópicas (urbanas
e industriales) modifican la salinidad. CONDESSO DE MELO (2002) ha interpretado los diferentes tipos de
agua y su origen de la salinidad como sigue:
a) Aguas regionales presentan un valor de R = 640±40. El incremento de la salinidad hacia las zonas
distales es escaso pero genera un valor de R = 760±25.
b) La lluvia, de origen atlántico, tiene un valor de R = 500 en la zona costera. En el interior, por efecto
conjunto de ciertas actividades industriales y urbanas y la dilución del aerosol marino, R ~ 350.
c) El agua de recarga presenta valores de R similares a los obtenidos para el agua de lluvia.
d) La actividad industrial genera lixiviados que aumentan levemente el contenido en Cl de las aguas,
siendo R = 755±60. Los lixiviados de aguas residuales urbanas y/o residuos sólidos urbanos al S
y E de la ciudad de Aveiro dan contenidos de Cl superiores al valor de fondo del acuífero y un valor
de R = 1060±60.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Las aguas salobres y saladas por efecto de la presencia de agua de origen marino presentan una
relación R próxima a la típica marina, que vale 655±4; se ha observado que el rango de variación puede
ser de hasta ±50. Cuando el origen de la salinidad es no marino y se debe a la adición natural o por
actividades antrópicas de halita, el valor de R es claramente superior a 1000 y puede llegar a ~ 6800 en
uno de los casos. Esto permite diferenciar la salinidad por residuos industriales o por lixiviado de sales
evaporíticas naturales, como además se corrobora con datos de otras áreas no urbanas, no incluidas aquí.
Para aguas con una salinización moderada, en general se cumple que:
1) La incorporación de aguas residuales urbanas suele incrementar el valor de R hasta más de 1000
a causa de la adición de halita de uso doméstico o industrial.
2) El lixiviado de basuras y residuos sólidos urbanos proporcionan fuentes de salinidad que
incrementan el valor de R entre 700 y 900.
3) Las aguas de recarga en zonas costeras tienen un R similar o incluso superior al marino, si el clima
es árido. En lugares alejados de la costa, en el sentido de la procedencia de la lluvia, el valor de R
suele ser menor al marino, incluso menor que 500. Este valor puede luego modificarse si la recarga
procede de infiltración de escorrentía superficial que incorpora efectos antrópicos (incremento o

118
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

disminución por efectos urbanos) o recibir el efecto del lavado de la deposición seca salina en
áreas costeras áridas (incremento de R). El agua de lluvia en zonas urbanas y periurbanas con
signos de polución atmosférica (quema de plásticos, combustibles fósiles, etc.) de Barcelona y
Aveiro (Portugal) presentan valores de R entre 300 y 500. En estas zonas el agua de recarga
muestra valores similares de R, siempre que no esté afectada por otros procesos modificadores de
la salinidad.
En cualquier caso es necesario asegurar que el valor calculado de R tiene suficiente precisión, lo cual
no es siempre cierto, bien por errores sistemáticos o bien por que las medidas no son reproducibles ni lo
suficientemente precisas.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a la CICYT la dotación del proyecto HID 1999-0205. Agradecen a Mª del Pilar
de la Fuente e Itziar Vázquez del laboratorio químico del IGME su dedicación e interés en los aspectos
analíticos, y a Lleonard Matía de AGBAR por la asesoría y colaboración en los primeros resultados. Se
agradece a Loreto Fernández y a Luis Moreno, del IGME, su colaboración a la buena marcha del proyecto;
a Enric Vázquez del DIT de la UPC el asesoramiento del muestreo realizado en Badalona y el Valle Bajo del
Llobregat. Este trabajo ha estado cofinanciado y dotado por el IGME, con la colaboración del DIT de la
UPC (Departamento de Ingeniería del Terreno de la ETS de Ing. de Caminos, C. y P. de la Univ. Pol. de
Cataluña).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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119
COMUNICACIÓN: RESULTADOS PRELIMINARES DEL ESTUDIO DE LA RELACIÓN Cl/Br EN ACUÍFEROS
LOCALIZADOS EN ZONAS URBANAS Y PERIURBANAS PENINSULARES

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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE HERRAMIENTAS GIS EN LA INTERACCIÓN


DEL AGUA SUBTERRÁNEA CON LAS REDES DE SERVICIOS
DE BARCELONA

Mónica ENRICH CÉSPEDES* y Sílvia BURDONS CERCÓS*

(*) CLABSA (Clavegueram de Barcelona, S.A.). C/ Acero, 16. Barcelona. monicae@clabsa.es; silvia@clabsa.es

RESUMEN

El ascenso sufrido en el nivel freático de Barcelona a partir de los años 70 provocó problemas en
estructuras subterráneas, tanto edificaciones como redes de servicios. Ante este hecho, el Ayuntamiento
de Barcelona a través de la Universidad Politécnica de Cataluña y la empresa Clabsa, realizó en 1996 un
estudio para determinar su estado y posible evolución.
Los datos hidrogeológicos recogidos durante el estudio, y los adquiridos posteriormente, se encuentran
almacenados en el GIS (Sistema de Información Geográfico) de Clabsa, donde también se recoge la
información referente a las redes de servicios gestionadas por esta empresa.
En el presente artículo se muestra la potencialidad del uso de herramientas GIS en la interacción de
datos georeferenciados. Concretamente, se presentan los resultados obtenidos en el análisis espacial
referente a la posición relativa de las redes de servicios gestionadas por Clabsa con la superficie del nivel
freático.

Palabras Clave: GIS, nivel freático, redes de servicios, interacción espacial.

INTRODUCCIÓN

Debido a la situación geográfica y a la característica orografía de Barcelona, en buena parte del


subsuelo de la ciudad coexisten muchas de las principales infraestructuras urbanas con las aguas
subterráneas.
Clabsa, empresa concesionaria municipal, gestiona algunas de las redes de servicios y, paralelamente,
dispone de una serie de puntos de control piezométrico e hidroquímico del acuífero subyacente junto con
una variada información hidrogeológica general.
La situación e información asociada de estas redes de servicios y la información hidrogeológica están
almacenadas en el GIS que dispone Clabsa, el Sistema de Información Territorial (SITE). Esto permite que
las distintas capas de información puedan interaccionar entre ellas y, de esta manera, poder evaluar la
afectación de las aguas subterráneas en las infraestructuras ya existentes y prever los posibles efectos en
las construcciones futuras.

121
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE HERRAMIENTAS GIS EN LA INTERACCIÓN DEL AGUA SUBTERRÁNEA CON LAS
REDES DE SERVICIOS DE BARCELONA

CONTEXTO HIDROGEOLÓGICO

El llano de Barcelona es una plataforma suavemente inclinada hacia el mar situada al pie de la Sierra
de Collserola la cual discurre paralela al mar, y entre los ríos Besós y Llobregat. Geológicamente está
compuesto por:
– Cuaternario antiguo: está situado sobre un zócalo terciario y paleozoico. Su espesor puede llegar en
algunos puntos a superar los 30 m. Su base está constituida por arcillas rojas, arenas y gravas muy
poco rodadas, típicas de depósitos de pie de monte procedentes de la erosión de la Sierra de
Collserola. Estos depósitos se caracterizan por presentar materiales más gruesos cerca del área
fuente y aumentar la proporción de finos a medida que nos alejamos de ella. Por encima de estos
materiales se encuentran unos limos amarillos de origen eólico, de poco espesor, y localmente por
encima de éstos se encuentra una costra calcárea originada en un clima árido que puede llegar a 1
m de espesor. Estas tres unidades se pueden llegar a encontrar repetidas hasta tres veces en una
misma vertical.
– Cuaternario reciente: está formado fundamentalmente por los materiales fluviales y fluviodeltaicos
de los ríos Llobregat y Besós situados a lado y lado del llano de Barcelona, y, en menor
representación, por los materiales aluviales de las antiguas rieras que lo atravesaban
longitudinalmente.
Hidrogeológicamente todos estos materiales forman el acuífero de Barcelona, cuyas características
hidráulicas varían según si los materiales son del cuaternario antiguo o del reciente. Éstos últimos son los
más productivos, y es donde antiguamente se concentraba la mayor parte de la actividad industrial.
Existen además otras unidades de menor importancia hidrogeológica, si bien localmente pueden ser
interesantes. Estas unidades son los materiales Terciarios que afloran localmente en el casco antiguo de la
ciudad, y en la montaña de Montjuïc. La otra unidad que se encuentra presente en la ciudad de Barcelona
está constituida por los materiales Paleozoicos que constituyen la Sierra de Collserola. Están formados por
pizarras y por granito alterado.

DESCRIPCIÓN DE LA INFORMACIÓN ALMACENADA EN EL SITE

Clabsa, como empresa mixta del alcantarillado de Barcelona, dispone de un potente Sistema de
Información Territorial (SITE) cuya utilidad principal es la de almacenar los datos gráficos y alfanuméricos
asociados a los primeros, de la red de alcantarillado en todas sus fases de ejecución (planificación,
proyectos y obras), pero donde también se almacenan los datos de otras redes que Clabsa ha ido
incorporando a su gestión.
El hecho de disponer de toda esta información estructurada en una única base de datos
georreferenciada facilita un gran potencial para la realización de consultas referentes a la interacción
espacial entre los distintos servicios.
Concretamente, en este artículo se presenta la interacción entre ellos con la superficie del nivel freático
existente en Barcelona, a partir de los datos de ubicación y altimetría. A continuación se describe la
información presente en el SITE.

122
Mónica ENRICH CÉSPEDES y Sílvia BURDONS CERCÓS

Información relativa a redes de servicios

Red de alcantarillado
Esta es la red principal que se gestiona y es a la vez el servicio situado a más profundidad dentro del
subsuelo de cualquier ciudad. En total hay 1.600 km de red, de los cuales un 75% es visitable.
A grandes rasgos, esta es una red unitaria que consiste en alcantarillas de menor sección en la parte
superior de la ciudad, y colectores de grandes dimensiones en las zonas próximas al mar, que es donde se
interceptan todas las aguas para llevarlas a las depuradoras.
La información que se dispone en el SITE es la siguiente:
– pozos de registro de alcantarillado,
– nodos: cualquier elemento estructural que rompe la linealidad de la alcantarilla (cambios de sección,
cambios de sentido de circulación, sifones, rápidos, saltos, etc.),
– tramos de alcantarilla entre nodos.
Para el análisis espacial se han tenido en cuenta las cotas de los pozos de registro (cerca de 36.000),
que se han medido en campo.

Red de alcantarillado de vacío


Esta es una red nueva de alcantarillado que difiere de la anterior en el hecho de que las aguas no se
mueven por gravedad, sino por succión dentro de tuberías generada desde una central de vacío. Este tipo
de red se está implantando en zonas con escasa o nula pendiente. Esto sucede en la zona portuaria, donde
hasta hace poco tiempo, el sistema de evacuación de las aguas residuales era por bombeo.
La información que se dispone en el SITE es:
– central de vacío,
– válvulas,
– tramos de tuberías,
– arquetas, de las que se dispone de información altimétrica.

Red de Recogida Neumática de Residuos Sólidos Urbanos


Esta red se está implantando en muchos barrios de Barcelona para sustituir y complementar el actual
sistema de recogida de basuras existente en la mayor parte de la ciudad. Con este nuevo sistema de
recogida neumática se pretende sustituir el camión y los contenedores en unas zonas determinadas.
Esta red está formada por tubos de 50cm de diámetro interior y de 52 cm de diámetro exterior como
máximo, de acero al carbono o inoxidable. Esta red es bastante horizontal, admitiendo pendientes
máximas de hasta 15º, y suele ir a unos 3 metros de profundidad respecto la superficie del terreno, aunque
en algunos puntos de Barcelona se ha llegado a construirse hasta 8-9 metros de profundidad (en la zona
del futuro Forum de la Culturas).
La información que se dispone en el SITE es la siguiente:
– central de recogida de residuos sólidos urbanos,
– buzones fijos y móviles para depositar los residuos,
– el trazado de las tuberías,
– válvulas de aire y de seccionamiento,
– arquetas.
Las cotas de esta red que se disponen están almacenadas en el objeto arqueta.

123
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE HERRAMIENTAS GIS EN LA INTERACCIÓN DEL AGUA SUBTERRÁNEA CON LAS
REDES DE SERVICIOS DE BARCELONA

Red de Aguas Subterráneas


Esta red se está extendiendo cada vez más por la ciudad con objeto de los aprovechamientos que el
Ayuntamiento está llevando a cabo de las aguas subterráneas desde el año 2000.
La información que se dispone en el SITE es la siguiente:
– válvulas,
– depósitos,
– puntos de servitud de agua (hidrantes, bocas de riego...),
– el trazado de las tuberías,
– arquetas, de las que se dispone información altimétrica.

Red de Minas
Otra de las estructuras situadas en el subsuelo de la ciudad son las distintas minas de agua que se
construyeron cuando Barcelona era poco más que el núcleo de la parte antigua. La mayor parte de estas
minas se excavaron para abastecer la población con el agua de la Sierra de Collserola y de otras colinas,
por lo que sus trazados principalmente suelen ser de montaña a mar.
La información disponible procede de planos, algunos de ellos muy antiguos, por lo que sólo se tiene
información altimétrica de algunas minas.
Dentro del SITE la información se almacena en:
– pozos de mina,
– tramos de mina.
En el primer elemento es donde se almacenan las cotas

Refugios de Guerra
Durante los años que duró la guerra civil española, en Barcelona se construyeron una gran cantidad
de refugios que utilizaba la población civil para protegerse de los bombardeos.
Suelen ser espacios subterráneos con 1 o más accesos desde la vía pública, con distintas zonas para
que la gente se sintiera lo más cómoda posible.
La información disponible en el SITE es la siguiente:
– refugio,
– accesos,
– puntos donde se conocen las cotas, de los que se dispone de muy pocos.

Información hidrogeológica

A parte de las redes de servicios comentadas anteriormente, con motivo del estudio del nivel freático
de Barcelona realizado en 1996 y la información adquirida posteriormente, en el SITE se almacena también
información hidrogeológica. Esta consiste en:
– pozos de extracción,
– piezómetros de control,
– edificios con problemas por las aguas subterráneas,
– sondeos de reconocimiento del terreno,
– puntos de análisis de aguas,

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Mónica ENRICH CÉSPEDES y Sílvia BURDONS CERCÓS

– isobatas de cada uno de los materiales geológicos,


– trazado de las antiguas rieras de la ciudad.
También se dispone de una red de control piezométrico en funcionamiento desde 1996.

RESULTADO DE LA INTERACCIÓN DE LA INFORMACIÓN DISPONIBLE

Con los datos procedentes de la red de control piezométrico, en el SITE se ha definido la superficie
piezométrica correspondiente a finales de mayo de 2003. En esta se observa (Figura 1) que el flujo
principal va desde la Sierra de Collserola hacia el mar, y que en la zona correspondiente a Poble Nou,
debido a los grandes bombeos que se están efectuando, los niveles se encuentran por debajo del nivel del
mar.

Figura 1. Superficie piezométrica definida con los puntos de control de nivel freático.

Sobre esta superficie se han superpuesto las cotas disponibles de cada una de las redes de servicios
descritas anteriormente, y el resultado ha sido el siguiente:
– Red de alcantarillado: la mayor parte de esta red se encuentra por encima del nivel freático. Hay
algunas zonas, sin embargo, en que su trazado discurre por debajo de éste. Esto ocurre, por ejemplo,
en el colector que intercepta todas las aguas residuales y las lleva a la depuradora, situado muy
cerca de las playas. También hay zonas puntuales como la Plaza Cerdá o el sifón de la Avenida
Meridiana, donde la alcantarilla se ve obligada a profundizarse para sortear otras infraestructuras

125
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE HERRAMIENTAS GIS EN LA INTERACCIÓN DEL AGUA SUBTERRÁNEA CON LAS
REDES DE SERVICIOS DE BARCELONA

como los túneles de tránsito rodado o los de metro, respectivamente. Por otro lado, en la zona del
Poble Nou, si no existieran los bombeos que rebajan el nivel por debajo del mar, parte de la red de
alcantarillado de aquella zona también estaría sumergida. En la Figura 2 se han representado sólo
los pozos que se encuentran por debajo del nivel freático.
– Red de vacío: al estar situada en la zona portuaria, ésta se encuentra sumergida por debajo del nivel
freático.

Figura 2. Situación de los pozos de alcantarillado cuya parte inferior se encuentra por debajo del nivel freático.

– Red de Recogida Neumática de Residuos Sólidos Urbanos: parte de esta red se está desarrollando
en la zona del Poble Nou donde los niveles se encuentran deprimidos por bombeo, por lo que de
momento esta red no queda afectada por el agua (Figura 3). Si finalizan los bombeos, parte de esta
red quedará sumergida.
– Red de aguas subterráneas: esta red de distribución, situada muy próxima a la superficie, se
encuentra por encima del nivel freático.
– Red de minas: el resultado de la interacción entre las cotas de los pozos que se disponen, muestra
como sólo la parte superior de la mina (el inicio) está por debajo del nivel freático, siendo esta su
situación normal para su correcto funcionamiento. En la Figura 4 se han representado los pozos de
mina que tienen cotas.

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Mónica ENRICH CÉSPEDES y Sílvia BURDONS CERCÓS

Figura 3. Situación de las arquetas de


la red de recogida neumática con
cotas.

Figura 4. Situación de los pozos de


mina.

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COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE HERRAMIENTAS GIS EN LA INTERACCIÓN DEL AGUA SUBTERRÁNEA CON LAS
REDES DE SERVICIOS DE BARCELONA

– Refugios de guerra: interaccionando la superficie piezométrica con las cotas que se disponen de los
refugios, se obtiene que estos espacios se encuentran todos por encima del nivel freático, a
excepción de uno situado en el barrio del Clot (Figura 5).

Figura 5. Situación de los puntos en que se dispone de cotas en los refugios de guerra.

LÍNEAS DE DESARROLLO

La utilización de herramientas GIS para la gestión redes de servicios es un hecho cada vez más
extendido por su probada utilidad y necesidad. El análisis espacial de la interacción de estas redes con el
territorio en el que se sitúan debe ser el siguiente paso a implantar, puesto que no es posible concebir los
servicios como sistemas aislados.
En este sentido, en este artículo se ha presentado el GIS que ha desarrollado Clabsa en el que se tienen
en cuenta en su modelo de datos las redes de servicio gestionadas, las características hidrogeológicas del
territorio en el que se sitúan, y las relaciones entre estos dos sistemas. Este modelo, que actualmente ya
permite una gestión más eficaz y completa, debe ser profundizado y difundido en un futuro siguiendo las
siguientes líneas de trabajo:
• Cuantificación de las interacciones entre las redes de servicios y el nivel freático: mejora de la
cuantificación actual de la posición relativa de los servicios con la superficie del nivel freático.
• Explotación de la información: utilización sistemática de la información en las fases de planificación,
proyecto y construcción de las redes de servicios. Análisis de la repercusión de las aguas
subterráneas en la conservación de las infraestructuras soterradas.

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Mónica ENRICH CÉSPEDES y Sílvia BURDONS CERCÓS

• Difusión de la conveniencia de utilización de sistemas GIS para redes de servicios integrados con
datos hidrogeológicos.

CONCLUSIONES

El hecho de que Clabsa disponga de un Sistema de Información Geográfica, el SITE, que contiene
información relativa a las distintas redes de servicios gestionadas e información hidrogeológica de
Barcelona, permite poder combinar los datos y darles una utilidad más.
En este caso, el hecho de combinar la información hidrogeológica con las distintas redes de servicios,
permite entre otras cosas poder controlar su estado de conservación en el caso de las infraestructuras ya
existentes, y asesorar en la fase de proyecto y construcción de las nuevas obras.
Por otro lado, cuando hay incidencias sobre infiltraciones de agua en infraestructuras ya existentes
como son los sótanos de edificios, el disponer de información hidrogeológica almacenada en un GIS facilita
poder discriminar a priori si el origen de las filtraciones pueden o no ser debidas a las aguas subterráneas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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subterrànies de Plà de Barcelona.
AJUNTAMENT DE BARCELONA. (1998). Hidrogeologia del Plà de Barcelona.

129
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: MODIFICACIONES DEL CICLO HIDROLÓGICO EN UN ÁREA


DEL NORESTE DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. ARGENTINA

Eduardo KRUSE*; Laura VARELA**; P. LAURENCENA**; M. DELUCHI**; A. ROJO** Y


E. CAROL***

(*) CONICET. UNLP. Paseo del Bosque s/n, 1900, La Plata. Argentina. kruse@fcaglp.unlp.edu.ar.
(**) CIC. UNLP Paseo del Bosque s/n, 1900, La Plata. Argentina
(***) UNLP Paseo del Bosque s/n, 1900, La Plata. Argentina

RESUMEN

En este trabajo se evalúan las modificaciones del ciclo hidrológico como consecuencia de la
urbanización existente en la ciudad de La Plata, en la región Noreste de la Provincia de Buenos Aires
(Argentina). A través de la comparación con una zona vecina de características hidrológicas similares, pero
sin el fuerte efecto de las actividades del hombre, se analizan las variaciones reconocidas en el
escurrimiento superficial, la infiltración, la hidrodinámica e hidroquímica superficial y subterránea. Los
resultados obtenidos indican una disminución de la infiltración natural y una aceleración en los procesos
de escurrimiento superficial. Como consecuencia de la intensa explotación se ha generado un cono de
depresión que ha invertido la relación agua superficial – agua subterránea. Se destaca además una
significativa recarga del acuífero a partir de las pérdidas de cañerías y otros drenajes existentes en la zona
urbana. Algunas de las alteraciones reconocidas resultan irreversibles, pasando a formar parte del
equilibrio ambiental actual y resulta fundamental considerarlas para cualquier planificación futura en el
manejo de los recursos hídricos.

Palabras Clave: ciclo hidrológico, acción antrópica, modificaciones hidrológicas.

INTRODUCCIÓN

El uso de la tierra, la sobreexplotación del agua subterránea y las prácticas de disposición de efluentes
y desechos en un medio urbano conducen a modificaciones significativas del ciclo hidrológico tanto en sus
términos de cantidad como de calidad. En forma general estos efectos se traducen en la reducción de la
infiltración natural de las aguas pluviales, con la consiguiente disminución de la evapotranspiración y el
aumento del escurrimiento superficial. Además puede verse deteriorada la calidad química por vertidos de
efluentes en el agua superficial, disposición de desechos y contaminación del agua subterránea.
Hasta hace pocos años se aceptaba que la zonas urbanas reducían la cantidad de recarga al agua
subterránea debido a la impermeabilización de las superficies. Sin embargo, las pérdidas de las cañerías

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COMUNICACIÓN: MODIFICACIONES DEL CICLO HIDROLÓGICO EN UN ÁREA DEL NORESTE DE LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES. ARGENTINA

de aprovisionamiento de agua, de los drenajes pluviales y cloacas pueden incrementar la alimentación a


los acuíferos (LERNER 2002).
En este trabajo se analizan las consecuencias de la urbanización en la cuenca del arroyo del Gato que
ocupa parte de la ciudad de La Plata, en el Noreste de la Provincia de Buenos Aires, Argentina (Figura 1).
A su vez se las compara con una cuenca vecina ubicada en el área rural, en la cual los efectos de las
actividades del hombre son de una significación menor.

Figura 1. Ubicación del área de estudio.

CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA

La ciudad de La Plata, fundada en 1882, es atravesada en su sector suroeste por la cuenca del arroyo
del Gato, cuya desembocadura se produce en el Río de La Plata. La población ha tenido desde 1885 un
abastecimiento público de agua potable provisto por el recurso subterráneo. A partir de 1955 este servicio
se refuerza con aguas superficiales (Río de La Plata) mediante un acueducto de 9 km de longitud.
Actualmente el abastecimiento es conjuntivo con un aporte similar de aguas superficiales y subterráneas,
siendo cada uno de ellos del orden de 200.000 m3/día.
Los últimos datos censales (2001) indican una población de 569.696 habitantes, reconociéndose un
crecimiento de 5,2% entre 1991 y 2001. Este crecimiento se localizó en áreas periféricas, ya que en el
casco urbano hubo una reducción de un 12,9% de la población. La actividad industrial (1999) refleja la
existencia de 910 industrias, siendo los rubros más destacados el alimenticio, metálica básica, maquinarias
y vehículos automotores.
La cuenca alta del arroyo se desarrolla en un área suburbana con baja densidad poblacional, donde
prevalecen actividades primarias (horticultura y floricultura) y unas pocas industrias. En la cuenca media,
hay un incremento significativo de la urbanización y de la densidad de población, además de un mayor

132
Eduardo KRUSE; Laura VARELA; P. LAURENCENA; M. DELUCHI; A. ROJO Y E. CAROL

número de industrias, actividades de servicios y barrios de viviendas precarias instalados próximos al cauce
del arroyo. La cuenca inferior corresponde al sector donde el curso, una vez que abandona el área urbana,
corre encauzado por un canal que atraviesa una zona con escasa población.

CARACTERÍSTICAS DEL MEDIO FÍSICO

El arroyo del Gato es un curso típico de llanura (pendiente topográfica del orden de 0,1%) y su cuenca
se desarrolla entre los 0 y 25 msnm. Se distinguen dos ambientes morfológicos de importancia, uno de
ellos denominado Zona Interior y el otro Planicie Costera (FIDALGO y MARTÍNEZ, 1983) (Figura 2). El
primero comprende a la cuenca superior y media del arroyo, extendiéndose entre 5 y 25 msnm. En estos
sectores los suelos son de buena calidad y bien drenados (GIMÉNEZ et al., 1992), predominando los
procesos de infiltración. En la planicie costera las alturas están en un 90% por debajo de los 3 msnm y
constituye un ámbito de descarga parcial del sistema subterráneo.

Figura 2. Cuencas del Arroyo El Pescado y del Gato.

133
COMUNICACIÓN: MODIFICACIONES DEL CICLO HIDROLÓGICO EN UN ÁREA DEL NORESTE DE LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES. ARGENTINA

En el esquema hidrogeológico adquieren importancia práctica dos unidades: ‘Arenas Puelches’ y


‘Sedimentos Pampeanos’ (SALA, 1975). Estas unidades presentan una alternancia de secciones
productivas separadas por sedimentos de menor permeabilidad que conforman un acuífero multiunitario.
El nivel superior conocido como Pampeano está integrado por limos, y en forma subordinada por arenas y
arcillas de color castaño rojizo, presentando con frecuencia concreciones o bancos de carbonato de calcio.
Su espesor es del orden de 50 m y la transmisividad es de alrededor de 200 m2/día. Este nivel incluye a la
capa freática, cuya profundidad, en condiciones naturales, varía entre 5 y 10 metros. Por debajo del
Pampeano se sitúan las Arenas Puelches que representan al acuífero más importante del Noreste de la
Provincia de Buenos Aires. Se trata de una secuencia de arenas cuarzosas finas a medianas, con un tamaño
de grano que aumenta en profundidad. El espesor es de aproximadamente 20 m y la transmisividad media
de 500 m2/día.

CONDICIONES NATURALES DEL CICLO HIDROLÓGICO

Con el objeto de evaluar las modificaciones del ciclo hidrológico en esta región fuertemente afectada
por las actividades del hombre, se realiza un análisis comparativo con una cuenca vecina de similares
características hidrológicas, pero sin el efecto de la acción antrópica. Se trata de la cuenca del arroyo El
Pescado, en la cual el rasgo morfológico llano favorece el predominio de los movimientos verticales del
agua (infiltración-evapotranspiración) sobre los movimientos horizontales (escurrimientos) existiendo
además una estrecha interrelación entre las aguas superficiales y subterráneas .
El comportamiento hidrológico surge de la evaluación del balance hidrológico en sus términos medios.
La precipitación media es de 1061 mm/año (período 1901 – 2002). La evapotranspiración real obtenida
a partir del balance hídrico a nivel del suelo (THORNTHWAITE y MATTER, 1955) se estima en 783 mm/año.
El escurrimiento fluvial alcanza a 53 mm/año, mientras que la infiltración a 225mm/año.
El análisis de tormentas ha permitido estimar, de acuerdo a la metodología de Soil Conservation
Service (1975) que el escurrimiento superficial para eventos lluviosos significativos (precipitación superior
a 120 mm y de cinco días de duración) varía entre el 1 % y el 60 % de la precipitación. El menor
escurrimiento se corresponde con un estado de humedad del suelo muy seco, mientras que los valores
mayores con condiciones antecedentes muy húmedas.
El arroyo El Pescado presenta un carácter efluente con respecto a las aguas subterráneas en todo su
recorrido. En esta cuenca no existen explotaciones intensivas que extraigan agua subterránea del sistema.
El análisis de las series freatimétricas muestra claramente las variaciones temporales de las reservas de
aguas subterráneas ante las oscilaciones meteorológicas. La disminución de la capacidad de
almacenamiento subterráneo reflejada en cambios freatimétricos coincide con el incremento de la lluvia y
con los mayores excesos de agua, que se ponen en evidencia en los balances hidrológicos. La estimación
de la recarga en períodos diarios dan valores que varían entre el 20 % y el 65 % de la precipitación
(LAURENCENA et al., 2002) relacionados con eventos de lluvias superiores a 150 mm y de cinco días de
duración, asociados a excesos hídricos importantes para condiciones antecedentes del suelo secas.
El análisis de los niveles freáticos demuestra que en un período particularmente húmedo (febrero 1989
– noviembre 1991) los excesos hídricos superan en 98 mm al valor medio, estimándose entonces en este
período una infiltración de 323 mm/año.
La recarga del nivel acuífero Puelche es autóctona indirecta a través del Pampeano mediante filtración
vertical descendente, siendo la recarga de este último de origen meteórico. La descarga subterránea local
se produce en los arroyos de la cuenca y la regional en el Río de la Plata.

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Eduardo KRUSE; Laura VARELA; P. LAURENCENA; M. DELUCHI; A. ROJO Y E. CAROL

La composición química predominante del agua freática es bicarbonatada sódica con salinidades que
oscilan entre 370 y 1600 mg/l, evolucionando a clorurada sódica con 8.000 mg/l en la zona de descarga
regional (planicie costera).
El agua superficial del arroyo presenta la misma composición con tenores salinos menores, variando
entre 400 mg/l en la cuenca alta a 950 mg/l en la planicie costera. Se destaca un incremento progresivo
de la salinidad y particularmente de los contenidos de cloruros hacia desembocadura, lo cual es una
evidencia más de la descarga de las aguas subterráneas en el curso. (KRUSE, 2003).

PARTICULARIDADES DEL ÁREA URBANIZADA

La cuenca urbana del arroyo del Gato presenta modificaciones en cuanto a los volúmenes y
movimientos preferenciales del agua en el ciclo hidrológico, como así también en la interrelación agua
superficial – agua subterránea.
La región se caracteriza por su homogeneidad climática, de modo que no son esperables variaciones
significativas en cuanto a la precipitación y temperatura. Los valores promedios de precipitación son
similares para ambas cuencas y en la evolución temporal se observa una alternancia de períodos secos y
húmedos.
Dado los escasos datos meteorológicos existentes (dos estaciones con registros), no se tienen
evidencias para atribuir el leve incremento registrado en la temperatura media anual (entre 15,8 ºC en
1988 y 16,8ºC en 2002) a los efectos de la urbanización del área. Por lo tanto es posible suponer una
evapotranspiración potencial similar para ambos sectores. La existencia de zonas impermeabilizadas
disminuye la disponibilidad de agua en el suelo para alimentar a la evapotranspiración real y por lo tanto
se puede definir un incremento importante en los excesos de agua del balance hídrico que se traducen en
incremento y aceleración en la respuesta del escurrimiento superficial, además de un aumento en la
magnitud de los caudales en tormentas. Debe destacarse que el régimen actual del arroyo se caracteriza
por presentar importantes crecidas de corta duración (1 ó 2 días), favorecidas por dicho escurrimiento
desde la zona urbana.
El escurrimiento superficial en el área urbanizada, para los mismos eventos citados en la cuenca del
arroyo El Pescado (lluvias de 5 días de duración y mayores a 120 mm), oscila entre 23 % y 90 % del total
precipitado. Los valores menores se corresponden con condiciones de humedad antecedente secas y los
mayores a condiciones húmedas. Estas magnitudes permiten deducir en el balance hidrológico una
disminución de los excesos con capacidad de infiltrarse naturalmente.
En este sector, el nivel acuífero Puelche está sometido a una sobreexplotación, lo cual ha generado un
descenso de la superficie piezométrica con la formación de un cono de depresión cuya superficie supera
los 70 km2. Dada la vinculación hidráulica existente esta profundización de niveles también afecta a la
capa freática. La explotación de agua subterránea impone un régimen que depende principalmente de las
variaciones en los volúmenes extraídos. La expansión de conos de depresión produjo la inversión de los
gradientes hídricos naturales de los niveles freáticos. Como consecuencia de ello se ha modificado la
relación natural entre el agua superficial y el agua subterránea, destacándose para las condiciones
actuales en la cuenca alta y media, el carácter manifiestamente influente del curso con respecto a la capa
freática.
El volumen medio extraído de agua subterránea es de 73 hm3/año. Si se tiene en cuenta la afluencia
de agua subterránea hacia el cono de depresión y de acuerdo a la configuración del mapa de flujo

135
COMUNICACIÓN: MODIFICACIONES DEL CICLO HIDROLÓGICO EN UN ÁREA DEL NORESTE DE LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES. ARGENTINA

subterráneo y las propiedades hidráulicas del acuífero se estima que el aporte del acuífero significa
aproximadamente el 70% (51 hm3 /año) de lo extraído para el abastecimiento a la población. (FACULTAD
DE INGENIERÍA, 1994). El resto sería aportado fundamentalmente por la infiltración derivada de pérdidas
en las cañerías de colectores pluviales, de los sistemas de redes de abastecimiento, de los desagües
cloacales y del riego urbano. Ello significa valores del orden de 22 hm3 /año(314 mm/año). De modo que
la evolución en la expansión de los conos de depresión dependerá de la descarga por bombeo y del
equilibrio existente entre este volumen de agua y el aporte del acuífero.
El agua subterránea en este caso, también presenta características bicarbonatadas sódicas. La
salinidad varía entre 450mg/l y 1600 mg/l en las zonas de recarga, evolucionando a clorurada sódica con
tenores salinos que alcanzan los 10000 mg/l, con cloruros del orden de 2000 mg/l y sulfatos con valores
extremos superiores a 3000 mg/l en la zona de descarga.
El mismo tipo de agua bicarbonatada sódica caracteriza al agua superficial de los arroyos, aunque
presenta concentraciones oscilantes a lo largo de su recorrido, sin una tendencia evolutiva normal. La
salinidad varía entre valores de 150 mg/l y 800 mg/l., presentando una coloración elevada y altos
contenidos de sustancias en suspensión, producto de vertidos (efluentes industriales, cloacales, etc) de las
actividades que realiza el hombre en la zona. El grado de contaminación se comprueba por la alta
concentración de fósforo (mayor a 0,25 mg/l de PO4=), de sustancias orgánicas y algunos pesticidas.
Dado que en este caso existe un flujo desde el arroyo hacia el agua subterránea, los contaminantes
mencionados pueden escurrir hacia el acuífero freático, sufriendo los procesos modificantes que cada uno
de los compuestos presentan en el flujo por un medio poroso. Además debe considerarse un factor de
dilución dado por la relación entre el volumen aportado por el arroyo y el volumen que escurre por el
acuífero. De acuerdo a dichos factores será el grado de afectación que se puede detectar en las
características químicas del agua en los pozos vecinos al arroyo.

CONCLUSIONES

La zona urbana comparada con el área no afectada por la actividad del hombre presenta
modificaciones en cantidad y calidad en los componentes del ciclo hidrológico y en la interrelación agua
superficial – agua subterránea.
Las zonas impermeabilizadas disminuyen la disponibilidad de agua en el suelo para alimentar a la
evapotranspiración real y por lo tanto existe un incremento significativo en los excesos de agua que se
traducen en aceleración del escurrimiento superficial, aumento en la magnitud de los caudales y
disminución en las posibilidades de infiltración a partir del agua meteórica.
El nivel acuífero Puelche, sometido a una fuerte explotación, ha generado un descenso de la superficie
piezométrica que también afecta a la capa freática. El régimen subterráneo depende principalmente de las
variaciones en los volúmenes extraídos. Se ha modificado la relación natural entre el agua superficial y el
agua subterránea, reconociéndose el carácter influente del curso con respecto a la capa freática.
De acuerdo a la configuración del mapa de flujo subterráneo y las propiedades hidráulicas del acuífero
se estima que la infiltración derivada de pérdidas en las cañerías de colectores pluviales, de los sistemas
de redes de abastecimiento, de los desagües cloacales y del riego urbano alcanza a 314 mm/año (30%
del volumen extraído).
El agua superficial presenta concentraciones oscilantes de salinidad (entre 150 y 800 mg/l) a lo largo
de su recorrido. El grado de contaminación se comprueba por la alta concentración de fósforo, de

136
Eduardo KRUSE; Laura VARELA; P. LAURENCENA; M. DELUCHI; A. ROJO Y E. CAROL

sustancias orgánicas y algunos pesticidas. Dado que existe un flujo desde el arroyo hacia el agua
subterránea, los contaminantes pueden afectar al acuífero freático, especialmente en los pozos vecinos al
arroyo.
En la planificación del manejo de los recursos hídricos se debe tener en cuenta que las modificaciones
existentes en el régimen de las aguas superficiales y subterráneas forman parte de un equilibrio ambiental
actual.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Universidad Nacional de La Plata. Informe Interno. La Plata. Buenos Aires.
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Plata.

137
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: WATER SUPPLY OF ALDEIA DA LUZ FACING THE


CONSTRUCTION OF ALQUEVA DAM WELLS SEALING PROCESS IN THE
SUBMERGED AREA, CONCERNING THE GROUNDWATER PROTECTION

María Emília MACEDO*

(*) Instituto da Água. Av. Gago Coutinho, 30. 1049-066 Lisboa – Portugal. caia@inag.pt.

ABSTRACT

The construction of the Alqueva Dam, in the Guadiana river, and the consequent reservoir with a maxim
level up to 152 meters, will imply the submersion of the small village named “Aldeia da Luz”, which is
located at 137,5 meters. For this reason, the Portuguese Authorities made the decision to build one “new”
village with the same name “Aldeia da Luz” in another location next to the primitive one. This required the
construction of new buildings and public infrastructures, specifically for the water supply (EDIA–PROCESL,
ENGENHARIA HIDRÁULICA E AMBIENTAL, LDA, 1998). Water supply of the new village “Luz”, with about
200 houses and a population of 500 people, is made with groundwater. Groundwater is the only resource
used during the period of the reservoir filling-up. The characterization of the needs and availabilities of
water providing the supply of the new village is developed in the present work. In the demolition of the
old village, specific procedures were adopted to protect the aquifer from contamination in the area that
will be submerged (EDIA–FBO, CONSULTORES, 2001). The procedures to produce the neutralization of
underground structures, in order to protect groundwater, will be the focus of the present work.

Key Words: water supply, groundwater protection, well sealing procedure.

INTRODUCTION

The construction of the Alqueva Dam, in the Guadiana river, and the consequent reservoir with a maxim
level up to 152 meters, made the Portuguese Authorities decide to construct a “new” village with the same
name “Aldeia da Luz” in another location next to the primitive one. The construction of the new village
required the construction of new buildings and public infrastructures, specifically for water supply.
The new village is located in an open field on the top of a hill, where one can see excellent and wide-
ranging views (Figure 1).
The water supply for the new village will be the study of the present work.
In order to keep the Alqueva reservoir water quality, the old village had to be demolished. The
demolition procedure was conducted through specific actions designated to move the urbanized area and
the neighbouring areas into a clean place, plain and lifeless from an environmental point of view, in order

139
COMUNICACIÓN: WATER SUPPLY OF ALDEIA DA LUZ FACING THE CONSTRUCTION OF ALQUEVA DAM WELLS
SEALING PROCESS IN THE SUBMERGED AREA, CONCERNING THE GROUNDWATER PROTECTION

Figure 1. Location of the new village “Aldeia da Luz”.

not to pollute the water of the future dam. These actions included the demolition of the equipments,
infrastructures and places that could contaminate the water of the future reservoir.
Additional actions implicated in the neutralisation of the wells will be developed in the current
presentation. The presentation of this paper will be divided into two parts: First Part - Infrastructures –
Water supplying for the new Aldeia da Luz village and underground structures protection; Second Part –
Aldeia da Luz village demolition.

INFRASTRUCTURES – WATER SUPPLY FOR THE NEW ALDEIA DA LUZ

Water for domestic use is fully supplied by groundwater abstraction wells. The Water Treatment Station
(WTS) Project was calculated for a supplying capacity of a maximum of 950 people. The total supplying
amount is 115 m3/day, equivalent to 120 l/hab day.
In 1998, 11 perforations were drilled using pneumatic rot percussion in the surroundings of the village
for research purposes. These resulted later in three groundwater abstraction wells (Table 1).

140
María Emília MACEDO

Table 1. The rotary-drilled research holes.

The Water Treatment Station (WTS) was designed with a 7,5 m3/h capacity, with the following circuit:
the water in the wells is pumped to an underground reservoir, near the WTS building; and then when the
water is pumped to the pressure tower sodium hypochlorite is simultaneously injected in line.

Underground Structures Protection Areas

For the protection of the fissured aquifer, the following protection areas were established:
– Immediate Protection area a square of 40x40 m around each of the public wells.
– Intermediate protection Area: the area contained in a radius of 150 m measured from the center of
the public wells, admitting that for the fissured aquifer, 100 days in transit are enough to ensure that
the pathogenic bacteria’s are all eliminated (DUARTE, R.S. & QUINA, P., 1998).

ALDEIA DA LUZ OLD VILLAGE DISMANTLEMENT

The old village dismantlement forced the elaboration of a plan with the intention of defining and
specifying the works that were made in the area, comprising 55,5 ha. This plan contained environmental
procedures designated to transform the near-by areas into a clean place, plain and lifeless from the
environmental point of view, in order not to pollute the water of the future dam.
After the cleaning process and the removal of all of the interesting patrimonial elements, all the
buildings were dismantled according with the adequate methodology for these kinds of structures. Also

141
COMUNICACIÓN: WATER SUPPLY OF ALDEIA DA LUZ FACING THE CONSTRUCTION OF ALQUEVA DAM WELLS
SEALING PROCESS IN THE SUBMERGED AREA, CONCERNING THE GROUNDWATER PROTECTION

the underground infrastructures were the subject of a special treatment, with environmental and security
mitigations.
Regarding dismantlement of the wells, the workers’ safety and the secure usage of the future Reservoir
Water Plane were more important than the aquifer protection, so it was decided to fill-in the holes.
Concerning the deep wells that intersect the deep aquifers, they were isolated in a more proper way.
Spread through all the area (55, 5 ha), 67 large wells and 17 deep wells were identified. The first ones
have variable diameters and are up to 12 m deep and the second ones have 6” diameter and are about
25 / 62 m deep.

Techniques used for well sealing

The technique used for the large shallow wells sealing was filling with gravel until 1.5 m below the
surface. Above that a local soil layer was spread and compacted. For the deeper wells, the piping clearing
up technique was applied, followed by the filling with argillaceous sand until 5 m from surface and then
isolation with cement grout.

CONCLUSIONS

The Aldeia da Luz village is fully supplied with groundwater, by means of three wells that ensure a 12
000 l/h. unit capacity. The groundwater pumping is protected by immediate and intermediate protection
areas that impose territory management conditions in the Urbanization Plan and in the Detailed Plan.
The well sealing process of the old village, which is situated in the marsh area of the future reservoir
not too far away from the new village, is mainly intended for the safety of the uses but also the accesses
to the margins of the reservoir.
The aquifer protection trough the isolation with cement grout, from the last 5 m of the well up to the
surface, should be accepted as relative, because the well neutralization should have been ensured by the
total filling with cement grout through injection which is one of the most efficient known techniques.

REFERENCES

EDIA – PROCESL, ENGENHARIA HIDRÁULICA E AMBIENTAL, LDA. (1998). Estudo de Impacte Ambiental da Nova
Aldeia da Luz (Mourão). Resumo Não Técnico. Beja.
DUARTE, R. S. & QUINA, P. (1998). Perímetro de Protecção das Captações da Nova Aldeia da Luz. MA/Instituto da
Água .Lisboa.
EDIA – FBO, CONSULTORES (2001). Empreitada de Desmantelamento da Aldeia Luz. Volume II – Plano de
Desmantelamento. Beja.

142
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: VIABILIDAD DE LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS


SUBTERRÁNEAS URBANAS PARA USOS QUE NO REQUIEREN AGUAS
POTABLES

Carlos MARTÍN FREIXA*

(*) CLABSA (Clavegueram de Barcelona, S.A.). C/ Acero, 16. Barcelona. martinfreixa@clabsa.es

RESUMEN

La experiencia de las ciudades de Murcia, Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de


Gramenet en la implantación de redes de agua no potable para usos urbanos a partir de extracciones de
aguas subterráneas a lo largo de este último decenio las coloca en situación pionera a nivel mundial en
este campo.
El análisis de las instalaciones existentes permite llegar a unas propuestas bastante definidas sobre los
elementos que deben contener este tipo de instalaciones, desde el punto de vista de la seguridad, de las
interacciones con los usuarios y con la red de agua potable.
Por otro lado, el análisis económico de los costes reales de inversión y explotación permite situar esta
actividad dentro del mercado y dotarla de una argumentación económica, más allá de los beneficios de
sostenibilidad medioambiental y de protección de infraestructuras enterradas y sótanos de edificios.

Palabras Clave: redes de agua no potable, aprovechamiento de aguas freáticas.

INTRODUCCIÓN

Varias ciudades españolas se han decidido a implantar una red de agua no potable de origen
hidrogeológico. Concretamente, las ciudades de Murcia, Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat y Santa
Coloma de Gramenet (las tres últimas ubicadas en el área metropolitana de Barcelona) disponen de este
tipo de sistemas.
La particular idiosincrasia de cada una de estas ciudades ha llevado a planteamientos muy distintos,
en cuanto al desarrollo técnico de las propuestas y los aspectos económicos de su gestión.
Es obvio que en un país como España, donde domina un clima semiárido (media anual de precipitación
entre el 20 y el 50% de la evapotranspiración potencial), la aplicación de este tipo de soluciones tiene
interés. El objetivo del presente trabajo es exponer los parámetros básicos y analizar la viabilidad
económica del aprovechamiento de aguas subterráneas para usos que no requieren aguas potables.

143
COMUNICACIÓN: VIABILIDAD DE LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS SUBTERRÁNEAS URBANAS PARA USOS
QUE NO REQUIEREN AGUAS POTABLES

ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS SUBTERRÁNEAS PARA


USOS NO POTABLES

A pesar de las importantes diferencias entre los planteamientos que se han hecho en las mencionadas
ciudades, cabe destacar ciertos requisitos indispensables para poder abordar esta actividad.
En primer lugar, solamente en regiones con recursos hídricos limitados y donde la escasez de agua
potable para usos de la población, industriales y agrícolas sea un problema arraigado en la conciencia
colectiva, puede tener sentido el planteamiento de una red paralela para usos no potables. El hecho de
que el agua sea un problema compartido va a ser un argumento de peso, tanto desde un punto de vista
cualitativo de convicción popular como cuantitativo desde el punto de vista económico.
En segundo lugar, el otro requisito fundamental es la disponibilidad de las aguas subterráneas, tanto
desde el punto de vista de cantidad como de calidad.
La “cantidad” de agua extraíble de un acuífero se puede expresar mediante el parámetro de la
transmisividad. Este parámetro, propio del acuífero, debe ser como mínimo del orden de 500 m2/día para
que los consumos punta típicos entre 5 y 20 l/s provoquen un descenso en el pozo razonable. Acuíferos
con transmisividades razonablemente inferiores (por ejemplo, de 100 m2/día) implicarán la construcción de
depósitos de regulación, lo cual conllevará un aumento sustancial de los costes de inversión y
mantenimiento que desaconsejará la aplicación de este tipo de aprovechamientos.
Un segundo requisito en cuanto a la disponibilidad de agua es la profundidad a la que ésta se
encuentra. Se puede considerar que una profundidad de 100 m encarecerá los costes energéticos haciendo
que el aprovechamiento no sea rentable.
En cuanto a la calidad del agua subterránea disponible, es fundamental abordar una exploración
exhaustiva antes de tomar la decisión sobre la viabilidad del aprovechamiento de las aguas subterráneas
en zonas urbanas. Entre todos los parámetros analíticos, cabe destacar la presencia de metales pesados u
otros contaminantes selectivos, que dejan fuera de lugar su aprovechamiento para cualquier uso urbano.
En segundo lugar, una salinidad alta (conductividad eléctrica superior a 3.500 μS/cm) traerá consigo
problemas en las depuradoras, o bien la salinización del suelo de los parques.
Finalmente, un factor que va a proporcionar un argumento importante, aunque de difícil ponderación,
va a ser el hecho de que la presencia del nivel freático a profundidades someras produzca filtraciones en
infraestructuras urbanas (pasos inferiores, túneles de ferrocarriles, metro) y en aparcamientos y sótanos de
edificios. En las ciudades donde esto ocurre, el aprovechamiento de las aguas subterráneas para cualquier
uso distinto del vertido a la red de alcantarillado es un beneficio añadido de este tipo de actuaciones.

USUARIOS DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS URBANAS

La red no potable de aguas freáticas urbanas tiene normalmente a las Administraciones Locales como
clientes o usuarios principales, siendo los usos más destacables los siguientes:
– Parques y Jardines: suele ser el consumidor principal, superando en consumo a la suma del resto de
usos. El riego con agua subterránea permite justificar la plantación de césped en ciudades con
restricciones de agua potable.
– Limpieza de calles: la limpieza del suelo público urbano, mayoritariamente mediante camiones cuba,
es un uso interesante, puesto que tiene menos requerimientos de calidad del agua que la de riego
de parques.

144
Carlos MARTÍN FREIXA

– Limpieza de alcantarillado: igualmente, la limpieza de alcantarillado mediante camiones cuba es un


uso interesante con una inversión reducida y requerimientos de calidad del agua no muy estrictos.
– Fuentes ornamentales y lagos: en lagos urbanos de gran superficie o fuentes sin recirculación el
consumo puede ser importante.
Los usos privados son menos comunes y dependen más aún de la idiosincrasia de cada ciudad. Cabría
pensar en los siguientes usos potenciales: riego agrícola urbano de huertas o campos, jardines privados,
clubs deportivos, industrias, circuitos de refrigeración de edificios y lavado de vehículos.

FACTORES A CONSIDERAR EN LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS SUBTERRÁNEAS

Se exponen a continuación diferentes aspectos a tener en cuenta cuando se afronta una actividad
como el aprovechamiento de las aguas subterráneas para usos no potables:
Debe tenerse en cuenta el cumplimiento del Real Decreto 865/2003, de 4 de julio, por el que se
establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis.
La perforación y explotación de pozos de aguas subterráneas están supeditadas a la concesión
administrativa del organismo de cuenca correspondiente, cuya tramitación suele ser larga.
La explotación de un sistema de agua no potable debe estar sujeto a un sistema de gestión de la
calidad que prevea un plan de control analítico y un plan de mantenimiento preventivo de las
instalaciones.
La garantía de suministro del agua no potable no tiene el mismo nivel de relevancia que el del agua
potable u otros servicios. Es por ello que normalmente no tiene sentido aplicar medidas como la
duplicación de pozos o bombas, o la instalación de grupos electrógenos. A fin de mantener un cierto
nivel de garantía de suministro, se puede optar por la interconexión de redes, de manera que haya dos
o más puntos de suministro de agua freática a la red. Otra posibilidad es la conexión (en condiciones
totalmente seguras) con la red de agua potable, de manera que se pueda tener alimentación con agua
potable con una operación sencilla manual de cambio de un manguito.
La imposibilidad de la mezcla con la red de agua potable es un requisito indispensable. Si es posible,
hay que evitar cualquier tipo de interconexión. Si el alto nivel de exigencia de los usuarios lleva a tener
que disponer de una arqueta de interconexión con la red potable, ésta en ningún caso puede resolverse
con válvulas, sino que debe haber separación física entre las dos redes. Un solo manguito elástico
puede ser la pieza que asegure el suministro a partir de una u otra red: cuando esté situado en la red
no potable (debe ser lo habitual), la potable quedará desconectada, mientras que cuando esté en la
potable (sólo en caso de avería de la red no potable), la no potable estará desconectada. Ello debe
complementarse con una válvula de retención en la red potable.
La existencia de consumos potables (fuentes, quioscos, bares, locales de jardineros, ...) en el interior de
parques consolidados obliga a desconectarlos de la red e instalar tubería especialmente para ellos, ya
que toda la red de distribución del parque pasa a ser no potable. Todo ello puede encarecer
notablemente los costes.
La estandarización de elementos es fundamental, de cara a reducir los costes de inversión y
mantenimiento. Ello es, en general, factible, puesto que los usos del agua freática (básicamente riego
de parques y llenado de camiones cuba) son muy uniformes.

145
COMUNICACIÓN: VIABILIDAD DE LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS SUBTERRÁNEAS URBANAS PARA USOS
QUE NO REQUIEREN AGUAS POTABLES

La simbología específica de los elementos de la red de agua no potable es un factor importante, de


cara a mejorar la seguridad de este tipo de instalaciones y evitar accidentes por parte de operarios o
ciudadanos. Diferentes soluciones son: que las tuberías tengan un color especial (el azul se asemeja a
potable y el morado a no potable) o una inscripción marcada, que la tubería esté recubierta por una
banda de plástico con una inscripción, que las tapas tengan también inscripción, que en los parques,
fuentes, lagos e hidrantes de carga de camiones cuba haya un cartel de aviso de agua no potable, etc.
Como criterios de priorización de los aprovechamientos, hay que tener en cuenta los condicionantes
de demanda y oferta de agua no potable. El estudio de la demanda implica conocer la situación de
parques y lagos y su serie histórica de consumos, así como las rutinas de limpieza de calles y
alcantarillado (rutas de camiones, etc.). El estudio de la oferta de aguas subterráneas implica conocer
las zonas del acuífero más transmisivas, los antiguos torrentes de la ciudad, las zonas donde el nivel
freático afecta a infraestructuras, los pozos existentes aprovechables, etc. La construcción de un
modelo numérico de hidrogeología urbana permite contextualizar y reunir de forma coherente este
conjunto de datos.

TIPOS DE INSTALACIONES

Las instalaciones de aprovechamiento de aguas subterráneas conectan con el usuario mediante


arquetas de riego o bien mediante hidrantes donde se conectan las mangueras de los camiones cuba. El
resto de instalaciones es estándar y en gran medida independiente de si el uso será riego de zonas verdes,
limpieza de calles, etc.
La primera instalación es el pozo de captación, que normalmente tiene un diámetro interior entre 200
o 400 mm, en función de si se colocarán una, dos o tres bombas dentro del pozo.
Las bombas impulsan agua a la tubería, que en superficie va a parar a una arqueta enterrada. Los
elementos que se sitúan dentro de la arqueta son hidráulicos, de desinfección, eléctricos y de telecontrol.
Los equipos hidráulicos consisten en un calderín de presión, un contador de agua, un filtro, una
ventosa, una toma de muestras, un manómetro y valvulería.
Los equipos de desinfección son habitualmente de radiación ultravioleta, utilizándose en algunas
ocasiones también hipoclorito sódico, según las características químicas del agua a tratar.
Los equipos eléctricos consisten en unas boyas de arranque y parada de las bombas, un transductor
de presión en la tubería y un cuadro eléctrico con variador de frecuencia, que permite la variación
automática de la velocidad de giro de las bombas para alcanzar la presión de consigna en el transductor.
La instalación debe tener también el cuadro de acometida accesible para los operarios de la compañía
eléctrica.
Finalmente, es deseable disponer de un sistema de telecontrol, con el objetivo de detectar de forma
ágil las alarmas de funcionamiento y reducir la carga del matenimiento preventivo más tradicional. El
sistema de telecontrol consta de un limnímetro en el pozo, un estación remota conectada al cuadro
eléctrico de las bombas y conectada también a un centro de control, desde el que se supervisan todas las
instalaciones.

146
Carlos MARTÍN FREIXA

COSTES DE INVERSIÓN Y EXPLOTACIÓN DE LAS REDES DE AGUA NO POTABLE

Costes de inversión

Del análisis de las explotaciones existentes en las ciudades de Murcia, Barcelona, L’Hospitalet de
Llobregat y Santa Coloma de Gramenet se deduce un coste aproximado de inversión de 90.000 ½ para
cada aprovechamiento independiente, siendo los elementos valorados los de una instalación tipo, descritos
en el apartado anterior.
En función de los precios locales, las economías de escala, la subcontratación de trabajos y la casuística
particular de cada obra, se puede estimar que dicha inversión tiene un rango de variación razonable entre
30.000 y 150.000 ½.
El desglose de este presupuesto se adjunta en la Tabla 1:

Unidad de obra Presupuesto ½


Perforación de pozo 15.000
Bombas pozo 10.000
Tubería impulsión 6.000
Calderín 6.000
Contador, filtro y conos tranquilizantes 4.000
Valvulería 3.000 Acometida eléctrica 7.000
Cuadro eléctrico bombas 6.000
Telecontrol 10.000
Desinfección con rayos ultravioleta 18.000
Arqueta conexión riego o hidrante 5.000
TOTAL 90.000

Tabla 1. Costes de inversión de un aprovechamiento tipo de aguas freáticas.

Costes de explotación

Los costes de explotación de un sistema tipo, descrito en el apartado anterior, se pueden valorar en
30.000 ½ / año.
En función de los precios locales, las economías de escala, la subcontratación de trabajos y la casuística
de cada instalación, se puede estimar que dicho coste de explotación puede variar de forma razonable
entre 15.000 y 50.000 ½/año.
No están incluidos en estos precios la amortización de las inversiones, ni los gastos generales, ni el
beneficio industrial de la empresa explotadora, por depender de cada caso concreto.
El desglose de este presupuesto se adjunta en la Tabla 2:

147
COMUNICACIÓN: VIABILIDAD DE LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS SUBTERRÁNEAS URBANAS PARA USOS
QUE NO REQUIEREN AGUAS POTABLES

Presupuesto
Costes directos de explotación
(½ / año)
DE SUMINISTRO DE CAUDAL 16.000
Mantenimiento de los equipos electromecánicos
• Preventivo 3.000
• Correctivo (5 % inversión equipos = 65.000) 2.700
Explotación
• Seguimiento y operación sistema telecontrol 5.000
• Gestión incidencias 24 h/ 365 d 1.400
• Atención usuarios finales 1.400
Telecomunicaciones 1.500
Coste energético (34.000 m3/año a 70 m.c.a.) 1.000

DE CONTROL DE LA CALIDAD DEL AGUA 14.000


Muestreo y análisis 4.000
Mantenimiento equipos de desinfección
• Preventivo 1.600
• Correctivo 1.600
Limpiezas y desinfección periódicas depósitos 6.000
Requisitos legales necesarios 800
TOTAL 30.000

Tabla 2. Costes de explotación de un aprovechamiento tipo de aguas freáticas.

VIABILIDAD ECONÓMICA DE LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS FREÁTICAS

Una vez se han estudiado para cada caso concreto los costes de explotación y se han añadido a dichos
costes los correspondientes costes de amortización, en función de la procedencia de la inversión, podrá
abordarse un análisis sobre la viabilidad económica de las explotaciones.
Se incluye en el presente documento un ejemplo numérico ilustrativo. Para ello, se ha diferenciado
entre una instalación para el riego de un parque y una de llenado de camiones cuba para limpieza de calles
o alcantarillado o llenado de fuentes ornamentales. Para instalaciones que combinen ambos usos, deberá
hacerse el análisis conjunto.
Se ha hecho la hipótesis de un coste de explotación de una instalación de 30.000 ½ / año (ver
apartado anterior), incrementado en un 20 % para tener en cuenta los gastos generales y el beneficio
industrial. Se supone también (a modo de ejercicio) una tarifa del agua potable de 1 ½ / m3.

148
Carlos MARTÍN FREIXA

Riego de parques

Suponiendo un consumo de agua de la zona verde de 1 m3 / m2· año, que corresponde a una
plantación de césped en un clima semiárido, se obtiene que a partir de 3,6 ha de zona verde los costes de
la explotación de la instalación freática son inferiores a los costes de la tarifa de agua potable, es decir, es
más económico abastecer con agua freática que abastecer de la red de agua potable.

Hidrante para llenado de camiones cuba

Suponiendo cubas de 14 m3 de capacidad y descontando los fines de semana de todo el año, se


obtiene que a partir de 36.000 m3 de consumo (que implican 10 camiones diarios), los costes de la
explotación de la instalación freática son inferiores a los costes de la tarifa de agua potable, es decir, es
más económico abastecer con agua freática que abastecer de la red de agua potable.

ARGUMENTOS QUE JUSTIFICAN LA IMPLANTACIÓN DE APROVECHAMIENTOS DE AGUAS


FREÁTICAS

Los argumentos generales que justifican la implantación de una red de agua no potable alimentada
con aguas subterráneas son los siguientes:
La Administración Local hace una contribución a la sostenibilidad medioambiental en la medida que
fomenta la preservación de las reservas de agua potable y el aprovechamiento de un recurso de agua
que ha sido depurada en un cierto grado por el propio acuífero (filtro granular natural), que no necesita
ser transportada, porque está disponible donde se precisa, y que el propio acuífero ya almacena y
regula.
Es deseable que las obras de aprovechamiento de las aguas freáticas tengan rentabilidad económica:
ello asegurará su sostenibilidad a largo plazo y la amortización de las instalaciones. Los costes
expresados en los capítulos anteriores pueden ser orientativos en una primera aproximación. La
rentabilidad económica de la inversión y la explotación será el argumento más definitivo para la
decisión de abordar este tipo de redes.
En algunas ciudades el objetivo primordial de los aprovechamientos de aguas subterráneas es evitar o
reducir la afección a infraestructuras enterradas o a sótanos de edificios. Es el caso de los túneles del
metro, pasos inferiores, aparcamientos subterráneos, sótanos, etc. En caso de que se haga una
captación externa a la propia estructura enterrada, es difícil cuantificar la mejora de la durabilidad de
la propia estructura provocada gracias al rebaje local del nivel freático o piezométrico. En resumen, el
argumento de aprovechar un caudal de agua que en condiciones normales se vertería a la red de
alcantarillado es muy claro y de fácil justificación para administraciones municipales.
El aumento de la oferta de agua que trae consigo el aprovechamiento de las aguas subterráneas
justifica la plantación de especies de mayor consumo, como césped, y la adecuación de lagos o láminas
ornamentales. En caso de no poder aprovechar el recurso subterráneo, difícilmente podría una
administración local justificar una política de plantación de especies de alto consumo, por lo cual el
aprovechamiento de las aguas subterráneas mejora el pasisaje de la ciudad.

149
COMUNICACIÓN: VIABILIDAD DE LOS APROVECHAMIENTOS DE AGUAS SUBTERRÁNEAS URBANAS PARA USOS
QUE NO REQUIEREN AGUAS POTABLES

CONCLUSIONES

Es importante asegurar la viabilidad económica de cualquier inversión en el aprovechamiento de las


aguas subterráneas urbanas como red no potable. La rentabilidad económica reforzará de manera muy
consistente los argumentos más cualitativos de sostenibilidad medioambiental y protección de
infraestructuras enterradas y sótanos. Sólo serán rentables aquellas explotaciones cuyos consumos sean
altos, que se traduce en varias hectáreas de riego de zona verde o hidrantes donde carguen bastantes
camiones cuba diarios, de manera que el ahorro en el pago de agua potable compense los costes de
explotación de la instalación freática.
El prerrequisito para que una ciudad se plantee el aprovechamiento de sus aguas subterráneas es que
tenga un acuífero con una transmisividad alta, con un nivel piezométrico no muy profundo y con aguas
que no estén contaminadas ni tengan excesiva salinidad.
Los usuarios de una red de agua no potable son mayoritariamente públicos: riego de parques, llenado
de lagos y fuentes ornamentales, limpieza de calles y limpieza de alcantarillado.
Una instalación tipo de aprovechamiento de las aguas subterráneas comprende un pozo con bombas
de impulsión, una arqueta enterrada con valvulería y desinfección, los cuadros eléctricos y la conexión de
la tubería de impulsión con la red de riego del parque o con un hidrante para llenado de camiones cuba
o con ambos.
Factores importantes a tener en cuenta en el planteamiento de una red no potable son los siguientes:
el cumplimiento del Real Decreto 865/2003, que la explotación esté sujeta a un sistema de gestión de la
calidad, la garantía del suministro, el análisis de la demanda de los usuarios, la importancia de la
estandarización de todos los elementos, la simbología específica de la red de agua no potable y la absoluta
garantía de la imposibilidad de la mezcla con la red de agua potable.
Se reconoce a las ciudades de Murcia, Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de
Gramenet por sus trayectorias pioneras a nivel mundial en el campo de la implantación de una red de agua
no potable a partir de las extracciones de aguas subterráneas. El correcto planteamiento en cualquier otra
ciudad basado en estas experiencias es aconsejable de cara a la garantía del éxito de las inversiones y, en
definitiva, a la constribución por parte de todos a la preservación de las reservas de agua potable y a la
sostenibilidad medioambiental.

150
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LAS


ÁREAS URBANAS DE LA CUENCA DEL RÍO BESÓS (BARCELONA)

Andrés NAVARRO FLORES* y Montserrat CARBONELL VENTURA**

(*) Dto. Mecánica de Fluidos. Universidad Politécnica de Catalunya (UPC). ETSEIT.


Colón 11. 08222 Terrassa. navarro@mf.upc.es
(**) Dto. Mecánica de Fluidos. Universidad Politécnica de Catalunya (UPC). EPSVG. Vilanova i La Geltrú (Barcelona).

RESUMEN

La contaminación de las aguas subterráneas en las áreas urbanas de la cuenca del río Besós
(Barcelona) a causa del exceso de nitratos, metales pesados y metaloides (As, Cr, Fe, Hg, Mn, Ni, Pb y Zn),
así como de substancias orgánicas (PCE, TCE) ha llevado a un progresivo abandono de las extracciones
para usos domésticos e industriales.
El origen de la contaminación se atribuye al vertido de aguas residuales domésticas e industriales, y a
la existencia de focos puntuales asociados a actividades de carácter industrial que aún perduran en el
interior de los cascos urbanos, o lo han hecho hasta fechas recientes.
La utilización de esta agua de baja calidad es posible para usos diversos (riego de calles, jardines, etc.),
y también como fuente de agua potable si se emplean tratamientos adecuados.
En ese sentido, las experiencias realizadas con óxido de magnesio indican la posibilidad de eliminar
hasta un 50% de los nitratos presentes en las aguas contaminadas y también la de numerosos metales
pesados y elementos traza en porcentajes superiores al 70%.

Palabras Clave: zonas urbanas, contaminación, nitratos, metales pesados, óxido de magnesio.

INTRODUCCIÓN

La cuenca del Besós se extiende sobre una superficie aproximada de 1000 km2, y de la cual una buena
parte ocupa las comarcas del Vallés Oriental y Barcelonés, ambas densamente pobladas y urbanizadas.
Como consecuencia de ello, los acuíferos de esta región han sufrido numerosos problemas de
contaminación, de diversa naturaleza y gravedad, teniendo todos ellos como común denominador la
proximidad de ambientes urbanos e industriales, y por tanto la potencial afección de dichas zonas sobre
la calidad del agua subterránea. En ese sentido, la explotación de los acuíferos en áreas urbanas se ha
visto hipotecada por la contaminación, lo que ha llevado en el caso de la cuenca del Besós al abandono
de numerosas captaciones en distintos lugares de la cuenca (Granollers, Mollet, Les Franqueses, etc.),
perdiéndose parcialmente un recurso que había sido utilizado desde hace muchos años. La recuperación

151
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LAS ÁREAS URBANAS DE LA CUENCA DEL
RÍO BESÓS (BARCELONA)

del recurso subterráneo en estas zonas urbanas e industriales puede permitir, en el caso del suministro de
agua potable, complementar el abastecimiento procedente de otras fuentes, así como garantizar dicho
suministro en situaciones anómalas o de emergencia (CUSTODIO, 1997). Otras posibles aplicaciones para
aguas de baja calidad serían: 1) Riego de calles y jardines. 2) Mantenimiento de lagunas y zonas
inundadas. 3) Mantenimiento de caudales “ecológicos” de ríos. 4) Depresión del nivel piezométrico en
zonas inundables. 5) Dilución de aguas superficiales contaminadas.
En cualquier caso, es preciso tener presente que los procesos de urbanización afectan profundamente
a los acuíferos, no sólo en relación con la calidad del agua, sino que también provocan modificaciones en
la magnitud, calidad y localización de la recarga, así como en los niveles freáticos, ya sea cuando éstos
descienden o ascienden a causa del régimen de explotación. En esta comunicación se abordan los
problemas de contaminación que presentan las aguas subterráneas de los acuíferos aluviales cuaternarios
de la cuenca del Besós en las zonas urbanas, y los resultados del tratamiento de las aguas contaminadas
con óxido de magnesio, lo que permitiría en función de los datos obtenidos, recuperar dichas aguas para
distintos usos.

MARCO HIDROGEOLÓGICO

Los acuíferos aluviales cuaternarios de la cuenca del Besós (Figura 1) se encuentran, generalmente,
sobre una base impermeable miocénica y están asociados a una serie de terrazas aluviales, pudiéndose
distinguir tres terrazas (NAVARRO, 1989) asociadas a depósitos limosos de origen coluvial. La edad de los
materiales cuaternarios oscila entre el interglaciar Riss y Wurm para la terraza Superior y el Holoceno para
la terraza Inferior. La altura de las terrazas depende de la zona del valle en la que nos encontremos,
observándose hacia el final de la cuenca media un progresivo encaje de las mismas. Las terrazas aluviales
se desarrollan sobre paleocanales excavados en la base impermeable del Terciario, la profundidad máxima
de los cuales llega a los 15 m bajo la superficie del terreno, y en ocasiones se producen circulaciones
subterráneas independientes cuando los niveles freáticos descienden por debajo del límite de separación
de los paleocauces (NAVARRO, 1989). La circulación subterránea se realiza preferentemente en las gravas
basales que aparecen en las terrazas y la recarga del acuífero se produce fundamentalmente por: -
Infiltración de la lluvia. - Infiltración de los excedentes de riego. - Infiltración de las redes de abastecimiento
y redes de alcantarillado. - Entradas subterráneas de otros acuíferos. - Recarga desde los ríos y acequias.
La descarga se produce por: - Salidas subterráneas. - Extracciones en los pozos.
En relación con los niveles piezométricos se han podido observar unas tendencias de carácter general
que pueden resumirse de la siguiente forma para el periodo 1974-2003:
1) Progresivo descenso del nivel medio en los piezómetros desde 1974 hasta 1985, del orden de 2-
3 m a causa del incremento de las extracciones. 2) Estabilización de los niveles piezométricos
durante el periodo 1985-89. 3) Ascenso de los niveles medios del orden de 1-2 m, a causa del
abandono de la extracción de agua subterránea para usos domésticos y la disminución casi general
para uso industrial.
En cuanto a los parámetros hidráulicos, los acuíferos aluviales presentan valores de transmisividad que
oscilan entre 100 y 1400 m2/día (PHPO, 1985; REPO, 1971), un espesor saturado medio del acuífero del
orden de 3-8 m (CEIA, 1987a, 1987b), y una porosidad eficaz del 10-14%, dando lugar a un volumen útil
de embalse de unos 57 hm3. Las extracciones de agua subterránea en el periodo 1984-85 llegaron a
alcanzar unos 37,3 hm3/año, habiendo disminuido aproximadamente un 35% en la actualidad (2003), a

152
Andrés NAVARRO FLORES y Montserrat CARBONELL VENTURA

Figura 1. Acuíferos aluviales de la cuenca media del río Besós y puntos de control piezométrico de la Agencia
Catalana del Agua (ACA).

causa del abandono progresivo de las captaciones de abastecimiento público, y de la disminución en


algunas zonas de la extracción para usos industriales.

CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS

La contaminación de las aguas subterráneas en los acuíferos aluviales de la cuenca parece estar
originada, entre otras causas, por cuatro fuentes básicas de contaminación: Infiltración de agua residual
desde fosas sépticas en áreas urbanas; actividades agrícolas, a veces, asociadas al uso de agua superficial;
infiltración de aguas residuales de origen doméstico e industrial y contaminación puntual de origen
industrial (zonas de relleno, suelos contaminados, etc.). El resultado de la acción de la infiltración desde
fosas sépticas y de las aguas residuales domésticas en las zonas urbanas se ha traducido en la aparición

153
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LAS ÁREAS URBANAS DE LA CUENCA DEL
RÍO BESÓS (BARCELONA)

de zonas con elevada salinidad y dureza total, alto contenido en nitratos, y la presencia de contaminantes
de carácter microbiológico. En zonas donde coexisten actividades de carácter urbano e industrial se
añaden a los contaminantes anteriores los de origen industrial, y la posible solubilización de Fe y Mn,
cuando las condiciones del acuífero (a causa de la degradación de la materia orgánica) así lo permiten.
También y a causa de la existencia de actividades industriales, en general con tendencia a desaparecer de
los cascos urbanos, se han detectado puntualmente contaminantes como As, Cr, Hg, Ni, Pb y Zn, y
microcontaminantes orgánicos (PCE y TCE, fundamentalmente). En el caso de la infiltración de agua
residual doméstica, las dos reacciones básicas que se producen, cuando el medio es oxidante, son la
degradación de la materia orgánica (CH2O) y la nitrificación del amonio de la siguiente forma:

CH2O + O2 → CO2 + H2O (1)


NH4+ + 2O2 → NO3- + 2H+ + H2O (2)

Estos procesos suelen conducir a un incremento del CO2 y a la posible disolución parcial del material
sólido del acuífero y al aumento de NO3- en el agua subterránea. En el caso del Fe y el Mn a veces se
observa la coincidencia entre las zonas del acuífero con mayor cantidad de Fe y Mn disuelto y la potencial
zona de vertido de agua residual, lo que suele indicar la creación de un ambiente algo reductor capaz de
movilizar dichos metales, posiblemente a partir del medio poroso sólido natural del acuífero. En relación
con problemas de contaminación por nitratos en la cuenca media del Besós, destaca el acuífero aluvial del
Congost (Figura 2), en el que se pueden apreciar amplias zonas con valores superiores a los 50 mg/l de
NO3=, estando los máximos valores situados en las zonas agrícolas (Pla de Llerona y Pla de Palou) y zonas
urbanas de La Garriga, Les Franqueses del Vallés y Granollers (NAVARRO, 2003). En lo referente a la
contaminación por metales pesados y elementos traza en este mismo acuífero, sólo las concentraciones de
Pb, Fe, Ni y Mn (Figura 3) presentan localmente en zonas urbanas valores por encima del límite establecido
por la Directiva 98/83/CE (10 μg/l de Pb, 200 μg/l de Fe, 20 μg/l de Ni y 50 μg/l de Mn). Así, en el núcleo
de La Garriga se han detectado elevadas concentraciones de Fe (418 μg/l) y Pb ( 22 μg/l). También, aunque
sin sobrepasar los límites establecidos en la Directiva, presenta un contenido en Mn (36 μg/l) superior a
la media del resto del acuífero (< 25 μg/l).
En cuanto al Pb, otros dos puntos (CO-1 y CO-19) muestran también valores superiores a los
permitidos por la Directiva (11 μg/l en CO-1 y 15 μg/l en el CO-19). Sin sobrepasar el valor límite también
presentan concentraciones elevadas de Pb los puntos CO-3 (8,45 μg/l) y CO-8 (6,06 μg/l) , ambos situados
en las zonas urbanas de Las Franqueses y La Garriga respectivamente. Estos contaminantes junto con As,
Cr, PCE y TCE aparecen en cantidades significativas en la mayor parte de las áreas urbanas de la cuenca
del Besós, imposibilitando el empleo del agua subterránea para usos domésticos, salvo que reciba algún
tipo de tratamiento, en la actualidad inexistente a excepción de la planta de Aguas de Barcelona en el valle
bajo del Besós.

154
Andrés NAVARRO FLORES y Montserrat CARBONELL VENTURA

Figura 2. Mapa de isonitratos (mg/L). Figura 3. Pozos contaminados con metales.

TRATAMIENTO DE LAS AGUAS CONTAMINADAS EN LAS ÁREAS URBANAS

Para evaluar la posibilidad de volver a utilizar las aguas contaminadas en las áreas urbanas del Besós
por nitratos y metales pesados, se han realizado distintos ensayos en columna (Figuras 4 y 5), empleando
como material reactivo el óxido de magnesio. Los resultados serían aplicables, en una primera
aproximación, a tecnologías como las barreras reactivas permeables (PRBs) o al tratamiento en superficie
del agua subterránea previamente bombeada (pump and treat). Los ensayos han consistido, a grandes
rasgos, en la inyección a caudal constante de un agua subterránea contaminada (por nitratos, metales
pesados y metaloides) por la parte superior de la columna, que tras atravesar el material reactivo era
recogida por la parte inferior de la columna a intervalos regulares de tiempo para poder observar la
evolución del sistema de tratamiento. Los resultados obtenidos (Figura 6) indican una buena eliminación
de metales como el Al (93,6 %), Fe (55,8%), Pb (70,7%) y el Zn (90,4%), y una eliminación de nitratos
en el agua subterránea del orden del 50% (NAVARRO et al., 2003). Los resultados experimentales indican

155
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LAS ÁREAS URBANAS DE LA CUENCA DEL
RÍO BESÓS (BARCELONA)

que la eliminación de los contaminantes gracias al óxido de magnesio debe estar produciéndose a causa
de la formación de hidróxidos metálicos (Zn, Pb, Fe) y sulfatos que los precipitan en el seno del material
reactivo, el cual podría co-precipitar o adsorber también algunos contaminantes.

Figura 4. Vista general de la columna. Figura 5. Detalle del óxido de magnesio.

Concentración en el agua contaminada Evolución durante el ensayo

Figura 6. Evolución de la concentración de Pb en el ensayo con poliestireno + MgO.

156
Andrés NAVARRO FLORES y Montserrat CARBONELL VENTURA

CONCLUSIONES

Las aguas subterráneas de los acuíferos aluviales de la cuenca media del Besós presentan, en las zonas
urbanas, problemas de contaminación producidos por el vertido incontrolado de aguas residuales y
diversos focos de carácter industrial. La contaminación se traduce en un exceso de nitratos, As, Cr, Fe, Hg,
Mn, Ni, Pb, Zn, PCE y TCE (fundamentalmente) en el agua subterránea, imposibilitando su empleo para
usos domésticos, sin un tratamiento previo. De acuerdo con la calidad actual del agua subterránea, su
utilización podría ser la de riego de calles y jardines, mantenimiento de lagunas y zonas inundadas,
mantenimiento de caudales “ecológicos” de ríos y dilución de aguas superficiales contaminadas. Se ha
abordado el tratamiento de las aguas contaminadas mediante experiencias de columna en laboratorio,
utilizando el óxido de magnesio como material reactivo. Los resultados obtenidos muestran una
substancial eliminación de metales pesados y elementos traza, así como una reducción del contenido en
nitratos del orden del 50%. La aplicación de ésta u otras tecnologías a unas aguas subterráneas que no
muestran, salvo en el caso de los nitratos, concentraciones muy elevadas de los contaminantes detectados,
permitiría recuperar un recurso como el agua subterránea, en una zona de gran consumo.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se ha realizado gracias al convenio Universidad-Empresa (C-4934) establecido entre la


Universidad Politécnica de Catalunya y el Consorci per a la Defensa de la Conca del Besòs, que tiene como
objetivos fundamentales caracterizar la calidad actual de las aguas subterráneas en la cuenca del Besós,
y evaluar su utilización para distintos usos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CEIA (Centro de Estudios de Investigación del Agua) (1987a). Síntesis Hidrogeológica de la Cubeta de la Llagosta y
sus Cuencas Tributarias. Sociedad General de Aguas de Barcelona, S.A. Inf. interno. Vol. 1, 87 pp.
CEIA (Centro de Estudios de Investigación del Agua) (1987b). Síntesis Hidrogeológica de la Cubeta de la Llagosta y
sus Cuencas Tributarias. Sociedad General de Aguas de Barcelona, S.A. Inf. int., Vol. 2, 136 pp.
CUSTODIO, E. (1997). Groundwater quantity and quality changes related to land and water management around
urban areas: Blessings and misfortunes. En: Groundwater in the Urban Environment: Problems, Processes and
Management, pp. 11-22.
NAVARRO, A. (1989). Estudio de los acuíferos aluviales de la cuenca del río Besós: origen y evolución de la
contaminación. Tesis Doctoral. Dpto. Geoquímica, Petrología y Pr. Geol., Facultad de Geología, Universidad de
Barcelona, Inédito. 2 vol.
NAVARRO, A. (2003). Acuífero aluvial del río Congost, Reutilización de las aguas subterráneas de la cuenca del río
Besós. UPC-Consorci del Besós, informe interno, 81 pp.
NAVARRO, A.; CHIMENOS, J.M. y MUNTANER, D. (2003). Caracterización de materiales reactivos para el tratmiento y
control de metales pesados en aguas subterráneas. Hidropres, Nº39, pp. 64-74
PHPO (Plan Hidrológico del Pirineo Oriental) (1985). Estudio Hidrogeológico del Área del Vallés. M.O.P.U. – D.G.O.H.
Barcelona. Inédito.
REPO (1971). Estudio Hidrogeológico de los acuíferos del Besós Medio, cubeta de La Llagosta . CH-Vb. Estudio de los
Recursos Hidráulicos totales del Pirineo Oriental. Dirección General de Obras Hidráulicas, Ministerio de Obras
Públicas y Urbanismo. Inédito.

157
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DEL CESE DE LA


EXTRACCIÓN DE AGUA SUBTERRÁNEA EN UNA ZONA URBANA. CASO DE
SANT ADRIÀ DEL BESÓS (BARCELONA)

Mónica ONDIVIELA MONTÉ*; Enric VAZQUEZ-SUÑÉ* y Jesús CARRERA RAMIREZ*

(*) ETSECCPB. Departamento de Ingenieria del Terreno. Jordi Girona, 3. D2.


monica.ondiviela@upc.es; enric.vazquez-sune@upc.es; jesus.carrera@upc.es

RESUMEN

La evolución de las extracciones de agua subterránea tiene un gran paralelismo con el desarrollo
industrial, el desarrollo agrícola y el asentamiento urbano. Normalmente, el crecimiento urbanístico infiere
una fuerte presión en los acuíferos tanto en relación a la cantidad como en la calidad del agua
subterránea. A medida que las ciudades evolucionan, las industrias suelen trasladarse a zonas periféricas,
disminuyendo así las extracciones de agua subterránea en la zona urbana. Por consiguiente, los niveles
piezométricos que habían estado deprimidos, tienden a recuperar su nivel natural. Por ello, muchas
infraestructuras urbanas que fueron construidas con los niveles en mínimos históricos y que no se
encuentran adecuadamente impermeabilizadas, sufren importantes filtraciones de agua subterránea. Es el
caso del Aparcamiento Municipal de Sant Adrià del Besós, dónde el bombeo para la extracción del agua
infiltrada se inició hace más de 30 años y se ha ido incrementando hasta alcanzar los 300 l/s extraídos
en la actualidad. Al ser un bombeo en continuo, supone un importante gasto energético y económico y
condiciona notablemente la hidrodinámica e hidroquímica del sistema. Debido a ello, se plantea los efectos
que podría tener el cese o disminución de esta extracción.

Palabras Clave: infiltración, Besós, hidrogeología urbana, drenaje.

INTRODUCCIÓN

La zona de estudio se halla situada en Cataluña, al noreste de España. Concretamente en el delta del
río Besós, que integra parcialmente los municipios de Barcelona, Santa Coloma de Gramenet y Badalona,
y en su totalidad el municipio de Sant Adrià del Besós.
El grado de explotación de los acuíferos del delta del Besós, ha variado mucho desde la segunda mitad
del siglo XX hasta la actualidad. A principios de la década de los 40, las extracciones, hasta entonces
destinadas al regadío y al suministro público, se fueron incrementando, tanto para el abastecimiento
urbano como para el industrial. A finales de los años 60 se llegaron a extraer aproximadamente entre 60
y 66 hm3/año (MOP, 1966) (Figura 1), de los cuáles un 66,5% estaba destinado a la industria, un 32% al

159
COMUNICACIÓN: EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DEL CESE DE LA EXTRACCIÓN DE AGUA SUBTERRÁNEA EN
UNA ZONA URBANA. CASO DE SANT ADRIÀ DEL BESÓS (BARCELONA)

abastecimiento urbano y sólo un 1,5% era destinado


a la agricultura. Debido a la intensidad de las
extracciones, se provocaron importantes depresiones
del nivel freático, llegando en algunos casos a
descender hasta 12 metros (VÁZQUEZ-SUÑÉ et al.,
1999).
En consecuencia, la cantidad y calidad del agua
se vio claramente mermada (contaminación e
intrusión salina), motivo que condujo a muchas
industrias a trasladarse fuera de la ciudad. Por ello,
durante los años siguientes, la extracción de agua
subterránea se redujo de forma significativa,
alcanzando alrededor de los 33 hm3/año en 1976, es Figura 1. Evolución histórica de las extracciones de
agua subterránea en el delta del Besós, de 1965 a
decir, en 6 años sufrió una reducción del 50%. A
2000.
principios de los 80, se abandonó la explotación para
el abastecimiento urbano por problemas de
contaminación y salinización. En el año 2001, el
volumen de explotación era inferior a 20 hm3/año.
La disminución de las extracciones ha provocado una recuperación progresiva de los niveles freáticos
y en consecuencia una disminución de la intrusión salina y una mejora de la calidad del agua subterránea.
Esta tendencia a recuperar los niveles naturales ha sido generalizada y se ha observado en diversos puntos
a lo largo del río Besós (Figuras 2a y 2b).
Esta evolución ascendente, se ha traducido en un incremento importante de filtraciones de agua
subterránea en aquellas estructuras suburbanas (sótanos, metro, parkings, etc.) construidas en tiempos de
mínimos piezométricos (UPC, 1992 y 1997). En el año 2002, casi la totalidad de las extracciones en el
acuífero superficial del delta del Besós se debían a afecciones en estructuras subterráneas.
En este artículo se presenta el estudio llevado a cabo en Sant Adrià del Besós (Barcelona) en el parking
de la Plaça de la Vila. En el aparcamiento, de tres plantas subterráneas, se bombea el agua que se infiltra
desde 1971, incrementando el caudal extraído hasta alcanzar los 300 l/s actuales. De este caudal, más del
99% se vierte directamente al alcantarillado. Ante la posibilidad de disminuir considerablemente el
bombeo o incluso eliminarlo, se ha elaborado un modelo numérico como herramienta de gestión de las
aguas subterráneas del municipio. El modelo servirá también para considerar las diferentes hipótesis de
actuación, así como para determinar las posibles afecciones a estructuras colindantes.

HIDROGEOLOGÍA DE LA ZONA DE ESTUDIO

El delta del río Besós está formado por materiales fluvio-deltáicos cuaternarios que presentan dos
niveles más permeables de arena y gravas, que forman los dos acuíferos principales. Entre ellos, se
encuentra una capa de arcillas y arenas muy heterogénea que actúa como semiconfinante. Esta capa, va
aumentando de espesor a medida que se aproxima al mar y lo va perdiendo hasta desaparecer hacia los
márgenes del delta, dónde los dos acuíferos se unen formando un único acuífero. Por debajo de estos
materiales, se halla el zócalo impermeable formado por pizarras, granitos paleozoicos y arcillas pliocenas.
El parking, situado en el margen izquierdo del río, está excavado en el acuífero libre superficial. Éste
tiene un espesor saturado de unos 11 metros y una conductividad hidráulica de 500 m/d. El acuífero

160
Mónica ONDIVIELA MONTÉ; Enric VAZQUEZ-SUÑÉ y Jesús CARRERA RAMIREZ

Figura 2a. Evolución piezométrica observada en varios puntos a lo largo del río Besós. A finales de la década de los
70, se observa un ascenso de niveles que se mantiene hasta la actualidad.

inferior, que se halla semiconfinado, tiene un espesor medio en la zona de 5,5 m y una conductividad
hidráulica sensiblemente inferior.
Debido a la intensidad y continuidad del bombeo en el parking, los niveles freáticos se encuentran
localmente muy deprimidos. Su proximidad al río, unos 200 metros, acentúa la infiltración del río al
acuífero en el margen izquierdo, relación que se mantiene hasta la desembocadura.
La traza del metro corta en sección el acuífero superficial del delta. En la zona de estudio, se observa
un efecto barrera con aumentos de nivel aguas arriba y descensos aguas abajo. Las diferencias pueden
llegar a ser decimétricas. El drenaje de caudales que se infiltran favorece que las diferencias a ambos lados
de la traza no sean mayores.
La relación hidráulica entre el río y el acuífero va variando desde el inicio del delta hasta la
desembocadura. El río Besós, a su paso por Santa Coloma de Gramenet, se encuentra hidráulicamente
desconectado del acuífero. Más adelante, entre Baró de Viver y Sant Adrià del Besós, el río pasa a estar
conectado, comportándose de forma diferenciada en uno y otro margen. En el margen izquierdo, y a partir
de la Plaza de la Vila de Sant Adrià del Besós el río pasa a ser influyente, recargando el acuífero hasta la
desembocadura. Este efecto se encuentra totalmente condicionado por el contínuo bombeo en el

161
COMUNICACIÓN: EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DEL CESE DE LA EXTRACCIÓN DE AGUA SUBTERRÁNEA EN
UNA ZONA URBANA. CASO DE SANT ADRIÀ DEL BESÓS (BARCELONA)

Figura 2b. Piezometría Junio 2002.

aparcamiento municipal. En el margen derecho, también se da una recarga del acuífero a través del río
(aunque mucho menor) excepto en el tramo final, dónde parece ser que el río pasa a ser efluyente.
Un parámetro difícil de precisar es la descarga/recarga directa de agua subterránea hacia el río a través
de la interfaz agua-sedimento. Para poder determinar este parámetro de forma semicuantitativa, y
corroborar la relación río/acuífero observada en la piezometría, se ha realizado en el río Besós varios
ensayos de infiltración a lo largo de su recorrido.

Ensayos de infiltración

Para realizar estos ensayos se ha utilizado un infiltrómetro (LEE, 1977). El aparato consiste en un
recipiente metálico de 0,23 m2 de sección, que se clava en el lecho del río. El infiltrómetro va conectado a
una bolsa de plástico con un volumen determinado de agua, la variación de volumen en la bolsa permite
deducir directamente la recarga o descarga del río.
Aunque la magnitud y la dirección del flujo se obtiene de forma directa, hay muchos factores que se
tienen que tener en cuenta en el ensayo, ya que pueden influenciar y enmascarar los datos obtenidos
(CARRERA, 1997).

162
Mónica ONDIVIELA MONTÉ; Enric VAZQUEZ-SUÑÉ y Jesús CARRERA RAMIREZ

Para evitar la creación de un camino preferente al clavar el infiltrómetro, se ha dejado colocado un


tiempo antes de tomar las medidas para que se fuera asentando en el terreno. Otro factor a tener en
cuenta, son los posibles efectos de estratificación de la densidad. Por ello, se han colocado válvulas de
conexión que se mantienen abiertas en la colocación del infiltrómetro, equilibrando las aguas interiores y
exteriores. El aparato tiene también una válvula de purga para evacuar las burbujas de aire que se puedan
quedar atrapadas en su interior (Figura 3).

Figura 3. Esquema del infiltrómetro una vez colocado en el lecho del río.

Hay que tener en cuenta, que la corriente del río puede producir una variación de la presión entre la
bolsa de plástico y el exterior. Para eliminar este error, se ha colocado la bolsa de plástico dentro de una
caja que elimina el efecto de la corriente superficial (LIBELO y MACINTYRE, 1994).
A lo largo del río existe una gran variabilidad espacial. El área ensayada es relativamente pequeña por
lo que el caudal va a estar muy influenciado por el tipo de sedimento y la disposición del mismo. Es por
ello que las medidas obtenidas con este método van a ser muy puntuales y con gran variabilidad tanto en
horizontal como en vertical.
Los resultados obtenidos indican una recarga-descarga variable a lo largo del curso del río. Se llevó a
cabo un ensayo en la desembocadura del río en el margen derecho en el que se obtuvo una descarga del
río al acuífero de 80-160 m3/año/metro lineal de río. El siguiente ensayo se realizó aproximadamente 20
metros aguas arriba pero en el margen izquierdo del río. En este caso se obtuvo una recarga al acuífero
de 5-10 m3/año/metro lineal de río.
Por último, se realizó un ensayo a la altura de la Plaza de la Vila de Sant Adrià. En este caso la recarga
del acuífero se cuantificó en 0,05-0,3 hm3/año/metro lineal de río.
Estos datos, se correlacionan perfectamente tanto con la piezometría observada como con los
resultados hidroquímicos. La composición química de los iones mayoritarios del río Besós es muy similar a
la del agua residual urbana. Y realizando un balance hidroquímico, se ha obtenido que, el 70-80 % de los
8 hm3/año bombeados en el aparcamiento, proceden del río Besós/agua residual.

Ensayo de inundación

Para evaluar con exactitud el efecto del bombeo en el entorno más inmediato del parking, se llevó a
cabo un ensayo que consistió en la parada total de las 5 bombas de extracción que actualmente hay en
el parking. La parada duró 6 horas y 40 minutos durante las cuales se midió la evolución del nivel

163
COMUNICACIÓN: EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DEL CESE DE LA EXTRACCIÓN DE AGUA SUBTERRÁNEA EN
UNA ZONA URBANA. CASO DE SANT ADRIÀ DEL BESÓS (BARCELONA)

piezométrico en los dos extremos del interior del aparcamiento y en 6 piezómetros de observación. Se
colocaron 6 sensores Divers 11.11.50 (Eijelkamp
Agrisearch equipment) que miden una presión máxima de 10 mwc y un sensor Diver 11.11.51 que
puede llegar a soportar 20 mwc. Los sensores, que recogen 24000 lecturas, obtienen un registro continuo
de presión y temperatura. Se instaló también un sensor de presión barométrica para compensar las lecturas
obtenidas y se midió además de forma manual en cuatro puntos más de observación.
En la Figura 4 se puede observar los ascensos obtenidos en todos los piezómetros. El ascenso máximo
dentro del aparcamiento fue de 1,65 metros (desde la base de la tercera planta).
Al analizar los datos, en los primeros cinco minutos se observan variaciones de pendiente que no
corresponden a variaciones en el caudal. Son debidas a que el almacenamiento en el parking no es
constante. El área de inundación va variando a medida que se van llenando las diferentes partes del
aparcamiento. Este hecho se ha tratado de forma especial en el modelo numérico.

Figura 4. Ascensos obtenidos en los sensores de nivel durante el paro de las bombas de extracción del
aparcamiento. En líneas azules verticales se señala el paro y la puesta en marcha de cada bomba. La bomba 6,
corresponde a una bomba hidráulica extra para ayudar a evacuar más deprisa el agua del aparcamiento.

MODELO NUMÉRICO

Todos los datos disponibles hasta la actualidad, se han integrado en un modelo numérico de flujo en
régimen transitorio elaborado con el método de elementos finitos.
Los límites del modelo vienen condicionados por la geología, la topografía y por los datos disponibles.
Se distinguen dos dominios. El dominio de interés, que corresponde al entorno de la Plaza de la Vila, y el

164
Mónica ONDIVIELA MONTÉ; Enric VAZQUEZ-SUÑÉ y Jesús CARRERA RAMIREZ

dominio real del modelo, que se ha extendido a todo el acuífero superficial del delta del Besós. Esta
extensión se ha llevado a cabo para obtener unas condiciones de contorno conocidas así como para
obtener mayor conocimiento del funcionamiento del sistema (comportamiento diferenciado del río en los
dos márgenes). Así pues, el dominio espacial de interés del estudio, estará totalmente integrado dentro del
dominio real del modelo, los límites del cuál se encuentran representados en la Figura 5.

Figura 5. Límites del modelo numérico y condiciones de contorno establecidas en cada límite. Detalle de la
discretización de la zona del aparcamiento, donde el dominio es bicapa.

Al suroeste, el modelo coincide con el límite de la línea de costa del Mar Mediterráneo y se establece
una condición mixta o de goteo. Se establece una cota de 0,4 m. que es aproximadamente la diferencia
de la cota media del mar en el área de Barcelona respecto a la cota media del mar en Alicante. Este valor
se considera constante al tratarse de una zona donde las mareas no presentan una amplitud importante.
Se han definido como contornos de caudal fijo los límites del aluvial del Besós como los que
corresponden a la zona de Barcelona y Badalona (UPC, 1997 y 2001). En estos límites se han calculado
una entradas laterales totales de 4,6 hm3/año.
El programa utilizado para la elaboración del modelo numérico ha sido VISUAL TRANSIN, desarrollado
en el Departamento de Ingeniería del Terreno y Cartográfica de la Universidad Politécnica de Cataluña. Se
trata de un programa de elementos finitos que permite la calibración automática de los parámetros que
intervienen tanto en la ecuación de flujo de agua subterránea como la de transporte de contaminantes. El
programa encuentra los mejores estimadores de los parámetros condicionados al modelo conceptual y a
los datos, mediante el método estadístico llamado de Máxima Verosimilitud. Permite al usuario realizar un

165
COMUNICACIÓN: EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DEL CESE DE LA EXTRACCIÓN DE AGUA SUBTERRÁNEA EN
UNA ZONA URBANA. CASO DE SANT ADRIÀ DEL BESÓS (BARCELONA)

análisis de las medidas observadas en puntos de control, generar mallas de elementos finitos especiales
partiendo de una malla bidimensional y efectuar post-procesos de resultados.
Al generar la malla de elementos, el error cometido es menor cuanto menor es el tamaño de los
elementos en relación con la variabilidad de la función interpolada (en este caso niveles). Por ello, se ha
refinado la zona de estudio con elementos mucho más pequeños que en los extremos del modelo. El
dominio superficial se ha dividido en 2641 nudos y 5101 elementos triangulares. El tamaño mínimo de
estos elementos es de 10 metros (alrededor del parking).

Tratamiento del parking en el modelo

Dado que se quiere reproducir el almacenamiento producido en el aparcamiento en el ensayo de


inundación, se ha convertido el modelo en bidimensional en la zona de estudio, de manera que se pueda
reproducir el efecto de las paredes de hormigón.
Con esta idea, el programa VISUAL TRANSIN duplica la red en la zona de existencia de este doble
acuífero, superpone las dos capas y las conecta con elementos unidimensionales (Figura 5). Estos últimos
elementos tienen asignada una conductividad hidráulica y un coeficiente de almacenamiento, y reproducen
el efecto que provoca el aparcamiento en el acuífero.
Para reproducir con fidelidad el ensayo de inundación, se ha tenido en cuenta el almacenamiento en
el parking.
En el momento de parar las bombas, el tiempo de llenado del aparcamiento no va a depender
únicamente del caudal, si no también del área que se está inundando. Este parámetro no se puede
introducir en el modelo y se ha optado por incorporarlo en la función de caudal.
∂h
Así, esta función queda de la siguiente manera: Qm = Qm + A (-S (h) ) donde Qm es el caudal
∂h
introducido en el modelo, Qr es el caudal real medido durante el ensayo, A es el área del aparcamiento
(que va variando también durante el ensayo), S(h) equivale al almacenamiento debido al nivel y está
relacionado con la variación del nivel respecto al tiempo.
En el modelo numérico, los parámetros hidráulicos se han introducido teniendo en cuenta la geología
de la zona así como el tamaño de grano de los materiales, los valores obtenidos en modelos matemáticos
precedentes y los valores puntuales obtenidos en los ensayos hidráulicos realizados en varias campañas.
Tanto los ríos, como las líneas de drenaje y las obras enterradas, tienen un tratamiento propio. En el
caso de las obras enterradas, las extracciones son función de la relación entre el nivel piezométrico y la
cota de la solera del túnel. De la misma manera, en los ríos y drenajes superficiales, la diferencia entre el
nivel en el acuífero y el nivel de la superficie libre es el que condiciona el caudal. En el caso del metro, se
conoce con precisión elementos importantes como la cota de la solera en cada punto y los valores de los
caudales infiltrados durante el año 1999. Estos datos se han tenido en cuenta y se han implementado en
el modelo.
Una vez efectuada la calibración general del modelo en régimen estacionario, se ha llevado a cabo
una calibración en transitorio de la zona más inmediata al parking (Figura 6).
A partir del modelo numérico, se puede establecer de manera inmediata el balance hidrológico global
de la zona. El modelo permite obtener, de manera precisa y fiable, todos los componentes del ciclo
hidrológico urbano, determinando los flujos hidráulicos desde el momento de la entrada al sistema
(precipitación o aportación de agua) hasta su salida (evaporación, escorrentía, salidas al mar, etc.), además
de establecer las líneas de flujo y las interrelaciones del propio sistema. La cuantificación precisa del

166
Mónica ONDIVIELA MONTÉ; Enric VAZQUEZ-SUÑÉ y Jesús CARRERA RAMIREZ

Figura 6. Resultados de la calibración del modelo numérico de flujo en estado transitório. La calibración
corresponde a la zona de alrededor del parking.

balance permite además, incidir sobre los aspectos que provocan los ascensos de niveles, para poder
establecer o sugerir las medidas correctoras más adecuadas.
Una vez calibrado el modelo, se tienen que plantear los posibles escenarios futuros ante el cese o
disminución del bombeo. Así como, el efecto que este produciría en las infraestructuras cercanas.
En caso de detener totalmente la extracción, en la situación actual, se produciría un ascenso del nivel
de 3,8 metros, situándose a cota 2.5-3 en un radio de 300 metros alrededor del parking. Al darse este
ascenso, los aparcamientos colindantes se encontrarían bajo el nivel freático. Por ello, se descarta el cese
total del bombeo, y se propone repartir la extracción en varios puntos situados de forma estratégica. Así
esta puede ser inferior y más efectiva, manteniendo las infraestructuras cercanas por debajo del nivel.

CONCLUSIONES

La disminución de las extracciones en los acuíferos del delta del Besós, ha provocado una
recuperación progresiva de los niveles freáticos y en consecuencia una regresión de la intrusión salina y

167
COMUNICACIÓN: EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DEL CESE DE LA EXTRACCIÓN DE AGUA SUBTERRÁNEA EN
UNA ZONA URBANA. CASO DE SANT ADRIÀ DEL BESÓS (BARCELONA)

una mejora de la calidad del agua subterránea. Esta evolución ascendente, se ha traducido en un
importante incremento de filtraciones de agua freática en infraestructuras urbanas que no se encuentran
debidamente impermeabilizadas.
El parking de la Plaça de la Vila de Sant Adrià del Besós, bombea el agua infiltrada en su interior desde
1971. El caudal de extracción ha ido aumentando hasta alcanzar los 300 l/s que se extraen en continuo,
las 24 horas del día, en la actualidad. Se plantea la disminución del bombeo, y si es posible, el cese total
del mismo, y la posible afección que supondría en las estructuras subterráneas cercanas por el posible
ascenso de los niveles freáticos.
El fuerte bombeo en el aparcamiento, que está excavado en el acuífero libre superficial, acentúa la
infiltración del río al acuífero en el margen izquierdo condicionando así la hidrodinámica del sistema. Esta
relación ha sido corroborada por los ensayos de infiltración y los datos hidroquímicos.
El modelo numérico permite obtener, de manera precisa y fiable, todos los componentes del ciclo
hidrológico urbano, además de establecer las líneas de flujo y las interrelaciones del propio sistema.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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transferencias y fugas. Textos del Seminario celebrado en Las Palmas de Gran Canaria, Enero 1997. AIH-GE/ITGE.
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LIBELO, E.L. y MACINTYRE, W.G. (1994). Effects of surface water movement on seepage-meter measurements of flow
through the sediment-water interface. Applied Hydrogeology, 2 (4), 49-54.
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de Aguas del Pirineo Oriental y Servicio Geológico de Obras Públicas. Barcelona. 4 tomos.
UPC (1992). Estudio de la Infiltraciones de agua observadas en el entorno de la Estación de Baró de Viver del Metro
de Barcelona. DIT-UPC, Barcelona.
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Inédito. Documento interno.
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subterrànies al Municipi de Badalona. Inédito. Documento interno.
VÁZQUEZ-SUÑÉ, E. y SÁNCHEZ-VILA, X. (1997). Calculo del balance y la recarga en al ciudad de Barcelona. La
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VÁZQUEZ-SUÑÉ, E., SÁNCHEZ-VILA, X. y CARRERA, J. (1999) Gestión de las aguas subterráneas en zonas urbanas.
Conceptualización y modelización: Aplicación a Barcelona (España). II Congreso Argentino de Hidrogeología IV
Seminario Hispano-Argentino sobre temas actuales de la hidrología subterránea. Santa Fe - Argentina del 28 de
Septiembre al -1 de Octubre de 1999.

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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: EXPLOTACIÓN DE LOS ACUÍFEROS PARA EL


ABASTECIMIENTO URBANO DE LA COMUNIDAD DE MADRID: SITUACIÓN
ACTUAL Y FUTURA

Esther SÁNCHEZ SÁNCHEZ *; Antonio MUÑOZ GARCÍA*; José Antonio IGLESIAS MARTÍN* y
Emilio CABRERA MÉNDEZ*

(*) Canal de Isabel II. Santa Engracia, 125. 28003 Madrid

RESUMEN

El Canal de Isabel II cuenta con una dilatada experiencia en la explotación prolongada de acuíferos.
Durante la última década ha realizado cuatro ciclos de bombeo en períodos de sequía que han permitido
alcanzar un conocimiento sobre las características y comportamiento de los acuíferos existentes en su
ámbito de aplicación, con objeto de alcanzar una gestión responsable de los mismos. También ha realizado
un uso exclusivo del agua subterránea para abastecer en forma de “isla” a pequeños núcleos urbanos
como solución puente hasta la llegada de las infraestructuras de aducción de la red general del Canal.
La entrada en vigor del nuevo RD 140/2003, por el que se establecen los criterios sanitarios de la
calidad del agua de consumo humano, significa un cambio sustancial en la política de gestión de las aguas
subterráneas por parte del Canal de Isabel II. Esta norma endurece los criterios de aptitud del agua para
el consumo y lleva a plantearse el tratamiento de los caudales captados por algunos de los campos de
pozos del Canal. Asimismo, afecta considerablemente a los abastecimientos a pequeños núcleos de
población.
En el presente trabajo se exponen los resultados obtenidos de la última campaña de explotación
(febrero 2002 - diciembre 2002), que permite plantear estrategias futuras acerca del papel de las aguas
subterráneas en el abastecimiento urbano de la Comunidad de Madrid dentro del uso asignado a estos
recursos en el Manual de Abastecimiento del Canal de Isabel II.

Palabras Clave: Canal de Isabel II, Comunidad de Madrid, explotación de acuíferos, gestión de sequías,
agua de consumo humano.

INTRODUCCIÓN

El Canal de Isabel II tiene como objetivo prioritario asegurar el suministro de agua a todos sus usuarios,
de acuerdo con las condiciones de calidad y medioambientales exigidas por la normativa en vigor. Con este
fin utiliza todos los recursos hídricos disponibles en el sistema de abastecimiento, realizando una gestión
integrada de los mismos en la que las aguas subterráneas presentan un importante papel estratégico sobre

169
COMUNICACIÓN: EXPLOTACIÓN DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO URBANO DE LA COMUNIDAD
DE MADRID: SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA

todo en los períodos con regímenes de baja precipitación.


En este marco, el Canal de Isabel II ha construido varios campos de pozos situados en los distintos
acuíferos de su ámbito de gestión en la Comunidad de Madrid. La mayoría tienen como objetivo prioritario
la entrega de los caudales captados a los sistemas generales de abastecimiento del Canal (Campos de
Pozos del Sistema General), mientras que otros presentan una función claramente distinta y es la de
abastecer total o parcialmente a pequeños núcleos de población, constituyendo “abastecimientos islas”
(Sistemas Locales).
El presente trabajo expone una visión global de la gestión del Canal en materia de aguas subterráneas
desde su inicio hasta la actualidad, profundizando en la campaña de explotación 2002 por ser la que
recoge las últimas experiencias adquiridas y, por tanto, un mayor grado de conocimiento sobre las
características y comportamiento de los acuíferos.

SITUACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LOS CAMPOS DE POZOS. TENDENCIA ACTUAL

En la Figura 1 se representa el número y distribución de los campos de pozos que explotan los
acuíferos del área de influencia del Canal, así como la evolución que han sufrido desde que se comienza
la actividad en aguas subterráneas hasta la actualidad. Se observa un importante descenso en el número
de pozos que conforman los “abastecimientos islas” o Sist. Locales, aproximadamente un 70% de los
pozos que abastecían a comienzos de los noventa a pequeños núcleos de población han dejado de formar
parte de la red de pozos del CYII, mientras que en los campos de pozos del Sistema General se ha
incrementado el número de captaciones y se ha procedido a la sustitución de pozos antiguos por otros
nuevos de mayor rendimiento.
Actualmente se dispone de unos 65 pozos operativos, de los cuales más del 90% captan agua del

Figura 1. Situación y evolución de los campos de pozos del CYII. Período 1992-2003.

170
Esther SÁNCHEZ SÁNCHEZ; Antonio MUÑOZ GARCÍA; José Antonio IGLESIAS MARTÍN y
Emilio CABRERA MÉNDEZ

acuífero terciario detrítico de Madrid (ATDM) y un 6% explotan el acuífero cretácico carbonatado de


Torrelaguna (ACCT).
La tendencia actual del Canal de Isabel II en materia de aguas subterráneas es a ampliar los grandes
campos de pozos y comunicarlos con el sistema general de abastecimiento (conducciones, canales,
depósitos, ETAP,..) para su mejor gestión, mientras que los abastecimientos a pequeñas poblaciones
tienden a disminuir con la llegada de la red del Canal. El mantenimiento de estas captaciones resulta
complejo y poco operativo; además, suelen presentar problemas derivados de la calidad química del agua
extraída y/o de la necesidad de cloración de la misma.
Así, actualmente la explotación del ATDM, principal acuífero de la zona, se lleva a cabo mediante
cuatro grandes áreas de extracción (Figura 1) constituidas por uno o varios campos de pozos:
– ZONA NORTE: supone el 27% de las captaciones gestionadas por el Canal.
– ZONA CENTRAL: representa el 14% de las unidades de captación operativas.
– ZONA OESTE: representada por el 21% de las captaciones.
– ZONA SUR: engloba al 29% de los pozos.
Cada una de las áreas de extracción, tanto del acuífero terciario detrítico como del acuífero cretácico
carbonatado y Sistemas Locales presenta diferentes características que implican una gestión distinta de
cada una de ellas.

RESULTADOS DE LAS CAMPAÑAS DE EXPLOTACIÓN DE ACUÍFEROS REALIZADAS POR EL CYII

Durante la última década el Canal de Isabel II, ha venido utilizando las aguas subterráneas como un
apoyo al abastecimiento de la Comunidad de Madrid en los períodos de escasez hídrica o ante incidencias
en el sistema general de Abastecimiento. En este marco se han realizado cuatro períodos de bombeo
prolongado cuyas características principales se resumen en la Tabla 1.

PRODUCCIÓN DE AGUAS SUBTERRÁNEAS RECUPERACIÓN (1)


PERÍODO DE DURACIÓN DEL
% SOBRE EL TOTAL
BOMBEO BOMBEO TOTAL (hm3) TIEMPO %
ABASTECIDO
1992 – 1993 20 MESES 81 8,2 --- ---
1995 – 1996 12 MESES 50 10 2 AÑOS 94
1999 - 2000 16 MESES 70 10 3 AÑOS 96
2002 11 MESES 51 10 <2 AÑOS 88
TOTAL 59 MESES 252 9,5

(1)Se refiere exclusivamente a la recuperación del ATDM en el momento de iniciar cada período de bombeo.
Tabla 1. Características de las campañas de explotación de acuíferos realizadas por el CYII en el último decenio.

La Figura 2 recoge la evolución de la explotación del ATDM, observándose que la campaña 2002, a
pesar de que el período de recuperación ha sido escaso, el descenso general creado por los bombeos en
las diferentes áreas de extracción del acuífero es del orden de un 10% menor que el originado por la
campaña anterior (1999-2000). Este hecho se debe fundamentalmente a que la explotación 2002 se ha

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COMUNICACIÓN: EXPLOTACIÓN DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO URBANO DE LA COMUNIDAD
DE MADRID: SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA

caracterizado por mantener una homogeneidad mensual en el volumen suministrado así como en el
número y caudal de pozos operativos.

Figura 2. Resultados de la explotación del acuífero terciario detrítico de Madrid (Período 1994 – 2002).

USO DEL AGUA SUBTERRÁNEA PARA EL ABASTECIMIENTO URBANO DE LA COMUNIDAD DE


MADRID: CAMPAÑA DE EXPLOTACIÓN 2002

En el Análisis de Gestión de Aducción correspondiente al mes de febrero de 2002 elaborado por la


Comisión de Explotación de Captaciones del Canal de Isabel II, se indicó que el sistema se encontraba por
debajo del nivel que marca la utilización de recursos alternativos proponiendo así el inicio, de forma
escalonada, de la incorporación de aguas subterráneas al abastecimiento. Para ello, se realizó el
“Programa de Actuación de Puesta en marcha de los Pozos del Sistema General”, comenzando su
explotación a partir del 11 de febrero de 2002. Esta campaña de explotación continuada de aguas
subterráneas se da por finalizada a finales de diciembre de 2002, aunque durante el primer trimestre del
presente año algunos campos de pozos siguieron activos para cubrir básicamente demandas locales.

Aportación de aguas subterráneas al sistema de abastecimiento

Durante el pasado año 2002 el número total de pozos en explotación bien de forma continuada o no
ha sido de 53, aportando conjuntamente un volumen próximo a 51 hm3 que supone un 10% del total
abastecido (Figura 3). Dicha aportación podría haber alcanzado el 15% de no haber sido por las
incidencias acontecidas durante la explotación, que obligaron al paro de varias unidades evitando así el
funcionamiento total de los diferentes campos. Aunque los meses en los que se alcanza el máximo valor
han sido marzo, abril y diciembre, la producción máxima corresponde a los meses de junio y julio (5,26

172
Esther SÁNCHEZ SÁNCHEZ; Antonio MUÑOZ GARCÍA; José Antonio IGLESIAS MARTÍN y
Emilio CABRERA MÉNDEZ

hm3 y 5,27 hm3, respectivamente).

Figura 3. Distribución porcentual de aportación de aguas subterráneas al abastecimiento durante el período de


explotación 2002.

Producción

La Tabla 2 recoge los datos de producción por zonas de extracción correspondientes al período 2002,
observándose que el protagonismo corresponde al acuífero terciario detrítico de Madrid del que se han
extraído cerca de 48 hm3, con las zonas norte y central como áreas de máxima explotación.

ÁREA DE EXTRACCIÓN Nº UNIDADES EN CAUDAL MEDIO VOLUMEN APORTADO


ACUÍFERO SECTOR EXPLOTACIÓN (l/s) (hm3) %
ACCT TORRELAGUNA 2 241 2,5 4,95
NORTE 17 763 18,4 36,44
CENTRAL 6 582 13,1 25,94
ATDM
OESTE 12 485 8,8 17,42
SUR 15 450 7,5 14,85
LOCALES C. VIDRIOS 1 17 0,2 0,40
TOTAL AGUA SUBTERRÁNEA 53 2.538 50,5 100

Tabla 2. Producción de aguas subterráneas por sectores de explotación. Período 2002.

Conviene destacar que las circunstancias que han rodeado a la explotación de los campos de la zona
oeste, paros continuos debido a problemas detectados en la concentración de cloro residual a la salida de

173
COMUNICACIÓN: EXPLOTACIÓN DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO URBANO DE LA COMUNIDAD
DE MADRID: SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA

los depósitos, han conllevado que su producción real sea bastante inferior a la potencial alcanzando
únicamente el 17% de la aportación total de aguas subterráneas al sistema cuando estos campos tienen
capacidad para superar el 25 %.
En cuanto a la producción mensual, excepto el mes de febrero, en el que la explotación no se inició
hasta finales de la primera quincena, ha sido prácticamente constante entre 4,4 y 5,3 hm3. En la Figura 4
representa la producción mensual y acumulada para este período de extracción.

Figura 4. Producción mensual y acumulada de aguas subterráneas para el período de explotación 2002.

Rendimiento de los pozos y evolución piezométrica

En general, la campaña de explotación ha tenido resultados satisfactorios en lo que respecta a


capacidad de producción de los campos de pozos del CYII. La Tabla 3 sintetiza los resultados.
ÁREADE EXTRACCIÓN ZONA PÉRDIDA DE CAUDAL(1) (%) CAUDAL ESPECÍFICO FINAL (l/s/m)
NORTE 25 0.37
CENTRO 17 0.93
ATDM
OESTE 10 0.75
SUR -- --
ACCT +9 --
SIST. LOCALES C. VIDRIOS 0 --
(1) Se refiere a la pérdida de caudal medio desde el inicio del bombeo hasta el final de la campaña de explotación (t de bombeo:
aprox. 11 meses)
Tabla 3. Rendimiento de los pozos durante la campaña de explotación 2002.

La explotación del acuífero cretácico carbonatado de Torrelaguna (ACCT), al presentar éste conexión
hídrica con el río Jarama, no ha supuesto pérdida del caudal captado, comenzando su explotación en abril

174
Esther SÁNCHEZ SÁNCHEZ; Antonio MUÑOZ GARCÍA; José Antonio IGLESIAS MARTÍN y
Emilio CABRERA MÉNDEZ

con un caudal medio de 276 l/s y terminando en diciembre con un caudal superior a 300 l/s. No obstante,
durante los meses de verano y para evitar problemas de afecciones al río, este campo de pozos cesó su
actividad para retomarla a finales de octubre.
Los pozos que explotan el acuífero terciario detrítico de Madrid (ATDM), y teniendo en cuenta que éste
se caracteriza por presentar bajos parámetros hidrogeológicos, presentan al finalizar la campaña de
bombeo una pérdida de caudal del orden de 10%-25% con respecto a los valores iniciales, aportando un
caudal específico medio final próximo a 0,7 l/s.m. Así, la explotación conjunta de este acuífero comienza
con un caudal medio próximo a los 2.700 l/s, para finalizar en diciembre con un caudal de 2.100 l/s.
Aunque la zona norte del ATDM parece la más desfavorable en cuanto a capacidad productiva de sus
pozos, esto no corresponde a la situación real ya que en este sector se localizan varias de las unidades de
mayor rendimiento, con caudales específicos que llegan a superar los 2 l/s.m.
La zona sur (Batres-Móstoles) no es comparable con el resto de los sectores del acuífero, ya que la
problemática y características constructivas de los pozos son muy diferentes. No obstante, los caudales
captados en este sector han presentado una evolución prácticamente constante a lo largo de la campaña
de explotación.
En la Figura 5 se representa la evolución de caudales medios unitarios extraídos del acuífero terciario
detrítico en esta campaña de bombeo, observándose que los campos más productivos se localizan en las
zonas norte y central en las que se ubican unidades de captación que superan los 100 l/s a lo largo de

toda la explotación.
Figura 5. Evolución de caudales medios unitarios por zonas de extracción del ATDM (2002).

La estrategia de explotación ha ido encaminada a hacer un uso sostenible de los acuíferos, sin crear
grandes afecciones en el nivel piezométrico general. Para ello, se han equipado varios pozos con regulador

175
COMUNICACIÓN: EXPLOTACIÓN DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO URBANO DE LA COMUNIDAD
DE MADRID: SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA

de velocidad que permite el bombeo a nivel constante; esta iniciativa y una explotación uniforme y
constante próxima a 4-5 hm3/mes, han permitido que las depresiones del nivel piezométrico causadas por
el bombeo de larga duración no superen los 120 m en las áreas de máxima extracción. Los sectores de
mayor y menor afección al nivel piezométrico del ATDM se han detectado en la zona oeste, con
depresiones máximas próximas a los 200 m, y en la zona sur, 10-15 m, respectivamente.
En la Figura 6 se esquematizan los resultados piezométricos generales reflejando el comportamiento
de las diferentes zonas del acuífero terciario detrítico de Madrid frente a la explotación.

Figura 6. Evolución piezométrica e isodescensos del ATDM durante la campaña de explotación 2002

176
Esther SÁNCHEZ SÁNCHEZ; Antonio MUÑOZ GARCÍA; José Antonio IGLESIAS MARTÍN y
Emilio CABRERA MÉNDEZ

SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN EL CYII

El presente trabajo ha sintetizado la experiencia adquirida por el del Canal de Isabel II en materia de
aguas subterráneas, con el objeto de mostrar la importancia, necesidad y viabilidad de integrar este
recurso en el sistema de abastecimiento del Canal. Dicha experiencia ha permitido conocer los “errores”
o deficiencias en la explotación de acuíferos, entre los que destacan la realización de bombeos
desordenados en el espacio y la construcción y mantenimiento de un elevado número de captaciones para
el abastecimiento a pequeñas poblaciones.
El grado de conocimiento actual ha permitido establecer un protocolo de actuación para la explotación
futura de los acuíferos de la Comunidad de Madrid. Dicho protocolo está incluido en el nuevo Manual de
Abastecimiento del Canal de Isabel II, en vigor desde abril de 2003, en el que se definen las aguas
subterráneas del acuífero terciario detrítico como una reserva estratégica que habrá de reservarse para su
uso exclusivo durante situaciones de escasez o con carácter preventivo de estas situaciones. Por el
contrario, el acuífero cretácico de Torrelaguna, dada su interacción con los caudales fluyentes superficiales
del Jarama en su tramo medio, se trata como un recurso complementario que puede ser utilizado en
condiciones de normalidad de reserva.
Se han definido varias situaciones de actuación futura para el acuífero terciario detrítico en condiciones
de escasez y sequía, dependiendo del volumen mensual embalsado. Para hacer frente a dichas situaciones,
el Canal de Isabel II está trabajando en ampliar la capacidad productiva de sus campos de pozos mediante
distintas líneas de actuación:
– Construcción del nuevo campo de pozos del Guadarrama, con un total de 20-30 unidades de
captación, que aportará unos 30 hm3/año.
– Ampliación y mejora de los campos de pozos existentes. Esta iniciativa permitirá incrementar el
volumen extraído en, al menos, 10 hm3/año.
– Aplicación de la técnica de Almacenamiento Subterráneo y Recuperación (ASR) en el acuífero
terciario detrítico de Madrid, mediante el aprovechamiento de los volúmenes no regulados en los
embalses superficiales en los períodos de grandes aportaciones.
De menor a mayor grado de severidad, las fases a afrontar son las siguientes:
1ª) ALERTA DE SEQUÍA: la estrategia de explotación de aguas subterráneas se corresponde con la
realizada en el período de bombeo 2002. Consiste en aportar un volumen de aguas subterráneas
al sistema de abastecimiento próximo a 60 hm3 en un año, dejando recuperar el acuífero durante
los tres años siguientes.
El volumen mensual aportado será de unos 5 hm3 y se mantendrán, en la medida de lo posible,
los caudales durante el bombeo. Estas circunstancias son las que han permitido una explotación
con resultados satisfactorios.
2º) SEQUÍA HIDROLÓGICA SEVERA: cuando el sistema entre en esta fase, el acuífero tendrá que
aportar unos 80 hm3/año. Este volumen se podrá conseguir aplicando la estrategia básica de
sostenibilidad pero será necesario la inclusión del Campo de Pozos del Guadarrama, actualmente
en ejecución, del que se espera una capacidad productiva del orden de 30 hm3/año y/o la puesta
en marcha de nuevas captaciones pertenecientes a los campos de pozos ya existentes.
3º) SEQUÍA HIDROLÓGICA GRAVE Y EXTREMA:
En fases de sequía grave, la producción de aguas subterráneas será de 60 hm3/año. En este caso,
para conseguir la sostenibilidad del sistema es necesario que las unidades operativas trabajen al

177
COMUNICACIÓN: EXPLOTACIÓN DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO URBANO DE LA COMUNIDAD
DE MADRID: SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA

50% - 60% de su capacidad, para lo cual se pondrán en marcha todos los campos de pozos,
incluyendo las nuevas obras previstas para un futuro próximo.
Respecto a las situaciones de sequía extrema, se ha fijado una aportación de aguas subterráneas
de 45-50 hm3/año.
No hay experiencias que permitan cuantificar el tiempo de recuperación del acuífero terciario detrítico
tras varios años de explotación prolongada debido a una sucesión ininterrumpida de situaciones de
escasez hídrica, aunque probablemente se requieran de 6 a 10 años de no utilización de esta fuente de
suministro.
En estas condiciones de sequías prolongadas y extremas no se puede asegurar que la calidad del agua
extraída cumpla los requisitos necesarios para el consumo humano especificados en el Real decreto
140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de
consumo humano. Esta norma básica ha significado un cambio importante en los abastecimientos con
aguas subterráneas de más de 10 m3 diarios, indicando que “la calidad del agua de la captación deberá
ser tal que pueda ser potabilizada con los tratamientos de potabilización previstos en el abastecimiento”
(Art.7.3); además, se endurecen los valores paramétricos de los parámetros microbiológicos, químicos e
indicadores que habrán de cumplirse en el punto de entrega del agua.
En este nuevo marco de actuación, las aguas subterráneas requerirán en muchos casos el tratamiento
previo a su incorporación en las redes de distribución del Canal de Isabel II, ya que los sistemas utilizados
hasta ahora, dilución por mezcla con aguas superficiales de calidad controlada, pueden no ser suficientes.
Así, en los nuevos campos de pozos del Canal de Isabel II se contempla la conexión con estaciones de
tratamiento de aguas potables (ETAP) antes de su distribución, como son los campos de Guadarrama y
Batres. De igual forma, los abastecimientos todavía activos a pequeños núcleos de población se están
viendo afectados por la entrada en vigor de esta nueva normativa, requiriendo un mayor seguimiento tanto
de la calidad del agua extraída como del estado de los materiales que están en contacto con la misma.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CANAL DE ISABEL II (2003). Informe Anual de Explotación de Aguas Subterráneas. Febrero- Diciembre, 2002. Informe
interno. 51 pp.
CANAL DE ISABEL II (2003). Manual de abastecimiento del Canal de Isabel II. Informe de difusión limitada. 169 pp.
MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA (2003). Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios
sanitarios de la calidad del agua de consumo humano. BOE núm. 45, 21 de febrero de 2003.

178
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LOS SONDEOS ELÉCTRICOS VERTICALES


COMO TÉCNICA PARA EL SEGUIMIENTO DE LA EVOLUCIÓN DE LA CUÑA DE
INTRUSIÓN MARINA. EJEMPLO DEL DELTA DEL TORDERA

Teresa TEIXIDÓ ULLOD* y Pere MARTÍNEZ FIGUERAS

(*) Institut Cartogràfic de Catalunya. Parc de Montjuïc, s/n. 08038 Barcelona. tteixido@icc.es.
(**)Institut Cartogràfic de Catalunya. Parc de Montjuïc, s/n. 08038 Barcelona. pmartinez@icc.es.

RESUMEN

La contaminación por intrusión marina es un creciente problema en todo el litoral mediterráneo,


especialmente en las zonas de mayor concentración de población. En este estudio se propone la utilización
de Sondeos Eléctricos Verticales (SEV) como técnica geofísica viable (rápida y no destructiva) para
caracterizar la cuña de intrusión marina ya que ésta puede ser delineada como una área de baja
resistividad debido a la salinidad del agua intersticial de los materiales afectados.
Como ejemplo se presenta el estudio realizado en el margen derecho del delta del río Tordera
(Barcelona-Girona), en donde a partir de los años 70 se empezaron a detectar en el acuífero subterráneo
concentraciones elevadas de salinidad del agua. En 1969 se realizó una campaña de SEV y en 1996 se
llevó a cabo otra campaña de SEV, -emplazándolos en las mismas localizaciones de los antiguos sondeos-
, con el objeto de evaluar la evolución del frente de la interfase agua dulce - agua marina. También se
realizó un perfil sísmico de reflexión de alta resolución (2000) a fin de obtener un mejor conocimiento
litológico ya que la interpretación geoeléctrica presenta cierto grado de incertidumbre dado que no puede
discriminar entre materiales conductores de baja permeabilidad, del tipo limos - arcillas, y formaciones de
elevada permeabilidad (gravas - arenas) que contengan agua parcialmente salobre.

Palabras Clave: Sondeos eléctricos verticales, resistividad aparente, mapas de isorresistividad, sísmica de
reflexión.

INTRODUCCIÓN

El embalse subterráneo del bajo Tordera constituye casi exclusivamente la fuente de suministro de
agua potable para los núcleos urbanos entre Arenys de Mar y Tossa de Mar. Ya en 1994, dicha demanda
suponía una explotación de las aguas subterráneas de más de 40 hm3/año que coincidía con sus cifras de
recarga (DOMENECH, 1994). Además, en esta zona costera, la distribución no es homogénea a lo largo
del año, sino que prácticamente el 45-50 % se concentra durante el período estival (junio-septiembre).
Considerando este tipo de demanda, su dependencia estacional, los recursos totales disponibles y
teniendo en cuenta las cifras de recarga; se deduce fácilmente que para satisfacer la demanda punta,
desde hace años, se viene utilizando la capacidad útil del embalse subterráneo del bajo Tordera.

179
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LOS SONDEOS ELÉCTRICOS VERTICALES COMO TÉCNICA PARA EL SEGUI-
MIENTO DE LA EVOLUCIÓN DE LA CUÑA DE INTRUSIÓN MARINA. EJEMPLO DEL DELTA DEL TORDERA

CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS

Contexto geológico

La cuenca del río Tordera se encuentra situada en la unidad estructural de las Sierras Costero-
Catalanas. Los depósitos aluviales cuaternarios del curso bajo empiezan en el estrechamiento del valle
deltaico, cerca de Fogars del Tordera, con una anchura de 150 m y terminan en la desembocadura al mar
con una extensión de 5 km. Para este último tramo, el esquema estructural (DOMENECH, 1996) es el
siguiente: i) Un acuífero superficial libre que cubre toda la llanura aluvial formado por gravas y arenas de
origen fluvial con un espesor máximo en torno los 20 m y caracterizado por una elevada permeabilidad.
ii) Niveles intermedios de baja permeabilidad (acuitardo), formado por materiales de grano más fino de
origen lacustre y marino (limos y arcillas) que presentan geometrías lenticulares. iii) Un acuífero profundo
situado en el margen derecho del actual curso del río, de dimensiones en torno a los 500 m de anchura
máxima formado por materiales detríticos (gravas y arenas de grano grueso) con una elevada
permeabilidad y una potencia aproximada de 30-40 m. iv) Substrato granítico con un grado de alteración
considerable en sus primeros metros. En este esquema simplificado, lateralmente podría existir conexión
hidráulica entre el acuífero superficial y el profundo en sectores de los niveles intermedios, especialmente
cerca del litoral; hecho que puede tener importancia para explicar la intrusión marina.

Evidencias de la intrusión marina

Las primeras evidencias de intrusión marina en el acuífero profundo se pusieron de manifiesto en dos
piezómetros de control B2-ab y A4-ab (Figura 1), distantes respectivamente unos 500 y 200 m de la línea
de costa, los cuales registraban conductividades identificables al agua marina (Figura 1).

(a) (b)

Figura 1. (a) Variación de la conductividad en profundidad del piezómetro B2-ab (registro de julio de
1994). Esta testificación pone de manifiesto el efecto de la intrusión marina sobre el acuífero profundo.
(b) Variación de la conductividad en profundidad del piezómetro A-ab situado al lado del río y a 200 m
de la línea de costa; (registro de julio de 1994) en donde también hay evidencia de intrusión marina.

180
Teresa TEIXIDÓ ULLOD y Pere MARTÍNEZ FIGUERAS

Así mismo, la Tabla 2 pone de manifiesto un descenso paulatino del nivel para el piezómetro B2-ab
(acuífero profundo) durante 12 años. Teniendo en cuenta que este sondeo está alejado de las principales
fuentes de suministro y dista unos 500 m de la línea de costa, cabe atribuir este descenso del nivel a un
aumento de la densidad del agua. Asignando al agua continental una densidad de 1 g/cm3 y de 1.025
g/cm3 al agua marina (CUSTODIO et al., 1976) y suponiendo una tendencia lineal de descenso, se deduce
que el agua salina ha substituido entre un 50-60 % a la continental.

Nivel piezométrico del sondeo B2-b


Año Profundidad agua subterránea Δnivel Relación de alturas
(m) (m) (h/h')
1983 0,10
1984 0,15 0,05 1,0008
1985 0,25 0,15 1,0023
1986 0,50 0,40 1,0062
1987 0,50 0,40 1,0062
1998 0,35 0,25 1,0039
1989 0,65 0,55 1,0083
1990 0,78 0,68 1,0106
1991 0,84 0,74 1,0115
1992 0,81 0,71 1,0110
1993 0,73 0,63 1,0098
1994 0,98 0,88 1,0137
1995 1,01 0,91 1,0142

Tabla 2. Evolución del nivel freático del piezómetro B2-b a lo largo de 12 años. El descenso de nivel significa que
entre un 50-60 % del agua continental ha sido substituida por agua de origen marino (DOMENECH, 1996).

PROSPECCIÓN ELÉCTRICA

En noviembre de 1969 el Servicio Geológico de Obras Públicas (REPO, 1971) realizó una campaña de
sondeos eléctricos verticales (SEV), en donde parte de ellos se ubicaban en el margen derecho del Tordera
(Figura 2). Aprovechando estos datos, en octubre de 1996 se efectuó otra campaña de SEV coincidiendo,
el máximo posible, con las antiguas localizaciones (Figura 2). El objetivo de la prospección fue detectar
diferencias geoléctricas entre estos dos grupos SEV que estaban situados en los mismos emplazamientos,
pero separados 27 años en el tiempo. Estas diferencias de resistividades aparentes entre las
correspondientes parejas de SEV solo podían atribuirse a unas variaciones específicas del subsuelo:
oscilación del nivel freático, cambio de la calidad del agua, y excavación o relleno de los tramos
superficiales. Dado que los dos acuíferos del margen derecho del delta no han experimentado variaciones
importantes del nivel freático, cabe inferirse que las diferencias de resistividades aparentes
correspondientes a las distintas épocas de medida pueden imputarse a un cambio de la calidad del agua
(BENSON et al., 1990).

181
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LOS SONDEOS ELÉCTRICOS VERTICALES COMO TÉCNICA PARA EL SEGUI-
MIENTO DE LA EVOLUCIÓN DE LA CUÑA DE INTRUSIÓN MARINA. EJEMPLO DEL DELTA DEL TORDERA

Los datos se obtuvieron utilizando la misma


metodología que los antiguos SEV: un dispositivo
Schulmberger con aperturas de semi-ala (AB/2)
entre 0,25 y 240 m. En la Figura 3 se muestran dos
SEV representativos de un sector contaminado por
agua salada y de uno no contaminado, distantes
entre si unos 300 m.

Figura 2. Localizaciones de los SEV. (♦) Corresponde a


la ubicación de los 21 SEV realizados en 1969; mientras
que (x) hace referencia a la ubicación de los 28 SEV
correspondientes a los años 1994,1995 y 1996. También
se muestra el perfil sísmico PS.

(a)

(b)
Figura 3. (a) Curva experimental del SEV-
55 de la campaña de 1969 representativo
de una zona no contaminada y su inter-
pretación geoeléctrica correspondiente
(datos de campo Gefisa Prohidro). (b)
Curva experimental e interpretación
geoeléctrica del SEV-6 de la campaña de
1996; en donde se observa que los mate-
riales de la parte final del sondeo estarían
saturados con agua marina (caída de la
resistividad).

182
Teresa TEIXIDÓ ULLOD y Pere MARTÍNEZ FIGUERAS

Figura 4. Mapa de isorresistividades aparentes situadas en las respectivas seudo-profundidades con el fin de
estimar las dimensiones del frente de avance de la interfase agua dulce - agua marina. En la parte izquierda se
muestran los datos de 1969 y en la parte derecha los del año 1996.

En la Figura 4 se muestran los mapas de isorresistividades aparentes de las campañas de noviembre


de 1969 y octubre de 1996 para diferentes distancias electródicas (AB). Teniendo presente que el
espaciado entre los eléctrodos AB da cuenta de la distribución eléctrica (en superficie) para una
determinada profundidad (ORELLANA,1972) y a fin de estimar el avance de la cuña marina se han
superpuesto los mapas de isorresitividades a la seudo-profundidad correspondiente. Los resultados
representan la evolución del frente de intrusión a lo largo de estos 27 años; obteniéndose que la dirección
preferente de contaminación se produce por el SW (zona de Malgrat):
1) El mapa de isorresistividades del año 1996 correspondiente a la distancia AB = 20 m (acuífero libre
superficial) muestra resistividades más altas que su homólogo del año 1969 en toda la franja paralela al
río; efecto que se relaciona con el aumento de la calidad del agua superficial del Tordera en estos últimos
años. Mientras que en la zona próxima a Malgrat (SW) se aprecia una bajada de valores respecto al año
1969 coincidiendo con un aumento de la actividad humana en este sector (creación de industrias).
2) En la actualidad (1996), el mapa de isorresistividades AB = 100 m que haría referencia al techo del
acuífero profundo también evidencia un aumento de valores en el sector próximo al río. El avance de unos
500 m de la isolínea de 40 Ω.m hacia Malgrat indicaría una evolución de la cuña de agua marina en esta
dirección.
3) Para las distancias electródicas AB = 200 y 240 m (acuífero profundo y zócalo del granito) y
considerando como referencia las isolíneas de 40-60 Ω.m; se constata en la actualidad (1996) un

183
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LOS SONDEOS ELÉCTRICOS VERTICALES COMO TÉCNICA PARA EL SEGUI-
MIENTO DE LA EVOLUCIÓN DE LA CUÑA DE INTRUSIÓN MARINA. EJEMPLO DEL DELTA DEL TORDERA

desplazamiento importante (en torno 1100 m), lo que indicaría que la infiltración de agua procedente del
mar se hace más efectiva en este intervalo.

PROSPECCIÓN SÍSMICA

El perfil de reflexión de alta resolución (TEIXIDÓ, 2000) se realizó paralelo a la línea de costa (entre
Malgrat - La Tordera) y distante unos 500 m de la misma (Figura 2), con el objetivo de definir los cuerpos
sedimentarios y superponer la sección sísmica a los resultados obtenidos con la prospección eléctrica. En
la Figura 5-a se presenta su interpretación geológica y en la Figura 5-b se presenta dicha interpretación
correlacionada, en seudo-profundidad, con los correspondientes mapas de isorresistividades. A partir de
ello puede destacarse:
1) La pseudo- profundidad del nivel más superficial (AB=20 m) se relaciona con los primeros 15-25 m
de la sección sísmica en donde hay carencia de señal, si bien el máximo resistivo del extremo NE podría
corresponderse con la llanura deltaica subactual (cuerpo 2 en la sección sísmica).
2) En general, la zona no contaminada (parte NE) de los mapas de isorresistividades aparentes (1996)
coincide con el lado donde se localiza la migración del canal lateral y del actual curso del río, sector donde
los materiales pueden desarrollar un acuitardo más potente. También se apunta la posibilidad de que el
cuerpo central 5 de la sección sísmica pueda actuar como una divisoria entre materiales de más baja
permeabilidad, en el extremo NE, y materiales más permeables; al NW (AB=100m).
3) El mapa de isorresistividades más profundo (AB=240 m) se situaría sobre la sección sísmica en
torno al nivel de granito alterado - granito fisurado; presentando una entrada de agua marina desde la
parte central hacia el extremo NW que coincide con la disminución de la potencia de la capa de granito
alterado. Hecho que concuerda con un aumento de la permeabilidad del granito fisurado respecto a la del
alterado, ya que la meteorización de la ortosa y de otros feldespatos componentes del granito dan lugar
a la caolinita y a otros minerales de la arcilla formando capas impermeables.

Figura 5-a. Interpretación geológica.

184
Teresa TEIXIDÓ ULLOD y Pere MARTÍNEZ FIGUERAS

Figura 5-b. Interpretación conjunta de la sección sísmica y de la prospección eléctrica. En la parte superior se han
colocado los mapas de isorresistividades aparentes a las correspondientes seudo-profundidades y se han relaciona-
do con los tramos de sección sísmica que les concierne.

CONCLUSIONES

En las zonas costeras, la prospección geoléctrica constituye una técnica útil (rápida y no destructiva)
para delinear la evolución de la intrusión marina ya que ésta puede ser delineada como una área de baja
resistividad debido a la salinidad del agua intersticial de los materiales afectados.
De este modo, los mapas de isorresistividades no solo son capaces de extender la información puntual
suministrada por los piezómetros en un determinado periodo, si no que también permiten visualizar en el
tiempo la evolución de la cuña marina, y así tener un control más exhaustivo del área afectada.
El margen derecho del delta del río Tordera (Barcelona-Girona) constituye un buen ejemplo de ello, en
donde se ha constatado que la evolución de la intrusión salina a lo largo de 27 años avanza
prioritariamente hacia el SW de la formación deltaica. Así mismo, se constata que la información
sedimentaria suministrada por la prospección sísmica ayuda a obtener un mejor conocimiento de la zona
ya que la interpretación geoeléctrica presenta cierto grado de incertidumbre dado que no puede
discriminar entre materiales conductores de baja permeabilidad, del tipo limos - arcillas, y formaciones de
elevada permeabilidad (gravas - arenas) que contengan agua parcialmente salobre.

185
COMUNICACIÓN: UTILIZACIÓN DE LOS SONDEOS ELÉCTRICOS VERTICALES COMO TÉCNICA PARA EL SEGUI-
MIENTO DE LA EVOLUCIÓN DE LA CUÑA DE INTRUSIÓN MARINA. EJEMPLO DEL DELTA DEL TORDERA

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BENSON, A.K.; PAYNE, K.L. and STUBBEN, M.A. (1990). Maping groundwater contamination using resistivity and VLF
geophysical methods. Geophysics, 62, 1185-1198.
CUSTODIO, E. y LLAMAS, M.R. (1976). Hidrología Subterránea. Vol I y II. Ediciones Omega SA, Barcelona. ISB 84-282-
0446-2.
DOMENECH, J. (1994). Embassament subterràni del Baix Tordera. Agència Catalana de l’Aigua (ACA), informe intern,
Barcelona.
DOMENECH, J. (1996). Embassament subterràni del Baix Tordera.Control sobre la intrusió marina. Agència Catalana
de l’Aigua (ACA), informe intern, Barcelona.
REPO (1971). Informe hidrogeológico sobre los depósitos aluviales del río Tordera. Estudio de los recursos hidráulicos
totales del Pirineo Oriental (Zona Norte). Servicio Geológico de Obras Públicas/Comisaria de Aguas. Madrid.
ORELLANA, E. (1972). Prospección Geoléctrica en corriente continua. Ed. Paraninfo Madrid. Pág. 523.
TEIXIDÓ, T. (2000). Caracterización del subsuelo mediante sísmica de reflexión de alta resolución. Tesis Doctoral, 252
pag. Fondo documental de la Universidad de Barcelona. URN:TDX-0630103-084025.
http://www.tdx.cesca.es/TDX-0630103-084025/.

186
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: BALANCE HÍDRICO EN LA CONCA D’ÒDENA (BARCELONA):


VALORACIÓN Y OPORTUNIDADES DE REUTILIZACIÓN

Laura VIDAL* y Josep MAS-PLA

(*) Unitat de Geodinàmica Externa i Hidrogeologia, Departament de Geologia, y


Institut de Ciència i Tecnologia Ambiental, Universitat Autònoma de Barcelona.
08193 Bellaterra, Barcelona. E-mail: josep.mas.pla@uab.es

RESUMEN

El balance hídrico realizado en la Conca d’Òdena (Barcelona) compara los recursos disponibles con la
demanda urbana e industrial, mostrando como el suministro actual excede los recursos hidrológicos
disponibles a escala regional. Esta situación ha dado lugar en la sobreexplotación del acuífero Carme-
Capellades, y a la pérdida de valores ecológicos del río Anoia, condicionando así el crecimiento económi-
co. Según el balance realizado, se sugieren algunas posibilidades de reutilización y de recuperación de los
recursos, considerando la calidad de los vertidos a alcantarillado y la depuración efectuada de las aguas
residuales.

Palabras Clave: Balance hídrico, demanda, reutilización, Conca d’Òdena.

INTRODUCCIÓN

Es habitual en nuestro país que la evolución económica y social en determinadas áreas se haya real-
izado sin una evaluación previa de los recursos hidrológicos, habiéndose llegado a situaciones de elevada
explotación dejando un escaso margen para el crecimiento futuro y el correcto desarrollo ecológico de los
cauces.
La Conca d’Òdena, situada en la comarca de Anoia (Barcelona), es un ejemplo en el que las extrac-
ciones de recursos hídricos superficiales, destinados a abastecer las necesidades urbanas e industriales,
han impactado notablemente en la calidad ecológica del río Anoia (MUNNÉ y PRAT, 1996). La Conca
d’Òdena comprende los municipios de Igualada, Sta. Margarida de Montbui, Vilanova del Camí y Òdena
(Figura 1). La población total se aproxima a los 55.000 habitantes, y existe una fuerte implantación de la
industria del curtido en Igualada. La actividad agrícola se halla limitada básicamente al cultivo de cereales.
Las zonas de regadío se hallan en las proximidades de los cauces y comprenden únicamente unas 25 ha.
El objetivo de este estudio es realizar un balance hídrico de los municipios de la Conca d’Òdena con
la finalidad de valorar la cantidad de recursos disponibles y su distribución actual en los sectores domés-
tico e industrial. A su vez, se exponen alternativas de gestión para satisfacer la demanda y mantener un

187
COMUNICACIÓN: BALANCE HÍDRICO EN LA CONCA D’ÒDENA (BARCELONA): VALORACIÓN Y OPORTUNIDADES
DE REUTILIZACIÓN

caudal de mantenimiento que permita la existencia de un sistema fluvial de calidad. En definitiva, se real-
iza una prospectiva de reutilización de las aguas residuales tratadas en las estaciones depuradoras dentro
del balance hídrico regional, considerando las necesidades de calidad impuestas por los distintos usos.

Figura 1. Situación geográfica de la Conca d’Òdena (Equidistancia UTM: 25 km).

ORIGEN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS

Los recursos hídricos destinados al abastecimiento de los municipios de la zona son,


• Los recursos propios de la zona, concretamente el caudal del río Anoia y las captaciones subter-
ráneas mediante pozos y minas, algunas de las cuales constituyen los llamados “aforaments”, y
• los recursos externos: los caudales de la riera de Carme (actualmente en desuso) y, mayoritaria-
mente, las captaciones del acuífero de Carme-Capellades.
El caudal del río Anoia, según la estación de aforamiento de Jorba, a unos 5 km al oeste de Igualada,
presenta unos aportes de 13 hm3 anuales. Así, el suministro de agua superficial a la industria de curtidos
se efectúa a través de un canal procedente de la presa dels Blanquers, que retiene las aguas del río Anoia
(Figura 2), siendo la capacidad de este canal de unos 4000 m3/d, si bien el caudal suele ser del orden de
1000 m3/d (según el documento de Agenda XXI elaborado por el ayuntamiento de Igualada). Debido a
estas extracciones, el caudal restante a partir de la presa es escaso e insuficiente para el mantenimiento
de los ecosistemas.
La evaluación del volumen procedente de la explotación de pozos y minas es complejo dada la exis-
tencia de los “aforaments”. Éstos constituyen caudales de agua destinados a usos particulares o al riego
de zonas ajardinadas y carecen de contador de caudal. El flujo de estas fuentes depende de las fluctua-
ciones naturales y suele rellenar los depósitos de almacenamiento particulares, vertiéndose el caudal
sobrante al alcantarillado (según la Agenda XXI).

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189

Laura VIDAL y Josep MAS-PLA


Figura 2. Balance hídrico de la Conca d’Òdena
COMUNICACIÓN: BALANCE HÍDRICO EN LA CONCA D’ÒDENA (BARCELONA): VALORACIÓN Y OPORTUNIDADES
DE REUTILIZACIÓN

El sistema de suministro municipal se abastece básicamente de las captaciones ubicadas en el acuífero


de Carme-Capellades. Este sistema hidrogeológico se halla constituido por formaciones carbonatadas ter-
ciarias, cuyo rendimiento ha disminuido en la última década a consecuencia de la intensa explotación de
sus recursos, habiéndose declarado sobreexplotado.

EVALUACIÓN DEL CONSUMO

El cómputo del consumo por municipios y por sectores de usuarios se extrae de los datos propor-
cionados por la Agencia Catalana del Agua (ACA; datos de 1999), los cuales son basados en datos pro-
pios, en datos de las entidades suministradoras para el consumo doméstico, y en datos de vertidos a la red
de alcantarillado para el consumo industrial. Ambos se detallan en la Tabla 1, diferenciando aquellos que
proceden de recursos propios (río Anoia, rieras y efluentes, pozos y minas) y los servidos por las entidades
suministradoras (acuífero de Carme-Capellades). El volumen de agua utilizado por la agricultura se ha cal-
culado en base a las hectáreas de regadío declaradas en cada municipio.

Recursos propios Recursos externos Total Total


Igualada m3/a‰ m3/a‰ m3‰a‰ ‰
Doméstico 4,6 2.034 2.038,5 65,95
Industrial 406,7 645,9 1.052,6 34,05
Total 411,3 2. 679,8 3.091,1 100
Òdena
Doméstico 0,5 154,4 154,9 54,63
Industrial 7,1 121,5 128,6 45,37
Total 7,6 276 283,6 100
Sta Margarida M.
Doméstico 0,1 588,8 588,9 84,33
Industrial 0,8 108,6 109,4 15,67
Total 0,9 697,4 698,3 100
Vilanova del Camí
Doméstico 0,6 484,4 485 77,64
Industrial 29,2 110,4 139,6 22,36
Total 29,8 594,8 624,6 100

Totales
Doméstico 5,7 3.261,6 3,267,3 69,39
Industrial 443,9 986,4 1.430,3 30,38
Agrícola 10,9 10,9 0,23
Total 460,6 4.248 4.708,5 100

Tabla 1. Demanda por municipios, usos y origen de los recursos hidrológicos (según ACA).

190
Laura VIDAL y Josep MAS-PLA

El consumo queda resumido por los siguientes porcentajes:


• En el contexto de la Conca d’Òdena, el 69,4% de los recursos totales se destina a uso doméstico, y
el 30,4% a uso industrial. Asimismo, el 90,2% de los recursos proceden de entidades sumin-
istradoras.
• En el caso de Igualada, los recursos externos constituyen el 86,7% del total consumido en dichos
municipios. Sin embargo, sólo representa el 61,3% de las necesidades hídricas de la industria,
aunque el consumo industrial en Igualada es sensiblemente mayor (34%) al de la Conca d’Òdena.
Se manifiesta pues una dependencia de la explotación del acuífero Carme-Capellades y una notable
participación de los recursos propios en el uso industrial en Igualada.
Ante este balance, la problemática hidrológica regional es doble. Por una parte, cómo disponer de sufi-
cientes cantidades de agua que garanticen la demanda actual y permitan el crecimiento y, por otra, cuál
es la mejor alternativa de gestión y qué cantidad de recursos pueden ahorrarse con la finalidad de man-
tener un caudal ecológico en el río Anoia y recuperar los niveles en el acuífero explotados. Para ello, cabe
considerar la calidad que requieren los distintos usos, la calidad de los vertidos a alcantarillado y la reuti-
lización del agua depurada.

IMPLICACIONES DE LA CALIDAD DE LOS RECURSOS

La calidad mínima requerida por los distintos sectores (usos industrial, agrícola, urbano…) es esencial
para determinar nuevas fuentes que permitan solventar el déficit hídrico existente en la Conca de Ódena.
En este sentido, la calidad de los vertidos a alcantarillado condiciona el uso futuro de las aguas residuales
depuradas. Como se ha descrito los efluentes que recibe la estación depuradora de aguas residuales
(EDAR) regional, situada en Vilanova del Camí, proceden de la mezcla de 1) el uso doméstico, con las car-
gas contaminantes habituales, 2) el uso industrial, que en el caso de la industria de curtido añade una ele-
vada concentración de cromo, entre otras substancias, y 3) los excedentes de los “aforaments”, difícil-
mente cuantificables, consistentes en agua no usada y por tanto libre de carga contaminante.
La EDAR soporta una carga equivalente a unos 200.000 habitantes, debido a los compuestos indus-
triales que debe tratar. Así, en relación a la contaminación industrial cabe destacar la presencia de taninos
que impiden que alcance los límites de color aceptables y, por supuesto, la concentración de cromo que
en medidas puntuales alcanza valores de 34 mg/L a la entrada del EDAR (PRAT y MUNNÉ, 1998).
Actualmente, no existe un tratamiento eficiente del cromo, si bien el sector del curtido considera constru-
ir a corto plazo una planta de recuperación que evite su curtido (M. VILA, com. pers.).
A través del balance hídrico elaborado se concluyó que el volumen de agua tratado por la EDAR es
notablemente superior al volumen de agua computabilizado por la ACA. En el 1999, el volumen total que
trató la EDAR fue de 6,61 hm3, dando lugar a un excedente de 1,90 hm3 respecto a los recursos utiliza-
dos. Esta diferencia se atribuye a los caudales no aprovechados de los “aforaments”, a la precipitación
introducida en el alcantarillado, así como a errores en la declaración de vertidos industriales.
Considerando que los caudales efluentes de la EDAR superan habitualmente en dos o tres veces el
caudal natural del río Anoia, la elevada concentración de sulfatos (700-800 mg/L, de origen natural) y
cloruros (concentración media: 600 mg/L, con puntas de 1500 mg/L) son los causantes de la elevada salin-
idad del agua superficial. Asimismo, las concentraciones de amonio (10 mg/L), sin una dilución natural,
resultan nocivas para la dinámica ecosistémica del río Anoia (datos de PRAT y MUNNÉ, 1998).

191
COMUNICACIÓN: BALANCE HÍDRICO EN LA CONCA D’ÒDENA (BARCELONA): VALORACIÓN Y OPORTUNIDADES
DE REUTILIZACIÓN

POSIBILIDADES DE REUTILIZACIÓN Y ALTERNATIVAS

En este sentido, los efluentes de la EDAR constituyen los volúmenes potencialmente reutilizables,
aunque su quimismo representa un significante impedimento. Las necesidades desde el punto de vista
cualitativo para los distintos usos y los requerimientos respecto a estos efluentes (según indicaciones de
METCALF y EDDY, 1996) son los siguientes:
• Uso urbano no potable: para la utilización para riego de jardines y baldeo de áreas urbanas, las
aguas de la EDAR presentan una DBO sensiblemente elevada, así como restricciones de color. Se
desconocen datos microbiológicos que pudieran impedir su uso.
• Uso industrial: se requieren aguas de baja dureza para facilitar la hidratación de las pieles, la esta-
bilización de distintas grasas y la eficiencia de los colorantes, así como para evitar incrustaciones en
calderas o torres de refrigeración. Se requiere una reducción de la salinidad (según una iniciativa de
la industria local se considera el proceso de ósmosis inversa; M.VILA, com. pers.) y de los nutrientes
mediante tratamientos posteriores.
• Uso agrícola: los valores de los efluentes son adecuados para el riego, si bien esta actividad es lim-
itada en el área de estudio.
• Uso ecológico: los valores de quimismo a la salida de la EDAR son inutilizables para su vertido direc-
to en el cauce, como sucede actualmente y da lugar a un importante deterioro de los ecosistemas
de ribera. La causa principal de la ausencia de caudal es la captación de casi la totalidad de las
aguas superficiales del río Anoia para uso industrial a través de la presa dels Blanquers, lo que pos-
teriormente impide la dilución de los efluentes.
A partir del balance hídrico realizado en la Conca d’Òdena, es posible sugerir algunas alternativas a la
problemática hidrológica planteada. En primer lugar, parece necesario disponer de un tratamiento tercia-
rio de los efluentes antes de cualquier uso. Posteriormente, la reintroducción de los efluentes de la EDAR
en el ciclo hidrológico presenta distintas posibilidades: 1) el vertido de éstos al río Anoia en la misma EDAR
mejoraría la calidad del cauce aguas abajo, pero no repercutiría en el tramo superior (zona de Igualada)
ni en el aprovechamiento urbano o industrial; 2) el transporte y vertido de éstos a un tramo superior de la
presa dels Blanquers presenta distintas ventajas como son la dilución de los efluentes en el caudal natu-
ral (sujeto a variabilidad estacional), garantizar el uso de recursos propios al sector industrial (previo
tratamiento en planta de la dureza, por ejemplo) y permitir un determinado caudal mínimo en el río Anoia.
El tratamiento terciario sugerido podría realizarse en el punto de vertido. No obstante, el coste energético
del transporte constituye el principal obstáculo a esta opción; y 3) el uso directo a las industrias requeriría,
como se ha comentado anteriormente, tratamientos específicos de mejora de la calidad.
Actualmente está en proyecto la construcción de una depuradora en Igualada que tratará las aguas
industriales y urbanas de este municipio vertiendo el efluente en el colector de la EDAR de Vilanova del
Camí. Este hecho es de vital importancia ya que reducirá considerablemente la carga de entrada en esta
depuradora y mejorará las condiciones del efluente de salida aumentando la viabilidad de la aplicación de
alternativas de reutilización.
Finalmente, insistir en las pérdidas a través de los “aforaments” cuyo aprovechamiento significaría un
paso hacia el ahorro de recursos y la sostenibilidad de la gestión.

192
Laura VIDAL y Josep MAS-PLA

CONCLUSIONES

El ejercicio de balance hídrico realizado en la Conca d’Òdena, considerando los volúmenes y la calidad
de los recursos implicados, permite extraer las siguientes conclusiones:
El binomio cantidad/calidad es imprescindible en la realización de balances con la finalidad de pro-
poner alternativas a la reutilización de las aguas y siempre desde la perspectiva de la idiosincrasia local.
En el caso estudiado, las posibilidades de reutilización son limitadas y existe una escasez manifiesta
tanto de los recursos propios como de los externos. En este sentido, se requieren iniciativas de reutilización
y principalmente de ahorro y optimización de la oferta para mantener el suministro futuro y permitir un
cierto crecimiento.
Dentro de un marco de sostenibilidad, la recuperación del caudal del río Anoia a su paso por la Conca
d’Òdena es un objetivo primordial, cuya resolución depende básicamente de las alternativas de reuti-
lización y ahorro que se adopten.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a A. Munné, J. Molist y J. Bou (ACA) la información y criterios aportados desde
la Administración. Asimismo, a M. Vila, director del Gremi d’Adobers d’Igualada, el interés y las aporta-
ciones referentes al uso y a la demanda industrial, y al contexto de la gestión hidrológica regional. Este
estudio está parcialmente financiado por el proyecto MCYT REN2002-04288-C02-01.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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MUNNÉ, A. y PRAT, N. (1996). El riu Anoia al seu pas per Igualada: diagnosi i control de la qualitat de les aigües.
Dipiutació de Barcelona.
PRAT, N. y MUNNÉ, A. (1998). Cabals i qualitat biològica del riu Anoia. Estudis de la Qualitat Ecològica dels Rius, 5.
Diputació de Barcelona.

193
COMUNICACIONES

RECARGA ARTIFICIAL
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: POSIBILIDADES DE ALMACENAMIENTO DE LAS AGUAS DEL


TRASVASE JÚCAR-VINALOPÓ EN LOS EMBALSES SUBTERRÁNEOS DE
LA PROVINCIA DE ALICANTE MEDIANTE RECARGA ARTIFICIAL. EL ALTO
VINALOPÓ

Silvino CASTAÑO CASTAÑO*; José Manuel MURILLO DÍAZ* y


Luis RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ**

(*) Dirección de Hidrogeología y Aguas Subterráneas. Instituto Geológico y Minero de España.


C/Ríos Rosas, 23. 28003-Madrid. s.castano@igme.es, jm.murillo@igme.es
(**) Dpto. de Ciclo Hídrico. Diputación Provincial de Alicante.
Avda. de Orihuela, 128. 03006 Alicante

RESUMEN

La planificación hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Júcar ha previsto el trasvase de agua


desde el río Júcar, como casi única solución para disminuir el déficit hídrico del Valle del Vinalopó y el
Campo de Alicante y la sobreexplotación de los acuíferos de la zona, especialmente los del Alto Vinalopó.
El almacenamiento de esos recursos transferidos podría efectuarse en los acuíferos de la zona en
determinadas condiciones, como en el caso de que en algunas épocas las demandas urbana y agrícola
fuesen inferiores a los volúmenes trasvasados. Esa posibilidad es analizada en el presente trabajo, desde
el punto de vista de disponibilidad de recursos y garantías de satisfacción de las diferentes demandas.

Palabras Clave: Alicante, recarga artificial, trasvases.

INTRODUCCIÓN

El Valle del Vinalopó, situado en su mayor parte en la provincia de Alicante (Figura 1), constituye el
principal paso natural de comunicaciones entre la meseta castellana y la zona costera mediterránea del
Levante español.
En ese sector se pueden separar tres comarcas agrícolas diferenciadas por sus características
geológicas y climáticas (RICO, 1994), Alto, Medio y Bajo Vinalopó (Figura 1). En el Medio y en el Bajo
Vinalopó, con clima netamente mediterráneo (RICO, 1994; ITGE, 2000), se han desarrollado cultivos
especializados y rentables, mientras en el Alto Vinalopó el clima es mediterráneo continentalizado, con
heladas, lo que ha originado la existencia de cultivos menos competitivos por ser esencialmente de
temporada.
Por otra parte, las precipitaciones son escasas y muy irregulares, pero son más abundantes en el Alto
Vinalopó que en el resto del Valle. Además, la menor deformación de las formaciones geológicas en el Alto

197
COMUNICACIÓN: POSIBILIDADES DE ALMACENAMIENTO DE LAS AGUAS DEL TRASVASE JÚCAR-VINALOPÓ EN
LOS EMBALSES SUBTERRÁNEOS DE LA PROVINCIA DE ALICANTE MEDIANTE RECARGA ARTIFICIAL. EL ALTO
VINALOPÓ

Vinalopó que en el resto del Valle, ha


favorecido la existencia de acuíferos con
mayores recursos y reservas en ese sector.
La evolución histórica de los consumos
de agua ha estado muy influida por el
desarrollo económico de la zona y del
Campo de Alicante (o L’Alacantí), y por la
mejora de las técnicas extractivas de las
aguas subterráneas, dada la escasez de
recursos superficiales. En este contexto se ha
producido un proceso de sobreexplotación
de los acuíferos que se ha desplazado desde
el sur hacia el norte del Valle, de modo que
el Alto Vinalopó se convirtió en la gran
reserva de aguas subterráneas del Valle del
Vinalopó y de la comarca del Campo de
Alicante, ya desde finales del siglo XIX.

PROBLEMÁTICA DEL SISTEMA DE


RECURSOS HÍDRICOS

En la Figura 2 se muestra el entramado


Figura 1. Comarcas agrarias de la cuenca del Vinalopó en la complejo que forman los componentes
provincia de Alicante, diferenciadas por los recursos y usos de
físicos del sistema de recursos hídricos, como
aguas subterráneas. Basada en RICO (1994).
son los elementos de extracción,
almacenamiento y distribución de aguas
subterráneas y residuales que afectan a las
tres zonas del Valle, al Campo de Alicante, y marginalmente a las provincias de Albacete y Valencia. Los
principales acuíferos que entran en el esquema de gestión del Alto Vinalopó pertenecen a las unidades
hidrogeológicas 08.35 (Jumilla-Villena), 08.36 (Yecla-Villena-Benejama), 08.40 (Sierra Mariola), 08.41
(Peñarrubia), 08.42 (Carche-Salinas) y 08.43 (Argueña-Maigmó) (DGOH, 1988).
Los propietarios o concesionarios de esos elementos físicos no siempre coinciden con los usuarios del
agua, que pueden ser ayuntamientos, asociaciones agrícolas y hasta empresas municipales o privadas.
Esos usuarios pueden estar asociados a diferentes niveles, hasta el de Comunidad General de Usuarios. En
la del Alto Vinalopó (CGUAV), están integrados, además de ayuntamientos y asociaciones de regantes de
la comarca, municipios y asociaciones del Medio Vinalopó y empresas de extracción y comercialización de
agua, de antigua implantación en la zona, como la Sociedad del Canal de la Huerta de Alicante (SCHA) y
Aguas Municipalizadas de Alicante (AMA). Existen también otras entidades no integradas en la CGUAV
que extraen, utilizan o comercializan los recursos hídricos a usuarios de la CGUAV u otros diferentes.
En este contexto de déficit crónico de agua del Valle del Vinalopó y del sector costero del Campo de
Alicante, y también de la Marina Baja, y de sobreexplotación de los sistemas acuíferos que se ha provocado
para satisfacer las demandas, la Planificación Hidrológica del Organismo de cuenca (Confederación
Hidrográfica del Júcar o CHJ) ha planteado como casi única solución la importación de agua excedentaria

198
Silvino CASTAÑO CASTAÑO; José Manuel MURILLO DÍAZ y Luis RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

Figura 2. Elementos físicos más significativos del sistema de recursos hídricos vinculados a las aguas subterráneas
del Alto Vinalopó alicantino.

del sistema de explotación Júcar. En la normativa del Plan Hidrológico del Júcar publicada en el Boletín
Oficial del Estado (BOE, 1999) se cuantifica en 80 hm3 anuales el volumen máximo a importar desde la
cuenca del Júcar, aunque en el futuro se podría incrementar, siempre que en esa cuenca se procediese a
una mejora en la modernización de los riegos tradicionales. Este incremento es cuantificado en los estudios
del Ministerio de Medio Ambiente para el Plan Hidrológico Nacional (MIMAM, 2000) en 120 hm3/a.
La llegada de esa agua tiene como fin paliar la sobreexplotación y déficit de abastecimiento del área
Vinalopó-Alacantí y Marina Baja (BOE, 1999, art. 24). A nivel de sistemas acuíferos, esta llegada de agua
repercutirá enormemente en los del Alto Vinalopó, los que llevan soportando durante décadas fuertes
extracciones con destino a zonas de demanda externas que se abastecerán con aguas de ese trasvase.
Complementariamente, otras administraciones y la CGUAV están realizando un plan de modernización
de las infraestructuras de almacenamiento y distribución de agua para adaptarlas a la nueva situación
hídrica que se producirá en la comarca.

199
COMUNICACIÓN: POSIBILIDADES DE ALMACENAMIENTO DE LAS AGUAS DEL TRASVASE JÚCAR-VINALOPÓ EN
LOS EMBALSES SUBTERRÁNEOS DE LA PROVINCIA DE ALICANTE MEDIANTE RECARGA ARTIFICIAL. EL ALTO
VINALOPÓ

Finalmente, la característica de paso geográfico natural del Valle del Vinalopó hacia múltiples sectores
de la zona levantina, ha favorecido su elección como zona de enlace y paso del trasvase del Ebro hacia las
cuencas del Segura y Sur de España, previsto en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) del Ministerio de
Medio Ambiente (MIMAM, 2000). Aunque en éste el sistema de explotación Vinalopó-Alacantí no aparece
claramente como destinatario directo de dicho trasvase, un análisis detallado del documento antes
mencionado (SAHUQUILLO, 2001), así como del Plan Hidrológico del Júcar (BOE, 1999) dejan abierta la
posibilidad de que este sistema pueda recibir aportes del trasvase del Ebro para el mismo fin que el del
Júcar. En este caso, la disponibilidad de aguas superficiales sería mayor, especialmente en épocas húmedas,
con lo que el almacenamiento natural o artificial de agua en los acuíferos del Alto Vinalopó podría ser
esencial como reserva para épocas de posibles restricciones en la importación de recursos hídricos en el
sistema.

OBJETIVO Y METODOLOGÍA DEL ESTUDIO

El objetivo principal del estudio ha sido intentar optimizar la gestión del sistema de recursos hídricos
del Alto Vinalopó considerando diferentes alternativas (o escenarios), comprobar su efecto sobre el grado
de explotación de los sistemas acuíferos y las posibilidades de recarga artificial, especialmente con la
llegada de agua procedente del Sistema de Explotación Júcar.
La respuesta de los acuíferos del Alto Vinalopó dentro del sistema de recursos hídricos de la comarca
ante distintas alternativas de explotación se ha estudiado con el apoyo de un modelo de simulación de
dicho sistema capaz de contemplar las aguas subterráneas. En concreto se ha utilizado el programa
SIMGES (ANDREU, 1993 y 2000), desarrollado por la Universidad Politécnica de Valencia. Dicho programa,
cuyo origen está en la simulación de sistemas de recursos hídricos basados en embalses alimentados por
escorrentía superficial, permite considerar a los acuíferos como elementos del sistema mediante distintos
tipos de modelos (SAHUQUILLO, 1993; ANDREU, 2000).
Para la utilización de ese programa ha sido necesario establecer, con la mayor precisión posible, las
características del sistema hídrico en la actualidad, basándose en la información que se ha podido recopilar
de distintas fuentes, en general parcial, y muchas veces contradictoria, integrándose esa información para
establecer un esquema de funcionamiento general del sistema. Además por las características especiales
del Alto Vinalopó, se han debido incluir en el esquema subsistemas que permiten variar las necesidades de
agua a lo largo del período de simulación (unos 40 años) incorporando un balance de agua en el suelo, y
otros que calcularían almacenamiento de aguas subterráneas en las múltiples balsas de la comarca (IGME,
2002).

ALTERNATIVAS PLANTEADAS

Con el fin de analizar la respuesta del sistema de recursos hídricos del Alto Vinalopó ante la llegada
de nuevos recursos se han planteado dos escenarios sobre los que se han introducido diversas variantes.
En todos los casos la demanda urbana muestra una garantía completa. Las aguas residuales depuradas
presentan un índice de reutilización del orden del 60%, pero suponen una cuantía muy pequeña en
relación con los bombeos que se llevan a cabo en la comarca para usos agrícolas.
En el primer escenario, denominado 00, se ha simulado la situación hídrica actual de la zona. Este

200
Silvino CASTAÑO CASTAÑO; José Manuel MURILLO DÍAZ y Luis RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

escenario se utiliza como referencia para el segundo escenario que se ha denominado 01 y responde
estrictamente a la situación planteada por la Normativa del Plan Hidrológico del Júcar (BOE, 1999), con
un trasvase de 80 hm3 /a destinado a las comarcas del Valle del Vinalopó, Campo de Alicante y Marina
Baja, y cuyo fin sería la mejora de la demanda urbana y la reducción de la sobreexplotación de los
acuíferos, sustituyendo aguas subterráneas por trasvasadas. Las simulaciones se realizaron considerando
un caudal de trasvase constante y las nuevas infraestructuras que se vienen construyendo. También se tuvo
en cuenta el efecto del nuevo embalse regulador de las aguas trasvasadas, previsto en la cabecera del
Valle. Con la situación planteada es posible evaluar la disponibilidad de recursos para recarga artificial.

RESULTADOS PRINCIPALES

En el escenario 00 la simulación muestra un importante déficit de agua en todo el sistema, motivado


por el que sufren las demandas agrícolas, ya que las urbanas tienen satisfechas sus necesidades. Para las
demandas agrícolas situadas en el Alto Vinalopó la garantía volumétrica es del 73%, con un déficit medio
de 13 hm3/a, variable en el período simulado entre 1 hm3/a y más de 21 hm3/a, concentrándose entre julio
y septiembre el 80% del déficit anual.
Como los recursos necesarios para satisfacer las demandas de la zona y de comarcas próximas
proceden de los acuíferos del Alto Vinalopó, éstos presentan una intensa explotación (Tabla 1), en unos
volúmenes que superan sus recursos medios, aun cuando sólo se han contabilizado las extracciones
situadas en el Alto Vinalopó alicantino. Los bombeos simulados superan los 90 hm3/a, de los que sólo 26
hm3/a se destinarían a entidades propias de la comarca, y de aquel total, más de la mitad procedería de
la unidad hidrogeológica 08.36 (Yecla-Villena-Benejama). Esta unidad, por otra parte, tiene unos recursos
medios estimados en 35 hm3/a (DPA, 1992), con lo que el desequilibrio en su balance es evidente.
En el escenario 01, los 80 hm3/a de aguas trasvasadas se repartieron por zonas según un preacuerdo
alcanzado por los destinatarios de las mismas (IGME, 2002), y que para las entidades correspondientes al
sistema de recursos hídricos simulado, suman cerca de 30 hm3/a.

Tabla 1. Volúmenes medios bombeados para los distintos usos y unidades hidrogeológicas según las
condiciones de la simulación inicial (Escenario 00).

201
COMUNICACIÓN: POSIBILIDADES DE ALMACENAMIENTO DE LAS AGUAS DEL TRASVASE JÚCAR-VINALOPÓ EN
LOS EMBALSES SUBTERRÁNEOS DE LA PROVINCIA DE ALICANTE MEDIANTE RECARGA ARTIFICIAL. EL ALTO
VINALOPÓ

Las garantías de suministro, a la escala temporal de trabajo (mensual) no varían respecto al escenario
00 dado que únicamente ha existido una sustitución de aguas subterráneas por aguas trasvasadas, aunque
se han considerado las mejoras en las infraestructuras.
Sí se reducen, lógicamente, las extracciones de aguas subterráneas (Tabla 2), que son del orden de los
recursos medios, aunque los acuíferos seguirán en un estado de sobreexplotación, ya que en las
simulaciones sólo se han considerado las extracciones del Alto Vinalopó de las que se ha dispuesto de
información.
A la vista de los resultados obtenidos, no parecen existir volúmenes de agua suficientes para ser
utilizados en recarga artificial, al menos con los valores medios obtenidos. Únicamente sería posible si el
trasvase se realizara a caudal variable, de modo que se superaran la cuantía de las demandas y de los
dispositivos de almacenamiento superficial (embalse de regulación y balsas de las entidades de riego),
especialmente si se lleva a cabo la segunda fase prevista del trasvase, que incrementaría en 120 hm3/a los
80 hm3/a de la primera fase. Por otra parte, y aunque no tratado en el presente trabajo, habría que
considerar el coste de la operación de recarga de un agua, ya gravada, que llegue al Alto Vinalopó.

Tabla 2. Volúmenes medios bombeados para los distintos usos y unidades hidrogeológicas según las
condiciones del Plan Hidrológico del Júcar (Escenario 01).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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planificación hidrológica” (Andreu, J., Ed.). CIMNE. Barcelona. pp. 297-321.
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incluyendo utilización conjunta. Manual del usuario. Versión 2.2. Universidad Politécnica de Valencia. Valencia. 94
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Cuenca del Júcar. BOE núm. 205, de 27 de agosto. pp. 31838-31860.
DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALICANTE e INSTITUTO TECNOLÓGICO GEOMINERO DE ESPAÑA (DPA e ITGE) (1992).
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DIRECCIÓN GENERAL DE OBRAS HIDRÁULICAS e INSTITUTO TECNOLÓGICO GEOMINERO DE ESPAÑA (DGOH e ITGE)
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INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALICANTE (IGME y DPA) (2002).
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Silvino CASTAÑO CASTAÑO; José Manuel MURILLO DÍAZ y Luis RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

INSTITUTO TECNOLÓGICO GEOMINERO DE ESPAÑA Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ALICANTE (ITGE y DPA) (2000).
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Hidrológico Nacional” (Iríbar, V.; Grima, J. y Sánchez-Vila, X., ed.). Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. pp. 63-77.

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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: RECARGA ARTIFICIAL EN EL ACUÍFERO COSTERO DE


MARBELLA (MÁLAGA)

María JAÉN PERAL*; Carlos PARELLADA BEZARES**; Eduardo LUPIANI MORENO*;


Álvaro ISLAN GARCÍA** y Salvador RIERA MOLINA**

(*) SEDELAM SL. Ntra. Sra. de los Buenos Libros, 3. 30008 Murcia.
(**) AQUAGEST SUR S.A. Jacinto Benavente, 39. 29600 Marbella.

RESUMEN

En los afloramientos detríticos de la franja costera de Marbella (Málaga) que pertenecen a la Unidad
Hidrogeológica Nº 06.40 Marbella-Estepona, se realizan intensas explotaciones destinadas al
abastecimiento urbano y turístico, lo que ha originado salinizaciones puntuales de origen marino que
limitan a su vez la utilización de sus recursos como agua potable. En las proximidades de la referida unidad
costera se localiza la UH-06.38 Sierra Blanca-Mijas, de carácter kárstico, con importantes manantiales que
carecen de regulación. En 1999 se planteó actuar sobre los recursos de esta última mediante la inyección
de sus excedentes en el acuífero costero, con el doble objetivo de regularlos (almacenamiento en el
subsuelo) y generar una barrera hidráulica que limitara la intrusión marina. Se construyó una toma en el
arroyo de Camoján, aguas abajo del manantial del mismo nombre, una conducción de 4 km de longitud y
se adecuaron dos de los tres sondeos de El Señorío, situados en el acuífero detrítico costero, para la
inyección del agua. Se describe la experiencia de 4 años de explotación del sistema de recarga y su
incidencia en la hidrodinámica del acuífero recargado. Los resultados pueden considerarse satisfactorios:
se inyectan de 0,170 a 0,250 hm3/año y se recuperan del orden de 0,5 hm3/año con conductividad
eléctrica por debajo de 1.000 μS/cm.

Palabras Clave: Recarga artificial, sobreexplotación, salinización, Marbella, Málaga.

INTRODUCCIÓN

En el municipio de Marbella se encuentran representadas dos unidades hidrogeológicas de diferente


naturaleza, comportamiento hidráulico y grado de uso y explotación de sus recursos. La UH-06.38 Sierra
Blanca Occidental, de tipo kárstico, con importantes recursos de difícil regulación, a tenor de los resultados
de las numerosas perforaciones de investigación efectuadas, en tanto que la UH-06.40 Marbella-
Estepona, de tipo detrítico, en todo su borde meridional contacta con el mar y soporta las demandas
generadas por urbanizaciones, complejos hoteleros, campos de golf y municipios asentados en cerca de 40
km de costa.

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COMUNICACIÓN: RECARGA ARTIFICIAL EN EL ACUÍFERO COSTERO DE MARBELLA (MÁLAGA)

La unidad detrítica ha permitido salvar muchas situaciones hídricas críticas, tales como la sequía de
1990-95, o la de años excepcionalmente secos como 1999; también ha suplido las deficiencias
infraestructurales en los momentos de demanda punta del sistema supramunicipal de abastecimiento de
la Costa del Sol Occidental.
Variaciones litológicas y geométricas en los sedimentos de la unidad costera permiten dividirla, dentro
del término municipal de Marbella, en 6 acuíferos: San Pedro, Aloha-Puerto Banús, Señorío, sector Oriental
de Marbella-núcleo y las formaciones aluviales de los ríos Guadalmina y Verde.
Sobre el acuífero de Señorío, que se extiende al oeste del casco urbano de Marbella, se encuentran
numerosas captaciones que, hasta la ejecución de la presa de la Concepción, abastecían las primeras
grandes urbanizaciones de la costa, como Puente Romano y El Señorío de Marbella, y parte del propio
núcleo urbano. Con los años la explotación continuada, y sobre todo a partir de la crisis de 1990 – 1995,
ha producido un deterioro de la calidad del agua subterránea que afecta de forma desigual a sus usuarios.
Éstos han respondido de forma diversa modificando sus hábitos de explotación: mientras las captaciones
destinadas al abastecimiento público han reducido preventivamente la extracción, las de carácter privado
han derivado el uso hacia el mantenimiento de zonas verdes, jardines y otras demandas menos exigentes
con la calidad.
Esta situación es evidentemente insostenible, ya que se está amenazando la subsistencia del recurso
subterráneo y sobre todo se está afectando a unas reservas que no estarán disponibles para los momentos
críticos en los que será necesario recurrir, como en tantas ocasiones, a los acuíferos.
Ante esta situación, y con el fin de poder aprovechar los recursos subterráneos del acuífero Señorío,
Aquagest Sur S.A., como responsable del Servicio Municipal de Aguas de Marbella, inició una serie de
trabajos para estudiar posibilidades de actuación, teniendo en cuenta que el Plan Hidrológico de la Cuenca
Sur contempla la recarga artificial de la unidad con aguas residuales tratadas. Tratándose del
abastecimiento público finalmente se ha preferido utilizar como recurso a inyectar, excedentes invernales
de buena calidad procedentes de Sierra Blanca. A esta decisión se llegó tras evaluar tanto los volúmenes
susceptibles de aprovecharse, como de verificar su calidad y constatar la existencia y disponibilidad de la
mayor parte de la infraestructura precisa, sondeos (batería de sondeos de Señorío) y conducciones. Tras la
realización de las obras de toma, transporte y adecuación de sondeos, en enero de 2000 se inició la
primera fase de recarga artificial de la Unidad 06.40 Marbella-Estepona.

CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS DEL ACUÍFERO DE SEÑORÍO

El acuífero de Señorío está constituido por conglomerados, arenas y limos arenosos del Plioceno, de
elevada permeabilidad, que buzan de 5 a 10º hacia el mar, con el que contacta en un frente de 3,2 km.
Se trata de un conjunto multicapa de unos 100 m de espesor, confinado en su mitad meridional y con
valores de transmisividad de 1.995 m2/día y coeficiente de almacenamiento de 5.7∗10-3. Se alimenta
fundamentalmente de la infiltración de precipitaciones sobre una superficie permeable de 7,1 km2 y, en
menor grado, por percolación de la escorrentía de los arroyos de Nagüeles y Piedras, que se alimentan de
manantiales de Sierra Blanca.
Los recursos se han evaluado en 1,57 hm3/año frente a un volumen interanual de extracciones desde
1995 de 1,52 hm3/año, de los que 0,87 hm3/año corresponden a la batería de sondeos municipal y al
menos 0,65 hm3/año a las urbanizaciones de la zona. El acuífero ha sido explotado desde hace más de
tres décadas tanto para abastecimiento del núcleo de Marbella como para urbanizaciones, a través de
sondeos situados entre 50 y 200 m del mar.

206
María JAÉN PERAL; Carlos PARELLADA BEZARES; Eduardo LUPIANI MORENO; Álvaro ISLAN GARCÍA y
Salvador RIERA MOLINA

El agua bombeada ha mantenido su


salinidad hasta que, debido al fallo de
suministro de la presa de la Concepción, en
1995 se incrementaron los bombeos hasta un
máximo de 15.000 m3/día. El agua del sondeo
Torreverde, situado a 250 m del mar, registró
desde enero de ese año (Figura 1) un
incremento progresivo de la conductividad, de
900 μS/cm a los 3.600 μS/cm de septiembre; en
esa fecha cesa el bombeo y comienzan a
explotarse los sondeos de Señorío, situados en
la misma transversal que Torreverde pero a 500
m de la costa, con un caudal de 150 l/s. Figura 1. Salinización del sondeo Torreverde en 1995.
Inicialmente se observa en el sondeo Torreverde
una mejora en la conductividad, que baja hasta
los 600 μS/cm, pero vuelve a incrementarse a
medida que el bombeo progresa adoptando en
Diciembre la misma tendencia definida desde el
inicio de la salinización. El proceso no afectó a
los tres sondeos simultáneamente: primero
alcanzó a los sondeos más próximos al mar,
luego a los más profundos y por último a los
más alejados de la costa. Figura 2. Evolución del acuífero de señorío desde la cri-
Con el periodo húmedo que se inicia en sis de 1995.
1996 cesa la explotación del acuífero y se
observa una recuperación de calidad y de
piezometría prácticamente simultáneas. El proceso de mejora de calidad se inició en los sondeos menos
profundos, aunque estuvieran más próximos al mar, lo cual indica que la interfase primero desciende de
cota por la acumulación de agua dulce y después se retira hacia el mar. Finalmente se alcanzaron las
salinidades originales, lo que implica que la recuperación de la posición inicial de la interfase fue total.
Superada la crisis, las conductividades se estabilizan en un contexto de menor extracción, pero en el seco
año 1999 se inicia un nuevo incremento. En enero de 2000 comienza la primera operación de recarga y
desde entonces el acuífero fluctúa en unos márgenes controlados: la calidad se mantiene entre 850-900
μS/cm en los sondeos municipales (Figura 2), mientras que los niveles piezométricos oscilan entre la cota
+ 6 y – 4 msnm.

EVALUACIÓN DEL RECURSO DISPONIBLE

Se utilizan los caudales excedentarios del manantial Camoján, que está considerado como un trop-
plein del manantial de Nagüeles, principal punto de drenaje de la vertiente meridional de Sierra Blanca, y
como tal presenta caudales extremos, con puntas aforadas de 1.100 l/s (ANDREO, 1997) y fuertes
agotamientos en los estiajes. El manantial está captado para suministro de agua a una urbanización,
derivándose un caudal inferior a 10 l/s.

207
COMUNICACIÓN: RECARGA ARTIFICIAL EN EL ACUÍFERO COSTERO DE MARBELLA (MÁLAGA)

El funcionamiento del manantial de


Camoján es similar a otros de la zona, con
respuestas acusadas e inmediatas a las lluvias
y decrecidas también rápidas transcurridos
algunos días. La curva de recesión del
manantial (Figura 3) ha sido reconstruida a
partir de series de aforos parciales, realizados
por el IGME, el anterior autor referido y por
Aquagest.
Los caudales susceptibles de inyectarse se
han estimado a partir de la curva de recesión. Figura 3. Curva de recesión del manantial de Camoján.
En una crecida que se alcancen 300 l/s, que
suele producirse de 2 a 3 veces al año,
considerando una pluviometría media, el manantial evacúa unos 0,3 hm3. El volumen anual drenado por
el manantial, en esta hipótesis, sería del orden de magnitud de 0,5 – 1 hm3.
La calidad del agua es de baja mineralización, con residuo seco inferior a 250 mg/l y ausencia de
contaminación orgánica o bacteriológica. El manantial durante las crecidas aporta un volumen
considerable de arenas, que remiten unos 2 días después de la punta de crecida.

OBRAS REALIZADAS

Las instalaciones se dimensionaron para captar caudales de hasta 100 l/s, aunque en un principio los
caudales de inyección no superarían los 80 l/s que debían admitir los pozos preparados, caudal similar al
de los bombeos. La captación de agua se realiza en un pequeño azud construido en el propio cauce, que
permite la laminación de la corriente de agua del arroyo, con toma de fondo y válvula para regular
caudales. De éste parte una tubería de PVC de ∅300 mm hasta conectar, 4 kms aguas abajo, con la red
de impulsión de los dos sondeos. En éstos se han mantenido las bombas para facilitar su limpieza y purga
y en torno a la columna de impulsión se instalaron sendas tuberías de ∅90-100 mm con extremo por
debajo de la zona saturada. En superficie se instaló un sistema de válvulas que permitiera la inyección de
agua y el vertido a un arroyo próximo del agua de limpieza y purga. La instrumentación del sistema consta
de contadores y piezómetros en los pozos de inyección, más dos puntos de seguimiento situados aguas
arriba y abajo: sondeo Señorío nº 2 y Torreverde.

OPERATIVIDAD DEL PROCESO DE INYECCIÓN

La recarga se realiza durante los 20 a 40 días de la decrecida del manantial, después de cada episodio
lluvioso, que a lo largo del otoño-primavera pueden producirse hasta en tres ocasiones. No se inicia hasta
transcurridos 2-3 días de la crecida debido a los arrastres arenosos que colapsan el sistema de captación
y podrían colmatar los pozos de inyección en muy poco tiempo. Una vez retirados, se cargan los 4 kms de
conducción, por tramos, finalizando en las válvulas de los pozos de recarga, mediante las cuales se regula
el caudal de entrada hasta conseguir que se estabilicen las condiciones de funcionamiento (nivel
piezométrico a boca de pozo y presión entre 7-8 kg/cm2). En estas condiciones se inyectan de 15 a 40 l/s,
según situación hídrica del acuífero (posición del nivel piezométrico). En las primeras fases de inyección,

208
María JAÉN PERAL; Carlos PARELLADA BEZARES; Eduardo LUPIANI MORENO; Álvaro ISLAN GARCÍA y
Salvador RIERA MOLINA

con válvulas manteniendo el nivel en boca de pozo, se alcanza un régimen cuasi laminar, mientras que
cuando los caudales disponibles son menores que la capacidad de admisión, se trabaja con la tubería
semivacía y la inyección se vuelve discontinua y turbulenta.
Las operaciones de mantenimiento de los pozos de inyección se realizan periódicamente en función de
los volúmenes recargados y una vez finalizado el período de recarga se procede a la limpieza de todo el
circuito. Se bombea desde los pozos de inyección hasta que el agua aparece limpia, lavando a
contracorriente para evitar sedimentaciones en las tuberías.
Desde que se inició el primer período de recarga a principios de 2000, se han ensayado diversos modos
operativos al objeto de obtener el más efectivo y el que permita la recuperación del mayor volumen de
agua de buena calidad, fundamentalmente variando el momento del “rescate” de los volúmenes
inyectados. En la fase actual, por razones ajenas a la propia instalación, no ha sido posible llegar a
resultados realmente concluyentes; las experiencias han sido cortas e interrumpidas por diversos factores.

RESULTADOS OBTENIDOS

Los efectos directos de la recarga artificial del acuífero de Señorío han sido la recuperación de niveles,
que han alcanzado cotas históricas, y el mantener controlada la interfaz marina, de forma que la salinidad
de los pozos municipales se mantenga por debajo de los límites admisibles.
Desde que se inició la experiencia de la recarga artificial del acuífero de Señorío se han inyectado del
orden de 0.175 a 0.25 hm3/año, que suponen un incremento en la alimentación del acuífero de un 10%.
A pesar de que el volumen de recarga es
pequeño, la conductividad del agua ha
experimentado una notable mejoría y oscila
entre límites asumibles (Figura 2). Tras las
operaciones de inyección, el agua bombeada
ha tenido una evolución similar en todos los
casos, independientemente del volumen de
agua inyectado (Figura 4). En primer lugar
(Tramo 1) se bombea agua con
conductividad inferior a la del acuífero, entre
450 y 850 μS/cm, en los primeros días con
conductividad estabilizada y posteriormente Figura 4. Evolución de la conductividad en el año 2003.
con un gradiente fijo; a continuación (Tramo
2) se produce una relativa estabilización en
los valores habituales, 850-900 μS/cm, y por
último un tercer tramo en el que se incrementa la conductividad de forma progresiva, momento en el que
se procede a interrumpir la explotación. En los casos que se ha vuelto a bombear pasado un tiempo (días,
meses) se verifica que el agua no mejora su conductividad y prosigue la tendencia marcada.
Se interpreta que el agua bombeada en el primer tramo corresponde mayoritariamente con el agua
recargada, inicialmente sin mezcla y después en una interfaz con el agua del acuífero; posteriormente se
bombea la del propio acuífero y por último se alcanza la interfaz con el agua de mar. Una vez que el
bombeo se interrumpe cesa el avance de la interfaz pero no se retira hasta una nueva alimentación del
acuífero. Salvo en la primera campaña, el agua recuperada hasta que la interfase salada alcanza la batería
de sondeos, agua de buena calidad, alcanza del 173 al 202 % del agua inyectada (Tabla 1).

209
COMUNICACIÓN: RECARGA ARTIFICIAL EN EL ACUÍFERO COSTERO DE MARBELLA (MÁLAGA)

Tabla 1. Volumen recuperado sobre el total recargado (%).

La recarga en los sondeos Señorío tiene efectos muy localizados y no se deja sentir en otros puntos
del acuífero ni en las captaciones más próximas a la costa, que se mantienen con altas salinidades, que
limitan o imposibilitan su uso para abastecimiento público. En cuanto a la operatividad de la recarga aún
no se ha establecido fehacientemente las ventajas e inconvenientes de los dos principales modelos:
recargar y bombear simultáneamente, con lo que se limita la “pérdida” de agua de buena calidad hacia
otras captaciones, o separar temporalmente la inyección del bombeo, operación que teóricamente supone
la retirada de la interfaz salina.
Otro aspecto de gran interés en las operaciones de recarga efectuadas es su vertiente económica, muy
favorable en este caso concreto puesto que la gran parte de las infraestructuras utilizadas ya estaban
construidas. El sobrecoste que suponen las labores de mantenimiento del sistema ascienden a 0,03 /m3,
cifra que es perfectamente asumible por los servicios municipales de abastecimiento de agua y aún más
cuando se introduce el concepto de recarga como operación de recuperación de unas reservas hídricas que
a buen seguro se tendrán que usar masivamente en la siguiente sequía.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANDREO NAVARRO, B. (1997). Hidrogeología de acuíferos carbonatados en las Sierras Blancas y Mijas. Cordillera
Bética, Sur de España. Universidad de Málaga. Málaga.
AQUAGEST SUR S.A.-INGEMISA. (1995). Cartografía hidrogeológica del término de Marbella. Inédito.
AQUAGEST SUR S.A.-POZOS REUNIDOS S.L. (1998). Testificación geofísica realizada en cuatro sondeos del
abastecimiento de Marbella (Málaga). Inédito.
AQUAGEST SUR S.A.-SEDELAM S.L. (2002). Testificación geofísica y diagnóstico del sondeo Señorío Nº 2. (Marbella,
Málaga). Inédito.
BALLESTER RODRIGUEZ, A.; GRIMA OLMEDO, J.; LOPEZ GETA, J.A.; RODRÍGUEZ HERNANDEZ, L. (2001).
Investigación, gestión y recuperación de acuíferos contaminados. IGME. Madrid.
CUSTODIO GIMENA, E. (1986). Recarga artificial de acuíferos. Boletín de informaciones y estudios Nº 45. Servicio
Geológico del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. Madrid.
JUNTA DE ANDALUCÍA-IGME. (1998). Atlas Hidrogeológico de Andalucía.
MURILLO DIAZ, J.M.; DE LA ORDEN GOMEZ, J.A.; ARMAYOR CACHERO, J.L.; CASTAÑO CASTAÑO, S. (1999). Recarga
artificial de acuíferos: Síntesis metodológica. Estudios y actuaciones realizadas en la provincia de Alicante. IGME-
Diputación de Alicante. Madrid.
POZOS REUNIDOS S.L. (1996). Optimización de las explotaciones de aguas subterráneas de suministro a Marbella.
Memoria y Anexos I, II, III, IV y V. Inédito.
SAHÚN ARTIGA, B.; MURILLO DIAZ, J.M. (2000). Identificación de acciones y programación de actividades de recarga
artificial de acuíferos en las cuencas intercomunitarias. IGME. Madrid.

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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: LA RECARGA DE ACUÍFEROS COMO HERRAMIENTA DE


GESTIÓN EN LA REUTILIZACIÓN DE AGUAS RESIDUALES: EL CASO DE
BEGUR (GIRONA)

Miquel SALGOT*; Montserrat FOLCH*; Josefina C. TAPIAS* y Antonina TORRENS*

(*) Lab. d’Edafologia, Facultat de Farmàcia, Universitat de Barcelona. Av. Joan XXIII, s/n. 08028 Barcelona. salgot@ub.edu

RESUMEN

El agua regenerada es un recurso no convencional valioso en numerosas zonas del mundo, especial-
mente en las zonas áridas y semiáridas con falta de agua y en los países mediterráneos de gran irregular-
idad climática. Entre las posibilidades de reutilización del agua regenerada la recarga de acuíferos es una
de las más prometedoras. Sin embargo, la recarga con agua residual depurada ha de tener en cuenta los
posibles efectos indeseables para la salud pública, por ejemplo los derivados de la introducción de
patógenos, sales, o trazas de contaminantes (microcontaminantes orgánicos, ...) en el medio, y por tanto
la calidad del agua regenerada será un parámetro básico para la buena gestión en estos sistemas.
Con el fin de poder determinar la viabilidad de la recarga de acuíferos con agua residual recuperada
es fundamental entender el comportamiento de los contaminantes tanto químicos como microbiológicos
en el medio. Respecto a los contaminantes químicos, los principales mecanismos de modificación a tener
en cuenta son la biodegradación y la adsorción. En cuanto a la eliminación de patógenos, los factores a
considerar son las características del terreno, diversos factores climáticos, especialmente la radiación solar
y la lluvia, y la naturaleza de los microorganismos, así como su resistencia en el medio.

Palabras Clave: Agua regenerada, acuíferos, recarga, reutilización.

INTRODUCCIÓN

En muchas zonas de la cuenca Mediterránea, la sequía habitual o estacional, o el exceso de deman-


da, crean la necesidad de incrementar los recursos hídricos disponibles. Una de las posibles soluciones al
problema es el empleo de recursos de agua no convencionales, como la reutilización de aguas residuales.
Sin embargo, no se trata de una práctica simple ni exenta de riesgos tanto de índole sanitaria como de
gestión de aguas, y además presenta una serie de necesidades de planificación.
La reutilización presenta diversas posibilidades; la más habitual es el uso directo del agua residual
regenerada (tratada para reducir el riesgo sanitario inherente a la práctica hasta límites aceptables)
aunque en otros casos el nuevo recurso se emplea en zonas urbanas, para usos industriales e incluso para

211
COMUNICACIÓN: LA RECARGA DE ACUÍFEROS COMO HERRAMIENTA DE GESTIÓN EN LA REUTILIZACIÓN DE
AGUAS RESIDUALES: EL CASO DE BEGUR (GIRONA)

aumentar los caudales en las masas naturales de agua. En este último apartado hay que incluir la recar-
ga de acuíferos.
No obstante, la recarga implica el retorno del agua al ciclo natural, tratándose ya de una reutilización
indirecta de aguas residuales. Por otra parte, hay que considerar que la aplicación del agua al medio nat-
ural suele implicar una autodepuración por la acción de las matrices naturales, en este caso los suelos, la
vegetación y el mismo acuífero. Desde hace varios decenios, la recarga se ha estudiado en este sentido y
se dispone de datos de varias experiencias que han estado recargando durante decenios. Son especial-
mente importantes los trabajos de BOUWER (1974, 1978, 1985, 1988) y los publicados en la región de
Dan (ICEKSON-TAL, 2001).
Debemos entender la recarga artificial como un proceso mediante el cual el exceso de agua superfi-
cial es aportado al acuífero mediante varias tecnologías (CUSTODIO, 1986; BOUWER, 1988) entre las que
debemos destacar aquellas en las que el agua se aplica en superficie (sistemas SAT: Soil Aquifer Treatment)
o bien aquellas en las que la recarga se hace directamente al acuífero mediante pozos de recarga. Los
mismos autores (Custodio y Bouwer) definen otras posibilidades, que en nuestro caso no nos conciernen
aunque en circunstancias específicas pueden ser de elección. Una evolución de la tecnología SAT es la que
emplea el sistema continuo suelo-planta-atmósfera (SPAC) más el acuífero para la recarga con tratamien-
to adicional (SALGOT, en prensa). Estos sistemas, además de emplear la capacidad de depuración de las
matrices sólidas (suelo y acuífero) aprovechan la capacidad de las plantas de captar nutrientes y de mejo-
rar la estructura del suelo. Es cierto que se produce una pérdida adicional de agua por evaporación, pero
al mismo tiempo se generan biomasa vegetal o cultivos que pueden aprovecharse, con lo que el rendimien-
to económico de los sistemas mejora.
En todo caso, la recarga de acuíferos da como resultado un aumento planificado de los recursos de
agua subterránea (NCR, 1994). En realidad, la recarga de acuíferos no puede considerarse de manera
estricta como una reutilización directa por lo que ya hemos mencionado; y además debe considerarse pos-
itivamente la función de almacenaje y posible transporte del agua regenerada.
Ya hemos indicado que el proceso de recarga permite, además, completar la depuración del agua resid-
ual. El agua recuperada posteriormente es especialmente apropiada para usos no potables, como el riego
de zonas verdes; dejando así libres otros caudales para usos más sensibles. En condiciones en las que no
están disponibles otros recursos, la recarga de acuíferos puede ser una opción para obtener agua potable
(ASANO, 1998). Los riesgos asociados a las operaciones de este tipo han sido estudiados en California y
se llegó a efectuar una propuesta de normativa al respecto (STATE OF CALIFORNIA, 1988). También el bor-
rador publicado por el CEDEX de la futura normativa de reutilización española hace referencia a la calidad
del agua a aplicar para recarga (Ver Tabla 1).
En el plano técnico, la capacidad de una instalación de recarga por infiltración de aguas residuales en
la superficie (empleando el suelo), depende fundamentalmente de las características del suelo (textura,
estructura, composición mineralógica y contenido en materia orgánica, existencia de zona saturada o
no…), que controlan tanto la capacidad de infiltración como la capacidad de depuración.
El suelo se debe considerar como un reactor biológico de gran superficie específica, en el que se desar-
rollan los microorganismos responsables de la oxidación de los materiales contaminantes disueltos todavía
presentes en el agua residual; así como procesos de desinfección, filtración, adsorción, etc. Un aspecto
importante de la recarga de acuíferos con aguas residuales recuperadas que mayor atención y preocu-
pación causa es el relativo a los posibles efectos indeseables para la salud pública; efectos derivados de la
introducción de patógenos o trazas de contaminantes tóxicos en el medio.

212
Miquel SALGOT; Montserrat FOLCH; Josefina C. TAPIAS y Antonina TORRENS

Criterios de Calidad
Biológica Fisicoquímica Otros criterios
Uso del agua residual
regenerada Huevos de
Escherichia Sólidos en
nemátodo Turbidez
coli suspensión
intestinal
Recarga de acuíferos por
<1000 ufc/ Nitrógeno total
percolación localizada a <1 huevo / L <35 mg / L No se fija límite
100 mL < 50 mg/L
través del terreno (*)
Recarga de acuíferos por Nitrógeno total
<1 huevo / 10L <0 ufc/ 100 mL <10 mg /L <2 NTU
inyección directa <15 mg/L

* La operación de recarga de acuíferos por infiltración a través del terreno, se hará obligatoriamente mediante la utilización de un
lecho uniforme de suelo o arena de 1,5 metros de espesor mínimo.
Tabla 1. Criterios de calidad en la reutilización de agua residual para la recarga de acuíferos según las indicaciones
del CEDEX (1999).

La normativa de reutilización de agua residual es poco clara y escasa por lo que respecta a la recarga.
En España el marco legal de referencia lo constituyen la Ley de Aguas 29/1985 y el Real Decreto
849/1986, aunque tratan de forma elemental la regulación de la recarga de acuíferos. A nivel europeo
tampoco hay reglamentación concreta como destacan, ANGELAKIS (1999) y SALGOT (2001). A nivel
estatal el marco de referencia actual, como ya hemos indicado, lo constituye el borrador de la Ley del
Dominio Público Hidráulico editado por el CEDEX (1999), donde se consideran dos posibilidades de recar-
ga y se establecen las calidades que debería cumplir el agua regenerada para poder ser recargada (ver
Tabla 1).
Sin embargo, y a pesar de lo indicado en la legislación, los organismos utilizados convencionalmente
como indicadores de contaminación fecal, los coliformes fecales o E. coli, no cumplen con todas las condi-
ciones para ser un indicador ideal y presentan algunas limitaciones. Además, estos indicadores no reflejan
con fiabilidad la presencia y persistencia de virus patógenos, debido a que suelen ser menos resistentes
que los virus a las condiciones ambientales adversas y a determinados procesos de tratamiento de aguas
residuales, como la desinfección. Para solventar estas limitaciones, se ha buscado un indicador de conta-
minación fecal más adecuado y que refleje mejor la presencia de virus patógenos en el agua. Los bacter-
iófagos han sido propuestos como indicadores de contaminación fecal y especialmente de contaminación
viral por varios autores (ALCALDE, 2003 y referencias incluidas), ya que se encuentran en gran cantidad
en el agua residual, superando en número a los virus presentes. Tienen una persistencia y comportamien-
to similar a algunos enterovirus en los procesos de tratamiento y desinfección de aguas residuales y en
diferentes ambientes acuáticos, y su detección y enumeración es relativamente simple y económica,
además de no ser patógenos para el ser humano.
Por otra parte, la normativa fija también el contenido de huevos de nemátodo. A este respecto
podemos indicar que la normativa debería evolucionar indicando el número de huevos viables, más que el
número de huevos presente.

213
COMUNICACIÓN: LA RECARGA DE ACUÍFEROS COMO HERRAMIENTA DE GESTIÓN EN LA REUTILIZACIÓN DE
AGUAS RESIDUALES: EL CASO DE BEGUR (GIRONA)

MATERIAL Y MÉTODOS

La estación depuradora de aguas residuales de Begur (Costa Brava, Girona) trata las aguas residuales
de la población mediante un tratamiento biológico de fangos activos (SALA, 1997). Su capacidad de
tratamiento es de 500 m3/día; y cabe destacar las grandes fluctuaciones de caudal que trata la planta, ya
que la población varía entre 500 habitantes-equivalentes en invierno y 10.000 habitantes-equivalentes en
verano. En la Tabla 2 se indican las características de diseño de la EDAR de Begur

Población de derecho (habitantes) 2.663


Máxima ocupación estimada (habitantes) 18.600
Calidad del agua residual Entrada EDAR Salida EDAR
(medias en 7 años)
DBO5 (mg/L) 230 5
DQO (mg/L) 550 85
MES (mg/L) 280 7
Tabla 2. Características de la EDAR de Begur.

Puesto que la planta se halla situada en el interior, alejada y separada de la costa por una pequeña
sucesión de colinas, se planteó inicialmente que el agua residual podía infiltrarse en un pozo de 4 m de
diámetro excavado en arena de duna. Esta teoría, llevada a la práctica sin ningún estudio previo en el año
1976 (año de puesta en funcionamiento de la planta) se reveló absolutamente insuficiente para la elimi-
nación del agua residual. Al cabo de pocos días de funcionamiento el pozo se colmató y tuvo que abrirse
una salida incontrolada a los campos situados aguas abajo. La naturaleza del suelo (básicamente arenas
de duna) permitió durante un cierto tiempo que el agua se infiltrara. No obstante, al cabo de unos años
la falta absoluta de gestión del punto de vertido causó que se creara una “zona húmeda artificial” que era
una fuente de malos olores e insectos, aparte de perjudicar claramente diversas plantaciones de pinos al
volverse los suelos anóxicos.
En 1982 (SALA, 1997) se plantearon diversas alternativas para solucionar el problema, entre las cuales
podemos mencionar como más viables:
– la construcción de un emisario hasta el mar
– la construcción de un emisario terrestre hasta el curso de agua más próximo
– la instalación de un sistema SPAT + acuífero de eliminación de agua residual
Por cuestiones económicas se eligió temporalmente la tercera opción, que resultaba considerable-
mente más barata que las anteriores (menos de una décima parte de la primera y menos de una cuarta
parte de la segunda). Se tuvieron que vencer determinadas reticencias de las autoridades de saneamien-
to de la época y después de un estudio adecuado se tuvo que exponer la actuación prevista en el
Ayuntamiento. Una vez se obtuvo el acuerdo de los propietarios de las parcelas elegidas, a cambio de san-
ear la zona, se procedió a la instalación de una chopera sobre un antiguo valle cubierto por arena de duna,
tal como se describe a continuación.
Una parte del agua de salida de la planta (efluente secundario) se aplica a un campo colindante, divi-
dido en tres parcelas denominadas I, II y III. La superficie es de 6.070, 6.625 y 3.567 m2 respectivamente.
Las parcelas I y II se pueden considerar prácticamente llanas, mientras que la parcela III presenta una lig-

214
Miquel SALGOT; Montserrat FOLCH; Josefina C. TAPIAS y Antonina TORRENS

era pendiente. El resto del agua se aplica a otra parcela situada a unos 500 metros.
Los suelos de la zona receptora de las aguas residuales depuradas son prácticamente arenas de tipo
dunar, con una textura de 98% de arena, un 2% de limo y ausencia de arcilla: se trata por tanto de sue-
los poco evolucionados (entisoles). Los estudios de permeabilidad nos indican que la aplicación de 100-
150 m3/día de agua en toda la superficie disponible permite una infiltración diaria de 1,25 cm, y se ha
podido comprobar que la velocidad de infiltración del agua es la adecuada para impedir la formación de
charcos en superficie; excepto en algunos puntos en que se encuentra pizarras relativamente cerca de la
superficie. También hay que indicar una pérdida importante de agua por evapotranspiración, potenciada a
menudo por los vientos imperantes, principalmente de tramontana y brisas costeras.
La característica que hace especial este sistema es que se puede situar el acuífero por encima de la
zona impermeable, que define la cubeta del valle en el que se encuentra situada la depuradora. La imper-
meabilidad la garantizan casi totalmente unos espesores importantes de arcillas en la parte norte del valle
y de pizarras en la parte sur. De esta forma, se produce una acumulación temporal de agua filtrada en el
fondo del valle, que podría definirse, con todas las salvedades, como un acuífero. La profundidad de arena
oscila entre unos 40 cm. en los laterales del valle y los 4 metros en el thalweg. Los piezómetros instala-
dos permiten muestrear la zona más profunda.
Para una descripción completa de la instalación puede consultarse el trabajo de SALA (1997). Las tres
parcelas están plantadas con un total de 1.604 chopos de la especie Populus x euramericana cv. Luisa
Avanzo. El sistema de riego elegido fue por tuberías en superficie que suministran el agua mediante difu-
sores, uno entre cada dos árboles. De esta manera se consigue un reparto homogéneo del agua en todo
el terreno.
Para el control del nivel freático y facilitar el muestreo del agua subterránea, se instaló una red de 17
piezómetros, 14 repartidos en las tres parcelas, y 3 fuera de ellas (situados a 20, 40 y 100 m respecto al
campo III). Las parcelas recibieron agua 6 días a la semana. La dosis de riego varió mensualmente según
las necesidades de desarrollo de los árboles y la tasa de evapotranspiración.
El efluente secundario producido por la EDAR ha sido analizado periódicamente para determinar la cal-
idad del agua aplicada en las zonas de riego. El agua subterránea bajo la zona de riego se ha analizado
también de forma regular en el periodo comprendido entre 1995 y 2001 mediante los piezómetros dis-
tribuidos en las tres parcelas. Las técnicas analíticas para la determinación de los parámetros físico-quími-
cos y los coliformes fecales han sido las propuestas por el Standard Methods (APHA, 1995 y 1998). Los
colifagos F+ y CN13 se han detectado y contado a partir de la técnica de la doble capa de ADAMS (1959),
mientras que los huevos de helmintos se han determinado según el método descrito por GASPARD (1993).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El efluente de salida de la EDAR de Begur presenta como valores medios y máximos de los parámet-
ros físico-químicos y microbiológicos los presentados en la Tabla 3, donde se aprecia que están en el rango
usual, más bien bajo y de buena calidad, de los efluentes secundarios de las plantas de tratamiento de
agua residual doméstica. La EDAR de Begur ha mostrado ser muy efectiva en la producción de un efluente
secundario de gran calidad durante todo el año. Este efluente puede usarse de forma satisfactoria para el
riego, especialmente si los suelos son arenosos y con una elevada tasa de infiltración. El efluente no añade
un exceso de sales (Na+ especialmente) al suelo, evitando cambios en la permeabilidad, presencia de
zonas anóxicas y efectos fitotóxicos potenciales (AYERS, 1987).

215
COMUNICACIÓN: LA RECARGA DE ACUÍFEROS COMO HERRAMIENTA DE GESTIÓN EN LA REUTILIZACIÓN DE
AGUAS RESIDUALES: EL CASO DE BEGUR (GIRONA)

Parámetro Efluente EDAR Parcela I Parcela II Parcela III


Media Máx. Media Máx. Media Máx. Media Máx.
pH 7,58 7,80 7,65 7,90 7,61 8,0 7,54 8,10
CE (μS/cm) 2.450 2.800 1.789 3.300 1.528 4.880 2.369 3.700
COT (mg/L) 7,5 12,8 3,5 4,7 5,8 7,7 6,0 10,7
DQO (mg/L) 58 73 74 202 82 221 69 245
N-NTK (mg/L) 8,59 17,4 3,5 4,7 3,2 4,6 3,8 9,3
N-NH4+ (mg/L) 7,20 16,5 2,4 3,4 2,3 4,3 2,4 6,9
N- N03- (mg/L) 3,3 10,4 9,6 16,1 6,3 22,2 2,6 4,7
Na+ (mg/L) 447 565 240 346 470 786 371 594
PO43- (mg/L) 11,3 14,0 7,6 13,0 8,0 14,1 4,1 6,3
Col. fecales
4,8 5,7 2,5 3,6 1,9 3,6 2,4 4,8
(log ufc/100 mL)
Col. Somáticos
4,1 4,8 1,9 2,7 1,9 2,8 2,0 3,4
(log ufc/100 mL)
Bacteriófagos-F+
3,4 4,3 2,5 3,5 2,2 3,3 2,6 3,5
(log ufc/100 mL)

Tabla 3. Resultados analíticos de los parámetros más significativos del efluente de la EDAR y del agua subterránea
de los piezómetros de las tres parcelas, expresados en forma de media aritmética y valor máximo. Datos de CAM-
POS (1999), etc.

El análisis periódico del agua subterránea ha permitido evaluar el impacto del riego y recarga con el
efluente secundario en las tres parcelas (Tabla 3). Se observa una reducción del COT (Carbono Orgánico
Total) en el agua subterránea respecto al COT del efluente, debida a los procesos físico-químicos y biológi-
cos que tienen lugar durante la infiltración del efluente a través del suelo. Sin embargo, hay que destacar
que los valores de DQO son mayores en el agua subterránea que en el efluente, lo que puede explicarse
por la presencia de poca materia orgánica biodegradable en el suelo.
Se constata también un alto rendimiento en la eliminación de N-NTK y N-NH4+ del efluente secundario,
con valores en el agua subterránea por debajo de 10 mg/L en todas las muestras. Igualmente, los valores
de N-NO3- son generalmente más elevados en el agua subterránea que en el efluente de la EDAR. Esta
situación demuestra la existencia de un proceso de nitrificación debido a la infiltración del efluente a través
del sistema suelo-planta, indicando así la existencia de condiciones no saturadas en el suelo. La vegetación
puede tener influencia en la eliminación de nitrógeno, debido a la captación y asimilación por la planta.
Se detecta una reducción en el contenido de PO43- debido a la absorción y asimilación como nutriente por
las plantas y posiblemente por precipitación en formas insolubles.
Los análisis de indicadores bacterianos y virales en el agua subterránea muestran un buen rendimien-
to del sistema en la eliminación de microorganismos. La eliminación de coliformes fecales es entre 3 y 4
unidades logarítmicas (log), la reducción de colifagos somáticos es entre 2 y 3 log, mientras que la elimi-
nación de bacteriófagos F+ es entre 1 y 2 log. De acuerdo con los resultados de otras experimentaciones
(POWELSON, 1990; GUESSAB, 1993), estos resultados muestran una clara disminución de microorganis-
mos cuando el agua residual se filtra a través del suelo. A partir de los resultados obtenidos, puede estable-
cerse que la resistencia de los bacteriófagos a la filtración por el suelo es mayor que la de los coliformes

216
Miquel SALGOT; Montserrat FOLCH; Josefina C. TAPIAS y Antonina TORRENS

fecales. BITTON (1992) obtuvo resultados similares en suelos arenosos. Debido a su pequeño tamaño, los
virus son menos retenidos en los acuíferos arenosos que las bacterias. Se cree que la eliminación de los
virus se produce principalmente por adsorción, a diferencia de las bacterias que son eliminadas por una
combinación de filtración, sedimentación y adsorción.
Los valores de huevos de helminto del efluente secundario son siempre muy bajos (14 huevos/ 100 L
como valor máximo) y la mayoría de las veces se encuentran por debajo del límite de detección, mientras
que en el agua subterránea el contenido está siempre por debajo del límite de detección. En consecuen-
cia, puede asegurarse que la eliminación de huevos de helminto es completa. Por este motivo, estos análi-
sis se efectuaron solo hasta 1996 y no se consideró necesario efectuar su detección en los siguientes
muestreos.

CONCLUSIONES

A partir de los resultados experimentales obtenidos en la evaluación del sistema de la chopera de


Begur como tratamiento terciario de efluentes secundarios y como sistema de evaluación de recarga de
acuíferos, pueden establecerse las siguientes conclusiones:
Los sistemas Suelo-Planta-Acuífero (SPAC + acuífero) son adecuados para el tratamiento y eliminación
de agua residual, pudiéndose definir en las circunstancias de Begur una práctica ausencia de contami-
nación del suelo y aguas subterráneas. El proceso de infiltración en el suelo produce una eliminación sufi-
ciente de microorganismos para la protección efectiva de la calidad del agua subterránea desde el punto
de vista sanitario. Los suelos arenosos son en este caso un medio adecuado para el tratamiento y elimi-
nación por infiltración de las aguas residuales.
Los datos obtenidos de este estudio muestran que, después de siete años de operación, el sistema de
Begur continua siendo viable y efectivo. Los sistemas naturales de este tipo permiten la eliminación del
agua residual de forma económica, garantizando al mismo tiempo un mínimo impacto ambiental.
Es importante utilizar microorganismos indicadores distintos de los coliformes fecales para determinar
los riesgos ambientales y sanitarios de este tipo de sistemas.

AGRADECIMIENTOS

El presente trabajo se ha podido realizar gracias al apoyo incondicional del Consorci de la Costa Brava
y de SEARSA. Debemos agradecer al profesor F. Brissaud de la USTL, Montpellier II, su colaboración en la
preparación del proyecto y su apoyo posterior.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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217
COMUNICACIÓN: LA RECARGA DE ACUÍFEROS COMO HERRAMIENTA DE GESTIÓN EN LA REUTILIZACIÓN DE
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218
COMUNICACIONES

HIDROGEOLOGÍA URBANA:
ASPECTOS GENERALES
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: CONSIDERACIONES HIDROGEOLÓGICAS DEL


DESARROLLO URBANO

Beatriz GARCIA-FRESCA GROCIN* y John M. SHARP Jr.*

(*) University of Texas at Austin. 1 University Station. C1140 Austin TX 78712 – USA
beatritxe@mail.utexas.edu; jmsharp@mail.utexas.edu

RESUMEN

El presente trabajo presenta dos aspectos de la urbanización sobre las aguas subterráneas: la
naturaleza “kárstica” del subsuelo y la evaluación de la recarga. El subsuelo de las ciudades es una
intricada red de túneles, tuberías, etc. proporcionando porosidades y distribuciones de la conductividad
hidráulica comparables a las de un sistema kárstico, aunque se genera a mayor velocidad. Las estructuras
urbanas, la naturaleza kárstica del subsuelo urbano y las alteraciones del balance hídrico que las ciudades
inducen, causan variaciones en la calidad, cantidad y localización de la recarga. Se discuten los diferentes
mecanismos de recarga –directa, indirecta, localizada y artificial– en el contexto urbano. Numerosos
ejemplos ilustran el aumento en la recarga en diferentes ciudades del mundo. Un sencillo estudio de la
demanda de agua en Austin, Texas, muestra que 17.885.000 a 81.395.000 m3/a tratados y distribuidos
por el servicio municipal de aguas, contribuyen potencialmente a la recarga del agua subterránea. De esta
cantidad, alrededor de 13.822.550 m3/a pueden ser imputados a fugas en la red de distribución de agua.

Palabras Clave: Urbanización, karst urbano, recarga urbana.

INTRODUCCIÓN

El impacto de la humanidad sobre su entorno es más agudo en las áreas donde la población se
concentra: en las ciudades. Las urbes crecen a ritmo trepidante, especialmente en los países menos
desarrollados (NACIONES UNIDAS, 2002). En los Estados Unidos, el ritmo de crecimiento de las áreas
urbanas es superior a la tasa de crecimiento de la población urbana, fenómeno conocido como “urban
sprawl”. Dicho crecimiento va acompañado del aumento de la demanda de agua. Aproximadamente la
mitad de la población urbana mundial depende de las aguas subterráneas como principal fuente de agua
potable (MORRIS et al., 2002). En los Estados Unidos, las aguas subterráneas representan cerca del 40%
del abastecimiento público (SOLLEY et al., 1998). No obstante el agua subterránea continúa siendo un
recurso infrautilizado en muchas áreas urbanas, debido a la gestión inadecuada, economía de escalas,
incertidumbre científica y estrategias políticas que favorecen el uso de aguas superficiales (SHARP, 1997).

221
COMUNICACIÓN: CONSIDERACIONES HIDROGEOLÓGICAS DEL DESARROLLO URBANO

Aún en los casos en que las aguas subterráneas no ofrecen la calidad o cantidad requeridas para el
consumo público, pueden complementar el suministro principal. Aguas subterráneas de escasa potabilidad
son aptas para el riego de parques y jardines, limpieza de calles, apagado de incendios, agua para el
inodoro, etc. y su desalinización más económica que la del agua de mar.
Pavimentos, edificios, túneles y otras estructuras artificiales cubren y reemplazan los afloramientos
rocosos, suelos y vegetación preexistentes, afectando todos los componentes del ciclo del agua. La
urbanización altera temperaturas, albedo, precipitación, evapotranspiración y el balance energético
atmosférico, provocando variaciones climáticas localizadas (CHANGNON, 1976; BORNSTEIN & LIN, 2000).
Además modifica el régimen fluvial, provocando variaciones en los caudales de base y de inundación,
erosión del cauce, sedimentación, desprendimientos de tierra, deterioro de la calidad del agua e
inundaciones (LEOPOLD, 1968). Es también habitual la desaparición literal de cursos superficiales de agua,
ilustrado con los ejemplos de Londres (SHERLOCK, 1922; BARTON, 1962) y Washington DC (O’CONNOR
et al., 1999). Otro aspecto a considerar es la abundancia de materiales artificiales y alterados presentes
en el entorno urbano, denominados “rocas antrópicas” por UNDERWOOD, 2001. Aunque las
modificaciones de la porción superficial del ciclo hidrogeológico resultan aparentes, incluso para el público
en general, las afecciones a la porción subterránea del ciclo –aunque igualmente significativas– no son
tan obvias. Los efectos antrópicos sobre las aguas subterráneas incluyen la sobreexplotación, subsidencia,
intrusión marina, contaminación, variaciones en la recarga y descarga, en la permeabilidad del subsuelo y
la destrucción de importantes recursos medioambientales (SHARP, 1997; HOWARD, 2002; GARCIA-
FRESCA & SHARP, en prensa). Algunos de estos efectos son ampliamente estudiados, como es el caso de
la sobreexplotación y contaminación, mientras que otros no han recibido tanta atención. A continuación
tratamos dos líneas de investigación emergentes: la alteración de la estructura de la permeabilidad del
subsuelo urbano, y la recarga urbana de las aguas subterráneas.

EL KARST URBANO

La Tabla 1 contrasta valores de porosidad en cuatro acuíferos kársticos publicados por WORTHINGTON,
2003 y de “porosidad” bajo la ciudad de Québec, basada en el volumen de túneles e instalaciones
subterráneas catalogadas por BOIVIN, 1990. BOIVIN no contempla la porosidad creada a menor escala, a
lo largo de las zanjas en las que yacen tuberías, tendido eléctrico etc., aunque dichas estructuras pueden
dominar la velocidad y dirección del flujo subterráneo (KROTHE, 2002). GARCIA-FRESCA y SHARP (en
prensa) concluyen que el subsuelo urbano presenta valores de porosidad comparables a los sistemas
kársticos naturales, siendo la mayor diferencia el hecho de que estos últimos precisan miles de años para
desarrollarse mientras que el karst urbano puede formarse en varias décadas.

Tabla 1. Valores de porosidad en cuatro acuíferos kársticos y porosidad estimada para el subsuelo de Québec
(GARCIA-FRESCA & SHARP, en prensa; basado en WORTHINGTON, 2003 y BOIVIN, 1990).

222
Beatriz GARCIA-FRESCA GROCIN y John M. SHARP Jr.

Son escasas las referencias acerca de la influencia de la antropización del subsuelo urbano sobre las
aguas subterráneas. FOSTER et al., 1994, señalan que los productos de la ingeniería pueden actuar como
sumideros, puntos de descarga o barreras del flujo subterráneo somero. En un estudio del valle del Ruhr
en Alemania, COLDEWEY y MESSER, 1997 mencionan que los materiales arenosos en que yacen las
tuberías soterradas contribuyen a la escorrentía y, por lo tanto, reducen la recarga. WALTON, 1997 indica
que las zanjas rellenas de arena pueden actuar como vías de drenaje del agua de riego excedente. En
Suecia, descensos localizados de los niveles han sido relacionados con la mayor permeabilidad de los
materiales de relleno de las zanjas (generalmente arenas), en comparación con los depósitos cuaternarios
no alterados (NORIN et al., 1999); en el mismo estudio se recomiendan barreras arcillosas para minimizar
dichos efectos. KRASNY, 2002 infiere que la urbanización aumenta la heterogeneidad (de la permeabilidad
y transmisividad). MARINOS y KAYVADAS, 1997 analizan el ascenso del nivel freático cuando el flujo
subterráneo es obstruido por túneles. Estos autores concluyen que la magnitud de dichos ascensos (en
equilibrio dinámico) es proporcional a la altura del túnel y al gradiente hidráulico original perpendicular al
eje del túnel, sin embargo es independiente de las propiedades hidráulicas del acuífero.
Así, el subsuelo urbano es un intricado complejo de estructuras soterradas, tuberías, túneles, etc.,
comparable a un sistema kárstico somero (SHARP et al., en prensa; KROTHE et al., 2002). Las zanjas en
las que yacen los sistemas de distribución y colección de agua, tendido eléctrico, etc. son el análogo urbano
de las fracturas en los sistemas naturales y, como tales, controlan la conductividad hidráulica del subsuelo
urbano. Cavidades mayores, excavaciones y túneles son análogos a conductos y cuevas. La ciudad yace
sobre un “pseudo-karst” con permeabilidades altamente anisotrópicas y heterogéneas que pueden
alcanzar valores excepcionalmente elevados, como exponen KROTHE, 2002 y KROTHE et al., 2002.
Medidas de campo revelan valores de permeabilidad varios órdenes de magnitud mayores a lo largo de
las zanjas, que en los materiales no alterados circundantes. Una simulación numérica demuestra que la
elevada permeabilidad de las zanjas altera la velocidad y dirección de flujo del agua subterránea, hasta el
punto de hacerlas prácticamente impredecibles. Además genera múltiples plumas a partir de un único
punto de origen. La karstificación urbana evoluciona dinámicamente, superponiendo nuevas edificaciones
sobre estructuras precedentes.

LA RECARGA EN EL MEDIO URBANO

La hidrogeología actual reconoce que la cobertera impermeable facilita la escorrentía superficial y


limita la infiltración, inhibiendo la recarga de las aguas subterráneas (LEOPOLD, 1968). Sin embargo, en
los últimos años, son numerosos los ejemplos de ascensos de niveles freáticos debido a que la
urbanización introduce nuevas fuentes y trayectorias de recarga (LERNER, 1986; CHILTON et al., 1997;
CHILTON, 1999). La principal de dichas fuentes es la fuga de agua desde los sistemas de distribución y
alcantarillado, así como el excedente del riego de parques y jardines. HUTCHINSON y WOODSIDE, 2002,
documentan un incremento del 350% en el caudal base del río Santa Ana (condado de Orange, California),
atribuido al flujo de aguas residuales. El trabajo actualmente llevado a cabo por CHRISTIAN (Universidad
de Texas, 2003, comunicación personal) muestra una correlación directa entre la composición isotópica del
estroncio disuelto y el grado de urbanización de las diferentes cuencas presentes en la ciudad de Austin,
Texas; además indica que aproximadamente el 90% del caudal del arroyo Waller, en aguas bajas, procede
del agua tratada y distribuida por el servicio de aguas.

223
COMUNICACIÓN: CONSIDERACIONES HIDROGEOLÓGICAS DEL DESARROLLO URBANO

La Figura 1 (basada en FOSTER et al., 1994) ilustra la recarga en varias ciudades del mundo, en función
de la aridez del clima. En los casos presentados, la recarga urbana es superior a la recarga natural. Este
efecto se ve acentuado en los climas más áridos y en los países menos desarrollados.

Figura 1. Aumento de la recarga en varias ciudades del mundo (basada en FOSTER et al., 1994). HY: Hat Yai,
Tailandia (FOSTER, 1996); SP: São Paulo, Brasil (MENEGASSE et al., 1999); Be: Bermuda, UK (LERNER, 1990); Se:
Seoul, Korea (KIM et al., 2001); BA: Buenos Aires, Argentina (FOSTER, 1990); SC: Santa Cruz, Bolivia (FOSTER,
1996); LI: Long Island, USA (FOSTER et al., 1994); M: Mérida, México (FOSTER, 1996); C: Caracas, Venezuela
(SEILER & ALVARADO RIVAS, 1999); P: Perth, Australia (APPELYARD et al., 1999); D: Dresden, Alemania (GRISCHECK
et al., 1996); N: Nottingham, UK (YANG et al., 1999); W: Wolverhampton, UK (HOOKER et al., 1999); É: Évora,
Portugal (Duque et al., 2002); Ac: Aguascalientes, México (Lara & ORTIZ, 1999); LA: Los Angeles, USA (GEOMATRIX,
1997, inédito); Ba: Bakú, Azerbaiján (ISRAFILOV, 2002); Su: Sumgayit, Azerbaiján (ISRAFILOV, 2002); Gy: Gyandja,
Azerbaiján (ISRAFILOV, 2002); Gu: Gulistán, Uzbekistán (IKRAMOV & YAKUHOV, 2002); L: Lima, Perú (FOSTER,
1996).

El estudio de la recarga en el medio urbano es más compleja que el medio rural debido a la multitud
de usos del suelo existentes en la ciudad, a transferencias ínter-cuenca y la presencia del “karst urbano”.
En una completa revisión de los potenciales marcadores de los orígenes de la recarga urbana, BARRETT
et al., 1999, reconocen la ausencia de trazadores ideales y recomiendan el uso simultáneo de varios. YANG
et al. (1999) proponen el uso de modelos matemáticos del flujo subterráneo en combinación con un
balance multisoluto para cuantificar la recarga en áreas urbanas. SIMMERS (1998) refiere tres tipos de

224
Beatriz GARCIA-FRESCA GROCIN y John M. SHARP Jr.

recarga, de acuerdo a los procesos implicados y su distribución espacial: directa, indirecta y localizada. A
continuación se discuten estos tipos y su relativa relevancia en el medio urbano y se propone un cuarto:
recarga artificial. Miradas en detalle estas categorías se sobre imponen y no son mutuamente excluyentes.
En cualquier caso, la recarga total es la suma de los cuatro componentes.

Recarga directa

La recarga directa proviene de la percolación del agua de lluvia a través de la zona no saturada.
Depende de la evapotranspiración, humedad antecedente del suelo y conductividad hidráulica de la zona
no saturada. En las ciudades tiene lugar mediante la infiltración en áreas no pavimentadas. Dado que los
pavimentos urbanos no son completamente impermeables, LERNER (2002) propone que
aproximadamente un 50% de la cobertera impermeable sea considerado permeable. La recarga directa
puede estimarse mediante un estudio de la extensión y propiedades de cobertera urbana (césped, asfalto,
cemento, adoquinado, etc.). La precipitación efectiva puede determinarse a partir de la precipitación, la
evapotranspiración potencial y el balance hídrico diario del suelo (LERNER et al., 1993).

Recarga indirecta

La recarga indirecta es la suma de la recarga originada desde los cuerpos de agua superficiales (lagos
y ríos) y las fugas en la red de distribución de agua, el sistema de alcantarillado y los pozos sépticos.
Dependiendo del grado de desarrollo de cada país, las áreas urbanas pueden carecer de redes de
distribución/colección, pozos sépticos y alcantarillado.
La interacción entre las aguas superficiales y subterráneas puede verse afectada por la urbanización.
La extracción de aguas subterráneas puede provocar declives en el nivel freático, alterando los gradientes
hidráulicos naturales. Dichos efectos son específicos de cada sistema hidrogeológico.
Las fugas en la red de distribución son favorecidas por la presión a que el agua es sometida en las
tuberías, con el doble fin de evitar la infiltración de contaminantes y asegurar la distribución a las zonas
más alejadas del sistema. Una revisión de la literatura muestra que los servicios municipales más eficientes
asumen pérdidas en la red del 10% del agua suministrada, mientras que valores típicos rondan del 20 al
30% en los países desarrollados y del 30 al 60% en los menos desarrollados (Tabla 2). En climas áridos,
la cantidad de agua suministrada es frecuentemente mayor que la procedente de la precipitación (FOSTER
et al., 1994). Así, las fugas representan una fuente permanente –en ocasiones la principal– de recarga. Ya
que esta contribución a la recarga no puede medirse de forma directa, LERNER et al. (1990) proponen
varios métodos indirectos de estimación, uno de los cuales consiste en asumir un porcentaje del agua
distribuida. En esta línea, THORNTON (2002) sugiere que alrededor del 60% del agua no facturada por el
servicio municipal de aguas, se pierde en rupturas y fugas. Pérdidas externas al sistema de distribución,
por ejemplo “del lado del contador del consumidor”, son generalmente contabilizadas como de uso
legítimo por parte del consumidor. Otros métodos consisten en balances entre el agua tratada para
consumo y el agua residual resultante. La tasa de fugas varía espacialmente en función de la presión en
la red, la edad y material de los conductos y el mantenimiento del sistema.
Las fugas en la red de colección de aguas residuales son habituales, como demuestran numerosos
estudios de la contaminación del agua subterránea (EISWIRTH & HÖTZL, 1997; HISCOCK et al., 1997;
BLARASIN et al., 1999; RAMARAJU et al., 1999). En los casos en que los colectores se encuentran por
debajo del nivel freático, pueden sufrir infiltración de agua subterránea; cuando se encuentran por encima

225
COMUNICACIÓN: CONSIDERACIONES HIDROGEOLÓGICAS DEL DESARROLLO URBANO

del nivel freático existe el riesgo de exfiltración (LERNER, 2002). Ya que estos conductos no se hallan bajo
presión es razonable asumir que las fugas son menores que en las redes de distribución, sin embargo, su
cuantificación no es sencilla y las referencias literarias escasean. Varios autores coinciden en estimar estas
fugas a rededor del 5% en varias ciudades estudiadas –Barcelona (VÁZQUEZ-SUÑÉ, 2003), Nottingham
(YANG et al., 1999), Munich (LERNER, 1997), Dresden (GRISCHEK et al., 1996) y varias ciudades alemanas
(FOSTER et al., 1994).

Tabla 2. Compilación de pérdidas en la red de distribución de agua en varias ciudades del mundo.

Las fugas en el alcantarillado también contribuyen potencialmente a la recarga. Sin embargo, la


naturaleza de estos caudales –ocasional y de tipo turbulento– complica enormemente su evaluación.
LERNER (2002) propone una aproximación mediante el uso de modelos empíricos, o por designación de
una mayor superficie urbana como permeable para contrarrestar esta contribución.
Es práctica común asumir que el 100% de las fugas contribuyen a la recarga, sin embargo, parte de
esta agua puede perderse en procesos evapotranspirativos, ir a parar al alcantarillado o ser drenada por
los cursos de agua superficiales.
Los pozos sépticos, por definición, contribuyen prácticamente toda el agua que reciben como recarga,
excepto cantidades mínimas perdidas por evapotranspiración. Según FOSTER et al. (1994), el 90% del
agua suministrada en las ciudades sin sistema de colección puede ser contabilizada como agua de recarga.

226
Beatriz GARCIA-FRESCA GROCIN y John M. SHARP Jr.

Recarga localizada

La recarga localizada tiene lugar a través de pasajes preferenciales (fracturas, contactos litológicos, fallas,
conductos kársticos) y depende mayoritariamente de los materiales y estructuras geológicas, así como de
los suelos presentes en cada área en particular. Este mecanismo de recarga no esta exclusivamente ligado
a los procesos urbanos, aunque puede verse afectado por estos.

Recarga artificial

La recarga artificial se origina a partir del agua aplicada intencionadamente como es el riego de
parques, jardines y campos de golf, así como mediante dispositivos de infiltración de escorrentía urbana.
Los excedentes de riego de jardines y otras amenidades se diferencian de la recarga directa en que su
aplicación es deliberada, así como en la incertidumbre que entraña su cuantificación. Este mecanismo de
recarga pude ser de gran relevancia en climas áridos y semiáridos, como muestra LERNER, (1990; citando
a LA DELL, 1986) en el ejemplo de Doha (Qatar), donde ascenso del nivel freático está directamente
relacionado con la excesiva irrigación de parques y jardines. Este tipo de recarga debería resultar evidente
al contrastar los usos de agua en las estaciones seca y húmeda. BERG et al. (1996) presentan un ejemplo
de modelaje del agua de riego retornada mediante un balance hídrico del agua distribuida, usos de agua,
las propiedades físicas de los suelos y la evapotranspiración.
Los dispositivos de infiltración incluyen una variedad de sistemas diseñados con el fin de reducir el
riesgo de inundación, descongestionar el sistema de alcantarillado, tratar la escorrentía urbana y estimular
la recarga. Es apropiado asumir que estos dispositivos recargan prácticamente toda el agua que recogen,
excepto por pérdidas debidas a evapotranspiración en algunos casos. Su contribución a la recarga depende
de su abundancia en cada ciudad, su ubicación con respecto a los acuíferos, el diseño particular de cada
dispositivo y su mantenimiento.

Calidad de la recarga urbana

Numerosos estudios ilustran la contaminación urbana de las aguas subterráneas (HOWARD, 2002).
Los diferentes focos de recarga ejercen variados efectos en la calidad del agua subterránea, algunos de los
cuales son peligrosos para la salud pública. Los ejemplos de contaminación por aguas residuales abundan
en la literatura científica, como ya se ha mencionado anteriormente. SALAMEH et al. (2002) documentan
la presencia de trihalometanos –subproductos de la cloración del agua potable– en el agua subterránea
en Aman (Jordania). ELLIS (1997) describe numerosos contaminantes presentes en el agua de escorrentía
urbana y los potenciales riesgos de contaminación del agua subterránea mediante prácticas de infiltración
artificial. VAN METRE et al. (2002) analizan el sedimento de varios lagos urbanos hallando una relación
directa entre las crecientes concentraciones de hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAH) y el tráfico de
vehículos.

RECARGA URBANA EN AUSTIN (TEXAS)

La Tabla 3 resume el consumo de agua y las pérdidas desde la red en la ciudad de Austin. En el año
2000, fueron distribuidos un promedio de 197.465.000 m3/a de agua, mientras que el promedio de aguas

227
COMUNICACIÓN: CONSIDERACIONES HIDROGEOLÓGICAS DEL DESARROLLO URBANO

Tabla 3. Consumo de agua y pérdidas en la red en Austin en el año 2000.

residuales tratadas fue tan sólo de 116.070.000 m3/a. Cabe destacar que la capacidad máxima de las
plantas de tratamiento de aguas residuales no es suficiente para acomodar el promedio de agua potable
servida. Un simple balance entre estos parámetros proporciona una estimación conservadora de la
cantidad de agua, exclusivamente urbana, potencialmente disponible para la recarga: 17.885.000 m3/a
(25 mm/a). Este valor aumenta significativamente cuando se comparan los dos promedios (115 mm/a),
cantidad notable en relación a la precipitación anual (900 mm/a). Imputando el 60% del agua no
contabilizada a fugas en las tuberías (THORNTON, 2002), Austin contribuye un 7% del agua potable
tratada a la recarga artificial, unos 19 mm/a.
El estilo de urbanización en Austin es de baja densidad y consiste mayoritariamente en viviendas
unifamiliares con jardín, lo cual resulta en un área urbana relativamente extensa y hace que las pérdidas
expresadas en mm/a parezcan poco significativas. Por otro lado, es probable que una gran parte del agua
que no retorna como aguas residuales esté siendo utilizada en el riego de parques y jardines.
El servicio municipal de aguas de la ciudad de Austin estima las pérdidas –la diferencia entre el agua
tratada y el agua facturada– en torno al 12% (Tabla 4). Parte del agua no facturada es usada en las
plantas de tratamiento de agua, en el mantenimiento de las tuberías de distribución, por el servicio de
incendios, evaporación, robos, etc. El servicio municipal incluye el agua perdida en rupturas y fugas en la
red en el subapartado de mantenimiento, al que le asigna un máximo del 2% del agua tratada. Finalmente
se incluye el agua cuyo uso o destino final no está justificado –5,7% según el servicio municipal.

Tabla 4. Pérdidas de agua en la red en Austin en el año fiscal 2001-02 (Servicio Municipal de Aguas 2003,
comunicación personal)

228
Beatriz GARCIA-FRESCA GROCIN y John M. SHARP Jr.

La Figura 2 muestra la evolución histórica del agua no facturada en Austin. El promedio en los últimos
diez años es del 11,23% del agua tratada (12% en el año 2000). Cuando se compara la evolución
histórica de la demanda (Figura 3) se puede apreciar que los años de mayor demanda coinciden con los
de porcentajes de pérdidas más elevados. Sin embargo, la tasa de agua no facturada no aumenta
progresivamente como lo hace la demanda de agua, lo que indica cierto aumento en la eficiencia del
servicio.

Figura 2. Evolución del agua no facturada en la Figura 3. Demanda histórica de agua en la


ciudad de Austin (Servicio Municipal de Aguas 2003, ciudad de Austin (Servicio Municipal de Aguas
comunicación personal). 2003, comunicación personal).

CONCLUSIONES

La urbanización ejerce numerosas influencias sobre las aguas subterráneas infrayacentes. Dos áreas de
interés emergente son el estudio del “karst urbano” y la evaluación de la recarga.
El subsuelo de las ciudades ostenta una intricada red de túneles, zanjas, tuberías, cimientos etc. que
proporciona porosidades y distribuciones de la conductividad hidráulica comparables a las de un sistema
kárstico.
Las estructuras arquitectónicas, la naturaleza kárstica del subsuelo urbano y las alteraciones del
balance hídrico que las ciudades inducen, causan variaciones en la calidad, cantidad y localización de la
recarga a las aguas subterráneas. La recarga directa puede verse reducida a causa de la
impermeabilización del terreno mediante pavimentos, edificios, etc. La recarga indirecta aumenta
considerablemente gracias a las fugas en las tuberías de distribución y colección de agua. Valores típicos
de pérdidas de agua desde el sistema de distribución rondan del 20 al 30% en países desarrollados y del
30 al 60% en países en desarrollo. La recarga artificial también se ve acrecentada gracias al exceso de
irrigación de parques y jardines. En definitiva, la recarga urbana es superior que en condiciones
preurbanas. La bondad o perjuicio resultante de este proceso es diferente en cada entorno y por lo tanto
tendrá que ser evaluado en cada caso por los pertinentes responsables de la planificación urbana y gestión
de los recursos hídricos.
En Austin, Texas, 17.885.000 a 81.395.000 m3/a del agua suministrada nunca alcanzan las plantas de
tratamiento de residuos y potencialmente contribuyen a la recarga. De esta cantidad, alrededor de
13.822.550 m3/a pueden ser imputados a fugas en la red de distribución de agua. El resto del agua es
probablemente empleada en el riego de parques y jardines.

229
COMUNICACIÓN: CONSIDERACIONES HIDROGEOLÓGICAS DEL DESARROLLO URBANO

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233
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: INTEGRACIÓN DE LAS AGUAS MARINAS DESALADAS, A


TRAVÉS DE ACUÍFEROS, EN EL ABASTECIMIENTO DE CIUDADES LITORALES
DEL SURESTE ESPAÑOL

Antonio PULIDO BOSCH* ;Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA**;


Pablo PULIDO LEBOEUF*; Juan GISBERT*; Francisco SÁNCHEZ MARTOS*
Angela VALLEJOS* Cristóbal GARCÍA** y Luís Ángel LÓPEZ ***

(*) Dpto. de Hidrogeología y Q.A. Univ. de Almería. La Cañada. 04120. apulido@ual.es


(**) Dpto. Ing. Min. Geol. y Cartográf. Univ. Polit. de Cartagena. 30203. tomas.rodriguez@upct.es
(***) PRIDESA. Dr. Servet, nº 2, 1º. S. Pedro del Pinatar. 30740. luisangel.lopez@pridesa.com

RESUMEN

Las aguas marinas, desaladas mediante plantas, constituyen un recurso no convencional que se utiliza
cada vez más para paliar la escasez de agua en las ciudades costeras, especialmente en las de clima
semiárido. Se trata de una alternativa que, en ocasiones, puede competir con otras soluciones que
requieren mayor inversión o que necesitan mayor tiempo de realización, pero que en general van a suponer
un complemento muy significativo para cubrir las cada vez mayores demandas urbanas. La experiencia
demuestra que es menos costoso captar el agua de mar mediante sondeos que hacer las tomas directas.
Resulta recomendable que previa a la selección definitiva de la planta se realicen los estudios
hidrogeológicos necesarios, que permitan determinar la idoneidad de las captaciones. Se dan a conocer
dos experiencias de este tipo: una planta para abastecimiento público a la ciudad de Almería y otra para
el Nuevo Canal de Cartagena.

Palabras Clave: Desaladoras, ciudades sostenibles costeras, Sureste Español, sondeos verticales y
horizontales.

INTRODUCCIÓN

Las áreas costeras mediterráneas del sureste español gozan de un clima privilegiado, con temperaturas
moderadas y muchos días soleados, de tal manera que constituyen lugares en los que mucha gente quiere
vivir todo el año, o al menos durante el período estival; por otro lado, las condiciones climáticas favorecen
el desarrollo de una agricultura altamente rentable. El aumento continuado de la población y la elevada
demanda de agua para usos agrícolas hacen que estos lugares tengan frecuentemente graves problemas
de abastecimiento.
Tal es el caso de amplios sectores del sureste español y más concretamente de las provincias de
Almería, Murcia y Alicante, en donde los pocos ríos existentes no pueden hacer frente a la demanda de
agua hasta el punto de que muchos de sus lechos son frecuentemente utilizados como vías de

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COMUNICACIÓN: INTEGRACIÓN DE LAS AGUAS MARINAS DESALADAS, A TRAVÉS DE ACUÍFEROS, EN EL
ABASTECIMIENTO DE CIUDADES LITORALES DEL SURESTE ESPAÑOL

comunicación, como es el caso de las típicas ramblas. Por otro lado, los acuíferos costeros que antes
abastecían a una agricultura bien desarrollada, debido a su frecuente estado de sobreexplotación sufren
intrusión marina y, en consecuencia, muchos de ellos ha habido que abandonarlos.
Es bien sabido que dentro de las posibles alternativas ante la escasez creciente de agua se encuentran,
entre otras: el ahorro del agua y la eliminación del despilfarro, la reutilización de aguas residuales previa
depuración y la importación de agua procedente de otras cuencas con mayor disponibilidad, aunque se
encuentren situadas a cientos de kilómetros de distancia, como es el caso del previsto trasvase del Ebro,
que aportaría caudales las provincias referidas. Pero también hay que contemplar la desalación de agua
del mar.
En el caso de la provincia de Almería, tras el dramático período de sequía que culminó en el año 1995,
se decidió tomar el agua del mar, previa desalación. La planta desaladora diseñada para abastecer a la
ciudad de Almería tendrá una capacidad inicial de 4000 m3/h, lo cual equivale a una demanda continua
de algo más de 1100 l/s. Además, está prácticamente terminada la primera fase de la planta desaladora
de Carboneras y se inicia la segunda fase; esta última tiene la peculiaridad de ser la más grande de Europa
y una de las pocas que existen en el mundo para uso esencialmente agrícola, aunque no únicamente.
Por lo que respecta a la provincia de Murcia, en 1996 se construyó la primera y única planta desaladora
de agua del mar de esta comunidad autónoma, a través de sondeos verticales, propiedad de la Comunidad
de Regantes de Mazarrón; se procesan 30 hm3/a de agua del mar (1000 l/s) y obtienen 16 de agua
producto (RODRÍGUEZ ESTRELLA, 2003 y RODRÍGUEZ ESTRELLA et al., 2003). En la actualidad se están
construyendo varias desaladoras para regadío y algunas también para abastecimiento urbano, como la del
Nuevo Canal de Cartagena, que atenderá las necesidades de Murcia capital y otras poblaciones costeras,
como Alicante y Cartagena; esta última extraerá el agua del mar, a través de acuíferos marinos, mediante
sondeos horizontales dirigidos.
Dicha alternativa tiene una larga tradición en otros puntos de España, muy especialmente en las islas
Canarias y Baleares, y va a ser una práctica muy común en todo el Mediterráneo más “árido”, desde Malta
a Chipre, Israel o Libia y Túnez (TORRES, 1996 y 1999). Arabia Saudita, los Emiratos Árabes y todos los
países del entorno, grandes productores de petróleo, son frecuentes utilizadores de estas técnicas de
desalación, e incluso en algunos casos han evaluado la posibilidad de emplear agua desalada para hacer
recarga artificial, concretamente en Kuwait (MUKHOPADHYAY, 2002). Hay que pensar que la investigación
tecnológica, en relación con los métodos de desalación (ZARZA, 1996), se encuentra en plena producción,
lo que permitirá en un futuro muy próximo la notable reducción de los precios de manera continuada.
Resulta menos costoso extraer agua marina mediante sondeos, que tomarla directamente del mar. Los
sondeos litorales extraen un agua ya filtrada, sin apenas materia orgánica, por lo que se necesita realizar
menos pretratamientos, con el consiguiente ahorro económico.
La problemática relacionada con la captación de estas aguas saladas para su desalación pasa por el
estudio hidrogeológico previo y un adecuado diseño de los sistemas de explotación –incluyendo la
perforación y terminación de los sondeos, su limpieza y desarrollo- como etapa posterior a la selección de
los emplazamientos de captaciones más idóneos. Su importancia es tal, que la ubicación definitiva de la
planta tiene que estar condicionada a los resultados de esta fase; y no al revés, como han hecho en
muchas ocasiones entidades públicas y privadas, con los consiguientes fracasos técnicos, perjuicios
económicos y retrasos temporales (RODRÍGUEZ ESTRELLA, et al. 2003).
En el caso de la planta para abastecimiento público a la ciudad de Almería, el área de captación hubo
que situarla junto a la planta desaladora, ya que ésta se estaba construyendo en las proximidades de la
desembocadura del río Andarax, y dentro del delta de dicho río. Sobre dicho área no había mucha

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Francisco SÁNCHEZ MARTOS; Angela VALLEJOS Cristóbal GARCÍA y Luís Ángel LÓPEZ

información disponible, aunque sí sobre la cuenca del río Andarax (PULIDO BOSCH, 1992; SÁNCHEZ
MARTOS, 1997), en donde el Grupo de Investigación de Hidrogeología de la Universidad de Almería
llevaba varios años trabajando (SÁNCHEZ MARTOS, 1999), así como otros organismos de la
Administración (CARRASCO, 1988). Algo similar ha pasado con la planta del Nuevo Canal de Cartagena,
que el área de captación ha habido que situarlo junto a la planta desaladora, ya muy avanzada en su
construcción, sin que se tuviera conocimiento hidrogeológico alguno de la misma.
Por otro lado, en los manuales clásicos de hidrogeología y más concretamente en los capítulos
dedicados al estudio del contacto agua dulce-agua salada (DAVIS Y DE WIEST, 1971) y a los procesos de
intrusión marina (CUSTODIO Y LLAMAS, 1976), se recoge que una de las técnicas para reducir los riesgos
de intrusión marina es el bombeo simultáneo de agua dulce y salada en el mismo pozo (BENÍTEZ, 1963)
en la relación 5:1 o la creación de barreras negativas al avance de la cuña salina mediante el bombeo de
agua bajo la interfase para ser arrojada al mar. Parece, pues, que la alternativa de captación del agua
marina en los acuíferos de la franja costera puede tener implicaciones en el mejor aprovechamiento de los
acuíferos costeros, al reducir considerablemente el riesgo de intrusión marina, al tiempo que permite dar
algo de vida a amplios sectores de acuíferos declarados sobreexplotados y que son en la actualidad objeto
de sustitución de la fuente de suministro mediante aguas trasvasadas, por ejemplo (curiosamente en estos
últimos casos se asiste a un proceso rápido de lavado, a menudo acompañado de subidas notables del
nivel piezométrico, que plantea problemas en sótanos de viviendas).
El objetivo esencial de esta comunicación es el de poner de manifiesto la importancia de considerar
esta alternativa de uso de agua en la ciudad sostenible y más concretamente en la situada en la costa; y
para ello se exponen dos ejemplos notables: la planta para la ciudad de Almería y la del Nuevo Canal de
Cartagena.

DESALADORA DE LA CIUDAD DE ALMERÍA

Actualmente se está construyendo una planta desaladora de agua de mar en la margen izquierda del
río Andarax, con capacidad suficiente para garantizar el abastecimiento a la ciudad de Almería. Las obras
de captación las realizó la UTE adjudicataria ABENGOA-PRIDESA, a través de la Universidad de Almería.
El área a captar estaba en gran medida condicionada por la planta en construcción, situada en las
proximidades de la desembocadura del río Andarax, y dentro del delta de dicho río (Figura 1). Los
materiales acuíferos corresponden a formaciones deltáicas, de clara influencia marina, en continuidad
lateral con los materiales aluviales del río. La base de estos materiales corresponde a arenas, calcarenitas
y conglomerados de edad Plioceno (SÁNCHEZ MARTOS, 1997).
En la Figura 2 se muestra una síntesis de los materiales atravesados en los sondeos. Los 10 primeros
metros corresponden a un tramo alternante de lutitas, arenas medias-finas y algo de gravas; los sondeos
situados hacia el oeste atravesaron, además, unos primeros metros de material antrópico de relleno. Entre
los metros 20 y 30 se atravesó un tramo de gravas gruesas y arenas, que reposaban sobre unas lutitas,
cuyo espesor disminuía hacia el este. Entre los metros 35 y 80 predominan las gravas, cuyo tamaño
disminuye hacia la base, al tiempo que aumenta la proporción de arenas medias-finas; este nivel se
adelgaza hacia el NE, esto es, a medida que se retira del curso del río Andarax (hasta aquí los materiales
son claramente del Cuaternario). Le sigue una alternancia de lutitas y arenas, ya del Plioceno, que tienden
a desaparecer hacia el este, dando paso a un nivel de areniscas bioclásticas cementadas, con gran cantidad
de fósiles marinos. Por último, existe un tramo de gravas y arenas pliocenas, entre los metros 90 y 100.

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COMUNICACIÓN: INTEGRACIÓN DE LAS AGUAS MARINAS DESALADAS, A TRAVÉS DE ACUÍFEROS, EN EL
ABASTECIMIENTO DE CIUDADES LITORALES DEL SURESTE ESPAÑOL

Figura 1. Esquema geológico del delta del Andarax, situación de la desaladora, campo de sondeos y posición de
los tres puntos (P-I, P-II y P-III) de control y seguimiento del contacto agua dulce-agua salada. Flechas: líneas
teóricas de flujo subterráneo.

El suministro de la desaladora se realizará mediante bombeo del agua de mar por debajo de la
interfase agua dulce-agua salada en la zona deltáica del acuífero detrítico del Bajo Andarax. Para ello se
han realizado diecinueve sondeos situados a una distancia comprendida entre 30 y 150 m de la línea de
costa, con el objetivo de extraer un caudal de 1300 l/s. Todos ellos fueron realizados por PERFIBESA.
La perforación se realizó mediante rotación a circulación inversa y los principales problemas se
produjeron en el emboquille, lo que obligó a llevar máquinas de percusión en algunos sondeos. Se utilizó
atapulgita como lodo de perforación en lugar de bentonita, ya que esta última no es estable en agua
salada.
Mediante la aplicación de diagrafías convencionales junto con el registro litológico detallado se obtuvo
una información precisa de las formaciones atravesadas, para poder seleccionar los tramo filtrantes,
cementando la zona superior (unos 35 m) que es explotada para uso agrícola (Figura 2).
El desarrollo de los sondeos se realizó inicialmente mediante aire comprimido, utilizando la propia
máquina de perforación y posteriormente por bombeo durante 48 horas, obteniéndose caudales de hasta
casi 150 l/s, con calidades químicas prácticamente como las del mar.
Los sondeos con menores caudales específicos (< 13 l/s/m) mostraron una disminución de los
descensos más elevada, entre 1 y 5 metros, y los sondeos con mayores rendimientos (> 17 l/s/m) la
disminución de los descensos osciló entre 0,5 y 3 metros (SÁNCHEZ MARTOS, 2002).
La realización de estas obras de captación en un acuífero donde existen usuarios con derechos
adquiridos, desde hace mucho tiempo, obliga a plantear el establecimiento de una red de observación del
agua dulce, de la franja de transición, y del agua salada, para conocer cual será la respuesta del sistema
a una extracción tan importante (GISBERT, 2002). El sistema de control diseñado consta de tres enjambres
de piezómetros situados a 200, 500 y 1000 metros respectivamente del mar. Cada enjambre posee cuatro

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Francisco SÁNCHEZ MARTOS; Angela VALLEJOS Cristóbal GARCÍA y Luís Ángel LÓPEZ

piezómetros: uno ranurado en todos sus tramos


permeables, y otros tres con un solo tramo ranurado,
de 1 ó 2 metros de longitud, situado a diferente
profundidad, con el objeto de que sean
representativos de la franja de agua dulce, de la
zona de agua salada y de la zona de mezcla. La
profundidad de los distintos piezómetros depende
de la posición de las franjas de agua dulce y salada
en cada grupo de control. Estos piezómetros se
equipan con data-logger (DL) y se controla la
conductividad eléctrica (C), temperatura (T) y nivel
piezométrico (H) a los tres niveles citados. Además se
mide el nivel piezométrico general del acuÌfero y sus
características fisicoquímicas, mediante
testificaciones periódicas en el piezómetro 1 (Figura
1). Los datos obtenidos servirán para la elaboración
de los modelos matem·ticos de flujo en el acuífero,
para la toma de decisiones en tiempo real y como
sistema de alerta, dado que se conocerá en todo
momento la distribución de salinidades en el
acuífero.
Esto permitirá un seguimiento en tiempo real de
la evolución de la zona de mezcla en el entorno
inmediato de la desaladora, como consecuencia de
la explotación continuada. Los registros efectuados
en los piezómetros, previamente y durante la
realización de una prueba de bombeo conjunto con Figura 2. Sondeo-tipo que sintetiza las
características de los sondeos realizados en el delta
seis sondeos (Figura 3), han constituido una buena
del río Andarax para la planta desaladora de
simulación de los efectos de la explotación del Almeria.

Figura 3. Imagen de la prueba de bombeo conjunto realizada en los sondeos de la desaladora.

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COMUNICACIÓN: INTEGRACIÓN DE LAS AGUAS MARINAS DESALADAS, A TRAVÉS DE ACUÍFEROS, EN EL
ABASTECIMIENTO DE CIUDADES LITORALES DEL SURESTE ESPAÑOL

campo de sondeos. Los resultados preliminares indican que el sector de explotación principal del acuífero
se produce debajo de la interfase, la cual se hace más neta durante las extracciones y su descenso se
incrementa al aumentar los caudales de bombeo. Esto induce a pensar la escasa interferencia que podrían
causar las captaciones de agua salada sobre la calidad del agua dulce en los niveles superficiales del delta
del río Andarax, aunque con ciertas reservas, dado que el caudal final a bombear durante la explotación
sería algo menos del doble ensayado.
En la zona de estudio sólo existen dos rocas permeables que pueden contribuir a proporcionar los
caudales que se necesitan, para ser posteriormente desalados: las calcarenitas oolíticas del Tirreniense y
los travertinos del Pleistoceno; ambos presentan solo permeabilidad por fisuración y pertenecen al
acuífero.

DESALADORA DEL NUEVO CANAL DE CARTAGENA

Actualmente se está construyendo (ya está prácticamente terminada) una planta desaladora de agua
de mar en el término municipal de San Pedro del Pinatar (Murcia), próximo a la pedanía del Mojón (límite
entre las provincias de Murcia y Alicante), con capacidad suficiente para tratar un volumen de agua marina
superior a los 50 hm3/a (caudal instantáneo de al menos 1750 l/s), con el fin de garantizar el
abastecimiento que tiene comprometido satisfacer la Mancomunidad de los Canales del Taibilla a las
ciudades de Murcia, Alicante, Cartagena y otras poblaciones costeras. Las obras de captación y de la planta
las está realizando la UTE adjudicataria ABENGOA-PRIDESA, habiendo actuado de asesor científico, en una
última fase, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
El área a captar estaba en gran medida condicionada por la planta ya muy avanzada en su
construcción, de manera que se tuvieron que investigar las dos únicas rocas permeables que existen en la
zona, a pesar de su, a priori, previsible escaso potencial hídrico: las calcarenitas oolíticas del Tirreniense y
los travertinos del Pleistoceno; ambos presentan solo permeabilidad por fisuración y pertenecen al acuífero
Cuaternario del Campo de Cartagena.
En un principio, se realizaron hasta 5 sondeos verticales (3 en la provincia de Murcia y 2 en la de
Alicante), entre noviembre y junio de 2002, perforados a rotación inversa (3), percusión (1) y roto-
percusión (1); las profundidades de los mismos están comprendidas entre 74 y 330 m. Las distancias al
mar se fueron reduciendo cada vez más, pasando de 1000 m en el sondeo Vertical nº 1 (V-1) a 100 m en
el nº 5 (V-5).
Debido a que, por un lado, existe una falla que condiciona la geomorfología de la costa y que
desconecta hídricamente con el mar los acuíferos del Mioceno superior y Plioceno del Campo de
Cartagena (RODRÍGUEZ ESTRELLA, 1995) y dificulta el acceso a través del Cuaternario y, por otro, que la
interfase se sitúa aproximadamente en la línea de costa, después de haber realizado los cinco sondeos
verticales con resultados poco alentadores se decidió realizar Perforaciones Horizontales Dirigidas (P.H.D.),
con el fin de captar las rocas permeables por debajo del mar. Dentro de una primera fase, de investigación,
se efectuaron dos sondeos de pequeño diámetro (perforación 250 m m y entubación 110 m m) y longitud
de 290 y 430 m, respectivamente, durante los meses de septiembre y octubre de 2002, por la empresa
CATALANA DE PERFORACIONES, S.A, y en diciembre de ese mismo año se efectuaron otros dos en el
mismo sitio, pero con tubería de 315 m m., por la empresa ALCABLE, S.L. (con las mismas longitudes). Los
sondeos más cortos investigaron el acuífero de las calcarenitas (y nos referiremos a ellos como H-1) y los
más largos (y también más profundos) el de los travertinos (y nos referiremos como H-2). Las perforaciones

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Francisco SÁNCHEZ MARTOS; Angela VALLEJOS Cristóbal GARCÍA y Luís Ángel LÓPEZ

tienen una dirección N 95 E, esto es, prácticamente perpendiculares a la línea de costas. A finales de marzo
del 2003, comienza una segunda fase, la de explotación, de la que solo se hablará del sondeo H-3, ya que
ahí es donde se terminó el asesoramiento de la UPCT a la UTE.
La ubicación de todos los sondeos puede verse en la Figura 4, además de un esquema geológico de
la zona de estudio.
Las calcarenitas oolíticas afloran en el mar en una barra interrumpida formada por islotes (al menos
4), denominados los Escull del Mojón. Dicha barra presenta una dirección de N 170 E , que intersecta con
la línea de costa, ya que ésta es prácticamente N-S; incluso se mete algo en el continente. En los sondeos
horizontales se atravesaron hasta 300 m de anchura perpendicular a la barra.

Figura 4. Esquema geológico de la zona del Mojón y situación de la desaladora del Nuevo Canal de
Cartagena y de los sondeos realizados.

Figura 5. Esquema de los sondeos horizontales dirigidos, H-1 y H-2.

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COMUNICACIÓN: INTEGRACIÓN DE LAS AGUAS MARINAS DESALADAS, A TRAVÉS DE ACUÍFEROS, EN EL
ABASTECIMIENTO DE CIUDADES LITORALES DEL SURESTE ESPAÑOL

El acuífero ligado a estos materiales presenta una extensión limitada; concretamente 1.500 m de
longitud por unos 200 m de anchura media y un espesor variable que puede llegar a ser de 5 m en el
centro de la barra (Figura 5).
Se trata de un acuífero libre (existe un contacto directo en su techo con el mar), que ha sido afectado
por la Neotectónica, observándose en el afloramiento de tierra (además de en los sondeos) diaclasas
ortogonales distanciadas unas con otras métricamente, de dirección casi N-S y casi W-E, por cuyas
aperturas circula el agua. Puesto que se trata de fracturas distensivas, existe una mayor circulación hacia
el techo de la calcarenita que hacia el muro, y además se ha desarrollado más la karstificación (aunque en
menor grado que en la zona de mezcla). Los caudales aforados en el H-1 fueron de 12,5 l/s en el de
pequeño diámetro, y de 50 l/s, en el de mayor diámetro. En el sondeo H-3, puesto que se colocaron dos
bombas en tierra que aspiraban al unísono, se pudo extraer un caudal de 100 l/s, durante 3 días.
La zona de interfase coincide aproximadamente con la línea de costa, ya que aquí solo se ha podido
encontrar agua de 32.000 mS/cm. Sin embargo, debajo del mar los sondeos horizontales han conseguido
extraer aguas con conductividades de 48.500 mS/cm, lo que evidencia la conexión inequívoca con el mar.
Este acuífero se puede considerar marino, ya que aflora escasamente en el continente. Puesto que
(debido a su carácter arrecifal-lentejonal) por debajo y al lado de él existen unos limos y arcillas rojizas con
una permeabilidad del orden de 10-6 m/d se puede considerar que está aislado del continente. Es cierto
que algunas de sus fracturas sirven de vehículo (en este momento) para la salida dificultosa (en este lugar)
de los excedentes de regadío, que proceden del acuitardo lateral; sin embargo, cuando se realice un
bombeo en este acuífero por debajo del mar, se acentuará aún más el aislamiento pues, dados los elevados
caudales que se van a demandar, tendrán que provenir del mar, pues en el continente lateralmente solo
tenemos unas arcillas con una permeabilidad bajísima y en consecuencia, se producirá un "descuelgue"
entre "acuíferos", que se manifestará (como ya se ha visto en varias zanjas que se han realizado en la
Playa del Mojón) en una diferenciación de niveles piezométricos.
Por tanto, la extracción de agua subterránea procedente de las calcarenitas no afectará a los acuíferos
del continente, ya que están independizadas hidrogeológicamente del mismo. Esto se ha podido
comprobar en el bombeo de ensayo realizado en el sondeo H-3, en el que se tomaron tres piezómetros en
el continente: dos a 100 m del mar y 700 y 800 m del pozo de bombeo (sondeos de investigación V-3 y
V-4) y un tercero a 800 m del pozo y de la línea de costa (P-9, o pozo de la Puerta del Mojón). Tras tres
días de ensayo se vio que en ninguno de los tres piezómetros observados se produjeron descensos de
niveles; incluso ocurrió todo lo contrario, esto es, se registraron ascensos de hasta 15 cm, motivado por la
caída generosa de lluvia en la zona.
La otra roca permeable está constituida por travertinos oquerosos blancos del Pleistoceno. No se
puede saber qué espesor presentan bajo del mar, pues en el sondeo H-2 solo se ha cortado 1,5 m
de espesor; pero muy probablemente la potencia alcanzará los 20 m que aparecieron en los
sondeos V-4 y V-5.
El acuífero ligado a estos materiales presenta una extensión limitada; aproximadamente se interna en
el continente como mucho 1,5 km, pero por debajo del mar podría llegar hasta los 5 km, a juzgar por la
evidente conexión hídrica que existe entre roca y mar. Lateralmente se desconoce hasta dónde llega, pues
faltan datos de sondeos y de superficie, pero sí se puede decir que hacia el norte continúa como mínimo
8 km, pues ha sido observado en la Caleta de Cabo Roig, con un espesor inferior a 1 metro.
Se trata de un acuífero cautivo, pues tiene un acuitardo en el techo y un impermeable en el muro
(margas del Plioceno superior). También ha sido afectado por la Neotectónica, como se ha podido
comprobar en el continente (Figura 6); sin embargo, es muy posible que presente menos fracturas que las

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Antonio PULIDO BOSCH;Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA; Pablo PULIDO LEBOEUF; Juan GISBERT;
Francisco SÁNCHEZ MARTOS; Angela VALLEJOS Cristóbal GARCÍA y Luís Ángel LÓPEZ

Figura 6. Corte geológico, con base en las columnas de sondeos verticales.

calcarenitas, al tratarse de una roca más compactada y más profunda, pero de mayor envergadura;
probablemente sea afectado por fallas normales de dirección casi N-S, paralelas a la de la costa, por cuyas
aperturas circule el agua.
Este acuífero es menos productivo que el de las calcarenitas, pues solo se han aforado caudales de 26
l/s, en sondeos horizontales y 30 l/s, en sondeos verticales.
El contacto con el mar es lateral y se produce a unos 5 km de la costa (teniendo en cuenta las isobatas,
el buzamiento subhorizontal de los estratos y que en los sondeos se ha tocado el techo de los mismos a
30-40 m). No obstante, esta conexión está garantizada, dado que en los sondeos horizontales se han
encontrado conductividades superiores a los 51.800 μS/cm, es decir el valor que tiene el agua del mar.
Según los sondeos (verticales y horizontales), la interfase de este acuífero estaría más metida hacia
dentro del mar que en el caso de las calcarenitas, pero en cualquier caso se trataría de 15 a 25 m de la
costa.
Como se ha podido comprobar, entre el sondeo V-3 y los V-4 y V-5 hay una falla normal, pues existe
un salto en el techo de los travertinos de 11 m (Figura 6). Este salto, aunque no desconecta
hidrogeológicamente por completo el travertino de uno y otro bloque de la falla, sí que provoca una
conexión hidráulica dificultosa (ésta es de tan solo 6 m), de tal manera que, a grandes rasgos, se puede
decir que separa un acuífero travertino relacionado fundamentalmente con las aguas subterráneas del
continente, de otro mayoritariamente alimentado por aguas del mar.

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COMUNICACIÓN: INTEGRACIÓN DE LAS AGUAS MARINAS DESALADAS, A TRAVÉS DE ACUÍFEROS, EN EL
ABASTECIMIENTO DE CIUDADES LITORALES DEL SURESTE ESPAÑOL

Creemos que si se procede a una explotación de este acuífero (teniendo en cuenta que ésta se
realizará a partir de los casi 100 m mar adentro, que el pozo ordinario de propiedad particular más
próximo se sitúa a 800 m y que la referida falla dificulta la conexión hidráulica con el continente), no va
a existir apenas afección a los acuíferos emergidos y en el peor de los casos será diferida en el tiempo
(independientemente de que este acuífero no es captado por ningún sondeo ni pozo privado).

CONCLUSIONES

Las aguas marinas, desaladas mediante plantas, constituyen un recurso no convencional que hay que
tener en cuenta a la hora de satisfacer, total o parcialmente, las demandas urbanas de las grandes
aglomeraciones costeras, especialmente las situadas en zonas semiáridas, como las del sureste español.
En los últimos tiempos, la gran eclosión turística ha demandado la construcción de numerosas
urbanizaciones costeras y de campos de golf adyacentes (unos ya están construidos y otros, los más, están
en proyecto). En ambos casos está previsto (incluso por ley) no satisfacer este incremento de demanda
hídrica mediante los aportes foráneos de otras cuencas excedentarias y sí hacerlo mediante las aguas
residuales depuradas y las marinas desaladas. Pero ocurre que las primeras son limitadas y además que
muchas de ellas están ya asignadas a comunidades de regantes; por tanto, se hace necesario echar mano
de las marinas desaladas, para conseguir un desarrollo sostenible.
La experiencia demuestra que es menos costoso captar el agua de mar mediante sondeos que hacer
las tomas directas, ya que de aquella manera se obtiene un agua ya filtrada. También, es menos
problemático socialmente, y además más seguro de obtener éxito técnico, captar el agua del mar a través
de acuíferos sobreexplotados con intrusión marina, que hacerlo de otros con equilibrio hídrico; de esta
manera, las baterías de sondeos paralelos a la costa conseguirán una protección del acuífero a la intrusión.
Resulta recomendable que, previa a la selección definitiva de la planta, se realicen los estudios
hidrogeológicos necesarios, que permitan determinar la idoneidad de las captaciones; y no al revés como
han hecho en muchas ocasiones entidades públicas y privadas, con los consiguientes fracasos técnicos,
perjuicios económicos y retrasos temporales.

AGRADECIMIENTOS

El presente artículo está especialmente dedicado a Pablo Pulido Leboeuf, quien tanto trabajó en el
tema que aquí se expone, dejándonos un gran legado intelectual, a pesar de su juventud, pero sobre todo
profesional y humano: nos trasmitió el entusiasmo por la investigación, la entrega a ella sin desmayo y la
generosidad hacia sus compañeros de equipo. Él sigue estando entre nosotros.
Este trabajo ha sido realizado dentro del Proyecto PI/08 del Instituto Euromediterráneo de Hidrotecnia
del Consejo de Europa. Se ha beneficiado, igualmente, de algunos aspectos parciales del proyecto HID99-
0597-CO2-02, financiado por la CICYT.

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245
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: SEÑALIZACIÓN, PERFORACIÓN, TERMINACIÓN Y


SEGUIMIENTO DE SONDEOS DESTINADOS A EXTRAER AGUA DEL MAR, PARA
SER TRATADA EN PLANTAS DESALADORAS

Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA*, Antonio PULIDO BOSCH** y


Pablo PULIDO LEBOEUF**

(*) Dpto. Ingeniería Minera, Geológica y Cartográfica. Universidad Politécnica de Cartagena. 30203 Cartagena.
tomas.rodriguez@upct.es.
(**) Dpto. de Hidrogeología y Q.A.. Universidad de Almería. 04120 La Cañada (Almería). apulido@ual.es

RESUMEN

La experiencia demuestra que es menos costoso captar el agua de mar mediante sondeos que hacer
las tomas directas, ya que en aquellos ya sale filtrada. Sin embargo, no en todos los lugares de la costa
existe una comunicación hídrica tierra-agua; tampoco un sondeo convencional sirve para extraer agua de
mar y, mucho menos, resulta duradero, puesto que las aguas a bombear son más agresivas. Por tanto, este
tipo de captaciones requiere una tecnología específica que hay que aplicar desde su ubicación hasta la
entubación, pasando por la modalidad de perforación más idónea, dependiendo del tipo de litología a
atravesar.

Palabras Clave: Desaladoras, sondeos verticales, sondeos horizontales dirigidos, entubación.

INTRODUCCIÓN

Resulta más económico extraer agua marina mediante sondeos, que tomarla directamente del mar; los
sondeos litorales extraen un agua ya filtrada, sin apenas materia orgánica, por lo que se reduce el coste
de pretratamiento a realizar.
Por un lado, se sabe que no en todos los puntos del litoral existe una comunicación hidrogeológica
entre el mar y sus vecinos acuíferos costeros y, por otro, que los sondeos convencionales no sirven para
extraer este tipo de agua tan abrasiva. En consecuencia, la problemática relacionada con la captación de
aguas saladas para su desalación ha de pasar necesariamente por un estudio hidrogeológico previo y el
adecuado diseño de los sistemas de explotación –incluyendo la perforación y terminación de los sondeos,
su limpieza y desarrollo- como etapa posterior a la selección de los emplazamientos más idóneos para
realizar las captaciones. Su importancia es tal, que la ubicación definitiva de la planta tiene que estar
condicionada a los resultados de esta fase (primero ver dónde se puede extraer el agua necesaria y luego
colocar la planta); y no al revés, como han hecho en muchas ocasiones entidades públicas y privadas, con
los consiguientes fracasos técnicos, perjuicios económicos y retrasos temporales (RODRÍGUEZ ESTRELLA et
al., 2003).

247
COMUNICACIÓN: SEÑALIZACIÓN, PERFORACIÓN, TERMINACIÓN Y SEGUIMIENTO DE SONDEOS DESTINADOS A
EXTRAER AGUA DEL MAR, PARA SER TRATADA EN PLANTAS DESALADORAS

Los objetivos esenciales de esta comunicación consisten en describir los criterios prácticos geológicos
e hidrogeológicos para conseguir una mejor gestión, además de apuntar los principales problemas que se
pueden plantear, tanto en el momento de seleccionar los emplazamientos a captar (tales como el diseño
de los pozos –incluyendo las técnicas de perforación a emplear, ensanche, testificación, selección de la
entubación y de los tramos filtrantes- limpieza y desarrollo), como en la planificación posterior de los
sistemas de seguimiento y control de parámetros a lo largo de la explotación. Se sugieren diferentes
soluciones a los problemas planteados y se discuten las ventajas e inconvenientes de algunas de ellas.

SEÑALIZACIÓN DE SONDEOS

Frecuentemente el área en la que ubicar las captaciones para abastecimiento a una planta desaladora
de agua de mar no preocupa a los proyectistas de la misma, posiblemente debido a que siempre existe la
posibilidad de llevar a cabo una captación directa en el mar, a pesar de los problemas que se pueden
plantear durante el funcionamiento. Esta falta de concienciación explica que muchas veces no se pongan
en contacto previamente con los hidrogeológos y que, consecuentemente, se pierdan informaciones
geológicas e hidrogeológicas muy valiosas obtenidas para la construcción de la planta, como puede ser la
perforación de sondeos geotécnicos que, si se hubiesen perforado correctamente, podrían servir como
puntos de observación de parámetros de interés hidrogeológico.
Entre los principales temas de investigación previa están los estratigráficos y sedimentológicos,
tectónicos y neotectónicos, e hidrogeológicos y geoquímicos, de manera amplia. El área de observación no
debe restringirse al entorno de las captaciones, sino que es conveniente que se considere un sector mucho
más amplio, con el fin de conocer lo mejor posible el funcionamiento general del acuífero implicado.
Además, deberán tenerse en cuenta los aspectos legales, tales como propiedad de los terrenos (Costas,
Confederación Hidrográfica, Ayuntamiento, particular, etc), si está declarado oficialmente sobreexplotado
el acuífero, etc.
En lo relativo a los aspectos geométricos del acuífero, los sondeos mecánicos de investigación son los
que realmente pueden aportar la información más fiable, aunque la prospección geofísica puede ayudar a
resolver algunas incertidumbres. Los métodos sísmicos, y más concretamente los de reflexión, serían los
más adecuados aunque también los más costosos. Los métodos eléctricos en sentido amplio (incluyendo
los electromagnéticos), tan resolutivos a la hora de determinar el contacto agua dulce-agua salada
(PULIDO BOSCH, 1983), como consecuencia del notable contraste eléctrico entre ambos (ORELLANA,
1972; OLMO, 2000; HIMI, 2000) son muy poco operativos en el sedimento saturado en agua salada, que
es la franja que se pretende investigar en la mayoría de los casos que nos ocupan, ya que no existen
grandes contrastes resistivos, dentro de valores generalmente muy pequeños.
Naturalmente se trata de captar materiales permeables conectados con el mar, que es de donde se
pretende finalmente captar el agua. Dentro de los posibles materiales acuíferos interesan especialmente
los de porosidad intergranular, dado que filtrarán mejor el agua captada; sin embargo, son susceptibles de
aportar elementos finos capaces de pasar a través de los macizos filtrantes, por eso es preferible que las
rocas a sondear sean monolitológicas, ya que la alternancia de terrenos son menos productivas. Las rocas
más idóneas son: areniscas ortocuarcíticas y arcosas, gravas y/o arenas de grano grueso y
ortoconglomerados monogénicos, de base y arrecifales. Los medios de depósito más indicados de los
materiales a captar, por su mayor permeabilidad, son los de mares someros, playas antiguas, dunas
litorales, arrecifes, fan-deltas y aluviales (RODRÍGUEZ ESTRELLA et al., 2003).

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Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA, Antonio PULIDO BOSCH y Pablo PULIDO LEBOEUF

Los materiales fisurados y fracturados pueden aportar caudales elevados, especialmente a través de las
fracturas abiertas; pero en cambio, son éstas mismas las que permiten mejor el paso de la materia
orgánica. Algo similar puede decirse de los acuíferos kársticos, que suelen aportar caudales muy elevados,
especialmente cuando han existido diversas posiciones del nivel del mar en los últimos centenares de miles
de años, como es el caso del Mediterráneo (ZAZO, 1999; GINÉS, 2000), ya que las variaciones eustáticas
incrementan la disolución y también la karstificación. Es recomendable ubicar los sondeos en zonas de
fallas perpendiculares a la costa (preferibles fallas normales y diaclasas), en flancos de sinclinales y en
núcleos de anticlinales, cuyos techos estén situados a cotas bajo el nivel del mar. Aunque el tipo de litología
es, en principio, indiferente ya que el agua se transmite exclusivamente a través de fracturas y conductos
kársticos, no obstante hay rocas que por su textura sufren una mayor fracturación, tales como:
boundstones, grainstones, packstones, aloquímicas esparíticas, biolitíticas y travertinos; es decir, aquellas
que se han depositado en medios marinos someros, zonas costeras y epicontinentales y en arrecifes
(RODRÍGUEZ ESTRELLA et al., 2003).
Como regla general, hay que intentar situar lo sondeos lo más próximo posible al litoral (50-100 m),
para asegurar que se captará agua del mar y para evitar que se salinicen otros sondeos preexistentes, tierra
adentro del acuífero. Las baterías de sondeos deberán colocarse en una sola línea paralela a la costa.

MÉTODOS DE PERFORACIÓN

La técnica de perforación a elegir es de gran relevancia, ya que la duración de la obra, la calidad de la


terminación y los problemas de ejecución dependen de ello. De entrada, se puede decir que cualquier
método capaz de perforar en diámetro próximo a los 600 mm resulta adecuado, con tal de que sea rápido,
limpio, preciso en la extracción litológica y que garantice adecuadamente la estabilidad de las paredes.
En principio, los sondistas tienden a utilizar el sistema de percusión, ya que prácticamente no
presenta limitaciones de diámetro. No obstante, y puesto como se ha dicho que probablemente los
materiales más adecuados para captar el agua de mar son los detríticos, esta técnica plantea algunos
problemas que limitan seriamente su aplicabilidad. En primer lugar, su lentitud, que puede hacer que un
sondeo de 100 m llegue a tardar de 20 a 30 días (en el supuesto de que no aparezcan problemas
añadidos); esta tardanza puede traer consigo además problemas de desprendimientos. La solución suele
pasar por el empleo de una entubación auxiliar, lo cual añade un problema más, ya que se va reduciendo
progresivamente el diámetro; a no ser que se extraiga ésta una vez finalizada la perforación; pero lo
normal es que no se pueda, ya que el terreno se ha adherido a la tubería. Si no se retira y se pretende
ranurar in situ, el resultado suele ser muy deficiente, ya que no se consigue obtener un porcentaje
adecuado de la superficie filtrante y además ésta no es homogenea. Por el contrario, el sistema de
percusión presenta menos problema (en relación con el resto de las demás técnicas de perforación),
respecto a la adecuada asignación de las muestras a su profundidad, ya que éstas se toman siempre con
la válvula desde el fondo que se está picando. No obstante, si se trata de materiales detríticos, resulta
absolutamente necesario realizar una testificación, preferiblemente antes de la entubación,
independientemente del tipo de perforación que se esté utilizando.
Respecto a las rocas fisuradas, carbonatadas o detríticas cohesionadas (areniscas y conglomerados),
hay que decir que el sistema a utilizar es el de percusión, ya que no existen problemas de
desprendimientos. Este método ha resultado ser muy eficiente en la perforación de rocas carbonatadas
triásicas, para la planta desaladora marina de la Comunidad de Regantes de Mazarrón (CRM), o de

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COMUNICACIÓN: SEÑALIZACIÓN, PERFORACIÓN, TERMINACIÓN Y SEGUIMIENTO DE SONDEOS DESTINADOS A
EXTRAER AGUA DEL MAR, PARA SER TRATADA EN PLANTAS DESALADORAS

areniscas pliocénicas, para la del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS)
(RODRÍGUEZ ESTRELLA, 2003 y RODRÍGUEZ ESTRELLA et al., 2003).
La perforación a rotación directa, con lodos bentoníticos, es una técnica muy rápida, aunque los
mayores problemas se derivan de la incorrecta eliminación del lodo o reboque que se forma en la pared y
que sirve para sujetarla e impedir desplomes, ya que ello disminuye la productividad del pozo. Conviene
tener presente que parte de la perforación se efectúa en un medio saturado por agua salobre y agua
salada, con la composición cercana a la del agua de mar. Según ésto, los lodos convencionales suelen
plantear algunos problemas, que se suelen minimizar aumentando la densidad de los mismos, para limitar
el paso del agua de la formación al espacio perforado, con el problema añadido de incrementar la
dificultad de eliminación del reboque y la consiguiente disminución del rendimiento del sondeo (tampoco
elimina el problema de la pérdida de solubilidad). Por tanto, lo que hay que hacer es utilizar lodos
específicos para aguas saladas (DRISCOLL, 1986; CÁMARA, 1987). Siempre se tiene la opción de emplear
lodos degradables que, aunque son más caros que los convencionales, tienen la ventaja de eliminarse
transcurrido un cierto tiempo.
En el caso de maquinaria pequeña puede ocurrir que, al no poderse realizar diámetros de perforación
de al menos 600 mm, no se pueda colocar un empaque de gravas ni la entubación correcta para que
quepa bien el equipo de bombeo, con lo cual presumiblemente existirán pérdidas de carga elevadas.
Por lo demás, al tratarse de una técnica sofisticada, permite una mayor autonomía y facilidades para
determinadas operaciones complementarias, como son colocación de empaques, cementaciones, limpieza
final, etc.
El método de rotación inversa es el que tradicionalmente se ha considerado como óptimo para la
perforación de materiales sueltos, además de presentar otras ventajas como la de poder realizar pozos de
grandes diámetros, rápidos y sobre todo limpios, especialmente si se emplea agua como fluido de
perforación. Algunos de los problemas que se siguen planteando con este procedimiento derivan del hecho
de que raramente se perfora únicamente con agua, aunque usualmente son lodos de más fácil eliminación
que los de rotación directa. La gran autonomía de estos equipos de perforación permite limpiar
rápidamente el sondeo, evitando males mayores.
Un problema, común a casi todas las técnicas, es el de la asignación del detritus recogido a la
profundidad real; en efecto, la segregación gravitatoria que se suele producir puede traer consigo errores
de varios metros en columnas de perforación inferiores a 100 m. La importancia de este hecho es máxima,
ya que los tramos filtrantes pueden quedar enfrentados a terrenos improductivos y viceversa, con la
consecuente merma de caudal.
Los tramos permeables constituidos por arenas finas seleccionadas pueden ser de difícil perforación,
ya que tienden a erosionarse y desprenderse y a ensanchar constantemente el sondeo, pudiendo provocar
su colapso. El empleo de sustancias colmatantes naturales o artificiales reduce los riesgos; en el caso
almeriense se utilizó serrín para resolver este problema (PULIDO, 2002; SÁNCHEZ MARTOS, 2002 y
GISBERT, 2002).
Por todo lo indicado anteriormente se deduce que cuando se perforan materiales no consolidados
heterogéneos resulta imprescindible realizar una testificación de la perforación. Los métodos eléctricos
pierden resolución o los resultados no son fácilmente interpretables cuando se mide en la franja saturada
en agua salada, que suele ser la buscada. Posiblemente sea la testificación de rayos gamma la que mayor
información aporte y es de interpretación más sencilla, ya que suele ser muy resolutiva en la diferenciación
de los tramos arcillosos, que dan los valores máximos.

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Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA, Antonio PULIDO BOSCH y Pablo PULIDO LEBOEUF

Con los datos de la columna litológica obtenida a partir de las muestras representativas de cada metro
perforado y con los registros geofísicos se está en condiciones de diseñar de manera adecuada los tramos
de tubería ciega y los de tubería filtrante, siempre sin perder de vista – en el caso de los sondeos que
captarán agua de mar- que el mayor esfuerzo de precisión hay que hacerlo bajo la franja de mezcla.
En los sondeos perforados a rotación con circulación normal o inversa se facilita la conexión de los
electrodos con la formación al existir fluido de perforación rellenando el hueco; las características físico-
químicas de los lodos tienen que ser tenidas en cuenta al momento de interpretar los registros
(CHAPELLIER, 1987; HILLIARD, 1997). Por último, podemos señalar que a veces es conveniente alternar
con más de una técnica de perforación en un área determinada, en función de la problemática local. Por
ejemplo, podría ser adecuado hacer el emboquille a percusión y continuar a rotación con circulación
inversa. Otras veces es el mismo equipo el que puede utilizarse con una técnica u otra; en este sentido,
algunas máquinas de rotopercusión puedan trabajar también a rotación inversa.
Recientemente se ha incorporado la perforación horizontal dirigida (HDD -Horizontal Derectional
Drilling-) a la captación de acuíferos marinos, desde el continente, con el fin de tratar sus aguas en las
plantas desaladoras. Este sistema surgió a mediados del siglo XX, en Alemania y Estados Unidos, aplicado
a las obras públicas, con el fin de sustituir la abertura de rasas por el de perforaciones subterráneas. En
efecto, hoy día hay que introducir canalizaciones de fibra óptica, nuevos gaseoductos, tuberías de agua,
etc. por debajo de ríos o de zonas ya edificadas, calles transitadas o autopistas y gracias a este sistema se
lleva a cabo sin necesidad de interrumpir la circulación del tráfico rodado; otras ventajas son las ecológicas
(apenas provocan ruido, no dañan las raíces de la flora, etc.) y sobre todo las económicas (bajos costes por
su rápida ejecución y ahorro de las obras de reposición, tales como pavimentaciones, alquitranado, etc).
Este sistema tan sofisticado requiere disponer de un personal técnico muy cualificado, siendo muy
pocas personas las que poseen los conocimientos necesarios; que los adquieren en las propias empresas.
Igualmente, se necesita saber de antemano la naturaleza del terreno a atravesar, con el fin de utilizar los
instrumentos adecuados. Primeramente se realiza un sondeo piloto, de pequeño diámetro. Desde un foso
inicial se introduce en el suelo un cabezal de perforación inclinado, que es dirigido durante la perforación.
El cabezal tridimensional perfora un pequeño túnel con chorros de líquido a alta presión. Los residuos de
la perforación son transportados por la suspensión al punto de partida o de salida.
La localización tridimensional permite controlar en todo momento la situación y la dirección del
cabezal, pudiendo incluso salvar obstáculos. El sistema se basa en ondas electromagnéticas emitidas desde
un emisor alojado en la lanza de perforación. Un equipo receptor de navegación analiza estas ondas. Una
vez realizado el sondeo piloto, se procede al ensanche. El cabezal llega al punto de salida y éste es
sustituido por un retroensanchador con el diámetro deseado.
Por último, se introduce la tubería, en el mismo sentido o contrario al del escariador del ensanche, no
existiendo peligro de daños, ya que la bentonita en suspensión actúa como medio deslizante y reduce el
rozamiento. Este tipo de máquinas de sondeos lo hemos utilizado en Murcia y Alicante, alcanzándose
longitudes de hasta 444 m y diámetros de 500 mm de perforación y 312 (interior) de entubación, con
inclinaciones de hasta 19 º.
En la Figura 1 puede verse una máquina de sondeos horizontales dirigidos, trabajando en El Mojón
(Murcia y Alicante) para la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, y un esquema de las operaciones
que ejecuta: perforación piloto, ensanche y entubación.

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COMUNICACIÓN: SEÑALIZACIÓN, PERFORACIÓN, TERMINACIÓN Y SEGUIMIENTO DE SONDEOS DESTINADOS A
EXTRAER AGUA DEL MAR, PARA SER TRATADA EN PLANTAS DESALADORAS

Figura 1. Arriba: máquina de sondeos horizontales dirigidos. Abajo: operaciones de


perforación piloto, ensanche y colocación de la tubería.

TERMINACIÓN

Entubación y filtros

En el caso que nos ocupa hay que ser especialmente cuidadosos con el material que constituye la
tubería y los filtros, ya que se trata de aguas con gran fuerza iónica y notable poder de corrosión. Las
tuberías metálicas convencionales son rápidamente atacadas, con la consiguiente disminución de la vida
útil de la obra; incluso entubaciones de acero inoxidable pueden quedar fuera del dominio de inmunidad

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Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA, Antonio PULIDO BOSCH y Pablo PULIDO LEBOEUF

a la corrosión. La protección catódica puede garantizar una mayor duración, aunque las zonas de
soldadura siguen siendo frágiles.
Las tuberías plásticas especiales, de las que existen en el mercado diferentes marcas específicas para
sondeos de captación de aguas saladas, son las más resistentes a la corrosión, aunque tienen menor
resistencia mecánica (tanto en acuíferos detríticos como carbonatados). Hoy en día existe una tecnología
que ha puesto a punto material plástico de gran resistencia, aunque para ello tiene que tener un grosor
elevado (19 a 23 mm para tuberías de 400 mm de diámetro interior). Las tuberías plásticas pueden
aumentar su fragilidad con motivo de las cementaciones en el espacio anular tubería-pared del sondeo,
debido a la liberación de calor que produce el fraguado del cemento; por eso se debe utilizar en estas
zonas tuberías de revestimiento de PVC-U.
Los tramos de tubería filtrante y el tamaño de abertura tienen que ser decididos a partir de los datos
obtenidos de las muestras del ripio de perforación y de la testificación. Teóricamente todo ello se debería
deducir y cuantificar mediante la realización de granulometrías correspondientes a los diferentes tramos y,
una vez analizados los resultados, pedir la tubería adecuada; sin embargo, ello implica que desde que se
decide cuales deben ser los filtros hasta que son suministrados por la casa comercial transcurren varios
días –incluso semanas-, con la distorsión temporal y económica que ello acarrearía (además de los posibles
desprendimientos). No obstante, hay que recordar que no es sencillo obtener muestras totalmente
representativas en cualquiera de los métodos de perforación susceptible de ser empleado; por eso,
generalmente se acude a un tamaño de abertura único, en aras a la rapidez, que debe permitir fijar
adecuadamente el empaque de gravas y los materiales de la formación captada, aunque no debe impedir
que durante la limpieza y desarrollo se pueda eliminar la fracción de pequeño tamaño, con el fin de dejar
un empaque bien clasificado. En el caso de las perforaciones horizontales dirigidas los orificios son
redondeados (de hasta 1 cm de diámetro, en areniscas) en vez de alargados, pues de esta manera ofrecen
mayor resistencia a la rotura, cuando las tuberías son traccionadas para ser introducidas (la superficie de
filtrado suele ser de 0,3 l/m.s).
La experiencia demuestra que, en el caso de tubería roscada (la de plástico es así), los tramos que se
tengan que pedir por adelantado sean mayoritariamente de 1 metro de longitud, que es el tamaño mínimo
que se suele servir. Los tramos más largos que esta medida pueden obligar a colocar tramos filtrantes
frente a materiales de granulometría inadecuada. Lógicamente, el tramo superficial correspondiente al
agua dulce y a la franja de mezcla admite longitudes máximas (seis metros, normalmente).
Se recomienda colocar centradores, aproximadamente uno cada 10 m, para la perfecta colocación de
la tubería y una tapa de fondo, para evitar la entrada de grava al sondeo.

Empaque de gravas

Cuando se capta una formación acuífera constituida por materiales detríticos no cohesionados, es
imprescindible colocar un macizo filtrante artificial de gravas (en roca carbonatadas no es necesario), para
cuya selección existen diversos métodos, como es bien sabido (CUSTODIO, 1976; DRISCOLL, 1986;
HILLIARD, 1997). La naturaleza silícea de los cantos es deseable en todos los casos, debido a su mayor
resistencia a la corrosión. Los resultados de los cálculos que proponen los métodos aludidos pueden ser
tales que exijan la colocación de filtros de granulometría muy variable en la vertical. Desde el punto de
vista operativo todo ello puede ser muy poco práctico, tanto por la necesidad de disponer en el momento
adecuado de toda una gama de tamaños de grano para su mezcla óptima, como por el hecho de que el
proceso de colocación y las actividades posteriores de limpieza y desarrollo acaban modificando la

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COMUNICACIÓN: SEÑALIZACIÓN, PERFORACIÓN, TERMINACIÓN Y SEGUIMIENTO DE SONDEOS DESTINADOS A
EXTRAER AGUA DEL MAR, PARA SER TRATADA EN PLANTAS DESALADORAS

disposición teórica decidida. Es por ello que generalmente se decide colocar un tamaño medio óptimo, o
bien la mezcla de dos diámetros (es muy frecuente 1,5 y 3 mm) de acuerdo con el conocimiento adquirido
sobre el área, y esta grava se pide al suministrador con la antelación suficiente para que no se produzcan
retrasos en el avance de las actividades. Si se trata de acuíferos detríticos compactados, como por ejemplo
areniscas, el tamaño de la grava es mayor; así, por ejemplo, en los sondeos realizados en Cabo Roig
(Alicante), para la planta desaladora marina del SCRATS, se introdujo grava de 3 y 6 mm y se consiguió un
equilibrio entre la eliminación total de finos y el rendimiento hídrico del pozo, pues se aforaron caudales
de hasta 190 l/s (RODRÍGUEZ ESTRELLA, et al., 2003).
Una vez instalado el empaque con la técnica adecuada es recomendable prever un sistema que
permita añadir más grava silícea seleccionada, ya que durante el proceso de limpieza y desarrollo siempre
se producen asentamientos y reestructuraciones de los granos que suelen dejar huecos en el espacio
anular libre, corriéndose el riesgo de desprendimientos, con el consiguiente peligro de deterioro de la
tubería. Esto es tanto más necesario cuanto que la franja superficial va parcialmente cementada (PULIDO
BOSCH, 2002).
Cuando la técnica de perforación empleada es la rotación con circulación inversa, durante la
colocación del macizo filtrante suele permanecer lodo en el sondeo, que queda parcialmente entrampado
en el filtro, por lo que ha de ser eliminado posteriormente, ya que puede colmatar el sistema de añadido
de grava silícea.

Cementación y aislamiento de tramos litológicos

Cuando se trata de captar el agua salada bajo la franja de mezcla, lo más apropiado es aislar (tanto
en acuíferos detríticos como carbonatados) el tramo superior de agua dulce mediante cementación y/o
colocación de un material aislante en el espacio anular entre la pared del sondeo y la tubería. El
aislamiento es deseable que se prolongue algunos metros dentro de la franja de agua salada, en previsión
de eventuales cambios en la geometría de los contactos con el avance de la explotación. Para estas aguas
saladas se suele utilizar el cemento puzolánico.
Existen productos comerciales que cumplen el mismo objetivo que el cemento y que tienen la ventaja
de no provocar cambios físicos (térmicos), como los que lleva aparejado el fraguado del cemento.
Precisamente, para poder conocer el grado de alteración, se recomienda la instalación de una adecuada
red de observación y seguimiento correspondiente a una serie de parámetros representativos de los
procesos que se pueden producir.
A lo largo del litoral mediterráneo se han descrito muchos acuíferos multicapa generados por las
intercalaciones arcillosas confinantes o semiconfinantes depositadas en distintos momentos de la historia
geológica del área y relacionados con variaciones del nivel del mar. Estas capas impermeables no suelen
ser de espesor continuo sino que se suelen acuñar lateralmente; probablemente uno de los ejemplos mejor
conocidos y más paradigmático sea el del Delta del Llobregat. Puede suceder que los tramos permeables
más profundos sean los de mayor carga hidráulica, con lo que al aumentar la profundidad el pie de la
interfase se encuentra cada vez más cercano al mar o incluso dentro de éste. La captación desde el
continente, en estos casos, puede ser muy compleja (está indicada la perforación horizontal dirigida) y las
cementaciones a realizar en tales situaciones requieren una detenida reflexión, pues no existe una receta
única.

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Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA, Antonio PULIDO BOSCH y Pablo PULIDO LEBOEUF

Desarrollo del pozo


En los pozos que captan materiales detríticos sueltos es muy recomendable, antes de realizar el
bombeo de ensayo, efectuar un desarrollo con aire comprimido y dispersantes, durante al menos 6 horas;
con ello se evita que, en el aforo, los finos averíen la bomba, además de que se obtienen mayores
rendimientos (grandes caudales con pequeñas depresiones).
La limpieza con aire comprimido es más adecuada que la de otros métodos más violentos que podrían
dañar la entubación, como el de pistoneo, por ejemplo. El desarrollo se complementa bien con bombeos
de limpieza por escalones de caudal creciente, que suelen dar mejor resultado que los de caudal máximo
y arranques y paradas bruscas.

DISPOSITIVOS DE CONTROL Y SEGUIMIENTO

Cuando se trata de captar grandes volúmenes de agua de mar a través de un acuífero costero, es muy
conveniente disponer de un dispositivo de control y seguimiento de los parámetros hídricos de la
formación acuífera, por la propia seguridad del esquema de aprovechamiento, así como para poder
vislumbrar eventuales problemas a terceros. Este tipo de explotación crea recelos entre los usuarios del
acuífero, que temen que se contaminen sus pozos, debido a una intrusión marina; por eso es
absolutamente necesario que se les garantice que el agua que se bombea procede en su totalidad del mar
y que las nuevas extracciones para la desalación no van a afectar a las preexistentes, ni en cantidad ni en
calidad química.
El sistema de auscultación y control tendrá que ser tanto más sofisticado cuanto mayor sea la
complejidad hidrogeológica del área. Pensemos que los depósitos detríticos costeros presentan
frecuentemente una notable heterogeneidad, debido a que nos encontramos en los límites de distintos
ambientes sedimentarios (continental –aluvial, llanura de inundación y dunas litorales- litoral, marino, etc)
cuya influencia relativa ha variado normalmente en el tiempo y en el espacio. Todo ello añade complejidad
a la geometría de los diferentes cuerpos sedimentarios permeables, que puede ser muy variable en cortas
distancias.
Sirva como ejemplo el caso de las captaciones realizadas en el delta del Andarax (para la planta
desaladora que abastecerá a Almería), en donde dos sondeos separados 50 m de distancia, uno puede
arrojar 100 litros por segundo con apenas 10 metros de depresión, mientras que el otro no alcanzar 40
l/s con 50 metros de descenso. Y no es una cuestión de terminación de la obra, ya que ambas fueron
realizadas siguiendo escrupulosamente el mismo método; es debido a que existen cuerpos lutíticos de
geometría muy irregular que impiden una buena conexión entre los distintos tramos del acuífero y el mar
y que provocan la disminución de los rendimientos entre captaciones muy cercanas.
El diseño de una red de control y seguimiento tiene que tener en cuenta el modelo conceptual del
sistema en el área captada y adaptarse a sus singularidades. Si partimos del esquema más sencillo, es decir
un acuífero asimilable a un medio sensiblemente homogéneo, hay que tener en cuenta que en la vertical
tendremos: agua dulce, agua salada y una franja de transición de espesor variable entre ambas. La
hidrodinámica de las tres zonas puede ser diferente, de ahí el interés de colocar sensores en las tres franjas,
previa identificación.
Existen muchos esquemas posibles de colocación de los sensores en los tres niveles, aunque
posiblemente el esquema más sencillo sea el de piezómetros puntuales bien individualizados, es decir
ranurados justo a la profundidad a la que se quieren hacer las observaciones, aislando hidráulicamente el

255
COMUNICACIÓN: SEÑALIZACIÓN, PERFORACIÓN, TERMINACIÓN Y SEGUIMIENTO DE SONDEOS DESTINADOS A
EXTRAER AGUA DEL MAR, PARA SER TRATADA EN PLANTAS DESALADORAS

resto. Cabe la opción de colocar todo el esquema dentro de un único sondeo de gran diámetro, en cuyo
interior irían los tres piezómetros. La realización práctica de este esquema plantea una serie de problemas
al momento de garantizar la ausencia de influencias mutuas, por lo que hace poco recomendable esta
alternativa; más sencilla y práctica es la de enjambres o cluster de piezómetros (Figura 2). Se suele colocar
un sensor para potenciales y otro para conductividad (y, si se quiere, otro para temperatura del agua); si
el registro se hace en tiempo real se dispondrá de una información privilegiada sobre la respuesta del
sistema a las extracciones y las demás afecciones externas (retorno de regadíos, infiltración de la lluvia,
alimentación desde ríos, etc).

B A

Figura 2. Dos modalidades de piezómetros múltiples; A: enjambre


independiente. B: enjambre en un sondeo inicial común.

En el caso del Bajo Andarax se optó por enjambres de tres sondeos independientes, a distancias
crecientes desde el mar, con el fin de tener una buena definición del comportamiento de los parámetros a
lo largo de una línea teórica de flujo (GISBERT, 2002).
Cuando se dispone de los enjambres de piezómetros instalados, no suele quedar espacio anular
suficiente como para permitir la toma de muestras sin poner en peligro el cableado que hay colocado en
cada tubo piezométrico. Por ello es muy recomendable disponer de un piezómetro ranurado en toda su
columna acuífera sin ningún sensor en su interior. Dicho piezómetro tiene que situarse a una distancia
adecuada de los piezómetros puntuales, pues puede perturbar el entorno natural, especialmente si existen
componentes verticales del flujo, ya que puede permitir intercambio hídrico entre las franjas que se
pretende mantener en su estado natural. Una función importantísima de este piezómetro completo que
complementa el enjambre de control es la posibilidad de hacer registros verticales de conductividad y
temperatura, que son muy resolutivos al momento de ubicar las diferentes franjas.

CONCLUSIONES

No en todos los puntos del litoral existe una comunicación hidrogeológica entre el mar y sus vecinos
acuíferos costeros; por eso lo primero que hay que hacer es ver donde se pueden extraer grandes

256
Tomás RODRÍGUEZ ESTRELLA, Antonio PULIDO BOSCH y Pablo PULIDO LEBOEUF

volúmenes de agua del mar y una vez comprobada esta viabilidad, mediante la perforación de sondeos y
realización de bombeos de ensayo, construir la planta desaladora, y no al revés.
La perforación de sondeos para captar aguas marinas presenta una serie de singularidades con
respecto a los sondeos más convencionales, derivados del hecho de estar en un medio más “hostil” en lo
que se refiere a agresividad y poder corrosivo. Ello obliga a tomar una serie de medidas, con el fin de evitar
problemas posteriores.
Una vez decidido el lugar de ubicación de las captaciones, mediante estudios hidrogeológicos previos
(los métodos geofísicos convencionales no suelen aportar mucha información fiable bajo la interfase), hay
que decidir el sistema de perforación. En un medio de porosidad intergranular de composición
granulométrica heterogénea, la perforación a rotación inversa da buenos resultados. Para captar acuíferos
marinos desde continente, se utilizan los sondeos horizontales dirigidos.
Las tuberías tiene que ser especialmente preparadas para soportar la elevada agresividad del agua; por
eso las tuberías plásticas especiales pueden dar los mejores resultados, aunque su resistencia mecánica es
sensiblemente menor que las metálicas.
Es muy deseable programar un adecuado sistema de control y seguimiento de la explotación,
especialmente si se quiere conocer el comportamiento del sistema, en acuíferos con usuarios con unos
derechos adquiridos. Los controles deben tener en cuenta tanto los niveles del agua dulce, como el agua
salada y la franja de transición. El esquema se puede complementar con registros en continuo de la
conductividad eléctrica del agua, al ser el parámetro que más fácilmente identifica los procesos de mezcla
agua dulce-agua salada. Todo ello se puede conseguir mediante la realización de enjambres de
piezómetros.

AGRADECIMIENTOS

Este artículo está especialmente dedicado a Pablo Pulido Leboeuf, quien tanto trabajó en el tema que
aquí se expone, dejándonos un gran legado intelectual, a pesar de su juventud, pero sobre todo
profesional y humano: nos trasmitió el entusiasmo por la investigación, la entrega a ella sin desmayo y la
generosidad hacia sus compañeros de equipo. Él sigue estando entre nosotros.
Este trabajo ha sido realizado dentro del Proyecto PI/08 del Instituto Euromediterráneo de Hidrotecnia
del Consejo de Europa. Se ha beneficiado, igualmente, de algunos aspectos parciales del proyecto HID99-
0597-CO2-02, financiado por la CICYT.

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COMUNICACIÓN: SEÑALIZACIÓN, PERFORACIÓN, TERMINACIÓN Y SEGUIMIENTO DE SONDEOS DESTINADOS A
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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: EL ABASTECIMIENTO A PEQUEÑOS NÚCLEOS DE GALICIA


CON AGUAS DEL SUBSUELO

Javier SAMPER CALVETE* y Jorge MOLINERO HUGUET*

(*) E.T.S. de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Universidad de A Coruña. Campus de Elviña s/n.
15192 La Coruña. jsc@iccp.udc.es; molinero@iccp.udc.es

RESUMEN

En zonas tradicionalmente consideradas de escaso interés hidrogeológico, como es el caso de Galicia,


los acuíferos juegan un papel primordial en el abastecimiento de pequeños núcleos. Una gran parte de los
núcleos rurales y las viviendas de segunda residencia en Galicia se abastecen con aguas del subsuelo. En
general el grado de conocimiento, el inventario de puntos y usos del agua así como los estudios de los
acuíferos distan mucho de ser los necesarios. Aunque existen numerosas iniciativas desde el sector privado
para la utilización de las aguas del subsuelo y son numerosas las fuentes públicas utilizadas por un gran
número de ciudadanos como origenfuente de agua de bebida, el interés de los organismos públicos en las
aguas del subsuelo todavía no está acorde con la importancia real de los acuíferos en Galicia. El grado de
conocimiento de los recursos hídricos subterráneos en Galicia es escaso. Las aguas de los acuíferos se
utilizan principalmente para el abastecimiento de pequeños núcleos, aldeas y pequeñas industrias. La
principal fuente de contaminación de las aguas subterráneas son las actividades ganaderas por vertidos
de purines y otros residuos. La contaminación bacteriológica es un problema muy grave en Galicia. En este
trabajo se presenta una síntesis del conocimiento actual de las aguas del subsuelo en Galicia, los
principales usos de este recurso y los riesgos de su contaminación. Se comentan las implicaciones de la
Directiva Marco del Agua en Galicia cuya implantación marcará un punto de inflexión en la actual situación
ya que la DMA requerirá la definición y caracterización de las masas de aguas subterráneas así como el
establecimiento de medidas para su protección.

INTRODUCCIÓN

En zonas tradicionalmente consideradas hidrogeológicamente poco productivas, como es el caso de


Galicia, las aguas del subsuelo juegan, sin embargo, un papel primordial en el abastecimiento de pequeños
núcleos. Ya en 1993 el Proyecto de Directrices del Plan Hidrológico de Galicia-Costa (XUNTA, 1993)
reconocía la existencia de serias lagunas en el conocimiento de los recursos hidráulicos disponibles en las
cuencas internas de la Comunidad Autónoma. Los estudios existentes sobre los recursos subterráneos son
escasos, de carácter muy local y en la mayoría de los casos han sido realizados para el aprovechamiento
de la energía geotérmica (véase SAMPER, 2000, 2002). Los trabajos en los que se ha abordado el estudio
de los recursos subterráneos incluyen: El estudio básico de recursos hidráulicos de las cuencas del Norte

259
COMUNICACIÓN: EL ABASTECIMIENTO A PEQUEÑOS NÚCLEOS DE GALICIA CON AGUAS DEL SUBSUELO

de España realizado por el MOPU en 1986 (MOPU, 1986); El Proyecto del Plan Hidrológico de Galicia-
Costa: Información Básica (XUNTA, 1990); El Estudio de Recursos de Agua Subterránea en Galicia (XUNTA,
1991; BATLLE et al., 1992), que es el primer y único estudio hidrogeológico de toda Galicia; y los estudios
realizados por el Instituto Geológico y Minero de España sobre las características de las manifestaciones
geotérmicas de Galicia y su potencial como fuente de energía geotermal. Una exposición más extensa del
estado actual del conocimiento de las aguas del subsuelo en Galicia se puede encontrar en SAMPER
(2000).
De especial relevancia para las aguas del subsuelo de Galicia son las conclusiones de las Jornadas
Hispano-Lusas sobre Aguas Subterráneas en el Noroeste de la Península Ibérica organizadas por el Grupo
Español de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos en colaboración con la Asociación Portuguesa de
Recursos Hídricos (SAMPER et al., 2000) que tuvieran lugar en La Coruña en el año 2000. En dichas
jornadas se puso de manifiesto que en contra de lo que se cree, los recursos hídricos del subsuelo en el
ámbito geográfico de Galicia y Norte de Portugal son abundantes. Las formaciones cristalinas y
metamórficas cuando están alteradas y fracturadas son capaces de almacenar volúmenes considerables de
agua. Además suelen presentar permeabilidades notables. Aunque es difícil evaluar la magnitud de los
recursos hidráulicos del subsuelo, las estimaciones realizadas en ambos países indican claramente que las
aguas del subsuelo representan una fracción del total del agua de lluvia que puede oscilar entre el 10 y el
30 %. Las jornadas también pusieron de manifiesto que el grado de conocimiento sobre las aguas del
subsuelo en estas zonas es insuficiente. Aunque se han realizado estudios detallados, especialmente en el
norte de Portugal, su ámbito es muy local, careciéndose de estudios de carácter regional. Los problemas
de calidad de las aguas y contaminación de los acuíferos son similares en ambos países. La gran dispersión
de la población en estas regiones dificulta la existencia de sistemas de saneamiento compartidos. Las fosas
sépticas no reúnen los requisitos necesarios para impedir la contaminación de los acuíferos. Las elevadas
densidades ganaderas y la excesiva fertilización con purines ocasionan un grave deterioro de la calidad de
las aguas tanto de superficie como del subsuelo. En general las aguas presentan altos índices de
contaminación bacteriológica. Aunque de carácter más puntual, existen episodios de contaminación por
actividades mineras. Se constató la carencia casi absoluta de datos y redes de control para detectar la
presencia de compuestos fitosanitarios en las aguas del subsuelo (SAMPER et al., 2000). En las
conclusiones de las jornadas se apuntaban entre otras las siguientes recomendaciones: 1) Profundizar en
el conocimiento de las aguas del subsuelo; 2) Mejorar las redes de control tanto para el conocimiento de
los acuíferos, la caracterización de la calidad de las aguas y la detección de eventuales episodios de
contaminación orgánica y por pesticidas; 3) Mejorar el diseño, la ejecución, el acabado y abandono de las
captaciones de agua; y 4) Tomar medidas que impidan los vertidos incontrolados al terreno (SAMPER et
al., 2000).
En este trabajo se presenta una síntesis del conocimiento actual de la hidrogeología de Galicia, los
principales usos de las aguas freáticas y los problemas de contaminación de los acuíferos. Se concluye
apuntando las implicaciones que tendrá la Directiva Marco del Agua en Galicia.

CONTEXTO HIDRODINÁMICO

En Galicia predominan las rocas ígneas (granitos y granodioritas) y metamórficas (cuarcitas, esquistos
y gneises). En todas ellas la permeabilidad está asociada a la fisuración o a la alteración en superficie. La
recarga de los macizos graníticos se realiza a través de fracturas y zonas de alteración. La descarga tiene

260
Javier SAMPER CALVETE y Jorge MOLINERO HUGUET

lugar en manantiales, arroyos, lagos o a otros acuíferos. De entre las rocas metamórficas, las que pueden
actuar como acuíferos son: gneises, cuarcitas masivas y metavulcanitas. Los esquistos y pizarras presentan
las fracturas cerradas en profundidad, aunque en superficie resulten engañosas por estar abiertas. Si están
abiertas, las fracturas pueden constituir vías de alta permeabilidad. En muchos casos pueden estar selladas
debido al cizallamiento de las rocas, actuando como zonas impermeables por estar rellenas de arcillas. Las
rocas ígneas alteradas, conocidas localmente como jabre, tienen un comportamiento hidrodinámico similar
a las rocas con porosidad granular. La permeabilidad de estos mantos de alteración es muy variable y
puede oscilar entre 10-3 y 1 m/d (SORIANO & SAMPER, 2000). La alteración no es uniforme, disminuyendo
en profundidad. El grado de alteración depende del tipo de roca, existiendo también una buena correlación
entre meteorización y situación topográfica, que se traduce en un mayor caudal de los pozos de las zonas
de valle. Los materiales con mejores condiciones hidrogeológicas corresponden a los detríticos terciarios
que incluyen los acuíferos de mayor interés regional de Galicia (cuenca de Xinzo de Limia y el aluvial del
Bajo Miño). No obstante, también pueden presentarse estos mismos depósitos con permeabilidades bajas
cuando el contenido en materiales arcillosos es alto y en el caso de cuaternarios indiferenciados (SAMPER,
2000).

RECURSOS HIDRÁULICOS DEL SUBSUELO

A excepción de los acuíferos de mayor interés, no se han realizado estudios regionales ni de detalle
para cuantificar los recursos hidráulicos del subsuelo de Galicia. En el estudio de la Xunta de Galicia
(XUNTA, 1991) se proponen unos índices de infiltración para distintas zonas, que representan el porcentaje
de la lluvia total que recarga los acuíferos. A partir de estos índices se deduce que los recursos renovables
para la Comunidad Autónoma de Galicia cuya superficie es de 29.500 km2 son del orden de 2000 hm3/año
que equivalen a una recarga media anual de 686 mm. Posteriormente, coincidiendo con la elaboración del
Libro Blanco del Agua, se realizó una estimación que dobla la cifra anterior (ESTRELA, 1999). En el
conjunto de Galicia, los recursos hidráulicos del subsuelo ascienden a 4979 hm3/año. Puede verse que se
trata de una magnitud considerable ya que representan casi el 18% del total de la escorrentía del subsuelo
de la España peninsular. Para la cuantificación de los recursos hidráulicos del subsuelo es necesario realizar
un análisis exhaustivo de los datos de aforos para establecer los caudales de base de los cursos de agua
en cuencas de distintas características (SAMPER, 2000, 2002). Los análisis realizados en la cuenca piloto
del Valiñas (SORIANO & SAMPER, 2000) permiten cuantificar las componentes del balance mediante
modelos hidrológicos globales.

USOS DEL AGUA

Dada la falta de estudios específicos, se desconoce el grado de utilización de las aguas del subsuelo
en Galicia. Los inventarios son muy reducidos y no incluyen los núcleos de menor población generalmente
abastecidos con aguas freáticas. Si bien el estudio del IGME (1982) cifraba en 300.000 el número
aproximado de puntos de agua en Galicia, el estudio de la XUNTA (1991) sólo analizó 400 puntos. En
Galicia los acuíferos se utilizan mayoritariamente para el abastecimiento de pequeños núcleos, aldeas,
viviendas unifamiliares y pequeñas industrias. Los núcleos urbanos de mayor población se abastecen
fundamentalmente de aguas superficiales, con excepción de algunas zonas turísticas. Hay que señalar
también que la utilización de aguas superficiales en los abastecimientos de ciertos núcleos urbanos es

261
COMUNICACIÓN: EL ABASTECIMIENTO A PEQUEÑOS NÚCLEOS DE GALICIA CON AGUAS DEL SUBSUELO

relativamente reciente. Hasta hace unas décadas el abastecimiento de poblaciones importantes como
Pontevedra, Vigo o Santiago se realizaba fundamentalmente a partir de minas y manantiales, que en
muchos casos se siguen utilizando o se mantienen como reserva frente a periodos de sequía. Dada su gran
distribución espacial las aguas del subsuelo posibilitan el suministro a un gran número de pequeños
núcleos de Galicia ya que cerca de 1.500.000 de habitantes, aproximadamente la mitad de la población,
vive en núcleos de menos de 500 habitantes. El abastecimiento a viviendas aisladas se realiza o bien por
pozos más o menos someros, o bien por medio de pequeñas arquetas en manantiales. En núcleos de varios
centenares de viviendas el abastecimiento suele constar de varios pozos conectados entre sí por drenes
horizontales, zanjas o pequeñas galerías (minas) que confluyen en una arqueta (SAMPER, 2000).

CALIDAD DE LAS AGUAS Y CONTAMINACIÓN DE LOS ACUÍFEROS

La principal causa de contaminación de los acuíferos en Galicia son las actividades ganaderas por los
vertidos de purines y otros residuos. Los compuestos nitrogenados constituyen un indicador de este tipo
de contaminación. El estudio de la XUNTA (1991) concluía que la mayor parte de las aguas freáticas
muestreadas se encontraban dentro de los límites de potabilidad reglamentarios. Por su parte, el Servicio
Geológico del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (SGMOPT, 1992) realizó un estudio para evaluar
el estado de la contaminación por nitratos de aguas subterráneas destinadas a abastecimiento en núcleos
de más de 500 habitantes. De las 51 muestras recogidas sólo 6 registraron síntomas de contaminación
incipiente (10-25 mg/L). La mayor parte del territorio gallego está ocupado por población rural
diseminada, lo cual hace que el número de municipios que superan los 500 habitantes sea muy reducido.
Además hay que añadir un problema de representatividad de estas muestras ya que en estos núcleos
rurales diseminados es donde se concentran las actividades agrícolas y ganaderas y proliferan los pozos
negros debido a que no existen redes de saneamiento.
La contaminación bacteriológica de las aguas es un grave problema en Galicia. El estudio de ARAUJO
(1993) puso de manifiesto que, sobre un total de 439 muestras de pozos y manantiales, el 77% resultaron
no ser aptas para consumo desde el punto de vista bacteriológico. DÍAZ-FIERROS Y NÚÑEZ (1995)
obtuvieron similares conclusiones en su estudio de una cuenca de alta densidad ganadera. En la mayoría
de las cuencas hidrográficas gallegas se alcanza o supera el valor aconsejable de Unidades Ganaderas/ha
por lo que la mayoría de las aguas superficiales y subterráneas presentan elevados incrementos de
nitrógeno inorgánico. Tanto las sustancias orgánicas (y algunas inorgánicas) como las bacterias de los
purines y lixiviados de fosas sépticas pueden quedar retenidas en la zona vadosa. Sin embargo, en un
régimen climático como el de Galicia existen numerosas zonas donde el nivel freático está muy próximo a
la superficie topográfica, reduciéndose de manera drástica la capacidad autodepuradora de la zona no
saturada. En zonas concretas como el valle del río Louro se han observado episodios de contaminación
natural (SGMOPT, 1994)

PERSPECTIVAS DE FUTURO

A pesar de que Galicia es una región con abundante pluviosidad (entre 1000 y 2000 mm/año), se
presentan problemas puntuales de abastecimiento debido a: (1) la mayor demanda motivada por el
crecimiento de la población y aumento de las dotaciones brutas, (2) las infraestructuras inadecuadas para
atender a este crecimiento, (3) la degradación de los recursos, por contaminación de las aguas y (4) los
impactos hidrológicos y ambientales producidos por la ejecución de grandes obras de ingeniería civil, como

262
Javier SAMPER CALVETE y Jorge MOLINERO HUGUET

es el caso de los túneles para autovías y trenes de alta velocidad. Los factores más importantes que
contribuyen a estos hechos son: (1) el crecimiento urbano e industrial en las áreas de mayor aglomeración,
(2) la dispersión de la población (que ha conducido a soluciones individuales sin criterios técnicos), (3) la
proliferación de zonas turísticas y de segunda residencia en zonas costeras y (4) el deficiente estado del
saneamiento, especialmente en los núcleos rurales. Según los estudios realizados en los Planes
hidrológicos, de los 71 municipios con problemas de abastecimiento, 35 poseen escasos recursos
hidráulicos en el subsuelo, no superando valores de recarga de 100 mm/año, o incluso menores de 50
mm/año. El resto de los municipios con restricciones (36) presenta recursos medios variables, dependiendo
de la litología de la zona, que oscilan entre los 50 y 300 mm/año. En 9 de ellos se alcanzan valores
superiores a 300 mm/año. Muchos municipios con déficits de agua en Galicia podrían mejorar su
abastecimiento urbano mediante la captación de aguas de los acuíferos.
Como indica SAMPER (2003a) se deberá comenzar por la realización de un inventario de puntos de
agua mucho más completo que el actualmente disponible, recopilando los datos archivados disponibles en
diferentes organismos, la información sobre aguas minerales y termales y otros datos generados en
estudios de detalle para el abastecimiento a poblaciones y obras civiles. Será necesario elaborar una
estadística representativa de las captaciones de aguas del subsuelo para establecer cuáles son los usos
reales de estas aguas, la magnitud, distribución espacial, características, calidad y contaminación de estos
recursos. A partir de la información recogida en los inventarios y estadísticas y del análisis detallado de las
condiciones geológicas se podrán establecer zonas de mayor interés para la profundización del
conocimiento hidrogeológico. Una vez identificadas estas zonas, se realizarán estudios de detalle mediante
la perforación de sondeos de investigación para determinar los parámetros hidrodinámicos del medio
subterráneo. Estos estudios de detalle permitirán además cuantificar los recursos y reservas hidráulicas del
subsuelo, los tiempos de tránsito de las aguas, y su vulnerabilidad frente a posibles agentes contaminantes.
Los datos recogidos durante los últimos 10 años en la cuenca del río Valiñas (SORIANO & SAMPER, 2000)
constituyen una muestra de los estudios necesarios para definir los esquemas de explotación más
adecuados para el abastecimiento a pequeños núcleos.
La afección de las obras públicas para la construcción de nuevas infraestructuras, en especial autovías
y vías férreas de alta velocidad, constituyen un riesgo potencial para las captaciones de aguas del subsuelo
en pequeños núcleos rurales. Este tipo de impacto ha sido constatado durante la construcción de nuevos
túneles. El drenaje producido por las obras subterráneas provoca descensos en los niveles freáticos de los
pequeños acuíferos superficiales constituidos por los mantos de alteración de rocas ígneas y metamórficas.
A pesar de que se trata de captaciones que aprovechan pequeñas cantidades de recursos hidráulicos del
subsuelo, éstas son numerosas y suelen constituir las únicas alternativas para la población rural dispersa.
Por lo tanto, tienen un carácter estratégico importante y son de gran interés social. La solución para estos
problemas requiere la realización de estudios hidrogeológicos que permitan evaluar el impacto
hidrogeológico asociado a la construcción de túneles, para proceder a la búsqueda de captaciones
alternativas o bien a la profundización de las existentes. Un ejemplo ilustrativo de lo anterior lo constituye
el estudio realizado para las obras del Tren de Alta Velocidad Zamora-A Coruña, en su tramo de Santiago-
Oroso. Debido a la presión ejercida por los usuarios, la Dirección de Obra solicitó un estudio hidrogeológico
que evaluase la posible afección de la obra en las captaciones particulares preexistentes. Para ello, se
realizó un modelo numérico para simular el impacto producido por la construcción del túnel (Figura 1). A
partir de dicho modelo se estimaron los descensos de la superficie freática del acuífero superficial (Figura
2) para diferentes hipótesis de impermeabilización del túnel. El estudio permitió elaborar propuestas de
soluciones y abastecimientos alternativos para la población afectada.

263
COMUNICACIÓN: EL ABASTECIMIENTO A PEQUEÑOS NÚCLEOS DE GALICIA CON AGUAS DEL SUBSUELO

A)

B)
Figura 1. Modelo numérico para la simulación del impacto hidrogeológico
de la construcción del túnel del tramo del Tren de Alta Velocidad Zamora-A
Coruña, en su tramo Santiago-Oroso. A) Simulación estacionaria del
régimen natural. B) Simulación del estado alterado por el túnel.

Figura 2. Descensos calculados del nivel freático en la


zona situada por encima del túnel de alta velocidad. Se
incluyen varias hipótesis sobre el grado de
impermeabilización del túnel: Los Ccasos A y B
corresponden al túnel sin revestir (con diferentes
permeabilidades del macizo rocoso) y los Casos C y D al
túnel revestido e impermeabilizado.

264
Javier SAMPER CALVETE y Jorge MOLINERO HUGUET

Por otra parte, el problema de la extensa contaminación bacteriológica de los acuíferos requiere de un
conjunto de medidas por parte tanto de los particulares como de los órganos de la administración. Por un
lado, los ayuntamientos con el apoyo de las diputaciones provinciales deberían asumir la protección de la
calidad de las fuentes públicas. En muchos casos el problema de la contaminación se debe a un mal estado
de la captación (en general las captaciones carecen de un sello que evite la entrada de aguas de
escorrentía) que se puede subsanar fácilmente mediante un adecuado acondicionamiento de la captación.
Cabe destacar iniciativas como la llevada a cabo por el Ayuntamiento de Oleiros en la fuente pública
de Perillo. El ayuntamiento exigió a una empresa promotora de una urbanización situada en el entorno del
pozo de alimentación de la fuente, la realización de estudios hidrogeológicos para la preservación y mejora
de dicha captación. El correspondiente estudio hidrogeológico permitió comprobar la existencia de
contaminación bacteriológica en la fuente. Los análisis realizados mostraron contenidos superiores a 200
coliformes fecales y 190 bacterias aerobias por 100 ml. Sin embargo, se comprobó que dicha
contaminación no estaba presente en el acuífero sino que se debía a las características inadecuadas del
pozo que abastecía a la fuente, que hacían del mismo un foco puntual de contaminación por el que se
infiltraban aguas de escorrentía superficial, posiblemente con contaminación bacteriológica. La perforación
de un sondeo nuevo con un sello sanitario adecuado en el entorno de la captación existente puso de
manifiesto que las características químicas del agua aportada por ambos pozos (el defectuoso y el nuevo
sellado) eran prácticamente idénticas, con la excepción de los nitratos y nitritos cuyos valores fueron
sensiblemente inferiores en el agua de la captación sellada. El caso de la fuente de Perillo ilustra
claramente lo que parece ser el principal problema de los acuíferos en los núcleos rurales de Galicia. En
muchos casos la contaminación no está presente en los acuíferos, mas bien la contaminación es producida
e inducida por las propias captaciones. Ello es debido a prácticas inadecuadas de construcción y
mantenimiento de las captaciones que, en la mayoría de los casos, escapan a cualquier control de las
instituciones locales o autonómicas.

IMPLICACIONES DE LA DIRECTIVA MARCO DEL AGUA

La implantación de la Directiva Marco del Agua supondrá un punto de inflexión en la situación actual
de los acuíferos en Galicia ya que su implementación requerirá la definición y caracterización de las masas
de agua del subsuelo (SAMPER, 2003b). El Art. 7 de la Directiva tendrá un gran impacto en zonas en la
actualidad consideradas como exentas de acuíferos, pero que utilizan cantidades apreciables de sus aguas
que superan los valores mínimos fijados por la DMA. Este es el caso de Galicia, una Comunidad en la que
casi un tercio de la población se abastece de aguas de acuíferos que en muchos casos utilizan caudales
que superan el valor de 10 m3 diarios o abastecen a más de cincuenta personas. Los trabajos realizados
en cuencas experimentales de Galicia (SORIANO & SAMPER, 2000) indican claramente que las masas de
agua del subsuelo en los mantos de alteración de las rocas plutónicas y metamórficas cumplen los
requisitos del Art. 7 de la DMA y por tanto, será necesario: 1) Realizar un registro de dichas zonas
protegidas antes de diciembre de 2004; 2) Realizar un seguimiento del estado de las masas de agua que
suministren más de 10 m3 diarios o abastezcan a más de cincuenta personas; y 3) Establecer medidas de
protección de estas masas de agua.

265
COMUNICACIÓN: EL ABASTECIMIENTO A PEQUEÑOS NÚCLEOS DE GALICIA CON AGUAS DEL SUBSUELO

AGRADECIMIENTOS

Los trabajos presentados en esta comunicación se han desarrollado en el marco de un proyecto de


investigación financiado por la Secretaría General de I+D de la Xunta de Galicia (proyecto PGIDT00PX
111802).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Xunta de Galicia.

266
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: GESTIÓN INTEGRADA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS


SUBTERRÁNEOS. SUSTENTABILIDAD EN LA EXPLOTACIÓN DE ACUÍFEROS
EN ESPERANZA, SANTA FE, ARGENTINA

Ofelia TUJCHNEIDER*,**; Marta PARIS**; Marcela PÉREZ** y Mónica D’ELÍA**

(*) Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(**) Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas. Universidad Nacional del Litoral. Casilla de Correo 217.
(3000) Santa Fe. Argentina. Tel./Fax: 0054-342–4575244 (interno 150). pichy@fich.unl.edu.ar; mparis@fich1.unl.edu.ar;
maperez@fich.unl.edu.ar; mdelia@fich.unl.edu.ar

RESUMEN

Las aguas subterráneas constituyen actualmente la única fuente de abastecimiento de las ciudades de
Esperanza y Rafaela (Santa Fe, Argentina). El principal sustento económico del sistema social regional lo
brinda la agricultura, ganadería y una variada actividad industrial, que accionan permanentemente sobre
el sistema acuífero modificando sus características cualitativas y cuantitativas. En este contexto la
preservación del recurso hídrico subterráneo constituye un objetivo prioritario que debe apoyarse en el
conocimiento integrado del sistema ambiental.
Con este soporte cognitivo, la implementación y validación de metodologías que permitan plantear
escenarios de explotación futuros y valorar adecuadamente la capacidad de respuesta del sistema, dan
lugar al desarrollo de herramientas que contribuyen en la definición de lineamientos de gestión integrada
de los recursos hídricos subterráneos para garantizar la sustentabilidad de la explotación.
Se presentan aquí los resultados alcanzados por la puesta en práctica del modelo de gestión integrada
de los recursos hídricos planteado para Esperanza que incluye: evaluación de la vulnerabilidad a la
contaminación del acuífero, caracterización de cargas contaminantes, cuantificación de la demanda,
modelación matemática hidrogeológica, definición de perímetros de protección de pozos de
abastecimiento, esquemas de explotación, definición y operación de una red de monitoreo.

Palabras Clave: gestión, acuíferos, Esperanza, Argentina.

INTRODUCCIÓN

La ciudad de Esperanza se localiza en la provincia de Santa Fe (Figura 1). Ocupa una superficie de 276
km2 y posee una población de 35.000 habitantes. El área urbana cuenta con servicios sanitarios de
alcantarillado en aproximadamente el 40% y de agua potable en un 70%, abastecido por 8 pozos y 14
pozos más que conforman el servicio de suministro de agua potable a la ciudad de Rafaela. La profundidad
media de estas obras de captación es de 45m y el caudal de explotación promedio de 75m3/h

267
COMUNICACIÓN: GESTIÓN INTEGRADA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS SUBTERRÁNEOS. SUSTENTABILIDAD EN
LA EXPLOTACIÓN DE ACUÍFEROS EN ESPERANZA, SANTA FE, ARGENTINA

(1800m3/día). La producción es del orden de los 15hm3/año. Esta última no contempla los volúmenes
resultantes de la explotación que se realiza con fines industriales y agropecuarios. De acuerdo con la
información obtenida, la extracción de agua vinculada a estas actividades es aproximadamente 5 hm3/año.
Desde 1997 la ciudad de Esperanza es objeto de estudios encargados por el Grupo de Investigaciones
Geohidrológicas. Los resultados de estas investigaciones (TUJCHNEIDER et al., 1998; PARIS, et al., 1998a,
1998b, 1999; TUJCHNEIDER et al., 2000) han permitido establecer las principales características
cualitativas y cuantitativas del sistema hidrogeológico involucrado, aspectos de la componente
socioeconómica de esta región y definir ciertas estrategias para la protección del recurso. Estas
comprenden: la reubicación de las captaciones fuera del área urbana en sitios no comprometidos con
actividades que pudieran configurar riesgos de afectación (PARIS et al., 1999), el diseño del campo de
bombeo en relación tanto con las características hidrogeológicas locales (más favorables en la zona rural)
como con el número, espaciamiento y cronograma de explotación de las perforaciones (aumentar el
número de pozos, reduciendo caudales unitarios de extracción, caudal no mayor a 60m3/h, con un
espaciamiento mínimo de 500m) (TUJCHNEIDER et al., 2000).

62° 60°

30° 30°

Esperanza
32° 32°

34° 34°
60°

Figura 1. Ubicación del área de estudio.

Esperanza está ubicada en la llanura chaco-pampeana definida superficialmente por suaves


pendientes, donde los reservorios de agua dulce se corresponden con geoformas superficiales que
favorecen la infiltración y el almacenamiento de agua meteórica. La precipitación media anual es de
930mm y la evapotranspiración real media anual estimada por Thornthwaite - Matter de 890mm. Esto da

268
Ofelia TUJCHNEIDER; Marta PARIS; Marcela PÉREZ y Mónica D’ELÍA

lugar a un exceso medio de 40mm en el año de los cuales 28 mm/año tienen probabilidad de recargar los
niveles más profundos del suelo, de acuerdo a los resultados del balance hídrico modular (período 1936-
2001).
Los suelos son de tipo argiudol con un horizonte B2t que contiene un porcentaje de arcillas expansibles
cercano al 60%. Esto puede dificultar la infiltración de agua, aunque su propiedad de expansible da lugar
a la formación de grietas durante períodos secos, que pueden constituir vías de ingreso preferenciales al
subsuelo.
En profundidad, el sistema geohidrológico tiene comportamiento de multiunidad con relaciones
hidráulicas particularmente complejas. El acuífero en explotación es semiconfinado, con un espesor
promedio de 24m, está alojado en las arenas de la “Formación Puelche” y mantiene vinculación hidráulica
con un acuífero freático de bajo rendimiento ubicado superiormente en limos y arcillas de depósitos
pampeanos. Entre ambos hay un paquete arcilloso, discontinuo en algunos sectores, con un espesor medio
de 3m, acuitardo, a través del cual se manifiestan flujos ascendentes y descendentes determinados por el
signo de la relación hidráulica. El escurrimiento subterráneo tiene sentido general oeste-este con un
gradiente hidráulico de 2*10-4. La transmisividad T para el acuífero alojado en las arenas puelches es de
600m2/día y la conductividad hidráulica K de 25m/día.
Dados los requerimientos de las dos poblaciones abastecidas, la necesidad de garantizar el crecimiento
de las actividades económicas y a la vez proteger el acuífero, el objetivo del trabajo es el planteamiento y
puesta en marcha de un modelo de gestión integrado del recurso hídrico subterráneo.

MÉTODOS

Con un enfoque totalizador se analizaron tanto el sistema natural como el socio-económico-cultural a


fin de integrar los resultados en el diagnóstico del sistema ambiental.
La determinación de la vulnerabilidad del sistema acuífero involucrado se realizó empleando el método
GOD (FOSTER e HIRATA, 2002). Para ello se dispuso de más de 20 perfiles de perforaciones, registros de
niveles piezométricos (estáticos y dinámicos) desde 1994 a 2001. Los parámetros hidráulicos
formacionales se calcularon con datos de ensayos de bombeo.
El estudio de la evolución del sistema se realizó mediante la implementación de un modelo
matemático hidrogeológico basado en el modelo conceptual previamente definido (TUJCHNEIDER et al.,
1998 y 2000). Se utilizó el código Visual ModFlow v.2.7.1. (GUIGUER & FRANZ, 1998) discretizando el
área en elementos rectangulares de 200, 250 y 500m de lado y considerando al sistema acuífero dividido
en tres capas: un acuífero libre (“Formación Pampa”), un manto semiconfinante y un acuífero confinado
(“Formación Puelche”). Los valores de recarga para el régimen permanente (28mm/año) surgen como
promedio de los valores estimados mensualmente para el período 1936-2001 y para la simulación en
régimen transitorio fueron considerados valores a paso mensual (PARIS et al., 2003).
Para la delimitación de las áreas de captura se utilizó el módulo ModPath de este modelo numérico
tridimensional. Esta delimitación se realizó en el campo de bombeo diseñado para abastecer a las
localidades de Esperanza y Rafaela, de acuerdo al esquema de explotación establecido.

269
COMUNICACIÓN: GESTIÓN INTEGRADA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS SUBTERRÁNEOS. SUSTENTABILIDAD EN
LA EXPLOTACIÓN DE ACUÍFEROS EN ESPERANZA, SANTA FE, ARGENTINA

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Sobre la base de las características hidroestratigráficas, piezométricas y edafológicas del área en


consideración, el grado de vulnerabilidad del acuífero según el índice GOD (FOSTER e HIRATA, 1991)
resulta en un valor para este índice es de 0,33, lo que significa que el sistema hídrico subterráneo en el
área tiene una vulnerabilidad moderada.
De acuerdo al modelo conceptual previamente definido (TUJCHNEIDER et al., 1998 y 2000), el modelo
matemático hidrogeológico implementado fue calibrado con mediciones obtenidas en campo en marzo de
1999 y, los resultados de la simulación fueron validados con nuevos datos obtenidos en diciembre de
2001. El error absoluto medio fue de 0,78m y la raíz del error cuadrático medio porcentual (SRMS) de 8,8
% (PARIS et al., 2002). La Figura 2 muestra los resultados de la modelación.

(a) (b)
Figura 2. Modelación matemática hidrogeológica. (a) Niveles modelados, marzo 1999. b) Niveles
simulados, diciembre 2001.

Los escenarios de explotación ensayados han dado lugar a diferentes alternativas de gestión para 20
años de proyección de la demanda. El análisis integrado permite evaluar las modificaciones que se
producirían en función del tiempo, verificándose en todos los casos que el estado hidrodinámico no
presenta situaciones que puedan considerarse de riesgo para la preservación del recurso. Esto se debe a
que, a ese régimen de explotación la afluencia vertical y horizontal de agua llega a un estado de casi
equilibrio con las extracciones, bajo condiciones climáticas medias, es decir sin eventos extremos. Por lo
tanto, el sistema acuífero admite la posibilidad de satisfacer la demanda actual y futura siempre que su
aprovechamiento se realice con racionalidad, respetando el gerenciamiento propuesto en este modelo de
manejo integrado.
El monitoreo permanente del sistema en explotación, diseñado sobre la base del conocimiento del
contexto hidrogeológico, ha permitido realizar un seguimiento de las variables y relaciones que definen el
funcionamiento del sistema, detectar situaciones comprometidas, estimar el tiempo requerido para tomar
decisiones preventivas y/o correctivas entre las que se encuentran sacar de servicio aquellas perforaciones
que presentan contenidos elevados de nitratos -debido principalmente a la falta de alcantarillado y
problemas operacionales en la cabecera del pozo- y/o aumentos de la salinidad evidenciada por el
incremento de residuo seco, cloruros y sulfatos (Figura 3).

270
Ofelia TUJCHNEIDER; Marta PARIS; Marcela PÉREZ y Mónica D’ELÍA

Figura 3. Evolución de los contenidos de nitratos en pozos de explotación.

La delimitación espacial de las zonas de captación de los pozos de abastecimiento se presenta en la


Figura 4. Fueron definidas las trayectorias de flujo considerando tiempos de tránsito de: 5, 10 y 20 años,
y régimen permanente, asumiendo que la carga es aplicada en la superficie del terreno. Además, tiempos
de 5, 30, 60 y 360 días para cargas aplicadas directamente al acuífero. La carga contaminante simulada
es no reactiva y se mueve a igual velocidad que el agua en el acuífero. Los resultados de la simulación
ponen en evidencia que los sedimentos del pampeano, suprayacentes a las arenas puelches, actuarían
provocando un retardo en los tiempos de llegada de contaminantes a las captaciones, para cargas
aplicadas en la superficie del terreno.

271
COMUNICACIÓN: GESTIÓN INTEGRADA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS SUBTERRÁNEOS. SUSTENTABILIDAD EN
LA EXPLOTACIÓN DE ACUÍFEROS EN ESPERANZA, SANTA FE, ARGENTINA

Cargas aplicadas en superficie

Cargas aplicadas al acuífero

Figura 4. Delimitación de las áreas de captura del campo de bombeo para distintos tiempos de tránsito.

272
Ofelia TUJCHNEIDER; Marta PARIS; Marcela PÉREZ y Mónica D’ELÍA

CONCLUSIONES

• Es de suma importancia continuar rigurosamente con el monitoreo del sistema a tiempo real,
considerando un intervalo máximo de dos meses como adecuado para el control, de acuerdo al
resultado de la modelación y ruteo de partículas.
• Deben establecerse los perímetros de protección en función de las áreas de captura definidas para
el campo de bombeo, considerando el tipo de actividades que se desarrollan en el área. Para ello,
se deberán implementar pautas técnicas y legales que garanticen la efectividad de estos perímetros
de protección de pozos de abastecimiento y reglamenten las extracciones particulares.
• Es relevante que se garantice la prohibición concreta de realizar enterramientos y/o inyecciones de
todo tipo y profundidad ya que, en este caso el tiempo de viaje de los contaminantes se reduce
notablemente.
• Se deberán generar acciones articuladas con la comunidad de modo de lograr una progresiva y
responsable participación de los actores sociales involucrados.
• Considerar la utilización conjunta de aguas subterráneas y superficiales como una alternativa a
mediano y largo plazo que permita satisfacer los requerimientos de agua potable para la región,
evaluando a priori las modificaciones que se generarían con las aportaciones alóctonas, a fin de
mantener el equilibrio dinámico del sistema ambiental.

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PARIS, Marta, Mónica D´ELÍA, Marcela PEREZ y Ofelia TUJCHNEIDER. (2003). Análisis estocástico de las variables
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Subterráneas. Fortaleza, Brasil, agosto del 2000. Pág. 138 y 139 Libro de Resúmenes y CD Rom.

273
COMUNICACIONES

ESTUDIOS HIDROQUÍMICOS E
IMPACTO AMBIENTAL
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: DEPOSICIÓN TOTAL ATMOSFÉRICA DE ELEMENTOS


MAYORITARIOS EN LA CIUDAD DE BARCELONA (NE DE ESPAÑA)

Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA *,** y Emilio CUSTODIO *,**

(*) Instituto Geológico y Minero de España. Ríos Rosas 23. 28003 Madrid (España). e.custodio@igme.es
(**) Departamento de Ingeniería del Terreno y Cartográfica. Universidad Politécnica de Cataluña. 08034 Barcelona (España).
francisco.alcala@upc.es; emilio.custodio@upc.es

RESUMEN

El aporte de Na en Barcelona (2,8±1,3 g·m-2·año-1) se supone de origen marino y relativamente


constante en el tiempo. La deposición total de Cl (4,0±1,7 g·m-2·año-1) y Br (0,017±0,007 g·m-2·año-1)
son mayormente de origen marino (~80 % y ~70 % respectivamente), debiendo estar el resto asociado
al aporte urbano por contaminación atmosférica. El aporte mineral no marino (50,9±24,0 g·m-2·año-1)
constituye ~80 % de toda la deposición mineral y se caracteriza por los altos contenidos de NO3, NO2,
NH4 y SO4 que deben asociarse a las emisiones urbanas. La lluvia, que inicialmente debe ser ácida y con
una salinidad moderada asociada al aerosol marino diluido, tiende a la neutralidad, posiblemente por el
aporte de compuestos carbonatados del polvo atmosférico de origen continental y del aporte procedente
de la polución atmosférica urbana. La relación R = rCl/rBr muestra valores medios de 480±70, inferiores
al valor típico marino y similares a los obtenidos en otras áreas costeras densamente pobladas y con
influencia industrial. R = 420±50 para las muestras más salinas y más afectadas por la polución urbana;
R = 650±40 para muestras asociadas a lluvias moderadas y una salinidad mixta de origen marino y no
marino; y R = 1030±60 para muestras con salinidad baja asociadas a un aerosol marino muy diluido,
moderado aporte de polvo atmosférico y escasa influencia urbana. El efecto urbano sobre las deposiciones
minerales y R introduce una marca en la recarga a los acuíferos.

Palabras Clave: recarga, deposición total, balance salino, relación Cl/Br, salinidad, área urbana.

ABSTRACT

The bulk deposition of Na in Barcelona (2,8±1,3 g·m-2·year-1) is assumed of marine origin and
relatively constant in time. The bulk deposition of Cl (4,0±1,7 g·m-2·year-1) and Br (0,017±0,007 g·m-2
·year-1) are mostly of marine origin (~80% and ~70 % respectively), should be the rest associated to the
urban contribution to atmospheric pollution. Non marine mineral deposition (50,9±24,0 g·m-2·year-1)
constitutes ~80% of the total mineral deposition; it is characterized by the high contents of NO3, NO2, NH4
and SO4 that should be associate to the urban emissions. The rain, that initially should be acid and with a
moderate salinity associated to the diluted marine aerosol, tends to be neutral possibly due to the

277
COMUNICACIÓN: DEPOSICIÓN TOTAL ATMOSFÉRICA DE ELEMENTOS MAYORITARIOS EN LA CIUDAD DE
BARCELONA (NE DE ESPAÑA)

contribution of carbonated compounds in atmospheric dust of continental origin and the contribution from
urban atmospheric pollution. The R = rCl/rBr ratio shows a mean value of 480±70, is lower to the typical
marine value and similar to those obtained in other densely populated coastal areas and with industrial
influence. R = 420±50 for the most saline samples and more affected by the urban pollution; R = 650±40
for samples associated to moderate rains and a mixed salinity of marine and no marine source; and R =
1030±60 for samples with low salinity associated to a marine aerosol very diluted, moderate contribution
of atmospheric dust and scarce urban influence. The urban effect on mineral deposition and R introduces
a signal on aquifers recharge.

Key Words: recharge, bulk deposition, saline balance, Cl/Br ratio, salinity, urban area.

INTRODUCCIÓN

El componente climático en la composición química de las aguas subterráneas es función directa de la


composición química promedio de la precipitación atmosférica (SCHOELLER, 1963; MURPHY et al., 1996;
CUSTODIO, 1997). Su conocimiento explica la concentración de ciertos iones mayoritarios en las aguas
subterráneas de corto tiempo de residencia, y también para establecer estimaciones de la recarga
promedio a partir del balance químico de substancias conservativas procedentes casi exclusivamente de la
lluvia. La existencia de otros compuestos derivados de la actividad humana suele incrementar la
mineralización del agua de lluvia y en consecuencia su nivel de fondo en las aguas subterráneas.
La composición química de la lluvia varía mucho con la distancia al mar, velocidad del viento,
intensidad de la precipitación, y momento, métodos y ambiente de muestreo (DREVER, 1982; RITCHER et
al., 1983; ROSENTHAL, 1987). Se han de emplear técnicas de análisis químicos capaces de determinar las
bajas concentraciones minerales comunes en la precipitación.
Los métodos químicos ambientales para estimar la recarga por la precipitación se basan en el balance
de un soluto conservativo, usualmente Cl, comparando la aportación por la lluvia con el contenido en el
agua freática y agua de escorrentía (CUSTODIO, 1997). En ausencia de aportes de Cl por el terreno, el agua
subterránea freática contiene una cantidad que coincide con la aportada por la lluvia, después de restar
la escorrentía superficial directa y subsuperficial. Los cálculos se establecen para un periodo de tiempo
suficientemente amplio para que no tengan importancia los efectos de periodos vecinos.

(1)

donde: P = pluviometría, mm; I = recarga, mm; E = escorrentía directa y subsuperficial; CP, CI y CE =


concentración de Cl en la lluvia, en el agua freática y en la escorrentía directa y subsuperficial. Cuando la
escorrentía es pequeña el balance queda como:

(2)

La utilización del ión Cl en la determinación de la recarga necesita un conocimiento previo sobre su


origen (CUSTODIO y LLAMAS, 1983; CUSTODIO, 1997). No todo el contenido de Cl se asocia al aerosol
marino; en áreas muy antropizadas, como las grandes ciudades, existen otras fuentes de Cl que se suman
a la deposición total. El uso de la relación Cl/Br ayuda a discriminar los diferentes orígenes del Cl en la
deposición.

278
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

Los iones cloruro (Cl) y bromuro (Br) disueltos en el agua son trazadores con un comportamiento muy
próximo al del trazador ideal (CUSTODIO y LLAMAS, 1983, cap. 12.2), dado su carácter hidrófilo, carga
negativa y el pequeño radio iónico. Diferentes procesos físico-químicos pueden afectar a sus
concentraciones absolutas (dilución, evaporación, mezclas), pero no modifican el valor de su relación.
Además las sales disueltas guardan razonable memoria de la composición de la materia soluble que ha
dado origen a la salinidad en cuanto al Cl y Br se refiere (aerosol marino, polución urbana, etc...). Estos
factores son bien conocidos, así como la mayoría de los posibles procesos que pueden afectar a los iones
Cl y Br, y a su relación (véase DAVIS et al., 1998; CUSTODIO y HERRERA, 2000; WHITTEMORE, 1988).

LUGAR, PERIODO Y MÉTODO DE MUESTREO DE LA PRECIPITACIÓN

Las muestras de lluvia corresponden a la acumulación de la lluvia mensual recogida durante el periodo
de marzo de 1999 a abril de 2003 en un pluviómetro instalado en la azotea del módulo D-2 del Campus
Nord de la UPC, al SW de Barcelona, localizado a 6,5 km de la costa y a una altitud de 125 m.s.n.m.; y
operado por el grupo de Hidrogeología e Hidrología de la UPC. Se trata de una zona urbana con
importantes vías de comunicación cercanas y actividades que generan un importante volumen de polvo
atmosférico. Existe buena circulación de viento y sus direcciones principales son del W (interior) y S-SE
(mar), pero son las de NE (semiinterior) las que van ligadas a las lluvias más intensas y persistentes de
primavera y otoño. El muestreo se ha realizado en un pluviómetro Hellmann abierto, con un diámetro de
captación de 16 cm, que permite recoger lluvia y polvo atmosférico. El volumen de precipitación mensual
se almacena en un recipiente de 2 L.
En este trabajo se caracteriza la lluvia tomada desde marzo de 1999 a abril de 2003 en Barcelona,
haciendo referencia a los resultados obtenidos por CUSTODIO et al. (1985) en la azotea de la Escuela
Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UPC desde marzo de 1972 a junio de 1974.

DETERMINACIONES ANALÍTICAS Y RESULTADOS OBTENIDOS

Las determinaciones químicas (Tabla 1) se han realizado en el Laboratorio del IGME. En ocasiones, la
baja mineralización del agua de lluvia ha dado valores de NO2, Na, K y NH4 por debajo del límite de
detección, no siendo posible su repetición por el reducido volumen de muestra colectada. La medición de
la conductividad eléctrica y pH han sido instrumentales. La determinación de Cl y Br, en ocasiones de SO4,
se ha realizado mediante cromatografía iónica de alto rendimiento (HPLC), que permite separar
eficazmente los picos del Cl y del Br, y medir el Br con precisión a concentraciones de menos de 5 μg·L-1
(CUSTODIO y ALCALÁ-GARCÍA, 2003). El Na y K se han determinado mediante emisión atómica. El resto
de substancias se han determinado mediante espectrofotometría de absorción (autoanalizador).
Los análisis químicos presentan un error promedio inferior al 1% que se asocia en parte a compuestos
orgánicos no analizados comunes en la deposición atmosférica en ambiente urbano. En la Tabla 2 se
indican algunos parámetros estadísticos sobre la precipitación mensual, contenidos de las diferentes
substancias y relaciones iónicas de interés.
El valor medio de la concentración de algunas substancias (SiO2 y NH4 por ejemplo) queda fuera del
rango de valores comprendidos entre los percentiles 25 y 75 % de la muestra (Tabla 2). La relación
mediana/media (m/x), generalmente distinta de 1, es indicativa de la asimetría de la distribución. Para

279
COMUNICACIÓN: DEPOSICIÓN TOTAL ATMOSFÉRICA DE ELEMENTOS MAYORITARIOS EN LA CIUDAD DE
BARCELONA (NE DE ESPAÑA)

obtener interpretaciones fiables a partir de los valores medios de cada substancia no considerando valores
extremos puntuales, se ha seleccionado el rango de valores incluido dentro de los percentiles del 25 y 75
%, indicativos de lluvias medias poco influenciadas por variaciones climáticas puntuales que producen una
importante dispersión/concentración del aerosol atmosférico.

Tabla 1. Resultados obtenidos.

280
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

Tabla 2. Caracterización de la precipitación y composición química (valores en meq/L) de la deposición total.

DEPOSICIÓN TOTAL

A partir de los valores mensuales de precipitación y contenido de cada substancia química se obtienen
por acumulación los valores anuales de deposición total de cada especie iónica en meq·m-2·año-1 (Tabla
3). La deposición mineral indica salinidades altas y variables para aguas de lluvia, no asociadas totalmente
al aporte marino, según los valores de las relaciones iónicas (Tabla 1). El agua de lluvia tiende a la
neutralidad (pH = 7,0±0,1), probablemente por el aporte de polvo atmosférico calizo continental que una
vez disuelto libera HCO3 y Ca. Los valores de deposición de los compuestos del nitrógeno también son
elevados, lo que cabe asociar a aportes importantes derivados de actividades antrópicas.

Tabla 3. Deposición total anual de los diferentes compuestos desde marzo de 1999 a marzo de 2003. Se indican
con asterisco los valores obtenidos por Custodio et al. (1985) desde 1972 a 1974.

ESTUDIO DE LA CORRELACIÓN DE VARIABLES

De forma general, la mayoría de variables presentan escasa o moderada correlación con el SiO2,
asociado a aportes litológicos, y con el pH, asociado a una deposición de origen múltiple casi siempre
neutra (Tabla 4). La correlación del resto de variables con HCO3, compuestos del nitrógeno y P es casi

281
COMUNICACIÓN: DEPOSICIÓN TOTAL ATMOSFÉRICA DE ELEMENTOS MAYORITARIOS EN LA CIUDAD DE
BARCELONA (NE DE ESPAÑA)

siempre moderada, ya que estas están relacionadas con el estado de contaminación atmosférica y la
cantidad de precipitación que consigue lavarlas. El resto de variables presentan buena correlación e
incluyen aportes derivados del aerosol marino, más uniformes en cuanto a composición química.
Se observa una buena correlación entre variables que están asociadas a diferentes orígenes (Tabla 4).
El Cl presenta buena correlación con NO3 y NH4, asociados a la polución urbana; moderada con el HCO3
y Ca, asociados en parte a la polución urbana y a aportes litológicos; escasa con el SiO2, asociado al aporte
litológico y buena con Na, asociado al aporte marino. Este ejemplo muestra la existencia de diferentes
aportes salinos, todos ellos mezclados entre sí, siendo difícil establecer con claridad familias de variables
asociadas a cada origen determinado. Varios orígenes pueden aportar cantidades variables de una misma
substancia, como es el caso de Cl, SO4, Mg, etc. Las relaciones rCl/rBr, rCl/rSO4 y rNa/rCl presentan escasa
o moderada correlación inversa con el resto de variables y entre ellas (Tabla 4).

Tabla 4. Matriz de coeficientes de correlación. Se indican en negrita aquellos coeficientes de correlación iguales o
superiores a ±0,7.

ORIGEN DE LA SALINIDAD

Los valores de la Tabla 3 y de las relaciones iónicas (Tabla 1) permiten identificar inicialmente grupos
de variables bien relacionadas entre sí; aquellas con un origen principalmente marino: Cl, Br y Na; y otras:
SO4, NH4, NO3 y Ca con un origen principal diferente al marino. No obstante existen relaciones entre
substancias que no quedan caracterizadas y que necesitan estudiarse con más detalle. La alta correlación
entre Cl y Ca, NO3 y NH4; y entre Br y SO4, etc. indica la existencia de aportes conjuntos de diversa
naturaleza. Para distinguir entre los diferentes orígenes se ha estimado la proporción marina y no marina
de los diferentes compuestos, considerando, con las reservas oportunas, que todo el contenido de Na es
de origen marino (DREVER, 1982). Esta hipótesis es razonable en este caso ya la litología local y las
actividades urbanas e industriales no parecen aportar cantidades apreciables de Na. Además los valores
de deposición total de Na son similares en el tiempo (Tabla 3), por lo que se supone una misma fuente de
aporte de Na, en este caso marino. La proporción marina de un elemento [Xj (lluvia)] en el total medido en
la lluvia [Xi (lluvia)] se puede calcular a partir de la expresión:

282
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

(3)

La contribución no marina de un componente [Xk (lluvia)] se calcula por la diferencia entre su valor
analizado [Xi (lluvia)] y el de la fracción marina [Xj (lluvia)] calculada en la ecuación (3). Las razones entre los
diversos elementos y el Na del agua de mar [(Xi/Na)mar] han sido calculadas a partir de los valores medios
indicados en CUSTODIO y LLAMAS (1983; Cap. 12; pág. 1080) para el mar Mediterráneo cerca de
Barcelona (Tabla 5). Para el cálculo del origen de la salinidad se han utilizado los valores medios obtenidos
del rango de valores incluido dentro de los percentiles del 25 y 75 %, por ser estos más indicativos de las
condiciones medias atmosféricas existentes. Se ha considerado que todo el contenido en NO2, SiO2, NO3
y NH4 es de origen no marino y asociado a actividades antrópicas. La situación de detalle es algo más
compleja que esta simplificación ya que existen reacciones sobre las partículas del aerosol marino que
afectan al contenido de SO4, Cl, Br y otros (LASKIN et al., 2003), pero es aceptable en una primera
aproximación a la identificación de orígenes.
En general, los valores de (Xi/Na)lluvia son mayores a los atribuidos a la relación (Xi/Na)mar (Tabla 5) lo
que está asociado a una contribución mineral no marina importante. El Cl y Br tienen un origen no marino
de ~20 % y ~30 % respectivamente. El K y Mg tienen un origen marino de ~ 20 %, mientras que el resto
de substancias están asociadas mayoritariamente con un origen no marino.

Tabla 5. Caracterización de los componentes en la deposición total de acuerdo con el origen de la


mineralización, tomando como referencia el Na+. Datos dados en meq/L.

VALORES DE LA RELACIÓN rCl/rBr (R)

Los valores obtenidos de R = rCl/rBr (r = meq·L-1) oscilan entre 220 y 1100, con un valor medio de
R=480±70 (Tabla 2). La Figura 1 muestra la existencia de 3 familias principales de valores de R (R = 300-
500, R = 550-700 y R > 1000) que se asocian a diferentes condiciones ambientales En los tres casos, los

283
COMUNICACIÓN: DEPOSICIÓN TOTAL ATMOSFÉRICA DE ELEMENTOS MAYORITARIOS EN LA CIUDAD DE
BARCELONA (NE DE ESPAÑA)

valores de rCl/rSO4 = 0,4-0,6 y rNa/rCl = 1,0-1,1 son inferiores y superiores respectivamente al valor
marino (10 y 0,86 respectivamente).
Las muestras con R = 420±50, para contenidos de Cl generalmente inferiores a 20 mg/L (Figura 1),
son las que incorporan mayor aporte salino derivado de la polución urbana (mayores contenidos de NO3,
SO4 y Ca). rCl/rSO4 = 0,4±0,2 y pH = 7,1±0,1. MARTENS et al. (1973) obtienen valores de R entre 480 y
600 en la Bahía de San Francisco (USA), zona costera con una amplia polución y densamente poblada,
indicando que la contaminación antrópica aporta cantidades relativas mayores de Br que de Cl. Este
aspecto es similar al aquí observado.
Las muestras con R = 650±40, para Cl < 30 mg/L (Figura 1), presentan buena correlación inversa de
P con CE, Cl, Br, Na y Ca; lo que parece indicar que parte importante del contenido salino se asocia al
aporte del aerosol marino durante lluvias moderadas. rCl/rSO4 = 0,6±0,2 y pH = 7,0±0,2. El SO4 se
relaciona con NO3, NO2, Ca, Mg y NH4, y el HCO3 con CE, Ca y Na. El Br se relaciona con CE, Cl, Na y SO4.
Se trataría de lluvias que incluyen una componente marina significativa, aunque el aporte no marino sigue
siendo importante.
Las muestras con R = 1030±60, para contenidos de Cl < 10 mg/L (Figura 1), se asocian a un lavado
importante de la atmósfera que debe condicionar aportes reducidos de polvo atmosférico y otras
substancias derivadas de la polución urbana. rCl/rSO4 = 0,9±0,4 y pH = 6,9±0,2. Hay buena correlación
positiva de P con Cl, Br y NO2, e inversa con pH, NO3, HCO3 y Ca, lo que parece indicar que la salinidad
de la lluvia es principalmente de origen marino con aportes continentales moderados.

Figura 1. Relación rCl/rBr vs. Cl (mg/L) de la deposición total estudiada en Barcelona.

284
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

DISCUSIÓN

La consideración inicial de que todo el contenido de Na es de origen marino parece ser razonable,
teniendo en cuenta que la deposición total de Na registrada (120±55 meq·m-2·año-1) es similar a la
obtenida durante el periodo 1972-1974 (~130 meq·m-2·año-1) (CUSTODIO et al., 1985). No obstante se
es consciente que esta apreciación debe considerarse con reservas y asociada a los cálculos
semicuantitativos realizados. La litología local y las actividades urbanas e industriales no parecen aportar
cantidades significativas de Na.
El aporte de origen marino de Br (~70 %) es algo inferior al de Cl (~80 %) (Tabla 5) y ambos varían
con el volumen de precipitación y la aportación no cuantificada de polvo atmosférico continental. El aporte
no marino de Cl parece asociarse principalmente a la contaminación urbana (en especial el quemado y
descomposición de plásticos), ya que la litología local apenas aporta Cl. Su disminución respecto a 1972-
1974 (CUSTODIO et al., 1985) (Tabla 3) podría estar asociada a dos efectos; el primero a la mayor
pluviometría registrada durante el periodo reciente y posterior efecto de dilución en iónes de origen
marino; y el segundo a la mejora ambiental, industrial y de tratamiento de basuras. Igual circunstancia
afectaría a la deposición total de K y Mg. El Ca, SiO2, SO4 y NO3 son mayoritariamente de origen
continental (urbano, litológico o mixto). El aporte de SO4 y NO3, de origen continental urbano, pasa a ser
respectivamente el doble y diez veces superior al descrito en la década de 1970. Su aumento parece
asociarse, por una parte, al incremento del parque automovilístico y, por tanto, a las emisiones de
compuestos gaseosos del azufre y del nitrógeno que tras oxidarse en la atmósfera derivan en diferentes
compuestos del tipo SOX y NOX; y por otra, a la no determinación o determinación parcial de estos
compuestos por CUSTODIO et al. (1985). Similares valores de deposición total de las substancias y
orígenes de la salinidad se han obtenido en diversas localidades costeras industriales.
La quema de plásticos, combustibles o las emisiones industriales deben producir un aporte continental-
urbano relativo mayor de Br que de Cl a la atmósfera que condiciona un valor promedio de rCl/rBr =
480±70, inferiores al valor típico marino (655±4) y similares a otras zonas costeras densamente pobladas
e industrializadas, donde se obtienen porcentajes de Cl de origen antrópico del orden de 7-25 %
(MARTENS et al., 1973), similares al ~20 % de Cl y ~30 % de Br de origen no marino observados en
Barcelona. Los valores de R se relacionan con las condiciones ambientales urbanas y pueden servir como
trazador para establecer balances de recarga a acuíferos mediante métodos ambientales, siempre y cuando
se caractericen otras fuentes de salinidad comunes en los entornos urbanos. R = 300-500 para lluvias
escasas o nulas muy afectadas por aportes derivados de la contaminación atmosférica, con contenidos
elevados de SO4, NO3 y NH4. R = 550-700 para precipitaciones duraderas y poco intensas que parecen
aportar salinidad principalmente derivada del aerosol marino y salinidad de origen continental y urbano,
con contenidos elevados de HCO3, SO4, Na y Ca. R > 1000 para lluvias intensas y continuadas con
contenidos elevados de Cl, SO4, Na y Mg, cuya salinidad principal deriva del aerosol marino muy diluido
con escasa influencia urbana.
El efecto urbano caracteriza la deposición mineral e introduce una marca determinada en la recarga a
los acuíferos que permite distinguir el origen de la salinidad en los balances salinos de recarga. La
variación de los niveles de fondo de algunas substancias en el agua subterránea en Barcelona (VÁZQUEZ-
SUÑÉ, et al., 2000) están parcialmente relacionadas con la variación temporal de la deposición mineral.

285
COMUNICACIÓN: DEPOSICIÓN TOTAL ATMOSFÉRICA DE ELEMENTOS MAYORITARIOS EN LA CIUDAD DE
BARCELONA (NE DE ESPAÑA)

CONCLUSIONES

El aporte de Na obtenido (120±55 meq·m-2·año-1 ó 2,8±1,3 g·m-2·año-1) es similar al registrado


durante el periodo de 1972 a 1974 y se supone que tiene un origen prácticamente marino. La deposición
total de Cl (110±50 meq·m-2·año-1 ó 4,0±1,7 g·m-2·año-1) es principalmente de origen marino (~80 %) y
menor a la obtenida durante el periodo de 1972 a 1974 (~12,8 g·m-2·año-1), posiblemente debido al
menor aporte urbano por contaminación atmosférica que se asocia a las mejoras ambientales, industriales
y tratamiento de basuras, y al menor aporte marino asociado a una mayor distancia al mar y altitud de
muestreo que provoca una mayor dilución del aerosol marino. El aporte de Br tiene una componente
marina de ~70 % y se ha cifrado en 0,2±0,1 meq·m-2·año-1 ó 0,017±0,007 g·m-2·año-1. El aporte mineral
no marino constituye ~80 % de la deposición mineral total registrada, cifrada en 1400±660 meq·m-2·año-
1 ó 50,9±24,0 g·m-2·año-1, y se caracteriza por los altos contenidos de NO , NO , NH y SO asociados a
3 2 4 4
la polución urbana. Su aumento respecto al periodo de 1972-1974 se debe, en parte importante, al
incremento de emisiones urbanas de gases derivados de la combustión de carburantes asociados al
aumento del parque automovilístico, y a las escasas determinaciones de estos compuestos durante el
periodo de 1972 a 1974.
La lluvia, que inicialmente deber ser ácida y con una salinidad moderada asociada al aerosol marino
diluido, tiende a la neutralidad, posiblemente por el aporte de compuestos carbonatados asociados casi
en su totalidad a deposición de polvo atmosférico continental y al aporte de substancias derivadas de la
polución atmosférica urbana.
El valor promedio de rClrBr = 480±70 es inferior al típico marino y se asocia a la deposición mineral
en ambiente urbano, pudiendo servir como trazador para establecer balances de recarga siempre y cuando
se caractericen otras fuentes de salinidad comunes en entornos urbanos. El incremento del volumen de
precipitación condiciona la dilución del contenido salino de origen marino y el lavado de atmósfera, y en
consecuencia del aporte continental y urbano que modifican puntualmente este valor. R = 420±50 para
lluvias escasas o nulas con aporte salino principal urbano; R = 650±40 para lluvias moderadas con aporte
mixto marino y no marino; y R = 1030±60 para lluvias con baja salinidad de origen marino y escaso aporte
urbano o continental.
El efecto urbano caracteriza la deposición mineral e introduce una marca en la recarga a los acuíferos
que es posible observar en el agua subterránea poco afectada por otras fuentes de salinidad antrópica de
origen urbano, lo que permite establecer balances salinos de recarga.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a la CICYT la dotación del proyecto HID 1999-0205, así como el apoyo analítico
y logístico prestado por el IGME y en cuanto a la instalación por el DIT-UPC. Personalmente se agradece
el continuado interés en los aspectos analíticos de las licenciadas Mª del Pilar de la Fuente e Itziar Vázquez
(IGME); y técnico de Jordi Sánchez Vila (DIT-UPC).

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286
Francisco J. ALCALÁ-GARCÍA y Emilio CUSTODIO

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287
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: TÉCNICAS ISOTÓPICAS Y GEOQUÍMICAS EN LA


EVALUACIÓN DE SISTEMAS ACUÍFEROS EN ZONAS URBANAS

Luis ARAGUÁS-ARAGUÁS* y José María RUIZ HERNÁNDEZ*

(*) Instituto Geológico y Minero de España. C/ Ríos Rosas, 23. 28003 MADRID.
Correo electrónico: l.araguas@igme.es; jm.ruiz@igme.es

RESUMEN

Las consecuencias del proceso de urbanización se suelen traducir, tanto a escala local como regional,
en tres tipos de impactos en los acuíferos próximos: a) cambios drásticos en el balance hídrico, tanto de
las aguas superficiales, como de las subterráneas, b) perturbaciones de las condiciones hidráulicas de los
acuíferos y, c) degradación de la calidad química del agua. Las investigaciones tendentes a caracterizar el
complejo y cambiante marco hidrogeológico y las interconexiones entre diferentes unidades acuíferas o
entre acuíferos y cursos de aguas superficiales requieren, en muchos casos, recurrir al uso de variadas
técnicas hidrogeológicas. Entre las herramientas hidrogeoquímicas con potencial para abordar el estudio
de los aspectos hidrogeológicos más notables se incluyen: a) iones mayoritarios, b) elementos trazas, c)
isótopos del agua y de sustancias disueltas (p.e. 2H, 11B, 13C, 14C, 15N, 18O, 34S, etc.), y d) gases disueltos
(freones, SF6, gases nobles, etc.). En esta comunicación se describe brevemente el potencial y las
limitaciones de este conjunto de técnicas, así como algunos ejemplos de estudios hidrogeológicos en zonas
urbanas.

Palabras Clave: Hidrogeoquímica, trazadores naturales, isótopos, acuíferos urbanos.

INTRODUCCIÓN

El tremendo impacto que a escala local y/o regional suele tener la urbanización en el ciclo del agua
viene condicionado, en la mayoría de los casos, por la magnitud de: a) la impermeabilización de una
proporción importante de la superficie de la zona urbana, b) la magnitud de las fugas de las redes de
abastecimiento y aguas negras y, c) el volumen de los trasvases de aguas procedentes de zonas alejadas
de los límites urbanos. Inicialmente, los cambios en el uso del terreno afectan notablemente a la magnitud
y características de la escorrentía y de la infiltración en el terreno. Desde el punto de vista hidrogeológico,
la intensa explotación de las aguas subterráneas suele conducir al establecimiento de complejas
interrelaciones entre diferentes unidades acuíferas y un marcado impacto en la calidad de las aguas, tanto
superficiales como subterráneas. El establecimiento de complejos patrones de flujo implica generalmente
la mezcla de aguas de diferentes orígenes, dinámica y características químicas.

289
COMUNICACIÓN: TÉCNICAS ISOTÓPICAS Y GEOQUÍMICAS EN LA EVALUACIÓN DE SISTEMAS ACUÍFEROS EN
ZONAS URBANAS

Es habitual establecer una relación entre la urbanización y los cambios sustanciales en los patrones de
recarga (en magnitud y distribución espacial), así como con la cantidad de contaminantes que viajan a
través de la zona no saturada hasta los niveles productores de agua. En zonas sometidas a una elevada
actividad humana en la superficie, el marco hidrogeológico no es estático, ya que son frecuentes los
cambios temporales en la operación de los sistemas de bombeo, distribución del agua de abastecimiento
y de tratamiento de aguas negras. Los cambios en las tasas y mecanismos de recarga afectan tanto a los
niveles freáticos como al régimen de flujo y a las posibles interconexiones entre las unidades acuíferas.
Para hacer las cosas todavía más complejas, el ajuste a las nuevas condiciones hidráulicas puede llevar un
tiempo muy considerable (bastantes años), antes de alcanzar una situación de equilibrio, ya que la
respuesta de los acuíferos es la que necesita más tiempo entre todos los componentes del ciclo del agua
involucrados.
Con estos condicionantes, el manejo de los recursos hídricos en zonas urbanas implica disponer de una
información detallada de aspectos complejos y cambiantes, tanto a escala local, como a escala de toda la
zona afectada por la ciudad. En cualquier caso, se requiere un abordaje integrado que incluya tanto las
técnicas hidrogeológicas convencionales, como otras herramientas geofísicas, hidroquímicas e isotópicas
para evaluar la magnitud de los cambios citados y hacer predicciones sobre su evolución futura. En esta
comunicación se describe brevemente el potencial y las limitaciones de las técnicas hidrogeoquímicas y se
citan algunos ejemplos de estudios con estas herramientas en acuíferos situados sobre zonas urbanas.

NECESIDADES PARA LA GESTIÓN DEL RECURSO HÍDRICO EN ZONAS URBANAS

Ante un marco hidrogeológico complejo y cambiante, especialmente si el agua subterránea juega un


papel destacado como fuente de abastecimiento, es necesario disponer de un conocimiento detallado del
marco hidrogeológico y de su evolución temporal. Las redes de control habituales que registran las
variaciones piezométricas y de algunos parámetros químicos son claramente insuficientes. Según la
complejidad de cada sistema acuífero, los patrones de flujo y el impacto en la calidad del agua pueden ser
notables. Por tanto, el tipo de estudios y las redes de control a establecer deben responder a necesidades
concretas. Los aspectos hidrogeológicos que deben conocerse en acuíferos próximos a zonas urbanas con
suficiente detalle suelen incluir los siguientes componentes:
a) Caracterización y evaluación de la recarga derivada de aguas de diversos orígenes.
b) Identificación del origen e interacción entre cuerpos de agua y de las fuentes de contaminación.
c) Datación de las aguas subterráneas y evaluación de recursos renovables.
d) Relación precipitación-escorrentía-aguas subterráneas.
e) Origen y evolución de compuestos de nitrógeno, azufre y carbono orgánico disuelto en el agua
subterránea.
f) Vulnerabilidad de áreas protegidas en zonas urbanas.
g) Comportamiento de basureros y vertederos de residuos industriales.
h) Evolución y origen de intrusión salina o de la salinización de las aguas subterráneas.
i) Evaluación de proyectos de recarga artificial.

290
Luis ARAGUÁS-ARAGUÁS y José María RUIZ HERNÁNDEZ

INFORMACIÓN APORTADA POR LAS TÉCNICAS HIDROGEOQUÍMICAS

Los hidrogeólogos disponen de una larga lista de potenciales herramientas hidrogeoquímicas para
obtener información de estos acuíferos, tanto si éstos se encuentran en las fases iniciales de la explotación,
o si se trata de sistemas muy perturbados por un intenso bombeo. Estas herramientas se agrupan en las
siguientes categorías: a) iones mayoritarios, b) elementos trazas, c) isótopos del agua y de sustancias
disueltas (p.e. 2H, 11B, 13C, 14C, 15N, 18O, 34S, etc.), d) gases disueltos (freones, SF6, gases nobles, etc.), y e)
trazadores artificiales. La amplia gama de posibilidades y el carácter complementario que presentan
muchos de los trazadores citados permite, en muchos de los casos, caracterizar cada tipo o familia de agua
involucrado y estudiar tanto el origen, la dinámica, así como las interacciones entre cada cuerpo de agua.
El clásico abordaje hidroquímico se realiza a partir de los cambios que se observan en las
concentraciones absolutas y en las proporciones relativas de los iones mayoritarios disueltos en el agua
subterránea. Las variaciones espaciales y/o temporales se interpretan en términos de un diferente origen
o evolución hidroquímica, o bien como resultado de procesos de mezcla entre dos o más tipos de aguas,
APPELO (1994). La utilización de ciertos índices hidroquímicos (facies hidroquímicas, relaciones iónicas,
índices de saturación, etc.), permite delimitar áreas donde las aguas presentan las mismas características
y, por tanto, con un origen o evolución similar. Estos índices ponen de manifiesto, por una parte, el grado
de interacción con el terreno (con fases minerales y gaseosas) y, por otra, las características de los tipos de
agua que se mezclan, lo que permite evaluar las proporciones de mezcla. En otras ocasiones con estas
herramientas se puede obtener una idea del grado de evolución geoquímica de las aguas y del tiempo de
residencia de la misma en los acuíferos.
En un estudio realizado en la ciudad de Adelaida, HERCZEG (2002), se siguió el desplazamiento y el
proceso de mezcla de aguas de escorrentía infiltradas artificialmente en las diferentes unidades acuíferas.
Para ello se utilizaron varias de las herramientas citadas, incluyendo las concentraciones de los iones
conservativos, como el ion cloruro.
El análisis de las variaciones naturales de los contenidos isotópicos de los isótopos pesados del oxígeno
(18O) e hidrógeno (2H y 3H) constituye una de las aplicaciones básicas de la Hidrología Isotópica para el
estudio del origen y la dinámica de las aguas subterráneas. La distribución natural de los contenidos
isotópicos de las precipitaciones produce un marcado isotópico particular de los diferentes cuerpos de
agua (ríos, lagos, aguas subterráneas, etc.). Este marcado isotópico se utiliza como un indicador del origen
de cada uno de estos cuerpos de agua, así cómo sus interconexiones. Normalmente existe suficiente
contraste isotópico entre las aguas de diferentes orígenes presentes en la zona urbana para que su uso
sea habitual (p.e. acuíferos someros y profundos, ríos, lagos, aguas de embalses, aguas servidas, etc.).
En un estudio con técnicas hidrogeoquímicas del acuífero de la ciudad de Caracas, SEILER (1997), los
isótopos del agua pusieron de manifiesto la importancia de la infiltración de aguas derivadas de los
embalses (isotópicamente más positivas) frente a la recarga directa que constituía la recarga natural previa
del sistema. En este mismo estudio, el uso conjunto de la química del agua, los isótopos estables del agua
y el tritio mostraron la existencia de una zona de circulación activa del agua subterránea, hasta unos 50
metros de profundidad, cuyo comportamiento es hidráulicamente muy diferente de una zona pasiva,
situada a niveles más profundos y donde se encuentran aguas de muy lenta renovación y aisladas de los
niveles más someros.
La presencia de tritio y/o de otros trazadores artificiales generados por el hombre (SF6, CFC ó 85Kr) en el
agua subterránea se interpreta como un indicio claro de recarga reciente y por tanto de aguas de dinámica
rápida. En muchos casos, la presencia de estos trazadores es una indicación de mezcla de dos tipos de aguas

291
COMUNICACIÓN: TÉCNICAS ISOTÓPICAS Y GEOQUÍMICAS EN LA EVALUACIÓN DE SISTEMAS ACUÍFEROS EN
ZONAS URBANAS

subterráneas, cada una de ellas con un tiempo de residencia en el acuífero particular. Por el contrario, su
ausencia se interpreta como tiempos de tránsito del agua subterránea superiores a 50 años. Por ello, estos
trazadores se utilizan habitualmente para caracterizar aguas subterráneas de rápida circulación en el
acuífero y para distinguir dichos componentes de otros que se mueven de forma muy lenta o que incluso
están atrapados. Generalmente, los acuíferos someros contienen tritio ya que existen altas velocidades de
flujo y las distancias a lo largo de las líneas de flujo son cortas, mientras que los sistemas más profundos
carecen de tritio. No obstante, la presencia de estos trazadores en zonas profundas del acuífero permite
poner de manifiesto la penetración en sectores preferentes de aguas recientes, que generalmente suponen
una amenaza de contaminación a los pozos profundos utilizados como fuente de abastecimiento.
El árido clima que domina la costa peruana ha obligado al uso intensivo de aguas subterráneas para
el abastecimiento de la ciudad de Lima, ROJAS (1995). El uso conjunto de datos hidroquímicos y de las
desviaciones isotópicas δ18O y δ2H, y tritio, permitió diferenciar los sectores en que se divide el acuífero
de acuerdo a la procedencia de las aguas subterráneas, y la magnitud de las influencias de procesos que
ocurren en la superficie. Las aportaciones de los ríos procedentes de la Cordillera de los Andes y de otras
fuentes superficiales presentaron características muy diferentes en cada sector de la zona urbana.
Los isótopos de carbono (C-14 y C-13) se han utilizado tradicionalmente para realizar la datación
radiométrica de las aguas subterráneas más profundas y estudiar tanto el tiempo de tránsito del agua en
los acuíferos profundos como para evaluar la vulnerabilidad de los niveles más profundos a las fuentes de
contaminación superficiales. En muchos casos, la evolución temporal de los contenidos isotópicos ha
permitido estudiar la progresiva renovación de las aguas subterráneas por otras de recarga más reciente,
como consecuencia de los cambios de los patrones de flujo en el acuífero. El método se basa en la
presencia de una pequeña fracción de 14C de origen cosmogénico en el CIDT (carbono inorgánico disuelto
total). El periodo de semidesintegración de este isótopo es de 5.730 a., lo que extiende el rango de
datación radiométrica mediante 14C hasta unos 35.000 a. Sin embargo, la compleja geoquímica del
carbono requiere la utilización de modelos geoquímicos para corregir la contribución de carbonatos de la
matriz del acuífero carentes de 14C al CIDT. A fin de realizar las correcciones pertinentes en los modelos
geoquímicos, se necesitan los resultados analíticos de los análisis del isótopo estable 13C y de los análisis
químicos de las muestras de agua.
Los isótopos de azufre también presentan un gran potencial para investigar el origen de los sulfatos y
otras sales disueltas en el agua subterránea de acuíferos intensamente explotados. La relación isotópica
de interés en los estudios geoquímicos y en otros campos afines es 34S/32S. El rango de abundancias
isotópicas en la naturaleza de este isótopo es muy amplio (~60-100‰), que es consecuencia del gran
número de especies químicas y estados de valencia en que se presenta el azufre. Además de la razón
isotópica del azufre mencionada, la razón isotópica del oxígeno (18O/16O) en el ion sulfato puede ser
medida con suficiente precisión y por tanto, ser utilizada como parámetro adicional para estudiar el origen
y la evolución del azufre y/o las salinidad en el medio ambiente. El potencial de esta pareja de isótopos se
encuentra a la hora de discernir fuentes de salinidad de las aguas subterráneas (natural o resultado de la
contaminación antropogénica).
En función de la importancia de las actividades agrícolas sobre la capa de suelo en los acuíferos en
zonas urbanas, puede ser relevante tener un buen conocimiento del ciclo del nitrógeno para evaluar el
impacto de dichas actividades en la calidad del agua. De forma similar al resto de los isótopos descritos,
estas herramientas han adquirido suficiente desarrollo metodológico como para ser usadas de forma
habitual a la hora de identificar las fuentes de nitrato en el agua subterránea y para describir los procesos
geoquímicos que afectan a los acuíferos someros.

292
Luis ARAGUÁS-ARAGUÁS y José María RUIZ HERNÁNDEZ

En un estudio en Pretoria (Rep. de Sudáfrica) se evaluó el impacto de una pluma de contaminación


derivada de usos industriales en los que se generaba amonio, y que posteriormente se transformaba en
nitrato, TALMA (2002). El marcado isotópico natural mediante 15N permitió evaluar el impacto y extensión
de la pluma de nitrato generado por dicho proceso industrial del nitrato derivado de fuentes agrícolas y de
otras fuentes urbanas, presentes también en la zona.
El boro natural está compuesto por dos isótopos, 11B y 10B, con interés para estudiar diversos procesos
hidrogeológicos relacionados con el origen de la salinidad y la interacción agua-roca. Desde el punto de
vista químico, el boro se presenta en el agua subterránea como ácido bórico, borato e iones de poliborato.
La distribución de estas especies está controlada por el pH, la salinidad, la concentración de otros iones y
la temperatura. Las concentraciones de boro en aguas libres de contaminación son generalmente inferiores
a 0,05 mg/L, mientras que en las aguas servidas son del orden de 1 mg/L. Los isótopos de boro presentan
un fraccionamiento isotópico muy importante en la naturaleza (~90‰). El 11B se encuentra
preferentemente en el agua subterránea cuando la forma dominante es B(OH)3, mientras que el 10B se
incorpora preferentemente en forma de , el cual entra fácilmente en la fase sólida. El elevado factor de
fraccionamiento isotópico observado en el agua subterránea hace de este elemento un buen candidato
para estudiar el origen de las sales disueltas en el agua subterránea. Los valores de δ11B de las aguas
subterráneas con bajas concentraciones de B (<0,1 mg/L) están controlados por la contribución respectiva
del boro lixiviado de la matriz de los materiales del acuífero (generalmente con valores empobrecidos de
δ11B) y el boro aportado por los aerosoles de origen marino (con valores enriquecidos de δ11B).
Durante los últimos años el uso de este isótopo en el estudio de los mecanismos de salinización tanto
de acuíferos costeros como en zonas urbanas ha sido notable y su uso se está extendiendo para investigar
diversos procesos hidrogeológicos bajo diferentes ambientes.

SITUACIÓN ACTUAL DE LA APLICACIÓN DE LAS TÉCNICAS HIDROGEOQUÍMICAS EN EL


ESTUDIO DE ACUÍFEROS URBANOS

La Tabla 1 recoge de forma aproximada el nivel de aplicación actual de las técnicas mencionadas en
la investigación de aspectos específicos en acuíferos situados en zonas urbanas. Se han distinguido tres
niveles de aplicación: uso amplio y generalizado, demostración (uso limitado por grupos con experiencia
en técnicas hidrogeoquímicas) y de investigación para probar o desarrollar una metodología de trabajo.

293
COMUNICACIÓN: TÉCNICAS ISOTÓPICAS Y GEOQUÍMICAS EN LA EVALUACIÓN DE SISTEMAS ACUÍFEROS EN
ZONAS URBANAS

Tabla 1. Niveles de aplicación en la actualidad de las técnicas de trazadores mencionadas en esta


ponencia para la realización de estudios hidrogeológicos en zonas urbanas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

APPELO, C.A.J. & POSTMA, D. (1994). Geochemistry, groundwater and pollution. Balkema Publishers, 2nd edition, 536
pp.
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HERCZEG, A.L.; RATTRAY, P.J.; DILLON, P.J.; PAVELIC P.C. & BARRY, K.J. (2002). Geochemical and isotopic tracers of
recharge and reclamation of stormwater in and urban aquifer: Adelaide, South Australia.. In: The application of
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RUIZ, J.C. y ROJAS MOLINA, R. (1995). Estudio hidrológico del acuífero de Lima (Perú) aplicando técnicas isotópicas.
En : Estudios de hidrología isotópica en América Latina 1994, 277-305. Organismo Internacional de Energía
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TALMA, A.S. & MEYER, S. (2002). Origin and tracing techniques of high 15N nitrogen compounds in industrial
environments. In: The application of isotope techniques to the assessment of aquifer systems in major urban areas,
IAEA-TECDOC-1298, 135-160. International Atomic Energy Agency. Vienna.

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SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: USO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS CON ELEVADOS


CONTENIDOS DE SALES TOTALES, ARSÉNICO Y FLÚOR PARA CONSUMO
HUMANO

José BOLZICCO*,**

(*) Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas. Universidad Nacional del Litoral


Casilla de Correo 217. 3000 Santa Fe. Argentina
(**) Departamento de Hidrología Subterránea. Universidad Politécnica de Cataluña
Gran Capitán s/n. Módulo D2. 08034 Barcelona. España. j.bolzicco@upc.es

RESUMEN

Extensas áreas de la República Argentina carecen de cauces superficiales de importancia que puedan
cubrir las demandas de agua potable de las poblaciones allí asentadas. Las aguas subterráneas, si bien
pueden brindar los volúmenes necesarios, no se encuadran dentro de las normas de potabilidad,
superando algunos componentes los límites de aptitud, como arsénico y flúor. En particular el centro oeste
de la provincia de Santa Fe (y provincias vecinas), con más de 300.000 habitantes distribuidos en una
superficie de más de 70.000 km2, carecen de servicios de agua potable acordes a las necesidades y
exigencias actuales. Las limitaciones económico financieras han impedido además acceder a tecnologías
adecuadas para mejorar la calidad del recurso hídrico disponible.
El objetivo del trabajo es explicar el probable origen de las elevadas y aleatorias concentraciones de
estos elementos, presentar su distribución espacial y temporal. Se describen algunas de las técnicas
utilizadas para obtener agua de buena calidad y cantidad, que si bien resultan estar condicionadas en su
implementación intentan minimizar los impactos sobre el medio maximizando los beneficios para la
población.

Palabras Clave: Agua potable, arsénico, flúor, distribución espacial, aleatoriedad.

INTRODUCCIÓN
Extensas áreas de la República Argentina, a pesar de poseer numerosos estudios efectuados para evaluar
fuentes de provisión de agua potable subterráneas o superficiales de calidad y cantidades adecuadas, han
obtenido en general siempre resultados desalentadores. El centro oeste de la provincia de Santa Fe, carece de
cauces superficiales de importancia que puedan cubrir las demandas de las poblaciones allí asentadas y las
aguas subterráneas, si bien pueden brindar volúmenes adecuados, no se encuadran dentro de las normas de
potabilidad (Ley Provincial 11.220), sobre todo de algunos elementos considerados como nocivos para la
salud como el arsénico (As) y el flúor (F). A esta situación natural de gravedad se le suman los efectos de las
limitaciones económico financieras que han impedido utilizar otro tipo de tecnologías que permitiesen

295
COMUNICACIÓN: USO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS CON ELEVADOS CONTENIDOS DE SALES TOTALES, ARSÉNICO
Y FLÚOR PARA CONSUMO HUMANO

disponer de un recurso hídrico acorde a la normativa en vigencia, para consumo humano. Más de 300.000
habitantes en la provincia de Santa Fe, en una superficie de más de 70.000 km2, además de otras localidades
en provincias limítrofes (Córdoba, Santiago del Estero, Chaco y Buenos Aires) carecen de servicios de agua
potable acordes a las necesidades y exigencias actuales (Figura 1).

Figura 1. Ubicación del área de estudio y localidades analizadas específicamente.

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

El objetivo fue tratar de explicar el origen de las elevadas y aleatorias concentraciones de As y F, su


distribución espacial y temporal, así como aconsejar técnicas adecuadas para obtener agua en cantidades
suficientes y de buena calidad, dentro de las normas de potabilidad fijadas por la Ley Provincial 11.220 y
sometidas al control del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ENRESS). Se tuvieron en cuenta aquellos
aspectos económicos y financieros a los fines de hacer viables los proyectos de provisión y los de carácter
ambiental de modo que las obras y técnicas analizadas tengan su menor impacto sobre el medio
maximizando los beneficios para la población. Se evaluó regionalmente la problemática asociada a las
sales totales, arsénico y flúor (provincia de Santa Fe y limítrofes) tratando de explicar el origen y
distribución de los mismos. La resolución concreta de problemas similares fue abordada para las
localidades de Ceres y Centeno (Santa Fe).

296
José BOLZICCO

ESTUDIOS REGIONALES

La zona se encuentra en la llanura Chaco Pampeana y el sector comprometido por la mala calidad de
las aguas en las formaciones “Post-Pampeana” y “Pampeana”, que corresponden al denominado “Grupo
Pampa”. Dentro de éstas formaciones se encuentran la mayor parte de los acuíferos bajo explotación
(primera y segunda capa acuífera, hasta los 30 metros de profundidad), y se componen de una secuencia
de acumulación de partículas planares, que por gravedad precipitaron en forma mantiforme, constituyendo
el denominado loess que en variados espesores cubre la mayor parte de los suelos de la llanura. En ésta
secuencia hubo acumulaciones esporádicas de cenizas volcánicas transportadas en suspensión en la
atmósfera y depositadas en forma de lentes de poca potencia entre los componentes sedimentarios de la
llanura. Estas lentes de cenizas volcánicas, aleatoriamente distribuidas, serían las responsables de la
presencia de As y F dentro de los depósitos loéssicos (BOJANICH, 1981, 1992, 1994; NICOLLI, 1989;
VÁZQUEZ, 2000) . Estos elementos al ser disueltos por el agua de recarga le dan al acuífero la denominada
“marca litológica” y su consabida inaptitud para el consumo.
Los acuíferos identificados (superior y profundo) constituyen una multiunidad, con relaciones
hidráulicas bien definidas. El nivel acuífero superior utilizado para el consumo humano, aloja aguas
mineralizadas, con elevados contenidos de As y F, que la hacen inapta. Su recarga proviene de las
precipitaciones y del flujo regional lateral, sus descargas son las extracciones, la evapotranspiración, la
escorrentía lateral regional. La relación con el acuífero profundo podrá cambiar su signo dependiendo de
las diferentes cargas hidráulicas que se identifiquen. El acuífero profundo contenido en sedimentos
loéssicos, presenta aguas de mediana a alta mineralización y ausencia o bajos contenidos de As y F
aunque los valores de SO4, Cl y Na la hacen totalmente inapta. Su recarga y descarga lo constituyen el
flujo lateral regional y las relaciones con el acuífero superior.
Las investigaciones dirigidas por reconocidos grupos internacionales (EPA, IARC, etc.) coinciden en el
grado de toxicidad que el As posee para la ingesta humana. Relacionado con casos de cáncer (de piel, de
riñón, de colon, etc.) su incidencia es variable según los grupos étnicos, tipos de hábitat, modos de vida,
origen y concentraciones de As. En la región analizada no se tiene una conclusión exacta sobre la
incidencia que las aguas arsenicales tienen sobre los habitantes. Estudios preliminares realizados
(KACZAN, 1994) sobre poblaciones afectadas por la ingesta de estas aguas, indican que se produce una
excreta periódica del As a través de la orina, aunque no se sabe cuánto se concentra en el organismo luego
de años de ingesta.
La confección de mapas de isocontenidos permiten identificar las áreas más conflictivas desde el punto
de vista de los contenidos de RS, As y F. El extremo W de la provincia de Santa Fe, S del Chaco, E de Córdoba y
Santiago del Estero y extremos NE de La Pampa y NW de Buenos Aires son los que mayores inconvenientes
presentan en éste sentido, aunque con diferentes grados de compromiso dada la elevada aleatoriedad del
fenómeno. Los mapas han sido confeccionados con datos históricos del Ministerio de Obras Públicas (MOP,
1942), base de datos de extrema relevancia ya que no ha sido igualada a la fecha su calidad desde el punto
de vista de la distribución espacial y temporal de las muestras analizadas y representadas.
Residuo Seco: el acuífero superficial (Figura 2a) recibe la recarga de las precipitaciones, lo cual incide
sobre la calidad del agua, ligeramente salobre al E, aumentando la salinidad hacia el W, acorde con la
variación espacial de las precipitaciones que decrecen en sentido E-W, con el sentido general del
escurrimiento y el tiempo de tránsito del agua en el sistema. El acuífero profundo (Figura 2b), es recargado
por el aporte del acuífero superior. El grado de salinidad es superior y la cuña de agua salada se desplaza
hacia el E.

297
COMUNICACIÓN: USO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS CON ELEVADOS CONTENIDOS DE SALES TOTALES, ARSÉNICO
Y FLÚOR PARA CONSUMO HUMANO

Figura 2. Isoconcentraciones de Residuo Seco(mg/lt) (eq. 500mg/lt), 2a acuífero


superficial y 2b acuífero profundo (BOLZICCO, 1997; MOP, 1942).

Arsénico: en el acuífero superficial (Figura 3a), predominan valores de As hasta 0,3 mg/lt aunque los
valores de salinidad son relativamente bajos. En el acuífero profundo (Figura 3b) la zona inapta se desplaza
hacia el W y disminuye el área involucrada. Lo cual indica que el origen de las elevadas concentraciones
de As es superficial y que la presencia en profundidad es producto del flujo vertical propio del sistema
acuífero.

Figura 3. Isoconcentraciones de Arsénico (mg/lt) (eq. 0.1mg/lt), 3a acuífero


superficial y 3b acuífero profundo (BOLZICCO, 1997; MOP, 1942).

298
José BOLZICCO

Flúor: en el acuífero superficial (Figura 4a) los valores superiores a 1.0mg/lt se dan en toda la zona
centro oeste de la provincia acentuándose hasta 3.0mg/lt en el límite occidental. En el acuífero profundo
(Figura 4b) solo el extremo SW de la región presenta valores en exceso.

Figura 4. Isoconcentraciones de Flúor (mg/lt) (eq. 0,5 mg/lt), 4a acuífero superficial y 4b


acuífero profundo (BOLZICCO, 1997; MOP, 1942).

ESTUDIOS LOCALES. DISTRIBUCIÓN AREAL Y TEMPORAL DE As Y F

Ceres: con 12.000 habitantes, en el NW de la provincia, tiene un sistema de abastecimiento distribuido


basado en el consumo de agua envasada y/o la explotación domiciliaria de la primera capa acuífera. Posee
contenidos salinos elevados y valores de As por sobre las normas. Además contaminación producto de las
descargas de los pozos negros. Un seguimiento específico permitió evaluar espacial y temporalmente las
concentraciones de As. No existe una distribución espacial homogénea de los contenidos de éste elemento,
su presencia es altamente aleatoria, asociado ello a la forma en que se han depositado los sedimentos
eólicos que alojan al acuífero. Las lluvias intensas entre ambas campañas provocaron una dilución en los
contenidos de As, aunque superando siempre los límites de aptitud (Figura 5).
Centeno: con 3000 habitantes, al centro sur de la provincia, posee una red de provisión de agua
potable, basada en captaciones radiales, alimentadas por agua de lluvia almacenada en una represa que
actúa a modo de sistema de recarga artificial. La calidad del agua (acuífero natural más recarga de lluvia)
ha empeorado en el tiempo, aumentando los tenores de RS, F y As. Este último, que comenzó con valores
de 0,10 mg/lt (1985) ha tenido picos de más de 0,30mg/lt habiendo descendido a valores de 0,25 mg/lt.
aunque sin alcanzar los registro iniciales (Figura 6).

299
COMUNICACIÓN: USO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS CON ELEVADOS CONTENIDOS DE SALES TOTALES, ARSÉNICO
Y FLÚOR PARA CONSUMO HUMANO

Param. Ceres Límites


(mg/lt)

RS 2950 1500
As 0,12 0,05
F 0,25 1,50
Cl 490 250
SO4 900 400

Figura 5. Variación espacial y temporal de As en Ceres (07 y 11/ 1994) (eq. 0,05mg/lt).

Param. Centeno Límites


(mg/lt)
RS 1550 1500
As 0,22 0,05
F 2,50 1,50
Cl 160 250
SO4 400

Figura 6. Variación temporal de As en Centeno (1985-1996).

300
José BOLZICCO

SOLUCIONES ADOPTADAS

Se evaluaron diferentes alternativas para intentar solucionar los problemas de calidad del agua de
abastecimiento en la región que se describen:
Tratamiento por filtración inversa por contacto Up Flow: apto para abatir el As, pero incorpora más SO4
al agua lo que genera otro tipo de inconvenientes al agua de consumo.
Resinas de intercambio iónico: ha dado buenos resultados para eliminar SO4 y NO3, pero incorpora
elevadas concentraciones de Cl por lo que se ha descartado.
Electrofloculación: apto para reducir tenores elevados de As y F, pero posee un costo elevado de
operación no siempre al alcance de las localidades de la zona.
Acueductos: pueden constituir una solución adecuada ya que se importa agua en cantidad necesaria
y de buena calidad, no obstante su costo resulta prohibitivo dada la distancia a la fuente de agua
superficial. Requiere además evaluar los impactos de la importación de agua y el dejar de usar los recursos
locales.
Osmosis Inversa (OI): muy efectivo para reducir elevadas concentraciones salinas de las aguas
(incluidos As, F y V), tiene como inconveniente los importantes volúmenes de rechazo.
Una opción intermedia seleccionada ha sido la mezcla, en diferentes proporciones, de agua tratada
con plantas de OI con aquella que naturalmente contiene As y F, solución que lleva a calidades de agua
aceptables y dentro de las normas de potabilidad. Los costos de las inversiones para éste caso resultan ser
relativamente económicas, aprovechando por otra parte todos los elementos que brinda el sistema
hidrológico local. Es una de las alternativas mejor evaluadas y económicamente más ventajosas, pero
persiste el riesgo de generación de residuos producto del rechazo de la planta de OI, que son casi el 50%
del volumen de agua tratado. Aguas con un concentrado de sales tales que requieren una disposición y
tratamiento adecuadas. Disponerlos en piletas de evaporación (convenientemente aisladas del medio
acuífero) no es recomendable debido a la necesidad de un alto poder de evaporación por parte de la
atmósfera, predios extensos para lograr tal efecto y los grandes volúmenes que se deberían manejar. Otra
alternativa a estudiar con precaución, es la de disponer los residuos en acuíferos profundos altamente
mineralizados, confinados o sin conexión directa con otros de buena calidad. Esto exige estudios de detalle
geológico-estructurales, estratigráficos, modelación de flujo y transporte.

CONCLUSIONES

La presencia de un acuífero multiunitario con elevados contenidos salinos se debe a la litología del
medio subterráneo, que presenta sedimentos eólicos con cenizas volcánicas que son la fuente de dilución
de As y F, a la lenta circulación del mismo, predominantemente vertical, siendo de importancia los procesos
de evaporación y transpiración, y a los tiempos de residencia elevados. Sólo las capas superficiales, que
reciben el aporte de aguas de lluvia, disminuyen levemente su grado de mineralización. Los contenidos de
As y F, por encima de la normativa mundial, se encuentran asociados a los depósitos de cenizas volcánicas,
y dada la aleatoriedad de dichos depósitos (de origen eólico), se traduce en una total aleatoriedad en las
concentraciones de dichos oligoelementos.
Se evaluaron las condiciones de dos localidades dentro de la provincia. En ambos sitios, las aguas
subterráneas desmejoran su calidad en profundidad, aumentando los tenores salinos y disminuyendo las
concentraciones de As y F. Ambos sistemas distanciados más de 300 km, poseen una misma realidad,
aguas no aptas para el consumo.

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COMUNICACIÓN: USO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS CON ELEVADOS CONTENIDOS DE SALES TOTALES, ARSÉNICO
Y FLÚOR PARA CONSUMO HUMANO

Algunas alternativas ejecutadas hace algunos años para mejorar el agua subterránea mediante
recarga artificial han fracasado por diversos motivos (aleatoriedad de las lluvias, falta de canalizaciones,
represas colmatas, etc.) y por tal se han perdido muchas de las inversiones efectuadas. Las nuevas
alternativas tecnológicas y la disminución de los costos de mantenimiento de algunas soluciones han
permitido adaptarlas a situaciones como las de la zona bajo estudio. La solución de las plantas de OI y la
mezcla de aguas tratadas y sin tratar, combinadas con una adecuada disposición de los efluentes salinos
permite aportar nuevas ideas y soluciones a problemas históricos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Potable a la Ciudad de Ceres. San Cristóbal. Santa Fe. Municipalidad de Ceres. Santa Fe. Argentina.
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BOLZICCO, J.; BETTIG, A; BOJANICH, E.; CREMONA PARMA, G. (1997). El Arsénico en Aguas de Consumo Humano en
la Provincia de Santa Fe. Distribución Areal, Evolución Temporal, Soluciones. Congreso Internacional sobre Aguas.
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BOJANICH, E; BOLZICCO, J. (1994). Sugerencias para impedir el ingreso de Fluor en Captaciones de Agua Subterránea
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BOJANICH, E.; RISIGA, H. (1981). Aguas Subterráneas en la Provincia de Santa Fe. GAEA Nº 9. Santa Fe. Argentina.
BOJANICH, E (1992). Recursos Hídricos Subterráneos de la Provincia de Santa Fe. T. I y II. Universidad Católica de Santa
Fe. Facultad de Edafología, Santa Fe. Argentina.
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NICOLLI, H.; SURIANO, J.; GOMEZ PERAL, M.; FERPOZZI, L.; BALEAN, O. (1989). Groundwater contamination with
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KACZAN, E. (1994). Análisis del Contenido de Arsénico en Aguas Subterráneas de la Provincia de Santa Fe.
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VAZQUEZ, H.; ORTOLANI, V; RIZZO, G; BACHUR, J.; PIDUSTWA, V. Y COREY, G. (2000). Arsénico en Aguas
Subterráneas. Criterios para la Adopción de Límites Tolerables. XXVII Congreso Interamericano de Ingeniería
Sanitaria y Ambiental.
UNITED STATE DEPARTMENT OF THE INTERIOR. (1972). Saline Water Conversion Report 1970-1971). Office of Saline
Water. Estados Unidos.

302
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: HIDROGEOQUÍMICA DEL ACUÍFERO COSTERO DE LA


CIUDAD DE TELDE (GRAN CANARIA)

Mª del Carmen CABRERA* y Emilio CUSTODIO**,***

(*) Departamento de Física. Campus de Tafira. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. 35017 Las Palmas de Gran Canaria.
mcabrera@dfis.ulpgc.es
(**) Instituto Geológico y Minero de España. Ríos Rosas, 23. 28003 Madrid. e.custodio@igme.es
(***) Departamento de Ingeniería del Terreno. Universidad Politécnica de Cataluña.
Gran Capitán, s/n. 08034 Barcelona. emilio.custodio@upc.es

RESUMEN

La composición química del agua subterránea del acuífero de Telde y su entorno semiurbano depende
de los materiales explotados así como de los diversos fenómenos externos por adición de retornos de
riego, aguas marinas en la franja costera y aguas enriquecidas en CO2 de origen volcánico al sur. El estudio
de la evolución temporal de la química del agua entre los años 1970 y principios de la década de 1990
muestra la existencia de una progresiva salinización del agua subterránea que responde a causas
complejas. Por un lado está ligada a una reprofundización progresiva de las captaciones en este lapso de
tiempo dando lugar a un cambio en las formaciones geológicas explotadas. Por otro lado afectan los
cambios locales en el uso del territorio, que ha pasado de ser eminentemente agrícola a urbano
(residencial e industrial). Además, el abastecimiento local de agua ha sufrido un cambio importante,
pasando de estar basado en aguas subterráneas a depender casi exclusivamente de la desalinización de
agua de mar. El acuífero puede y debería seguir siendo un elemento importante en el sistema de
abastecimiento, tanto en cantidad como en seguridad ante emergencias.

Palabras Clave: Agua subterránea, urbanización, tipos de agua, acuíferos volcánicos.

INTRODUCCIÓN

El área considerada está situada al este de Gran Canaria, limitada por el Barranco de Las Goteras al
norte y de Aguatona al sur. Tiene una superficie de 75,5 km2 y se extiende desde la línea de costa hasta
una altitud de unos 200 m.s.n.m. (Figura 1). Con una precipitación media anual de 150 mm/año, una
temperatura media de 20ºC, una alta insolación y el predominio de los vientos del NE, presenta una
acusada aridez, con presencia de suelos encalichados y pedregosos.
Debido a su orografía llana y a la abundancia de agua superficial ocasional procedente de la cumbre,
que discurría por los barrancos que la atraviesan, la zona ha estado tradicionalmente dedicada a la
agricultura desde los tiempos de la colonización, sucediéndose distintos monocultivos a través del tiempo:
caña de azúcar, vid, cochinilla, plátano, y en los últimos tiempos cultivos forzados para exportación. Los

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COMUNICACIÓN: HIDROGEOQUÍMICA DEL ACUÍFERO COSTERO DE LA CIUDAD DE TELDE (GRAN CANARIA)

Figura 1. Mapa de situación del área de estudio. Se muestra la topografía, los barrancos y la situación de los
pozos existentes. Se señala el casco antiguo de Telde (sombreado) aunque actualmente una buena parte de la
superficie de la zona es urbana y periurbana.

sistemas de riego también han ido cambiando: mientras la platanera se regaba a manta, utilizándose el
estiércol como abono, el pepino en invernadero (años 1970-75) se cultivaba con riego por pocetas
utilizando gran cantidad de abonos nitrogenados. Actualmente los riegos localizados están mucho más
generalizados: goteo para el tomate, y microaspersión y goteo para la naranja, con abonados mucho más
racionales. La utilización de aguas traídas desde manantiales de zonas altas para el regadío se mantuvo
hasta el siglo XIX, comenzándose a finales de dicho siglo la explotación de aguas subterráneas por medio
de pozos profundos.
Desde la década de 1970 a la actualidad la superficie cultivada ha ido disminuyendo a favor del
espacio periurbano edificado, en paralelo con un importante aumento de la población. En la actualidad el
municipio cuenta con más de 90 000 habitantes, de los que más del 85% vive en el área aquí considerada,
que presenta una densidad de población alta de aproximadamente 1000 hab/km2. En los últimos años se
han implantado en el área 6 zonas industriales dedicadas a sectores como la industria química, el mueble,
la maquinaria industrial, etc., estando previsto en la planificación urbana la implantación de más zonas
dedicadas a estos fines.
Paralelamente a esta evolución de la población, la zona ha experimentado un aumento en la demanda
de agua para abastecimiento que ha sido cubierta mediante agua de mar desalinizada. En la actualidad,
el agua subterránea no es utilizada para abastecimiento sino de forma marginal, aunque hasta hace pocos

304
Mª del Carmen CABRERA y Emilio CUSTODIO

años constituía la fuente principal de agua para este fin, de manera que el Ayuntamiento de Telde debía
comprar el agua a los propietarios de las captaciones, estando sometido a los cambios de precio que se
producían en el mercado local del agua.
La evolución hidroquímica del agua subterránea en el área muestra cómo el acuífero refleja esta
evolución en la demanda y en el uso del agua. Así, la reprofundización de las captaciones que tuvo lugar
hasta mediados de la década de 1990 ha provocado que se explote un agua cada vez más salina, dando
lugar a la instalación local de una docena de plantas desalinizadoras de agua salobre de pozo para
regadío. El uso de agua para riego en la zona dio lugar a una importante contaminación por nitratos, que
parece estar sufriendo un retroceso en los últimos años a medida que disminuye la superficie cultivada
(CABRERA y CUSTODIO, 1998).
Como antecedentes en cuanto al conocimiento hidrogeológico de la isla cabe destacar los proyectos
Canarias SPA-15 (1975) y MAC-21 (1980, inédito). Varios trabajos generales referidos a las Islas Canarias
también incluyen información que afecta al área considerada (CUSTODIO, 1989; 1990). Asimismo el área
formó parte de la red de control del IGME entre 1985 y 1990, dando lugar a una gran cantidad de datos
piezométricos e hidroquímicos. El estudio detallado de la hidrogeología del área constituye la tesis doctoral
de la primera de los autores (CABRERA, 1995), bajo la dirección del segundo. En la actualidad, el IGME,
en convenio con el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, está llevando a cabo un estudio sobre toda
la zona este de Gran Canaria (incluyendo el área de estudio) con el fin de analizar la situación de
explotación intensiva de los acuíferos de ese sector insular.

FUNCIONAMIENTO HIDROGEOLÓGICO

El modelo de flujo de la isla se puede esquematizar como un cuerpo único de agua, aunque
estratificado y heterogéneo, en el que la recarga tiene lugar principalmente en las cumbres, con alturas de
hasta cerca de 2000 m. La circulación se produce hacia la costa, con salidas intermedias en manantiales
(hoy secos y substituidos por las extracciones de los pozos) y al mar, y descarga artificial por pozos
(CUSTODIO y CABRERA, 2002). El flujo se produce preferentemente por los materiales más permeables
próximos a la superficie (SPA-15, 1975). Dentro de ese esquema, el acuífero de Telde se sitúa en una zona
de descarga de agua subterránea al mar, en la que la recarga es transferida fundamentalmente desde las
áreas del centro de la isla.
La geología del área considerada es compleja, respondiendo a patrones típicos de áreas volcánicas con
intercalaciones sedimentarias. De muro a techo los materiales que se encuentran en la zona son: lavas y
flujos piroclásticos fonolíticas (Fm. Fonolítica) pertenecientes al Ciclo Magmático I; Formación Detrítica de
Las Palmas (FDLP), representada en profundidad por sus tres Miembros; lavas y brechas del Ciclo
Magmático II (Grupo Roque Nublo); y lavas y piroclastos basaníticos del Ciclo Magmático III (Basaltos
Modernos).
La situación espacial de los puntos que explotan las diferentes formaciones permite distinguir 3 áreas:
una al norte en la que se explota fundamentalmente la Fm. Fonolítica, aunque hay algunos puntos costeros
que explotan los Basaltos Modernos; un área central en la que se explota fundamentalmente la FDLP, de
forma aislada o conjuntamente con la Fm. Fonolítica; y una zona al sur en la que se explotan los Basaltos
Modernos en la parte costera y los materiales del Grupo Roque Nublo a cotas altas (Figura 2) (CABRERA
et al., 1992; CABRERA, 1995, CABRERA y CUSTODIO, 2003). En esta misma figura se han reflejado las
zonas donde se concentran los pozos con caudales medios continuos equivalentes superiores a 1 Ls-1. En

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COMUNICACIÓN: HIDROGEOQUÍMICA DEL ACUÍFERO COSTERO DE LA CIUDAD DE TELDE (GRAN CANARIA)

Figura 2. Formaciones explotadas por cada captación y captaciones


con caudales medios continuos equivalentes >1 L.s-1 (modificado de
CABRERA y CUSTODIO, 2003).

primera aproximación se puede decir que los mayores caudales se obtienen en la zona central, asociados
a los pozos que explotan la FDLP, sola o conjuntamente con la Fm. Fonolítica.
Existen en la zona 145 puntos de agua, de los cuales 88 están aún en funcionamiento (Figura 1). La
mayoría son pozos de gran diámetro, con obras secundarias horizontales en el interior (galerías y catas)
y/o verticales (sondeos de pequeño diámetro practicados en su fondo). Los pozos perforados
mecánicamente son recientes, muchos de ellos de la década de 1990, realizados por el método de
rotopercusión y con diámetros que varían entre 350 y 400 mm. La profundidad de las captaciones oscila
entre 15 y 239 m, con una valor medio de 90 m.
El régimen de explotación de las captaciones es muy variable, existiendo desde pozos automatizados
hasta los que son totalmente manuales. Los caudales de bombeo oscilan entre los 3 y los 50 L.s-1, con un
valor medio de 12 L.s-1 aunque los caudales medios diarios son menores ya que los sistemas de extracción
no están optimizados respecto al caudal. Por ello se utiliza el caudal medio continuo equivalente, calculado
a partir de los datos tomados en campo, mucho más indicativo de la explotación real de la captación.
Aún cuando en un principio los Basaltos Modernos situados a techo constituían el subacuífero
principal, actualmente los niveles freáticos se sitúan en los materiales infrayacentes a causa del
abatimiento freático que producen las extracciones. En buena parte del área considerada el nivel freático
está a una profundidad entre 50 y 100 m.

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Mª del Carmen CABRERA y Emilio CUSTODIO

CARACTERIZACIÓN DE LAS FAMILIAS HIDROGEOQUÍMICAS

El estudio hidrogeoquímico en la zona se ha basado en 480 análisis de agua, realizados entre 1970 y
1993. El examen detallado de esta información ha incluido, entre otras cosas, la diferenciación de varias
familias de agua, lo que ha permitido correlacionarlas con los materiales de que proceden y caracterizar
los procesos modificadores que pueden haber sufrido. La distribución espacial de estas familias se refleja
en la Figura 3, que representa, mediante diagramas de Stiff modificados los análisis realizados en 1988.

Figura 3. Mapa hidrogeoquímico del área de estudio con diagramas


de Stiff modificados correspondientes a los análisis de 1988.

Las familias de agua que pueden diferenciarse se indican en la Tabla 1:


Es posible correlacionar algunos tipos de agua con las diferentes formaciones explotadas, de acuerdo
con lo establecido para toda la isla de Gran Canaria (FERNANDOPULLÉ, 1974; CUSTODIO 1978). Existe
una co-relación razonablemente buena entre las concentraciones de Na, K, Ca y Mg de la roca y el agua.
Así, se observa un enriquecimiento relativo del agua en Na y K frente al Ca y Mg en aquellas captaciones
que explotan la Formación Fonolítica frente a las que explotan la Formación Basaltos Modernos o el Grupo
Roque Nublo. El contenido en Cl es función del balance salino en el suelo y el de CO3H de los procesos

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COMUNICACIÓN: HIDROGEOQUÍMICA DEL ACUÍFERO COSTERO DE LA CIUDAD DE TELDE (GRAN CANARIA)

Zona Tipo CE(*) Lugar (**) Otras características


I CO3H–Mg 1,2–2,2 Sur alto CO2 volcánico
II CO3H–Cl––Na 1–2 Centro alto
III SO4–Na 1,7–3 Centro alto exceso de Na; hasta 300 mg/LNO3 área muy cultivada
IV Cl–SO4–Na–Mg 1,5–2,5 Casco Telde
V Cl–SO4–Na 2–14,5 Costero
VI Cl–Mg 5–13 Sur bajo CO2 volcánico; Basaltos Modernos
VII Cl–CO3H–Na 1,2–2,5 distribuido
* CE = conductividad eléctrica en mS cm–1
** dentro del área en consideración
Tabla 1. Familias de aguas (según CABRERA y CUSTODIO, 1996).

edáficos, o de la adición de CO2 volcánico. A todo ésto se suma la mezcla natural, y sobre todo inducida,
con agua marina, la incorporación de excedentes de riego (salinidad, alto NO3) de cuando el área era de
agricultura de regadío intensivo, y la recarga que producen las fugas de la red de distribución de agua.
Dicho abastecimiento se realizaba antiguamente combinando aguas locales y en parte traídas de las zonas
altas aunque actualmente una gran proporción proviene de plantas de desalinización.
Las aguas propias del área en consideración son bicarbonatadas magnésicas si explotan los Basaltos
Modernos bien aisladamente o bien junto a los materiales del Grupo Roque Nublo. Dichos materiales se
sitúan al sur, por encima de la cota 100 m, en un área con aportes importantes de CO2 de origen volcánico
(Zona I; Figura 3). La Formación Fonolítica y la FDLP se caracterizan por un agua de tipo clorurado-
bicarbonatado sódico, y están presentes en el centro y norte de la zona en aquellos puntos donde no se
observan otros fenómenos (Zona II; Figura 3).
Las aguas de tipo sulfatado-sódico o bicarbonatada-clorurada sódica con altos contenidos en NO3,
situadas en la parte central de la zona (Zona III; Figura 3) apuntan a la existencia de un proceso de
contaminación por retornos de riego, y el agua clorurada-sulfatada sódico-magnésica situada en el casco
de la ciudad (Zona IV; Figura 3) podría relacionarse con las fugas del sistema de abastecimiento, que
ascienden a 2,5 hm3/año (CABRERA, 1995; CABRERA y CUSTODIO, 2003). El agua clorurada-sulfatada
sódica presente en la franja costera (Zona V) apunta a la existencia de cierto grado de mezcla con agua
de mar. Por último, en la parte sur puede sospecharse la existencia de un efecto importante de aridificación
de la recarga, dando lugar al agua clorurada magnésica (Zona VI; Figura 3), que puede responder también
a procesos de mineralización a partir de la roca en un medio rico en CO2 de origen volcánico.

EVOLUCIÓN TEMPORAL HIDROGEOQUÍMICA

En líneas generales puede hablarse de una salinización progresiva del agua subterránea en el área de
estudio. Este hecho se refleja de la Figura 4, que muestra la evolución de las isolíneas de conductividades
eléctricas entre las campañas de muestreo de 1970 y 1992, y las zonas con diferentes comportamiento
mediante sombreados. De la evolución de las isolíneas se desprende que existe una salinización
importante en las partes intermedias del acuífero, sin que haya un cambio notable en la franja costera. Sin
embargo, este hecho puede no responder exactamente a la realidad y obedecer a la falta de datos en la
franja costera por abandono de los pozos.

308
Mª del Carmen CABRERA y Emilio CUSTODIO

Figura 4. Distribución espacial de la conductividad eléctrica (en μ S cm-1)el área de estudio y evolución temporal
entre 1970 y 1988. Se indican mediante sombreado las zonas con diferente comportamiento hidrogeoquímico. Las
flechas no indican desplazamiento de agua sino de la isolínea.

El origen de dicha salinización puede obedecer a causas diversas o incluso a una combinación de las
mismas. Para los retornos de riego y fugas muy distribuidas, en primera aproximación puede suponerse un
desplazamiento vertical de tipo pistón por el medio no saturado. Así, para un espesor medio de 60 m, una
humedad del 0,04 y una recarga antrópica de 50 mm/a, el tiempo de tránsito por el medio no saturado
sería de 50 años aproximadamente. Eso quiere decir que buena parte de la contaminación agrícola (NO3,
SO4, y K, entre otros) está aún en tránsito y que las fugas concentradas aceleran el tránsito. La existencia
de reprofundizaciones en los pozos produce un cambio desde aguas Cl-SO4 Na o aguas SO4 Na hacia
aguas Cl-HCO3 Na. Este cambio es paralelo al descenso en contenidos en sulfatos y nitratos, y apunta a
la disminución de la proporción de retornos de riego en el total de agua extraída. Claramente, este es el
caso de la zona situada al este del casco urbano (A en la Figura 4), en la que la reprofundización de las
captaciones ha producido el traslado de la explotación desde la FDLP a la Fm. Fonolítica infrayacente, con
un aumento de la temperatura del agua constatado de 1ºC. La mejora puede ser transitoria, pues a

309
COMUNICACIÓN: HIDROGEOQUÍMICA DEL ACUÍFERO COSTERO DE LA CIUDAD DE TELDE (GRAN CANARIA)

medida que la reserva de agua en la Fm. Fonolítica se consume será reemplazada por agua superior de
la FDLP. En otros casos, la salinización puede atribuirse a la existencia de conos salinos ascencionales
motivados por una explotación importante en pozos determinados (B en la Figura 4), que pueden movilizar
una fracción de aguas profundas o fuentes locales de intrusión marina por niveles fisurados, aunque el
mecanismo de detalle queda aún por esclarecer.
La disminución salina observada en la zona C (Figura 4) se debe a un descenso en la extracción, que
posiblemente aminora los efectos anteriores.
Se ha constatado como hecho generalizado que tras el aumento de salinidad ligado a un aumento de
la extracción, se produce un parón en la explotación porque la calidad del agua se hace inadecuada para
los usos a que estaban destinadas. Sin embargo la salinización ha dejado de ser un problema para la
explotación en los últimos años, debido a la instalación de desalinizadoras de agua de pozo mediante
osmosis inversa, que tratan el agua de una o varias captaciones. En la actualidad existen una docena de
desalinizadoras en la zona de estudio.
Se observan dos zonas estables hidrogeoquímicamente: una situada al norte de la zona de estudio
donde la extracción es escasa y no han variado las condiciones con el tiempo, y otra zona situada al sur
del casco urbano. En esta última se está explotando fundamentalmente la FDLP, a veces de manera
conjunta con las fonolitas, y mantiene una extracción constante en el tiempo.
La falta de suficientes datos impide observar la evolución temporal de los pozos situados en el casco
de Telde y al sur del área de estudio, aunque los datos de conductividad eléctrica apuntan a la estabilidad
en el primer caso y a un aumento de la salinidad hacia el sur, con valores elevados. Como ya se indicó, en
esta zona existe un aporte importante de CO2 de origen volcánico que es el responsable de la alta
salinidad observada. También en esta zona la salinidad puede ser atribuida a procesos de aridificación de
la recarga, dadas las condiciones climáticas del área.

CONCLUSIONES

El estudio hidrogeoquímico del área de Telde evidencia la naturaleza compleja del acuífero explotado
y la existencia de varios fenómenos modificadores secundarios que son responsables de los cambios que
se producen en la química del agua explotada. La progresiva salinización del acuífero es evidente, aunque
su tipificación es complicada debido a la coexistencia de diversos procesos que se yuxtaponen: extracción
de aguas más profundas, existencia de conos salinos ascencionales en los pozos costeros, retornos de
riego, recarga en zonas áridas y aportes de CO2 de origen volcánico en el sur del área.
Parece evidente la relación existente entre la salinización del agua y por la existencia de una zona
poblada con una demanda importante de agua, tanto para abastecimiento como para riego. La demanda
de agua para abastecimiento llevó en un momento determinado a una explotación intensiva del acuífero
por parte de pozos particulares que vendían el agua al ayuntamiento, siendo estos pozos los que sufrieron
fundamentalmente las reprofundizaciones. El regadío en la zona ha producido la contaminación del
acuífero por retornos de riego, evidenciada fundamentalmente por el alto contenido en nitratos (de hasta
300 mg.L-1 en 1988) en pozos que explotan la FDLP. Probablemente esta contaminación se encuentra aún
en tránsito por el medio no saturado. Los cambios del uso del territorio, desde actividades agrícolas hacia
usos urbanos, han conllevado la disminución progresiva en el contenido de nitratos de las aguas, ya
observado en los últimos años. Sin embargo, esta disminución también es debida en algunas zonas a la
dilución producida por la reprofundización de las captaciones, que hace que se explote una mayor
proporción de aguas profundas, aunque es posible que se trate de una mejora temporal.

310
Mª del Carmen CABRERA y Emilio CUSTODIO

La instalación de desalinizadoras de agua de mar para abastecimiento del casco urbano ha hecho
disminuir la presión sobre el acuífero. Sin embargo, parte del agua subterránea que se sigue extrayendo
se utiliza en el abastecimiento de varios centros comerciales que se han implantado en el área y en el riego
de un campo de golf que se ha instalado al norte de la misma, que se hace de forma directa si su calidad
se mantiene o tras desalinización en caso contrario. El resto se utiliza en el regadío de algunos cultivos que
perviven en áreas periurbanas, bien en el área costera o a cotas ligeramente superiores.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Dirección General de Obras Hidráulicas-UNESCO. Madrid. 4 vols.

311
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: ACTUACIONES DE DESCONTAMINACIÓN EN EL ACUÍFERO


DEL RIO GES Y RESTAURACIÓN DEL MEDIO EN EL MUNICIPIO DE TORELLÓ
(OSONA)

Rosa María CORP POSADAS*; Andreu GALOFRE TORREDEMER* y


Francisco FERNÁNDEZ LOZANO**

(*) Agència Catalana de l’Aigua. Provença, 204-208. 08036 Barcelona. rcorp@gencat.net; agalofre@gencat.net
(**) Tubkal Catalunya, SL. Joan Gamper, 25 bajos. 08014 Barcelona. tubkal@telefonica.net

RESUMEN

En otoño – invierno de 2000 se detectó una contaminación por compuestos organoclorados en un


pozo de abastecimiento del municipio de Torelló que motivó la clausura temporal del mismo. A partir de
este momento, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), con Tubkal como empresa contratada, inicia una
serie de trabajos destinados a determinar los focos de contaminación y garantizar el abastecimiento de la
población. Se determinó la existencia de dos focos de contaminación situados a 1,5 km del pozo
clausurado. Se implantaron dos instalaciones de saneamiento de las aguas subterráneas: una muy cerca
de los focos de contaminación (aluvial del Ges) y otra cerca del pozo de abastecimiento municipal
(confluencia entre el aluvial del Ges y el aluvial de Ter), que ha permitido que el agua de todo el aluvial
del río Ter se encuentre en condiciones de potabilidad y se garantice el abastecimiento a la población.

Palabras Clave: Compuestos organoclorados, depuración, infiltración, acuífero aluvial, pozos con agua
contaminada.

ANTECEDENTES

Torelló es una población de unos 12.000 habitantes, situada a unos 80 kilómetros al norte de la ciudad
de Barcelona. El casco urbano se sitúa en la confluencia del río Ter con uno de sus afluentes, el río Ges. El
abastecimiento de la población se hace únicamente mediante pozos ubicados en el aluvial del río Ter, que,
con una permeabilidad de 800 m/día, constituye la principal fuente de recursos hídricos para el
abastecimiento urbano del municipio.
A finales de 2000, el Departamento de Sanidad y Seguridad Social informó a la ACA de la presencia
de compuestos organoclorados en un pozo de abastecimiento municipal, denominado T-11, del municipio
de Torelló: se detectaron 70 μg/l de percloretileno (PCE), valor muy superior al fijado por la Directiva
98/83/CEE relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, según la cual el contenido
total de PCE más tricloretileno (TCE) admisible no puede superar los 10 μg/l (PCE+TCE < 10μg/l).

313
COMUNICACIÓN: ACTUACIONES DE DESCONTAMINACIÓN EN EL ACUÍFERO DEL RIO GES Y RESTAURACIÓN DEL
MEDIO EN EL MUNICIPIO DE TORELLÓ (OSONA)

En enero de 2001, el pozo T- 11 se clausura. El pozo subministraba el 50% del abastecimiento del
municipio, unos 1800 m3/día, y en consecuencia, esta clausura obliga a reajustes urgentes en el
abastecimiento del municipio.
A partir de este momento, la ACA, con Tubkal como empresa consultora, inicia una serie de gestiones
técnicas y administrativas para definir el alcance de la contaminación.
Los trabajos realizados fueron: inventario de pozos, caracterizaciones de vertidos industriales de los
polígonos industriales, sondeos, así como una campaña de muestreo y análisis de vertidos, del agua del
río Ges y de los pozos inventariados.
De los resultados obtenidos en esta primera campaña, se pudo determinar como origen de la
contaminación un polígono industrial cercano.

HIDROGEOLOGÍA

En el municipio de Torelló se han identificado tres acuíferos relacionados entre sí. Dos son acuíferos
libres en materiales sueltos y corresponden a los aluviales del río Ges y del río Ter y uno es confinado, y
constituido por margas, areniscas y calizas fracturadas y diaclasadas del basamento terciario de la zona.
Este acuífero está poco explotado, debido a su baja permeabilidad (<0,1m/día).
El acuífero del río Ter está conectado y recargado fundamentalmente por el propio río Ter, qua actúa
como río influyente, y en menor proporción por la descarga subterránea del aluvial del río Ges.
El acuífero del río Ges está conectado con el propio río, que también posee un carácter influyente la
mayor parte del año, y recibe además la descarga del acuífero cautivo cuando la situación piezométrica lo
permite.
El acuífero del río Ges es el principal receptor de la contaminación, y está constituido por gravas con
matriz arenosa y con una permeabilidad estimada en unos 50 m/dia.
Las aguas del acuífero libre del río Ges circulan en dirección NE – SW hacia el acuífero libre del río Ter,
por lo que éste también queda afectado, aunque en menor medida, dada la diferencia de flujos
subterráneos circulantes. En este acuífero se halla el pozo ya mencionado T-11, de abastecimiento
municipal.

CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS

Los estudios hidrológicos realizados han permitido identificar dos áreas de contaminación por
compuestos organoclorados, con valores de PCE en las aguas subterráneas superiores a los 1.000 μg/l
(Figura 1. Focos A y B del plano de situación general).
La contaminación se inició por acceso directo de los contaminantes al aluvial del río Ges, en un caso
por inyección directa a un pozo y en el otro por vertido a una conducción de aguas residuales, rota en
diferentes tramos.
Estos estudios permitieron distinguir una primera área de 5.000 m2 con concentraciones que oscilan
entre 1.700 μg/l y 10.300 μg/l y una segunda de 2.000 m2 con concentraciones que oscilan entre 38.000
μg/l y 338.000 μg/l. En esta segunda zona, se detectó un pozo con fase libre de PCE en el fondo, pero el
mapa de las concentraciones de los pozos de alrededor, parece indicar que no hay una movilización
importante de la contaminación en esta zona.

314
Rosa María CORP POSADAS; Andreu GALOFRE TORREDEMER y Francisco FERNÁNDEZ LOZANO

Figura 1. Plano de situación general.

Con origen en estas dos áreas, se observó la existencia de una pluma de contaminación, de 1.400 m
de longitud, con concentraciones que oscilan entre los 50 y los 200 μg/l de PCE + TCE. La dirección de
esta pluma coincide con la dirección del flujo del agua subterránea del aluvial del río Ges y se prolonga
hasta el aluvial del río Ter, contaminando el pozo T-11. Teniendo en cuenta el límite actual de potabilidad
de 10 μg/l para agua de boca, y suponiendo una porosidad del 15% y un espesor saturado de 3 m, se
valora un área afectada de 440.000 m2, que supone un volumen de agua afectada de 200.000 m3.

OBJETIVOS A CONSEGUIR CON LAS ACTUACIONES EN EJECUCIÓN

1. - Sanear el acuífero aluvial del río Ges y las dos zonas de contaminación detectadas, así como
extraer la fase libre de producto detectada en el fondo de un pozo.
2. - Asegurar que el agua del pozo de abastecimiento municipal, T-11, fuera de calidad suficiente en
el verano de 2002.
3. - Alcanzar una calidad de las aguas subterráneas equivalente a la existente antes del episodio de
contaminación.

315
COMUNICACIÓN: ACTUACIONES DE DESCONTAMINACIÓN EN EL ACUÍFERO DEL RIO GES Y RESTAURACIÓN DEL
MEDIO EN EL MUNICIPIO DE TORELLÓ (OSONA)

FASES DE ACTUACIÓN

En la primera fase de actuación, se delimitaron los 2 focos de contaminación ya mencionados (Figura 2).
En la segunda fase de actuación, se implantó un dispositivo de saneamiento de las aguas subterráneas
en el foco A (aluvial del río Ges). El sistema de tratamiento consiste en un arrastre por aire para el agua
(stripping) y filtrado con carbón activo para el aire del lavado. Se tratan 4 m3/h de agua contaminada, que
posteriormente se vierten al río Ges con una concentración inferior a 0,8 μg/l de PCE + TCE. Esta
instalación empezó a funcionar en octubre de 2001. En esta segunda fase también se acabó de delimitar
la pluma de contaminación en el foco B (Figura 3).
En la tercera fase de actuación se implantó un dispositivo de saneamiento de las aguas subterráneas
en la zona del pozo de abastecimiento T-11 (aluvial del Ter). El sistema de tratamiento es mediante carbón
activo, tratándose 49 m3/h de agua contaminada, que se reinyectan posteriormente al subsuelo, con una
concentración inferior a 0,8 μg/l de PCE + TCE, mediante una zanja de infiltración del agua tratada. Esta
instalación empezó a funcionar en abril de 2002. En esta tercera fase de actuación se incorporó a la
instalación de saneamiento del aluvial de río Ges, el foco B, lo que implicó un incremento del caudal a
tratar de 4 a 20 m3/h.

Figura 2. Concentraciones de PCE + TCE de la zona Figura 3. Concentraciones de PCE + TCE de la zona
antes de la puesta en marcha de la instalación de después de la puesta en marcha de la instalación de
descontaminación. descontaminación.

RESULTADOS OBTENIDOS

En la planta de tratamiento ubicada en el aluvial del río Ges (Foco A y Foco B), se han tratado unos
120.000 m3 de agua contaminada y se han recuperado 576 kg de PCE+TCE, de los cuales 414 kg
proceden de la fase libre detectada en el fondo de un pozo y 162 kg en fase disuelta.

316
Rosa María CORP POSADAS; Andreu GALOFRE TORREDEMER y Francisco FERNÁNDEZ LOZANO

En la planta de tratamiento ubicada en el aluvial del río Ter (T-11), se han tratado unos 300.000 m3
de agua contaminada y se han recuperado unos 14 kg de PCE + TCE (Figura 4).

Figura 4. Evolución de la pluma de contaminación en la planta de tratamiento ubicada en el aluvial


del río Ter (T-11).

En la secuencia de las imágenes de la Figura 4 se observa la disminución de la pluma de contaminación


desde el inicio de la instalación hasta septiembre de 2002. En la primera imagen (marzo 2002) se observa
el alcance de la contaminación en el aluvial del río Ter antes de la puesta en marcha de la planta de
tratamiento, en la segunda (junio 2002) la planta de tratamiento lleva ya 2 meses en funcionamiento, y se
observa una pequeña lengua contaminante que no se ha podido parar. En la tercera (septiembre 2002) ya
se observa como todo el aluvial del río Ter está dentro de los límites de potabilidad.
En la Figura 5 se observa que el tiempo de respuesta del pozo T-11 a las actuaciones de remediación
efectuadas es, aproximadamente, de unos 3 meses. También se observó que desde mediados de junio de
2002, el agua del pozo se ha mantenido dentro del límite establecido por la Directiva 98/83/CEE
(<10μg/l). Actualmente, vuelve a ser la principal fuente de abastecimiento del municipio.

ACTUACIONES PREVISTAS EN EL FUTURO

Por una parte, seguir asegurando el nivel de potabilidad respecto a TCE y PCE del pozo de
abastecimiento (T-11).
Por otra parte, modificar la estrategia actual de saneamiento, mediante la implantación, si es posible, de
una barrera pasiva reactiva en el aluvial del río Ges (actualmente en fase de estudio).

317
COMUNICACIÓN: ACTUACIONES DE DESCONTAMINACIÓN EN EL ACUÍFERO DEL RIO GES Y RESTAURACIÓN DEL
MEDIO EN EL MUNICIPIO DE TORELLÓ (OSONA)

Figura 5. Evolución de la concentración de PCE + TCE en el pozo de abastecimiento.

318
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: CONTAMINACIÓN POR SUSTANCIAS PELIGROSAS EN


AGUAS SUBTERRÁNEAS DE ZONAS URBANAS DE LA CUENCA DEL EBRO

Carmen COSTA ALANDÍ*

(*) Hidrogeóloga del Área de Calidad de Aguas. Confederación Hidrográfica del Ebro.
Paseo Sagasta, 28. 50071 Zaragoza. ccosta@chebro.es.

RESUMEN

En esta comunicación se presentan los trabajos realizados por la Confederación Hidrográfica del Ebro
(CHE) en relación a la contaminación de las aguas subterráneas en varias zonas urbanas, principalmente
industriales, de la cuenca.
En líneas generales, puede decirse que los trabajos desarrollados constan de 3 fases sucesivas. La
primera fase consiste en detectar o localizar posibles problemas de contaminación. Para ello se muestrean
puntos en varias zonas industriales de la cuenca, principalmente en acuíferos aluviales, consistiendo la
analítica en un barrido de parámetros contaminantes. Se presenta la valoración de los resultados
correspondientes a las 22 zonas caracterizadas hasta la fecha, de donde se deduce la existencia de 9 casos
de contaminación.
La segunda fase consiste en la realización de estudios de detalle en las zonas donde se ha detectado
contaminación, con el objetivo de definir el problema y plantear posibles soluciones. Estos estudios
incluyen inventario, posible perforación de sondeos, muestreos, investigación de focos contaminantes, etc.
La tercera fase corresponde a las actuaciones administrativas que lleva a cabo el Organismo de cuenca.
Esto incluye la elaboración de informes técnicos (donde se expone el problema y se plantean soluciones)
y de requerimientos con el fin de que los causantes de las contaminaciones desarrollen los trabajos
necesarios para su remediación, así como la utilización de herramientas jurídicas.
Finalmente, se expondrá brevemente el estado técnico y administrativo en que se encuentran los 9
casos de contaminación que se han considerado significativos y en los que se ha trabajado hasta la fecha.

Palabras Clave: Contaminación, sustancias peligrosas, zonas industriales, zonas urbanas, cuenca del
Ebro.

INTRODUCCIÓN. OBJETIVOS Y FASES

La CHE inició en 1999 una línea de trabajo dedicada a las contaminaciones de aguas subterráneas de
origen urbano e industrial, dando así cumplimiento a las Directivas 80/68/CEE (sustancias peligrosas) y
2000/60/CE (Directiva Marco). Se han venido realizando desde entonces un conjunto de trabajos que, a
grandes rasgos, tienen tres objetivos principales, correspondiendo cada uno de ellos a una fase, como se
describe a continuación:

319
COMUNICACIÓN: CONTAMINACIÓN POR SUSTANCIAS PELIGROSAS EN AGUAS SUBTERRÁNEAS DE ZONAS
URBANAS DE LA CUENCA DEL EBRO

1. DETECCIÓN. Consiste en localizar o detectar la posible presencia de contaminantes en las aguas


subterráneas. Para ello se desarrolla una primera fase de caracterización.
2. DIAGNÓSTICO. En el caso de que se haya detectado una contaminación, debe estudiarse
técnicamente el problema para conocer su origen y alcance, así como para plantear posibles
soluciones. Para ello se desarrolla una segunda fase de estudios de detalle.
3. SOLUCIÓN. Con el objetivo último de solucionar el caso de contaminación, se inicia una fase de
actuaciones técnicas y administrativas por parte del Organismo de cuenca.
Cabe señalar que estas tres fases no siempre son sucesivas, puesto que puede ocurrir que la CHE tenga
conocimiento de una contaminación a través de Comunidades Autónomas, ayuntamientos, prensa, etc. En
estas ocasiones, la CHE inicia los trabajos que correspondan según cada caso (confirmación, diagnóstico
o requerimiento de solución). También es frecuente que las fases 2 y 3 resulten iterativas, puesto que los
sucesivos requerimientos del organismo de cuenca pueden dar lugar a diversos estudios técnicos por parte
de las empresas contaminantes, mejorando el diagnóstico y llevando a cabo un seguimiento del problema.
Todos estos trabajos se han realizado hasta la fecha con medios propios de la CHE. Se han invertido
desde el año 1999 un total de 200.000 euros aproximadamente. En cuanto a los medios técnicos, además
del personal de la propia CHE, se ha contado con diversas empresas externas, tanto para trabajos de
consultoría hidrogeológica como para la analítica de laboratorio.

1ª FASE. DETECCIÓN

Esta primera fase de ver la posible presencia de sustancias contaminantes consta, a su vez, de cinco
pasos principales:
1. SELECCIÓN DE ZONAS. Se han seleccionado zonas que cumplan estas dos condiciones: (1) que
sean acuíferos aluviales o cuaternarios, por tanto vulnerables a la contaminación, y (2) que tengan
una actividad industrial susceptible de contaminar. Éste es el caso de los numerosos polígonos
industriales que se extienden en las zonas aluviales del Ebro y sus afluentes, habiendo estudiado
por el momento un total de 18 zonas industriales.
A estas 18 zonas hay que añadir 4 casos de contaminación: dos casos “históricos” (conocidos con
anterioridad) en sendas zonas industriales, y otros dos casos en zonas residenciales que han sido
denunciados por los afectados. Así pues, se han estudiado un total de 22 zonas urbanas.
2. INVENTARIO DE PUNTOS. En las 22 zonas mencionadas se han realizado los correspondientes
inventarios de puntos de agua muestreables, más o menos amplio según las sospechas o el
conocimiento previo que se tuviera en cada caso. Hasta la fecha se han inventariado un total
aproximado de 200 puntos.
3. TOMA DE MUESTRAS. Se han tomado hasta el momento unas 300 muestras en los puntos
inventariados. Con el fin de evitar contaminaciones entre muestras, especialmente en lo relativo a
compuestos orgánicos, es muy importante la utilización de tomamuestras desechables, de un solo
uso. Se miden in situ: conductividad eléctrica, potencial red-ox, pH, oxígeno disuelto y nivel
freático.
4. ANÁLISIS DE LABORATORIO. En esta primera fase de detección o caracterización se analiza un
barrido de las sustancias contaminantes más habituales:
• materia orgánica y demanda química de oxígeno (DQO)

320
Carmen COSTA ALANDÍ

• compuestos nitrogenados: NH4, NO2, NO3


• cianuros: CN
• metales: Hg, Cd, As, Cu, Pb, Ni, Se, Cr
• compuestos orgánicos: volátiles (VOCS disolventes organoclorados), semivolátiles (semiVOCS),
hidrocarburos BTEX (benceno-tolueno-etilbenceno-xileno)
5. VALORACIÓN DE DATOS. El objetivo es ver si aparecen contaminantes en concentraciones
significativas. Para definir lo que se considera “significativo”, y a falta de legislación específica al
respecto, se han tenido en cuenta los siguientes criterios:
La aparición en las aguas subterráneas de parámetros indicativos de contaminación, que no se
encuentran de manera natural en las aguas subterráneas, pone de manifiesto una afección
antrópica, tras lo cual hay que valorar si esta afección puede ser importante. Algunos parámetros
aparecen en la Directiva 98/83/CE (aguas de consumo humano), por lo que se han considerado
significativas las concentraciones superiores a los valores fijados en esta directiva. Son los
siguientes: oxidabilidad (50 mg/l), nitrato (50 mg/l), nitrito (0,5 mg/l), amonio (0,5 mg/l) y cianuros
(50 μg/l). Otras sustancias contaminantes no aparecen con límites en la legislación (es el caso de
muchos compuestos orgánicos), considerándose elevadas las concentraciones superiores a
decenas o centenas de ppb.
En el caso de los metales, que son parámetros que pueden encontrarse de manera natural en las
aguas subterráneas, se han considerado significativas las concentraciones superiores a los valores
fijados en la Directiva de aguas de consumo humano. Son los siguientes: antimonio (5,0 μg/l),
arsénico (10 μg/l), cromo (50 μg/l), cobre (2,0 mg/l), plomo (10 μg/l), níquel (20 μg/l), selenio (10
μg/l), cadmio (5,0 μg/l) y mercurio (1,0 μg/l). Aún así, cabe señalar que la existencia de estas
concentraciones “elevadas” no es necesariamente indicativa de un aporte antrópico.
Siguiendo los criterios expuestos se han valorado los datos obtenidos en las 22 zonas estudiadas,
como se puede observar en la tabla (donde se marcan las concentraciones consideradas significativas):
a) Compuestos nitrogenados y materia orgánica. Como se ve en la Tabla 1, los dos grupos de
parámetros presentan concentraciones elevadas en la mayor parte de las zonas estudiadas,
especialmente los compuestos nitrogenados. Ello pone de manifiesto la influencia generalizada de
las redes de saneamiento y las aguas residuales, tanto industriales como de servicios, en esas
zonas. En la zona Miranda-1 destacan los elevados contenidos en DQO, compuestos nitrogenados
y salinidad.
b. Cianuros. Se han detectado pequeñas concentraciones de cianuros en diversos puntos, aunque
sólo en la zonas mencionadas anteriormente aparecen de forma significativa.
c. Metales. Se han señalado las zonas donde las concentraciones de los metales analizados son
significativas, aunque se desconoce si su procedencia puede ser antrópica (por aporte externo o
por solubilización debido a la presencia de la abundante materia orgánica).
d. Compuestos orgánicos. Como se ve en la Tabla 1, se han detectado ocho zonas con contaminación
significativa por compuestos orgánicos de distinta tipología.
Así pues, tras esta primera fase de caracterización se concluye que los problemas más importantes y
que merecen ser solucionados con prioridad son los 9 casos de contaminación sombreados en la Tabla 1:
8 de ellos por compuestos orgánicos y otro por elevadas DQO, amonio, salinidad y cianuros.

321
COMUNICACIÓN: CONTAMINACIÓN POR SUSTANCIAS PELIGROSAS EN AGUAS SUBTERRÁNEAS DE ZONAS
URBANAS DE LA CUENCA DEL EBRO

nitrogenados
mat.orgánica
nº muestras
nº puntos
ZONA compuestos orgánicos

cianuros

Metales
Miranda-1 35 65 si si si Pb Ni Se
Miranda-2 4 5 si si gasoil
Miranda-3 13 13 si si
Sto. Domingo 2 2 si si Pb
Santurde 6 6
Haro 2 2 si
Nájera-1 21 39 si si white spirit (aguarrás)
Nájera-2 9 9 si si
Logroño 6 6 si estireno
Calahorra 5 6 si si
Arnedo 5 8 si tricloroetileno
Used 4 4 gasoil
Figueruelas 1 1 si
Zaragoza-1 2 4 si Pb
Zaragoza-2 3 3 si si
Zaragoza-3 5 5 si si
Zaragoza-4 32 46 si si Pb Cr percloroetileno
Zaragoza-5 20 27 si si Pb Ni tricloroetileno+percloroetileno
Nuez de Ebro 1 1 si
Burgo de Ebro 1 1 si si Pb
Monzón-1 3 4 si si
Monzón-2 13 23 si si Pb Hg Ni monoclorobenceno
Tabla 1. Datos obtenidos en las 22 zonas estudiadas.

2ª FASE. DIAGNÓSTICO

La finalidad de esta 2ª fase es conocer técnicamente la contaminación, su origen y su alcance. Es muy


importante llegar a localizar el foco contaminante que está causando el problema (fugas de tanques
enterrados, vertidos, residuos enterrados, etc.) para poder proponer la solución técnica más adecuada en
cada caso para la remediación del problema. De igual modo, es de gran interés conseguir identificar al
causante o responsable de la contaminación.
Para lograr estos objetivos, se realizan estudios técnicos detallados que incluyen: inventario de puntos,
perforación de sondeos, muestreos, investigación de focos en la zona, definición de la mancha
contaminante, sistema de flujo, etc. Para este tipo de trabajos la CHE suele contar con empresas
consultoras especializadas.
De los 9 casos de contaminación vistos en la fase anterior, 6 han sido o están siendo objeto de

322
Carmen COSTA ALANDÍ

posteriores estudios de detalle. En los otros 3 casos, está previsto iniciar los estudios de diagnóstico a
principios del año 2004.

3ª FASE. SOLUCIÓN

El objetivo principal de esta 3ª y última fase es solucionar el problema, lo que suele llamarse
remediación o descontaminación. Como objetivo secundario se continua realizando un seguimiento de la
evolución del caso de contaminación.
En los casos en que se conoce al causante o responsable de la contaminación, la CHE inicia las
actuaciones administrativas para intentar conseguir que el causante del foco contaminante ponga solución
al problema. La primera de estas actuaciones es la remisión al causante de la contaminación de un informe
técnico resumido en el que se expone el problema y se plantean soluciones, acompañado por un
requerimiento en el que se le exige que lleve a cabo los trabajos que en cada caso se hayan considerado
oportunos (estudios complementarios, eliminación de residuos, red de seguimiento, etc.).
Se inician así una serie de visitas, conversaciones, etc, que pueden derivar, si todo va bien, en la
realización más o menos lenta de la parte de los trabajos requeridos que suponen menos esfuerzo o
molestia para la actividad industrial (sondeos, análisis, estudios diversos, etc.).
Sin embargo, cuando el causante no quiere hacerse cargo, o cuando lo requerido supone un serio
problema para la actividad cotidiana de la empresa, es muy difícil lograr que la descontaminación se lleve
a cabo. Es el caso, por ejemplo, de la eliminación o confinamiento de residuos que han quedado enterrados
bajo naves construidas con posterioridad, etc.
En estos casos el organismo de cuenca necesita utilizar las herramientas legales existentes como son:
expedientes sancionadores, multas coercitivas, envío a fiscalía por si hay delito contra el medio ambiente
o la salud pública, etc. Aun utilizando estas herramientas de tipo jurídico, el principal problema es la
lentitud con que se resuelven estos casos, lo que a efectos prácticos prolonga durante varios años el
proceso de remediación de una contaminación.

ESTADO DE LOS CASOS DE CONTAMINACIÓN

El primer caso de contaminación (Nájera-1), debido a la presencia de white spirit (un producto parecido
al aguarrás), se detectó en 1991. Tras varios estudios de diagnóstico, se localizó el foco en una industria
de barnices y pinturas, que tenía unos residuos antiguos enterrados. Requerida por la CHE, la empresa ha
realizado diversos estudios y ha eliminado parcialmente los residuos enterrados, lo que ha permitido una
mejora notable del penacho contaminante, que ha disminuido de 5 km a 2 km aproximadamente.
Actualmente la empresa ha previsto una nueva campaña de excavación de residuos y lleva a cabo una red
de seguimiento.
El segundo caso (Monzón-2), de contaminación por monoclorobenceno, se detectó en 1996. Tras los
primeros estudios, se localizó el foco en una industria que había sufrido accidentalmente una importante
fuga de producto de sus tanques de almacenamiento enterrados. También a instancias de la CHE, la
empresa inició un plan de descontaminación mediante tratamiento ex situ (stripping) que no ha dado los
resultados esperados, por lo que actualmente se está estudiando complementar el plan con otras
actuaciones más efectivas.

323
COMUNICACIÓN: CONTAMINACIÓN POR SUSTANCIAS PELIGROSAS EN AGUAS SUBTERRÁNEAS DE ZONAS
URBANAS DE LA CUENCA DEL EBRO

El tercer caso de contaminación (Miranda-1), detectado en el año 1998, se caracteriza por presentar
elevada salinidad, cianuros, DQO y amonio. Se trata de un caso complejo en el que, aún habiendo realizado
estudios y perforación de varios sondeos, no se conoce todavía con certeza la naturaleza del foco
contaminante, por lo que será necesario proseguir la investigación.
El cuarto caso, de contaminación por percloroetileno (Zaragoza-4), se detectó en el año 2000. Los
recientes estudios de diagnóstico parecen indicar que el foco se halla en el subsuelo de las antiguas
instalaciones de una lavandería industrial, 5 km aguas arriba de donde fue detectado inicialmente. Se ha
previsto para 2004 iniciar las actuaciones administrativas pertinentes.
En 2002 fueron denunciados 2 pequeños casos de contaminación (Miranda-2 y Used) por vertido
accidental de gasoil procedente de depósitos de calefacción de viviendas particulares en sendas zonas
residenciales. Aún habiendo sido requeridos los responsables para limpiar los pozos de los vecinos
afectados, éstos no han llevado a cabo todavía ninguna actuación.
En el año 2003 han sido detectados otros 3 casos de contaminación: uno por estireno (Logroño), otro
por tricloroetileno (Arnedo) y otro por tricloroetileno y percloroetileno (Zaragoza-5). Para estos 3 casos se
iniciarán los estudios de diagnóstico en el año 2004.
Además de estos casos, existen otras contaminaciones en la cuenca que están siendo gestionadas por
los causantes (gasolineras) o por otros organismos (suelos contaminados).

CONCLUSIONES

La actividad industrial desarrollada en las pasadas décadas ha dejado como herencia numerosos
problemas enterrados. Su localización y solución son tareas difíciles y costosas, pero no imposibles. Lo más
importante es desarrollar las actuaciones adecuadas a cada caso particular, para lo cual es imprescindible
comprender bien el origen de la contaminación antes de buscar soluciones. Por otro lado, es necesario
concienciar al causante de su responsabilidad y de sus deberes, y que la Administración actúe con la
firmeza que le otorga la ley para que estos problemas de contaminación se puedan ir resolviendo.

324
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓ I CLASSIFICACIÓ DE LES


AIGÜES SUBTERRÀNIES EN FUNCIÓ DE LA QUALITAT PER A
L'ABASTAMENT URBÀ. -APLICACIÓ DEL DIAGRAMA DE QUERALT.

Ramón QUERALT i TORRELL*; Enric QUERALT i CREUS**

(*) Conselleria de Medi Ambient. Agència Catalana de l’Aigua. c/ Provença 204-208


08036 Barcelona. Tel. 935 672 800. Fax 935 672 786. rqueralt@gencat.net
(**) Comunitat d'Usuaris d'Aigua del Delta del Riu Llobregat. Avda. Verge de Montserrat 133, 1r 2a. 08820 El Prat de Llobregat.
Tel. 933 793 216. Fax 934 780 560. equeralt@cuadll.org

RESUMEN

La actividad humana genera riesgos en las aguas subterráneas, bien por infiltración de contaminantes
hasta el nivel freático o por una deficiente gestión del acuífero. Se relacionan, por orden de su incidencia,
10 causas de riesgo antrópico, indicando el Departamento de la Administración Catalana implicado y el
documento técnico a realizar con las medidas preventivas y/o paliativas. Se enumeran los diferentes
sistemas de clasificación de calidad de las aguas, presentándose una tabla donde se comparan las
características de las aguas superficiales con las subterráneas. Finalmente se clasifican las aguas
subterráneas en cuatro grupos en función de su contaminación y/o calidad, así como los procesos
fisicoquímicos necesarios para su potabilización, indicando también su coste orientativo. Se incluye el
diagrama de Queralt inspirado en el de Stiff para representar las cuatro calidades de aguas subterráneas,
así mismo se incluye un ejemplo práctico de clasificación de las aguas subterráneas en el acuífero del delta
del río Llobregat.

Palabras Clave: agua subterránea, agua potable, contaminación/polución, riesgos antrópicos,


clasificación aguas, administración competente, Diagrama Queralt.

INTRODUCCIÓ

L'activitat humana dóna origen a molts processos de contaminació a les aigües subterrànies, tant per
la infiltració de diverses substàncies com per una mala gestió de l'aqüífer, fet que de vegades ha suposat
la inutilització o l’encariment del cost en l’aigua per l'abastament urbà. A la Taula 1 es proposa establir
una classificació, a la qual es relacioni l’activitat amb la contaminació potencial d'aquesta, l'ordre del llistat
correspon orientativament als "actuals" riscos de contaminació a Catalunya, sense tenir en compte efectes
històrics de contaminacions acumulades anteriors. També s'indica l'ens de l'Administració més directament
implicat amb el tema, incloent el document tècnic a realitzar amb la definició de les mesures preventives
i/o correctores.

325
COMUNICACIÓN: ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓ I CLASSIFICACIÓ DE LES AIGÜES SUBTERRÀNIES EN FUNCIÓ
DE LA QUALITAT PER A L'ABASTAMENT URBÀ. -APLICACIÓ DEL DIAGRAMA DE QUERALT.

RISCOS DE CONTAMINACIÓ ANTRÒPICA A LES AIGÜES SUBTERRÀNIES


ORIGEN CONTAMINACIÓ ADMINISTRACIÓ COMPETENT ESTUDI / PLA / PROJECTE
1. Granges amb ús agrícola dels Pla de gestió de purins o de
Conselleria d'Agricultura Ramaderia i
purins o fems. Abonat de conreus fems.
Pesca
vegetals intensius Estudi agronòmic
Projecte d'explotació i de
Conselleria de Treball, Indústria,
2. Explotacions mineres restauració i minoritàriament
Consum i Turisme
amb estudi hidrogeològic
Pla de gestió i modelització de
Conselleria de Medi Ambient l'aqüífer d’acord amb la
3. Gestió inapropiada d'aqüífers
(Agència Catalana de l’Aigua) comunitat d'usuaris d'aigües
subterrànies

4. Xarxes públiques de clavegueres


Projecte rehabilitació i/o
que en estar deteriorades infiltren Administració Local
reconstrucció
aigües residuals al subsòl

5. Abocaments d'aigües residuals Administració Local i Conselleria de Projecte EDARI amb projecte
industrials contaminades a la llera o Medi Ambient (Agència Catalana de geotècnic de construcció, si
al terreny l’Aigua) s'escau
Administració Local i Conselleria de Projecte amb estudi geotècnic i
6. Estacions de Servei de carburants
Medi Ambient (Agència Catalana de minoritàriament amb estudi
(amb tancs enterrats)
l’Aigua) hidrogeològic
7. Abocaments d'aigües residuals Administració local i Conselleria de Projecte EDAR amb estudi
urbanes contaminades a lleres o al Medi Ambient (Agència Catalana de geotècnic de construcció
terreny l’Aigua)
8. Accidents extraordinaris amb
aboca-ments y/o incendis, tant a Administracions molt diverses. La
instal·la-cions fixes com a vies de funció dels bombers es molt Plans d'emergència
transport (carretera, oleoductes, important
ffcc)
Conselleria de Medi Ambient (Junta Projecte amb estudi
9. Gestió de Residus no inerts
de Residus) hidrogeològic
Projecte amb estudi
10.Cementiris Administració Local
hidrogeològic

Taula 1. Relació entre les activitats antròpiques, l’ Administració competent i document tècnic per a les mesures
preventives i/o correctores si s'escau.

326
Ramón QUERALT i TORRELL; Enric QUERALT i CREUS

SISTEMES DE CLASSIFICACIÓ D'AIGÜES

Per classificar les aigües hi ha nombrosos mètodes numèrics, especialment per a les aigües superficials
on intervé el concepte de contaminació, així en podem trobar de tipus fisicoquímic (ISQA; WQI; IGC; ICA...)
biològic (BMWPC, VT, BILL...) integrat (IBI, ECOSTRIMET,...). En canvi per a les aigües subterrànies només
s’apliquen diagrames hidrogeoquímics (Collins, Piper, Stiff...) tots ells de la primera meitat del segle XX i,
a més a més, només avaluen els grans paràmetres minerals de l'aigua, o sigui que no integren els
microcontaminats. Més modernament es definí el diagrama de Roda només apte per a les aigües poc
contaminades.
Primerament s'ha fet una taula comparativa per establir els efectes de la contaminació a les aigües
superficials i subterrànies (Taula 2), de la seva observació es dedueix la gran diferència entre ambdues en
paràmetres fonamentals, com MES, TOC, Oxigen (a les superficials) i Nitrats, Fe i Mn (a les subterrànies).
Per tant, els sistemes de classificació per a les aigües subterrànies han de ser específics, ja que és
impossible fer una adaptació dels sistemes aplicats a les aigües superficials.

CLASSIFICACIÓ DE LES AIGÜES SUBTERRÀNIES

Per classificar les aigües subterrànies, en funció de la qualitat per a consum humà amb inclusió de
paràmetres minoritaris, en aquest moment sols es disposa de l’hidrograma de Roda, el qual solament és
apte per a aigües poc contaminades. Per tant, cal definir un nou instrument vàlid per representar totes les
aigües, fins i tot les més contaminades, mantenint com a referent la qualitat d’aigua corresponent a
l’abastament urbà. Per fer front a aquest repte, s’ha optat per un sistema relativament atípic, on el seu
referent principal és el conjunt de tècniques aplicades a la potabilització de l'aigua, les quals s'agrupen en
quatre sistemes (veure Taula 3) que corresponen a quatre categories d’aigües subterrànies.
Aquesta classificació vol resoldre un sistema de difícil síntesi, ja que la qualitat de les aigües
subterrànies està afectada per dos problemes molt diferents, la contaminació amb alguna substància en
petites proporcions (Fe, Mn, dissolvents organoclorats, hidrocarburs, pesticides...) i per l’altra banda
l'excessiva mineralització (Cl-, Na+, NO3-, SO4=...). Per això, dins de les quatre qualitats establertes, el pas
d'una categoria d’aigua a una altra de més baixa, no passa obligatòriament per cada un dels nivells
intermedis, o sigui que estem davant d’un sistema de doble entrada. Aquesta circumstancia complica tant
la classificació com el sistema de representació gràfica.
La Taula 3 també s'indica el cost econòmic orientatiu de la potabilització i un color identificatiu, que
correspon als tres tractaments convencionals fisicoquímics. Quan algun paràmetre superi el límit indicat
per aquests tractaments caldrà realitzar la potabilització mitjançant membranes (osmosi) i el diagrama
passarà a representar-se amb un tramat negre. D'aquesta forma resulta un sistema de representació de
doble entrada.
Com a referent dels límits legals aplicables hi ha els del R.D. 140/2003, on s’estableix la qualitat de
les aigües destinades al consum humà (BOE de 21/03/03). També pot tenir-se en compte, la classificació
de les aigües superficials destinades a la producció d’aigua potable, segons O.M. de 11-05-88 (BOE de
24-05-88).

327
COMUNICACIÓN: ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓ I CLASSIFICACIÓ DE LES AIGÜES SUBTERRÀNIES EN FUNCIÓ
DE LA QUALITAT PER A L'ABASTAMENT URBÀ. -APLICACIÓ DEL DIAGRAMA DE QUERALT.

Paràmetre Aigua Superficial Aigua Subterrània

1. Temperatura Variable amb les estacions anuals Relativament constant


Variable de vegades molt elevada Baixa o nul·la (excepte a zones
2. Matèries en suspensió, Terbo-lesa
amb riuades la contaminació kàrstiques)
Generalment alta i variable amb la Concentració molt baixa i
3. TOC
contaminació estables
4. Oxigen dissolt Pròxim al 50% de la saturació Casi sempre absent
Més estable i alta que l'aigua
Variable en funció del terreny i les superficial de la mateixa zona.
5. Mineralització global
pluges Al litoral pot haver-hi intrusió
marina
De vegades presents, només a
6. Amoni Present a aigües pol·lucionades
molt baixes concentracions
Poc habitual en general i només en Poden assolir concentra-cions
7. Nitrats
baixes concentracions molt elevades
8. Fosfats i Detergents Presents en petites quantitats Absents
Generalment present i va-riable
9. Ferro i Manganès Generalment absent
amb la contaminació
10.Microcontaminants minerals i
Presències puntuals que desapa- Poc freqüents, però poden
orgànics (dissolvents, hidro-
reixen en eliminar-les a l'origen persistir durant molt de temps
carburs....)
Generalment estable, però
Equilibri estable amb el diòxid de poden assolir una extrema
11. Bicarbonats
carboni de l'atmosfera inestabilitat a les aigües
incrustants
Concentracions de vegades
12. Sílice Concentracions baixes
elevades
13. Índex de Fouling (embruta-ment) Generalment alt Generalment baix
Presència d'algues, protozous, Quasi sempre amb puresa
14. Microbiologia
bactèries, virus microbiològica

Taula 2. Comparació entre l'aigua superficial i la subterrània, en funció dels paràmetres característics que
determinen la contaminació/pol·lució. (Correspon a una versió modificada de la taula elaborada per J.Cantó i
F.Luque (AGBAR) 2000).

Paràmetres més conflictius

Les aigües subterrànies “normalment” no tenen terbolesa ni una concentració orgànica significativa,
això canvia quan hi ha contaminació, com la generada per l’aplicació incorrecta, sobre el terreny, de
residus ramaders que indueixen continguts de metalls (Fe, Mn), els quals en oxidar-se precipiten enterbolint
l’aigua. La presència d’amoni es limita a aqüífers superficials, atès que és un ió poc estable i passa a nitrat.
Excepcionalment es detecta la presència excessiva de metalls com Cr, Ni, Cu, així com d'alguns dissolvents

328
Ramón QUERALT i TORRELL; Enric QUERALT i CREUS

que acostumen a tenir un origen industrial. La presència d’hidrocarburs va lligada a la seva logística i pot
generar focus de contaminació puntual. En zones d’aigües termals poden detectar-se compostos conflictius
com el F i As. Aquest últim element, té un creixent protagonisme i pot mobilitzar-se per causes antròpiques
en alguns aqüífers.
La salinitat elevada de les aigües generalment és causada per la presència del clorur sòdic, el qual pot
ser d’origen natural o també degut a la intrusió marina a la zona litoral, o una conseqüència de l’explotació
de mines de sal i també deguda a activitats industrials. El mateix succeeix amb la presència de sulfats
l’origen del qual pot ser natural (guix) o industrial. La creixent implantació d’equips de descalcificació i
d’osmosi inversa generen abocaments salins, incidència de la qual condueix a augmentar la salinitat a les
aigües continentals.

Tractaments a les potabilitzadores

Com pot observar-se a la Taula 3 les línies de tractament a les potabilitzadores s’han agrupat en quatre
processos bàsics. Els tres primers de caràcter fisicoquímic tenen un cost de potabilització que varia entre
0,05 i 0,25 ½/m3 en funció del tractament. Aquests tres processos bàsics els correspon tres qualitats
d’aigua que, d’alguna forma, tenen un cert paral·lelisme amb les tres classificacions A1, A2 i A3 de les
aigües superficials destinades a la producció d’aigua potable, segons O.M. de 11-05-88 (BOE de 24-05-
88). A més dels paràmetres de qualitat indicats poden afegir-se’n d’altres complementaris, quan en un
àmbit geogràfic determinat, la contaminació específica allí detectada ho requereix.
Així mateix els paràmetres de qualitat es divideixen en “làbils” o sigui els que són eliminables per via
fisicoquímica i “estables” els que s’eliminen per dessalació.
El quart procés de tractament correspon a la dessalació, té un cost molt més elevat entre 0,4 i 0,7
½/m3 (de l'aigua efectivament dessalada), en funció de múltiples variants que van des del condicionament
previ, segons siguin les aigües clares, tèrboles o carregades, fins a les característiques de les membranes i
seu rendiment. A la pràctica, des d’una perspectiva econòmica, l’elevat cost de la dessalació indueix a una
segregació d’aquesta tècnica en relació a totes les altres.

Aplicació de la Taula 3: classificació d’aigües

En primer lloc es defineix quin dels tres colors de la Taula 3 li correspon aplicant els paràmetres làbils
i, després, amb els paràmetres estables s’estableix la necessitat de posar damunt o no, un tramat negre
(aigües salines) quan un o més paràmetres superen el límit legal. Tot seguit es detalla la descripció de les
aigües i el seu tractament.

1. Aigües clares. Correspon a les aigües captades a zones amb poca activitat humana, a les quals
només s’aplica una desinfecció per potabilitzar-les. En algun cas aïllat pot fer-se algun lleu
tractament, com ajust de pH, addició de fluorur sòdic, o un compost químic corrector, que en cap
cas suposa un augment de la terbolesa.
2. Aigües tèrboles. Tenen o agafen terbolesa (generalment en entrar en contacte amb l’oxigen de
l’aire o al addicionar un desinfectant oxidant) degut a la presència de ferro. Quan hi ha una
concentració elevada de Mn, la seva separació per oxidació requereix un temps de contacte d’unes
dues hores, el reactiu més habitual és el permanganat potàssic. La concentració màxima admissible
de Fe+Mn, per a l’equip de filtració, és d’uns 10 mg/L, perquè el període de funcionament entre

329
COMUNICACIÓN: ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓ I CLASSIFICACIÓ DE LES AIGÜES SUBTERRÀNIES EN FUNCIÓ
DE LA QUALITAT PER A L'ABASTAMENT URBÀ. -APLICACIÓ DEL DIAGRAMA DE QUERALT.

TÈCNIQUES DE POTABILITZACIÓ/ QUALITAT DE LES AIGÜES


Tipus d’aigua subterrània, característiques i Paràmetres Orientatius de
Color i Cost
tractament. Qualitat
Límits per a aigües potables
1. Aigües clares. Son transparents i incolores
BLAU <0,2 mg Fe/L
Tractament: Poden potabilitzar-se fent només una
<0,05 mg Mn/L
cloració o una altra desinfecció i potser una addició
0,05 ½ /m3 <1,5 mg NH4/L
d’un reactiu corrector que en cap cas origini terbolesa
<5 mg Oxid/L
2. Aigües tèrboles. Presenten una lleu terbolesa i
coloració generalment deguda al Fe i en menor
VERD 0,25<mg Fe+Mn/L<10
proporció al Mn
1,5<mg NH4/L<4

làbils
Tractament: La línia de tractament és
0,1½/m3 5<mg Oxid/L<10
oxidació/floculació/filtració. Excepcionalment s’inclou
un stripping previ

3. Aigües carregades. Captades en zones degradades


necessiten un intens tractament fisicoquímic per a
ROIG >10 mgFe+Mn
separar la pol·lució en forma de llot residual
>4 mg NH4/L
Tractament: La línia de tractament és
0,25½/m3 >10 mg Oxid/L
oxidació/floculació/decantació/filtració Eventualment
s’inclou un stripping previ

4. Aigües salines. Correspon a abocaments de


>2.500 μS/cm
salmorres, zones industrials, d’agricultura i ramaderia TRAMA
>50 mg SO4/L

estables
intensiva, o bé a aigües litorals amb intrusió marina NEGRA
>250 mg Cl/L
Tractament: El procés de potabilització és amb
>200 mg Na/L
membranes semipermeables (previ condicionament 0,4-0,7 ½/m3
>50 mg NO3/L
de l’aigua)

Taula 3. Classificació de tractaments de potabilització i qualitats de les aigües subterrànies.

rentats sigui raonablement llarg. La concentració d’amoni no ha de superar els 4 mg/L, a fi de no


superar la dosi legal de clor (35 mg/L).
Prèviament, als casos excepcionals on les aigües estan contaminades amb algun compost orgànic
volàtil (tricloroetilè, percloroetilè, gasolina, etc) es fa un "stripping" per eliminar els volàtils
(controlant el pH), per això els compostos orgànics volàtils poden contenir inicialment fins 5
vegades el màxim legal per a les aigües potables.
Posteriorment es fa un “filtrat” (amb o sense addició d’un coagulant), a fi d’assolir la
transparència. L'ús de filtres contenint materials de vàries granulometries i densitats, és molt millor
pel procés de filtrat, i en altres casos pot ser necessari aplicar filtres de carbó actiu.
3. Aigües carregades. Quan la concentració de Fe i/o Mn és molt alta (>10 mg/L) es fa un procés
fisicoquímic convencional de Coagulació/Floculació/Decantació/Filtració, aquest procés és apte per

330
Ramón QUERALT i TORRELL; Enric QUERALT i CREUS

eliminar una àmplia varietat de substàncies químiques tant inorgàniques (metalls pesats, fluorurs,
alcalinoterris, etc) com orgàniques (per adsorció). La seva separació es realitza bàsicament en
forma de llot residual a la decantació, i cal preveure la seva deshidratació i disposició final .
En la desinfecció s’ha d’evitar la formació de compostos organoclorats (trihalometans), els quals
corresponen a un entorn contaminat amb matèries orgàniques. Prèviament, als casos excepcionals
on les aigües estan contaminades amb algun compost orgànic volàtil (tricloroetilè, percloroetilè,
benzina, etc) es fa un "stripping" per eliminar-los.
Respecte a la filtració és molt millor aplicar filtres contenint materials de diferents granulometries
i densitats. És habitual aplicar també filtres amb carbó actiu.
4. Aigües salines. Si l'aigua té una concentració excessiva d’algun ió, com nitrat, clorur, sodi, etc.
s’ha de fer un tractament amb membranes (generalment amb osmosi inversa) a fi de reduir la
concentració salina. A més a més, de l’elevat cost, el principal problema acostuma ser el destí del
rebuig, al contenir elevades concentracions d’ions indesitjats.
Quan el rebuig és de nitrats pot aconduir-se a la xarxa de clavegueram atès que a la EDAR, poden
eliminar-se "quan hi ha condicions anòxiques". En canvi la disposició de solucions concentrades
d’altres ions és més complexa, ja que el seu abocament a la xarxa de clavegueram acostuma a
estar limitada, tant per la corrosió al formigó, com per problemes biològics a l’EDAR i també per
la capacitat de dilució del medi receptor. Llavors la millor solució és l’abocament al mar.

Diagrama de Queralt

Una vegada establerta la classificació de les aigües subterrànies, en funció del tractament de
potabilització, s’ha definit una forma geomètrica poligonal per a la seva representació gràfica, el diagrama
de Queralt, el qual està inspirat en el diagrama d’Stiff. A l’esquerra de l’eix se situa Sodi i Conductivitat i
a la dreta Clorurs, Sulfats i Nitrats, atès que són els únics cinc paràmetres d’ions minerals (estables)
contemplats a la normativa actual d’aigües potables (Taula 3), per això s’ometen el Calci i Bicarbonat
(presents al diagrama d’Stiff). Les dades es presenten generalment en mg/L. Paral·leles a l’eix central, se
situen dues línies verticals que representen el límit legal per a aquests cinc paràmetres; la distancia entre
l’eix central vertical i les línies paral·leles laterals és opcional, fet que permet apropar-les a l’eix per aigües
molt mineralitzades i allunyar-les per aigües que ho són poc; d’aquesta forma és possible controlar, les
dimensions finals del polígon, facilitant la seva representació en els mapes.
El color de l’interior del polígon correspon al de la classificació de l’aigua a la taula. Quan un paràmetre
traspassa el traç vertical s’ha de plantejar un tractament amb membranes, llavors sobre el fons de color se
situa una trama negra.

Aplicació pràctica

Normalment els aqüífers tenen una relativa homogeneïtat a les seves aigües subterrànies, si bé els
deltaics poden presentar una major diversitat química quan hi ha intrusió marina i més quan es tracta de
zones litorals amb forta implantació urbana i industrial.
En aquest cas s’ha estudiat l’aqüífer del Delta del Llobregat. Les dades són de pous en explotació de

331
COMUNICACIÓN: ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓ I CLASSIFICACIÓ DE LES AIGÜES SUBTERRÀNIES EN FUNCIÓ
DE LA QUALITAT PER A L'ABASTAMENT URBÀ. -APLICACIÓ DEL DIAGRAMA DE QUERALT.

l’aqüífer de la Cubeta de Sant Andreu, de la Vall Baixa i de l'aqüífer profund del Delta del Llobregat. Dels
50 pous examinats 36 són blaus, 12 verds i 2 vermells, a més a més, 46 són tramats. En la gràfica s’observa
com a la Cubeta de Sant Andreu i a la part alta de la Vall Baixa dominen les aigües tèrboles (color verd)
degut a la major influència del riu (zona de recàrrega). Aigües avall l’aqüífer ja haurà depurat més les
aigües passant a ser aigües clares (color blau). Finalment el fet que la major part de les aigües siguin
salines (tramat negre) es deu a l’elevada mineralització del riu Llobregat i a la intrusió salina que sofreix
el Delta (Figura 1).

Figura 1. Exemple d’aplicació del Diagrama de Queralt als aqüífers del tram baix
del riu Llobregat amb representació gràfica de la qualitat de les aigües
subterrànies corresponents a diversos pous.

CONCLUSIONS

1.- Es proposa un llistat, per ordre d'importància a Catalunya, dels deu riscos bàsics de contaminació
antròpica de les aigües subterrànies.

332
Ramón QUERALT i TORRELL; Enric QUERALT i CREUS

2.- S’estableix una classificació en quatre qualitats de les aigües subterrànies en funció de les
tècniques de potabilització que s’han d’aplicar. Amb aquestes quatre qualitats s’elabora un nou
instrument, el diagrama de Queralt, de fàcil representació i interpretació.
3.- Aquest nou diagrama de representació gràfica i classificació de les aigües subterrànies incorpora
el concepte de contaminació, aproximant-se als medis ja existents per a la classificació de les
aigües superficials (ISQA, BMWPC).
4.- Malgrat els esforços realitzats per trobar un sistema numèric, com inicialment s’havia intentat, per
a la representació de la qualitat de les aigües subterrànies contaminades, el sistema de
representació establert és, per ara, només gràfic.
5.- La nova legislació per a les aigües de consum humà pot fer necessària l’adaptació dels actuals
sistemes de classificació per a les aigües superficials.

AGRAÏMENTS

Primerament hem d’agrair a Josep Mª Niñerola el fet d’haver-nos proposat l’objectiu d’assolir un índex
de qualitat numèrica per a les aigües subterrànies. També hem d’agrair els comentaris dels hidrogeòlegs
de l’Agència Catalana de l'Aigua: Andreu Galofré, Emili Orejudo, Alfred Pérez, i Eduard Batista, i també
J.Ll. Armenter d’AGBAR ja que sense els acords i desacords establerts aquest text no s’hauria consolidat.

REFERÈNCIES BIBLIOGRÀFIQUES

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333
SIMPOSIO SOBRE EL AGUA Y LA CIUDAD SOSTENIBLE: HIDROGEOLOGÍA URBANA. BARCELONA 2003. AIH-GE

COMUNICACIÓN: USO DE LOS ISÓTOPOS AMBIENTALES (N, S, C, O) EN LA


VALORACIÓN DE PROCESOS DE REMEDIACIÓN NATURAL DE AGUAS
CONTAMINADAS POR NITRATOS: EJEMPLO DE OSONA (NE ESPAÑA)

L. VITÒRIA, A. SOLER Y A. CANALS*

(*) Dpt. Cristal·lografia, Mineralogia i Dipòsits Minerals. Universitat de Barcelona.


C/Martí i Franquès s/n.. 08028 Barcelona.

RESUMEN

Los valores de δ15NNO3, δ18ONO3, δ34SSO4, δ18OSO4, δ18OH2O y δ13CHCO3 de las aguas subterráneas se
utilizan para evaluar los procesos de remediación natural (desnitrificación) de un acuífero de la comarca
de Osona (NE España) contaminado por nitratos procedentes principalmente de los purines vertidos en los
campos como abono orgánico. La aplicación multiisotópica ha permitido poner de manifiesto que la
desnitrificación tiene lugar a partir de la oxidación de piritas, si bien no se ha podido evaluar el papel de
la oxidación de la materia orgánica en la desnitrificación.

Palabras Clave: Agua subterránea, Contaminación por nitratos, Desnitrificación, Isótopos estables.

INTRODUCCIÓN

Las aguas subterráneas son uno de los mejores recursos de agua de boca debido a su calidad. No
obstante su contaminación por nitratos es cada día mayor, como consecuencia al uso intensivo de
fertilizantes sintéticos y orgánicos, vertidos de residuos ganaderos, perdidas de pozos negros y redes de
saneamiento en mal estado. La concentración máxima de nitratos permitida por la directiva 80/778/CEE
en aguas destinadas al consumo humano es de 50 ppm, sin embargo, a menudo las aguas de los acuíferos
de nuestro país presentan concentraciones más elevadas llegando hasta valores 10 veces superiores a esta
cantidad. Estas aguas tienen que ser depuradas antes de su consumo ya que la ingestión de altas
concentraciones de nitratos puede provocar la enfermedad metahemoglobina en niños y bebés, mientras
que algunas observaciones sugieren también que los compuestos nitrogenados actúan como iniciadores
de los cánceres humanos (MAGEE et al., 1956).
En determinadas condiciones, la presencia de determinadas bacterias (Pseudomonas, Thyobacillus,
etc.), puede dar lugar a procesos de desnitrificación y por tanto a una bioremediación natural del acuífero.
Determinar la existencia de estos procesos de desnitrificación, es de vital importancia para predecir y
evaluar el estado de las reservas futuras de agua de boca. Los análisis clásicos de agua sólo permiten
conocer el grado de contaminación de ésta por nitratos pero no permiten discriminar su origen, ni si tiene
lugar algún proceso de atenuación natural. En este estudio se pretende determinar mediante el uso de

335
COMUNICACIÓN: USO DE LOS ISÓTOPOS AMBIENTALES (N, S, C, O) EN LA VALORACIÓN DE PROCESOS DE
REMEDIACIÓN NATURAL DE AGUAS CONTAMINADAS POR NITRATOS: EJEMPLO DE OSONA (NE ESPAÑA)

isótopos estables (15N, 34S, 13C, 18O) si existen procesos de desnitrificación en una área de la comarca de
Osona (NE España), contaminada por nitratos cuyo origen es principalmente a partir de purines.

ZONA DE ESTUDIO

La comarca de Osona (NE España) está situada al norte de Barcelona (Figura 1), en la zona este de la
Depresión del Ebro, entre el Montseny y los pre-Pirineos. Está constituida por margas azuladas, areniscas
finas y calizas de edad eocena que forman un acuífero multicapa con aguas ricas en calcio y bicarbonato.
Los depósitos de fondo de valle y las terrazas de cauces fluviales están constituidos por gravas, arenas y
limos holocenos. Las aguas de estos acuíferos están afectadas por grandes extracciones para su uso
agrícola y ganadero.

Figura 1. Situación del área de estudio y mapa geológico de la zona.

Osona es una de las zonas clasificadas como vulnerables por contaminación de nitratos por fuentes
agrarias por la directiva 91/767 de la Unión Europea. En esta comarca de 1263,8 km2 existen más de 1000
granjas de cerdos, la mayor parte situadas en una área reducida, con una población animal de cerca de

336
L. VITÒRIA, A. SOLER Y A. CANALS

1.000.000 cerdos, 100.000 vacas y 60.000 ovejas. Esta intensa actividad ganadera produce grandes
cantidades de residuos orgánicos, principalmente purines procedentes de las granjas de cerdos. Una
pequeña parte de éstos es procesada en plantas de tratamiento y el resto, tres veces al año, se permite ser
vertida en los campos como fertilizante orgánico. De todos modos, a menudo son vertidos de manera
incontrolada. Esta mala practica agraria da lugar a una contaminación difusa por nitratos en los acuíferos
de la comarca. La zona muestreada, de 38 km2 comprende los municipios de Manlleu y Torelló, dónde se
alcanzan concentraciones de hasta 366 mg/L. El uso adicional de fertilizantes sintéticos, también
contribuye a la contaminación por nitratos de las aguas subterráneas.

MUESTREO Y ANÁLISIS

Se ha escogido un área de 38 km2 donde se muestrearon, en octubre de 2001, 38 puntos de agua (32
pozos y 6 fuentes naturales) para estudiar la hidrodinámica de las aguas, caracterizar la contaminación por
nitratos, e identificar la existencia o no de procesos de bioremediación natural.
Con estos objetivos se midieron los niveles piezometricos, los parámetros de conductividad y pH del
agua en campo, y en el laboratorio se analizó la química de elementos mayoritarios y los valores isotópicos
δ15NNO3, δ18ONO3, δ34SSO4, δ18OSO4, δ18OH2O y δ13CHCO3. Dichos análisis se realizaron mediante técnicas
convencionales en los laboratorios del grupo de Mineralogía Aplicada y Medioambiente y los Serveis
Cientificotècnics de la Universidad de Barcelona. Los estándares de referencia utilizados para los
resultados isotópicos son el AIR, el VCTD, el PDB y el VSMOW para la δ15N, la δ34S, la δ13C y la δ18O y
δ2H, respectivamente. La reproducibilidad de los valores isotópicos calculada a partir de estándares
analizados sistemáticamente entre las muestras es de ±0.3‰ para la δ15N, ±0.4‰ para la δ34S, ±0.2‰
para la δ13C, ±0.5‰ para las δ18ONO3 y δ18OSO4, y ±0.8‰ para la δ18OH2O.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La superficie piezometrica del área estudiada muestra un flujo regional desde el norte hacia el oeste y
hacia el sur (Figura 2A). Un mapa de isoconcentraciones de nitratos (Figura 2B) muestra que las aguas
tienen concentraciones entre no detectables y 366 mg/L, con valores promedio de 90 mg/L. Esta
contaminación difusa incrementa también desde el norte hacia el centro del área, el oeste, el sur y el
sudeste, con zonas puntuales de máximas concentraciones que corresponden a puntos de mayores
vertidos.
La composición isotópica del nitrato disuelto en las aguas varía entre +2.2 a +21.0‰ para la δ15NNO3
y +4.6 a +9.7‰ para la δ18ONO3 (Figura 3A). La mayor parte de las muestras presentan valores de δ15NNO3
superiores al +8‰, indicando un origen de los nitratos a partir de la contaminación de purines (δ15NNH4
entre +8 y +15‰; VITÒRIA et al., 2004). Solo tres muestras presentan valores inferiores que han sido
interpretados como correspondientes a aguas contaminadas por fertilizantes sintéticos (los fertilizantes
tienen una δ15NNtotal cercana al 0‰; MARITOTTI and LÉTOLLE, 1977; VITÒRIA et al., 2004) o a una mezcla
entre ambas fuentes.
Para interpretar estos valores y evaluar si existen procesos de remediación natural (desnitrificación) del
acuífero hay que tener en cuenta las reacciones que tienen lugar en el medio. Cuando los purines o los
fertilizantes sintéticos amoniacales son aplicados a los campos, tienen lugar dos reacciones que hacen

337
COMUNICACIÓN: USO DE LOS ISÓTOPOS AMBIENTALES (N, S, C, O) EN LA VALORACIÓN DE PROCESOS DE
REMEDIACIÓN NATURAL DE AGUAS CONTAMINADAS POR NITRATOS: EJEMPLO DE OSONA (NE ESPAÑA)

Figura 2. Los puntos en los mapas A y B representan los puntos de muestreo. A) Superficie piezométrica en msnm;
B) Isoconcentraciones de nitratos en mg/L.

variar la composición isotópica del amonio residual hacia valores más altos: la hidrólisis de la urea y la
volatilización del amonio (reacción 1) (HEATON, 1986). En la zona no saturada, el amonio residual es
nitrificado a nitrato por completo (reacción 2), por lo que generalmente no se observa ninguna variación
en la δ15N.
NH3↑

CO(NH2)2 + H2O → CO2 +2NH3 ↔ NH4+ (1)

2NH4+ + 3O2 →2NO2- + H2O + 4H+


2NO2- + O2 → 2NO3- (2)

Posteriormente, bajo condiciones reductoras, que si existen suele ser en la zona saturada, pueden
producirse las reacciones de desnitrificación que producen una disminución de la concentración en nitratos
a la vez que aumentan sus composiciones isotópicas δ15N y δ18O en una relación de 2:1 (AMBERGER and
SCHMIDT, 1987; BÖTTCHER et al., 1990, entre otros). Los procesos de desnitrificación pueden estar
relacionados con la oxidación de materia orgánica (reacción 3) o de piritas (reacción 4).

4NO3- + 5C + 2H2O → 2N2 + 4HCO3- + CO2 (3)

14NO3- + 5FeS2 + 4H+ → 7N2 + 10SO42- + 5Fe2+ + 2H2O (4)

En las muestras de esta zona no existe una relación clara entre la concentración de nitratos y su
composición isotópica δ15NNO3. Al tratarse de una zona con contaminación difusa, con un sistema acuífero
multicapa de hidrodinámica compleja y de pozos de brocal, donde se mezclan todos los distintos niveles
acuíferos, no se pueden utilizar las concentraciones de nitratos ya que la cantidad inicial en el área de
recarga es diferente para cada pozo.

338
L. VITÒRIA, A. SOLER Y A. CANALS

Figura 3. Relaciones químicas e isotópicas de las muestras de agua separadas en tres grupos. ■ muestras
afectadas por una mayor desnitrificación; ● muestras no desnitrificadas procedentes de la contaminación de
purines o de mezcla con contaminación por fertilizantes sintéticos; muestras afectadas por una desnitrificación
intermedia; única muestra claramente contaminada por el uso de fertilizantes sintéticos. En el gráfico A se
representan las rectas de enriquecimiento de los valores isotópicos de los nitratos a partir de dos factores de
enriquecimiento extremos: los rombos corresponden a un –4‰ y los círculos a un –22‰.

Las muestras con los nitratos de valores isotópicos más altos (δ15NNO3 mayor a +15.5‰ y δ18ONO3
mayor a +7.8‰), son interpretadas como aquellas que han sido afectadas por procesos de desnitrificación
(Figura 3A) y por tanto, una remediación natural de las aguas, disminuyendo la concentración de nitratos.
Esta reacción describe el proceso de destilación Raleigh (reacción 5) donde ε es el factor de
enriquecimiento isotópico que depende de los materiales y características del acuífero. A partir de los
factores de enriquecimiento extremos encontrados por PAUWELS et al., 2000 y ARAVENA and
ROBERTSON, 1998, se ha determinado que la atenuación natural varia entre 60-90% o entre 10-35% para
ε de -4‰ y -22‰, respectivamente.

δ15Nresidual = δ15Ninicial + ε ln ( [NO3-]residual / ([NO3-]inicial ) (5)

Conocer las reacciones que controlan el proceso de desnitrificación permitirá predecir el


comportamiento futuro de la contaminación. Éstas pueden ser puestas de manifiesto a partir de la

339
COMUNICACIÓN: USO DE LOS ISÓTOPOS AMBIENTALES (N, S, C, O) EN LA VALORACIÓN DE PROCESOS DE
REMEDIACIÓN NATURAL DE AGUAS CONTAMINADAS POR NITRATOS: EJEMPLO DE OSONA (NE ESPAÑA)

composición isotópica de los solutos involucrados en las reacciones (δ15NNO3, δ18ONO3, δ13CHCO3, δ18OH2O,
δ34SSO4 y δ18OSO4).
En el caso de la desnitrificación por oxidación de la materia orgánica no se ha podido determinar el
papel que pueda jugar esta reacción en la remediación natural del acuífero (Figura 3B). Las muestras
presentan una δ13C del Carbono Inorgánico Disuelto (CID) controlada por el CO2 disuelto en el suelo y la
calcita (CaCO3) de las margas. Según CLARK and FRITZ, 1997 a partir del pH de las aguas, el CID de las
aguas debería tener una composición entre –14 y –16‰. Las composiciones más pesadas están afectadas
por el aporte de bicarbonato procedente de los carbonatos que forman el acuífero con composiciones
cercanas al 0‰. La cantidad de carbono procedente de estas dos fuentes es tan grande que tapona
cualquier contribución isotópica que pudiera proceder de la oxidación de materia orgánica. Esta materia
orgánica tendría su origen en los materiales del acuífero o ser los propios compuestos orgánicos de los
purines los cuales deberían tener composiciones negativas y menores a las de las aguas.
La δ18O del sulfato disuelto en las aguas presenta unos valores que en su gran mayoría coinciden con
el área experimental de sulfatos cuyo origen es la oxidación abiótica o bacteriológica de piritas (VAN
STEMPVOORT and KROUSE, 1994) (Figura 3C). Efectivamente, en esta zona existen piritas diseminadas en
los materiales que forman estos acuíferos, con valores de δ34SSO4 entre –11 y –17‰ (VIÑALS et al., 2002).
En un gráfico δ34SSO4 versus δ18OSO4 observamos como las muestras se sitúan sobre una línea de mezcla
entre los sulfatos procedentes de estas piritas oxidadas y los sulfatos procedentes directamente de los
purines (Figura 3D). Observamos además como las muestras menos afectadas por la desnitrificación son
las que presentan composiciones más cercanas a los purines y las más desnitrificadas los valores más
ligeros de δ34SSO4 y δ18OSO4, poniendo de manifiesto el papel de éstas en la disminución del contenido en
nitratos de las aguas.

CONCLUSIONES

La δ15NNO3 ha permitido determinar que la contaminación de las aguas subterráneas en el área de


estudio es debida, principalmente, a las grandes cantidades de purines utilizados como fertilizantes
orgánicos en la agricultura. La δ15NNO3 junto con la δ18ONO3, ha sido una herramienta útil para identificar
la existencia de procesos de desnitrificación que afectan las aguas subterráneas de la zona, y determinar
que la atenuación natural del acuífero alcanza valores del 60-90% o 10-35% según el factor de
enriquecimiento utilizado. El uso de otros isótopos estables (δ34SSO4, δ18OSO4, δ18OH2O o δ13CHCO3) ha
permitido la valoración de las causas de la atenuación por desnitrificación, en este caso, asociada a la
oxidación de piritas que se encuentran diseminadas en los materiales del acuífero. Debido a la litología del
acuífero que provoca grandes concentraciones en bicarbonatos que tamponan su composición isotópica,
la desnitrificación por oxidación de la materia orgánica no se ha podido evaluar ni descartar. Se ha puesto
de manifiesto el control que ejerce la presencia de pirita en la atenuación natural de la contaminación
(desnitrificación). Para poder realizar predicciones futuras de la evolución de la contaminación son
necesarios estudios de detalle sobre la cantidad de pirita y su cinética de oxidación.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo ha sido realizado mediante los proyectos REN2002-04288-CO2-02 del Ministerio de
Ciencia y Tecnología, y el proyecto SGR01-00073 de la Generalitat de Catalunya.

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L. VITÒRIA, A. SOLER Y A. CANALS

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